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LOS BIENES TERRENALES DEL HOMBRE LEO HUBERMAN z

Alumna: Gabriela Fátima Campos Hernández Grupo: 110 Fecha: 13/Octubre/2015

Capítulo I: Clérigos, Guerreros y Trabajadores En la Edad Media, los caballeros y damas, con armaduras brillantes o trajes suntuosos, vivían entre torneos y juegos. Siempre residían en castillos espléndidos, y comían y bebían a su gusto. Pero alguien tenía que pagar por todo ello. La sociedad feudal consistía de estas tres clases, clérigos, guerreros y trabajadores. Era un trabajo en la tierra, cosechar alimentos o cuidar ovejas para obtener lana destinada a los trajes. Las tierras de cultivo estaban divididas como feudos. Un “feudo” estaba formado simplemente por una aldea y varios centenares de acres de tierra laborable en torno, en que los aldeanos trabajaban. Los pastos, praderas, bosques y yermos eran usados en común, pero la tierra cultivable estaba dividida en dos partes. Una, pertenecía al señor y era llamada su “heredad”. Cultivada sólo para su beneficio y la otra dividida entre los numerosos arrendatarios. El campesino vivía en una choza del tipo más miserable. Trabajando mucho y duramente en la tierra del Señor, sin paga. La mayoría de los arrendatarios eran llamados siervos. Los señores creían que los campesinos existían solamente para el beneficio de ellos. El siervo no podía ser vendido fuera de su tierra, ni podía dejarla. La posesión de la tierra no significaba que usted pudiera hacer con ella lo que le viniese en ganas, como puede hacerlo hoy. Los servicios que el siervo debía al señor y los que el señor debía al siervo. Comentario: El sistema de organización de la posesión de tierras feudal, era una injusticia para los campesinos (siervos), pues como dice en el libro “Para el caballero y el clérigo, Ha de vivir quien hace el trabajo”, esto quiere decir que, para un señor del clérigo le era muy fácil tener todas las tierras que él quisiera, pero todo gracias al esfuerzo de los siervos.