Liderazgo y La Inteligencia Emocional

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA READIC (UNIR) PSICOPEDAGOGIA 5to SEMESTRE

Liderazgo e Inteligencia Emocional

Integrantes: Katty Hernández C.I. 20.204.701

Maracaibo, Julio 2017

LIDERAZGO

Según Madrigal T.: el Liderazgo, es la relación interpersonal dinámica que requiere ciertas habilidades, que el mismo líder puede ir desarrollando o descubriendo en su ejercicio. Asimismo, John C. Maxwell: establece que el liderazgo representa la facultad de mejorar a las personas de un área, a través de la guía u orientación de un líder, que define como aquel que tiene esa capacidad de influencia a través de la cual sus subordinados mejoran sus aptitudes y capacidades. Por último, Chiavenato: establece que; "liderazgo es la influencia interpersonal ejercida en una situación, dirigida a través del proceso de comunicación humana a la consecución de uno o diversos objetivos específicos". INTELIGENCIA EMOCIONAL Son muchos los investigadores que han prestado importancia al estudio de la Inteligencia Emocional, en tal sentido, existen numerosas definiciones, para Mayer y Salovey (1993, p. 433), es “un tipo de inteligencia social que incluye la habilidad de supervisar y entender las emociones propias y la de los demás, discriminar entre ellas y usar la información para guiar el pensamiento y las acciones de uno”. Por su parte, Goleman (1995), define Inteligencia Emocional como la capacidad para reconocer sentimientos en sí mismo y en otros, siendo hábil para gerenciarlos al trabajar con otros, plantea que es “un sentimiento que afecta a los propios pensamientos, estados psicológicos, estados biológicos y voluntad de acción” (1995, p. 30). Simons y Simons (1997, p. 26), plantean que la Inteligencia Emocional fue relacionada en un principio con el carácter y al plantear la sinonimia entre ambos términos los consideraban términos equivalentes. Posteriormente, define la Inteligencia Emocional como “la capacidad de reconocer los sentimientos propios y ajenos, de poder auto-motivarse para mejorar positivamente las emociones internas y las relaciones con los demás”. Al respecto Carrión (2001), sostiene que la Inteligencia Emocional considera el dominio emocional, la motivación, perseverancia, disciplina y comprensión hacia los otros.

De igual manera, plantea que la persona emocionalmente inteligente es consciente de sí misma, vive el aquí y el ahora, no permitiendo que alguna emoción destruya o altere su equilibrio. De igual manera, Weisinger (2001, citado por Nava, 2006), la define como la capacidad para captar las emociones de un grupo y conducirlas hacia un resultado positivo. Es importante aclarar que este talento se puede aprender y cultivar en las organizaciones, y es tarea de cualquier persona, determinar si posee dichas aptitudes. La Inteligencia Emocional puede incrementarse con el paso del tiempo, la experiencia y la madurez que la persona vaya adquiriendo a lo largo de la vida, le servirá para examinar y orientar sus emociones al producirse situaciones parecidas. Cooper y Sawaf (2004), definen la Inteligencia Emocional como la capacidad de sentir, entender y aplicar eficazmente el poder y la agudeza de las emociones, como fuente de energía humana, información, conexión, e influencia. Abarca un paradigma de elementos los cuales se conjugan, la inteligencia además de ser una capacidad cerebral es un conjunto de funciones a través del cual se hace producir un nivel exitoso. TEORÍAS SOBRE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL El estudio de los sentimientos y las emociones ha tomado mediante el modelo de la Inteligencia Emocional gran importancia en el área organizacional. Inicialmente la respuesta fue, la existencia de algunos individuos con un coeficiente de inteligencia superior al de los demás. Hoy se sabe el nuevo concepto que da respuesta a éste y otras interrogantes es la Inteligencia Emocional, una destreza la cual permite conocer y manejar los propios sentimientos, interpretar o enfrentar los sentimientos de los demás, sentir satisfacción y ser eficaces en la vida, a la vez de crear hábitos mentales desfavorecedores de la propia productividad y Desempeño Laboral.

Desde entonces los sentimientos y emociones fueron ganando importancia por su implicación en todos los ámbitos de la vida, originándose así diferentes modelos o teorías o de inteligencia emocional: TEORÍAS SOBRE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE GOLEMAM Para Goleman (1999), la Inteligencia Emocional está fundamentada en cinco (5) aptitudes básicas, divididas en personales y sociales, entendiendo por aptitud una característica de la personalidad o conjunto de hábitos que llevan a un desempeño superior o más efectivo. Estas cinco aptitudes son: Auto-conocimiento, Autorregulación, Motivación, Empatía, Habilidades Sociales. Divididas las tres primeras en aptitudes personales y las dos últimas en aptitudes sociales. Entendiéndose por aptitudes personales aquellas que determinan el dominio de uno mismo y por aptitudes sociales las que determinan el manejo de las relaciones con otras personas y con la sociedad en general. TEORÍAS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE GIL ADI Gil’Adí (2000), crea su teoría a partir de las ideas de Gardner basándose en las inteligencias múltiples y los trabajos de Senge y otros (2000). Abarca en primer lugar, el enfoque en el mismo individuo y la adquisición de independencia (interpersonal–intrapersonal), y en segundo lugar, en el enfoque del individuo en la interacción social y en el manejo de conflictos a fin de que toda la persona pueda llenar su necesidad de validación e interdependencia. Explica la maestría personal, modelos mentales, aprendizaje en equipo, visión compartida y pensamiento sistémico. Destaca, las mismas posiciones de Goleman y Cooper en cuanto a la insuficiencia que presenta el coeficiente intelectual en el éxito del individuo, planteando a la autoconciencia como el pilar fundamental de la autoestima.

MODELO DE LOS CUATRO PILARES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Cooper y Sawaf (2004), exponen el Modelo de los Cuatro Pilares de la Inteligencia Emocional, en donde extraen la inteligencia del campo del análisis psicológico y las teorías filosóficas colocándolo en el terreno del conocimiento directo su estudio y la aplicación, son muy importantes para el desarrollo integral del individuo en todo su proyecto de vida. PILARES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Primer Pilar. Conocimiento Emocional. Crea un espacio de eficiencia personal y confianza, mediante honestidad emocional, energía, retroinformación, intuición, responsabilidad y conexión. Elementos presentes: honestidad emocional, energía emocional, retroalimentación emocional e intuición práctica. Segundo Pilar. Aptitud Emocional. Este pilar forma la autenticidad del individuo, su credibilidad y flexibilidad, ampliando su círculo de confianza y capacidad de escuchar, manejar conflictos y sacar el mejor descontento constructivo. Elementos presentes: presencia auténtica, radio de confianza, descontento constructivo, elasticidad y renovación. Tercer Pilar. Profundidad Emocional. En este pilar se exploran maneras de conformar la vida y trabajo con un potencial único respaldándose con integridad, y aumentando su influencia sin autoridad. Elementos presentes: potencial único y propósito, compromiso, responsabilidad y conciencia, integridad e influencia. Cuarto Pilar. Alquimia Emocional. Implica aprender a reconocer y dirigir las frecuencias emocionales o resonancias para producir una transformación. Elementos: flujo intuitivo, desplazamiento reflexivo en el tiempo, percepción de la oportunidad, creando futuro. Se puede afirmar que el primer pilar contribuye el conocimiento emocional creando un espacio interior de gran confianza. El segundo pilar contribuye a la aptitud emocional creando un fuerte sentido de inspiración. El tercer pilar profundidad emocional, forma el carácter y genera creatividad y el cuarto pilar, alquimia

emocional, amplía la capacidad para encontrar soluciones, innovar para crear futuro. LIDERAZGO Y LA INTELIGENCIA EMOCIONAL La inteligencia emocional es la demostración de las buenas habilidades de liderazgo de líderes que están en control de sí mismos, auto motivados, empáticos y cuentan con grandes habilidades sociales. Los mejores líderes son aquellos que poseen un alto grado de inteligencia emocional. Dado que la inteligencia emocional es una parte de las habilidades del liderazgo, estos líderes inspiran y conducen a aquellos que están a su alrededor. Liderazgo no es dominación, sino el arte de persuadir a la gente para que trabaje hacia un objetivo común. “Al contrario de lo que generalmente se cree, las emociones no son ni positivas ni negativas; más bien actúan como la más poderosa fuente de energía humana, de autenticidad y empuje, y ofrecen un manantial de sabiduría intuitiva”. Cooper, este autor, en estudios e investigaciones realizadas resalta el papel ejercido por las sensaciones, las cuales suministran cada minuto del día una información vital y potencialmente provechosa. En este orden de ideas, Cooper en su texto La Inteligencia Emocional aplicada al liderazgo y a las organizaciones señala: Esta retroinformación (del corazón, no de la cabeza) es lo que enciende el genio creador, mantiene al individuo honrado consigo mismo, forma relaciones de confianza, ofrece una brújula interna para la vida y la carrera, nos guía hacia salvarnos o salvar nuestra organización del desastre. Aun cuando no cabe duda que el pensamiento analítico y la claridad conceptual sean habilidades fundamentales e imprescindibles para ejercer el liderazgo, la capacidad intelectual, por sí sola no hace al líder. Los grandes líderes son personas que saben manejar las emociones. Su éxito no depende tanto de lo que hacen como del modo en que lo hacen. El líder proporciona a los demás pautas para interpretar y reaccionar emocionalmente ante determinadas situaciones.

Las cuatro dimensiones de la inteligencia emocional: Goleman, Boyatzis y McKee han determinado cuatro dominios de la inteligencia emocional -divididos en 2 dominios de competencia personal y 2 dominios de competencia social- y dieciocho competencias que se desprenden de ellos. Para los autores las competencias de la inteligencia emocional no son cualidades innatas, sino habilidades aprendidas, cada una de las cuales aporta una herramienta básica que potencia la eficacia de los líderes. Ahora bien, las competencias que debe tener un líder “que la inteligencia emocional es la condición indispensable para ejercer el liderazgo”; y enfatiza en cuatro rasgos fundamentales: la autoconciencia, la autorregulación, la empatía y la capacidad social Se enfatiza en los resultados que se consiguen de acuerdo al tipo de liderazgo que se ejerza. Describe seis estilos de liderazgo, cada uno derivado de los diferentes componentes de la inteligencia emocional. Estos estilos son: el autoritario, que movilizan a la gente hacia una misión particular; el conciliatorio, que propicia vínculos emocionales y la armonía; el democrático, que busca el logro de consensos estimulando la participación; el ejemplarizante, que se focaliza en el rendimiento y la autonomía; el coach, que promueve el desarrollo de la gente hacia logros futuros; el coercitivo, que exige sumisión. De acuerdo a la situación será necesario aplicar uno de estos estilos, tomando en cuenta el efecto que pueda tener en el clima laboral. Se describe lo que es esencial en el liderazgo, que no es otra cosa que orientar las emociones en la dirección adecuada, y esta tarea supone encaminar las emociones colectivas en una dirección positiva y disipar las emociones negativas. Como las emociones se contagian, el líder debe saber hacer un manejo inteligente de sus propias emociones y de las que surgen en las relaciones con los otros, para modelar respuestas adecuadas a las diferentes situaciones que se presenten, garantizando, a través de la generación de un estado de ánimo positivo, el logro de los resultados esperados.

Se relaciona la gestión de las emociones con los estados cerebrales, destacando que quien ejerce el poder, en cualquier tipo de organización, sea un aula, un trabajo, es el emisor emocional y determina el estado emocional de quienes interactúan, producto del contagio emocional. Además, presenta las condiciones para triunfar, destacando los niveles de ansiedad y la motivación. En la medida en que las emociones que se sienten son el miedo o el temor, el desempeño cognitivo es menor; asimismo, cuando la ansiedad es mayor se bloquea la eficiencia cognitiva del cerebro. Se enfatiza en el desarrollo de la inteligencia emocional, destacando el papel del cerebro y en particular la neuroplasticidad que muestra al reestructurarse continuamente en función de las experiencias vividas, destacando la importancia de la atención, el compromiso, la aplicación práctica y la repetición para facilitar la conectividad neuronal.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS GOLEMAN, D.; Cherniss, C. (2005). Inteligencia Emocional. Cómo seleccionar y mejorar la Inteligencia Emocional en individuos, grupos y organizaciones. Editorial Kairos. NAVA, A. (2006). Inteligencia Emocional y su influencia en el Clima Organizacional en los niveles gerenciales medios de las PYMES. Tesis doctoral no publicada (Doctorado en Ciencias Gerenciales). Universidad Rafael Belloso Chacín, Maracaibo. GÍL´ADÍ, D. (2000). Inteligencia Emocional en la Práctica. España: Editorial McGraw – Hill. GOLEMAN, D. (1995). Inteligencia Emocional. Estados Unidos: Editorial Bantam Books. GOLEMAN, D. (1998). La Inteligencia Emocional en la Empresa. España: Editorial Planeta. GOLEMAN, D. (1999). ¿Qué hace un líder?. Estados Unidos Harvard Busines Review. GOLEMAN, D. (2000). La práctica de la Inteligencia Emocional. Editorial Kairos.