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@Lider625 | 1 STAFF CONTENIDO 3 editorial IDENTIDAD + MISIÓN EDICIÓN XIX / 2020 AÑO 04 | NÚMERO 20 EDITOR EJECUTI

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STAFF

CONTENIDO

3 editorial

IDENTIDAD + MISIÓN

EDICIÓN XIX / 2020 AÑO 04 | NÚMERO 20 EDITOR EJECUTIVO

HOWARD ANDRUEJOL [email protected]

34 la iglesia pospandemia

HOWARD ANDRUEJOL

¿RECUERDAS DÓNDE ESTABAS?

LA IGLESIA X EN EL MUNDO Z

36 la iglesia pospandemia

5 liderazgo generacional LUCAS LEYS

11 la iglesia pospandemia

7 COSAS QUE NO TE DEBEN SORPRENDER EN EL 2021 CAREY NIEUWHOF

15 consulta iNEO

CONSULTA 2020

16 la iglesia pospandemia

ÁNIMO PARA EL REGRESO

JESIAH HANSEN

19 niñez, iglesia y pandemia

THOM RAINER

¿SE TRATA LA IGLESIA SIMPLEMENTE DE RECIBIR UN MENSAJE? DIEGO SOLIS

38 la iglesia pospandemia

QUE TODO CAMBIE (PARA QUE TODO SIGA IGUAL)

LUCAS MAGNIN

39 ministerio de niños

MINISTERIO DE NIÑOS POSPANDEMIA

EL AISLAMIENTO SOCIAL EN LOS 41 la iglesia pospandemia NIÑOS Y LA IGLESIA MELODY ZERAVIKA REINVENTARNOS PARA CUMPLIR 23 la iglesia pospandemia CON NUESTRA MISIÓN LA CONTEXTUALIZACIÓN PAOLO LACOTA DE LA IGLESIA LOCAL RENÉ PEÑALBA

25 la iglesia pospandemia

LO PEOR QUE PUEDE PASAR

AIXA DE LÓPEZ

28 la iglesia pospandemia

MISIONEROS 5G

JONÁS HERRERA

31 teología

LA MISIÓN DE LA IGLESIA EN MEDIO DE UNA GRAVE CRISIS

ALAN PERDOMO

SÍGUENOS EN

CARLOS SOTO

45 pandemia y sociedad

LA PANDEMIA Y NUESTRA ACTITUD ANTE LA NATURALEZA

ALFONSO ROPERO

46 evangelismo

LA GRAN COMISIÓN EN MEDIO DE UNA READAPTACIÓN

DIEGO PROFITA

47 recursos recomendados 48 highlights

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COEDITOR

JUAN SHIMABUKURO [email protected] MELODY ZERAVIKA [email protected] COORDINACIÓN DE CONTENIDOS MARCELO MATALONI CARINA VALERGA DIRECCIÓN DE DISEÑO JUAN SHIMABUKURO DESIGN PUBLICIDAD [email protected] FOTOS DE PORTADA Pexel, Unsplash TRADUCCIÓN ARIEL CASTILLO, ALEXANDER LÓPEZ COLABORACIONES JOSUÉ CASTELLÓN, SERGIO ZAPATA, WENDDY NECIOSUP MASTERMIND LUCAS LEYS BOARD MARK OESTREICHER, JIM BURNS, FÉLIX ORTIZ, RICH VAN PELT, ESTEBAN FERNÁNDEZ, VALERIA LEYS, ESTEBAN OBANDO, WILLY GÓMEZ. CONTÁCTENOS [email protected]

DECLARACIÓN DE MISIÓN Líder6·25 existe para servir a quienes trabajan con las nuevas generaciones ofreciéndoles reflexión e información que les ayude a madurar espiritualmente y a crecer en efectividad en sus ministerios. Los artículos publicados en esta edición representan la opinión de sus autores y no necesariamente la de los editores. Las personas que aparecen en las fotografías que ilustran los artículos no guardan necesariamente relación con su contenido. Autorizamos el uso del contenido de Líder6·25 siempre y cuando su fin no sea lucrativo y se dé crédito al autor, así como al número y volumen de Lider6·25.

editorial

IDENTIDAD H O WA R D A N D R U E J O L

+ MISIÓN

Templos cerrados. Reuniones canceladas. En varias de nuestras ciudades esto ocurrió hace unos siete meses, y provocó distintas crisis para la Iglesia. ¿Por qué? En algunos lugares, las restricciones están cambiando por lo que poco a poco se autorizan nuevamente, bajo ciertas condiciones, las reuniones en los templos. Parece que volvemos a la Iglesia prepandemia. ¿Alivio? ¿Fin de la crisis? Como siempre he dicho, cada modelo de ministerio o estrategia debe ser muy propia para cada iglesia local. No debemos compararnos, por lo que tampoco debemos criticarnos. Más bien, la pregunta es cómo podemos ayudarnos a ser y hacer lo que el Señor de la Iglesia, la cabeza, el Cristo resucitado espera de nosotros. Así que cada uno tendrá que tomar decisiones. Es decir, como líderes tenemos la responsabilidad de guiar al rebaño de Dios. Pero ¿hacia dónde? ¿Hacia la iglesia prepandemia?

Howard Andruejol Editor ejecutivo hac4j Con más de 25 años de experiencia en el trabajo con jóvenes y formación de liderazgo, se ha desarrollado como educador y conferencista en distintos países, capacitando a líderes juveniles, educadores, pastores y padres de familia. Se encuentra en constante investigación y actualización de temas relevantes al liderazgo. Junto con su esposa Heidi e hija Elyette, reside en Guatemala y trabaja en el Equipo Pastoral de la Iglesia Evangélica El Mensaje De Vida. Además, es Rector del Instituto e625.

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Nuestro punto de referencia no debe ser lo que hacíamos o no meses antes. En todo tiempo nuestro fundamento debe ser el texto bíblico. Es allí donde conocemos quién es Dios y qué está haciendo. Es allí donde entendemos quiénes somos nosotros y qué deberíamos estar haciendo. Es allí donde la Iglesia debe hallar su identidad y misión. Como pastor, escucho a nuestros hermanos queridos semana a semana decir cuánto extrañan a su familia espiritual. ¡Los oigo decir que anhelan el momento en el que podamos abrazarnos nuevamente! Me emociono solo de escribirlo… pero me preocupa que cuando sea el momento, la convocatoria sea a venir a un lugar a la misma hora para sentarnos a distancia unos de otros y estar callados viendo fijamente a la persona que habla desde el frente. De hecho, eso ya lo hacemos en las transmisiones, ¿no? Y mucho más barato. No quisiera que volviéramos a la actividad tal y como era antes. ¿Para qué? ¿No habrá otra forma? ¿Algo mejor? Si hacer un ajuste como el que estoy mencionando nos parece un cambio de paradigma muy complicado, estamos en serios problemas. El desafío más grande no es cómo activamos nuevamente las reuniones y

abrimos el templo como antes. No necesitamos ni llamado, ni la Biblia, ni al Espíritu Santo para eso. El reto que enfrentamos, con pandemia o sin pandemia, con templos o sin templos, con transmisiones en vivo o sin transmisiones en vivo, es ser Iglesia de acuerdo con nuestra verdadera identidad y misión en Cristo. Ese es el liderazgo valiente que la Iglesia necesita; el que nos equipa y pide cuentas para que seamos lo que el Señor quiere que seamos y hagamos lo que el Señor quiere que hagamos. Es el liderazgo que no solo nos enseña las Escrituras, sino que nos instruye en cómo estudiarlas para vivir de forma digna del llamamiento que hemos recibido. Nuestra identidad y misión tiene tanto una dimensión personal como colectiva. Somos ovejas miembros de un rebaño, hijos de Dios miembros de una familia, piedras vivas miembros de un edificio espiritual. De forma explícita, 1 Corintios 12 nos recuerda que somos miembros de un solo cuerpo. En otras palabras, parece que es clave que cada uno de nosotros viva su identidad y misión en Cristo para que como Iglesia podamos vivirla también. La Iglesia no es la actividad organizacional. La misión no es la actividad organizacional. La Iglesia somos esos creyentes juntos siendo embajadores que hablan el Evangelio como si Cristo mismo lo predicara (2 Corintios 5:18-20). La Iglesia somos esos cristianos juntos que traen sanidad y esperanza en todo lugar donde se encuentran, como si Cristo mismo estuviera allí. Ese fue el ministerio del Señor aquí en la tierra: anunciar el Reino y sanar dolencias (Mateo 4:2324). Ese fue el encargo a los discípulos (Mateo 10:7-8). ¡Vamos!, que ese es el trabajo que nos corresponde. Más que volver al templo o las reuniones, volvamos al texto para explorar nuestra identidad y misión. Vivámoslas, y seamos iglesia suprapandemia. ¡Que el Señor nos ayude!

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liderazgo generacional Foto de Gryffyn M en Unsplash

LA IGLESIA X EN EL MUNDO Z LUCAS LEYS Nunca fui amigo de las etiquetas generacionales desde que me familiaricé con ellas en los 90. Intentar describir a una generación global etiquetada como Millenial, Z o Alpha siempre me pareció ridículamente ambicioso considerando la cantidad de subtribus y realidades socioeconómicas y culturales dispersas del mundo presente. Claro que reconozco que la globalización es innegable y se puede notar en modas transversales antes impensadas como el K-Pop o la evidente asimilación de comidas étnicas en las ciudades capitales. Pero siempre me pareció una sobre simplificación etnocéntrica norteamericana que enmascara el vicio de creer que describir Estados Unidos es describir al mundo (por ejemplo, cuando un equipo de básquetbol gana el campeonato de la NBA, el dicho aquí es que es «campeón mundial» y lo mismo sucede con el béisbol). Claro que este etnocentrismo norteamericano tiene cómplices y embajadores en otras partes del mundo. Hay muchos ingenuos en algunas partes de América Latina que suelen repetir estas descripciones como si fueran universales, especialmente en el ámbito evangélico a donde creemos que, si vale la pena, se dijo, se escribió y se cantó primero en inglés.

Lucas Leys lucas.leys Es considerado una de las principales fuerzas de cambio en la pastoral de nuevas generaciones en el mundo. Estudió teología, misiología y neurociencia y cuenta con más de 25 años de experiencia en el discipulado de nuevas generaciones. Es el fundador de e625.com, autor de más de 30 libros y un padre de familia enamorado de su esposa y de sus hijos.

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Hace no mucho, por ejemplo, escuché una conferencia en Colombia describiendo a los adolescentes «de hoy» como «Millenials», con exactamente la misma descripción de un libro en inglés que leí hace más de 15 años, cuando en realidad los mileniales tienen ya, en su mayoría, más de 25 años. Pero para que todos nos ubiquemos, voy a usarlas para ilustrar que es vital contextualizarse sin retraso y en la correcta demografía.

EN EL AHORA Y EL ACÁ Luego de un suceso histórico y en verdad global como fue la pandemia del Covid-19, tenemos una oportunidad inmejorable de contextualizarnos en el ahora y el acá. Debemos hacerlo con mirada láser, haciéndonos cargo de que hoy tenemos una

gran cantidad de pastores de la Generación X que todavía están pensando en los mileniales, mientras la cultura mediática ya está embarazada de gustos y percepciones de la Generación Z. La Generación Z, o Gen Z es la generación que viene detrás de los mileniales y antes de la Generación Alfa; aunque este es un término prepandemia y ahora algunos están hablando de la Generación Pandemial (ver investigación de e625 en el servicio premium). Los sociólogos y culturólogos pop enmarcan a los Z como aquellos nacidos en la primera década de este milenio y, es bueno notar, que la gran mayoría son hijos de la Generación X e incluso de algunos Millennials (aunque en algunas conferencias con buen look pero poca investigación les llamemos adolescentes). Los X fueron los que se enteraron en su adolescencia de que era importante cuidar la autoestima con palabras positivas, y los mileniales fueron ya la primera generación completa que se crio con una continua exposición audiovisual a la noción de derechos humanos. Hoy puede parecernos lo más normal del mundo, pero ni autoestima ni derechos humanos era | 5

LA CONTEXTUALIZACIÓN ACTIVA Y QUE NECESITAMOS ES UNA QUE HONRANDO SU PASADO SE UBICA EN EL PRESENTE Y APRENDIENDO DE LO QUE DIOS HA HECHO EN OTRAS CULTURAS DE LO AFECTIVO SE UBICA EN LA SUYA A LO EFECTIVO

algo de lo que se hablaba demasiado hasta los 60 y 70 en los Estados Unidos, o los 80 en América Latina y España. Quizás por tener estos padres y una mayor exposición a información es que en comparación con las generaciones anteriores, los miembros de la Generación Z tienden a comportarse mejor y ser más prudentes con las adicciones a sustancias. Por esa razón, predicarles en contra de los vicios en cada reunión ya no es tan contracultural como lo era hace 30 años y quizás hasta resulte innecesario, ya que ellos saben mejor que muchos adultos cuáles son los problemas que acarrean muchos de los vicios clásicos. Quizás hoy, como un efecto del imán de las pantallas, desde los adolescentes hasta los niños tienden a vivir más lentamente que sus predecesores cuando tenían su edad; aunque sigamos diciendo que viven de maneras cada vez más aceleradas. A modo de ejemplo, a nivel global, al menos en Occidente, tienen tasas más bajas de embarazos en la adolescencia y se consumen drogas y alcohol con menos frecuencia. Claro que estos índices son de las grandes ciudades y de los hijos que están en los sistemas escolares, aunque suele haber una gran brecha con los que se crían en las periferias y situaciones de extrema pobreza. Ahora, si lo que queremos es hablar de adicciones, hay una en alarmante crecimiento y se trata de la adicción a la tecnología. La contraparte de que el grueso de la generación Z sienta una menor atracción por las sustancias que las generaciones anteriores, es que son más propensos a tener problemas de salud mental, lo cual ilustra la gran necesidad de un análisis más profundo que abarque: ‘ Cómo es que los hijos y herederos de las generaciones de la autoestima tienen niveles más altos de ansiedad y depresión. ‘ Cuál es el verdadero efecto de las redes sociales en ellos al ser la primera generación que se crio con ellas desde la cuna. ‘ Cómo nosotros no debemos conformarnos con que simplemente sigan a «influencers» cristianos, aunque sea mejor a que sigan a los que no lo son. El punto es que el ahora y acá demanda que aprendamos a hacer algunas transiciones tácticas fundamentales si queremos contextualizar sabiamente nuestros esfuerzos.

Lo primero y básico es que necesitamos dejar de hacer por inercia lo que hemos aprendido de nuestros afectos. Gloria a Dios por nuestras familias espirituales, mentores y pastores, pero honrarlos es discernir lo que es realmente esencial en la experiencia de la Iglesia para nuestro aquí y ahora, y no lo que fue esencial para ellos. El otro día estaba escuchando a un «gurú» de liderazgo de la iglesia americana insistir en que las iglesias deben contextualizarse, pero sin aclarar que todas las iglesias están contextualizadas… Es decir, la idea es correcta pero la explicación incompleta, porque todas las iglesias están contextualizadas, quizás en algún otro momento y geografía, pero no significa que no estén contextualizadas. Quienes cantan himnos europeos del siglo XVII como norma y se visten como los misioneros que les trajeron el evangelio hace 100 años asumiendo que esa es la manera «bíblica» (¿?) de hacerlo, están contextualizados en una época que ya no existe, pero no es que no están contextualizados. El punto de la contextualización es estar aquí y ahora; no en la década pasada en Australia, ni en los 70 en Estados Unidos, ni en Alemania en los 1600. La contextualización activa y que necesitamos es una que honrando su pasado se ubica en el presente y aprendiendo de lo que Dios ha hecho en otras culturas se ubica en la suya. Y cuidado con creer que esta revisión y actualización de estrategias se reduce a renovar estilos musicales o la ropa. Cambiar el himnario por una pantalla LED y la corbata por un skinny jean es un aspecto superficial, porque la verdad práctica es que se puede disfrazar una liturgia y estrategia de 500 años con un look contemporáneo sin hacer ningún cambio sustancial de visión. El punto es poner el palo en la rueda y evaluar por qué hacemos lo que hacemos. Como digo en el libro Liderazgo Generacional: «hay algo peor que no saber hacer las cosas y es no saber por qué las hacemos.»

DE LO PROPOSICIONAL A LO INDUCTIVO No estoy seguro de que alguna generación haya estado ansiosa de que alguien más les diga qué hacer con sus vidas, pero sí estoy seguro de que los Z están desesperados por ser escuchados y sobre todo conocidos. Tengo dos en casa, así que no solo lo digo por investigación y lectura de campo sino por observación directa de mis hijos. Al decir escuchados me refiero a sus ganas de hacer preguntas y saber qué hay detrás de la información, escuchando ideas distintas. Y al decir conocidos no me refiero Continua en la pag. 8

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a fama, pero sí a que sus líderes los vean como individuos con características particulares y no como un número o parte de una masa en una reunión o clase.

Esteban en Hechos 7, o el de Pablo en Hechos 17. No estaban exactamente programados y «en ambientes controlados» creados para escuchar un monólogo religioso.

Lo he dicho en distintas ocasiones, pero parece ser tan contracultural que a demasiados les cuesta asimilarlo, por lo tanto, ahora entendí que debo repetirlo y decirlo todavía más fuerte: uno de los problemas más serios que tiene la Iglesia contemporánea es su enorme capricho con los sermones.

Y señalemos el discurso más famoso de las Escrituras: «El sermón del monte» en Mateo capítulos del 5 al 7. Sí. Es Jesús hablando por aparentemente un buen rato, aunque los eruditos insisten en que estaba hablando con los discípulos y no con los asistentes. Pero más allá de eso, ¿no es raro que este sea un caso único en el ministerio del maestro más grande de todos?

¡Yep! El arte del sermón que aprendimos de nuestros antepasados de los últimos siglos tiene más que ver con Grecia, el Imperio romano y Europa, que con Jesús, los hebreos y la Biblia. Una de las razones de por qué no somos tan eficaces en el discipulado es precisamente cuánto apostamos a ellos. ¿Nunca te preguntaste por qué tantos cristianos no aplican lo que escuchan en la iglesia? Veamos. ¿Cuántos sermones al año escucha el cristiano promedio? ¿40? No estoy hablando de cristianos nominales. Hablo de hermanos y hermanas evangélicos. ¿50? Estoy seguro de que eso es más que el promedio, pero hay gente entre nosotros que escucha tu sermón semanal y el sermón de su predicador favorito. Lo siento y no quiero desalentarte, pero puede que no seas tú y que a raíz de la cuarentena y pandemia ahora se estén «congregando» con algún otro predicador de otro país. El punto es que hay decenas de cristianos que han sido sermoneados durante décadas, y siguen siendo bebés en Cristo.

Los sermones, tal como los practicamos hoy en día, tienen más que ver con los sofistas griegos acreditados por inventar la retórica (el arte del discurso persuasivo) que lo que practicaron Jesús y los hebreos en general, particularmente en las sinagogas. Jesús no priorizó los monólogos, sino que fue un maestro en hacer preguntas y llevar a la gente a donde quería, sin necesidad de un largo discurso para demostrar su elocuencia, como el que nosotros acostumbramos. Con la excepción del llamado sermón de la montaña relatado en Mateo 5 al 7, casi no lo encontramos dando grandes discursos. En muchas ocasiones respondía preguntas con más preguntas y no porque no supiera la respuesta. Jesús no era un líder inseguro que suplicaba aprobación, sino que obviamente priorizaba el descubrimiento de las personas en lugar de mostrar sus conocimientos. Por eso muestra su preferencia por la inducción en vez de la proposición.

LOS CRISTIANOS NO SON TRANSFORMADOS SIMPLEMENTE POR ESCUCHAR SERMONES SEMANA TRAS SEMANA

Por lo tanto, surge una premisa, y es que los cristianos no son transformados simplemente por escuchar sermones semana tras semana y que no podemos seguir repitiendo esto con los Z. Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? ¿Podemos hacer algo o los sermones no se pueden tocar? ¿Y si los sermones son realmente una vaca sagrada para nosotros, la élite de los comunicadores cristianos? ¿Qué pasa si insistimos en usarlos solo porque son una manera de hacernos los artistas virtuosos de la iglesia, pero no son la mejor manera de ayudar a las personas a aplicar lo que aprenden? Y claro, sé que algunos estarían tentados a decirme: «pero hay sermones en el Antiguo y el Nuevo Testamento». Hm, sí, pero fueron espontáneos, conversacionales e incluso esporádicos, lo que significa que no eran algo programado para cada fin de semana en un formato específico para que ocurra siempre en el mismo baticanal (esto lo entendieron los X). Tomemos por ejemplo el sermón de Pedro en Hechos 2, o el de

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Estamos hablando del mejor líder de la historia (publicidad de un libro mío encubierta) y sólo podemos señalar un sermón. ¿Por qué?

Necesitamos capacitar a nuestros líderes para escuchar, para hacer preguntas inteligentes, para conversar y colaborar. Para círculos y no pirámides. En algunos ámbitos académicos se está hablando de que los hijos criados en un marco de redes sociales personales que «deben crecer en seguidores», están enfrentando una disminución de las capacidades cognitivas, especialmente entre las élites ya que son las que tienen mayor acceso a la apariencia. Por tal razón es urgente brindarles más que videos unidireccionales con los que solo pueden interactuar mediante un view, un like o un pequeño comentario. Lo que salta a la luz es que debemos dejar de educar para repetir y enfocarnos en educar para investigar. Los Z y los que vengan detrás necesitan que les ayudemos a pensar y no que solamente les digamos qué pensar. La Iglesia pospandemia no solo tiene una gran oportunidad, sino una urgencia por hacerlo, debido al riesgo de seguir retroalimentando un cristianismo pasivo que cree que puede ser y hacer iglesia escuchando un discurso

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semanal, lo cual va a caerle en la cara a muchos luego de que la gente se acostumbró a mirar reuniones desde su casa en pijama.

DE LO CÚLTICO A LO MISIONAL

LA IGLESIA POSPANDEMIA DEBE OTORGAR UN VALOR MÁS FUERTE Y UNA ATENCIÓN MÁS PROFUNDA A LA COMUNIÓN DE LO QUE LE DIERON NUESTROS AFECTOS PROPOSICIONALES EN EL SIGLO PASADO

La misión que se nos encomendó en Mateo 28 no fue la de ejecutar un programa religioso semanal. Las reuniones y los servicios de la iglesia son un medio y no una meta, una avenida y no un destino, una nota, pero no la música, y no hay nada sagrado en ellos aparte de la comunión interactiva con el Espíritu y la Palabra de Dios. Y para la comunión necesitamos la provisión de Dios y… personas.

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Un incipiente problema que veo en muchas de las iglesias que en la última década se enfocaron en los mileniales, por ejemplo, es que sus ministerios con los Z son débiles. La razón es que su reunión general del domingo es una reunión clásica de jóvenes, por lo tanto las reuniones de adolescentes, si también siguen el mismo formato, pasan a ser una reunión igual solo que más pequeña en un día diferente de la semana y sin el comunicador principal, y que además compite con la del domingo. La realidad práctica es que en las iglesias de énfasis milenial, las reuniones de los domingos son el calco de las reuniones de jóvenes de antes, solo que con ropa cool y techos negros en vez de blancos. Como muchas de estas iglesias solo renovaron la estética, pero no mejoraron el discipulado, los adolescentes no solo se aburren, sino que a sus líderes se les hace muy cuesta arriba competir con el domingo. Algo similar sucede con los ministerios de niños que muchas veces son una guardería para que los niños no tengan que estar con sus padres en la reunión, en vez de un programa educativo intencional. Lo que resumo de cientos de libros leídos, cientos de conferencias escuchadas y mi propia práctica ministerial es lo siguiente: El discipulado no es un programa y sí es una relación. Entonces, si estamos ejecutando programas, pero no estamos desarrollando relaciones sólidas y profundas, estamos fuera de foco y malgastando fuerzas en eventos en vez de cumplir con la verdadera misión.

EL DESAFÍO Y LA OPORTUNIDAD Hoy muchos creen que la iglesia en Hispanoamérica tiene un problema de profundidad doctrinal y no voy a discutirlo, pero ¿qué si el problema no se inicia allí, sino que es consecuencia de la superficialidad relacional? ¿Qué tal si lo que sucede es que para ser una iglesia fiel a Dios y eficaz en particular con los Z y los que vengan detrás, lo que necesitamos es primero mayor profundidad relacional para luego a través de las relaciones interpersonales facilitar mayor profundidad doctrinal y espiritual? Todos conocemos iglesias con un púlpito fuerte y que igual pierde a demasiados hijos en el camino, y otras donde los sermones son, digamos que promedio, pero la gente sigue pegada. ¿Por qué sucede eso? Se llama profundidad relacional. Lo que debe venir después es la contextualización en el acá y ahora. Allí es donde también comienzan a mejorar las reuniones, pero como consecuencia de que las relaciones ya están, y no como consuelo o muleta porque la profundidad relacional no está. El hallazgo es que es en el matiz de las relaciones contextualizadas que todo esto se puede lograr. Por eso la iglesia pospandemia debe otorgar un valor más fuerte y una atención más profunda a la comunión de lo que le dieron nuestros afectos proposicionales en el siglo pasado. Las relaciones, los diálogos y la koinonia son las autopistas de doble vía por las que podemos conectarnos mejor con las nuevas generaciones, sin retrasos ni despistes culturales. Por esa razón, en lugar de simplemente mejorar nuestros servicios en línea, nuestros sermones, nuestra alabanza y nuestras reuniones en el templo, llegó la hora de DES americanizar, DES europeizar y DES romanizar a la Iglesia para volver a ser como esa comunidad primitiva de discípulos audaces y generosos que, aunque no tenían un lugar ni un horario oficial de reuniones, cambiaron el mundo para siempre. Quizás lo que la Iglesia pospandemia debe recordar para asegurase de no perder la atención de los Z y los que siguen, es que Jesús no dependió de los sermones ni de la alabanza como nosotros. Ese pasado es quizás nuestro mejor camino hacia un mejor futuro.

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la iglesia pospandemia

7 COSAS QUE NO TE DEBEN SORPRENDER EN EL 2021 CAREY NIEUWHOF

Si bien probablemente estés sorprendido de haber sobrevivido al 2020, si estás pensando en el futuro como la mayoría de los líderes, te darás cuenta de que el 2021 está a la vuelta de la esquina. ¿Cómo planeas en un entorno pospandémico como este? Si bien nadie conoce el futuro, eso no significa que no podamos prepararnos. Y aunque no tengo una visión más profunda del futuro que tú, aquí hay 7 cosas que estoy planeando a medida que se acerca el 2021. También compartiré un breve paso de acción en cada uno de los pasos que te propongo. El 2020 no ha resultado como nadie pensó que sería, y los líderes sabios no se apresurarán a asumir que el 2021 será mejor, por mucho que a todos nos encantaría que lo fuera. Realmente espero que esto te ayude. Nota: Si bien los tres primeros puntos se sienten algo negativos (y ya todos hemos tenido suficientes aspectos negativos), no los omitas. ¡Hay esperanza! Aquí está la premisa: Los líderes que se preparan para el mundo real, tienden a tener más éxito que los líderes que se preparan para un mundo ideal que no existe. Con eso en mente, aquí hay 7 cosas para las que todo líder debería prepararse ahora que se acerca el 2021. Carey Nieuwhof @cnieuwhof Es docente y el pastor fundador de la Iglesia Conexus y ha estado sirviendo en el ministerio desde 1995. Es autor de varios libros, En su tiempo libre, Carey habla a los líderes de la iglesia de todo el mundo sobre liderazgo, cambio y crecimiento personal. Escribe uno de los blogs de liderazgo eclesiástico más leídos hoy en día, visítalo en www.CareyNieuwhof.com.

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1. INCERTIDUMBRE

2. INESTABILIDAD La incertidumbre es una cosa. Elimina tu capacidad de ver lo que está delante y alrededor. La inestabilidad es diferente. La inestabilidad significa que las circunstancias actuales son volátiles e inestables. Siguen cambiando todo el tiempo. Piensa en el regreso a la Iglesia. La mayoría de los líderes pensaban que la gente volvería a la adoración en persona. Eso no ha sucedido. Y ahora la mayoría de los líderes de la Iglesia que han reabierto sus puertas para reuniones físicas se encuentran atrapados en la trampa de tener recursos inadecuados para hacer bien los servicios en línea y en persona. Peor aún, están tratando de averiguar adónde se fueron todos. Una de las mejores formas de liderar a través de la inestabilidad es invertir más recursos en lo que está ganando terreno y eliminar invertir recursos en lo que no está funcionando.

Liderar a través de la incertidumbre, en este caso la incertidumbre prolongada, requiere un conjunto de habilidades completamente nuevas. Si deseas posicionarte para liderar bien en medio de la incertidumbre, desarrolla tu agilidad y flexibilidad.

La mejor manera de crear un impulso futuro es invertir recursos en cualquier cosa que esté produciendo el impulso actual. Es por eso que los restaurantes están reforzando la comida para llevar y los drive-thrus, Hollywood está lanzando directamente a sus dispositivos, los gimnasios se están trasladando a clases al aire libre y las iglesias están invirtiendo cada vez más en experiencias en línea.

Esos dos atributos te ayudarán a responder a medida que las cosas sigan cambiando.

En un entorno inestable, cuando encuentres impulso, aprovéchalo. Y sigue experimentando.

Como soy un fanático de la recuperación del control, me encanta la previsibilidad. En este momento, nada es realmente predecible.

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3. PROBLEMAS FINANCIEROS Quería llamar a esto «volatilidad» económica, pero sería demasiado caritativo. La economía en este momento es simplemente, bueno, extraña. Ha sido un año muy desigual. Los pobres se han vuelto más pobres, los ricos se han vuelto más ricos. La gente gasta como si no hubiera un mañana en artículos de lujo y bienes raíces, y también ahorra dinero en máximos históricos, mientras que otros en el extremo inferior del espectro socioeconómico quedan en la ruina.

LOS LÍDERES QUE SE PREPARAN PARA EL MUNDO REAL, TIENDEN A TENER MÁS ÉXITO QUE LOS LÍDERES QUE SE PREPARAN PARA UN MUNDO IDEAL QUE NO EXISTE. LIDERAR A TRAVÉS DE LA INCERTIDUMBRE REQUIERE UN CONJUNTO DE HABILIDADES COMPLETAMENTE NUEVAS. SI DESEAS POSICIONARTE PARA LIDERAR BIEN EN MEDIO DE LA INCERTIDUMBRE, DESARROLLA TU AGILIDAD Y FLEXIBILIDAD.

Las áreas céntrico-urbanas están viendo cómo aumentan las vacantes de bienes raíces comerciales y el mercado de valores se está disparando a niveles récord, mientras que sectores enteros de la economía están al borde de la desaparición. ¿Mi pensamiento? Necesitamos prepararnos para una temporada de grandes ahorros y profunda caridad. En el 2021 las organizaciones con buenas reservas de efectivo tendrán el colchón tanto para seguir adelante como para seguir dando. No puedes dar lo que no tienes.

4. OPORTUNIDAD En medio de todo esto está la oportunidad. La gran innovación nace de una gran crisis. La crisis es un acelerador, y muchos de los cambios que hemos visto (el surgimiento del hogar como el nuevo centro para el fitness, la escuela, el trabajo, las compras, el entretenimiento y la iglesia) estaban llegando de todos modos, simplemente llegaron más rápido. El mismo obstáculo que temes, podría ser la mayor oportunidad que estás enfrentando. Todo depende de cómo se mire. Como compartió Bobby Gruenewald en la Cumbre de Online Church Engagement, YouVersion, la aplicación gratuita de la Biblia, nació de su frustración de desear poder leer más la Biblia cuando estaba de viaje o en la fila del aeropuerto. 443 millones de descargas después, la historia es diferente debido a la solución que él le dio a ese problema mediante su aplicación. Entonces, ¿qué estás viendo? ¿Obstáculo u oportunidad? El futuro pertenece a quienes encuentran la oportunidad.

5. REINICIO DEL MODELO Además de encontrar la oportunidad, reinicia tu modelo. Cuanto más se prolongue la incertidumbre y la volatilidad, más obsoleto se volverá tu modelo anterior como organización. Mucho antes de la pandemia, el modelo existente de la iglesia de asistencia en persona a los edificios mostraba signos de ineficacia. La crisis está acelerando tanto tus oportunidades como tu necesidad de cambiar. Si alguna vez hubo un momento para repensar cómo haces lo que haces, es ahora. Ahora más que nunca, las iglesias que aman su modelo más que su misión, morirán.

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LA CRISIS ES UN ACELERADOR, Y MUCHOS DE LOS CAMBIOS QUE HEMOS VISTO (EL SURGIMIENTO DEL HOGAR COMO EL NUEVO CENTRO PARA EL FITNESS, LA ESCUELA, EL TRABAJO, LAS COMPRAS, EL ENTRETENIMIENTO Y LA IGLESIA) ESTABAN LLEGANDO DE TODOS MODOS, SIMPLEMENTE L L E GARO N M Á S RÁPIDO. 6. REASIGNACIÓN DE PERSONAL

Supongo que tu personal y tus voluntarios están posicionados para liderar en la vieja realidad, no en la nueva realidad que ha surgido. Pero como lo que todos pensamos que podría ser un problema pasajero se convierte en una crisis prolongada, probablemente sea el momento de reconsiderar cómo distribuimos nuestro personal. El «chico de tecnología» de medio tiempo no te llevará al futuro. Tampoco lo hará la incorporación de «sitio web y redes sociales» a la descripción de trabajo de alguien que ya está involucrado a tiempo completo. Una forma de pensar en el reinicio del modelo y las asignaciones de personal es preguntarse: «Si estuviéramos lanzando hoy, ¿qué haríamos?» Entonces hazlo. En una crisis prolongada, todas las organizaciones que prevalecen actúan como una nueva empresa. Entonces, actúa como una empresa emergente.

7. RESERVAS PERSONALES MÁS PROFUNDAS Me doy cuenta de que publicaciones como esta pueden arruinar tu vida y hacer que tu ya insufriblemente larga lista de tareas pendientes sea más larga. Y muchos de ustedes ni siquiera tienen la energía para pensar en hacer esto ahora mismo. Lo entiendo. Dejé lo más importante para el final, pero lo mejor que puedes hacer es profundizar tus reservas personales para la próxima temporada.

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Tal vez estás pensando que el remedio para sanarte y recargar energías serán unos días de descanso (la Navidad, cuando llegue febrero... cuando sea). Lo dudo. Esos días libres no te curarán si el problema reside en cómo inviertes tu tiempo. Si todos tus días están conformados por largas horas que te hacen daño, no llegarás a las vacaciones. La cura para un ritmo insostenible es crear un ritmo sostenible. Para mí, eso significa dominar el arte de decir que no, limpiar mi calendario, decidir dejar de hacer las cosas que no funcionan y construir en el margen de lo cotidiano. Si crees que no puedes permitirte hacer eso, estás equivocado. No puedes darte el lujo de no hacerlo. Créeme que al haber experimentado el agotamiento hace años en carne propia, sé el dolor que eso provoca. Así que aquí entra en juego el profundizar tus reservas personales. Si tienes grandes reservas y energías renovadas, será mucho más fácil y factible abordar todo lo demás que acabas de leer en esta publicación.

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EMPACA CAJAS DE REGALO

EN LÍNEA ¡Una forma de preparar cajas de regalos sin contacto! • Selecciona los regalos • Adjunta notas y fotos • Establece metas en línea • ¡Nosotros empacamos tus regalos! Samaritan’s Purse se asocia con iglesias locales a nivel global para entregar cajas llenas de regalos a niños. ¡Cada caja es una oportunidad de compartir el Evangelio de Jesucristo!

Escanea el código QR, o visita:

samaritanspurse.org/buildonline

Operation Christmas Child® es un proyecto de Samaritan’s Purse®. Franklin Graham, Presidente | 1-888-206-4843 | samaritanspurse.org/occ-espanol © 2020 Samaritan’s Purse. Todos los derechos reservados. Florida - SE PUEDE OBTENER UNA COPIA DEL REGISTRO OFICIAL Y LA INFORMACIÓN FINANCIERA DE LA DIVISIÓN DE SERVICIOS AL CONSUMIDOR LLAMANDO GRATIS AL 1-800-HELP-FLA (435-7352) DENTRO DEL ESTADO. https://www.fdacs.gov/Consumer-Resources/Charities. EL REGISTRO NO IMPLICA RESPALDO, APROBACIÓN O RECOMENDACIÓN POR PARTE DEL ESTADO. Reg. #CH8809. Georgia - Una descripción completa y justa del programa de nuestra organización y un estado financiero están disponibles en Samaritan’s Purse a solicitud, P.O. Box 3000, Boone, NC 28607. Mississippi - El registro oficial y la información financiera de Samaritan’s Purse se pueden obtener en la oficina del Secretario de Estado de Mississippi llamando al 1-888-236-6167. El registro por parte de la Secretaría de Estado no implica el respaldo de la Secretaría de Estado. New Jersey - LA INFORMACIÓN PRESENTADA AL FISCAL GENERAL CON RESPECTO A ESTA SOLICITUD DE DONACIÓN Y EL PORCENTAJE DE CONTRIBUCIONES RECIBIDAS POR LA DONACIÓN DURANTE EL ÚLTIMO PERÍODO DE INFORMACIÓN QUE SE DEDICARON AL PROPÓSITO DE LA DONACIÓN PUEDE OBTENERSE DEL FISCAL GENERAL DEL ESTADO DE NEW JERSEY LLAMANDO AL 973-504-6215 Y ESTÁ DISPONIBLE EN INTERNET EN http://www.state.nj.us/lps/ca/charfrm.htm. EL REGISTRO CON EL FISCAL GENERAL NO IMPLICA RESPALDO. NORTH CAROLINA - La información financiera sobre esta organización y una copia de su licencia están disponibles en la Subdivisión de Licencias de Solicitud del Estado llamando al 1-888-830-4989. La licencia no es un reconocimiento del Estado. Pennsylvania - El registro oficial y la información financiera de Samaritan’s Purse pueden obtenerse del Departamento de Estado de Pensilvania llamando, dentro de Pensilvania al número gratuito 1-800-732-0999. El registro no implica reconocimiento alguno. Virginia - Un estado financiero está disponible en la Oficina Estatal de Asuntos del Consumidor en el Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor a solicitud. Washington - La donación está registrada con la Secretaría de Estado. Información adicional financiera y de otro tipo está disponible en la Secretaría de Estado llamando al 800-332-4483. West Virginia los residentes pueden @Lider625 | 14 obtener un resumen del registro y documentos financieros en la Secretaría de Estado, Capitolio del Estado, Charleston, West Virginia 25305. El registro no implica aprobación. 08-31-631

consulta ineo

CONSULTA INEO 2020

Estos son algunos de los resultados parciales de la consulta internacional que e625 está realizando a miles de pastores y líderes durante las jornadas de capacitación IglesiaNext.com Los resultados finales se publicarán al terminar la jornada de los 20 paises para esta Experiencia Online. Tiene uno o

17% El uso de la tecnología en la Iglesia para conectarse con los participantes.

5%

54%

La iglesia transmite y está organizada semanalmente con grupos pequeños y de consejería

más grupos de WhatsApp o similar donde los miembros se apoyan

La relación de la Iglesia con la tecnología

La iglesia NO transmite las reuniones

24%

La iglesia transmite, pero NO se conecta con las personas

¿Cómo fue la respuesta de tu iglesia durante la pandemia? El de líderes respondieron que su iglesia reaccionó CONFUSAMENTE durante la pandemia El 30% repondió que su iglesia reaccionó rápidamente durante la pandemia

ADOLESCENCIA ¿Cómo calificarías el trabajo de tu iglesia en cuanto a acompañar a los adolescentes durante la pandemia?

ó

a

NIÑEZ

LENTAMENTE

¿CUÁL DIRÍAS QUE ES EL NIVEL DE INVOLUCRAMIENTO DE LOS NIÑOS EN LAS OFERTAS ONLINE DE TU IGLESIA DURANTE LA PANDEMIA?

*2371 líderes encuestados de 11 países (Argentina, Colombia, Chile, Costa Rica, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Perú, Puerto Rico y Uruguay) durante las jornadas de capacitación online IglesiaNext.com

@Lider625

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la iglesia pospandemia Foto de Forest Simon en Unsplash

ÁNIMO PARA EL REGRESO

JESIAH HANSEN

Sería una locura declarar victoria sobre la pandemia del COVID-19 en este momento, ya que los contagios diarios mundialmente siguen en aumento. Ha sido, sin duda, uno de los años más difíciles para la humanidad, por lo menos en esta generación. Con más de un millón de muertes hasta la fecha y todo el daño colateral que ha sucedido a causa de este virus, es difícil imaginar el futuro de la civilización, y aun más el futuro de la Iglesia. Gracias a la Internet y las redes sociales pudimos mantenernos en contacto con nuestras iglesias por medio de reuniones en línea, grupos pequeños de Zoom, llamadas telefónicas y correo electrónico.

Jesiah Hansen jesiahhansen Junto con su esposa Mimi han trabajado en la iglesia La Fuente ministerios que fue fundada por sus padres hace más de 20 años. Manteniéndose fieles a la visión de plantar iglesias donde nadie quiere. Principalmente residen en la ciudad de Tepic en México sin embargo, pasan una tercera parte del año viajando a iglesias por todo latinoamérica. Juntos tienen un adorable hijo llamado Sawyer (5 años)..

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Pero a medida que las semanas se van convirtiendo en meses y probablemente en años, muchos líderes de la iglesia están buscando cómo regresar a tener reuniones presenciales. Por más que quisimos mudar a la Iglesia a una plataforma exclusivamente en línea hasta que pasáramos la pandemia, eso está resultando menos y menos posible para muchas congregaciones. Fatigados por Zoom, con problemas técnicos durante transmisiones en línea y con la añoranza general que la gente siente al no ver a su familia eclesiástica, nos encontramos extrañando volver a aquellos viejos tiempos. La experiencia de Israel en el exilio forma gran parte de la Biblia, tanto que no se puede dejar de enfatizar. Por eso, desde que comenzó la pandemia he estado pensando mucho en el exilio de Israel. Yo sé, meses de reuniones en línea como Iglesia no se compara con setenta años en Babilonia, sin embargo, me ha llevado a simpatizar con ese tipo de

desplazamiento, sin poder estar donde quiero estar, sin hogar (o el edificio de la iglesia). Unos quinientos años antes del exilio de Israel, el Rey David movió la capital de Israel a la ciudad de Jerusalén, poéticamente denominada «Sión» por ser la ciudad de Dios. Cuarenta años después, su hijo Salomón construyó el templo que se ubicaba gloriosamente en el centro por cuatrocientos años. Pero en el séptimo siglo antes de Cristo, mil millas al este de Jerusalén, se levantó un nuevo imperio llamado Babilonia. Su Rey, Nabucodonosor, empezó a expandir su reino hasta llegar a esta ciudad sagrada. Después de doce años intentando manipular y negociar, Babilonia aplastó sin misericordia a Jerusalén. Destruyeron completamente la ciudad, quemaron el templo y los pocos sobrevivientes se los llevaron como exilios a Babilonia. Es difícil poner en perspectiva lo horrible que debe haber sido para los israelitas, por eso te animaría a ver y contemplar la pintura famosa de Rembrandt llamada: «Jeremías lamentando la destrucción de Jerusalén». Durante esa etapa, los israelitas eran ciudadanos de segunda clase, sin hogar, traumados, no hablaban el lenguaje ni podían adaptarse a esa nueva normalidad. Teológicamente, lo que les sucedía no tenía sentido para ellos. Me los imagino haciendo preguntas como: «¿Dios nos ha abandonado?». Entonces hicieron lo que todos hacemos cuando nos encontramos en duelo: lo negaron. Se levantaron entre ellos profetas falsos diciendo: «Pronto se acabará esto». Cabe decir que no creo que estos falsos profetas hayan sido malvados, más bien creo que estaban

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CON MÁS DE UN MILLÓN DE MUERTES HASTA LA FECHA Y TODO EL DAÑO COLATERAL QUE HA SUCEDIDO A CAUSA DE ESTE VIRUS, ES DIFÍCIL IMAGINAR EL FUTURO DE LA CIVILIZACIÓN, Y AUN MÁS EL FUTURO DE LA IGLESIA. desesperados. Es en ese momento en que el profeta Jeremías les escribe una carta diciéndoles que se van a quedar por otros setenta años. Los anima a edificar casas, tener hijos y establecerse en Babilonia, seguir viviendo, buscando el bienestar de su situación sin mirar atrás a aquellos viejos tiempos. Eventualmente aprenden a establecerse en esta nueva normalidad que termina creando otro problema: las próximas generaciones se empiezan a acomodar de más, perdiendo su cultura y adorando a los dioses falsos de Babilonia. Ahí es donde entra el libro de Daniel, enseñándole a Israel a vivir en Babilonia sin ser formados por ella. Les enseña a vivir con convicciones y mantener su fidelidad a Dios. Cabe decir que Dios se mostró fiel a ellos durante todo este tiempo, donde vemos algunos de los milagros más impresionantes del Antiguo Testamento. Setenta años después, se les informa a los israelitas que ya pueden volver a casa. Supongo que, en nuestro caso, sería al revés, sería que ya podemos salir de casa. Muchos se terminaron quedando, pero para el grupo pequeño que sí decidió regresar, era como un sueño hecho realidad. Salmos describe en forma de canto como se sentían: «Cuando el Señor trajo a los desterrados de regreso a Jerusalén, ¡fue como un sueño! Nos llenamos de risa y cantamos de alegría. Y las otras naciones dijeron: ‘Cuántas maravillas ha hecho el Señor por ellos’». Salmos 126:1-2 O vean cómo Isaías emocionado por el regreso, lo describe como si estuvieran construyendo una autopista: «Rellenen los valles, allanen los montes y las colinas; enderecen las curvas y suavicen los lugares ásperos» Isaías 40:4. Isaías sigue en el capitulo 55 diciendo que las montañas los observarán y celebrarán, los árboles en el camino les aplaudirán mientras regresan. Estaban felices, emocionados por regresar, ilusionados por todo lo que habían imaginado mientras estaban lejos. Me los imagino contemplando su regreso a Jerusalén como el encuentro de aeropuerto entre una pareja que lleva meses en una relación de larga distancia. Pero la realidad con la que se encontraron cuando finalmente llegaron fue muy decepcionante. La ciudad se encontraba en ruinas, los campos estaban desérticos y no había templo. Estaban felices de estar de vuelta, pero no era el paraíso. Les tocaba ahora reconstruir Jerusalén y reconstruir sus vidas. Se pusieron a trabajar, pero no tenían el dinero ni la fuerza humana que habían tenido cuando Salomón construyó el templo. Entonces Esdras nos dice que cuando terminaron de poner los cimientos, lo que les tomó dos años en completar, los jóvenes gritaron de emoción, pero los ancianos lloraron en voz alta.

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La verdad es que seguían en el exilio. Sí, ya estaban de regreso, pero seguían bajo la autoridad de otra nación. Esto continuaría por quinientos años más. Primero bajo Babilonia, luego bajo Persia, posteriormente bajo los griegos y por último bajo los romanos. Seguro que los israelitas estaban pensando: ¿Cuándo se acabará el exilio? ¿Cuándo encontraremos nuestro hogar? ¿Cuándo tendremos un reino de nuevo? Aquí es donde entra Zacarías, con sus imágenes locas y lenguaje apocalíptico viene a animar. Primeramente, viene para animar a Josué, el sumo sacerdote que estaba siendo acusado por Satanás con una lista larga de sus pecados. Josué representa a todo Israel ante Dios y sus fracasos como nación. Zacarías describe a Dios reprendiendo a Satanás, y a Josué como un tizón rescatado del fuego. Esto es importante porque el templo de Jerusalén había sido quemado y Dios está perdonando y redimiendo a Israel. En segundo lugar, anima a Zorobabel, el gobernador y encargado de reconstruir el templo y la ciudad. A él, Zacarías lo anima diciéndole que no se reconstruirá con fuerza ni poder, si no por el Espíritu de Dios. Lo motiva hablándole de una montaña de oposición y le dice que moverá esa montaña por medio de la gracia. Por último, anima a Israel, quien no tiene un rey. Los anima diciéndoles que viene un rey y será un rey humilde que traerá paz, y que su reino ¡se extenderá por toda la tierra! Si te soy sincero, no tengo idea de cuándo se acabará esta pandemia, ni cómo se va a ver la Iglesia después. Pero estoy seguro de esto, el rey que anunciaba Zacarías ya vino, y vino anunciando que el reino está aquí. El reino que Jesús vino a anunciar no ha dejado de extenderse desde hace dos mil años. La Iglesia ha pasado por pandemias, hambruna, guerras, oposición y persecución. Nada la ha podido detener. Quizás esta temporada dure mucho más de lo que anticipamos. Tal vez seamos tentados a establecernos de más en esta situación. Es posible que sobreestimemos cómo será el regreso, para encontrarnos con ruinas y llorando porque lo que estamos construyendo no se compara con lo que perdimos. Entonces, déjame ser Zacarías para ti por un momento. Tu lista de fallas y fracasos es grande, pero el Señor te confirma hoy que eres perdonado y todo será redimido. La montaña de oposición que tienes delante de ti es más grande de lo que imaginabas, pero no la moverás en tus fuerzas, ¡será por su gracia! Y, por último, somos parte de un reino en constante expansión al cual, como nos diría el Rey Jesús, ni las puertas del Hades podrán detener. ¡Ánimo!

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niñez, iglesia y pandemia Foto de Kelly Sikkema en Unsplash

EL AISLAMIENTO SOCIAL EN LOS NIÑOS Y LA IGLESIA

M E L O D Y Z A R AV I K A

«El 99% de los niños del mundo vive con algún tipo de restricción del movimiento relacionada con la pandemia. El 60% vive en países en aislamiento total o parcial». (Unicef.org) Declaración de Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF: «En estos momentos, el mundo está unido en una batalla común contra un enemigo invisible. Sin embargo, mientras centramos toda nuestra atención en encontrar el modo de evitar o tratar el COVID-19, estamos dejando a un lado las graves consecuencias –las repercusiones ocultas— a las que tendremos que hacer frente mucho después de la presente pandemia. Eso debe cambiar». «Los niños y los jóvenes, además de estar contrayendo el COVID-19, son algunas de las víctimas a las que más duramente afectará el virus. Si no actuamos de inmediato para abordar las consecuencias que la pandemia tendrá sobre los niños, el eco delCOVID-19 causará daños permanentes en nuestro futuro común».

Melody Zeravika melodyzaravika Es la coordinadora de Contenidos Premium en e625.com. Dirige varios equipos de trabajo dentro de la organización. Es licenciada en Kinesiología y Fisiatría aunque solo ejerció durante dos años. Se mantiene en constante aprendizaje y en búsqueda de nuevas aventuras. Le gusta trabajar en equipo, siempre fomentando la creatividad e innovación. Está casada con Martín hace mas de 10 años y tiene dos hijitas, Lola de 8 y Julia de 5 años. Es Argentina.

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Una revisión rápida de estudios revela los problemas de salud mental asociados con el aislamiento social en niños y adolescentes. El cierre de escuelas y el confinamiento en el hogar en la pandemia COVID-19 aíslan a las nuevas generaciones de sus compañeros, maestros, familiares y comunidad. Varios países de Latinoamérica han superado los 200 días de aislamiento social preventivo obligatorio. La situación de aislamiento, sin dudas, tendrá un efecto en la salud mental de la población (adulta e infantil) que aún no se puede predecir. Tanto en Argentina como en Perú, la medida del confinamiento se sostiene en las zonas más afectadas por la pandemia de COVID-19. Lo mismo ocurre en Bolivia, a donde el confinamiento obligatorio se ha extendido por varios meses. En México también se mantiene, aunque no es obligatorio y de alguna

u otra manera, vemos cómo el confinamiento, la cuarentena y el aislamiento social se producen con más o menos restricciones prácticamente en todo el mundo. «No solo el aislamiento produce un impacto en la salud mental, sino también las circunstancias inéditas en las que se establece esta medida», señala Micaela Galiano, licenciada en psicología, residente del Hospital Psicoasistencial José Tiburcio Borda ubicado en Buenos Aires.

¿CÓMO AFECTA A LA SALUD MENTAL INFANTIL LA SITUACIÓN DE AISLAMIENTO? Las psicólogas María Ángeles Ciordia, Micaela Galiano y Lucila López Cirio responden: Tenemos que considerar distintas variables en juego: el contexto de pandemia, cuál es la causa del aislamiento preventivo y obligatorio, y la edad de los niños. Hay una diferencia entre los infantes, más dependientes de las figuras parentales, y las niñas y los niños más grandes, con mayor investidura de lo extrafamiliar. Por el momento, no podemos hablar de afectación de la salud mental de los niños, sino más bien de la presentación de conductas que dan cuenta del impacto de lo disruptivo y su intento de elaboración (pesadillas, regresiones, irritabilidad, dificultades para dormir). Muchos niños están teniendo algunas conductas regresivas. Esto significa que comienzan a llevar a

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DARLES A LOS NIÑOS UN SENTIDO DE PERTENENCIA DENTRO DE LA FAMILIA Y SENTIR QUE SON PARTE DE UNA COMUNIDAD MÁS AMPLIA, DEBERÍA SER UNA PRIORIDAD.

cabo acciones que realizaban cuando eran más pequeños, como por ejemplo orinar en la cama o chuparse el dedo. También se ve en los estudios y encuestas realizadas en varios países que, los niños se irritan con mayor facilidad, lloran mucho o tienen rabietas sin razón aparente.

¿QUÉ ACCIONES SE PUEDEN LLEVAR ADELANTE PARA ALIVIAR ESAS CONDUCTAS? Si bien las niñas y los niños están en contacto con pares desde edad temprana, solo en los mayores encontramos la manifestación acerca de extrañar a sus compañeros/as o amigos/as. Por eso, enmarcar el aislamiento en una medida protectora es una significación que amortigua la indefensión y configura un amparo que colabora en la metabolización o apropiación subjetiva. Es fundamental acompañar a los padres y decirles que es importante que mantengan una comunicación fluida con sus hijos, y que les expresen con palabras lo más claras posibles qué está sucediendo. También, que eviten expresar ideas catastróficas sobre el presente. Es de suma importancia, además, que los niños tengan espacios donde manifestar sus miedos y emociones. Para comprender más específicamente los impactos de la soledad, podría ser esclarecedor utilizar medidas como la «Escala de soledad para niños y adolescentes» (LACA) que evalúa la duración y la intensidad de la soledad, y que diferencia la soledad relacionada con los compañeros, de la soledad relacionada con los padres.

LA SOLEDAD QUE PRODUJO EL COVID 19 Hay evidencia limitada que indica intervenciones específicas para prevenir la soledad o para reducir sus efectos sobre la salud mental y el bienestar. Sin embargo, existen estrategias prácticas y psicológicas bien establecidas que pueden ayudar a promover la salud mental de niños y adolescentes en el contexto del aislamiento social involuntario.

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Es importante reducir el impacto del distanciamiento físico forzado al mantener la estructura, la calidad y la cantidad de interacción en las redes sociales, y ayudar a los niños y adolescentes a experimentar recompensas sociales, a sentirse parte de un grupo y saber que hay otros a quienes pueden buscar para recibir apoyo. Encontrar formas de darles a los niños un sentido de pertenencia dentro de la familia y sentir que son parte de una comunidad más amplia, debería ser una prioridad. Por lo tanto, proporcionar información precisa sobre los riesgos y beneficios de las redes sociales a los padres que sobreestiman los peligros de permitir que sus hijos pasen demasiado tiempo frente a la pantalla, puede ayudar a los jóvenes a acceder a los beneficios del contacto social virtual. Sin embargo, el simple hecho de aumentar la frecuencia de contacto puede no abordar la experiencia subjetiva de soledad de las nuevas generaciones. Ser proactivos e identificar actividades alternativas valiosas y construir estructura y propósito en períodos de aislamiento social involuntario, puede ayudar a proporcionar momentos de conexión con pares o con seres queridos que extrañan.

CONCLUSIÓN: Es probable que los niños y adolescentes tengan más probabilidades de experimentar altas tasas de depresión y probablemente ansiedad durante y después de que finalice el aislamiento forzado. Esto puede aumentar a medida que continúa el confinamiento. Los adultos tenemos que anticipar manifestaciones de estrés como aferramiento, falta de atención e irritabilidad, particularmente en niños más pequeños, para poder hacer algo al respecto. Sin embargo, aunque los individuos están aislados, las comunidades generalmente comparten la experiencia, y esto puede diferenciar positivamente esta pandemia de las experiencias identificadas en estos estudios.

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¿QUÉ NECESITAN LOS NIÑOS Y LA FAMILIA DE LA IGLESIA DURANTE ESTE TIEMPO TAN ESPECIAL DE PANDEMIA? Quizás te hiciste esta pregunta allá por febrero o marzo, cuando todo esto comenzó a desatarse y, luego de varios meses de un año atípico, seguramente ya tienes muchas historias que contar con respecto al ministerio de niños, las familias, los programas en línea y el desafío de seguir haciendo iglesia en medio de una pandemia. Si tu iglesia local tuvo en este tiempo contacto a través de las plataformas online con las nuevas generaciones y sus familias, ya eres parte de la minoría que preparó contenido especial para continuar con las clases bíblicas durante el tiempo que la iglesia estuvo cerrada. Pero la realidad es que las iglesias a lo ancho y largo de todo el continente y el mundo entero no supieron cómo continuar con los ministerios de niños y nuevas generaciones. Es más, aun no tenemos las estadísticas de la gran cantidad de iglesias

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que no pudieron sostener sus estructuras y cerraron sus puertas para siempre. Pero a la realidad a la que quiero llevarte en este momento es que, si bien tener una transmisión en vivo o videos para continuar con la enseñanza bíblica es super importante y lo celebramos, lo que las familias y los niños necesitan es que la Iglesia, junto con sus maestros, lleguen a los hogares con un discipulado relacional y una iniciativa personal de saber cómo está el niño. ¡Sí, un discipulado personal! Que no solo se conforma a subir un video a YouTube, en el mejor de los casos, sino que tiene y mantiene un contacto cercano y estrecho con el niño y su familia. Quién sabe qué realidad es la que se vive en ese hogar y cómo está ese niño durante el aislamiento. En el mundo de redes sociales en el que vivimos hoy, es casi imposible no poder contactar a alguien. Casi todo el mundo tiene WhatsApp, alguna red social, o ya casi todos aprendieron a usar zoom o videollamadas. Lo que te quiero decir es

que posiblemente, salvo algunos casos muy puntuales, puedes acceder a los hogares de todos los niños de tu iglesia para poder hablar con ellos y sus padres. Mantente cercano. Muéstrate disponible. Mantente en oración. El punto no es «hacer lo mismo que hacíamos en la iglesia, pero ahora es online». Lo más importante siempre ha sido y es el discipulado relacional. Usa tu creatividad, dones e imaginación. Las posibilidades son enormes y cada crisis trae consigo una nueva oportunidad. En e625.com encontrarás ideas y recursos para tus enseñanzas en línea, pero también para tu discipulado relacional. ¡Ánimo! Los niños te necesitan cerca.

Fuentes: https://es.tradingview.com/covid19/ https://www.who.int/gho/es/ https://magazine.oceanomedicina.com/ https://www.intramed.net/ https://www.unicef.org/

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¿Cómo conozco la voluntad de Dios?

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Devocionales que te permiten entender lo que el Señor quiere para ti.

te Notas de estudio que r tu ayudarán a profundiza iblia. conocimiento de la B

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n la e Dios e n tu d s a s e erá Prom fortalec itu. e t e u q espír Biblia arán tu t n a v e l fe y

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es mujer e d s afía te Biogr Biblia que ar de la tu and n e n á ar inspir on Jesús. c

Además: • 66 Introducciones

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Mensajes clave («Tu corazón») que te permitirán atesorar el mensaje de Dios para ti.

• 66 Resúmenes de los libros de la Biblia • 50 Artículos de Sabiduría • Plan de lectura de la Biblia • 250 Versículos resaltados

También disponible en versiones Duotono

Ma y Diagramas. • 30 Mapas

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la iglesia pospandemia Foto de Mika Baumeister en Unsplash

LA CONTEXTUALIZACIÓN DE LA IGLESIA LOCAL

RENÉ PEÑALBA

La pandemia del COVID-19 alcanzó, con su efecto, no solo los cuerpos de millones de personas sino también las economías, los estilos de vida, las costumbres y los planes de la gente. No hay estructura humana en donde el impacto del virus no haya llegado con furor implacable, y esos efectos no terminarán al concluir los largos meses de cuarentena: nos espera la «nueva normalidad», que no es más que una nueva realidad que exigirá ajustes en todos los ámbitos. La iglesia no quedará exenta de tener que hacer ajustes debido a los cambios que ya se insinúan y que traen signos de ser permanentes. ¿Qué se requiere de «la iglesia pospandemia»? ¿Qué ajustes pertinentes a la nueva realidad debe hacer la iglesia?

I Necesitamos estudiar y transmitir lo que dicen las Escrituras acerca de la iglesia en los tiempos que vivimos

René Peñalba Es presidente fundador de la Organización Centro Cristiano Internacional CCI con sede en Tegucigalpa (Honduras). Presidente fundador y obispo de la Red Misionera Global CCI, representada por 625 iglesias y acciones misioneras en 31 países de América, Europa, Asia y África. Es ministro y obispo ordenado y acreditado por Christ for the Nations (EE. UU.). Con un doctorado en divinidades honoris causa otorgado por el Asian Seminary of Christian Ministries, Seminario de la Iglesia de Dios, con sede en Filipinas. Tiene un doctorado en teología honoris causa otorgado por el Seminario Teológico de Honduras-SETEHO.

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Nótese que digo estudiar y transmitir, no lo que dice la Biblia sobre los tiempos finales sino sobre los tiempos que vivimos. Los tiempos pospandemia que vivimos se caracterizan por haber dejado millones de seres humanos hundidos en estados de temor, ansiedad y depresión, y será vital —si es que queremos que nuestro mensaje sea efectivo en tal contexto— releer la Biblia pensando en lo que la sociedad está experimentando y necesita. Jesucristo lo hizo, él aplicó su mensaje a lo que la gente estaba viviendo: a la mujer en el pozo de Samaria le habló en términos de su necesidad moral (ya que había tenido cinco maridos), y en Getsemaní el mensaje a los discípulos fue para instruirlos a estar atentos y sobrios y a velar. En nuestro caso, la gente está llena de miedos y propensa a la depresión, pero en la Biblia hay mensajes pertinentes a esa cruel necesidad.

II Necesitamos contextualizar el mensaje

a la situación familiar, laboral y social de la pospandemia

La contextualización del mensaje no solo abarca el aspecto emocional, abarca también lo familiar, lo laboral y lo político-social; hay quejas contra el gobierno, hay miedo por la pérdida total de empleos y negocios, la gente teme no poder pagar sus gastos de vida, los bancos comienzan a cobrar los meses sin pago por adeudo de préstamos, y en general la gente teme por su vida en el futuro inmediato. Entonces, el mensaje tiene que ser esperanzador y con un fuerte componente de fe optimista en la cruda realidad. La verdadera fe no niega la realidad, sino que ante esta se atreve a construir certeza de lo que se espera y convicción de lo que no se ve. La época pospandemia reclama una iglesia que ayude a la gente a poner sus ojos en Jesús y en las promesas de Dios de cara a un futuro incierto.

III Necesitamos reorientar el enfoque hacia

una iglesia compacta, sencilla y pastoral: entre más grande y compleja sea su estructura, más difícil será mantenerla a flote La pandemia demostró que entre más grande y compleja es la estructura de una iglesia más difícil es conducirla en el tempestuoso mar de la cuarentena. Tuvimos que compactar el ministerio en aras de hacerlo más llevadero y práctico; hubo cosas que no | 23

RELEER LA BIBLIA PENSANDO EN LO QUE LA SOCIEDAD ESTÁ EXPERIMENTANDO Y NECESITA. LAS ÉPOCAS DE CRISIS SON OPORTUNIDAD PARA EL EVANGELIO, DEBIDO A QUE EL SUFRIMIENTO HACE QUE LOS CORAZONES SE ABLANDEN Y SEAN RECEPTIVOS A LA PALABRA DE DIOS.

V Debemos revisar los programas

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funcionaron a partir del cierre de los templos con la cuarentena, los cultos y servicios ya no podían realizarse, y ello nos obligó a compactar la iglesia. Esa necesidad de una iglesia compacta persistirá en la pospandemia. Una iglesia sencilla fue lo que nos permitió la cuarentena: las luces y los sofisticados sistemas de audio quedaron apagados, comenzamos a transmitir nuestro mensaje desde celulares en redes sociales y a reducir el programa del culto en contenido y en duración. La cuarentena volvió sencillo nuestro ministerio, y no esperemos que al reabrir las puertas de los templos todo vuelva a ser como solía: la exigencia de un ministerio sencillo se verá plasmada en las condiciones de vida que prevalezcan y en la misma actitud de la gente, porque la gente también ha cambiado. Una iglesia pastoral también tuvo que ser el modelo a seguir en la pandemia, porque la gente quería ver y oír a su pastor: no querían música, no querían conciertos, no querían seminarios y conferencias sino la voz de su pastor. En épocas de tribulación y crisis siempre ha sido así; la gente quiere sentir su iglesia, pero de forma más íntima. La gente quiere encontrar una iglesia pastoral, es decir, una iglesia centrada en las personas y sus necesidades.

IV Necesitamos introducir en la admi-

nistración de recursos un mayor pragmatismo, una preferencia de lo práctico y útil por sobre lo cosmético y suntuario Ahora habrá que pensar con cautela en cómo invertir las finanzas y usar los recursos de la iglesia, porque la iglesia misma verá mal que estemos con lujos en medio de tanta gente desempleada, recesión económica y grandes dificultades. Insisto, no creamos que se trata solo de que las cosas se arreglen y vuelvan a la normalidad para seguir con lo que estábamos haciendo: habrá que priorizar con alto sentido práctico, prefiriendo lo más útil desde la perspectiva de la gente y no de nuestros planes y agenda anteriores a la pandemia. No querer verlo y admitirlo nos llevará al riesgo de ser una iglesia desubicada en el escenario de la nueva realidad pospandemia.

eclesiásticos y hacer un rediseño de lo que hacemos y cómo lo hacemos Debemos optar por programas eclesiales que funcionen con las puertas cerradas del templo, y esto por si la crisis vuelve a suceder. No creo que esta vaya a ser una experiencia única; pienso que el COVID-19 solo corrió el telón a una serie de nuevos y complejos eventos para la humanidad. Y no digo esto con tono fatalista, sino porque todo indica que así será; aun la Biblia nos advierte al respeto.

VI Debemos organizar una iglesia que

funcione «fuera de la iglesia», y los grupos en hogares pueden ser el modelo-solución Para mí, el mejor modelo en una crisis social, política o sanitaria como la que nos toca vivir es una iglesia que funcione «fuera de la iglesia», y en esto los grupos en hogares pueden ser la fórmula perfecta. Si pensamos en ello, notaremos que la iglesia se inició así, con los creyentes reuniéndose en el templo y por las casas; esto significa volvernos a lo básico y esencial. En mi experiencia en la pandemia, valoré como una bendición los más de cuatrocientos grupos en hogares que tiene organizados nuestra iglesia local desde años atrás; las puertas de la iglesia se cerraron, pero la iglesia no se cerró, sino que continuó funcionando.

VII Necesitamos reafirmar el com-

promiso con los necesitados y con la obra misionera Alimentar a gente que perdió sus empleos fue parte de la demanda durante la cuarentena, y se acentuará más con la recesión. Se dice que reactivar la economía tomará los próximos dos años como mínimo, lo que significa que se incrementará la necesidad de tener bodegas solidarias para responder a la necesidad de la gente; también significa no soltar los lazos del compromiso con la obra misionera. Las épocas de crisis son oportunidad para el Evangelio, debido a que el sufrimiento hace que los corazones se ablanden y sean receptivos a la Palabra de Dios. Entonces, hagamos misiones a pesar de la crisis. | 24

la iglesia pospandemia Foto de Jon Tyson en Unsplash

LO PEOR QUE PUEDE PASAR AIXA DE LÓPEZ ¡Sí!, ya sé que parece una mala película apocalíptica y definitivamente es lo más extraño y crítico a nivel mundial que hemos atravesado en nuestro tiempo, pero no es lo peor que hemos vivido. Hemos, en plural. Sirve mucho revisar nuestra historia familiar. ¡Sí!, la historia de la Iglesia es nuestra propia historia, porque al nacer de nuevo nos convertimos en hijos del Padre, y eso de decirle “hermano o hermana” a la gente de nuestra congregación es muchísimo más que una muletilla evangélica para esconder nuestra pereza de aprendernos los nombres. Somos realmente familia y nos unimos a una larga lista de santos de todos los siglos, con quienes compartimos un vínculo irrompible por la sangre del Inocente que cargó con toda nuestra culpa para llevarnos a su propia casa, y con quienes pasaremos una perfecta eternidad. Eso somos: la Iglesia, la gente rescatada del secuestro de nuestro propio endiosamiento y de la mentira que nos guio al abismo donde nos rompimos en el capítulo 3 de Génesis en el Libro.

Aixa de López aixa_corazonapapel Nació en la ciudad de Guatemala y es esposa de pastor. Tiene un título de diseñadora gráfica, es autora de Lágrimas Valientes (2017) y Para Siempre (2020) y del blog Corazón a Papel, además de haber contribuido a los libros Oraciones y Reflexiones y Lost & Found y varios libros devocionales de Lifeway. Es Presidente de la Alianza Cristiana para los huérfanos de guatemala y recientemente fue invitada a formar parte de la junta directiva de Christian Alliance for Orphans.

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Desde los inicios de la Iglesia (con i mayúscula) hemos visto persecuciones implacables, pestes, divisiones, guerras, desastres naturales y falsas doctrinas. Pero aquí seguimos... ¿cómo? Imposible que sea nuestra astucia, fidelidad ni alcances. Debe ser que Alguien preserva su esencia. Debe ser que Alguien vela para que exista un pequeño rescoldo de guardianes fieles de la Verdad. Debe ser que Alguien más fuerte que nuestra dureza y nuestra amnesia se ocupa de preservar a “La que ama...” porque ¡cuánto nos ama nuestro Príncipe Rescatador! En Mateo 16:18b Él dijo: “...edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.” ¡Cómo calman sus palabras! Con el mismo aliento soplado con que ordenó las estrellas a existencia, sostiene a su gente redimida. Son sus palabras las que determinan nuestra valentía y marcan nuestro rumbo. Cuando dice que es Él mismo que edifica su Iglesia, nos declama la preciosa promesa de que el diseño, la locación y las medidas son perfectas, porque son suyas. El maestro de obra está en labores y no tomará descansos hasta verla terminada. Cuando nuestro Cristo expiró diciendo: “TERMINADO ES”, se nos regaló un retrato de lo que seremos en la eternidad:

una novia perfecta porque ha sido lavada con Su misma Palabra, con ninguna otra cosa. “Para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable.” Efesios 5:26-27 La certeza de nuestra pertenencia es el origen de nuestra paz y lo que define nuestro valor. El hecho de ser suyos nos permite echar mano en su mies sin ansiedad de depender de nuestras habilidades o estrategias. No tenemos nada que inventar... El saber que ni el infierno podrá extinguir a los que fuimos rescatados para la eternidad, nos impulsa a trabajar con mayor gozo y valentía, no menos. La misión permanece inalterada y me atrevo a decir que la pandemia puede ser nuestra más grande bendición -aunque apareció usando disfraz de desdicha-. La Iglesia de Jesucristo está en mayor peligro cuando habita en medio de prosperidad y galas. Suele acomodarse y pensar más de sí misma cuando no pasa aprietos. La persecución, las guerras y el hambre

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LA MISIÓN PERMANECE INALTERADA Y ME ATREVO A DECIR QUE LA PANDEMIA PUEDE SER NUESTRA MÁS GRANDE BENDICIÓN -AUNQUE APARECIÓ USANDO DISFRAZ DE DESDICHA-.

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realmente lo que hacen es propagar la fe verdadera, la que busca su rostro más que su mano. La que deja de perseguir bobadas... en medio de las penas, los de la fe viva se preocupan de llenar las barrigas de comida, pero no más que alimentar almas de lo eterno. Como lo he escrito antes, el sufrimiento tiene la virtud de darnos vuelta para ponernos las raíces en el cielo... y eso jamás puede considerarse tragedia. En 1 de Pedro 1:7, se nos dice: “El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele.” La iglesia está teniendo el lujo de una pausa larga para medirse el pulso, evaluar su verdadero motivo de existir y regresar al maravilloso poder de ser fieles en lo importante, lo secreto, lo pequeño, lo cotidiano. Y de simplemente entrenar a los que la conformamos para ser siervos inútiles que hacen lo que ven a su maestro hacer, sin quitar ni poner. Se nos ha presentado una invitación impresionante para que nos resulte imposible enfocarnos en motivar lo que de todos modos perderemos, porque hemos entendido nuestra verdadera identidad y alegría. Realmente pido que la Iglesia sepa del veneno mortal que es para el alma trabajar para Dios sin conocerlo. Lo peor que puede pasar es que, en medio de la rutina religiosa obsesionada con estándares de grandeza humanos, la presencia de Dios nos deje... (como en Ezequiel capítulo 10), y ni sepamos saborear la diferencia. Mi ruego para la Iglesia post COVID-19 es que le tema más a distorsionar el Evangelio que a morir; y que tanto su contenido como sus métodos, la delaten.

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la iglesia pospandemia

MISIONEROS 5G JONÁS HERRERA

El año 1983 normalmente se marca como el año en que nació Internet; fue entonces cuando el Departamento de Defensa de los Estados Unidos decidió usar su red Arpanet creando así la red Arpa Internet. Años después, en agosto de 1991, por fin los usuarios externos pudieron acceder a esa información y la World Wide Web creció rápidamente: en 1993 solo había 100 sitios, y en 1997 más de 200 000. Eran mediados de los años noventa, y aún recuerdo algunos predicadores referirse a internet como «infernal y diabólico», algo que no era muy distinto a lo que muchos pensaron en su momento del paraguas o la batería dentro de la iglesia (del paraguas, la historia registra oposición evangélica en el sentido de que era un artículo que impedía que te mojaras por la lluvia que era bendición de Dios, y luego la batería, la que suscitaba sendos debates «teológicos» sobre si los tambores y platillos eran santos o profanos). El punto es que mientras hemos perdido tiempo vital discutiendo si tocar batería era pecado o si la www era satánica, abandonamos temas fundamentales para mantener una cultura abierta a la verdad de Jesús; es así como el modernismo, la posverdad y el progresismo nos ganaron la batalla cultural en la academia, en las artes, la ciencia, el entretenimiento, la tecnología y las comunicaciones digitales.

Jonás Herrera jonasherreratv Divulgador cristiano, tiene un Bachelor of Business Administration (BBA) de Preston University, es diplomado en Biblia y actualmente cursa tercer año de Filosofía. También se desempeña como estratega de marketing digital y estratégico.

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De alguna forma parece que hemos llegamos tarde a entender los tiempos; la iglesia ha perdido momentum importante para entender y atender las más modernas y eficientes formas de comunicación que le exigiría la posmodernidad.

era por medio de internet. La gente se volcó como nunca antes al ecosistema virtual: la comida, el supermercado, la educación, los pagos de insumos básicos, todo comenzó a realizarse en una nueva biósfera para la que al parecer no estábamos preparados. ¿Y acaso debíamos estarlo? Andy Stalman, en su libro Brandoffon, anticipó algo de esto escribiendo en el año 2014: «…debemos actualizar periódicamente nuestros conocimientos, actitudes y hábitos… el cambio ya está aquí y la única posibilidad de afrontarlo con éxito es estar preparados para combinar las dimensiones online y offline». La iglesia debió ser pionera en el contexto actual donde la clave era, como decía Stalman, combinar las dimensiones online y offline. La clave es actualizarnos —y rápido— para combinar las dimensiones virtual y presencial, las que llegaron no solo para quedarse, sino que ya moldeaban la cultura y las formas de recibir los mensajes. La virtualidad tiene ya total incidencia en lo que la humanidad comienza a creer como verdad, y he ahí el gran reto para la iglesia: saber estar en la nueva comarca digital global donde está definiéndose lo que es mentira y lo que es verdad. «Si no acordamos qué es verdad, estamos terminados» (Tristan Harris, exespecialista en ética del diseño en Google – Tomado del documental The Social Dilemma)

Y de un día para otro, a la iglesia le apagaron las luces.

EL PROBLEMA PARA LA IGLESIA EN LA VIRTUALIDAD

Fue surrealista, no había escape; la pandemia nos engañaba haciéndonos creer que la única forma de estar conectados con nuestra fe

Es claro que la virtualidad trae consigo un desafecto social; lo auténtico comienza a ser aquello que define el algoritmo, y este es el nuevo dios de lo que mañana | 28

consideraremos bueno o malo. ¡Y cuidado si tanto en la política como en la cultura, en lo íntimo como en lo existencial, al mañana no lo rige la razón sino la data! Otro problema a observar en la transición de la iglesia a la virtualidad es entender que la sociedad actual ya está hiperconectada, la pandemia solo aceleró este proceso; la hiperconectividad ha provocado una ruptura en la percepción de la verdad, estamos perdiendo la total capacidad de reconocer la mera realidad de la mentira evidente. Esto es preocupante sobre todo cuando es la iglesia la que predica «Jesús es la verdad», pero ¿cómo creerán esta verdad en un ecosistema repleto de engaño y deepfakes1 donde la inteligencia artificial los evangeliza día y noche sobre lo que deben creer? Esto deviene en el máximo reto para el evangelio en los próximos años: generar suficiente y eficiente contenido para que el mensaje de verdad que predicamos se mantenga como opción. Es por esto que la virtualidad debe ser para la iglesia un camino vital atendido de forma inmediata y eficiente, y su efecto no debe ser otro que reencontrar a las personas con Jesús en la presencialidad de sus existencias. Pero para que sea eficiente, la iglesia debe conocer y formarse en las técnicas más sofisticadas para llegar a todo lugar y a todo el mundo; no debe perder tiempo en preguntarse si es o no necesario ir a Twitter, a Facebook o TikTok, ya que «ir a todo el mundo» siempre ha sido un mandato, y el mundo virtual es uno al cual hemos entrado tarde —y en muchos casos, con técnicas inadecuadas—.

QUÉ ESTÁ PASANDO EN ESTE NUEVO MUNDO De acuerdo con los datos del informe digital 2020, que realizan We Are Social y Hootsuite, en enero de 2020 se contabilizaron 4540 millones de internautas en el mundo, cifra que representa ya a más de la mitad de la población mundial (59%)2. El número de usuarios de internet se incrementó en 298 millones, 7% más que el año anterior. WhatsApp, la gran plataforma de mensajería instantánea, se encuentra en el tercer puesto entre las redes sociales con más usuarios del mundo con 1600 millones de personas, Instagram con 1000 millones de usuarios, TikTok con 800 millones de usuarios activos mensuales (un crecimiento del 60% en solo un año), y Twitter en el puesto número 13 con 340 millones de usuarios. Las redes sociales han alcanzado, hasta enero de 2020, a 3800 millones de personas (el 49% de la población mundial). Facebook sigue liderando entre las redes sociales con 2449 millones de usuarios, seguido por YouTube, con 2000 millones de usuarios3. ¿Alguien se pregunta aún si nuestro mensaje debe estar ahí y de las formas más eficientes? ¿Alguien se pregunta si debemos invertir muchos recursos humanos y financieros para estar ahí? Siendo que la respuesta no tiene escape de ser «sí», el gran reto es no llegar a este ecosistema desprovistos de las mejores tácticas y estrategias. 1. 

LA GRAN IDEA: PASAR EL CULTO POR FACEBOOK Muchos optaron por lo que ya venían haciendo con mínimos resultados (transmitir el culto integro por Facebook o YouTube) y otros comenzaron por fin a hacerlo; ahora bien, ¿de esto qué resultados hay? En términos generales, mucha feligresía dejó de congregarse virtualmente porque le aburría la forma: aún seguimos viendo cultos mal filmados, mal iluminados, con pésimo audio, llevados de lo presencial a lo virtual con duraciones arriba de los 45 minutos… un verdadero crimen en el ecosistema online. Otros encontraron una mejor oferta y ahí se quedaron, y a otros les perdimos la pista por sus recursos limitados de conectividad, pero en todo caso, nada de eso es una estrategia eficiente para llevar el mensaje y la cultura del evangelio al ecosistema virtual. La virtualidad necesita sus propias heramientas, su propio contenido, personas y profesionales que conozcan sus ventajas y limitaciones. La forma en que nuestros sentidos se excitan frente a una pantalla es altamente dinámico y sensitivo: se necesitan múltiples puntos de atención, urge formar y darle espacio a los que yo llamo «los nuevos misioneros de la ventana 5G» (obreros entrenados tal como lo hicimos con la ventana 10/40), quienes penetrarán el hemisferio virtual que hoy por hoy cuenta con el menor acceso efectivo del mensaje cristiano. Soy de la idea de que hay que usar todos los recursos (incluso aquellos con grado de discusión ética como la big data y los algoritmos de los cuales hay mucho que decir, pero no es posible en este artículo). En definitiva, la iglesia debe saber diferenciar entre comunicación virtual, presencial e híbrida, ya que este trinomio necesitará una atención comunicacional específica para ser realmente efectiva.

¿QUÉ FALTA POR HACER? Debemos entender que el mensaje en el ecosistema virtual se define a través de experiencias compartidas (engagement), debemos trazar una estrategia de contenidos, debemos adaptar nuestras formas para alimentarnos de contenido omnicanal: más rápido, más directo, más creativo y totalmente sensitivo. El contenido es la columna vertebral, y luego viene la «performance digital» es decir, cómo este contenido será interpretado por los algoritmos para su correcta difusión; esto es vital si no queremos que el mensaje quede atrapado en uno que otro seguidor habitual. Nuevamente citando a Stalman, «la era digital ha convertido el mundo en una aldea global donde la mentalidad de las personas ha sido alterada para siempre y no volverá a los hábitos y las costumbres previos a la revolución digital… Hace tiempo, hubo gente que tomó decisiones que nos trajeron hasta hoy. Las acciones que tomemos hoy definirán el futuro en que [El evangelio] vivirá mañana».

https://es.wikipedia.org/wiki/Deepfake

2.  https://marketing4ecommerce.net/historia-de-internet/ 3.  https://marketing4ecommerce.net/cuales-redes-sociales-con-mas-usuarios-mundo-2019-top/

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teología

LA MISIÓN DE LA IGLESIA EN MEDIO DE UNA GRAVE CRISIS ALAN PERDOMO

¡Qué época más extraña e inusual la que hemos vivido en este 2020! Debido a una pandemia que se ha extendido cada vez más, el pueblo de Dios tuvo que quedarse en casa, por lo que las reuniones presenciales fueron sustituidas en muchos casos por pequeñas ventanas en una pantalla de computadora. Conforme pasaba el tiempo, muchos se hicieron preguntas no tan fáciles de responder: ¿debían esperar las congregaciones a que las condiciones del mundo mejoraran para regresar a las reuniones presenciales? ¿Debían desafiar las recomendaciones y volver a reunirse? ¿Cuál es el papel de la iglesia en una situación de grave crisis como la que enfrenta el mundo? En esta ocasión, iremos a Hechos 8:1-8 para observar cómo actuó la iglesia de los primeros años al enfrentarse a una crisis con ciertas similitudes a la que vivimos en este año. Veamos, reflexionemos y aprendamos de la iglesia primitiva.

FIRMEZA SENSIBLE A LOS PLANES DE DIOS (HECHOS 8:1-3) El capítulo 7 de Hechos narra el impactante testimonio de Esteban y su posterior ejecución por parte de una turba enardecida y el capítulo 8 comienza narrando las secuelas de ese triste evento. Primero, podemos hacer una lista de las palabras que reflejan el impacto negativo que estaban sufriendo las iglesias. Al leer los primeros tres versículos, nos encontramos con las siguientes palabras: «muerte», «perseguida», «dispersa» (v. 1), «sepultaron», «duelo» (v. 2), «estragos», «arrastraba», «cárcel» (v. 3). Primero, en ambas hay un factor claramente identificado que desencadena la crisis: en el caso de la pandemia del 2020 es la enfermedad COVID-19, mientras que en el primer siglo era una persona llamada Saulo. Segundo, si observamos la lista con cuidado veremos que en ambos casos los creyentes no tienen ningún control sobre estos eventos, simplemente son víctimas que sufren las consecuencias de los actos y decisiones de otras personas —en el caso, de Hechos 8— o de una emergencia sanitaria —en el caso de la pandemia actual—. Tercero, puede percibirse que en ambas ocasiones los cristianos son obligados a hacer algo que no estaba planeado: mientras la iglesia primitiva fue obligada a escapar de Jerusalén, en este 2020 las congregaciones debieron quedarse en sus casas y suspender las reuniones en los edificios.

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Cuarto, en ambos casos hay un ambiente de dolor, tristeza y grave peligro: en Hechos, debido a la persecución feroz desatada por Saulo, la muerte de Esteban y el encarcelamiento de muchos otros, y en 2020, debido al evidente peligro de salud y la muerte de familiares y amigos. Sin embargo, bien podríamos hacer una segunda lista de términos, enumerando detalles que aparecen en los pasajes y que reflejan que Dios estaba haciendo algo, aun en medio de la crisis: «Saulo», «Judea y Samaria», «salvo los apóstoles» (v. 1), «hombres piadosos» (v. 2). Primero se menciona a Saulo, el cual va creciendo en la narración del libro; de hecho, quizás esta sea una preparación para su conversión en el siguiente capítulo. Como ya sabemos, Saulo se convertirá —ya como el apóstol Pablo— en uno de los principales responsables de la gran expansión de la iglesia en esa época, por lo que no es casualidad que se mencione al inicio de esta historia. Es como que Dios está anunciando que en medio de la dura prueba ya está preparando a quienes llevarán a la iglesia hacia el siguiente nivel, de acuerdo con su plan perfecto. De hecho, sería un buen ejercicio comenzar a notar a aquellas personas o circunstancias que Dios ha permitido durante la pandemia que quizás estén señalando el camino hacia un futuro aún más brillante que el que soñábamos antes de la crisis. Segundo, tampoco puede ser casualidad que se mencionen Judea y Samaria juntas. Había otras provincias a las que sin duda los creyentes huirían, como Perea, Decápolis y Galilea, pero sin duda este es más bien un eco de Hechos 1:8, cuando Jesús anunció que sus seguidores serían sus testigos primero en Jerusalén y después en Judea y Samaria. Lo anterior indica que el Señor está cumpliendo sus planes, aunque de una manera totalmente inesperada; es verdad que había tristeza, sufrimiento y confusión, pero el Señor seguía en control. Cada congregación debería reflexionar sobre aquellas cosas que Dios está haciendo en estos tiempos. | 31

Tercero, ¿por qué Lucas hace el comentario de que los apóstoles no salieron de Jerusalén? Quizás para recordar que siempre habría un fundamento para la iglesia en Jerusalén, pero también quizás se trata de decir que el avance de la iglesia pasa por Judea y Samaria y no tanto por Jerusalén, la cual ya cumplió su parte en la expansión de la iglesia. Ahora el futuro es otro escenario: Jerusalén (por eso se quedan los apóstoles), pero también Judea y Samaria. ¿Qué horizontes nuevos percibes para tu ministerio de niños o adolescentes a partir de la pandemia? ¿Qué crees que hay que dejar atrás para entrar a nuevas etapas del avance de la iglesia en el mundo, en tu país o en tu ciudad? Cuarto: es extraño que en el versículo 2 se mencione a «unos hombres piadosos» y no se diga «unos discípulos» o «unos hermanos». ¿Eran acaso judíos no cristianos? La función de estas personas en el pasaje es mostrar su temor a Dios al hacer una buena obra a favor de una persona fallecida. Quizás la intención de Lucas es mostrar que había algunos dispuestos a mostrar misericordia en detalles que ayudaron a aliviar algo del dolor y el sufrimiento. En esta época de crisis mundial, como hijos de Dios debemos también mostrar este espíritu de colaboración y gracia para con las demás personas, no solo con creyentes sino incluso con aquellos que no comparten nuestra fe; esto podría ser, por ejemplo, enviar mensajes de consuelo a personas temerosas, compartir parte de nuestros víveres con aquellos que lo necesitan o facilitar el edificio para la atención de pacientes que lo requieran.

FIDELIDAD OBEDIENTE AL MENSAJE DE DIOS (HECHOS 8:4-8) En la segunda parte de la historia hay un giro en los acontecimientos: ahora el enfoque está en lo que los creyentes hacen ante la crisis. Siempre haremos nuestras dos listas de palabras: una lista de lo negativo y otra de lo que Dios y la iglesia hicieron. Noten la diferencia. Las cosas negativas que hay en estos textos son las siguientes: «dispersado» (v. 4), «espíritus malignos», «paralíticos y cojos» (v. 7). Hay que notar que no dice el texto que la persecución acabó y que los creyentes pudieron volver a realizar sus actividades en Jerusalén como antes, sino que Lucas recuerda que aún estaban en crisis, todavía los creyentes estaban dispersos. Más bien, parece que su intención es afirmar que la iglesia logró adaptar sus métodos a las nuevas condiciones y responder de maneras decisivas ante los retos; a su vez, la mención de endemoniados y enfermos señala que, al cumplir la misión de Dios, siempre habrá dificultades o necesidades que enfrentar y satisfacer. Podemos mencionar al menos tres principios aplicables a la crisis que enfrentamos hoy: primero, la iglesia no perdió la esencia de su misión. Las varias menciones de «predicar» y «anunciar» y la importancia de escuchar las palabras de Felipe nos confirman que en la esencia misma de la iglesia estaba el anunciar a Cristo. Marcos 16:15 habla de predicar el Evangelio a toda criatura y Mateo 28:18 manda a hacer discípulos, mientras que Lucas 24:44 afirma que es necesario predicar el arrepentimiento. Estas actividades están basadas en un mensaje. Si uno lee el libro de Hechos, es evidente que la principal arma que utilizaron los

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La Iglesia ¿debía esperar a que las condiciones del mundo mejoraran para regresar a las reuniones presenciales? ¿Debían desafiar las recomendaciones y volver a reunirse? ¿Cuál es el papel de la Iglesia en una situación de grave crisis como la que enfrenta el mundo? creyentes no fue su poder económico, su influencia política o la majestuosidad de sus templos sino la comunicación del Evangelio, el cual «es poder de Dios para la salvación» (Romanos 1:16). Segundo, la iglesia sí adaptó sus métodos sin perder su misión. En vez de los discípulos, fue Felipe —uno de los que servían las mesas de las viudas, en Hechos 6:1-7) — quien llevó el Evangelio a la provincia de Samaria. En lugar de desalentarse por la persecución, los creyentes siguieron haciendo su labor como enviados de Jesús, esta vez por terrenos inexplorados; en lugar de dejarse hundir por la tristeza y el dolor o por los prejuicios en contra de los samaritanos, los creyentes trajeron gran alegría a ese pueblo por medio de la predicación. Sin duda, la iglesia respondió con fidelidad a Dios frente al desafío de una enorme crisis. Tercero, el ministerio de Felipe es una reproducción del ministerio de Jesús. Si comparamos los versículos 6 y 7 con Mateo 9:35 veremos que hay muchas similitudes entre las actividades realizadas por ambos. Lo anterior implica que nuestra misión en medio de la crisis debe reproducir lo que Jesús hacía: predicaba, traía sanidad a las personas y las libraba de sus ataduras malignas. Hoy, la predicación puede hacerse por las redes sociales o mensajes de texto o audio; la sanidad puede implicar la oración por los enfermos, pero también la provisión por medio de brigadas médicas, orientación en temas de salud o acompañamiento en la búsqueda de paliar la crisis económica o de empleo. Las ataduras del mal se pueden vencer por medio de argumentos sólidos (2 Corintios 10:5), el reconocer las estrategias satánicas (2 Corintios 2:11) y acompañar las decisiones de las personas que desean salir de su cautiverio (Judas 22-23). La iglesia de Hechos 8 salió fortalecida de la crisis que atravesó. Había nuevos horizontes, nuevas posibilidades y campos ministeriales. Es necesario que, asimismo, la iglesia de hoy salga fortalecida de la crisis del 2020. Recuerda que iglesia tiene una misión muy amplia en medio de una crisis compleja como en la que vivimos, tan amplia que no se limita a las reuniones presenciales o a volver a celebrar conciertos: se trata de una misión relacionada con traer esperanza al mundo por medio de la predicación del mensaje de Cristo y por medio de un derramamiento de la misericordia práctica del Señor sobre todas las personas. La misión de Dios es más grande que cualquier crisis. Seamos agentes efectivos de esa gloriosa realidad.

Alan Perdomo | @alanperdomo4j Reconocido maestro de Teología e Historia. Por muchos años trabajó como profesor en el Seminario Teológico Centroamericano (SeTeCa) en Guatemala. Autor del libro para jóvenes «¿Y tú, qué crees?». Profesor del Instituto Online e625.

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nunca fue tan sencillo Alpha es una herramienta para la evangelización, actual, innovadora y gratuita. Es una serie de sesiones interactivas online o presenciales donde se invita a las personas a explorar la fe cristiana en un ambiente amistoso, abierto e informal.

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la iglesia pospandemia

¿RECUERDAS DÓNDE ESTABAS? THOM RAINER

Esta es una pregunta frecuente cuando hablamos de acontecimientos históricos. Nos gusta recordar dónde estábamos y qué estábamos haciendo exactamente cuando nos enteramos de un gran acontecimiento o un momento trágico. Además de recordar logros históricos como poner a un hombre en la luna, la caída del muro de Berlín y el triunfo de los Cachorros de Chicago en una Serie Mundial, ya he vivido lo suficiente como para recordar cuatro tragedias diferentes, con un lapso de tiempo aproximado de veinte años entre ellas. Aunque en aquel momento solo estaba en tercer grado, nunca olvidaré el 22 de noviembre de 1963. «Niños y niñas —enunció mi maestra con una emoción sorprendente—, quiero que se concentren en las palabras que estoy a punto de pronunciar. Deseo que por el resto de sus vidas recuerden este momento con claridad. Le han disparado al presidente Kennedy y lo han matado. Lo han asesinado. El presidente está muerto». Quince años después de la explosión del Challenger, ocurrió el trágico suceso conocido simplemente como el 11 de septiembre. Yo era decano del seminario y aquella mañana de 2001 fui a la capilla consciente de que dos aviones se habían estrellado contra las torres gemelas del World Trade Center de la ciudad de Nueva York; pero no sabía por qué. Cuando el tiempo de capilla concluyó, las torres se habían derrumbado. Thom Rainer ThomRainer Es el presidente y director general de LifeWay Christian Resources, una de las compañías más grandes del mundo de recursos cristianos. Es también un respetado pastor e investigador que ha escrito y coescrito más de veinte libros, incluyendo ¿Quién me movió el púlpito? y Sea una iglesia acogedora. El pastor Rainer y su esposa, Nellie Jo, tienen tres hijos adultos, varios nietos y viven en Nashville, Tennessee. Para mayor información del autor visita thomrainer.com.

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Otras dos décadas más tarde, nos golpeó la pandemia mundial de coronavirus; y nación tras nación, el mundo entró en modo de bloqueo. En dos meses, el nombre difícil de manejar para el virus («nCoV 2019» o «nuevo coronavirus de 2019») se había convertido en «COVID-19» Cuatro momentos trágicos de la historia. Cuatro acontecimientos que nunca olvidaré. Cuatro desastres que trajeron muerte. Sin embargo, lo interesante sobre la cuarta tragedia es que no recuerdo dónde estaba cuando escuché por primera vez sobre la COVID-19. No estoy exactamente seguro de cuándo mi esposa y yo comenzamos nuestra cuarentena por la COVID-19. Recuerdo haber grabado unos podcasts con dos chicos

en mi oficina en algún momento de marzo. Y recuerdo que uno de ellos indicó que se dirigía a su casa en Kansas City, donde quizás tendría que quedarse un tiempo porque su compañía estaba suspendiendo todos los viajes. Mi autocuarentena habría comenzado poco después de esos podcasts; pero no recuerdo la fecha con precisión. A continuación, menciono otras dos diferencias que observé. Los tres primeros sucesos hicieron que las personas abarrotaran las iglesias. El cuarto suceso, el virus, cerró las puertas de las iglesias por un tiempo; y supimos cuándo los tres primeros sucesos habían terminado, pero aún no estamos completamente seguros sobre el cuarto. Soy aficionado al fútbol universitario y me encanta ver la cobertura de College GameDay’s en ESPN. Una de mis frases favoritas proviene del irrefrenable Lee Corso cada vez que no está de acuerdo con un colega: «¡No te apures, mi amigo!». Hasta ahora, he resistido la tentación de usar esa frase con los líderes de iglesias que esperan que la nueva normalidad de la iglesia poscuarentena se asemeje mucho a la antigua normalidad de la iglesia prepandemia. No solo habrá diferencias significativas, sino que es muy probable que también pasará algún tiempo antes de que empecemos a comprender cómo será la nueva era. Entonces, ¡no te apures, mi amigo! En cambio, déjame compartir contigo lo que mi equipo y yo hemos aprendido durante las últimas semanas y meses. Hemos trabajado con muchas iglesias a medida que estas reanudan los servicios | 34

NO SOLO HABRÁ DIFERENCIAS SIGNIFICATIVAS, SINO QUE ES MUY PROBABLE QUE TAMBIÉN PASARÁ ALGÚN TIEMPO ANTES DE QUE EMPECEMOS A COMPRENDER CÓMO SERÁ LA NUEVA ERA @Lider625

presenciales. Por supuesto, ha habido algunos desafíos, pero ha habido muchas más oportunidades. Hemos tenido la ventaja de escuchar a miles de líderes y miembros de iglesias cada semana. No pretendemos tener todas las respuestas, pero al hacer muchas preguntas, hemos obtenido mucha buena información. Si al comenzar pudiera ofrecer algunos consejos sencillos, serían estos: emociónate y anímate. No dejes que lo desconocido se convierta en una fuente de temor. No estás entrando solo a esta nueva era. Dios no solo está contigo; Él ya entró antes que tú. Mi actitud esperanzadora se fundamenta en dos realidades. En primer lugar, nada de esto —la pandemia, la cuarentena, el período poscuarentena— sorprendió a Dios. Él tiene un plan listo y esperando a Su iglesia. En segundo lugar, ya estamos viendo que las iglesias se adaptan y se ajustan a esta etapa de cambio de maneras diferentes a cualquier otra que haya visto en mi vida. He escuchado temas similares de parte de pastores, del personal de iglesias, de otros líderes de iglesias y de miembros de iglesias. No están entrando a la era poscuarentena con una mentalidad rutinaria. La pandemia fue un llamado de atención como ningún otro. La era poscuarentena es una oportunidad para realizar los cambios positivos y necesarios para que nuestras iglesias avancen. Prepárate para comenzar la travesía. Desde mi punto de vista, la iglesia está entrando en los días más asombrosos y emocionantes que ha visto en décadas, tal vez incluso en siglos. Aunque el camino no siempre será fácil, podemos esperar días futuros de grandes oportunidades. Es hora de que entremos a esta nueva tierra de posibilidades con esperanza, promesa y entusiasmo. Comencemos descubriendo nuevas oportunidades para la iglesia reunida presencialmente. Para saber más sobre La Iglesia Poscuarentena y realizar una encuesta sobre el estado de su iglesia, puede hacer clic en este enlace: https://bit.ly/2HUrnvz

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la iglesia pospandemia Foto de Zack Lucero en Unsplash

¿SE TRATA LA IGLESIA SIMPLEMENTE DE RECIBIR UN MENSAJE? DIEGO SOLIS «Necesito un consejo –dijo doña Milena con preocupación–. Ahora que se abrieron los templos nuevamente, ya mis hijos no quieren ir a la iglesia. Dicen que les demuestre para qué deben desplazarse hasta el templo si al final desde acá pueden hacer lo mismo…» La preocupación de doña Milena es al mismo tiempo la preocupación de varias iglesias que encontraron en la virtualidad una respuesta a cómo continuar durante estos días de confinamiento. Sin embargo, en medio de los procesos de apertura se han encontrado con que las personas se adaptaron a una nueva modalidad de recibir el mensaje y que, a menos de que les demostremos lo contrario, no van a dar un paso atrás. La pregunta de fondo es: ¿Se trata la iglesia simplemente de recibir un mensaje? La Iglesia es el cuerpo de Cristo, esa unidad de seres imperfectos donde juntos alabamos al Señor y nos brindamos ánimo mientras esperamos el retorno de Jesús. Esto es una paráfrasis de Hebreos 10:25 que tanto nos gusta mencionar cuando vemos los templos un poco vacíos, sin embargo, parece que dejamos de lado partes fundamentales. La pandemia debe llevarnos a cuestionar cómo nos damos ese ánimo, ya que la conexión de un individuo con su iglesia se trata del amor que encuentra en ella. Si los miembros de nuestra iglesia no encuentran un abrazo sincero, unas risas con amigos, una oración espontánea… entonces la pandemia nos habrá enseñado que existe un buen catálogo de prédicas en Internet y no veremos la diferencia. Diego Solis solisdiegocr es consultor regional senior en Liderazgo & Desarrollo Organizacional en la empresa número uno del mundo en estos temas. Es miembro de Especialidades 625 Costa Rica y coordinador de ministerios en la Iglesia Casa de Alabanza. Tiene 12 años de matrimonio y es padre de dos niñas.

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Para poder apoyar a madres como doña Milena debemos recordar que antes, durante y después de la pandemia, el centro de la iglesia no es el culto. El centro de la iglesia son las relaciones, por lo que es momento de no solo pasar mensajes invitando a las personas a nuestras reuniones, sino de llamarlos para saber cómo están, orar por ellos, contarles un chiste u ofrecerles ayuda. Esta es la esencia de la iglesia. Creo que podemos cometer un error un tanto grosero en esta parte de la historia, porque al iniciar

la pandemia muchos corrimos por conseguir más Internet, mejores cámaras, mejor sonido… pero no hicimos un «emergency meeting», (como dirían nuestros amigos de AmongUs que tanto han aportado al ministerio) para decir cosas como las siguientes: ‘ Ok, en la iglesia tenemos 200 personas, por lo que cada uno nos vamos a repartir estas familias para estarles escribiendo y llamando al menos una vez por semana. ‘ Juan, asegúrate de que los chicos estén entendiendo bien sus clases virtuales. Si ves que hay alguien con problemas, ofréceles tutoría. ‘ Lucía, por favor… no esperemos a que la gente nos diga que están pasando necesidad. Levanta una lista de peticiones todas las semanas de acuerdo con lo que nos vayan contando. ‘ Equipo de consejería, las familias no están tan acostumbradas a pasar tanto tiempo juntos, por lo tanto, significa que puede haber más conflictos… estén muy atentos y preparen un kit de ayuda. Puede haber muchísimas más opciones de ideas en estos ejemplos que acabo de escribir, y lo ideal es que puedan ser las tuyas y que podamos convertirnos en ese cuerpo que exhorta, anima, revitaliza… con mayor razón viendo que aquel día se acerca. | 36

Foto de Jon Tyson en Unsplash

LA PANDEMIA DEBE LLEVARNOS A CUESTIONAR CÓMO NOS DAMOS ESE ÁNIMO, YA QUE LA CONEXIÓN DE UN INDIVIDUO CON SU IGLESIA SE TRATA DEL AMOR QUE ENCUENTRA EN ELLA. La Iglesia pospandemia debe encontrarse a sí misma como cuerpo y no como una afiliación a enseñanzas. Si invertiste tiempo en revisar condiciones técnicas, genial; es parte de la excelencia con que somos llamados a trabajar, pero quiero que consideremos juntos que sin relación no hay discipulado. La gente no va a conectar con su iglesia porque tiene una imagen 4K, aunque pueda ser llamativo. La gente va a conectar con su iglesia porque se sienten amados. Doña Milena, quiero decirle que hay esperanza. Recuérdeles a sus hijos que en la iglesia van a ver a sus amigos mientras comen una pizza y hablan de Jesús, va a ver cómo sus argumentos empiezan a cambiar. Jesús sueña con una Iglesia vestida de blanco, y estoy seguro de que ese vestido de novia tiene que oler un poco a pizza… porque es en el amor de la amistad, en el discipulado sincero, que se perfecciona. Y a mis colegas pastores que me están leyendo… ¡Ánimo! Gracias por esforzarte tanto por cuidar de la novia de Cristo. La iglesia es de Cristo. Oro para que Él nos de las estrategias adecuadas para llenar a otros de ánimo.

¿Cómo incrementar tu resistencia a los desafíos del liderazgo?

*También disponible en formato digital y audio libro

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la iglesia pospandemia Foto de Joshua Woronieecki en Unsplash

QUE TODO CAMBIE (PARA QUE TODO SIGA IGUAL) LUCAS MAGNIN

La pandemia global de la COVID-19 hizo que flotaran en la superficie muchas más cosas de las que podemos procesar ahora mismo. Entre esos vestigios, el coronavirus dejó en evidencia el resquebrajamiento del frágil esquema teológico de muchas iglesias evangélicas. La forzada migración a la virtualidad expuso miserias que por largo tiempo solo se decían en voz baja. Ante esa perturbadora conciencia, algunos hicieron como si no pasara nada, pero muchos emprendieron una revisión de sus prácticas, motivaciones y estructuras, con la esperanza no solo de sobrevivir a la pandemia, sino, más aún, de repensar la iglesia hacia adelante. En El gatopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa se encuentra esa famosa y enigmática frase: «Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie». A partir de entonces, en la política italiana se habla del “gatopardismo” para referirse a una paradoja de la existencia: la de aquellos tiempos de revoluciones y transformaciones que, a pesar de todo el ruido, dejan intactos los mecanismos y las estructuras más anquilosados. Según Lampedusa, para poder mantener el statu quo funcionando, de tanto en tanto hay que agitar un poco las cosas. Tengo serias dudas sobre cierto optimismo que ha sobrevolado en la sociedad (y en nuestras comunidades) sobre los frutos que estos “aprendizajes” de la COVID-19 van a dejarnos como herencia. Aunque quisiera vociferar que todo esto nos va a sacar mejores, menos egoístas, profundamente humildes ante los peligros de nuestro estilo de vida, creo que el gatopardismo está siempre al acecho. Si no queremos que esas saludables transformaciones que tuvimos que elaborar rápidamente para adaptarnos a la pandemia desaparezcan una vez que se termine el aislamiento y el miedo al contagio, tenemos que ir un poco más lejos. Pensé en 3 claves (podrían ser muchas más, pero eso les toca a ustedes) para llevar estas transformaciones a buen puerto cuando el coronavirus se convierta en nada más que una anécdota. En primer lugar, la necesidad de revisar el culto como eje central de la vida cristiana. La pandemia ha puesto en evidencia que, si eso es todo lo que la iglesia tiene para ofrecer, estamos en problemas. La reunión es una especie de comodín, una muleta que ha cubierto “multitud de pecados”: desde canciones sin mucho sentido hasta afirmaciones que en otros contextos serían poco toleradas, pasando por sermones con una teología preocupante.

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Centralizar la vida de la iglesia en el culto simplifica las cosas y nos ha librado de procurar mejores argumentos o respuestas para los problemas de la vida en comunidad. Pero hemos aprendimos que ese comodín es muy frágil; cuando volvamos a la normalidad, ¿habremos revisado nuestro cultocentrismo? En segundo lugar, el peligro de pensar que lo tecnológico es la piedra filosofal para ser una iglesia cool o relevante. Sin dudas, una iglesia que quiera ser relevante para los millenials, los centenials y los pandemials tiene que entender que la tecnología es parte de la ecuación. No obstante, si las pantallas y redes sociales son otro comodín que nos salva de revisar lo que pensamos, decimos y hacemos, llegaremos a un nuevo agotamiento. Sumar diseñadores gráficos al staff de la iglesia y hacer más actividades en Instagram no cambia las ideas subyacentes. Una iglesia cool es la que prolonga la vida y obra de Jesús en los dilemas de su tiempo; si la estética acompaña, mejor aún, pero si no hay contenido, las formas terminarán por agotarnos (o, en el peor de los casos, se volverán un idolátrico fin en sí mismo). Tercero, y ojalá este sea el punto clave de nuestro aprendizaje, la oportunidad de redescubrir el sentido comunitario de la fe. Cambiar a largo plazo el chip implica salirnos de esa experiencia individualista del cultocentrismo y del consumo digital para entender la iglesia como comunidad de los santos. Esto tiene implicaciones enormes a nivel de la organización, la distribución de la palabra, la participación, el crecimiento y el discipulado. La pandemia puede ser un regalo, de eso no hay dudas; nos saca de la comodidad, de los lugares predecibles y las fórmulas gastadas. Nos queda a nosotros el desafío de convertir esos aprendizajes en algo más que un poco de culpa cristiana y una sensibilidad que se evapore cuando pase el temblor.

Lucas Magnin

lucas_magnin

Es Máster en Teología y Licenciado en Letras Modernas y en Comunicación. Desde hace años busca relacionar de manera honesta la fe, el arte, la cultura y la academia. Autor de Cristianismo y posmodernidad, a rebelión de los santos y Arte y fe, un camino de reconciliación. Está casado con Almendra e intenta todos los días seguir las pisadas de Jesús.

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ministerio de niños Foto de Kelly Sikkema en Unsplash

MINISTERIO DE NIÑOS POSPANDEMIA

CARLOS SOTO

Si podemos obtener algo bueno de tantas situaciones negativas que ha arrastrado la pandemia de la COVID-19 es que a la mayoría nos ha impulsado a ser más creativos e innovadores en el ministerio que el Señor nos ha confiado. Definitivamente, antes de que todo esto sucediera parecía que estábamos muy acomodados y felices desempeñando las cosas como siempre, y no precisamente trabajando y repensando en mejorar, contextualizar y renovar el ministerio hacia los niños. Esta situación difícil nos ha empujado a ser diferentes, y creo que eso ha sido bueno. Por otro lado, sería un error práctico pensar que cuando exista la vacuna de la pandemia o cuando los casos de contagio disminuyan al mínimo declararemos que volvimos a la normalidad. Sinceramente no considero que volvamos a lo normal, es decir, a una vida igual a la prepandemia. No sé en tu ciudad, pero en los últimos meses acá en mi país se ha hecho parte de nuestro vocabulario esta frase de «la nueva normalidad», refiriéndose a una vida dirigida con medidas de bioseguridad y distanciamientos.

Esto no es nuevo, es una idea de Dios (Deuteronomio 6:5-9). Por ello, ¿por qué no utilizamos materiales (digitales y físicos) que ayuden a los padres a discipular a sus hijos en casa? Ya no centremos el discipulado en el templo sino en las casas; invirtamos en diversidad de recursos como manuales, folletos y libros que faciliten esa tarea en el hogar. Quizás los papás desde hace mucho tiempo desean hacerlo pero no se sienten preparados para ello, y por eso debemos animarles, apoyarles y acompañarles. En la tienda online de e625 te ofrecemos docenas de estos materiales que te ayudarán a cumplir esta misión (por ejemplo, la Biblia Devocional Familiar o el Proyecto Discipulado / Ministerio de Niños, escritos por el Dr. Lucas Leys y David Noboa, recursos que puedes encontrar en e625.com/tienda).

PROGRAMAS EN LÍNEA

Tengo problemas con esa palabrita «normal». ¿Qué es normal? ¿Qué es nuevo? Esta frase parece más una contradicción, así como lo escribió un amigo virtual: «si es nuevo no es normal, y si es normal no es nuevo». Creo que la palabra que deberíamos utilizar es «normativa» y decir «la nueva normativa». Tómate un tiempo y busca la diferencia entre una y otra.

Los programas online para niños han venido para no volver atrás. Aunque las congregaciones están regresando a sus reuniones presenciales siempre será indispensable desarrollar un programa en línea para niños, ya que se ha observado en estos meses de pandemia mayor alcance y participación de los pequeños en este tipo de plataformas. Tampoco es una novedad para nosotros saber que los niños se adaptan fácilmente a los sistemas electrónicos, y esta es una oportunidad que debemos aprovechar.

Volviendo a lo nuestro, cuando emprendamos la nueva normativa —y observo a través de los medios y redes sociales que muchas congregaciones en diferentes ciudades ya han empezado— las cosas no serán iguales, y por ello deseo proponerte dos estrategias de cómo seguir alcanzando y discipulando a los niños en este tiempo pospandemia (quiero aclararte que estas estrategias que presento no son precisamente algo nuevo del todo, pero sí en la forma de implementarlas en esta temporada de vida que nos tocó enfrentar). Iniciemos.

Cuando nos referimos a programas en línea no pensamos exclusivamente en llevar el culto o el servicio dominical de forma digital sino más bien a innovar en actividades, conversaciones y acercamientos relacionales que ayuden a no desconectarnos de los niños, seguir orando por ellos y comunicándoles que deseamos ser sus amigos y, por supuesto, enseñarles los principios de la Palabra de Dios. No olvidemos que todo esfuerzo debe apuntar a las relaciones, y los niños deben conocer de primera mano que esa es nuestra intención porque ellos nos importan.

DISCIPULADO ENFOCADO

Que nuestro Dios bueno siga ayudándote con fuerza e ingenio a seguir haciendo iglesia con las nuevas generaciones. Ánimos en Jesús.

Discipular a las personas es nuestro trabajo y misión. Sin embargo, y en casi todas partes, el discipulado de nuestras congregaciones se ha centrado más en una actividad realizada en los templos o edificios como una clase magistral o un requisito para escalar cargos ministeriales. ¡El verdadero discipulado es vida! No debemos olvidar que la autoridad y la influencia número uno de nuestros niños son y serán sus padres. Nuestra labor es orar, capacitar y entrenar a esos padres en la noble labor de criar a sus hijos.

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Carlos Soto

cs.hn

Licenciado en teología y mercadotecnia. Director de e625 Honduras. Presidente de la Asociación de Pastores y Líderes Juveniles en Tegucigalpa (Honduras). Event planner. Esposo de Ale y papá de Felipe.

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la iglesia pospandemia

REINVENTARNOS PARA CUMPLIR CON NUESTRA MISIÓN

PAOLO LACOTA

Tantas veces escuchamos o dijimos «Quiero cambiar el mundo». Bueno, ¡bienvenidos a la nueva realidad! El mundo ha cambiado y con él la educación, la vida social, el ámbito empresarial y tantos otros. Aunque este cambio ya venía imponiéndose, la pandemia definitivamente lo aceleró. Los acontecimientos fueron más rápidos que las respuestas que podían brindarse, y eso incluyó a la iglesia en el mundo entero. Estos meses nos sorprendieron de verdad. Las crisis son un umbral a una nueva dimensión desde el cual vemos el mundo con ojos diferentes. Nuestra misión permanece inmutable (discipular a las familias y generar contenidos de edificación), pero la manera en la que alcanzamos la misión puede ser revisada. En ese sentido, cambio y reinvención han sido dos términos que hemos escuchado bastante en estos meses, pero sin embargo no son exclusivos de una pandemia. El cambio forma parte de la vida de todo ser humano y líder. Quiero dejarte cinco propuestas para reinventarte como líder:

1. REPLANTEAR NUEVOS ESCENARIOS A TRAVÉS DE UN STORYBOARD

Paolo Lacota paololacota Es el director de e625 Paraguay y el Fundador del movimiento: Timoteo Next. Es autor de los libros “Héroes en 3D», “Desafía al futuro», “Los Más Buscados”, “Cómo salvar tu matrimonio antes de casarte” y “Cómo comenzar tu ministerio con pasos firmes”.

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En la mayoría de nuestras reuniones de trabajo cuando queremos anticipar escenarios para el futuro hacemos ejercicios con un guion gráfico, más conocido como storyboard, y usamos los papeles adhesivos de colores (los Post-it®) con los cuales vamos creando y visualizando las historias para nuestros siguientes proyectos. El storyboard es una forma muy eficaz para trazar el mapa de una solución de servicio y el paso a paso de su implementación. Existen diferentes tipos de storyboard: los tradicionales, los de miniaturas y los digitales. Las diferencias se dan en el tipo de material que

se utiliza, ya que podemos valernos de un simple papel con un lápiz, recortes de tela, fotos, textos, muestras de color y hasta de programas de diseño gráfico en nuestras tabletas o computadoras. Un storyboard no es precisamente la imagen exacta de cómo tiene que verse todo finalmente, más bien es una herramienta para guiar la creación del relato que queremos narrar. Por eso, hoy quiero invitarte a hacer el siguiente ejercicio para visualizar las escenas más relevantes de tu plan de acción. Haz un storyboard de 3 escenas de tu plan posaislamiento. ¿Qué incluirías en los tres dibujos? ¿Cuáles serían las tres escenas principales? La pandemia puede representar una oportunidad brillante para la innovación si sabemos encontrar esa oportunidad en medio del desconcierto. Así como en Juan 1:46 algunos preguntaron «¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?» otros pueden decir «¿Acaso puede salir algo bueno de una pandemia?». Procura que así sea, y que esta situación revele tu misión, tu compromiso, tu creatividad y tu fe.

2. SEGMENTAR Las iglesias e instituciones que pudieron enfrentar mejor estos meses desafiantes fueron las que realizaron un trabajo segmentado. ¿Qué significa segmentar? Es dividir un mercado en segmentos más pequeños de personas que tienen diferentes necesidades, características y comportamientos y que, por lo tanto, requieren una atención diferenciada. En ese sentido, podemos: Transformar: reformular la manera en que llevamos a cabo los esfuerzos con el fin de hacer frente al cambio de entorno y plantearnos esa pregunta difícil pero necesaria: ¿Esto realmente funciona, o es momento de darle

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un giro de timón y transformar? Ampliar: desarrollar nuevos proyectos, concentrarse en un segmento nuevo de personas, asociarse con otros que ya están haciéndolo, preguntarnos cómo atendemos a los preadolescentes, si tenemos un espacio exclusivo para adolescentes, y cómo atendemos a nuestros jóvenes universitarios de manera diferenciada. La idea es ampliar nuestro alcance. Diversificar: ofrecer nuevas alternativas de discipulado a las nuevas generaciones haciéndonos los siguientes planteamientos: ¿No incursionábamos online? Hagámoslo. ¿No teníamos grupos pequeños o células para discipular? Probemos. ¿Tenemos capacidad de producción? ¡Organicemos nuevos programas! ¿No usamos redes sociales? Llegó la hora. Todo esto puede abrirnos un panorama de diversificación.

LAS INSTITUCIONES, MARCAS Y ORGANIZACIONES QUE PERSONALIZAN, EMPATIZAN Y SE ENFOCAN EN LA ATENCIÓN PERSONA A PERSONA SON MÁS VALORADAS E INFLUYENTES.

3. CULTIVAR RELACIONES La mayoría de las veces tenemos lo que se llama relacionamiento transaccional, es decir que nos comunicamos solo cuando queremos avisar o pedir algo; lo que marca nuestra relación es si hay una transacción o no. Un abordaje diferente es el discipulado relacional. ¿Cuántas veces contactas a las personas sin pedirle algo o avisarle de alguna actividad? Intenta incluir en tus interacciones estas preguntas: ¿Cómo estás?,¿Cómo está afectándote esta crisis?,¿Cómo va tu negocio?,¿Cómo están sobrellevando este tiempo en la familia?. Llamar para ponerse a disposición y brindar un interés genuino denota que realmente te importa la otra persona, pero si solo apareces en sus vidas para avisarles que se conecten a la próxima actividad en línea puede que estés limitándote a una relación transaccional. Si tan solo dejáramos de deslumbrarnos con lo grandioso, con los lives, con encender las cámaras y hablar al aire, y no subestimáramos el poder de una conversación personal a distancia, tendríamos menos personas a la deriva o en soledad… y menos grupos de discipulado que se cierran.

4. FOMENTAR EL TRABAJO COLABORATIVO Tengo la alegría de formar parte de distintos equipos y liderar algunos de ellos; lo disfruto mucho porque son equipos de alto desempeño, donde constantemente tenemos que articular claramente nuestras prioridades y donde la toma de decisiones creativas y desafíos de fe son la constante. El mundo que se avecina deberá ser más colaborativo, empático y coherente si es que hemos aprendido algo; deben promoverse más círculos de discusión, más aporte de la gente. Necesitamos trabajar en cómo comunicar nuestro mensaje a través de estructuras narrativas que se vean reflejadas en el equipo de discípulos. Tenemos la tarea de construir: ‘ ambientes de creatividad ‘ ambientes de innovación ‘ ambientes de aprendizaje ‘ ambientes que reconfortan

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El trabajo colaborativo es un trabajo que lleva al alto desempeño, donde entre todos sumamos y nos complementamos.

5. NUESTRA PROPUESTA DE VALOR Lo primero que vino a mi mente cuando la pandemia se desató fue que tenemos que ser más humanos y menos espiritualoides. Lo que nos toca vivir debería reconectarnos con nuestra esencia, con quienes realmente somos y que nunca debimos dejar de ser; debemos tener el coraje de ser más honestos, generosos, coherentes y empáticos, y no egoístas, duros y autonombrados jueces de los demás. Después de todo, tal vez sea más sencillo mostrarnos vulnerables, auténticos, menos filtrados y realmente como somos. Las instituciones, marcas y organizaciones que personalizan, empatizan y se enfocan en la atención persona a persona son más valoradas e influyentes. Si Jesús, siendo Dios, se hizo humano, ¿habrá querido mostrarnos el camino para ser de bendición a otros? ¡Al final del día entenderemos que ser auténticos y humanos es lo más espiritual que podemos ser! «Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano cuando apareció en forma de hombre» (Filipenses 2.6-7, NTV). Este es el tiempo ideal para brindar nuestra propuesta de valor, y el principal diferenciador que tenemos es ser solidarios. Aunque estemos mal siempre hay lugar para hacer algo por otros; animando a los demás es como somos animados. Ofrecer ayuda a otros nos hará más felices y parecidos al Maestro. Nos toca navegar en nuevas aguas y debemos reinventarnos para cumplir nuestra misión, así que: haz tu storyboard con los escenarios que quieres ver en tu ministerio, segmenta para transformar, ampliar o diversificar, cultiva un discipulado relacional, impulsa un trabajo colaborativo donde todos aporten con sus habilidades y ofrece al mundo una propuesta de valor basada en la solidaridad. | 42

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pandemia y sociedad Foto de Anna Shvets en Pexels

LA PANDEMIA Y NUESTRA ACTITUD ANTE LA NATURALEZA

ALFONSO ROPERO

Ninguna epidemia en la historia ha sido igual a esta. Las ha habido más mortales, por la falta de conocimientos y de medios, pero no tan globales como esta. No hay ni un solo punto en el planeta que esté libre del coronavirus. Con más o menos virulencia, todos los países del mundo están expuestos a su infección. Para la mayoría de nosotros llegó de repente, inesperadamente. Su extensión y capacidad de contagio supera la capacidad de respuesta de las medidas políticas y científicas de los gobiernos. El número de enfermos y muertos aumenta sin cesar. Los centros hospitalarios colapsan, falta personal sanitario, médicos y espacios adecuados para tratar convenientemente a tantos pacientes. Se adoptan medidas de prevención y confinamiento que generan rechazo y conflicto en la población. La industria del turismo se hunde. El sector servicios se desespera. Los resultados económicos no pueden ser más desastrosos. Aumenta el número de desempleados, de gente que se queda sin recursos para subsistir.

Alfonso Ropero @alfosoropero Fundador y pastor durante 20 años de la Iglesia Evangélica de Tomelloso (Ciudad Real, España). Impartió clases de Historia de la Iglesia en el Colegio Bíblico de la Gracia (Ciudad Real). Profesor de Historia de la Filosofía en el CEIBI. En la actualidad es Director Editorial de CLIE. PH.D. (St. Alcuin House University, Oxford Term. Inglaterra. St Anselm of Canterbury College); Th.M. (Centro Superior de Estudios Teológicos, CEIBI, Santa Cruz de Tenerife).

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Los países ricos han descubierto que son más vulnerables de lo que parece. El extraordinario avance tecnológico e informático se encuentran con las manos atadas, se ven impotentes, buscando desesperadamente maneras de atajar esta pandemia. Todos, en general, hemos tomado conciencia de nuestra cotidiano ser-para-la-muerte. Atendiendo a los últimos avances en medicina genética, auxiliada por la nanotecnología, se tenía la sensación de avanzar hacia un mundo sin enfermedades, donde el ser humano al fin alcanzaría sus sueños de eternidad. El covid-19, un virus, un agente biológico de carácter patógeno, tan minúsculo y primitivo que no alcanza ni la categoría de ser vivo, ha puesto en jaque a todo el mundo, grandes y pequeños, débiles y fuertes, haciéndole ver que la inmortalidad tiene que esperar. El covid-19 nos puesto frente a nuestra propia e ineludible mortalidad. Cara

a cara con la vieja muerte, que acecha en todas partes y se introduce en nuestro cuerpo al menor descuido. Esta crisis, como dice la filósofa italiana Donatella Di Cesare, pone en duda nuestra omnipotencia. “Un ser tan mínimo nos ha paralizado”. A nosotros, que hemos sido capaces de poner un pie en la luna y enviar misiones a los espacios intergalácticos. ¿No será esta una señal de los últimos tiempos? Muchos religiosos responden afirmativamente. La pandemia actual es la manifestación de la ira de Dios contra el pecado y la corrupción imperante. Los activistas sociales, los ecologistas, los guardianes de la naturaleza y de la vida salvaje, no están tan sorprendidos. Se veía venir. La actividad humana descontrolada, irresponsable y criminal en su relación con el medio ambiente y el reino animal, lanzada en una alocada carrera en búsqueda de beneficios a cualquier precio, ha estado desforestando el planeta, contaminando los ríos, dañando la capa de ozono, desplazando la vida silvestre de sus hábitats, o simplemente, invadiendo su territorio, exponiéndose así al extremo peligro de las enfermedades zoonóticas, es decir, de enfermedades provocadas por animales portadores de virus, bacterias, parásitos y hongos. De hecho, la mayoría de las epidemias víricas han sido producidas por animales: ratas, monos, murciélagos, pagolines, civetas… Los bosques, como bien se dice desde Greenpeace, «son el hogar de miles de especies animales diferentes, muchas de ellas portadoras de virus, bacterias y otros | 44

Foto de Nick Bondarev en Pexels

LA PANDEMIA ACTUAL NO ES UN CASTIGO DE DIOS, ES LA CONSECUENCIA NATURAL DE NUESTRA TRANSGRESIÓN DE LAS LEYES QUE GOBIERNAN NUESTRO PLANETA, DE NUESTRA FALTA DE RESPETO A NUESTRA HERMANA TIERRA.

microorganismos a los que el ser humano no había estado expuesto. Con la tala y la deforestación, en particular en los bosques tropicales como el Amazonas y el Congo, se está permitiendo que los seres humanos entren en contacto con estas poblaciones de fauna silvestre. El resultado es un incremento de las enfermedades zoonóticas». Según los cálculos de Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 70% de las nuevas enfermedades humanas surgidas en los últimos 40 años tienen su origen en animales. Dos tercios de todos los tipos de patógenos que infectan a las personas son zoonóticos, es decir, saltan de un animal a un ser humano. No hay duda que «la pérdida de naturaleza facilita la proliferación de los patógenos». Hemos traspasado fronteras que no deberíamos haber cruzado. No hemos prestado suficiente atención al espíritu de la naturaleza, pecamos constantemente contra ella. No queremos oír, como dice el director del programa de Medio Ambiente de la ONU, Inger Andersen, que «la naturaleza nos está enviando un mensaje». Como cristianos que creemos en Dios como fundamento creador y sustentador de todo cuanto existe, no podemos sino asentir y entender que lo que la naturaleza nos está enseñando es, en última instancia, un mensaje de Dios. Dios tiene dos libros mediante los que se nos revela: uno, general, la Naturaleza; otro, especial, la Biblia. No podemos descuidar uno porque atendemos a otro. La Biblia nos remite a la Naturaleza: «Los cielos cuentan la gloria de Dios» (Sal 19:1), la «creación entera gime» (Ro 8:22), «la naturaleza enseña» (1 Co 11:14).

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No podemos ser indiferentes a las señales que nos envía la naturaleza, como si no fueran un aviso del cielo. No podemos tomarnos a la ligera las señales de alarma del planeta, la contaminación generalizada del mismo; la explotación de su suelo y de sus aguas y de los seres que lo habitan con fines de lucro. Hemos transgredido leyes naturales, y eso es un grave pecado, pues en última instancia son faltas contra la ley divina, en cuanto la divinidad está presente en cada partícula creada como poder de ser y de conservación en sí misma. La presencia divina asegura la permanencia y el desarrollo de cada ser, «es la continuación de la acción creadora» (Tomás de Aquino). «La naturaleza no es otra cosa sino la razón de cierto arte, concretamente el arte divino, inscrito en las cosas, por el cual las cosas mismas se mueven hacia un fin determinado» (Tomás de Aquino). Del mismo modo que Dios puso al primer ser humano en el jardín del Edén para que lo cuidase, Dios tendrá por responsable a todo ser humano por el modo de relacionarse con la creación, y no tendrá por inocente a quien atente contra ella. El pecado, la caída, ha trastocado y endurecido el resultado de nuestro trabajo, pero no nos exime de nuestra responsabilidad con la naturaleza y su ánima viviente. Al contrario, nos hace responsables. Vivimos en un mundo que no es nuestro, que no nos pertenece. Estamos en él y tomamos una porción de él para desarrollar nuestra vida y las actividades tendentes a su conservación y realización. Pero el mundo, la tierra, seguirá aquí cuando nosotros nos hayamos ido. Somos responsables de cómo lo dejaremos a las generaciones que nos siguen. “Del Señor es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan” (Sal 24:1; 1 Co 10:26; cf. Dt 10:14; Sal 89:11; Is 42:5). Esto crea una línea de solidaridad y corresponsabilidad que va más allá de los vínculos sociales. Estamos vinculados a todo cuando existe en virtud de nuestra creación por un mismo y único Dios. La razón última de nuestra responsabilidad y cuidado del planeta tiene un fundamento sagrado, tiene que ver con Dios, Creador y Señor del mismo. No estamos dando culto cabal a Dios en la intimidad de nuestra vida y de la comunidad religiosa a la que pertenecemos, si no nos comprometemos con la salud de este mundo y de todos los seres que en él habitan. Si confesamos que Dios es creador de todo cuanto existe no podemos ser indiferentes a nada de lo que nos rodea. La pandemia actual no es un castigo de Dios, es la consecuencia natural de nuestra transgresión de las leyes que gobiernan nuestro planeta, de nuestra falta de respeto a nuestra hermana tierra. El “señorío” sobre la tierra y todo cuando existe conferido por Dios a la raza humana, no es una licencia para explotarla en nuestro beneficio egoísta e imprudente, sino una capacidad de actuación responsable y equilibrada en cuanto representantes de un Dios que ha hecho con orden y medida, con sabiduría y bondad. La razón última de la creación es el amor de Dios, el mismo amor que nos pide para con ella, de modo que nos vaya bien en esta vida, y la gloria en la futura. | 45

evangelismo

LA GRAN COMISIÓN EN MEDIO DE UNA READAPTACIÓN DIEGO PROFITA

En medio de una nueva realidad y sociedad es que nos encontramos frente a desafíos y situaciones las cuales como Iglesia nunca consideramos. Hoy, la Iglesia a nivel mundial, y más en América Latina, se enfrenta a una situación sin precedentes: un confinamiento que en algunos casos supera los 8 meses y ha dejado los templos y lugares de reunión con prohibiciones de actividad alguna. En muchos de nuestros países este desafío hizo que los templos cierren y finalicen sus actividades. En muchos otros casos nuestras iglesias se han readaptado rápidamente a una realidad virtual con reuniones en línea y adecuando su forma de hacer iglesia. En esta vorágine de aprender nuevos modelos de Iglesia y corriendo detrás de la necesidad de no perder la conexión y vínculo con los miembros de nuestras congregaciones, en muchos casos, hemos descuidado nuestro llamado a la evangelización y al discipulado. En conversación con algunos pastores a lo largo de América Latina, descubrí cómo nuestra necesidad de reinventar lo que siempre hicimos nos llevó a descuidar La Gran Comisión. Diego Profita dprofita Junto a su esposa Sandra tienen más de 20 años experiencia como líderes del Ministerio de Adolescentes y Jóvenes “Somos SER” de la Iglesia “Unidos para Servir” en Buenos Aires, Argentina. Con más de 10 años de experiencia en el campo de Marketing Estratégico.   Director Regional de Marketing y Digital en Alpha International. Graduado de la Escuela de Especialidades 625 Argentina.

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Una nueva Iglesia se está levantando y la misma ya está con sus ojos no solo puestos en el regreso a los templos, sino con su enfoque en cómo acercar a muchos más a Jesús en una nueva iglesia a la que podríamos llamar “La Iglesia Post-pandemia”. Estamos, sin lugar a duda, frente a una de las mejores oportunidades de compartir el mensaje de Salvación. Hoy mucho más que antes las personas se están haciendo preguntas como: ¿hay algo después de la muerte? ¿Cómo puedo salir de este vacío que siento dentro de mí? ¿Dónde hay esperanza?

Nuestra oportunidad de compartir la fe y acerca de Jesús está más abierta que nunca antes, pero en nuestra búsqueda de cómo reinventar la manera de hacer iglesia, tal vez lo hemos descuidado. Muchos métodos que anteriormente nos han funcionado y dado resultados hoy no podrían ser utilizados. Esto nos debería llevar a un espacio de reconsideración y análisis de cómo estamos compartiendo la fe. Las personas no solo están más abiertas a conversar sobre la fe, sino que también saben que, en este tiempo virtual, si algo no les convence o no les gusta simplemente se desconectan; algo que en lo presencial sería mucho más difícil, porque nadie quiere dejar un asiento al lado de su amigo en un templo. Asimismo, hoy vivimos en una cultura en la que las personas no solo quieren escuchar lo que tenemos para decir, sino que también quieren ser escuchadas y quieren que su opinión sea respetada y no juzgada. En un estudio reciente que hicimos en Alpha en conjunto con Barna, más del 50% de los entrevistados expresó que no tienen problemas de hablar acerca de la fe, pero dijeron que querían ser escuchados sin ser juzgados, también expresaron que no querían ser forzados a llegar a una conclusión. Esto nos lleva a revisar nuestros métodos de evangelización, no solo por el hecho del confinamiento y la virtualidad, sino también porque los métodos que usualmente utilizamos para compartir la fe son más de “yo te predico, tu me escuchas y solo repites una oración de fe al final”. Las nuevas generaciones ya no aceptan o no se sienten tan cómodas con un mensaje así. Es allí donde un recurso como Alpha viene a equipar y servir a la Iglesia en su misión de ayudar a las personas a descubrir y desarrollar una relación personal con Jesús,

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HOY VIVIMOS EN UNA CULTURA EN LA QUE LAS PERSONAS NO SOLO QUIEREN ESCUCHAR LO QUE TENEMOS PARA DECIR, SINO QUE TAMBIÉN QUIEREN SER ESCUCHADAS Y QUIEREN QUE SU OPINIÓN SEA RESPETADA Y NO JUZGADA. con una metodología que busca crear espacios de diálogo y conversación donde alguien que no conoce a Jesús se siente cómodo y bienvenido. Alpha es un recurso de evangelización totalmente gratuito que la Iglesia puede descargar o bien utilizar de manera online, para alcanzar a muchos con el mensaje de salvación. Alpha es una serie de sesiones interactivas online o presenciales donde se invita a las personas a explorar la fe cristiana en un ambiente amistoso, abierto e informal. Los 3 condimentos fundamentales de Alpha son: la comida, el video y la conversación.

Se realiza en Iglesias, escuelas, universidades, prisiones, casas, cafés, en un zoom o en cualquier plataforma online. Alpha es una herramienta actual, innovadora y gratuita para la evangelización. Creo que este tiempo es una gran oportunidad para compartir de Jesús con otros. Hoy más que nunca se aplica el versículo de Isaías 54:2 “Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas”. Por eso quisiera animar a los líderes y pastores que hoy están leyendo esta nota a investigar e interiorizarse más en qué es Alpha y cómo pueden implementarlo.

Alpha es utilizado en aproximadamente 100 países y está traducido a 100 idiomas.

Toda la información de Alpha se encuentra en: www.pruebaalpha.org y todos los recursos descargables están online en: www.mialpha.org

Estimamos que más de 24 millones de personas alrededor del mundo han escuchado de Jesús a través de Alpha.

 Este es nuestro tiempo y como Iglesia tenemos muchas vidas por alcanzar, las cuales están esperando por nosotros.

LIBROS DE AYUDA PARA ESTA TEMPORADA

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DESCARGA GRATIS EN

www.e625.com/especial

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www.poiema.co

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highlights

Carey Nieuwhof

Entonces, ¿qué estás viendo? ¿Obstáculo u oportunidad? El futuro pertenece a quienes encuentran la oportunidad.

Jonás Herrera

El mundo virtual es uno al cual hemos entrado tarde y en muchos casos, con técnicas inadecuadas. Paolo Lacota

Las crisis son un umbral a una nueva dimensión desde Un discipulado personal, que no el cual vemos el mundo con solo se conforma con subir un ojos diferentes. Melody Zeravika

video a YouTube, en el mejor de los casos, sino que tiene y mantiene un contacto cercano y estrecho con el niño y su familia.

Thom Rainer

René Peñalba

La Iglesia está entrando en los días más asombrosos y emocionantes que ha visto. Aunque el camino no siempre será fácil, podemos esperar días futuros de grandes oportunidades.

Lucas Leys

sús hacía: predicaba, traía sanidad a las personas y las libraba de sus ataduras malignas.

La gente quiere encontrar una iglesia pastoral, es decir, Alan Perdomo Nuestra misión en medio de la una iglesia centrada en las personas y sus necesidades. crisis debe reproducir lo que JeTenemos una oportunidad inmejorable de contextualizarnos en el ahora y el acá Diego Profita

Nuestra necesidad de reinventar lo que siempre hicimos como Iglesia, nos llevó a descuidar La Gran Comisión. @Lider625

Jesiah Hansen

El reino que Jesús vino a anunciar no ha dejado de extenderse desde hace dos mil años. La Iglesia ha pasado por pandemias, hambruna, guerras, oposición y persecución. Nada la ha podido detener. || 48

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