LIBRO XI- Tratado de Druidismo

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DRUIDOSOFIA Libro Xiº

TRATADO DE DRUIDISMO

por Iolair Faol Nota sobre las imágenes: Las imágenes de este libro han sido tomadas de Internet. En ninguna de ellas constaba autor o copyright. No obstante, si el autor de alguna de ellas, piensa que sus derechos son

vulnerados, y desea que no aparezcan en este libro, le ruego, se ponga contacto con [email protected] . Gracias. Todas las imágenes pertenecen a sus legítimos autores. Nota sobre el texto: En cualquier punto del presente libro se pueden usar indistintamente, tanto términos masculinos como femeninos para designar al género humano e incluso el uso del vocablo “druidas” “bardos”, “vates”, etc., para designar tanto a los hombres como a las mujeres que practican esta espiritualidad, especialidades o funciones. El autor desea recalcar que su uso no obedece a una discriminación sexista, sino que su empleo es para facilitar la fluidez en la lectura, englobando en los términos a ambos sexos por igual. Iolair Faol Está permitida la reproducción parcial de este libro, por cualquier medio o procedimiento, siempre que se cite la fuente de donde se extrajo y al autor del presente libro. Para la reproducción total de este libro, póngase en contacto con el autor o con la persona que posea los derechos del Copyright. El autor desea hacer constar que existen por Internet, muchas webs y blogs, que han usado total o parcialmente, capítulos enteros de éste u otros libros y escritos varios del autor, sin respetar la propiedad intelectual, sin citar autorías, ni reconocer los esfuerzos de ningún autor. En ocasiones estos usos indebidos llegan hasta el punto de componer escritos en un confuso “collage”, donde autores distintos y con estilos distintos, ven textos escritos por ellos, mezclados con los de otros autores.

Índice Introducción  Sobre iniciaciones druídicas ……...…………..….…….... 4 3

Módulo I  ¿Qué es un Nemeton? ..……..……………….………… 11  Los Árboles vistos por el Druidismo ………..………….. 19  Formación de un claro litúrgico o círculo ritual ……...… 58 Módulo II  Druidismo y la Creación del Universo ………..………. 116 Módulo III  La Medicina céltico-druídica …………………….….… 140 Módulo IV  Ideogramas céltico-druídicos (“mandalas”) ……,.……. 197 Módulo V  Sobre Poseidonios de Apamea y el Druidismo…,.…… 284

Introito Iniciaciones druídicas

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ebemos ceñirnos a una pregunta inicial acerca de la autoiniciación en el Druidismo, ya que se debate con mucha frecuencia sobre estas cuestiones que siempre resultan polémicas y complejas, como ¿qué es el druidismo? ¿Un sacerdocio, una religión, una espiritualidad, una filosofía, un estilo de vida, una forma de creer, pensar y actuar, una forma de sentir y percibir?, pues en mi opinión es todo eso y más. Ahora bien, no es nada de ello, en exclusión de lo demás. ¿Existe una vía sacerdotal, dentro del Druidismo? Si, efectivamente. ¿Significa eso que todos los sacerdotes druidas, son druidas? Claro, lógicamente. ¿Significa eso que todos los druidas son sacerdotes?, pues no. ¿Es sinónimo druida de sacerdote? en la opinión de la del autor y de algunos otros, no lo es. Como no lo es, el hecho de que un pintor y un escultor, aun siendo ambos artistas, tengan especialidades distintas, aunque ambos puedan compartir muchos conocimientos, e incluso pueda haber artistas que sean ambas cosas, debido a su dedicación y estudio. O como los médicos, ya que el ejemplo sale en los comentarios sobre la temática en las redes sociales con frecuencia, un cardiólogo y un ginecólogo, ambos son médicos, pero tienen especialidades distintas y ambas se hallan dentro de la Medicina. El Druidismo, hoy en dia, podría entenderse también como una función magisterial y no solo como un sacerdocio. Claro, en nuestros modos de hablar coloquialmente, cuando yo voy al cardiólogo, suelo decir, que tengo cita con el médico y no especifico si es cardiólogo u otorrinolaringólogo, y quizás por esa misma costumbre de compendio y brevedad en el habla, solemos equiparar, como también hicieron algunos pocos clásicos, a los druidas solo con sacerdotes, oficiantes de ritos y liturgias. Pues una de las mayores tareas de un sacerdote, sea druida o sea de otra religión, es la de realizar actos de culto y rito, 7

atender a los devotos, al menos de su orden o grupo, encargarse de los lugares de culto, de la administración de ofrendas y etc. Obviamente, ello no quiere decir que cualquier advenedizo o intruso mercachifle y hortera, como ya hemos visto bastante en estos últimos años, pueda decirse alegremente druida y ejercer figuradamente como tal, con el propósito de aumentar su ego o su cuenta corriente bancaria, para después presentarse como el Gran druida de Occidente, de España o de América o similar, inventado cualquier patraña o plagiando a otros. Ahora bien, la respuesta coherente sobre una posible autoiniciación, se circunscribe dentro del sacerdocio, puesto que fuera de él, ninguna auto-iniciación puede ser necesaria, a no ser en el estricto caso de una cuestión personal y nuestra relación y compromiso en “stricto sensu” con las Divinidades. En dicho caso hablaríamos mejor e introspectivamente de un acto votivo personal, mas que de una dedicación espiritual o consagración íntima. Entonces, pienso que la pregunta debería hacerse de la siguiente manera Si alguien quiere ser sacerdote druida o druida sacerdote, ¿puede ser auto-iniciado? En primer lugar debería aclararse que eso de la auto-iniciación sacerdotal, es muy popular entre los grupos druídicos o wiccanos (“paganos”, en general) de poca profundidad filosófica. Lógicamente, dentro de las órdenes serias, no es congruente autoiniciarse, puesto que consecuentemente, si lo desea el devoto puede ser iniciado, ya que el sacerdocio druida, se ejerce, se ejercita y se instruye, por lo general, dentro de las órdenes, grupos, hermandades de carácter religioso druídico sacerdotal. Entonces a no ser que se decida, por poseer los suficientes conocimientos druídicos y organizativos, crear un grupo u orden druídica y religiosa nueva de creación espontánea, denominadas de 5º tipo, como ya existen muchos en el ámbito druídico, deberíamos cambiar el término auto-iniciación, como he referido anteriormente, por “voto”. Entendiendo por “voto” el acto de voluntad personal, espiritual, 9

íntimo, introspectivo e interno, que surgiendo y creciendo desde lo más recóndito de nuestro ser, resultará una promesa y compromiso con una o varias deidades por la que el individuo se consagrará de una manera especial e intensa en favor, servicio y altruismo por y para el Druidismo. Es por ello, que el voto druídico, es un acto de la voluntad que tiene un valor íntimamente ligado a la esencia de la propia vocación druídica. Una vocación druídica que tiene diversas formas de expresión y difusión, las cuales pueden ir paralelas o no a las de una vocación sacerdotal. Etimológicamente una iniciación es ciertamente el inicio de algo nuevo o diferente para el sujeto que busca y desea esa iniciación. Su significado fundamental, vendría a ser el proceso, un ritual por ejemplo, por el cual un individuo obtiene o desea adquirir los elementales y básicos conocimientos de una actividad o el inicio de una nueva fase de su vida. Lo apuntado anteriormente, es cierto, pero también es cierto que el Druidismo es una filosofía, una espiritualidad y hasta una religión que fue y es compleja. Ya que sostiene nuevos valores y principios, algunos muy alejados de los principios morales vigentes en nuestras sociedades actuales, (al menos, así debería ser). También propone que el neófito asuma esa ética con nuevos propósitos de vida, que incluso pueda dar nuevo sentido a su propia existencia. Como sabemos de antaño, en las sociedades celtas, los neófitos pasaban por diferentes ritos, que hoy podríamos llamar iniciáticos, en los que se preparaban tanto física, espiritual como mentalmente, y que hoy socialmente, podríamos decir que prácticamente se han abandonado; el paso de una edad a otra, de un estado social a otro, etc. que simbolizaba la muerte de la vida pasada para renacer a una nueva vida, lo que conllevaba una serie de responsabilidades, en relación con las nuevas funciones sociales que adquirían los individuos. Hoy en día dentro de las órdenes sacerdotales druídicas serias, la iniciación queda en el ámbito de lo privativo o exclusivo de dichas órdenes, no porque sean unos misterios sectarios o super secretos o potencialmente peligrosos que hay que salvaguardar a toda costa para que no caigan en poder de desaprensivos individuos, al estilo de las 11

películas de temáticas conspirativas hollywoodienses, sino que la iniciación adquiere ese sentido más esotérico y no exotérico, porque adquiere una dimensión de reflexión personal, un proceso, fase o paso, que se convierte en progreso personal ya que invita al auto-análisis, al conocimiento y a la expresión de su Awen/Imbas. El neófito se adentra a partir de ese momento en una renovada concepción de la existencia y de participación ética, espiritual y religiosa en el mundo. Por ello, una iniciación es también un morir simbólicamente de lo que era el individuo/a hasta ese momento, para renacer simbólicamente a lo nuevo. Es incluso contemplativamente la muerte del Ego, para dar vida al Desinterés y con él, a la Filantropía para volver a la vida a otras muchas virtudes latentes en el interior del ser humano (Nobleza, Lealtad, Justicia, Honor, Hospitalidad, Generosidad, Abnegación, Benevolencia, y etc). (Evidentemente fuera de cualquier rito de iniciación dichas virtudes también pueden asumirse y practicarse) Antes de emprender una iniciación todo neófito o iniciado, debe auto-evaluarse y saber si está dispuesto y preparado para asumir y cumplir con sus futuras responsabilidades. También debería saber si su grado de madurez y comprensión del Druidismo, es el suficiente para poder participar de forma efectiva y positiva en su nueva andadura. Se ha de tener en cuenta, que una iniciación druídica en el seno de las órdenes o asociaciones druídicas, es un suceso importante en la vida del neófito, ya que entre otros elementos a tener en cuenta, se está dando el paso de una vida secular a una religiosa, con los compromisos comunales y altruistas que ello conlleva. Posteriormente, incluso puede acceder al sacerdocio o druidicato de la Orden druídica en la que ingresa y luego, coronar nuevas cimas del conocimiento y saber, cuando su grado de conciencia así lo requiera o precise. Y de ahí, especializarse en algunas de las ramas del saber druídico general; Vates, Bardos y Sacerdotes. Obviamente sí, con dicho talante confidencial, también se protege al rito de la iniciación en sí, de algunos sujetos deshonestos, que lo plagian solo para sus propósitos personales o comerciales. 13

Sin embargo una iniciación personal, en un marco estrictamente personal e íntimo, tiene un componente más espiritual que religioso, incluso menos dogmático, lo cual no significa que pueda valer cualquier cosa, creencias o actitud, pues siempre hay unas mínimas esencias, principios y ética druídica que deberían tenerse en cuenta y respetarse. Además de un juramento sincero con uno mismo, es un compromiso con el Druidismo, en general y su Egregora y con las Divinidades que puedan venerarse. Temas relacionados En la presente introducción, se ha mencionado la palabra Egregora, que es una palabra utilizada en nuestros días por algunas órdenes druídicas. El vocablo Egregor o Egregora, proviene del griego (Egregoroi) y viene a significar despertar o velar. También designa el brío originado por la suma de las energías positivas mentales de múltiples personas, cuando se vinculan con sus voluntades y que tienen concretas finalidades y objetivos. Fue un término muy usado por las órdenes masónicas y llegó al Druidismo contemporáneo en general, a través de las órdenes masónicas druídicas, las cuales, algunas aun persisten. Véanse otras significaciones halladas por Internet: 

1-El egregor, es un concepto que representa una forma de pensamiento colectivo y grupal que conecta los pensamientos y creencias de un grupo de personas afines, espiritual e intelectualmente. Podría considerarse como una especie de Inconsciente Colectivo de una determinada espiritualidad, idea o creencia general, al que se le añade un componente de energía fluída.



2-La egregor no se limita en el tiempo, ni tampoco se halla delimitada por el espacio, ni tiene fronteras geográficas, puesto 15

que conecta a los individuos a través de los planos sutiles. Al conectarse a un Egregor concreto, el individuo nutre a ese Egregor con su propia energía, sus propios pensamientos e ideas y recibe a cambio el sostén espiritual del conjunto, reforzado por la tradición o las doctrinas que sostienen. Es una relación empática y simbiótica. El nombre iniciático o votivo por lo general se elige o te elige de entre personajes reales o legendarios, animales míticos o reales, árboles, plantas o minerales que signifiquen algo íntimo para uno mismo. Puede ser tanto un animal totémico revelado en sueños como un elemento natural o atmosférico con el que se tenga algún tipo de relación significativa. Puede ser compuesto o simple. No hay normas fijadas. El idioma que se elige puede ser tanto el de la tradición druídica con la que te sientas afín, como el idioma que se use habitualmente. En algunas órdenes druídicas, existe la costumbre por la que son los druidas ya ordenados quien elige el nombre céltico-druídico, que se utilizará a partir de ese momento de consagración.

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¿Qué es un Nemeton? Una respuesta popular, general y corta sería;

En las creencias y prácticas druídicas, es un claro sagrado en el interior de un bosque. Pero veamos una respuesta más esclarecida y consecuentemente más larga: El término galo Nemeton o Nemeto (sagrado, lugar sagrado o santuario de lo sagrado) proviene del lexema indoeuropeo *nemeto, el cual pervivió en el viejo irlandés con el nombre de “Nemed”, que fue el tercer mítico invasor de Irlanda, según el Libro de las Invasiones. Así pues, en gaélico la palabra “nemed” sería su homónima, aunque había otro término más adecuado para designar en irlandés antiguo un bosque sagrado como era “fidnemed”, el cual se remonta a un arcaico “vidu21

nemeto” de igual significado. En britónico y en antiguo címrico, la palabra equivalente sería “nyfed” y en antiguo bretón, se apunta “nimet” como término equivalente a *nemeto. Este término a su vez se vincula a la raíz *nem que se traduciría como cielo. El plural de nemeton, sería “Nemeta”. Existe también en las zona astur de la península celta, en la actual población de Mieres un término; “nimmedo” que alude a la palabra “nemeto”. Esta expresión junto al topónimo “assediago” significaría, “al bosque sagrado de Segiedia o de Adsegiedia”. El vocablo alude, por lo general, a un sitio concreto en el interior de un bosque que se concebía como más sagrado que el resto, en el cual los celtas y sus druidas, efectuaban reuniones y oficiaban sus ritos religiosos. Incluso se señala, que era uno de los lugares preferidos por los druidas para transmitir sus enseñanzas y debatir entre ellos, y probablemente era también un lugar predilecto para el emplazamiento de algunos “Bangor” o colegios druídicos. Comenta Julio Cesar al respecto; “En un momento concreto del año, (los druidas), se reúnen en asamblea en un lugar sagrado de la tierra de los carnutos, la cual se considera el centro de toda la Galia”. (Guerra de las Galia VI, 13) En el Nemetón druídico no era preciso trazar un círculo, realizado artificialmente, porque no se concebía que fuera preciso esbozar algún contorno o periferia, pues todo el bosque o el lugar, gozaba de la condición de divino. El nemetón, cargado potencialmente con las energías telúricas o celestes sagradas, adquiría simbólicamente las características de centro espiritual mágico, al estilo del “omphalos” griego, donde las fuerzas del cielo y de la tierra se conjugaban y donde se realizaba un intercambio prodigioso entre el Macrocosmos y el microcosmos, entre lo sobrenatural, lo sobrehumano y lo etéreo, por un lado y lo natural, humano y terrenal, por otro. Además, si en el centro del espacio sagrado podía erigirse un árbol como el roble, éste 23

representaba al Árbol Cósmico, era Bilé, (Bilios) que tenía similares funciones al Yggdrasill germánico. De hecho también se conjetura, que en su contexto inicial, el Nemeton, podría haber sido un lugar o local a modo de santuario sagrado que tenía un bosque asociado o una arboleda dedicada a una determinada Deidad, siendo Nemetona, la deidad más venerada. Los druidas en las épocas donde el Nemetón, era ese espacio abierto consagrado, en contacto directo con lo natural y lo sobrenatural, entre lo de arriba y lo de abajo, percibían que era la mejor manera de interactuar con lo divino, comprendiendo “in situ” que era ineficaz, presuntuoso y trivial, encerrar a las divinidades en recintos cerrados, y cuyo ámbito y espacio, también quedaba reservado para la observación astronómica. Se sabe, como se ha señalado, que en tiempos arcaicos, los cultos druídicos se realizaban, como se ha descrito, en espacios naturales consagrados, designados por los druidas, en los interiores frondosos de los bosques y arboledas. Incluso, se conoce que muchos lugares con remotos dólmenes y sitios con diferentes vestigios megalíticos, fueron restituidos y rehabilitados con propósitos ritualísticos y/o religiosos. Pero posteriormente, desde el siglo II a. EC, hasta la conquista romana y posteriormente también, muchos recintos naturales y edificaciones sociales, estilo templo, fueron habilitados o construidos como Nemetones (nemeta), o “reducidos nemeta”, como de hecho ocurrió entre los celtíberos. Si bien de momento, no se ha demostrado aun la existencia de druidas entre los celtas hispanos, al menos es patente la presencia de un sacerdocio organizado y sus oficiantes, y al igual que sus homólogos del resto de Europa, celebraban sus ceremonias religiosas 25

principalmente en espacios al aire libre, en plena naturaleza. Posteriormente cuando los núcleos urbanos fueron creciendo en habitantes fue cuando comenzaron a construir recintos rituales, que edificaban en puntos centrales de las aldeas u otros oppida. Así tenemos que dentro de los recintos amurallados, se construían mediante estructuras de madera o piedra, cuadrados (viereckschanzen, (término que significa; “reducto cuadrangular rodeado por un foso, acequia o terraplén y cerrado por una empalizada de madera.”)) o redondos, que hacían las veces de templos. En éstos, un gran pórtico presidía las entradas de los mismos, orientados siempre hacia el Este, hacia el punto por donde surgía el Sol. Se señala reducidos, en comparación con un Nemeton de bosque, pero estos “nemeta” (nemetones) de los oppida, es decir urbanos, tenían paredes o parapetos que llegaban a medir entre 15 y 60 metros de longitud. El interior espacioso servía tanto para las reuniones de carácter religioso como para resolver conflictos políticos o cuestiones legislativas. Así pues tenían un carácter pluri-funcional, donde incluso se desarrollaban actividades, ganaderas, agrícolas y artesanales. Estos lugares desempeñaban el papel de “Omphalos, o puntos centrales y neurálgicos, para todos aquellos que habitaban por los alrededores, sirviendo de esta manera también como espacios sagrados para la celebración de rituales y ceremonias. Estos datos vienen a desmentir la creencia extendida, por cual se creía que los druidas solo oficiaban sus ritos en el interior de frondosos bosques o aprovechando los círculos de piedras megalíticos. Lo importante de cualquier lugar concebido como sagrado era que la Luz procedente del resplandeciente sol, irradiara con sus destellos de divina intensidad, el lugar establecido como Centro Espiritual. La Claridad Sagrada que procedía del Cielo, de lo Celestial y de lo Etéreo debía iluminar tanto el espacio designado, como invariablemente también un área clara y despejada, así como a sus concurrentes. Siendo 27

así ya podía considerarse como un “santuario de lo sagrado”. Por ello, el Nemeton, fue también el lugar de la Claridad Sagrada, tanto referida al espacio abierto y despejado, como a la refulgencia proveniente de lo celeste. En origen y generalmente, esta luz especial se percibía mejor en los claros del bosque, que era el lugar sagrado por excelencia, pero ya en otras etapas de la historia druídica, se comprueba como otros lugares y parajes, pueden denominarse también como “Nemetones (nemeta)” o “santuarios de lo sagrado”. Así ciertas islas, como la isla de Mona, o como la popular Fuente de Barenton, ubicada en el bosque de Paimpont-Brocéliande, que antiguamente se llamaba de Bélenton, pero en el que se intuye un calificativo como el de Bel-Nemeton, o santuario sagrado de Belenos, o como la cúspide del cerro, en Peñalba de Villastar (Teruel, España), donde se presume que existía el más significativo foco de culto y peregrinaje celtíbero al dios Lugo (Lugh)“el Brillante”, de la península. El historiador griego Estrabón,(siglos I a.EC y I d.EC) también refiere que el nombre del santuario de los gálatas o celtas volcos tectósagos (tribu cuyo rey era el famoso Ortiagón y su noble esposa Kiomara, célebre en los anales célticos), instalados en Anatolia, era “Drunemeton o Drumeton” (Libro XII.I-V). Al parecer, se interpreta como que éste era una arboleda de robles o "robledal sagrado o Robledal del santuario sagrado. Pero si el prefijo “Dru”, resulta ser una partícula superlativa de intensidad, entonces

Reconstrucción del Nemeton de Gournay-sur-Aronde, (Francia)

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también podría significar “Gran Santuario”, es decir, un Drunemeton, como la palabra equivalente en galo Uer-nemeton, que derivó en la actual ciudad de Vernantes, en Francia. El Drunemeton de los gálatas, no solo servía para realizar rituales religiosos, sino que a modo de Tribunal y Asamblea, servía para administrar arbitrajes, veredictos y resoluciones que resolvían 12 tetrarcas, en el Consejo de los Trescientos, es decir, al que acudían 300 asistentes. Lucano, en su obra Farsalia, (III, 399-401) refiere un Nemetón de los galos, cercano a la ciudad griega de Massilia (Marsella). Igualmente en la región de los Arvernos, existía un “Nemotocerna Atrebatum”, así como Nanterre, en el Valle del Sena, también es un antiguo Nemetodurum. Podríamos extendernos más con los muchos nombres actuales que derivan del término céltico de “Nemeto” pero dado que son bastantes, solo los citaremos para no excedernos en énfasis y redundancias; El bosque de Nevet, cerca de Locronan (Finistére), Nemossus (actual Nemours) Vernemetum (actual Vernantes), Nemetostatio, Medionemeton, etc. Y por último se debe destacar el nemetón del bosque de los carnutos, (Concilium Galliarum) quizá el más famoso del mundo pan-celtico, después del nemetón de la Isla de Mona. También en la Hispania de los celtas, destaca la ciudad sagrada de Nemetóbriga de la tribu celta de los Tiburos (actual Trives Viejo o Puente Navea, Asturias) El topónimo está compuesto del sufijo briga, que significa ciudad o fortaleza, y la raíz Nemeto, que significa como se 31

ha dicho en párrafos anteriores, santuario o lugar sagrado, Nemetóbriga, sería así, la ciudad o fortaleza del santuario sagrado. Actualmente, la palabra “Nemeton”, aspira a lograr un nuevo significado druídico, pues se anhela que el vocablo represente, el deber de todos los que se sienten celtas druídicos y guerreros paganos, para proteger los lugares sagrados, como sugiere Patricia Monaghan, en su libro “Enciclopedia de la Mitología celta y folklore”. Nemetona Por otra parte también tenemos una divinidad conocida como Nemetona, nombrada a veces como Nemetonia y Nemetialis, que está documentada en la Galia, en Britania, (en Bath), y en la Germania renana de influencia céltica. Justamente una tribu celto-germánica, la de los Nemetes (pueblo del santuario sagrado), tenían como diosa tutelar y protectora a Nemetona. También el geógrafo griego Claudio Ptolomeo cita una tribu en el Norte de Hispania, a la que nombra como “Nemetatae”. Por otro lado, la deidad nombrada como Nemetona, podría tener vinculaciones con los atributos de la diosa Nemain célticoirlandesa, por lo que Nemetona, también poseería esas particularidades marciales como extensión de su condición protectora. No en balde dicha diosa fue coadjutora y acompañante, ya en época de la romanización del dios galo-romano Marte Loucetios o del dios britano-romano Mars Rigonemetis, atestiguado en Britania. El nombre de Nemetona, ha sido transcrito e interpretado como "La de la Arboleda Sagrada" o como "La diosa del santuario". Esta denominación también dio paso a nombres propios de mujeres como Nemetógena, es decir, Nacida en el santuario sagrado. Incluso se propagaron los cultos a las “Matres Nemetiales”o Madres de los 33

Bosques Sagrados, que eran las entidades divinas guardianas de los “nemeta”. Arnemetia También se tiene constancia de la diosa britano-romana Arnemetia, cuyo nombre significaría “la que habita en el lugar sagrado o la que habita junto o frente al bosque o lugar sagrado. Tenía dedicado un santuario denominado “Aquae Arnemetiae” (aguas de Arnemetia), que se halla en Buxton Derbyshire, en Inglaterra. No obstante se apunta que Arnemetia pudo ser un epíteto divino en lugar de un nombre por sí mismo de una deidad. El epíteto está formado por una partícula “ar”, que significaría, “en frente de” y el vocablo “Nemetia” que haría referencia a un Nemeton.

Los Árboles vistos por el Druidismo

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esde una postura intelectual y espiritual druídica, se pretende en este 35

breve módulo penetrar en la genuina esencia arbórea. Por ello, más que explicar las características botánicas de algunos árboles, se acomete la ardua tarea de aportar una visión diferente, a la lógica monolítica y racionalista, pero que, sin embargo, pertenece a la lógica celta, intentando hacer entender a los lectores más renuentes, que un árbol, no es un trozo de madera rígido y erecto con sus raíces y ramas, sino que además, es un ente vivo, con alma o espíritu, con una idiosincrasia propia, hasta con “pensamientos” y capaz de comunicarse con otros árboles y hasta con otros seres. Todos los vegetales, tienen un sistema defensivo e inmunológico, una especie de sistema nervioso y central, unos líquidos vitales y un sistema de comunicación, lo que les otorga cierta conciencia de sí mismos. Tanto es así, que ya se conoce que los árboles poseen un sistema defensivo con el que avisan a distancia a sus congéneres, de la presencia de un elemento agresivo. En este contexto, el ser humano se asemeja a los árboles, los cuales toman la energía y nutrientes del suelo, de la Tierra, a la vez que sus copas y cimas, aspiran las fuerzas del cielo, del firmamento. La comprensión de estas singularidades, extrañas para los pensamientos estrictamente racionalistas y utilitaristas que ven en un árbol exclusivamente una fuente de recursos humanos, nos afianzan en la confianza de lograr un nivel más en el despertar de la conciencia humana y con ésta el de la empatía y el de la sensibilidad, que nos introducirán en nuevos conceptos y formas para integrarnos más con la Madre Naturaleza, de la que siempre hemos formado parte, con una nueva actitud de sumo respeto y veneración, por estos hermanos mayores que llevan años intentando, a veces en balde, transmitirnos su magia y el cúmulo de sus conocimientos. Ya los antiguos druidas vieron en el árbol, no solo a un amigo y hermano, sino también a un experimentado maestro del que se podía aprender una forma distinta de conectar con otros Reinos y realidades, pero también de entender nuestro propio mundo, más pausado, más armónico, más energético. 37

Más energético, porque para los seguidores druídicos, todo ser vivo es energía con distintos grados de conciencia y vibración, estando enlazados unos con otros y con todas las demás entidades y sustancias del Universo. Otros Reinos, porque un árbol específico puede entenderse como el eje del mundo (axis mundi), el “bilios” de los antiguos celtas galos, pues según las creencias druídicas más extendidas, existen tres reinos básicos o Macromundos, que muy sintéticamente, mencionaremos “a priori” como el Reino del Mar, de la Tierra y del Cielo, o del Pasado, del Presente y del Futuro, o del Bajo, Medio y Alto mundo, y etc. A su vez, un eje vertical conecta las tres dimensiones. Dicho eje es conocido como “Axis Mundi”, o Eje del Mundo que es representado por el arbóreo “Bilios” (Bile) celta. Este “Bilios” es el Árbol sagrado, que es símbolo también de la compensación y ponderación entre los tres reinos, ya que sus simbólicas raíces, sus orígenes y cimientos, nacen en la Oscuridad de la Tierra, (Bajo Mundo) su mítico tronco crece, se robustece y aumenta en nuestro Plano o dimensión (Mundo Medio), y sus alegóricas ramas, con sus brotes, frutos y diversas ramificaciones, como alegóricos y diferentes niveles que se van obteniendo conforme progresa y se eleva, se alzan hacia el Reino del Cielo y de la Divinidad (Alto Mundo). Asumía este “Bilios” celta, funciones y simbolismos similares al conocido “Yggdrasil” germánico o al famoso “Omphalos” griego y los lugares físicos donde se cimentaba se sabe fueron conocidos en la Galia como “Biliomagos” (planicie o espacio del árbol sagrado). Posteriormente, derivaría hacia la tradición del “Palo de Mayo”, en otras áreas celtas. La función del Bilé-bilios céltico también como arquetipo psicopompo, se desvela cuando observamos cómo sirve de intermediario y puente entre los Mundos, ayudando al tránsito de las almas de los fallecidos al Otro lado. El tránsito de las almas se efectuaría, por lo general, por vía acuática, a través de los ríos o por las aguas marinas, por ello los 39

árboles “axis mundi”, cercanos a lagos o ríos, aumentaban sus características psicopompas. Ese carácter psicopompo del árbol, queda también corroborado por los restos arqueológicos, troncos vaciados y ahuecados que sirvieron como féretros para el alojamiento de cadáveres y objetos y armas del difunto para afrontar el viaje del alma, al Más Allá. En un poema galés, atribuido al bardo Taliesin se cuenta como Gwydion metamorfosea a los guerreros en árboles para que luchen en la “Batalla de los árboles” (Cad Goddeu) batalla mítica que se relata en el poema incluido en el "Libro de Taliesin" el cual forma parte del "Libro Rojo de Hergest" del siglo XIII, y es el relato legendario que más ligado se encuentra a las ideas bárdicas relacionadas directamente con los árboles sagrados. Taliesin cuenta el conflicto entre Gwydion, "El Hechicero", quien invoca a los árboles y arbustos de Britania, contra el ejército del "Otro Mundo", liderados por Peblig "El Fuerte", y en último término por su rey Arawn. Los celtas de antaño, al estar mucho más vinculados a la Madre Naturaleza que los occidentales actuales, al tener sus sentidos en armonía con el entorno, en actitud de atención constante ante los fenómenos de la Naturaleza, pudieron percibir a entidades espirituales asociadas o vinculadas a los árboles con mucha más facilidad y asiduidad, que lo que el hombre contemporáneo puede lograr. El árbol, era poseedor de muchos significados y simbolismos, fue emblema de tribus y posiblemente también su Tótem. De este modo, mostraban la reverencia y el respeto que les merecían, y al unísono, 41

mediante el simbolismo y llevando el nombre del árbol, pretendían adquirir sus cualidades. Así los eburones y eburovices establecieron que su emblema tribal fuera el árbol del tejo, de Eburos: nombre galo celta del tejo y los arvernos se consideraron ellos mismos gentes en las Tierras de los Alisos. La encina, fue “totemizada” como lo fue el roble. A la encina, en una de las lenguas o dialectos celtas la llamaron “Kaërquez”, es decir, árbol hermoso, que hoy bajo la versión latina de Quercus, da nombre científico a una familia de entes arbóreos a la que pertenece éste y otros míticos árboles: “Quercus ilex” o encina, “Quercus robur” o roble Carballo, “Quercus suber” o alcornoque, “Quercus cerris” o Roble turco, etc. Cuando en los rituales tribales se danzaba, se simulaba la cópula de la diosa con el árbol de Beltane, que según las áreas de ubicación de las tribus, podía ser un tronco de abedul como en Gales, un espino como en ciertas partes de Bretaña, o un acebo como en Eire, además del sauce. Todos esos árboles venían a alegorizar dos cuestiones: Por un lado, un atributo fálico, como miembro fertilizador. Por otro, “El árbol de la Vida, el “Axis Mundi”, como representación de la fusión entre los Cielos y La Tierra. Muchos de ellos tenían unas propiedades mágicas especiales como el conocido como “árbol de Mughna” un roble que producía tres cosechas de diferentes frutos al año; manzanas, nueces y bellotas. Aunque todos los árboles eran considerados sagrados, el método por el que consideraban a un ente arbóreo específico como particularmente venerable y dignificado por las fuerzas divinas, se basaba en la longevidad del árbol, el porte de sus ramas y la altura y anchura de su tronco. Nuestros antepasados celtas, conocían que algunos de estos 43

ejemplares extraordinarios, crecían hundiendo sus raíces en suelos de latentes y patentes fuerzas telúricas y que la energía del propio lugar, también considerado sagrado, era el que aportaba la vitalidad a ese ente arbóreo, que además poseía la potestad y capacidad de transmitir esa misma energía. Por otro lado y aunque aparentemente para las mentes más intrascendentes, todos los árboles sean más o menos iguales, es decir, prescindiendo de ciertas peculiaridades obvias visibles que puedan diferenciar, por ejemplo, a un ciprés, de un cerezo, no se intuyen ni se sienten ni se atribuyen diferencias sustanciales ni energéticas, aunque la realidad misteriosa y sibilina de éstos, nos advierte que un melocotonero, ni irradia, ni precisa la misma energía para crecer, desplegarse o expresarse que un abeto. Justamente por dicha diferencia, la energía que puede transmitir una higuera es diferente de la que pueda trasmitir un abedul. Y es por ello, que personas sensibles a dichas energías, encuentran que una determinada especie arbórea, acepta su presencia y el contacto personal y humano. Otras, sin embargo, no reciben de buen grado que una determinada persona, los toque o permanezca en su perímetro de influencia. En el druidismo se intuye se concibe y se sabe, que los árboles y vegetales en general, se comunican entre sí, y progresivamente se aprende también a entablar un fluido coloquio mental y espiritual con ellos y con el bosque íntegro. Pero la relación con los árboles y con el bosque mismo, no siempre es posible puesto que dependiendo de la energía que el ser humano albergue y despida, y de su disposición espiritual, los árboles, el bosque y los espíritus integrados o guardianes a él asociados, pueden también manifestar su disgusto o agrado ante su presencia a través de la vibración que se refleja en lo interno, con sensaciones y percepciones de presión, de congoja si es de rechazo considerándolo un intruso, o de placer y euforia, si lo acoge como invitado, amigo o hermano. 45

El respeto druídico a los árboles en general y a su hábitat natural; el bosque, se practica como simbolismo vivo del Todo, de la Divinidad, cualquiera sea el concepto que se tenga de ésta, del Universo Sagrado, donde habitan todas las potencias de la vida humana y sobrehumana. Y aunque ciertamente es una veneración, no es ningún fetichismo, idolatría o superstición por o hacia el árbol, sino que es a la inversa: Una sabiduría y conocimiento, una intuición y experiencia, un discernimiento y reflexión. Una comprensión en definitiva, de que un árbol, morador permanente y supremo del Bosque, está arraigado a la Tierra y sus ramas se dirigen hacia lo etéreo. Él pone en comunión los niveles del Cosmos, desde los secretos arcanos profundos de la Tierra donde echa sus raíces, hasta los rayos del Sol que atrae a sus ramificaciones y a su tronco. No deberíamos perder de vista que los organismos clorofílicos, como los árboles, son los únicos que no se alimentan de otros organismos, pues su alimento proviene de la energía solar y de la misma Tierra. Terrícolas, somos todos, animales y vegetales, formamos parte de este maravilloso mundo, que es nuestro hogar inmediato, compartimos las mismas aguas, estamos compuestos por los mismos elementos básicos que conforman la vida en este planeta, la llave maestra que abre el canal para comunicarnos unos con otros es innata porque nos hallamos interconectados, todos con todos, pero el mejor método para lograrlo es el respeto y una mente sensible y abierta. No hay más secreto, que éste. En la parte más material, los celtas se valían de la madera que proporcionaban los árboles para diversos menesteres. Utensilios y enseres para la agricultura, herramientas para desarrollar las diferentes profesiones, embarcaciones pesqueras, armas múltiples, edificaciones civiles y religiosas y etc. Así pues, no son ciertas las aserciones que suelen hacerse en algunos círculos neopaganos de la “new age”, que afirman que los celtas antiguos no talaban árboles. Al contrario, puede confirmarse la tala de árboles incluso masivamente que realizaron las civilizaciones antiguas, incluidos los celtas, con la aprobación de sus druidas, para la construcción de ciertos elementos, 47

bastimentos, empalizadas, estructuras y edificaciones de sus poblados, siendo la madera, junto a la piedra, uno de los elementos más comúnmente utilizados en su arquitectura. Solo hace falta recordar los recintos artificiales cuadriláteros corroborados por la arqueología, llamados “viereckschanzen”, de los que algunos tenían entre 5.000 hasta 15.000 metros cuadrados de empalizadas de madera, con edificaciones religiosas interiores también de madera. También resulta un poco absurdo afirmar, que para la construcción de dichas edificaciones, utilizaran solo la madera de árboles caídos o derribados por las tormentas, vendavales o huracanes, por los rayos, los incendios o cualquier otro desastre natural, ya que la cantidad de madera que se requería para emprender tales amplias tareas, superaba considerablemente la cantidad de madera que pudiera obtenerse debido a estos sucesos. Recordemos también aunque sea un acontecimiento militar a caballo entre la historia y la leyenda épica, la batalla del bosque o selva de Litana, donde en las primeras semanas de marzo de 215 a.de la EC, los galos boios lograron un gran triunfo frente a las legiones romanas, que sufrieron una de sus peores derrotas históricas. La leyenda celta rememora aquel día como “el día en el que los árboles dirigidos por los druidas derrotaron a Roma”. La Selva Litana era un bosque espeso en la provincia italiana actual de Emilia-Romagna. Antiguamente y antes de la expansión romana, esta zona estaba ocupada por los galos boios desde la ocupación de Segoveso en el 771 a. de la EC. En esos años, Roma libraba la Segunda Guerra Púnica contra Cartago. Los galos boios, intuyendo el peligro del expansionismo romano se aliaron con Cartago y despejaron el camino del Norte de Italia para Anibal. A causa de esto, Roma respondiendo al desafío boio, envió al cónsul Lucio Postumio, el cual al mando de dos legiones, decidió atacar la capital de los boios, Rávena, adentrándose en la Selva Litana, donde los druidas habían ordenado a los guerreros boios, talar parcialmente los arboles, de manera que al más mínimo contacto, éstos 49

se precipitaran sobre las tropas invasoras. La consecuencia de esta estrategia fue que de las dos legiones romanas solo se salvaron 10 legionarios según cuenta Tito Livio. Pero lo que también podemos constatar tanto si trata de un hecho verídico como de una leyenda épica, es que los druidas mandaron talar toda o casi toda la arboleda del bosque o selva de Litana, con un propósito bélico, aunque obviamente para salvaguardar su capital y su tribu. De tal hazaña, verdadera o proverbial, podemos deducir que no existía ninguna prohibición general o tribal, para talar árboles, si la circunstancias, la urgencia o la necesidad lo requerían, al menos entre los celtas continentales. Ciertamente esas talas no se realizaban arbitrariamente y sin conciencia alguna, pues creyendo los druidas como creían, que los árboles poseían alma y que además una arboleda tenía un espíritu guardián, o incluso una divinidad tutelar, se solicitaba permiso a éste, para proceder a la tala, al corte o a la poda parcial de sus ramas, ofreciendo a dicho espíritu guardián o divinidad protectora, a cambio, algún presente, ya que como sabemos siempre el respeto y veneración por la Naturaleza estaban presentes en todas las acciones de los celtas y de sus druidas. En algunas novelas y leyendas medievales se cita al celta britano Caratacos (Caradawc) en una de ellas se cuenta como tras vencer a los romanos en uno de sus muchos enfrentamientos, éstos menospreciaron a los britanos, afirmando que quienes les habían derrotado no habían sido en realidad los britanos trinobantes, sino los espesos bosques en los que se habían visto obligados a luchar. Ofendido por el desprecio a su honor y a su valor guerrero, Caradawc mandó talar todos los árboles y desafió a los romanos a luchar de nuevo. En el libro de las Invasiones, (Lébor Gabala Érenn) se narra también una tala masiva de árboles, en la segunda invasión de Irlanda por Partholon, por sus hijos, por su gente y por sus tres druidas primordiales; Fios, Eolas y Fochmarc: 51

“En aquella época se talaron árboles para conseguir las primeras tierras de cultivo, se construyeron las primeras casas y se elaboró la primera cerveza”. Podemos también mencionar el simbolismo de una representación del dios galo Esus en el Pilar galo-romano de los Nautas de Paris, en el que el dios es representado en actitud de talar un árbol. Paradójicamente en Irlanda, en las leyes Brehon, y en “The Triads of Ireland”, se menciona la pena de muerte para quien talase ciertos árboles: “Tres cosas que no respiran páguense con solo cosas que respiran, Un manzano, un avellano y una arboleda sagrada”. Muchos druidas portaban un cayado de madera obtenido de troncos o ramas gruesas de árboles caídos, a los que adornaban con objetos metálicos o cristales y en el que grababan muescas personales o incluso de rango, que lo identificaban, entre otros cayados, con su druida portador o propietario. El cayado o bastón druídico, lleva en sí el poder mágico de su energía y la autoridad suficiente para ser también un instrumento de defensa, pues el cayado es el arma de los pacíficos y con él se trazan los símbolos mágicos durante los rituales de invocación. Él es el canal por el cual corren las fuerzas verticales y celestes y así mismo es intermediario entre ése reino y el terrenal. El bastón, antaño se podía ritualizar grabando en caracteres oghámicos diversos nombres y evocaciones. Hoy en día sigue siendo un sostén y un descanso del viajero andante, y un apoyo para el explorador y para el pastor que lo utiliza, gracias a su rectitud, flexibilidad y ligereza. Entre los druídicos de hoy en día suele personalizarse grabando símbolos célticos o aquellos símbolos que identifican a su portador y poseedor. También se ha querido atribuir a los celtas un calendario arbóreo, incluso una especie de zodiaco arbóreo. Pero ese calendario de los 53

árboles fue producto de una mente poética, como la que tuvo el escritor, a la par que investigador de lo celta, Robert Graves. Es decir, para explicarlo en términos más prosaicos; se lo inventó, aunque indudablemente fue una idealista iniciativa basándose en algunos aspectos céltico-druídicos, que han trascendido popularmente. Él mismo, así lo reconoce en su libro la Diosa Blanca. A pesar de ser evidentemente una ficción, o si se prefiere, una inspiración atractiva, y que cada cual tome lo que mejor se acomode a su mente, lo cierto es que su autor lo adaptó a ciertas alusiones ancestrales célticas, aunque también las invenciones quedan bastante manifiestas. Lo curioso, de todo ello es que hoy en día muchos individuos que gustan de la temática céltica en general, tratan del calendario arbóreo, sin saber que es de R. Graves, aunque todo ello, no tiene demasiada autenticidad histórica. A pesar de la irrealidad histórica del alfabeto Ogham como un alfabeto arbóreo, ya que diversos investigadores de lo celta como el lingüista Dr. Damian MacManus y el investigador de lo celta Peter Berresford Ellis lo han descalificado como calendario arbóreo, pues aseguran que de los veinte nombres celtas irlandeses dados a los signos del Ogham, ninguno corresponde a nombre alguno de árbol. A pesar de ello como se apuntaba, los celtas irlandeses establecieron en sus leyes ciertas compensaciones para aquellos que cortaban árboles clandestinamente. Por dichas leyes se reconocían unas categorías arbóreas que establecieron de la siguiente manera; Árboles jefes: roble, avellano, acebo, manzano, fresno, tejo, abeto. Árboles rústicos: aliso, sauce, abedul, olmo, espino, álamo, morera. Arbustos: endrino, saúco, madreselva, cerezo silvestre, boj. Hierbas: aulaga, brezo, retama, mimbre, juncos. Otras leyendas relacionadas con el árbol, nos cuentan como entre algunos pueblos y entre ellos, cabe suponer a los celtas, existía la costumbre de plantar un árbol en las cercanías y al mismo tiempo y donde nacía un nuevo miembro de la tribu. Dicho árbol crecía parejo al niño y se convertía en hermano y amigo, aportando ánimos, virtudes e 55

ímpetus al contacto con él, y era este niño o niña, cuando alcanzaba la edad apropiada, quien debía especialmente cuidar a dicho árbol, y si ya adulto permanecía en el mismo lugar hasta el día de su muerte, su cuerpo era enterrado bajo el árbol, para que así su cuerpo siguiera nutriendo la tierra de la que el árbol obtenía sus nutrientes y parte de sus energías vivificantes. Muchos árboles son mencionados con frecuencia en las leyendas célticas tardías en un contexto ya cristianizado en Irlanda, pero aun con ello podemos conjeturar, sin tener margen de error, que muchas iglesias primitivas cristianas fueron edificadas sobre lugares y santuarios druídicos, entre ellos, sobre antiguos robledales, parajes y árboles de cultos pre-cristianos. Los más conocidos de estos lugares son el monasterio de Brígida en Cille Daire (Kildare: iglesia del roble), Daire Maugh (Durrow: llanura de los robles) y Colmcille’s Daire Calgaich (Derry: el robledal de Calgaich. En las leyendas célticas de Irlanda, hay cinco árboles emblemáticos, que fueron venerados y considerados de forma especial y que guardaban sus vínculos con las cinco provincias legendarias de Irlanda: 1. 2. 3. 4. 5.

El árbol de Uisnech, (bile Uisnigh), era un fresno, El árbol de Tortu, (bile Tortan) era un fresno El árbol o rama de Dathi, (Craob daithi) rama de Daithi El árbol de Mughna (Dara Mughna) , era un roble El árbol de Ross, (Eo Rossa) , era un tejo

Los cinco fueron árboles sagrados o “bile” (bilios, en galo), y tuvieron funciones en sus respectivos emplazamientos en los cinco condados de Irlanda, de “axis Mundi” o “Crann Bethadh”. (Árbol de la Vida) El último mencionado, el “Eo Rossa” (Tejo de Ross) fue célebre puesto que en las leyendas, se le describe como un árbol mágico y prodigioso cuyos frutos podían otorgar el Conocimiento a todos aquellos que lo comían o dependiendo de la ingesta, también proporcionaba el acceso a todo el conocimiento del Más Allá, o sea, la muerte. 57

Tres de estos venerados árboles Mágicos, fueron talados por los cristianos en el año 665 d.C. queriendo simbolizar con tan estúpido y vil acto, la aniquilación del Druidismo y de cualquier vestigio pre-cristiano. Otros árboles surgen de las leyendas celtas que son referidos o nombrados como célebres, como el señalado en un relato del Otro Mundo sobre la diosa Fand, de la que se decía, que vivía en un palacio oculto en una isla rodeada de agua, “Tir Sorcha”(“Pais Luminoso”), en el centro de un lago. En las puertas de su castillo había un Árbol de la Vida, brillante como el oro, cuyas ramas se mecían y destilaban bellas melodías. Otro, como el conocido “Bilé Meidbe” de la reina Medb de Connaught, mencionado en el Tàin Bó. Y quien no ha oído hablar de Ynis Afallach, la mítica Avalón o Isla de las/los Manzanas/os, eje del Otro Mundo en el ciclo artúrico. Y así de místico lo reveló el bardo galés Taliesin cuando afirmó: “He adoptado una multitud de aspectos antes de adquirir mi forma definitiva. He sido árbol en el bosque misterioso”. Porque los bosques con sus árboles, mientras sigan siendo respetados y no asolados por la mano del hombre, conservarán ese halo misterioso y enigmático que fascina a las personas sensibles y empáticas y que tanto las atrae, recordando a la conciencia esa sabiduría ancestral que reitera la asociación indisoluble y alianza espiritual, entre el árbol y el humano, pues la energía cósmica y divina que anima a ambas especies, es la misma. En el relato de Tuan Mac Cairrill, manuscrito del que solo se conocen tres textos acerca de esta leyenda: uno que data del siglo XII; otro que data del siglo XV y otro manuscrito que data del siglo XVI, nos narran los avatares del protagonista, mientras ocurren las cinco invasiones legendarias y fabulosas que tuvo Irlanda. Estos manuscritos nos remontan a la mitad del siglo VI de la EC. En lo referente al tema arbóreo se cita el siguiente desenlace. ” Entretanto, conservé la forma de buitre hasta el momento en que, encontrándome en el agujero de un árbol, ayune durante nueve días. El sueño se apoderó de mí y allí mismo fui convertido en salmón”. 59

Pues dormir en el hueco de un árbol o bajo sus ramas y amplia copa, transporta a nuestro subconsciente a las otras realidades intangibles, sin límites sensoriales y a los mundos oníricos donde muchas situaciones y estados son factibles, mientras se está protegido por el pilar cósmico que es un vetusto árbol. Por otra parte, meditar en el hueco de un gran árbol, atrae a la energía cósmica y facilita también la inspiración poética o Awen (Imbas) y éstas proporcionan a su vez, la madurez necesaria para que la conciencia ascienda a través del canal del árbol a los niveles más altos y así alcanzar el mundo espiritual y poder vislumbrar el primer Reino sutil de los Cielos. También clásicos griegos y latinos dejaron testimonio de esa veneración céltica y druídica a los árboles, como en las apreciaciones que dejó Poseidonios de Apamea: “Muestran gran veneración por los árboles, de los que se sirven después de que realicen cantos, caricias y otras obscenidades que prefiero no relatar”. O las que dejó décadas después, el naturalista y procurador romano de la Galia, Gayo Plinio Segundo, conocido como Plinio el Viejo: “Mientras los druidas apoyan sus virilidades con gran devoción y ceremonial sobre las cortezas de los árboles, las druidesas parecen encontrar deleite en el roce con las piedras”. Ciertamente las concupiscencias druídicas a las que se refieren ambos, no eran tales, sino evidentes simulacros o escenificaciones de coitos con los troncos de los árboles, probablemente como acto simbólico para despertar la fertilidad y/o para la excitación del subsuelo del terreno o de la tierra, para que ésta proporcionara abundantes productos a la tribu. No obstante, tampoco queda descartada la posibilidad de que tales actos, en vez de simulaciones, fueran prácticas naturales para adquirir con el frotamiento de sus genitales sobre las cortezas de ciertas especies 61

arbóreas, mayor potencia viril y/o mayor fertilidad. Lamentablemente, no entendieron gran cosa de los ritos de fertilidad céltico-druídicos. Por otro lado, hay en el mundo entero árboles célebres por sus edades, tamaños o anchuras de sus troncos. En España plantado en siglos recientes, en la localidad de Souto da Retorta (Lugo) existe un eucalipto, al que se conoce popularmente como "O Avó" (en gallego: "El Abuelo"), el cual es considerado el árbol más grande de España. Fue plantado en 1880 y alcanza los 67 metros de altura, tiene 10,5 metros de perímetro en su base. En México el conocido como “El Ciprés de Moctezuma o Árbol del Tule (Taxodium mucronatum)” un ciprés en la localidad de Santa María del Tule (Oaxaca,México), que tiene una edad aproximada, según análisis entre 2000 y 3000 años de edad, por lo que es una de las entidades arbóreas vivas más vetustas de nuestro planeta. Su peso es de casi 550 toneladas, con un diámetro de 42 metros y sigue creciendo. En Estados Unidos, en el parque denominado “Sequoia National Park” se encuentra una secuoya gigante, apodada “General Sherman”, que es el ser vivo, con mayor cantidad de biomasa de la Tierra, con 11 metros de ancho en su diámetro. Y señalar por último y como ejemplos; El tejo de Llangernyw, situado en la localidad galesa del mismo nombre, al cual se le calcula una edad aproximada entre 3.000 y 4.000 años, lo que significa que echó raíces en la Edad de Bronce. El popular roble Oak Major, del bosque de Sherwood con más de mil años de antigüedad y célebre por estar presente en la leyenda de Robin Hood. “El Castaño de los cien caballos” que es el castaño más grande y antiguo del mundo, ubicado en el bosque de Carpineto, cerca del volcán Etna en Sicilia. Popularmente se cree que tiene de entre 20 y 40 siglos de longevidad. Sobre la superficie el árbol presenta varios troncos grandes, pero bajo tierra estos troncos siguen compartiendo las mismas raíces. “El Olivo de Vouves”, que es el olivo más antiguo del mundo que está en la isla de Creta. Aunque su edad exacta no puede ser verificada, se 63

estima que el Olivo de Vouves podría ser el más viejo con más de 3.000 años. Lo sorprendente es que aún produce olivas que son altamente cotizadas. Los colores de los árboles Como sabemos por la ciencia, cuando la luz incide sobre un objeto, su superficie absorbe ciertas longitudes de onda y refleja otras. Sólo las longitudes de onda reflejadas pueden ser captadas por el ojo y por tanto en el cerebro sólo se perciben esos colores reflejados. Así pues la física conoce que el color propiamente dicho no existe, la materia carece de color, pues lo que nuestros ojos perciben son las radiaciones lumínicas que la materia rechaza y no absorbe. Es decir, el color que aparentemente muestra un árbol, en su tronco, en su follaje y en sus frutos, son radiaciones del espectro luminoso que el ojo humano es capaz de percibir y recibir, y que el árbol despide, reflejándolas hacia nuestros órganos de visión, ya que la estructura de sus moléculas no es capaz de retenerlas. Pero, como también sabemos, la luz se halla compuesta por partículas elementales que denominamos fotones, y en definitiva, los fotones son energía. Por tanto teniendo en cuenta estas realidades físicas, se puede colegir que los colores tienen un específico efecto energético sobre otros objetos u organismos que se hallen en su área de influencia. Dicha influencia lumínica y energética de los colores, no es mera especulación u obtusa superstición, sino que en lo que respecta a los entes arbóreos y los entes humanos, son las radiaciones lumínicas o energías que irradian, las que influyen tanto en nuestro organismo como en nuestra alma y en nuestra mente. 65

Es evidente pues, que cuanto mayor tiempo se pueda pasar cerca de uno o varios árboles o en un bosque, más podemos impregnarnos de esa energía. En el conocimiento ancestral que nos ha llegado, sabemos que siendo Hijos de la Madre Naturaleza, tenemos parientes cercanos como los árboles, lo cuales, por lo general son nuestros hermanos mayores y nuestros Tutores. Nos brindan la oportunidad de conectarnos y comunicarnos con ellos, abriendo así la mente paulatinamente y desarrollando o incluso despertando la sensibilidad perdida y abandonando ese estado mental urbanita negativo anti-natural. Una relación con los árboles que podría ser mucho más íntima aun, desde el mismo momento en el que se reconozca que también los seres humanos poseemos un árbol o “bilios” interno, nuestro propio “axis Mundi”, que desea crecer y que quiere extender sus ramas hacia la Divinidad. Un árbol interno que posee, como todo árbol natural, sus ciclos internos, su Samos y su Giamos, su polaridad dioica, con flor masculina y con flor femenina, su ciclos de muerte y renovación, sus ramas de hojas caducas con sus frutos, y sus ramas de hojas perennes con los suyos. El cuerpo sutil arbóreo Como apuntábamos en párrafos anteriores, cada especie arbórea posee sus propias características energéticas y ello es lo que las diferencia de las otras especies arborescentes, la experiencia identificativa en este ámbito, es lo que nos hará entender estas singularidades y poder conocer los diferentes efectos que nos causan las energías de las diferentes clases de árboles. Según los conceptos y algunas creencias druídicas evolucionistas, los centros energéticos del ser humano estarían distribuidos en tres vórtices o “calderos”, por tanto siguiendo estos conceptos, los árboles también poseen tres centros energéticos claramente localizados; la copa, la raíz y el tronco, además de los circuitos a modo de canales por donde fluye su energía. 67

De igual manera poseen un campo o área de influencia o campo biomagnético, que va aumentado su intensidad conforme más cercanos a él nos encontremos y que por el contrario, va perdiendo su potencia y eficacia de penetración conforme nos alejamos de su presencia. Las copas de los árboles captan la energía de la atmosfera, la del sol, y toda energía proveniente del Cosmos y así mismo, utilizan sus copas en forma de amplias pantallas parabólicas energéticas luminiscentes, que se impregnan, organizan e irradian la energía transformada. Las raíces de los árboles, en cuyas puntas existen células similares a las neuronas con una función similar, también son centros energéticos básicos de hidratación, absorción y transmutación de la mayor parte de los nutrientes y de todas aquellas energías telúricas que fluyen por el subsuelo y por las acuíferas capas freáticas. El tronco con sus canales es por donde fluye la energía que asciende desde las raíces y que desciende desde la copa. Armónicamente, los árboles actúan como acumuladores de energía y constantemente efectúan un proceso de absorción, retención, transformación y difusión, ya que no solo absorben dióxido de carbono para transformarlo en oxígeno, sino que siendo entes regeneradores, poseen en determinadas épocas, la capacidad de renovar las energías nocivas por otras positivas. Si la Tierra, tal y como se piensa y cree en el Druidismo, es un organismo vivo que alberga un espíritu o alma, y consecuentemente también una conciencia, la superficie de la misma vendría a constituir su piel, y los árboles y arbustos serían el vello, los pelos y los pelajes de dicho organismo y la savia de los árboles, la sangre de éstos, pues transporta nutrientes y fluidos vitales para éstos a través del sistema vascular. A pesar de carecer de sistema nervioso, los árboles, en general, poseen un gran potencial sensitivo, como así lo pretendió probar en el siglo XX, el polémico Steve Backster con sus diversos ensayos. Como consecuencia de ellos, se divulgó el “efecto Backster”, que para muchos 69

científicos de la época, fue una prueba convincente de que árboles y plantas podían realizar cambios orgánicos y emocionales ante otros árboles, plantas y hasta en relación con los seres humanos; es decir, quiso demostrar que las plantas podían reaccionar de diversas maneras a nuestras acciones, palabras e intenciones. Algo parecido a lo que ulteriormente presentó el japonés Masaru Emoto en comparación a las diversas formas de estructuración de las moléculas del agua. Los ensayos de este polémico científico, Backster, junto a los de otros investigadores que lo secundaron, fueron publicados en el libro titulado “La vida secreta de las plantas” (Tompkins y Bird, 1973). La inteligencia arbórea Ya en los años subsiguientes, varios científicos, siguieron las premisas de Backster y aun se sigue investigando en dicha área. Para dichos investigadores o “neurobiólogos vegetales” como suelen llamarse, como el biólogo molecular Eric D. Brenner, el fisiólogo italiano botánico Stefano Mancuso, el biólogo eslovaco Fantiseck Baluska y la fitobióloga Elisabeth Van Volkenburgh, “los entes vegetales poseen inteligencia, definida ésta, como la capacidad intrínseca de procesar información a partir de estímulos bióticos y abióticos, que permite tomar decisiones óptimas sobre actividades futuras en un entorno dado”. Esta sorprendente visión científica en la cuestión de las inteligencias vegetales, viene a corroborar las creencias plasmadas en las leyendas célticas, como ya hemos mencionado párrafos arriba, donde árboles y plantas adquieren o poseen su propia conciencia y son los personajes principales y protagonistas de su propia historia. El alejamiento y desconexión de los seres humanos de la Madre Naturaleza, ha conseguido que el hombre se vuelva un infeliz urbanita, consumista, materialista, egocéntrico y ecocéntrico, con un sistema de vida siempre acelerado, como si en todo momento se le acabase el tiempo o se le acabase la vida, perdiendo con ello parte de su visión natural y despreciando esa dimensión temporal más pausada en la que los árboles y vegetales, en general, viven. 71

Pocas personas hoy en día, pueden afirmar, sin ruborizarse por lo teóricamente ridículo de la afirmación, que los árboles poseen una forma de inteligencia y de consciencia. Pero antaño, muchas culturas así lo creyeron, ajenas a los pensamientos lineales de las mayoritarias religiones monoteístas, secundadas por el materialismo científico. Entre esas culturas, los celtas con sus druidas así lo afirmaban, porque entendieron que los entes arbóreos poseen una inteligencia no humana, pero inteligencia al fin y al cabo. Y no solo inteligencia, sino también un alma y una conciencia. Sorprendente, ¿no?. Ya el padre de las teorías sobre la selección natural en la evolución humana, Charles Darwin, manifestó en su obra “The power of movement in plants”, producto de sus estudios, análisis y experimentos que; “No es exagerado decir, que el extremo de la radícula, posee la capacidad de dirigir los movimientos de las partes adyacentes y actúa como el cerebro de los animales menos desarrollados, el cual se sitúa en el extremo anterior del cuerpo, recibe estímulos a través de órganos sensoriales y dirige los diversos movimientos”. Unos órganos sensoriales, que hoy en día ya se sabe que poseen la capacidad de distinguir entre unas 20 sensaciones diferentes, incluidas las cinco sensibilidades análogas a las que se adjudican al ser humano y a otros animales. “El olfato y el gusto arbóreo”, capta los productos químicos del ambiente o del propio organismo La “Vista arbórea”; absorbe las diferentes longitudes de onda de la luz y la sombra, de manera que cuando se esconde el sol inician sus procesos de fotosíntesis. “El Tacto arbóreo”; las raíces de los árboles reconocen obstáculos u objetos sólidos, cuando topan con ellos. “El Oído arbóreo”; percibe sonidos amenazadores de insectos, y provoca que el árbol responda originando sustancias química defensivas, tóxicas para los parásitos e insectos. Justamente como son entidades enraizadas al suelo y no pueden escapar ante inminentes peligros, los árboles han desarrollado un enrevesado 73

lenguaje molecular que alerta a otros árboles y plantas sobre amenazas, y que disuade e intoxica a sus depredadores o incita a animales o insectos aliados a efectuar determinados apoyos en contra de dicha amenaza. Así ocurre con la avispa parasitaria que acude a la llamada química de ciertas plantas y árboles para acometer las plagas de orugas. Inclusive la defensa arbórea puede resultar en la transformación del sabor o textura de las hojas, en la elaboración de venenos nocivos para los herbívoros, como ocurre con el árbol de la Acacia, el cual pueden llegar a producir taninos suficientes como para intoxicar a un herbívoro y matarlo o el Sáuco cuyas semillas contienen glucósidos cianogénicos (generadores de cianuro) y la corteza así como las hojas y los frutos no maduros contienen el principio de la sambunigrina que, en contacto con una enzima, llamada emulsina, produce también ácido cianhídrico. En general, todos ellos, son comportamientos arbóreos que para las personas resultan demasiado parsimoniosos y es por ello, que los humanos no los percibimos conscientemente. Pocos humanos son conscientes o admiten sin prejuicios religiosos o filosóficos, la inteligencia de los árboles. Una inteligencia que no es humana, sino vegetal y a-humana. Una inteligencia que no puede definirse como la facultad de la “mente” que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad, porque los árboles no tienen cerebro, pero tienen una inteligencia distribuida en los extremidades de las miles de radículas que reúnen y estiman los detalles del medio en el que están ubicadas y que dan respuestas coordinadas. Obviamente los arboles y las plantas, como afirma el biólogo italiano Stefano Mancuso: “…no poseen un cerebro central, no poseen neuronas ni tampoco nervios, pero si consideramos que las neuronas del cerebro de los animales son células que producen y transportan señales eléctricas, en las plantas la mayoría de las células ejercen este tipo de función. Y si nos fijamos en la raíz, vemos que hay una producción mayor que en el resto de la planta de células que transmiten señales eléctricas”. 75

Lo mismo ocurre con la memoria ya que en la evolución de las diferentes formas de vida, la inteligencia que es un atributo intrínseco a la vida necesario para la supervivencia de cualquier forma de existencia, se resuelve con la aparición de otros recursos orgánicos para acumular la información precisa para sobrevivir. Ello hace que en determinados seres, los tipos de evolución codifiquen que es inútil e innecesario poseer neuronas. De forma similar ocurre con la consciencia, si esta se define con parámetros humanos como el conocimiento inmediato que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones o como la capacidad de los seres de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento, entonces desde unos parámetros estrictamente racionalistas y antropocéntricos, quizá podríamos establecer que los árboles carecen de ese tipo de conciencia. Aunque obviamente desde el punto de vista del paradigma céltico-druídico y desde su “lógica”, estableceríamos lo contrario. Pero si definiéramos a la consciencia como la cualidad de estar alerta y atento del entorno que lo rodea, entonces podríamos concluir que los árboles poseen un tipo de conciencia no fundamentada en ninguna axioma del antropocentrismo de los paradigmas racionalistas, sino basada en un enfoque y perspectiva más amplios, que explicaría diferentes tipos de conciencia para todos y cada organismo vivo. Nadie duda, ni los antropocentristas más radicales, que las raíces de los árboles captan las bajas vibraciones y frecuencias que emite el agua al fluir y dirigen o re-dirigen sus raíces hacia esa fuente de vibraciones. La captación por parte de las raíces arbóreas de las vibraciones y ondas hertzianas de la naturaleza, en un hecho comprobable empíricamente, lo cual no quiere decir, como algunos “new agers” sostienen, que los vegetales puedan apreciar, al estilo humano, algún tipo de música, puesto lo que éstos captan y aprecian son vibraciones por debajo de los 400 hertzios (propagación de las ondas electromagnéticas). De la misma manera algunos defensores de las dietas alimenticias carnívoras alegan que alimentarse de vegetales, es acabar con una forma 77

de vida, lo cual puede ser cierto, pero los vegetales a diferencia de los animales, no sienten el dolor, porque no tienen sistema nervioso y éste es además una alerta física para determinados organismos vivos que no se hallan fijados al suelo y un componente defensivo para garantizar la supervivencia. Los Árboles son medicinas El solo hecho de pasear entre árboles, y acercarse a sus áreas de influencias, ya es de por sí, un acto purificador y sanador que elimina la ansiedad, la agitación interna y el estrés urbano acumulado y empieza a equilibrar energéticamente los inestabilidades ocasionadas en nuestro organismo. Pero además de ello, prácticamente todo árbol y planta tienen partes con propiedades inherentes que han sido utilizadas por los sanadores y curanderos de todos los tiempos y culturas, las cuales hoy en día, muchas de ellas, son utilizadas por la industria moderna farmacéutica. Podemos comprobar cómo árboles como el del café, por ejemplo, que produce cafeína, usa esta sustancia como un potente método de defensa ante agresiones externas de plagas o parásitos, siendo la cafeína, además una potente droga psicoactiva para determinados insectos, como la abeja. La cafeína es un veneno para algunos insectos como los gusanos de jardín y actúa como pesticida natural, y aunque la cafeína, no es una sustancia venenosa para los humanos, siempre y cuando no se tome una dosis superior a la letal (que puede rondar las 100 tazas de café diarias), si resulta un ingrediente psicoactivo que provoca que las abejas, al extraer el néctar de las flores del café, recuerden mejor ciertas flores y tengan tendencia a regresar a las plantas que tienen brotes con esta proteína. Quien no conoce el famoso acido acetil-salicílico, obtenido de la salicina de los sauces y usado desde la antigüedad como anti inflamatorio y analgésico o el taxol derivado del tejo, eficiente actualmente para detener procesos cancerígenos o la esencia de 79

trementina o popularmente conocido como “aguarrás”, obtenido de la destilación de la resina de los pinos. Pero en realidad no existe un solo árbol entre las 70.000 especies arbóreas que existen, del que no pueda extraerse algún elemento o ingrediente que pueda utilizarse en la farmacopea popular o en la industria farmacéutica. La Aproximación a un árbol A priori, es aconsejable acudir en peregrinación a cualquier bosque, por reducido que éste sea, para hallar un árbol apropiado con el que experimentar una comunicación o incluso para ensayar una interacción de energías. No obstante, tampoco deben descartarse, aquellos árboles próximos que se hallan enraizados en un parque o jardín urbano. Éstos últimos debido a su convivencia cercana con los seres humanos, reconocen nuestras energías y en los primeros intentos de acercamiento suelen ser más accesibles que los viejos árboles arraigados en frondosos bosques que tienen contactos esporádicos con los seres humanos. Lógicamente, los grandes entes arbóreos, alejados de las urbes, captan, absorben e irradian una energía más depurada e impoluta, ya que en su hábitat predominan los iones negativos, frente a los positivos. Recordemos que la concentración de iones negativos, se da en los ambientes límpidos, otorgando las sensaciones de bienestar, armonía y facilitando una respiración benigna, mientras que los ambientes cargados con iones positivos son aquellos entornos densos, cerrados o contaminados, con tufos químicos o de residuos, gases, humaredas, cenizas, emanaciones tóxicas y aglomeración polvorienta, que dificultan la sana respiración. Naturalmente, los arbolillos urbanos recién asentados o injertados, e incluso los árboles medianos recientemente trasplantados o reubicados, carecen del vigor adecuado para beneficiarnos con sus armónicas energías, pero aquellos árboles medianos o grandes que de forma natural crecen junto a ríos, fuentes, o lagos, poseen un vigor óptimo, y 81

son los que pertinentemente pueden dispensarnos el privilegio de impregnarnos con su sistémica energía. Como se ha apuntado párrafos arriba, cada árbol posee unas singularidades propias, que lo hacen único, a causa de esto, algunos son más aptos que otros para dispensar esa energía a los seres humanos. Esta disposición altruista que por lo general poseen los árboles, se ve anulada si el árbol padece alguna plaga, está enfermo, moribundo o ya muerto. Si el árbol está sano y dispone de todo su energía, también puede ocurrir que rechace el acercamiento humano o el específico de una persona concreta, pero obviamente, las más de las veces ocurre lo contrario, y el árbol acepta de buen grado el acercamiento y hasta el intercambio energético, de tal forma que incluso surge cierta “añoranza” entre el humano y el árbol, cuando el humano decide pasar largo períodos de tiempo sin asistir al encuentro con su “hermano y amigo”. Un período de separación que debería ser corto, o más que corto, exiguo, ya que los humanos solo pueden vivir saludablemente fuera del contacto con la Madre Naturaleza y de sus leyes, por espacios de tiempo no demasiados prolongados, antes de que ciertos síndromes de la disociación con lo natural se hagan patentes, tales como hiperactividad, intranquilidad, hipocondría, ansiedad, agitación, insomnio, depresión, cefaleas y migrañas, ya que las diferentes vibraciones energéticas y entornos, influyen en los comportamientos biológicos y en los estados mentales y anímicos. Quizás ya va siendo el momento de que niños y adultos empiecen a tocar, palpar y abrazar árboles, que además de ser saludable y terapéutico, es gratis y produce buen humor. La práctica, cada día se está convirtiendo en un hábito más usual, pues en los países anglófonos, a estas personas se las llama “tree huggers” o “abrazadores de árboles”. Ya va siendo hora de que los bardos vuelvan a inspirarse al contemplar un árbol “abuelo”, con todo el esplendor de su energía y porte. 83

Ya va siendo el momento de que los bardos vuelven a versificar al sentir el advenimiento fluido de la Awen, cuando mediten de nuevo bajo el vigor de un roble, bajo la fuerza de una encina, conectado a la sabiduría de una haya, bajo los conocimientos de un tejo, junto a la plenitud de un álamo, la flexibilidad de un sauce, el carisma del abedul o la espinosa belleza del espino. -Así pues, continuando con la aproximación al área de influencia del árbol que hemos elegido o que nos ha escogido, captando nuestra atención, conviene presentarse con nuestro nombre. Si éste es el apelativo revelado o el apelativo espiritual; mucho mejor, ya que la comunicación telepática siendo una intercambio desde la introspección, es una experiencia espiritual, más íntima que ostensible y más silente que sonora. Los arboles, no conviene obviarlo, son los seres de este planeta más formidables, experimentados y desarrollados en el horizonte espiritual. -El mejor momento del día para acercarse a un árbol es desde las horas de la mañana, cuando ya sale el sol, hasta el atardecer o hasta cuando se oculta el sol, porque es cuando se inicia el proceso de la fotosíntesis. La fotosíntesis consiste en la fabricación de alimentos por medio de la luz, a partir del agua, las sales minerales y el dióxido de carbono, desprendiendo oxígeno. Se realiza durante el día porque es imprescindible para que se realice, la luz del Sol, y ésta tiene lugar en las hojas. El tronco lleva a las hojas la savia bruta y recoge la savia elaborada. Sin embargo, si queremos conceder a nuestros momentos junto al árbol, un mayor misticismo, no debemos olvidar esos momentos mágicos del crepúsculo, de incertidumbre, que no pertenecen ni al día, ni a la noche, en los que el tiempo se diluye y las luces y las sombras se funden para formar un soportal bajo las ramas del árbol, que nos une a las energías del cielo y nos conecta con las energías de la Tierra a través del árbol. -Subsiguientemente, ya a escasa distancia y delante del árbol, visualizaremos como la campana energética que emana del árbol y envuelve su perfil, se abre como si fuera un velo de tisú y permite cruzarlo. Podremos extender horizontalmente nuestros brazos y 85

presentar las palmas de las manos en actitud oferente, hasta que puede sentirse la receptividad o disconformidad del ente arbóreo ante nuestras intenciones y aproximación. Mentalmente (y también si se quiere verbalmente, para sensibilizar a nuestro subconsciente) podemos expresar; “Oh árbol!, tú que eres Hijo de la Madre Tierra igual que yo. Tú que creciste hacia el Universo como anímicamente también lo estoy haciendo yo, y que posees la sabiduría de la armonía, la pericia del equilibrio y la maestría de la serenidad, que yo también pretendo conseguir; por ello, te saludo maestro árbol, abuelo, padre, hermano y amigo, con todo mi respeto y cordialidad. Te deseo que la Luz del Sol, el impulso del agua, el aliento del aire y la firmeza de la tierra se fundan contigo para que tengas, el mejor de los crecimientos y la mejor de las existencias. ¡Oh! Árbol guía, orienta mi camino. ¡Oh árbol Padre, permíteme impregnarme de tu energía que es sabiduría, que me llegue tu conocimiento que es alimento, consiente que absorba parte de tu amplia experiencia que es subsistencia . Permite que mi cuerpo de carne trémula roce el tuyo de madera vigorosa y que en este abrazo fraternal mi alma se empape de tu vital energía y mi cuerpo se unja con tu savia. Amigo árbol, yo (nuestro nombre), me comprometo a ayudarte, cuidarte, respetarte, siempre que me sea posible. Esperando de ti que seas mi refugio en el sendero tortuoso de la vida, y que seas condescendiente con mis equivocaciones y comprensivo con mis vacilaciones”. Iolair Faol -A continuación, nos acercaremos al tronco del árbol por el sur y aun sin tocarlo, lo podremos circunvalar tres veces en deiseal (gaélico), es decir, siguiendo el curso del sol y dejando el tronco del árbol a nuestra derecha como acto propiciatorio y como protocolo de veneración ceremonial hacia el árbol, tal y como lo realizaron los antiguos druidas y como también lo realizó el galo Vercingetorix, cuando entregó y ofrendó sus armas al romano Julio Cesar. 87

Las tres vueltas de circunvalación alrededor del árbol, simbolizarían como en un triskel, la receptividad de nuestro cuerpo, la conexión de nuestra mente y la adhesión de nuestra alma, al árbol. En este pequeño acto ceremonial de fraternidad, rito de comunión espiritual o ejercicio consciente de conexión (según lo entienda cada cual) ya podremos empezar a captar de una forma sutil y natural, los primeros atisbos e indicios pausados de su influencia energética a través de la piel y acto seguido también se sentirá su refinado y penetrante influjo en nuestros pulmones. La piel es la mayor de nuestras partes orgánicas, y nos sirve para definir físicamente nuestro Yo de lo externo, siendo por ello, una parte más para la comunicación con el exterior, por eso las sensaciones que se reciben y las emociones que se expresan a través de la piel, es un lenguaje corporal que capta y expresa las impresiones emocionales que se captan y reciben del entorno. Por ello, siendo la piel en el ser humano un gran receptor-emisor sensorial, posee sus propios sensores que también se activan inconscientemente para la captación de una forma sosegada de las energías latentes y patentes de la Madre Naturaleza. Los pulmones, además de oxígeno que reparten por todo el cuerpo a través de la sangre también pueden absorber otro tipo de emanaciones y energías, a la vez que pueden exhalar alientos, gases y efluvios varios. Todos estos procesos los llevamos a cabo de forma mecánica e instintiva, pero si logramos hacernos conscientes de nuestra propia respiración, podremos variar nuestro ritmo respiratorio para aumentar la capacidad de absorción de todas esas energías beneficiosas, implicando a nuestra capacidad mental y a nuestra capacidad pulmonar u orgánica, sincronizando y armonizando de esta manera la mente y el organismo. Hay cuatro tiempos básicos y diferenciados aconsejables en la respiración consciente para la absorción de estas energías sutiles y también de las menos sutiles, ya que una respiración correcta es una respiración completa. 89

1- La inhalación o inspiración. Deberíamos inspirar por la nariz, ya que así se filtra el aire y se regula su temperatura. El oxígeno y la energía ambiental entrarán gradualmente en los pulmones hasta alcanzar su máxima capacidad. A mayor capacidad pulmonar, mayor energía y oxigeno podrá absorberse. La inspiración puede llegar a durar unos seis segundos. 2- La retención del aire, procurando dirigir el aire hacia el abdomen para que el diafragma ejerza de soporte antes de expulsarlo. Se procurará igualmente mantener durante unos seis segundos el aire, para que las células se oxigenen 3- La expulsión del aire o exhalación. Se expele durante ocho segundos lentamente el aire inspirado, que lleva consigo el dióxido de carbono y el resto de partículas de desecho liberadas por las células y la sangre. 4- La vacuidad pulmonar o descanso antes de la nueva inspiración. Los músculos y el aparato respiratorio quedan relajados durante unos seis segundos, antes de volver a iniciar el siguiente ciclo respiratorio.

Contacto directo con él árbol 91

Con las manos -Proseguiremos nuestro rito o ejercicio con el contacto directo con el árbol, apoyando o poniendo con firmeza las palmas de las manos (y si es posible, también el antebrazo) en el tronco del árbol y presionando el tronco con las yemas de los dedos durante unos instantes, con el propósito de entrar ya en contacto directo con la energía del árbol. La postura más apropiada de las manos es en el sentido de las estrías del árbol o en la dirección de su corteza. En dicha posición se prosigue inspirando y expirando como se ha indicado previamente. En este paso del ejercicio o rito podemos visualizar como la energía del árbol se introduce como un sutil flujo por las palmas de las manos y las yemas de los dedos y recorre el cuerpo como un fluido vital que beneficia, renueva y recarga de energía positiva. Las manos, obviamente son los mayores elementos captadores y también emisores energéticos de los seres humanos, ya que en ellas convergen una serie de canales por donde fluye la energía sutil que proviene del exterior del individuo y de los vórtices energéticos incorpóreos que en el Druidismo se denominan “calderos”. Es por las manos y por el tacto por donde se captan distintas sensaciones y consecuentemente los distintos efectos e impresiones que nos produce el contacto con los ritmos energéticos de cada tipo de árbol. Para este primer contacto con el árbol, se han escogido las manos, y no la espalda o la cabeza, porque existe una conexión entre las manos y el cerebro, que fue determinante para los homínidos en su evolución como seres inteligentes. El volumen y capacidad del cerebro humano atañe en buena medida a la actividad desarrollada por los homínidos en los primeros pasos evolutivos, en la cual tuvo un significativo papel el dedo pulgar, oponible a todos los demás dedos, que le otorgó la facultad de coger 93

objetos de la Naturaleza con destreza y manufacturar utensilios y enseres variados, espoleando de esta manera a las neuronas y con ello a la creación de nuevas y progresivas interconexiones nerviosas y cerebrales. Las manos son el principal órgano para la manipulación física del medio. A través de ellas podemos conectar e interactuar con el entorno. Con las manos podemos hacer muchas acciones que otros seres no pueden realizar, nos permiten tocar, acariciar, palpar, asir, expresar, sentir, curar y etc. Es decir, las manos nos proporcionan la facultad de expresar nuestras emociones y buena parte de la capacidad intelectual como especie, en el arte, en la ciencia, en el trabajo y hasta en la espiritualidad. Ya, cuando haya pasado un tiempo, y se sienta que ya se ha logrado nuestro propósito u obtenido la suficiente energía arbórea, y se desee cerrar el ejercicio o rito, se procurará hacerlo de forma paulatina y no precipitada para no interrumpir bruscamente la conexión establecida. Un movimiento de las manos, retirándola del árbol lentamente, mientras mentalmente se le da las gracias, es suficiente y no es menester grandes ni elocuentes palabras de agradecimiento, ya que los árboles no poseen órganos auditivos como los humanos y solo captan vibraciones o impulsos mentales, aunque si creemos que nuestro subconsciente precisa de algunas palabras, podemos pronunciarlas. No obstante podemos cesar nuestro contacto con un emotivo abrazo, el cual es provechoso para ambos.

Con la columna vertebral o espalda Recorriendo la espina dorsal humana, se halla el canal de energía principal del organismo como es la médula espinal, protegida por la columna vertebral. Como sabemos, la médula espinal, es un largo cordón blanco localizado en el canal vertebral encargado de llevar 95

impulsos nerviosos a los nervios raquídeos, comunicando el encéfalo con el cuerpo. El ser humano cuando tomó conciencia de su espiritualidad ingénita, fue cuando logró ponerse en pie y enderezar paulatinamente su comuna vertebral, por lo tanto mantenerse erguido fue una de los requisitos para ser consciente y para que ese desarrollo mental, espiritual y físico continuase. El hombre como un árbol, posibilita que las energías del Universo fluyan por su cuerpo y enlace las energías cósmicas del cielo con las energías telúricas de la tierra. Es como una antena o como los antiguos menhires que servirán como señalizadores de esas energías telúricas y como erectas antenas para captar la energía de los cielos. A nivel hermético se dice que una de las funciones que tiene el ser humano en este planeta, es absorber las energías toscas que penetran desde todas las partes y cuerpos celestes habientes por el cosmos y transformarlas adecuadamente, para a través de su organismo, canalizarlas y aplicarlas sobre otros congéneres o simplemente distribuirlas sobre objetos, animales, vegetales terrestres o directamente sobre el suelo. La longitud de toda la zona espinal humana, facilita la toma de contacto con el tronco de un árbol, apoyándose con la espalda en él o si se prefiere subiéndose a sus ramas con cuidado y reposando entre sus gruesas ramas con la espalda apoyada en alguna de éstas. Con esta postura no debe olvidarse tampoco, el seguir respirando de forma completa como se ha mencionado en párrafos anteriores. Con la Frente o parte anterior de la cabeza Uno de los tres vórtices de energía, llamados “calderos”, a los que nos remite la práctica druídica, se ubica intangiblemente por el centro de la frente, nos referimos al caldero del Conocimiento o “Coire Fhís”. Es el más alto de los tres “coirí filíochta”. Para aquellos que se instruyen con conceptos afines de espiritualidades de otras culturas, como puede ser el 97

hinduismo o el taoísmo, se les indica que coincide con el sexto chakra (cakra) que tiene en cuenta la espiritualidad hindú, pero su área de influencia se extiende desde el quinto hasta el séptimo chakra (cakra). También coincide con el Tan Tien Superior que considera la espiritualidad y práctica taoísta. El centro de este caldero es el también esotéricamente llamado “tercer ojo” y penetra así mismo en el orbe psíquico de la clarividencia, de la perspicacia, del discernimiento y en el místico de las visiones y de la intuición, ya que con este Caldero (centro de la frente) en contacto directo con el árbol, la conciencia se abre y puede llegar a las concavidades del ente arbóreo y a los espacios sutiles de su interior, por donde corre la energía sutil y la propia savia. El cometido más valioso del centro de la frente en el contacto directo con un árbol, es absorber y captar la energía interna y externa, física y metafísica, para avivar la capacidad de vislumbrar lo invisible, conocer lo desconocido y aprender lo ignorado. Este tipo de contacto directo y comunicación puede usarse simultáneamente con el directo de las manos, para amplificar los resultados que se pretenden. Se asocia con otro de los tres reinos y sustancias elementales druídicas como es la del Agua, y por tanto vuelve a tener una vinculación directa con el Árbol, porque éste también es Agua, como lo somos los seres humanos, y en general, todas las criaturas de este Planeta. ¿Qué podemos hacer por los árboles? Después de todo lo expuesto, está claro que los árboles pueden hacer mucho por nosotros, pero ¿y nosotros? ¿Qué podemos hacer por ellos?. Plantar árboles aunque es un paliativo de la situación mundial de tala indiscriminada de árboles, no es tampoco una solución absoluta, sino apurada. Ecocentrismo 99

Ni siquiera desde un punto de vista eco-céntrico, la repoblación forestal es lo único que podemos hacer para ayudar al planeta y a nosotros mismos. Desde el Druidismo, el problema y la solución no consisten tan solo en repoblar, sino en comprender que los árboles son seres vivos que merecen nuestra atención, consideración y respeto y que no son solo recursos para que los humanos dispongan de ellos, sino también cobijo y alimento de muchas otras especies animales. Con todo, y desde un punto de vista más eco-céntrico, lo que sí se puede hacer para paliar en algo la situación es reciclar papel y madera para volverlas a reutilizar y así disminuir la tala desenfrenada de árboles. Los setos arbóreos, en las laderas de las montañas, ayudan a absorber las intensas lluvias que a veces se producen, pero cuando se eliminan dichos setos las aguas torrenciales originadas por los aguaceros insistentes van a parar de inmediato a los ríos y se producen grandes inundaciones río abajo. La pérdida generalizada de arboledas y bosques aumenta la temperatura y trasforma el clima de este planeta, y si por desgracia, la temperatura aumentase varios grados, el hielo de las regiones árticas empezaría a derretirse y aumentaría el nivel del mar. Si el nivel del mar aumentase unos metros, muchas ciudades costeras quedarían cubiertas por las aguas. Pero el problema mayor generalizado, es la tala y aun peor la tala indiscriminada para elaborar bienes de consumo, recursos varios o despejar áreas forestales para la construcción, para la agricultura y para la ganadería. En nuestras sociedades consumistas y capitalistas, las talas de árboles no se pueden evitar por completo, ya que las poblaciones urbanitas consumistas, requieren ingentes cantidades de madera para que las empresas constructoras puedan fabricar sus casas y muebles de madera o para poder procesar con la celulosa, papel para libros y revistas y elaborar todo tipo de artefactos y enseres que se utilizan en la vida 101

cotidiana, como carcasas de barcos, juguetes, ataúdes, barriles, celofán, adhesivos, cajas, papel higiénico aditivos y espesantes de comida, ingredientes para medicamentos, cascos, cuerda, equipaje, filtros de cigarrillo, celuloide fotográfico, tintes naturales, aceites perfumados, alquitrán, brea, aguarrás o trementina, mentol, productos de limpieza, desodorantes, antimicóticos, insecticidas, betún, perfumes, pasta de dientes, naylon, crayones, abrillantadores de maderas, explosivos, cosméticos, cinta adhesiva y fijador para el cabello. El lauril sulfato de sodio es un subproducto del proceso de creación del papel que se utiliza en el champú para el lavado del cabello y cremas para facilitar el afeitado como elemento generador de espuma. Y cientos de productos más. Se requieren acciones simples para resultados múltiples. Desde un punto de vista individual, puesto que 1+1=2 y 1+1+1=3 y etc., pueden hacerse acciones simples personales que contribuirán a preservar el medio ambiente y evitar progresivamente la destrucción de arboledas. Acciones ecológicas tales como; -La compra de productos de papel reciclado, sanitario o de oficina, así como trapos de tela para sustituir todo aquel artículo desechable de papel como servilletas, platos y vasos, por otros con opciones lavables y reutilizables. Evitar recibir todo tipo de la publicidad impresa, así como extractos bancarios y facturas de servicios (luz, agua, gas, teléfonos), ya que por todo ese correo basura y consumista, se estima que es responsable de la friolera cifra de más de 100 millones de árboles talados anualmente solo en España. El promedio es de 2,3 árboles por persona y año, solo en España, por poner un ejemplo, y de 170 kilos, de los que se recicla un 50%. Como dato se apuntará que para conseguir un paquete de 500 hojas de papel de impresora se precisa, un tronco de árbol de 90 cm de alto por 20 centímetros de diámetro. Este cambio simple puede hacernos más reflexivos y maduros al reducir el número de árboles talados sobre nuestra propia conciencia. Para las compras de supermercado, es mejor utilizar bolsas de tela o de productos reciclados antes que utilizar bolsas de plástico o de papel, ya 103

que las bolsas de papel estándar, también contribuyen a la deforestación. Y obviamente siempre será más adecuado y acertado comprar alimentos y productos que preserven los bosques y las selvas del planeta y que no impliquen la desforestación. Además, la mayoría de bosques son destruidos para proporcionar espacio para la agricultura y ganadería, y su desarrollo, así como han provocado el aumento de los incendios forestales de forma fortuita o intencionadamente, que se han incrementado además debido al calentamiento global. La producción de carne en general requiere muchos recursos. Las granjas industriales necesitan espacio, agua y comida para los animales que hacinan. En cuanto a la compra de muebles de madera, es mejor buscar los muebles elaborados libres de prácticas de explotación intensiva o talas indiscriminadas que anuncien con garantías claras que su madera proviene de fuentes sostenibles y con un impacto cero o mínimo en los bosques. Otra opción sería adquirir muebles antiguos en lugar de muebles nuevos. Citas célebres sobre los árboles. "Para mí, la naturaleza es sagrada; los árboles son mis templos y los bosques son mis catedrales." Mikhail Gorbachev Cada árbol es un depósito de fuerzas salidas del sol y de la tierra, y podemos extraer estas fuerzas. Escoged un gran árbol: un cedro, un roble, un haya o un abeto... os arrimáis a él colocando vuestra mano izquierda a vuestra espalda, con la palma apoyada en el tronco del árbol, y al mismo tiempo colocáis la palma de vuestra mano derecha sobre el plexo solar. Os concentráis en el árbol pidiéndole que os dé una parte de su fuerza; entonces se produce una especie de transfusión de energías que recibís a través de vuestra mano izquierda y que cedéis 105

mediante la mano derecha al plexo solar. Luego, dais las gracias al árbol. Omraam Mikhaël Aïvanhov (Místico húngaro) Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan. Friedrich Wilhelm Nietzsche Los árboles son parte de la solución contra el cambio climático, el

mayor problema que hemos enfrentado nunca." Al Gore, Político norteamericano “Un árbol es nuestro contacto más íntimo con la naturaleza” George Nakashima, arquitecto de la madera. Los árboles son santuarios. Quien sabe hablar con ellos y sabe escucharlos, descubre la verdad. Ellos no predican doctrinas ni recetas. Predican, indiferentes al detalle, la originaria ley de la vida. Herman Hesse. “El caminante” En la hora del nacimiento, un árbol hermano para enraizar. Un árbol en la hora de la muerte para conducirnos. Un árbol guardián que custodia nuestra casa. El árbol en la plaza para la unión del pueblo. Un árbol templo para la boda, la fiesta y para hablar con el cielo. Un árbol rey en el centro de la nación para inspirarnos. Un árbol al principio. Un árbol en el ombligo del tiempo. Y un árbol antes del fin. Y en esta hora oscura millares de árboles medicina para sanar al hombre y a la tierra. Ignacio Abella “La Magia de los árboles” 107

¡Oh, vosotros, que estáis siempre en pie, que surgís de la tierra y que llegáis a tocar el cielo, pueblos de árboles, sois innumerables pero uno de entre vosotros ha sido escogido para sostener esta cabaña sagrada de purificación. Vosotros, pueblos de árboles, sois los protectores de los pueblos alados, pues sobre vosotros construyen sus tiendas y crían sus familias, y debajo de vosotros hay muchos pueblos a los que cobijáis. Que ellos, con todas sus generaciones, caminen juntos como parientes. Alce Negro J.E. Brown (jefe sioux lakota oglala) “La pipa sagrada” "La gente que no hace nada por conversar los árboles vivirá pronto en un mundo que tampoco puede sustentar a las personas." Bryce Nelson "En la Tierra, el mejor amigo del hombre es el árbol. Cuando utilizamos el árbol con respeto y prudencia, puede ser para nosotros uno de los mayores recursos de la Tierra. Frank Lloyd Wright "Son bellos en la paz; son sabios en el silencio. Perduraran cuando nosotros ya seamos polvo. Nos enseñan, y nosotros los cuidamos." Galeain ip Altiem MacDunelmor

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FORMACION DE UN CÍRCULO RITUAL DRUIDICO

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n no pocas ocasiones entre seguidores druídicos se debate en intimidad fraternal, sobre cuál es la mejor manera para formar un círculo (grupo) ceremonial y practicar un ritual. Se apunta intimidad fraternal, porque abiertamente existe una resistencia a hablar de según qué temas con personas ajenas a esta espiritualidad o que no conforman un círculo anímico habitual. Por ello, no existen en español, excepto algunas traducciones del inglés o del francés, demasiadas orientaciones escritas, sobre las guías o modelos que pueden seguirse y servir para la realización de un ritual druídico. Ello en parte es debido a esa reticencia por exponer “intimidades druídicas” al público en general, pero también al hecho de que no existen demasiados autores de habla española que sirvan como referencia druídica seria. 111

El autor mismo de este libro, es reticente a exponer ejemplos de esas temáticas por el recelo personal a ver como el “druidismo blanco”, carente de profundidad filosófica, pudiera ganar fuerza y sobresalir por encima de los fundamentos esenciales de la espiritualidad druídica. Demasiados, grupos o foros paganos en Internet, se limitan a establecer pautas de comportamientos litúrgicos, a determinar y describir cuales son los objetos adecuados, sus colores y formas, a decidir y luego resolver las vestimentas apropiadas, las invocaciones convenientes, los protocolos favorables, etc., sin ir más allá de lo estrictamente ceremonial. Pero para el seguidor druídico consecuente y coherente, alejado de las formas sin fondo, el acto ceremonial es el postrero acto de la emanación de su espiritualidad. El franquear dicha reticencia, al realizar ciertas reflexiones sobre el rito y mostrar sus resultados, tiene como modesto objetivo, la elaboración de un modelo flexible de ritual druídico, que se adapte sin transgresiones a la espiritualidad que lo alberga. Así como el motivo principal es el de servir de orientación, aunque sean elementales, a los muchos seguidores druídicos que no han hallado un itinerario inicial adecuado por donde adentrarse en la frondosidad solemne de la liturgia druídica, para expresar ceremonialmente la consecuencia legítima y genuina de su espiritualidad. No pocas veces se observa, como se recurre a rituales y nociones de otras variantes espirituales, dada la escasa información fidedigna que se encuentra sobre la realización de los actos ceremoniales druídicos en la actualidad. Así pues, con humildad y honestidad, se ha de reconocer que los criterios que se expondrán, son el resultado de los conocimientos adquiridos y de la intuición que brota, fundamentados en lo que el autor piensa que es coherente y consecuente con la céltica cultura y la druídica espiritualidad. Por ello, con las recomendaciones que se escribirán, no se pretende confundir a nadie, ni afirmar que de la forma que se expresará, fuese así como realmente se practicaba antiguamente, pues conocemos algunos y explícitos detalles, pero no todos los detalles. Finalmente se acaricia la idea, de que dichas sugerencias, no 113

sean entendidas como falacias, necedades, delirios, o florituras mentales personales. En el druidismo, a través de la meditación y otros procedimientos, se consigue una interiorización íntima y personal que nos ayuda a entender quienes somos en realidad, despertando nuestro interior y haciendo de nuestro aprendizaje un perpetuo auto-análisis, una búsqueda interior que hoy se denomina remozadamente autoconocimiento. Realizar unas ceremonias, sin conocer por qué y para qué se realizan, es una práctica inútil; es druidismo blanco, es mera parafernalia y cuando no, simple ocio. Sólo puede llegar a comprenderse el significado del ritual, si sabemos el mito o la leyenda, es decir, la realidad druídica que lo origina y lo sustenta. Defender y apostar por una filosofía con su opción de vida, sin entender que es lo que realmente se está respaldando, es un acto fútil. Los propósitos deberían estar bien definidos y claros en esta primera fase del ritual. Cómo, porqué y para qué, se festeja el comienzo de una nueva etapa. Porqué, para qué y cuándo se celebra un ciclo Natural. Qué se intenta favorecer con el rito, para qué y porqué se desea con el litúrgico acto; fomentar la vinculación con la Madre Naturaleza y sus elementos (los cuales siempre estuvieron ahí, aunque nosotros no estuviéramos preparados para intimar con ellos), para qué honrar y conocer a los antepasados y a los propios y afines dioses o porqué venerar a la Fuente Suprema, origen primordial de todo lo que existe. Una vez se tenga claro todo ello, es el momento para poder decidir si realizar un ritual o no. En el caso de pensar que se está preparado espiritual y mentalmente, se habrá de elaborar la siguiente fase del ritual que consiste en su preparación, teniendo en cuenta que dentro de cualquier acto ceremonial druídico, pueden formar parte de esa estructura, tanto los símbolos, los ritmos, las canciones, incluso danzas y meditaciones, así como un alto grado de cohesión, afinidad y conexión, entre todos los que participarán en el proceso y su consumación. 115

Una de las mayores comprensiones que ofrece un ritual druídico, sin desechar ningún otro aspecto o entendimiento, es percatarse de que existe una Realidad Superior, unas fuerzas tangibles o intangibles, otros planos, otros mundos, otros seres y otras realidades. Otra de las capacidades que se adquieren conforme se progresa en la práctica del ritual, es la percepción y conocimiento de nuestro propio Yo, de nuestra misma alma. Aunque también de nuestra personalidad presente, es decir, de la máscara diaria que nos colocamos para relacionarnos con los demás. Los druidas antiguos explicaban, que sólo aquellos que conocen su verdadero rostro y su nombre verdadero son los auténticos maestros, pues somos aquello que creemos que somos, pero también aquello que mostramos que somos y lo que hagamos ver que somos. Somos lo que creemos y pensamos que no somos, porque otros creen que así somos. Somos lo que los demás piensan y dicen que somos, porque otros que son, saben con certeza que así somos. Somos lo que decimos ser, pero somos también lo que callamos y escondemos ser. Así pues, en la cuestión de la representación de la liturgia druídica, se propondrán unas opiniones, enmarcadas dentro de lo que el autor percibe y entiende que son elementos culturales y místicos de los ancestrales druidas. Dichas opiniones no están basadas en datos arqueológicos o históricos ya que no existen hasta la fecha antecedentes o testimonios que permitan saber con una mínima precisión y detalle cómo fueron la mayoría de los rituales druídicos de antaño. Los escasos datos que existen sobre rituales, especialmente literarios, épicos o líricos son poco precisos e incompletos, por lo que cualquier reconstrucción litúrgica o práctica de la misma en cualquier grupo, orden o asociación se debe más a una figuración de estilo y modo propio de cada una de ellas, que a fundamentos basados en datos ancestrales. Los Bosques 117

Generalmente, los seguidores druídicos entienden perfectamente que la tierra no pertenece a nadie en particular, y con dicha idea base, incluso se pueden sostener ideas y causar repercusiones políticas, y que los bosques no pueden ser encasillados como posesiones de nadie, ni ser considerados meros recursos a expoliar para satisfacer la avidez económica de ciertos humanos. No deberían poderse comprar o vender. Ni ensuciar, o hacer lo que venga en gana, pues pertenecen a ellos mismos, a la Madre Naturaleza y consecuentemente a todos. Los bosques son nuestros perennes aliados, pues gracias a ellos también podemos vivir, respirando el oxigeno que producen y nos obsequian. Pero proteger e intentar conservar el bosque al estilo de muchos grupos ecologistas más o menos politizados, sin intuir o discernir las energías que lo albergan, los espíritus amigos que se manifiestan, tan solo arguyendo su importancia en la supervivencia del ecosistema y entre las especies, que ciertamente la tiene, es una defensa que a la larga se diluye en la eco- demagogia política, con pobres resultados efectivos. Máxime, cuando existen bio-piratas con una nula espiritualidad que sólo entienden de beneficios económicos a toda costa y los argumentos ecológicos, les merecen el mismo respeto y consideración que un bosque lleno de árboles a punto de ser talado por ellos mismos. “Total, dicen; cuando el hombre devaste el último bosque, yo no voy a estar aquí para padecer las consecuencias”. Y es que, sin duda, cualquier renovación social, debe pasar primero por una revolución íntima y personal. Por un cambio de conciencia entre los hombres, o mejor expresado, por una evolución de la conciencia y una revolución espiritual. De lo contrario, sólo parches pueden obtenerse, que a la larga en la mayoría de ocasiones, y a la corta en las otras, se pudrirán y caerán por sí solos. Por otra parte y como cuestión fundamental de esta espiritualidad, se debería visitar estos templos naturales, que son los bosques con más asiduidad. Bastantes seguidores druídicos concurren y acuden mucho menos a estos templos, que otras personas creyentes de otras espiritualidades lo hacen con los suyos. 119

El bosque se manifiesta también a través de todos los seres que alberga y de otros a los que ampara, tanto visibles como invisibles. Se expresa a través de las marcas en sus piedras y de las contraseñas variadas en sus senderos y rutas. El bosque informa a quien acceda a su misma longitud de onda, pero también ofrece serenamente el arte de su naturaleza en la armónica belleza de sus rincones. Igualmente brinda a quien pueda percibirlos y quiera conocerlos e interpretarlos los ignotos secretos de sus precipicios, vaguadas y grutas y proporciona consejos espirituales y testimonios históricos en sus vetas pétreas y ruinas ancestrales, que marcan muchos parajes que siempre fueron de máxima inflexión telúrica. Deleita los sentidos humanos: El olfato a través del perfume de sus flores, el gusto a través de sus frutos comestibles, la vista a través de los matices de su flora y de las formas de su fauna, el tacto a través de la textura de las superficies de todo lo que allí existe, y el oído cuando se logra percibir los sutiles mensajes subliminales, místicos y vitales a través del aullar del viento, del crujir de sus árboles y ramas, de los rumores de sus fuentes, y del murmullo del agua de sus riachuelos, de los silbidos de sus aves, de los ecos de los animales que allí moran y del silencio de sus cuevas. Todo ello se condensa en el bosque, porque está vivo. Y es que, categóricamente, si se honra al bosque, éste honrará al que honra toda vida existente. Cada árbol del bosque continúa estando en él presente, entre otras consideraciones para ser comprendido, correspondido y entablar una fluida relación con él. Los bosques son templos en sí, en la espiritualidad druídica. Son sagrados y son amigos y con estas connotaciones se debería actuar una vez en ellos. Bosque y templo son dos nociones equivalentes en esta espiritualidad, y por tanto, el respeto hacia el bosque es un cimiento básico donde se apoya el Druidismo. No es consecuente con el Druidísmo, bajo ningún precepto o conducta, internarse en cualquier bosque, y aún menos donde se 121

establezca y consagre el Nemetón, para ensuciar, cortar hojas, ramas, flores, talar árboles o arrancar arbustos o arbolillos indiscriminadamente, sin ninguna consideración ni respeto. Debería quedar explícitamente claro que el concepto de respeto a la Madre Naturaleza, no se puede sostener con tales actitudes egocéntricas y groseras. Como decían los druidas de otras épocas: “No se puede arrancar una flor sin perturbar a una estrella”. Obviamente con respeto, si se desea se podrá recoger lo que el amigo bosque regale, y siempre, interior o exteriormente pidiéndole permiso a él o a las conciencias espirituales a él asociadas, y de ser posible correspondiendo al regalo con acciones de sincero agradecimiento Este respeto, esta veneración o culto por la Tierra, por la Madre Naturaleza, por los bosques y las fuerzas telúricas latentes y patentes, es la misma que reverenciaban los primeros pueblos matriarcales del planeta. Los celtas además, aportaron la noción indoeuropea solar, etérica, incluyendo todo lo que está vivo, arriba o abajo, en una sola contemplación. Por ello, el árbol, ente vivo, es el símbolo preciso de esta observación, pues enlaza los dos niveles: el inferior o menor y el superior o mayor. Lo que es arriba es abajo y viceversa, afirmaron los sabios antiguos, aunque quizá no en la misma gradación, sin embargo, sí en la esencia. El desierto y su aridez tanto a un nivel narrativo y figurado dentro de lo espiritual y social, como natural y tangible, es la antítesis del seguidor druídico, y el hecho evidente en la actualidad, es que este avanza. Bosques quemados, árboles talados, selvas devastadas, ríos putrefactos o desecados, cielos y aires contaminados, animales extinguidos o agonizantes etc. Quizá la humanidad pueda vivir sin desiertos y aridez, pero sin bosques, ni ríos, categóricamente, ello no es posible.

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El Nemeton El espacio al aire libre formando un natural círculo druídico ceremonial, preferentemente un bosque o arboleda que podría denominarse correctamente Nemetón, debería ser un lugar preferente y predilecto, alejado y aislado de los ruidos inarmónicos de las grandes urbes y además reservado para dichos eventos, al que sólo pudieran acceder sus miembros para efectuar únicamente el ritual. Ritual que en la mayoría de las veces debería celebrarse después del crepúsculo o cuando se pone el sol, siguiendo la Tradición Druídica. Como es sabido, la jornada entre los celtas empezaba justo en esos momentos. Y no está de más apuntar, que no existe ninguna contradicción entre esta forma de calcular el transcurso del tiempo humano y las leyendas, mitos y cuentos célticos, repletos de héroes legendarios con atributos solares o diurnos. Hay que hacer una aclaración a esta aparente contradicción en los conceptos metafísicos celtas, que en realidad no es tal, pues entre los celtas y otros pueblos pre-cristianos, los contrarios no son opuestos sino que se complementan. En realidad es un equilibrio, una simetría y ponderación no solo entre los dos aspectos básicos de la jornada, sino en toda la simbología arquetípica entre la luz y las tinieblas, entre la luminosidad y la oscuridad, entre lo desconocido y lo conocido, entre lo latente y lo patente, entre lo velado y los desvelado, entre la incertidumbre y la certeza, entre el sol y la luna, y entre todas las divinidades solares y lunares. Los celtas fueron y son los hijos de la noche y es la noche la que da nacimiento al día. De la misma manera como el Ser es engendrado por el No-Ser, y de la misma manera que de lo desconocido se puede llegar a lo conocido Así pues, el área o Nemetón destinado, circunscrito y consagrado al rito, debería ser un lugar situado preferentemente en algún bosque, en un claro tranquilo, limpio de residuos urbanos, y rodeado de rocas o piedras y árboles. Tampoco debería dedicarse, al mismo o en otro 125

tiempo, a cualquier otra actividad lúdica o de otro tipo que el círculo pueda realizar. El mismo bosque es un espacio bastante amplio y puede haber zonas adyacentes específicas para diversas actividades. Además, el respeto, el buen juicio y la moderación, también son rasgos místicos. En consecuencia a lo apuntado, el punto más importante de un bosque para una ceremonia ritual, es el claro del Nemetón, la zona o área donde puede contemplarse el firmamento sin obstáculos. Este es el genuino lugar de todo el Templo Silvestre, donde los almas de los miembros del círculo druídico van a intentar conectarse con el espíritu de la Madre Tierra y sus fuerzas telúricas, y con el espíritu del Padre Cielo y sus fuerzas etéreas. Ambos, si se desea considerar, arquetipos de todos los dioses o como Divinidades individualizadas, y estos a su vez, ineludiblemente, como emanaciones de la Causa Primera. Una vez que se ha intuido el lugar donde mejor puede ubicarse el Nemetón, lo druídicamente correcto sería preguntar a los espíritus guardianes del paraje, si aprueban las intenciones para establecerlo dentro de su espacio energético, ya que ellos también se verán influidos por la energía que desprenden los asistentes a un ritual. Una vez establecido, la asamblea druídica estará rodeada de existencias arbóreas, las cuales también ayudarán con sus fluyentes energías y propiedades, a realizar esa expansiva conexión que se pretende. No es preciso, aclarar en amplitud, que si dicha área tiene como parapetos naturales a los robles, el lugar supera lo dignificado y consagrado, si acaso ello es superable, y se transforma así en sobrehumano y mágico. Dentro del Nemetón druídico o claro sagrado, sería ideal que hubiera un árbol en su centro como símbolo del Árbol del Mundo, el “Bilios” celta. Nombre derivado del Dios Bilé o Bel gaélico o del Belenos galo, que tiene las mismas simbologías que el Yggdrasil germánico. Si además esta representación del Árbol del Mundo fuera un roble, sería el “sumum” del “sumum”. Es más que probable, que en el Nemetón que se establezca se hallen rocas, piedras, peñascos o minerales agrestes varios. Materia que 127

es la más antigua del planeta y como consecuencia del Nemetón. Llevan tantos milenios sobre la Tierra que encierran energías intensas y antigua sabiduría. Los maestros druidas de antaño sentían por esta materia una especial predisposición, honrándolas como ofrendas. Es a través de las sensaciones táctiles, percepciones psíquicas y emociones anímicas como es factible sintonizar con las energías que las piedras y minerales transmiten, para muchos imperceptiblemente. Existen lugares especiales en todo el mundo, donde las piedras, materia activa que emiten vibraciones telúricas, acentúan su energía. Estos lugares se reconocen porque en ellos se hallan construcciones megalíticas, dólmenes o menhires de diversos tamaños, desde pequeños y menudos, hasta otros de más de cuatro metros. Dichos alzamientos pétreos, señalan y señalaban puntos de influencia solar intensa en el lapso de tiempo entre estaciones climáticas o marcando líneas ocultas de fuerza geológica. Otros lugares especiales son aquellos por donde transcurren ríos, se forman lagos naturales o surgen fuentes espontáneas u originales. El agua es portadora de vida. Es gélida como la del témpano de hielo. Sinuosa y dulce como la del caudal. Lozana y joven como la de la fuente. Mística y espiritual como la del vapor. Divina y celestial como la del rocío. Mágica y prodigiosa como la de la escarcha. Atractiva y seductora como la de la nieve. Violenta e impetuosa como la del granizo. Fértil y fecunda como la de la lluvia. Divertida y placentera como la salada del mar. En conclusión, posee una enorme facultad de adaptación y transformación. Y finalmente se ha de considerar que un Nemeton, con sus espíritus guardianes y entidades intangibles, puede aceptar a un grupo ritual durante un tiempo que no es posible determinar, pero puede ocurrir que en algún momento, la energía de los rituales celebrados allí comiencen a repercutir en la energía del claro, alterándola. La energía del grupo se puede volver inadecuada e incompatible con la del espacio sagrado y es el momento de pensar en cambiar la ubicación del Nemetón. 129

El requisito de honrar y respetar a los espíritus del lugar es de suma importancia, porque sin ellos, cualquier conexión que se establezca no sólo es irreverente, sino incluso perjudicial. Preparación Antes de realizar cualquier ceremonia deberíamos preparar nuestra alma, mente y cuerpo. Si se fuma o se toman bebidas alcohólicas con regularidad, es preferible que unos tres días, mínimo, antes, se desechen estos contraproducentes hábitos, aunque sea de manera transitoria, para que la sangre y los pulmones se tonifiquen y puedan llenarse de energía de nuevo. El principal metabolito de la nicotina, la cotinina tiene una vida media que abarca desde las 19 hasta las 37 horas, según el metabolismo de la persona fumadora. Sin duda, puede ser un gran esfuerzo para las personas adictas al tabaco o aficionadas al alcohol, pero la voluntad en lograrlo es ya un indicio de la firme disposición para realizar un ritual. Si se ingieren sustancias estupefacientes con frecuencia, la depuración es aún más larga, ardua y lenta, ya que éstas se fijan en la sangre y no se eliminan antes de un mes. Por lo tanto, no es recomendable que ningún toxicómano o adicto a sustancias narcóticas, realice o esté presente, en ninguna ceremonia druídica. Ciertamente, determinados grupos paganos utilizan para sus rituales exclusivamente, algunas sustancias narcóticas para conseguir estados alterados de la conciencia. La postura mayoritaria de los seguidores druídicos al respecto, es la de opinar que tal decisión corresponde tomarla a la totalidad de los componentes de cada círculo, en virtud de su libre albedrío y autonomía. Sin embargo, debe considerarse que aunque antaño se utilizaron sustancias enteógenas naturales en los rituales druídicos y paganos, los tiempos han cambiado, y también el rol y la relación con las drogas. Hoy son potingues, mayoritariamente químicos que actúan sobre la mente. Son peligrosas y 131

pueden inducir a un uso crónico y a una adicción, además de provocar estados de apatía, somnolencia y torpeza generalizada, con menoscabo de la sensibilidad, convulsiones e incluso coma, con lo cual se consiguen unos estados diferentes a los que se pretendían durante la consumación del ritual. Es por ello, que la recomendación generalizada al respecto, es no utilizar dichas sustancias alucinógenas. Por otra parte se ha de considerar el aumento de sectas religiosas que utilizan las drogas para conseguir la sumisión del adepto, lo que sin duda crea una dependencia absoluta entre sus seguidores. En el druidismo cualquier actitud, acto ritual o ceremonia que someta o puede dilucidarse como un sometimiento de la voluntad individual, es sin duda, execrable. Sin titubear, se aconseja como sustituto de las sustancias narcóticas, la meditación, la cual es mucho más efectiva cuando se practica y conoce. Es mejor que la mente medite, a que la mente divague. La mezcla de las experiencias espirituales con el consumo de drogas es un cóctel explosivo del que es muy difícil salir anímicamente bien parado. Quienes usan las drogas con fines espirituales, en la opinión del autor de este libro, no son lo suficientemente espirituales como para prescindir de ellas. Necesitan de los tóxicos alucinógenos para penetrar en sus realidades subjetivas y ponerse en contacto con sus divinidades. No es la atmósfera sagrada creada en el círculo, ni su conciencia serena las que les llevan y facilitan vivir esas experiencias, sino la borrachera, la embriaguez, el aturdimiento que les producen las drogas que se administran respirándolas, ingiriéndolas o a través de la piel, las que les conducen a experimentar lo que ellos piensan que es sagrado. Las naturales sustancias que segrega nuestro cerebro, de manera frecuente cuando estamos sumergidos en la experiencia de lo sagrado, son más que suficientes para hacernos regocijar con dulces éxtasis místicos, sin peligro de irse suicidándose lentamente. El efecto sedante de la meditación y de la paz espiritual, es de una calidad muy superior a cualquier tipo de tranquilizante farmacéutico o de droga hipnótica. 133

Por otra parte, antes del ritual, es recomendable también que se realice un poco de ejercicio físico diario, que el cuerpo se mueva, y que no esté en reposo demasiado tiempo, exceptuando los momentos de descanso. Si se soportan demasiadas horas sentado o en una posición incómoda, es aconsejable cambiar de postura y levantarse, caminando un poco. Es conveniente usar ropa cómoda y no ajustada, al igual que el calzado También, sin importar que tipo de actividad se realice a diario, es adecuada la ingestión de agua mineral, (mínimo 1,5 litros por día), ya que ésta se encarga de higienizar las partes internas físicas, aportando los oligoelementos y sales minerales propias del líquido, que ejercen un efecto positivo en el refuerzo del organismo y prevención de enfermedades a las que se está expuesto en una sociedad tan masificada, consumista e industrializada. Incluso en la cuestión alimenticia, se debería considerar que para una relación óptima con el entorno, como hicieron los druidas de antaño, correspondería nutrirse con alimentos naturales y propios de la temporada climática en la que se está y que se encuentran en nuestro entorno. Si se pretende comunicarse con aquello que nos rodea, con árboles y plantas, con animales etc., sería muy consecuente y armónico introducirse en la misma frecuencia y longitud de onda que ellos. Sirva el siguiente ejemplo como aclaración: Si se ingiere piña tropical o ananás en conserva, en Barcelona y en invierno, no se estaría en plena longitud de onda, puesto que la piña no se da en ese entorno. En conserva posee aditivos y conservantes artificiales para su mantenimiento en la lata o frasco y pierde sus propiedades. Es un fruto, que en estado natural, aporta un 85% de agua por lo que en invierno, la reposición de líquidos del cuerpo, no la requiere. Con el frío, al organismo le conviene nutrirse de alimentos calientes, y la piña en conserva normalmente se come fría. En cualquier 135

caso, la cuestión alimenticia es una sugerencia más para facilitar esa comunión, si acaso se pretende, con el entorno. Para preparar la mente es necesario hacer algún tipo de ejercicio como la meditación, que ayude a centrar los pensamientos o a colocar la mente en blanco. No son precisas largas horas de meditación, con algunos minutos diarios, por ejemplo antes de dormir, ya se logra cierto beneficio. Con esta práctica no sólo se aprender a concentrarse, sino también a abandonar la ansiedad a la que se pueda estar sometidos debido al deambular social y laboral diario. Existen diversos métodos para meditar, hay tratados y textos extensos sobre ello. No obstante, se recomienda iniciarla con sonidos parecidos a los conocidos “mantras” orientales, con palabras o frases consagradas cortas en las que concentrarse, que estén firmemente arraigadas en la espiritualidad druídica. Palabras tales como “Awen” “Imbas” “Lugh” “Dana”, “Aoí”, “Onn”, son alguna de las más populares. Después se procede a cerrar los ojos, permaneciendo en una posición confortable, tumbado o sentado y relajando todos los músculos, sin cruzar piernas o brazos, respirando suave y natural de forma lenta pero profunda y expirando de la misma manera, desde la parte baja del abdomen, hasta la parte alta de los pulmones. A continuación se repite mentalmente o en voz baja la palabra sagrada (“mántrica”) elegida, durante quince minutos. Al finalizar, no debería hacerse bruscamente, es preferible dar un lapso de tiempo a la mente y al cuerpo para volver al estado anterior al contemplativo. No será necesario aclarar que el lugar donde se practique dicha técnica de meditación debería estar ausente de ruidos, TV, radios o teléfonos o cualquier aparato electrónico. Sin embargo, una música armónica, alejando el aparato reproductor del entorno próximo, puede facilitar la tarea. Aquellas personas que padecen insomnio, pueden intentar técnicas meditativas para conciliar el sueño, que siempre es más saludable que tomar barbitúricos que a la larga se convierten en adictivos. 137

Es evidente que ayudaríamos a armonizar nuestras aturdidas mentes, si padeciendo de insomnio, excluyéramos de nuestra alimentación nocturna, alimentos pesados, refrescos o productos con cafeína, productos alcohólicos, incluso evitando el abuso del tabaco. Los requisitos de preparación, que también se inscriben en el marco de los rituales personales, para la realización de una ceremonia no son realmente difíciles. Ni son manías, caprichos o prejuicios, pues aunque son voluntarios, deberían ser para el practicante un hábito previo a cualquier ceremonial, si realmente se lo toma en serio y desea junto a los demás mantener la energía y fortaleza del círculo. No son rutinas de un esfuerzo supremo ya que de convertirse en hábitos, entrarían en la definición de método o estilo que no serían más dificultosos de realizar que los de los “rituales menores” que se realizan cotidianamente para ducharse, levantarse de la cama, ir al trabajo, etc. Aquellas personas que no sean capaces de atenerse a ninguno de los requisitos mínimos, tampoco, deben tener un mínimo interés en integrarse en cualquier ceremonia druídica. No obstante, lo expuesto no son dogmas, sino consejos para facilitar una conexión óptima con el entorno. Que cada cual pues, actúe según le sugiera su conciencia. Componentes humanos El círculo druídico, en lo concerniente al factor humano, reúne a personas que pertenecen o siguen esta espiritualidad. A menudo, en las ceremonias suelen invitarse a otros hombres o mujeres paganos de cualquier senda positiva, y afín con las esencias druídicas. Pero el círculo druídico abarca más aspectos que los ceremoniales y litúrgicos. También es un grupo activo de personas unidas por una misma espiritualidad que realizan otra serie de actividades, que podríamos catalogar como sociales, ecológicas, colectivas, solidarias, tanto en los ámbitos urbanos como rurales o agrestes. 139

Al igual que los druidas de antaño, los actuales, no están circunscritos a una sola área. Uno de los objetivos de los druidas del pasado, era conseguir la sacralización de toda la sociedad, incluido por supuesto el entorno agreste. Con este propósito, evitaban que su tarea fuera entendida como un mero sacerdocio, pues sabían que el patrimonio de lo sagrado se derrocha fácilmente solo con los usos religiosos. El cometido concluyente en los rituales, además de venerar a los antepasados, a las diferentes Divinidades, emanaciones de La Primordial Fuente, además de celebrar los cambios estacionales, y de fomentar la cohesión tribal, es cambiar la condición del hombre mismo, aproximarlo a otro modo de entender el micro y macro cosmos y su posición, meta y nivel en él. El druida de ayer y el de hoy tienen como sagrada misión, despertar, enseñar lo que sabe y estimular la espiritualidad de las personas que con buena voluntad se le acerquen para conocerla. No es proselitista ni fanático, pero si es entusiasta en su cometido. El número de personas que se requiere como mínimo para realizar una conmemoración druídica grupal o colectiva, es de cuatro. Menor número de personas, más se aproxima a una reunión de tres o menos amigos que no van a poder efectuar una ceremonia como tal con eficiencia en el medio silvestre. Aunque ciertamente, se puede hacer cualquier ritual individual o de más individuos en la privacidad del hogar o en el exterior, pero con otras connotaciones más íntimas. También son factibles, los rituales personales e íntimos con diversos fines espirituales o vitales, tanto en el bosque como en nuestra vivienda u otro paraje, pero con vínculos y desenlaces diferentes a los cultos ceremoniales grupales. Además de las cuestiones de eficiencia, el número cuatro tiene muchas connotaciones místicas, druídicas y célticas, como los siguientes ejemplos; Cuatro son las fases principales de la luna: Llena, Menguante, Nueva y Creciente. 141

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Cuatro son los animales primarios totémicos: Jabalí, Ciervo, Águila y Salmón Cuatro son las edades del Hombre: Infancia, Juventud, Madurez y Vejez. Cuatro son los tesoros míticos de los celtas: La Lanza de Lugh, la Espada de Nuada, el Caldero de El Dagda y la Piedra Lia Fáil. Cuatro son las ciudades míticas de los celtas: Gorias, Finnias, Murias y Fálias Cuatro son los maestros druidas legendarios: Morias (Morfesa, Morfis, Marouessos), Sémias (Simias), Urias (Esras, Esdratis o Euras) y Arias (Uscias) Cuatro son las funciones primordiales entre los druidas de Irlanda: Conocimiento, Batalla, Prosperidad y Canción, relacionadas con los puntos cardinales básicos: Oeste, Norte, Este y Sur. Cuatro son las festividades Mayores druídicas: Samhain, Imbolc, Beltane y Lughnasadh

Y Cuatro son las festividades Menores druídicas: 

-Alban Arthan (Solsticio de Invierno) Deuorius Riuri” que es la fiesta de invierno que marca el calendario de Coligny y que celebran algunas agrupaciones druídicas de rito armoricano o gálico. En la Irlanda actual se conoce como Mean Geimhridh, Grianstad an Gheimhridh y en Escocia se llama An FheillShlinnein, en referencia a un tipo de adivinación mediante huesos quemados de buey. Matronucta en galo y Modra Necht en galés, son otros de sus apelativos. En algunas órdenes druídicas galas recibe también el nombre de Geimros y Genimalacta 143



-Alban Eilir, (Equinoccio de Primavera) También Ostara, Oestre, Eostre, Eastre, Alban Eilir o Eiler, Elaris Alba, Alban Talamonos, Mean Earraigh, Esracos, Satios, Sul Bleuniou/Sul ar Vleuniou (breton),



-Alban Heruin (Solsticio de Verano) “An Fhéill-Eoin” “Gwyl Ifan” entre los galeses, Golowan entre los celtas córnicos, Mean Samhraidh entre los irlandeses, Samara o Eruina Alba entre los galos y Tantad entre los bretones.



-Alban Elfed (Equinoccio de Otoño) Alban Elued, Eluetias Alba, o Luz del Agua, “Tiocobricstio”. “Vogiemos” y “Dervobrextio”. Más tardíamente, en otras zonas insulares celtas se celebraba con el nombre de Mea'n Fo'mhair o Mean Foghamar.

Inciso No se citarán, los consabidos 4 elementos; tierra, aire, agua y fuego, porque realmente la Teoría de la existencia de un principio permanente origen de todo, más conocida como la "Teoría de los 4 elementos", fue formulada por cuatro filósofos de la Antigua Grecia: Tales, Anaxímenes, Heráclito, y más tarde Empédocles. Años más tarde esta teoría fue aceptada por otro filósofo de la Cultura Helénica como fue Aristóteles y gracias a él ha pervivido tantos siglos. Sin embargo, aunque existen muchos druidas actuales, que tienen en cuenta dicha teoría en sus rituales, sigue siendo una creencia, hipótesis o deducción tenuemente druídica, adoptada con cierto vigor recientemente en la historia del Druidismo. En el druidismo se habla de tres “elementos” o principios esenciales: Agua, Tierra y Aire, que se asocian a múltiples conceptos metafísicos como por ejemplo los Tres Reinos, aunque dichas tres esencias no eran vistas solo como manifestaciones exclusivamente de lo físico, sino como formas de entender la vida. La comprensión de sus propias existencias pasaba por la integración con La Tierra, el Agua y el Aire y todo cuanto en ellos había 145

y existía. Por ello, al fuego, al “Tan” o “Aed”, entre las lenguas celtas, lo consideraban como un soplo sagrado, un poder, un factor noble de transmutación y un arquetipo, asociado a la vida, a la muerte, a la purificación, por ejemplo cuando lo utilizaban en las conocidas hogueras ceremoniales. Pero no fue considerado un elemento raíz al estilo conceptual griego. Resumiendo, no existen evidencias que avalen remotas teorías o prácticas sobre los cuatro elementos helénicos en los rituales druídicos. Sin embargo, en la posterior restauración medieval de estos ritos, se encuentra alguna tenue correspondencia. Otras consideraciones sobre el factor fuego El polémico debate sobre el tema del fuego, bajo cualquiera de sus connotaciones, es una cuestión que atañe a varias corrientes espirituales y culturales de este planeta, que lo han considerado como elemento primario o lo contrario. Algunas corrientes espirituales orientales también consideran a la madera como elemento primario, pero entre las cosmovisiones indoeuropeas como los griegos, romanos y etc, ha sido conceptuado tanto como elemento primario, como debiendo su existencia a los otros tres, es decir, al agua, a la tierra y al aire. En la filosofía druídica, también indoeuropea, principalmente, ha sido calificado según esta última concepción, aunque algunas órdenes druídicas actuales lo contemplan como principio primario, incluso está presente en sus rituales. La ciencia de hoy en día, apoya el punto de vista mayoritario druídico, es decir, el fuego debe su existencia a la acción del oxígeno u otro gas, que druídicamente pertenecen al simbolismo místico del Reino del Aire. Como también sabemos hoy, a un nivel mundano y físico, el fuego es una reacción de oxidación de material combustible, que se acompaña de una liberación de energía. El oxígeno u otro gas, el calor provocado y el combustible en proporciones apropiadas, crean el fuego y si uno de estos elementos faltara o fallara, éste no existiría. 147

No obstante, el simbolismo del fuego es sumamente arcaico. Estaba ya grabado en la mente de los druidas como luz que se fraguaba en lo etéreo y se proyectaba en el aspecto de centellas y relámpagos o de los rayos vivificantes del sol. El antepasado celta conectaba el fuego celeste con sus mismos dioses y al fuego subterráneo como una entidad con precisas expresiones, ambas de origen divino, simbolizando, por otra parte en diferentes ocasiones, también al eje del mundo que une lo terrenal con lo etéreo. El fuego tiene un profundo sentido de tipo místico-espiritual. En el druidismo, es un símbolo noble y vivo que se crea consciente e inconscientemente. Ya los druidas empleaban el rayo de luz solar para encender, en no pocas veces el fuego de sus altares, lo ejecutaban concentrando el rayo sobre un cristal apropiadamente tallado y engarzado, para atraer el fuego divino desde el firmamento hasta el santuario. El fuego es el componente que simboliza la iluminación personal, pero también la transmutación universal, es el que se eleva hacia el cielo y a sí mismo se sublima, es el que contribuye al Gran Plan Cósmico, es el que transmutado otorga nuevas modalidades de energía y progreso, si es sostenible y adecuado, para la Humanidad. El fuego, es también el atributo de la metamorfosis espiritual incitando a la meditación y al auto conocimiento, sabedor de las certezas y verdades custodiadas recónditamente en el inconsciente humano. Y, además, es un elemento que el humano descubrió por sí mismo y que también puede originar por él mismo. Lo cual permitió que desde épocas remotas y gracias también a ello, pudiera sentirse parte de la Divinidad. Por todo ello, el que haya algunos seguidores druídicos o filósofos de variadas tendencias que no lo conceptúen como elemento, o que ni siquiera lo consideren un elemento natural primario, no indica que el fuego no se tenga en alta consideración y valoración dadas sus cualidades y propiedades, tanto místicas, mágicas, como funcionales. 149

Aún no siendo considerado primario, es de suma importancia, pues su índole guarda un misterio que entra de lleno en las simbologías cósmicas, aún no entendidas plenamente por los humanos. Cuando se habla de elementos primarios desde un punto de vista orgánico nos referimos, incluso con metáforas a aquellos que son entornos básicos en el planeta Tierra. Cuando hablamos filosóficamente o desde la espiritualidad, establecemos tres o cuatro elementos primarios, según las concepciones de cada cual. Algunos seguidores druídicos consideran que la materia, es decir, todo lo que nos rodea y que percibimos a través de los sentidos, viene en tres presentaciones aparentemente distintas, básicas y exclusivas: En sólido, en líquido o en gaseoso (gas), es decir una tríada, tan apreciada en esta espiritualidad, que se simboliza como Tierra, Agua y Aire. Por ello, inicialmente cabe una elemental matización sobre el fuego, puesto que no es lo mismo tratar sobre él como un elemento esencial natural que como un principio primario metafísico. En cuanto a la consideración como elemento esencial natural o principio primario material, se ha de reflexionar primeramente sobre su influencia en la existencia del ser humano: El Homo Ergaster, se supone fue el primer ser conocido, hasta los descubrimientos actuales, cuyos restos están asociados con el fuego. Se conoce que lo manipularon y realizaron agujeros en el suelo para instalarlo. Anteriormente al Homo Ergaster, la manifestación del fuego se debía a los rayos de las tormentas, a la erupción de los volcanes, a igniciones de elementos gaseosos o materias orgánicas en descomposición, pero provocados siempre por la naturaleza de la cual aprendió el hombre. Al principio, éste lo obtuvo de fuentes naturales como árboles ardiendo, por la intervención de un rayo, a través incendios naturales causados por los rayos del sol o de volcanes en erupción y otros fenómenos naturales. Más tarde, el hombre aprendió a hacer fuego por medio de dos métodos elementales: percusión y rozamiento. El método de percusión consistía en golpear dos pedazos de pedernal, generando 151

chispas que encendían el material combustible. Y el de rozamiento que se consistía en frotar dos trozos de madera básicamente. Lo que es evidente, es que el dominio del fuego, no le fue indispensable al hombre primitivo para la supervivencia hasta entonces, siendo posteriormente, el único animal capaz conscientemente de provocarlo o producirlo. Aunque también es evidente, que el conocer las técnicas para producirlo fue uno de los grandes descubrimientos de la humanidad, que mejoró y transmutó desde aquellos tiempos hasta hoy, la vida humana y aumentó significativamente las posibilidades de supervivencia. Tierra, Agua, Fuego y Aire en su forma natural, son propiedades del comportamiento de la materia, propiedades comunes a todos los fenómenos materiales y que todo cuerpo material exhibe, pero se afirma que de estos, el fuego no es un elemento primario porque se necesita de la combinación o acción de alguno o de los otros tres para que se manifieste. Y, sin embargo, es una mutación, un proceso, que puede transformar a los tres que se podrían considerar “a priori” primarios. El fuego es también, el factor mediante el cual todos los fenómenos materiales tienen cierto grado de calor. Cuando una sustancia en particular es sentida como fría, se debe a que está menos caliente que nuestro propio cuerpo. Por lo tanto toda materia posee cierto grado de calor, cierta cantidad del elemento fuego, pero no es un valor absoluto, sino relativo. Ya que el fuego nos da calor o sensación de calor en relación, al estado de temple de nuestro propio cuerpo. Pero además de estas consideraciones, que efectivamente son primarias y básicas, tenemos que físicamente los elementos primarios que pueden darse en la naturaleza, los estableció un tal Dimitri Ivanovich Mendeliev que clasificó en 1860, los elementos químicos ya conocidos, dicha clasificación fue mejorada posteriormente, es lo que se ha llamado Tabla Periódica. De todos los elementos que componen dicha tabla se ha establecido hasta la fecha que los considerados elementos de la vida o bioelementos son unos 25, es decir, de momento se piensa que la vida en la Tierra ha 153

surgido de unos elementos concretos, de sus propiedades físicoquímicas y sus procesos. A su vez, se establece que los bioelementos primarios, son básicamente el carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Con ello tenemos que al tratar de elementos primarios como agua, tierra y aire, estamos empleando metáforas y síntesis, aún cuando se traten desde un punto de vista físico o material, pero con una capacidad de análisis concreta e inconscientemente desde una forma particular de entender el mundo. Así podríamos decir que cuando afirmamos que la Tierra, el Aire y el Agua, son principios primordiales y el Fuego es un agente transformador, nos estamos refiriendo a que los tres primeros son elementos o entornos básicos y el último, un agente o factor capaz de transmutarlos. Pues como es sabido, la materia no se destruye, ni por la acción del fuego, sino que éste, transforma la energía de la materia de distintas maneras. En cuanto a la consideración como principio o elemento activo y primario desde la perspectiva metafísica druídica, que es a la que concierne en este inciso: los elementos no expresan exclusivamente la literalidad de los términos y aun no siendo considerado por algunos seguidores de esta filosofía como primario terrenalmente hablando, se asocia a las divinidades y también a lo que hay de divino en el hombre como parte del Todo. Por lo tanto, dentro de la espiritualidad druídica tiene una relevancia sumamente importante. Su simbolismo está sujeto a la mística del espíritu, a esa fuerza interior que reside en lo más recóndito del ser humano y en realidad de todas las cosas. Desde este plano se conceptúa también, como una manifestación energética de los otros tres elementos que le dan vida. Por supuesto, entre los celtas, el fuego era un compendio de calor y de luz, muy relacionado con la purificación, y con la veneración al Sol. Era un símbolo de muchos rituales como los de Samhain y Beltane. Dijo Amerghin, el druida de los hijos de Milé, en el Libro de las Invasiones, al arribar a Erin: 155

“Yo soy el dios que forma en la cabeza del hombre el fuego del pensamiento”. Es evidente que el fuego es símbolo de los dioses solares, igual que el hacha, la flecha o el martillo, recordemos a Lugh, a Sukellos o al Thor germánico. Por otra parte y debido a este admirable respeto y concepción, también el fuego del hogar representaba el centro de la actividad de la familia. Tanto el cocinar, el comer, como el contar proezas de antepasados y dioses, se recitaban o relataban alrededor del fuego central, al final de cada día laborable. Era allí donde el druida bardo o el jefe del clan, narraba las tradiciones mágicas, las leyendas, la historia, las cuales se transmitían también por estos, de generación en generación. Ellos eran capaces de inspirarse en la cualidad elemental del fuego y su llama, como un factor capaz de transmutación, incluso en el espíritu del hombre. Factor, que además tiene la habilidad física de cambiar la sustancia de un plano de energía a otro. Se podría hacer una alusión al Big Bang o Gran Explosión, que algunos piensan fue el Fuego Primario y Creador, y con ello intentan avalar la idea del Fuego como elemento capital y divinidad suprema, siguiendo algunas conjeturas de los filósofos griegos. Pero dichas creencias se alejan de las concepciones druídicas, puesto que toda la energía que nos rodea, desde el calor del Sol, hasta las radiaciones cósmicas que apenas superan el cero absoluto, es un resto de esa primera explosión y un proceso expansivo, o si se prefiere transmutador, de ese un acontecimiento cósmico, que para el druidismo también es Divino y originado en primera instancia por la Divinidad, que es mucho más que energía, sin la cual tampoco hubiera tenido lugar. Los Druidas acostumbraban a emplear el rayo de la Luz Solar para encender el Fuego en sus altares; esto lo hacían concentrando el rayo sobre un cristal o aguamarina, especialmente tallado y engarzado en forma de broche mágico o hebilla en el cinturón del Archidruida. En el libro de Charles Vallancey “Collectanea de Rebus Hibernicis” a este 157

broche se lo denominaba “liath meisicith o liath fail” y se suponía que tenía el poder de atraer el Fuego Divino desde el cielo y concentrar sus energías para ponerlas al servicio del hombre Siguiendo con la cuestión numérica sobre los miembros de un círculo druídico, de igual manera, el número adecuado máximo de asistentes a cualquier ritual, es muy variable, dependiendo de la estructura y posibilidades del círculo como congregación, pero “a priori”, el número trece es un adecuado y propicio cupo, sin que necesariamente deba ser estricto. Por otra parte, el número trece, también tiene sus propias connotaciones místico-espirituales y célticas. Trece son las lunaciones que tiene el ciclo espiritual. Aunque ciertamente, el número de participantes máximo por el cual un círculo deja de ser efectivo depende de muchos factores, como puede ser incluso la fraternidad alcanzada entre todos s us componentes, un círculo sin estos vínculos afectuosos o con lazos frágiles entre los integrantes, o con conflictos inter-personales, desequilibra la armonía y debilita el resultado que puede conseguir el círculo como conjunto. Por otro lado, el círculo debería tener un portavoz o dos, a modo de oficiantes en el tema del ritual, preferentemente de ambas polaridades humanas, es decir, femenino y masculino. Si dichos oficiantes son druidas/druidesas reconocidos, sería lo más deseable. Hay ciertos grupos paganos que no realizan sus rituales u otras actividades con personas de los dos sexos. Pero al margen de opinar si es un acierto o un desacierto, esa discriminación sexista, no ocurre en los círculos de orientación y espiritualidad druídica. Las dos polaridades que se expresan físicamente en la especie humana, con sus fuerzas, energías, potencias, virtudes y singularidades varias, no son contradictorias, ni se repelen la una a la otra, sino que se yuxtaponen y se combinan, como así sucedía antaño en la celebración de Imbolc, donde se veneraba a la mujer y los hombres aprendían de ellas, estableciendo una vez más contacto con su polaridad femenina. O por el contrario, como ocurría en la festividad de 159

Lughnasadh, donde eran las mujeres las que admiraban las cualidades varoniles, aprendiendo de ellas y armonizándose con su propia polaridad masculina. Los celtas en general, eran conscientes de la necesidad del equilibrio interno entre los polos masculino y femenino, cuando ambos permanecían en concordia en el interior de cada ser humano. Por ello se apoya, en momentos de meditación grupal, y similares, la intercalación de personas de uno y otro sexo, unidos por sus manos, para dar mayor cohesión al círculo y mayor fuerza energética, justo por la combinación de las potencialidades de ambas sexualidades humanas. La unión justamente por las manos, y no por los brazos por ejemplo, en momentos de meditación grupal, tampoco es un capricho, pues éstas son unas de las más importantes partes del cuerpo humano, junto con los pies, ya que absorben la energía, tanto la que otros seres nos puedan transmitir, como la que se impulsa desde las extremidades y otros entes captan, sean estos, animales, humanos o no, vegetales o minerales. También, las palmas de las manos, al igual que las plantas de los pies, tienen una serie de terminaciones nerviosas y cauces por donde fluye la energía del cuerpo. Es obvio que intentar esta conexión por los pies al desnudo, es algo más complicado, por lo que sigue prevaleciendo la recomendación de efectuarla mediante las palmas de las manos. Al crear el espacio ritual o Nemetón, en formación de círculo, si éste es trazado o dibujado, aunque no es ritualmente necesario puede realizarse su contorno con una rama o cayado de roble o cualquier otro árbol. Se indica, “si éste es trazado”, porque puede darse la circunstancia de hallar un lugar tan idóneo y conveniente para el grupo, que no sea preciso trazarlo. En la antigüedad, los druidas no delineaban círculos; puesto que el claro del bosque “per se “era donde se establecía el Nemeton, y esa era el “círculo” o esfera sagrada. 161

No es necesario indicar, que si no se tiene ya un cayado, concedido o asignado por la Naturaleza, no debería ser arrancado o cortado de su natural tenedor. Se sugiere que éste debe ser otorgado y regalado por el bosque. No obstante, si con todo, se insiste en delinear el círculo debido a circunstancias variables, puede realizarse igualmente con una espada o lanza, representativas ambas de dos de los tesoros de los Tuatha dé Danann. Dicho círculo puede diseñarse también con montones o pilas de piedras más o menos menudas, sin embargo, esto implica un mayor esfuerzo tanto en tiempo como en lo físico. Si se realiza de esta manera, como obsequio a estos esmeros, sentiremos una intensa y positiva energía, pues las piedras llevan consigo toda la fuerza de todos los tiempos, de la Madre Naturaleza. El círculo se proyecta en sentido horario o del sol, es decir, en “deosil”. La palabra “Deaseil”, no significa otra cosa, que “el sentido en el que camina el Sol”, empezando y acabando por el Este, tal y como hacían los druidas ancestrales. Ellos denominaban “deisel” “a la manera de la mano derecha”. El círculo puede trazarse con unas medidas mínimas aconsejables. En el caso de haber cuatro personas en ceremonia, el mínimo diámetro recomendable es de dos metros. Con solo cuatro personas, más diámetro circular se pierde calor humano, pero con menos trazo, las personas que interactúan, se interferirán y estorbarán unos con los otros. Para establecer los puntos cardinales del círculo, si no conocemos la orientación, es preciso utilizar una brújula. La circunferencia es símbolo, además, del infinito y de la eternidad, pues no tiene principio ni fin. Si se erige o instala un altar, este debe estar orientado hacia la salida del Sol, es decir, hacia el Este, como los ancestros hacían, ofreciendo homenaje al despunte de la energía renovadora. El altar puede ser una piedra o roca, de adecuadas dimensiones y estable. Puede ser un tablero sobre caballetes, ambos, de madera, sin elementos artificiales. Incluso puede ser la misma Tierra que pisamos, sobre un área específica que se señalará para tal efecto con algún tejido, 163

tela o paño de algún color armonizado con la estación en la que se celebra el ritual: Si el bosque está verde, verde podría ser el color apropiado, si está blanco por la caída de la nieve, blanco sería el color adecuado, si está rojizo o amarillento por la inminente caída de la hoja etc., estos merecerían ser los colores aplicados. Si aún y así se tienen dudas sobre el color conveniente, sería aconsejable como fórmula general, obtener un paño o lienzo blanco de algún tejido no sintético, preferentemente de origen vegetal como algodón, lino, hilo, yute, ramio, sisal etc. y libres de tintes químicos. Dentro de un santuario druídico o Nemeton, el altar, que puede ser considerado como más acertado para los ritos, obtiene sus elementos de plantas, ramas u hojas que se hayan podido encontrar en ese mismo bosque, también de minerales o piedras sin pulir, tal y como se han encontrado en su estado natural, ya que así son excelentes conductoras de energía. Dichos elementos cumplen una función decorativa, pero sobre todo cumplen una función simbólica. Al recogerlas, no estaría de más tener en cuenta aquel aforismo que se dice entre druídicos “si tomas una piedra del bosque, no lo hagas solo con la mano, tómala también con el corazón y así la sentirás en tu alma”. Se puede igualmente colocar velas, candelas o antorchas para facilitar la visión tanto del altar, como del área del círculo, si ello es preciso. Pero, si el altar está muy lleno de objetos, éste puede ser más una distracción y un obstáculo, que un soporte para nuestra práctica espiritual. El altar debe ser fuente de calma, de energía canalizada hacia nosotros. Se sabe que los antiguos druidas, instruían y realizaban ciertos rituales junto a sus discípulos en el interior de cuevas las cuales iluminaban. Utilizaban para su alumbrado, como resultará obvio suponer, el fuego. No sólo usaron antorchas, teas u hogueras cuando sus rituales eran al aire libre, sino que también utilizaron velas, al parecer, de cera virgen de abeja, sin blanquear. Incluso, cuando los bardos buscando la inspiración de La Awen, se recluían en lugares aislados como chozas, 165

cabañas, cuevas, etc., sin ventanas, para impedir la entrada al sonido del exterior o a la luz del día. La única Luz que solían tener era la de la iluminación de la Awen y aquella tenue claridad que proporcionaban las llamas de las velas de cera. Ciertamente, a pocas personas no les resultan embriagadoras la luz de una vela o las llamas de una hoguera que cautivan, hipnotizan y ayudan a que acuda la Awen/Imbas. Se ha de mencionar, que todo objeto utilizado en un ritual druídico es un elemento que posee sus cualidades propias y su simbología. Estos objetos, son herramientas y arquetipos valiosos, pues la percepción de una imagen, activa todo nuestro ser. Impulsa a la mente, en su forma racional o emotiva, a la evocación memorística de la herencia espiritual, a la imaginación en los planos intuitivos y en el orbe de los deseos, incluida la afectividad. Es decir, involucra todo nuestro Ser, tanto al plano consciente como al nivel inconsciente. Así se puede llegar a comprender que la apreciación alegórica del símbolo, descubre las profundidades de nuestro Ser, a través del objeto que nos estimula, y expande nuestro autentico Yo. Simbolizar es lo consecuente en el ser humano, es lo más claramente perceptible, lo más testimonial o útil; e incluso es el principio por el que se manifiestan las esencias inconscientes hacia el plano consciente, gracias a una sucesión de evocaciones, reminiscencias, sentimientos y otras metáforas. El símbolo se utiliza frecuentemente en la vida cotidiana, y en el ritual, tampoco podría ser de otra manera. Es necesario, para activar los pensamientos, para encarnarlos de la manera más adecuada. Sirven para desplegarse hacia nuevas dimensiones, para proyectar la mente y el espíritu hacia lo infinito, y librar al ser de las limitaciones físicas que lo restringen. Cualquier símbolo debería ser un elemento encaminado hacia una realización propia de crecimiento interior, y ser también, un manantial 167

de conocimiento, ya que combina los diferentes niveles de nuestras mentes. El símbolo y el arquetipo es el lenguaje que también utiliza el espíritu a través de la mente y el cuerpo como medio de comunicación en el ritual druídico. Con ellos la magia interior se concentra, y facilita que ésta entre en contacto con el sub-consciente para ayudarle a realizar, entender e involucrarse íntimamente con la ceremonia. Los Cuartos del Claro o Círculo Druídico En párrafos anteriores se ha mencionado como establecer los puntos cardinales, ayudados por una brújula. Y ahora se cita a los cuartos de nuevo, pues éstos, antaño correspondían a funciones dentro de la Tribu misma, relacionados con direcciones telúricas, con ciudades míticas, tesoros épicos a modo de talismanes y druidas legendarios. Es, en referencia a estos arquetipos y símbolos como en la ceremonia druídica se establecen los cuartos en la zona del Nemetón ritual. Hay investigadores del druidismo que varían el orden que se expondrá a continuación y las correspondencias con los tesoros y las ciudades míticas, pero en este texto se señalarán las vinculaciones más usuales aplicadas a las funciones. No obstante, ello no quiere decir que órdenes y grupos druídicos de diversa condición y estilo, con sus propias percepciones sobre el asunto, empleen las correspondencias que aquí se expondrán. Los nombres de los druidas que se mencionarán entre paréntesis, son los que aparecen en el “Libro de las Invasiones” o “Leabhar Ghabhála Erínn”, los mencionados antes del paréntesis son otros nombres que investigadores de lo céltico, les dan1. Sin embargo, tanto 1 Nota; Algunas órdenes o agrupaciones druídicas de tradición bretona o gálica, establecen los siguientes nombres:Para las cuatro islas o ciudades míticas del norte del mundo: Ualiassos, Goriassos, Uindiassos y Moriassos, de donde provienen los “Toutai Deuas Danunas” (Tuatha dé Dannan”) Para los cuatro tesoros: La espada de Nodons, La Lanza de Lugus, La Piedra de Ualis y el Caldero de Dagodeuos. 169

unos como otros, aparecen postreramente, en épocas ya de la cristianización y cabe sospechar que no son reflejos exactos de los tiempos pre-cristianos, aunque, se pueden relacionar perfectamente con el espacio sagrado druídico de los cuartos en los tiempos actuales. AGRUPACIONES SEGÚN EL SIMBOLISMO DE LAS CUATRO FUNCIONES CELTAS PRIMORDIALES FIOS OESTE MURIAS CALDERO DAGDAH CIERVO AGUA

CATH NORTE FINDIAS ESPADA NUADA JABALI TIERRA

BLATH ESTE GORIAS LANZA LUGH AGUILA AIRE

AGRUPACIONES SEGÚN EL SIMBOLISMO DE LOS TRES PRINCIPIOS ESENCIALES + FACTOR FUEGO AGUA OESTE LANZA LUGH GORIAS SALMON CONOCIMIENTO

TIERRA NORTE LIA FAIL FALIAS JABALI BATALLA

AIRE ESTE CALDERO DAGDA MURIAS AGUILA PROSPERIDAD

Para los cuatro maestros druidas legendarios y primordiales: Marouesos, Esdrios, Idscios y Semios. Para las cuatro festividades druídicas: Trinox. Samoni, Ambiuolcaia, Belotennia y Luginaissatis.

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Al Oeste: La primera función es atribuida al Conocimiento, llamado “Fios”, su dirección telúrica es el Oeste, la ciudad mítica relacionada con esta dirección telúrica y mística sería Murias (Muir en gaélico es Mar). Murias es llamada la ciudad de las grandes proezas. Murias fortaleza de pináculos, Murias ciudad del mar. El maestro druida legendario es el afable Sénias o Sémias o Semiath, Semios o Semiatis, "el Sutil". El tesoro épico y emblemático que procede de la ciudad de Murias es el Caldero “Coire Anseasc” (Caldero Húmedo) del Dios creador del Draoicht, (pronunciado Drikt (Druidismo)); del gigantesco y ciclópeo Daghda. Caldero nunca seco, y nadie que se surtiera de él, quedaba insatisfecho. Un caldero, de Regeneración y renacimiento, de fertilidad, en cuyo interior, húmedo y oscuro, bulle la vida, como en el mismo mar. Por otra parte, las concentraciones de agua dulce como lagos, pozos, pantanos, ciénagas, etc., fueron considerados como pórticos de acceso al Mundo Inferior cuya antesala era el mar. Por ello la inmersión en el Caldero del Daghda, representa también un simbólico umbral para acceder al Mundo del Pasado, a esa dimensión profunda y también íntima que es el Mundo Inferior. Un portal por donde además, debe pasar todo mortal en sus ciclos de vida y renacimiento. Es la dirección que se vincula al simbolismo celta del elemento Agua, aunque en el mundo celta antiguo, existía una diferenciación en el simbolismo entre el agua del mar o salada y las aguas dulces pertenecientes a manantiales, fuentes, ríos, pantanos, estuarios, pozos, etc. Las primeras pertenecen al ámbito del Mundo Inferior y las segundas pertenecen al ámbito del Reino Medio, pero también con vinculaciones a ese Mundo Inferior. 173

Una de las divinidades celtas relacionada con esta dirección es Mannanan Mac Lir, que mora en los reinos marinos, teniendo su residencia en ellos, tutelando y gobernando al mismo tiempo sobre el mar y siendo el guía de las almas de los fallecidos hacia el Inframundo. Poseedor también de la "Crane Bag" (irlandés: “corrbolg” literalmente, Bolsa de (piel de) Grulla, una bolsa mágica y de curación, donde guardaba sus talismanes, que es un símbolo análogo al Caldero del Daghda. También la diosa celta galesa Kerridwen (Cerda Blanca) tiene su vínculo con esta dirección, merced a su caldero de la sabiduría y de la inspiración que es un vigoroso símbolo de la magia de la transformación y evolución, así como de los aprendizajes en los conocimientos alcanzados a través de las renovaciones, de las vicisitudes de la vida y de la experiencia. Otras divinidades que pueden relacionarse con esta dirección pero que incluso pueden corresponderse con las otras funciones serían; La diosa celta continental Rigantona, la galesa Rhiannon, la irlandesa Macha. Las dos primeras especialmente por su carácter de conductoras de almas al Inframundo. En cuanto a los animales totémicos y su simbología relacionada en este caso con las orientaciones sagradas donde ejercen de guías espirituales, se considera que el ciervo es un antepasado mítico de los celtas, siendo en sus atributos una de los representaciones más manifiestas de la fertilidad, a la vez que tutor o guía de las almas de los fallecidos, convirtiéndose de esta manera en un ser psicopompo, más aun si éste es blanco. También existe la leyenda de Tuan Mac Cairill, entre otras, que narra cómo este personaje se va transformando sucesivamente, en ciervo, jabalí, águila y finalmente en salmón, lo que para muchos, esta leyenda establece los cuatro animales sagrados primordiales del Druidismo, como son los mencionados, siendo el salmón el animal que mejor se vincula al Oeste, si se quiere tener en cuenta los simbolismos que mejor se adaptan al elemento agua. 175

No obstante, en los Mabinogion se cita que los animales más antiguos del universo son mirlo, ciervo, águila y salmón. También en otras páginas del referido Mabinogion se cita a otro salmón en la historia de Kulhwch Y Olwen, donde se menciona al salmón de Llynn Llyw. Pero si a esta dirección se le quiere atribuir la función más apropiada y vincularla al animal que mejor la representa, puede dilucidarse que el animal primordial que mejor se consagra es el Ciervo, como nos cuenta la leyenda de Ossian (cervato) hijo de Finn Mac Cumhaill, que tuvo un hijo, producto de sus amores con un ser femenino del Otro Mundo llamada Sadv, convertida en cierva dorada. Ya crecido Ossian, quedó cautivado por la belleza de Niamh Chinn Óir, (Niamh del pelo dorado) hija de Mananann, viajando con ella hacia el reino de Tir na n’Og. Al Norte: La segunda función es atribuida a la Batalla, llamada “Cath”, su dirección telúrica es el Norte, su Ciudad mítica relacionada es Findias o Finnias, la ciudad de los Dannan que tiene la inmutabilidad del metal inquebrantable,” Fortaleza Blanca con belleza de nube”. El maestro druida legendario que procede de esta ciudad es Arias (Usicias) y el tesoro épico que procede de la misma ciudad es la Espada del rey de los Tuatha dé Dannan; Nuada. Espada que simboliza el valor, el coraje en la batalla y alegoriza la fortaleza del ánimo en los combates y conflictos interiores y su triunfo final. El brío en la lucha diaria para acometer nuevos retos personales. Y el elemento que puede ser relacionado con esta dirección, es la Tierra. Alude al espíritu guerrero de los celtas, pero también a todas las batallas que debe librar la esencia humana contra las lacras personales adquiridas y los errores cometidos, venciendo lo que es trivial para progresar anímicamente. Ya cuando la conciencia se halla preparada para ampliarse, para escalar a un nuevo nivel de entendimiento, debe luchar con determinación 177

contra las propias ideas y actitudes erróneas, siendo entonces cuando suenan los “carnyx” de guerra interiores como una llamada espiritual a la batalla y empieza la lucha. El fondo de nuestro mundo interno vibra ante el temblor que produce el paso de las huestes de La elevada Conciencia que se enfrentan a las fuerzas del estancamiento, las cuales ofrecen una férrea resistencia, pero que deben ser vencidas para alcanzar el siguiente nivel y franquear el paso que se halla justo detrás de ellas. Por otro lado, en el ámbito celta esta segunda función de la batalla se puede fragmentar en principio en tres aspectos ambivalentes. Por un lado hay una divinidad de la guerra, como puede ser Oghma-OgméOgmios, por otro, un rey que también es guerrero Nuada-Nodons y finalmente un héroe, que puede ser divino, semi divino o humano, Lugh-Cuchulainn. Pero una de las divinidades celtas que mejor se relacionan con esta dirección y sus significados o simbolismos, es la diosa celta irlandesa llamada la Morrighan, a veces representada con armaduras y armas variadas. Efectivamente Morrihgan o la Gran Reina, es una diosa de la batalla y de la muerte, pero simboliza la fuerza interna, el impulso, el ánimo y la determinación para el combate, ya que esta divinidad nunca usó la fuerza física, sino la mágica para la batalla. Un combate que no solo se interpreta contra enemigos externos, sino sobre todo como insignia y metáfora contra el enemigo interno, que es uno mismo. También alegoriza la transformación tras la agonía de la muerte, como momento supremo de cambio y de tránsito hacia una nueva vida en el Otro Mundo. “La Morrigan” sobrevuela las bóvedas celestes internas de los espíritus humanos incitando a trascender, a transformarse, a metamorfosearse, por medio del desarrollo, del crecimiento personal, de las propias experiencias y de la apertura de nuestra conciencia para alcanzar niveles que no hemos concebido o intuido como posibles hasta ahora o que hemos desechado, por creerlos pasados de moda. 179

La muerte que anuncia “La Morrigan”, nos puede estimular al trance interior, a inmolar viejos hábitos, creencias, dogmas, actitudes de vida que nos impiden avanzar y crecer e iniciar un nuevo ciclo, como creían antiguamente. La muerte es un suceso inevitable en nuestras vidas, pero también incita a pensar que quizás necesitaremos de muchas muertes simbólicas, pero eficaces, antes de poder entrar espiritualmente en esos Otros Mundos. También caracteriza el amor y el deseo sexual en las leyendas irlandesas. En una de ellas ofreció su amor y energía femenina a Cu Chulainn y éste la rechazó repetidas veces, lo que ocasionó parte de su adversidad hasta el momento supremo de la muerte del héroe. Es una triple diosa y sus “alter egos” son Babd y Macha, a veces Nemain (Las Morrigans) y sus animales asociados son el cuervo y la corneja e incluso el lobo. Uno de los animales totémicos que se puede relacionar a esta dirección es el jabalí, pues es uno de los animales emblemáticos de los celtas, un ser solitario identificado con el guía espiritual y con el druida, con el héroe o el líder guerrero. El coraje y la actitud noble del jabalí, son reflejos también de las cualidades de luchadores y adalides. Su embestida es impetuosa, valiente y osada. Ni siquiera le importa estar herido de muerte para arremeter contra el causante de sus heridas. Esa gran fuerza en la embestida lo convirtió en el emblema por excelencia de los guerreros celtas, en cuyos escudos su imagen era muchas veces representada. Cantó Amergin: “Soy un jabalí en el frenesí de la batalla”. Dijo también el historiador Pausanias sobre los celtas: “Combaten con la desesperación del jabalí mal herido, que aún teniendo el cuerpo cubierto de saetas sigue buscando a su enemigo. Pero llegan a más, pues si se les ha clavado una lanza, que a otros les hubiera forzado a permanecer en el suelo aullando de dolor, ellos la arrancan de su cuerpo, y con la misma arremeten contra sus rivales. Ni 181

las hachas, ni las espadas, ni el fuego, los fuerzan a retroceder. La ciega cólera jamás les abandona si todavía les quedan fuerzas. Los he visto incorporarse en la agonía, intentar seguir peleando y, luego, morir de pie”... Hay diversos jabalís en las leyendas celtas tales como "Twrch Trwyth", el gran jabalí que había sido rey y hombre y al cual Culhwch (Ciclo galés) debe arrebatar unas tijeras, un peine y una navaja, tesoros mágicos, que están entre sus enormes orejas. En la versión irlandesa el equivalente a este es "Orc Triath". Otro jabalí conocido y también metamorfoseado es el jabalí de Boann Ghulban, hermano encantado de Diarmaid, amante de Grainne que estaba prometida a Finn, jefe de los Fianna. Hay diferentes versiones de esta leyenda, pero en una de ellas se relata como el jabalí que había sido hermanastro de Diarmaid ua Duibhne cuando era hombre, mata a éste. Al Este: Un vocablo que se pierde en las noches de los tiempos indoeuropeos y pre-indoeuropeos, donde el Este se designaba como “aus” que significaba “Aurora”. En irlandés dicho punto se denomina “Oithear”. En irlandés medieval “Airthis”, y el elemento que se corresponde con esta dirección es el Aire. El Este, el Oriente, de donde procede el viento de Levante, lugar por donde se levanta el Sol, símbolo e imagen visible de la luminiscencia, de la iluminación, del dinamismo, de la irradiación, del principio que impulsa la vida, siendo éste el primer pasaje del Ser. Es el inicio en la aventura que dura toda una vida, atravesando intrincados laberintos interiores y recorriendo las espirales del espíritu para llegando al núcleo, al final del camino, averiguar cuánto ha crecido nuestra alma en este período de la existencia El sol entre los idiomas celtas goidélicos era de género femenino, pero los rayos del sol eran simbolizados por Lugh y la Lanza que 183

posteriormente utilizó éste en la mítica segunda batalla de Mag Tuired, contra los fomorianos. En términos poéticos, el astro sol adopta el alegórico título de Llama de la Creación, sin cuyo influjo no existiría la vida como la conocemos en este planeta, siendo su círculo uno de los más enfatizados símbolos celtas que se asocian a esta dirección sagrada. Es el Este de donde proviene el espíritu emancipado del águila, símbolo de la libertad y de la sabiduría, que guarda un equilibrio entre el cielo y la tierra, siendo el animal celeste por antonomasia que con su vuelo majestuoso y espléndidas alas abrillanta el cielo. El águila fue vista por los celtas como uno de los animales más viejos y longevos existentes en sus tiempos. Igual que el salmón, esta ave es vista como símbolo de la madurez y de la sabiduría que se alcanza con la experiencia y con la edad, y que hace las veces de guía hacia el conocimiento. Así narra el Mabinogion galés sobre el Águila de Gernabwy: “el animal más viejo de este mundo y que ha volado sobre los lugares más lejanos”. Un águila, es un espíritu de sol, de la perseverancia, como la energía del astro que cada día vuelve, no en balde, la variante del águila dorada, fue llamada en las tierras gaélicas como “Iolaire suile na grein” “el águila con el ojo iluminado por el sol”. Simboliza la facultad de la visión despejada y templada con la que de forma natural se ve la esencia de las cosas por alejadas que éstas se encuentren. Es el espíritu que guía, que con su vuelo indica y propone sobrevolar por encima de la Tierra, de las cosas mundanas, para acercarse un poco más al Reino Superior. Es también conductora y tutora de las almas preclaras, aun encarnadas o desencarnadas, que en sus viajes anímicos pueden acceder privilegiadamente, a las esferas de ese Reino Superior. También tiene su misión como centinela y observadora, pues anunciaba con su presencia grandes eventos como el nacimiento de un héroe. 185

Es el ave de los druidas, como se la consideró y respetó, siendo incluso un símbolo de paz para los celtas, ya que cuando en los cielos aparecían dos de ellas juntas, era símbolo y augurio manifiesto de que éstas anunciaban la paz. La Ciudad mítica vinculada a esta dirección telúrica y mística es Gorias, la ciudad que resplandece como una joya, de murallas doradas. Ciudad brillante, Ciudad luminosa y caldeada. (Gor en gaélico, significa calor, un calor moderado o una incubación) Así pues el Este, también puede ser relacionado con el factor fuego y con el calor del sol mismo al despuntar en el alba. El Tesoro épico que proviene de dicha ciudad es la "Gáe Assail”, la “Jabalina Luminosa” que desvanece la oscuridad. Un símbolo del conocimiento. La Lanza que esgrimió Lugh en la segunda batalla de “Mag Tuired” (Moytura) contra los fomorianos. En algunas versiones de las leyendas celtas irlandesas, esta lanza se llamaba “Luisne” y fue forjada por el mismo Lugh y usada contra Balor, su abuelo, en la batalla contra los fomorianos. (Sin embargo en contraposición al Libro de las Invasiones, en el Libro Amarillo de Lecán, se narra que el tesoro que provino de Gorias fue la Espada de Nuada) El maestro druida legendario que llegó desde Gorias es nombrado como el de noble naturaleza, su nombre según distintas versiones y agrupaciones druídicas es: Esras, Esrus, Esdratis, Esdrios, Urías, Uros o Urios. La función que mejor correspondencia tiene con el Este es atribuida a la Prosperidad, llamada “Bláth”, y atañe al bienestar individual y tribal, al progreso, al desarrollo, a la abundancia agropecuaria y silvestre, etc. El Dagdah es la divinidad mayor, que también se vincula con esta dirección telúrica sagrada, aunque el caldero del Dagdah sea un símbolo relacionado con el Reino Inferior y por tanto, con el Oeste, pero el atributo dispensador y abastecedor de la deidad, la convierte en adecuada para enlazarse también con esta tercera función. 187

Pero cualquier otra divinidad del amplio panteón céltico, que tenga funciones proveedoras y suministradoras de la abundancia, que tenga entre sus atributos cualidades de fecundidad y de riqueza, del bienestar de la colectividad social, puede también asociarse a esta orientación. Como Cernunnos, defensor de los animales, proveedor y animador del renacimiento de la Naturaleza y dispensador de sus riquezas, como Goibniu-Govannon-Gobannonos, maestro herrero surtidor de la tribu y sanador, el cual en su representación gaélica, es conocido como el artesano que elaboraba el “aguamiel de la vida eterna” y tenía entre sus tesoros unos cerdos inmortales, aunque su prestigio le llegó especialmente por elaborar y suministrar una mano derecha de plata, al rey-dios Nuada-Nodens-Nodons-Nudd, cuando éste perdió la suya en la batalla. También Mabon-Maponos-Oengus, que encarna el principio de polinización y propagación masculino, como el galo Belenos-Vindios (blanco), divinidad de la luz, del sol y del fuego, como Modron diosa céltica galesa de la fertilidad, como la gala Rosmerta, diosa de la prodigalidad, representada no pocas veces en la época galo-romana con la cornucopia de la abundancia, y etc. Al Sur: ¿Dónde se ubica el Sur? ¿Qué es y que tiene el Sur? ¿Qué maravilloso enigma lo envuelve? ¿Cuál es el enérgico influjo que impele a ir o implicarse en él, como si se tratase de un atrayente menhir imantado, seductivo, erótico y efervescente? “Deas” en irlandés moderno, “Dess” en irlandés antiguo, “Dehu” en galés. Al sur, hacia lo austral, hacia lo meridional, desde donde sopla el viento cálido meridional. Ésta es también la orientación del factor fuego, de la pasión, del ímpetu que con cierto paroxismo y frenesí, impulsa hacia otras realidades y estados de conciencia. La cuarta función, llamada “Séis” en gaélico (Canción), tiene atribuida su correspondencia telúrica al Sur. 189

Para una mente celta dentro del simbolismo druídico, el Sur es una dirección tanto telúrica como alegórica en lo emotivo y espiritual, pero también es un estado de la mente de ida y vuelta entre los mundos y dimensiones, entre la claridad de los sueños y el crepúsculo de los espejismos. Un estado que ayuda a iniciar el proceso del despertar o de elevación de la conciencia, a través de un dilatado viaje por la propia existencia, que transita por los sueños y por aquellas realidades oníricas y visiones de vigilia que brotan desde la Awen/Imbas, hacia la inspiración en la poesía, hacia el hechizo de la música o hacia el encanto en el canto, y la alquimia que provoca la Awen, en los artífices de cualquier arte, en general. En el hemisferio Norte del planeta, el Sur se orienta hacia el giro de la mano derecha, de la mano auspiciosa, en el sentido del movimiento del Sol, en “cor deisil”, o deisel, como lo definían los antiguos celtas de Irlanda, hacia el giro donde se respira la mayor influencia de la diosa Brighit y la dirección donde más y mejor fluye la fuerza de la Awen. La ciudad mítica relacionada con esta dirección telúrica y mística podría ser Findias o Finnias, la mítica ciudad blanca y brillante, la ciudad de los Dannan que tiene “la inmutabilidad del metal inquebrantable,” “Fortaleza Blanca con belleza de nube”, el maestro druida legendario que procede de esta ciudad es Arias (Usicias) y el tesoro épico que procede de esa misma ciudad es la Espada “Calad Bolg” del rey de los Tuatha dé Dannan, Nuada de cuyas letales estocadas nadie se escapaba o recuperaba. Dicha espada fue la precursora en la leyenda de la también mítica Excalibur. Como “entidad simbólica” en la espiritualidad de los celtas, la espada representa y pertenece a la Tierra pues la materia prima de la que está hecha, de ella surgió, sea hierro, acero, bronce, plata u oro. Pertenece al Agua, pues en su templado y enfriado, se precisa de este componente para su dureza. Pertenece al Aire y como nexo al espíritu, pues aunque ya moldeada y formada, no está del todo concluida, es preciso, empuñarla, batirla y 191

alzarla en el ambiente, para después utilizarla para el fin por y para el que fue ideada. Y como derivación del elemento Aire, pertenece al Fuego, pues para forjarla se precisa de fragua, hornos y crisoles que utilizan este elemento. Y esta alegoría no es exclusivamente como arma ofensiva o defensiva, pues la espada es también un instrumento del conocimiento y de la justicia. Usada para y por la justicia equilibra el derecho de los hombres como un marcador o fiel de cualquier balanza. Ya antaño cualquier veredicto de los druidas sobre litigios sociales, se hacían ante la espada sagrada, como símbolo de equidad y sapiencia, para alcanzar ambas cualidades y distribuirlas. La espada como conocimiento, es ya de por sí un espíritu vivo y creativo, un aspecto superior del fuego, la cual alzada en el elemento Aire simboliza la inteligencia. Y es su temple, lo que simboliza el acto de tomar conciencia de la propia esencia humana y para moldear la tríada; mente cuerpo y espíritu, convirtiéndolos en elementos apropiados para conseguir tal condición. La espada hace reseña a la tradición solar, no en balde, Lugh “El Luminoso” era el portador de la Calad Bolg, la espada traída de Findias, utilizada primero por el rey Nuada Es un simbolismo también relacionado con lo fálico en facultad a su energía regeneradora y masculina. Energía que destruye la ignorancia forjando conocimiento. Es la combinación entre las propiedades de la Luz, de los rayos del Sol, del Fuego cuando está desenvainada y el de la noche, de la Luz Luna Luna, y de las propias sombras cuando está enfundada en su vaina. Combina armónicamente ambos polos. Las divinidades que mejor se vinculan al Sur son Dana o a su otra adaptación como Brigitt, pero Lugh, también tiene un nexo especial, por ser la Divinidad plurifuncional por excelencia, el Soberano de los múltiples dones y el señor de todas las artes y oficios. 193

El Sur es la dirección y morada de Brigitt, la cual es considerada la suprema deidad de la fertilidad y de la inspiración creativa, aunque su veneración alcanza también a su aspecto guerrero. Para los poetas, era su Musa, como "banfhile", a quienes ofrecía inspiración, abriendo los tenues velos entre los mundos, y por ello es identificada numerosas veces como la Awen invocada por los poetas, es decir, los bardos o “file” en la tradición celta. En lo que coinciden todas las variantes célticas es que el fuego es su simbolismo más acertado y próximo, siendo además uno de sus principales atributos. Brigitt también otorga conocimiento y crecimiento en el interior del ser, por ello, en su advocación como Dana, es la “Buena Madre” que ampara, custodia, potencia e inspira todas las tareas creativas, tanto las mentales, como aquellas metafísicas de índole espiritual, sin olvidar las puramente materiales que los seres humanos puedan expresar. Protectora además de la clase productora, de los artesanos, ganaderos y agricultores celtas por poseer los conocimientos, como deidad de los misterios de la Naturaleza, de las Artes y Oficios, que éstos desarrollaban. En cuanto al animal totémico y su simbología se apunta el Salmón que aunque es un ser de características ambiguas, sigue siendo el animal que mejor se adecúa a esta función. En la mitología celta el salmón es uno de los animales más antiguos de la Tierra que posee la sapiencia integral, es decir la omnisciencia, pero también simboliza el alimento espiritual y la ciencia sagrada. Su naturaleza expresa su notable ciclo vital. Su éxodo del lugar de nacimiento y su regreso a él, salvando grandes dificultades gracias a su perseverantes aptitudes, es un símbolo del rejuvenecimiento así como de quienes se mantienen jóvenes de espíritu y que al mismo tiempo buscan constantes, la sabiduría y la inspiración. En la leyenda de Tuan mac Cairill, el salmón constituye la última fase de su evolución. Tiene el salmón esa connotación especial, como todo otro animal que puede vivir en las dos clases de aguas; la dulce y la salada. También 195

simboliza el rito de paso de la muerte y posterior renacimiento al pasar en sus migraciones desde el reino Medio al reino Inferior y desde éste nuevamente al Reino Medio, por ello, en determinados rituales, se lo vincula a la dirección del Oeste. Por otro lado, el salto del salmón cuando remonta ríos y salva obstáculos físicos, tuvo su conexión con ciertas pericias guerreras. Cú chulainn aprendió una habilidad marcial denominada el giro del salmón o “ich n-erred”, una acción algo estrambótica agresiva y de fuerza. Por otro lado, y en relación con estas divisiones de las funciones celtas en Irlanda hallamos cuatro condados: 1. Connaugth, al oeste, en correspondencia con la ciencia o conocimiento 2. Ulster, al norte, afín con la batalla. 3. Leinster, al este, enlazado con la prosperidad; 4. Munster, al sur, en conexión con la música o canción. Las cuatro circundan el condado medular de Mide (Meath), referente a la soberanía, condado del “medio” constituido por la prominencia de una superficie de territorio sobre los otros y donde está emplazada la capital espiritual de la Keltia gaélica: Tara. Como se ha apuntado anteriormente, en los rituales druídicos es más que improbable que estuvieran presentes los cuatro elementos que los griegos referían como soberanos, al menos, en las épocas de auge del Druidismo. Posteriormente se hace alguna referencia sutil, en tiempos de la Edad Media y de un druidismo muy tardío y seguramente ya contaminado. Como se ha descrito el sistema simbólico de los druidas representa atribuciones diferentes, articuladas en la concepción de la Tribu y de la Tierra, máxime si tenemos en cuenta que un ámbito ceremonial druídico, es una especie de micro-mundo tribal, con sus funciones y sus miembros humanos. 197

Todo y así, si se encuentra uno más cómodo con los cuartos, podemos encontrar una correspondencia de los cuatro elementos con los puntos cardinales y tesoros míticos. Con este conciliación específica, no se pretende confundir o invalidar lo expuesto hasta ahora, sino facilitar la adaptación de aquellas personas que desean integrarse en la espiritualidad druídica, pero que procedentes de otros ritos litúrgicos “paganos”, se hallan habituados a considerar los susodichos cuatro elementos. Elementos, por otra parte, que al seguidor/a druídico/a no le resultan tan impropios o ajenos, como a otros/as seguidores/as de variantes paganas, les resultan estas atribuciones druídicas. Los Tres Principios + el Factor Fuego En cualquier caso si a pesar de lo descrito hasta este momento, aun se sigue optando y adoptando los cuatro elementos griegos a los cuartos del círculo druídico, y en correspondencia con los puntos cardinales, es preciso hacerlo con cierta coherencia. Ya que fijamos elementos, sería interesante hacerlo atendiendo a sus manifestaciones físicas naturales, comprobando por nosotros mismos donde se hallan. Aquí se puede observar un punto de partida distinto a como se haría si en el ritual se considerara las atribuciones y las funciones druídicas apuntadas anteriormente, puesto que las asignaciones de los cuartos en el Druidismo hacen referencia a funciones, que pertenecen al ámbito de las abstracciones y de los simbolismos, las cuales son las mismas a considerar en cualquier punto del planeta donde se halle el practicante. Si en vez de contemplar los cuartos como elementos, nos fijamos en las simbologías de las funciones tribales celtas, en los tesoros míticos, en las ciudades divinas legendarias o en la alegoría de los animales totémicos etc. Si contemplamos y preferimos estos, al concepto sobre los elementos que nos legaron los clásicos griegos, es más acertado mantener la tradicional disposición geográfica. 199

En referencia a los tesoros míticos, ya se han citado cuales son: la lanza, la espada, el caldero y la piedra. En referencia a los animales totémicos primordiales: Jabalí, Ciervo, Águila y Salmón Sin embargo, de considerar los cuatro elementos al estilo helénico, es de lo más coherente observar donde se hallan territorialmente o de donde provienen climáticamente: Si estamos en la parte Austral de Suramérica, sería falto de lógica atribuir el calor a este punto geográfico, puesto que encontramos hielo y frío. Si estamos en el litoral geográfico en el Este de España, no sería muy coherente atribuir este punto al Aire, cuando el Mar Mediterráneo, baña esas costas. Así pues adaptarse al lugar de la ceremonia, es también básico en la espiritualidad druídica, pues ya sabemos que celtas y druidas buscaban una conexión con lo natural y su entorno. De la misma forma, carece de sentido, celebrar Alban Arthan (solsticio de invierno) en el diciembre gregoriano, en un país como Argentina, el cual justamente en ese mes tiene su verano. Ya que se busca una relación con los elementos, se impone un poco de sentido común, de esta manera, además, se crea un vínculo mucho más real y efectivo, ya que los rituales druídicos son parte de una creencia actual, vigente y viva. No se está rememorando con nostalgia unos ritos que pudieron realizarse en otros tiempos a modo de recreación histórica o pseudo histórica, casi como una representación teatral. El druidismo, es consecuente con lo que cree y practica, y ya que se habla, no pocas veces, de la búsqueda del equilibrio entre la parte emocional del cerebro y la parte racional, es justamente en dicho equilibrio y usando esa parte racional para la emotividad de las ceremonias, la que puede llevar a pensar, que lo acertado es adaptar ciertas exteriorizaciones y factores dentro de la celebración al medio en el cual la honramos y nos desenvolvemos. No se debería limitar un ritual a recordar aquello que fue o pudo ser, sino a integrarlo en nuestra forma de entender la vida, en nuestras creencias y ritos, en nuestro presente y en nuestro lugar. Ejemplo de ello 201

lo encontramos entre los druidas de antes y el pueblo donde se desarrolló, ya que no pocas veces se adaptaron al medio y al entorno. Resultaría bastante caricaturesco imaginar a un druida llegado a las costas de Chile, por los avatares que se quieran, celebrando un solsticio de invierno, con arbolito incluido si se quiere, en pleno verano. A tal efecto, si se confecciona un altar, sería natural simbolizar los referidos cuatro elementos con Velas de cera virgen de abeja colocadas sobre éste, en sus extremos. Al encenderse debería hacerse con la mano principal, y para estar en consonancia con el medio, sería adecuado hacerlo con cerillas o fósforos de madera, con otra vela encendida previamente o con mechas textiles y símiles. Es preferible evitar los mecheros plásticos y otros utensilios por el estilo. Si aun se pretende matizar, más esas cuatro velas pueden ser de distintos coloridos. Así, las verdes o marrones puede simbolizar al elemento Tierra, las azules y blancas a los elementos Agua o Aire, indistintamente, las de tonalidades rojizas al elemento o factor Fuego. Cuando deban apagarse, sería preferible evitar los soplidos. Se pueden dejar que se consuman y se extingan solas, apagarlas con un apagador de velas, empleando nuestros dedos de la mano no principal o cualquier cosa respetable. Si se soplan, además del riesgo de esparcir la cera líquida y ensuciar nuestro altar, se está lastimando tanto lo que simboliza por sí misma, como al elemento aire que le otorga vida. La vela simboliza al elemento o factor Fuego. Es llamarada vivaz que reacciona si se le sopla o se la airea, siempre responde, resplandece más o titila, se entona o quebranta. Al entrar en contacto con el viento y con el aliento humano, nos tantea. Su hálito y aura, sin embargo, es quietud, una respetuosa demora, un silencio fraterno, una tertulia simbólica participativa. No se debería forzar al apagarla, para que las energías en ella concentradas no se aparten del entorno donde fue prendida. 203

Por otra parte, pero siguiendo con las alegorías de los cuatro elementos, también se puede presentar un recipiente de arcilla o cerámica que contenga agua de fuente o mineral, la cual aludiría al elemento Agua. Un recipiente con tierra o sal, “la mágica arena blanca” que se atribuirá a las fuerzas telúricas de la Tierra. Y vapores, sahumerios o inciensos que representarán al elemento Aire. Es sabido, que el incienso no era conocido en las primeras épocas de los druidas, pero disponían para sus rituales de otras substancias aromáticas de origen vegetal, utilizadas bajo la forma de vahos o vapores. Finalmente, siguiendo estos pasos y una vez todo está dispuesto y establecido, en el “Nemetón”, todos los componentes de la Rueda humana, se adjudican la misma distancia del núcleo y el mismo alcance a éste. Después se puede comenzar invocando esos cuartos, con salutaciones como las que siguen como ejemplos, que son previas al culto ceremonial en sí. Después seguirán unas secuencias diferenciadas, según la celebración de la que se trate: Ejemplo de Invocación de Saludo Druídica Mirando hacia el Este: “Invoco a las potencias del Este, a las fuerzas de la Prosperidad. Al espíritu del Águila y del Sol. Me dirijo hacia Gorias, la ciudad que resplandece como una joya, de murallas doradas. Ciudad brillante, forjadora de la Lanza Luminosa. Invoco al espíritu de Lugh, Tutor del Reino Superior, Maestro de todas las Artes y estrella guía de la tribu”. (En esta invocación, obsérvese que se hace alusión a la Función asociada con el Este, la prosperidad, a la Ciudad Mítica; Gorias; al animal primordial druídico asociado, el águila, al Talismán Sagrado; La Lanza Luminosa y al Dios custodio que la usó) 205

Ejemplo de Invocación de Saludo sincrética: (Se considera en este ejemplo, el elemento agua, por ser el que en los momentos de escribir esta invocación se halla al Este del autor. Se contempla también al animal totémico primordial celta irlandés vinculado al elemento Agua y a la diosa celta galesa célebre por su Caldero) “Con el favor del salmón de la conocimiento, que reside en las sagradas aguas del pozo, yo invoco a las potencias del Este. Os doy la bienvenida a este círculo espíritus del Este”. ¡Honra oh, Kerridwen! a nosotros criaturas del Agua, los que te honramos y conservamos viva tu memoria. Qué siempre podamos recordar las aguas del renacimiento”. Girando o yendo hacia el Sur: “Invoco a las potencias del Sur. Al espíritu del Sabio Salmón para alcanzar el conocimiento perpetuo. Al espíritu de Brigitt para que nos insufle su inspiración. Al hálito creativo de la Espada y del Fuego para crecer siempre en conciencia. Dirijo mi espíritu hacia Findias, la Fortaleza Blanca con belleza de nimbo”. (En esta invocación, obsérvese que se hace alusión a la Función asociada con el Sur, la Canción y sus vinculaciones en el Arte, a la Ciudad Mítica; Findias; al animal primordial druídico asociado, el salmón, al Talismán Sagrado; La Espada Calad Bolg y a la Diosa custodia asociada a esta función) Ejemplo de Invocación de Saludo sincrética “Con la bendición del Gran Ciervo, que trota por los sagrados bosques, invoco a los poderes del Sur. ¡Espíritus del Sur, os doy la bienvenida a este círculo!”. 207

“¡Bendice o Bel, el brillante, a nosotros criaturas del fuego, que te veneramos en todos los sagrados fuegos de nuestros hogares, en cada alborada cuando tu calor alimenta nuestros corazones, en el fuego de la vida que danza en las almas de todas las formas de vida creadas. Que siempre podamos recordar el fuego de la purificación”. (Se considera en este ejemplo, el “elemento” fuego, por ser el que en los momentos de escribir esta invocación se halla al Sur del autor. Se contempla también al animal totémico primordial celta irlandés vinculado a esta dirección y a la divinidad celta asociada) Mirando, girando o yendo hacia el punto del Oeste: Ejemplo de Invocación de Saludo druídica “Invoco a las potencias del Oeste. Invoco a las potencias del agua y del Océano. A las fuerzas de la Regeneración y del Renacimiento. Al espíritu del Gran Ciervo Blanco, tutor y guía de las almas. Dirijo mi espíritu hacia Murias, La Fortaleza de Pináculos. Murias las de las grandes proezas. Murias morada del Caldero y del Gran Padre”. (En esta invocación, obsérvese que se hace alusión a la Función asociada con el Sur o a sus vinculaciones, a la Ciudad Mítica; Murias; al animal primordial druídico asociado, el ciervo, al Talismán Sagrado; El Caldero, y al Dios custodio asociado a esta función, El Dagdah) Ejemplo de Invocación de Saludo sincrética “Con la bendición del águila que vuela en el puro y claro aire, yo invoco a los poderes del Oeste. ¡Espíritus del Oeste, os doy la bienvenida a este círculo!” “Bendice divino Mabón, Hijo del jovial Dagodevos, a nosotros criaturas del Aire, los que siempre recordamos tu soplo divino sobre todas las cosas, para que siempre escuchemos los vientos y brisas del 209

espíritu que nos traen las voces y murmullos de los antepasados llenos de sabiduría”. (Se considera en este ejemplo, el elemento aire, por ser el que en los momentos de escribir esta invocación se halla al Oeste del autor. Se contempla también al animal totémico primordial celta irlandés vinculado a esta dirección y a la divinidad celta asociada) Girando o yendo hacia el punto del Norte: Ejemplo de Invocación de Saludo druídica “Invoco a las potencias del Norte, a las energías patentes de la Madre Tierra. Al brío noble del jabalí”. “Invoco la fuerza interna de la Gran Reina para avanzar y crecer en conciencia. Dirijo mi voz hacia Fálias, que fue llamada la Grande, La Fortaleza de la estrellas. Falias, la helada ciudad de Falias, iluminada por cometas errantes, hogar primigenio de la Piedra del destino”. (En esta invocación, obsérvese que se hace alusión a la Función asociada con el Norte, la Batalla. Al elemento vinculado; la Tierra, a la Ciudad Mítica relacionada; Falias. Al animal primordial druídico asociado, el jabalí. Al Talismán Sagrado; La Piedra Lia Fáil, y a una de las Divinidades ligada a esta función, La Morrighan) Ejemplo de Invocación de Saludo sincrética “Con la bendición de la Gran Diosa y de lo profundo de la fecunda tierra, invoco a las fuerzas del Norte. ¡Espíritus del Norte, os doy la bienvenida a este círculo!”. Invoco al bravo Espíritu del jabalí y al espíritu indómito del Lobo”. “¡Bendice Gran Madre Dana!, A nosotros, criaturas de la tierra y de tu tribu, los que siempre mantenemos viva tus enseñanzas, con la misma entereza que nuestros antepasados. Que podamos siempre recordar la Amada Tierra que nos da alimento”. 211

(Se considera en este ejemplo, el elemento tierra, por ser el que en los momentos de escribir esta invocación es el que se halla más próximo en dicha dirección geográficamente. Se contempla también a dos animales totémicos celtas que pueden enlazarse a esta dirección y a una Divinidad mayor celta asociada) Y Finalmente: “Consagro este círculo de fuerza a los antiguos dioses para que en él puedan manifestarse y bendecirnos”. Abriendo el círculo Una vez concluido el ritual según la ceremonia que se esté celebrando y festejando, se debe proceder a cerrar o deshacer el círculo previamente establecido. Ejemplos de Invocaciones comunes para deshacer el círculo Dirigiéndonos hacia el Norte: “Espíritus del Norte, (o espíritus de la Tierra), os damos gracias por los dones de fuerza y de firmeza que nos habéis aportado. Gracias por estar en este círculo y por estar con nosotros. Que estos dones permanezcan con nosotros al volver al mundo aparente”. Todos pueden decir: “¡Os reverenciamos y damos gracias!” Dirigiéndonos hacia el oeste. “Espíritus del oeste, os damos gracias por los dones que habéis aportado a este círculo. Gracias por haber acudido y estar con y entre nosotros. Que estos dones permanezcan con nosotros al volver al mundo aparente”. Todos pueden decir al unísono: “¡Os reverenciamos y damos gracias!” Dirigiéndonos hacia el Sur: 213

“Espíritus del Sur, (espíritus del fuego), os damos gracias por los dones de entusiasmo y ánimo que habéis aportado a este círculo. Gracias por estar aquí, por estar con nosotros. Que estos dones permanezcan con nosotros al volver al mundo aparente”. Todos pueden decir al unísono: “¡Os veneramos y damos gracias!” Dirigiéndonos hacia el Este: “Espíritus del este, os damos gracias por los dones que habéis aportado a este círculo. Gracias por estar aquí, por estar con nosotros. Que estos dones permanezcan con nosotros al volver al mundo aparente”. Todos pueden decir al unísono: “¡Os veneramos y damos gracias!” Druida / druidesa pueden decir: “¡Espíritus de este lugar, os damos gracias por vuestras bendiciones y vuestra acogida! Os damos gracias antepasados, os saludamos dioses de lo antiguo, por vuestra presencia, vuestra orientación y vuestra inspiración. ¡Que todos estos dones permanezcan en nosotros! Os saludamos Todos: ¡Os saludamos Druida / druidesa pueden decir: “Abramos el circulo para que todas estas bendiciones sean compartidas por todo el mundo” (Se deshace el circulo en sentido contra-horario) Druida / druidesa dice: “El rito ha finalizado en paz, como en paz se ha iniciado. Que las bendiciones de nuestros antepasados y la influencia de los antiguos dioses vaya con todos nosotros para alimentarnos, fortalecernos y mantenernos cuando hayamos dejado este lugar”. Todos:” “¡Que así sea!” Los cuartos del círculo en la invocación de saludo sincrética han sido adaptados, a la costa este de España. Quien desee trazar su mapa 215

personal adaptado al lugar donde viva, que observe donde tiene el agua, si al este, oeste, sur o Norte, de igual manera para los restantes puntos. Todas las invocaciones son simples ejemplos, toda persona que lo desee puede hacer las suyas propias, adaptando, respetando y honrando los elementos y/o funciones de la Tradición. Son sencillas proposiciones flexibles. Instrumentos que pueden estar presentes en un ritual: Espada, daga, lanza y caldero de hierro colado, según la tradición (con asas mejor), aunque puede ser de otros materiales como bronce, oro, plata (descartar los de estaño o latón, por su ligera solidez) Báculos o cayados, cedidos por los árboles y el bosque, o trabajados artesanalmente a partir de ramas de árbol encontradas. Diademas, brazaletes u otra orfebrería de estilo celta. Talismanes célticos como triskeles o espirales que pueden colgar del cuello a modo de símbolo y alegoría de las propias creencias. Vasijas de cerámica, o madera, piedra, cristal o plata. Incensarios, aromatizadores o braserillos, antorchas o símiles, piedras o cristales, mejor que no estén pulimentadas. Atuendos: Túnicas con o sin capucha según la variante del seguidor druídico: blanca, azul o verde, aunque pueden ser de otras tonalidades. Algunas órdenes druídicas adoptan normalmente el blanco, confeccionando sus prendas con materiales no sintéticos como el lino o la lana.

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El Druidismo y la “creación” del Universo

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onforme se avanza en el estudio del Druidismo y se crece en conocimientos dentro de esta espiritualidad, brotan algunas preguntas desde los pensamientos, que pueden obtener una respuesta ambigua y compleja.

¿Acaso los druidas y los celtas en general, no tenían como otras culturas alrededor del planeta, una respuesta mística, con sus conceptos y significaciones, para explicar la creación de este u otros mundos? y ¿Si la tenían, como las explicaban? Pues bien, todos los indicios apuntan a que efectivamente la tenían, pero desgraciadamente no nos ha llegado hasta nuestros días en toda su explicativa plenitud. Sin embargo, se va a intentar esbozar lo que se conoce sobre este tema y concretar las ideas y nociones que se tienen al respecto, basadas en conceptos eminentemente druídicos, pero también históricos. Como ya sabemos, la dificultad para conocer en su origen, la cosmogonía celta, así como para vislumbrar las enseñanzas y percibir la filosofía, que se halla dentro de las leyendas, sagas, mitos o hazañas de personajes legendarios, proviene en buen grado de esa especie de sincretismo religioso de los primeros monjes cristianos celtas. Éstos 221

plasmaron en sus recopilaciones de la epopeya celta, los esfuerzos, pretensiones y afanes por y para conciliar un paganismo latente, tradicional y veterano, con los entonces nuevos dogmas cristianos, tanto sobre la creación del mundo, como en otras cuestiones. Sumando a esto, la reticencia druídica a transmitir profusamente por escrito sus conocimientos, obtenemos desafortunadamente, una aproximada y poco extensa explicación druídica original sobre el tema que ocupa nuestras inquietudes en este momento, igual como sucede con alguna otra temática. Para intentar ser menos subjetivo y más objetivo e imparcial, se debe reconocer, a pesar de este sincretismo, donde la trivialidad es cristiana y la trascendencia de la esencia es druídica, que desde la Edad Media, estos monjes, muchos de ellos descendientes de antiguos druidas, se protegieron bajo sus comentarios bíblicos de una probable censura y posterior sentencia y condena, por herejes. El conocido libro más antiguo en lengua celta, que nos habla secundariamente de la creación, es el Leabhar Ghabhála Erinn o Lebor Gabala Erren, según corresponda al gaélico medieval o al gaélico actual, es decir, lo que en lengua castellana, se ha llamado “Libro de las Invasiones”, el cual pertenece al denominado “Ciclo Mitológico Irlandés”, que con un lenguaje mitad en verso y mitad prosa, refiere en 13 secciones, las hipotéticas 6 ocupaciones y asentamientos que sobrevinieron sobre la Isla Esmeralda, hoy conocida como Irlanda, que haría las veces de Tierra. Desde Cesssair, a la que se menciona como nieta del bíblico Noé, hasta la llegada de los hijos de Mil, procedentes, según cuenta el libro, de España, concretamente de la zona Galaica. El libro cuenta en detalle en qué períodos se produjeron estas presencias y colonizaciones, pero aludiendo constantemente al génesis bíblico. Dicho manuscrito forma parte del Gran Libro de Leinster (Lebor Laigen o Leabhar Laighneach), manuscrito en 1100 en el monasterio de Terriglass, bajo la supervisión del Obispo de Kildare y recopilado en la Abadía de Donegal en el siglo XVII por los denominados “Cuatro Maestros”. 223

No es difícil adivinar que todo lo que en dichos textos hace algún tipo de referencia, sea explícita o implícita a los dogmas cristianos, no podía tomar forma, ni hallarse presente en las sagas primitivas y originales pre-cristianas. La intención narrativa, de los monjes recién cristianizados por emparentar al pueblo celta irlandés con el linaje de Noé, para no quedar excluidos de la “Sagrada Historia Cristiana”, es una manifiesta adaptación, por la causa que se quiera, posterior a las leyendas originales. Tanto es así, que a Cessair, la refieren como nieta de Noé y a Partholon, patriarca de la segunda expedición ( o la primera después del Diluvio Universal) y a Nemed (Neimhedh), líder de la tercera, como descendientes de Magog, hijo éste a su vez de Jafet, descendientes todos, de la estirpe de los jaféticos o dicho de otra manera de los pueblos indoeuropeos. Y Jafet, como nos cuenta la Biblia, fue a su vez, hijo de Noé. Todos estos entroncamientos, son también un ingenuo esfuerzo y fervor catequizador, que contradice, además de a los anales históricos y a la arqueología erudita en el tema, a la propia espiritualidad celta pagana o precristiana. En esta leyenda apologética, lo que se intuye en el trasfondo de índole druídica, aludiendo a un posible mito de la Creación, sería que mítica y místicamente Irlanda, haría las veces de “Mundo” o “Tierra”, y Partholon, que llega a Irlanda o sea al “Mundo”, desde el “Mar”, es decir desde el Otro Mundo, en la jornada de Beltaine, es decir, en la fiesta del Fuego de Bel (Bel-Tane) o sea de Belenos, y una vez en Tierra, se celebra la celebración de la Renovacion o Renacimiento de la Naturaleza, o sea, de la Madre Natura después de sufrir ella, Irlanda-La Tierra, un Caos preliminar, provocado, en el relato por el Diluvio Universal. La Tierra-Irlanda-Dana (o cualquiera de sus advocaciones, p. ejem; Belisama, gala) que había quedado desolada por el diluvio universal, vuelve a estar “consolada”, gracias a Belenos-Bilé-Bel, que la estimula fecunda y reanima, merced a su acción purificadora y fertilizadora. 225

Partholon, como posteriormente los Tuatha dé Danann, simbolizaría las fuerzas positivas creadoras, civilizadoras, organizadoras, y los fomorianos simbolizarían las fuerzas telúricas, el caos primigenio y las fuerzas negativas destructivas, pero necesarias para equilibrar y consolidar la Tierra-el Mundo. Otros textos, igualmente cristianos, como la historia de Conlaí de Connacht, sostienen que varios druidas de aquellas tierras, se autoproclamaban creadores del Mundo, jactándose ̶-especifican dichos compendios ̶ de haber creado, el sol, la luna, la Tierra y el Mar. Estas patochadas cristianas se hallan en una glosa al “Senchus Mor” (Código de leyes irlandesas, que fue compuesto por s. Patricio y s. Benigno (Benen)), y es otro intento malévolo por desprestigiar la sabiduría y el carisma de los antiguos druidas. Dejando de lado los inconsistentes y vejatorios argumentos de algunos misioneros cristianos contra las formas paganas de expresar la espiritualidad de sus pueblos, tenemos que recurriendo a los anales históricos dentro de la epopeya céltica, y a sus remotos orígenes, se menciona y manifiesta una deidad primigenia que ellos denominaron Dana. Dana o Danu, es una primitiva deidad celta, diosa madre, ascendiente de todo el panteón céltico, cuyo epíteto significaría “aguas del cielo”. Sus hijos fueron los conocidos Tuatha dé Dannan. Expresándonos históricamente Danu, indica también al río Danubio en cuyo ámbito se definieron y desarrollaron los celtas antes de su expansión por Europa. Místicamente hablando, Dana, es la Madre-Río que fertiliza con sus aguas las tierras donde estos se asentaban. La noción de una diosa Madre, está presente en casi todas las religiones del planeta, desde sus propios inicios y orígenes. Los celtas en esta materia, no fueron diferentes. Asociado a Danu o Dana como su consorte, hallamos a un “Padre de todos los Dioses y de los Hombres”, reconocido como Bilé, llamado en otros lugares de ámbito céltico Bel o Belenos, ésta divinidad, es la 227

popular, acreditada e identificada por Julio Cesar, como el “Dispater” de los celtas galos. Deidad ésta, asociada a la druídica y céltica fiesta de Beltane, siendo, además, una divinidad mortuoria, avalada y documentada como el dios de los muertos. Bilé transporta las almas de los difuntos al Otro Mundo, por rutas hídricas, es decir, por “aguas divinas”, lo que simbólicamente se alegoriza como hacia su consorte Dana, “Aguas del cielo”, la Diosa Madre. De ambas deidades, nacen todos los dioses conocidos como “Tuatha dé Dannan”. Según el investigador Peter Berresford Ellis; Dana primera fuente de vida riega al roble que era Bilé/ Bel/ Belenos, símbolo fálico y a la vez masculino de la fertilidad y por este acto nació la deidad conocida y apreciada por los celtas, a quien nominaron como “El Dagda”. Éste, Dios, como patrón del druidismo, asume tres identificaciones “Señor de la Gran Sabiduría” o “Ruadh Rofessa”, “Fuego (Aedh) y la tercera potestad, la hereda de su divino progenitor Bilé, por la que es más conocido que éste mismo, como “Padre de Todos” o “Eochaidh Ollathair”. Pero aunque lo expuesto hasta el momento, puede esclarecer una parte del concepto integral de la holista cosmogonía pagana y precristiana celta, aún no se aclara, ni se dilucida totalmente, máxime cuando sabemos que los celtas y sus druidas no veían a estas divinidades, ni siquiera a Dana o Bilé, como sus creadores, sino como antepasados, como a hermanos mayores y ascendientes, más evolucionados, e incluso como a héroes admirables. Tampoco lo expuesto hasta el momento explica cómo se creó o formó míticamente el Universo o el planeta Tierra y su biodiversidad. Si bien muchos montes, túmulos, fuentes, pozos y ríos se explican como creaciones de los referidos “Tuatha”, los orígenes de otros elementos planetarios o extra-planetarios no se nos revelan. Sabemos que los Tuatha, llegaron desde etéreas ciudades míticas como fueron Falias, Gorias, Finias y Murias hasta una Tierra, que hoy se denomina Irlanda, transportados en prodigiosas nubes. Dicha Tierra-Isla, ya estaba formada, y allí combatieron contra los firbolgs. Se dice que éstos Firbolgs eran gigantes, y otros dilucidan que fueron mortales, y que también lucharon contra sus dioses; los Fomoré o fomorianos, cuya 229

diosa madre era Domnu, es decir, el Mundo, los Abismos de las Profundidades del Mar y la Oscuridad, en contraste a los Tuatha, que simbolizan la Luz y la Sabiduría, dotados para todo tipo de Artes, desde la técnicas y funcionales hasta las místicas y mágicas. Y, sin embargo, posteriormente uno de sus máximos representantes de estas Artes fue el divino Lugh, apodado Samildánach (el que ejerce muchos oficios) que era mitad fomoriano, y mitad Tuatha dé Dannan. Su madre Ethlin, era hija de Balor, líder y mago de los fomorianos y su padre Cian, hijo a su vez de Dian Cecht, un solar Tuatha. Una simbiosis de lo más significativa. Pero aún con estos detalles, en los que podríamos profundizar dilatadamente para interpretar un cúmulo de simbolismos, no hallamos explicaciones concretas sobre la creación u organización mítica del Universo. Es en este momento, cuando debemos centrar nuestro pensamiento en otros parámetros y aspectos de la filosofía druídica conocida. Los episodios y procesos de la Creación del Universo, los druidas los veían y ven como conceptos los suficientemente complejos como para poder asignárselos o imputárselos frívolamente a alguna divinidad concreta del extenso panteón céltico. Es bien sabido, que los druidas y celtas recurrieron a imágenes concretas como fueron las espirales, trísqueles, nudos y óvalos o huevos como representaciones del Devenir del Universo e incluso de uno de sus Inicios. Aunque en la filosofía druídica se habla casi exclusivamente de un Devenir, más que de un Inicio, puesto que el Universo o los Universos son también cíclicos, se expanden, se contraen y vuelven a reiniciarse o reordenarse, y donde el espacio y el tiempo, son relativos. El druidismo tanto el de épocas remotas, como el contemporáneo en sus diferentes percepciones, y especialmente el denominado “evolutivo”, basa su concepto de la Divinidad en un Todo Absoluto, Fuente Suprema, Causa Primera o Sustancia Primigenia, en constante Devenir o Formación, de la cual emanaron potencialidades y energías supremas conscientes, simbolizadas y compendiadas en los entes 231

divinos que se denominan; Lugh, Dagda, Brigit, Dana etc, dependiendo sus nombres de las áreas célticas que se contemplen. Éste es el llamado Henoteísmo celta o druídico. Dichas entidades espirituales, también y además, pueden discernirse y comprenderse como elementos e hipóstasis del Todo, donde la singularidad es múltiple, pero la Esencia es Una, cuya cometido místico y cósmico es la realización de ese Devenir. No obstante, a los seres humanos, las divinidades emanadas de ese Ente o Energía, nos resultan más comprensibles, inmediatos y próximos que Lo Incognoscible y Lo Abstracto que puede ser ese Todo; Ese Todo Absoluto, Lo Increado, Lo Incognoscible, Lo Innombrable, La Causa Primera, La Madre, la Matriz o Núcleo de Todas las Cosas y Seres. Esa Esencia espiritual que no tiene género, pero que comprende todos los géneros del Universo. Ese ente o Ser que es; el No-Ser. Todos esos títulos y adjetivos, son algunos de los diferentes epítetos de esa Divinidad Suprema, que es Principio y Fin de todas las cosas, Origen y Término, es Uno e Infinito, además de emisor-receptor, inagotable y eterno. Sin duda será mucho más, pero en nuestras limitaciones de discernimiento humanas, lo comprendemos restringidamente, pero también lo entendemos, lo sentimos o intuimos, como una energíamente-espíritu-ente cósmico primigenio que lo abarca Todo. Por ejemplo, para la percepción del investigador celtómano Yann Brekilien, en su libro “Le Message des celtes” nos expone su reflexión y sentir en este tema; “Los druidas, en contraposición, gente muy instruida, sabían muy bien que Dios es único, infinito y absoluto y ellos enseñaban a sus discípulos, en el curso de su iniciación, que las innombrables divinidades del panteón céltico, no eran más que símbolos, las múltiples facetas de la Infinita Trascendencia……… Lejos de ser parecidos a los hombres, ellos cambiaban de forma y su genealogía simbólica era bastante surealista porque ellos podían ser tal vez, sus propios hijos o su propio abuelo. De hecho ellos eran de esencia 233

puramente espiritual, a esta reseña se debe que nuestros lejanos ancestros rechazaran hacer imágenes de ellos.” Para los seguidores druídicos y para el Druidismo, si hubo en algún instante cósmico, un momento originario de este Universo, lo fue por voluntad de esa Deidad Absoluta, de esa Entidad Suprema, que es el Absoluto Cósmico, pero que es más que Nuestro Universo y que todos los potenciales existentes Universos y dimensiones juntas. Expuesto este concepto, quizás algunos lectores, se quedarán algo sorprendidos ante este monismo o panenteísmo henoteísta druídico. Pero sin duda, antaño, fueron una novedad en un Mundo radicalmente politeísta, influenciados por griegos, latinos y germánicos, y actualmente siguen siendo una opción espiritual novedosa, en un Mundo claramente perfilado en su mayoría, con unos monoteísmos acérrimos; como son el cristianismo, el judaísmo o el Islam. Esos símbolos céltico-druídicos que muchos conocemos, como nudos, trísqueles, espirales, óvalos y huevos son inherentes no sólo al druidismo sino también a otros pueblos y sus filosofías espirituales. Para los celtas y sus druidas, el triskel, el círculo, la rueda, la espiral, eran y son venerables. Aludían y aluden a la creación y al Devenir constante de los astros que se conocían a simple vista y que hoy pueden ser observados con instrumentos ópticos sofisticados. Las estaciones se alternaban y se reanudaban, igual que hoy, en cada ciclo como fragmentos de una Gran Rueda. Las espirales eternas no tienen partida o llegada, ni inicio o término, ni origen ni final, lo que constituye un ciclo que se concatena con otro. El perenne movimiento, el Devenir de la espiral, simboliza la siempre dilatada tendencia de la sapiencia y el discernimiento que no tiene fin. Pero por otra parte, es sensato con la concepción druídica, no plantear un origen de la creación del Universo, puesto que, existe el concepto de que éste no fue creado, sino que es eterno, ha existido por siempre y siempre existirá, forma parte del Todo Absoluto, el cual también es Continuo y Perpetuo, y éste está vinculado a él. Su 235

expansión, es decir, su Devenir, sin embargo, transita por otras órbitas del saber. El Devenir cósmico o Expansión del Universo El Universo cuando nos era más desconocido aún de lo que nos es ahora, cuando dicen los científicos que ya existía bajo otro aspecto, como una bola de masa condensada de toda la materia del Cosmos y que tras lo que denominan Big- Bang o explosión inicial se liberó toda la materia y energía del Universo que inició su progresiva expansión y que según explican toda la materia del Universo se concentraba en una bola de plasma. Una bola de plasma o de fuego que nuestros druidas y otros sabios de antaño, ya esbozaron bajo el aspecto y simbolismo de un Huevo Cósmico. Es decir, le daban al Universo una forma, según ancestrales percepciones humanas, de Óvulo o Embrión, como germen inicial de la existencia en este Ciclo del Universo. Un óvulo o huevo análogo al que producen las hembras mamíferas del planeta Tierra, cuando ovulan y menstrúan. Este Huevo Cósmico, sigue siendo parte de ese Todo Absoluto, concentrado, pero no es tampoco, el Origen, sino una Renovación y Evolución, un Reinicio con su Metamorfosis, una continuación necesaria para la Persistencia y la Eternidad. Este concepto del Huevo Cósmico, existe en varias filosofías, además de hallarse presente en la druídica, como es en la tradición hindú, que tiene numerosos paralelismos con la céltico-druídica. El Huevo Primordial, es oval y se aproxima en su forma al círculo. Posee un impulso amplificador y unisexual, igual que el Todo Absoluto, con el que Deviene y es Parte. Dicha esencia la percibimos, como expansión de la Energía y de toda la Existencia, desde el momento de esa aparente liberación o BigBang. 237

Místicamente, el Huevo Druídico y cósmico es elaborado por la Serpiente Cósmica, simbolizando ésta, las fuerzas y poderes de la Sabiduría Suprema anteriores, que ya latían en el Todo Absoluto. Dicho Huevo u Óvulo asume sus ciclos de evolución e involución. El Huevo Cósmico o dicho científicamente, la Bola de Plasma concentrada, es el ciclo involutivo. El Big-Bang, percibido por los humanos, es el ciclo expansivo del Huevo Cósmico. Todo es un ciclo y de esta manera se producirá en algún momento del Devenir y Eternidad del Universo, un nuevo Huevo que dará paso a otro y a otro, perpetuamente. El Huevo de la Serpiente cósmica es el inicio de un ciclo, pero también el final de otro ciclo anterior, es un Constante Devenir, es la Espiral que jamás está Inmóvil. Todo espíritu y materia es energía vibratoria, fuerza móvil. Siendo la misma alegoría que los ciclos célticos aquí en la Tierra; Samhain es el inicio de un nuevo ciclo, pero también el final de uno precedente. La espiral es el sendero hacia el huevo cósmico que contiene la potencialidad de la vida aún no manifestada en este nuevo ciclo. Todos estos conceptos fueron representados simbólicamente por los druidas y otros sabios antiguos, con bastante insistencia en forma de una pareja de serpientes entrelazadas, o bajo su símil y analogía, como es, una doble espiral. En los conceptos druídicos la espiral y la serpiente son símbolos del conocimiento y de la sabiduría, como lo es, el mítico dragón: La doble espiral es congénita al Huevo Cósmico, el cual nació simbólicamente de la Serpiente. La Serpiente y la Espiral son gemelos y semejantes. Los druidas eran los Hijos de la Serpiente, como sinónimo de Hijos de la Sabiduría, por mucho que se empeñen los jerarcas cristianos en decir que su Biblia claramente identifica a Satanás como el Dragón, y como la serpiente. (Génesis y Apocalipsis). 239

La triple espiral es nuestro Triskel. Las espirales son los laberintos que tienen que recorrer los que quieran desentrañar los misterios allí contenidos. En las elaboraciones artísticas de los celtas se solía representar a la serpiente enroscada en forma de espiral. Es, por tanto, natural según estos conceptos que espirales y serpientes representen al Universo en las leyendas, alegorías y creaciones artísticas céltico-druídicas. Es gratificante al unísono confirmar, como es justamente bajo esta estructura sideral, como percibimos los humanos, la mayoría de las constelaciones y galaxias conocidas. Grandes fueron los conocimientos de nuestros druidas en aquellos tiempos remotos, para intuir o conocer estas y otras cosas. La espiral, no cabe duda, es la alegoría más plausible y digna para representar al Universo. Un Universo que es sabiduría cuando observamos igualmente, como la traslación de los astros de nuestro sistema solar alrededor del Sol se dibuja como un movimiento en espiral, y cuando gracias a la ciencia se descubre que la organización en la célula del Ácido Desoxirribonucleico o ADN, es en forma de espiral alargada o entrelazado de doble hélice. Por otra parte, los druidas denominaban "vouivre" (líneas del dragón) a una energía de la tierra, que se deslizaba cual serpiente a través del suelo a modo de corriente telúrica. Tales líneas ley son unas vías de intensidad espiritual que recubren todo el planeta. Se dice que lugares sagrados como Glastonbury o la catedral de Chartres, erigida sobre el antiguo bosque sagrado de los celtas galos Carnutos, se encuentran ubicados sobre líneas Ley. Otras “vouivres” o energías telúricas nacen de los serpenteantes tránsitos de las aguas de los subsuelos o de las grietas de terrenos que entran en fricción y contactan con fondos de naturaleza distinta, incluso, provienen de los subterráneos magmas planetarios. Serían la manifestación misma de la vida de la tierra y origen de la fertilidad de ésta. Las "vouivres" son también energías que cruzan los cielos, cauces energéticos que, en ciertos parajes concretos, vigorizan con una 241

condición específicamente benéfica la acción de las corrientes telúricas del subsuelo, y crean allí un lugar privilegiado, que los druidas de antaño, conocedores de esta sabiduría, se aprestaban a marcar con menhires o dólmenes. Posteriormente, a las acciones del druida, estos lugares se convertirán en centros de rituales y ceremonias, donde para favorecer esas manifestaciones, se cultivaba con danzas e invocaciones. Lugares favorecidos por la Madre-Naturaleza, favorecidos por las aguas subterráneas simbolizadas por Dana, Diosa primigenia, otorgadora de Vida, favorecidos por la Serpiente Cósmica, secretora del Huevo Cósmico, repleto de nueva Vida y Energía. Lugares en definitiva, en donde la tribu, advertida y orientada por la ciencia mágica y mística de sus instruidos druidas, Hijos de la Serpiente, se dirigía a dichas zonas para recibir los beneficios tanto físicos como espirituales de estos venerables espacios. Ahí es donde precisamente los celtas rendían culto a la Diosa-Tierra, y a todas las entidades divinas que albergaban las fuentes, lagos, ríos o manantiales que había en esos lugares, cuyos fluidos poseen efectos salutíferos. El naturalista romano, Cayo Plinio Cecilio Segundo, conocido como Plinio el Viejo, autor de la "Historia natural", en cuya obra recoge los conocimientos del mundo antiguo en materias como geología, fisiología animal y vegetal, cosmología, etc., víctima de sus propias exploraciones al curiosear la erupción del Vesubio que acabó con Pompeya y Herculano, menciona la presunta creencia de los druidas en una especie de huevo de serpiente que también llamaban Glain Naddair o Nathair. Era un huevo especial que se creía era el resultado del entrecruzamiento de numerosas serpientes enrolladas. La secreción de los cuerpos de los reptiles entrelazados creaba dicho huevo. Un huevo que según Plinio, precisaba ser robado mediante una maniobra cargada de peligro. Luego de obtenerlo, el raptor debe dirigirse presuroso a un río. Si lograba atravesarlo, cesaba toda amenaza de ser capturado por las serpientes que lo persiguieran. Plinio el Viejo da una explicación muy escueta y desorientada que los descubrimientos posteriores atestiguan de otra manera. Plinio lo relata así: 243

(Historia natural, XXlX, 52) ......."una especie de huevo del que los griegos no hablan, pero que es muy conocido en las Galias. Durante el verano, innumerables serpientes que están enrolladas juntas, se unen en un abrazo armonioso gracias a la baba de sus gaznates y a las secreciones de sus cuerpos. Es lo que se conoce como el huevo de serpiente. Los druidas dicen que este huevo se lanza con silbidos y que hay que recogerlo con un manto antes de que toque el suelo. En este momento, el raptor debe huir muy deprisa a caballo, puesto que le persiguen las serpientes, las cuales sólo se detendrán ante el obstáculo de un río. Se reconoce este huevo debido a que flota contra la corriente, incluso si está enganchado a algo de oro. La extraordinaria habilidad de los magos (druidas) para esconder sus fraudes es tal, que sostienen que hay que apoderarse de este huevo sólo en una determinada fase de la luna, como si fuese posible hacer coincidir dicha operación con la voluntad humana. Ciertamente, he visto este huevo, del tamaño de una manzana redonda de talla mediana, con una corteza gelatinosa como los numerosos brazos del pulpo". Nuestro entrometido romano, no entendió absolutamente nada de las simbologías de aquello que le pudieron haber contado, y se duda que lo viera con sus propios ojos. La tergiversación que hizo, fuera ésta, obra suya o de su narrador, es substancial. Máxime teniendo en cuenta, que como naturalista debía saber que las serpientes saben nadar magníficamente, hasta hay serpientes marinas y fluviales, y, no pocos pueblos consideran a ciertas variedades como “amantes del agua”. Sin duda, la cuestión del huevo no se puede tomar, ni hoy ni ayer, literalmente, como hizo Plinio, por toda la simbología que se ha expuesto previamente en este módulo. Otros Mitos de la creación celta Un supuesto mito originario de la creación según los druidas, se supone lo expuso el cónsul e historiador romano Cayo Cornelio Tácito, yerno del tristemente famoso Cneo Julio Agrícola, el segundo general romano, genocida de Mona. Aunque se duda, si realmente fue este su autor. En 245

cualquier caso es un mito bastante improbable que existiera, pues habla de cosas totalmente ajenas a los celtas y al druidismo. El libro en cuestión lleva por título “Celtae Ritus et Magice” narra la intrusión de un esclavo romano entre los druidas, en el santuario de la isla de Mona, antes de ser arrasada por las legiones. El traidor, un tal Aurepilo, cuenta a El Escriba, que se supone era Tácito, todo lo que acontecía y se enseñaba en la escuela druídica. No obstante, la información que se obtuvo fue poco interesante para los objetivos militares romanos. Ya el libro en sí es muy polémico, y se le suponía perdido, quizás lo expuesto por éste, si acaso fue el autor, se trate de una simple fantasía de ficción histórica, alguna leyenda inconexa, quizás posterior y sajona o mera propaganda bélica. En definitiva la incluyo en este módulo ya que algunos piensan que es auténtica, aunque resulta bastante ajena al talante e idiosincrasia druídica. En realidad, los historiadores e investigadores serios y prudentes, no la consideran, ni tienen en cuenta. En cualquier caso dice así: Desde el Primer Tiempo a la aparición de la Tierra, el Sol y la Luna: En el Primer Tiempo sólo existía Deisug, morador de las más oscuras entrañas del universo, señor de la nada, predecesor de lo primero y sucesor de lo último. Deisug era el cuerpo fornido gobernado por sus cuatro cabezas sumidas siempre en interminables disputas, pues cada una de ellas dominaba un poder que las otras envidiaban. Cada poder diezmaba por igual al cuerpo de Deisug cuando era invocado, mas como sus efectos se desvanecían en un aliento si se ejercían por separado, cada cabeza ansiaba el dominio de los otros tres poderes. La primera cabeza se llamaba Toargsun y con su magia lograba concentrar el cuerpo de Deisug en un punto minúsculo como obra el alfarero con la figura de barro tierno. La segunda cabeza recibía el nombre de Agizesun y cuando su poder se desataba desvanecía el cuerpo al que permanecía atada por todos los puntos del universo, como lo haría el montículo de arenilla al viento. 247

La tercera se llamaba Glursun y su poder le permitía deformar el cuerpo de Deisug a su voluntad haciéndole tomar formas caprichosas y monstruosas cual hábil carpintero. La cuarta se llamaba Uigsun y su habilidad le permitía copiar cualquiera de los poderes de sus hermanas como el reflejo de un espejo copia la imagen de quién lo contempla, si bien sólo podía ejercer uno de los poderes cada vez. Por miles de años se sucedieron los conflictos entre las cuatro cabezas, con tal ensañamiento, que pronto descuidaron éstas el cuidado de su cuerpo y este fue languideciendo falto de alimento y ejercicio, y desgastado por las incesantes luchas de sus cabezas. Así aconteció una batalla final, cuando el ya ajado cuerpo de Deisug presenció la alianza entre Toargsun y Glursun, planeando ambas servirse de la otra para apoderarse de sus hermanas y dejando para más tarde eliminar a su aliada. De este modo se alzaron las aliadas para destruir a Uigsun más, como hubieron planeado estas intrigas creyendo a sus hermanas dormidas no esperaban que Agizesun, que se percató de cuanto urdieron y temerosa del poder de esta alianza, hubiera advertido a Uigsun y planeado sus defensas en conjunto. Y así, cuando Toargsun y Glursun atacaron a Uigsun, esperaban éstas que al observar Agizesun las desventajas de su hermana aislada, se uniera a ellas y lograr así su verdadera destrucción y así fue que Agizesun hizo amago de atacar a Uigsun, pero en un acto de gran astucia, dirigió verdaderamente sus artes contra el interés de sus hermanas que se hallaban completamente desprevenidas y Uigsun, imitando su poder, duplicó su fuerza. Toargsun y Glursun fueron eliminadas y Agizesun tomó el poder de la primera y Uigsun el de la segunda, pero cuando ambas hermanas clamaron sus más terribles imprecaciones para destruir a la otra, el fatigado y corroído cuerpo de Deisug estalló y le acompañaron en su final las dos hermanas. Más algunas de sus facciones sobrevivieron. Y lo que antes era vacío ahora estaba lleno del cuerpo de Deisug y del poder de 249

sus

cabezas,

y

cuánto

antes

no

era

se

hizo

entonces.

Deisug devino la tierra, el sol y la luna y briznas de los poderes de las cuatro hermanas se depositaron en todo y confirieron poder a las cosas y diferentes poderes en razón de las distintas mezclas. El poder que se encontraba en cada cosa buscaba el otro poder y así, con el tiempo, el poder se encontró concentrado en pocas cosas y disperso en muchas. Tácito, “De Celtae ritus et Magice”. Cap. III, Ep. I.III Tras el hipotético o apócrifo texto de Tácito, nos toca analizar otro mito supuestamente céltico sobre la creación. Éste es bastante popular en tierras galesas e inglesas y en variadas órdenes druídicas de la actual Inglaterra y Bretaña francesa que tienen un talante revivalista. La conocida OBOD, al parecer lo acepta, o lo aceptó en no muy lejanos momentos de su historia, como aceptó cierto sincretismo con lo cristiano. Su actual dirigente Philipp Carr Gomm, escribió en el prólogo al libro de Ross Nichols “El Libro de los Druidas” lo siguiente: “El druidismo tiene con el cristianismo unos vínculos que no tiene la Wicca”........”Algunos lectores de estos párrafos se alegrarán al conocer este diálogo entre Druidismo y Cristianismo”............. “El druidismo se puede combinar con el Budismo o el Cristianismo, con la práctica de la Wicca o el Judaísmo o se puede practicar por sí mismo”. Aunque ciertamente, dichas frases están sacadas de su contexto, pueden los lectores comprobar todo el texto por sí mismos, si consultan dicho libro, páginas 15 y 16, e incluso si lo leen entero. La opinión personal de quien esto escribe, al respecto, es de disconformidad con la visión que se expondrá y recuerda demasiado las mezcolanzas intermedias y sincréticas de la New Age, con el hinduismo, el budismo y el cristianismo. Pero esta opinión personal en este capítulo carece de más relevancia, así pues se extracta ese otro mito de la creación sincrético, 251

que como se ha apuntado, la OBOD contempló en algún momento de su trayectoria y aun considera. La controversia surge en torno al libro de los Barddas, escrito por el anticuario Iolo Morganwg, (1757-1826), pero publicado en 1862. Iolo convenció a buena parte de sus contemporáneos seguidores druídicos, de la veracidad ancestral de lo que él escribía, presentándolo como recopilaciones antiguas. Inspirado en las tradiciones druídicas, ideó en su tiempo un sistema de reglas, ceremonias y teorías, promoviendo la celebración del Eisteddfod, el cual sigue en uso. Posteriormente muchas de sus recopilaciones se descubrieron que eran un fraude. Otras se revelaron como correcciones suyas y otras probablemente fueron auténticas. La cuestión es, que está amalgama de escritos de diversa procedencia fueron incorporados a su obra. Aún hoy existen dudas, de que es lo auténtico y proviene de la sabiduría primitiva, qué es lo inventado y qué es lo corregido. En cualquier caso, los investigadores de la temática céltico-druídica no la incluyen entre sus teorías sobre un posible mito de la creación celta. Solo algunas órdenes druídicas, como se ha apuntado, lo contemplan entre sus doctrinas. Estas teorías sobre un supuesto principio de la creación según los celtas galeses, puede resumirse de la siguiente manera. En cualquier caso remito al lector al “Libro de los Druidas”, de Ross Nichols, donde podrá leerlo ampliamente. “Cuando Dios pronunció su nombre, con la palabra surgió la Luz y la Vida, pues antes de esto, no había vida con excepción del mismo Dios, y el modo en que se pronunció esta palabra fue de la dirección de Dios. Su nombre fue pronunciado y con ello se produjo el brote de la luz y la vida, y el hombre, y todos los seres vivos, es decir, todo y cada cosa brotó junto. El primero que consiguió el entendimiento de las letras fue Adán, que lo obtuvo de Dios en el Paraíso y su hijo Abel el inocente”.....y etc. Estos son los círculos de la creación: 253

El circulo Abred, en el que están todas las existencias corporales y muertas. El círculo de Gwynvydd, en el que están todos los seres animados e inmortales. El círculo de Ceugant donde solo está Dios. “Y Dios hizo que todo ser vivo y animado pasase por todas las formas y especies de existencia dotadas de vida, para que al final, todo ser vivo y animado pudiese tener un conocimiento perfecto, vida y Gwynvydd y todo esto desde el perfecto amor de Dios que, en virtud de su naturaleza divina, él no tenía más remedio que mostrar al hombre y a todo ser vivo. Todos los seres vivos que hay por debajo del círculo Gwynvydd han caído en Abred y están ahora regresando a Gwynvydd. La migración de la mayoría de ellos será larga, debido a las muchas veces que han caído, por haberse pegado al mal y a la iniquidad, y la razón que cayesen fue que querían atravesar el Círculo de Ceugant, que solo Dios podía resistir y atravesar. Por eso cayeron también en Annwn y fue por orgullo, que querían igualarse a Dios, por lo que cayeron, y no hay necesariamente caída hasta Annwn, sino es por orgullo. Algunos buscaban la sabiduría y vieron lo que podría hacer el orgullo y decidieron comportarse según lo que Dios les había enseñado y se convirtieron en divinidades o ángeles santos y adquirieron la enseñanza, con lo que veían en los demás, y así es como vieron la naturaleza de Ceugant y la eternidad y que solo Dios podría soportarlo y atravesarlo. Y todo esto puede conocerse por los gwyddoniaid, desde el principio de los siglos, desde los tiempos de Set, hijo de Adán, hijo de Dios, obtuvieron Awen de Dios y por eso, conocieron el misterio de la divinidad y los Gwyddonaid eran de la nación de Cymru desde el principio de los tiempos.......... Desde esto, los Gwyddonaid, se llamaron bardos según el privilegio y la costumbre de los bardos de la isla de Gran Bretaña, pues fue desde la llegada de los Cymru a la isla de Gran Bretaña cuando se hizo esta regulación y este conocimiento se ha adquirido con las 255

celebraciones del bardismo y Awen de Dios, y no se puede acumular ninguna falsedad del Awen de Dios. En la nación de Israel se encontraron los santos profetas que por el Awen de Dios, conocían todas las cosas tal y como se describen en las sagradas escrituras. Después de que Cristo, el Hijo de Dios, viniese en carne desde Gwynvydd, se consiguió más conocimiento de Dios y su Voluntad, como se ve en el sermón de San Pablo. Algunos han llamado a Dios el Padre Hen DDIHENYDD, porque es de su naturaleza, de donde proceden todas las cosas y en él está el Principio de todo y no tiene principio, pues Él tiene que existir y nada puede tener un principio sin alguien que se lo dé. Y Dios Hijo se llama LAU, o sea, Dios bajo forma y una corporeidad finita, pues de no ser así, un ser finito no puede conocer y percibir a Dios. Y cuando se hizo hombre en este mundo, se llamó Jesucristo, pues Él no era de lo perpetuo bajo una forma y un cuerpo finitos. Y el hombre que cree en él y realiza las siete obras de misericordia se verá liberado del dolor de Abred y será bendito para siempre el que haga esto”. En definitiva, el texto es mucho más largo y difícil de digerir, con enunciados bastantes incomprensibles. Hay numerosos párrafos donde se mezcla lo pagano con lo cristiano, se describen los tres “gogyrvens” primarios y se afirma que antes de la fe de Cristo había 16 y luego 18 y más tarde 20. Se explica lo que es el “manred”, como primera sustancia del Universo, con más conceptos sincréticos y así el libro introduce en unas 20 páginas más, numerosas alusiones a conceptos pre-cristianos y cristianos. Sin embargo, existe otra hipótesis nada sincrética y más pagana de la creación según los celtas galeses que expondré a continuación: Algunos druidas galeses, igual que sus homónimos de otras áreas célticas, no concebían que un Creador pudiera ser comprendido y menos visto por los humanos, cuyas emanaciones se hallaban más allá de la limitada comprensión del hombre, incluidos ellos mismos. Por tal 257

motivo llamaban a la Entidad Suprema como “Celi”, y esté no era un nombre, sino un adjetivo, que significaría “El Oculto”. Recordemos otros epítetos atribuidos al Todo Absoluto, aún hoy en uso, como son: El Incognoscible, el Innombrable, calificativos que usaban también antiguamente para distinguirlo. Celi tenía una consorte, la diosa lunar Cerridwen o Kerridwen. Esta diosa, de la unión mística con Celi, tuvo dos hijos que representan los aspectos luminoso y oscuro que emergen de ella: Su hija Crearwy, es la más hermosa y blanca del mundo y su hijo Afagddu, oscuro y tremendamente feo. Cerridwen, es la poseedora del Caldero del Otro Mundo, donde se elaboran la inspiración o Awen y el conocimiento sagrado. Posteriormente Gwion, de forma accidental bebió las tres gotas famosas que le otorgaron la sabiduría, y tras ser perseguido y engullido por Cerridwen renació de ella, como Taliesin. Aunque esto es ya otra historia….. Sin embargo, los simbolismos de los círculos, Abred/Awbredh, Ceugant/Kawgynt y Gwynvyudd/Gwynneth y Annwn pueden pertenecer más un ámbito reencarnacionista que al de una hipotética Creación en sí, aunque ambos, en dichas teorías o doctrinas pueden fusionarse. Pero analicemos la siguiente proposición: Annwn es una dimensión del Otro Mundo o incluso un plano astral, ese que los celtas galeses llamaron el Inframundo o el No-Lugar, no es un equivalente al infierno católico, sino que es un plano exterior, donde la existencia y las energías anímicas o almas, han sido allí depositadas por Celi y custodiadas por Cerridwen, poseedora del Caldero de la Inspiración. En ese plano de existencia anímica, las almas carecen de la inspiración espiritual o Awen. Quizás, esas almas o formas de existencia provengan de antiguas existencias animales, vegetales o minerales del plano de Abred, y en su evolución deben pasar por el plano Annwn, para que Cerridwen les otorgue la inspiración espiritual. Incluso, puedan ser almas que una vez fueron cuerpos mortales, en el plano de Abred, pero que debido a su baja inspiración espiritual han debido volver a ese plano, tras la desaparición de su forma física, para ser 259

rehabilitadas con nueva Awen. Dichas formas de existencia podían ser las representaciones que las leyendas celtas galesas nos transmiten, en sus frecuentes cambios de formas. El círculo Abred recibe las almas de Annwn, Abred (principio), es un plano de experimentación y crecimiento, por donde debe pasar toda la humanidad. Es una dimensión donde lo positivo y negativo, tienen la misma capacidad de influencia y los seres, en su libre albedrío, toman sus elecciones y decisiones. Es, en definitiva, este plano de existencia donde la energía se manifiesta en las formas físicas que conocemos, especialmente la humana, que posee la facultad razonadora y la inspiración o Awen, otorgada por el Caldero de Cerridwen en Annwn. Conforme el hombre vive su experiencia de vida, evoluciona o involuciona espiritualmente, y también lo hace su Awen. Cuando su existencia física desaparece de este plano, si ha sabido, en su libre albedrío, elevarse, sobrepasa este nivel, para acceder al siguiente círculo o plano que es Gwynvyd. Si ha logrado una evolución insuficiente, permanece en una próxima vida física de nuevo en Abred. Si ni siquiera ha logrado una evolución insuficiente sino que, además, debido a sus actos negativos ha involucionado, su alma cae de nuevo en Annwn, para ser renovada con nueva Awen y reiniciar el ciclo. El círculo de Gwynvyd, (pureza), es el plano del bienestar, donde el espíritu carente de la forma física humana y sin tiempo, se desarrolla plenamente hasta su conjunción con Celi, según esta tradición galesa. El círculo de Ceugant, (Ceu= infinito y cant = círculo), está ocupado por Celi, que representa la manifestación de la energía, del espíritu, en todas sus formas, pero allí también existe la polaridad sombría o fuerza destructora, llamada Cythraul, la cual Celi absorbió. Manred, se cree que fue la primera sustancia, sin conciencia propia, del universo, ….y todos los elementos que había en sus partículas y átomos tenían vida, pues Celi (el oculto), estaba en cada partícula del universo, una Unidad completa, 261

(sería el equivalente al Todo Absoluto, Causa Primera o Increado, y Manred sería el equivalente al Huevo Cósmico, y a la Bola de Plasma o a una sustancia sutil, sin conciencia propia) ….y cuando se pronunció la Palabra…. (ya sabemos que la palabra era sagrada para los druidas, lo que podríamos interpretar como el desencadenante del Big-Bang) …se expandió por el espacio multiforme de Ceugant, en su expansión infinita Y Celi, estaba en cada partícula de Manred y en sus agregaciones conjuntas de un modo colectivo, porque la Voz de Celi, es la Voz de cada partícula de Manred, en la medida en que se pueden contar o comprender sus números o cualidades y la Voz de cada partícula es la Voz de Celi, siendo Celi en la partícula como su vida y siendo cada partícula o átomo que hay en Celi como su vida. En definitiva, estas son algunas interpretaciones que realizan algunos analistas sobre esta disquisición doctrinal que tiene sus creyentes entre los seguidores druídicos y druidas contemporáneos británicos y bretones sobre la doctrina y conceptos de la creación de mundo y su organización. Creencias basadas mayormente según el revivalismo galés de los siglos XVII y XVIII, y en las aportaciones de Iolo Morganwg, en sus apologías y alusiones sobre el druidismo ancestral del que él creyó ser su consignatario.

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Sobre la Medicina Céltico-Druídica « Namque Tiberi Caesaris principatus sustulit Druidas eorum et hoc genus vatum medicorumque per senatus-consultum ». “Durante el principado de César Tiberio, de hecho fue emitido un decreto del senado contra los druidas galos y toda aquella estirpe de adivinos y médicos”. Plinio el viejo Historia Natural, Liber 30, vs 13 1-Historia Es necesario apuntar como primer dato que la medicina de los celtas pre-cristianos de antaño, poco tiene que ver con la medicina contemporánea. Antaño no había diferencia entre ciencia y espiritualidad, porque ambas cuestiones se entrelazaban de manera que eran una misma cosa, justo por ello el médico druida, creyente y practicante de la espiritualidad de la que formaba parte, no podía, ni debía abstraerse de sus propias creencias druídicas, las cuales se hallaban presentes en sus diagnósticos y en su mediación e interposición sanadora ante las Divinidades. Actitudes ante la muerte, ante la práctica de la eutanasia, la Ley de compensación, de reparación o enmienda, eran cuestiones que eran concebidas de una forma divergente a como puedan entenderse en nuestras sociedades actuales y en los códigos deontológicos de hoy en día. Por tanto, ya que ellos creían en la inmortalidad del alma, tal y como se enseñaba en el Druidismo, y confiaban en que la muerte solo era una mera transformación hacia la verdadera vida en el Mas Allá, no solían luchar contra la muerte del enfermo incurable o terminal, sino contra el dolor y malestar que la enfermedad en sí provocaba. 267

Hemos de constatar que la célebre terapéutica druídica de antaño, se hallaba acoplada tanto; a la magia en su aspecto transformador como afirmaba el naturalista latino Plinio el Viejo, comprendiendo ritos elaborados, cánticos, demostraciones místicas, sugestiones, encantamientos, talismanes, y el propio espiritualismo del paradigma céltico-druídico, como; al empirismo o utilitarismo de la praxis orgánica. Bajo ese aspecto la medicina poseía tres naturalezas diferenciadas, dos funcionales o prácticas; la sangrante o quirúrgica y la medicina herbolaria o vegetal, y una metafísica y psicológica a través de los encantamientos y de la intercesión ante las divinidades sanadoras u otras. Corresponde reseñar que para algunos investigadores de lo céltico, el aspecto mágico de los druidas sanadores o “ouatis-faithliaigh” en general, estaba tan acreditado entre la población celta, que señalan que éste era el verdadero fundamento histórico de la autoridad y prestigio influyente de esta clase mágico-intelectual. En realidad, en la atención al enfermo o perjudicado existía un previo trabajo psicológico por parte del druida para requerir la aquiescencia del paciente y así iniciar un coloquio metafísico a tres bandas, entre el druida, el aquejado y la Divinidad sanadora a la que se invocaba o se acudía en otros planos de la Realidad, para solicitar la curación del enfermo. No obstante, en su faceta como terapeuta, el druida sabía diferenciar entre los estados de salud cotidianos de las personas (vejez, expectoración, resfriado, agotamiento, heridas, fracturas y etc.) para los que tenía remedios, pócimas y tratamientos varios, y las afecciones causadas por otros humanos y/o energías perniciosas o entidades sobrehumanas infaustas, todas las cuales requerirían la observación y consideración minuciosa del "hombre medicina”, fuera éste el druida o vate médico o en tiempos anteriores; el chamán, el curandero o el sanador taumaturgo que utilizaba técnicas chamánicas, para averiguar si el enfermo había violado algún “geis” o consultar en estado de trance a las divinidades adecuadas, para conocer si el afectado había sido 269

maldecido por algún mortal o por alguna entidad o fuerza del Otro Mundo inmortal. Así puede presumirse que el druida sanador, tenía a su abasto dos recursos primordiales interconectados entre sí, a través de su espiritualidad para conseguir la sanación de los enfermos. Esto es; la religión y la magia. Si la observancia religiosa y las creencias en las divinidades suponían la mediación o reconciliación divina en la sanación del enfermo, mediante la intervención de alguna deidad, fuerza inmaterial o entidad sobrehumana, en la magia, no resultaba necesaria la intervención de ninguna de ellas, ya que era el druida, el que buscaba a través de sus rituales y actos mágicos, encantamientos y ritos, la sanación del sujeto afectado. Unos actos mágicos cuya eficiencia y eficacia dependían enteramente de la credibilidad y sugestión de éste para sanar y de la confianza y convicción del enfermo para curarse. Así pues observamos que el druida médico; el ovate (ouatis, faithliaig, eubages) fue también un pronosticador, fue también un hipnotizador, y en definitiva, fue también un curandero, que utilizó los tres aspectos sociales básicos de la civilización celta; 1. El aspecto de la primera función dumeziliana o perspectiva mágico-sacerdotal de la magia. 2. El aspecto de la segunda función dumeziliana o técnica sangrante o sangrienta en las intervenciones quirúrgicas vinculadas a la función guerrera. 3. El aspecto de la tercera función dumezialiana vinculada a los productores y a la medicina vegetal que emplearon al unísono, los médicos vates y los sanadores rurales de aldeas y poblados. 271

Dichos aspectos resultan probados al confirmar como los vates médicos, utilizaban los métodos mágicos en la sanación, con los rituales, ademanes, expresiones y ceremonias espirito-religiosas propios de la primera función, asistiéndose con intervenciones quirúrgicas sobre los cuerpos de los afectados, como extracciones de flechas o puntas de lanzas, amputaciones, dislocaciones y trepanaciones, vinculadas éstas a la segunda función, finalizando con la aplicación de cataplasmas herbarios astringentes2, ungüentos y la utilización de enteógenos y psicotrópicos, para el alivio de dolores y malestares y para realizar viajes a otras realidades, enlazados todos ellos a la tercera función, usando además procedimientos directos como métodos de succión o presión para aplicar sobre heridas, ventosas, torniquetes, cauterizaciones y utilización de “nieblas”, es decir; vahos, baños de vapor3 y otras variaciones de emanaciones (humaredas). Técnicas sanadoras y terapéuticas corrientes entre los druidas vates médicos (faith-liaigh en Irlanda) A-Las pertenecientes a la primera función dumeziliana o mágica:

2 Hay constancia en un texto de Estrabón, en Geographica III, 3,6 que dice sobre los lusitanos celtas o celtizados: " Dicen que algunos lusitanos que habitan en las inmediaciones del río Duero, viven muy lacónicamente; que usan dos veces al día los alipterios (recinto donde se perfumaba a los que salían del baño y se untaban con óleos) toman baños de vapor que se desprende de piedras candentes, se lavan y bañan con agua fresca y solo hacen al día una comida muy parca y frugal; examinan las venas de los costados, toman el pulso y predicen por los cadáveres lo futuro. 3 Los celtas poseían saunas, las cuales además de utilizarse para ritos de purificación, se utilizaban para curar o aliviar el reumatismo, e incluso, pudiera ser que fueran utilizados como paritorios (por ejemplo la de uso termal del castro de Ulaca, en Avila (España) de la tribu vetona) o las “pedras formosas” de la cultura castreña del noroeste. Poseyendo además un sentido ritual, vinculándose a ceremonias iniciáticas guerreras.

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1. Los encantamientos, interpelaciones, conjuros, bendiciones y actos ceremoniales, conocidos en Irlanda muy posteriormente como “Carminas”, (Carmina Gadélica) fueron elementos que acompañaban a la medicina quirúrgica y a la medicina vegetal. En realidad formaban un conjunto inseparable y se integraban en una holista o integral concepción de la sanación, la cual debía de darse en los tres aspectos siempre señalados; de la mente, el cuerpo y el alma. 2. Las peticiones eran dirigidas hacia las divinidades sanadoras. En la Irlanda pre-cristiana, las apelaciones se encauzaban hacia deidades mencionadas en las sagas como; Diancecht, Lugh, Airmed, Miach, Oirmiach (Ochtriullach), etc. En la Galia las peticiones se dirigían hacia Divinidades tanto locales como pancélticas, como Belenos (dios también de la sanación solar, como Lugh), Belisama, Lugos, Borvo, Bormano, Grannos, Luxovio. Nerios, Bormona, Damona o la britónica Sulis y etc., ya que la intervención divina, se creía era precisa para paliar los males y enfermedades humanas o animales. Entre los celtas hispanos, también había divinidades asociadas a la sanación como Endovélico, Ataecina, Bormanico, Edovio, Arentia, Coventina, etc. 3. Preexistía la creencia de que muchas de las enfermedades o males, eran provocadas por entes sobrehumanos o fuerzas singulares, incluso por otros humanos con ciertos poderes mágicos, y por tanto, se precisaba la intervención o intercesión de entidades superiores como las mismas Divinidades con atributos sanadores, invocadas por las personas adecuadas, como eran los druidas vates médicos, facultados para concertar directamente con los dioses o diosas sanadores. 4. Invocaciones dirigidas a la Madre Tierra, y a las “Matres” triples, para obtener su consentimiento como deidades protectoras y proveedoras de salud, siendo a la vez, generadoras 275

de árboles, hierbas, plantas, piedras y minerales y otros elementos, a las que se invocaban, para que dichos ingredientes naturales fueran eficaces y eficientes contra las afecciones, los padecimientos o los trastornos psíquico-físicos. 5. Los talismanes y los amuletos que funcionaban como objetos profilácticos mágicos, protegiendo a los humanos y animales de las energías nocivas y de las influencias perniciosas. 6. El sacrificio mágico de compensación. Dicho sacrificio consistía antaño en el traspaso mágico de una enfermedad letal de un humano o animal, a otro humano, animal u objeto. En casos excepcionales y de enfermedades humanas extremas de personajes importantes, se ofrecía a las Divinidades, la muerte de un ser humano (un voluntario, un prisionero de guerra o un proscrito) para intentar sortear la muerte de otro ser humano. No obstante, no será menester aclarar vastamente, que en la praxis actuales de los druidas vates sanadores, dichos procedimientos han evolucionado y se conceptúan de manera empática, por lo que no se ofrece la muerte o la vida de ningún ser vivo a las Divinidades en compensación por la sanación de un ser humano. De haber sacrificios, (renuncias, entregas, ofrendas) éstos son íntimos y personales. 7. La Hidroterapia. Incluiremos en esta función mágica, la hidroterapia, por tres razones básicas; a) Primero por el culto que se debía a las aguas dulces, manantiales y fuentes sanadoras, vinculadas a los balnearios, así como a los espíritus locales benefactores o divinidades acuáticas también sanadoras. b) Segundo, porque fue una práctica ligada a la clase sacerdotal druídica, circunscribiéndose en la acción de la psico-magia, 277

aunque también podría incluirse en el trabajo y la actividad de la medicina vegetal, puesto que como narra una leyenda irlandesa; Fingín el druida médico del legendario Conchobar Mac Nessa, sanaba a los heridos con baños cuyos ingredientes, además de la salutífera y catártica agua, eran las hierbas consideradas medicinales. No obstante debe añadirse, que los ingredientes de estos baños, no siempre eran solo hierbas medicinales, ya que en ocasiones diferentes las sustancias que lo constituían podían además incluir carne de animal, (vaca, cerdo, caballo, oveja) mezclada con variopintos ingredientes como tuétano, leche, huesos y barro, como así lo narra el “Táin Bó Fraich”, por ejemplo, para curar las heridas recibidas por Froech. En la tardía compilación irlandesa del Sanas Cormaic (Glosario de Cormac) del siglo X de la E.C, aun se cita, en remembranza de tiempos pre-cristianos, un baño medicinal hídrico nocturno de cuerpo entero, denominado “fothrucud”, con su ritual asociado”. c) Y tercero, porque la hidroterapia fue una técnica medicinal que pertenecía a un ámbito alternativo al del tratamiento sangrante o cirugía, aunque obviamente podía limpiar, lavar, desinfectar y purificar heridas sangrantes. Y no solo eso, sino que la hidroterapia también se ajustaba al área del reposo y descanso, para aquellos guerreros provenientes de un combate singular o de una batalla colectiva, en los que se usaban tanto baños de barro como de vapor. El culto a las aguas dulces vivificantes purificadoras y sanadoras fue una de las expresiones más importantes de la medicina druídica, como así lo demuestran los descubrimientos arqueológicos de balnearios y termas cerca de fuentes, arroyos y manantiales, en las áreas célticas donde los druidas oraron, enseñaron y sanaron. 279

Poca cosa queda actualmente de las instalaciones preromanas de balnearios, cabañas de vapor, construcciones de baños medicinales y etc., probablemente construidas en madera, las cuales tras la conquista romana fueron reemplazadas por las construcciones típicas romanas en piedra, pero la hidroterapia, fue muy eficaz y pujante entre los celtas pre-cristianos, como así lo demuestran los diversos santuarios de aguas termales, que por ejemplo en la Galia, por lo general, estuvieron bajo la protección del dios Borvo, o entre los lusitanos de Hispania, bajo la protección del dios Bormánico (Bormano, Bormo, Boruoboendua, etc) o como el también conocido santuario britónico de Bath, bajo la protección de la Diosa sanadora, Sulis. Santuarios, todos ellos, donde existían aguas termales y se aplicaba y se trataba con hidroterapia. Sirva también como ejemplo el balneario mencionado de “Bath”, cuyas instalaciones gozaban de un “caldarium” (baño caliente), un “tepidarium” (baño templado) y un “frigidarium” (baño frio), ciertamente revigorizadas en tiempos de la romanización, pero cuya utilización de los tres espacios, provienen, como el nombre de la diosa protectora, de los tiempos previos a la conquista romana. También el agua de lluvia o rocío, que se acumulaba en los huecos de las piedras sagradas, fue utilizada como bebedizo contra las enfermedades o como bálsamo de uso tópico. En lo inmortal se circunscribe el procedimiento mágicohídrico que emplearon en la legendaria Segunda Batalla de Magh Tuireadh, el dios médico irlandés Dian Cecht, y sus tres hijos; Airmed, Miach y Octriuil cuando recitaban encantamientos mientras administraban baños mágicomedicinales, en la fuente cuyo nombre era “Salud”, a los guerreros heridos letalmente en la lucha, para curarlos y devolverlos vivos y salvos de nuevo a la batalla. 8. La Litoterapia: La sanación mediante las piedras tuvo una aplicación distinta a como se viene empleando dicha técnica 281

actualmente en las corrientes y técnicas new age. En tiempos de los celtas pre-cristianos, las piedras sagradas y las grandes piedras denominadas sanadoras, tenían una aplicación energética, pues se creía que podían albergar espíritus sobrehumanos, encauzar fuerzas telúricas o contener energías sobrenaturales y que podían sanar, compensar desarreglos orgánicos, prevenir enfermedades o equilibrar trastornos físicos. En dichos tiempos, se creía que sus propiedades tenían que ver con la forma, el origen, el color, la textura, y la composición que presentaban en su lugar de ubicación. Por lo general, la piedras sanadoras se hallaban en lugares de antiguos ritos ancestrales en forma de monolitos; menhires, dólmenes, crónlechs, círculos de piedras, túmulos, rocas horadadas, piedras figuradas, incluso altares pétreos, muros y piedras de fuentes, o bien, con proporciones más reducidas, en los bosques esparcidas por el terreno, o en grutas, cavidades o vetas mineras. Así pues, más que una correspondencia mágico-religiosasanadora con gemas o minerales pulimentados, existía un vínculo espiritual con los megalitos, los cuales además de toda su simbología mística; perennidad, sexualidad, energía, fertilidad, fuerza y etc., éstos si poseían un verdadero y natural valor religioso y mágico. En cuanto a praxis terapeutas con piedras romas, cantos rodados obtenidos de lechos de los ríos o lagos, aerolitos, pedernales, u otros elementos de silicato, cabe decir que fueron prácticas curativas o balsámicas, no muy extendidas entre los antiguos celtas pre-cristianos, o al menos no ha quedado constancia de ello. No obstante en los tiempos actuales son prácticas acordes con los conceptos céltico-druídicos, que suelen complementarse con la hidroterapia o con los masajes. La técnica consiste en sumergir las piedras en agua y calentarlas mediante la acción del fuego, para luego ser colocadas en los lugares vitales del cuerpo, especialmente sobre la zona de los 283

denominados “tres calderos druídicos” para facilitar una mejor rotación de éstos o de sus canales energéticos, y para mejorar la fluidez de la energía y equilibrar los excesos o sus defectos. El calor directo sobre los calderos energéticos provoca una mayor acción y efecto sobre éstos, así como permite una manipulación suave y flexible en el caso de que se proceda a un masaje terapéutico. Una práctica anexada al masaje con piedras calientes, es la combinación con el uso de piedras frías, lo que provoca una reacción que logra abrir los canales energéticos obturados. 9. Medicina Vibracional; La Musicoterapia y la Sonoterapia “Llevaban arpas de oro, plata y bronce con figuras de serpientes, pájaros y perros de oro y plata. Cuando las cuerdas se ponían en movimiento aquellas figuras se volvían hacia los hombres. Empezaron a tocar y doce hombres de su casa murieron de lloros y tristeza” del Táin Bó Fraech Vinculada, en no pocas ocasiones a la hidroterapia y a los santuarios célticos de sanación, concurrían las técnicas terapéuticas del sonido (sonoterapia) y de la música (musicoterapia), las cuales y de forma general, eran unas prácticas usadas de forma hipnótica apropiadas para la relajación y adecuadas también para la meditación. De todos los instrumentos musicales el más adecuado para dichas prácticas sanadoras fue el arpa o el arpa corta o “cruit” (en irlandés). En las leyendas celtas de las islas, existen anécdotas y gestas transcritas donde la música afecta e influye en la conciencia humana, pues la música como decían los celtas antiguos “hace reír, hace llorar y hace dormir”, así se refiere en un relato durante la legendaria “Segunda Batalla de Mag Tuireadh, en la que el arpa de roble, “Uaithne, propiedad de la Divinidad conocida como “el Dagdah”, produce dichos efectos. 285

Este instrumento tenía la capacidad de controlar el orden las estaciones cuando era tocada, y podía interpretar tres tipos de melodías a saber: “Goltraiges” (el acorde del llanto), “Gentraiges” (el acorde de la risa) y “Suantraiges” (el acorde del sueño). Así pues, tanto los sonidos procedentes de instrumentos como el arpa, instrumento mágico por excelencia para los celtas, como eufonías provenientes de la entonación o del canto de la voz humana o de los sonidos, del viento, de los ríos y sus fuentes y de algunos animales, podían llegar a suprimir el sufrimiento mental, trocándolo en sosiego mental y espiritual, permitiendo además, el adormecimiento sin dolor. El talento y el empleo de la música, no solo amansa a las fieras, como suele decirse popularmente, sino que en los tiempos célticos, tanto los ovates como los bardos, probaban con la música y los cánticos, calmar o apaciguar los ánimos encendidos de las catervas de guerreros enardecidos prestos a la batalla, y en otras ocasiones también, justamente lo contrario, es decir, enardecerlos con soflamas, cánticos y sonidos más estridentes y rimbombantes. Por otra parte, y así como tenemos constancia, a través de las leyendas insulares de la Irlanda pre-cristiana, del empleo de la música como terapia medicinal, especialmente sedante y relajante, no tenemos tal evidencia con otros tipos de sonidos originados mediante otras técnicas, que sería lo que hoy viene conociéndose como Sonoterapia o Terapias de Medicina Vibracional. Las Terapias sanadoras mediante el Sonido, estando sus conceptos muy acordes con todas las esencias druídicas como veremos, y siendo una práctica respetada y practicada en el druidismo de cariz evolutivo, es una técnica mágica no invasiva, ni sangrante, y su aplicación carece de dolor. 287

Pero ciertamente, mucho se ha señalado que la Medicina vibracional utiliza terapias alternativas puestas de moda por las corrientes de la Nueva Era, donde se mezclan las creencias sobre atlantes o lemures con mongoles y budistas tibetanos, taoísmo y ying yang con instrumentos sonoros como el didjeridoo australiano, además de relacionarla con todo tipo de aplicación de las creencias orientales, como yantras, mantras y chakras hindúes, enredando aun más el tema con creencias teosóficas, prácticas de médiums y espiritistas, viajes astrales, y lo que haga falta, ¡oiga!. Y siendo todo ello cierto, pero no siendo responsabilidad de la Medicina Vibracional, sino, como siempre, de las personas que la utilizan sin apenas conciencia y conocimiento o por mero interés mercantilista. Cuando se ha afirmado que la medicina vibracional mediante el sonido es sanación y es coherente con las esencias primordiales druídicas, se ha hecho dicha afirmación constatando y confirmando el concepto y significación de dicha terapia. La Medicina Vibracional es una práctica terapéutica que incide en la sanación a tres niveles como es; la salud orgánica, la salud mental y a la anímica. Una tríada de tres dimensiones del Ser, que está en plena concordancia con las creencias druídicas. El concepto general que la sostiene a nivel teórico, es que todo lo que existe en este u otros Universos, es energía. Desde un átomo hasta la estrella más imponente, desde lo más ínfimo a lo más inmenso, desde el microcosmos al Macrocosmos, todo es energía y todo vibra en diferentes gradaciones, desde lo más sutil a lo más denso. Por lo tanto, todos los organismos son energía, son vibración y se podría decir, que son organismos vibrantes y melodiosos. El sonido pues es también energía y siendo energía es ondulación y vibración, que el oído humano puede captar en forma de ondas de determinadas frecuencias. Así pues en la Medicina Vibracional, se pueden utilizar instrumentos como las arpas, pero también otros menos usuales, 289

como calderos de cobre o bronce, cuencos metálicos de oro, de plata y de cuarzo o los conocidos como los modernos diapasones terapéuticos que originan tonos de diversas frecuencias. Por lo tanto la medicina Vibracional o Sonoterapia reside en producir esos sonidos perceptibles, a modo de registro sonoro, donde las vibraciones y frecuencias producidas, aplicadas en determinadas áreas del cuerpo, tratan de restituir el equilibrio energético y lograr la armonía entre cuerpo, mente y espíritu. Pero estas vibraciones no solo son de los órganos y células del organismo, sino que los pensamientos, las emociones y el sentimiento, también son energía y vibraciones en distintas frecuencias vibratorias. A este respecto la medicina vibracional se sumerge en el Principio de Resonancia que se basa, en que una vibración intensa y armónica repercute, se irradia y contagia a otra más débil, disonante o no armónica o saludable. Es decir, que dos energías cercanas en diferente nivel de frecuencia, no pueden mantenerse en el tiempo en distintos rangos, puesto que la más intensa contagiará a la vibración menos intensa, hasta equilibrarla o emparejarla. B- Las pertenecientes a la segunda función dumeziliana. Técnicas llamadas sangrantes, vinculadas a la clase guerrera. 1. Una de las técnicas consideras sangrantes, más y mejor conocidas en la Europa céltica antigua fue, sin duda, la Trepanación. Esta intervención quirúrgica instrumental consistía primeramente en quitar una porción de hueso de la parte superior de la bóveda craneal, mediante una incisión con un punzón u objeto afilado y puntiagudo o mediante un raspado progresivo, para seguidamente proceder a la eliminación de tumores cerebrales, infecciones, edemas e inflamaciones. El objetivo era también el de aliviar migrañas y todo tipo de 291

enfermedades consideradas en aquellas épocas como cerebrales, así como según se creía, el de posibilitar la expulsión o salida de la fuerza maléfica o energía perniciosa que provocaba la enfermedad. No obstante, también había razones iniciáticas tribales para proceder a una trepanación, como una especie de acto ceremonial en la adolescencia para alcanzar la edad adulta. No se descarta, incluso, que algunas trepanaciones fueran realizadas tras el fallecimiento del sujeto, con el propósito místico de facilitar la salida del alma, ubicada en la cabeza, según las creencias druídicas, o de proceder con el trozo de hueso extraído de la calota, a la confección de fetiches o amuletos. Una de las anécdotas legendarias, más conocidas, aunque ya druídicamente tardía, y que comenta Peter Berresford Ellis en su libro “Druidas”, sobre un caso de trepanación con supervivencia tras la intervención, es la del líder irlandés Cenn Fáelad mac Ailella (alias Cennfaeladh, fallecido en 679 de la E.C.), el cual sufrió una herida mortal en la cabeza en la batalla de Moira o “Cath Magh Rath”. Trasladado herido a la escuela médica de “Tuam Brecain” (Tomregan) - cuenta la historia - que le extirparon las partes dañadas del cráneo y del cerebro. Tras la intervención adquirió mejor memoria y se convirtió en un erudito irlandés, célebre por ser uno de los autores del “Uraicept na n-eces” (Manual de los poetas) y ser el fundador del colegio bárdico de Derryloran. 2. Además de las trepanaciones, los druidas vates y médicos procedían a realizar cesáreas y suturas, a extirpar tumores, a practicar incisiones sobre infecciones, pústulas, furúnculos y otras acumulaciones purulentas, así como a efectuar amputaciones de miembros gangrenados o muy lisiados, y a acoplar prótesis. El acontecimiento legendario mas mencionado en las sagas celtas irlandesas sobre una prótesis, es el que narra la sustitución del brazo herido y perdido del legendario rey irlandés Nuada, en la primera batalla de “Mag Tured”. Tal 293

maestría de sustitución, la efectuó Dian Cecht, el dios druida de la medicina y médico de los Tuatha dé Danann, en la extremidad del soberano Nuada al acoplarle un brazo de plata. Pero Miach hijo del dios y médico también él mismo, superó las artes y técnicas de su propio padre y sustituyó el brazo de plata que había colocado su progenitor, por uno de carne y hueso. 3. El alto nivel que alcanzaban los médicos druidas o sanadores druídicos, en sus estudios y en su actividad, los convertía en unos expertos en las cuestiones quirúrgicas. Debido a dicho prestigio, un grupo de druidas faithi (vates) médicos o “faithliaigh”, irlandeses, bajo las directrices de Fíngin, seguían a los tropeles guerreros de Conchobhar Mac Nessa, en las batallas del Táin, para asistir a los heridos en el campo de batalla. Incluso uno de esos druidas médicos, llegó a suturar con hilo de oro una herida producida por el proyectil lanzado con una honda, que impactó y penetró en el cráneo de Conchobhar, según un fragmento de la leyenda de “Aided Conchobuir” (El asesinato de Conchobar). Al final aunque sobrevivió con el proyectil en el interior de su cerebro durante siete años, murió cuando el proyectil finalmente fue expelido de su cabeza y este hecho le causó la muerte. Otro líder guerrero también celtoirlandés conocido como Tadhg Mac Cian fue gravemente herido en la batalla de Crionna en el año 226 de la EC., el cual también fue curado de sus heridas por un médico de su ejército. En los textos irlandeses del Táin Bó Cúailnge existen unas cuantas referencias, a la aptitud y competencia quirúrgica de los médicos druídicos o ouatis. Por ejemplo: “Cuchulainn, dijo a Lôeg, su cochero, que fuera a buscar a los guerreros del Ulster, con el fin que vinieran para impedir el secuestro. Abrumado por la fatiga, hizo un poema: ….De mi lado derecho, y de mi lado izquierdo Es difícil decir cuál está más enfermo. La mano que los ha golpeado no era la del médico Fingin 295

quién detiene la sangre con una rodaja de madera. Estos terapeutas portaban una bolsa llamada en gaélico “lés” que iba llena de “recursos medicinales”. Tan importante era esta bolsa, que un “faith” o “faith liaig” (médico) sin ella, no podía ser considerado como un buen sanador. Otros instrumentos que podían portar estos “faithi” irlandeses eran; una trompetilla acústica a modo de estetoscopio, un cuerno denominado “gipne” que servía para realizar catas bebibles, y varias sondas o “fraigs” para facilitar la salida de humores o purulencias, explorar heridas o fístulas e introducir ungüentos en heridas profundas. Seguramente llevarían otros utensilios, habituales en la Europa de aquellas épocas del siglo I de la EC, como aquellos que cita el médico galorromano Aulo Cornelio Celso, nacido en la Galia Narbonense, tales como; bisturís, pinzas, ganchos, cánulas, agujas y etc., pero de los mencionados en primer lugar, han quedado constancias físicas e históricas entre los celtas insulares especialmente. 4. En este apartado de las intervenciones quirúrgicas, habría que hacer una especial mención a la oftalmología céltica, la cual estaba muy desarrollada para la época. En toda el área céltica, pero especialmente en la Galia, y ciertamente con el influjo de la medicina griega, impulsada desde Massalia (Marsella) se llevaban a cabo prácticas oftalmológicas de precisión como la extracción de las cataratas en el cristalino del ojo o como la elaboración de colirios sólidos como ungüentos, bálsamos o pomadas, los cuales eran más fáciles de transportar. Según deducciones de algunos investigadores sobre esta cuestión, como la de la francesa experta en el tema, Dra. Arlette Madeleine Sedille Dechambre, en su libro “Les ophtalmologistes gallo-romains”, afirmaba que existían colegios médicos e incluso otros investigadores conjeturan que seminarios o academias druídicas, anexas o cercanas a los colegios médicos, donde se enseñaba y practicaba 297

exclusivamente oftalmología, donde los médicos druídicos recibían enseñanzas comunes y adiestraban su talento y pericia con esfuerzo científico. Ya cuando los oculistas, todos ellos, con los mismos conocimientos, principios terapéuticos y praxis alcanzada, abandonaban dichos colegios, se dirigían a las villas, a veces ubicadas a grandes distancias del colegio, donde iban a ejercer, llevando con ellos los utensilios que habían forjado o adquirido en el tiempo de estudio. Para muchos investigadores de esta cuestión, como Émile Thèvenot, hay una relación muy estrecha entre la oftalmología y el culto celta a las aguas sanadoras y las escuelas de enseñanza de esta especialidad, que se ubicaban en un santuario de divinidades acuáticas, generalmente sanadoras. Santuarios en los que existían fuentes y manantiales a los que se atribuía propiedades sanadoras, como lo evidencia el gran número de exvotos encontrados en ellos y que remedan partes orgánicas humanas, así como los hallazgos en dichos lugares de diversos tipos de utensilios quirúrgicos. De lo expuesto también cabe deducir, a pesar de algunos críticos que opinan en sentido contrario, que tanto en la Galia pre-romana como en la galo-romana, existían colegios o seminarios exclusivamente médicos, cuyas enseñanzas estaban destinadas a la clase intelectual de los celtas, esto es; a los druidas, o como se les llamaba en Eire, a los “faith-liaigh” (vates médicos). Es también innegable, que la cirugía céltica, se transmutó marcadamente hacia el empirismo y el laicismo tras el contacto con la medicina y la cirugía greco-latina, la cual se impuso progresivamente, especialmente en la Galia. C- Las pertenecientes a la tercera función dumeziliana. Técnicas incluidas en las llamadas de medicina vegetal, vinculadas a la clase productora. 299

En los relatos y leyendas celtas, mayormente insulares, los druidas y druidesas aparecen en numerosas ocasiones ejerciendo la sanación como sanadores o médicos expertos en herbalismo, o fitoterapia, litoterapia, hidroterapia, selvoterapia (arboterapia), termalismo y etc. No en balde, a la divina Airmed, hermana de los dioses sanadores, Miach y Ormiach e hija del dios irlandés de la medicina, Dian Cecht, se le arroga la virtud de haber clasificado e identificado 365 hierbas sanadoras. No obstante, no hay mayor dios sanador que Lugh, el cual es polivalente y plurifuncional, capaz de sanar cualquier herida y de inducir a cualquier ser humano a un sueño reparador, mediante el canto del “ferdord”, como así procedió con Cuchulainn, vencido por el agotamiento sufrido y las heridas recibidas, cuando se enfrentaba a los ejércitos de la reina Medb. “Entonces el guerrero del sidh (Lugh) puso hierbas, plantas de salud y hechizos curativos en las heridas, en las lesiones, las magulladuras y las numerosas heridas de Cuchulainn. Y Cuchulainn se restableció durante su sueño sin darse cuenta de nada “Táin bó Cuailnge”. En otros pasajes del Táin, (según versiones) vemos como en los duelos personales entre Cuchulainn y Ferdéad (Ferdiad), son los sanadores los que atienden con hierbas medicinales, hechizos, plegarias y etc., a los dos contendientes. Los pasajes dicen así; En el primer día tras el primer combate singular y habiéndose causado heridas superficiales y no letales se narra; Las personas capaces de sanar las enfermedades, los médicos, llegaron para tratarlos, curarlos; Pusieron hierbas, plantas medicinales sobre las magulladuras, las articulaciones, las numerosas heridas, y pronunciaron sobre ellas fórmulas mágicas que sanan. Las fórmulas mágicas y encantamientos empleados para las magulladuras, las múltiples heridas, las articulaciones de Cuchulainn, fueron llevadas en la misma cantidad a Ferdéad, más allá del vado del oeste. Después del segundo día de combates singulares, el Táin Bó Cuailgne, (según versiones) relata al segundo día de duelo;…”los médicos hábiles en el arte de sanar, llegaron para ocuparse de ellos, observarlos y velarlos esa noche. A causa de la gravedad de las lesiones, 301

de las heridas y numerosas excoriaciones, los médicos no emplearon más que palabras mágicas y oraciones para detener la sangre que fluía y corría; los brebajes mágicos, las palabras mágicas, las plegarias de las cuales se sirvieron para curar las heridas de Cúchulainn, fueron en igual cantidad llevadas a Ferdéad, más allá del vado del oeste”. De ambos pasajes pueden dilucidarse dos interesantes interpretaciones y deducciones; 

La primera es que cuando las heridas o enfermedades son letales sin recuperación viable o posible, ya no se interviene quirúrgicamente, ni siquiera a través de medicaciones, sino solo a través de los métodos paliativos anestésicos o analgésicos, y entonces se deriva la acción médica hacia el acto mágicoespiritual, y a través de oraciones, rezos, votos, plegarias e invocaciones.



La segunda deducción que puede extraerse, es que la medicina druídica, no solo fue y es una práctica sanadora para la atenuación de los síntomas que produce una enfermedad, sino que siempre se encauza hacia las índoles esenciales del ser, según los principios druídicos por excelencia esto es; mágicoespiritual (psíquico-anímico) y empírico-quirúrgico (físico).

Cabe decir, que en esta tercera función, no todos los practicantes de la medicina vegetal o de la sanación, fueron druidas vates especializados en medicina, sino que un buen número de personas de ambos géneros, practicaban una medicina de forma alternativa y popular, generalmente aprendida a través de la propia experiencia o debida a las transmisiones hereditarias familiares, de padre o madres a hijos o hijas. Es decir, que debido a las notables distancias geográficas entre las villas y santuarios, donde se ubicaban los colegios médicos, y las aldeas rurales, prosperaron una variedad de personajes sanadores populares con sus recetas naturales y pócimas rústicas de curanderas aldeanas, 303

ciertamente no siempre honestos, y que a veces tenían más de charlatanes agoreros que de auto-didactas eruditos e instruidos. En la esfera de los sanadores populares o aldeanos de prestigio, se inscribe la obra del distinguido galo romanizado Marcellus Empiricus, conocido como Marcelo Burdigalense o de Burdeos, titulada “De Medicamentis” siglo IV y V de la EC. Los remedios naturales del tal Marcelo, son recetas de plantas, hierbas, sustancias minerales o animales y colirios, acompañadas de conjuros mágicos. La compilación contiene 262 nombres, en varias lenguas, de plantas, algunas exóticas. Muchas de las pócimas y drogas descritas que elaboraba, llevaban nombres célticos galos. Por su parte, Décimo Magno Ausonio, hijo del médico Julio Ausonio, fue un poeta galo-romano cristianizado, que escribió sus poemas en el siglo IV de la E.C, y en los que plasmaba diversas alusiones a su herencia celta pre-cristiana. En la cuestión de la medicina druídica nos dejó una muestra de dos triplicidades vinculadas a la forma de entender la medicina entre los druidas y consecuentemente, entre los celtas de antes de la romanización y de la cristianización; “El arte de curar tienen tres aspectos; la enseñanza recibida, el método y la experiencia. Y triple es la medicina; ella conserva, ella preserva, ella sana”. Así pues la práctica médica tenía tres aspectos principales;   

la higiene ( aseo, pulcritud, desinfección), la profilaxis (prevención, dietética y eugenesia,) la terapéutica (medicación, tratamiento, método)

Evidentemente, la época del galoromano Marcelo Empírico, fue una época celta ya greco-latinizada, donde cada vez y yendo en aumento, se operó un sincretismo entre la medicina céltico-druídica y la medicina greco-latina. Principalmente sabiendo que el Imperio romano, acosó y arrinconó la faceta médico-mágica de los druidas sanadores o vates. 305

En las Galias, muchos de estos druidas “ovates” o sanadores druídicos, se adaptaron y adoptaron progresivamente la concepción greco-latina de la medicina, engendrando y propagando lo que ha llegado a llamarse como medicina galo-romana, la cual también fue avanzada en los aspectos quirúrgicos y terapéuticos de la medicina en general de la época. Pero las influencias greco-latinas en la medicina, es una cuestión que trataremos en un capítulo aparte. Centremos, nuestra atención, en esta tercera función dumeziliana, y dentro de ésta, en aquellas técnicas, a modo de resumen, llamadas de medicina vegetal; 1. La Hemostasis: La utilización de hierbas medicinales astringentes y cataplasmas en la compresión de heridas hemorrágicas, así como la cauterización de las mismas, mediante la aplicación de hierros o metales candentes sobre éstas, con el propósito de detener la efusión sangrienta o de controlar la hemorragia. 2. La Anestesia: Utilización de hongos, plantas psicoactivas y enteógenas, sobre las cuales además se realizaban las correspondientes solicitudes y plegarias, invocando a las deidades sanadoras, (politeísmo-triteísmo), a la Madre Tierra (panteísmo-panenteísmo) e instando a los propios espíritus de las plantas a activar sus efectos salutíferos (animismochamanismo). Las plantas de la familia de las solanáceas, como el adormecedor beleño, (nombre asociado al dios celta Belenos) la narcótica belladona, la anestésica mandrágora y el estramonio, tuvieron un papel importante en el ámbito médico de los celtas, debido a sus propiedades hipnóticas, alucinógenas, anestésicas o sedativas, analgésicas o calmantes. Utilizaron una especie de compuesto con tres de estas plantas solanáceas, que los griegos llamaron “Filtro de Circe”. También en Irlanda se conocía la pócima somnífera denominada; “Deoch suain”, presente en la leyenda “ Toraiocht Dhiarmada agus Ghrainne ( o aquella otra “deocht lonnaid”, presente en la leyenda de “Togail 307

Bruidne Da Derga”, la cual producía el sueño eterno (muerte) o la pócima conocida como “deoch ndermait” o “deoch dermait” que como poción sanadora provocaba un sueño parcial u olvido, de la que tanto Cúchulainn, el legendario campeón irlandés y su esposa Emer bebieron, para olvidar la locura producida por el percance del enamoramiento del héroe por Fand, la mujer del Otro Mundo, esposa de Manannan Mac Lyr. Con propósitos anestésicos también utilizaron el alcohol, como desinfectante y antiséptico. Como sabemos, el alcohol en pequeñas dosis tiene efecto calmante o sedante. En dosis mayores, tiene un efecto analgésico o calmante del dolor, y en dosis aún mayores, posee un efecto hipnótico narcótico o soporífero. 3. La Antisepsia. Se entiende por antisepsia, en este apartado, el empleo de sustancias minerales o fitosanitarias (hierbas, árboles y plantas) como emplastos para impedir infecciones o putrefacciones orgánicas, tras las intervenciones quirúrgicas, o tras otros tratamientos o curaciones, como por ejemplo el empleo de la cauterización. Es decir, para evitar las infecciones, se empleaba también la cauterización que consistía en cauterizar (quemar) una parte sangrante del cuerpo para detener rápidamente una hemorragia. 4. La Farmacología vegetal. En los tiempos célticos no existían las Farmacias, ni siquiera los farmacéuticos, como es lógico suponer, pero si existían, como se ha visto los practicantes herbolarios, tanto druidas como sanadores, hombres y mujeres rurales, aldeanos surgidos de las clases productoras populares, que podrían ser considerados como fitoterapeutas. Sabemos de varias plantas que fueron utilizadas como medicina vegetal. Plinio el Viejo decía que una planta denominada “samolus” era utilizada por los druidas para proteger de las enfermedades al ganado. Otra llamada “selago” era efectiva contra los daños o enfermedades oculares y menciona al conocido como “el cura lo todo” o muérdago con su ritual asociado. La verbena, hierba 309

considera también sagrada, era apreciada por sus propiedades antisépticas, analgésicas, sedantes y cicatrizantes, y así podría seguirse enumerando árboles, plantas y hierbas. Todas las cuales, fueron recolectadas y recogidas mediantes concretos rituales y utilizadas de diversas maneras. A modo de conclusión en este punto, podría decirse, que toda planta, hierba u hoja, corteza o raíz de los vegetales y de toda la flora en general y mayormente autóctona, fue utilizada dentro de la medicina vegetal druídica, con fines terapéuticos y psico-mágicos, para la sanación o prevención de las enfermedades o de las heridas sufridas en combates, batallas y etc. Fuera del ámbito de la sanación, pero aun dentro del herbalismo, e introduciéndonos en el orbe de los venenos vegetales, se conoce el uso de una hierba denominada en irlandés “Tre luib eccineol” que era venenosa y producía la muerte, como se narra que se la produjo al satirista de los Tuatha dé Danann, Cridenbel. En este orbe tóxico y también mortífero, cabe destacar los brebajes venenosos que los guerreros celtas en general, como los galos y los astures, bebían para suicidarse, como fue la pócima realizada con las hojas del tejo, árbol sagrado que poseía la ambivalencia de ser venenoso o de servir como contraveneno. Catuvolcos el magistrado y líder de los galos eburones, según Julio César, se envenenó ingiriendo alguna pócima elaborada con las hojas del tejo. Pertenecientes también a esta tercera función dumeziliana, vinculándose a la clase popular y productora, podrían añadirse otras técnicas populares de sanación como los conocidos como “baños de aire caliente” practicados en las cubiles o cabañas de sudar, que en Irlanda fueron conocidas con el nombre de “Tigh n’alluis”, y que por lo general, podían tener como intención, curar el lumbago y el reumatismo y otras afecciones como la artritis, aunque en un primer término podrían haber sido utilizadas con propósitos espirituales. 311

Estos reducidos habitáculos que fueron construidos en piedra, no tenían más de 3 o 4m2 de superficie y poca altura, estaban apartados de las viviendas de las aldeas. En su interior se prendía un fuego central donde quemaban hierbas medicinales, hasta que el habitáculo se caldeaba lo suficiente, para introducir al sujeto envuelto en una capa y éste se aposentaba sobre una piedra o tocón de madera, donde permanecía hasta sudar lo conveniente. Al salir al exterior, se le sometía al individuo a un baño de agua fría (refrescando también el alma) y tras un masaje terapéutico y entrando en calor, el individuo procedía a prácticas de meditación como las denominadas como “dercad”, (Dercad Duthracht o Devocion de la Meditación) para alcanzar el “Sitcháin” (estado de bienestar interior o de paz). En la pequeña isla de Inishmurray, en Donegal, existe aún una muestra de estas pequeñas edificaciones. Saliendo ya del tema de las funciones dumezialinas y de las técnicas de sanación asociadas, observamos uno establecimientos, edificaciones o estructuras mayores, donde los druidas vates médicos practicaban o procedían a la sanación de los enfermos o heridos. Ya hemos mencionado las cabañas de sudar irlandesas o “Tigh n’alluis”, saunas y similares, existentes en toda el área céltica, pero no eran éstas las únicas edificaciones. Los Hospitales 313

Antes del establecimiento de los primeros hospitales para atender a enfermos, los clásicos afirmaron que los celtas (pre-cristianos y antes de la latinización), o bien sacaban a los enfermos a los caminos de las aldeas o bien a sus encrucijadas, para que los transeúntes los observasen e indicaran si conocían algunos remedios para las dolencias o enfermedades observadas. Esta referencia indica también que los enfermos contagiosos, como los leprosos, eran apartados de la comunidad, constituyendo grupúsculos de convivencia, lo cual fue debido a la prevención por tomar medidas profilácticas tendentes a evitar las enfermedades endémicas en las agrupaciones tribales. Según algunos investigadores, como Peter Berresford Ellis, el primer hospital de Irlanda, fue fundado en el 377 antes de la EC (tiempos precristianos) en Emain Macha por la reina Macha Mong Ruadh, hija de Aed Ruadh, y fue llamado Bróin Bherg (Casa del Dolor), el cual fue utilizado por los guerreros de la Rama Roja, aun en el período de la Irlanda de los tiempos pre-cristianos. Sin embargo, fue destruido en el 332 antes de la EC. Este dato en sí, no tiene mayor trascendencia, sino se subraya que fue el primer establecimiento dedicado a la atención de enfermos y heridos en la Europa de aquella época4. El antiguo código civil y de leyes seculares conocido como “Leyes de Brehon” escritas entre el 600-900 de la E.C.) y que se sabe, son un reflejo de las leyes tradicionales de la Irlanda pre-cristiana, preservadas en la tradición oral por los druidas bardos y posteriormente recopiladas por los monjes cristianos, ya había disposiciones y requerimientos legales que regulaban esos hospitales.

4Nota. El obispo Basilio de Césarea (Basilio el Magno) fundó en el año 370 de la EC, un hospital en Cesarea de Capadocia, con el cual comienza propiamente la historia de los hospitales bajo el palio cristiano. A continuación fueron creados los hospitales de Edesa (375), Antioquía (en el año 398) y Éfeso (451) 315

Esas Leyes que existieron paralelamente, y en abierto conflicto, con el Derecho Canónico impuesto por la cristianización, requería que cada territorio debía mantener un hospital y que éste debía tener cuatro puertas y una corriente de agua dulce, la cual debía atravesar por el medio del vestíbulo, debiendo además, mantenerse exenta de servidumbres, peajes o tributos. Unos hospitales que además servían como centros de aprendizaje, pues los médicos asociados al mismo, debían además instruir, cada uno, a tres-cuatro estudiantes. En dichas leyes céltico-irlandesas, también había normas para la compensación y el cuidado de las personas heridas o enfermas. Uno de esos decretos establecía que la persona que hería a otra ilegítimamente era responsable no sólo a pagar una multa (Eric o corp-díre) por la lesión provocada, sino que también debía sustentar al herido (“othrus”, término del irlandés antiguo para definir el mantenimiento del enfermo). Es decir, debía nutrir y sostener, paradójicamente, a la persona que había lesionado o tratado de eliminar, hasta que ésta se hubiese recuperado completamente de la lesión causada. Esas mismas Leyes Brehon, disponían que solo médicos cualificados pudieran tratar a los heridos o enfermos, y que éstos fueran responsables del tratamiento de los heridos o enfermos. Si por incompetencia o desidia del médico, el paciente empeoraba o moría, se debía ofrecer una compensación o reparación, adecuado al daño causado. Esto es lo mismo que decir, que solo los faith-liaigh, o sea, los druidasvates médicos estaban amparados por esas leyes, ya que los curanderos rurales y populares, quedaban fuera de dicho amparo y eran multados si se les sorprendía ejerciendo las artes sanadoras. Una circunstancia, no muy diferente a lo que sucede hoy en día, en todas las partes del mundo, con los llamados “curanderos”. De esta manera, se pretendía asegurar la profesionalidad, es decir la manera correcta de realizar un trabajo que obviamente se iba 317

convirtiendo cada vez en más laico, de los sanadores, aunque ciertamente, muchos de esos curanderos populares, aun sin ser faithliaig, tenían muchos más conocimientos y experiencia que los estudiantes recién salidos de los colegios médicos, por lo que no eran meros charlatanes o embaucadores, y habían adquirido prestigio y credibilidad entre los lugareños. En el libro de las Genealogías (Leabhar na nGenealach) que es una compilación tardía del siglo XVII pero con descripciones que se encuentran en el Libro de Ballymote, escrito en el 1.390 de la EC y en el Libro de Lecan, escrito en el año 1397, que compilan escritos y referencias de otros libros más antiguos como el Libro de la Invasiones, pues en dicho libro de las Genealogías, se conservan notas sobre las familias de todas partes de Irlanda, de todas las época. En dicho libro se cuenta que el primer médico laico de Irlanda, fue un tal Capa y también se dice que la primera mujer médico laica de Irlanda fue Eaba. No obstante, la primera referencia histórica a un médico se halla en los Anales de los Cuatro Maestros, donde se comenta la muerte de Maelodhar Ua Tindridh, "el médico más sabio de Irlanda", y el dato se registra en el 860 de la E.C., épocas ya muy tardías para la medicina druídica, en las que debido a la cristianización, la medicina pierde su aspecto mágico y se seculariza, transformándose paulatinamente en una profesión hereditaria. El Masaje En las leyendas celtas, tenemos escasas referencias al masaje, siendo vagas las observaciones y poco descriptivas o explicativas de cómo éste se realizaba. No obstante, sabemos que todos los pueblos y culturas en la historia de la Humanidad han utilizado técnicas de amasamiento y de manipulación sobre el cuerpo de hombres y mujeres, tanto con aplicaciones con propósitos sanadores y terapéuticos internos o externos, como preventivos, convirtiéndose el masaje en la técnica terapéutica más antigua que el ser humano ha utilizado para ofrecer y procurarse un recurso natural contra el dolor. 319

Existen hallazgos arqueológicos que corroboran la existencia del masaje en muchas civilizaciones antiguas como China, Camboya, India, Japón, Corea, Egipto, Roma, Grecia, Mesopotamia y etc. Julio César recibía un masaje diario para aliviar su neuralgia y el escritor romano Plinio El Viejo, aliviaba sus ataques de asma con el masaje y estaba tan agradecido por ello a su masajista que solicitó para él, del emperador, la ciudadanía romana. Los celtas, como elementos constituyentes de la historia de la Humanidad, no pudieron ser ajenos a esta práctica común, presente y realizada en los santuarios de los baños termales en las áreas célticas. No se descarta, como también ocurrió con otras prácticas terapéuticas, la influencia greco-latina entre los celtas galos, desde el siglo V a. de la EC, y desde el punto geográfico de inflexión como fue la colonia focea de Massalia, con la práctica conocida como “anatripsis” (frote, fricción o manipulación) Así, mientras que en Oriente y en diferentes espiritualidades de aquel continente, se fueron desarrollando las técnicas sobre masajes desde una óptica tanto empírica como espiritual, en los países occidentales, el culto y el desarrollo de estas prácticas, de sus técnicas y de su concepción mágico-espiritual, quedaron interrumpidas a causa de la cristianización, cuando el oscurantismo cristiano llevó a despreciar las prácticas paganas de sanación, al mismo tiempo que se le negaba al ser humano, las aplicaciones sanadoras y reparadoras del Ser, desviándose obsesivamente hacia la práctica de la mortificación de la carne para lograr la santidad, y obteniendo como consecuencia una fractura emocional y psíquica en los individuos. El propósito del masaje entre los celtas era el de inducir a la relajación profunda corporal, mental y anímica, proporcionar alivio contra el dolor físico o emocional, siendo también una técnica preventiva contra las enfermedades, en general. Antaño, entre los celtas de Eire, lo habitual era que el masaje antecediera a la meditación (dercad), para luego poder acceder al “sitcháin” (Bienestar interior profundo). En dicha técnica, acompañándose de prácticas como la sonoterapia o la musicoterapia, la manipulación manual del terapeuta vate, recorría el 321

cuerpo del masajeado para hallar, percibir y predecir, los desequilibrios existentes, tanto del cuerpo denso, como del cuerpo sutil. Lo que singulariza a la manipulación manual del cuerpo - llamémoslo por convención masaje céltico- es que se basa en; 1. La creencia céltico-druídica de que todos los órganos tangibles de un cuerpo viviente, inclúyase obviamente al cuerpo humano, operan simultánea y globalmente de forma holística, estando vinculados entre todos ellos, como lo está a través de las fuerzas telúricas o wouivres, toda la Tierra, o como a través de la energía cósmica, (Nearth, Nert, Nertos, Nwyfre) lo están todos los cuerpos del Universo. Por lo tanto, todo lo que influye o afecta a un órgano, acaba por influir o afectar al funcionamiento de los otros órganos. 2. Las energías externas, sean físicas o metafísicas, influyen, modifican, mejoran o empeoran las funciones internas del organismo, por lo que toda enfermedad se manifiesta de forma externa como síntoma somático. El Druidismo ve a los seres en su parte material, es decir los cuerpos, como energía o como campos de energía, y que por tanto, se encuentran en procesos constantes de cambios, tanto el del masajista como el del masajeado. 3. La circulación tanto de todos los fluidos corporales, como de las energías sutiles, originadas internamente o provenidas externamente, son esenciales para el mantenimiento de la salud física-psíquica de cualquier individuo y de su equilibrio interno. 4. Inervación: Tanto los nervios de un organismo, como los canales somáticos (wouivres, wyverns) juegan un papel crucial en controlar los fluidos corporales y las corrientes energéticas sutiles que fluyen por el organismo. 323

5. El masaje céltico, se circunscribe a la espiritualidad druídica y se vincula a la sensibilidad y a la intuición (a la Awen o Imbas) del Masajista asistente, sin la cual carece de sentido. Es el terapeuta o vate druídico quien tiene la facultad de percibir e interpretar el estado de ánimo, el carácter de las personas masajeadas, así como elegir los ambientes naturales más adecuados para el desarrollo de su práctica y valorar las situaciones y escenarios, para poder proceder de la manera más adecuada y lograr un efecto equilibrador. 6. Para la práctica actual del Masaje céltico, de la forma más óptima, no debería utilizarse cualquier lugar, ni valdrían todas las situaciones o circunstancias. Se ha especulado con la practicidad de si antaño, estos masajes eran realizados bajo cielo libre o dentro de los balnearios u otros espacios apropiados. Lo que puede presentirse es que su realización dependería de las condiciones climatológicas, pero teniendo en consideración que el uso de óleos naturales, enfría los cuerpos masajeados, se deduce que debería haber una temperatura cómoda para los individuos, por lo que se practicarían tanto masajes a cielo abierto, como a cielo cerrado, dependiendo de la climatología y del estado de los masajeados, principalmente guerreros. 7. Los masajes célticos antaño se administraban con óleos o ungüentos naturales y aromáticos, acompañados de otras técnicas sedantes o relajantes, como la musicoterapia, la sonoterapia, con sonidos naturales, o evocadoras de las raíces célticas de la terapia. Actualmente se acompañan con aplicaciones de aromaterapia o de litoterapia con la aplicación de piedras romas calientes y frías que producen una dilatación de los vasos sanguíneos y linfáticos, impulsando la circulación sanguínea y reforzando la eliminación de toxinas. La técnica relajante está basada en movimientos largos, suaves y lentos que van desde movimientos de fricción con la palma y muñeca de la mano y amasamiento desde la zona lumbar, al cuello, cara, 325

piernas y pies, es decir, por todo el cuerpo humano e incluso de ciertos animales. Imposición de manos En el tema de la Imposición de manos e incluso lo que se ha venido llamando “Reiki celta”, hay que matizar algunas cuestiones e ideas; En primer lugar la técnica de la imposición de manos, tal cual, es una técnica antigua que buscaba armonizar y restaurar cualquier desequilibrio en el campo electromagnético de los seres. Obviamente antaño formaba parte de las creencias de cada espiritualidad que la contemplaba o practicaba y se incluía en la faceta psico-mágica de la antigua medicina; siendo por tanto, una creencia y parte de una doctrina religiosa o espiritual. En el antiguo Egipto existen pruebas de su práctica, en el tratado médico conocido como Papiro Ebers, datado hacia el 1552 a.C., y que describe a esta técnica como un tratamiento médico utilizado en aquellos tiempos. Entre los celtas antiguos, no hay datos, en las leyendas, sobre dicha práctica, pero siendo una manera natural, sencilla y un recurso fácil, para procurar alivio o equilibrar las energías que se pensaba existían tanto por debajo, como por encima de la tierra y como consecuencia en todos los seres vivos, podríamos deducir que también la utilizaron, como egipcios, judíos, hindúes, chinos y etc. Posteriormente, en la época del Absolutismo y la Ilustración, en 1779 el médico Franz Anton Mesmer, afirmaba que podía llevar a cabo curaciones a través de la canalización de lo que él llamaba el magnetismo animal. Mesmer, (creador del mesmerismo) creía en la existencia de una fuerza o energía vinculante, la cual podía ser canalizada, que unía los astros, la tierra y los cuerpos animados. Mesmer creía que esa energía podía entrar en el organismo a través de cientos de canales eléctricos y recorrer el cuerpo humano. La enfermedad sería causada por los obstáculos en dichos canales. 327

Mesmer, no fue el único en intuir ese tipo de energía invisible o sutil, ya que muchos otros investigadores y científicos a lo largo de la historia han experimentado con ella, concediéndole diversos nombres y epítetos. La Imposición de manos entre los celtas, como tantos otros rituales, acciones y actividades, no sería solo un acto de pretendida sanación mediante la sugestión, o de equilibrio energético mediante la fluidez de las energías sutiles o menos sutiles a través de los canales somáticos, sino que seguramente fue una praxis religiosa o espiritual panteísta y animista, la cual concretamente se intuye que estaría vinculada al aspecto psico-mágico de la misma. Sería por tanto, una acción sanadora parecida al masaje céltico, pero sin masaje, es decir, sin tocar el cuerpo del afectado, y que actuando el impositor como canal de transmisión y emisor al mismo tiempo, trataría solo mediante la imposición de manos, de desbloquear o hacer fluir las energías que procedentes del exterior o generadas en el interior, se creen que circulan por los meridianos o canales energéticos (wouivres somáticas), para una redistribución correcta hacia los diferentes órganos y hacia las Ruedas de los Calderos o Vórtices energéticos, que contempla el Druidismo. Con la Imposición de manos al modo céltico, existiría una intencionalidad de canalización energética tanto de la energía externa o cósmica (Nert, Nertos, Nwyfre), como de la propia energía procedente del impositor hacia el individuo tratado, sumada a la que el sujeto tratado recibe indirectamente de los entornos naturales. Esto es ya un punto entre otros, divergente, con lo que se viene conociendo en Occidente como Reiki, ya que éste asume que el Reikista solo es un mero canal de transmisión de la energía cósmica o vital, que es llamada Ki. O sea, en la Imposición de manos al modo céltico, mientras se realizaría la praxis de la imposición, también se utilizarían como fuentes de transferencia energética general, las energías de los árboles, de los arbustos, de las plantas, de los bosques y montañas en su conjunto, de 329

los dólmenes y megalitos antiguos que puedan hallarse esparcidos por doquiera, e incluso del mar, de las fuentes, de los ríos y lagos, del agua de lluvia, del rocío y un largo etc., sumadas todas ellas, a la energía proveniente del que practicaría dicha Imposición. Es decir, la imposición de manos siguiendo la esencia filosófica de esta espiritualidad, se realizaría invocando a las deidades sanadoras de Celtia, en espacios naturales o en áreas donde las influencias energéticas de los elementos mencionados, pudiera ser notoria y notable, y donde el impositor también sirviera de puente energético y de emisor. Como método sistémico podría ayudar a mantener en equilibrio, lo físico, lo emocional y lo mental, y aunque también podría ser utilizado como terapia para la sanación orgánica, tendría además un cometido esencial mas esotérico, como sería la toma de conciencia, el autoconocimiento y por supuesto la captación y comprensión de otras realidades, de otras fuerzas y energías y de otros mundos, además del tangible. Explicar estos detalles es importante, pues como veremos, difieren de la práctica que en los últimos años, naciendo y partiendo de Inglaterra, viene conociéndose, como “Reiki celta” Sobre el “Reiki celta”. En la actualidad existen ya algunas corrientes diferentes sobre el “Reiki celta”, que inciden en unos aspectos u otros, pero la mayoría de ellas, se circunscriben a una Federación que se denomina “Reiki Celta” o “Reiki Druídico”, a la que algunas órdenes druídicas acusan de New Age. Este tipo de reiki, fue innovado y puesto de moda desde el año 2005, por el galés Martyn Pentecost, un reikista del método reki conocido como “usui”. Los símbolos psíquicos, mentales, místicos y espirituales que se utilizan en este “reiki celta”, a modo de las proyecciones y propulsiones mentales del reiki japonés, son las del alfabeto celta Ogham, (a pesar de las controversias) donde cada símbolo oghámico está conectado con la energía, propiedades y vibraciones de un árbol o arbusto concreto. 331

Su creador, asegura que más que una fórmula o terapia para la sanación física, este tipo de reiki, es un procedimiento para conectarse con todo lo viviente y animado, con la Naturaleza y con el Planeta entero. Por ello, según su inventor, es también una terapia emocional, un reencuentro con la conexión perdida de la naturaleza. Las críticas que recibe el Sr. M. Pentecost por parte de las órdenes druídicas, especialmente las reconstruccionistas, obedecen en primer lugar; a que dicha técnica es una ocurrencia contemporánea sin ningún respaldo histórico, y a que asume un nombre foráneo como es el de “Reiki”, aunque se llame “celta”. En segundo lugar se objeta que el uso simbólico del alfabeto Ogham como proyección mental y metafísica para la canalización de la energía universal y su vinculación a las propiedades de ciertos árboles, como lo conjeturó el escritor Robert Graves, es otra falacia, ya que el ogham, fue un sistema de escritura, utilizado para representar gráficamente sobre monumentos pétreos inscripciones cortas y sólo de nombres, basado en el alfabeto latino, como códigos privados de señalización. Pero teorías existen para todos los gustos; Teorías esotéricas plantean que fue inicialmente un alfabeto de dedos inventado por los druidas Una primera teoría se basa en las deducciones de investigadores como James Carney y el historiador irlandés Eoin MacNeill (18671945) en su ensayo “Archaisms in the Ogham Inscriptions”, que sugerían que el Ogham fue creado por primera vez como un alfabeto críptico ideado por los celtas de Irlanda. Afirmaban que los celtas irlandeses lo crearon en respuesta a reflexiones político-militares, para que los que tenían solo conocimientos de latín, no pudieran entenderlo. Una segunda teoría fue sostenida por Damian McManus quien afirmaba que el Ogham fue inventado por los primeros cristianos de Irlanda en búsqueda de una combinación lingüística. El autor declaraba que los sonidos de la lengua irlandesa primitiva eran demasiado difíciles de transcribir al latín. 333

Una tercera teoría afirmaba que la escritura Ogham fue inventada en el oeste de Gales en el siglo IV a. de la EC al entrelazar el alfabeto latino con la lengua céltica, en respuesta a la endogamia entre los romanos y los britanos romanizados. Esto explicaría el hecho de que algunas de las inscripciones oghámicas son bilingües. Una cuarta teoría fue propuesta por Robert Alexander Stewart Macalister (1875-1950), en su obra “Secret Languages of Ireland” y solía estar muy divulgado antes de que otras teorías la eclipsasen. Este autor afirmaba que el Ogham fue ideado en la Galia Cisalpina alrededor del año 600 a. de la EC., por los druidas galos que lo crearon como un método de transmisión de mensajes con la mano. MacAlister sugería también que se transmitía por vía oral hasta que finalmente fue puesto por escrito en los principios cristianos de Irlanda. Argumentaba que las líneas incorporadas en Ogham representaban la mano al basarse en cuatro grupos de cinco letras con una secuencia de percusiones de uno a cinco. Sin embargo, no hay evidencia para sustentar la teoría de MacAlister por la que el lenguaje y el sistema de Ogham pudieran haberse originado en la Galia. Teorías míticas para el origen de Ogham también aparecen en los textos desde los siglos XI al XV. El Lebor Gabala Erenn siglo XI afirmaba en plan bíblico que el Ogham se inventó poco después de la caída de la torre de Babel. Así pues, sabemos que lo que ideó Robert Graves, fue una teoría más de las varias existentes, que sin embargo triunfó en el mundo “neopagano” y de la moda New age, como una iniciativa de su propio impulso poético, pues antaño, como el investigador Peter Berresford Ellis comenta en su artículo “The Fabrication of Celtic Astrology”, no existió ninguna vinculación histórica real ni ancestral y pre-cristiana del Ogham con los nombres de los árboles. Así tenemos una doble invención; la de R. Graves y la de M. Pentecost en la cuestión del llamado “Reiki celta”. Lo que R. Graves ingenió proviene de unas hipótesis del historiador irlandés Roderic O'Flaherty, (1629-1718) que en su obra “Ogygia” 335

redactó un registro de los caracteres del Ogham, declarando que cada letra era supuestamente el nombre de un árbol. Esta idea fue generalmente aceptada por las llamadas órdenes druidas románticas y revitalistas del siglo XVII y XVIII, incluso por Iolo Morganwg, basándose en una obra temprana titulada “Auraicept na nÈces”, supuestamente escrita en el siglo VII de la E.C., por un erudito llamado Longarad. No obstante, la copia más antigua que existe del “Auraicept na nÈces” está recogida en el Libro de Ballymote, compilado en el siglo XIV por Maghnus Ó Duibhgeánáin. El Reiki, en general Este fragmento, no pretende herir la sensibilidad de nadie, sino tan solo exponer en un breve análisis lo que es esta práctica de forma objetiva. Seguramente algon@s podrán molestarse con ciertas explicaciones del tema, pero obviamente pueden exponer su visión y comunicar sus datos. En la actualidad existen casi tantos sistemas de Reiki como Maestros, pero intentado sintetizar, procederemos a realizar un breve análisis de lo que es el reiki, de donde surgió, hacia donde maniobró y los métodos reiki más conocidos, especialmente los que destacan en Occidente, para poder dilucidar, qué es exactamente Reiki, y así poder también deducir, si puede establecerse alguna relación con lo céltico o con la espiritualidad druídica o se trata simplemente de una técnica diferente ajena al paradigma y mentalidad céltico-druídica, que las modas New age, han expandido y comercializado por doquiera, propagándose a toda espiritualidad del planeta, incluido el “paganismo”, y dentro de éste, especialmente a muchas líneas de la Wicca y de otras orientaciones neo-paganas. Empezaremos diciendo, que reiki, es una técnica ideada por un semi-monje budista zen, llamado Mikao Usui, que perteneció unos años, entre 1914 y 1920, a una facción o secta del budismo esotérico 337

Tibetano, denominada “Tendai”, aunque sus creencias y educación pertenecían familiarmente al budismo zen. Es decir, lo que ideó este hombre, Mikao Usui, en el año de 1922, tiene un mayor sentido y una mejor comprensión dentro del arquetipo contemporáneo cultural y espiritual del budismo japonés, en cuyo paradigma estaba inmerso su creador. Partiendo de esas creencias, Usui creó una técnica, la cual actualmente, trata de encauzar a través del impositor o sujeto activo, esa Energía Universal o “ki” la cual, según dichas creencias, procediendo del Cosmos nos penetra, y se canaliza hacia el sujeto pasivo, que recibe el tratamiento, para tratar de armonizarlo y equilibrarlo. Obviamente, es una técnica que se desarrolla a partir de una creencia que pertenece o es afín a una doctrina filosófica y espiritual, como es el Budismo. La creencia se basa en que por el cuerpo fluye una energía llamada en japonés “ki” que es vital y que también es universal “rei”. Ciertamente en el hinduismo, existe una creencia paralela que denomina a esta energía “prana”, en el taoísmo la llaman “chi”. En las creencias del Druidismo también existe un nombre para esa energía vital, que dependiendo de la lengua celta que se trate, se denomina, nert, nertos, nearth, nwyfre, etc. Evidentemente se trata de una creencia, común a algunas espiritualidades del planeta, pero que empíricamente, en el momento actual de la ciencia, no se puede demostrar la existencia de esa energía, y su presencia sigue siendo invisible e indetectable. Por tanto, solo entre los creyentes o entre los escépticos que se predisponen a la presunción de su existencia, sea por un efecto de la sugestión y placebo, sea porque despierta ciertas sensaciones y sensibilidades adormecidas, puede llegar a sanar o reequilibrar ciertas afecciones psicosomáticas de la idiosincrasia humana. Según las espiritualidades que creen en ese impulso vital universal, cuando esa energía, no fluye, se bloquea o es escasa, se producen enfermedades y trastornos de los cuales uno puede curarse si una terapia adecuada elimina esos bloqueos energéticos mediante el masaje, la 339

imposición de manos, o en el caso que nos ocupa, también a través de la aplicación del “reiki” moderno. Se indica Reiki moderno, pero debería llamarse reiki transfigurado, porque el original, el que ideó Mikao Usui, poco tiene que ver ya con el reiki que se practica actualmente en Occidente. Algunos partidarios occidentales del “reiki” defienden la idea de que éste no tiene ninguna afinidad religiosa ya que es usado por cristianos, musulmanes, budistas, paganos, new agers, agnósticos e incluso por algunos ateos, lo cual solo es cierto en la medida en que como práctica new age se ha propagado por todos los rincones del planeta, especialmente mercantilizándose en Occidente, y muchos individuos lo utilizan como moda o lo realizan como “terapia” alternativa, obviando la parte doctrinal y religiosa original, pero que a pesar de su expansión y comercialización masiva, sigue siendo en su inicio y raíz, una práctica vinculada a una creencia que no tiene sentido, ni coherencia, fuera de las doctrinas espirituales que la contemplan. Ciertamente, esta mercantilización y propagación del Reiki empezó ya en los años 30 del siglo pasado, con la hawaiana de origen japonés Hawayo Takata, que creó un reiki modificado, que le enseñó Chujiro Hayashi, alumno a su vez de Mikao Usui, el cual era apto para su consumo occidental, especialmente norteamericano. Este reiki se fundamentó en la tesis mercadotécnica de "vale lo que se paga" y se decidió a cobrar la suma de 10.000 dólares por el nivel de maestro reiki en aquel entonces. Dichos precios y fundamentos fueron cambiando radicalmente con el correr de los años de acuerdo a los criterios de cada escuela y tras la llegada a occidente de otros maestros reikistas peculiares como Hiroshi Doi e Inamoto Yakuten, por citar a un par de los conocidos en dicho contexto. En la banalización consumista de toda espiritualidad, muchos piensan que puede extraerse de cualquier religión o espiritualidad la parte que más nos cautive, interese o guste, recogiendo “esto” y desechando “aquello”, al buen estilo new age, y darle o imprimirle un nuevo sello, más consumista, más apto para todo el mundo y más 341

asimilable mentalmente. Al fin y al cabo, en Occidente seguimos bautizando a nuestros hijos según los ritos cristianos o casándonos por sus cultos, sin creer realmente, en muchos casos, una sola palabra de la Biblia. Por ello, la visión simplista del reiki aun más trasfigurado que viene usando la New Age, y muchos individuos “sanadores” como un complemento alternativo terapeutico y pecuniario, como un método más para obtener algún dinero extra, como una terapia más que puede usarla cualquiera, adopte o no adopte la filosofía del Budismo contemporáneo, todo ello, excluye y descarta a propósito, la idea budista original de su creador que era; la de alcanzar un camino de vida que condujera a una vida iluminada (la extinción del deseo que lleva al sufrimiento según el budismo) mediante el control de las emociones que crean una respuesta neurotransmisora negativa y hace que el organismo se desequilibre y enferme. Solo hace falta echar un vistazo al manual “Hikkei” escrito por su fundador para darse cuenta de hasta donde se ha llevado la transfiguración del teórico reiki original. En realidad pocos reikistas occidentales, practican ya el reiki que ideó Usui, con lo que la tergiversación es aún mayor. Usui escribió en el Hikkei: “Primero hay que sanar la mente. Si nuestra mente está sana entonces nuestro cuerpo sanará. De ahí la importancia de llevar una vida tranquila y de practicar Gassho” (una postura budista concreta para la meditación). Además de las posiciones de las manos, el Reiki inicial utilizaba un conjunto de prácticas conocidas como Hatsurei Ho (ejercicios para facilitar la fluidez y circulación de la energía ki) que incluían los Kotodama (sonidos sagrados o “mantras”) Las prácticas también fueron modificadas y adulteradas ya desde las enseñanza de Hayashi reduciéndose todo a la parte de la terapia por la siempre ancestral imposición de manos, eliminando todo ejercicio y adiestramiento espiritual. 343

Usui dijo: “El Ki surge del sanador, especialmente de las manos, boca y ojos”. En ningún momento se mencionó que el practicante de reiki solo era un canal de energía, es decir un simple transmisor, como se pretende entre los practicantes de reiki actual en occidente. En ningún párrafo de su manual de instrucciones (hikkei) mencionó que la energía universal era canalizada por el reikista hacia el que recibía el tratamiento. Dicha idea, que se expandió por Occidente, proviene de la mixtura con otros credos y filosofías, como la hindú, en cuya espiritualidad si se contempla, los canales energéticos y la energía cósmica o pránica que entra en los organismos y fluye, según la medicina ayurveda, por los “nadis” o canales sutiles. Contrariamente, muchos rekistas actuales afirman como se puede leer aquí; http://www.sanacionysalud.com/imposicion.htm o aquí; http://www.universoenergetico.com.ar/articulos/diferenciasentre-el-reiki-y-la-imposicion-de-manos/ por poner un par de

ejemplos, lo siguiente; “El practicante de Reiki es meramente un canal, lo que implica varias cosas. La energía que un paciente recibe es la Energía Universal que nos rodea. No hay una transmisión de energía del practicante al paciente y en ningún momento el paciente recibe la energía del practicante. De esta forma, garantizamos en todo momento que la energía que recibe el paciente es la más pura, sin mezclarse con las energías del practicante que pueden tener los aspectos negativos o desequilibrados de cualquier ser humano. En Reiki, se subraya una y otra vez que la verdadera sanación la está llevando a cabo el mismo paciente. Repetimos: el practicante se limita a canalizar la energía, poniéndola a disposición del paciente para que la use para lograr su bienestar. En Reiki, nunca usamos la palabra "curar". Reiki ofrece al paciente Energía Universal pero es la responsabilidad del paciente utilizar esa energía para su bien. Un practicante no puede forzar u obligar a un paciente en el proceso de sanación.” 345

Efectivamente, a nivel espiritual y de doctrina, poco tiene que ver el reiki, con el hinduismo, a no ser su “orientalidad”, ya que éste tiene su propia percepción sobre la imposición de manos ayurvédica, (el Pranachikitza moderno o el más antiguo Anga Nyasa), pero lo que llegó al país del consumismo por excelencia, del capitalismo, del hedonismo y obviamente del mercantilismo, esto es; Estados Unidos, fue el Reiki transfigurado por Hawayo Takata, el cual en su afán mercantilista fue variando sus métodos, según sus pseudo “maestros” y adquiriendo nuevos nombres. Así han surgido múltiples escuelas reikistas en Occidente que han seguido su propio camino mixturando tanto técnicas como creencias; Como veremos hay técnicas reikistas que invocan a los llamados “maestros ascendidos”, que canalizan energías procedentes de la Atlántida o Lemuria, que invocan a Saint Germain o a Jesus, o que apelan a Kwan Yin (Guan Yin). Veamos, en síntesis, los métodos más conocidos del Reiki; Reiki Gendai (Gendai, significa moderno) El sistema Reiki más difundido en Occidente es el llamado Reiki Usui Shiki Ryoho, mal llamado "Reiki Tradicional" o "Reiki Usui". Este sistema fue introducido en Hawai por Hawayo Takata, hawaina de origen japonés, quien contactó en Japón, con uno de los discípulos de Mikao Usui, el Dr. Chujiro Hayashi. Debido a su condición de médico, Hayashi introdujo cambios en el método de aplicación del Reiki superponiendo la técnica de imposición de manos y relegando los ritos y prácticas espirituales, como meditaciones, control de la respiración, etc., lo que causó la separación del reiki de la Soka Gakkai Internacional (SGI) (asociación budista mundial dedicada a promover la paz), en la que estaba el reiki original. Así el Reiki de Hayashi y Takata se transformó en una técnica de canalización dirigida a la sanación a través de la energía cósmica, (al estilo hindú o taoista) donde el reikista actuaba exclusivamente como puente, y desviando y obviando de su praxis toda los ejercicios o ritos espirituales asociados al Reiki inicial que le incrustó su creador Usui. 347

El reiki Gendai, trata de corregir en parte estas transfiguraciones y volver a las raíces originales de Usui perdidas o modificadas por las tergiversaciones y omisiones de Hayashi y de Takata, pero, según afirman sus seguidores y creyentes, de una forma sencilla y moderna. No obstante, fue debido a estas modificaciones y mixturas que tuvo garantizado su aceptación y auge en Estados Unidos. Desde USA, y ya desde el año 1981, el reiki transfigurado por Takata y su heredera su nieta Philhis Furumoto, se propagó por todo Occidente ya como una técnica de exclusiva imposición de manos, común a tantas culturas, pero excluyendo en su difusión, la mayoría de técnicas y ritos de crecimiento espiritual, de auto potenciación y lustración espiritual budista. A través de la promoción y empeño de los nuevos asistentes y “maestros” fue que tuvo una rápida propagación y surgieron otros nuevos sistemas Reiki todos ya adaptados a una mentalidad occidental, donde el laicismo fue preferente (Reiki Karuna, Tibetano, Tera Mai, etc.) cuyas bases no fueron evidentemente ni siquiera las enseñanzas originales de Usui, sino que se fundamentaban en la herencia occidental del reiki modificado a partir de Takata. Cuando surgió el Reiki Gendai, éste, propuso volver a las raíces del Usui y transmitir en sus enseñanzas las técnicas tradicionales japonesas casi de la misma forma que las ideó Mikao Usui, aunque de una forma más simple y comprensible para todo el mundo, sin sintonizaciones a distancia. Ellos mismos definen su reiki de la siguiente manera; “ Gendai Reiki Ho, no es una forma de medicina, sino un método de armonización de la energía y desarrollo espiritual, orientado hacia la armonía del cuerpo y la mente, preservando la integridad de las enseñanzas espirituales de Usui Reiki Ryoho”. “Conforme a las enseñanzas de Usui Sensei, es la purificación del cuerpo, mente y espíritu para alcanzar el estado de “Anshin Ritsumei” o “Dai Anshin” que es el completo estado de paz de la mente y el alma. Este proceso en la tradición Japonesa se denomina Misogi y Chinkon. (purificación y 349

pacificación del alma)”(conceptos a caballo entre el budismo y el Shinto) Reiki Karuna o Seichem Tera Mai A pesar de usar un nombre sánscrito, que significa “compasión”, el Reiki mixturado conocido como “Karuna”, fue modificado del Reiki difundido por Tanata en EEUU, por Wiliam Lee Rand, fundador del International Center for Reiki Training, con sede en Michigan, Estados Unidos. Rand, desde 1995 y al mejor estilo New Age, usó símbolos del reiki Usui así como otros de diferentes espiritualidades, junto a otros ideados por el propio William Lee Rand. Lo que diferencia al Reiki karuna de su original, es que acepta la noción de karma hindú y pretende su sanación, teniendo tendencia a agregar conceptos de esta religión. Incluso permite, según sus teorías modernas de Nueva Era, conectarse con Seres espirituales, llamados “maestros de luz” a los que se puede solicitar su ayuda. Los guías que creen atienden este sistema son varios: María, Jesús, Kuan Yin, el arcángel Gabriel. Pero el mayor “maestro de Luz” al que solicitan ayuda es una “entidad de la Luz” que se presentó, según dicen, como Avalokiteshvara, el cual personifica el principio de compasión Budista, que es un bodisatva, es decir, un ser que ha trascendido la existencia en este plano y que sin embargo continúa accesible a los seres para conducirles a la Libertad, según dicen. Encarna la Compasión y la Sabiduría en perfecta unión, y se manifiesta como la actividad salvadora y protectora. Tiene nueva versiones, como la organizada por Kathleen Ann Milner, que se denominó Reiki Tera Mai, aunque al principio se denominaba “Sai Baba Reiki” pero que prácticamente viene a ser el mismo Reiki Karuna. El Reiki Karuna-Pakriti; 351

Es un tipo de reiki, de variación del karuna, que cree que puede lograrse la sanación a distancia. El Sistema Karuna-Prakriti, según conciben sus creyentes y seguidores, da la posibilidad de colaborar con maestros y seres ascendidos que han alcanzado la iluminación. Potencian y destacan los símbolos como el Antahkarana y el Sutratma. Fue introducido en España en 1995 por Antonio Moraga quien, incorporó en el sistema símbolos y técnicas de origen hindú, formando así el Sistema Karuna-Prakriti (Karuna significa “compasión” y Prakriti es la Energía Cósmica o Dios sin forma). Reiki Tibetano Es una línea de Reiki originada por William Lee Rand quien introdujo una serie de técnicas y símbolos tibetanos, entre los cuales destaca la potencialización del uso del símbolo del antahkarana y la órbita microcósmica. Sello con la imagen del Antahkarana. Esta nueva línea, es una nueva mixtura de Reiki Usui con Raku Kei Reiki, creado por Arthur Robertson, y sus propios aportes. El Raku Kei Reiki Raku es la energía vertical y Kei la energía horizontal que fluye a través del cuerpo. Arthur Robertson fundador de la Asociación Americana de Maestros de Reiki (American Reiki Master Association) fue alumno de Iris Ishikuro, alumna a su vez de Takata, fue el que ideó el sistema Raku Kei, también conocido como "El Camino del Dragón de Fuego”. Se dice que es el mismo sistema que Takata enseñó con el agregado de los generadores de Frecuencias Maestras (originalmente creadas por Rolf Jensen) y la Caligrafía de la Luz Blanca (según se dice, agregada por Ishikuro). Se diferencia del reiki tibetano en la aplicación de la sintonización. Reiki Karuna Ki 353

Karuna Ki es otro nuevo sistema de Reiki, llamado libre e independiente, que ha sido inventado por Vincent Amador. Sus seguidores afirman que Karuna Ki trabaja con 9 símbolos de gran fuerza y eficacia, se utilizan igual que los símbolos Reiki en las terapias, y con aplicaciones específicas de los mismos. Es específico para tratar temas de alineamiento o equilibrado de Chakras, resolver traumas de vidas pasadas, ayudar con problemas de abuso y adicciones, limpiar la energía negativa, liberar miedos y crisis de pánico, trabajar con la prosperidad, sanar relaciones, purificar, sellar, proteger y tratar cualquier trastorno psicológico, emocional o físico. Un poco de todo, vamos. Según su inventor; nos dice; “Karuna Ki es la energía compasiva o más apropiadamente "El Camino de la energía compasiva". Es maravilloso difundir la compasión del Creador para todos, y toda la creación. Se trata de "ser" la compasión de Dios, como San Pablo nos aconseja o como personifica Kwan Yin. Karuna Ki tiene el corazón centrado en la curación. Ya sea en las palabras de San Pablo donde estamos llamados a ser la "Compasión de Dios", o el "Corazón Misericordioso de Jesús", o en las costumbres budistas de Kuan Yin, la diosa de la compasión, el resultado es el mismo. Las iniciaciones se realizan con la intención de conectar y convertirse en esta "Compasión de Dios". Como podemos ver, no se puede ser más sincrético y es de suponer, que tan condensada terapia, es una panacea capaz de acabar con todos los traumas humanos. Reiki Kundalini Es uno de los métodos reiki más simple y escueto que han sido inventados, el cual fue ideado por Ole Gabrielsen. Este tipo de reiki, no usa símbolos, sino solo la intención con un tratamiento completo de entre 3 y 5 minutos. El reiki kundalini, se introduce en algunos conceptos de la espiritualidad hindú como la Kundalini que según sus practicantes incide en que ciertos canales de sanación, y chakras se han abierto; con 355

lo cual se obtiene acceso a la energía de la Tierra que es una parte de la energía universal. El chakra de la Raíz, que es el centro de energía localizado cerca del cóccix, actúa como una entrada para la energía de Kundalini. La energía de Kundalini es llamada también "el Fuego de Kundalini.". Un Kundalini abierto significa que en un menor lapso de tiempo, se obtendrá una purificación completa de los chakras, de todas las partes del cuerpo y de los canales de energía. Reiki del Noveno Ki Es un método de imposición de manos que se basa en las creencias y trabajos de Mikao Usui, con símbolos de los colores correspondientes a los chakras y que se envían a cada uno de ellos, en forma de disparos energéticos, acompañados de sonidos. Sus practicantes, usan preferentemente idiomas antiguos como el hebreo o el latín, porque piensan que tienen mayor vibración. BioReiki El BioReiki es otro método reiki sincrético, producto de la moda new age, que tiende a mezclar todos los sistemas, ya que pretende integrar los símbolos Reiki y sus supuestos efectos específicos, junto con los métodos de bioenergética, con las técnicas taoísta, con las técnicas de oración yóguica, meditación oriental budista y terapias de imposición de manos y autosanación occidentales. Imara Reiki Imara Reiki es otro método reiki, que no usa símbolos, ideado por Barton Wendel y modificado por su hermano Geoffrey. Sus practicantes afirman que es muy eficaz para los alineamientos de los chakras que contempla el budismo o el hinduismo, pero con una fuerte conexión espiritual con seres elevados, como ángeles, espíritus guías, etc. 357

Sus practicantes, también utilizan un procedimiento de curación a distancia muy sencillo, pero que afirman es muy intenso. Las sesiones de Reiki Imara, según afirman sus usuarios, inducen a visiones y mensajes del mundo espiritual. Reiki Egipcio (Seichim o Sekhem) Sekhem (SKHM) es una palabra egipcia que significa poder o fuerza. Vendría a ser el equivalente egipcio del término hindú “prana”, del vocablo chino chi, o del ki japonés, que designaría la fuerza esencial y todo envolvente que une el universo. La fuerza o Sekhem nos rodearía y al mismo tiempo estaría dentro de nosotros. Patrick Ziegler, y sus alumnas Phoenix Summerfield y Diane Ruth Shemaker, combinaron los conceptos de Sekhem, y Reiki como una fusión de energías sanadoras sagradas, a fin de equilibrar y armonizar los cuerpos físico, emocional, mental y espiritual, lo cual potenciaría la capacidad de asimilar una cantidad mayor de luz y de amor, y serviría de ancla fijando la fuerza vital dentro de nuestro sistema energético. Reiki de la Llama Violeta Ideado por Ivy Moore entre el 2000 y el 2001, es otro método reiki centrado en la bodhisattva venerada en el budismo, llamada Guan Yin, la cual según sus practicantes ayuda a despejar los aspectos negativos del ego y atraer la pureza de corazón. Este Reiki también llamado de Quan Yin, es un sistema que, según sus practicantes, impulsa a la persona a "escuchar" su interior o ser superior al mismo tiempo que recibe una sesión de Reiki. Nos reintroduce a la bondad de nuestro propio poder personal por conectarnos con la energía amorosa de Quan Yin y Saint Germain. Hay cuatro niveles, con 10 símbolos cada uno. Ivy Moore cree que los símbolos son sagrados y privados, por lo que no los muestra abiertamente a los asistidos a los que aplica Reiki. Reiki Baraka 359

El alemán Peter Köster ideó el reiki Baraka, que según sus practicantes-creyentes es una sanación con la bendición de Dios, que no recurre a los símbolos para la captación o canalización de las energías. La palabra Baraka, es un término árabe utilizado por los sufíes que significa “Bendición” o “el poder de la bendición”. Sus sesiones de imposición de manos, tienen una duración corta de entre 15 o 20 minutos máximo. Reiki Okuna El método del reiki Okuna es otro sistema de la Nueva Era, que trata de canalizar la energía vital que según métodos de inspiración en la civilización atlante. La energía de los símbolos de Okuna trabaja con los elementos helénicos del éter, aire, fuego, agua y tierra, con los chakras de la “Nueva Era” y con las activaciones a través de los colores, y según las interpretaciones del esoterismo del siglo XIX. Reiki Piramidal Es otro método reiki no muy diferente a algunas de las variantes anteriores, teniendo como innovación que usa pirámides como un acumulador geométrico y amplificador de las fuerzas de energía. Se utilizan pirámides tanto de dimensiones reducidas, como de gran tamaño donde caben personas enteras. Reiki Shambhalla Este método reiki, fue ideado por John Armitage, conocido como Hari Baba, en los años 90. Armitage según él mismo, tiene conexión con el espíritu ascendido de Saint Germanin que le inspiró este método de curación. La esencia del método Shamballa es el amor sin condiciones y el respeto de todas las formas de vida. La filosofía de sanación Multidimensional de Shamballa se basa en el reconocimiento de la energía divina que creó el universo entero con todas las formas. 361

Reiki Siete Perlas Este es otro método de transfiguración del Reiki New Age, que fue ideado por Michele Blanc en el año 2004. Según sus creyentes y practicantes, la meta principal de este nuevo método, es elevar el nivel de vibración de los Iniciados y enseñar las calidades mentales y espirituales del Maestro para perfeccionar su compromiso con el Plan Divino. Las enseñanzas y los símbolos del Reiki de las siete Perlas, según expresan sus seguidores; devuelve a las antiguas y olvidadas fuentes del conocimiento que anteceden a la Atlántida y a Lemuria. Permite reconectar con los recuerdos profundos y olvidados donde nosotros ya transmitíamos la Energía de Amor de nuestro Corazón de Diamante. Este sistema enseña a escalar los siete pasos de la sabiduría, para ser merecedores de recibir las 7 Perlas del Reiki, es decir los 7 Pasos de la espiritualidad y entrar en contacto directo con las energías divinas de los siete Maestros Ascendidos. Unos Maestros ascendidos que quieren ayudar a la Especie humana, en este período de grandes cambios del planeta, a su evolución espiritual, y así poder servir y ayudar todo cuanto existe. Reiki Andino y Reiki del Arco Iris Este método se anuncia como una Escuela de Iniciación y de formación Terapéutica del Reiki Andino, Reiki Americano y Reiki del Arco Iris, para la Era del Amor. Su sistema se sumerge de lleno en las teorías de la Nueva Era. Una de las teorías de esta técnica es que la práctica es un medio para la sanación y así trascender a los planos Espirituales. Es custodiada por la Gran Hermandad Solar, a través del Shamán Kóndor Sagrado y Gran Maestro K'uychi o Gran Maestro del Arco Iris y del Amor. Según sus partidarios, para comprender estas dos escuelas debemos distinguir que el Reiki Andino es la escuela exotérica y el Reiki del Arco Iris es la esotérica. El Arco Iris o K’uychi o kurmi en Quechua o Cheel en Maya, es el Dios que mejor representa la tradición Amerindia y es por ello que 363

en meditación el Maestro lo canaliza, para representar simbólicamente esta escuela iniciática. Sabiendo que el proceso de crecimiento espiritual sólo será posible en aquellas personas sanas, en la Escuela del Arco Iris pone énfasis en el desarrollo de las capacidades de sanación de cada persona y para ello bajo inspiración divina, la escuela tiene una estructura iniciática que va desde un primer hasta un séptimo nivel.

Reiki Zen Según los practicantes de este método, el Reiki Zen es otra metamorfosis del sistema Reiki, donde se mezclan a propósito las técnicas de meditación del budismo zen con el dharma hindú y la obtención de la Iluminación. Este Reiki surge como resultado de la mezcla del Reiki en sus diversos sistemas en relación con el Zen y las practicas chamanicas, tibetanas y del hinduismo tántrico y del yoga kundalini. Sus seguidores afirman que siguen la estructura de movimiento de las energías cosmo-teluricas con el patrón ancestral de unión de Cielo y Tierra que permite la creación de espacios limpios desde los que realizar las invocaciones en relación con las direcciones bajo los buenos auspicios de los Maestros Ascendidos de la humanidad. Reiki Unitario Como su nombre indica el Reiki Unitario es la fusión de las diferentes técnicas de Reiki existentes hasta el 2002, año en el que fue creado por Selene y Cyrille Odon en Francia. Contiene los símbolos de la tradición Usui, del Reiki Karuna, del Shambhala más los símbolos propios del sistema Unitario. Este sistema se trabaja energéticamente partiendo de la creencia base de que somos una geometría, un color y un sonido por lo que, en una sesión, no sólo se dibujan y visualizan los 19 símbolos, sino que se cantan ya que se conocerán los secretos del 365

sonido para dar un mayor poder de sanación. Según sus practicantes, el Reiki Unitario activa el cuerpo de luz o Merkabah así como el ADN de 12 hélices.

La Influencia Griega en la Medicina Galo-Céltica Los colegios Médicos y las Divinidades salutíferas galo-romanas Aunque no es cometido de este ensayo internarnos en el ámbito galo-romano y sus circunstancias, no cabe duda alguna de que la medicina céltica recibió influencias notables de la medicina griega, especialmente en la Galia y tras la conquista por los romanos. De forma escueta comentaremos lo esencial de dicha influencia. Un flujo e influjo, que llegó a través de las colonias griegas emplazadas en las costas mediterráneas, siendo uno de los focos de mayor influjo, la ciudad focense de Massilia. Personajes de esta ciudad como Charmis y Crinias fueron reconocidos médicos en sus comunidades y entre los vecinos galos, como ya lo comentó Estrabón en su libro “Geographica IV; “Los galos, hacen buen acogimiento de nuestros sofistas, así como de nuestros médicos, que reciben de ellos un buen salario, sea de particulares sea de las villas”. Charmis cambió el antiguo método de la medicina de la hidroterapia al aconsejar que las personas enfermas, tomarán baños con aguas frías y heladas, incluso en invierno. Crinias, sin embargó destacó en el campo de la dietética y de los regímenes alimenticios saludables. Ya en la época galo-romana, entre el siglo I y II de la EC, varias mujeres se adhirieron a las prácticas médicas, desde una perspectiva 367

laica y adoptando nombres helénicos ejercieron la medicina. Así en la ciudad gala de Nîmes (Namausatis, galo) destacó una tal Flavia Hedone, en Tréveris (ciudad de los celtas Tréveros), una obstetra y ginecóloga llamada Julia Pieris, en Lyon (el Lugodunon galo), una tal Metilia Donata, y fuera del territorio galo-romano, sobresalió en la ciudad hispanorromana de Emerita Augusta (Mérida), una médico llamada Iulia Saturnina. Y posteriormente en el siglo IV de la EC, aun despuntó otra medico en la Galia, en la ciudad de Burdigala (Burdeos) llamada Emilia Hilaria, que no fue otra que la tía materna del escritor galo latinizado Ausonio, hijo de paganos y de un padre, Julio Ausonio, también médico. En general, el influjo médico griego se notó en las prácticas oftalmológicas, en el desarrollo de la hidroterapia y farmacopea y el uso de las aguas termales o termalismo, en la obstetricia y ginecología. Como la maestría médica se fue haciendo cada vez mas secular, se reformaron los antiguos colegios médicos druídicos, especialmente los ubicados en los santuarios con balnearios y se crearon nuevos colegios médicos ya seculares, para enseñar a los nuevos correligionarios, y donde también se pudieran ensayar las técnicas aprendidas sobre los enfermos. Estos colegios médicos tuvieron una fama renombrada en la época, así se conocen los colegios médicos de Metz (Galia Belga), Avenches (Aventicum de los celtas Helvecios, (Suiza)), la colonia de los griegos foceos de Massallia (Marsella, antigua ciudad celto-ligur), y de Burdigala (Burdeos, Aquitania (Francia)), entre los más célebres. Debido a esta influencia greco-latina se veneraron infinidad de divinidades locales con epítetos relacionados con esta nueva etapa de influjo greco-latino, las cuales están más antropomorfizadas que en el período eminentemente celta. Entre las muchas y diversas divinidades locales salutíferas sincréticas citaremos algunas a modo de ejemplo; 1. -Abnova; Diosa salutífera, vinculada a Diana y a los bosques, venerada en la Germania céltica y diosa del Monte Abnova que lleva su nombre, frente a la villa gala de Rauricum.(la Augusta Raurica romana). 369

2. -Acionna; Divinidad acuática y salutífera galo-romana de la zona de Orléans, corroborada en la Fontaine L’Etuvée. 3. -Alisanos: Divinidad salutífera galo-romana venerada en la región de Borgoña y en la zona de Aix-en-Provence. 4. -Apono o Mapono(s): Divinidad galo-romana y britónica, vinculada a Apolo, que siendo una deidad representada como joven, es también sanadora. Se encuentra en algunas inscripciones descubiertas en las contigüidades de los santuarios termales. En uno de los epígrafes se asocia a este dios con el epíteto Citharoedus (el Arpista), lo que podría indicar una combinación con la sonoterapia, musicoterapia o medicina vibracional. 5. -Arduinna. Diosa forestal celto-belga de la zona de las Ardenas, vinculada a la diosa latina Diana en su aspecto salutífero. 6. -Avicantos, deidad local venerada en la zona perteneciente a los celtas galos de la tribu de los volcos arecómicos, en el actual Languedoc-Rousillon. Es una deidad salutífera asociada al pequeño rio Vistre, en las cercanías de la ciudad de Le Vigan y de Nîmes. 7. -Bricia, Brixia, Bricta, Brixta. Diosa acuática asociada a la sanación, consorte de igual rango que Luxovio y venerada localmente en Luxeuil-les-bains (Luxovium). 8. -Clutoida/Clutoissa. Divinidad salutífera venerada por los galos senones en Mesves-sur-Loire y por los celtas Eduos en Etangsur Arroux. 9. -Divona. Deidad relacionada con algunas fuentes salutíferas galas. La radical “Div” se refiere a lo divino; la segunda radical, ONA (en masculino ONO), que se encuentra en muchos nombres de ríos, siendo una palabra gala que significa río, agua o fuente. Por lo tanto, Divona significaría agua divina. Su teónimo está relacionado con la ciudad de Cahors (Divona Cadurcorum) y sus fuentes salutíferas y con la ciudad de Divonne-les-bains que desde siempre fue un centro termal importante. 371

10. -Dunisia. Divinidad galo-romana asociada a las fuentes termales de Salt-en-Dunzy, que llegan del río Loira. 11. -Icovellauna, Divinidad galo-romana asociada al rio Mosela, venerada entre los belgas orientales y los Tréviros, gobierna las aguas turbulentas y sagradas que manan de las entrañas de la Tierra. Sus santuarios principales fueron hallados en las cercanías de la ciudad de Metz y en Trèves, en la Galia. 12. -Moguntia, asociada a Icovellauna en ciertos santuarios, es una diosa sanadora que asume este apelativo como diosa Madre de la Tierra, fue reverenciada entre los celtas belgas de la tribu de los mediomátricos, vecinos de los remos, los tréviros, los catalaunos y los lingones. Su santuario más célebre fue hallado en Metz (el Divodorum Mediomatricorum, de los celtas). 13. -Sequana, como divinidad gala desde el siglo II antes de la EC y posteriormente romanizada por lo que puede considerarse también galo-romana. Sequana es la personificación del río Sena o mejor dicho de los manantiales de donde nace dicho río, denominados “Fontes Sequanae”(Fuentes de Sequana). Venerada por la tribu gala de los sequanos en las cercanías de la localidad de Dijon donde existía un importante santuario y centro de sanación acuífera. Realmente la lista podría ser extensa; Graselos, Ilixo, Nemausus, Nerius, Segeta, Sena, Ura, serían algunos de los nombres de divinidades consideradas salutíferas y galo-romanas. .

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LOS DIAGRAMAS SAGRADOS

S  

obre los ““mandalas” (círculos sagrados celtas o geometría sacra, también nombrados como Ideogramas, Pictogramas o Diagramas célticos-druídicos) Definición “mandala”: Diagrama simbólico que representa la evolución del universo respecto a un punto central. Definición de Ideograma: Signo o elemento de sistemas de escritura basados en signos que representan conceptos y no son descomponibles en sonidos o formantes. Signo gráfico que representa un concepto o idea de forma sintética y no por análisis de sonidos o formas 375





Definición de Pictograma: Dibujo o signo gráfico que expresa un concepto relacionado materialmente con el objeto al que se refiere. En un principio los símbolos, dibujos o grabados del hombre prehistórico eran meros pictogramas, en los que los dibujos equivalían a las palabras que denominaban: un bisonte era un bisonte, un arco era un arco" Definición de Diagrama: Representación gráfica de las variaciones de un fenómeno o de las relaciones que tienen los elementos o las partes de un conjunto. PRIMERA PARTE

Quizá alguno se extrañará que desde una posición druídica se intente realizar un acercamiento y exposición conceptual de un tema que “a priori”, parece ajeno al Druidismo, como puede ser la cuestión de los ““mandalas”. Se apunta ““mandalas”, pero usando términos más de cariz druídica, podríamos decir; geometría sacra de abstracción o dibujos de círculos y espacios sagrados celtas. Es pues desde una postura del Druidismo evolutivo, que se asume la sintetizada y comedida labor de exponer circunspectamente, unas impresiones sobre lo que podríamos llamar popularmente “mandalas céltico-druídicos”. No obstante, si el calificativo resulta antipático o ridículo para los más fieles a la recuperación de los términos célticos, entonces apuntaremo los siguientes vocablos; espacios y círculos druídicos dentro de la geometría sagrada celta, (aunque resulta bastante largo). Per obviamente la palabra sería lo de menos, siendo lo importante; su significado. Como siempre se ha mantenido, el Druidismo fundamenta sus entendimientos y discernimientos más básicos, en las escuelas que 377

sostiene por doquier la propia Madre Naturaleza, porque se piensa que los conocimientos y la ciencia que han adquirido los seres humanos, no son más que las partes descubiertas, entendidas y comprendidas de fragmentos de esa Naturaleza, y como reflejo del mismo Cosmos. Justamente por ello, al observar como en la Naturaleza e incluso en el Universo, hay multitud de formas “mandálicas”, es por lo que se pretende abordar este tema desde una percepción druídica, notoriamente evolucionista. Ejemplos mándalicos en la Madre Naturaleza los hay por doquiera; Así la formación de los cristales, de las gotas de agua, del rocío, de la nieve, de una tela de araña, de un nido de pájaro, de una planta o flor e incluso del mismo iris ocular de animales y humanos. También en el Universo se forman estructuras “mandálicas”, o figuras como en la configuración de los mismos planetas, de sus sistemas solares, de sus galaxias, de sus constelaciones y de un largo etc. Pero veamos primero que significa eso de “mandala” El término “mandala”, es un vocablo que denota espiritualidad. La palabra en sí procede de Oriente, de la India, y su origen proviene del sánscrito, una de las lenguas indoeuropeas más antiguas documentadas y además, lenguaje sagrado del hinduismo. Su significado en dicho idioma, se transcribiría como “círculo, rueda o espacio sagrado”. No vamos a tratar aquí de los paralelismos existentes entre el Hinduismo y el Druidismo, puesto que eso requiere otro tipo de vastos estudios y análisis que muchos grupos druídicos actuales, ya emprendieron o promueven. (Algunos druídicos de nuestros días, llaman al “mandala”, "rueda medicinal" en tanto que posee la facultad de equilibrio y de transformación de la mente y del entorno.) Así pues, los “mandalas” son formas geométricas cuyas representaciones metafísicas y rituales, vienen a simbolizar diferentes energías espirituales cósmicas, siendo el “mandala”, una imagen del micro (ser humano) y macrocosmos (dioses). 379

Es también un sistema ideográfico de meditación, que contiene un espacio sagrado, que para Jung era la representación de la mente que abarcaba tanto el consciente como el inconsciente. Con ese discernimiento se presenta como una terapia para la sanación espiritual y para reconectarse con el Yo espiritual, así como para expresar la creatividad. Aunque el término extendido por todo el planeta sea el de “mandala”, el concepto en sí, no solo atañe a las espiritualidades de Oriente, ya que se halla presente en diversas figuraciones en toda espiritualidad del orbe. Así podemos observar como existen estructuras mandálicas también en Occidente dentro de las eminentemente paganas como el Druidismo, hasta las cristianas, hecho que se refleja notoriamente en las catedrales e iglesias góticas y románicas, en los rosetones y vitrales que las adornan como en Nôtre Dame de Paris o en la española Catedral de Burgos. Entre las espiritualidades antiguas podemos observar estructuras “mandálicas” desde Sumeria y Caldea, pasando por Egipto, llegando a los famosos laberintos griegos y las imágenes de plenitud de la escuela pitagórica, hasta los típicos meandros, nudos, sinuosidades y espirales celtas, incluso entre los nativos americanos (navajos, sioux, aztecas, incas, etc) y aborígenes de Australia, remontándonos a los conocidos como petroglifos del Neolítico o el círculo de piedras megalítico de Stonehenge. Dicha generalidad espiritual, es obvia si nos percatamos de que siempre, las imágenes circulares y concéntricas han manifestado conceptos sagrados sobre la perfección y la energía, por su equivalencia y concordancia con respecto a su núcleo. Un círculo al fin y al cabo no es más que la suma de puntos sucesivos que están equidistantes de un punto central. Resumiendo, podemos observar como el “mandala” existe independientemente de cualquier cultura o espiritualidad, ya que incluso se encuentra en el Cosmos y como reflejo en la propia Madre Naturaleza. 381

Por tanto, la noción de círculo o espacio sagrado no es de ningún modo, ajena a la espiritualidad céltico-druídica, como simbolización de un espacio sagrado tanto dentro de un ritual, donde se muestra la separación de un espacio sagrado con respecto a otro menos sagrado, como puede ser el claro ritual de un bosque con respecto al resto del bosque, o total o parcialmente profano, como en la alegoría manifestada en cualquier expresión artística o conceptual. Con referencia a los rituales en un espacio sagrado como es un claro de bosque, dado que el bosque ya es, según las concepciones druídicas, de por sí, sagrado, el claro donde tiene lugar el ritual simboliza a la perfección ese espacio que se sacraliza para cualquier ceremonia. En dichos rituales el área circunscrita como un Claro ritual, puede hacer funciones análogas al círculo-”mandala”. Su núcleo, sirve para penetrar en otros niveles de conciencia, convirtiéndose en un proceso individual o colectivo de crecimiento espiritual. Todo el “mandala”, en sí, actúa como área sagrada dentro de la cual, pueden surgir experiencias espirituales. La experiencia de realizar un viaje espiritual en un lugar sagrado forma parte de una de las principales concepciones espirituales del Druidismo. Justo por eso, el “mandala” druídico o pictograma céltico, es un símbolo de crecimiento espiritual. Por todo ello, cualquier concepto conocimiento, intuición, sensación, sentimiento, percepción, pensamiento, idea o creencia, pueden ser sacralizados y sublimados mediante la expresión de un ideograma (“mandala”), ya que éste alcanza niveles más profundos, donde la simple palabra por su propia limitación no llega, definiéndose como un sistema ideográfico, un lenguaje simbólico, contenedor de una esfera sagrada, donde, además de representar la totalidad de la mente, abarcando tanto al consciente como al inconsciente, como decía Jung, también, como se percibe dentro del Druidismo, corresponde a la propia Alma. En otras palabras; Los pictogramas (“mandala”s) celtas son la expresión ideográfica de esa fusión que tiene lugar entre el cuerpo, la mente y el alma. Así pues, la manifestación o representación de un 383

ideograma (“mandala”) celta, se refiere también al concepto ideal, de lo que se intenta transmitir. A un pictograma (“mandala”) ritual, no se le debe cambiar su contenido porque desde el mismo momento de concepción, fue realizado en su presente como una fuerza descriptiva que se traslada en el tiempo hasta llegar al futuro. Estos poseen también efectos relajantes que actúan sobre los individuos, armonizando tanto el mundo interior como el exterior. Un ideograma (“mandala”) ayuda a centrarnos, a encontrar la calma, y el equilibrio que permite transformar el entorno y la mente. Dichos resultados se consiguen mediante la meditación. Por ello, si se transforma su contenido, si se modifica, la esencia de lo que quería transmitir se desvirtúa, se pierde. Pero un mismo “mandala”, puede convertirse en una fuerza regeneradora y creativa, como un modelo de otras y variadas figuras representativas que se restauran con el devenir, en nuevas formas de conciencia con las cuales puede coexistir, son los llamados “mandalas individuales. Así pues, se puede afirmar, que hay tantos “mandalas” como individuos en el mundo dispuestos a crearlos, y, sin embargo, en la esencia, todos ellos se vinculan, pues todos son análogos. Cuando creamos un “mandala” personal, estamos creando nuestro propio espacio sagrado interior, un espacio anímico sobre el que se concentran nuestras energías e ideas creativas que pueden canalizarse hacia un objetivo constructivo y concreto. Igualmente son útiles para la meditación y la relajación, mediante su contemplación. Los “mandalas” también tienen diferentes intenciones y aspiraciones conforme a la figura que representan. Así, pueden manifestar cualquier emoción o facultad humana positiva, o estimular y/o avivar las denominadas virtudes célticas. Consecuente y generalmente, los “mandalas” o pictogramas céltico-druídicos suelen estar inspirados en la Madre Naturaleza, en el Universo, reproduciendo sus simetrías y colores en una estructura, por lo general circular. (Como hemos referido varias veces, si se emplea la palabra “mandala”, es debido a la brevedad del término, a su concisión 385

y su fácil comprensión, si bien podría denominarse de otras maneras; Ejemplo; pictograma céltico, ideograma druídico) En la práctica, los “mandalas” hindúes insertan entre sus imágenes letras sánscritas y deidades a las que aspiran asimilar, añadiendo figuras geométricas como el cuadrado o el triángulo y otras figuras rectilíneas y los mandalas budistas tienden a la simbología con gráficos esferoidales y cuadrangulares, que forman los contornos de un palacio visto desde arriba, en el que hay torres, cada una con su entrada hacia las cuatro direcciones. Sin embargo, en los ““mandalas celtas”, predomina la Abstracción, perfilando y dilatando sólo los trazos principales de la figura implicada, de haberla, o incluso, prescindiendo totalmente de ella, para acoplar espirales, lazos, nudos, triskeles, y entrelazados complejos. Por ello, en el “mandala” o ideograma céltico se prefiere: La Creatividad: El simbolismo y deleite por la geometría estilizada. El rechazo a plasmar líneas rectas y su embriaguez por formar curvilíneas complejas, produciendo la sensación aparente de un todo enmarañado pero ordenado, donde las figuras o imágenes, de haberlas, se pintan apretadas, saturadas y estrambóticas, con pomposidad en los colores que suelen ser estridentes, pero con diseños totalmente simétricos. Lo apodado como Pavor celta al vacío Característico también de todo lo que participa en el arte celta, donde no se halla prácticamente ningún área o punto vacío, dentro de la figuración del espacio sagrado. Así los “mandalas” célticos, siguen en la misma línea de inspiración y expresión awénica/imbásica. El Zoomorfismo religioso 387

Hoy se denominaría bioinspiración, o biomimética, que implica hallar la inspiración en la Naturaleza para crear algo totalmente nuevo. En dicho zoomorfismo religioso céltico-druídico, se recurre a los animales como fuente de inspiración y de plasmación de metáforas que remiten a conocimientos o expresiones esotéricas. Dichos animales, estilizados y huyendo del realismo, se pueden trazar como símbolos de las funciones del espíritu y de las atributos que van anexos a todo rasgo animal, desde la perspectiva del carácter totémico de la espiritualidad druídica. Ornamentalismo Cierto predominio de lo ornamental sobre el contenido o la imagen central. El autor del “mandala” celta puede situar un icono, imagen o escena en el centro de su “mandala”, pero tenderá a deleitarse con los adornos secundarios que envuelven la imagen considerada central. En la composición del “mandala” o gráfico simbólico celta, se tienen en cuenta, a modo de tríada los tres siguientes elementos principales: Un núcleo, centro energético o foco El núcleo simboliza el mismo centro de energía, lugar de nacimiento de cualquier existencia, de toda idea, noción, pensamiento, intuición o percepción. La expansión posterior y el círculo sagrado de la esfera surgen de aquí. Es la unidad que se diversifica, el Uno que Deviene múltiple, lo múltiple que deviene Uno. Es el inicio y el término de todos los rumbos posibles. El principio esencial que se vincula al núcleo, es el silencio, la Ley del Cosmos, mientras que la expansión es el movimiento del Cosmos, es el Devenir, es la Emanación. El núcleo siempre es el corazón del ideograma que se manifiesta. Es el foco de la idea que se expandirá. 389

La expansión de dicho núcleo La expansión de dicho núcleo tiene lugar de una forma centrífuga hasta el límite del círculo, desde el cual, se refleja para volver hacia el núcleo, en movimientos vibracionales centrípetos como un eterno retorno. Y la frontera, límite o contorno exterior o círculo El círculo resguarda y protege el interior sagrado del ideograma del exterior, pero también es la alegoría abstracta de lo Absoluto, es la simbolización del microcosmos (interior del ideograma) y del macrocosmos (exterior de todo el ideograma). Así pues, los beneficios de interactuar con pictogramas célticos, ideogramas druídicos o si se prefiere el vocablo ““mandalas celtas”, son múltiples y variados. Favorece el equilibrio, mantiene activa la creatividad individual y actúa contra el fraccionamiento anímico, conectándonos con la esencia íntima de cada ser. Inicia un trabajo de meditación activa y expande la conciencia. Desarrolla al unísono la paciencia y despierta los sentidos, así como la propia intuición. Observemos a continuación, en síntesis, algunas formas, colores y los significados que están asociados a los ideogramas céltico-druídicos, ya que todo elemento integrado en un “mandala” posee una significación peculiar. A este respecto podemos observar como desde la antigüedad nos han sido legadas numerosas figuras grabadas sobre piedra o plasmadas, siguiendo patrones ancestrales y recurrentes, en libros medievales como el conocido Libro de Kells u otros manuscritos como el de Lindisfarne. Dichas figuras consisten mayormente en espirales, cruces de lados equidistantes, nudos y trisqueles que contienen un lenguaje simbólico atávico. 391

Resultaría muy extenso hablar de cada símbolo, nudo, cruz, espiral, círculo o forma elíptica, cuando conforman una estructura concreta, pero podemos condensar ciertos elementos a “grosso modo” y darles una interpretación, pues para los celtas y sus druidas, el Trískel, el círculo, la rueda, la espiral, eran y son símbolos esenciales de su espiritualidad. Aludían y aluden a todo lo Infinito, y al Devenir constante de los astros y del Universo que conocían y que hoy se reconocen, así como a su propia humanidad. No obstante, dicha orientación también puede ser útil, si se pretende proyectar pictogramas propios. Así pues, algunas de esas figuras esbeltas y refinadas, o dibujos estilizados más reproducidos que nos han llegado desde la antigüedad druídica y que son imitados contemporáneamente son:

Serpientes celtas, sueltas, ligadas o enlazadas: La serpiente para los celtas y sus druidas, eran y son símbolo de sabiduría telúrica y cósmica. Histórica y arqueológicamente, las conocidas como "piedras de las serpientes" céltico-druídicas, son símbolos de una realidad y veracidad cósmica encubierta en la diversidad de la Madre Naturaleza, pero esta especie de ideograma litográfico, fue probablemente utilizado para meditar. Mitológicamente, las serpientes surgen del laberinto del Universo y del Infinito, forman el Huevo Cósmico, y por ello se dice que los druidas son Hijos de la Serpiente, como sinónimo de Hijos de la Sabiduría y de la Conciencia Cósmica. Así, podemos vislumbrar que la simbología de varias serpientes enlazadas formando diseños de laberintos o espirales, posee un significado paralelo. Por otra parte, el significado de la serpiente está inmerso en un simbolismo complejo que surge de las características físicas de este enigmático ser. 393

Una de las peculiaridades física de la serpiente, es la de mudar de piel, y ello fue la causa por la cual los celtas asociaran esta particularidad como símbolo de resurrección. Con dicha característica la serpiente se asociaba a deidades tales como Sirona, diosa de fertilidad, de la salud y del renacimiento, cuya imagen se ha representado como una deidad que llevaba una serpiente enroscada en un brazo. Diosa, por otra parte, conocida en el Norte de Galés como Dirona, cuyo nombre simboliza a la Estrella del Alba. También observamos en la serpiente su naturaleza de irse arrastrando por la Tierra, lo cual le confiere un poderoso símbolo telúrico. La serpiente, entre los celtas era símbolo de beneficencia, pero también de muerte. Obviamente la muerte para los antiguos celtas no era un hecho trágico, sino que vista como un suceso o proceso natural, se consideraba el reverso de la existencia y la mitad del camino del alma. Sus alegorías están también vinculadas a las representaciones de fertilidad, motivada por la forma fálica de este ser y a las múltiples crías que nacen en un solo parto. En los conceptos druídicos, la espiral y la serpiente son símbolos del conocimiento y de la sabiduría, como también lo es el mítico dragón. La serpiente sagrada era también el aspecto sagrado de la Luna, como la deidad galesa Cerridwen, un espíritu pasivo creador de formas. Entre los celtas una de las formas, que se conocen que se usaban en su iconografía es la de la serpiente con cabeza de carnero, que es una combinación de características de animales. Por un lado, el simbolismo del carnero como aspecto de fecundidad y por el otro, el de la serpiente como atributo de regeneración. Esta amalgama de distintos animales, es por supuesto una plasmación de los artistas celtas que intentaban aglutinar en un animal, las características de varios. No se deben confundir estas creaciones, con los seres mitológicos de los que tanto se ha escrito existentes entre los celtas, como dragones y serpientes marinas o incluso unicornios. Hay también una relación directa en los mitos irlandeses entre las serpientes y su función de veladoras o guardianas de Tesoros Secretos. Uno de los héroes del Ulster, Conall Cernach, el de la Rama Roja, tiene 395

un encuentro con uno de estos animales, en su labor como guardiana de un tesoro. Los huevos, círculos ovalados o espiraloides: El Huevo cósmico y los círculos ovaloides en un “mandala” céltico-druídico, simbolizan la transmutación de las fuerzas y poderes de la Sabiduría Suprema anteriores, que latían en el Todo Absoluto o si se prefiere, en el Universo. El Huevo alegórico de la Serpiente Cósmica es el inicio de un ciclo, pero también el final de otro ciclo anterior. Es un Constante Devenir. Es la Espiral, siempre en movimiento, que jamás está Inmóvil. Todo espíritu y materia, es energía vibratoria, fuerza móvil. Esta misma alegoría es retomada en la figura de los ciclos célticos, en el símbolo de la Rueda. La Espiral es el sendero hacia el huevo cósmico que contiene la potencialidad de la vida aún no manifestada en este nuevo ciclo. La espiral La espiral es una figura cargada de significaciones simbólicas, presente en casi todas las culturas, siendo un símbolo natural y habitual para representar el Universo, donde se incluye el planeta Tierra. Invoca la evolución de una energía, de una etapa, simbolizando la difusión, la extensión, el avance, la continuidad cíclica pero en progreso y giro. La espiral se vincula al simbolismo sideral de la luna, a la simbolización de la matriz femenina y, por tanto, de la fertilidad. Representa a la vez todos los ritmos cíclicos de la vida, siendo símbolo de fecundidad, equivalente a las entrañas de vida de la Madre Naturaleza y de toda hembra e incluso del nonato enroscado en la matriz materna. También se relaciona con el simbolismo acuático merced a la representación marina del caparazón de las caracolas, de las conchas marinas y del arcaico trilobites. 397

La espiral alude al laberinto, un movimiento de progreso que fluye desde el centro, y apunta a la regresión como eterno retorno al núcleo, y por tanto, significa el nacimiento y la muerte. Para un druida, conjuntamente simboliza la muerte iniciática y el renacimiento como un nuevo Hombre transformado, proyectando con su transformación, el concepto válido del desarrollo y continuidad del alma en otros estados de existencia. Las espirales son los laberintos que tienen que recorrer los que quieran desentrañar los misterios allí contenidos, pues dichos misterios son los específicos del Devenir del Todo. En la concepción druídica, además, la doble espiral es congénita al Huevo Cósmico, el cual nació simbólicamente de la Serpiente. La Serpiente y la Espiral son gemelos y semejantes. La triple espiral compone el Triskel céltico-druídico. En las elaboraciones artísticas de los celtas se solía representar a la serpiente enroscada en forma de espiral. Es, por tanto, natural según estos conceptos que espirales y serpientes representen al Universo en las leyendas, alegorías y creaciones artísticas célticas. Es gratificante al unísono confirmar, como es justamente bajo esta estructura espiraloide, como percibimos los humanos, la mayoría de las constelaciones y galaxias conocidas. Grandes fueron los conocimientos de nuestros druidas en aquellos tiempos remotos, para intuir o conocer éstas y otras cosas. La espiral, no cabe duda, es la alegoría más plausible y digna para representar al Universo. Un Universo que es sabiduría cuando observamos igualmente, como la traslación de los astros de nuestro sistema solar alrededor del Sol se dibuja como un movimiento en espiral. O cuando gracias a la ciencia se descubre que la organización en la célula del Ácido Desoxirribonucleico o ADN, es en forma de espiral alargada o entrelazado de doble hélice. Las estaciones se alternan y se reanudan, en cada ciclo como fragmentos de una Gran Rueda. Las espirales eternas no tienen partida ni llegada, ni inicio ni término, ni origen ni final, lo que constituye un ciclo que se concatena con otro. El perenne movimiento, el Devenir de 399

la espiral, simboliza la siempre dilatada tendencia de la sapiencia y el discernimiento que no tienen fin. El Círculo o esfera: En lo más recóndito y ancestral del espíritu del hombre, está almacenada una primitiva impresión sobre la figura del círculo, pues éste es una de las más antiguas maneras de representar al Universo y dentro de algunas filosofías, como la druídica, rememora al Huevo Cósmico. El círculo también nos recuerda La Rueda del Sol, la circunferencia de la Tierra, la esfericidad de la Luna, siendo la figura más simple, y, sin embargo, su comprensión requiere de un alto grado de cognición y conciencia para entender la abstracción de sus simbolismos. Los druidas y los celtas rehuían en sus Artes, las líneas rectas y comprendieron la proporción perfecta de todas las partes del círculo todas equidistantes de su centro, y vislumbraron que dentro de éste se podía forjar cualquier otra figura. El círculo druídico es la Serpiente que se muerde la cola, una representación simbólica que alegoriza la Eternidad, lo absoluto, el movimiento perpetuo, los procesos cíclicos tanto de la Naturaleza como los de los humanos, lo no manifestado. El círculo contiene las potencialidades de todas las demás formas. Son los individuos, que forman cada punto de la figura hasta completar toda la circunferencia, donde cada punto individual va componiendo la figura, que llegará a ser la Totalidad. Si al círculo le faltara tanto solo uno de sus puntos dejaría de ser círculo, de tal manera que las Partes son al Todo, como éste es a las Partes. La circunferencia precisa de todos los puntos para poder denominarse así. Como el Todo Absoluto precisa de todas las otras divinidades y de todas las almas individuales, sean humanas o extra- humanas para sus planes cósmicos y para poder seguir considerándolo Todo Absoluto. En un plano humano y dentro de un simbolismo mandálico, el círculo representa al Individuo, su Yo, pero también su Totalidad como Ente complejo. El centro del círculo es su Alma divina, con una zona 401

alrededor del centro que compone al individuo. Lo externo al círculo es la Inmensidad del Cosmos, cuya frontera entre el alma y éste, es el perímetro tangible de la propia circunferencia circular. Fuera de esta circunferencia se halla lo Infinito e Incognoscible. Es la representación predilecta por los druidas para simbolizar el Mundo terrestre y el Mundo cósmico. Es también el simbolismo del círculo ritual druídico, el Nemetón, adquiriendo forma ceremonial donde todos los componentes de la Rueda humana, se adjudican la misma distancia del núcleo y el mismo alcance a éste. La Cruz Druídica o Cruz anillada o rodada Celta y el Trébol de 4 hojas Muchos de nosotros hemos pensado alguna vez y seguramente muchos lo siguen pensando, que la Cruz celta y la cruz rodada, es decir, la cruz envuelta en un círculo, es un inequívoco símbolo cristiano, que proviene de la época en la que el cristianismo se instauró en las tierras celtas de Irlanda y Britania, y que dada la peculiar manera de entender el cristianismo en esas tierras por sus gentes, formaron de una forma sincrética, la cruz cristiana con rasgos célticos. Pero, en realidad, la Cruz celta, es un símbolo solar, es la Rueda del Sol, siempre en movimiento y diferente a la cruz cristiana. Nuestra cruz de brazos iguales es el símbolo del equilibrio adecuado entre cuerpo, mente y alma, parecido al triskel. Existe una diferencia básica con una cruz cristiana en la cual existe un desequilibrio en uno de sus brazos, que es más largo. La cruz celta, sin embargo, es armónica, todos sus brazos son idénticos. La cruz cristiana esta compuesta por dos maderos pero la cruz celta no está compuesta por maderos, sino que es un símbolo alegórico abstracto, un primer símbolo, de cualquier cultura solar. La cruz celta pagana, en realidad no tiene ninguna reminiscencia cristiana, no evoca la muerte de ningún ser divino o semi-divino u hombre, sino que se hunde en los tiempos profundos y primitivos, en los cuales representaba y simbolizaba, entre otras alegorías al trébol de cuatro hojas. 403

Tanto el trébol como su expresión posterior la cruz de brotes iguales, es una alegoría de los puntos energéticos que se concentran en el centro y se expanden por todo el perímetro. Trébol de 4 hojas y Cruz, tienen un cuadruple simbolismo, según el pensamiento esotérico druídico, expresa cuatro elementos sagrados y míticos, aquellos 4 tesoros que según el “Libro de las Invasiones”, llevaron los Tuatha dé Danaan a las Tierras Irlandesas: El caldero de El Dagda que trajeron de la mítica ciudad Murias La lanza de Lugh que trajeron de la mítica ciudad de Finias La espada de Nuada que trajeron de la mítica ciudad de Gorias La Lia Fáil que trajeron de la mítica ciudad de Falias También el trébol de tres hojas fue un tipo de talismán popular mágico pre-cristiano que utilizaron los campesinos celtas, especialmente los de Irlanda. En la tradición céltico-irlandesa las tres hojas representaban a las “Matres” o triples diosas". Luego la Iglesia Católica lo adoptó, como hizo con muchos otros símbolos y costumbres paganas, utilizándolo para sus fines evangelizadores, como según se cuenta que hizo el predicador y moralista Patricio, también conocido como el Patrón cristiano de Irlanda. Popularmente se afirma que existen 10.000 tréboles de tres foliolos por cada trébol de cuatro folíolos, lo cual le confiere ese carácter especial. Se creía que al encontrar, conservar y portar un trébol de cuatro hojas, se entraba en sintonía con los cuatro elementos que simbolizaba de manera que se lograba alcanzar el equilibrio personal. Por ello para los druidas de entonces, el autoconocimiento era un proceso cognitivo que contenía una principal capacidad de lucidez emocional personal, cuya alegoría eran las hojas de un trébol de cuatro foliolos o pétalos o incluso la cruz solar misma, pues las 4 hojas o brazos son un simbolismo que representaba al hombre, en su relación con los elementos simbólicos de: La Tierra, El Aire, El Agua y con el 405

factor excelso del Fuego, en su alegoría como energía del Cosmos, sin los cuales el hombre, se entendía, no podía existir como tal, tanto a nivel físico como metafísico. El centro de la Cruz, simboliza la propia Alma, humana y a su vez divina, emanación de la Divinidad Suprema. Su núcleo, actúa como un corazón desde donde emana y bombea toda emoción o sentimiento de los mortales, recorriendo gracias a la intersección, todas las extremidades de la cruz y su perímetro circular. Dicho simbolismo aporta un concepto holista de lo que puede ser el ente humano, que es etérico en su pensamiento (aire), ígneo en su espíritu (fuego), y en su organismo con los elementos que lo conforman es agua y es tierra. Una exacta correspondencia holista que se ensambla con los Tres Reinos Druídicos de: Aire, Agua, Tierra, teniendo al fuego (pasíon, amor, ímpetu, entusiasmo, emoción etc), como un factor causante de transmutación. Con el trébol y sus 4 hojas podemos perfectamente dibujar los 4 brazos de la cruz celta o como Cruz Druídica. Esta cruz es la reunión de las corrientes telúricas en un punto concreto de la Tierra, como señalan los menhires y crónlechs de la antigüedad. Esta proyección del trébol con sus 4 hojas o de la Cruz Druídica con sus 4 brazos iguales, podría decirse que simboliza los 4 ciclos naturales, las 4 festividades principales: Imbolc, Beltane, Lughnasadh y Samhain y las 4 menores, alude a los 4 animales druídicos primarios totémicos: Jabalí, Ciervo, Águila y Salmón, y en el 4 puede también dosificarse las edades del conocimiento humano: Infancia, Juventud, Madurez y Vejez. La cruz druídica y el trébol rememoran incluso, otros estamentos de la antigua organización social y tribal celta patrocinada por los druidas: campesinos, constructores, druidas y guerreros. La cruz druida está de acorde con los 4 puntos cardinales básicos y con las 4 fases más elementales de la luna. 407

El Triskel El triskel celta es un elemento geométrico con tres esferas sagradas que manifiesta y representa la triplicidad en la Unidad, de la Divinidad Suprema, de una forma abstracta. Así como la tríada que está compuesta por el Principio y el Fin, la Eterna Evolución y el Perpetuo Aprendizaje. Se representa también como 3 espirales en movimiento, que no son nada más y nada menos que las manifestaciones de la energía divina. Crear un “mandala” con este símbolo de virtud, es tanto como esbozar la divinidad de uno mismo. Como simbolismo mandálico, actúa sobre el subconsciente a modo de un talismán protector. En su aspecto más esotérico adquiere la virtud de ser el símbolo que representa el tránsito de las almas de los difuntos hacia el Otro Mundo, ante la presencia de los antepasados. Los brazos rematados en espirales manifiestan un punto de partida desde el centro del triskel y un lugar de destino que cada vez se aleja más del punto, que son los enrevesados mundos y dimensiones del Más Allá. Hay tantos tipos de Triskel, como artistas capaces de plasmarlo, algunos formados por 3 espirales que acaban uniéndose al final en un círculo exterior que las contiene. Hay otros que son 3 aspas que nacen de un centro común y acaban rematadas por pequeñas esferas cada una, que pueden o no estar unidas a un circulo que las rodea, pero en todos se puede observar el punto de origen o centro, foco vital de la existencia que se repite siempre, y las tres patas o brazos donde el número 3 representa los 3 caminos evolutivos del ser humano: Cuerpo, mente y alma o lo material, lo racional y lo espiritual; esta es la esencia del Triskel. Este símbolo, es la representación alegórica de un sendero o punto de partida que se aleja en forma de espiral donde los problemas y las cosas no se perciben bien desde la distancia. La única forma de desvelar las soluciones a los problemas y a nuestra propia vida, es la experiencia 409

personal acumulada en nuestro interior, volviendo a nuestro centro, pues todo centro y círculo, es energético. Crear un “mandala” con dicho símbolo, es el recuerdo permanente, cada vez que se contempla y siente, de un camino evolutivo elegido por cualquier ser humano. Es en sí mismo, el simbolismo tangible de una idea ternaria de la propia vida en el equilibrio que debemos alcanzar en todo aquello que nos rodea e influye, para descubrir la propia esencia y la de aquellos a los que amamos. La primera espiral puede interpretarse como el descubrimiento de nuestro propio organismo, saber quien somos físicamente. Descubrir nuestro cuerpo y sus sensibilidades, también sus limitaciones y desarrollo. La segunda espiral simboliza el sendero de la mente. El Pensamiento es creador, pero también puede ser destructor. En la Voluntad y libre albedrío humano se halla la capacidad para emplearlo en uno u otro sentido. La tercera espiral simboliza nuestro propio camino espiritual, el difícil camino del alma. Nos adentramos en lo que es desconocido, nos introducimos en el mundo de nuestros dioses y convicciones y también en nuestra Tir Na N'Og. Es el brazo de lo místico, donde no todo está despejado, donde nuestros catmas evolucionan a la par que nuestra espiritualidad, en la cual podemos y debemos aprender continuamente. La espiral y giro de este tercer brazo, es como un detonante para lograr el desapego material del espíritu y entrar en un estado de conciencia para alcanzar la trascendencia. Es digno de experimentarse, conviene relajarse, meditar u observar un “mandala” con un triskel para lograr un nivel elemental de tranquilidad y paz interior, pues éste nos concede paz al alma y ánimo, ante las vicisitudes de la vida. Las triples manifestaciones de la energía divina en el Ser Humano pueden entenderse de varias maneras, simbolizadas en el Triskel, como:

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1/ La Experiencia, La Inspiración y La Aptitud, que se relacionan con las 3 clases sociales de los antiguos celtas: Guerreros, Druidas y Productores. A su vez los guerreros se caracterizaban por un trío de virtudes divinas como son el Valor, la Gallardía y La Decisión. Los Druidas como receptores y maestros enseñaban a sus alumnos en cuevas, grutas, bosques o colegios consagrados, otra tríada de gracias divinas: La Filosofía, la Ciencia y el Espiritualismo Y finalmente los productores representaban otra tríada de dones celestiales como son: La Creación, la Producción y el Amor. Donde la creación se asocia a la Intuición, a la Inspiración y a la Vocación. La producción se asocia a la Formación, a la Realización y a la Adjudicación, y el amor se asocia a la Fusión, al Éxtasis y a la Fecundación. 2/ En el Mundo terrenal se puede relacionar: Con el Agua, el Aire y la Tierra en su movimiento. Encerrados los tres por un cuarto componente, que es factor de transmutación; el fuego, representado en algunos triskeles, por el círculo que los envuelve. También alude a los tres estados de la materia: Líquido, Gaseoso y Sólido, envueltos los tres estados por un cuarto factor que es la Energía que es esencia de todas las cosas, que al condensarse produce la materia en cualquier manifestación. 3/ Puede representar también la concepción druídica del: Pasado, del Presente y del Futuro, reunidos en el gran centro denominado el Gran y Eterno Ciclo o Continuo Infinito Presente, donde los 3 mundos son contemporáneos y existen al mismo tiempo aunque en dimensiones diferentes y encajan perfectamente con la percepción de que el tiempoespacio no es lineal. 4/ Puede representar también las 3 fases solares: Noche o crepúsculo, mañana o alba y atardecer o momento incierto. 413

5/ Puede representar también las 3 fases corporales de los humanos: Infancia, Madurez y Vejez o las triples manifestaciones interiores de todo ser humano: Emoción, Sentimiento y Pensamiento. 6/ Así como la triple manifestación de las divinidades, como la diosa Brigitt: Niña, Madre, Anciana o también Hija, Madre y Hermana. Sin olvidarnos de la representación de la Trinidad femenina de la Batalla: Macha, Morrigan, Boadb o la masculina:, Dagda, Ogma, Lugh. 7/ El triskel es símbolo y emblema de Ecuanimidad, de Ponderación, de Equidad, expresada y manifestada en su conjunto ternario, que se identifica con la elección y libre albedrío que todos poseemos en nuestra Voluntad. 8/ Aunque para otros bien puede representar la tríada de: La Expresión, la Ondulación y la Condensación. Donde la expresión es aire, la ondulación es agua y la condensación es Tierra, donde el aire es representado por el águila, el agua por el salmón y la tierra por el jabalí, siendo estos 3 seres, animales totémicos del Druidismo. 9/ Y por último, representa a la Tierra misma, pues no en balde es el Tercer planeta del sistema solar más cercano a la Estrella del Sol. Quienes gocen de la visión de un pictograma (“mandala”) con el triskel, pueden disfrutar de la representación y manifestación alegórica más de acuerdo con su yo interior que les satisfaga. En realidad cualquier pensamiento druídico ternario puede ser su simbolismo. Los Nudos Hay nudos de toda suerte y tamaño, más o menos intrincados, pero todos ellos simbolizan la red infinita de interrelaciones, conexiones y vinculaciones entre las diversas formas de existencia, las interrelaciones entre todos los mundos, entre todos los planos y dimensiones, donde todos los caminos se comunican. 415

Existen también nudos divididos en cuatro secciones que pueden simbolizar las 4 fiestas druídicas mayores, los 4 puntos cardinales, los 4 animales tótems elementales del Druidismo, los 4 tesoros mitológicos, y en general, todo lo relacionado con los cuartos, otros nudos, sin embargo, se hayan divididos en tres elementos. En la actualidad podemos dar a los nudos divididos en diferentes secciones, cualquier significado acorde a las esencias druídicas, pues poco se conoce las significaciones detalladas que los antiguos druidas les confirieron. No obstante, se conoce que en la simbología céltico-druídica, los nudos siempre simbolizaron la continuidad, la longevidad y la eternidad. El nudo fue un claro símbolo de la unión y en épocas celtas tardías simbolizó el amor perenne, como en la saga artúrica, en el poema de “Sir Gawain y el caballero Verde”, donde Sir Gawain, lucía nudos del amor fiel, a modo de nudo perenne que no se podía deshacer, simbolizando en esas épocas de paladines y princesas, el amor noble. Por otra parte, el nudo además de su valor ornamental, también se utilizó como símbolo de protección, ya que simboliza la relación entre las Divinidades y los hombres, entre el Cosmos y la Tierra. Un nudo central en un “mandala” celta es una "clave"; donde se revela los misterios de la vida y la muerte, entre el anverso y el reverso de una misma realidad. El nudo celta, simboliza la búsqueda espiritual interminable e infinita de los hombres, en un trayecto intrincado por donde se abren ante nosotros diferentes pasajes. Unos serán obstáculos y aprendizajes por donde deberá pasar nuestra alma para trascender y crecer. Otros, serán diferentes rutas que representarán la búsqueda incesante por el conocimiento, la sabiduría, escrutando siempre las vías, para conocer y saber quienes somos. Es decir, el nudo simboliza la esencia interior de cada persona. Observemos, algunos ejemplos de dibujos de “mandalas” célticodruídicos:

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Como sabemos si observamos todas las plasmaciones de arte celtas, éstos rehuían casi siempre las líneas rectas, debido a que en la Madre Naturaleza hay pocos componentes hechos de líneas o ángulos rectos. La verticalidad de un árbol con respecto a la horizontalidad de la Tierra tampoco es muy exacta ya que el horizonte tanto óptica como realmente es curvo. Por tanto, pocos “mandalas” céltico-druídicos de la antigüedad, a excepción de la cruz druídica de brazos equidistantes, incluso también en algunos diseños el pentagrama, posiblemente debido a influencias helénicas y algunas otras romanas sobre diseños rectangulares, tendría como elementos representativos y simbólicos, los cuadrados, los rectángulos, los triángulos, los hexágonos, los pentágonos o cualquier otra figura geométrica de contornos rectilíneos, a no ser que en el interior de sus trazos se esbozaran diseños anudados. No obstante lo anterior, se puede trazar un esbozo, en modo abreviado de aquello a lo que puede hacer referencia o simbolizar, en la espiritualidad druídica esas figuras geométricas, si acaso, deseamos o vemos que forman parte del diseño de algún ideograma céltico-druídico. El Pentagrama: También llamado pentáculo, pentalpha o pentángulo, y más conocido como estrella de cinco puntas o estrella flamígera, es una figura que daría para escribir varias hojas, especialmente porque ha sido usado como símbolo místico en muchas espiritualidades y culturas del orbe. Su historia simbólica, espiritualmente hablando, se remontaría a épocas tan lejanas como las de Sumer y Mesopotamia posteriormente llegaría a Egipto, India y Persia, pero abarcaría espiritualidades tan amplias como las que van desde la Kábala, los gnósticos cristianos, la Masonería, pasando por la brujería de la Edad Media, hasta llegar a los ocultistas y esotéricos actuales e incluso actualmente, es uno de los símbolos más apreciados por los paganos de tendencias wiccanas. Dejando a parte los múltiples y diversos significados que pueda tener en la tradición wiccana y en otras que se pueden conocer en los muchos libros editados o incluso en páginas serias de webs 419

internáuticas, nos ajustaremos en síntesis, en la significación célticodruídica y en una de sus más afines como fue el pitagorismo. No obstante es menester apuntar, que el pentagrama, además, se vincula con el guarismo 5 y con aquello que se relaciona con dicho número. Así de esta manera, para los pitagóricos simbolizaba la salud y el conocimiento. Esta figura representaba para los seguidores de las ideas pitagóricas, la salud, y matemáticamente era la razón, entre la diagonal y el lado del pentágono regular. El pentalfa pitagórico, cuyo nombre proviene de la voz griega “penta”, que significa cinco, y alpha, por la letra A, fue llamado así, porque en su configuración, si se observa, también presenta la forma de esa letra en cinco posiciones diferentes. Servía también como salutación y cumplido en el encabezamiento de las epístolas, cartas y mensajes que escribían los pitagóricos a sus colegas y afines. Dicha figura geométrica en relación con su estructura y significado esotérico, también representaba para ellos la inteligencia, la fuerza, la vida, la generación y la naturaleza, es decir, la Armonía del Ser e incluso del Universo. El pentagrama, es el triple triángulo enlazado druídico, símbolo para los Druidas de la Estrella Polar de aquellas épocas y quizás una alusión a la dirección simbólica y mística de donde ellos provenían, de las míticas y legendarias islas situadas al norte del mundo e incluso de la isla blanca y polar semejante a Thule, además de indicarnos una posible dirección al Mas Allá. Los arqueólogos hallaron monedas de los galos carnutos, en la región de Chartres, de los celtas belgas suessones, una tribu que dio nombre a la actual ciudad francesa de Soissons, y también británicas, donde en sus reversos aparecen los pentagramas. No obstante, si deseamos construir o adoptar “mandala”s personales, quizá con total o quizá con parcial influencia célticodruídica, pero que de igual manera serán positivos, podemos tener en cuenta otros elementos geométricos, que por su armonía y estética, aportan también en su contemplación efectos introspectivos, reflexivos y relajantes y además, tienen un significado concreto de ámbito universal. 421

Por otro lado, existe lo que viene denominándose la geometría sagrada, donde cada cuerpo geométrico tiene una significación sacra, estudiándose sus figuras y sus conexiones alegóricas con respecto a la evolución del ser humano. A este respecto y a modo de síntesis, podemos considerar: El cuadrado El cuadrado en cualquier construcción mandálica expresa la horizontalidad y la verticalidad, vinculándose y constituyendo una referencia elemental sobre el equilibrio, la estabilidad, la permanencia y el bienestar psicológico sobre quien lo contemple o construya. La línea vertical puede simbolizar al alma. Esta fuerza espiritual podría moverse tanto de arriba hacia abajo, del cielo a la tierra como de abajo hacia arriba, de la tierra al cielo. La línea horizontal puede simbolizar la materia y el movimiento de oeste a este o viceversa. Como el cuadrado combina lo vertical y lo horizontal, se convierte en un símbolo de ámbito material y físico, pero vinculado al espíritu. La postura vertical de dos de sus lados, que están perpendiculares a los dos horizontales, simboliza un estado de conciencia que desea elevación, transcendiendo de lo material. Tanto el cuadrado como el rectángulo sugieren lo manifestado, lo determinado, lo delimitado, lo concreto, lo realizado. Así como la curva es femenina, lo recto y anguloso es masculino. El cuadrado se vincula al número cuatro como es lógico suponer. El número cuatro en la simbología druídica tienes diversas connotaciones e interpretaciones que lo vinculan a la Cruz druídica y al trébol de cuatro hojas. El Octograma Dos cuadrados cruzados conforman una estrella de 8 puntas, es decir, un octaedro y una figura simbólica como es el octograma. Este es otro símbolo universal asociado a la integridad, a la totalidad, a lo infinito, a la expansión y a todo lo esotérico relacionado con el 423

guarismo ocho, como podría ser la las 8 festividades aceptadas druídicas. El número ocho horizontal, como sabemos, representa a dos serpientes enlazadas, símbolo druídico de la sabiduría, de las fuerzas telúricas y del equilibrio entre fuerzas opuestas. También representa el eterno y cíclico movimiento cósmico, expansivo y de condensación, base de la regeneración de lo inmortal, de lo imperecedero y de lo infinito. . Hace referencia a los ocho puntos cardinales, Norte Noroeste, Noreste, Sur, Sudoeste, Sudeste y Este y Oeste. El ocho también, en la terminología druídica galesa se asocia a la poesía y a la canción. En los polémicos (polémica entre falsos o verdaderos) manuscritos del Pheryllt encontramos ocho melodías con el nombre de "englyns" (antigua palabra galesa que significa "canciones"), todas escritas en ogham y cada una con una indicación que la relaciona con una de los festividades druídicas. El triángulo: Druídicamente el triángulo tuvo poco uso en la antigüedad celta, pero hoy en día lo podemos contemplar en un buen número de “mandala”s inspirados en diseños celtas. El triángulo se vincula a lo triple y por tanto, perfectamente puede vincularse a las tríadas druídicas y en especial al Triskel y a sus alegorías. Por ello, simboliza la excelencia humana, la perfecta conjunción entre cuerpo, mente y alma. Evidentemente se trata del triángulo equilátero o regular, cuyos tres lados y ángulos son iguales. Existe como simbolismo, en múltiples espiritualidades, en la India, donde el “Aum”, se representa con un triángulo equilátero, entre los Caldeos donde representaba a Ain Soph, la Luz Ilimitada, como una trinidad por medio del triángulo equilátero. En cada espiritualidad de este planeta, el triángulo ha tenido infinitud de significaciones asociadas, por ello sintetizando y como características principales y generales podemos decir que: Cuando su vértice apunta hacia arriba, alude al factor Fuego y a lo masculino o viril. Manifiesta también, la expresión Divina hacia la 425

Tierra y simboliza al hombre que desea ascender, en su búsqueda hacia la fusión con la Divinidad Suprema y con las energías cósmicas que alegóricamente además, son atraídas por el vértice y transmitidas por sus laterales hasta los cimientos. Sin embargo, el triángulo con el vértice orientado hacia abajo, alegoriza lo divino trasmitiéndose hacia abajo, a planos más humanos. En dicha posición, se convierte en símbolo femenino, y alude tanto al elemento y reino del Agua, como a la espiritualidad expresada a través de la materia. Así pues la conjunción de un triángulo invertido sobrepuesto a otro erguido, nos esboza un hexagrama, la conocida estrella de seis puntas, también conocida por “estrella de David” que obviamente no es originaria ni de David, ni del pueblo hebreo, pues aunque su origen es incierto, probablemente puede vincularse, a símbolos de la geometría sagrada egipcia, y por ello, rastrearse hasta esas tierras, de donde los hebreos la adoptaron. En cualquier caso, el hexagrama es un símbolo universal de equilibrio entre lo divino y lo humano, representado como estrella de 6 puntas, como la unión de los opuestos pero que a su vez, son complementarios, muestra la unión de lo superior con lo inferior, de lo de arriba con lo de abajo. (Como es arriba, es abajo) del macro con el microcosmos. El Septagrama Es una estrella de siete puntas, dentro de una circunferencia y se relaciona esotérica y místicamente con el número siete. Su figura esta constituida por siete triángulos. Se relaciona con la música ya que siete son las notas musicales e incluso con los elementos musicales celtas y druídicos, los cuales nacían de un sistema modal en el que había siete modos, siete cuerdas en un arpa, siete tonos en una escala musical que correspondían a cada uno de los cuerpos celestes conocidos entonces. Así pues el numero siete simboliza la inspiración en la música y a la música en diferentes aspectos y en general. También se relaciona con los siete colores del arco iris. En la canción de Amergin se canta: "Soy 427

un ciervo de siete puntas". Siendo ésta la máxima simbología de madurez, experiencia y sabiduría. Así pues un “mandala” con el septagrama, en su observación o realización, aporta inspiración, capacidad de improvisación, creatividad artística, sugestión El Nonagrama El nonagrama es una estrella de nueve puntas dentro de un círculo y se relaciona con el número nueve. Existe una figura conocida como eneagrama que también tiene nueve puntas, trazadas dentro de un círculo y unidas entre sí. Dicha figura se basa en una circunferencia, un triángulo y las líneas que unen los restantes puntos en el círculo, por lo que puede ser considerado como un “mandala” por sí mismo. El Eneagrama, fue puesto contemporáneamente de moda y uso en occidente por Gurdieff, el cual lo adoptó de la Orden Sufi llamada Naqshbandi, dirigida por su maestro, un tal Mawlana Abdullah adDaghistâni. Aunque el propio Gurdieff aseguraba que era el símbolo clave de la Hermandad Sarman, una orden mística existente en Asia Central desde hace miles de años. No obstante, este símbolo es antiquísimo y su origen, algunos afirman que es babilónico o caldeo, otros dicen que probablemente su origen se remonte a la astrología del Nepal antiguo, aunque como se ha mencionado, el sufismo también lo adoptó, y en realidad, ha llegado hasta la actualidad después de haberse instalado y atravesado por distintas culturas. Esta figura, ateniéndonos a las últimas significaciones contemporáneas y también sufíes, se ha convertido en símbolo del autoconocimiento, del auto-desarrollo, de la transformación interior, de la observación y del ser consciente. Significado de los colores. Toda comunicación se da a través de signos. El lenguaje del color es aquél cuyos signos son cromáticos. Los colores son elementos 429

comunicantes. Elementos que son de suma importancia para la comunicación en todos los tiempos, tanto social, religiosa como políticamente. En la Madre Naturaleza, es algo obvio para el ser humano que existe y se refleja el color, pero cada especie los percibe de forma distinta y la mayoría de las veces, solo se ve un determinado matiz. Para un buen sinfín de animales como los perros el mundo que ellos ven se limita a tonalidades de grises. Por el contrario, un buen número de insectos ven el azul, el verde e incluso el amarillo, indispensables para reconocer ciertas plantas y flores y gracias a ello, sobrevivir. Las aves, no obstante, distinguen el color rojo, el cual es imprescindible para su supervivencia, para detectar ciertas bayas purpúreas, rojizas o granates, de las que se alimentan. Sin embargo, el órgano de la visión de los seres humanos es mucho más amplio ya que distingue las diferentes tonalidades y matices, gracias a los múltiples bastoncillos que existen en nuestra retina. Así pues, en comparación a otras especies para el ser humano, la captación de los colores es en realidad una verdadera riqueza que nos otorgó la Madre Naturaleza. Justo por eso, es instintivo que exista un lenguaje de los colores natural. Pero el color va más allá de considerarse un simple suceso óptico, puesto que influye y afecta a los seres que los perciben desde lo meramente físico, pasando por lo funcional, hasta lo psicológico. Los colores gozan de la facultad de impresionarnos, de afectarnos o influenciarnos, y de hacernos sentir divergentes y diferentes sensaciones. Pero desafortunadamente demasiadas veces se nos impone sutilmente un lenguaje de los colores, que proviene de una mera invención o ficción, que obedece a intereses o prejuicios concretos y en ningún caso a una interpretación basada en la observación natural. El sistema imperante en occidente y su avidez globalizadora, influyen de una manera determinante y condicionante en nuestro subconsciente, que incluso en un tema como el de los colores, hace que una mayoría de hombres y mujeres occidentales perciban y sientan las mismas sensaciones ante éstos. Tanto es así, que las estrategias 431

comerciales de empresas y multinacionales tienen en cuenta un lenguaje ficticio pero ya impuesto, de los colores y sus estímulos, para poder influir favorablemente en el potencial comprador masificado y vender sus productos. Los seres humanos desde que nacen y conforme crecen, van siendo influidos por el lenguaje del color imperante, asentado en las significaciones culturales del entorno social en donde se forma, es decir, en la interpretación habitual y común. De esta manera, por ejemplo, se ofrecen a la venta y consumo, productos alimenticios con coloraciones que se saben atractivas visualmente, que muchas personas compran con satisfacción y agrado, pero de escaso, nulo, artificial y hasta nocivo contenido nutritivo, convirtiéndose el lenguaje de los colores, de esta manera, en un artificio manipulador. Las interpretaciones culturales de los colores son muy relativas, porque no en todas las partes del globo, ni en todas las culturas son comprendidos de igual manera. De esta manera, por ejemplo, el blanco se convierte en algunas culturas en símbolo de dolor y luto y en otras de bienestar y gozo. En cualquier caso, interpreten como se interpreten esos colores, lo cierto es que cada coloración, tono o matiz, brillo o saturación, que percibimos que posee la materia sea de forma individual o global, corresponde a un efecto energético y tiene su influencia sobre todos los organismos. Cuanto mayor tiempo pasamos en su radio de influencia más nos impregnaremos de esa energía, y ello aunque se perciban esas coloraciones como se perciban, puesto que cada especie ve lo que le rodea, según la capacidad de sus sentidos y los seres humanos, además, las interpretamos de distintas maneras. Esa influencia de los colores, no es una mera especulación u obtusa superstición, pues la física conoce que el color propiamente dicho no existe, la materia carece de color. Lo que nuestros ojos perciben son las radiaciones lumínicas que la materia rechaza y no absorbe. Es decir, absorbe todas las radiaciones del espectro luminoso que el ojo humano 433

es capaz, o no, de percibir, y repele, reflejándola hacia nuestros órganos de visión, la que la estructura de sus moléculas no es capaz de retener. Podríamos, decir, que un objeto en esencia, es de todos los colores, menos del que nosotros percibimos. Por ello, al rechazarlo, si estamos en su ámbito de influencia, por proximidad física, ese es el color o esas son las radiaciones lumínicas para ser más exactos, que puede incidir e influir en nuestro organismo, en nuestra psique e incluso en nuestra conciencia y en nuestra alma. Así pues, los siete colores básicos que percibe el ojo humano, proporcionan distintas combinaciones, así, mezclándolos con el negro y el blanco conseguimos diversos matices y diferentes tonalidades. La diferencia básica entre matiz y tonalidad consiste en que el matiz es la primera cualidad del color, siendo la característica que nos permite diferenciar un color de otro y empleándose como sinónimo de color. Por ejemplo la diferenciación entre el verde y el marrón. El tono es la frecuencia de la longitud de onda de un color dado, siendo una identidad única de cualquier color o matiz dentro del espectro luminoso, es decir lo que lo diferencia de otro. Por ejemplo, la diferenciación entre el azul celeste y el azul cobalto o marino. Ya que el blanco y el negro, son las referencias absolutas comos valores de luz, del más alto al más bajo respectivamente, el tono o valor de un color se refiere a la claridad u oscuridad de ese color. El blanco tiene el mayor grado de reflexión de la luz, por el contrario el negro, tiene el menor grado de reflejo de la luz. Por ello, en el espectro del color, los tonos claros tienen un grado de rebote de la luz mayor que los oscuros y se suele decir que la tendencia al blanco es un color cálido y la tendencia al negro es un color frío. Así pues el color tiene tres dimensiones diferenciadas: 1/ El matiz, que es el color en sí, donde cada matiz tiene características propias, existiendo tres matices primarios o elementales, los cuales se llaman así, por ser únicos, porque se encuentran en la Madre Naturaleza y no provienen de ninguna mezcla. Éstos son, el rojo, 435

el verde y el azul, representando cada uno de ellos cualidades fundamentales, que incluso al combinarse entre sí dan nuevos matices y nuevos significados primordiales. Tres matices secundarios, como son: el violeta, el naranja y el amarillo, y otros tantos matices terciarios que son el resultado de combinar un color primario con uno secundario. Todos ellos, con cualidades esenciales y significados primordiales, que por otra parte, en el Druidismo se intuyen e interpretan desde la observación natural. 2/ El Tono, que como se ha referido, es la luminosidad, claridad u oscuridad de un color, lo que otorga a los determinados matices originalidad y características únicas. 3/ La saturación que es equivalente a la pureza del color. Un color es más puro, cuando carece de agregados de otros colores. Por lo expuesto, el coloreado de los pictograma (“mandala”s) y la composición de sus tonos y matices pueden tener diversas interpretaciones. Una de ellas, hace referencia al estado interior de quien lo ha coloreado y lo que subconsciente o conscientemente signifiquen para él los diferentes matices y tonos empleados. Otra interpretación, puede ser una explicación universal, de ámbito general y global, de dichas tonalidades. Otra interpretación de los colores, alude al simbolismo ancestral otorgado a las coloraciones, según las diferentes tradiciones espirituales. Y otra, más superficial, es la interpretación asociada e influida por técnicas de estrategia comercial, que pasan a formar parte de definiciones culturales y populares para dar significado a los colores. Por ello, hay que apuntar la diferencia, por una parte, entre las emociones y sensaciones que nos pueden producir personalmente los colores y por otra, la de los significados espirituales de los mismos. Constatando que algunas emociones son más involuntarias y pueden ser influidas por factores externos perturbadores, que las convierten en emociones reactivas negativas, mientras que los 437

significados trascendentales tienen un contexto espiritual concreto, un sentimiento mucho más potente y profundo que ayuda a desarrollar las emociones reactivas positivas. En cuanto a esto se debe apreciar la diferenciación en general entre emoción y sentimiento. Las emociones, en general, se producen y manifiestan como una reacción ante distintas causas, pudiendo originar emociones negativas y el sentimiento es la acción que produce y manifiesta la emoción positiva. Por eso, las actitudes de los individuos frente al color pueden ser modificadas por influencias del medio, del entorno, de la educación, de la cultura, de la religiosidad e incluso del temperamento, por ello nos encontramos que los significados de los colores varían sustancialmente, según quien los interprete. Por lo comentado se debe mencionar, que la tradición druídica ajena a estrategias comerciales y también a interpretaciones personales condicionadas más o menos por lo cultural, basa su interpretación de los colores, en la observación y su constatación en la diversidad que ofrece la Madre Naturaleza, y por ello, subrayamos como algunas coloraciones adquieren interpretaciones y significados precisos y hasta distintos de las consideraciones que habitualmente se les adjudican. Por otra parte, desde un punto de vista orgánico, se ha de hacer constar que algunos estudios cifran en nueve millones los matices y tonalidades que un ojo experto puede diferenciar. Según cita otro estudio, por ejemplo, los esquimales, dado su hábitat y entorno, son capaces de diferenciar entre doce tonalidades de color blanco. Y como sabemos hay personas daltónicas que no pueden diferenciar según que colores. Con estos enunciados lo que se pretende comentar, es que no todos los seres humanos podemos ver los matices y los tonos de los colores de la misma manera, ya que en el proceso de captación del matiz participan factores diversos, tales como la facultad de observación, la memoria cromática y la agudeza visual, e incluso influyen las circunstancias culturales, religiosas y geográficas, además de la información genética particular. La luz no es la misma en el Polo Norte que en el Polo Sur, ni que en los dos Hemisferios, ni en la China que en Etiopía, ni en México 439

que en Francia, ni en Buenos Aires que en Sevilla, ya que las diversas manifestaciones atmosféricas subordinan la percepción. A pesar de que todos los humanos no ven los mismos matices, ni tienen la misma cultura, ni la misma genética, en este esbozo cromático, se tratará de sintetizar, al menos, los colores más representativos y su simbolismo desde una perspectiva de la espiritualidad druídica, que nos ayudará a descifrar tanto los “mandala”s céltico-druídicos como cualquier otra manifestación donde se incluyan los colores. Así pues, los colores son capaces de transmitir emociones, aunque la impresión y su simbología están supeditadas a la cultura o civilización que se trate y en menor medida, a las apreciaciones subjetivas de los individuos. Por ello en in pictograma o ideograma (“mandala”) de inspiración céltica todos los colores tienen aspectos positivos, sean éstos, cuáles sean. El Color Blanco y sus gradaciones Teniendo el blanco un poco de cada color, es un epítome de las cualidades y características de todos los demás colores, siendo este un color de síntesis que simboliza la Unión, la Perfección del espíritu, la Pureza del alma, la transparencia espiritual, y también lo Uno. Es símbolo de ese Todo Absoluto o Fuente Sublime, del que muchos seguidores del Druidismo hablan, ya que del Uno manan múltiples divinidades, cada una con sus peculiaridades distintivas, pero compartiendo la misma esencia primordial, como igual sucede con el color blanco, del cual brotan distintos colores cada uno con sus peculiaridades específicas, pero compartiendo el mismo origen y la misma esencia. El color blanco en un primer proceso, se ramifica en los llamados colores primarios que son tres. Es decir, como una hipóstasis o trinidad de la Luz, y ello nuevamente simboliza las hipóstasis, “tri-unidad” o “trimurtis” druídicas de ese Todo Absoluto abstracto, de esa entidad Absoluta que es inmanente y trascendente a la vez. 441

La belleza de su matiz reside en su sencillez compleja. Sencillez, porque no hay color más humilde que el blanco. Complejidad, porque en su sencillez, reside latente pero patente, el potencial de todos los demás colores. Esos son otros de sus simbolismos, como la sobriedad, la austeridad, la modestia y el misticismo, atributos que como reflejo y ejemplo asumen y se manifiestan en los druidas. Druídicamente también, el color blanco está asociado a los druidas sacerdotes. En la antigüedad el ritual druídico de la recolección del muérdago, con referencia al color blanco, consistía, en efectuar un sacrificio de dos toros blancos no amarrados a yugo alguno, para posteriormente el druida, con hoz de oro y vestido de blanco, procedía a cortar el muérdago, recogiéndolo en una tela también blanca. En dichas ceremonias el blanco asumía el símbolo del enaltecimiento de lo sagrado y de la incorruptibilidad. En la actualidad un porcentaje alto de las órdenes druídicas existentes, han adoptado este color para todos sus miembros para los rituales ceremoniales y otros eventos varios, siendo por tanto, el color sacerdotal por excelencia. Siendo el Blanco un color cuya primordial característica es que se difunde, de igual manera el Otro Mundo celta, se difunde, se diversifica, se comunica y se propaga por éste. Por ello, el color blanco en el Druidismo, es simbolismo del Otro Mundo, encontramos ejemplos de ello en los diferentes mitos celtas. En el mito galés, Cerridwen es una divinidad representada como una cerda, pero una cerda blanca, igual que los perros del Annwn, unos perros peculiares puesto que también son blancos pero tienes las orejas rojas. En realidad, todos los animales blancos son indicativos de ese Otro Mundo celta, como lo atestiguan los diversos cuentos celtas donde animales como caballos o yeguas, corzos o ciervos, cisnes u otras aves de dicho color, representan a alguna divinidad o ser feérico de esos Otros Mundos o dimensiones. Pero todos estos animales blancos de las leyendas celtas, son observados fuera de ese Otro Mundo, por seres mortales que obviamente moran en este Lado de la realidad. Son por tanto símbolos 443

de esos otros Mundos celtas, que no solo se manifiestan en éste, sino que se propagan, se difunden, se relacionan, se vinculan y se comunican con éste. De esta manera, el blanco es también un color que simboliza el tránsito entre los Mundos e incluso el paso y viaje hacia ese otro lado de la realidad, cuando nuestro cuerpo fallece. Pero por ello, en las concepciones druídicas, no es sinónimo de luto o duelo. No se convierte en un color para manifestar el dolor, sino que es el color de la convicción de esa transformación, de la certeza de que después de esta vida, sigue otra vida, desde otra perspectiva no encarnada. La muerte natural en las convicciones druídicas no es la hecatombe del ser humano, sino un suceso común de los ciclos de la existencia y resulta ser la paz, calma y armonía absoluta de nuestra alma liberada de su envoltura física. Al igual como se percibe la blancura de la luna y ésta cambia de fases y estado, al igual que la nieve blanca cuando se funde en la tierra, al igual que las nubes blancas cuando varían de forma y aspecto, el blanco simboliza el paso, el traspaso y el cambio dentro de un ámbito espiritual. Siendo el color blanco como se ha mencionado, también símbolo de la luna, y siendo la Luna en los idiomas derivados del latín y entre algunos seguidores druídicos (francófonos, italianófonos, hispanófonos) de género femenino, ciertas divinidades celtas, como la diosa galesa Arianrhod (rueda de plata) son simbolizadas por este astro cercano, representando sus cualidades divinas y femeninas. Es el color blanco también alegoría del color masculino del semen, simboliza la sustancia energética de la creación, y representa la capacidad de engendramiento y propagación cósmica. Podemos hallar muchas otras muchas metáforas y comparaciones místicas en todo lo blanco que nos rodea, desde las perlas, pasando por la leche, hasta llegar a nuestros propios huesos. Por otro lado, universal y generalmente, es un símbolo de pureza. En algunas culturas como la hindú, la China, y otras muchas asiáticas, es el color del duelo ante la muerte de los seres queridos. Para 445

religiones como la cristiana simboliza la luz, la virginidad, la inocencia, la limpieza, la candidez, el triunfo del alma sobre la materia. El Color Negro El color negro es considerado habitualmente como un color, pero realmente es la ausencia de luz visible y por tanto la ausencia de matiz o color. Pero puede también tener otra lectura pues también es el resultado de la unión de todos los colores. En las concepciones druídicas el color negro es el que simboliza el seno de la Madre Tierra como Divinidad, donde toda vida se manifiesta de la oscuridad y de lo negro. Las deidades femeninas de color negro, que luego fueron convertidas en vírgenes negras por el cristianismo, son un ejemplo que demuestra ya desde tiempos prehistóricos, como se asoció el color negro a las divinidades que han simbolizado el seno de las diferentes diosas de la Tierra del planeta como Isis, Isthar, Artemisa, Cibeles, Kali o la celta Belisama. Incluso la diosa madre de los celtas Dana o Ana, fue simbolizada negra, siendo cualquier piedra negra, habitualmente de origen volcánico o meteórico, su representación y en épocas tardías del paganismo celta fue personificada como efigie e imagen negra, dando lugar posteriormente con la cristianización a una imagen deformada de esta deidad, conocida como Black Annis, una especie de bruja antropófaga. En realidad las diosas negras se encuentran diseminadas por todo el mundo y todas ellas fueron representadas y conceptuadas generalmente de color negro porque este es el símbolo y color de la Tierra primigenia que, una vez fecundada por el Sol, se convertía en fuente de toda vida en este planeta. El negro puede ser el color de la noche, pero en muchas espiritualidades “paganas”, como la druídica el color negro simboliza la Vida Potencial, inmanente pero patente, ya que de la oscuridad surge la Luz, ya que el día nace de la noche, ya que del huevo, de la vaina, del útero oscuro, nacen muchas formas de vida. 447

El color negro simboliza también el Mundo Inferior; y tiene clara simbología también con la reencarnación y la fertilidad, siendo el negro por ello un símbolo más de vida. Es este color, el que druídicamente se utiliza como símbolo para representar esa tierra primitiva que, una vez fecundada, será fuente de toda vida. La Diosa-Tierra, implica el color negro y por ello es el negro símbolo de la materia primordial. El color Negro es símbolo de la oscuridad, del misterio, pero a la vez confiere elegancia, formalidad, seriedad, rebeldía y renacimiento. En Occidente desafortunadamente, se le atribuyen aspectos negativos e incluso para los cristianos simboliza el mal, la muerte, la tristeza, la disolución, la separación, la noche, ya que ésta siempre se ha entendido como negativa y peligrosa. De esta manera en nuestro lenguaje encontramos expresiones que aluden a esta negatividad encaminada hacia la superstición, como Lunes negro, lenguaje negro, lista negra, gato negro, humor negro, oveja negra, magia negra, corazón negro y un largo etc. Pero lejos de estos significados, lo que es el negro, es humildad, porque abandona, dado su matiz, toda ostentanción y fastuosidad. Pero para el Druidismo, el negro es un color de aspectos provechosos ya que los conceptos asociados a dicho color, son también positivos. Es un color que absorbe energía, calor y luz; y por eso se convierte en símbolo de la Absorción e Impregnación y de la Retención como Conservación, Salvaguardia y Custodia. Es por ello que numerosos animales míticos de color negro o personajes ataviados de negro, son garantes custodios de secretos y tesoros ocultos, en oscuras cuevas o grutas. Más allá de una antítesis entre el negro y el blanco, el Druidismo ve una oposición y dualidad complementaria, una duplicidad patente sin conflicto, que son de la misma esencia, puesto que siendo el negro, el Color del Inconsciente y de la Interioridad, no puede manifestarse sin que haya un Consciente. El negro simboliza lo Infinito, la indeterminación de la Sustancia primigenia de la que surgió el Cosmos, de lo Primordial e incluso de lo No manifestado. 449

DE LOS COLORES PRIMARIOS Los matices o colores primarios son aquellos que se aprecian como puros y categóricos ya que no pueden crearse mediante la mezcla de otros colores. Dependiendo de qué ámbito, podemos encontrar dos clasificaciones básicas de los colores primarios: La primera considera como primarios al rojo, al verde y al azul y se les conoce como primarios aditivos. Si se mezclan en distintas proporciones, forman otros colores y si lo hacen en cantidades iguales producen la luz blanca. Son los colores que el ser humano puede percibir, según los tres tipos de conos que el ojo humano posee, los cuales requieren de un nivel alto de iluminación para funcionar. Estos tres tipos de conos perciben el rojo, el verde y el azul. La segunda alude a un ámbito laboral y profesional como por ejemplo es el de editores, impresores, publicistas de revistas, periódicos, libros y publicaciones varias. En este ámbito se conoce a los colores primarios como sustractivos y son el magenta, el cian y el amarillo, y son obtenidos mediante tinturas, colorantes y otros pigmentos artificiales, justo por ello también se le conoce como colores pigmento. Deformándose estas denominaciones, suelen expresarse como rojo, azul y amarillo, lo cual ha dado origen a equívocos entre las personas en la catalogación del los colores primarios de la Luz, aunque en realidad el cian es la mezcla del azul y el verde, el magenta del azul y el rojo y el amarillo es la mezcla del rojo y verde. Así pues la mezcla de los tres colores pigmento primarios en idéntica proporción, cian, magenta y amarillo, da el negro, mientras que la de los colores luz, mezclados en la misma medida, rojo, verde y azul da el blanco. Tomando como referencia el color luz, que es inmaterial y proviene del sol, se sugieren las siguientes significaciones, donde cada una de ellas, se perciben como cualidades fundamentales de los colores primarios, en el ámbito de las concepciones druídicas. 451

El color azul y sus tonos. Este color es uno de los colores primarios de la Luz. Druídicamente el azul se concibe como el color del intelecto, de la mente. Actualmente, se le refiere como el color de los bardos, el que se usa para despertar a la intuición y a la inspiración y por tanto, es el color de la Verdad. Dicho color, aporta paciencia y moderación, estabilidad y firmeza a la mente. Repone el poder de la conciencia y siendo un color que ayuda a restituir las características del intelecto, éste, nos confiere igualmente concentración, circunspección, discreción, buen juicio, prudencia, cautela, sensatez, reflexión y madurez, entre otras muchas cualidades intelectuales. Según Julio César: “Los celtas pintan sus cuerpos con tintura de glasto, para parecer más terribles”. Hubo varias tribus celtas, especialmente las britanas, que se pintaban y tatuaban con un tinte añil extraído de las hojas de una planta llamada glasto, (no eran los pitufos) especialmente para la guerra. También un pueblo celtizado como el de los pictos, tenía idéntica costumbre. Se impregnaban los cuerpos con dicho color porque les causaba orgullo su linaje guerrero, a la vez que les provocaba sosiego y optimismo ante la batalla y si iban a pelear y morir bajo el cielo azul, que mejor que “vestirse” de cielo, para que el alma trascendiera hacia lo divino mezclándose con él, representado en el azul del cielo donde moraban algunas de sus divinidades. Por ello en las concepciones druídicas el azul es un color divino y de las divinidades, que simboliza la lejanía de la bóveda divina y celestial, pero al mismo tiempo alude a la fidelidad guardada hacia ese divino cielo azul, que configura nuestro firmamento. En un ideograma druídico (“mandala”) siendo como es, un color primario aporta igualmente una visión práctica del entorno y de uno mismo, refleja todo aquello que es, o puede ser experimentado, lo adiestrado, lo técnico, lo eficaz. Aporta lógica, sosiego, coherencia y racionalidad, especialmente ante circunstancias donde el apasionamiento, el arrebato, la excitación, se perciban como 453

perjudiciales e incluso cuando emociones negativas como la furia, la rabia o la ira, se intuyan como próximas a brotar de nuestro interior. El color azul calma, nos facilita paciencia, pero no concede una tranquilidad al estilo del color verde, sino que el color azul nos predispone a una serenidad desapegada, desinteresada, sigilosa, silenciosa, introvertida, de introspección, de reflexión y examen. Universalmente, el azul, es uno de los colores que representan el descanso de la mente, incluso va ligado al símbolo de la Paz. También, simboliza lo fascinante e ilimitado de los sueños, de nuestros denominados “sueños azules”. Universalmente para el ser humano, aun tiene un simbolismo mucho más profundo porque es el color de nuestro planeta, de nuestro hogar, de nuestro viviente Planeta Azul. Aunque culturalmente en occidente, el azul se asocia a lo frío por los tonos azulados de la nieve, a lo gélido, a lo glacial, a lo inmaterial, en el Druidismo tiene otras connotaciones. Si bien la nieve, tiene tonos azulados, también los tiene una llama. Pero no solo una llama, pues cuando observamos los lagos azules con toda las variedades de tonalidades o las piedras preciosas de tonalidades azules, como el lapislázuli, como el zafiro azul, como el aguamarina, que avivan nuestro mundo interior ante sus reflejos, los cuales nos los irradian a nuestro ser, que reflejan el cielo y su profundidad para los que las contemplan, que guardan la energía de los mares contenidas dentro de ellas, no se puede por menos que pensar que todas ellas rescatan esas ráfagas de luz espiritual que esparcidas por el planeta, se hallaban escondidas bajo la Tierra en los océanos o en el mismo azul del cielo. En el Druidismo, el azul simboliza la iluminación espiritual entre los bardos y entre los hombres inquietos en general, que buscan ese algo más que se oculta detrás de nuestras limitaciones naturales y humanas, igual que las piedras, minerales y gemas azules que se hallan ocultas en las profundidades de la tierra, permaneciendo inasequibles hasta brotar como flores o ser rescatadas de las profundidades por el hombre activo y dinámico que no se conforma con lo fácil, para después ofrecer su belleza y cualidades al mundo. 455

El azul, es un color colosal, como colosal es una ballena azul, es un aspecto de la realidad humana que ayuda a buscarnos y encontrarnos. Es un color que ayuda a aumentar los conocimientos pero sin acaparamiento o codicia, para posteriormente esparcirlos y ofrecerlos a quien los necesite o quiera adquirirlos. El color verde y sus tonos: El color verde, es otro de los colores primarios de la Luz. Dicho matiz, es el representativo generalmente de la Madre Naturaleza, especialmente en primavera, desde el tono verde tenue de las hierbas tiernas y jóvenes o hojas recientes de plantas o árboles, hasta el tono verde frondoso de las florestas y arboledas milenarias. Por tanto dicho color aporta, equilibrio como analogía psicológica al que existe en la propia Madre Naturaleza, al igual que crecimiento natural y esperanza emocional. Es el color de la Vida. Dicho color, envía estímulos para poder expresar con más libertad y balance los sentimientos, y mejora el sentimiento de vínculo y conexión con la Madre Naturaleza. Como consecuencia, libera del apego a las ciudades, al consumo, a los bienestares y placeres urbanitas, a los bienes materiales. Envía estímulos para lograr más perseverancia en nuestras vidas, nos proyecta hacia la templanza y serenidad espiritual y por ello es un color adecuado para la meditación y reflexión. Nos otorga la natural voluntad y ánimo para la constancia, nos concede brío y firmeza en la regeneración, tanto de nuestras células orgánicas como de nuestros sueños. El verde comúnmente se reconoce como el color de lo ecológico y en la tradición druídica concretamente es el tono que representa al amor y a la sabiduría, a lo exuberante y a lo profundo, a lo fértil y a lo fecundo, a lo productivo, prolífico y fructífero. El Druidismo es ajeno a las interpretaciones jocosas con respecto al color verde tales como “Ponerse verde de envidia” “explicar chistes verdes” “Poner verde a alguien”, “viejo verde”, por las connotaciones negativas que exteriorizan que son causadas por una interpretación no natural, sino cultural o social denigradora, de dicho color. 457

Es uno de los colores por excelencia de los vates (Faiths) y por tanto, se relaciona con la medicina natural, con lo activo, con lo fresco, con lo saludable, con lo lozano, con lo vivo, con la sanación, con el altruismo y con el amor expansivo tanto hacia uno mismo como hacia los demás. Se relaciona con proyectos y deseos, con propósitos, pensamientos e ideas nuevas. Igual que el verde brillante de la Naturaleza, las radiaciones de este color, nos incitan a una vida nueva. Siendo el color verde en esencia, un color primario de la Luz, nos aporta equilibrio espiritual entre el amarillo que es el color representativo de la energía del sol que nos da vida, de los rayos luminosos y cálidos que otorgan emoción, desarrollo y evolución, y el azul que es el tono distintivo del intelecto, del entendimiento, de la sabiduría. El color rojo y sus gradaciones El color rojo es otro de los colores primarios de la Luz, resultando ser la frecuencia más baja de ésta, que el ojo humano puede percibir. Por debajo de su umbral, se suele calificar como infrarrojo. Sinónimos de rojo son en castellano los términos: colorado, bermejo, encarnado, carmesí, carmín, escarlata, púrpura, bermellón, cinabrio, granate y etc. Por otro lado, es el tono que simboliza la pasión, una sensualidad más intensa e impulsiva, el amor físico, la vitalidad, el entusiasmo, el ímpetu, el coraje y la fogosidad. Se lo considera un color que fluye, de idiosincrasia extrovertida, siendo el más llamativo, pero que denota más impulsividad que reflexión. Druídicamente también se relaciona con seres u objetos del Más Allá celta, como los perros de orejas rojas del Annwn celta galés, pues no en balde es el tono del sol y del cielo en el crepúsculo vespertino y matutino. Asociado al primer caldero druídico y al fuego como factor de transformación, y por tanto, de progreso anímico, favorece en un “mandala”, con su energía propulsora, la consecución de proyectos y 459

propósitos. Favorece de igual manera el vigor vital de todo el organismo, así como el área relacionada con dicho primer caldero, especialmente en lo que atañe a los órganos sexuales. Entre los antiguos celtas y otros pueblos cuando, en las zonas más gélidas de sus asentamientos, cuando aparecían las heladas y las posteriores nieves, cuando casi toda vida estaba paralizada, oculta o latente, cuando el solsticio hiemal marcaba que el Sol iniciaba su Renacimiento cíclico, éstas gentes solían ataviarse con ropajes o prendas de color rojo o bermejo, como un símbolo de vida que entendían, aportaba energías positivas a sus vidas en ese Nuevo Ciclo que se iniciaba, a la par que colocaban en sus hogares como tutela, rojas guirnaldas de acebo. Justo por ello, el Druidismo concibe el color rojo como un color vigoroso, activo, de vida, de renacimiento, no solo porque la sangre es de este color, sino por su asociación con la sangre especialmente en el parto de las mujeres. Es también un color relacionado con el Este y Oriente, ya que el sol en su nacimiento diario, al despuntar cada mañana se caracteriza por ese tono rojizo, siendo por ello el primer color del espectro solar. Tiene el rojo una consideración dual, es símbolo de lo masculino, a la vez que de lo femenino. Masculino puesto que es el color del dinamismo, de la actividad, de la energía, del afán, incluso es símbolo de acometividad, furor, brío y vigor guerrero, tal y como se describe en la última batalla del héroe celta Cuchulainn, contra la reina Mebd de Connacht, donde se profetizó que Cuchulainn traería “rojo y púrpura” sobre el ejército de la reina Medb. Es pues el color rojo entre todos los pueblos indoeuropeos, el matiz que corresponde a la función guerrera y a sus legendarios héroes y guerreros como aquellos celtas de la Rama Roja del Ulster. Es el color rojo también femenino en el Druidismo, puesto que diferentes diosas lo manifiestan, como Macha, (Macha Mong Ruadh) la del cabello rojo, o Scatagh, que recibió por parte de sus devotos algunos epítetos que indicaban su condición de diosa guerrera, como “ Scatagh Nuamaind”( La Invencible) o “Scatagh Buanand” ( La Victoriosa). La inspiración popular de los celtas, la caracterizó como una mujer 461

guerrera de cuerpo formidable y gran hermosura, con músculos sólidos pero sin perder la feminidad y con cabello rojo ardiente. Son divinidades o heroínas celtas, como la pelirroja Boudicca, reina de los celtas icenos, según la describe Dion Casio, que combinan su ardor guerrero con una relevante sensualidad, reflejada en sus cabellos rojizos, cuestión que ha trascendido las épocas, pues aún hoy se piensa que las mujeres pelirrojas son especialmente sensuales, pasionales e incluso viscerales. Así pues, es el color rojo, símbolo de la sensualidad femenina e incluso de la sexualidad ya que el rojo se vincula a la sangre femenina de la menstruación. De esta manera, entre los celtas y otros pueblos de antaño, fuego y sangre se vinculaban en un significado existencial, como es la creencia en el poder de la sangre y del fuego como fuerza divina y como factor de transmutación que incluso puede aniquilar. El fuego purificaba, salvaguardaba del frío, protegía al hombre y a sus animales, de otros animales depredadores, facilitaba y beneficiaba a los alimentos y su preparación. Entre los druidas y druidesas vates, tanto en sus rituales como en el ejercicio de su vocación parece que el rojo, junto al verde, era el atuendo preferido por ellos. Por otro lado tenemos que el cristianismo ha rechazado notablemente el color rojo, relacionándolo con toda suerte de brujería y nigromancia, e incluso con su diablo favorito “Satan”, al que otorga una apariencia rojiza, en un infierno rebosante de eternas llamas rojas. Por esta nefasta concepción, se llegó a prohibir durante períodos de la Edad Media, el cultivo, y obviamente el consumo de todo producto de aspecto bermejo llegando incluso la prohibición hasta para utilizar prendas de vestir de dicho color. Universalmente es símbolo y color de la sangre y debido a ello y subconscientemente, es alusión directa a un estado de alerta, atribuyéndosele emocionalmente una alegoría que lo relaciona con cualquier peligro. 463

De esta forma lo podemos encontrar en Occidente asociado a señales de inseguridad, prohibición, riesgo o peligro, pero dada su gran vistosidad y atractivo, es un color del que desgraciadamente se ha abusado hasta la saciedad en la publicidad mercantilista de nuestras sociedades. En Oriente, sin embargo, es un color asociado a la buena suerte y a la protección, como el conocido Dragón Rojo, el cual también es el símbolo del País de Gales (Ddraig Goch), que aparece en los Mabinogion celtas y anteriormente personificando a los celtas de Inglaterra, en oposición al dragón blanco que personificaba a los invasores sajones. Al parecer, ha quedado demostrado por la fisiología que el color rojo puede acelerar el pulso, la circulación sanguínea, acelerar la respiración y elevar la presión arterial, mientras que el azul produce los efectos contrarios, así pues, la presencia y visión de objetos o paredes, lienzos, tapices o cortinas rojas, así como la convivencia con geranios, claveles, amapolas, rosas rojas, o portar rubíes contribuyen a dichos efectos. Y como consecuencia, comer también alimentos rojos como cerezas, manzanas, fresas, tomates, etc., favorece las cualidades que aporta dicho color. Por tanto, en cualquier “mandala” donde pueda contemplarse dicho color, éste, alienta, estimula y vigoriza a quien lo observe. Como color primario pasa a formar parte de otros colores, tales como el púrpura, el rosa, el color naranja y etc., aportando a éstos, parte de sus características. DE LOS COLORES SECUNDARIOS El amarillo y sus tonalidades El color amarillo se obtiene de mezclar los colores primarios verde y rojo, es por tanto, un color secundario. Tanto druídicamente como en otras espiritualidades de la tierra, el amarillo es el color del sol, del calor, asociado a la energía sanadora de éste y simbolizando la fuerza y vigor activo y nutritivo de sus efectos. 465

La adoración del sol fue una de las primeras y más extendidas prácticas devotas en el mundo, convirtiéndose en el atributo de las deidades solares, tales como el romano Apolo-Helios, el egipcio Ra, el celta Lugo, el dios del sol Inti de los incas, el dios sol Huitzilopochtli de los aztecas o el dios solar Ahau Kin de los mayas. En la mitología egipcia, los penetrantes rayos del sol se consideraban el esperma dorado de Ra. Por el contrario, para los cristianos y desgraciadamente por su influencia, para buena porción de las gentes de occidente, este color les recuerda el satanismo, la mala suerte y la traición. La religión cristiana asoció este color con un hipotético azufre, elemento químico que se halla en los supuestos infiernos cristianos. Le dio una significación peyorativa convirtiéndolo en imagen del orgullo, de la falsedad y de la traición, siendo incluso para éstos, símbolo desafortunado de la infidelidad y del adulterio. A principios del siglo XIII, el Papa Inocencio III estableció los colores de la liturgia y excluyó el amarillo, siendo el único que está ausente de los rituales católicos. En el Medioevo, los herejes, cismáticos y e infectados por la peste, eran obligados a vestir de amarillo, convirtiéndose por ello, en el color de la enfermedad y la cuarentena. Fue también símbolo de la traición de Judas a Jesús y, por similitud de la traición de todos los judíos que pidieron su crucifixión. A los hebreos de Europa, en la Edad Media, se les obligaba a llevar un ribete amarillo cosido en sus vestimentas y un gorro o capirote picudo de color amarillo, práctica muy similar a la de los nazis cuando obligaron a los judíos a llevar una estrella de David amarilla cosida sobre sus ropas. Posteriormente aún con esta influencia subconsciente, en los comienzos del sindicalismo político, se denominó “sindicato amarillo” al organismo obrero controlado o influenciado por los empresarios que no defendía integralmente los intereses laborales del proletariado y obviaba el fundamento de la lucha de clases preconizada por los marxistas. La denominada prensa amarilla que deforma los hechos con fines crematísticos o dolosos, es otro ejemplo de la negatividad asociada a este color en buena parte de occidente. 467

El color amarillo está mal considerado y tiene un halo de negatividad entre las personas de Occidente. En dicho simbolismo cultural, el amarillo es el color de la mala reputación y es el color del mal aspecto físico. Desafortunadamente, el sentido negativo de este color en occidente, ha sido debido a la aplicación discriminatoria que se le ha dado durante la historia de este continente y en su contexto especialmente religioso, pero el color en sí, no transmite sensaciones ni emociones negativas, sino al contrario. Ejemplo de dicha positiva vibración que se percibe sobre este color, el Druidismo lo comprende como el color símbolo de los ideales, del idealismo, incluso de la fantasía, simbolizando aquellas ideas, a veces brillantes, a veces precipitadas y poco convencionales, que pueden ser convertidas en realidad. También por eso es símbolo de lo espontáneo. Es alegoría de la capacidad de percibir y entender más allá de la sola intelectualidad, sugiriendo una elevada conciencia divina que permite concebir, descubrir y creer claramente en esencias, elementos, factores o entes y mundos intangibles. El amarillo se toma por representativo de la justicia, de la clemencia y de la benignidad. El Druidismo sugiere el color amarillo como representación del principio activo asociado al sol, al polo masculino, que se halla tanto en el interior de los hombres como de las mujeres. Tanto en los ideogramas (“mandala”s) como fuera de ellos, el amarillo nos inspira jovialidad, simpatía, receptividad, ayudando a remover y hacer circular la energía positiva y masculina de nuestro interior, la cual aporta brillantez y agilidad mental, ocasionando incluso que la mente sea una vorágine de ideas, las cuales sin una provechosa canalización, se dispersan y se desperdigan. Un pictograma amarillo o el color amarillo en sí, ayudan a la difusión de las ideas, como el sol que esparce sus rayos por doquiera, y por tanto, la visualización del amarillo, es eficaz cuando debamos acometer estudios posteriores o debates intelectuales. Es incluso un matiz que estimula la memoria, induce hacia el estudio, para conocer más. Impulsa hacia el conocimiento, como un paso más hacia la sabiduría. Anima a la disertación de las ideas, a la exposición de los pensamientos y a la publicación de esos conocimientos adquiridos. Es, 469

como el sol, un color de irradiación de su calor, de difusión de su energía, de divulgación mediante sus destellos, de penetración de sus rayos, de eco de sus fulgores. Desde otra perspectiva que complementa la anterior, el amarillo es un color que refleja la revelación íntima de los profundos deseos de iniciar un nuevo ciclo, un nuevo comienzo, un nuevo episodio en nuestra existencia, habiendo asumido emocionalmente el hecho de emprender algo distinto y hasta desconocido, pero con el vigor y esfuerzo necesario para efectuar esos cambios anímicos y terrenales. También simboliza el inicio de la aventura espiritual en el laberinto de la vida, cuando se abren los ojos de la mente y del alma por primera vez, igual que el sol cuando renace cada amanecer, cada día, como si fuera la primera vez aportando nuevos rayos benefactores. Se percibe también al amarillo, como el color de la alegría, del verano, pues es el color de la mayoría de las flores en dicha época, como el girasol y frutos como el limón cuando alcanzan su madurez. Amarillo es pues el color de los vegetales que ya pasaron por su ciclo de inmaduros, y en ese sentido, el amarillo, en su tono ocre, simboliza la madurez. Es también el color de los cabellos naturales de muchos hombres y mujeres, y de incluso el pelaje de muchos animales. Por otro lado, representa el color del oro que en los rituales druídicos tiene claras connotaciones sacras y nobles, como la hoz de oro de los druidas o las torques de oro que los guerreros celtas portaban en su cuello como sinónimo de bravura y valor y por ello se vincula al color dorado, como símbolo de las causas que se creen justas. El color dorado Como inciso y en referencia al color dorado y su significación, observamos que este color solo es una tonalidad del amarillo buscando un tono metálico, próximo al metal dorado. Se podría considerar como una amarillo suavizado pero vivo, ya que el efecto reflectante del dorado se debe a las propiedades estructurales de la materia, cuando la luz incide sobre ésta. 471

El oro tiene muchos y distintos simbolismos en la tradición druídica, ya que las cualidades y características de su estructura, se amoldan y se habilitan para las aplicaciones más diversas, desde sus orígenes en las capas profundas de la Tierra, hasta su destino final en relucientes joyas y diferentes objetos sagrados, es el color de la elegancia, del prestigio espiritual que refleja confianza y solidez. Simboliza lo veterano, lo completo, el esplendor del ser humano. Podríamos decir que simboliza la conciencia y el alma elevada. Los seres humanos de otros tiempos pensaban que el oro maduraba en el interior de la tierra, merced a la acción fecundadora de las divinidades. Toda cueva, gruta o túmulo, fue una apariencia simbólica del más allá y del otro Mundo celta, lo mismo que todos los metales y en particular los que poseían un fuerte brillo áureo, los cuales, son también además, una alegoría solar. Es pues el color dorado, un símbolo de eternidad pero también de consumación, de conclusión, de terminación. Es una síntesis simbólica entre la riqueza material y la riqueza espiritual, donde la magnanimidad, la esplendidez y la generosidad coronan la alegoría. Una conjunción que se adapta fácilmente a las concepciones druídicas, donde lo material no es extraño, ni foráneo o impropio de lo espiritual, sino que se integran y completan como opuestos complementarios y donde el uno ayuda al otro en su realización y consumación. No obstante, entre los celtas y sus druidas, el valor del oro como riqueza y lujo fue escaso. Si en algún momento fue usado como ostentación lo fue en su simbolismo religioso solar y ceremonial. Es por esto que el oro aparece asociado a la soberanía divina o terrenal, pero con casi ningún valor económico. El oro también simbolizó el crecimiento de la semilla vital para las tribus celtas, representó la abundancia como la arena dorada de las playas o la exuberancia del trigo y la cebada, cuando los graneros se desbordaban y se elaboraba la cerveza dorada “corma”, (cuirm en irlandés antiguo y cwrw en galés) elaborada a partir del trigo o cebada, añadiendo miel, de la belleza, de la riqueza y la sacralidad del mineral oro, de la dulzura de la miel. 473

O los calderos de oro celtas, al igual que escudos de oro y otros objetos ceremoniales forjados por míticos expertos herreros celtas, que debían estar bien bruñidos y relumbrar intensamente, como el mismo sol. En muchas leyendas celtas como la de "Baile in Scaíl", (frenesí de los fantasmas) se relata como Conn de las Cien Batallas, perdido entre la niebla, es conducido por un enigmático personaje a caballo por un llano, hasta un lugar donde se alzan un castillo y un árbol de oro. El personaje se revela como el mismo dios Lugh y en el castillo se encuentra una mujer sentada sobre un trono de cristal que encarna la soberanía de Erin, a su alrededor hay varias copas y vasijas de oro de las que da de comer alimento y de beber aguamiel dorada a Conn. Mediante los dictámenes de Lugh, la muchacha fantasmal pero bella, profetiza y da a conocer a Conn de las Cien Batallas, la descendencia de su prole que reinará Irlanda. Finalmente, Lugh, la muchacha y el castillo desaparecen, dejando al héroe en la posesión de los recipientes y copas de oro. Una historia muy similar, pero anterior a la búsqueda del Grial. Otra leyenda galesa narrada en los Mabinogion, nos relata en el sueño de Maxen, (Breuddwydd Maxen), como éste hace un viaje onírico que se incluye dentro de la literatura celta de las “aisling” (visiones). En el relato Maxen Wledig sueña que hace un viaje muy lejano, a través de mares y ríos hasta llegar a una isla donde encuentra un castillo, y narra lo siguiente……” “La puerta del castillo estaba abierta y entró. Dentro vio una bella sala. El techo de la sala parecía ser de oro y las paredes, formando un círculo de piedras preciosas destelleantes; todas las puertas de la sala eran de oro macizo. Vio lechos de oro y mesas de plata. En el lecho, frente a él, estaban sentados dos jóvenes morenos que jugaban al ajedrez. El tablero era de plata y las piezas de oro; los jóvenes iban vestidos de brocado negro y sus cabellos se sujetaban con diademas de oro rojo, llenos de piedras preciosas; alternaban rubís, gemas y 475

piedras imperiales. Calzaban zapatos de cordobán nuevo, cerrados con placas de oro rojo. Al pie de una de las columnas de la sala vio a un hombre de cabellos blancos sentado en una cátedra de hueso de elefante adornada con dos águilas de oro rojo. Llevaba en los brazos brazaletes de oro, numerosos anillos en los dedos, un torque de oro en el cuello y una diadema dorada que recogía sus cabellos; su aspecto era majestuoso. Delante de él había un tablero de oro con sus piezas y en la mano sostenía una vara de oro y resistentes limas con las que tallaba las piezas del juego de ajedrez. Y vio a una doncella sentada frente al anciano en una cátedra de oro rojo y no le habría resultado más difícil mirar al sol cuando brilla, que contemplarla a ella, debido a su extraordinaria belleza. Vestía camisa de seda blanca cerrada sobre el pecho con hebillas de oro rojo, un brial de brocado de oro y una capa de la misma tela, cerrada con un broche de oro rojo. Llevaba en la cabeza una diadema de oro rojo con rubís y gemas que alternaban con perlas y piedras imperiales: su cinturón era de oro rojo. No había criatura mortal que ofreciera una visión más bella. La doncella se levantó de su cátedra y se acercó a él. El le echó los brazos alrededor del cuello y los dos se sentaron en la cátedra de oro, que no pareció más estrecha para ellos que para la doncella sola”………(y sigue el relato). Esta visión es una breve descripción de un sueño, donde se menciona la palabra oro 18 veces y en el cual la mujer, la estancia y las vestimentas, tienen todos los atributos solares, representando otra dimensión, uno de los Otros Mundos celtas, el Tir na n’Og de las leyendas.. Existen muchas gestas y narraciones celtas donde estas analogías son muy comunes, pero sería extensísimo anotarlas todas, pero los ejemplos apuntados esperamos sirvan de exposición y demostración. Por otro lado, el color dorado universal y espiritualmente, es el aspecto de muchas deidades pues es el color más luminoso e incluso por la virtud de la nobleza que se le asocia, puede representar una 477

celebración particularmente festiva y solemne, incluso en honor de las divinidades. Para los hinduistas es el color de la verdad y para los budistas es el color, como en la mayor parte de las espiritualidades, símbolo de la realización espiritual y del despertar o como entre los alquimistas y los masones es el símbolo de la “Gran Obra” alquímica y del “Gran Arquitecto del Universo”. El adjetivo dorado ha sido el epíteto que ha designado épocas históricas sobresalientes como, la edad de oro, el siglo de oro, la época de oro, o lugares míticos como el famoso El Dorado que buscaban los conquistadores españoles que llegaron a América, u objetos y elementos como el vellocino de oro griego, los míticos escarabajos de oro egipcios, el becerro de oro de los semitas, las manzanas de color dorado del mítico y helénico Jardín de las Hespérides, los corderos dorados que apacentaba Atlas en el extremo occidente, los anillos de oro de los enlaces matrimoniales romanos, etc. O como conceptos tales como el famoso número de oro de los hermanos espirituales pitagóricos, pasando por la denominación de “excrementos de los dioses” de las tradiciones incas y aztecas. Por todo lo expuesto, el dorado aun siendo una tonalidad del color amarillo, tiene ese halo de autenticidad que lo hace digno de ser considerado como un elemento importante dentro de cualquier “mandala”, por todo lo que simboliza y por todo lo que refleja. De los colores terciarios Los colores terciarios se consiguen al mezclar un color primario con porciones de un color secundario que no lo contiene. Las proporciones son variables, aunque en propiedad, los colores terciarios en el sistema aditivo, son los matices que posee un determinado color. No obstante son los más abundantes en la naturaleza, y por lo tanto, dignos de análisis, por sus expresiones naturales y derivadamente por las significaciones y simbologías druídicas que pueden extraerse o interpretarse, en cuanto a observación de lo que es Natural. Volvemos a recordar que en una clasificación o sistema de color aditivo, (que es al que se refiere este análisis, por considerarse el más 479

natural, ya que son los colores primarios de la Luz) y es el que se crea cuando se proyectan superponiendo Tres Haces de Luz, se obtienen los tres colores primarios de dicho sistema, que son; Rojo, Verde y Azul. Este sistema también es conocido por las siglas en inglés de dichos colores, es decir, RGB, o en castellano como RVA (Rojo, Verde, Azul). No obstante para crear o combinar colores e incluso para colorear pictogramas o “mandalas” ya diseñados en sus formas, es factible y más adecuado enfocarse en el sistema sustractivo, puesto que se van a utilizar tintes y tintas, pinturas o pigmentos artificiales en ellos.

El color Rosa y los tonos rosáceos o rosados: El color rosa es un color que se obtiene con la mezcla de rojo que es un color cálido y el blanco que es un color neutro. Así pues guarda un grado de equilibrio moderado entre ambas características. Se podría decir que es un rojo con más Luz, un rojo enaltecido. Podría decirse que el color rosa y sus más de 50 gradaciones, es en el Occidente contemporáneo un color socialmente polémico, a la vez que denostado. A la mayoría de hombres de nuestras sociedades contemporáneas, dicho color no les produce ninguna sensación, porque durante décadas ha sido identificado como el color de lo femenino. Como puede observarse fácilmente en nuestras sociedades y entornos, tanto en recién nacidos como en personas adultas, el uso y significación de este color por parte de sujetos masculinos está en buena proporción distorsionado, restringido y vedado ya que socialmente se le imputa debilidad e infantilismo, además de una pérdida de masculinidad. Esta distorsión proviene desde 1920, pues en la sociedad occidental surgió como una moda genérica del textil debido a los avances tecnológicos que lograron producir tintes resistentes al agua hirviendo. Posteriormente derivó en un color que algunas sociedades lo utilizaron como color discriminatorio, cuando por ejemplo, en la Alemania Nazi, los 481

homosexuales fueron obligados a llevar un distintivo en forma de triángulo rosa cosido a sus vestimentas. Pero en el Druidismo nuevamente, igual que con la interpretación de otros colores, se siente ajeno a las connotaciones e interpretaciones condicionadas existentes en algunas sociedades y comunidades sobre este color, y apunta enteramente hacia la valoración y evocación de un significado más acorde con su connotación natural. Por ello los tonos rosáceos tanto en prendas como en otros objetos personales u otras preferencias, no se perciben como indicativos de la orientación sexual de los individuos, ni de su género. Ni se perciben como los colores de los objetos baratos, ni como la coloración de las insalubres golosinas adictivas y empalagosas, ni como el reflejo etéreo de las ensoñaciones y fantasías subjetivas o de los mundos de yupi* o de color de rosa, como suele decirse popularmente. (El mundo de Yupi, es un programa de Tv que simulaba un lugar demasiado bonito, demasiado feliz y demasiado inocente). Contrariamente a lo expuesto, en el druidismo se interpreta dicha coloración de una forma más natural, ajena a los significados convencionales despectivos y discriminatorios que le han asociado los condicionantes humanos, observando como en la Madre Naturaleza este matiz existe y nos aporta otras sensaciones internas. El rosa siendo también el nombre de una flor, evoca la sensibilidad y la delicadeza, y por ello, ha sido designado y escogido para ser el nombre propio de mujeres, tales como Rosa, Rosamunda, Rosana, Rosalinda, Rosabela, Rosangela, Rosalba, Rosalía, etc. Pero curiosamente, también ha sido rechazado por muchas mujeres que han visto en el simbolismo de dicho color, el distintivo de una feminidad aprisionada al machismo dominante de décadas pasadas. El color rosa, en una de sus insinuaciones naturales vinculada a la flor rosada que le da su nombre, refleja finura, revela tersura y volatiliza en el ambiente aromas benignos y agradables. Sus pétalos denotan delicadeza y delicia, pero también observamos que en su tallo y cuerpo 483

hay espinas, para intimidar a aquel que con brusquedad y avaricia se acerque para arrebatar o despojar su belleza. También podemos observar como existen otras flores de tonalidades rosadas como ciertas variedades de geranios, hibiscos y orquídeas, que nos ofrecen igualmente su belleza y nos comunican su sensualidad. Como existen peces de carnes y tonos rosados como el salmón tan persistente en remontar las dificultades y sinuosidades de los ríos para llegar a su origen-destino, el cual nos transmite un significado de voluntad y brío, sin perder la armonía y agilidad en su destreza saltarina, o el equilibrio y belleza estética que nos contagia el delfín rosado del Amazonas. Así como existen aves de tonalidades rosadas, como el flamenco e insectos con coloraciones rosáceas como algunas mariposas. También hay accidentes geográficos como algunos lagos de aguas rosadas, montañas rosáceas como las de los Dolomitas en los Alpes Orientales, minerales como el cuarzo rosa o como el cielo rosado de muchos atardeceres primaverales, que nos infunden sensaciones a través de las peculiaridades descritas sobre este color. En definitiva, podemos incluso considerar al color rosa como la tonalidad compuesta más importante de nuestro complejo pigmento natural, ya que en Occidente y para muchos europeos o descendientes de ellos, es un matiz asociado a la propia piel y a la carne. Justo por dicha asociación con la carne y la piel, adquiere, incluso un significado más místico, pues alude a la creencia sobre la Reencarnación, y por ello es símbolo de regeneración. Así pues, un pictograma (“mandala”) de tonos rosáceos inspira sensibilidad y suavidad. Despierta la sensibilidad positiva, alejada de la susceptibilidad y de connotaciones de debilidad, ya que es justamente la fuerza de las sensaciones y de los sentidos lo que hace que se puedan acometer, en la acción, las más difíciles tareas, empresas, propósitos u objetivos, por improbables que “a priori” aparenten ser, con voluntad e ímpetu, pero sin perder el horizonte de la euritmia y la armonía. 485

Por ello, la contemplación o realización de un pictograma (“mandala”) con tonalidades rosadas, o predominando dicho color, nos irradia estímulos de equilibrio, tolerancia, transigencia, templanza, serenidad interior y regeneración o corrección. Transfiere ternura, sutileza, cordialidad, afectividad y simpatía. Todas ellas, emociones muy detractadas y menoscabadas hoy en día, pero a la vez tan necesarias para las relaciones con el entorno y con el prójimo. El rosa es sobre todo y universalmente, un símbolo de la fuerza del amor, simboliza la energía creadora y artística que todo ser humano, sea hombre o mujer, posee en su interior. El Color Marrón (Café) y sus tonalidades La palabra marrón proviene de un término empleado en el sud-este de Francia “marron” que designa por metonimia o trasnominación a la castaña rústica. No obstante, su verdadero nombre en castellano sería castaño o pardo y en según qué latitudes geográficas hispanoparlantes, se alude a él, como color café, tabaco, nogal, canelo o chocolate. Aunque también en determinados sectores sociales se le conoce con eufemismos tales como “rubio oscuro” “bronce” “cuero” u “oro viejo”. Así, dependiendo de qué tonalidad de marrón se trate se usan epítetos tales como beige, avellana, miel, sepia, etc. El color marrón y sus más de 95 variantes, es una mezcla en la que predominan el rojo y el verde, pero que se combinan con algo de naranja, o de azul, amarillo o violeta, e incluso por la mezcla del naranja con el negro. Como color terciario se obtiene, como se puede comprobar, con la combinación de los tres primarios, pero no en la misma proporción. Es decir, dependiendo de si estamos tratando con sistemas de colores aditivos o sustractivos, las correspondencias para obtener, el susodicho color marrón sería la siguiente: 

Con los primarios aditivos, sistema (RGB): rojo + poco verde + poco azul = marrón 487



Con los primarios sustractivos, sistema (CMY): magenta + amarillo + poco cian = marrón



Con los primarios sustractivos artísticos, sistema (RYB): rojo + amarillo + poco azul = marrón

En un sistema de cromosíntesis otra manera de lograr tonos marrones sin recurrir a más de dos primarios es prescindir del cian o del azul, y llevar la mezcla de los dos primarios restantes a un valor más bajo mediante la adición de negro o la reducción de la luminosidad. 

Con los primarios aditivos (RGB): rojo + poco verde + reducción de luminosidad = marrón



Con los primarios sustractivos (CMY) con negro: magenta + amarillo + negro = marrón



Con los primarios sustractivos artísticos (RYB) con negro: rojo + amarillo + negro = marrón

Al parecer, el color marrón, es una coloración poco apreciada en nuestras sociedades por su desmerecida vinculación con lo sucio, con lo pobre, lo austero y hasta con los excrementos, pero sin embargo, dicha coloración se halla naturalmente por doquiera y es un color terroso, que viene siendo utilizado desde la prehistoria, empleándose hasta en las pinturas rupestres. Marrones son algunos elementos robustos. Marrones son múltiples animales, como los osos pardos, los búhos, las ardillas, etc. La tierra misma, la superficie, el suelo, en muchos lugares aparece de color marrón. Dicho color es debido a los cuantiosos restos microbianos, que se suele denominar “humus”, los cuales, son una aglomeración de restos carbónicos microbianos que colorean la tierra con ese color marrón característico. El carbono absorbe la mayoría de los colores del 489

espectro solar, reflejando únicamente la luz marrón. Es por ello un color que denota realismo, naturalismo y cierto grado de materialismo, aunque para algunos intransigentes, solo es sinónimo de tosquedad, aburrimiento y antigüedad. Durante la Edad Media, el color marrón fue el color del luto e incluso algunas órdenes cristianas lo adoptaron como símbolo de su retiro del mundo, el cual aún lo siguen usando. En dichas épocas era considerado un color grotesco y repulsivo, especialmente para las clases altas de la sociedad, ya que era el color de los pobres, de los mendigos, de los siervos y de los rústicos. Era el color de los infortunados e indigentes puesto que las vestimentas pardas que utilizaban, carecían, debido a su inasequible precio, de teñidos y entintados, siendo los ropajes que vestían de pieles naturales de animales o de hilados ásperos crudos y pardos. De esta manera las vestimentas sin teñir proclamaban, sin lugar a equívoco, la condición del “populacho” como miserable e inferior, unido a las pieles “morenas” curtidas al sol de los campesinos o como se les denominaba “gente parda”. Pero aun hoy en día, tiene dicho color otras connotaciones negativas, pues en el pensamiento occidental contemporáneo, por lo general y más burdamente, el marrón fue, y todavía está asociado a todo lo oscuro, a la podredumbre, a lo ajado, a lo marchito, a la apatía y todo lo que produce desagrado. Pero en el Druidismo se impulsa a descubrir y sentir este color desde otra perspectiva más positiva y natural. El color marrón es ante todo femenino, es el color de la Fecundidad, simplemente porque buena parte de la envoltura de la Madre Tierra, es de dicho color. Pero esta coloración nos recuerda también el color de la madera, el color de los troncos de muchos árboles, entre ellos, los robles y los castaños. Es el color de muchas montañas, por eso denota reposo, calidez, confortabilidad, confiabilidad, credibilidad y sabiduría. Es el color de la madurez y de la sensatez, de la sobriedad y de la moderación, de la templanza de espíritu y de la modestia. Es sin duda un color de virtud. Es el color simbólico del equinoccio del otoño, donde se relaciona con 491

el color de las hojas que se separan de los árboles y caen a la parda tierra. En los significados positivos de un pictograma céltico (“mandala”) y como color terciario, compuesto por una amalgama de otros colores, es una óptima alegoría de unión y altruismo, de huida de la egolatría, de ausencia de individualismo, de adaptabilidad y neutralidad. El marrón en su simbolismo sincrético, al contener la energía de otros colores enterradas, pero bien patentes, que anhelan proyectarse. Nos remite y alienta a sumergirnos en las profundidades del inconsciente y a entender sus fuerzas fundamentales. Denota la sencillez terrenal y natural, la fecundidad de las ideas y las circunstancias propicias para sembrar y cultivar nuevas ideas en la forma de semillas, como las del nogal y el avellano, y como nuevas iniciaciones o aperturas mentales en los campos espirituales aún sin cultivar y algo descuidados. La avellana, entre los celtas, es símbolo entre otros, del conocimiento y de la sabiduría que se pueden alcanzar. Tiene la avellana ese tono marrón propio tan característico, el cual incluso en la actualidad dentro de la lengua castellana tiene sus connotaciones propias. Suele decirse color avellana, por ejemplo, o unos ojos de color avellana. En la tradición espiritual druídica el avellano expresa el final de un ciclo, el momento místico en el que el hombre alcanza el conocimiento completo. Este árbol nos da ejemplo con su belleza, con su fuerza ejemplar en el trabajo humilde, discreto y paciente. El marrón mezclado con rojo produce un tono marrón rojizo bastante parecido al color de la sangre seca, y también es el aspecto que tienen los excrementos humanos y de algunos animales y aunque las heces son un desecho biológico, son también un rico fertilizante y ello simboliza que aquello que nuestro interior rechaza o expulsa por inservible para nosotros, puede tener una positiva influencia en nuestro entorno e incluso atractivas cualidades para otros. Es decir, de lo que a priori parece desechable y negativo, pueden extraerse ilustraciones eficaces y provechosas. 493

El color Naranja o anaranjado En el sistema de cromosíntesis aditiva, es decir, del color como radiación de luz, donde los colores primarios con los que se pueden formar el resto son; el rojo, el verde y el azul, se conocen aproximadamente unas 45 tonalidades diferenciadas del color naranja, que obtienen diversos epítetos, más o menos populares, tales como color teja, ocre claro, color mandarina, color melocotón, rojo gamba, color ladrillo, color butano, color calabaza, cinabrio, azafrán, cobrizo y etc. Si bien en países americanos de habla hispana, se prefieren términos como anaranjado, naranjo, mamey, china o chinita. En dicho sistema aditivo, el naranja se obtiene superponiendo luz roja y luz verde en proporciones desiguales: la luz roja debe tener el doble de intensidad que la verde. Sin embargo, en el sistema sustractivo, que es el empleado por lo tintes y pigmentos y en uso también por los artistas pictóricos, el color naranja se obtiene con la mezcla de rojo y amarillo. Este color toma su apelativo de la fruta que lleva su nombre. Este simple hecho ya sugiere que el naranja es uno de los colores más habituales en la Madre Naturaleza, pues existen muchas frutas y hortalizas con envoltura naranja o anaranjada, tales como las propias naranjas, los pomelos, los albaricoques, las zanahorias, las calabazas, los mangos, algunas variedades de melones y melocotones, los nísperos, las mandarinas, etc., por lo que éste es un color asociado a la nutrición natural y al veganismo. Algunos investigadores promotores de la técnica energética de la cromoterapia aplicada al organismo humano, sostienen que los alimentos color naranja regeneran los tejidos y depuran el organismo de los nocivos efectos de la contaminación, del tabaco y de otros elementos perjudiciales. Incluso existen minerales que transmiten dicho color como el hierro, el calcio, el níquel, el zinc y etc. No obstante, este color desempeña una función específica en el pigmento de ciertos animales, como señal de Advertencia. Esta característica se denomina aposemática. La Aposemática, es un fenómeno por el que algunos organismos, plantas o insectos presenten 495

rasgos vistosos a los sentidos, pero destinados a alejar a sus potenciales depredadores, pues exteriorizan amenaza, peligro o toxicidad, como por ejemplo; la mariposa monarca o un mero tigre naranja con rayas negras. Este cometido natural ha sido copiado por los humanos que usan el color naranja para mejorar la visibilidad de objetos o personas que deben ser visibles a cierta distancia, usando materiales y vestimentas de dicho color e incluso para advertir de peligros inminentes como las señales naranjas con símbolos negros. El naranja en el vocabulario ha sido bastante relegado en favor de su primario que lo compone; el rojo. Suele decirse un atardecer rojo, un hombre pelirrojo, un gato rojo, un hierro al rojo vivo, un pez dorado, etc., pero en la apariencia visual todos ellos son de color anaranjado. No hallaremos en las leyendas celtas, referencias en el idioma correspondiente insular o continental, a este color como traducción de naranja o anaranjado, ya que solía definirse como un rojo tenue o como rojo amarillento. La palabra naranja y sus equivalentes en otros idiomas europeos tales como, laranja (portugués), arancia (italiano), orange (francés, inglés), apfelsine (lit; “manzana de China”, alemán) etc., son vocablos de incorporación tardía en casi todos los glosarios y léxicos europeos, ya que en este continente, no se conocían éstas, hasta que las primeras naranjas fueron traídas desde Arabia por los Cruzados, habiendo pasado previamente dicho fruto por China y siendo originario de la India, en donde se la conocía con los nombres de narang (sánscrito), narensh (persa), y postreramente como naranjah (árabe). No obstante, podemos observar con naturalidad, como el color naranja, o quizá deberíamos decir como Goethe, rojo-amarillento, es el color de la Luna en tiempo de recolectas y de cultivos agrarios, lo cual permitía en épocas pretéritas e incluso actualmente, extender la actividad de agricultores y recolectores durante la cosecha. Es decir, en lo que viene designándose en contextos campesinos y en entornos paganos como “Luna de Cosecha”. Lo que se ha denominado “Luna de la cosecha”, es la Luna Llena más cercana al Equinoccio Otoñal, (druídicamente Alban Elfed, Alba Eluetias, Dervobrextio, Mean 497

Foghamar, etc) que ocurre en el Hemisferio Norte entre el 21 y el 23 de Septiembre, y en el Sur, alrededor del 21 y 23 de Marzo, siendo el resultado de la posición de la Luna cercana al horizonte. En esa situación, la luz que de ella proviene, atraviesa la atmósfera dispersando el factor azul, permitiendo el paso en línea recta del componente rojizo hasta el ojo del observador. A este efecto se le conoce como “Dispersión de Rayleigh”. El mencionado y conocido autor Johann Wolfgang von Goethe, (17491832) en su obra “Teoría de los colores” (Zur Farbenlehre, 1810), afirmaba que; “el naranja o “rojo amarillento” provoca choque, disturbio y produce la sensación de calor. Es el color en su máxima energía, el que les gusta a los niños, a los primitivos y a los bárbaros”. Puesto que los celtas y sus costumbres, para griegos y latinos, siempre fueron bárbaros, haremos a un lado la significación peyorativa del adjetivo, y recuperaremos los significados positivo céltico-druídicos que puedan vislumbrarse, más afines a esta espiritualidad, que nos puede sugerir esta tonalidad cromática. Así, siendo el matiz del ocaso, del cielo en el crepúsculo cuando se oculta el Sol tras el horizonte, no resulta impropio o absurdo con esta espiritualidad, discernir que dicho color simboliza el instante o momentos, donde un ciclo llega a un final, a un límite, a un desenlace pero empieza seguidamente otro, incluso más sugestivo y fascinante. Por ello, dicho color posee una simbología liberadora para todas las actividades mentales, con lo que alivia de los desalientos y desánimos cotidianos, induciendo hacia la metamorfosis como mariposa monarca de color naranja y hacia la evolución personal y de conciencia al emprender nuevas etapas. Con un nuevo despertar, con un nuevo ciclo, pueden llegar nuevas ideas, nuevas actitudes, también indefinidas incertidumbres, pero siempre desechando ya viejas pautas, actitudes o ideas obsoletas del momento, período o ciclo anterior. 499

Todo esto, es lo que nos puede aportar la confección de un diagrama sagrado céltico (“mandala”) o la visualización y meditación ante un ideograma céltico druídico, donde el naranja sea el color preeminente. En un pictograma de inspiración céltico-druídica, el color naranja, siendo un color suave, denota placidez, calma, tolerancia y condescendencia, pero no hasta el punto de simbolizar la mansedumbre e inducirnos hacia la sumisión, pues ello no resultaría muy acorde a las virtudes célticas, sino que dado que el color rojo configura al naranja, éste simboliza también el color del fuego o ardor interior, pero dentro de unos límites aceptables. Es decir, representa un vigor implícito pero comedido y un esfuerzo prudente y circunspecto, resultando también un color druídicamente sociable, ya que atenúa la agresividad y la acometividad que se le atribuye al color rojo. Para finalizar este color, y si se me permite la licencia citaré una de las frases de Vasili Kandinsky, considerado el padre de la pintura abstracta, decía; "Nuestra esperanza es como una alegre fogata en días otoñales, cuando el sol cae tiñendo de luz anaranjada las copas de los castaños El color gris El vocablo “gris” procede del idioma provenzal,(variante del occitano) y éste a su vez del latín medieval (griseus) y al parecer, éste a su vez del germánico “*grisja”, (gris) y de una raíz indoeuropea *gher, que significaría “brillante, color metálico”. Su uso en castellano, se intensifica a partir del siglo XII, ya que en esas épocas, la adjetivación de ese color era empleada muy ocasionalmente. El uso del término “gris” se vuelve más habitual después del siglo XVI. Sin embargo, en las lenguas celtas, el vocablo que se fijaría a ese color, es en galo; “leto”, en gaélico es “Liath”, y en galés es “llwyd”. Hubo poblaciones célticas que llevaron dicho vocablo en su denominación, como Leto-ceton, (Arboleda gris, latín “Letocetum”), Letisama (La más gris), o la española Ledesma ( Salamanca), antigua Letaisama, latinizada como Laetissima y Bletisama, y otros epónimos 501

como “Letus Mons”, y antropónimos como Con-liath, Coni-letus, Cuno-leto (lobogris) o lettio(us) (el gris). Como ocurre con los otros colores, no hay un solo matiz de gris, sino más de 65 gradaciones. En occidente y en la mentalidad lineal mojigata y ridícula de algunos teorizantes que aceptan el simbolismo tradicional de los colores, tachan al color gris de color insulso, frío y de mediocridad, y de esta manera se han inventado a lo largo de los lustros en todos los vocabularios, expresiones tales como; gris cadavérico, gris mugre, gris sucio, gris ajado, gris polvo, gris turbio, gris andrajoso, vida gris, etc. Al parecer estos “profetas” de los colores no han recabado que en la Naturaleza, el color gris es el color mejor adaptado al camuflaje nocturno, como demuestra el color del plumaje que cubre a múltiples aves nocturnas, siendo además un color que se encuentra por doquiera, hasta en una simple roca o piedra. El gris, se halla en el pigmento natural de variados animales como un garboso caballo, una voluminosa ballena, un esbelto delfín, un robusto elefante, un lobo gris o un simple ratón, hasta en la tonalidad de minerales como el aluminio, que es el tercer elemento más común que se halla en el planeta Tierra, el plomo, el granito, la plata, la antracita, etc. Incluso elementos como la niebla, la ceniza o el humo, se manifiestan bajo un aspecto grisáceo. Lejos de ser un color aburridamente mediocre y sin fuerza, como algunos lo definen, es un color armonioso y equilibrado pues contiene la nobleza del blanco y la energía condensada del negro. Es también el distintivo de la sabiduría en la vejez, en su madurez, puesto que en la materia gris del cerebro se genera el entendimiento. Consecuentemente, es también el color que simboliza la intelectualidad, la respetabilidad, la sobriedad y la maestría. Por todo ello, en su óptima simbología alude a la introspección, a la abstracción y al recogimiento en uno mismo, y en definitiva al Inconsciente. Es un color que denota la justa medida entre mentalidad y 503

emotividad, entre actividad y pasividad. He ahí su condición de neutro o de ecuánime. Así tenemos que el gris da significado a lo que se denomina “literatura gris”, que es la literatura muy instruida y por ello, poco convencional, cuyos documentos son de muy diversa tipología como tesis doctorales, informes de investigación, ensayos magistrales y etc., que muestra su índole distintiva. Asociado al equinoccio de otoño. En la mitología céltica irlandesa, Cúchulainn, se explica que tenía dos magníficos caballos que tiraban de su carruaje. Uno de ellos, era llamado “Liath Macha” o “Gris de Macha”, el cual lloraba lágrimas de sangre antes de la última batalla de Cuchulainn, presagiando la muerte del héroe. En Gales existe una tradición de orígenes pre-cristianos que viene denominándose “Mari Lwyd” (“María la Gris”). En dicha tradición galesa, en el apogeo del invierno se celebra un ritual en el que un cráneo de caballo, ataviado con una tela fina blanca a modo de velo y adornado con cintas y cascabeles, recorre las calles, llevado por jóvenes, para recibir ofrendas. En el caso de que el solicitado negase la ofrenda, se cuenta como anécdota, que el caos se instalaría en su hogar. El nombre de “Mari Lwyd” popularmente se traduce como "yegua gris", pero la voz en galés para yegua sería “caseg”, por lo que la traducción resultaría poco probable, y el nombre probablemente contendría una vinculación con el folklore cristiano, ya que se traduciría como "María la Gris". A pesar de ese acoplamiento al cristianismo, la base del popular rito sería pre-cristiano, pues un cráneo de un caballo con colgaderos y adornado con orlas y campanillas, sería una evocación de características totémicas, ajenas al judeo-cristianismo, pero que pervivió en las creencias populares, debido a la manifiesta afinidad de los linajes populares galeses con las raíces y creencias célticas pre-cristianas. El acto en sí, tiene además fuertes reminiscencias estacionales, y una representación antropomórfica y teatralizada de las Diosas-yeguas; Epona, Rhiannon, Macha, de la tradición céltica que se proyectarían en “Mary Lwyd” como un icono o figura reminiscente de la soberanía. 505

En una de esas perchas que sostiene al conjunto del títere suelen colocar además a un pájaro artificial al que se le conoce como “Aderyn Pica Lwyd (Urraca duende gris). Por otra parte en la Isla de Man, existe un leyenda asociada al “cabyll-ushtey” que es un ser mitológico peligroso en forma de caballo pero marino de color también gris pálido, parecido al ser mitológico con aspecto de caballo de mar, conocido en Escocia como “Each Uisce”, o en Inglaterra como “Aughisky” el cual posee la habilidad de transformarse en un apuesto muchacho. Gris pálido es también el aspecto de la anciana Cailleach (sus otros nombres son; Callech, Caillech, Cailliach, Cailleach Bheirre, Birrn, Bearra, Bhear, Beare, Birra en Irlanda; Sentainne Berri en la Isla de Man, Caillagh ny Groamagh en el Ulster, Cally Berry; en Escocia, Cailleach Bheur, Cailliche, y Carlin). Esta figura folclórica irlandesa, escocesa y de la isla de Man, cuyas leyendas y ritos perduran aun en nuestros días, probablemente procede de una divinidad, no solo pre-cristiana, sino también pre-celta de nombre ignoto, que tendría relación con la teúrgia, la adivinación, el conjuro, la magia, el hechizo, o sea, en pocas palabras, con lo que hoy en día, viene siendo considerado “brujería” y con divinidades arcaicas ligadas a la Tierra, como aquellas de las fuerzas fomorianas.

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El color Plata Suele decirse que el color plata, es un gris ennoblecido, y debido a dicho proverbio se le asocia a las cualidades de nobleza del metal. Hoy en día la plata ha ido perdiendo protagonismo en favor del oro, que la ha relegado a un segundo lugar. De hecho en el otorgamiento de galardones y premios de competición, la medalla, copa o premio de plata, es concedida a la segunda mejor posición. Debido a su grado de refulgencia de la luz del sol, es considerado un color frío o mejor expresado, que “reduce el calor”. A pesar de esa frialdad, es un color que un ideograma céltico-druídico, representa lo dinámico, puesto que la plata que no circula, oscurece y entonces pasa a ser distintivo peyorativo y simboliza la inacción o vagancia y la avaricia. Como metal es más abundante en este planeta que el oro y por ello es también de uso frecuente en la orfebrería y joyería, así como en la industria química y la eléctrica, pues tiene como propiedades su maleabilidad y su conductividad siendo el metal que mejor conduce la electricidad y el calor. Es por tanto el color plata una alegoría directa de flexibilidad. Expresada en un ideograma (“mandala”) expande nuestra conciencia e indica una adaptación al medio, induciéndonos a ser sociables y ello influye sin duda en la capacidad personal de quien lo expresa en la resolución de situaciones o problemas de la vida. La flexibilidad temperamental que inspira el color plata brillante, es opuesta a la mente 509

rígida que se cierra y se limita porque no quiere escuchar otras opiniones o ideas. Tiene la plata como peculiaridad natural, la cualidad de eliminar gérmenes nocivos para la salud, usándose desde tiempos pretéritos para potabilizar las aguas destinadas al suministro y nutrición. Quizá debido a esta cualidad, en las leyendas populares y supersticiosas de las plebes, la plata haya tenido esa cualidad mágica para proteger de ciertos hechizos y eliminar monstruos y otros engendros imaginarios, ideados por las mentes más crédulas e ingenuas del vulgo. En el estilo poético de los bardos, especialmente de aquellos, que llevaban una rama de plata con campanillas, como fueron los bardos de Eire, con categoría de “ansruth”; el color de los cabellos grises de los ancianos, se convierte, enaltecido, en color plata, en “cabellos plateados” o “barbas de plata”, y las primeras mechas grises de cabello que aparecen con la madurez, se convierten en los “hilos de plata de la sabiduría”. Cabe recordar el poema épico celto-irlandés del siglo IX, del viaje de Bran Mac Febal, donde una rama de plata cortada de un místico manzano, produce un sonido mágico que es un talismán para penetrar en el Otro Mundo. Hay numerosas alusiones a la plata en el relato que empieza así; “Llevo una rama del manzano de Emain, parecida en la forma a las que ya conoces. Crecen en ellas ramas de plata blanca y hermosos capullos de flores cristalinas. Y sigue en otra estrofa…. Carruajes dorados en Magh Réin, Se levantan hacia el sol con la marea; Carruajes de plata en Magh Mon, Y de bronce sin mácula. 511

Y prosigue….. Será un ciervo con cuernos de plata En la tierra donde se conducen los carros, Será un salmón moteado en un estanque lleno, Será una foca, será un cisne blanquísimo. Para los celtas de antaño, la plata como metal noble, tuvo una importancia indiscutible para la forja de determinados adornos y utensilios. Hallazgos diversos en toda el área céltica e incluso extracéltica desde el famoso recipiente de uso religioso conocido como el Caldero de Gundestrup, o como la copa de plata de Alesia, hasta torques, fíbulas y monedas de plata, copias de monedas de origen macedónico u otro tipo de dinero en plata como barras y anillos de determinados pesos. En las lenguas célticas, la raíz “arganto o argento”, significa plata que provienen de la raíz indoeuropea *arg (blanco, brillar) y tenemos que un rey legendario del reino de Tartessos, en la península de los celtas e íberos (Península mal llamada Ibérica), Arganthonios, era el rey de la plata, y si se menciona en este tema, es debido a que Arganthonios, nombre céltico, había alcanzado una cierta notoriedad en su tiempo y mundo conocido, por su atípica longevidad para la época, ya que según Herodoto vivió 120 años. Y ya penetrando aun más en el reino de la epopeya, posteriormente se dijo que hasta 300 años. La cuestión es que por ser el “rey de la plata”, estando asociado su nombre a dicho metal y conociendo las propiedades de éste, podríamos concluir diciendo que para los celtíberos mas ancestrales, la plata era símbolo de durabilidad. Es también míticamente un distintivo sagrado del favor y anuencia de los dioses, como lo sugiere la simbólica lanza de plata que el caudillo numantino, citado por Floro; Olíndico, recibió de los mismos dioses para luchar contra los romanos. Una lanza de plata de condición propia asimilada a la Luna y a la nocturnidad. Una lanza que se asemeja 513

a otro venablo también de plata y mágico, que poseía el mismo dios Lugh (Lugos), a la que se denominaba según las sagas de Eire como “Gae Bolga”. O como cuentan también dichas sagas irlandesas, la relación con la plata de Nuada Argetlam, rey de los Tuatha dé Danann, cuando al perder su brazo en el transcurso de la primera batalla de "Mag Tured", y ya no poder reinar, el dios-médico Diancecht le forjó una mano de plata, con todas las facultades que posee una natural. Entre los celtas galeses, hay una divinidad femenina vinculada a la plata y sus connotaciones, como es Arinarhod. Arianrhod, viene a significar “rueda de plata” y hace referencia a un conjunto de estrellas en la Corona Boreal, donde se halla su palacio o Caer Arianrhod. La rueda haría alegoría a los ciclos de eterno retorno, de muerte y de renacimiento, y la plata como elemento secundario pero sagrado, simboliza lo místico o espiritual de dicha rueda o corona, es decir, representaría al alma. Color Violeta o Púrpura “Sueño con bellas Violetas en la nieve, como lágrimas de los dioses que irradian la belleza de la vida floreciendo y abriéndose paso por doquier. Sueño con Violetas mágicas que cautivan al caminante entre los mundos de los hombres y de los dioses y lo acompañan en su viaje al Más Allá”. La reseña natural al color violeta son los pétalos de la flor del mismo nombre. Al color violeta también se le suele llamar color, Lila, magenta, malva, púrpura o morado. Si bien, todos ellos son colores diferentes aunque a veces coincidentes en sus gradaciones. El Lila, es el violeta con aportación de color blanco en la misma proporción que el rojo y el azul. El malva es una tonalidad del color violeta 515

El magenta es el color rojo púrpura, también conocido como fucsia El añil y el índigo, son variaciones de gradaciones muy oscuras del color azul, pero que en numerosas ocasiones se confunden con el violeta. En el sistema aditivo de los colores, en el cual las coloraciones se consiguen combinando luz de color en lugar de pigmentos o tinturas como en el sistema sustractivo, para obtener el color violeta se debe sobreponer luz roja y luz azul en proporciones disímiles: la luz roja debe tener menor intensidad que la azul, pero ninguna de las dos luces debe llegar a su intensidad máxima. Convencionalmente se le ha atribuido características femeninas a dicho color, y así tenemos que Violeta, en muchos idiomas es nombre de mujer, incluso el nombre de Yolanda, en su etimología más antigua proveniente del idioma griego, significa "aquella que es de las tierras violetas" o "aquella que pertenece al país de las violetas". Ciertamente el violeta es un color que no es el que con más frecuencia se puede contemplar en la Madre Naturaleza, ya que no existen multitud de seres u organismos, materias o elementos, en los que se aprecie. Ello es debido, obviamente, a las características del ojo humano por ser el color con menor longitud de onda en el espectro cromático de la Luz, que puede apreciarse por la vista. Tenemos algunas variedades de ovíparos como algunas serpientes y aves, e insectos como escarabajos y mariposas, así como animales marinos como ciertas caracolas y estrellas de mar. En el mundo arbóreo puede apreciarse como el árbol de la jacaranda, el hibisco, el ciruelo cisterna, o la flor de la lavanda, lucen sus ornamentas violáceas. En el mundo mineral la Amatista resplandece ante nuestros ojos con su color Púrpura, siendo considerada un mineral tan valorado como el rubí o el diamante. En cualquier caso, es curioso observar cómo según los diferentes países, el color púrpura es interpretado y percibido de diferentes maneras; pues en unos lugares, se imagina que tiende hacia los tonos rojizos y en otros lugares, tiende hacia los tonos azulados. De esta 517

manera podría decirse que existe un púrpura violeta o azulado y un púrpura rojizo. No obstante, debe apuntarse que el color púrpura de nuestros ancestros se inclinaba hacia los tonos azulados, es decir hacia el violeta, por un par de sencillas razones naturales: Por un lado, el cronista romano Plinio el viejo, apuntaba que el color púrpura era el de la amatista, pero la razón natural más notoria, era que había, y aun existe, un molusco, el murex, cuyo hábitat natural es el mar Mediterráneo, que al recolectarse y almacenarse para dejarse pudrir, producía una mucosidad que se empleaba para elaborar tintura de color violáceo, tras largos y costosos procesos manufactureros que eran empleados antaño. Los mayores productores de dicho tinte fueron los fenicios, y más tardíamente los romanos, que aplicándolo a ciertas vestiduras, lo exportaron por todo el Mediterráneo, si bien a precios sumamente altos, por lo que solo personajes de alta alcurnia, prestigio y poder, podían ostentosamente lucir atuendos de color púrpura. Este color púrpura tenía la peculiaridad de que no se decoloraba, ni ajaba por la acción de la luz, por lo que pasó en muchos pueblos antiguos a ser símbolo de cualidades como la Perpetuidad, la Persistencia, la Permanencia y cualquier condición que denotara Duración o Conservación. Entre los celtas de antaño, el color púrpura violeta también fue conocido, aunque su utilización, especialmente en la vestimenta, quedaba reservado a personajes de distinguida categoría. En los relatos donde aparece dicho color por algún motivo o con algún propósito, su simbolismo queda ceñido a personas célebres en una aureola de fama, prestigio, belleza y apostura en lo considerado elegancia en el buen vestir, como puede observarse en las siguientes citas; En una de las versiones de la leyenda bretona de herencia céltica de la ciudad sumergida de Ker-Ys, (Fortaleza de las Profundidades) se narra que “….. “ una mañana de primavera, un extraño jinete se 519

aproximó a Ys. Montaba un magnífico corcel negro e iba vestido, de la cabeza a los pies, de púrpura”. En una leyenda irlandesa, conocida como “El Cortejo de Étain” (Tocmarc Etaine) Fuamnach, la consorte del Tuatha dé Danann, Midir, enfurecida por los celos ante las infidelidad de éste, convirtió a su rival Étain, en una larva que produjo un insecto Púrpura, (mariposa o mosca, según versiones y traducciones) que fue el más bello de toda Irlanda, cuyo zumbido era más placentero que la mejor de las músicas, y la escarcha que expelía de sus alas aliviaba toda clase de dolores. También esa misma Divinidad Tuatha dé Danann, conocida como Midir, el orgulloso, hijo del Dagdah, aparece con frecuencia descrito en las leyendas irlandesas (Myths and legends of the celtic race- Midir The proud- T.W. Rolleston) como un personaje esplendoroso en sus atuendos, y virilmente bello. Un pasaje de la leyenda cuando éste aparece ante el rey Eochaid en la Colina de Tara, se le describe así: Una mañana temprano Eochaid miró a su alrededor y vio a un joven guerrero sobre la tierra alta a su lado. La túnica que el guerrero llevaba era de color Púrpura Su cabello era de un color amarillo dorado, y de tal longitud que le llegaba hasta el borde de los hombros los ojos del joven guerrero eran brillantes y grises… También en otra leyenda irlandesa se describe a Cormac Mac Art; “ Llevaba una capa de Púrpura con festones de buen vellón, sujeta con broches de plata engastados en oro, y una camisa de seda verde bordada con hilos dorados” Y en otra descripción del mismo personaje se detallaba; “Los nobles de Irlanda se reunieron para beber en el Banquete de Tara con Cormac en un momento determinado.... Magníficamente llegó Cormac a esta gran asamblea, porque ningún hombre que lo había precedido era su igual en belleza, exceptuando Conary Mór o Conor hijo de Caffa, o Angus Óg, hijo del espléndido Dagda, de hecho, así fue 521

la aparición de Cormac en esa Asamblea…… Un manto de Púrpura amplia plegable lo cubría con un broche de oro engastado sobre el pecho, un torque de oro alrededor de su cuello, llevaba encima una camisa de cuello blanco bordado en oro; le rodeaba una faja con hebillas de oro y adornado con piedras preciosas; dos sandalias de oro con hebillas de oro en sus pies, dos lanzas con tomas de oro y muchos remaches de bronce rojo en la mano; mientras él permanecía en el resplandor lleno de belleza, sin defecto o imperfección”. En dicho fragmento, la insistencia en la combinación de ciertos colores como Violeta (Púrpura) -plata-oro, refleja la regla armónica del esmero, del refinamiento, y de la distinción, modos o talantes poco convencionales. En la gesta irlandesa del Táin Bó Cuailnge, Cethern Mac Fintain, compañero de armas de Cuchulainn, detalla sobre una atacante desconocida que la causa heridas letales, que luego el héroe identifica como la reina Medb; “Se me acercó una mujer alta y rubia, de cara alargada, los rasgos suaves… Tenía cabellos amarillos en la cabeza y dos pájaros dorados en los hombros. Vestía un manto Púrpura plegado alrededor de su cuerpo, con cinco trenzas doradas a la espalda. Sostenía en la mano una lanza liviana de bordes filosos, y sobre la cabeza una espada de hierro con la empuñadura apropiada para su mano, una figura impresionante, fue la primera que me atacó. Entonces,- respondió Cuchulainn,- te compadezco, era Medb de Cruachan. Debe hacerse mención también del comentario que hizo Julio César, en su libro “de Bello Gallico”, en el que menciona como los britanos usaban para marcar sus cuerpos “vitrum”, pudiendo significar el tatuaje con “isatide”. Aun con la correspondiente controversia sobre dicho comentario, y también sobre la costumbre que tenían muchas tribus célticas, como los pictos, de realizar sobre sus cuerpos tatuajes o dibujos o ambas cosas, según los momentos y circunstancias, con el color añil obtenido de la planta “isatis tinctoria”, conocida también 523

como glasto. Debe añadirse que el color de dicho glasto, se puntualiza generalmente como de color azul, añil e incluso índigo, pero todo indica que podría ser un púrpura azulado, (todos muy parecidos entre ellos) ya que el púrpura entre sus significados figurados, alude a la Originalidad y Belleza, pero también tiene un propósito más místico, como es el mágico, e incluso penetra en el campo de la utopía para simbolizar la aspiración de hacer viable lo que aparentemente es inviable, pero que potencialmente es factible. De esta manera se convierte también en símbolo entre los mundos visibles e invisibles, e incluso de los viajes del subconsciente hacia otras realidades y dimensiones. Podría decirse que es un color que denota un estado entre la vida y la muerte. En la historia de “Sinend y el Pozo del conocimiento” se narra que la diosa Sinend, que se decía, hija de Lodan hijo de Lir, fue a un determinado pozo llamado “Pozo de Connla”, que está bajo el mar - es decir, en la Tierra de la Juventud en el País de las Hadas. "Ese es un pozo", narra el relato bárdico, "en el que están los avellanos de la sabiduría y de las inspiraciones, es decir, los avellanos de la ciencia de la poesía, y al mismo tiempo brotan de ellos frutos, flores y hojarasca que luego cae sobre el pozo levantando del agua un surtidor Púrpura. No se dice que ritos o preparación omitió Sinend al asomarse al pozo, pero las aguas furiosas la arrastraron hasta la orilla del Shannon, donde murió, dando al río su nombre. Así pues en un ideograma (“mandala”) céltico-druídico, el color púrpura violeta, o alguna de sus gradaciones, conforta y seduce, aumentando la concentración y atención sobre el mismo ideograma, ya que el color púrpura rehúye lo común y usual. Por lo expuesto, podríamos decir que el violeta en un ideograma céltico sería un color que prepara para la transmutación, para los cambios espirituales y mentales, aporta afán por evolucionar. Al plasmar este color en un pictograma, se abre la comprensión ante las cosas invisibles. 525

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POSEIDONIOS DE APAMEA Y LOS DRUIDAS GALOS Sobre Poseidonio Entre los seguidores de la filosofía y espiritualidad druídica, poco se conoce al polímata5 griego Poseidonios (Ποσειδώνιος) de Apamea, también conocido como Poseidonios (Posidonius, en latin) de Rodas, conocido por haber sido el primer etnógrafo que estudió a los galos, y 5 Polímata, es un individuo que destaca en diversas ramas del saber. El término se refiere a personas cuyos conocimientos no están restringidos a un área concreta, sino que dominan diferentes disciplinas. 529

uno de los más importantes analistas en lo que a las sociedades celtas se refiere, después de Timeo de Taormine (Tauromenion) (siglo III a. de EC). Poseidonioss de Apamea o Poseidonios de Rodas, fue un sabio griego que conoció a los celtas galos de primera mano y cara a cara, como suele decirse, pues habiendo viajado a sus territorios, entró en contacto con ellos en varias ocasiones. Producto también de todos sus recorridos por parte del mundo conocido, escribió libros completos que trataban de dichos viajes, a los que añadió experiencias de otro viajero, historiador y embajador de la helénica “Liga Aquea”, como fue Polibio. Desafortunadamente, ninguna de las obras de Poseidonioss al completo ha llegado hasta nuestros días, tan solo escasos fragmentos, aunque sus referencias fueron recogidas por otros autores clásicos. Aun a pesar del inconveniente de la pérdida de casi todas sus obras, esas porciones recuperadas de las mismas, especialmente el desaparecido libro XXIII de sus “Historias”6 convierten a Poseidonioss de Apamea, en la llave maestra que abre el arcón de las incógnitas para lograr el discernimiento y entender el papel y las funciones que desempeñaron los druidas en la sociedad gala, antes de su romanización, es decir, la del siglo I a.EC. Este matiz es importante reseñarlo, puesto que las sociedades evolucionan (o declinan) y aunque en aquellos tiempos lo hicieran más lentamente que en nuestros días, antaño y entre los celtas en general, la sociedad celta pre-romana del siglo V antes de la EC, no fue la misma que la sociedad celta pre-romana del siglo II o I a. de la EC. Consecuentemente, si la sociedad celta no fue la misma en el 6 Según comenta Venceslas Krutas, en su libro “Los celtas”. 531

transcurso de los siglos, la clase intelectual, que es en parte quien provoca dichos cambios, tampoco. Y la clase intelectual de los celtas, era obviamente; sus druidas. Poseidonios (Ποσειδώνιος) fue un notable y prestigioso astrónomo, físico, filósofo ecuánime y ecléctico, dentro de la estructura de un monismo estoico, metereólogo, botánico, aritmético, astrónomo, antropólogo, político filo-romano, geógrafo e historiador que nació en Apamea, ciudad helénica, en la actual Siria en el año 135 a.EC y murió en el año 51 a.EC. Muchos inventos y descubrimientos en todos los campos de las ciencias y las artes se deben a Poseidonios (Ποσειδώνιος)7, por lo que fue denominado en su época como “polymathestos”, pero en lo que respecta al tema que nos ocupa, nos centraremos en las impresiones que tuvo de su contacto con los celtas galos del siglo I, y que fueron recogidas por sus cesionarios. Poseidonios (Ποσειδώνιος) hizo amplios viajes por el mundo conocido cercano, merced a sus influencias en la Roma distinguida, ya que apoyaba su expansión como instrumento pacificador de un mundo que consideraba violento. Sus simpatías con la cúpula aristócrata y patricia romana, representaron una ventajosa posibilidad para poder realizar expediciones por todo el orbe romano e incluso más allá de los límites de dicha civilización, llegando incluso a servir como embajador de 7 Cerca del año 100 a. C., Poseidonio realizó una medición bastante aproximada de la circunferencia de la Tierra. La cuestión que se suscita y cabe preguntarse, es que si realizó una medición más o menos acertada de la circunferencia de la Tierra en “estadios” que traducido a kilómetros sería de 38.625Km2. (La circunferencia de la Tierra, hoy en día está calculada en 40.075 km2.), es porque ya se conocía que ésta era redonda y no plana, como se ha venido suponiendo históricamente, hasta la Edad Media. De hecho antes que Poseidonios, ya Anaximandro de Samos (S.VI a. de C.) demostró la “redondez de la Tierra”, y en el siglo III a EC. también Erastótenes. 533

Roma en la época de Mario y Sila, y gozando de la amistad de Pompeyo y Cicerón. Conoció, como espectador presencial, además de las costumbres de los galos, también las de otros pueblos como las de los habitantes de Iberia y de otros lugares más alejados, como los de Egipto. Describió con detalle diversas especies animales desconocidas para los romanos y refirió variedades vegetales que fue descubriendo a lo largo de sus exploraciones. Habló de vientos, de montañas donde afloraban metales apreciados, de prodigios atmosféricos y de las técnicas utilizadas por otros pueblos para realizar las diferentes labores cotidianas de sus vidas. Poseidonios (Ποσειδώνιος) fue la principal fuente de referencia en lo relativo a los celtas y sus druidas, especialmente de los galos, cuyas opiniones y datos fueron utilizados, a veces de forma franca y otras de manera subrepticia, por numerosos historiadores clásicos como Timágenes, Macrobio, Lactancio, Estrabón, Cicerón, Cleomedes, Tito Livio, Plutarco, Diogenes Laercio, Séneca, Clemente de Alejandría, Pomponio Mela, Galeno y especialmente por Julio César y Diodoro Sículo, que utilizó las referencias de Poseidonios (Ποσειδώνιος) como fuente de su Biblioteca Histórica. De hecho, actualmente se considera, que en lo referente a Poseidonios (Ποσειδώνιος) de Apamea, hay algunos escritores clásicos grecoromanos, que han sido denominados como “la escuela de Poseidonios (Ποσειδώνιος)”, tal y como lo comenta también, el autor Peter Berresford Ellis, en su libro “Druidas”, y todos ellos, coinciden en ser de los primeros escritores históricos, que son además coetáneos en el tiempo, que reseñaron algunas de las costumbres de los galos y las de sus druidas. Estos son los principales; Timágenes, Estrabón, Diodoro Sículo, Julio César, Cicerón y Ateneo de Náucratis. Posteriormente, de los comentarios que hizo Julio César, sobre los galos y sus druidas, igualmente procederían muchas de las apreciaciones que refirieron autores clásicos como; Pomponio Mela, Marco Aneo Lucano y Plinio el Viejo. No obstante cabe decir, que no todos ellos fueron fieles a las observaciones de Poseidonios (Ποσειδώνιος), pues algunos de ellos 535

distorsionaron o deformaron su información, como patentemente hizo Julio César, debido a sus intereses, ambiciones políticas y codicias personales. Poseidonios (Ποσειδώνιος), en la Galia, se relacionó con varias tribus celtas galas a las que observó, llegando a censurar ciertas costumbres y hábitos de sus habitantes, tales como el apasionamiento que profesaban en todo lo que hacían, el orgullo petulante y fanfarrón de los galos tanto en la vida cotidiana como en la batalla, así como su voracidad y desenfrenos en los banquetes, pero a la vez aprendió de sus druidas y compartió muchas de sus creencias, derivando en una admiración hacia dicha clase o casta intelectual a los que consideraba sobre todo, como “sabios filósofos de los bárbaros”, que se ocupaban de diversas funciones intelectuales. No obstante, cometió algunos errores de interpretación, dado que en su método de crítica, seguía prevaleciendo la “interpretatio” y valores greco-romanos, y ello le resta algo de imparcialidad. SACRIFICIOS Tal es el caso de la cuestión de los sacrificios humanos druídicos y las adivinaciones que supuestamente llevaban a cabo los druidas, cuando éstos vaticinaban acontecimientos futuros, según eran los estertores de las moribundas víctimas que tanto Julio Cesar, como Estrabón citan, refiriéndose a unas observaciones de Poseidonios (Ποσειδώνιος) de Apamea, al descubrir éste, cráneos humanos incrustados y alineados sobre los muros (murus gallicus) de ciudades y casas de los galos. Poseidonios (Ποσειδώνιος) cuenta que los galos colgaban los cráneos del cuello de sus caballos, o los clavaban en estacas en las entradas de sus casas como trofeos; también los embalsamaban. Añade Poseidonios (Ποσειδώνιος) que las enseñaban gustosos a sus huéspedes y visitantess, y que se jactaban de las grandes sumas que ofrecían las familias de los vencidos para rescatarlas. 537

Así lo expuso Estrabón; “Poseidonios (Ποσειδώνιος) dice haber visto el mismo este espectáculo (de las cabezas cortadas) que primero le repugnaba pero luego acabo soportando serenamente por la costumbre...” Estrabon 4, 4, 5. Diodoro Sículo, haciendo eco de lo mismo que observó Poseidonios comentó: “L os

galos embalsaman en aceite de cedro las cabezas de sus enemigos más distinguidos y las guardan cuidadosamente en una caja enseñándoselas con orgullo a los visitantes, diciendo que por esta cabeza, su padre, uno de sus antepasados o el mismo rehusó el ofrecimiento de una gran suma de dinero. Dicen algunos de ellos que rehusaron el peso de la cabeza en oro. Diodoro de Sicilia 5, 9, 5. 539

Y Tito Livio también dijo más o menos lo mismo a propósito de la muerte del cónsul Postumius, cuyo cráneo, limpio y recubierto de oro, se convirtió en un vaso sagrado. Las incorrectas especulaciones y deducciones de Julio Cesar especialmente, le hicieron comentar al romano, que eran los druidas los encargados de realizar los sacrificios, los cultos rituales y la realización de todas las fiestas religiosas. Sin embargo, Poseidonios (Ποσειδώνιος) solo observó que los druidas eran teólogos y filósofos. Timagenes, algo más escueto, dilucidó desde los comentarios de Poseidonios que los druidas eran intelectuales un poco etéreos y Estrabón, interpretó que los druidas eran sabios, jueces y filósofos. Opiniones éstas, que hoy en día, apoyan un buen porcentaje de celtólogos actuales, tales como P. Berresford Ellis, el recién fallecido Jean Markale, Nora K. Chadwick, Henri Hubert y Jean Louis Brunaux, entre otros. Así explica este último investigador, los comentarios de los cesionarios de Julio César; como Plinio, Tácito y Lucano, los cuales solo ven a los druidas como sacerdotes sacrificadores de cultos horripilantes, pero omiten las funciones básicas ejercidas por los druidas tales como filósofos, juristas y educadores, cosa ésta curiosa, pues Poseidonios, fuente primordial de estos autores, si se percató de ellas. También Henri Hubert, en su libro, “Los celtas y la civilización céltica” anota: “Los escritores antiguos, bastante bien informados por buenos observadores, nos han dado de ello una idea en pocas palabras llenas de buen sentido. Clasificaron a los druidas entre los filósofos místicos próximos a los viejos filósofos griegos a quienes se atribuye el honor de haber elaborado la doctrina de la inmortalidad del alma”. VINCULOS CON LA DOCTRINA DRUIDICA Uno de esos paralelismos doctrinales en las creencias entre Poseidonios (Ποσειδώνιος) y los Druidas era la idea compartida también por los 541

estoicos, o tal vez, remedada y aportada por Poseidonios a esta escuela de pensamiento, sobre la interconexión entre todo en el Universo, como si todo él fuera un organismo viviente, y como parte de un proyecto o plan divino unificador, coherente y lógico. El filósofo griego, creía en la predicción y revelación (adivinación) a través de la “simpatía cósmica” que consistía en hacer pronósticos de carácter científico de eventos futuros. Al plantear y creer, que el universo sería un organismo vivo, entonces todas las partes estarían en conexión mediante el “pneuma 8” a través de la simpatía. La base de esa “simpatía” (sympatheia) cósmica” sería que las cosas y los sucesos, estarían producidos siempre por algo o alguna “Causa”, es decir, existiría una determinación causal o un casualismo universal que determinaría las acciones y sus efectos, y por tanto, sería posible predecir el curso de los acontecimientos. Por ello, cualquier variación en alguna parte, por lejana que fuera, del Cosmos, hallaría un reflejo en el conjunto, pues todo estaría conectado recíprocamente de una forma viva. Percepciones éstas, que son idénticos a los conceptos chamánicos que reflejaron las espiritualidades indoeuropeas como la de los nórdicos y la de los celtas, que intensificaron esta noción sobre la “tela de araña” o “wyrd” de los conceptos paganos. Este concepto de la “wyrd”, hace énfasis en la idea de que todas las cosas están unidas y que, por tanto, todo lo que ocurre en el Universo repercute en mayor o en menor medida tanto en el resto del cosmos, como en nuestro planeta. Poseidonios (Ποσειδώνιος), ensayó a exponer con minuciosidad la unidad orgánica de la Madre Naturaleza, ya que tenía un concepto cíclico del transcurso del mundo; según él, el Universo sufre periódicas destrucciones por el fuego y posteriores regeneraciones. Este pensamiento hace una parábola y alusión, sin duda, a un atávico aforismo druídico, según el cual, al final de los tiempos, todo perecerá por el agua y por el fuego. 8 El Pneuma es el impulso o energía cósmica que ordena el curso de los astros y vivifica a todos los seres de la creación. Por lo tanto, los procedimientos mágicos y astrológicos se valdrían de esta energía. 543

Para Poseidonios (Ποσειδώνιος), uno de los objetivos del ser humano era vivir en armonía con la Naturaleza, y lo que se asemeja más a la Naturaleza sería la virtud, ya que todo proceder antagónico con las virtudes, resulta una turbación para el alma humana. Al igual que los druidas, defendió la preexistencia y la inmortalidad del alma y concedió vital trascendencia a cultivar la razón para alcanzar cotas de sabiduría más altas. HOMOEROTISMO CELTA En relación a sus contactos con los celtas, destacan sus supuestas impresiones, debidas a su presencia testimonial entre ellos, sobre la homosexualidad, o mejor expresado, sobre el “homoerotismo” de los celtas, las cuales son las opiniones que más crédito han merecido sobre esta cuestión, a los investigadores de todos los tiempos. Sus reseñas sobre la práctica homoerótica entre los guerreros celtas, no se han conservado de su propia pluma, no obstante sus descripciones se hallan incluidas en las compilaciones del historiógrafo Diodoro Sículo, así como en las del orador Ateneo de Náucratis. Al respecto, Diodoro Sículo ratifica lo siguiente, sobre los galos en su Historia Universal, V, 21: “Aunque sus mujeres son perfectamente bellas, no viven con ellas salvo excepciones, pero son extremadamente dados al amor criminal con el otro sexo, acostados en el suelo sobre pieles de animales salvajes, a menudo no se avergüenzan de tener a un joven a cada lado. Lo más extraordinario es que no tienen el menor recato ni dignidad; se ofrecen a otros hombres sin la menor compunción. Además, este comportamiento no es despreciado o considerado vergonzoso: al contrario, si uno de ellos es rechazado por otro al que se ha ofrecido, se ofende”. ".

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Y Ateneo de Náucratis, haciéndose eco también de Poseidonios (Ποσειδώνιος), al que considera su referente para citar hábitos y tradiciones de los celtas, análogas a algunas de las ya indicadas por Diodoro, en su obra, Deipnosophistas, (El banquete de los Eruditos) XIII, 79, afirma: " Se sabe que entre los bárbaros, los celtas, que tienen, por tanto, mujeres magníficas, tienen una preferencia por los muchachos, de manera que se ve mucho entre ellos acostarse con dos jóvenes a la vez sobre sus lechos de piel de bestias”.

Emancipación de las Druidesas y Matrimonio En otras cuestiones sociales, Estrabón, con probabilidad, haciéndose eco también de Poseidonios (Ποσειδώνιος) de Apamea, precisó la circunstancia por la que las sacerdotisas (druidesas) galas estaban emancipadas de sus cónyuges masculinos, revalidando la idea del comportamiento independiente de las mujeres celtas, así como de la existencia de enlaces o vínculos conyugales entre la clase sacerdotal, aun a pesar de los compromisos requeridos dentro de las funciones del sacerdocio celta. Entre los druidas, además existían comunidades druídicas espirituales, ello no les restaba protagonismo en la vida social de la tribu o aldea celta, ni les impedía contraer nupcias o tener descendencia. 547

En estas cuestiones sociales celtas, también Ateneo de Náucratis, citando al propio Poseidonios (Ποσειδώνιος), explica que los galos, exhibían tan poco miedo a la muerte, que eran capaces de entregar sus vidas para poder sufragar deudas y proporcionar algún peculio para sus familias. SOBRE EL VINO Y LA CERVEZA Siguiendo con Ateneo de Naucratis, y las costumbres de los galos, escribió hacia el año 200 d.EC., a propósito de ellos y probablemente reproduciendo las observaciones testimoniales de Poseidonios (Ποσειδώνιος): "Los pudientes importan el vino de Italia o de Marsella y lo beben puro y, a veces, mezclado con un poco de agua. Los humildes hacen el zythum de fermento al que añaden miel pero la mayoría de las veces lo beben tal cual. Lo llaman corma". Diodoro de Sicilia, otro de los escritores como se ha referido de la “escuela posidónica”, en el Libro I, dice: "Cuando una región no puede producir vino, se procura un vino sacado de la cebada que poco desmerece al vino por su fuerza y su sabor". Sin embargo, las informaciones obtenidas por los hallazgos arqueológicos, dan al vino, especialmente el importado desde Italia y Grecia, y en las zonas celtas más próximas a la influencia y comercio con Roma, un carácter exótico, valioso y también sagrado que Poseidonios, no logró comprender ni llegó a vislumbrar, ya que dichos hallazgos, conceden al vino un papel religioso y social, tanto en los festines celtas, como en los actos rituales que se llevaron a cabo entre los siglos II y I antes de la E.C. En esto, Poseidonios interpretó frívolamente a la greco-romana, la afición gala, al estimado producto de la vid y no fue testigo, en ningún caso de los rituales reservados a la tribu, donde la embriaguez sagrada fue utilizada, circunstancialmente por los druidas en sus ritos. Máxime si se considera al vino dada su escasez y producto importado, como un 549

medio o elemento sagrado para alterar la conciencia y llegar a Otras Realidades psíquicas. Los Druidas fueron polímatas Cicerón, a través de las observaciones de Poseidonios (Ποσειδώνιος), relata que los druidas dominaban un vasto campo de ciencias, lo que los griegos llamaban fisiología. La fisiología originalmente, era el estudio de la naturaleza. Para conocer las reglas de la Naturaleza, era necesario observarlas y estudiarlas, que era lo que realizaban los filósofos de la naturaleza o fisiólogos, como los druidas. Los filósofos de la Naturaleza pretendían explicar los fenómenos naturales (física, química, biología, geología, botánica, zoología, medicina, etc.) Julio César, utilizando las referencias de Poseidonios (Ποσειδώνιος) escribió: “los druidas tienen mucho conocimiento de las estrellas y sus movimientos, del tamaño del Universo y de la Tierra, y de filosofía natural”. A Poseidonios, le interesaban y entusiasmaban los pitagóricos, deduciendo que existía una conexión entre estos y los druidas, y aceptando él mismo, en su espíritu ecléctico, buena parte de sus enseñanzas. Para él como para los pitagóricos y los druidas, la sabiduría no debía estar exenta de su aplicación, ni ser indiferente a las diversas actividades encauzadas a lograr los progresos y desarrollos de mejoramiento tanto de los hombres a un nivel individual, como de sus sociedades. El estudio para los sabios, la gesta, combate o hazaña para los guerreros, la iniciativa y el comercio para los productores, la agilidad mental o habilidad manual para los artistas, siempre fueron las funciones dinámicas que alentaron los druidas. Así pues para los pitagóricos, como para los druidas e incluso para el mismo Poseidonio, existían tres tipos de acciones para lograr esa progresión social. Esas 551

tres acciones fueron justamente las funciones que ejercían los druidas en sus tribus, por encima de las otras;   

-la ciencia, para optimizar las actividades humanas -la educación para mejorar a los propios humanos -la política para armonizar la vida social.

Ciertamente Poseidonios, pudo comprobar la polimatía de los druidas, en muchas de las plurifuncionalidades que desempeñaban en las comunidades galas., aunque el sabio griego no apreciaba necesariamente la función religiosa de los druidas, probablemente porque ellos mismos no incidían en ella. No incidían en ella, no por desconocimiento de los cultos y liturgias, y sus períodos y observancias, sino que merced a su autoridad moral, espiritual y social, su realización y cumplimiento lo delegaban en los oficiantes, coadjutores de confianza y convicción, tales como pudieron ser los vates druídicos. Ello puede resultar evidente, si partimos de la impresión base de Poseidonios, por la cual la religión para los druidas galos, no fue un fin, sino solo un medio, entre otros, para conducir a las componentes de las tribus galas hacia su progresión espiritual e implantar progresivamente una sociedad ideal en la que ellos creían. FUNCIONES DE LOS DRUIDAS, DE LOS VATES Y DE LOS BARDOS Así Poseidonios aun pudo percibir un hecho social, que es incluso hoy en día, asombroso en nuestras sociedades; el resultado social de las tres acciones conjuntas, es decir, una serie de comunidades donde los sabios, eran los que dirigían y asesoraban a los gobernantes, a los guerreros, a los productores, en sus variadas funciones. Donde todos corrían la misma suerte y donde el bienestar de la comunidad, prevalecía sobre el individual, puesto que el bienestar común, obviamente, redundaba en todos. Donde gobernar, no era un privilegio para beneficiarse privativamente, sino servir públicamente a su 553

colectividad. Y así los druidas en su rol religioso fueron teólogos y en su rol socio-político, fueron filósofos. En aquellos tiempos, la ética druídica siendo práctica, se alimentaba en parte de la experiencia obtenida. Ello llevaba a los druidas a ser unos constantes reformadores de sus propias normas sociales, cuando, merced a los aprendizajes de la vida o a través de los conocimientos aportados por los viajeros de otras naciones, pretendían inculcar renovados principios éticos en la dinámica conducta de la tribu. Poseidonios llegó a comprender que los druidas galos, en tanto que renovadores, habían transformado la antigua religión que procedía de tiempos remotos. Pero al ser conocedor de las áreas en las que destacaban los druidas y desde las que ejercían mayor influencia sobre los demás, pudo constatar como éstos, no participaban en las batallas, ni en las escaramuzas tribales, aunque las controlaban, pues su autoridad les hacia estar por encima de rencillas o disputas tribales y nacionales, trascendiendo sus inconvenientes y limitaciones. De la misma manera, Poseidonioss se percató de que los druidas, no celebraban actos litúrgicos ni rituales, ni ejercían en los asuntos religiosos, aunque los controlaban, dejando el curso y transcurso de su realización a los especializados y versados en dichos menesteres, es decir, los vates. Así lo transmite también Estrabón, reflejando las impresiones de Poseidonios en su libro Geographica IV, 4, 4 c197: “Entre los pueblos galos, hay tres categorías de personas que se honran de manera especial: los bardos, los vates y los druidas. Los bardos son cantantes y poetas; los vates se ocupan de las ceremonias religiosas (adivinos) y tienen conocimientos de las ciencias de la naturaleza. Los druidas son igualmente conocedores de las ciencias de la naturaleza, pero ellos practican la filosofía moral. Los druidas son considerados los más justos entre los hombres y por esta razón se recurre a ellos sea para los conflictos privados, sea para los problemas de la comunidad. En la antigüedad, arbitraban incluso en casos de guerra, y las detenían cuando los contendientes ya estaban iniciando la batalla”. 555

Poseidonios, alcanzó a comprender que entre los galos había pues tres formas de honrar a los dioses y de cumplir su voluntad. Así lo comenta también, el arqueólogo francés, experto en la temática celta, Jean Louis Brunaux; “la natural de los filósofos (druidas), la mítica de los poetas (bardos) y la civil de los legisladores (vates)……En cuanto a los vates, es evidente que ellos se han impuesto como funcionarios de la práctica religiosa, representantes del Estado en los cultos públicos”. Estas aseveraciones, por supuesto, tienen su polémica y controversia dentro del druidismo contemporáneo galo-bretón y britónico-galés, puesto que pone “patas pa’rriba”, la creencia y algunos métodos de ciertas órdenes druídicas derivadas del revitalismo románticoesotérico-masón, del siglo XVII al XX y de la mezcolanza celta-new age, del siglo XX. La mayoría de dichas órdenes, colegios o agrupaciones, ciertamente muy corporativas y sistémicas, siguen manteniendo una rígida estructura derivada de las erróneas interpretaciones de algunos escritores clásicos cesionarios de Poseidonios y siguen realizando ordenaciones de nuevos “hipotéticos” druidas/druidesas, según las clases o categorías de esas elucidaciones incoherentes. Así se perpetúa la confusión, al seguir considerando que los oficiantes de la estructura del rito, ritual o ceremonia son los druidas, y no los instruidos en estas cuestiones o deberían estarlo, como serían los vates. No es que lo que digan los investigadores modernos, críticos con lo que viene denominándose neo-druidismo, como Nora K. Chadwick, en su libro “The Druids” (pag 101), que también; “On the whole it would seem reasonable to regard the druids as barbaric survivors of ancient Mediterranean systems of education and philosophical thought, rather from that to look upon them as priesthood which was not essentially different from that of the germani and other barbaric peoples of ancient Europe”. 557

Traducción: "En general, parece razonable considerar a los druidas como bárbaros supervivientes de los antiguos sistemas mediterráneos de educación y de pensamiento filosófico, más que verlos como sacerdotes, que no era esencialmente diferente de la de los germanos y otros pueblos bárbaros de la Europa antigua ". …sino que Estrabón, Timágenes, Diodoro y Amiano Marcelino, de igual forma lo afirmaron en su tiempo, reflejando, de paso, las observaciones de Poseidonios; los druidas no fueron ni sacerdotes ni sacrificadores. Diodoro de Sícilia coronó esta contundente afirmación añadiendo; en “Historias V, 31,2-5”: “(los galos)Tienen filósofos y teólogos a los que tienen en gran honor y llaman druidas”. Posteriormente en el siglo I de la EC., el geógrafo hispano, nacido en Tingentera (Algeciras o Tarifa), Pomponio Mela, expresó: “….Sin embargo, tienen su propia clase de elocuencia y maestros sabios llamados druidas. Estos afirman saber la medida y forma del mundo, los movimientos de los cielos y de las estrellas y la voluntad de los dioses”. Y ya el referido y referente de todos ellos; Poseidonioss anteriormente había sintetizado que los druidas como filósofos, se ocupaban de todas las áreas del saber, y por ello, su presencia, opinión y aprobación, eran obligatorias en los ritos, actos de culto y en las ceremonias religiosas. Pero este prestigio social, que por un lado les ofrecía una posición social casi de “teócratas”, por otro, les impedía cualquier acción física en los cultos. Su integridad moral y su dignidad social, traducida en una pureza mística, simbolizada en la blancura de sus vestimentas, les vetaba a la acción en el rito y en el sacrificio. Su función protocolar era puramente supervisora. EL ESOTERISMO DE LOS DRUIDAS 559

El esoterismo, palabra griega que significa; desde dentro e íntimo, es un vocablo genérico que se usa habitualmente para referirse a un conjunto de enseñanzas, conocimientos y técnicas ritualísticas, que se consideran secretas, mistéricas, herméticas, inviolables y confidenciales, de corrientes espirituales o religiosas , que se transmiten únicamente a determinadas personas a las que se considera aptas y capacitadas mental y espiritualmente, para comprenderlas. Lo inverso al esoterismo es el exoterismo, que es, en resumen, el conocimiento accesible e inteligible para el individuo en general y que es transmitido públicamente sin inconvenientes, ni recelos. Podría decirse que todas las religiones tienen su parte esotérica y su parte exotérica. Expuesto esto, podemos considerar a los druidas galos como sofistas esotéricos (es el nombre dado en la Grecia clásica, al que hacía la función de enseñar la sabiduría), ya que mantenían esotéricamente algunas de las creencias druídicas más complejas ocultas para el resto de individuos. Entre esas creencias tendríamos, la creencia en el Más Allá, la creencia en la reencarnación, la creencia en una Entidad Suprema Indefinida y etc. Pero como Poseidonio pudo comprobar, ese esoterismo, no arrastró a los druidas a convertirse en solitarios anacoretas insociables que deseasen el aislamiento o la clausura, o apartarse del resto de los mortales en los frondosos bosques de las Galias, al estilo de Merlines de novela y fantasía, sino que al contrario, estuvieron activos en las mismas entrañas de la vida social de sus poblados de una forma abierta y sin intenciones subrepticias. Pero ese esoterismo no les convirtió en cofradías secretas, al estilo de algunas fraternidades francmasonas del siglo XVIII, que tanto embriagaron a las incipientes órdenes druídicas de la época, y a los “revitalistas druídicos” que quisieron reproducir ciertos procedimientos, conductas y propósitos de las comunidades druídicas ancestrales. Ni tampoco fueron, merced a su actitud de sabios de amplia apertura intelectual y visión espiritual, un movimiento místico-filosófico 561

sincrético al estilo del Teosofismo del siglo XVIII de Helena Blavatsky, donde poder fundir y confundir por precepto, las creencias de religiones ya existentes, pero de esencias discordantes. Los esotéricos druidas galos, aunque actuaron como guardianes o cuidadores de los modos de vida de sus pueblos, de sus creencias metafísicas, de sus valores morales y espirituales, sin por ello negarse a las innovaciones que pudiesen aportar beneficios, fueran éstos, prácticos o fueran descubrimientos intelectuales o progresos anímicos. Los druidas aun conservando dicho esoterismo, precisaban para el desarrollo y supervivencia de su filosofía, el avance de sus creencias, el crecimiento de sus creyentes y el incremento de sus partidarios, que a corto y medio plazo, algunos de ellos debían tomarles el relevo como druidas. Todo lo cual, se fue desarrollando en mayor o menor grado, medida y velocidad, hasta el siglo I a EC., y hasta la romanización que siguió a la invasión de Julio César. Y ello, nos lleva a otro punto polémico, al mal interpretado antiproselitismo de los druidas, o mejor expresado, el compromiso intelectual, el cometido social y misión espiritual, de difundir e irradiar el Druidismo.

Difusión del Druidismo 563

En el ámbito religioso, la palabra griega prosélito significa e indica un “nuevo venido”, que fue reutilizada por el latín eclesiástico, y así en Occidente quedó vinculada al cristianismo como método general de su divulgación y expansión por el mundo. Hoy, las connotaciones del proselitismo son peyorativas ya que se asocia al fanatismo religioso de algunas sectas dentro de las religiones monoteístas u otras de tendencias “new age” y sus tentativas obsesivas y fastidiosas por evangelizar y convertir a las personas a sus creencias e incluirlas en sus grupos. No obstante, la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, establece en sus artículos; 18º y 19º que: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de Creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Sin embargo, estos artículos de la Declaración Universal de los derechos Humanos de 1948, no son aceptados por todos los gobiernos del mundo, los cuales aplican o dictan su propio enfoque. Amiano Marcelino cesionario de Timágenes de Alejandría, y del mismo Poseidonios, hace constar en su obra “Historia del Imperio Romano”. Tomo I, la existencia de comunidades druídicas. “Los druidas vivían en común y profesaban la inmortalidad del alma”.

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Tanto Poseidonio, como sus cesionarios, estimaron que esas comunidades druídicas, también funcionaban como colegios9 o escuelas druídicas y que además tenían una estructura parecida a la de los pitagóricos, donde el ciclo completo de las enseñanzas druídicas duraba 20 años. Julio César, legatario, como ya se ha referido varias veces, de las impresiones de Poseidonio, así lo comenta en su libro “La Guerra de las Galias”: “XIV. Los druidas no suelen ir a la guerra, ni pagan tributos como los demás; están exentos de la milicia y de todas las cargas concejiles. Con el atractivo de tantos privilegios son muchos los que se dedican a esta profesión; unos por inclinación propia, otros por destino de sus padres y parientes. Dícese que allí aprenden gran número de versos, y pasan a menudo veinte años en este aprendizaje. Unas comunidades, en el seno de las cuales además, las diferentes reflexiones metafísicas druídicas podían ser expuestas y debatidas ampliamente, e iniciar coloquios y tertulias entre druidas de análogos o iguales niveles de entendimiento, para reafirmar y asegurar la cohesión en las doctrinas filosóficas y teológicas. Unos colegios druídicos, donde se instruían a los discípulos o prosélitos avanzados en las especializaciones representativas del Druidismo continental; la de Bardo, la de Vate y la de Druida o Filósofo, y sus especialidades en las diferentes ramas del saber que cubrían tres de los aspectos fundamentales del druidismo; espiritualidad, técnica e intelectualidad; Amiano Marcelino comenta esas tres especializaciones en; Constantius et Gallus, XV; 9 Bangor fue un monasterio, vinculado al evangelizador irlandés San Columbano, pero previo a la cristianización fue una célebre escuela druídica. El término se suele emplear para designar, en nuestros días a un colegio druídico contemporáneo. 567

“En estas regiones, según la gente se iba civilizando poco a poco, se hizo más común la atención por las artes más nobles, un estudio introducido por los bardos, por los euhages (vates) y por los druidas. Era costumbre de los bardos celebrar las hazañas valerosas de sus hombres famosos en verso épico acompañado por las dulces cuerdas de la lira, mientras que los euhages procuraban explicar los grandes misterios de la naturaleza. Entre ellos vinieron los druidas, hombres de un talento mayor, miembros de la confraternidad íntima de la fe pitagórica, ellos fueron ensalzados por las investigaciones de las cosas secretas y sublimes, y, con gran desdén por lo mortal, ellos afirmaban la inmortalidad del alma”. Pero previamente a las especializaciones típicas y tradicionales, los investigadores como el arqueólogo francés Jean Louis Brunaux, han deducido que al funcionar los colegios druídicos de forma similar a las escuelas pitagóricas, los nuevos discípulos recién acogidos, debían pasar un filtro de perseverancia, pues eran iniciados e instruidos paulatinamente. Habría una primera fase que al igual que entre los acusmáticos (oidores) pitagóricos, el conocimiento les llegaría desde el aprendizaje y la memorización a través de las disertaciones que pronunciaba un Druida instructor. Éste, como orador exponía lo esencial de las creencias, principios morales, ritos y prescripciones, pero sin pretender de los neófitos un discernimiento profundo de los conocimientos disertados y de las creencias ostentadas y reveladas. Pasado este primer filtro de perseverancia/constancia y en un segundo curso o paso, los discípulos recibirían unas enseñanzas más intensas y extensas, al estilo de cómo las recibían los “matemáticos” 10pitagóricos, para después de éstas, 10En los colegios pitagóricos, los “matemáticos” eran los correligionarios que ya encajaban perfectamente en la filosofía pitagórica y recibían por ello, unas enseñanzas más profundas sobre los cimientos de las ciencias. No obstante, la palabra “matemática” no expresaba solo “la ciencia del cálculo numérico” ya que el término proviene del griego μαθηματικά (máthēmatika), y significaría «lo que se aprende». 569

entrar ya en alguna de las tres especializaciones fundamentales del Druidismo y sus múltiples sub-categorías y funcionalidades. De forma similar también lo apuntó, Henri Hubert, el cual se extendió sobre este asunto, en su libro “Los celtas y la civilización céltica” (pag. 458, 459) : “Los druidas forman un orden dentro de la sociedad céltica, pero este orden constituye una cofradía, una sociedad de individuos que ejerce colectivamente una función social”…. “Los colegios druídicos se reclutan por la enseñanza y libre elección, pero hay familias druídicas. Debían existir iniciaciones, una preparación, grados, cuyos vestigios encontramos entre los filid. “En todo caso, los druidas forman un colegio disperso cuyos miembros distribuidos dentro de los cuadros políticos de la nación ejercen las funciones más variadas. El colegio adquiere conciencia de su unidad en sus santuarios, sus escuelas, sus asambleas, como la asamblea del país de los carnutos que se celebraba en Galia, y era simultáneamente un concilio y un congreso corporativo de los druidas” HOSPITALIDAD

El vocablo aun derivaría de una locución griega más arcaica como μάθημα (máthēma), que expresaría un «campo de estudio o instrucción». El concepto de “matemática” en su acepción original, se refiere pues a las áreas del conocimiento que sólo pueden entenderse tras haber sido instruido en las mismas (astronomía, geometría, aritmética, etc.) y que significa “todas las cosas que se pueden aprender”. 571

Poseidonios también nos transmitió otra curiosidad de las clases dirigentes de la sociedad celto-gala; su pasión por la Hospitalidad, llevada hasta el punto de convertirse en acto religioso de cumplida observancia y siendo a la vez una costumbre social institucionalizada, sistematizada y bien organizada. “Quien mate a un extranjero- se decíaserá ejecutado”. La nobleza gala, no se conformaba solo con alimentar u alojar al viajero fuera etrusco, griego o de otras lejanas tierras, sino que llegaban a facilitarles el trayecto a través de su propio territorio, acompañándolos hasta la próxima etapa del mismo, o hasta los límites de la tribu vecina, donde otro protector de la familia, clan o tribu contigua, lo atendía de igual manera. En el fondo de esta virtud hospitalaria, había un propósito mucho más práctico, y si se prefiere, mucho más mundano, y éste era la notoria curiosidad celta. La misma curiosidad que les llevó a ser pioneros de nuevas técnicas productivas y desarrollar inventos para mejorar su calidad de vida, y la misma curiosidad que les llevó a asimilar todo lo útil que encontraron en otros pueblos, en su periplo histórico. Así pues, los galos y todos los celtas, eran excesivamente curiosos, pero esta curiosidad era privativa y tenía una provechosa característica, pues les importaban menos, los países de donde procedían los viajeros o sus 573

formas de vivir, y preferían recibirlos con generosidad, para aprender e instruirse de los conocimientos acumulados en sus experiencias y exploraciones. No obstante cabe señalar, que solo algunos pocos nobles celtas y galos podrían conocer lenguas como el etrusco, griego o latín, etc., por lo que se apunta que los que mayormente cultivaban esta noble virtud y costumbre práctica de la “Hospitalidad”, eran especialmente los intelectuales y los plurilingües, como así fueron los druidas; Altruistas dentro su egoísmo, filántropos dentro de su interés y curiosos por condición, observadores, pensadores y interpretadores de las Divinidades y de sus planes divinos, que se interrogaban a diario, en sus reflexiones metafísicas y filosóficas, sobres las leyes que regían a los dioses, a la Naturaleza, a los hombres y los animales, y al Cosmos entero. Sobre lugares de Culto Fue también Poseidonios de Apamea, quien reveló otros sitios donde se realizaban cultos druídicos, además de los típicos frondosos bosques de las áreas célticas. Dichos lugares eran construidos por los celtas en forma rectangular y en cuyo interior se desarrollaban los ritos druídicos. Son los recintos artificiales que en la actualidad han recibido el nombre alemán de viereckschanzen (vier=4, ecks=lados o esquinas, schanzen=empalizada o muralla) que tienen unas dimensiones entre 5 y 15mil metros cuadrados. Poseidonios, en otro pasaje donde habla de la cerveza conocida como “corma11”, concluye a través de la pluma de Ateneo de Náucratis; “…el esclavo hace circular esa bebida de izquierda a derecha. Y de esta manera que ellos sirven, es de esta manera que ellos adoran a sus dioses, orientándose hacia la derecha”. 11 El vocablo “Corma” es afín con el viejo irlandés “cuirm” y al galés “cwrw”, como apunta T. Koch, en su obra “Celtic Culture”.

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Y así para reverenciar correctamente a las deidades, se debe girar u orientarse hacia la derecha, pues es el sentido tradicional y vital, siguiendo el movimiento del divino astro. Diodoro, quien ciertamente tenía los escritos de Poseidonio a mano, concretamente el libro XXIII de sus “Historias”, al igual como mencionó Timágenes, dijo que los druidas galos se clasificaban en tres clases: los bardos, los adivinos y los sacerdotes. Diodoro escribió; “Poseidonio de Apamea, relata, en su vigésimo tercer libro de las “Historias” que los celtas llevaban con ellos, cuando partían para la guerra, acompañantes de vida, que ellos llamaban “parásitos” o comensales. Estos últimos cantaban alabanzas a sus maestros en las asambleas numerosas, pero también a cada uno de ellos en particular”. “Los galos son inteligentes y capaces de aprender. Tienen poetas que llaman bardos y que cantan la alabanza y la culpa, acompañándose de instrumentos similares a las liras y tienen filósofos y teólogos muy honorables que llaman druidas. Ellos tienen también adivinos que son de gran reverencia." Algunos de sus cultos litúrgicos, los druidas los efectuaban desnudos. Poseidonios escribió al respecto sobre algún rito de fecundidad, que pudo escuchar de algún interlocutor, ya que personalmente, como extranjero y foráneo, existen serias dudas de que él pudiera presenciarlo, dado el carácter de intimidad tribal que tenían tales ritos: “Muestran gran veneración por los árboles, de los que se sirven después de que realicen cantos, caricias y otras obscenidades que prefiero no relatar”. Las concupiscencias druídicas a las que se refiere Poseidonios, pudieran ser simulacros de coitos con los troncos de los árboles, probablemente una escenificación para la excitación del subsuelo del terreno o de la tierra, para que ésta proporcionara abundantes productos. No obstante, 577

tampoco queda descartada la posibilidad por la que tales actos, en vez de simulaciones, fueran prácticas naturales para adquirir con el frotamiento de sus genitales sobre las cortezas de ciertas especies arbóreas, mayor potencia viril y/o mayor fertilidad. Décadas después, el naturalista y procurador romano de la Galia, Gayo Plinio Segundo, conocido como Plinio el Viejo, observó algo similar: “Mientras los druidas apoyan sus virilidades con gran devoción y ceremonial sobre las cortezas de los árboles, las druidesas parecen encontrar deleite en el roce con las piedras”. Lamentablemente no entendió gran cosa de los ritos de fertilidad, si es que realmente los vio. Varios cronistas reflejan cuestiones relacionadas con las observaciones de Poseidonios. Así el recopilador y compilador de otras fuentes escritas, Diodoro Sículo comentó: Desnudos, de la misma manera que sus guerreros en la batalla, se muestran ellos a sus dioses. Pese a lo impúdico de su proceder, la cólera de los dioses no parece que recaiga sobre ellos. Pero a estos escritores clásicos se les olvidó mencionar, que entre los celtas la desnudez natural era sagrada y además, otorgaba una especie de protección divina y sobrenatural. CREENCIAS CELTAS REFERIDAS POR POSEIDONIOS Diodoro de Sicília de nuevo, basándose en los conocimientos obtenidos por Poseidonios sobre los galos, comentaba que los druidas creían que después de cierto tiempo y número de años, las almas de los fallecidos, volvían de nuevo a la vida entrando en otro cuerpo. Por ello en los funerales, lo galos arrojaban a la pira funeraria cartas escritas a los muertos, como si éstos pudiesen leerlas. En primer lugar cabe señalar sobre esta observación de Poseidonios, que si los galos arrojaban a las piras funerarias cartas escritas, era 579

obviamente porque conocían algún tipo de escritura, con lo que se puede desechar la exageración por la que se ha indicado que los galos y sus druidas, eran analfabetos o iletrados. Arqueológicamente ya es una evidencia la utilización de la escritura griega por los galos para fines políticos, comerciales y privados. En segundo lugar, Poseidonio nos informa, a través de la pluma de Diodoro, de una de las creencias más polémicas del druidismo galo; la reencarnación. Concluyendo Existen otras muchas referencias y anécdotas sociales sobre los galos, observadas por Poseidonios y transcritas por los escritores clásicos de la llamada “escuela poseidónica” que ha sido mencionada párrafos arriba, como el apasionamiento y acopio que los galos hacían del oro, tanto para su uso personal, como para honrar a sus dioses, pero para no extender más el presente ensayo, se opina que las ya citadas son las relevantes en lo que concierne a aspectos de la espiritualidad de los celtas y especialmente de sus druidas.

Alguna Bibliografía consultada para la confección de este capítulo; 1. The Fragments of Posidonius. I.G. Kidd 2. Geographica .Liber IV. Estrabón 3. The Historical Library of Diodorus Siculus. Traductor G.Booth 581

4. Historia del Imperio Romano. Tomo I. Amiano Marcelino Trad. F. Norberto Castilla 5. De Bello Gallico. Julio César 6. Los celtas. Venceslas Krutas 7. Los Druidas, el espíritu del mundo celta. P. Berresford Ellis. 8. Les Druides, des philosophes chez les Barbares. Jean Louis Brunaux 9. Los celtas y la civilización celta. Henri Hubert 10. Los Mitos celtas. Miranda Jane Green. 11. Los celtas en la literatura griega de los siglos VI-I a.C.Juan Antonio López Férez. 12. Los celtas. Fco. Marco Simón 13. Druidas. Jean Markale 14. Los Druidas. Giuseppe Zecchini 15. Les celtes et la civilisation celtique. Jean Markale. 16. La religion des gaulois, le druidisme. Alexander Bertrand. 17. El papel de los druidas en la sociedad céltica. Filippo Lourenço Olivieri. 18. The religion of the ancient celts. J.A. Mac Culloch 19. Breve Historia de los celtas. Manuel Velasco. 20. Los celtas. Alexander Demandt 21. Histoire des Gaulois. Tomo I. Amedée de Thiery 22. Celtic Culture. T. Koch 23. Los Druidas. T.D. Kendrick 24. Los Druidas. Christian J. Guyonvarc’h y Françoise Le Roux

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FIN DEL PRESENTE LIBRO

BIBLIOGRAFIA SOBRE LA MEDICINA CÉLTICA

-Druidas, El Espíritu del Mundo celta. Peter Berresford Ellis -La Medècine en Gaule. Gwenlach Le Scoucec. -Les Druides. . Gwenlach Le Scoucec. -La Medicina céltica. Marc Questin -Médecins et Médecin de Gaule. Paul Marie Duval -Los druidas. 2.5.El druida Médico. Christian J. Guyonvarc’h, Françoise Le Roux -Táin Bó Cuailgne- Traduccion y notas de H d’Arbois de Juvainville. -Visage du Druidisme. André Savoret -La Médecine en Gaule. André Pelletier 585

49 RESEÑAS BASICAS BIBLIOGRAFICAS 1. -Breve Historia de los Celtas, Manuel VelascoEdiciones Nowtilus SA 2. -Celtiké, M.d'Obrheravt, Edicomunicaciones s.a. 3. -Comentario de las Guerras de las Galias, Julio Cesar Espasa Calpe S.A 4. -Druidas, Pedro Palao Pons, Ediciones Karma 7 5. -Druidas, Jean Markale. Ediciones Taurus 6. -Druidas. Peter Berresford Ellis. Editorial Oberon 7. -El ciclo mitológico Irlandés y la Mitología Céltica. Henri d’Arbois de Jubainville. Edicomunicaciones s.a. 8. -El Legado Celta. J. Garcia Font. MRA Editores 9. -El Libro celta de la Vida y la muerte. Juliette Wood. RBA Editores 10. -El Libro de los Celtas. Pedro Palao Pons. Ediciones Robinbook 11. -El Libro de Merlin. Nevill Drury. Edaf 12. -El Misterio de los Druidas. Ward Rutherford. Martinez Roca 13. -El Mundo de los Druidas. Miranda J. Green. Ediciones Akal.S.A. 14. -El Sendero del Druida. Philip Shallcrass. Editorial de Vecchi 15. -Enciclopedia de la cultura céltica. Manuel Alberro. Ediciones del Serbal 16. -Historias misteriosas de los Celtas. Run Futthark. Editorial de Vecchi 17. -La Europa de los Celtas. Christianne Eluère. Ediciones B.S.A 18. -La verdad sobre los Druidas. Gälic Druham. Ed. 29 19. -Las Tres Espirales. Jean Markale. J.J de Olañeta editor 20. -Leabhar Ghabhala (Libro de las Invasiones) Traductor: Ramon Sainero. Ediciones Akal s.a. 21. -Los celtas. Manuel Yañez Solana. Edimat Libros.S.A 22. -Los celtas. T.W Rolleston. Edimat Libros.S.A 23. -Los celtas. Teresa de la Vega. Ediciones Akal S.A 24. -Los Celtas. T.G.E. Powell. Oberon-Grupo Anaya 25. Les Druides. Les sociétés initiatiques celtiques contemporaines. Michel Raoult 26. -Los Celtas, un pueblo de Leyenda. Sira Garcia Casado. Ed. Temas de Hoy S.A 587

27. -Los Dioses de la Hispania Céltica. J.C. Olivares Pedreño. Real Acad. de la Historia 28. -Los Druidas. Anónimo. Editorial Tomo S.A. de C.V 29. -Los Druidas. Ch.J.Guyonvarc’h y F. Le Roux. Abada Editores 30. -Los Grandes Mitos celtas. Ramón Sainero. Edicomunicción 31. -Los Mitos celtas. Pedro Pablo G.May. Acento Editorial 32. -Los Pueblos celtas. Mª Luisa Cerdeño. Arco Libros. 33. -Mabinogion. Anónimo. Editora Nacional 34. -Mitología Celta. David Bellingham. Edimat Libros.S.A 35. -Mitos Celtas. Miranda Jane Green. Akal Ediciones 36. -Mitos Y Leyendas Celtas. J,M, de la Prada. MRA Editores 37. -Los celtas. Fco. Marco Simón. Ed. Historia 16 38. -Las Civilizaciones Celtas. Olivier Launay. Circ. Amigos de la Historia. 39. -Misterios Celtas. John Sharkey. Ed. Debate. 40. Irish druids and Old Irish Religions. James Bonwick. 41. -The Religions of the ancient celts. John McCulloch. 42. -Myths and Legends of the celtic race. T.W. Rolleston. 43. -Religion des celtes. George Dottin. 44. -Histoire des Gaulois Tome I, II y III. Amedée S.D. Thierry. 45. -La Gaule Celtique. Ed. Armeline. Albert Grenier. 46. -Histoire de la Gaule.Tome VI. Camille Jullian. 47. -Mythes et Dieux de la Gaule. Ed Picard. Jean Jacques Hatt. 48. -La Religion des Gaulois-Le Druidisme. Ed.Leroux. Alexander Bertrand. 49.-La Tradition des Druides. Ed Arbre d’or. Gwenc’hlan Le Scouëzec.

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