Liberacion Total

Por Adolfo E Sánchez Apóstol de Jesucristo MASSAI EDITORIAL © Edición Abril 2018 © Centro de Adoración Massai Interna

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Por Adolfo E Sánchez Apóstol de Jesucristo

MASSAI EDITORIAL

© Edición Abril 2018 © Centro de Adoración Massai Internacional Escrito: Ap. Adolfo Enrique Sánchez Impreso Por Centro de Adoración Massai Honduras E-mail: [email protected] www.massaihonduras.jimdosite.com

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INDICE DE TEMAS

INTRODUCCIÓN 1. El poder que tienen 2. El origen de la bendición y la maldición nuestras palabras 3. Las maldiciones que atraemos 4. Servidores de Satanás al descubierto 5. El sacrificio de Cristo nos libró de la maldición 6. Apropiándonos de las bendiciones eternas

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INTRODUCCIÓN

Cuando estudiamos las Escrituras encontramos que muchas maldiciones se desatan a partir de los pecados morales, éticos y de apostasía. Lo lamentable es que decenas de proponérselo, incurren en esta situación.

personas,

sin

Dios nos creó para ser bendecidos. Es un principio que aprendemos cada vez que leemos las Escrituras. Quienes finalmente deciden romper esas Bendiciones y mantenerse en un estado de Maldición, somos usted y yo cuando nos dejamos arrastrar por las trampas del mundo y de Satanás.

Pstr. Adolfo E Sánchez Centro de Adoración Massai Internacional Honduras. Centro América.

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Cap. 1. EL PODER QUE TIENEN NUESTRAS PALABRAS La lengua apacible es árbol de vida; Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu. Pro 15:4

INTRODUCCIÓN: Para avanzar en nuestro estudio de la Biblia respecto a las Bendiciones y de qué manera en la vida de una persona actúan las Maldiciones, es necesario coincidir en los elementos de suma importancia I .- Influencia en las personas Las Bendiciones y las Maldiciones ejercen una poderosa influencia en las personas, así no quieran admitirlo. Sobre esta base aprendemos: Que las Bendiciones y las Maldiciones afectan al individuo y a su entorno. Alcanzan a su familia, a la comunidad en la que se desenvuelven e incluso a naciones enteras. En cierta ocasión en un local bastante amplio y cómodo, un grupo de creyentes abrió una congregación. Pero antes que prosperar, iban de mal en peor, sosteniendo internamente enfrentamientos que debilitaban la permanencia de la iglesia. 5

Cuando averiguaron sobre la historia de aquellas instalaciones, descubrieron que había sido—años atrás—un antro de pecado. Inmediatamente el pastor y los fieles procedieron a tomar autoridad en el nombre de Jesucristo y a romper la maldición que pesaba sobre aquel lugar. Como podrá imaginar, todo cambió diametralmente y vino la bendición a aquella comunidad de cristianos. Que las Bendiciones y las Maldiciones tienen un efecto prolongado. Se extienden por generaciones, a menos que en el caso de las maldiciones, se rompa definitivamente su influencia. En usted pueden estar actuando maldiciones provenientes de anteriores generaciones. Es por esta razón que se generan crisis recurrentes, y patrones de comportamiento inexplicables. Es necesario ser muy cuidadoso con lo que decimos. 2.- El poder de las palabras. Aunque a muchos les parezca intrascendente, lo que decimos ejerce poderosa influencia en la vida nuestra y de los demás, y puede convertirse en Bendición o en Maldición. Imagine por un instante a alguien que constantemente dice: "¿Por qué será que todo lo malo tiene que ocurrirme a mí?". Sin duda estará enfrentando las consecuencias de una maldición auto-impuesta. De la Biblia aprendemos: Que lo que decimos (Proverbios 11:9).

puede

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"dañar"

a

los

demás

Que lo que pronunciamos puede ser "golpe de espada", es decir que causa heridas en nuestro prójimo (Proverbios 12:18 a). Que nuestras palabras están cargadas de tal poder, que pueden traer "alivio" a quienes las escuchan (Proverbios 12:18 b). Que nuestras palabras pueden desencadenar en quienes las escuchan, tranquilidad o angustia (Proverbios 15:4). CONCLUSIÓN: En adelante una de las tareas que usted se fijará como hijo de Dios, estriba en medir cuidadosamente el alcance de cada palabra que pronuncia sobre sí mismo y sobre los demás. Recordará que pueden encerrar Bendiciones o Maldiciones y que es imperiosamente necesario cambiar nuestros hábitos al hablar. ¡Siempre Bendice.

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Cap. 2 EL ORIGEN DE LA BENDICIÓN Y LA MALDICIÓN Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Deut. 28:1 INTRODUCCIÓN: Con frecuencia encontramos personas que aceptan únicamente las Bendiciones, altamente entusiasmados con sus alcances. Es más, lo que buscan al congregarse en una iglesia, es el ser bendecidos. "Yo he visto que Juan prosperó desde que entró en la religión", dijo una persona a la que atendí en mi oficina. Era su forma de explicarme cuál era la principal motivación para hacerse cristiana. Estaba detrás de la prosperidad. Quienes solo persiguen las Bendiciones están en un tremendo error si desestiman las Maldiciones. Son tan reales como las primeras, aunque la diferencia es que sus causas son funestas.

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I. Si alguien está bajo Maldición Es probable que no lo sepa y tampoco el hecho de que puede ser libre. Las Bendiciones provienen de Dios; mientras que las Maldiciones proceden como resultado de que alguien sea rebelde o incrédulo, También es por prácticas muy difundidas en nuestro mundo, y que son promovidas por Satanás. Entre ellas podemos mencionar el ocultismo, la Nueva Era y ritos religiosos en los que se adoran dioses muy diferentes a Jehová. II. Toda Maldición tiene su origen. En la Biblia leemos que "Como el gorrión en su vagar y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa" (Proverbios 26:29 ) El texto nos sirve de base para aprender un principio importante: toda Maldición tiene una causa: No viene por si sola. La Biblia nos revela cuál es el origen de las Bendiciones y Maldiciones. Uno de los textos más importantes se halla en el libro del Deuteronomio, capítulo 28, versículos del 1 al 68. Allá descubrimos el origen y evolución de un estado bendecido o maldecido. La descripción de las Bendiciones se halla desde los versículos 3 al 13 y las Maldiciones, desde el 16 al 68. c) Los versículos 1 y 2 nos muestran que las Bendiciones vienen como consecuencia de: 1. Oír la voz de Dios. 2. 9

Guardar y practicar los mandamientos. El pasaje es muy revelador cuando dice: (Deuteronomio 28:2.). Las Maldiciones tienen origen en la maldad del hombre. (Deuteronomio 18:15) dice que son el fruto de: 

No oír la voz de Jehová.



No cumplir los mandamientos.

Las maldiciones alcanzarán a quien obra así, pero no solo a él sino a su familia y a sus generaciones, como también a sus posesiones. CONCLUSIÓN: Reviste mucha importancia caminar en Bendición. ¿Cómo hacerlo? Moviéndonos en la voluntad del Señor para nuestras vidas, la cual podemos descubrir en los tiempos de intimidad que pasamos con Dios, así como en la lectura de Su Palabra: la Biblia.

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Cap. 3 LAS MALDICIONES QUE ATRAEMOS Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Mat 12:36-37

INTRODUCCIÓN: Un pastor iba de viaje hacia el centro de la ciudad cuando la persona que iba en el asiento contiguo, miró el reloj, comprobó que llegaría tarde a su trabajo y exclamó: "¿Por qué tiene que ocurrirme esto a mí? ¡Quisiera morirme!" Un incidente en apariencia intrascendente pero que reviste mucha importancia porque frases como la que expresó aquella señora, son las Maldiciones que –sin medir el alcance de nuestras palabras—podemos atraer sobre nuestra existencia. El amado Señor Jesús hizo una advertencia muy importante cuando dijo: "Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado" (Mateo 12:36, 37) Su exhortación arroja una tremenda enseñanza acerca del poder, positivo o negativo, que encierra cada vocablo que 11

pronunciamos. Desencadenan Bendición o Maldición y por lo que decimos, responderemos ante el Padre celestial. I. Hablando sin pensar: Con más frecuencia de lo que imaginamos, hombres y mujeres hablan sin pensar, desestimando que las palabras están rodeadas de un enorme poder. El rey Salomón advirtió hace ya muchos siglos: "Te haz enlazado con las palabras de tu boca, y haz quedado preso en los dichos de tus labios" (Proverbios 6:2) Observe cuidadosamente que no son terceras personas sino cada uno de nosotros quienes nos atamos con alguna Maldición. Un ejemplo claro son aquellos que dicen: "Para no ir a esa reunión tan aburrida, voy a enfermarme", "Estos problemas diarios van a matarme", "Con estos dolores que padezco y que el médico no me cura, creo que tengo es cáncer", "Soy un estúpido, no sirvo para nada", "Nací fracasado y para morirme pobre" Quienes se expresan así, están predisponiéndose para que les vaya tal como lo están confesando. Algo curioso es que, quienes se acostumbran a pronunciar Maldiciones sobre sí, reinciden en la misma práctica. Como no miden las consecuencias de su forma de hablar, no toman conciencia de todo lo que pueden desencadenar. Otro ejemplo tomado de las Escrituras lo hallamos en el momento en el que el Señor Jesús es llevado delante de 12

Pilato. Una turba estaba expectante (Mateo 27:20-26). El Procurador romano les preguntó si liberaba a Barrabás o a Jesús. "Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos". II. Es hora de ser libres: El poder transformador de Jesucristo libera cuando vamos a Él. Es probable que al estudiar las Lecciones acerca de las Bendiciones y Maldiciones que se derivan de la fidelidad o infidelidad a Dios así como por las palabras que estamos expresando constantemente, descubra que usted está bajo Condenación. El paso fundamental es reconocerlo, el segundo, disponernos a ser libres con el poder del Hijo de Dios. Hay tres pasos que debe seguir. El primero, arrepentirse de la insensatez por hablar sin pensar. El segundo, revocar las palabras, es decir cancelarlas. El tercero, reemplazar las malas confesiones por confesiones correctas, eliminando de nuestro vocabulario y expresiones, todas aquellas palabras que desencadenan Maldición. CONCLUSION: Es de suma importancia que en adelante ejerza vigilancia y autocontrol de lo que dice, y recuerde que deberá responder ante Dios por cada palabra. 13

Cap. 4 SERVIDORES DE SATANÁS AL DESCUBIERTO En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia Efe 2:2 INTRODUCCIÓN: Al abordar el tema sobre la existencia y estratagemas de Satanás, nos encontramos con dos polos opuestos hacia los que se inclinan muchos cristianos. El primero está compuesto por quienes viven bajo un temor irracional hacia el enemigo, mientras que el segundo está integrado por quienes lo ignoran como si se tratara de un ser mitológico. Lo cierto es que nuestro adversario espiritual no solamente existe sino que tiene bajo su dominio en particular a quienes son rebeldes para con Dios, tal como lo leemos en Efesios 2:2. El diablo domina a través de fuerzas que para muchos resultan desconocidas, y por tanto, le resultan tan efectivas. Ignorar el poder sobrenatural, de bien o de maldad, es desconocer lo que puede ocurrir en la dimensión espiritual I. ¿Por qué hay quienes se rinden al diablo? Aun cuando pasa inadvertido para el común de las personas, cada día 14

es mayor el número de hombres y mujeres que se rinden al diablo y terminan bajo terribles ataduras. En una visita de un evangelista a la campa, un pueblo católico en gracias lempira, por tradición en Honduras, hablaba con algunos líderes respecto al ambiente de religiosidad que se apreciaba por todas partes. "Acá se percibe que la gente es devota", comentó, a lo que respondió una maestra: "No crea, aunque se advierte tranquilidad, esta es una ciudad donde decenas de personas están enredadas en el ocultismo e incluso, en cultos satánicos". Las personas que se rinden a Satanás lo hacen en procura de ganancias materiales o de poder. Lo hacen consientes. Con su acción, le abren puertas al ocultismo y sin proponérselo, se convierten en servidores de Satanás. II. Ministros del diablo: Todas las personas que trabajan con y a través del ocultismo, pueden ser identificadas sin temor alguno como ministros del diablo. Es así como usted encuentra astrólogos, médiums, hechiceros, encantadores, sacerdotes satánicos y la amplia rama de las personas que se desenvuelven en el ámbito espiritual de maldad. Lo más sorprendente es que el adversario los respalda y publicita como un negocio rentable, es montar consultorios ocultistas. Muchas personas están ansiosas por conocer el futuro, por atraer al ser amado o al que resulta renuente a las 15

pretensiones sentimentales o simplemente, quien desea ser prosperado, y se involucran sin saber que estos son ministros de Satanás. III. Armas de Poder contra la maldad: Ahora que hemos tenido una perspectiva amplia de lo que son los ministros de Satanás y la forma cómo actúa, es importante que hablemos de cómo combatirlos. Combata a Satanás y a sus demonios con la sangre del Señor Jesús, vertida por nuestra libertad en la cruz del Calvario. Combata a Satanás y sus demonios con la autoridad de la palabra del Hijo de Dios, sabiendo que cualquiera que sea la circunstancia que enfrentemos, tenemos asegurada la victoria. (Lucas 10:18-20). CONCLUSION: Es necesario que, en nuestra condición de creyentes en Dios, ejerzamos la autoridad. Recuerde siempre, que Cristo Jesús nos hizo vencedores. Y si estamos tomados de su mano, toda maldición es rota, porque nos apropiamos de Su Palabra.

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Cap. 5 EL SACRIFICIO DE CRISTO NOS LIBRÓ DE LA MALDICIÓN Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. I sa 53:4

INTRODUCCIÓN: Por nuestras propias fuerzas, difícilmente habríamos sido aceptados delante de Dios. El pecado separa al hombre de su Creador. Eso era lo que ocurría con usted y conmigo. Pero adicional a eso es necesario que recordemos que alguien sin Dios en su vida, es blanco de las maldiciones. Es la consecuencia previsible de la pecaminosidad. I. Que enseña la Biblia al respecto: Las Escrituras nos enseñan que gracias al sacrificio del Señor Jesús en la cruz, todos los factores de maldición que pesaban en contra nuestra, desaparecieron. "Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido." (Isaías 53:4) Fue por nosotros que Él murió, pero también, como consecuencia de su sacrificio, no hay razón para que 17

permanezcamos atados. Somos libres porque el Señor Jesús nos hizo libres. La Biblia dice: "Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados." (Isaías 53:5) Analizamos su situación a la luz de la Biblia. Coincidimos en que, tal como lo dice la Escritura, no hay razón para permanecer en tal estado. Fue el amado Hijo de Dios "...quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados." (1 Pedro 2:24). II .Pida las bendiciones para su vida Eliminada la distancia que nos separaba de Dios, como consecuencia de la muerte sacrificial del Señor Jesús, usted puede pedir a Dios en oración que derrame bendiciones sobre su existencia; no así si persiste en pecar. El texto Escritural señala: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios." (Romanos 5:1, 2. Cf. Efesios 1:5, 6) Y tenga presente siempre que la paga del pecado es muerte, que comienza con tremendas maldiciones por la pecaminosidad en la que quisiéramos permanecer: 18

"He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá." (Ezequiel 18:4) CONCLUSION: Renuncie ahora mismo, en el nombre glorioso de Jesucristo, al pecado. No permita que siga gobernando su vida. Es imperativo que le vuelva la espalda porque de lo contrario estaría poniendo en juego y en burla la gracia de Dios. Si renuncia a todo cuanto le separa del Señor, sin duda podrá comprobar de nuevo cuáles son las bendiciones que derrama el Padre celestial a quienes somos fieles.

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Cap. 6. APROPIÁNDONOS DE LAS BENDICIONES ETERNAS Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Apo 21:1 INTRODUCCIÓN: Cuando comenzamos a movernos en la dimensión de las Bendiciones, es apenas natural que enfrentemos oposiciones. Salen al paso, como ataques de Satanás y sus ángeles caídos, para sembrarnos desánimo en el corazón. Volver atrás, significa una partida ganada para el hacedor de maldad. I. ¿Qué hacer?: Persevere siempre. Con el ánimo dispuesto. Sabiendo que gracias a la obra redentora del Señor Jesucristo tenemos asegurada la victoria. (Mateo 24:13) Sea un guerrero valiente contra el mal. El propio Señor Jesús hizo una importante advertencia cuando dijo: "Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan" (Mateo 11:12. Cf. Lucas 16:16).Observe que en sus palabras encierra un mensaje tremendo y es que hay

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fuerzas ocultas que tratan de impedir que Dios cumpla su propósito, incluyendo el plan que tiene para usted y para mí. Crea en el respaldo de Dios. El amado Maestro dejó claro que la tarea no iba a ser fácil, pero también se evidenció que tendríamos su apoyo. (Mateo 28:18,20) Luche y batalle hasta alcanzar las Bendiciones y la eternidad.) Para alcanzar las Bendiciones que el Señor tiene para nosotros, debemos perseverar y permanecer firmes. Sin dar pie atrás. Dios mismo instó a Josué: "Esfuérzate y sé valiente" (Josué 1:6, 9, 18), y Josué conquistó la tierra prometida. II. Somos Herederos de las Bendiciones y la Vida Eterna: Usted fue llamado a heredar las Bendiciones y la vida eterna. Préndase de la mano del Señor Jesús y avance. Tenga presente siempre que "Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios" (Hechos 14:22), tal como exhortaba Pablo y Bernabé a los creyentes. Nuestro Padre celestial a través de Jesús prometió: "El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo" (Apocalipsis 21:7)

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CONCLUSION: Tenga presente siempre que somos hijos de Dios y herederos con Abraham (Romanos 4:11, 12) y por esta razón debemos andar en las pisadas del Maestro, como dice la Escritura. Si ya renunció a todo lo que le ataba a la Maldición, aprópiese ahora de las Bendiciones que provienen de Dios. Persevere. No se detenga. Alcanzará la victoria, y la vida eterna.

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