Leyes Del Aprendizaje de Thorndike

58 EL CEREBRO Y EL APRENDIZAJE BIBLIOGRAFÍA 1. Brickner, R. M. The intellectual functions of the frontal labes. Nueva

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EL CEREBRO Y EL APRENDIZAJE BIBLIOGRAFÍA

1. Brickner, R. M. The intellectual functions of the frontal labes. Nueva York: The Macmillan Company, 1936. 2. Brown, C. W., y Chiselli, E. E. Subcortical metohanisms in learning. II. The maze", /. comp, Psychol, 1938, 26, 27-44. 3. Columbia-Greystoiio Associates. SelecMve partial ablatían of the fronyj tal cortex. Mettle, F. A. (Ed.), Nueva York: Paul B. Hoeber, Inc., 1949. Sección III, especialmente. , , 4. Franz,-S. I. "Ón the functions of the cerebrum: the frontal lobes", Arch. Psychol. Nueva York: 1907, 1, N» 2. 5. Franz, S. I. Nervotts and mental re-edvcation. Nueva York: The Macmillan Company, 1923. 6. Harlow, J. M. "Passage of an iron rod through the head", Boston Med. & Surg. J., 1848, 39, 389-393. 7^ Hoagland, H., Cameron, D. E., y Rubín, M. A. "Emotions in man as tested by the delta índex of the electroencephalogram", J, gen. Psychol., 1938, 19, 227-245. 8. Jacobsen, G. F. "Functions of .frontal-: associatíon área in primates", Arch. Neurol. Psychiat., J935, 33, 558-569. §. Jacobsen, C. F., y Taylor, F. V. "Behavioral changes associated with lesions of the frontal lobes in monkeys", Psychyol. BwH., 1937, 34, 767. 10. Jasper, H. H. "Electroencephálograhy", Capítulo 14 en Pefield, W. y 1937, 34, 411-481. 11. Jasper, H. H. "Electroencephalography", Capítulo 14 en Pefield, W. y Eríckson, T. C. Epilepa/ and cerebral íocatization. Springfield, Illinois: C. C. Thomas, 1941, 380-454. 12. Klüver, H. Behavior mechanisms in monkeys. Chicago: Uníversity of Chicago Press, 1933. 13. Kreezer, G. "The eleetrp-encephalogram and its use in psychology", Amer. J. Psychol, 1938, 51, 737-759. 14. Lashley, K. S. "Studies of cerebral functions in learning". Psychobiot., 1920, 2, 55-135. 15. Lashley; K. S^ "Nervous mechanisms in learning", en Murchison, C. , / (Ed.), Handbook of general experimental psychology. Worcester, Massaehuseiís: Clark University Press., 1934, capítulo 10. Í6. Lashley, K. S. "Factors límitüig recpvery after central nervous lesions", /. ñero. ment. Dis., 1938, 88, 733-755. 17. Pike¿ F, H., y Chappell, M. N. "On tíie recovery following lesions in the cerebral cortex", Science, 1930, 71, p. 76. 18. Williams, A, C. "Some psycholpgicali correlates of the electroencephalogram", Arch. Psychol, Nueva York: 1939, 34, N' 240,

III

LEYES DEL APRENDIZAJE DE THORNDIKE 1. LOS EXPERIMENTOS DE THOBNDIKE SOBBJE EL APRENDIZAJE ANIMAL

Los estudios que Edward L. Thorndike hizo de la psicología animal señalaron el comienzo del moderno ataque experimental de los problemas del aprendizaje y de la formación de hábitos. Thorndike empezó su obra en Harvard, donde como estudiante hizo varios experimentos con pollos en el sótano de la casa de William James. Más tarde trabajó en la Universidad de Columbia, en el laboratorio de Cattell, y en 1898 obtuvo el grado de doctor en psicología gracias a una tesis que comprendía una serie de estudios'bajo el título de Animal InteHigence: An Experimental Study of the Assocíative Processes in Animáis (Inteligencia animal: Estudió experimental de los procesos de asociación en los. animales). Aunque conservó su interés por la psicología animal, durante los últimos cuarenta años de su vida Thorndike trabajó principalmente en el campo de la psicología de la educación, en el que llevó a cabo cierto número de estudios importantes. t Antes de Thorndike, gran parte del trabajo con animales que realizaron investigadores tales como Lloyd Morgan, Lubbock y Romanes puede correctamente ser llamado experimental, aunque se realizara sin controles de laboratorio adecuados o aparatos especiales. Sin embargo, la mayoría de los autores en materia de psicología animal se contentaban con anécdotas y con observaciones muy interesantes, pero incontroladas, de las hazañas de algún perro o caballo favorito. Muchos de estos relatos son impresionistas y de gran colorido y casi no destacan la lentitud mostrada por la mayoría de los animales al aprender. Indudablemente, rara vez se adjudicó a los animales la capacidad de razonar o pensar, pues esto se consideraba por lo común como una facultad exclusivamente humana, pero sí se consideró a los animales iguales a muchos hombres y superiores a algunos en lo tocante a su capacidad de formar asociaciones y hábitos. Al parecer, no pusieron en duda que aprendían muchas cosas mediante la imitación y el uso de "ideas". Como veremos más 59

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LEYES DE APRENDIZAJE DE THORNDIKE

adelante, los estudios de Thorndike proporcionaron pruebas experimentales que pusieron en tela de duda estas opiniones un tanto ingenuas. Aunque se llevaron a cabo con sujetos animales, los experimentos dé Thorndike tienen amplias e importantes consecuencias para el aprendizaje humano. Por ejemplo, de sus estudios se han desprendido ciertos principios definidos -que caracterizan con suficiente exactitud la manera en que los niños y los adultos forman nuevas asociaciones y aprenden nuevas cosas. Las dos leyes fundamentales del aprendizaje de Thqrndike, la ley del ejercicio y la ley del efecto, a. pesar de las críticas y las enmiendas que se les han hecho, son todavía importantes en la moderna teoría pedagógicaí Y es muy probable que sean durante largo tiempo .consideradas como las más valiosas generalizaciones empíricas con que deben tratar los psicólogos.

EXPERIMENTOS CON PECES Y POLLOS

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aberturas en diferentes lugares. El resultado fue siempre el mismo; en todos los casos, el pE THORNDIKE

¿PIENSAN O RAZONAN LOS ANIMALES?

erti en conjunto' sus curvas de aprendizaje proípendieírionlar§eE¿más suaves;' Esto indicó' a'iTthprndike una mejor obserr vacien, un ataque más planeado y tal vez un aaíyel de inteligen(áavuiKtanto'mas a'ItosríQue los perros aprenden ¡más rápidamente quejaos gatos;;-y! con cierta menos rapidez que losiínonos o los éoaíÍBSJ; parece ser el «consenso de los investigadonés quehan trabajadoi con «stos animales. Sin embargo, la inferioiSdad del: perro respecto del coatí, o inclusive del mono, no está Bien establecida, ;por cuanto en muchas de las pruebas el perro se halla en desventaja porque sus patas no pueden manipular losnartificios mecánicos con la misma facuidad querlos dedos del • coatí o del mono. Además/no podemos estar seguros de que diferentes animales obren de acuerdo con las mismas motivaciones en él momento caque se les somete a prueba. , Experimentos muy semejantes a lo» descritos en relación con perros y gatos fueron llevados a cabo por Thorndike con tres pequeños monos sudamericanos» Se puso a prueba a estos monos para ver cuan rápidamente podían aprender a operar los sencillos artificios mecánicos que les daban acceso a las cajas o les perxnitían salir de ellas, Además, se les enseñó a maniobrar-con un mecanismo'Sencillo mediante el cual podían meter comida a su paja, Los resultados de estas pruebas son interesantes y bien definidos. En: casi tedos los casos, Jos monos aprendieron: rápidamente el truco; a menudo con asombrosa celeridad, que sobrepasaba; con mucho;? en habilidad y-velocidad, a las del perro y el gato.r Probablemente, es de esperarse la superioridad del mono en .pruebas ;de esta cíase¿;.por cuanto»: como ¿señala Thorndike, tierjen^pejor vista que los perros y los gatos; y esta ventaja, además de que tienen dedos, les permite manipular artificios sencíUos cou tná;; facilidad que otros animales. Además, los monos :,50n más: activos y í curiosos? rque otros animales y están mejor dispuestos a jugar con-objetos movibles y manrpularlos." • ''.V ,

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solver un problema", es decir; que observe claramente las relacione^,^utilice "conceptos", saque inferencias o haga comparaciones. Esta: conclusión se desprende con gran claridad de una serie de experimentos que suponían elección y discriminación. Los monos se habían formado el hábito de bajar al piso de la caja desde su lugar acostumbrado, cerca del techo de la misma, cada vez que el experimentador aparecía con comida. Este hábito se utilizó para probar la capacidad de'discriminación del mono, de la siguiente manera.: Cada vez que el experimentador cogía comida con la mano izquierda, el mono era alimentado; pero cuando la cogía con la mano derecha, nunca se le daba aumento al mono. En otra ocasión se le daba comida cuando se cogía ésta de una caja de cartón marrón, y no se le daba cuando el alimento se sacaba de una tapadera de loza blanca; o bien, se le daba comida al ofrecérsele una señal visual (una letra grande o una figura geométrica) y se le retiraba al enseñársele otra. La cuestión era saber si, después de haber aprendido a discriminar entre señales que querían decir comida y las que significaban que no se le daría, el mono podía formarse el concepto general de que: un estímulo significa -comiday-el otro no. Thorndike alegó que la prueba de discernimiento o comprensión de la situación se mostraría si el mono, después de varias discriminaciones de la clase mencionada, percibía ;la relación casi instantáneamente. Por otra parte, si no se mostraba una abstracción clara del principio de elección requerido, podría esperarse que el mono considerara cada discriminación como una nueva tarea que debía resolverse por el método de ensayo y error. Por supuesto, esto se manifestaría en el gran número de pruebas que fueran necesarias para cada nueva tarea. Los resultados de estas pruebas no fueron por completo inequívocos, pero su significado general pareció ser claro. Los monos aprendían con mucha rapidez algunas de las discriminaciones, pero no lograban aprender otras. Thorndike concluyó que no sejhabían formado un concepto claro de lo entrañado esencialmente en todas las tareas, concepto que podrían utilizar para gobernar su comportamiento futuro. Experimentadores posteriores noí han acejit^do las conclusiones^de^Thorndike acerca 4e que, los .monos (y también otros animales) no resuelves .problemas, mediante, el razonamiento y el uso de "conceptos"'. Por lo >menos parte de este "desacuerdo es indudablemente cuestión-de definición. Si por razonamiento se entiende el uso de símbolos —fórmulas verbales y matemáticas—, entonces los animales o bien no:• . -a iJiS""! r. > u.

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¿TIENEN "DISCERNIMIENTO" LOS ANIMALES?

la^caja*íadecuáda. Puesto que lan>eacción' ya no puede ser'a la ,luz, poraetanto ésta yasno1 está' presente^ debe efectuarse respecto ar,álgfe- estímulo sustituto, un rconcepto" u Otra clave mnemotócnica que tal vez sea muscular'o tenga quo ver con la postura. Se hari%shecho estudios comparados del período máximo 'de retraso, al que acompaña el éxito, «on-ratas blancas1, gatos, pe-

a su nariz" hacia la caja de comida y no se necesita ninguna clave mnemotécnica. Si la "puesta en posición" del animal se trastorna; si, por ejemplo, el animal, mientras espera, es obligado a dar la vuelta o a moverse, todavía es capaz de hacer elecciones correctas, aunque al principio demuestre estar muy confundido. ' ; En resumen, el que creamos o no que los animales resuelven problemas mediante el razonamiento o el libre uso de conceptos depende de la -definición que demos de "razonamiento" y de "concepto"'. Parece ser claro que los simios superiores y los monos ^-e inclusive especies inferiores, como la rata, el gato y el perro—sou capaces de resolver problemas que exigen un elevado grado de abstracción; de capacidad para descubrir relaciones, y la persistencia de impresiones en la memoria. Es improbable que los animales hagan uso de símbolos o piensen con la ayuda de un lenguaje, como lo hacen los hombres, pero es tan imposible probarlo como refutarlo.

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El animal se suelta en f f , desde JE; una vez • cu el wnipartimento de respuesta entra en una de las cajas 1K$ y 3, iluminadas ,. en el fondo., (De Huntér, p. 24, modificado.) ' w

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tros, coatíes, monos y simios superiores1. Se ha informado de resultados contradictoriosV-debído en parte.'sín dudtf, a variaciones en; la -disposición del* experimento. En varios experimentos^ por ejempílíl-la'señái eS-Coniíd'a en vez dé luz, y no existe un período d© ídiestpalnifento en el i[tie el animal -aprende qué luz "sigñifica^scoiÉMlá^ Los m(Sñosrsupériores"y los simios inferiores pueden *e;ateci0i|ars %on écito después de períodos de retrasó rnás prolongados qué los -gatos, perros1 o^ r¡atas~ pero la rata blanca demuestra^^*una^ ^bíldad^oirpreridfeté^coniparada' con los perr "JLátéíjnica^de la'réaeción diferida ha' sido iut interesíántéílhallazgo hecho en los experimentos dé: reacción' ^diferida es la importancia qíte la orientación del cuerpo y de la cabeza^ tiene: en^las ratas y -:en 'lós^erros. Después de que 1¿ luz se-ha encendido, éstos anímales tienden a^ríiantéher el cuerpo'-^ 'la ^cabe'Za: 'Óraéíiladbs hacia la caja en que se vio la luz por últunaiív'eZr Güánd61?sé le suelta, el animal simplemente "sigue

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5. ¿RESUELVEN LOS ANIMALES PROBLEMAS POR "DISCEBNJMIENTO"? Otra prueba aducida por Thomdike para oponerse a la tesis de que los animales piensan o razonan es el hecho de que se registran pocas caídas repentinas en las curvas de aprendizaje de sus gatos, perros y monos. 'De acuerdo con Thorndike, las caídas repentinas muestran que el aprendiz ha dado con la solución —ha descubierto las relaciones o conexiones— y que en lo sucesivo puede esperarse que resolverá el problema cada vez que se le presente la misma situación. En vez de este repentino discernimiento» lo que Thorndike descubrió fue que el animal .se iba desprendiendo progresivamente?de movimientos excesivos e inútiles (véase figs. 11 y 13), sin dar muestras claras de que se percatara de cómo había logrado salir, y sin hacer uso tampoco de estas observaciones en pruebas subsiguientes. La opinión de Thorndike de que los animales aprenden casi por completo, si no del'todo, "a la buena de Dios", y manifiestan poco discernimiento del problema a que se enfrentan, ha sido criticada por Kohler y Koffka, que pertenecen a la escuela de la ^psicología de la Géstalt.1 En sus estudios del aprendizaje del chimpancé, Kohler ^descubrió muchos casos de aprendizaje rápido que, según dice, indican que el mono superior percibió repentinamente las relaciones contenidas en el problema. De i Véa»e cap. IV.

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BUEYES

TH0RNDIKE;

¿SE VALEN LOS ANIMALES DE LA IMITACIÓN?

acuerdo: con Thorndike, tal aprendizaje rápido (que, probablemente,, entraña discernimiento) es. de esperarse cuando la tarea es "muy sencilla, muy obvia y muy claramente definida"; pero toda óvei que el problema es «algo->eemplejo, el comportamiento del animal, piensa -este autor, :puedetídescribirse -sin stemor come "estúpido". En opinión de Koffka, por el contrario, el animal muestra discernimiento e inteligencia.cada vez que le es posible percatarse del problema; los errores estúpidos,,'dice, ocurren cuando la tarea nos parece simple a nosotros, pero ¡ño Jó ¡es, easiicon seguridad, para el gato o el pollo. Koffka. alega además que las cajas de truco de Thorndike les ponían a los animales tareas tan difíciles (para el animal, daro está) "qué ;él método "de ensayo y error 7era el'único procedimiento posible ;dé ¡ataque.; A pesar de la dificultad de estas tareas, Koffka señala -casos, en los propios datos de Thorndike, en los. que se presentan: repentinas caídas verticales eri la curva de aprendizaje y'éstas, a su juicio,, indican discernimiento del problema. Es probable que Thorndike subrayara excesivamente la estuidez de la manera con que el animal atacaba el problema, debió en parte, sin duda, a la ctose para comenzar., los 'animales- eran inteligentes ¡( como -indudablemente lo eran los chimpancés de'Kdhler) y cuando la tarea no era muy diferente de Ja' clase de cosas^que el animal hacía habitualmente. • > ©tro''punto • que es preciso considerar es el hecho de que no toda !el|aprendizaje aparece en las fluctuaciones de la curva de aprendizaje. Uña caída repentina en la curva puede ir prece-

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dida de un largo proceso de ensayo y error, el cual no está representado en la curva, tal y como un hombre repentinamente "da en el clavo" de ¿un problema debido a una larga y variada experiencia con problemas semejantes. El chimpancé que de pronto realiza una/hazaña que antes no podía hacer no lo logra, necesariamente, porque .de repente se haga luz en su cerebro. Tal vez hayan precedido a la ;solucjón muchos intentos que no aparecen en la curva de aprendizaje y que el experimentador no ha visto. La importancia de las-experiencias pasadas lia sido demostrada en lam experimento en el que los chimpancés fueron incapaces de resolver un problema, utilizando varas como instrumentos de alcance,; a menos de que, con anterioridad, hubieran jugado con varas, las hubieran unido y utilizado de divci sas juaneras. Maier, que ¡ha estudiado el razonamiento en los animales yen •el; hombre, propone que la solución de un problema pide, ante todo, una selección como resultado de pasadas experiencias con elementos del problema, y también orientación, una idea general o plan de ataque; Esto último es aquello que los animales, lasañas de las veces¿ parecen no poseer. 6. ¿SE VALEN ¿ce ANIMALES DE LA IMITACIÓN PASA BESOLVEK PHOBLEMAS?

Antes de considerar los datos ^experimentales en pro y en contra de la imitación en los animales, f será conveniente hacernos una idea clara de lo que se entiende por el término "imitación". Supóngase que el perro Ateladra'aíun gato que pasa y se lanza en su persécución^.y6queílo: sigue^inmediatamente el perro B, que también ladra al gato y trita-de cazarlo. ¿Es que B está imitando a A? El orgulloso propietario de A probablemente dirá que sí, aunque sea más plausible que B simplemente esté respondiendo al mismo estímulo (gato en movimiento) que A. Se dice que hay imitación cuando una persona o un animal realizan una actíÓtf%ueíes estírnulada1 o instigada por la observación de una conducta semejante en otra persona oí en otro animal. Para que sea una,auténtica imitación, debe satisfacer las siguientes condiciones: primero,, el acto a simitar debe ser desusado y no formar parte ya del repertorio del imitador; en segundo lugar, la conducta imitativa debe acompañar inmediatamente a la observación^ sin que haya pruebas de comportamiento de ensayo y error; en fin, la conducta imitativa debe ser una copia reconocible del comportamiento observado. Guando el aprendizaje se efectúa



expeditamente,' en éstas condiciones^ al proceso puede llamársele !

La afirmación de Thorndike de que sus animales dieron pocas pruebas de aprender mediante la imitación provoca la sorpresa y la -protesta de muchos poseedores de animales- favoritos. Sin embargo, los resultados por él obtenidos apuntan''directamente a esta conclusión. Cuando a un gato, por ejemplo, que no había aprendido a-salir de una caja de truco, le fue permitido observar apotro gato adiestrado, esto no influyó de manera alguna en su comportamiento. Ni tampoco se obtuvo resultado* positivo alguno cuando un gato no adiestrado fue colocado en la misma caja con un gato adiestrado y se le permitió salir cuando el segundo gato abrió la puerta de k jaula. El gato no adiestrado siguió usando el procedimiento alocado como antes; no se obtuvo la menor prueba de que el aprendizaje se había acelerado mediante la observación. Este mismo resultado se obtuvo en experimentos semejantes hechos con perros y pollos. Inclusive monos que habían fracasado en sus esfuerzos para manejar algún mecanismo sencillo fueron incapaces de lograrlo después de haber visto a otro mono o al experimentador hacerlo numerosas veces. En un caso, se le mostró a un monc^durante quince veces seguidas cómo abrir una caja que contenía comida (la puerta quedaba cerrada por una simple palanca). Al fin de este período de adiestramiento, los esfuerzos del -mono no difirieron esencialmente de sus intentos anteriores a la instrucción. Resumiendo sus .observaciones enismateria de imitación, 'Thoradike escribió: "Así pues, ninguna de mis experiencias con estos animales favorece la hipótesis de que-tienen alguna capacidad general de aprender a hacer cosas por ver a otros realizarlas." Podría uno preguntar -^en caso de aceptar estas observaciones— ppr qué es tan común la creencia de que los monos son unos perfectos imitadores. La respuesta de Thorndike es que los monos, siendo como son activos y curiosos, y poseyendo un repertorio de movimientos muy «semejante al-nuestro, harán inevitablemuchas; cosas ¡que parecen -casi humanas. 'Y dice; "Si se dos palillos ,,en un plato, y se coge, uno .de ellos para Üe),a ík, boca, un-mono hará lo mismo, no porque aprovecheíel ejemplo, ¡sino porque AJnstrntivamente se lleva-casi todos los objetos pequeños a k'boca. Debido a su actividad general, a,.sus impulsos instintivos a.rcoger, soltar, morder, frotar, arrastrar, cambiar:, de lugar, dat vuelta, etc., cualquier objeto nuevo que esté a su alcance; debido^ también' a sus movimientos constantes

CINCO PRINCIPIOS'DE APRKNDIZAJE

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y a la variedad de posturas que adoptan, los monos realizan muchos actos semejantes a los nuestros y simulan imitar mucho más que cualesquiera otros mamíferos." Estudios más recientes de la imitación en los monos han puesto en tela dé duda el carácter devastador de los resultados obtenidos por Thorndike. En un cuidadoso estudio de la imitación en el mono, se colocaron dos jaulas una al lado de la otra. En una de ellas estaba un mono que había sido adiestrado para realizar varías tareas: tirar de una cadena que colgaba enfrente de la jaula; abrir una puerta dando vuelta a una perilla; soltar dos aldabas y abrir la puerta, etc. En la otra jaula estaba el mono no adiestrado. Se tornó el cuidado de darle al mono sin enseñar una clara vista ¡del adiestrado, porque estos investigadores consideraban que a los animales de Thorndike no se les había dado suficiente oportunidad de observar el acto que debían copiar. Ahora bien, si el mono no aleccionado copiaba al adiestrado en el intervalo de un minuto concedido —sin que manoseara las cosas o diera muestras de estar usando el procedimiento de ensayo y error— se consideraría que la imitación había tenido lugar. Él 70 por ciento de las tareas fue llevado a cabo con éxito; a menudo en unos cuantos segundos. Contrario a los resultados de Thorndike, estos experimentos indican que •—en condiciones cuidadosamente controladas— el mono es capaz en gran medida de un comportamiento imitativo. Pero debe dársele una oportunidad realmente favorable para imitar, ' 7. ClNC» PEWCSFIOS DEL APEENDIZAJE

Thorndike ha formulado cinco principios que sirven para caracterizar el aprendizaje animal. Consideró que estos principios eran menos importantes que las leyes del ejercicio y el efecto y estaban subordinados a ellas (p. 79). Son los siguientes: 1. Respuesta múltiple, o "reacción variada a la situación. Antes de que la respuesta apropiada pueda recompensarse debe ocurrir. Por lo común, el animal pone en juego todas las respuestas aprendidas o instintivas de que pueda echar mano cuando se enfrenta a un nuevo problema que no comprende totalmente. La respuesta múltiple por lo común supone un aprendizaje por el métodofidel ensayo y*error. 2. Disposición o actitud. Por disposición o actitud se entiende el impulso interno o condición que predispone al animal a una determinada clase de comportamiento y no a otra. Por ejemplo,

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un gato hambriento tratará de esrapafide una gaja , de truco si d^^ un gato bien alimentado se contentará con quedarse dente» -,y permanecer quieto, a menos de qwetse?le;moleste; -o¡ asuste. --J, •. . , • ••. •."••:',•• ;,..*x:n ~'-.n; '. •••..-. •. i.; :..,/. L* 4 ;ü3í!¿eí«Mp.^). .»* ¿: '.¡ ^,v > Un buen ejemplo del aprendizaje humano en situaciones •aproximadamente iguales a las de las cajas de truco- de Thorndike se encuentra en algunos .experimentos' que se han; llevado . a cabo con difíciles! juegos de amllos^chinos". . |¿as curvas; de aprendizaje dé estos acertijos, mecánicos se asemejan notablemente a tas de los perros, gatos y ¿pollos de -Thorndike; pero en vez del ascenso y. descenso irregulares observado en Jas curvas de aprendizaje de los sanimales, son. ¡frecuentes los descensos repentinos. .Éstos, do acuerdo con los informes del sujeto, se presentaban cuando los rasgos mecánicos o principios esclarecedores del acertijo eran captados repentinamente. ; ;? fíio* s •;

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Media una distancia muy clara entre las cosas que los hombres y los animales pueden aprender y las tasas de velocidad a que, las aprenden. Muy pronto, en el curso del aprendizaje humano, a menudo desde el mismo comienzo, el hombre empieza a usar fórmulas verbales. Las soluciones entre las que puede optar son rechazadas o aceptadas simbólicamente, más que por la utilización del procedimiento del ensayo y error; se perciben y aplican principios; se obtiene comprensión del problema. La capacidad de formular principios generales, de desarrollar conceptos, de aducir relaciones abstractas parece ser privilegio exclusivo del género humano. 8. LEYES DEL APBENIOZAJE: LA LEY DEL EJERCICIO

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De sus experimentos con animales Thorndike dedujo sus dos leyes fundamentales del aprendizaje; la ley del ejercicio y la. ley del efecto. Estas formulaciones se desprendieron lógicamente de las leyes tradicionales de la asociación (p. 13). La ley del ejercicio, a la que a menudo se llama ley de la formación de hábito, tiene dos partes, una de las cuales es complemento de k otra. La primera parte, la ley del uso, puede expresarse de la siguiente manera: cuando a una determinada situación le sigue frecuentemente una cierta respuesta o grupo de respuestas, el vínculo entre él estímulo y la respuesta se torna más fuerte mediante el ejercicio asi obtenido. La operación de la ley del uso se ve claramente en las curvas de aprendizaje de las figs. 11 y 13. Una vez que el pollo o el gato han aprendido el truco de escapar de una caja o jaula, sus movimientos se vuelven más rápidos y suaves a medida que se van repitiendo una y otra vez. Lo opuesto de la ley: del uso es la ley del desuso: cuando a una situación dada acompaña rara vez cierta respuesta, la asociación "entreel estímulo yla respuesta se debilita, y el grado de debilitamiento depende de la cantidad de descuido. Por ejemplo, la tendencia a entrar en.un callejón sin salida —fuerte al comienzo del período de aprendizaje— se torna progresivamente más débil por razón del ¿efecto acumulativo del desuso. ¡í i/De inmediato se vienen a las mientes numerosos casos de la ley del uso por lo que toca al aprendizaje humano. El aprender a patinarla guiar un automóvil o a usar una máquina de escribir consiste en lograr ordenar los movimientos adecuados en su propia secuencia primero, y luego en repetirlos hasta que se produzcan rápida, suave y exactamente. Esto es válido también en lo

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LEYES DE

tocante al 'aprendizaje escolar. Para 'hablar francés, memorizar un poema p aprender un grupo de fórmulas matemáticas es necesario repetir (es decir, ejercitar), los elementos de la tarea en su orden adecuado, regularmente y repetidas veces. i>' La formulación'que Thorndike hizo de la ley del'ejercido ha sido' criticada por muchos psicólogos, que la consideran excesivamente mecánica y'piensan que np-presta-suficiente atención a los demás factores ele la'situación: motivos, intereses, adiestramiento especial, etc. Los estudios* que se han hecho de la memoria incidental, estofes, de la memoria de cosas y sucesos a IPS que np se presta atención específicamente, han mpstrado cuan-poco es lo que en realidad sabemos de muchas cosas que constantemente venios a nuesstro alrededor. Un hombre mira su reloj muchas veces al día pero np puede'decir (cuandp se le pregunta) si los números de la carátula son arábigos o romanos; muchas personas np pueden decir con seguridad de qué tamaño p color son los billetes de banco más comunes, p el número p color de la •placa' de su automóvil; otros, inclusive no pueden describir con precisión la forma de sus coches. LPS salpnes de clase pfrecen también muchas pruebas de la'ineficacia de la mera repetición. Se cuenta a menudo el1 caso .del niñp que tenía el mal hábito de decir "jui^m vez de "fui". Para corregir este, hábito, su maestro quedarse en clase después, de la hora de salida para sai el pizarrón.cien veces "fui"., Al terminar su tarea y ver que,-el maestro >yavnp estaba, le dejó la siguiente npta:.*He escritotcien veces 'faí'.y como »o IP encojjtré al- terminar, mej/ut a mi-casa." Este niñp-*videntemente np'estableció ninguna relación* entre escribir "fui'' como castigp^y,decir "jui";~el ejercicio sin comprensión np tuvpicalor ninguno. Los estudiantes no.adquieren habilidades útiles por la jnera repetición: mecánica. LosJíejemplos arriba' mencionados *rrry podrían citarse, muchos aát que la mera ífrecuencia-y|e^la ¡conexión esno;bastapor.sr sola para producir el aprendizaje. "j Lia ley 'del ejercicio Jia sido sujeta .por Thorndike a una riw gurosa serie de pruebas experimentales, a consecuencia de lo cual ha quedado considerablemente modificada. El '"ejercicio" cómo i una determinada -habilidad se-adquiere en ciertas condiciones,' y no;¡comot una causa del'aprendizaje. ,,E1 ejercicio, el ensayo y error, la respuesta-muítiple, son útiles en la medida en •que lej dan 'a la ley del efecto una; oportunidad de operar. Np obstante, las;cpndiciones qué permitan el aprendizaje eficaz de-

LEYES DE APIUENDIZAJE

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ben comprender np sólp la repetición de parte del aprendiz, sino también el interés; la satisfacción y la creencia en la adecuación y valor de la tarea .propuesta. Bajo la ley del ejercicip quedan comprendidas varias subleyes p corolarios que se desprenden inmediatamente de la misma y que a menudo constituyen útiles descripciones de las condiciones necesarias para el aprendizaje efectivo. Estos son los principios de la frecuencia, la vivacidad y la novedad. La frecuencia subraya el efecto acumulativp de la repetición p del esfuerzp repétidp. El mejoramiento en una determinada función usuahnente es rápidp al principio. Sin embargo, tarde o temprano, se alcanza un límite fisiológico", más allá del cual las nuevas repeticiones tienen ppcp efecto beneficipso. Esto es válido por lo que hace tanto al aprendizaje de la tabla de multiplicar o a la memorización de poemas como por lo que respecta al aprender a bailar o a patinar: la repetición es necesaria hasta cierto punto, pero después de éste probablemente tendrá muy escaso valor (p. 80). La novedad se refiere al hechp comúnmente pbservadp de que las habilidades recientemente aprendidas p practicadas marchan con mayor suavidad y están menos sujetas a error que aquellas que hemos dejadp de practicar durante ciertp tiempo. La maypría de tos adultps atareadps han plvidadp completamente el algebra P el latín que aprendieron en la escuela (a menps de que sean maestros de esas disciplinas); perp recuerdan bien los detalles necesarios de su negocio P profesión. El lado negativo de la ley-de la novedad lp cubre la ley del desuso. Las actividades en ptro tiempo aprendidas, pero no practicadas recientemente, tienden a deteriorarse con el pasp del tiempp. La vivacidad P intensidad quiere decir que el ejercicio activo e interesado es más beneficioso que la repetición pasiva y negligente. Si eL aprendiz se propone con vigor y detenninación aprender una determinada tarea, si posee, como dice William James, la "voluntad de aprender", avanzará más rápidamente que si> sencillamente, se sienta a esperar que, de una u otra manera, le llegue la deseada información. La vivacidad explicará por qué un muchacho se aprende su Manual de Boy Scout y las complicadas reglas de un deporte con mayor, rapidez que sus lecciones de piano o de doctrina cristiana. Todos estos principios del aprendizaje se descubren en los procedimientos de la moderna publicidad. Una y otra vez (frecuencia y novedad) en los periódicps, la radio, las revistas, IPS

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LEYES DE APRENDIZAJE DE THORNDIKE

ESTADO ACTUAL DE LA LEY DEL EFECTO

anuncios luminosos' (vivacidad) se nos habla de los méritos particulares de alguna marca de cigarrillos o de pasta dentífrica. A consecuencia de este bombardeo, 4a mayoría de nosotros llegamos a familiarizarnos con los nombres y lemas de muchos artículos y marcas, y esta familiarización nos predispone a la compra de estos productos. En el salón de clases, tales principios pueden observarse constantemente. Existen la repetición y las tareas (frecuencia); el repaso inmediato y la recitación (novedad); y, finalmente, se intenta relacionar el sujeto de las matemáticas o de la literatura, de todas las maneras posibles, con las necesidades e intereses cotidianos del estudiante (vivacidad).

acaricia; al número 2 se le 'acaricia solamente; al 3 no se le hace ningún caso; al 4 se le echan unas gol ¡tus de agua y ul 5 se le empapa de agua. ¿Quó ocurrirá cuando vuelva u llamarse por segunda vez a los gatos? Es fácil predecirlo. El gato número 1 acudirá rápida y prontamente cuando se lo llame; el número 2 probablemente vendrá, pero no coa la misma presteza; tal vez el 3 también acudirá, pero con todavía menos rapidez; el 4 tal vez pruebe de nuevo, pero si se le vuelve a salpicar es seguro que dejará de hacerlo; y el gato número 5 no sólo no acudirá, sino que (si es un gato normal) echará a correr en sentido contrarío. En este caso, el resultado final, lo que le ocurre al gato, es el factor primordial de la modificación de la conducta.

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