Levantando Círculos Mujeres en Círculo Por La Tierra

Círculos de Mujeres UNA GUÍA PARA INSPIRARTE Y SER PARTE DE UN PROCESO QUE YA ESTÁ EN MARCHA Un propósito de Mujeres en

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Círculos de Mujeres UNA GUÍA PARA INSPIRARTE Y SER PARTE DE UN PROCESO QUE YA ESTÁ EN MARCHA

Un propósito de Mujeres en Círculo por la Tierra. Este archivo ha sido gestionado por: Aflora Mujer http://afloramujerluna.blogspot.com/ FB: Aflora Mujer Samai Mujer Medicina. FB: Círculo de Mujeres-Corazón de Luna www.samai-mujermedicina.com

Bienvenida…

Está es una guía para inspirar a todas las mujeres a realizar Círculos de Mujeres, sanarnos y ayudar al planeta entero, y a toda la humanidad. Contribuyendo a acelerar el proceso que YA ESTÁ en marcha… ¡¡Bendiciones!! Que el amor te rodee…

Círculos de Mujeres

Un poco de historia... y una gran inspiración. EXTRACTOS DEL TEXTO DE JEAN SHINODA BOLEN DEL LIBRO "EL MILLONÉSIMO CÍRCULO".

El centésimo mono es un relato que inspiró a los activistas antinucleares a seguir hacia adelante cuando la voz del sentido común decía que la carrera armamentista era imposible de detener. Ellos creyeron firmemente en el mensaje y la moraleja de este cuento alegórico basado en la Teoría Mórfica del biólogo Rupert Sheldrake, que postula que la conducta de una especie cambia cuando las condiciones dentro de ella alcanzan un nivel crítico, es decir, cuando se manifiestan en un número exacto de sujetos; a raíz de ello, el comportamiento y los hábitos de la especie entera experimentan una transformación. La versión más extendida de este relato fue la que escribió Ken Keyes, Jr., y dice así: Durante treinta años, un grupo de científicos se dedicó a estudiar las colonias de monos que habitaban diversas islas, separadas entre sí, en las inmediaciones de las costas del Japón. A fin de hacer que los monos bajaran de los árboles para poder estudiarlos de cerca, los investigadores solían arrojar boniatos en la playa a modo de cebo, y cuando los monos acudían a saborear el almuerzo gratuito, tenían la ocasión de observarlos en detalle cómodamente. Un buen día, una mona de dieciocho meses a la que llamaban Imo se acercó a lavar su boniato en el mar antes de comérselo; supongo que sabía mejor limpio de arena o de pesticidas, o quizá adquiría de ese modo un ligero gusto salado que resultaba agradable al paladar. Imo enseñó a hacer esto a sus compañeros de juegos y a su madre, sus compañeros se lo enseñaron a las suyas, y paulatinamente fueron cada vez más los monos que empezaron a lavar sus boniatos en lugar de comérselos rebozados en arena. Al principio solo las hembras adultas, a imitación de sus crías, aprendieron a hacerlo, pero poco a poco otros aprendieron también. Al cabo de un tiempo, los científicos se dieron cuenta de que todos los monos de la isla lavaban sus boniatos antes de llevárselos a la boca. Pero, aún cuando éste era un hecho significativo, fue aún más fascinante descubrir que aquella alteración de la conducta no se había producido es esta isla únicamente, sino que, de pronto, los monos de todas las demás islas habían empezado también a lavar sus boniatos a pesar de que nunca había existido contacto directo entre las colonias de monos de unas islas y otras.

El centésimo mono era el hipotético mono que anónimamente había inclinado la balanza de forma decisiva para la especie: aquel cuyo cambio de conducta significó que todos los monos, a partir de este instante, lavarían los boniatos antes de comérselos. A modo de alegoría, El centésimo mono alienta la esperanza de que cuando un número decisivo de personas transforme su actitud o su comportamiento, la cultura en su totalidad se transformará. Unos pocos empiezan a hacer aquello que era impensable, y pronto son muchos quienes lo hacen; y cuando un cierto número de individuos cambia, esa nueva conducta forma arte indivisible de cómo somos y de lo que somos como seres humanos. Alguien tiene que ser el mono número treinta y siete, y el sesenta y tres, y el noventa y nueve antes de que le llegue el momento al mono número cien…, y nadie sabe cuán cerca está de ese momento, o a qué distancia se encuentra el centésimo mono hasta que, de repente, está allí.

Como Imo y sus amigos Para que la cultura humana cambie –para que exista el centésimo mono- es necesario un equivalente humano de Imo y sus amigos, pues sólo de esa manera podrá el patriarcado incorporar, por un lado, la sutil sabiduría y compasión asociadas al aspecto femenino de la humanidad, y, por otro, la sabiduría indígena que implica una conexión con todos los organismos vivos del planeta, y llegar de ese modo a un equilibrio. Creo de verdad que eso será lo que ocurra cuando haya un número decisivo de círculos de mujeres: para que el sistema patriarcal cambie ha de existir un millonésimo círculo. Y ha de ser así porque lo que el mundo actualmente necesita es una inyección de la clase de sabiduría que las mujeres tienen, y la forma misma del círculo es una encarnación de esa sabiduría. La famosa expresión de Marshall Mc Luhan “el medio es el mensaje”, sin duda, puede aplicarse a los círculos de mujeres, ya que en un círculo no existen las jerarquías…, y eso es la igualdad; es así como una cultura se comporta cuando escucha y aprende de cada uno de sus integrantes. Están empezando a aflorar círculos en todas partes: círculos de mujeres que se alientan y confortan unas a otras, círculos de sanación, círculos de sabiduría, círculos de hermanas, de mujeres sabias, de madres de un clan, de abuelas…, círculos de ancianas y de mujeres en camino de serlo, círculos que perduran a través del tiempo y círculos creados con un fin preciso, incluso círculos de mujeres en el ciberespacio y en el mundo de los negocios. Reunirse en un círculo y aprender a estar en él es hacer lo que hicieron “Imo y sus amigos”. Cuanto mayor sea el número de círculos, más fácil será que nuevos círculos nazcan: así es como funcionan los campos morfogenéticos. Cada círculo es una regeneración de la forma arquetípica, está inspirado y

sustentado por todos los círculos de mujeres que han existido, y él, a su vez, hace una aportación al campo de energía arquetípica que facilitará el camino al círculo siguiente. Los campos morfogenéticos y los arquetipos se comportan como si hubieran conocido una existencia previa e invisible fuera del espacio y del tiempo, resultan instantáneamente accesibles cuando nos alienamos con esa forma, y encuentran expresión en nuestros pensamientos, sentimientos, sueños y acciones. El círculo, y especialmente un círculo sagrado, es mucho más que la experiencia de esta generación.

Obsérvalo, hazlo, enséñalo Obsérvalo, hazlo, enséñalo. Cuando estaba en la Facultad de Medicina, éste era el mantra del estudiante, y ése el método por el que aprendían los médicos: un modelo de aprendizaje basado en la experiencia directa. De carácter muy similar son las experiencias dentro del círculo; aunque tal vez el primer círculo que veas se halle sólo en tu imaginación, es posible que después te unas a un círculo de mujeres, o que tú misma formes uno. Estar en un círculo es una práctica de aprendizaje y crecimiento que se nutre de la experiencia y la sabiduría, del compromiso y el valor de cada una de las mujeres que hay en él. Los círculos pasan por distintas etapas y cambios, florecen o flaquean, sanan o causan dolor a sus miembros, y pueden ser una experiencia transitoria o imperecedera. Del mismo modo que cada miembro aporta al círculo su saber en el campo de las relaciones, esto funciona en sentido inverso, es decir, la experiencia del círculo puede tener un radical efecto positivo en las relaciones exteriores al círculo, puesto que proporciona un modelo, un espacio donde comunicarse con sinceridad y afecto hasta que ésa sea la forma de comunicación habitual en tu vida, y sea también la que esperas de los demás. Esto, a su vez, puede llevarte a cambiar la estructura patriarcal de tus relaciones personales, y, a medida que empieces a cambiar tus relaciones, ese cambio se expandirá. Igual que cuando arrojas piedrecillas en un estanque, del impacto de cada cambio nacen anillos concéntricos cuyo movimiento ondulatorio se extiende y provoca un efecto en otras relaciones. Desde el círculo uno al millonésimo círculo Formar parte de un círculo lleva a formar parte de otros. Al igual que los colonos de la antigua Grecia, que antes de abandonar su ciudad natal acudían al templo y, del fuego que ardía en el centro del hogar circular, tomaban brasas con las que encender el fuego del que ahora sería su nuevo templo, y al igual que la muchacha recién casada tomaba ascuas del hogar materno para encender la lumbre en su nueva casa, cualquiera que haya formado parte de un círculo sagrado puede llevar ese espíritu –así como ese arquetipo y ese campo morfogenético- a un nuevo círculo o a otro aspecto de su vida.

Tal vez te pongas en movimiento y formes un círculo nuevo, o sin moverte pongas en marcha un segundo círculo; quizá al hablar de tu círculo con una amiga hagas que se sienta inspirada y sea ella quien cree un nuevo círculo de mujeres, o es posible que mientras leas este libro decidas que quieres participar en uno. La propagación de los círculos se asemeja, por tanto, al modo en que se reproducen las fresas, cuyos tallos rastrean la tierra sembrándola de estolones que se convierten en futuras plantas, y éstas un día, a su vez, crearán todo un campo rebosante de estas frutas. Los círculos de mujeres se forman de uno en uno, y cada uno logra que la experiencia de haber estado en un círculo se expanda a otras mujeres, ya que cada mujer a la que un círculo ha ayudado a cambiar lleva consigo esa experiencia al mundo de sus relaciones. Y será así hasta que, finalmente, un día nazca un nuevo círculo… que será el millonésimo círculo, el decisivo, y que iniciará para la humanidad la era post-patriarcal. El Millonésimo Círculo – Jean Shinoda Bolen Editorial Kairós.

Como comenzar el círculo… ¿Qué, quiénes, cómo, dónde, cuándo? ¿QUÉ ES? Un Círculo de Mujeres nace con un propósito fundamental, que es… que las mujeres puedan hablar y ser escuchadas, así también desde allí sanar- se y restaurar la hermandad femenina en pos de ayudar a la Madre Tierra en su viaje de transformación y limpieza. ¿QUIÉNES LO FACILITAN? Un Círculo de Mujeres puede ser realizado por mujeres que tengan el interés de actuar creativamente ante el cambio que nuestro planeta nos pide. El círculo lo convocan la unión y el amor y lo facilita la mujer que tenga el entusiasmo, la voluntad y la decisión para llevar acabo está labor creativa. ¿CÓMO EMPEZAR? La geometría del círculo es la medicina importante de considerar, pues dentro de un círculo la energía no tiene jerarquía, en él hay igualdad pues todas estamos en la misma distancia del centro que mueve a este círculo y a todos los círculos. La ubicación física de cada una de ellas es igual a la del resto de las mujeres del círculo. A medida que el círculo gira, cada mujer, al llegar su turno, habla mientras las demás la escuchan. "Un círculo de mujeres es un espejo multifacético en el que cada mujer se ve a sí misma reflejada...el círculo es un ritual sagrado, es el encuentro de mujeres implicadas en una manifestación artística capaz de cambiarnos a nosotras mismas y al mundo..." La Mujer que sostiene la ceremonia lo hace a modo de hilo conductor, va guiando las transiciones entre la palabra, el canto, la meditación o lo que venga. Es importante ayudarnos de la geometría circular, pues es un símbolo importante que despertará UNIÓN entre todas, es por esto que conviene ordenar la forma del círculo, no con la idea de establecer una estructura fija, sino por respeto a las participantes.

Dentro del círculo nos sirve tener: Una guardiana del fuego (si es que lo realizas al aire libre) que es la mujer que alimenta el fuego sagrado y lo mantiene, y por protocolo le pedimos permiso para ofrendar. Una guardiana del tiempo (que nos ayudara a respetar el tiempo de todas para expresarnos y a no excedernos en el uso de la palabra, así se fija un tiempo para que cada una hable, por ej.: 2-3 minutos por mujer).

Datos: ¡¡¡El uso de la falda ¡¡¡ Su utilización tiene dos propósitos: Primero: permite que a nuestro subconsciente llegue directamente el mensaje de que somos mujeres, de que nos reconozcamos las unas a las otras como mujeres. En la actualidad también usamos pantalón, sin embargo por miles de años ha representado el atuendo femenino y diferencia la energía. Segundo: Si estamos alrededor del Fuego Sagrado, nos sirve cuidar nuestro pulso femenino, ya que el pulso del Fuego es masculino y no nos conviene que intervenga con el pulso de nuestra vagina. La falda puedes usarla sobre el pantalón. O colocar un pareo sobre el pantalón.

Un círculo ceremonial En un Círculo de Mujeres pueden tener acceso a una energía creativa muy sana, real y amorosa. Es por esto que pueden acceder a realizar rituales de paso, como las llegadas de las estaciones, equinoccios, solsticios, fases de la Luna…, cualquier acontecimiento que implique un significado. Recordarles aquí que no es necesario saber el ritual más antiguo o más hecho en la historia de la humanidad, más bien retoma tu nexo con la fuente de creatividad, siempre honrando y respetando sin dañar a nadie y focaliza tu intención, pues el valor del ritual no está en lo que se hace, sino en el espíritu con el que se hace…, eso es lo que le confiere valor. El matiz sagrado y ceremonial lo otorgan los símbolos que puedas desplegar en el círculo, por ejemplo, en algunos círculos comenzamos con una inhalación y exhalación, honrando nuestro vientre de luz, tu útero sagrado, y llamando de corazón a tu linaje femenino para que asista también en este círculo.

Puedes también tener incienso o alguna mezcla de hierbas como salvia y romero o almizcle y mirra, o mejor aun palo santo o copal, y permitir que ese humo limpie, sane y armonice a las mujeres. También puedes abrir el círculo invitando a los guardianes de las 7 direcciones, norte, sur, este, oeste, cielo, tierra, centro, y útero… también a los elementos agua, aire, tierra, fuego, éter. Agregar danzas y cantos, o simplemente mover tu cuerpo al sonido de alguna música elegida, que puede ser en cd o creada por las mujeres del grupo. Y como en todos los círculos, no hay una única manera de hacerlo. ¿ DÓNDE? El lugar donde lo realices puede ser el espacio donde vives (departamento o casa), centros de yoga o meditación, al aire libre en un cerro, etc. Lo importante no es donde se re-une el círculo, sino si ese lugar puede servirle de santuario: si puede ser un lugar intimo, a salvo de la intromisión de otras personas y de ruidos, un lugar donde, se puedan cerrar las puertas y haya silencio, y donde el escándalo de las carcajadas y de las expresiones de alegría de un Círculo de Mujeres no moleste tampoco a nadie. ¿CUÁNDO? Los Círculos de Mujeres pueden realizarse en cualquier momento, bajo cualquier iniciativa…, sin embargo si optamos por vincular la medicina de los círculos con la medicina de la Luna, conseguimos multiplicar la energía femenina, sanar la hermandad, restaurar nuestro poder y la energía magnética. En Luna Nueva (Luna Negra): Ha sido desde tiempos inmemorables el momento privilegiado para juntarnos a celebrar que somos mujeres; durante esta fase la Luna se oscurece totalmente, la luz del Sol está ausente, no hay intervención de las fuerzas masculinas de la Naturaleza… y de ese modo, podemos acceder directamente al subconsciente femenino, ayudando a sanar nuestras heridas históricas, ancestrales… y también nuestra Sombra. Al incorporar la medicina de la Luna a los Círculos de Mujeres, la atención se vuelve hacia nuestro cuerpo, pues la influencia de la Luna sobre las aguas de nuestro cuerpo puede ocasionar CRISIS CURATIVAS, que son episodios de limpieza y depuración, que nos ayudan a mover y eliminar las emociones reprimidas. Puede que nos asuste en primera instancia esta reacción, pero si observamos atentamente veremos que es parte del proceso de sanación.

El cuerpo es fundamental, es nuestro soporte en esta vida, y siempre que nos avise y nos muestre un desequilibrio pues hay que ponerle mucha atención a las señales que muestra y que se observan como “síntomas”. En Luna Creciente: Momento para intencionar. Idóneo para pulsar la atención en nuestros nuevos propósitos. En Luna Llena: Nos convoca la unión entre hombres y mujeres, es una instancia para amplificar el rezo, pues nos encontramos unidos desde la hermandad hombres y mujeres. Este es el momento de integración entre la conciencia solar y el subconsciente lunar. También puedes hacerlos solamente de mujeres. En Luna Menguante: Momento de soltar (menguar) y depurar el cuerpo emocional.., es el momento lunar preciso para hacer catarsis.

TIEMPO DE RE-UNIÓN Algunos círculos se re-unen durante 3 a 4 horas. La persistencia del círculo en el tiempo dependerá del compromiso de sostener un círculo y de caminar la medicina de los círculos, no es solo con una misma, sino con todas las mujeres, con la energía femenina, con la sanación e integración. Con la humildad de ser un canal para todas las mujeres.

La preparación del círculo… A.- Crear un espacio a modo de altar alrededor del cual se congregaran las mujeres. El altar lo puedes construir con materiales naturales, puedes colocar un manto o paño y sobre él se colocan velas cuyos colores tengan que ver con los cuatro elementos. Por ejemplo, una vela como luz, fuego y un incienso prendido en el NORTE; una daga, espada o pluma para convocar el aire en el ESTE, una copa con agua para este elemento en el OESTE, piedras, monedas, cristales, semillas simbolizando la tierra en el SUR. Un espejo que simboliza la Luna en el CENTRO. También flores, joyas, objetos de poder… y si así gustas, alguna ilustración de alguna diosa o arquetipo femenino que aflore en el momento. Este espacio es SAGRADO. B.- Pasar de la charla social al Círculo Sagrado requiere antes que nada captar la atención de cada participante: ¿mediante un sonido?, ¿unas palabras? Piensa de antemano como se hará.

C.- Puedes comenzar con el “círculo de la palabra”, que ayudara a que las mujeres entren en confianza y desbloquen su mente del temor de expresarse frente a mujeres (puede comenzar la mujer que facilita a modo de ejemplo) Aquí es importante considerar un báculo de la palabra o bastón de la palabra (una vara de madera que te regale la Naturaleza), o una pluma de la palabra o algo que sea un punto de atención para que quién lo tenga sea un foco de atención para todas. Mientras el báculo está es sus manos, es ella quien tiene la palabra, TODA la atención del Círculo y nadie la interrumpe. El báculo nos ayuda a escuchar con mayor atención y generalmente, a dar forma a nuestros pensamientos antes de comunicarlos. D.- Recuerda que todas y cada una de las mujeres deben sentirse cómodas, por eso explica de qué se trata esta unión, el báculo, la meditación que hagas, el todo del círculo, etc. Muchas pueden llegar solo guiadas por su intuición sin siquiera tener alguna idea de a que es a lo que van…, sirve que cualquier elemento nuevo o desconocido para las mujeres inspire confianza y no recelo. E.- Estás creando un círculo con un centro de luz y amor. Conserva en tu mente la imagen de un círculo o la imagen de un fuego que arde en el centro de un hogar circular, pues una imagen, un arquetipo imbuye de energía al círculo. Para centrar el círculo puedes hacer danzas circulares, un canto sagrado, una meditación, o simplemente juntar tus manos al centro y respirar tranquilamente todas juntas, no necesitas saber ni de terapias, ni de sanaciones, ni de meditaciones…, todo fluirá en el círculo para ser una facilitadora y un canal de lo que esas mujeres precisan. Y si has asistido a algún círculo de mujeres y te gusto lo que se hacía en él, la dinámica más noble es OBSERVALO- HAZLO- ENSEÑALO. Y agradece….

Datos: El CANTO es energía de celebración, alegría y gratitud…, es el rezo en movimiento. El TAMBOR sostiene nuestra relación con el pulso de la TIERRA y también con el corazón. Es importante hacernos cargo de lo que cantamos, ser responsables, pues la palabra construye la realidad. Es importante no tener miedo a desestructurarnos, el movimiento nos permite hacer una toma de conciencia a través del cuerpo.

F.- Formas Rituales. En el contexto de los círculos muchas mujeres eligen presentarse y nombrar su nombre completo como un modo de honrar a su padre y a su madre. Sin embargo cada quien tiene la libertad de presentarse como guste, incluso elegir la forma en que quiere que la llamen en el círculo, pudiendo ser diferente a su nombre civil. Es importante destacar que a veces no estamos listas para reconciliarnos con nuestra historia familiar y eso merece respeto, sin embargo conviene agregar que honrar a los padres no significa honrar sus personalidades o incluso tener nuestros asuntos sanados, sino simplemente reconocer que nosotros los elegimos (acuerdo sagrado) y que nos posibilitaron nuestra existencia en la Tierra. Las heridas se van sanando con el tiempo. También existe el AHO (AJO) Y EL AHA (AJA) que son formas de aceptación en el contexto ceremonial. Esta forma proviene de la tradición Lakota y significa “ mi corazón está en gozo”. Las mujeres dicen AJA y los hombres AJO. G.- ACUERDOS 1. Es importante especificar el propósito del círculo -el rezo-. 2. Definir el momento a realizar (fase lunar, día, hora y que llevar) 3. Si tienen báculo de la palabra, confeccionarlo con materiales nobles. 4. Establecer si habrá intercambio (dinero- trueque, aporte voluntario) porque eso agrega responsabilidad a las relaciones. 5. Medios de difusión / claridad en los datos. ¡Todas las mujeres son bienvenidas¡ 6. Sugerir el uso de la falda. 7. Hacer hincapié en no interrumpir a las demás, en poner atención y ser responsables con el uso del lenguaje. 8. Cuidar la energía del círculo: apagar celulares, no fumar, no consumir hierbas de poder, etc. Es importante tener firmeza y la claridad suficiente para poner límites.

La creación de un círculo de iguales… La idea de un círculo de iguales es un propósito común. Cada mujer del círculo tiene importancia para sí misma y para el círculo, ya que cada mujer contribuye al círculo con su presencia y, cuando se expresa, con su discernimiento y las experiencias que comparte. Cada mujer es responsable ante el círculo de prestar atención a lo que está sucediendo en su interior y en el círculo buscar la manera de expresarlo. Cuando comenzamos a circular es fundamental estar muy atentas a cada ruido o distorsión interior, a las proyecciones que hacemos sobre las demás mujeres y los juicios de valor que surgen mientras otras hablan; aprendemos que las mujeres del círculo son nuestro espejo y que tanto lo bello como lo feo que vemos en ellas es un reflejo de nuestro interior. Es importante estar al acecho, observar atentamente nuestros personajes internos (anciana- niña interior- victima- diva- etc.) Algunos de estos personajes se nutren del colectivo, constructiva y destructivamente. Por eso tienen tanta energía. Es importante saber que en todo círculo hay mujeres con mayor facilitad de palabra, con mayor rapidez para reaccionar o llegar a una conclusión que otras. El equilibrio nace de escuchar a cada una de ellas. Igual de importante es considerar la HONESTIDAD en el círculo pues hay que dejar que hable el corazón y la cabeza a su servicio, de lo contrario no fluye la medicina. Ser consientes de que estamos trabajando en grupo, no se trata de ver en el círculo un interés personal, de búsqueda de protagonismo. El patriarcado nos ha inculcado la idea de que necesitamos a alguien que nos enseñe, y eso nos crea dependencia del “MAESTRO- MAESTRA” acapara y jerarquiza el conocimiento, lo mediatiza. Por este motivo como sugerencia saquemos de nuestro vocabulario la palabra APRENDER y ENSEÑAR y cambiémosla por RECORDAR.

Cómo centrar el círculo Primero recordar el rezo… que es sanar la hermandad femenina… y todo lo demás viene por añadidura y al servicio de este propósito. Cuando un círculo de mujeres se congrega alrededor de un centro, adopta la forma de una rueda invisible o mandala.

El círculo se re-une como si rodeara un fuego sagrado que ardiera en el centro de un hogar circular. Es el centro lo que hace especial o sagrado: el centro invisible que actúa como fuente de energía, compasión y de sabiduría. El sentimiento de conexión con el centro es puramente intuitivo y subjetivo, puede ser cantando, bailando o tarareando una melodía, cada mujer entra en contacto con su propio centro y de ahí ejerce contacto con el centro del círculo, se siente parte de la rueda invisible que mueve la energía, se conectan desde su centro personal, para mantenerse conectada a todas las componentes del círculo, a través del centro. Esto es lo que hace del círculo un lugar sagrado, y esto es lo que hace a las mujeres que lo constituyen, incluso si eran solo unas extrañas al principio, sentirse como en casa. Es importante considerar que luego de vivir su primer círculo, muchas mujeres toman esa primera instancia como una semilla en sus vidas, genera grandes cambios. Sepas o no sepas a lo que vas, surge el periodo de gestación luego de tu experiencia circular, un tiempo de formación y crecimiento en el que cada mujer, sola, decide si está dispuesta o no a establecer un compromiso de su tiempo y de sí misma con el círculo (esto no la hace depender de asistir solamente a ese círculo, todas tienen el ofrecimiento a compartir en otros círculos).

El círculo debe ser un lugar seguro y confiable… “Te sientes segura en una relación cuando puedes confiar en que la otra persona no te mentirá, ni se aprovechara de ti; en que no asumirá una actitud de superioridad a tu costa y no revelara tus confidencias ni se entrometerá en tu intimidad”. Jean Shinoda Bolen

Un círculo es la figura contenida en una circunferencia sin fisuras y es símbolo de la totalidad, lo que define al círculo es el borde, la línea que lo delimita; cuando ésta se rompe, deja de ser un círculo. Este límite es la capacidad que posee el círculo de preservar sus contenidos, pues es primordial que exista en él confianza. Lo que se comunica como confidencia se mantiene como tal; es así de simple.

De lo contrario nos hallaremos ante un grupo de mujeres que no confían las unas de las otras, ante una reunión de mujeres en cuya compañía se ha de llevar puesta una máscara y una armadura social. Eso no es un Círculo Sagrado. Para que un Círculo de Mujeres sea un lugar seguro, lo que en él se diga debe ser tratado con respeto, por más digna de lastima o vergonzosa que sea una confesión, por más que pudiera prestarse como sabroso objeto de cotilleos. Pues revelar la propia intimidad requiere valor y confianza. El círculo es un lugar seguro pues constituye un espacio uterino capaz de acoger nuevas posibilidades, donde la mujer y su sueño encuentran apoyo cuando éste no sea todavía más que un esbozo sin definir. Un círculo acoge el sueño de esa mujer confidencialmente y sustenta la posibilidad de que se realice.

REFLEXIONES -Un círculo de mujeres no es una forma de terapia individual, la energía sanadora es para todas. Esta es una de las razones por las que sirve contar con una Guardiana del Tiempo, de manera que ninguna acapare la palabra y la atención. -El rezo del círculo no es tener un club de amigas, pues para eso existen otras instancias. - Este es un espacio para RECORDAR, para permitir que emerja nuestra sabiduría ancestral.

Un círculo en apuros Los círculos de mujeres sufren el mismo tipo de problemas que tienen las mujeres en el resto de sus relaciones, en las de amistad especialmente. Es posible que te encuentre con choques de personalidad, proyecciones negativas, ira, prejuicios, juicios y sentimientos heridos. En algunos círculos donde dos o más lo facilitan, si los acuerdos y guardianías no están claros pueden crearse competencias por el protagonismo…, por lo que sirve mucho sostener re-uniones previas para aclarar el propósito y acordar quién se hará cargo de qué. E incluso ese tipo de situaciones nos permiten reflexionar sobre lo que hemos experimentado, presenciado y aprendido en el círculo. Y expresar gratitud por el favor que nos han hecho de mostrarnos lo que puede

suceder cuando no caminamos atentas y cuando no abordamos los temas grupales desde acuerdos bien claros. Si se da el caso de que facilitas el círculo con ayuda de 2 o 3 mujeres más es muy importante que efectivamente se compartan los roles para así poder tener cada mujer una misión y desempeñarla con júbilo al momento de convidar la sabiduría que cada una tiene.

Cómo mantener un círculo saludable “En principio, cada mujer cuida de su propia psique y la del círculo”. 1.- Cada mujer le sirve tener presente el propósito y la imagen del círculo con su centro de amor, luz, igualdad y confianza, especialmente cuando surgen problemas. 2.-Cada una busca su propio centro en el silencio de la meditación y pide en sus oraciones sabiduría, compasión, discernimiento, y valentía para sí misma y para el círculo. 3.- Cada mujer examinara su psique y se hace cargo de las proyecciones y espejos que ve en la otra o en el reflejo incomodo que le pueda llegar a causar otra mujer. Y si eso ocurre preguntarnos ¿estoy proyectando mi sombra en alguien más? ¿se trata de un estado de concentración en el que habitualmente caigo debido a mis complejos? Dependerá de cada mujer ser un espejo claro y compasivo. Lo que vemos depende de la calidad de los espejos y de la iluminación, los cuales pueden ser amables con nosotras o no serlo.

“Puede que el arquetipo del círculo sea perfecto; un círculo de mujeres

nunca lo es. Pero si mantiene el contacto con su centro cuando los problemas surgen y hay sabiduría, amor, honradez y cabida para las equivocaciones, el círculo es más que “aceptable”, es creatividad, es una obra de arte en construcción”.

¿Y cómo finalizar el círculo? Al igual que hay maneras de abrir el círculo, hay maneras de cerrarlo: palabras, un ritual, un sonido, el silencio; apagar las velas… o simplemente decir “confiemos las unas en las otras hasta que volvamos a encontrarnos” o “NAMASTE”: la divinidad que hay en mí, saluda a la divinidad que hay en ti”, “la diosa que hay en mí, contempla la diosa que hay en ti”.

“El cambio de esta humanidad comienza por los círculos de mujeres, cada uno de ellos es como una piedrecilla que se arroja a un estanque. El efecto que el círculo produce en las mujeres que lo forman, y el efecto que esas mujeres tienen, es una influencia que se expande como anillos concéntricos. Obsérvalo, hazlo, enséñalo. Sé una influencia allá donde estés. Si hay suficientes mujeres que aprenden unas de otras y modifican su conducta, las creencias y el modo en que se hacen las cosas puede cambiar.”

“Cuando un numero decisivo de sujetos- el centésimo mono o el millonésimo círculo- incline la balanza, se abrirá la puerta a una nueva era y el patriarcado tocara tu fin.” Jean Shinoda Bolen

Gratitud a Jean Shinoda Bolen “ El Millonésimo Círculo” por el aporte que hizo a todas las mujeres. A Samai y a la experiencia de años en los Círculos de Mujeres, a Aflora Mujer por intencionar y mantener el pulso circular… a nuestra Madre Tierra que tan amorosamente nos sostiene, a la bella Luna que tan dulcemente nos guía…, y a la DIOSA que todo lo abraza… por sostenernos de tan Divina manera dentro de su maravillosa Creación.

GRACIAS HERMANA por tu servicio, por tu amor, por tu valor y coraje de querer hacer un cambio en esta humanidad. Por favor si sabes de algún Círculo que este “circulando”, escríbenos un mail a infomujeresencí[email protected] para poder tejer las redes entre todas.

Por favor respeta este archivo.

En servicio,

Mujeres en Círculo por la Tierra