Lectio DSP Virtud-Areté

1 Virtud Areté ¦ret¿ E LA DIRECCIÓN DE SAN PEDRO «Por esta misma razón, poned el mayor empeño en añadir a vuestra fe l

Views 67 Downloads 11 File size 473KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

1 Virtud Areté ¦ret¿

E

LA DIRECCIÓN DE SAN PEDRO «Por esta misma razón, poned el mayor empeño en añadir a vuestra fe la virtud (areté) » (2Pe 1,5)

l Apóstol recomienda añadir a la fe la virtud, en griego areté. Haciendo falta un mejor término, areté es traducido usualmente como virtud . También se traduce a veces como maestría, excelencia, energía, rectitud o fortaleza. La versión de los LXX utiliza el término solo en el sentido de excelencia . En el Antiguo Testamento esta expresión se debe entender como la excelencia que los justos deben mantener en su vida. En el Nuevo Testamento se usa muy poco, 5 veces (ver Fil 4,8; 1Pe 2,9; 2Pe 1,3 y 5). Su contenido es múltiple, recogiendo varios sentidos debido a su larga evolución desde la Grecia arcaica. El uso que San Pedro le da este versículo tendría el sentido de señorío de uno mismo , maestría o excelencia . Areté vendría a ser la realización de algo o de alguien según su naturaleza. En el caso de la persona esta realización "según su naturaleza" implica su ser creatura de Dios, hecha a su imagen y semejanza, pero cuya condición se ha visto disminuida y debilitada por el pecado. Por eso la noción de excelencia está muy ligada a la reconciliación personal. Como es evidente, San Pedro plantea este camino de areté en el marco de una fe acogida y vivida, para lo cual se hace necesaria una decidida apertura a la acción de la gracia que Dios derrama sobre nosotros. Este primer paso de la escalera espiritual conlleva la realización de las caracte-

rísticas fundamentales de la persona como creatura de Dios, creada a su imagen y semejanza, herida por el pecado y destinataria de la promesa de la reconciliación. La persona debe avanzar por este camino según su naturaleza, respondiendo a ella y teniendo en cuenta que se trata a la vez de un camino de reconciliación de las rupturas que anidan en su interior. La areté involucra esta recuperación de la unidad personal que implica la reconciliación integral y nos lleva a realizarnos como personas, según lo inscrito por Dios en nuestra naturaleza. Un medio para avanzar por este camino son los silencios, que nos ayudan a avanzar en este señorío y maestría de nosotros mismos. Desde esta perspectiva se entiende mejor porque la areté con frecuencia se relaciona con un horizonte caballeresco y noble de alguien que en pleno dominio de sus facultades, tanto espirituales como psíquicas y físicas, es capaz de vivir coherentemente según un ideal. Se trata de la uni cación de la persona y de su capacidad para orientarse en la vida cotidiana hacia una determinada meta, superando las adversidades. De hecho San Beda, comentando lo que él entiende como arete, señala que es «un buen modo de vida que debe estar unido a una fe adecuada, puesto que sin obras no tendría ningún valor y estaría muerta».