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LAUDATO SI Sobre el cuidado de la casa común «Alabado seas, mi Señor, con todas tus criaturas, especialmente el herman

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LAUDATO SI Sobre el cuidado de la casa común

«Alabado seas, mi Señor, con todas tus criaturas, especialmente el hermano sol, por quien nos das el día y nos iluminas. Y es bello y radiante con gran esplendor, de ti, Altísimo, lleva significación. Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas, en el cielo las formaste claras y preciosas, y bellas. Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento y por el aire, y la nube y el cielo sereno, y todo tiempo, por todos ellos a tus criaturas das sustento. Alabado seas, mi Señor, por la hermana agua, la cual es muy humilde, y preciosa y casta. Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego, por el cual iluminas la noche, y es bello, y alegre y vigoroso, y fuerte» Cántico de las criaturas: FF 263.

En este trabajo voy a explicar las principales ideas que el Papa Francisco desarrolla a lo largo de la Introducción y de parte del Primer Capítulo de la Encíclica “LAUDATO SI”. Como explica ya el subtítulo “sobre el cuidado de la casa común”, toda la obra gira en torno a cómo debemos cuidar el mundo en el que vivimos, que es la casa que todos compartimos y que, además es nuestra madre que nos acoge y nuestra hermana que comparte la vida con nosotros. La tierra está sufriendo por el daño que le hacemos por el uso irresponsable de los recursos que Dios ha puesto en ella. Y lo hacemos porque siempre hemos pensado que éramos sus dueños y que podemos hacer con ella lo que queramos. Por eso la tierra es uno más de los pobres abandonados y no nos damos cuenta de que nosotros también somos tierra. El Papa Francisco no es el primero en preocuparse por este tema. Ya desde Pablo VI, todos los papas, han mostrado interés. Y no solo los papas católicos, también representantes de otras Iglesias como el Patriarca Ecuménico Bartolomé. Él dice que todos debemos arrepentirnos de lo malo que le hacemos a la tierra, aunque sean cosas pequeñas. Todas estas cosas son pecado.

El Papa también habla de San Francisco de quien toma prestado el nombre la Encíclica ya que él siempre se preocupó por la naturaleza. Por todo esto el Papa llama a todas las creencias y a todos los seres humanos para hablar y buscar una reparación al daño provocado a la tierra. Por eso lo primero que hace el Papa es una evaluación de la situación actual. La humanidad ha tenido muchos cambios, sobre todo en los ritmos de vida que chocan con la lentitud de los cambios de la naturaleza. Esos cambios son muy preocupantes si deterioran el mundo y la calidad de vida. El cambio climático es un problema global y nuestro principal desafío. Además, tiene un mayor impacto sobre los más pobres. Mientras, hay una falta de reacción del resto ya que hemos perdido el sentido de ser responsables de nuestros semejantes y además los más poderosos esconden los problemas y síntomas. Junto a una política de reducción de emisiones es también imprescindible solucionar el problema del acceso al agua potable. Negar ese derecho es negar el derecho a la vida.