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LA PERSEVERANCIA Mateo 24:12-13. La perseverancia es una de las virtudes más hermosas y maravillosas que se encuentran en la vida cristiana, creo que la perseverancia es una de las características que refuerza las bases, la estructura, la cimentación para asegurar el éxito, llegando a todas las victorias almejadas en la vida cristiana. Y también creo que la razón por muchas derrotas, las vidas de muchos cristianos se debe a la retirada de esta virtud admirable que es la perseverancia. ¿Cuál es la definición de la perseverancia? Que sea uniforme y constante, continúa, sigue adelante siempre, no puede parar, permanecer, firmeza, permanecer sin cambios o modificaciones Perseverancia significa ser constantes en algo, ya sea en una actividad como también en una manera o forma de pensar. La perseverancia es fundamental en todos los aspectos de la vida. Esta te toma de la mano y te conduce permitiéndote avanzar a pesar de las dificultades y así alcanzar lo imposible. ¿Eres de los que empiezan un proyecto y lo terminan o perteneces al grupo que comienza una tarea, pero luego la rutina diaria o las dificultades los aplastan y no pueden terminar aquello que con tanto entusiasmo habían comenzado? En cada área de nuestra vida donde hemos logrado algún tipo de avance o éxito, sin duda la perseverancia ha ocupado un lugar de privilegio. CUATRO CLAVES PARA DESARROLLAR LA PERSEVERANCIA. 1.

Entiende el valor de la perseverancia:

Muchas personas aceptan sus fracasos porque muy dentro de sí piensan que no estaban destinadas para el éxito. Consideran que no poseen los talentos necesarios para realizar sus sueños. “La diferencia entre una persona exitosa y una fracasada es: LA PERSEVERANCIA”. En Mateo 15:28 Se registra una historia de perseverancia. Esta mujer no tenía esperanza para su hija, hasta que supo que Jesús estaba en la región. Esta desesperada mujer vino a Jesús con su necesidad porque creía que Él podía ayudarla. Clamó a El aun cuando todo y todos parecían estar en su contra. A pesar de todos esos obstáculos, ella no se rindió Con perseverancia, se abrió camino a empujones a través de los oscuros

corredores de la dificultad, la necesidad desesperada y el rechazo. ¿El resultado? Jesús la alabó por su fe y sanó a su hija (v.28). Nada en el mundo puede sustituir la perseverancia. Ni el talento, ni el genio, ni siquiera la educación. Todas estas cualidades por si solas son insuficientes para el éxito si te hace falta la perseverancia. La perseverancia tiene un poder aplastante. 2. Considera que habrá obstáculos: Una manera de superar los obstáculos es ¡saber que vendrán! Repasa las metas que te has propuesto en las diferentes áreas de tu vida. ¿Qué obstáculos pueden impedir que las consigas? Hay obstáculos fáciles de eliminar. Si tu meta es hacer ejercicio y no tienes los zapatos adecuados, ese es un obstáculo, pero puedes eliminarlo ¡comprando los zapatos! Sin embargo, algunos obstáculos no son tan fáciles de superar. Algunos tenemos limitaciones físicas, educativas, sociales o económicas que no pueden ser eliminadas fácilmente. En esos casos debemos recordar que: “LA PERSEVERANCIA NO SIGNIFICA ELIMINAR LOS OBSTACULOS SINO CONTINUAR BUSCANO LA META A PESAR DE ELLOS”. El apóstol Pablo es un ejemplo perfecto que ilustra esta verdad. Tenía numerosas limitaciones que lo hubieran desanimado de perseguir su propósito en la vida, el cual era ser mensajero a los gentiles. Era judío, tenía limitaciones físicas 2 Corintios 10:10 y la mayor de ellas, su “aguijón en la carne” que nunca se especifica en qué consistía. La mayoría de eruditos coinciden en que debe hacer sido alguna enfermedad. Pero sin importar lo que fuera, impedía la predicación de Pablo. Por eso rogó a Dios que se lo quitara. 2 Corintios 12:8-9. ¿Qué aprendemos de Pablo? Pablo siempre vio el obstáculo desde la perspectiva divina. Dios le dijo: Bástate mi gracia. Mi gracia es suficiente para ti. Lo más importante es mi respaldo. Consideraba sus impedimentos insuperables como una motivación para confiar en Dios, en vez de depender de sus habilidades propias. Todos enfrentamos circunstancias que no podemos cambiar y que tratarán de impedir que alcancemos nuestras metas. Podemos escoger cómo vamos a responder a ellas. Podemos darnos por vencidos, o podemos empezar a ver esos problemas como oportunidades para confiar en el Señor. 3. Considera que el fracaso NO ES EL FINAL: Vivimos en una sociedad que dice: “si no triunfas de entrada, date por vencido.” Sin embargo, aquellos que en verdad logran realizar el propósito de su vida son los que se rehúsan a dejarse paralizar por el fracaso. Es más, éste último es un prerrequisito para lograr el éxito. Thomas Watson, fundador de IBM dijo: “Si quieres triunfar, duplica tu factor de fracasos”. En otras palabras, entre más intentos hagas, más veces triunfarás. Thomas Edison, uno de los más grandes

inventores, descubrió cuando menos 1,800 formas de NO hacer un bombillo eléctrico. Babe Ruth falló 1,330 pelotas, y sin embargo, fue considerado uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos. Colón pensó que había encontrado un atajo para la India cuando descubrió América. ¡Nunca nadie se ha tropezado estando inmóvil! Lo malo es que no sabemos cuál de nuestros esfuerzos nos va a dar el éxito, por eso debemos seguir tratando. Es posible que Salomón tuviera esto en mente cuando escribió Eclesiastés 11:1 4. Considera que vas a ¡trabajar duro!: El trabajo sin fatiga equivale a la mediocridad. El trabajo duro es un prerrequisito del éxito en todas las áreas de nuestra vida, incluyendo la vida espiritual. Por supuesto que no somos salvos por obras, pero sí somos salvos para buenas obras. Pablo escribe la gran cantidad de energía que se necesita para ser un cristiano exitoso. 1 Corintios 9:26-27; 15:58; Gálatas 6:9. No nos cansemos, está hablando de duro trabajo. El esfuerzo es un componente esencial en para alcanzar el éxito en cualquier aspecto de la vida, pero este mensaje no es popular en nuestra cultura moderna. Queremos obtener resultados inmediatos por nuestros esfuerzos, y cuando no los vemos, nos desviamos en busca de otra cosa. El éxito requiere trabajo y sacrificio. Si no los hay, no hay ganancia. ¿Deseas alcanzar el propósito, objetivos y metas que Dios te ha guiado a definir para tu vida? Entonces no busques lograrlos de inmediato y tampoco te desanimes cuando parece que otros están progresando y tu no. Perseverancia, negarnos a darnos por venidos a pesar de los obstáculos que nos pone la vida, es las actitud que nos permitirá conseguir las metas que Dios nos ha dado. La Vida cristina exitosa, bendecida y prosperada, es de aquellos que perseveran.