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UNIVERSIDAD ARTURO PRAT ESCUELA DE ENFERMERIA Enfermería Comunitaria I

LA FAMILIA COMO SISTEMA El paradigma ma sistémico surge como contraposición al paradigma clásico, que explica los fenómenos desde la perspectiva causaefecto y lineales. La teoría de sistemas considera onsidera a la familia como un “sistema” organizado, en equilibrio dinámico con otros sistemas de su entorno. La familia, desde esta perspectiva, posee las características de otros sistemas sociales, pero diferenciada difere de estos por los objetivos, por sus funciones iones y por la calidad e intensidad de los sentimientos que afectan a sus miembros La Teoría general de sistemas consiste en “la formulación de principios válidos para sistemas en general, sea cual fuere la naturaleza de sus elementos componentes y las relaciones aciones o fuerzas reinantes ente ellos (Bertalanffy L., 1980). La importancia de esta teoría radica en que el acceso al pensamiento sistémico produjo un cambio epistemológico: la consideración de un nuevo tipo de causalidad causalidad, la causalidad circular. Algunos conceptos provenientes de la teoría general de sistemas han sido aplicados para el trabajo con familias, así como en otros campos. La familia pude conceptualizarse como un sistema porque posee las siguientes características (Smith, S. 1995): a) b) c) d)

Los miembros mbros de una familia se consideran partes interdependientes de una totalidad más amplia; la conducta afecta a todos los otros miembros de la familia. Para adaptarse, los sistemas humanos incorporan información, tomas decisiones acerca de las distintas alternativas, alt tratan de responder, obtener feedback (retroalimentación) acerca de su éxito y modificar la conducta si es necesario. Las familias tienen límites permeables que las distinguen de otros grupos sociales. A igual que otras organizaciones sociales, las familias deben cumplir ciertas tareas para sobrevivir, tales como el mantenimiento físico y económico, la reproducción de nuevos miembros de la familia, socialización de los roles familiares y laborales, y el cuidado emocional.

Entonces, desde esta perspectiva, podernos conceptualizar a INTERDEPENDIENTE.

la Familia como sistema istema ABIERTO, DINAMICO e

Elementos básicos:  Entradas: Insumos como dinero, alimentos, vestidos, recreo, teléfono, televisión, etc. Condicionantes como normas, cultura, información.  Salidas: Productos como ideas, cultura, hijos, etc.; Residuos como desechos, basura, etc.;  Organización: Estructurales:  Elementos identificables y nombrables (padre, madre, etc.) con sus propios papeles;  Limites o fronteras, interfase o lugar de intercambio entre el sistema y el entorno;  Red de comunicación, representado por canales verbales, no verbales ,etc;  “Almacén”” donde se conservan memorias, normas, creencias, recursos, etc. Funcionales:  Flujos y feedback: feedback Bucle circular o circuito cerrado que devuelve al sistema parte de sus salidas en forma de entradas.

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Sistemas y subsistemas

Los sistemas están constituidos por subsistemas, y estos a su vez por sub- subsistema, y así sucesivamente. Al mismo tiempo, si vamos hacia arriba podemos hablar de suprasistemas, supra-suprasistemas, etc. La delimitación de cuál es el sistema propiamente tal depende del observador. En el caso de de una familia, la podemos tomar como el núcleo central, sin embargo esta observación puede ser distinta dependiendo el contexto en que se realice. En una familia, considerándola como el sistema, podemos encontrar los siguientes subsistemas: 

 

Subsistema conyugal, el formado por la pareja. Es el eje en torno al cual se forman todas las relaciones. Con el subsistema conyugal comienza y termina la familia, y lleva implícitos tareas de complementariedad y de acomodación mutua, en los que cada miembro debe adaptarse para formar una identidad en pareja, un "nosotros" que va más allá del "tú" y "yo". Posee funciones específicas, vitales para el funcionamiento de la familia, como son el brindarse apoyo y seguridad, mostrarse afecto y tener relaciones sexuales satisfactorias. Subsistema parental (o parento-filial), el formado por padres e hijos. Representa el poder ejecutivo y ejerce las funciones organizativas básicas. En este subsistema son básicos los principios de autoridad, jerarquía y diferenciación de sus miembros, con la necesidad de compartir sentimientos de unión y apoyo. Subsistema fraternal, el formado por los hermanos. Es el primer laboratorio social en el que los niños aprenden a relacionarse con iguales (compartir, negociar, rechazar). En el caso de familias ensambladas (matrimonios después de una separación o viudez) se pueden encontrar distintos sub- subsistemas, por ejemplo “hijos del primer matrimonio del padre”, “hijos del segundo matrimonio de la madre”, “hijos de los integrantes de la pareja actual”.

Algunos autores describen otros subsistemas que ,según ellos, van surgiendo a lo largo de la evolución del ciclo vital familiar producto de las interacciones relacionales de sus miembros, tales como el subsistema de cuidados mutuos (en el que los miembros de la familia se cuidan tanto emocional como físicamente); el subsistema afectivo-empático (en el que los miembros expresan sentimientos entre sí y se identifican con las vivencias y emociones de cada uno); el subsistema comunicacional (con expresión verbal o no verbal de mitos, historia, ideas), entre otros. 

Limites y Fronteras

Se refiere a una separación virtual entre los distintos elementos y/o subsistemas que permite o prohíbe las interacciones entre uno y otro, y con el entorno, es decir, regula el flujo de información. Los límites no son observables. De acuerdo con la forma en que se construyan estas fronteras, las acciones en un sistema podrán o no producir efectos en otro subsistema. Las fronteras han sido clasificadas en (Suares, M. 2002): 





Rígidas: son aquellas que no permiten el ingreso de un subsistema a otro, por ejemplo: la lealtad en el sistema de hermanos es tal, que entre ellos se cubren todo, y no permiten que los padres “penetren” de alguna forma dentro del subsistema fraterno. Difusas: son aquellas que permiten que todo o gran parte de lo que ocurre en un susbsistema produzca efectos en el otro. Por ejemplo: Los cónyuges han perdido su espacio y el subsistema padres ha invadido de tal forma que se ha superpuesto, por lo cual han perdido gran parte de su intimidad como pareja y sólo pueden establecer interacciones que estén referidas a su rol de padres. Normales: Serían aquellas que permiten mantener un “terreno propio” en algunos temas, y también la interacción fluida con otros subsistemas en otros temas.

Cuando se aplican estos conceptos a la familia en su totalidad con respecto a la separación que existe entre ella y su contexto, podemos observar que hay familias que tienen una especie de “cerco” con el mundo que los rodea, en consecuencia es muy difícil la interacción de alguien de afuera con cualquiera de sus miembros.

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Características de los sistemas TOTALIDAD Cada parte de un sistema está relacionada de tal modo con las otras que un cambio en una de ellas provoca un cambio en todas las demás. Esto implica que el sistema es más que la suma de las partes: de la interacción repetitiva entre diferentes elementos en un momento determinado surge “el sistema”, que tiene la cualidad nueva cuyas características no pueden ser aplicadas por la mera suma de las características individuales. Este principio se conecta con el principio de “no sumatividad”: La familia no es igual a la suma de cada uno de sus miembros. Nace de la interacción y de cómo es la naturaleza de dicha interacción, produciendo un efecto trascendente a cada cual que la constituye. Ej: La adolescencia de un hijo genera crisis y cambios en él y por consiguiente en todo el sistema familiar, sin embargo, ningún hermano menor puede reemplazarlo. EQUIFINALIDAD Un mismo efecto puede responder a distintas causas. Es decir, los cambios observados en un sistema abierto no están determinados por las condiciones iniciales del sistema, sino por la propia naturaleza de los procesos de cambio. Esta definición no es válida para los sistemas cerrados, ya que éstos vienen determinados por las condiciones iniciales. Así, varias causas producen un mismo resultado y una misma causa puede producir resultados diversos, por eso no es posible las comparaciones que hacemos en la vida cotidiana diciendo “yo también tuve el mismo problema y no reaccioné así, o a mi me criaron los mismos padres y no hago eso que hace mi hermano” o pretender negar una circunstancia común porque se provenga de ambientes y sistemas familiares diferentes. El funcionamiento de una familia como un todo, no depende tanto de saber qué ocurrió tiempo atrás, ni de la personalidad individual de los miembros de la familia, sino de las reglas internas del sistema familiar, en el momento en que lo estamos observando. Ej. : Dos hermanas, ambas criadas en forma parecida y en contextos similares, una es exitosa académicamente, la otra tiene mal rendimiento académico. Este principio nos permite ampliar y multiplicar las posibilidades de intervenir o ayudar a una familia, dado que mientras más ampliamos la mirada para entender que le pasa a una persona, mas sistemas con los cuales ella interactúa aparecerán a su alrededor, cada uno de los cuales representará una posibilidad de intervención distinta. CIRCULARIDAD Debido a la interconexión entre las acciones de los miembros de un sistema, las pautas de causalidad no son nunca lineales (en el sentido que una "causa" A provoque un "efecto" B), sino circulares en el sentido que B refuerza retroactivamente la manifestación de A, por lo que es posible afirmar que en un situación conflictiva familiar de larga data, es necesario buscar la solución del problema en el conocimiento de cómo opera el sistema familiar, para modificarlo, y no en la búsqueda inútil de un culpable. El concepto de causalidad circular en la práctica de la salud supone un abordaje distinto en atención familiar, que no puede limitarse al paciente índice, sino que debe extenderse a la familia, considerando para ello las capacidades y la vulnerabilidad de cada uno. RETROALIMENTACIÓN o FEEDBACK Para mantener equilibrio dinámico, hay mecanismos de control que permiten al sistema mantenerse en el tiempo, mantener sus límites, adaptarse a cambios propios del ciclo vital y adaptarse a cambios sociales. Estos mecanismos funcionan a través de la retroalimentación. En un sistema, las acciones de cada miembro se convierten en información para los demás, de forma que favorecen determinadas acciones en ellos (feedback positivo) o las corrigen (feedback negativo).

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El feedback negativo (Gracia, E. 2000) opera para restaurar o mantener una condición de equilibrio dinámico, un estado conocido como HOMESTASIS. En este sentido es fundamental para mantener la estabilidad del sistema y corregir cualquier desviación (de origen interno o externo) de las conductas controladas por este mecanismo. Un ejemplo de feedback negativo en una familia sería cuando se trata de corregir las desviaciones de alguno de sus miembros de las reglas y valores familiares. En algunas familias, este mecanismo puede pude dar lugar a conductas maladaptativas, como soluciones estereotipadas, aplicación rígida de reglas o intolerancia a cambio. El feedback positivo, por el contrario, es un mecanismo que amplifica la desviación, conlleva la pérdida de estabilidad o equilibrio y, por tanto, lleva al cambio o ADAPTACION o MORFOGENESIS, lo que permite al sistema crecer e innovar, pero las puede hacer más inestables. Un ejemplo de este tipo de feedback sería la capacidad de innovar o crear nuevas estrategias para resolver problemas ante situaciones nuevas o problemáticas cuando un hijo llega a la adolescencia. Así, para asegurar la supervivencia del sistema, las fuerzas de adaptación del feedback positivo deben contrarrestarse con las fuerzas homeostáticas del feedback negativo.

La teoría de sistema nos permite situarnos en el trabajo con familias y sus respuestas a los problemas de salud, desde una mirada holista. Es así que cuando nos enfrentamos a un “paciente índice”, no hay que pensar que el problema que presenta es sólo individual o que simplemente está afectando por alguna enfermedad, es necesario entenderlo en el contexto y formando parte de un sistema con ciertas características (relaciones, tipos de límites, tipos de subsistemas, funciones estrategias de adaptación, etc.), y que de acuerdo a ellas, está permitiendo el surgimiento de ciertos problemas a través de sus interacciones, y en donde todos sus miembros, las interacciones entre ellos y las interacciones establecidas con sus ambientes están implicados. La idea es que las intervenciones diseñadas e implementadas se orienten a ayudar a la familia y a sus miembros a buscar nuevas formas para adaptarse a los cambios con los que se enfrenta ( Carrasco E. 1998)

“El enfoque sistémico nos exige aceptar y reconocer que no podemos mirar y evaluar a todas las familia con una misma norma o patrón, pues existen tantos tipos de familias como estilos de convivencia se encuentren y eso implica para nosotros tener una mirada más amplia y sobre todo una actitud no juzgadora de ninguna de las opciones que nos presenten nuestros usuarios”

BIBLIOGRAFIA Gracia, E. (2000). Psicología Social de la Familia. España: Paidós Suares, M. (2002). Mediando en sistemas Familiares. Argentina: Paidós Carrasco E. (1989) Aspectos psicosociales de las enfermedades crónicas en el niño. Pediatría al Día, vol. 5, N°4