LA ETICA EN SU CONTEXTO HISTORICO

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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA RECTORADO DIRECCIÓN DE INVESTIGACIONES Y POSTGRADO MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN MENCIÓN ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA CENTRO LOCAL GUÁRICO Unidad Curricular: Ética Profesional

LA ÉTICA EN SU CONTEXTO HISTORICO

La ética, principios filosóficos, orígenes y evolución. La ética y la moral: acepciones y analogías. La sociedad actual y los valores.

Elaborado por: Juan Requena C.I.: 12.811.422 Facilitador: Carlos Hernández

Calabozo, 25 de Junio de 2019.

Introducción Desde tiempos inmemoriales la ética o filosofía moral se ha ocupado y preocupado siempre de la praxis humana. La moral o lo ético es un conocimiento, un conocimiento que se evoca principalmente al hombre y a Dios en la mayoría de los casos, de la relación que se establece entre el conocimiento del hombre y el de Dios se deriva así mismo el conocimiento de lo que es bueno y de lo que es malo. Este conocimiento moral se encuentra presente en la conciencia de todo hombre, un conocimiento que es objeto de estudio tanto en el campo teórico como en el práctico y que constituye un saber filosófico que se ocupa de lo que se debe o no se debe hacer. El filósofo alemán Immanuel Kant no podía ser la excepción y se interesó por el campo de la moral. Una doctrina moral que supera la mera concepción teórica de la ética. Los conceptos y creencias sobre moralidad y ética, son generalizados y codificados en una cultura o grupo y, por ende, sirven para regular el comportamiento de sus miembros. La conformidad con dichas codificaciones es también conocida como moral y la civilización depende del uso generalizado de la moral para su existencia. La moral también es identificada con los principios religiosos, y los valores que una comunidad está de acuerdo en respetar. La ética y la moral son dos cosas que van de la mano, siempre ha existido la necesidad por parte del ser humano de saber qué es lo que está bien y lo que está mal, sobre todo cuando se desenvuelve en una sociedad donde existen más individuos que son capaces de juzgar de manera positiva o negativa dichas acciones. El sentido de pertenencia del ser humano en la sociedad hace que este se comporte de cierta manera además de las costumbres y enseñanzas que acontecen el círculo en donde se

desenvuelve. La calidad humana siempre ha tenido un antecedente y ese antecedente es la moral. La ética va en conjunto, ya se entiende como el conjunto de normas que rigen el adecuado comportamiento del ser humano dentro de la sociedad y hacia sus semejantes.

La ética, principios filosóficos, orígenes, evolución. La ética y la moral: acepciones y analogías. La sociedad actual y los valores. No es moral robar para alimentar a tus hijos, es ético. Es un error suponer que moral y ética son sinónimos, no sólo porque no lo son, sino que al hacerlo, caemos en la enorme pérdida de desconocer la diferencia entre lo colectivo y lo individual, entre lo estático y lo dinámico. Los valores de las sociedades y de las personas no son constantes, porque el ser humano no es mediocre, y cambia constantemente, buscando siempre algo mejor que lo que tiene. Esto se debe a que nos conformamos con la satisfacción que algo nos da, pero en algún punto comprendemos que no es suficiente y buscamos una mejor respuesta. Soren Kierkegaard dijo en el siglo 19 que “la ética es la reflexión filosófica de la moral”, y para muchos pasó desapercibido, pero esta corta afirmación puede ser su más fuerte testamento. La moral es el acervo de valores de una sociedad; los mínimos comunes en que nos hemos puesto de acuerdo sobre la forma en que nos relacionamos, como el respeto a la vida y a la propiedad (privada y pública), la libre expresión, la forma de conformar los gobiernos y de cómo estos nos pueden y hasta donde deben gobernarnos. Por esto, la moral es listado de las ideas, ideales, valores y principios que unen a las sociedades, y se ven reflejados en sus comportamientos, costumbres, hábitos, normas, leyes e incluso en sus símbolos. La ética es la reflexión que hace cada persona sobre esa moral o uno de sus puntos en particular, bien sea de manera general o particular; como es el caso del aborto, donde muchas sociedades lo consideran un delito, pero algunas personas piensan que no debe ser así y buscan la forma de cambiar esa norma, por medio de reflexiones en la sociedad que permitan un cambio colectivo de éste imaginario, para transformar la sociedad, y por

ende, modificar la moral. Así, la ética reflexiona, cuestiona, analiza y revisa continuamente la moral, porque la segunda, se consolida en acuerdos tácitos que permiten el relacionamiento de las personas, en el complejo mundo de los sistemas de creencias. Las creencias son concepciones que tenemos de conceptos de la vida, la muerte, lo correcto y lo incorrecto, que definen incluso la identidad de una persona: un católico cree en la vida después de la muerte, en el derecho a la vida, a la propiedad privada, al matrimonio como una institución fuerte y al respeto de sus ceremonias. Es por esto, que cuando el estado, en un acto de transformación social, define que una pareja que viva bajo el mismo techo por más de dos años, se considera que es una unión de hecho, o que dos personas se pueden casar por lo civil y no deben hacer el rito del matrimonio, se sienten afectadas, porque esos permisos del estado van en contra de sus creencias, que al hacerlo, no solo refutan sus definiciones de las cosas, sino que de una u otra manera, le dicen que “es posible que su creencia no sea la correcta, o por lo menos la única”, poniendo a esa persona en una crisis compleja, porque causa que su sistema de creencias sea diferente al socialmente normado. Si la ética hablará con la moral, le preguntaría: “¿estas segura que eso es lo correcto, o fue correcto tiempo atrás?” Esto no debe justificar el incumplimiento de las normas, pero si motivar su reflexión y dinámica. Por algún motivo, siempre justificamos las nuevas normas como un mecanismo en pos del bienestar de todos, pese a que en muchos casos, son para el particular, como en el caso del aborto, de la libertad religiosa, los derechos para homosexuales o la libertad de expresión incluso, donde muchas veces el tema no es decir la verdad, sino como y cuando se debe decir. En el mundo de hoy, donde las redes sociales han permitido que muchos tengan voz, la amplificación de los puntos de vista individuales ha sido enorme, causando que la velocidad del cambio de la moral sea mucho más rápido que lo que puede ser absorbido, causando no una crisis de

valores, sino la presencia de varias morales al mismo tiempo, que como un “tótem tribal” que reúne a muchos alrededor de un sistema de creencias, como lo puede ser el “pensamiento” de derecha o de izquierda, que más allá de no estar claramente definidos, dejan ver la tensión de la continuidad y el cambio, lo conservador y lo liberal, lo de siempre y lo que vendrá. Es así, que desde mi parecer, primero vienen los principios, después los valores, que desembocan en costumbres y finalización siendo normas, que deben soportar la revisión ética del momento, y tener la humildad de transformarse cuando la realidad del momento sea diferente; por esto la realidad no es la verdad revelada, sino la verdad que comprendemos en cada momento de la sociedad, que es dinámica en todo sentido. Más, en los últimos tiempos, parece ser lo contrario: los que no quieren el cambio y aquellos que lo piden, no argumentan casi nada, y dejan que sean las emociones las que brillen en el “debate”, donde el que grite más duro cree que le da la razón, lo que en redes sociales es una anarquía sin sentido ni coherencia. Idealmente todo debería ser permitido y darle la libertad a las personas de actuar según sus propias convicciones, pero como sociedad, nuestros principios fundamentales no permiten que esto ocurra, y hay cosas que no vamos a negociar, como que un mayor de edad tenga sexo con un menor de edad, porque consideramos que una persona que no ha logrado una madurez mínima en su vida, no tiene aún la capacidad de tomar decisiones que tienen enormes implicaciones y responsabilidades; esto sin duda tiene enormes connotaciones hipócritas, porque hace pocos siglos, era muy común y bendecido por la iglesia católica inclusive, pero hoy lo vemos como algo malo, por múltiples razones, que son más emocionales que reales. Entonces, estas reflexiones éticas individuales y colectivas, y la defensa de la moral, la tradición y las costumbres, han dado pie a que la indignación sea el motor del debate. Aquel que se indigna por algo, se siente con la altura

moral de criticar y condenar lo ocurrido, sin conocer lo que paso ni mucho menos el contexto. Por eso nos indignamos cuando leemos que alguien murió asesinado, y si los medios lo presentan como un “líder social”, inmediatamente se condena a alguien por el hecho, sin pensar si quiera que es posible que ese gran líder social, haya sido asesinado por otra razón; con esto no quiero justificar nada, solo tocar una fibra sensible, para dejar ver la magnitud del problema. Son miles de líderes sociales que hemos asesinado en el mundo, por sus labores en esos campos, porque exigen cambios y control a quienes con poder y temor quieren mantener el statu quo. La moral esta en cambio, pero no tiene la capacidad de cambiar rápido, porque se parece a una prenda de ropa, viste a las personas por muchos años, y lograr que desde mañana todos la cambien es casi imposible, porque es decirle a muchos que lo que vestían ayer ya no sirve y que han estado equivocados. Dentro del ámbito profesional, este conjunto de normas se hace aún más latente, las circunstancias del medio en donde el ser humano no solo tiene que poner en práctica su código ético y moral personal, sino que la práctica que desempeña lleva consigo principios y normas que hay que respetar para no solo actuar correctamente, sino saber que estamos obligados y en deber a dar un excelente servicio el cliente que atendemos.

La deontología por ejemplo, es el conjunto de normas que definen los deberes y obligaciones del profesional en el desempeño de sus funciones. Existen miles de situaciones que ponen en tela de duda nuestro criterio y podemos ser entonces seres éticos y morales aunque faltemos en una o dos ocasiones con una acción no tan ética ¿Es válido aplicar el concepto de que el fin justifica los medios? Hay que respetar el código de ética profesional al pie de la letra, aunque haya circunstancias donde podamos entrar en conflicto, siempre nuestra obligación será salvaguardar los intereses de los terceros que atendemos, formar una convivencia sana dentro del ambiente

profesional no solo para hacerlo mejor y más sociales sino eliminar las envidias, respetar nuestros principios también para desempeñar de mejor manera nuestro trabajo y tener una satisfacción.

Dentro de nuestro trabajo podemos caer en conflictos y abusar de nuestras facultades, por ejemplo, un empleado que utiliza el teléfono de la empresa para hacer llamadas personales, o aquel trabajador que utiliza tiempo de trabajo para salir y hacer mandados personales. Otro caso sería también el favoritismo de los altos rangos hacia empleados de menor rango, donde se da el caso de que muchos tienen ciertos privilegios para horarios, faltas sin justificar, etc... y los jefes se hacen de la "vista gorda" por qué son sus empleados favoritos y que incluso estos mismos empleados son incompetentes, y desempeñan pobremente su trabajo a diferencia de otros. En resumen, se puede decir que el ser humano es un ser racional y autónomo en la sociedad si embargo de acuerdo a sus enseñanzas y sus criterios personales, los cuales provienen desde el núcleo familiar y posteriormente con el desarrollo del ser humano dentro de la sociedad y diferentes ámbitos en los cuales se desenvuelve, pueden afectar de manera positiva como negativa el criterio de estas personas. Asimismo las costumbres adquiridas son otro principio que se puede ver alterado por la sociedad, pero si el mismo ser humano vive su moral de una manera intachable y asimismo ser mejor persona y hacer mejor a los demás.

Conclusión La ética ha existido desde la época de la antigua Grecia, muchas han sido las teorías, pensamientos, conclusiones, sobre el tema; Aristóteles pensaba que los seres humanos están orientados a la realización plena de la función que le es propia. Se indica que se aprende con educación y que si la comunidad es éticamente sana con esas pautas se vive bien y se es virtuoso. La moral tiene muchas definiciones, que han pasado a través de la historia. Hay tres concepciones interesantes que coinciden en buscar el origen de la moral fuera del hombre, o más bien fuera de la dimensión histórica y social de este. Por lo que podríamos indicar que la moral cambia a través del tiempo, según el momento histórico en el que nos encontremos. La historia hace mucho énfasis en los principales filósofos de la época antigua con respecto al tema de la ética y la moral (Sócrates, Aristóteles, Platón).Sócrates le dio un giro fundamental en la historia de la filosofía griega. Indicaba que el primer paso para alcanzar el conocimiento, y por ende la virtud, pues conocer el bien y practicarlo era una misma cosa, consistía en la aceptación de la propia ignorancia. Para Platón estos conceptos estaban muy claros; indicando que el hombre autentico será, aquel que consiga vincularse a las ideas a través del conocimiento, acto intelectual y no de los sentidos consistentes en que el alma recuerde el mundo de las ideas del cual procede. De las visiones humanas podemos indicar que hay tres formas en la que se puede ser visto el ser humano: una visión humana constructiva, visión humana destructiva y una visión cristiana. Por lo que podemos ver al ser humano con ojos simplemente humanos o con ojos cristianos. Sin embargo hay visiones que despojan al ser humano de muchos valores y lo destruyen. A través de los años hemos observado como todos estos valores que se construyen desde la familia se han ido perdiendo, sin importar nada ni nadie. La convivencia es una forma de vivir que debemos escoger desde muy jóvenes; y para ello es necesario el respeto, el

amor, tolerar costumbres de otras personas. El ser humano tiene necesidades básicas: necesidad de una relación íntima, estrecha con un padre, necesidad de sentirse parte de una comunidad. Por lo que podemos concluir que el afecto y la tolerancia es lo que nos permite convivir y compartir en armonía.

Referencias Bibliográficas  Carla Santaella, La Etica y La Moral, San Cristobal, Febrero 2011 https://www.monografias.com/trabajos91/etica-y-moral/etica-y-moral.shtml  Elizabeth Ortiz Etica y Moral https://www.monografias.com/trabajos92/...etica-moral/filosofia-eticamoral.shtml  Diana Karen Rivera Ochoa. 21 de abril de 2012 Ensayo ética y Moral ensayoeticaymoraldianarivera.blogspot.com/