La Crisis Del Siglo Xvii

LA CRISIS DEL SIGLO XVII, ALCANCES Y LIMITACIONES. En el presente escrito nos centraremos en los alcances y limitaciones

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LA CRISIS DEL SIGLO XVII, ALCANCES Y LIMITACIONES. En el presente escrito nos centraremos en los alcances y limitaciones que tuvo la crisis “general” del siglo XVII en Hispanoamérica. Para ellos nos enfocaremos en una de las áreas nucleares más importantes para la Corona, el Virreinato de Nueva España entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera mitad de la siguiente centuria. En una primera instancia hay que aclarar que esta crisis afecta a la gran mayoría de los países europeos a excepción de Inglaterra y los Países Bajos, esto pone en duda el carácter general de la crisis. Ahora bien, ¿se plantea en la América española del siglo XVII el mismo problema que se ha introducido al hablar de “crisis” general europea? En este punto es hora de marcar algunos ejes que nos van a permitir llegar a una posible respuesta; cabe aclarar, aunque suene reiterativo, que nos centraremos geográficamente en el Virreinato de Nueva España. Para poder complementar la exposición tomaremos como referencia el trabajo de: Morilla Critz, José, “Crisis y transformación de la economía de Nueva España en el siglo XVII”. Un ensayo crítico. Publicado en 1988. La renovación historiográfica derivaba de la discusión sobre “la crisis general del XVII”, que desde 1960 animaba la investigación de la historia moderna europea, iba a representar un aliento a la investigación del XVII novohispano, ya que tradicionalmente los historiadores se habían mostrado demasiado apegados al relato de las gestas bélicas de la conquista y a los avances de la política y la economía del siglo XVIII, la historia del siglo XVII quedaba relegada a decir que este siglo era un “siglo olvidado”. Siguiendo como hilo conductor la discusión en torno a la crisis y aprovechando de una manera crítica lo que se ha aportado a ella sobre Nueva España, podremos hacer, una interpretación más precisa sobre la economía de la colonia en el siglo XVII. Tradicionalmente se pensaba que esta región en el siglo XVII había atravesado una crisis general, estas explicaciones pueden ser reducidas a dos grupos esenciales en cuanto a su conceptualización económica. 1. Una crisis de demanda, provocada por el descenso en la producción de plata. Si diéramos por cierta la correlación positiva entre caída de la exportación y su producción, la explicación de la crisis de toda la economía novohispana en el XVII puede estar en las razones de un descenso de la producción minera. Una menor producción argentífera provocaría la reducción de la demanda de artículos importados y producidos en el interior de la colonia y, como efecto secundario también dificultaría que se exportaran otros productos desde la mina cuyo coste de transporte era absorbido por el de que de todas formas había que realizar para enviar la plata. Por

otra parte, la crisis de la economía europea motivada por la disminución de las llegadas de metales preciosos a Sevilla, afectaría a la demanda de otros productos americanos en el viejo continente. Dentro del convencimiento, durante mucho tiempo sostenido, de descenso de la exportación de metal como reflejo de la limitación de su producción, las explicaciones han sido las siguientes: 

Falta de mano de obra indígena



Falta de suministro de azogue



Retirada de subvenciones indirectas a los mineros



Descenso del precio de la plata

2. Una crisis en la producción y la circulación general de mercancías, originada por las decisiones en materia fiscal y en las prácticas mercantilistas de una metrópoli en dificultades – sacrificios exigidos a México para sostener el imperio español – esto se tradujo principalmente en el incremento de los ingresos tributarios de la colonia, esta subida de los impuestos y los monopolios elevaban los costes de todo tipo de producción, el destino de los acrecidos ingresos debía ser la financiación de los gastos de la Corona en Europa. Con respecto a los efectos de la política mercantilista se fueron dictando normas que podemos calificar de disuasorias de la producción de determinados artículos en la colonia. ¿Cuáles eran las razones de estas medidas? Creemos que el núcleo fundamental de intereses que sustentaba estas políticas estaba formado por la conjunción de los de la Corona y los del comercio sevillano; para mantener un alto flujo monetario hacia Sevilla en pago por los envíos, era preciso limitar la actividad productiva novohispana que no se orientara a la obtención de los metales preciosos. Hoy en día es difícil sostener que hubiera habido un descenso general de la producción de plata en Nueva España en el siglo XVII, esto lo podemos deducir a partir de un trabajo de Zacarías Moutoukias titulado “Contrabando y sector externo en Hispanoamérica colonial”. Donde se deduce que durante la segunda mitad del siglo XVII el comercio con España ocupaba sólo una parte, excepcionalmente la principal, de la relativamente diversificada actividad de los puertos americanos, tanto de los principales como de los secundarios, a lo largo de las poco más de tres centurias de presencia de España en América, el ordenamiento oficial de las relaciones comerciales entre ambos espacios se vio regularmente desbordado por una serie de fenómenos económicos y sociales; agrupados bajo el inadecuado término de

contrabando. Es a partir del estudio del contrabando, (en el cual, por cuestiones de espaciales de la exposición no nos interesa entrar en detalle) donde se deduce que en realidad la producción de metales preciosos no disminuyó, sino que se mantuvo e incluso en algún punto se puede decir que se incrementó. Junto con esta apreciación sobre el fenómeno del contrabando, de aquí en adelante podemos hablar de ciertas transformaciones regionales y en el nivel de producción como en el caso del trigo y del maíz, la cual se encontró en expansión en este período; también junto con esto se produce un aumento de los precios de otros productos comercializables como la lana, sebo y lana entre otros, producidos en las haciendas que se encontraban en expansión; también constituyen a pensar que tenemos herramientas suficientes para considerar que Nueva España asistió en el siglo XVII a una transformación, que comenzó a sacar a la colonia de la característica dependencia económica de la metrópoli: 

Se consiguió un mejor abastecimiento interno a través del desarrollo de mercados locales y regionales de materias primas, alimentos y manufacturas y, en su caso, con una mayor integración en los mercados americano y filipino.



Nueva España se quedó con una mayor proporción que en el XVI de recursos públicos generados en el propio territorio, que fueron empleados en gastos que producían efectos multiplicadores sobre la producción interior.



Las unidades de explotación agroganaderas incrementaron la eficiencia productiva de los recursos dedicados al sector primario y, aun cuando en algunos productos básicos se llegó a superar la capacidad de demanda ya en el siglo XVII, ello impulsó a los propietarios a poner en marcha otras producciones.



El que descendiera el flujo de plata hacia España no significó que se redujera la producción del virreinato; al contrario, ésta muy posiblemente se incrementó, reteniéndose en la colonia mayor cantidad de metal precioso que antes.

América, y en particular esta colonia, dejó progresivamente de necesitar a Europa para su supervivencia y desarrolló instrumentos productivos y comerciales adecuados para ello. Todo esto denota una crisis de la sociedad colonial tal como estaba compuesta en el siglo XVI y, sobre todo, una crisis del poder virreinal, que producía conflictos cuando intentaba recuperar el control perdido. Por lo tanto en este período se puede apreciar una gran expansión económica en la colonia.