La Biblia Como Fuente de Valores

IGLESIA DE DIOS PENTECOSTAL DE VENEZUELA INSTITUTO BIBLICO MIZPA NUCLEO CENTRAL ZONA LOS LLANOS I EL TIGRE ÉTICA CRISTI

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IGLESIA DE DIOS PENTECOSTAL DE VENEZUELA INSTITUTO BIBLICO MIZPA NUCLEO CENTRAL ZONA LOS LLANOS I EL TIGRE

ÉTICA CRISTIAN Y MAGISTERIAL

Autor: Niurka Armas de Gómez

Asignatura: Técnicas de Evangelismo

El Tigre, Febrero 2015

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INTRODUCCIÓN

La libertad es uno de los conceptos claves de la Biblia. En diversas maneras, toda la tradición bíblica supone que el ser humano es capaz de tomar decisiones libres, afirmando así la libertad como uno de los derechos básicos de la humanidad.

En el Antiguo Testamento (AT) encontramos dos eventos en la historia de Israel que afirman la libertad humana. El primero es el éxodo--la liberación del yugo egipcio--y el segundo es el regreso del exilio en Babilonia. Estos eventos afirman el interés divino en la libertad y la liberación de la humanidad.

En términos personales, la palabra «libertad» casi siempre aparece en el AT relacionada con el término «redención». La «redención» se refiere al acto de liberar a una persona esclavizada o cautiva. Por lo tanto, es contraparte y antónimo de la esclavitud. La persona efectúa este acto de liberación se conoce como el «redentor».

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El Nuevo Testamento (NT) afirma y presupone estos conceptos del AT. Por eso encontramos en sus páginas los términos «libertad», «liberar», «redimir» y «redentor» asociados a la obra salvífica de Jesucristo.

En cierto modo, tanto los actos de liberación en la historia de Israel como el mismo concepto de redención afirman el mensaje cristiano de la salvación. Para la fe evangélica, Cristo es quien instaura el régimen de la libertad perfecta y definitiva para toda la humanidad.

LA BIBLIA COMO FUENTE DE VALORES

La Biblia como Fuente de Valores Ante la degradación moral que poco a poco va hundiendo a nuestra sociedad en la barbarie, muchas voces se dejan oír denunciando la falta de valores éticos que sufre nuestro País. Teóricamente, la educación que se imparte en las escuelas tendría que servir para enseñar a los alumnos a saber diferenciar el bien del mal y, por tanto, a tener criterio ético. La realidad es que la educación que se imparte tanto en las escuelas públicas como en las concertadas, no alcanza este objetivo. Basta con comprobar el comportamiento ético y moral tanto en las clases sociales bajas como las que componen la elite económica, política y religiosa. En este contexto no puedo menos que citar a Rafael Argullol, profesor de la Universidad Pompeu Fabra que confesándose agnóstico es partidario de que se

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incluya la presencia del cristianismo en el futuro desarrollo de Europa. El profesor Argullol, es partidario de que además de la Biblia se deben tener en cuenta los clásicos griegos y latinos en los planes educativos porque en todas estas áreas la generación actual es analfabeta, y dice. “Si esto es así respecto a la cultura en general, la situación todavía es más penosa en relación a aquel tipo de cultura que el laicismo más estrecho de miras considera religiosa. Después de siglos de intolerancia religiosa contra el pensamiento ilustrado, ahora se reivindica una pobre y falsa ilustración para ser intolerantes para todo aquello que implique elementos religiosos. Este desastroso sectarismo, supuestamente progresista, ha arrinconado la cultura religiosa de las escuelas y universidades, con especial rencor contra el cristianismo. Y es este fanatismo religioso el que ha alejado a las últimas generaciones de estudiantes de un tesoro como la Biblia, condenándolos a ser más pobres moralmente y espiritualmente… De una manera más general defenderé siempre que la Biblia es también una lectura obligada desde el punto de vista de la ética ciudadana. Su complejidad, belleza y altura de miras, a menudo trágica, la conforman como uno de los documentos más penetrantes para acceder a la condición humana y a su contradictoria complejidad”. Para dar un cambio de 180º a la degradación ética y moral de nuestra sociedad es preciso no ver a la Biblia como un libro estrictamente cultural, sino como la Palabra de Dios dada al hombre para que pueda trastornar la decadencia moral y espiritual de nuestra sociedad y pueda iniciarse la remontada hacia una sociedad más justa. El apóstol Pablo escribiendo a su discípulo Timoteo, refiriéndose a la instrucción bíblica que había recibido de su madre Eunice y de su abuela Loida, le dice: “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quien has aprendido y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura 4

es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia , a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:14-17).

La Ética y el Comportamiento del Hombre 1.- La Dignidad Del latín dignitas, dignidad es la cualidad de digno. Este adjetivo hace referencia a lo correspondiente o proporcionado al mérito de alguien o algo, y también puede indicar que alguien es merecedor de algo o que una cosa posee un nivel de calidad aceptable.

2.- El Lenguaje Lenguaje puede ser entendido como un recurso que hace posible la comunicación. En el caso de los seres humanos, esta herramienta se encuentra extremadamente desarrollada y es mucho más avanzada que en otras especies animales, ya que se trata de un proceso de raíces fisiológicas y psíquicas. El lenguaje, como sabrán muchos de ustedes, le brinda la posibilidad al hombre de seleccionar, citar, coordinar y combinar conceptos de diversa complejidad. No obstante, a todo ello hay que añadir el hecho de que existen muchas maneras de lenguaje. En cuanto a la clasificación que se podría realizar partiendo de la forma de expresarse un hombre o una mujer podemos decir que existe tanto el lenguaje culto como el grosero, el coloquial o incluso el técnico.

La libertad Según la Palabra de Dios

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En las epístolas paulinas, el sustantivo «libre» (gr. "eleutherós") tiene la mayoría de las veces el sentido de libre en oposición a «esclavo» (gr. "doulos", Gá. 3.28; Ef. 6.8; Col. 3.11; Ap. 6.15) o del que es independiente frente a toda ley (Ro. 7.3). Por otra parte, el texto de Gá. 4.22s ofrece muchos matices y en 4.26, 31, 5.1 tiene el sentido específicamente neotestamentario de «ser libre en Cristo». Lo característico de esta libertad no es ya su contraposición a la esclavitud, sino el hecho de que la persona que es libre es, al mismo tiempo, esclavo de Cristo. La verdadera libertad no consiste en absoluto en la libre disposición sobre sí mismo (tanto en el sentido político como en el sentido interior y personal), sino en la vida en comunión con Dios, en vivir conforme al voluntad de Dios para la humanidad (Ro. 6.22; Gá. 5.1-13; 1 Pedro 2.16). La persona que es verdaderamente libre no se pertenece a sí misma, sino al Dios que le ha liberado (Ro. 6.18, 22; Gá. 5.1). En este sentido, el NT va mucho más allá que el AT en la comprensión de la libertad, ya que entiende la liberación como liberación de estos poderes malignos que oprimen al ser humano. Ahora bien, queda claro que la persona que ha sido liberada del pecado en modo alguno queda preservada de él para siempre como por un procedimiento mágico. También ha de exhortarse al creyente a luchar continuamente contra el pecado (Ro. 6.12, 19; 1 Co. 6.18, Ef. 6.10ss y passim), también él está expuesto a la tentación (2 Co. 2.11; 1 Tes 3.5) y continúa siendo pecador. Por eso, junto al indicativo que expresa la liberación del pecado, «al que hemos muerto» (Ro. 6.2), aparece siempre el imperativo de no dar ya cabida al pecado (v. 12) sino más bien vivir para Dios en Cristo Jesús (v. 11). Liberados de las fuerzas de la muerte En los escritos paulinos se describen una serie de modalidades de las fuerzas del mal. La más inmediata al ser humano es la «carne» entendida no en su sentido

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físico sino como la voluntad humana que busca el placer en oposición a la voluntad divina. La vida de quien no ha sido liberado del poder de la muerte no es un fenómeno de la naturaleza, sino de la vida del que se esfuerza, del yo que quiere, que se proyecta siempre hacia algo, que se halla siempre ante sus posibilidades, y, en concreto, ante las posibilidades fundamentales de vivir «según la carne» (gr. "kata sarka") o «según el espíritu» (gr. "kata pneuma"); es decir, de vivir para sí mismo o para Dios. El «Espíritu» (gr. "pneuma") es lo opuesto a «carne» (gr. "sarx", Gá. 5.16, 6.8; Ro. 8.4). El poder del Espíritu se pone de manifiesto en que da al creyente la libertad, que encierra futuro, no lo corruptible, la vida. La libertad no es otra cosa sino el estar abierto al futuro de Dios para la humanidad y a dejarse determinar por ese futuro. Así podemos definir al Espíritu Santo como la fuerza del futuro. Sólo cuando el Espíritu opera en el ser humano, como un principio vital, se encuentra la verdadera libertad (2 Co. 3.17; Ro. 8.1ss; Gá. 5.18). En unión a la «carne», el creyente también se enfrenta a otras tres fuerzas malignas. 

El pecado de cuyo yugo nos arranca Jesucristo.



La muerte, compañera del pecado (Gén. 2.17; Ro.5.12), que ha sido también vencida.



La ley, de la cual hemos sido liberados, pasando a vivir por la gracia (Ro. 6.15).

En resumen, junto con la libertad frente a la muerte se da la libertad frente al mundo y sus potencias.

El Alcance de la Libertad Cristiana

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La libertad de la ley comporta, por consiguiente, un carácter dialéctico: libertad respecto de las exigencias y sin embargo estar atado a ellas, según en qué sentido se entiendan las exigencias. El tomar en consideración al hermano no significa depender de su juicio (1 Co. 10.29b; Ro. 14.5). Todo lo contrario, la libertad cristiana es la libertad frente a todas las convenciones humanas y frente a todas las normas de valor. La certidumbre de que nada puede separarle ya de Dios (Ro. 8.38s), de que la inapelabilidad de la muerte ha sido superada, libera a la humanidad del temor a la muerte considerada como la aniquilación definitiva de su existencia. La libertad se manifiesta en una igualdad entre todos sus miembros (de un modo análogo a como aparece en la predicación de los profetas). La libertad otorgada por Dios debe traducirse ante todo en la convivencia del pueblo de Dios. Pues la comunidad cristiana es una comunidad de personas libres (Gá. 4.21-31). En resumen:



El cristiano liberado se ve lleno de una confianza intrépida, de un orgullo al que el NT llama "parresía".



La libertad no es licencia o libertinaje.



El primado de la caridad. Es verdad que Pablo habla todavía de una «ley de Cristo» (Gá. 6.2; 1 Co. 9.21), pero esta ley se resuma en el amor (Ro. 13.8ss).

El Código Moralismo: Los Mandamientos Divinos La teoría del mandamiento divino, es la posición de que una acción es buena o mala basada en si esta es o no, ordenada por Dios. Por lo tanto, hacer lo que es bueno es hacer lo que Dios ordena. Esta posición presenta el problema de que una acción es buena, simplemente porque Dios establece que es buena, y mala, porque Dios 8

establece que esta es mala. El problema sería entonces que Dios podría decir, arbitrariamente, que asesinar es bueno, y que la honestidad es mala; lo cual, a su vez, significaría que nada es real e intrínsecamente bueno o malo. Más bien, la moral sería puramente subjetiva y relativa basada en las declaraciones arbitrarias de Dios. La teoría del divino mandamiento es defectuosa, debido a que esta, no representa adecuadamente la posición bíblica de que Dios no es arbitrario. Él obra en todas las cosas, de acuerdo al designio de Su voluntad (Efesios 1:11). Además, Dios habla de la abundancia de Su corazón (Mateo 12:34). Por lo tanto, seguiría que, lo que es moralmente bueno no es arbitrario sino que es lo revelado por Dios como un reflejo de Su carácter. La ventaja de basar la moral en el carácter de Dios, es que nosotros tendríamos una normal moral absoluta y objetiva, es decir, aquello que es revelado por Dios basado en Su carácter santo. Además, esto significaría que somos responsables ante Dios por lo que hacemos. Y esto, es exactamente lo que las Escrituras nos enseñan.

Principios de la Sabiduría 1.- Temor El «temor de Dios» puede calificarse como reverencia y reconocimiento de la majestad, el poder y la santidad de Dios; o sea, respeto filial. Es este temor el que Dios pide en Sal 33.8; 34.9; 112.1. En el Antiguo Testamento, por la importancia dada a la Ley en la vida de los israelitas, a menudo se consideraba la verdadera religión como sinónimo del temor de Dios (cf. Sal 34.11; Jer 2.19; etc.).... El temor ayuda a andar rectamente (Hch 9.31; 2 Co 7.1). El temor a Dios da al creyente el valor de dominar el temor que viene de los contratiempos, inclusive de la muerte misma (Heb 9

2.15; Ap 2.10; cf. 2 Ti 1.6, 7). Los que temen a Dios son el pueblo de Dios. A los gentiles que adoraban al Dios judío se les distingue como aquellos temerosos de Dios (véase Hch 10.2, 22, 35).

2.- Reverencia Dios es Dios. No es nuestro colega o nuestro igual, es el Señor y nosotros somos sus siervos.

3.- Respeto Si debemos ser respetuosos con nuestros iguales cuánto más con nuestro Señor y Creador.

4.- Sumisión a Dios Obedecerle, seguirle y procurar hacer su voluntad debe ser una constante en la vida sabia del cristiano, si no estaremos actuando como necios.

5.- Dios es la Fuente de la Sabiduría Si queremos aprender alguna disciplina debemos buscar un maestro. Dios es el mejor maestro porque...



El es omnisciente. Él no sólo sabe más que nosotros, sino que tiene el conocimiento de todo.



El es nuestro creador. Quién mejor que el creador sabe lo que necesita su criatura.

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El es santo. El va a buscar siempre nuestro bien, pues obra en su santo amor.



Indica nuestra prioridad. Le estamos diciendo a Dios que es lo más



importante para nosotros. Seríamos necios si colocasemos a Dios en cualquier lugar después del primero en nuestras vidas. Estaríamos dándole menos valor, o lo que es lo mismo despreciando, que es lo que nos dice la palabra que hacen los necios.

Cristo como Maestro de Ética a) El Yugo Fácil de Cristo “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:28-30 Muchos se oponen al pensamiento de someterse. Ellos no tienen problemas con las palabras de Cristo cuando dijo, “Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. Juan 8:36. Ellos no entienden como uno puede ser libre y, a su vez someterse al yugo de Cristo. El yugo es un instrumento de madera puesto sobre el cuello de bueyes para que puedan ser usados para tirar carros o arados. El yugo siempre simboliza sumisión a la autoridad. La esclavitud es un yugo. Normalmente el yugo era algo pesado con la obligación a trabajar. 11

Jesús nos invita a someternos a su yugo. El dice que su yugo es ligero y fácil. Será así si lo aceptamos voluntariamente como un acto de amor. Vamos a considerar lo que significa llevar el yugo de Cristo. Dos esferas, en particular, están incluidas. Nuestras mentes deben estar bajo el yugo de Cristo. El dice, “Lleva mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí”. Esto significa un acto mental. El agricultor, con sus bueyes, llega a ser un instructor con sus alumnos. Un buey aprende a llevar el yugo y a trabajar por estar enyugado con otros que tienen experiencia. En gran manera, el creyente nuevo aprende de los que tienen más años en el camino del Señor. El invita a los que están trabajados y cargados (versículo 28) a tomar su yugo. La verdad es que el trabajo y los quehaceres de este mundo dejan al hombre cargado. El perdón de Dios quita del pecador la carga pesada de culpabilidad. El yugo de Jesús es mucho más liviano que la carga del pecado. El Antiguo Testamento, en Proverbios 13:15, declara que “el camino de los transgresores es duro”. Los primeros seguidores de Jesús habían aprendido las tradiciones de judaísmo del seno de su madre. Bajo la instrucción de su maestro nuevo ellos tenían que cambiar en gran manera su concepto de muchas cosas. Era un proceso lento. Cuando Jesús se fue, el dejó a su Espíritu Santo con la promesa, “El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”. Juan 14:26 Ese concepto de someter nuestra mente a Cristo es algo que pocos están dispuestos a hacer. Muchos están dispuestos a empapar su mente con lo que sale por la radio y la televisión pero el pasar tiempo a diario leyendo la Biblia, o asistir a la iglesia, parece gravoso. Muchos no saben lo que es meditar en la Palabra de Dios. Hay una gran necesidad de hombres y mujeres cuyas mentes están bajo la disciplina de la enseñanza bíblica. La mente bajo el yugo de Cristo es capaz de absorber y asimilar la revelación divina. Únicamente así podemos llegar a tener la mente de Cristo como dice I Corintios 2:16 “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”. 12

Nuestra voluntad también debe estar bajo el yugo de Cristo. Cristo puso el ejemplo. El dijo, “Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra”. Juan 4:34. El obedecer suena repugnante al hombre moderno. El quiere libertad para elegir su propio camino. Nosotros debemos tener libertad a elegir el camino que Cristo ha marcado para nosotros. Si primeramente sometemos nuestra mente al yugo de Cristo, vamos a saber que él es nuestro todo sabio y amante Salvador y que él tiene un plan por nuestra vida que sobrepasa lo que nosotros podemos elegir por nuestra propia facultad. En el aposento alto Jesús dijo a sus discípulos “Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy”. Juan 13:13. Por todos lados hay creyentes que “naufragaron en cuanto a la fe” porque no estaban dispuestos a llevar el yugo de Cristo. Créele. Su yugo es fácil y su carga es ligera. b) Los dos Principales Mandamientos Jesús les dio a sus discípulos dos grandes mandamientos cuando estuvo en la tierra. Aunque los 10 mandamientos son importantes, Él los resumió fácilmente para nosotros en Mateo 22:36 - 40: "Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley? Jesús le contestó: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primer gran mandamiento. El segundo es parecido a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Todas las leyes y profetas dependen de estos dos mandamientos". Aunque ambos mandamientos son intrincadamente unidos, Jesús priorizó el primer mandamiento por encima del segundo. Los mandamientos de amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma y pensamiento quizá resuma los primeros cuatro de los diez mandamientos. Aunque debemos seguir los diez mandamientos no nos salvan o nos llevan al cielo. Cuando tenemos el amor de Dios con nosotros podemos compartirlo con Dios y con otros. La segunda parte del mandamiento nos enseña a 13

amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos y cubre a los otros seis de los diez mandamientos. Básicamente, este pasaje nos dice que tratemos a otros como queremos ser tratados. Al hacer esto, automáticamente obedeceremos varias leyes que se relacionan con las personas como: no robar, no cometer adulterio, no matar e incluso no decir mentiras.

La personalidad y las Relaciones Humanas La originalidad ara los especialistas de la conducta humana la palabra “personalidad” tiene un significado técnico. Para ellos la personalidad es la expresión de lo q usted es y hace. Es lo íntimo de todo individuo, el resultado de todas las reacciones expresadas en su vida diaria, en el hogar, oficina o en la calle entre otros lugares. La personalidad, se revela por la conducta total de una persona, y por la reacciones de los demás ante esa conducta. El impacto dela conducta de una persona, causa que los demás reaccionen favorable o desfavorablemente ante ella. Este proceso se puede invertirse. La organización e integración La personalidad involucra una organización, así como una integración afectiva-emocional. El estilo de la vida implica la posibilidad de que haya un equilibrio afectivo, sirve para q un problema no nos derrumbe, ni un triunfo nos lleve a desdeñara quienes nos rodean. La adaptación y la continuidad Consiste en asimilar nuestro entorno, esta es la característica de nuestra personalidad, es la más distintiva ya que nos ayuda a resolver cualquier tipo de situación. La originalidad Es la forma en que cada persona vive su vida, así como su manera distintiva de ser y de comportarse. Hacer las cosas a nuestro modo es algo que nos caracteriza como seres humanos, pro es importante recordad que tanto nuestras actitudes como comportamientos nos afectan los derechos de otros. Factores que influyen la formación de la personalidad. La herencia- porque influye generación tras generación 14

como caudal de las de características biológicas, y físicas. Es preciso aclarar que el comportamiento no se hereda; lo que se hereda es una constitución biológica, en ciertos ambientes, los individuos tendrán La Personalidad y las Relaciones Humanas. Las Responsabilidades

La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral. Una vez que pasa al plano ético (puesta en práctica), se establece la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral.

La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo él la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido. Está obligado a responder por alguna cosa o alguna persona. También es el que cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace o decide. En el ámbito penal, culpable de alguna cosa, acto o delito. En otro contexto, es la persona que tiene a su cargo la dirección en una actividad. El cumplimiento responsable en nuestra labor humana, sea cual fuere, se regiría por principios como: 

Reconocer y responder a las propias inquietudes y las de los demás.



Mejorar sin límites los rendimientos en el tiempo y los recursos propios del cargo que se tiene.



Reporte oportuno de las anomalías que se generan de manera voluntaria o involuntaria.

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Planear en tiempo y forma las diferentes acciones que conforman una actividad general.



Asumir con prestancia las consecuencias que las omisiones, obras, expresiones y sentimientos generan en la persona, el entorno, la vida de los demás y los recursos asignados al cargo conferido.



Promover principios y prácticas saludables para producir, manejar y usar las herramientas y materiales que al cargo se le confiere.

Posiciones éticas de la iglesia Homosexualidad y Lesbianismo

ante:

Abortos,

Eutanasia,

Clonación,

1.- Aborto “La Iglesia se opone al aborto y aconseja a sus miembros que no se sometan a un aborto ni que lo lleven a cabo, salvo en raras circunstancias en que, según la opinión médica competente, la vida o la salud de la madre esté en serio peligro o que el embarazo sea resultado de una violación y produzca serios traumas emocionales a la madre. Aún así, el aborto debe considerarse sólo después de que las personas responsables hayan consultado con las autoridades del sacerdocio que las presidan y hayan recibido la confirmación divina por medio de la oración”. Creemos que la vida no comienza en la tierra o en el momento de formarse dentro del vientre de la madre, creemos firmemente que vivíamos antes de venir a este mundo como hijos espirituales de Dios y para poder traer más hijos de Dios al 16

mundo el nos ha dado el poder de dar vida, y nos mandó a que lo usáramos con sabiduría dentro de la ley del matrimonio, y si usamos ese poder que Dios nos concedió debemos hacernos responsables de esa vida que sabemos que está esperando las mismas oportunidades que tenemos tanto ustedes como nosotros de vivir en este mundo.

2.- Eutanasia Eutanasia es la actuación cuyo objetivo es causar la muerte a un ser humano para evitarles sufrimientos; bien a petición de éste, o bien por considerar que su vida carece de calidad mínima para que merezca el calificativo de digna. Así la eutanasia es siempre una forma de homicidio, pues implica que un hombre dá muerte a otro, ya mediante la suministración de un medicamento que logre acabar con la vida o con la abstención de los cuidados necesarios hacia el enfermo. La Iglesia está en desacuerdo con la Eutanasia, ya que según la doctrina católica la muerte y el sufrimiento que conlleva ésta es por lo que todo ser humano debe pasar en sus últimos momentos de permanencia en la Tierra ya que así, el dolor representa la propia cruz que carga todo ser cristiano al igual que la Pasión de Cristo, en que Jesús sufrió y cargó la cruz para el perdón de nuestros pecados: “Le quitaron sus vestidos y le pusieron una capa de soldado de color rojo. Después le colocaron en la cabeza una corona que había trenzado con espinas y en la mano derecha una caña. Doblaban la rodilla ante Jesús y se burlaban de Él, diciendo: “¡viva el rey de los judíos!” le escupían la cara y, quitándole la caña, le pegaban en la cabeza”. (Mt 27,28-30) De esta misma forma la Iglesia Cristiana Evangelica, está en desacuerdo con os métodos para aliviar el dolor de las personas que se encuentran con una enfermedad terminal y/o dolorosa porque el dolor asume un significado particular en el plan salvífico de Dios.

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3.- Clonación La clonación es una técnica la cual comenzó a probarse cientificamente hace unos 30 años aproximadamente. Estas pruebas principalmente se hacían en laboratorios con ratones y otros de animales. El propósito era el de duplicar uno de estos seres a otro completamente idéntico. Hace unos tres años, en 1997, un grupo de cientificos en Gran Bretaña pudieron por primera vez clonar exitosamente una oveja llamada "Dolly" en lo que llegó a ocupar las primeras planas en los periodicos y noticieros en todo el mundo y es de aquí de donde surge la controversia. Concerniente a su pregunta respecto a la clonación y la posicion de la iglesia. la posición final de la iglesia evangélica es totalmente en contra a la práctica de la clonacion humana. En su articulo High Dive into the Gene Pool (Clavado desde lo Alto en la Piscina de los Genes)-El sumergimiento dentro de la clonación de humanos es peligroso y prometedor. ¿Cual debe ser la posición de los cristianos?" por Sigmud Brouwer publicado en la revista Christianity Today (Cristiandad Hoy) en Octubre del 1997, el autor menciona que los lideres de la mayoria de los grupos religiosos en Estados Unidos se reunieron en Washington DC en Mayo 18 de 1995, antes del caso de la oveja Dolly en 1997, e hicieron un llamado de "moratorium" en la patentización de genes humanos y animales. Lo siguiente establece su posición: "Creemos que (la ingenieria genética) hará enano el debate pro-vida dentro de pocos años. Vemos la alteración de fromas de vida, creando vida en nueva formas, como una revuelta en contra de la soberanía de Dios y un atentado por parte de los humanos para usurpar a Dios y hacerse Dios" La posición de la iglesia cristiana evangélica hasta el momento tiende a estar opuesta a este tipo de práctica y esta posición es correcta y debe de ser asi, no porque 18

la Biblia hable de clonación específicamente, que no es otra cosa que la creación de gemelos con ciertos años de diferencia, pero sí porque pone en peligro la santidad y el respeto a la vida lo cual sí está claramente expresado en las Escrituras. Mientras no se pueda garantizar el trato correcto y moral a la vida humana (cosa que es casi imposible) los creyentes debemos de tener cuidado antes de formalizar una posición final a favor o en contra respecto a este tema. Debemos de tomar en cuenta que cada embrión es un ser humano que tiene vida y que en estos experimentos son cientos de miles los que podrán perecer para antes de llegar a una clonación exitosa. Finalmente podemos decir que no importa cuán lejos llegue el hombre con sus conocimientos jamás llegará a ser Dios y de la misma manera que Dios confundió las lenguas en la torre de Babel hace miles de años atrás, también los que se opongan a Dios y destruyan su creación y la utilicen de manera inmoral, tendrán un día de confusión cuando tengan que dar cuenta a Dios por sus hechos. 4.- Homosexualidad y Lesbianismo En la Biblia, Pablo enseñó a los romanos que el comportamiento homosexual tanto del hombre como de la mujer, era pecaminoso (véaseRomanos 1:24-32). En tiempos del Antiguo Testamento Moisés incluyó en la ley que las relaciones homosexuales eran contrarias a la ley de Dios (véaseLevítico 20:13). Creemos que el matrimonio entre el hombre y la mujer fue decretado por Dios. Creemos que el matrimonio puede ser eterno mediante el ejercicio del poder del sacerdocio sempiterno en la Casa del Señor. La Iglesia, siguiendo el ejemplo y la enseñanza del mismo Cristo, hace una tercera distinción: la de condenar al pecado, pero tratar con misericordia al pecador. Indudablemente, estas personas homosexuales, deben ser acogidas, en la acción pastoral, con comprensión y deben ser sostenidas en la esperanza de superar sus dificultades personales y su inadaptación social. También su culpabilidad debe ser juzgada con prudencia. Sin embargo, dicha atención pastoral no debe degenerar en 19

una aceptación de la actividad homosexual como algo no reprobable. Quienes se encuentran en esta condición deben, por tanto, ser objeto de una particular atención pastoral, para que no lleguen a creer que la realización concreta de tal tendencia en las relaciones homosexuales es una opción moralmente aceptable.

Conclusión

Al finalizar el trabajo se llegaron a las siguientes conclusiones: La libertad, la justicia y la vida tienen su fundamento en Dios, y la gloria de Dios aparece como el sentido último y la meta suprema de ella. Se trata, pues, de consolidar la libertad colectiva de tal manera que, sin dejarse llevar a los extremos del libertinaje y del totalitarismo, exista la mayor libertad posible del derecho natural. La libertad prometida y otorgada por la palabra y la acción de Dios ha de ser visible y realizada ya desde ahora y en la medida de lo posible por los cristianos. Con respecto a la sabiduría, si queremos empezar a ser sabios debemos comenzar por tener una correcta relación con Dios. Debemos buscar de su sabiduría y dejarnos guiar por Él. Dios es nuestra fuente de sabiduría

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La iglesia Cristiana Evangélica no acepta- ni puede aceptar según sus normas otra identificación sexual ni otro propósito para el sexo que el que da la heterosexualidad y su consecuencia de procreación.

BIBLIOGRAFIA

Jiménez Pablo (2010). La libertad en San Pablo. Un estudio bíblico sobre el concepto de la libertad en los escritos paulinos. Caracas Venezuela. Nelson, W. M., & Mayo, J. R. (2000). Diccionario ilustrado de la Biblia. http://biblicamente.webnode.com. http://www.miapic.com.

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