KRISTEVA (CIENCIA CRITICA)

Julia Kristeva LA SEMIÓTICA CIENCIA CRÍTICA Y/O CRÍTICA DEL CIENCIA I. La semiótica como modelado II. La semiótica y

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Julia Kristeva LA SEMIÓTICA CIENCIA CRÍTICA Y/O CRÍTICA DEL CIENCIA I.

La semiótica como modelado

II.

La semiótica y la producción

En este nuevo capítulo, Kristeva vuelve a la relación entre la semiología y la lingüística, pero esta vez críticamente, oponiéndose a la teoría de Saussure sobre la amplitud de la semiología, que incluso abarca a la lingüística (Saussure dice que la lingüística es parte de la semiología). La autora, sin embargo, refuta esta teoría diciendo que el signo sólo es accesible al conocimiento mediante la lengua. Por lo tanto la semiología es quien forma parte de la lingüística, y que se ocupa de las unidades significativas del discurso. La semiótica, por otro lado, es una producción de modelos, de sistemas formales cuya estructura es análoga a la estructura de otro sistema. En un tercer lugar, la semiótica se produciría como una axiomatización de los sistemas significativos, tomando elementos de las ciencias formales (como la matemática y la lógica), que la lingüística podría usar para actualizarse. Los modelos realizados por la semiótica son como los modelos de las ciencias exactas, por tanto se realizan en coordenadas témporo-espaciales. Por otro lado, la semiología puede ocuparse de lo que no pertenece al orden de las representaciones; de allí surge su diferencia con las ciencias exactas. Por lo tanto se deduce que siempre hay implícita una teoría en los modelos de cada ciencia. La semiótica no existe sin esa teoría que la constituye; entonces esta teoría compone a su vez el objeto de su estudio y el instrumento mediante el cual ese objeto será estudiado. La semiótica es en cada ocasión una reevaluación de su objeto y/o de sus modelos, una crítica de esos modelos (y por lo tanto de las ciencias a las que han sido tomados) y de sí misma; se autocrítica constantemente. Es un círculo que jamás se cierra, porque su principio rechaza su final y se abre a otro discurso, a otro objeto y a otro método. La semiótica es, al mismo tiempo, la ciencia de las ideologías y la ideología de las ciencias. A su vez tiene una particular relación con las demás ciencias, en especial con la lingüística, la matemática y la lógica, de las cuales toma sus respectivos modelos. Introduce una terminología nueva y el cambio de la ya existente. De esta manera un término matemático, lógico o lingüístico puede tener un significado totalmente diferente en un contexto distinto. Es así como la semiótica revela la causa del nacimiento de la ciencia en una ideología, mediante el juego con “novedad de la no-novedad”, esa diferencia de sentido según el contexto teórico. El “significante” puede mantener marcas que remitan a su antiguo significado, pero el significado cambia con la nueva estructura (que es la que les confiere el sentido a los elementos). Un gran ejemplo de esta teoría se da en Karl Marx, cuando cambia completamente el sentido de elementos de la economía anterior a él: ese el caso de plusvalía entre otros. La renovación del pensamiento científico se logra mediante una renovación terminológica; la invención propiamente dicha es cuando se crea un nuevo término. Marx es quien plantea por primera vez el problema del trabajo productivo como característica principal en la definición de un sistema semiótico. La producción se plantea como un problema y como una

combinación que determina lo social, pero de ser de ese modo, -cuestiona Kristeva- la producción sería estudiada solamente desde el punto de vista de la distribución y la circulación de mercaderías, y no desde el interior de la propia producción. Lo que critica la autora es que Marx cuestiona al capitalismo por vil mercantilismo, pero analiza la producción desde el punto de vista que él mismo critica. El alemán esboza los siguientes problemas desde el punto de vista de la comunicación (la distribución y el consumo social), donde el trabajo es siempre un valor de uso o de cambio. Por tanto este trabajo-valor (como lo llama Kristeva) puede ser medido por la cantidad de tiempo social necesario para la producción. Esta idea de trabajo puede ser sacada de contexto (del espacio capitalista); es posible otro espacio en el que el trabajo pueda ser aprehendido fuera del valor: el trabajo no representaría ningún valor, por lo que no tendría ningún sentido. Más tarde Freud interpretará, en cambio, la producción como proceso, no como intercambio. Así comienza la problemática del trabajo como sistema semiótico particular. La autora plantea que la problemática de la semiótica actual se encuentra en: seguir formalizando los sistemas semióticos desde el punto de vista de la comunicación o abrir en el interior del problema de la comunicación aquel lugar que es la producción del sin sentido, del sentido anterior al sentido. Si se opta por esta última existen dos posibilidades: por un lado, se aísla un aspecto medible (y en consecuencia representable) del sistema significativo estudiado con, como fondo, un concepto no medible (el trabajo, la producción o la huella, la diferencia); o por el otro se trata de crear una nueva “ciencia“ después de haber definido un nuevo objeto: el trabajo como práctica semiótica distinta del intercambio. III.

Semiótica y “literatura”

Para la semiótica, la literatura no existe. No existe como objeto estético. Es una práctica semiótica particular que hace más comprensible la problemática de la producción de sentido que plantea la semiótica moderna. Todo texto literario puede ser pensado como productividad. Desde final del siglo XIX, sin embargo, existen textos modernos que se piensan como producción irreductible a la representación (como puede ser el caso del Ulises de Joyce, el cual es en su totalidad un fluir de la conciencia). Entonces, una semiótica de la producción debe tratar esos textos para alcanzar la práctica de la escritura vuelta hacia su producción en un pensamiento científico a la búsqueda de la producción. Creados a partir de esos textos modernos, los modelos semióticos así producidos, se vuelven hacia el texto social. CONCLUSIONES

Mediante un lenguaje muy complicado que parece serlo para aparentar la no repetición de conceptos; que parece ser soberbio, la autora, Julia Kristeva, presenta un texto cuyas puntos más sobresalientes son expuestos a continuación.  La semiótica es la ciencia que estudia las significaciones en el seno de la vida social.  Quien da conciencia de la lengua (que es muy endeble), es el texto. Éste está orientado por un lado hacia la lengua y el lenguaje de una sociedad precisas y hacia el proceso social en el que participa como

discurso. Es decir que el texto (y la lengua a su vez) está íntimamente ligado al contexto en el cual se encuentra. Lo mismo sucede cuando un término es utilizado en otra esfera de conocimiento y significa algo distinto; allí juega el contexto. Así un mismo significante puede tener diversos significados.  La característica de la semiótica es que tiene una particular relación con las demás ciencias, en especial con la matemática, la lingüística, y la lógica. Por otro lado introduce terminologías nuevas y el cambio de las ya existentes. La rareza de esta ciencia es que es un hecho tan teórico como científico. La semiótica es además una producción de modelos. Estos modelos son representaciones (al igual que en las ciencias exactas) por lo que se realizan en coordenadas espaciotemporales. Más se diferencia de aquellas ciencias, pues puede afrontar también lo que no corresponde al orden de la representación. La semiología es la que forma parte de la lingüística y no viceversa, pues el signo solamente es accesible al conocimiento mediante la lengua. La semiótica se autocrítica constantemente. La problemática de la semiótica actual se encuentra en: seguir formalizando los sistemas semióticos desde el puntos de vista de la comunicación o abrir en el interior del problema de la comunicación aquel lugar que es la producción del sin sentido, del sentido anterior al sentido. Si se opta por esta última existen dos posibilidades: por un lado se aísla un aspecto medible y en consecuencia representable del sistema significativo estudiado como fondo, un concepto no medible (el trabajo, la producción o la huella, la diferencia); o por el otro se trata de crear una nueva “ciencia” después de haber definido un nuevo objeto: el trabajo como práctica semiótica distinta del intercambio.