Inmunidad Microbiana (Mariela-unellez)

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS OCCIDENTALES EZEQUIEL ZAMORA UNELLEZ NÚCLEO RÓMULO GALLEGOS INMUNOLOGÍA

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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS OCCIDENTALES EZEQUIEL ZAMORA UNELLEZ NÚCLEO RÓMULO GALLEGOS

INMUNOLOGÍA MICROBIANA

PARTICIPANTE Briceño Johanna 22.597.311

RÓMULO GALLEGOS, JULIO DE 2014 INTRODUCCIÓN

La inmunidad o respuesta inmune es la respuesta a sustancias extrañas (antígenos), incluyendo microorganismos, como también proteínas y polisacáridos, con consecuencias fisiológicas o patológicas. El sistema inmune es un complejo formado por diferentes tipos celulares cuyo papel fundamental es la defensa contra la invasión de diferentes noxas, habitualmente microbianas. A esta función colaboran otros mecanismos de defensa inespecíficos, como la integridad de membranas, fagocitosis, entre otros. Además, este sistema es capaz de reconocer y eliminar a las células neoplásicas que en condiciones normales, se forman continuamente en el organismo. Estas dos funciones quedan claramente ilustradas en los casos en que

existen

alteraciones

inmunodeficientes

tienen

inmunitarias,

una

gran

ya

que

susceptibilidad

los

pacientes

para

desarrollar

infecciones y tumores. Un ejemplo de actualidad son los enfermos con SIDA, que se caracterizan por presentar infecciones por agentes poco usuales y tumores como el sarcoma de Kaposi. El trabajo que se presenta a continuación tiene como objetivos, valorar el concepto de defensa frente a las agresiones del medio externo a través de la inmunidad microbiana. Desde el punto de vista específico, se pretende: (a) conocer las células, tejidos y órganos, estructura y productos de secreción que participan en la respuesta inmune; (b) interpretar sus funciones, interacciones y mediadores químicos, y; (c) reconocer las principales moléculas que intervienen en el complejo inmune (antígeno-anticuerpo) y analizar su biología molecular, en la respuesta específica.

INMUNIDAD MICROBIANA

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Refiere Margni (1996), que el sistema inmune “…es el conjunto de células y moléculas responsables de la inmunidad, cuyo objetivo es proteger al organismo de agentes externos nocivos” (p. 23). Explica el autor, que existen dos tipos de inmunidad: la innata y la específica Ambas cooperan entre sí y actúan en conjunto. La inmunidad innata induce la inmunidad específica y, a su vez, la inmunidad específica utiliza los mismos efectores de la inmunidad innata, es decir, células polimorfonucleares, fagocitosis y el sistema del complemento. Como resultado, se produce una respuesta especializada y con un sistema de memoria. Esto es importante ya que numerosos antígenos atacan al organismo más de una vez. Al respecto, Roitt (1994), estima que entre las defensas innatas se puede mencionar la piel, las mucosas y una serie de ácidos y enzimas secretados por distintos órganos. La piel constituye, gracias a su capa de queratina, una primera barrera difícil de superar siempre y cuando no se produzca ninguna alteración en su estructura. Las mucosas están constituidas por una serie de células que segregan unas sustancias mucilaginosas para actuar de barrera defensiva. Los cilios, como las estructuras respiratorias, que crean corrientes de aire para eliminar el polvo, el polen, entre otras. En el estómago se secreta ácido clorhídrico para elevar el PH. En las lágrimas y en la saliva se secreta además un enzima de potente acción inmunológica: la lisozirna. Por

su

parte,

la

segunda

barrera

que

se

encuentran

los

microorganismos después de la piel y las mucosas son una serie de células, como son los macrófagos y los micrófagos de la sangre y la linfa que conducen a la respuesta inflamatoria. Como consecuencia de la presencia de una herida las células de la zona responden liberando un derivado del aminoácido histidina, la histamina, que conlleva un aumento del flujo sanguíneo en esa zona, una elevación de la temperatura o lo que se conoce como inflamación. Ante la inflamación se van a movilizar los leucocitos o 3

glóbulos blancos que circulan por la sangre. Dentro de ellos se pueden citar a los neutrófilos (el 60% de los leucocitos circulantes), que una vez localizada la lesión atraviesan las paredes capilares y fagocitan o destruyen a los microorganismos gracias a la liberación de múltiples enzimas hidrolíticas (Roitt, ob. cit.). Es importante señalar, que se denomina Inmunidad innata al conjunto de mecanismos que existen antes de la infección, responden rápidamente y de la misma manera frente a infecciones repetidas, formando así la primera línea de defensa de la respuesta inmune. Según Rojas (1995), está constituida por: (a) Barreras físicas y químicas (piel, mucosas, productos antimicrobianos), que impiden la invasión y proliferación de patógenos (agente extraño) y se producen localmente; (b) Proteínas sanguíneas (por ejemplo, sistema del complemento), responsables del proceso de inflamación; (c) Sistema fagocitario (neutrófilos, macrófagos), importante sistema efector, fundamental para la respuesta contra bacterias; (d) Células natural killer (NK), importantes en la vigilancia inmunológica, y; (e) citoquinas, que regulan y coordinan actividades celulares (p. 59). Así mismo, en comparación con la inmunidad innata, la inmunidad específica se desarrolla cuando el cuerpo humano está expuesto a varios antígenos; el organismo construye un mecanismo de defensa, el cual es específico para cada antígeno, realizando una respuesta amplificada y más eficaz contra infecciones repetidas del mismo microorganismo. Puede ser estimulada tanto por agentes infecciosos como por no infecciosos. La siguiente figura, muestra la interacción entre la inmunidad innata y la específica.

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Fuente: Roitt, I. (1994). Inmunología. Fundamentos. Figura 1: Interacción entre la inmunidad innata y la específica. La respuesta inmune específica utiliza varios de los mecanismos efectores de inmunidad innata y aumenta la actividad antimicrobiana de éstos. Abbas, Lichtman & Pober (1995), refieren que sus componentes son: a) Los linfocitos B son células mononucleares que maduran en la médula ósea y son los encargados de la producción de anticuerpos (esto se produce cuando el linfocito B es sensibilizado por un antígeno específico, convirtiéndose en las llamadas células plasmáticas o plasmocitos, los cuales son las encargadas de la producción y liberación de anticuerpos específicos). Los linfocitos B se renuevan periódicamente, pero siempre permanecen células de memoria que permiten repetir una respuesta inmune al producirse un nuevo contacto con el antígeno específico. b) Los Anticuerpos IgG, IgM, IgA, IgE, IgD, también llamadas inmunoglobulinas (Ig), son proteínas producidas por los linfocitos B (células plasmáticas). Cada tipo de anticuerpo es único y defiende al organismo de un tipo

específico

de antígeno. Se adhieren a este antígeno específico y facilitan la destrucción de

éste por parte de los fagocitos. Las funciones que cumplen los

anticuerpos son muy distintas. Incluyen la inhibición de la adhesión de

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microorganismos a las superficies mucosas (IgA, IgG), facilitación de la fagocitosis u opsonización (IgG), bacteriolisis (destrucción bacteriana), activación del complemento (IgG, IgM), neutralización de toxinas (IgG), neutralización de virus (IgG, IgM, IgA), eliminación y destrucción de parásitos (IgE), entre otras. La inmunidad específica se divide en dos subtipos: la inmunidad humoral y la inmunidad celular. Éstas trabajan en conjunto, permitiendo así una respuesta coordinada: (a) inmunidad humoral: mediada por anticuerpos (linfocitos B), orientada al control de microorganismos extracelulares y toxinas; (b) inmunidad celular: mediada por linfocitos T, los cuales al sensibilizarse producen citotoxicidad por un lado y linfoquinas por otro, induciendo

a

un

sistema

macrofágico

microorganismos intracelulares (virus).

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orientado

al

control

de

CONCLUSIONES

Una parte significativa de los microorganismos de la biosfera son parásitos de otros organismos y muchos de ellos, tienen además carácter patógeno y originan enfermedades en los organismos parasitados. Para defenderse de ellos, los animales han desarrollado a lo largo de su evolución biológica una serie de mecanismos defensivos que constituyen el sistema inmunitario. El área de la ciencia biológica que se ocupa de este conjunto de mecanismos defensivos se denomina inmunología. Aunque la inmunología surgió y se desarrolló como ciencia sólo en los dos últimos siglos, de la mano de la microbiología, sus antecedentes históricos se remontan ya a la Grecia clásica. Las investigaciones realizadas a lo largo de todo el siglo XX acerca de los mecanismos responsables de la respuesta inmunitaria convirtieron a la inmunología en una ciencia de importancia extraordinaria para nuestra comprensión de los sistemas vivos y de gran utilidad práctica en la lucha contra las enfermedades infecciosas. El sistema inmunitario, entendido en un sentido amplio, integra todo un conjunto de mecanismos defensivos que los animales han desarrollado para detectar y neutralizar a cualquier agente ajeno al organismo y potencialmente peligroso para él, trátese de microorganismos o de cualquier partícula o sustancia química que pueda ser reconocida como extraña. Este sistema está estructurado en una serie de barreras sucesivas o “líneas defensivas” que se oponen a la entrada del agente. Las primeras líneas defensivas las constituyen diferentes mecanismos que actúan de manera inespecífica contra cualquier agente ajeno al organismo. Además, los vertebrados han desarrollado una serie de mecanismos de defensa específicos que constituyen lo que se conoce como el sistema inmunitario propiamente dicho y representan el principal foco de atención de la inmunología. 7

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Abbas, K.; Lichtman, H. & Pober, S. (1995). Inmunología celular y molecular. 2da. Ed. Madrid, España: McGraw-Hill. Margni, R. (1996). Inmunología e inmunoquímica. 5º Ed. Buenos Aires, Argentina: Editorial Médica Panamericana S.A. Roitt, I. (1994). Inmunología. Fundamentos. 7º Ed. Buenos Aires, Argentina: Editorial Médica Panamericana S.A. Rojas, W. (1995). Inmunología. 10º Ed. Medellín, Colombia: Corporación para Investigaciones Biológicas.

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