Inmunidad Celular

Instituto universitario de tecnología “Juan Pablo Pérez Alfonzo” Extensión Maracay IUTEPAL Inmunidad Celular Profesora

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Instituto universitario de tecnología “Juan Pablo Pérez Alfonzo” Extensión Maracay IUTEPAL

Inmunidad Celular

Profesora:

Integrantes:

Yocsune

Sánchez Yaelyn Zambrano Jojanli Mota Richardis Lozano Marisol Pizani Yetzi Guaira Josseth

Introducción El sistema inmune es complejo y los elementos que lo integran participan de forma integrada junto a otros sistemas en numerosas funciones del organismo. Todos los nutrientes incluyendo el agua y en su conjunto la alimentación, afectan a la estabilidad del sistema inmunitario en todas las etapas de la vida. El sistema inmune protege al organismo frente a agentes extraños (bacterias, virus, parásitos, hongos, levaduras, pólenes, proteínas alimentarias, toxinas, células cancerígenas, etc.) Una vez que los patógenos han atravesado esta primera barrera del sistema inmunitario innato, el sistema inmune pone en marcha otros mecanismos de defensa activa que se pueden dividir en respuestas inmunes innatas e inespecíficas y respuestas inmunes adaptativas ó específicas (conocida también como inmunidad adquirida). La principal diferencia que existe entre ambos tipos de respuesta es que la inmunidad adaptativa presenta alta especificidad y memoria con respecto a un determinado patógeno. En ambas respuestas intervienen las células inmuno competentes (leucocitos) y una serie de factores solubles (sistema del complemento, anticuerpos, citoquinas). Las células que participan en las respuestas inmunes se diferencian en la médula ósea, se encuentran mayoritariamente en órganos linfoides tales como el timo, el bazo y los nódulos linfoides. En la respuesta inmune humoral y celular presentan varios tipos de respuesta que deja al individuo tan indefenso frente a toda clase de gérmenes patógenos y otras agresiones, que es incompatible con la vida si no se instaura a tiempo un tratamiento adecuado. La respuesta inmune humoral es mediatizada por los linfocitos B, que como se ha dicho anteriormente reconocen al antigeno a través de las inmunoglobulinas de membrana. Sin embargo este estimulo no es suficiente para que se inicien los procesos de proliferación de estas células. Para ello es necesario que los linfocitos B además del estimulo antigénico reciban el estimulo de ciertas interleucinas. En la respuesta inmune celular cubren una importante función como mecanismo inmunológico de defensa, actuando principalmente frente a bacterias y virus, así como evitando la aparición y desarrollo de células tumorales. Sin embargo, este tipo de respuesta representa una seria limitación en la práctica de trasplantes por ser el principal mecanismo implicado en el rechazo de los mismos. La respuesta inmune de tipo celular es compleja en sus efectos y acciones finales, así como en su iniciación y desarrollo. En ella participan esencialmente los linfocitos T colaboradores y citotóxicos.

Inmunidad celular La inmunidad celular es una forma de respuesta inmunitaria1 de selección natural mediada por linfocitos T. Actúa como mecanismo de ataque en contra de los microorganismos intracelulares, como virus y algunas bacterias, capaces de sobrevivir y proliferar en el interior de los fagocitos y otras células del huésped, lugar al que no tienen acceso los anticuerpos circulantes. La defensa frente a este tipo de infecciones depende de la inmunidad celular, que induce la destrucción del microorganismo residentes en los fagocitos o de las células infectadas. Inmunidad humoral La inmunidad humoral es el principal mecanismo de defensa contra los microorganismos extracelulares y sus toxinas, en el cual, los componentes del sistema que atacan a los antígenos, no son las células directamente sino son macromoléculas, como anticuerpos o proteínas del sistema. Funciones de los linfocitos en la defensa celular Las defensas orgánicas internas están constituidas, básicamente, por el sistema defensivo celular, y los anticuerpos o sustancias defensivas que segregan las células de aquél, el llamado sistema defensivo humoral. Ambos, son sistemas ligados entre sí, ya que los anticuerpos localizados en la sangre son producidos por células. 1. 2. 3. 4. 5.

Protección de un organismo ante un agente externo Defensa natural del cuerpo Control de infección del mecanismo de defensa Reconoce un antígeno extraño Tienen un rol protector Función de linfocitos B

Los linfocitos B o células B son un tipo de linfocito y un componente esencial de la respuesta inmune humoral. Los linfocitos B son un componente esencial del sistema inmunitario adaptativo. Tienen como función principal: 1. Fabricar anticuerpos contra antígenos. 2. Funcionar como células presentadoras de antígeno. 3. Eventualmente transformarse en células de memoria B después de ser activados por la interacción con un antígeno. Los linfocitos B tienen dos procesos de maduración y diferenciación. El primero se produce en la médula ósea, que no está expuesta a los antígenos. El segundo proceso de maduración se produce en el ganglio linfático. En esta segunda etapa la célula B se diferencia en otros tipos de células: células plasmáticas y células B de memoria.

Mecanismo del shock anafiláctico El shock anafiláctico se define como una hipersensibilidad sistémica tipo I que ocurre en individuos con características inmunológicas especiales y que resulta en manifestaciones mucocutáneas, cardiovasculares y respiratorias que pueden poner en riesgo la vida. El termino anafilaxia se refiere a aquellas reacciones mediadas por subtipos de los anticuerpos para IgE e IgG. Debe ocurrir una sensibilización previa al alérgeno, lo que produce inmunoglobulinas específicas para el antígeno; la exposición posterior al alérgeno genera la reacción anafiláctica. Muchos de los cuadros de anafilaxias suceden, sin embargo, sin antecedentes de exposición previa a algún alérgeno. Las reaccionas anafilactoideas o pseudoanafilacticas generan un cuadro clínico similar pero ellas no están mediadas por el sistema inmunológico; a pesar de ello en el contexto clínico de la urgencia médica el manejo es similar. El mecanismo más típico es la reacción alérgica inmediata clásica en la que un alérgeno se une a los anticuerpos tipo IgE (inmunoglobina E), que se hallan en la superficie de células del sistema inmunitario como los mastocitos y basófilos. Esta unión funciona como una llave que encaja en una cerradura y abre dichas células, las cuales liberan las sustancias que provocan los síntomas. Otros mecanismos pueden activar los mastocitos y basófilos, a través de anticuerpos como la IgG o directamente por la acción de fármacos y diversas sustancias químicas o estímulos físicos.

Mediadores químicos



Los mediadores se originan en el plasma o de la célula.



La producción de mediadores activos están desencadenada por productos microbianos o proteína del huésped las que son activadas por microorganismos y tejidos dañados.



Realizan su actividad biológica uniéndose inicialmente los receptores específicos



Una vez activados y liberados de la célula dura muy poco tiempo.



Los mediadores pueden actuar sobre uno o algunos tipos de células diana. Hipersensibilidad humoral y celular

El ser humano habita en un entorno cargado de sustancias capaces de provocar respuestas inmunitarias. El contacto con estos agentes llamados alérgenos (los pólenes, los alimentos, los fármacos, los agentes microbianos, los productos químicos y muchos derivados sanguíneos utilizados en la práctica clínica) no sólo induce una respuesta inmunitaria protectora, sino también reacciones que pueden ser nocivas para los tejidos. Las respuestas inmunitarias provocadas por estos antígenos exógenos adoptan diversas formas, que van desde las molestias triviales, como el prurito cutáneo, a enfermedades potencialmente mortales, como el asma bronquial. Estas repuestas reciben, en conjunto, el nombre de reacción de hipersensibilidad (R-HS), y pueden ponerse en marcha bien por la interacción del antígeno con los anticuerpos humorales, bien por mecanismos inmunitarios de tipo celular.   



En la enfermedad de tipo I, la respuesta inmunitaria libera sustancias vaso activas y espasmo génicas, que actúan en los vasos y el músculo liso, y citocinas pro inflamatorias, que atraen a las células inflamatorias. En los trastornos de tipo II, los anticuerpos humorales participan directamente en la lesión de las células, predisponiéndolas a la fagocitosis o la lisis. La mejor forma de recordar los trastornos de tipo III es como enfermedades por inmuno complejos, en las que los anticuerpos humorales se unen a los antígenos y al complemento activado. A continuación, las fracciones del complemento atraen a los neutrófilos, que son los que provocan la lesión del tejido a través de la liberación de enzimas lisosómicas y la producción de radicales libres tóxicos. Los trastornos de tipo IV suponen una lesión del tejido en la que las respuestas inmunitarias de tipo celular por los linfocitos T sensibilizadas son las que producen la lesión celular e hística.

Las reacciones de hipersensibilidad de tipo I, II y III están mediadas por anticuerpos, mientras que la de tipo IV está mediada por células (linfocitos T sensibilizados). Mecanismo de los trastornos inmunológicos Tipo

Tipo I: Anafiláctico

Prototipo de trastorno

Mecanismo inmunológico

Formación de anticuerpo IgE (citotropo) liberación inmediata de aminas vaso activas y otros Anafilaxia, algunas formas mediadores por los basófilos y de asma bronquial los mastocitos, seguida de reclutamiento de otras células inflamatorias.

Formación de IgG, IgM unión al antígeno en la superficie de la Anemia hemolítica auto célula diana®fagocitosis de la inmunitaria, Eritroblastosis célula diana o lisis de ésta por la Tipo II: Citotóxico fetal, Síndrome de fracción C8,9 del complemento Goodpasture activado o por citotoxicidad celular dependiente del anticuerpo.

Complejos antígeno-anticuerpo, complemento activado, atracción de neutrófilos, liberación de enzimas lisosomales y otras moléculas tóxicas.

Tipo III: Enfermedad por Inmunocomplejos

Reacción de Arthus, Enfermedad del suero, Lupus eritematoso sistémico, ciertas formas de glomerulonefritis aguda

Tipo IV: Hipersensibilidad mediada por células (Retardada)

Linfocitos T sensibilizados®liberación de Tuberculosis, Dermatitis de linfocinas y citotoxicidad contacto,Rechazo de mediada por células T, se trasplantes produce en enfermedad granulomatosa.

Los mediadores primarios de los mastocitos: Provocan la reacción inicial rápida. Estos mediadores son los siguientes: 

  

Aminas biógenas (histamina-adenosina): inhiben la agregación plaquetaria y producen contracción del músculo liso bronquial (broncoespasmo), aumento de la permeabilidad vascular, incremento de la secreción de las glándulas mucosas y vasodilatación (congestión vascular). Quimoquinas (mediadores quimiotácticos): aumentan la reclutación de eosinófilos y neutrófilos. Enzimas contenidas en la matriz de los gránulos, proteasas hidrolasas (quimasa, triptasa, proteasas e hidrolasas), que, actuando sobre las correspondientes proteínas precursoras, producen cininas y activan el complemento. Proteoglucanos (heparina): función anticoagulante.

Los mediadores secundarios: Actúan en la respuesta retardada que tiene comienzo a las 2-24 horas después de la exposición del alérgeno; puede durar varios días y se caracteriza por una intensa infiltración de células inflamatorias, con lesión tisular infiltrarte. Sus mediadores secundarios son de dos clases: Mediadores lipídicos que son los siguientes:



El leucotrieno B4 de gran poder quimiotáctico para los neutrófilos, los



monocitos y los eosinófilos. Los leucotrienos C4, D4 Y E4 son mil veces más potentes que la histamina en



relación con el aumento de la permeabilidad vascular y la contracción del músculo liso bronquial. Además, producen un importante aumento de la secreción de las glándulas mucosas. La prostaglandina D2 da lugar a un intenso broncoespasmo, vasodilatación y



secreción de moco. El factor activador de las plaquetas (PAF) produce agregación plaquetaria, liberación de histamina, broncoconstricción, vasodilatación y aumento de la permeabilidad vascular. Además, tiene efectos proinflamatorios, como la quimioatracción y la desgranulación de los neutrófilos.

Citocinas: reclutan y activan a células inflamatorias, parecen producidas por los mastocitos. Respuestas al P.P.D (Derivado proteico purificado del bacilo de la tuberculosis)

La TB causada por M. tuberculosis es considerada como una infección bacteriana crónica, caracterizada por la formación de granulomas en los tejidos comprometidos y relacionada con hipersensibilidad mediada por células. Aunque los pulmones son los órganos afectados por excelencia, se considera que es una entidad sistémica, cuya evolución natural conduce a un síndrome crónico de deterioro, que en caso de no ser tratada adecuadamente o de abandonar el tratamiento, la patología es más severa y puede conllevar a la muerte. M. tuberculosis es un bacilo delgado, ácido resistente, de forma ligeramente curvada, con una longitud que oscila entre 1 y 4 micras. La constitución de la pared celular de M. tuberculosis es una de las más complejas entre los microorganismos conocidos. Es dos veces más gruesa y fuerte que la de los gérmenes Gram negativos y constituye una verdadera coraza lipídica, difícilmente penetrable, que otorga a la micobacteria su típica resistencia a la acción del alcohol y los ácidos (15). Los principales componentes de dicha pared son peptidoglicanos y ácidos micólicos, unidos entre sí por medio de enlaces covalentes, Darabino-D-galactán. Además, posee un alto contenido de glicolípidos, en particular a-a´trehalosa dimicolato (TDM) y a-a´-trehalosa monomicolato (TMM). La organización de estos componentes ácidos en la pared celular bacteriana determina ciertas características de permeabilidad limitada, de manera que la mayoría de agentes antimicrobianos son incapaces de atravesar la pared. Por otro lado, esta fuerte coraza, en muchos sentidos es similar a la cápsula de las esporas, protege a la micobacteria de las fluctuaciones ambientales y le permite subsistir por tiempo prolongado en los tejidos. La pared es tan importante para la viabilidad de la bacteria, que la isoniacida, uno de los agentes

antituberculosos más efectivos, actúa inhibiendo la síntesis de ácidos micólicos, evento que conduce a la desintegración de esta estructura. Los mecanismos por medio de los cuales en algunos individuos se logra una respuesta inmunitaria suficiente para contener la infección micobacteriana, mientras que en otros, ésta es ineficaz y permite la progresión de la enfermedad hacia TB clínicamente manifiesta, aún no han sido esclarecidos. Los datos de algunos estudios epidemiológicos sugieren la posible existencia de factores genéticos, teniendo en cuenta que la enfermedad afecta con particular intensidad a ciertos grupos familiares y raciales.

La inmunidad innata en tuberculosis El descubrimiento de familias de proteínas receptores de superficie como son los receptores de reconocimiento de patrones, los cuales están presentes en los linfocitos B, MN/MF y en las células dendríticas son afines con las estructuras invariables de patógenos. Los PRRs en estas células, desde el punto de vista funcional, pueden ser secretados, endocíticos o de señalización (receptores toll-like: TLR). El descubrimiento de la familia de proteínas receptores TLR, en la respuesta inmunitaria, ha ofrecido nueva luz sobre el vínculo entre inmunidad innata e inmunidad adaptativa. Hay evidencia que sugiere que, los TLR juegan un papel importante en la activación de las células inmunes por los patógenos, incluyendo M. tuberculosis. Se ha reportado que la inducción de IL-12 y la actividad promotora in vitro de la sintetasa del óxido nítrico (NOS2) por la lipoproteína micobacteriana 19 kDa es dependiente del TLR2 humano. Se ha reportado que M. tuberculosis puede actuar vía TLR2 y TLR4 humanos, a través de un enlace específico.

Patogenia El bacilo tuberculoso no elabora endotoxinas ni exotoxinas, en su lugar, la enfermedad en sí y la destrucción de los tejidos son ocasionados por productos que elabora el huésped durante la respuesta inmunitaria a la infección. Cuando el Mycobacterium tuberculosis consigue llegar al alvéolo pulmonar, se produce una ligera reacción inflamatoria en la que predominan los polimorfonucleares. Estas células son rápidamente sustituidas por macrófagos alveolares. Cuando un macrófago alveolar puro desde el punto de vista inmunitario envuelve a un bacilo tuberculoso, al principio le suministra el ambiente nutricional que necesita dentro de su fagosoma, donde el bacilo sobrevive y se multiplica. La capacidad de estos macrófagos para erradicar por sí solos al bacilo tuberculoso en estas primeras etapas, parece ser muy escasa, quizás porque su función se ve interferida por factores que han sido atribuidos a diversos componentes de la pared celular del Mycobacterium tuberculosis que le permite a éste escapar de la destrucción inducida por las defensas del organismo. En primer lugar, está el factor cordonal, un glucolípido de superficie que hace que el Mycobac-terium tuberculosis crezca in vitro en cordones con configuración de serpentina y sólo lo presentan las cepas virulentas. La virulencia está dada por la capacidad de formar cordones. El factor formador de cordones inhibe la migración de leucocitos. Además, la inyección del factor cordonal induce la aparición del granuloma característico. Antígenos de Mycobacterium tuberculosis Las proteínas del M. tuberculosis son las que le confieren la propiedad antigénica; ciento cincuenta de sus 1000 proteínas han sido caracterizadas . Las más predominantes han sido aisladas, caracterizadas y copiadas por síntesis química o sus genes han sido insertados en huéspedes como Escherichia coli, para la reproducción en gran escala de proteínas recombinantes. Pruebas cutáneas Las pruebas cutáneas de alergia son unas pruebas que se hacen sobre la piel con objeto de identificar la sustancia que puede desencadenar una reacción alérgica en el paciente. Para ello se introduce en la piel una cantidad ínfima del posible agente causante de la alergia. Lepromina: La prueba de lepromina cutánea se utiliza para determinar qué tipo de lepra tiene una persona. Forma en que se realiza el examen Se inyecta una muestra de bacterias inactivadas (incapaces de causar infección) causantes de la lepra justo debajo de la piel, usualmente en el antebrazo, de tal manera que una pequeña protuberancia levante la piel. La protuberancia indica que el antígeno ha sido inyectado a la profundidad correcta.

El sitio de la inyección se marca y se examina a los 3 días y luego de nuevo a los 28 días para ver si hay una reacción. Preparación para el examen Las personas que tienen dermatitis u otro tipo de irritaciones cutáneas se deben realizar el examen en una parte del cuerpo que no esté afectada. Si a su hijo le va a realizar este examen, puede servir el hecho de explicarle lo que se siente durante el mismo e incluso practicar o hacerle una demostración con un muñeco. Explíquele la razón del examen, ya que saber "el cómo y el porqué" puede reducir el nivel de ansiedad que siente el niño. Histoplasma: Es el hongo dimórfico causante de la histoplasmosis clásica, Al desarrollarse una respuesta inmunológica humoral y celular2, pueden realizarse pruebas serológicas y cutáneas, y estas últimas permiten valorar de forma sencilla la reacción de hipersensibilidad tipo IV. Prueba PPD: La prueba cutánea de PPD, sigla en inglés de derivado proteico purificado, es un método utilizado para el diagnóstico de la infección de tuberculosis (TB) silenciosa. Forma en que se realiza el examen Usted necesitará dos visitas al consultorio del médico para este examen.En la primera visita, el médico limpiará el área de la piel, por lo regular la parte interna del antebrazo. Le aplicará una pequeña inyección que contiene PPD. La aguja se coloca suavemente debajo de la capa cutánea superior, provocando la formación de una protuberancia (roncha) en la piel. Esto por lo regular desaparece en unas pocas horas a medida que el material se absorbe. Después de 48 a 72 horas, usted debe volver al consultorio médico. El médico o la enfermera le revisarán el área para ver si ha tenido una reacción fuerte a la prueba. Preparación para el examen No hay una preparación especial para esta prueba. Coméntele al médico si alguna vez ha tenido una prueba cutánea de PPD positiva. De ser así, ésta no se debe repetir, excepto bajo circunstancias inusuales. Igualmente infórmele al médico si tiene una afección o si toma ciertos fármacos, como esteroides, que pueden afectar su sistema inmunitario. Estas situaciones pueden llevar a que se presenten resultados imprecisos en la prueba.

Conclusión