Importancia de La Oratoria

Importancia de la Oratoria Cuando hablamos de la oratoria estamos hablando del arte de la palabra, de cómo una persona

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Importancia de la Oratoria

Cuando hablamos de la oratoria estamos hablando del arte de la palabra, de cómo una persona es capaz de transmitir un mensaje hablando, comunicando a un público, a un grupo de personas o un individuo. La clave está en la capacidad del emisor para convencer a un receptor. En la oratoria, la pretensión final es la de contar una historia, exaltar o motivar a un auditorio, transmitiendo un mensaje, etc. Lo importante de esto es la capacidad del orador para hacer llegar aquello de lo que habla. Para ello existen varios elementos que son fundamentales para que lo que se dice cale en el público. Por un lado son importantes los conocimientos que tenga la persona sobre el tema o mensaje que se quiere transmitir. Hay que pensar que la oratoria viene ya de la tradición griega y que esta era estudiada, trabajada y puesta en práctica por verdaderos eruditos en la materia, que en la mayoría de los casos eran políticos, filósofos, etc. Es más, el dominar este arte era motivo de prestigio en la sociedad en la sociedad de aquel tiempo. Pero centrándonos en el tema, la técnica de la oratoria se basa en cierto tipo de técnicas para que el auditorio centre la atención en la persona que habla. Por un lado el orador ha

de transmitir su mensaje utilizando siempre la segunda persona, lo que hace que quien escucha se sienta más cercano a quien habla. Por otro lado, otro de los elementos que se usa mucho son las frases hechas, que hacen que la persona se sienta más identificada no sólo con el orador, si no lo que se dice, asociándola con la cultura popular, muy importante en cualquier sociedad. A esto también hay que añadir que el orador ha de utilizar un buen tono de voz, modularla de manera inteligente, etc., es decir utilizar todos los recursos que le aporta la lengua, la lingüística y la dicción. Así mismo, se debe tener siempre en cuenta al auditorio, a su público y, sobre todo a las personas como individuos únicos. Esto es importante ya que, en muchas ocasiones del discurso, se dirigirá a una persona en concreto para realizar preguntas de tipo retórico, llamada de atención, guiños, etc., lo que conseguirá mantener la atención del espectador. La oratoria, como dijimos antes, el arte de la palabra, tiene la facultad de que el mensaje que se quiere transmitir no siempre tiene que ser verdad. Lo importante es que el mensaje que se transmita sea creíble para el auditorio que lo escucha y que éste sea convencido. Home ¿Qué Es La Oratoria? ¿QUÉ ES LA ORATORIA?

¿QUÉ ES LA ORATORIA?  ¿Qué es la oratoria?  3 comentarios

¿QUÉ ES LA ORATORIA? LA ORATORIA SON TÉCNICAS ESPECIALIZADAS QUE PERMITEN A UNA PERSONA EXPRESARSE EFICAZMENTE ANTE UN INDIVIDUO O GRUPO DETERMINADO, PARA TRASMITIR SUS CONOCIMIENTOS, CON EL FIN DE: INFORMAR, CONVENCER O PERSUADIR. En los negocios o cualquier otra actividad de interrelación, la forma en que hablamos, en que nos comunicamos, será el patrón por el cual se nos juzgará, se nos aceptará o rechazará. Hablar con orden, con claridad, con entusiasmo, con persuasión; en resumidas cuentas, con eficacia, no es un lujo sino una necesidad. El 90% de nuestra vida de relación consiste en hablar o escuchar; sólo el 10% en leer o escribir. Si la imagen que quieres dar de ti mismo/a es la de una persona que sabe dónde va, que tiene una actitud positiva hacia la vida, ideas dinámicas y don de gentes, el lenguaje es el principal instrumento que deberás utilizar para transmitir esa imagen a quienes te rodean. Otro aspecto importante de la oratoria es que también hay que saber hablar para ser escuchado. Lo notable es que el hecho de tener que hablar ante extraños, o en una simple reunión de trabajo, no parece ser una tarea sencilla, y que la mayoría de las personas considere como fácil. MODO DE HABLAR El modo de hablar incluye el tono, la enunciación, la pronunciación, el volumen y la corrección de las que palabras que se usan. También influyen el aplomo con el que hablamos, el control que tenemos de nuestros ademanes, y el contacto ocular que mantenemos con los interlocutores o el público. Además de qué se dirá, es enorme la importancia del cómo habrá de decirse. Y aquí interviene lo más importante que puede esgrimirse en un diálogo o un discurso: el arte de interesar. Hoy la Oratoria (ya como disciplina independiente), se encuentra en condiciones de afirmar que LA CAPACIDAD DE EXPRESIÓN PUEDE MEJORARSE MEDIANTE PRINCIPIOS. PRINCIPIOS :

1. NO ABANDONAR EL TEMA: La disertación debe tener un objetivo y hay que avanzar hacia él en forma progresiva. Sin embargo, existe el peligro de que al enriquecer la charla con ejemplos y referencias, el disertante se aparte del tema central. Es necesario que el orador persista en su tema; evitando al mismo tiempo interrupciones, cuando éstas deriven la cuestión hacia temas tangenciales. 2. ORIENTACIÓN: Los aportes de los oyentes resultan muchas veces positivos y ayudan al orador. Pero, en ciertas ocasiones, hacen que el discurso entre en un cauce trivial, o se aparte del primitivamente propuesto. Existen procedimientos para encauzar la conversación que puede utilizar el orador, por ejemplo decir “…sus palabras me traen a colación…”, o ”…eso me recuerda…”. Cualquier procedimiento empleado debe ser cuidadosamente escogido a efectos de no ofender al oyente. 3. IDEAS Y TEMAS: Las primeras surgen en función de la experiencia y de la habilidad para manejarla. La persona que tiene ideas puede apelar a ellas en cualquier momento. No se puede sostener una conversación si no se tiene algo que decir; todos tienen una interesante gama de conocimientos, pero generalmente permanecen latentes y sin utilización. En cuanto al tema, debe ser uno sobre el que el orador tenga una posición formada, que pueda hablar con autoridad y al mismo tiempo le apasione. De todo se puede hablar, pero los temas debe buscarlos el orador dentro de sí mismo, más concretamente debe recurrir a: a) Sus experiencias b) Sus creencias c) Sus estudios d) Sus proyectos e) Sus emociones f) Sus sentimientos g) La experiencia ajena PRÁCTICAS DE ORATORIA A efectos de orientarlo en sus primeros pasos, le daremos algunas recomendaciones. En primer lugar, los ejercicios de oratoria no deben exceder en ningún caso de 2 minutos; en los próximos párrafos encontrará Ud. una lista de temas para desarrollar en el tiempo indicado. Después de conocido el tema, debe pensarse en el mismo durante un minuto, tratando de organizar el discurso. Luego, si es posible ante un espejo debe desarrollarse el discurso, respetando todas las reglas y principios estudiados en las primeras clases de oratoria. POSIBLES TEMAS PARA DESARROLLAR: 1) Triunfa el que quiere.

2) El seguro de vida debe ser obligatorio. 3) Mi primer día en la escuela. 4) La persona que más admiro y por qué. 5) El susto mayor que he pasado. 6) Los platos voladores. 7) Más vale prevenir que curar. 8) La edad más feliz. 9) El acto más valiente que he presenciado. 10) Lo más cerca que estuve de la muerte. 11) Mi principal defecto. 12) Mi mayor virtud. 13) La desilusión más grande de mi vida. 14) Las mejores vacaciones que he tenido. 15) La juventud y las experiencias. 16) La música clásica no es comercial. 17) El cine, ¿es un arte o una técnica?. 18) Los ruidos molestos deben eliminarse. 19) Cómo reprimir la delincuencia. 20) La guerra es una manifestación de atraso social. Esta lista es simplemente ejemplificativa. El alumno debe buscar más temas y desarrollarlos. FORMAS DE PRESENTACIÓN DEL ORADOR: Es una cuestión que debe ser ágil, sincera y muy breve. Si está bien hecha el orador ganó gran parte de la batalla (el interés del auditorio).

Forma de realizar la presentación: 1) TEMA: El que presenta debe hacer alguna consideración inicial acerca del tema y luego mencionar claramente el título de la exposición. 2) IMPORTANCIA DEL MISMO: El que presenta debe hacer sentir al auditorio que el tema es de su real interés. 3) ORADOR: El que presenta debe hablar de los estudios del orador, de su experiencia, del trabajo que realizó en la materia,…, detenerse, hacer un brevísimo vacío y, luego de creado el suspenso, decir muy claramente su nombre y apellido.

Oratoria es el arte de la comunicación clara y objetiva con el público, uniendo el lenguaje verbal y el corporal. Los grandes oradores de nuestra historia son reconocidos por su poder persuasivo y su elocuencia para defender sus ideas. En esta publicación, detallaremos el concepto y te daremos una lista de consejos para mejorar tus presentaciones. ¿Alguna vez oíste un discurso (o una presentación) que te impactó y logró, aunque fuese por un breve momento, captar tu atención sobre las ideas presentadas? Cuando recordamos tales eventos, tendemos a atribuir la capacidad de oratoria del disertante a algún tipo de don natural. Sin embargo, si bien es importante, el talento puro no es el elemento determinante para el éxito de hablar en público. Al observar a los grandes oradores de la historia vemos, también, diferentes técnicas que se pueden aplicar a cualquier tipo de discurso. Steve Jobs y Martin Luther King, por ejemplo, aunque estuvieran en campos completamente diferentes son recordados hasta el día de hoy por su persuasión. Lo que tienen en común es que ambos entrenaban y se preparaban intensivamente. Entonces, ¿qué tal si consideramos la oratoria como una habilidad que puede entrenarse en lugar de limitarla a la categoría de talento natural? En este texto, definiremos el concepto de oratoria, te mostraremos los obstáculos que deberás enfrentar y, además, te daremos 5 consejos esenciales para que mejores tu desempeño cuando tengas que hablar en público. ¿Qué es la oratoria? De manera simple y puntual, podemos definirla como el arte de la comunicación clara y objetiva con el público.

Sin embargo, como con todo lo que involucra a una audiencia, esta definición puede variar agregando principios como la elocuencia, la capacidad para lidiar con objeciones e, incluso, la interacción con los espectadores. Es un error pensar que todo esto lo puede lograr una persona únicamente con una buena comunicación verbal. Un buen orador debe trabajar en un lenguaje corporal adecuado para el público y la idea que quiere transmitir. Más que eso, es esencial tener como base un mensaje muy bien estructurado para no dejar que la audiencia pierda su atención o capte información que sea diferente de lo que se pretende. Por todas sus características, no sorprende que en Occidente este arte tenga su origen en la Grecia clásica: el primer manual que buscó guiar su uso proviene de la región que hoy se conoce como Sicilia. Desde entonces, nombres históricos como Aristóteles, Cícero, Winston Churchill y Barack Obama se han destacado en el estudio, la aplicación y el perfeccionamiento de la oratoria. ¿Qué obstáculos se interponen en la buena presentación en público? Como indicamos al comienzo del texto, no es correcta la idea de que la oratoria solo puede ser perfeccionada por personas nacidas con el don. Incluso las personas que han pasado parte de sus vidas con temor a mostrar proyectos o ideas en público tienen la posibilidad total de dominar esta habilidad de comunicación. Para empezar, te explicaremos los obstáculos que deben ser superados: Nerviosismo

Este es el principal villano al que se enfrentan los oradores, especialmente aquellos que están comenzando o no tienen la experiencia suficiente para sentirse seguros. ¿Quién no recuerda el nerviosismo de hablar en público cuando éramos niños, antes de una presentación escolar? Por más asustador que sea el recuerdo, tienes que dejarlo atrás.

Sentirte nervioso antes de un evento importante es natural y aceptar eso es el primer paso para controlarlo. Pregúntate de dónde viene ese sentimiento, pueden ser pensamientos negativos, falta de preparación o incluso malestar físico. Identificar la causa hace que sea más fácil trabajar en la resolución. Problemas de dicción

La dicción se refiere a la forma en que pronunciamos los sonidos de sílabas, letras y palabras. Este factor es fundamental para una buena oratoria porque, si está mal trabajado, puede dificultar la comprensión del público. Un orador que habla demasiado rápido o se salta ciertas sílabas, por ejemplo, puede perder rápidamente la atención de la audiencia. Al igual que en el problema anterior, identificar la causa es crucial. Pueden originarse a partir de una respiración desordenada, falta de conocimiento verbal o incluso falta de calentamiento de los músculos faciales. Como cura, hay métodos y entrenamiento sugeridos por profesionales de la terapia de la fonoaudiología. El miedo

El miedo a actuar en público es común y se refiere a nuestra búsqueda casi irracional de aceptación. Cuanto mayor sea la audiencia, más difícil será que todos nos acepten. Al menos eso es lo que nos dice nuestro subconsciente. Una buena manera de superar esta timidez es profundizar el conocimiento del público. Después de todo, sabemos que lo desconocido siempre da más miedo. ¿Cuáles son las mejores técnicas para perfeccionar tu oratoria? Ya conocemos el concepto y el origen de la oratoria, así como su importancia para una buena comunicación y algunos de los principales problemas que deben superarse. A continuación te presentaremos 5 consejos valiosos para desarrollar y perfeccionar esta habilidad. ¡Sigue leyendo!

1. Conoce a tu audiencia

Conocer a tu audiencia es la manera más eficiente de aliviar el nerviosismo experimentado antes y durante una actuación pública. Este consejo, sin embargo, va más allá de eso. Comprender las características de tus oyentes ayuda a estructurar y planificar el mensaje que deseas transmitir. Si estás familiarizado con los conceptos de marketing, es posible que hayas oído hablar de buyer persona, ¿verdad? Una buyer persona es un perfil semi-ficticio que utilizamos en estrategias de marketing para adaptar el contenido del mensaje a la audiencia a la que queremos alcanzar. La misma idea puede aplicarse para mejorar tu oratoria. Por ejemplo, si vas a una sala de académicos que comprenden de un asunto, usar términos más técnicos y complejos puede ser una manera de ganarte su respeto y hablar con autoridad. Si el mismo tema está dirigido a estudiantes preuniversitarios, el uso de los mismos términos puede ser una barrera para asimilar la idea. 2. Trabaja la interacción con los oyentes

¿Alguna vez te has reunido en una clase o conferencia en la que el orador habló durante hora, dando la impresión de no preocuparse por la audiencia? Si es así, nos aventuramos a decir que probablemente no pudiste absorber el contenido y tuviste problemas para mantener el interés. Eso no es lo que quieres para tu propia audiencia, ¿verdad? Interactuar con la audiencia no significa que debas darle espacio a las preguntas del público desde el comienzo de la presentación. Una técnica simple, como establecer contacto visual, puede ser necesaria para provocar la conexión, la empatía y el engagement de la audiencia. Después de todo, si hablas como si no tuvieras a alguien escuchando, la tendencia es que los oyentes no se sientan incluidos. Recuerda que el contacto visual debe hacerse de una manera entrenada. La mera improvisación puede llevar a situaciones incómodas, como mirar demasiado tiempo a una persona o a un lado de la habitación.

Lo ideal es recorrer tu audiencia con la mirada para que todos se sientan dignos de atención. Al final, un espacio para preguntas y comentarios del público es excelente para coronar la interacción. 3. Utiliza recursos audiovisuales

Hoy en día, las herramientas de tecnología de transformación digital a las que tenemos acceso facilitan cualquier forma de comunicación. La producción de videos, gráficos, audios e imágenes puede servir como soporte para estructurar la idea que el orador quiere transmitir. Además, proporcionan a los oyentes ejemplos e ilustraciones de lo que está hablando en tiempo real. Explorar estos elementos proporciona al orador una mayor seguridad. Después de todo, en caso de olvido, una mirada al recurso audiovisual puede ser suficiente para refrescar la memoria y continuar dentro del guión. Sin embargo, debemos recordarte lo siguiente: nunca leas este material para el público. Esto puede dar una sensación de falta de preparación y dañar tu credibilidad. 4. Evita vicios de lenguaje

Llamamos vicios del lenguaje a las expresiones, a menudo involuntarias, que aparecen entre las frases con el objetivo inconsciente de llenar el silencio. ¿Sabes a lo que me refiero, verdad? A esa pausa para pensar que está acompañada por un “éééééé” o el espacio entre una oración y otra que está lleno con un ¿”ok”? Estas no son prácticas beneficiosas para su oratoria. ¿Cómo corregirlas? Entrenamiento y práctica. Si dominas completamente el contenido que estás a punto de comunicar es probable que estos vicios se vuelvan menos frecuentes. Si persisten, un consejo valioso es simplemente reemplazarlos con silencio. Programa descansos entre una línea y otra. De esta forma, podrás respetar tu propio tiempo y evitar la aparición de sonidos no deseados.

5. Utiliza el storytelling

El objetivo principal de la oratoria es involucrar al público en el tema que se aborda. Nada mejor para esto que aplicar técnicas de storytelling. Representan un cambio en tu enfoque sobre el contenido dándole un clima diferente, propio de cuando una historia es contada. Esto permite una conexión más fuerte con la audiencia, que a su vez tiene una mayor capacidad para asimilar y recordar tu discurso. Para que la narración sea efectiva, es necesario crear un escenario que refleje los dolores y preocupaciones de los oyentes y luego se presenten los conflictos y sus soluciones. Esta indicación de superación es una forma de hacer que la audiencia se vea a sí misma en tus palabras, creando una conexión emocional con el mensaje. Para concluir El desarrollo de una buena oratoria es fundamental para los profesionales en diversos campos, especialmente aquellos que se relacionan con audiencias. Por lo tanto, debes comprender que no es un proceso puramente natural y así que requiere la superación de barreras. Además, la práctica y la capacitación constantes son clave para mejorar tus presentaciones. ¿Ves lo simple que es mejorar tu oratoria? Comprender esto es el primer paso para que tu discurso en público sea más seguro. ¿Quieres profundizar más en el tema? ¡Échale un vistazo a este artículo que te dice cómo captar la atención de la audiencia a partir del contenido!

La Oratoria características y elementos La oratoria es un género de la literatura que se encuentra formado por el discurso, el sermón, la disertación, etc.

La oratoria es el arte de hablar en público informando respecto a un determinado tema, entreteniendo y conmoviendo. Su objetivo es persuadir con sus argumentos a todos sus oyentes.

Características de la Oratoria: 1.

Según el Orador:



Conocimiento: tener el mayor conocimiento sobre el tema que escogerá para ser manifestado.



Integridad: el orador debe ser íntegro.



Confianza: el orador debe tener plena confianza de sí mismo.



Destreza y Habilidad: un orador debe tener destreza y habilidad frente a su público.

2.

Según el punto de vista físico:



La voz: pues definitivamente debemos de hacer uso de un adecuado timbre de voz.



El cuerpo del orador: tener una postura correcta, estar vestido adecuadamente y utilizar gestos y mímicas acorde con las palabras que pronunciamos.

3.

Según el punto de vista Intelectual y Emocional:



Clara y Entendible: la oratoria se debe de manifestar de manera clara, entendible y precisa para un mayor éxito comunicativo.



Impactante y fácil de recordar: la oratoria necesariamente debe ser impactante para captar la atención del público y de ésta manera les sea fácil de recordar.



Conmovedora y Persuasiva: debe ser conmovedora, transmitir al público la posición de tu tema tratado. Por otro lado persuasiva, porque debes convencer al público de tus argumentos.



Entretenida: no aburrir al auditorio.

Elementos de la oratoria: 1.

Elementos Principales:



El orador: Es quien está a cargo de la elaboración, planeación y manifestación del discurso.



El Discurso: es el contenido, el tema a tratar.



El Público: personas, oyentes que conforman el auditorio.

2.

Elementos Secundarios:



Las Pausas: el uso correcto de este elemento permitirá un mejor entendimiento por parte de los oyentes.



La Dramatización: dramatizar con mucho énfasis, esto permitirá una mejor expresión.

¿Qué es un orador? Un orador es aquella persona que habla ante un público, y para ello, se sirve del recurso de la oratoria, la cual es definida como el arte de hablar con elocuencia (la capacidad de persuadir).

Si bien el orador puede tener otros objetivos (por ejemplo, contar una historia), siempre quiere provocar algún tipo de efecto en su audiencia (convencerlos de su postura, motivarlos, informar un descubrimiento, alertarlos, plantear un problema, interesarlos en una historia, etc.). En última instancia, la persuasión del orador apunta a provocar el interés de su público, para poder transmitir eficazmente su mensaje. La oratoria puede ser individual (una sola persona se dirige a un grupo) o grupal (dos o más personas alternan su participación en el discurso, dirigido a un grupo). Ver además: Exposición oral. 

Características de un buen orador: 1.

Presencia

Un buen orador debe moverse para mostrar entusiasmo y trasmitirlo a su audiencia. 

Un orador debe vestirse adecuadamente, pero siempre teniendo en cuenta el público ante el cual se presenta. Su postura debe ser erguida (con los hombros ligeramente hacia atrás), mostrando decisión y seguridad. Su presencia no debe ser estática sino que debe moverse para dirigirse a distintos sectores del público y para mostrar su entusiasmo y transmitirlo a la audiencia.

2.

Preparación Debe dominar el tema, los argumentos que desarrollará pero también anticipar las preguntas que pueden dirigirle. Su conocimiento sobre el tema que desarrollará le permite mantener un discurso fluido, sin titubeos que pueden provocar la desconfianza o disminuir el interés del público.

Por otro lado, la preparación también incluye la puntualidad, conocer el recinto donde se realizará la presentación y saber con qué elementos tecnológicos contará (micrófono, proyector, etc.). Puede interesarte: Discurso político.

3.

Práctica

Un buen orador debe practicar en privado el discurso, ritmo, gestualidad y tono de voz. 

Conocer el tema no es suficiente para poder expresarlo con efectividad. Un orador practicará en privado la mejor forma de exponer sus argumentos, combinando contenidos, tono de voz, gestualidad, ritmo y cualquier otro elemento que incluya en su disertación.

4.

Credibilidad

Si bien en su preparación deben anticiparse posibles preguntas, si no puede responder a alguna, es preferible que admita sus limitaciones que intentar engañar a la audiencia con falsas respuestas.

5.

Dicción Las palabras deben ser pronunciadas de forma correcta pero también clara, con una modulación distintiva de cada consonante y vocal.

6.

Vocabulario

Si es necesario utilizar una palabra específica debe explicarse antes su significado. 

De la misma forma que la vestimenta, el vocabulario siempre debe adaptarse tanto a la temática tratada como al público. Si es necesario utilizar una palabra específica para designar un concepto de alguna disciplina

(biología, filosofía, medicina, etc.) que el público probablemente no conozca, el término se utilizará solo luego de haber sido explicado de forma amena, clara y concisa.

7.

Ritmo La exposición de un buen orador debe ser dinámica, utilizando diversas técnicas digitales o visuales que ayuden a mantener la atención del público. Parte de ese dinamismo implica también hacer las pausas necesarias al hablar, para señalar etapas en el discurso, crear expectativa o facilitar la comprensión del mensaje.

8.

Argumentación

El buen orador debe mostrarse convencido y firme en su posición.

El orador debe ser consciente de los fragmentos de su exposición que son más propensos al debate. Por eso su preparación debe incluir argumentos para defenderse ante las críticas esperables. Si bien el orador debe mostrarse convencido y firme en su posición, también debe escuchar las opiniones de la audiencia y respetar a aquellos que disientan con sus opiniones. Ver también: Panel de discusión.

9.

Gestualidad La gestualidad tanto del rostro como del cuerpo debe ser utilizada para enfatizar los mensajes verbales, para favorecer la empatía del público o para mantener el dinamismo de la exposición. Sin embargo, debe utilizarse de manera consciente como un medio de comunicación no verbal, y nunca abandonarlo al azar, ya que si no es utilizado de forma adecuada puede convertirse en un distractor o incluso contradecir el mensaje que quiere transmitirse.

10.

Contacto visual y verbal

En ocasiones es necesario utilizar la segunda persona del singular. 

Al establecer contacto visual con diferentes miembros del auditorio se promueve la atención e integración hacia el tema que se está exponiendo. Además, debe apelarse a la audiencia utilizando con frecuencia en su discurso la segunda persona del singular.

¿Cómo citar? "Buen Orador". Autor: Julia Máxima Uriarte. Para: Caracteristicas.co. Última edición: 1 de julio de 2019. Disponible en: https://www.caracteristicas.co/buenorador/. Consultado: 12 de febrero de 2020.

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Fuente: https://www.caracteristicas.co/buen-orador/#ixzz6DmAYdW3p