La Oratoria

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PRESENTACION En la historia de la Humanidad, desde que el hombre conformó esas primeras comunidades primitivas y hasta ahora, en nuestras modernas sociedades, siempre los hombres buscaron a una persona que los guíe. Esa persona fue el líder, quien con sus más emocionantes arengas, logró movilizar ese grupo humano y construir la historia. Estos líderes emplearon sabiamente el uso de la palabra para transmitir ese mensaje que arengue a su grupo. Así nace la ORATORIA, un género que se ha empleado por todos los grandes líderes, no importando credo ni religión. Miles de prominentes figuras que sobresalieron en la vida debieron su fama al arte con que supieron expresarse. Actualmente la vida moderna el! desarrollo científico — técnico, exigen al hombre acrecentar su capacidad y poder de comunicación, y para ello busca el desarrollo de estas facultades. No en vano el hábil y buen orador es bien recibido en todas partes, y es el conquistador de nuevas amistades y simpatías. Hay innumerables personas que sin percatarse, tienen el don de expresarse con suma facilidad. A otros en cambio, la sola idea de hablar en público los atemoriza, pierden el control emocional, tartamudean y se ponen nerviosos. Esto sucede, precisamente, por la falta de preparación. Este libro está dirigido a todas las personas que sueñan con ser brillantes oradores y magníficos líderes. Para ser ORADORES muchos NACEN con ciertas predisposiciones, facultades y ventajas en su formación biológica o anatómica, pero también se HACEN a base de mucha preparación, disciplina y constante practica. Pata ubicar su importancia y trascendencia de la oratoria, en el tiempo y en el espacio, es necesario hacer una breve remembranza hist6rica.

El autor 1

1.1

BREVE HISTORIA DE LA ORATORIA.

La oratoria tiene tanta importancia que sin ella no podríamos expresar pensamientos, inquietudes o sentimientos, verbalmente estáticos. El don de la palabra es el cauce natural que dispone el hombre para la expresión de sus sentimientos, por lo que el hacer uso de la palabra hablada en público ha constituido siempre una necesidad, es decir una obligación comunicativa. Desde tiempos muy remotos el hombre tuvo que dirigirse a las multitudes ya sea para defender sus principios o para entusiasmarlos a continuar la lucha contra los pueblos. En el mundo el origen del arte de la oratoria aún es desconocido sin embargo con la finalidad de hacer historia vamos a tomar su nacimiento a partir de los siglos IV y en Grecia antes de Cristo, en mérito al florecimiento filosófico donde actúan los mas notables sofistas como S6crates, Platón, Gorgias, Pitágoras, Tucídes, Demóstenes, entre otros.

EN GRECIA • SÓCRATES.- Filósofo ateniense (469-399 a.C.), proclama la necesidad de conocerse a sí mismo. Opinaba que los hombres virtuosos también son felices; creyó en la inmortalidad del alma y en la divinidad suprema que todo lo gobierna. Fue uno de los que iniciaron la investigación sobre la oratoria pero no escribió ningún libro. Todo lo que conocemos de él, es por PLATON uno de sus buenos discípulos. • PLATÓN.- Filósofo griego (428-347 a.C.). En Atenas fue discípulo de Sócrates y profesor de Aristóteles. Impartía su filosofía basada en la dialéctica; escribió diálogos en los que hacia hablar a Sócrates. Entre estos escritos tenemos: La República, Fedón, Critón, Fedro, El Banquete, etc. Manifestó que «Los buenos oradores deben tener la sutileza de los dialectos, la ciencia de los filósofos, la dicción de los poetas y el gesto de los cómicos». • ARISTÓTELES.- Filósofo griego (384 a.C.). Alumno de Platón, preceptor y amigo de Alejandro Magno, fue uno de los hombres más inteligentes de todas las 2

épocas. Autor de Organón, Poética, Política, Física, Metafísica, Retórica, etc. En la edad media era modelo de los filósofos; padre de la ORATORIA CLASICA Definió 3 claridades: Claridad en el estilo del idioma. - Claridad del pensamiento. Claridad en la actitud social del orador. DEMÓSTENES.- Político y destacado orador griego nacido en Atenas (384 a.C.). Se hizo famoso por tu tenacidad y perseverancia para vencer sus defectos físicos y convertirse en un notable ORADOR y gran político, ya que logró vencer la tartamudez mediante la práctica de hablar frente al mar horas tras horas colocándose piedrecillas en la boca; creándose obstáculos al hablar permitiendo con ello esforzar más de lo normal. Fue considerado el más grande ORADOR de todos los tiempos y también el padre de la fuerza de voluntad.

EN EL IMPERIO ROMANO. Fue una época de grandes luchas políticas donde también la oratoria predominó con más fogosidad. • MARCO TULIO CICERÓN.- (106-43 a.C.). Gran orador, pensador y político romano, simpatizante de Pompeyo y luego de César. Sus discursos constituyeron el mejor modelo de la Retórica Latina. Era claro, preciso, sutil, irónico y patético; poseía presencia imponente, voz expresiva, ademanes adecuados y fisonomía vivaz. El decía: «En el escenario no se habla, en el escenario se declama». También sobresalieron CESAR, LICINIO, CALVO CATON DE UTICA, entre otros.

EN LA EDAD MEDIA. La Oratoria Política perdió vigencia, en cambio la profunda concepción religiosa en aquella época hicieron que floreciera la Oratoria sagrada sobre la vida de JESUS. Más adelante, con diferentes estilos, la Oratoria estuvo presente en los grandes acontecimientos que hicieron historia como la Revolución Francesa, la lucha contra el esclavismo en los EE.UU., la Revolución Mexicana, Revolución Rusa, la Guerra 3

Civil Española, la II Guerra Mundial, la Revolución Cubana. En esa etapa se formaron oradores de la dimensión de Danton, Marat, Robespierre, Napoleon Bonaparte, Mirabeau, Trosky, Lenin, Hitler, Abraham Lincoln, Emilio Castelar, José Martí, Fidel Castro y muchos otros. En nuestro continente la lucha por la Independencia de América, las luchas políticas y acontecimientos históricos hicieron surgir buenos oradores como Don José De San Martin,

Simón Bolívar, José Antonio De Sucre. En países

latinoamericanos surgieron grandes oradores como en Argentina, Domingo Faustino Sarmiento, Juan Domingo Perón; En Chile Salvador Allende; En Bolivia Víctor Paz Estenssoro, Marcelo Quiroga Santa Cruz, entre otros. SIMON BOLI VAR Su estilo oratorio, se funda en una vasta cultura, es más apasionado que el estilo San Martiniano; su palabra es fogosa, fervorosa se puede como la antorcha de libertad que sus manos portaron incendiando América con su luz. Sus discursos políticos y académicos se constituyen como símbolos de oratoria peruana. JOSE DE SAN MARTIN Se caracteriza por ser un orador parco, severo, utiliz6 pocas y precisas palabras en su ret6rica, tal como lo podemos apreciar en su Proclama de la Independencia Nacional.

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1.2.

DEFINICIONES DE LA ORATORIA.

ALFREDO HERNANDEZ URBINA “Es la ciencia y el arte de la palabra hablada y tiene por finalidad persuadir y convencer, orientar y educar, pero diciendo siempre la verdad”. La oratoria es el arte de hablar en público. La definición no ha variado desde la época de los griegos. Muchos la confunden como el hablar frente al público sin el término que le da la categoría esencial: ARTE, que significa belleza. También priman la armonía, el orden y la elocuencia. Sin estos requisitos no pueden llamarse orador sino solo hablador frente al público. 1.

LA ORATORIA Iniciarse en el arte de la oratoria, es la aventura más singular y emocionante, porque de ello deviene una nueva forma de ser en la vida. Se adquiere autonomía, fe y seguridad en sí mismo. No hay mayor sensación de satisfacción personal y de exitosa realización que influir en las personas. Esta actitud dimensionada sólo puede lograrse con el estudio y práctica rigurosa de la oratoria artística. La manera de hablar implica y señala cómo es usted. La forma que tiene de expresarse; indicará su nivel cultural y desarrollo personal. Puede usted pensar con facilidad, pero no siempre podrá elaborar las ideas con palabras certeras y adecuadas para decirlo. Escuchamos con frecuencia decir “No sé cómo decirlo”. Procure expresar ideas y darles vida, decir con soltura las frases. Lo que diga, cobrará trascendencia. La voz, las inflexiones, las tonalidades, el timbre adecuado y la expresividad hacen que la simple emisión de las palabras expresen vida. Cuando se inicie en el arte de la oratoria, advertirá que exponer las ideas no es sencillo. Requiere de una metodología adecuada. No es el hecho de hablar por hablar o porque simplemente las ideas deben traducirse en palabras. Exprese 5

usted ideas y pensamientos. Haga docencia de la palabra. Y de la palabra, una magia que subyugue. Imaginemos al predicador dando un sermón y al declamador que traduce los sentimientos del poeta. Las palabras deben ir ilustradas con una rica gama expresiva, capaz de sobrecoger con el impacto de una voz sonora y brillante. Personas de gran intelecto, escritores, poetas, científicos, políticos y artistas que han ejercido su oficio y que gozan de una gran fama por sus obras, resultan un fracaso cuando tienen que pronunciar una conferencia; lo mucho que ellos conocen no lo pueden expresar sin cometer tropiezos en la dicción, articulación, volumen de voz, así como en las formas didácticas de la expresión. Tener conocimiento acerca de un tema no basta, saber comunicarlo es más importante.

Célebres oradores opinan, que lo que se conoce puede considerarse un logro del 20%. Un 80% es producto de la capacidad de transmitir las ideas. La historia nos refiere que grandes personalidades no se hicieron conocer sino hasta que fueron capaces de dominar escenarios y encender conciencias. Así como otras personas sin mucho talento que osaron incursionar en el arte de la palabra. En cada paso y huella por el escenario, trascendieron hasta hacerse célebres. Fue el caso del más grande de los oradores, Demóstenes. Felices los dioses del Olimpo que escucharon a tan primorosa voz humana que llegó a estremecer los cielos y la tierra. Plutarco decía que Demóstenes no fue el genio naciente por soplo divino imprimado en la Naturaleza; fue la misma Naturaleza ávida que lo puso a prueba. Agobiado por limitaciones y males fisiológicos y psicológicos tales como la timidez, su torpeza y la imposibilidad de elaborar ideas su extrema tartamudez que le impedía comunicarse con los demás. Todo lo que Demóstenes debió hacer para superar estos terribles escollos, constituye el 6

ejemplo más vivo de voluntad, esfuerzo y perseverancia que la Historia contempla a través de los siglos. En la galería de los grandes valores de la oratoria tenemos a Abraham Lincoln. El notable estadista norteamericano debía estar seguro en sus discursos, no solamente lo que tenía que decir, sino cómo tenía que decirlo. Lincoln es grande como estadista pero es más grande por su grandilocuente y estremecedor verbo. Fue un orador excepcional, pocos como él perfeccionaron el arte de la elocuencia. Muchas personas creen, que con sumar palabras a su vocabulario sería suficiente para hacerse elocuentes e impactar en las personas. No es así. El orador debe tener una ardua preparación, disciplinar su verbo y sus expresiones; comprender lo que dice y tender un puente de emociones hacia el auditorio. De lo contrario, sólo emitirá palabras frías, sin sentido. Decir algo es dejar que emerjan con vigor y fortaleza el pensamiento y la inspiración. La oratoria implica el arte de persuadir por medio de la palabra. Configurar un arte de calidad necesita de técnicas y procedimientos, destrezas y habilidades, las que se irán cimentando a través del ejercicio y preparación. Ponga todos los recursos de la oratoria en el momento de hablar y el éxito se reflejará en la vida personal, social y profesional.

Forjarse como un buen

orador, implica ejercitarse en todas las potencialidades con el deseo inquebrantable de buscar el éxito en la vida. Se puede dominar el arte de la oratoria y desarrollar una metodología y una técnica, es decir, el QUÉ y el CÓMO: • Qué es lo que tengo que decir y qué hacer. • Cómo debo hacer para crear un producto artístico. En el arte de la oratoria, confluyen cuatro elementos: el orador, el mensaje, la audiencia y la ocasión. Estos elementos coordinados conforman la unidad armónica y coherente en la oratoria artística, en consecución de un resultado

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final. Tener una audiencia fascinada y encantada de escuchar el mensaje que usted como orador expresa. No es sencillo lograr una oratoria brillante si antes no se han desarrollado habilidades con persistencia y esfuerzo intenso. (Oliver, 1990). Cualquier persona puede llegar a ser un buen orador si consigue dominar los ejercicios de una preparación básica y detallada con esmero y atención. Se habla de elocuencia y oratoria, como dos elementos separados. La primera como una facultad natural o un don que sirve para deleitar al público por medio de la palabra; y que en muchas ocasiones se manifiesta espontánea e intuitiva, logrado sin esfuerzo alguno, como una cualidad. La oratoria es el arte de persuadir por medio de la palabra. Se logra por medio de reglas y ejercicios, perseverando con ellos hasta lograr su dominio. No se necesita distinguir uno del otro separándolos como dos campos distintos pues ambos son congruentes e imprescindibles en la expresión de buena calidad. Elocuencia y oratoria conforman la unidad expresiva. Nadie puede ser un gran orador si no es elocuente, y no se puede ser elocuente si no se ha ejercitado en las reglas de la oratoria. No creemos en facultades innatas, solo en el esfuerzo de los seres humanos, salvo algunos casos aislados de la vida y la Naturaleza. Creemos en el esfuerzo que cada persona imprime para desarrollar sentidos y potenciar facultades. Del estudio y el trabajo se deriva el genio creador. Tengamos en cuenta que la oratoria es una expresión artística, como lo son otras expresiones culturales y que para la creación y edificación de una gran obra, se utilizan una serie de procedimientos debidamente ordenados y técnicas empleadas, logrados en un trabajo arduo y disciplinado.

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En efecto, no se puede llegar a ser un gran ejecutante de violín o piano, si no se ha invertido cuantioso tiempo en ejercitar y depurar la técnica, el estudio minucioso de la partitura musical, donde cada nota es consecución de la otra perfectamente armonizada. El pintor, necesita ejercitar el trazo, el manejo de las herramientas, el conocimiento de la teoría del color, para descubrir los secretos de la armonía pictórica y producir la obra de arte.

2. ELEMENTOS DE LA ORATORIA Aristóteles en su retorica manifestó que en toda comunicación oratoria intervienen varios elementos. 2.1. QUIEN PRONUNCIA EL DISCURSO Para que se produzca el arte, del buen decir (oratoria) se necesita la presencia de la persona que pronuncia o expresa un discurso a quien se le denomina Orador, quien tiene la intención y actúa para transmitir sus ideas, pensamientos, sentimientos y actitudes referentes a un determinado tema frente a un público. El orador tomado en su sentido más común, es la persona que habla en público, puede o no leer su discurso, pero el auténtico orador es considerado aquel que pronuncia su discurso siguiendo mentalmente un plan del tema que ha elegido para comunicar verbal mente al público. El Orador para cumplir a cabalidad con su misi6n tiene que prepararse cada vez ms para adquirir conocimientos necesarios, técnicas y cultura general para que le permita llegar mejor a su auditorio.

2.2. EL DISCURSO Materia prima o contenido que se prepara con anticipaci6n y que tiene requisitos y estilo permitiendo el acto de la oratoria. En el III 6 IV capítulo, por razones obvias lo abordaremos con detenimiento. 9

2.3. QUIENES ESCUCHAN Quienes escuchan el discurso pronunciado por el orador constituyen el auditorio, para ellos se ha inspirado y preparado el orador y consecuentemente ellos se han reunido precisamente para escucharlo y recibir su orientación, instrucción, educación y finalmente persuadidos. Estos tres elementos son de vital importancia para que se produzca la oratoria; ya que, si dejara de existir alguno de ellos no se podría llevar a cabo el arte de la oratoria. 3.

CLASES DE ORATORIA La oratoria, como todo arte, tiene sus formas y usos según las ocasiones y circunstancias; también los auditorios que lo conforman, la naturaleza de la comunicación y los objetivos que persigue. Mencionaremos los géneros y formas de mayor uso en la oratoria. 3.1 ORATORIA ACADÉMICA Esta forma de la oratoria, abarca y desarrolla temas de carácter científico; exige en el orador el uso de un lenguaje culto y académico. Se caracteriza por la narración y precisión de las ideas, la elegancia y armonía en las frases. En esta forma se pueden distinguir dos estilos. Uno literario, que expresa una comunicación estética e imaginable. Es agradable, infunde belleza y sabor a poesía, en ella se advierte el empleo de frases bien medidas y calculadas para deleitar al auditorio. Y otra, el estilo científico, que renuncia a la exquisitez del lenguaje estético, para dar paso a lo diseñado y específico, escueto, conceptual y lógico, con marcada tendencia didáctica. El discurso se dirige a la razón, conduce al oyente hacia un objetivo, el de instruirlo, con el manejo de la forma lógica, ordenada y rigurosa. El orador debe ser capaz de conducir a su auditorio a las metas del convencimiento, utilizando un lenguaje apropiado, elegante y ameno, evitando la monotonía y las equivocaciones.

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3.2 ORATORIA SOCIAL Es la más generalizada porque se ubica en la convivencia social, donde están implicadas las relaciones sociales, públicas en diversas circunstancias como los reconocimientos, solemnidades, brindis y demás acontecimientos. En la mayoría de casos, la persona que debe hablar asiste preparada para tal o cual ocasión. Muchas veces una persona es anunciada por sorpresa, si no está preparada no tiene otra alternativa que asumir el reto, disponiendo de escasos minutos para esbozar el discurso. En este caso, primero debe averiguar de qué se trata y a quiénes va a dirigirse, cuál es el objetivo, los fines de tal acontecimiento. De esta manera podrá forjar una concepción general o idea central a partir de la cual desarrollará el argumento del discurso hacia los fines que se propone. Segundo, el lenguaje a emplear debe estar acorde con el carácter de la reunión, utilizando en lo posible un estilo romántico, sencillo, ameno y lacónico. No olvidemos el empleo de ademanes y gestos que van a contribuir al logro de nuestros objetivos fundamentales. Es decir, traducir en ideas los momentos que vive la audiencia, exaltar los sentimientos que embargan en forma breve y clara.

3.3 ORATORIA POLÍTICA Tiene que ver con asuntos relacionados con el Estado, la sociedad y el bien público. Este género de oratoria exige un clima de libertad y responsabilidad de quien la ejerce. Su campo de acción es muy amplio: en el Parlamento, debates públicos y congregaciones grandes. Requiere el dominio de conocimientos diversos y de determinadas facultades en el orador, como: a) Expresar audacia, altruismo y lealtad por los intereses de la Nación, desbordar un eximio interés por las grandes causas. 11

b) Capacidad de improvisación y no de recursos de persuasión. c) Gran agilidad mental y sensibilidad para captar las reacciones del público. d) Asumir las réplicas con serenidad, adecuando las respuestas oportunas, con el mayor respeto y consideración por el auditorio. e) Expresión clara, sencilla y contundente.

3.4. ORATORIA FORENSE Su empleo tiene un fin jurídico, se ubica en los tribunales. Tiene un campo específico, persigue un fin práctico y concreto; por consiguiente, busca convencer mediante la exposición de pruebas. Este género exige versación jurídica, filosófica, social y legal; claridad, orden y corrección en la elocuencia, y un respeto a la dignidad de la persona en las cuestiones de hecho y de derecho.

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4. FINES DE LA ORATORIA Enseñar: Transmitir conocimientos y adquirirlos en las deliberaciones. Persuadir: Inducir con emociones más que con razones a creer o hacer cosas. Convencer: Usar la razón y la reflexión mediante una buena argumentación, que provoca una aceptación automática. Conmover: Provocar en el espíritu ajeno, determinados sentimientos, pasiones y emociones. Agradar: Producir, por medio de las palabras, en el alma ajena un sentimiento de placer con fines determinados. También hay otros fines como informar, convocar, trasformar personas y realidades en general. Combinar estas acciones de acuerdo al objetivo que se busca, porque existe variedad de fines.

5.- TIPOS DE ORADORES 5.1 ORADORES GRÁFICOS Los oradores gráficos se distinguen por pre parar su discurso escrito y leer el mismo. Cuando se encuentran frente al auditorio no se arriesgan pese a recordar los grafismos. Además son aquellos que tienen una disposici6n especial para la escritura lo que les ayuda a tener abundancia de ideas, en cambio si se ven privados del lápiz y papel (elementos gráficos) son perezosos en sus ideas. Sus pensamientos, imaginación y memoria de este tipo de orador son influidos y condicionados por el grafismo de tal manera que cuando recuerdan o piensan, “escriben” sus recuerdos o pensamientos. En consecuencia no pueden ser oradores en el exacto sentido del término, pese a ser a lo mejor excelente escritores; como generalmente vemos leer su discurso extenso, ante un público tolerante pero fatigado y aburrido. Si aprendiesen a leer con claridad y emoción producirían suplir el ted!o, que muchas de las veces lo originan.

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5.2 ORADORES VISUALES Los oradores visuales son quienes leen dentro de sí sus pensamientos de diversas formas, unos piensan en un enorme pizarr6n negro, es decir dichos oradores “leen” sus recuerdos, sus ideas o los ven escenificados en su imaginación. Por ser visualista siempre depende del signo o de la figura por lo tanto su oratoria siempre se apoyará en la escritura; así es como generalmente escribe sus discursos y en el mejor de los casos aprende literalmente de memoria; lo que representa un trabajo agotador. Es recomendable que el orador visual vaya poco a poco liberándose de una total escritura del discurso y ensaye en decir algunas partes de sus resúmenes verbalmente y de memoria. Este tipo de orador limitaciones, pero puede lograr éxitos en este atrayente menester.

5.3. ORADORES AUDITIVOS Son los que aprenden su discurso oyéndose a sí mismos es decir que lo pronuncia antes a manera de ensayo una o varias veces hasta que lo retiene a través de la vía auditiva y está en condiciones de pronunciarlo en público. Sus pensamientos y recuerdos los oye como si. Una voz interior los dictara. Este tipo de orador tiene mayor facilidad oratoria que el gráfico y/o visual, pudiendo alcanzar una perfección insospechada. Estas características podría pulirse hasta alcanzar el éxito, que todo hombre del buen decir busca.

5.4. ORADOR VERBAL Es ya el orador típico, que le bastan pocos minutos o instantes para improvisar un discurso. No lo lee, ni lo aprende, ni lo recita, simplemente por su vasta cultura y por el temperamento que dispone está en condiciones

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de hacer uso de la palabra en cualquier oportunidad, ya que sus pensamientos y recuerdo se formulan “hablando” y “hablando”. Algunas veces se puede sorprender a sí mismo pensando en voz alta y hablando a solas y otras ve ces para comprender bien tiene que pronunciar las palabras. Este orador puede correr el riesgo de caer en el charlatanismo o la verborrea, si no se disciplina seriamente y mantiene una seriedad en el contenido. Tan cerca del éxito y también del precipicio. Se debe, finalmente agregar sobre este tópico, que no hay orador químicamente puro, muchas de las veces, tiene preponderancia de alguno de ello sin faltarle el o los otros rasgos característicos de los diferentes tipos señalados anteriormente. 6 CÓMO TRATAR LAS EMOCIONES El estudiante de oratoria debe tener mucha fe en sí mismo. La fe incrementa el poder. El miedo aprisiona. Célebres oradores han sufrido terribles emociones de la cuales eran víctimas antes de hablar y enfrentarse a la concurrencia. Cicerón dijo en una oportunidad: “Al empezar el discurso, palidezco y empiezo a temblar”. De Amicis, biógrafo de Emilio Castelar el insigne orador y político español: “Antes de hablar —refiere de Castelar— está inquieto, entra y sale de la cámara, vaga por los corredores, bebe agua, parece acometido por la fiebre; no le queda en la cabeza una sola idea clara, lo ha confundido todo. Llega el momento solemne; sube a su escaño, baja la cabeza, temblando, pálido como un condenado que va a la muerte”. Winston Churchill, el más grande de los oradores ingleses, sentía grandes trastornos y fatigas cuando tenía que hablar ante el público. Ningún orador fue elocuente desde el principio. Los que se inician en el arte de la oratoria, sufren lo que los grandes oradores sufrieron, con la salvedad que los 15

célebres oradores persistieron en luchar contra sus limitaciones, lo que no ocurre por lo general con los principiantes de ahora. El orador novato suele abandonar un proceso encaminado, se deja vencer por la fatiga y se queda en el intento de haber pretendido ser un orador y no lo logró; es explicable su falta de voluntad y empeño. El arte de la oratoria no es el ejercicio mecánico que a fuerza de insistencia se logra dominar. Es el deseo ferviente y abrasador donde se conjuga el estudio, la técnica, el esfuerzo, la disciplina y la perseverancia para transponer el espacio de la calidad humana, donde las actitudes y aptitudes reflejan la capacidad de la persona para enfrentar los retos de la vida personal y profesional. El arte de la oratoria no sólo ejercita a la persona para actuar en la tribuna, sino da las pautas para resolver los problemas de la vida. Aprender el arte de la oratoria, probablemente sea un reto para cualquier persona, rompe el miedo que lo aprisiona. La confianza que tenga de sí mismo se torna muy necesaria para iniciarse en el aprendizaje de la oratoria. En el período de aprendizaje, una vez que el estudiante de oratoria, ha adquirido los conocimientos básicos, no debe pensar en lo que le parece difícil, sino en lo fácil que será hablar con elocuencia. El valor se adquiere en el proceso de lucha permanente. No ceda a las impresiones desanimadoras: La ansiedad, la duda y el temor son productos de la fatiga. Ejercítese en desarraigar todo lo negativo que se apodera de usted. El estado mental se nutre de la vida externa, haga que su vida se enriquezca con aspiraciones, sueños y proyectos. Anime sus potencialidades, tenga fe en usted mismo; emprenda esta aventura maravillosa del arte para mejorar la vida humana.

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7. SITUACIONES QUE RODEAN AL ORADOR. 7.1 EL MIEDO El miedo es una sensación que consume y aprisiona. Conviene no ignorar, más bien admítala. Relájese y haga una aspiración profunda, persista con tenacidad hasta lograr su propósito; contrarreste cualquier impulso negativo. Lo que puede estar aprisionándolo es la situación momentánea. Deshágase de ese temor, libérese. Proyecte su mente a estados positivos, no se deje vencer. Prepárese sólidamente sobre el tema que va a tratar y abrigue la seguridad de que ninguno de los presentes conoce el tema tan bien como usted. No corra el riesgo de que las habilidades y destrezas que usted ha capitalizado en el campo de la oratoria se esfumen. Tenga seguridad y confianza en sí mismo y sepa lidiar con éxito desechando los temores y combatiendo las dificultades. La acción más voluntariosa es armarse de convicciones firmes. Esa condición debe reflejar a su auditorio. La inspiración, la imaginación y la creatividad llegan cuando usted controla y domina el miedo. Seguridad, es lo que el orador debe trasmitir cuando está al frente de su público. Ella confirmará su capacidad y talento, sea pronunciando un discurso o una conferencia. ¿De qué valdría conocer y expresar un mensaje, si no se tiene el decidido valor y la confianza de enfrentar ese momento aparentemente difícil? Demuestre usted que es competente. Refleje seguridad, audacia, solidez y brillo en la tribuna. Haga que sus fuerzas y voluntad se pongan de manifiesto. Sea un verdadero triunfador y vaya a la conquista de su público. Encarne al orador que está en usted mismo dispuesto a convencer y fascinar al auditorio. Las frases que salgan de sus labios deben llevar la suma de una arrasadora fuerza vital, capaz de estremecer a sus oyentes.

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7.2 VALOR Y CONFIANZA El ejercicio, el adiestramiento, el propósito de triunfar harán desaparecer el temor que sienta por el público. Hay que infundirse de valor y confianza en sí mismo. Los grandes oradores, se vieron invadidos por el miedo hasta palidecer. Algunos oradores famosos sostienen que la tensión nerviosa es una necesidad. Los estudios fisiológicos lo confirman. Gracias a ella se produce la secreción de adrenalina, una sustancia que tonifica las funciones del cuerpo y de la mente. Los estados de ansiedad y nerviosismo se deben asumir con tranquilidad y comprensión, familiarizarse con ellos a punto de convertirlos en sus aliados. Dice Janner, tratadista de la oratoria, que el nerviosismo previo a la actuación pública es inevitable y necesario. En nuestra experiencia en la enseñanza y aprendizaje de la oratoria, hemos advertido lo siguiente: Declaran algunos de la iniciación: “Antes de empezar a hablar, nos sentimos invadidos por el temor y la vergüenza a tal punto de inhibimos. Pero nos sostenemos con fuerza en ese crucial momento. Los nervios y la inquietud desaparecen cuando comenzamos a escuchar nuestra propia voz”. Sugerimos tenga en cuenta lo siguiente: • Atrévase a mirar al público, dé la cara, no diga nunca “me siento nervioso”, su estado interno es sólo suyo, luche con él; el público reunido no tiene por qué enterarse de lo que usted padece. • No mire al suelo ni a los costados, ni detenga la mirada en sus apuntes. Si abandona al público evitando las miradas, estará usted denunciando sus

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temores. Haga el esfuerzo de mirar al público, que las personas sólo se concentrarán en las palabras que emanan de su boca. • Prepárese con mucho esmero hasta dominar el tema y los contenidos que va a exponer. De ser posible, lleve algunas notas y apuntes que le ayuden a recordar los contenidos, tales como la estructura del discurso, estadísticas, fechas o algunas frases textuales que sea necesario decirlas. El público rechaza los discursos leídos, le desagrada ver al orador llevar entre sus manos manojos de papeles a la tribuna, lo desalienta. • Opte por la postura más cómoda. Lo que importa es usted, de ello depende su tranquilidad; sentado o de pie, en el punto que más favorezca a sus movimientos, desplazamientos y emisión de voz. Sea dinámico. • Familiarícese con el escenario. Haga un estudio previo antes de ingresar a disertar. Observe con detenimiento todos los detalles: dónde el público estará ubicado, las butacas, escaleras, el escenario donde usted va a actuar, la ubicación de la mesa, los invitados de honor, el atril que utilizará usted, y si está acorde con su porte y tamaño, donde debe poner sus notas, si el micrófono debe estar pegado al pedestal o está suelto, etc. Tome en cuenta aquello con lo que usted trabajará, cerciórese con anticipación de que todo esté bien. • No se deje llevar por el nerviosismo y por reacciones precipitadas, confíe en usted mismo, afirme la personalidad y anticipe sus resultados excelentes. Rodéese de una atmósfera de aliento y positivismo.

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7.3 EXPRESE Y HABLE CON SOLTURA ¿Somos capaces de transmitir todo lo que sentimos? El que ha ejercitado el arte de la oratoria, tiene menos dificultades (lo exponer sus ideas ante un grupo de personas, que aquel profano que no ha cultivado el arte de hablar. Cuando la persona no tiene práctica de hablar ante un auditorio, rápidamente se hace evidente; se muestra inseguro, inquieto, tiene prisa por terminar la exposición. Ello es muy usual, pues estar al frente de un público que fija sus miradas en el protagonista hace desvanecer a la persona, si no tiene la capacidad de mantenerse firme y seguro. La sensación de miedo está asociada a la capacidad. El temor hace revelar incapacidad, que no siempre es real, pero el temor nubla toda posibilidad si no se controla. Por más erudición que Ud. posea, si no ha liberado esa sensación de incapacidad nunca podrá expresar lo que siente y menos influir en las personas que le escuchan. La expresión, y la manera cómo ésta refleja, será el detonante de una sensación agradable o infausta. Desarrolle una variada forma de expresión, lo que implicará el empleo de las técnicas orales y de la corrección gramatical. La voz debe estar dotada de una variada gama de tonalidades. La voz es lo más importante para expresar los mensajes, es el medio a través del cual llegamos al público y requiere de un esmerado adiestramiento. ¿Cómo arrancar la sonoridad, gamas y variedad de matices e inflexiones a la voz, que permita ilustrar al mensaje que expresamos? En el lenguaje gramatical las palabras y las frases deben ser lanzadas con decidido valor, teniendo en cuenta que el lenguaje sea claro y preciso. Evite las frases estereotipadas y trilladas, que por su uso constante han perdido su 20

atractivo. Cuando exprese una idea, modifique el lenguaje usando otras palabras, evite la monotonía. Perfeccione la forma de hablar hasta hacerse elocuente. Procure forjar su propio estilo. La manera cómo habla, revela su forma de ser y el grado de competencia que posee. Qué decir y cómo expresarlo, constituye los conocimientos, las habilidades y las destrezas que debe adquirir todo orador. Esta tarea requiere disciplina, capacidad, preparación y confianza.

7.4 LA PREPARACIÓN La preparación cuidadosa, amplia y completa es la base de la confianza de quien desea influir en los demás. Hemos observado en algunas ocasiones que la mirada de la persona que habla oscila por todas partes como quien está buscando algo. Mira a los costados, hacia las ventanas. Da la impresión que estuviera esperando ver a alguien. Su vista vaga alejada del público. Las personas reunidas se preguntan qué está ocurriendo, por qué el orador no sale al encuentro de la atención que en esos momentos le está brindando el público. No es difícil adivinarlo. El orador se encuentra en un estado de concentración, tratando de recordar el discurso que aprendió de memoria y lo que hace es decir palabras sin sentido porque lo ha olvidado todo. Su esfuerzo está concentrado en tratar de recordar el texto del discurso. Muchos podrían pensar que la preparación consiste en aprender un discurso y que la actividad memorista y la recordación son los únicos esfuerzos que debe hacer a fin de cumplir y liberarse de esa aterradora responsabilidad de hablar ante el público. La clave radica en el conocimiento del tema que va a tratar y

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cómo los contenidos deben expresarse (le la mejor manera para hacerlos más interesantes. La preparación, no es reunir pensamientos y sumar palabras. Preparar un discurso implica apropiarse de muchas ideas, extraer nuestros propios pensamientos y nuestras propias convicciones. ¿Por qué acudir a modelos estereotipados si nuestra vida está llena de sensaciones y de experiencias? Nuestra preparación tendrá significación, si lo que pensamos lo decimos, lo reflexionamos. Desbordemos al público con nuestra propia experiencia y sabiduría. Sólo debemos concentrarnos en hacer mejor las cosas, eligiendo lo más adecuado para nuestros fines. Los discursos no se escriben para leerlos o aprenderlos de memoria, un discurso debe tener un proceso de elaboración y aprendizaje; pensar, analizar, meditar, ir extrayendo las ideas fundamentales del tema, consultar con personas entendidas y recibir aportes, revisar libros, folletos. Reúna todo el material que debe emplear; estúdielo, extraiga y defina la idea fundamental que desea desarrollar; destaque lo más apropiado, excluyendo lo que en nada beneficia a la exposición. Realce las ideas principales, concrete el pensamiento central de toda la exposición para que las ideas puedan expresarse con eficacia. Decía Benavente: “No hay cosa que más me desagrade que hablar a tontas y a locas”. SUGERIMOS EL SIGUIENTE PROCEDIMIENTO:

Primero: El tema debe seleccionarse sobre aquello por lo cual usted siente entusiasmo, simpatía, preocupación y le invite adentrarse en un mundo de ideas. Segundo: Considere que el tema elegido debe tener importancia y valor para la audiencia, así el público brindará su disposición a escuchar con atención. Tercero: El tema debe ser oportuno y apropiado, asociado al interés del auditorio. 22

Relacione los temas con sus experiencias, esto le ayudará mucho y la audiencia se sentirá identificada con usted. El público no quiere escuchar cuentos ajenos. El público que sabe escuchar busca evidencias reales, ayúdelo.

7.5 LA INSPIRACIÓN Prepararse para hablar en público no es sólo tarea de reunir información y conocimientos. Es, también desarrollar capacidades, destrezas y habilidades; y una vez logradas ponerlas al servicio de la inspiración creadora donde la fuerza y la convicción hagan que su verbo estremezca a quienes lo escuchen. Estudiar, investigar, explorar, cultivar la curiosidad mental, adentrarse en el significado de las ideas extrayendo el fruto de las propias concepciones, harán que la persona se inspire. El que no haya trabajado arduamente en desarrollar sus capacidades y potencialidades respecto a un oficio o actividad, podrá crear algo nuevo. La inspiración proviene de un gran esfuerzo creador edificado con pasión, resolución y constancia. Dice el autor N.D. La Fuerza: “La inspiración es fruto de una dedicación íntima y vehemente hacia alguna finalidad noble, generosa o sublime y de una iluminación cuyos rayos provienen de una gran perspicacia y percepción de lo grande”. Advierte Kay: “Cuanto más cultivemos un poder o facultad, más fácil es hacerlo actuar, y con el tiempo ese poder o facultad se ejecuta sin el menor esfuerzo, cada vez que sea necesario”. Leonardo Da Vinci escribió: “Estudiar, investigar, hacer, tener en el puño las leyes de la naturaleza y dominarlas, haciendo más fácil la vida común iluminando la existencia con la divina sonrisa del arte: he ahí nuestra noble misión, sólo gracias a la cual podremos considerar bien empleada la vida y bien coronada, después, por el último sueño”.

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Un joven preguntó a Mozart: “cómo se compone una sinfonía?”, a lo cual contestó el gran músico: “Usted es todavía muy joven. ¿Por qué no empieza con baladas?” El aspirante contestó: “Pero usted compuso sinfonías cuando tenía diez años”, y el gran compositor repuso: “Sí, pero no pregunté cómo” (Citas reunidas por N.D. La Fuerza). Estimule su mente y espíritu con ideales y esfuerzos. Enriquezca sus conocimientos para que produzcan sus propios destellos; concéntrese y consolide sus pensamientos. No olvide que la inspiración acude cuando se tiene finalidades concretas. Es una utopía esperar que la inspiración llegue en el momento que uno desea. La inspiración no es producto del deseo caprichoso, sino fruto de las grandes aspiraciones y constantes esfuerzos cultivados.

7.6 LA ELOCUENCIA En la oratoria se contemplan diversos modos para expresar un mensaje de lo que se quiere decir para la consecución exitosa de la comunicación. El orador debe estar consciente de lo que quiere lograr en el público. Su meta debe estar dirigida a persuadir a la audiencia. Seleccione usted los hechos y organícelos a fin que conduzcan hacia acertadas conclusiones. Asuma las convicciones que determinarán aquello que está usted manifestando. Tenga en cuenta a la audiencia en relación al tema que está exponiendo. Observe la reacción hacia lo que Usted está diciendo. No olvide que su actitud contagia a los oyentes. Un discurso no es para que usted se luzca. Se habla para contribuir a fines específicos. Lleve las mejores intenciones para su auditorio. Lo más importante en un discurso no son las palabras, sino el espíritu que 24

encierran las palabras. Enfatice con entusiasmo aquello que desee resaltar con mayor interés. Las personas que escuchan deben sentir que las expresiones del orador emanan de su ser inundándolas de emoción y luces para motivar sus vidas. Adopte una postura natural al hablar. La naturalidad se adquiere con la práctica y ejercicio. Sea natural, no exagere. No adopte actitudes mecánicas ni grotescas. Evite la teatralidad fingida, ponga de manifiesto su personalidad. Sea como el actor que trabaja y construye su personaje para infundirle naturalidad. Revele sus creencias y sus convicciones, ponga su sello personal e inconfundible. Si el orador habla con naturalidad y espontaneidad, su discurso revelará más originalidad y magnetismo. Los oyentes se sentirán atraídos, influenciados, invadidos por el espíritu del orador. El mensaje debe percibirse como una sensación de luz y riqueza interna de elevación para que ejerza influencia, en la medida que contenga verdades que respondan a los anhelos de las personas. Comenta un historiador: “Demóstenes se afligía al verse en los principios de su carrera oratoria, arrojado de la tribuna, entre silbidos, porque no sabía producir fuertes emociones favorables”. Los hombres elocuentes han descollado en la historia y han sido dirigentes en grado sumo de la sociedad humana. No han sido los más sabios los que han gozado de esa prerrogativa, sino los más elocuentes. Evite ser muy ceremonioso y circunspecto y vaya directamente al asunto. Sea preciso y concreto para que su expresión obtenga vitalidad y frescura; no incurra en generalidades abstractas e ideas vagas que adormecerán a su

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auditorio, use palabras que evoquen imágenes, “el orador fácil de escuchar es aquel que pone como figuras delante de nosotros”. Sea sincero, entusiasta, vehemente y espontáneo. Son recursos que contribuyen a que sea usted natural. Carnegie dice del patriota cubano José Martí: “Era tan sincero en su convicción que sus acentos oratorios subyugaban a sus propios adversarios”. Del mismo modo fue el tribuno José Faustino Sánchez Carrión (1815) el eminente patriota y fundador de la República del Perú; decía: “Desengañémonos; nada escarmienta a los reyes, ni nada será capaz de persuadirlos que son hombres como los demás... la Libertad es el elemento de nuestra existencia racional, sin la cual los pueblos son rebaños, y toda constitución inútil...Señores: La Libertad es mi ídolo, y lo es del pueblo; sin ella no quiero nada”. La elocuencia es un factor muy poderoso en el triunfo de las grandes causas. El orador elocuente se distingue por la energía en su expresión y por la valentía de sus ideas. El orador debe dotar de alma a su discurso, vivenciar las ideas para penetrar en el sentimiento y en la conciencia de los oyentes. Su palabra debe fluir como agua cristalina de un manantial. Dice Girad: “El hombre elocuente es, sobre todo,

aquel

cuyos

acentos

patéticos

nos

conmueven

profundamente

apoderándose de nosotros y extra yéndonos con una fuerza irresistible”. Choquehuanca felicitó a Bolívar después de la batalla de Ayacucho y el Ejército Libertador fue recibido con gran entusiasmo: “Quiso Dios formar de salvajes un imperio y creó a Manco Cápac. Pecó su raza y lanzó a Pizarro. Después de tres siglos de expiación tuvo piedad de América, y os ha creado a vos. Sois, pues, el hombre de un designio providencial. Nada de lo hecho atrás se parece a lo que habéis hecho ahora, y para que alguien pueda imitaros es 26

preciso que haya un mundo para libertar. Habéis fundado cinco repúblicas que en el inmenso desarrollo a que están llamadas, elevarán vuestra gloria como crecen las sombras cuando el Sol declina”. Tenga en cuenta algunos aspectos o secretos para una buena elocuencia: Primero: Destaque expresiones, frases o palabras que considere importantes, las cuales deben ir cargadas de la mayor fuerza, o distanciándolas con una pausa. La pausa, hará que la frase gane mayor interés y debe ser aplicada antes y después de la frase. Segundo: Los tonos y velocidad de voz recorren las escalas altas y graves cuando conversamos, pero no ocurre así cuando estamos frente a un público, nuestra voz se torna monótona e insulsa. Logre sentirse tranquilo y hable con naturalidad para que su voz recree. Varíe el volumen de voz en función a la capacidad del auditorio, procurando que las personas que estén situadas en la última fila escuchen perfectamente. Evite que al final de la frase el volumen de voz se reduzca. Para evitar la monotonía del discurso es recomendable variar la velocidad, los tonos y el volumen de voz. Cuando se mantiene el mismo tono y velocidad en la voz los que escuchan dejan de estar atentos. Tercero: Seleccione aquello que se identifica y aviene con su modo de ser, de pensar y de creer; adóptelo y asúmalo con valor y entusiasmo. “El propósito decidido inyecta una fuerza misteriosa en la voluntad”. Dice Aristóteles: “Ser elocuente, es saber probar o demostrar”.

7.7 LA PERSUASIÓN El orador no sólo debe limitarse a exponer sus ideas; la fuerza y el vigor que emplea para decir algo. COMO LO DIGA, cobra una enorme importancia para 27

persuadir a cualquier audiencia. Es con ello donde la actitud del orador cobra relevancia y eficacia. Dice Oliver: “No es lo mismo una idea dicha que la misma idea hecha sentir”. Las ideas hay que “visualizarlas” y “sensibilizarlas”. Las ideas deben ser carne viva de la palabra. Apreciemos la introducción de un discurso político; dicho por Luis Bedoya Reyes: “Eres generoso pueblo de Ica, digno depositario del alma que inspiró las letras que salieron —hechos verso y entraña nacional— de la pluma de un hombre de esta tierra, que escribiera para siempre en horas reales de emancipación: ‘Somos libres, seámoslo siempre’ (Ovación, aplausos); y que inspiraste también con el vuelo de tus aves, la composición de los colores de nuestra bandera nacional...” (Aplausos). El texto precedente sugiere una actitud de arenga y de nacionalismo. Ideas recurrentes que invaden y hacen sentir a la audiencia un espíritu patriota. Impresiona, convence a los oyentes de su amor al pueblo de Ica y a la patria. Las ideas se sensibilizan y se visualizan para el orador y para la audiencia penetrando por los sentidos. Desentrañar las ideas, ilustrarlas y exclamarlas para impregnar emociones en los oyentes. El orador debe utilizar las ideas como lo hace el escritor y el poeta; asocia hechos y casos y los abstrae con gran imaginación para ilustrarlos en forma artística. Recurriendo al ejemplo anterior: “Aquí en lea nació un poeta que escribió, ‘Somos libres, seámoslo siempre’ y donde el color de las aves dio origen a los colores de la bandera nacional”. Contiene el mismo significado. La diferencia está en el primer caso; las mismas ideas están visualizadas e ilustradas de otra manera, exclamadas, haciendo imaginar a los oyentes conmoviéndolos. Los hechos están presentados con gran fuerza psicológica.

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El valor del discurso consiste en elegir muy bien un tema, apropiado a las circunstancias, que responda a las aspiraciones del público oyente. Con frecuencia los discursos se preparan sin tener en cuenta al público. En muchos casos (y lo que más preocupa al orador) es dar a notar capacidad intelectual, para que los oyentes lo admiren. El orador debe usar un lenguaje que esté al alcance de los oyentes como en el ejemplo citado. No siempre se puede llegar al oyente por la vía de la imaginación y por efectos histriónicos. El orador debe recurrir al fuero interno emotivo; dramático para conmover en grandes proporciones, siempre con un fondo humano. El significado de lo expuesto debe magnificarse motivando una gran atención de quienes escuchan, consiguiendo de ellos decisiones deseadas. Citamos algunos ejemplos de momentos elocuentes y dramáticos de discursos rebosantes de poder persuasivo: La despedida de Napoleón a sus soldados antes de partir a Elba: “Soldados: me despido de vosotros. Hace veinte años que vivimos juntos y siempre he estado contento de mis soldados, siempre os hallé en el camino de la gloria. Todas las potencias de Europa se han coaligado contra mí. Alguno de mis generales ha faltado a su deber y a Francia. Nuestra misma patria ha querido otros destinos; con vosotros y con los fieles valientes que me quedan, hubiera podido mantener la guerra civil, pero Francia hubiera sido desgraciada. Sed fieles a vuestro rey, sumisos a vuestros nuevos jefes, y no abandonéis a nuestra amada patria. No os apesadumbréis por mi suerte, pues yo seré dichoso cuando sepa que vosotros mismos lo sois. Hubiera podida morir y si consiento en sobrevivir es para servir a vuestra gloria. Las grandes cosas que hemos hecho yo las escribiré. No puedo abrazaros a todos, abrazo a vuestro general. Venid, general Petit, venid, quiero estrecharos contra mi corazón. Que traigan al Águila que quiero también abrazarla. ¡Águila querida! Puede este beso que te

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doy resonar en la posteridad. Adiós hijos míos; mis votos siempre os acompañaran; guardad eternamente mi memoria”. Palabras pronunciadas por Emilio Zola en el proceso Dreyfus — Francia 1898: “Dreyfus es inocente, lo juro y pongo en ello mi vida y mi honor. En esta hora solemne y ante este tribunal que representa la justicia humana, ante vosotros, señores jurados, que sois la encarnación misma de la Nación, ante el mundo entero, juro que Dreyfus es inocente. Por todo lo que he conquistado, por el hombre que me he formado, por mis obras que han ayudado a la difusión de las letras francesas, juro que Dreyfus es inocente. Que todo eso se destruya, que mis obras perezcan si Dreyfus no es inocente. ¡Es inocente! Todo parece estar contra mí, ambas cámaras, el poder civil, el poder militar, los diarios de gran tirada y la opinión pública que ellos han envenenado. No tengo conmigo sino la idea, un ideal de verdad y de justicia. Y estoy tranquilo porque, sé que venceré. No he querido que mi país siguiera viviendo en la mentira y en la injusticia. Pueden golpearme aquí. ¡Algún día Francia me dará las gracias por haber ayudado a salvar su honor!” 8. EL ORADOR: SU ESTILO Y PERSONALIDAD El orador debe tener estilo. ¿Qué es el estilo? Gramaticalmente, estilo es un modo, una manera de ser, una forma de escribir o de hablar. Bufón, dice que cada hombre es un estilo (L’style Cest I’homme). Flaubert decía que estilo es “la particular manera que tiene el escritor de ver las cosas”. Murry: “el estilo es una cualidad del lenguaje que comunica con precisión”. Nosotros distinguimos, el estilo que señala a todos los seres y las cosas en la concepción del filósofo Bufón, y el estilo artístico del cual nos ocupamos a continuación. Célebres escritores y poetas desarrollaron un estilo artístico: Neruda, García Márquez, Flaubert.

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El estilo, es la suma de todo un proceso en la edificación de una obra de arte. No puede decirse que un estudiante de pintura, en sus primeros trabajos refleja un estilo, ni el estudiante de música que ejercita la guitarra o el piano. Ellos tendrán u modo de ser que les caracteriza, que es muy diferente a haber logrado un estilo artístico. Coincidimos con Murry, para expresar que una obra artística cobra trascendencia cuando tiene estilo y porque es genuina en todo sentido. El orador tendrá estilo, en la medida de su desarrollo intelectual y de habilidades como comunicador, también de su grado cultural. Todo ello determinará el estilo del orador. El orador, como artista de la palabra debe tener un estilo que lo caracterice. Lo logrará ejercitándose de manera integral hasta perfeccionar todas las aptitudes y actitudes que requiere este bello arte. Iníciese en el arte de la oratoria y que sus esfuerzos lo conduzcan a una meta: ser un excelente comunicador y hablante. Tener un estilo es determinante para lograr éxito en la vida. El estilo deviene con la persona calificada con mejores condiciones para triunfar y tener éxito. También la personalidad tiene que ver en la representación e imagen del orador. La personalidad es todo aquello que la persona refleja, es el modo de ser, la individualidad con actitudes positivas o negativas pero que da a conocer lo que es la persona. La personalidad, es la suma de rasgos y características: físicas, mentales y emocionales que determinan una manera de ser. La personalidad está representada en la expresión que exterioriza la persona. Esta expresión son los rasgos físicos, actitudes, aptitudes, modales, carácter, confianza en sí mismo.

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En la forma de hablar y expresar, la persona proyecta en esencia lo que es el nivel de desarrollo personal y competencias que posee. El orador debe cultivar y enriquecer su personalidad, ejercitando buenas aptitudes; convertirse en un experto en idear, inventar, descubrir y definir los anhelos de los oyentes, percibir aquello que les interesa escuchar. La sinceridad, la firmeza, la energía, la simpatía y la confianza que irradie el orador se darán en la medida que haya cultivado su personalidad. Cuanto más firme y vigorosa sea la personalidad del orador, más influyente será su palabra. Los grandes oradores desarrollaron una gran personalidad, cultivaron serenidad y eficacia, ello los llevó a adquirir mayor pericia en el arte de expresar sus ideas e influir poderosamente en sus oyentes.

9. CUALIDADES DEL ORADOR 9.1 CUALIDADES FÍSICAS Estas cualidades tienen que ver con la apariencia personal del orador, no involucra que sea hermoso o de físico impresionante. Implica el cumplimiento de una serie de pautas sencillas que le permitan resaltar su personalidad, de tal forma que constituya un conjunto armonioso y estético ante los ojos de los demás. Buena salud: Un orador con dolor de muela, dolor de cabeza o fuerte dolor de vientre, no podrá realizar con eficacia sus exposiciones, el dolor lacerante lo pondrá de mal humor o lo indispondrá para sus tareas. Lo recomendable es que periódicamente se acuda al médico para un chequeo general y evitar desagradables sorpresas. La labor un tanto estresante, conlleva a padecer de una serie de dolencias que al no ser atendidas o al ser mal curadas, pueden convertirse en crónicas y mortales. Se debe combinar una buena dieta con 32

ejercicios matutinos para evitar el sedentarismo y las enfermedades psicosomáticas. Buena salud psíquica: La mente también se enferma y puede producir lamentables estados de distorsión de la personalidad; paranoia, esquizofrenia y aún, psicopatía. Lógicamente

una persona con desbarajustes mentales no podrá realizar a

satisfacción su labor como orador, casi siempre tendrá problemas con sus superiores, compañeros de trabajo y más aún, con el público oyente. Una visita al psicólogo o psiquiatra es recomendable, pues a diferencia de las enfermedades físicas estas no se manifiestan pasivamente, sino a través de un accionar desequilibrado que perjudica el buen desempeño del orador. Vestimenta atractiva: Es la cubierta que nos ponemos en el cuerpo para abrigo o adorno. Involucra el conjunto de piezas que sirven para cubrir nuestro cuerpo, pueden ser formales o informales según la ocasión en la que tengamos que utilizarlo. Constituye la prenda exterior completa de una persona y en el caso de los oradores constituye su uniforme de trabajo; esta vestimenta debe ser la adecuada para cada reunión oratoria debiendo primar los principios de elegancia, limpieza y una correcta combinación de prendas y/o colores. Recordemos que el vestido resalta nuestra personalidad, formalidad y pulcritud. Buena voz: Constituye el medio primordial y básico del orador, ya que por medio de ellas se proyecta. Deberá ser clara, sonora y proporcionada a las circunstancias. Aunque sea perfectamente cierto que un auditorio tolerará una voz desagradable también es cierto que aceptará de mayor gusto una voz agradable. Hay gran cantidad de ejercicios que podemos utilizar para embellecer nuestra voz. Para matizarla, para acomodarnos en nuestro mejor tono. Tienda a abrir la 33

boca con amplitud, muchos oradores pretenden hablar con los dientes apretados, con los músculos del rostro y de las mejillas casi inmóviles y rígidos. Tenga siempre cuando hable que el tono sólo puede fluir con libertad si la boca está siempre bien abierta. Para lograr eso hay que dedicar tiempo a los ejercicios de gimnasia facial. Gesticulación y ademanes: La gesticulación se refiere a los movimientos de los músculos de la cara que dan mayor expresión al estado de ánimo. Los ademanes son los movimientos de los brazos y manos que hacen más enfática y enérgica la expresión. Aseo impecable: Es la limpieza, cuidado, compostura y buena disposición de nuestro cuerpo. Ello transmite una agradable impresión a través del sentido visual y olfativo. El acicalamiento en nuestro peinado, maquillaje y perfume permiten un buen acercamiento de los oyentes hacía nosotros. El no bañarse o no cepillarse los dientes, a la larga van produciendo un hedor insoportable o un aliento nada agradable que pondrá una barrera entre nosotros y las personas con las que tratamos. Es recomendable el baño diario, el cambio de ropas con la misma frecuencia, el corte de uñas y de cabello en forma periódica. Postura correcta: Corresponde a la buena disposición, presentación personal, decencia y lucimiento del orador. Es un factor que contribuye en gran parte a despertar la simpatía y atracción del auditorio La actitud mental positiva: Es la condición subjetiva de nuestra mente; ésta nos permite tener una actitud mental positiva que nos impulsa a realizar lo anhelado o en su defecto, una actitud mental negativa que sólo apunta a buscar excusas para no realizar lo 34

deseado. Estas actitudes tienen que ver, principalmente, con nuestros pensamientos ya que nuestras acciones son el reflejo de ellos. Por ello, todo orador debe estar imbuido de actitud mental positiva para realizar sus exposiciones con entusiasmo y mucho optimismo; ello se logra a través de la autosugestión y del correcto uso de las técnicas de respiración y de relajamiento. 9.2 CUALIDADES MORALES Esta cualidad es el mejor perfil de un orador. Este debe ser un hombre integro una de las bases de la oratoria es formar un hombre probo para hacerlo diestro en el arte de hablar. El orador debe proceder, con la verdad no debe por ningún concepto defraudar a su auditorio, ya que la primera virtud del orador es veraz. Si la pieza oratoria trata un tema científico, debe prevalecer en todo el discurso la verdad. Si el tema es moral, con mayor razón debe enaltecer en todo el discurso la verdad y los conceptos claros. La virtud no es innata, se adquiere a través del ejercicio serio y duradero de acciones buenas. La virtud es permanente, pero si se le frena, entonces se corre el riesgo de caer en lo opuesto, el vicio. Honradez: Es una cualidad que involucra un proceder recto y honesto de parte de un orador. Actuar con honestidad significa, no apartarnos de los cánones morales establecidos por la profesión ya que muchas veces suelen presentársenos oportunidades o propuestas nada decentes, que bien podríamos aprovechar en beneficio nuestro. La falta de honradez significa una falta moral hacia nuestra profesión y el desprestigio para nuestra persona. Un orador que no sea honrado, poco tiempo durará en su trabajo, pues las exigencias de su labor demandan de él, un proceder recto y honesto.

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Puntualidad: Es la cualidad de hacer las cosas con prontitud, diligencia y a su debido tiempo. Es ser exactos en hacer las cosas a su tiempo y de llegar a los sitios convenidos en la hora establecida. Napoleón Bonaparte solía decir: «la hora es la hora... cinco minutos antes de la hora, no es la hora... cinco minutos después de la hora tampoco es la hora.» y concluía diciendo: «puedo perder una batalla pero nunca un minuto; las batallas se recuperan, el tiempo jamás» La puntualidad es en esencia, una cualidad que todo orador debe practicar e interiorizar en su subconsciente. Sinceridad: Es el modo de expresarse libre de fingimiento y mentiras. Involucra hablar con veracidad y sin doblez. En la boca del mentiroso todo se hace dudoso; en cambio, en los labios de una persona sincera, todo es creíble y aceptado con confianza. Un orador debe ser sincero tanto en lo que dice como en lo que hace; existen ocasiones en las que se ve al orador fingiendo, descaradamente, estados de ánimos que no siente para tratar con personas o públicos que no les agrada. Piensa que el fingimiento no se nota, pero es evidente y causa serios problemas en la interrelación con nuestros semejantes. Congruencia: Es la relación que existe entre «el pensar» y «el actuar», relación que muchas veces no es armoniosa, pues a menudo no hacemos lo que predicamos. Un orador puede manifestar en una exposición empresarial, que los cigarrillos son perjudiciales para la salud y que por consiguiente no debemos fumar, pero al terminar su exposición, en el hall del auditorio, compra una cajetilla para fumarlos delante de su sorprendido público. Todo lo que decimos debe tener su contraparte en la acción, caso contrario corremos el riesgo de caer en la demagogia o cháchara barata.

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Lealtad: Es la cualidad de ser leal; es decir, convertirse en una persona incapaz de traicionar la confianza depositada en uno, o ser incapaz de engañar a quien le ha brindado su consideración. Se entiende por leal a la persona que pese a los graves problemas que se suscitan, no abandona jamás al compañero, jefe o institución para la que trabaja. Dícese, que la lealtad inspira la realización de acciones nobles, altruistas y hasta de sacrificio. Más que una cualidad, es una virtud que todo orador debe practicar a diario como parte de su comportamiento ético y moral. Tolerancia: Es el respeto y la aceptación de los demás, con sus virtudes y defectos; es la aprobación de la diversidad de culturas, religiones y de cualquiera de nuestras formas de expresión como personas civilizadas. La tolerancia posibilita ostentar una mente y una actitud abiertas, y la libre comunicación de nuestros pensamientos y sentimientos

9.3 CUALIDADES INTELECTUALES Estas cualidades están relacionadas con la facultad para conocer, comprender y razonar; implican un conjunto de características inherentes que todo orador debe desarrollar y utilizar con eficacia. Estas cualidades propias de la actividad mental, están al alcance de todos y sólo requieren de decisión para aplicarlas. La Inteligencia: Esta debe ser clara y penetrante para ahondar en los asuntos trascendentales; su agudeza de ingenio le permite tener una visión panorámica de todos los aspectos para desarrollarlos con amplitud de esa forma cada vez que se le solicite una aclaración lo haga con erudición y clarividencia. 37

Ayuda mucho al orador tener imaginación para encarar con imágenes sensibles ideas totalmente abstractas para ello se requiere de una destreza intelectual extraordinaria, capacidad de retención para recordad todos los datos que son necesarios para exponer con fluidez un tema. Memoria: El poder recordar nombres, rostros, situaciones y la ubicación exacta de documentos o cosas, constituye un requisito indispensable en la labor del orador, ello le permite evocar con facilidad, información que se necesita en lo inmediato. El llamar a las personas por su nombre, luego de haberlos reconocido, constituye una muestra de especial deferencia hacia el público con el que tratamos. Recordar la ubicación de documentos y cosas, nos permite realizar las labores con mayor rapidez. La memoria se ejercita a través de la observación minuciosa, la retención y la evocación. Imaginación: Consiste en la facultad de reproducir mentalmente objetos ausentes; de crear y combinar imágenes mentales de algo no percibido antes o inexistente. El término imaginación, incluye dos características básicas: la renovación o "re experimentación" de lo ya vivido (memoria), y la creación de imágenes mentales que antes no existían (imaginación). Los psicólogos distinguen entre imaginación pasiva, que recupera imágenes previamente percibidas por los sentidos y la imaginación activa, constructiva o creativa, mediante la cual la mente produce imágenes de sucesos o de objetos poco o nada relacionados. Sensibilidad: Es la facultad de sentir física o moralmente los sentimientos de alegría, pena, dolor, compasión y ternura. Es una cualidad propia de los seres humanos, pero no por ello todos los tienen desarrollados en la misma medida. Existen algunos oradores que parecieran insensibles al dolor ajeno, dan la impresión de no 38

interesarles para nada los sentimientos de sus congéneres. A la larga, estas personas se hacen odiar y son públicamente vilipendiadas. En cambio, un orador que demuestre sensibilidad en su trato y en sus acciones se ganará el cariño y estima de las personas con las que trata. Iniciativa receptividad: Es el ideal que nos mueve a realizar algo por voluntad propia sin que nadie nos lo diga, ordene o motive. Involucra la acción de adelantarse a los demás en hablar u obrar, es una cualidad personal que inclina a las personas a realizar acciones para alcanzar una ventaja competitiva. En la mente de todo orador debe estar presente siempre la frase: «la iniciativa es del interesado», si anhelamos lograr un objetivo, no podemos confiar sólo en la voluntad divina o en la buena voluntad de las personas; sino que, como interesados, debemos intervenir directamente para su concretización.

10. LAS PRESENTACIONES 10.1 TRÁNSITO INICIAL: (Consiste en la aparición del Orador en el escenario). Recomendaciones para causar una buena impresión: a) Mantener siempre el cuerpo erguido para demostrar seguridad y confianza. b) Tener una presencia impecable en materia de limpieza y cuidado del cuerpo, vestido apropiado de acuerdo a la ocasión, aseo personal, preocupación por el uso de algunos accesorios para causar impacto. c) Mostrar un rostro agradable manteniendo una leve sonrisa (que sirve para dar y darse confianza). d) Tener una mente positiva previa autosugestión que le permita) I4Ir en: Yo puedo, soy capaz, hablaré con arte, me siento seguro y dueño de mismo, impactaré a mi público, me siento feliz, etc.

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mi

10.2

UBICACIÓN EN EL ESCENARIO a) El lugar donde debemos ubicarnos es, en el centro del escenario o detrás del Pódium, siempre buscar una ubicación donde podamos ser vistos y ver a todos. b) Mantener el cuerpo erguido, los talones juntos o ligeramente separados si hay que moverse en el escenario hacerlo pero no constantemente. Podemos movilizarnos con algunos pasos, pero luego quedarse unos segundos en esa ubicación antes de continuar en movimiento, siempre que sea necesario, para demostrar seguridad y dominio del escenario, de no hacerlo pareceremos nerviosos y desesperados. c) Saber usar el micrófono, acondicionándolo hacia nosotros; si es fijo, ponerlo frente a la boca; si se lo dan en la mano, mantenerlo en una misma distancia (1 ó 3 cms.) mientras habla.

10.3

SILENCIO PSICOLÓGICO Consiste en una mirada silenciosa hacia el público de izquierda a derecha por un mínimo de 5 segundos antes de hablar. Esto tiene por objeto crear expectativa con sus primeras palabras, predisponiendo el interés del público. Se puede prolongar el silencio más de 5 segundos cuando las condiciones no son favorables, ya sea por la euforia, bullicio, aclamación, emoción o distracción del público hasta lograr con la mirada, acompañada por ademanes de calma, la tranquilidad para comenzar.

10.4 SALUDO Es lo primero que dice el Orador. • Formal.- Es el saludo que se usa en reuniones formales donde el público está preparado u organizado para participar. Se saluda en orden jerárquico, autoridades, personalidades, invitados especiales, etc., primero a las personas de mayor jerarquía en una reunión ejms.: 40

— Excelentísimo Sr. Presidente de la República, Dr. Alan García Pérez. — Reconocido y laborioso Sr. Alcalde del Concejo de Lima Metropolitana, Dr. Luis Castañeda Lossio. Si hubiera 15 congresistas, no debemos saludar uno por uno, sino al Presidente del Congreso y luego al resto, Ej.: — Dignísimo Sr. Presidente del Congreso de la República, Dr. Luis Gonzales Posada, distinguidos acompañantes. Pero si no estuviera el presidente del Congreso se debe generalizar. Ej.: — Dignísimo representantes del Congreso de la República presentes en esta importantísima ceremonia... etc. Muchos alumnos en mi curso de ORATORIA aprender a saludar en orden jerárquico pero se mecanizan en el uso de los términos, es notorio cuando son 40 alumnos los que salen al frente para hablar. Unos empiezan así: Estimado y querido Profesor del Curso de Oratoria Sr • El alumno siguiente dice: Estimado y querido profesor del Curso de Oratoria Sr Como podemos leer hay la repetición de términos. El objetivo es que se varíe el vocabulario. Como por ejemplo. LUEGO SE IDENTIFICA POR GRUPOS Si son médicos: Respetables profesionales de la medicina, o si el orador es médico, dirá: Respetables colegas. Ante estudiantes: Estimados condiscípulos. Frente a trabajadores: Compañeros trabajadores, etc. DESPUÉS SE GENERALIZA Si hubiese uno o más personas no identificables se generaliza de la siguiente manera: Estimada concurrencia Distinguido público Respetable audiencia Queridos asistentes Dignísimo auditorio Amabilísimos presentes Nobles participantes Gentiles amigos 41

Dilectos concurrentes Señoras y señores Damas y caballeros Jóvenes y señoritas Niñas y niños... etc. POR ÚLTIMO, SE COMPLETA Con un: Tengan ustedes muy buenos días, tardes o noches.

10.5 GALANTEO O TRIPLE ELOGIO Consiste en unas cuantas palabras de agrado al día, la fecha, el acontecimiento, la estación, el ambiente, a nosotros mismos, al público, etc., para causar una buena impresión y ganarnos la simpatía del público. Todo depende del primer momento y de los primeros segundos; si lo hace bien, el resto resultará fácil. Debemos decir, que nos sentimos muy bien y que todo nos agrada mucho. Ejemplo: Este galanteo lo voy a dividir en 4 partes para comprenderlo mejor y saber variar el vocabulario.

a) En esta linda y acogedora tarde primaveral • En este día a pesar del frío invierno siento un profundo calor humano que ustedes irradian con su presencia... • En este pequeño pero acogedor auditorio del Centro Cultural • Luego de tres días de haber vivido momentos agradables celebrando el Día de la Madre... • A escasos cuatro días del XVIII Aniversario de nuestra noble y generosa institución.

b. Es para mí un gran honor. Aquí se puede usar también Placer, Privilegio, Júbilo, Satisfacción, Beneplácito, Orgullo, Ocasión, Complacencia, Algarabía, Gozo, Emoción o Pena, Pesar, Tristeza, Congoja (en caso de muerte, desastre, etc.).

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c. Hacer uso de la palabra Dirigirles la palabra Expresarles mis ideas Transmitirles algunos mensajes Darles a conocer mi participación Hacerles conocer mis inquietudes Participarles mis sentimientos... etc.

d. Ante un grupo selecto de personas compuesta por gente entusiasta y positiva. • Ante un público tan acogedor que con su presencia enaltece esta linda reunión. • Ante un maravilloso grupo de personas y adornado por distinguidas y simpáticas damitas y jóvenes emprendedores,... etc.

AHORA DARÉ ALGUNOS EJEMPLOS COMPLETOS: En este lindo día, es para mí una gran emoción compartir con ustedes, estos momentos tan agradables... Me siento sumamente contento y a la vez emocionado ante tan selecta concurrencia. Que motivo tan especial para mí dirigir algunas palabras a un público tan acogedor compuesto por hermosas damas y distinguidos caballeros. Hay dos motivos que me causan una especial emoción, uno el celebrar hoy un día trascendental como es el Día del Padre y dos por la presencia d un grupo simpático de personas a quienes admiro por su gran amistad y atención. En esta hermosa y cálida mañana donde el resplandeciente sol acaricia nuestra piel y nos da la luz de la vida es este un motivo de gran placer y a la vez de enorme satisfacción, transmitir una cuantas palabras ante un auditorio que alberga a preciosas y lindas damitas que irradian su belleza por doquier y de jóvenes dinámicos y impetuosos que poseen un gran espíritu de superación... 43

• Como ejercicio podemos practicar formas diferentes de galantear. Usando otro vocabulario luego del galanteo el Orador ya puede ingresar al discurso, exposición o tema. 11. TEMA (DISCURSO) Es la manifestación clara del pensamiento y los sentimientos mediante palabras y frases armoniosamente pronunciadas ante el público, con el objeto principal de convencerlo o persuadirlo, motivarlo o conmoverlo; sobre una materia determinada. El discurso o tema a través de sus frases y su vigor conmoverán despertando lo más variados sentimientos, desde la alegría hasta la tristeza y de la emoción hasta la reflexión. El alma de los discursos son las ideas, cuanto más ideas se utilice mayor será el interés del público. Recordemos que el discurso tiene que ser reflexivo, persuasivo, emotivo y lógico, para que pueda llegar con suma facilidad o interés, para ello, no debemos de buscar palabras, porque perdemos el tiempo, busquemos hechos, ideas, ejemplos, anécdotas y citas, así veremos que solas vendrán las palabras no buscadas. El discurso es como un viaje, tiene metas y antes de la partida se debe fijar el recorrido, para luego, llegar al final. En el trayecto se debe evitar las vulgaridades, ya que un discurso soez hará reír al ignorante e incomodará al culto. Un discurso puede durar minutos y horas, depende del acontecimiento, de tal forma, si hablamos de un cumpleaños, podemos utilizar 3, 5 6 10 minutos, si hablamos más tiempo quizás incomodemos porque la mayoría asiste a esa reunión no solo a escuchar un discurso, sino tiene otras motivaciones (Ejm: bailar, charlar, comer o brindar, etc.) pero si hablamos en el Parlamento sustentando un proyecto de ley, quizás podríamos demorar varias horas, lo que si debemos tener en cuenta es ser breve, esto les agradará, pues al alargar

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excesivamente un discurso, la gente comenzará a fastidiarse. Debemos mostrar en todo momento respeto al público y a nosotros mismos. Es esta serie de palabras y frases que sirve para manifestar mejor lo que uno piensa y siente, muchos se equivocan y hablan de temas y mensajes mal aprendidos, memorizados o se expresan con incertidumbre, he ahí su fracaso, porque caen en la monotonía o el equívoco; el discurso se utiliza para ofrecer una información o conocimientos, dar nuestros puntos de vista, para motivar, protestar por una causa, para defender o justificar posiciones y ser eficaz cuando sea de interés al público Es importante ensayar en el lugar donde vamos a exponer para inspirarnos, imaginándonos que está completamente lleno de público.

11.1 PARTES DEL TEMA (DISCURSO) a.- MOTIVACIÓN INICIAL Es la primera parte del tema donde se comienza predisponiendo el ánimo del público, despertando su interés, con algunos artificios para que nos den la máxima atención, es la parte más breve. Comencemos si fuese posible, con una narración, con una anécdota, formulando una pregunta, citando un pensamiento, con alguna frase célebre, utilizando un cuento, historia, relato, biografía, humorísticamente o manifestando alguna relaciones con el motivo del tema, también podemos expresar el motivo de nuestra presencia, los objetivos de nuestra intervención, con la finalidad de motivar la concurrencia, esta parte es de ambientación para el orador, de tal forma que este seguro sobre la manera que va a comenzar. Mucho depende de la primera impresión y de las palabras iniciales, casi siempre se gana o se pierde un auditorio con las cinco o seis primeras frases. Al inicio el público está predispuesto a escucharnos, su mente está fresca, es

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fácil impresionar; pero si no logramos despertar interés al inicio, es difícil hacerlo después. Aquí algunos ejemplos: CON ANÉCDOTAS: «Cuenta la historia que la reina de España había invitado a un banquete en palacio a unos de sus militares que se había distinguido en el campo de batalla. En aquel entonces se acostumbraba después de comer la fruta con la mano, pasar a cada comensal un aguamanil (tácita de agua para enjuagarse la punta de los dedos). Su huésped no lo sabía y cuando se lo pasaron se bebió el agua, los demás invitados comenzaron ahogar sonrisitas de burla y miradas indiscretas, la reina para detener esta situación incómoda y evitar una vergüenza a su invitado, levantó ella también el aguamanil y bebió el contenido; el resto de comensales tuvo que hacer lo mismo, cortando así la situación mortificante para el invitado.

CON DATOS ESTADÍSTICOS El economista Juan Julio Wicht dijo: «Los países del Hemisferio Norte con 24% de la población mundial reciben el 83% de ingreso total del mundo, tienen un alto nivel de vida (9,900 dólares per cápita de promedio). Los países del Hemisferio Sur con el 7,5% de la población reciben el 17% del ingreso mundial (700 dólares per cápita en promedio). Catorce veces menos que los países del Hemisferio Norte.

CON EJEMPLOS CONCRETOS No diga: los profesores están mal pagados. Diga: Un profesor que gana $ 200 dólares mensuales. Si desea comprar un televisor que cuesta $ 400 dólares tiene que trabajar 2 meses sin realizar otros gastos, mientras que un congresista que gana aproximadamente $ 9,000 dólares, con ellos se pueden comprar en un mes 45 televisores.

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CON PENSAMIENTOS El gran dramaturgo alemán Bertolt Bretch escribió frases que debemos tener presente: «Los hombres que luchan un día son buenos, los hombres que luchan un año son mejores, pero aquellos que luchan toda la vida, ¡aquellos son los imprescindibles!»...

HUMORÍSTICAMENTE Un ex millonario egoísta que después de veinte años de casado quiso limitar los gastos excesivos de su esposa y le grito: - ¡Si al menos tu supieras cocinar, ahorraríamos en la cocinera!... Ella respondió: - ¡Si al menos tu supieras hacer el amor, ahorraríamos en el chofer!... Otro ejemplo: Los esposos discutían porque el marido sólo veía televisión. Ella le pedía: La pata de la mesa cojea, querido ¿podrías arreglarla? Él respondió: - «Déjame en paz!...,acaso crees que soy carpintero? Al otro día: - ¡Amorcito el enchufe no funciona! ¿Puedes arreglarlo? Él contestó - ¿Acaso crees que soy electricista? Al día siguiente: ¿Tesoro? ¿Podrías ver el lavatorio que está goteando? - ¿crees que soy un gasfitero? —Contestó. Al día siguiente el marido descubrió que la mesa no cojeaba, el lavatorio no goteaba y el enchufe estaba arreglado. Preguntó curioso: - ¿Contrataste a alguien? ¿Cuánto pagaste? Nada amorcito, sólo pedí al vecino que me ayudara. El marido celoso preguntó: 47

- ¿y el vecino arregló sin pedir nada? Bueno — contestó la esposa sonriente — me dio dos alternativas: ir con él al hotel o que le hiciera un pastel». ¿Y pastel de que hiciste? Preguntó el marido tranquilo. La esposa gritó: ¿Acaso te has creído que soy pastelera?...

DRAMATIZADO Señores: Brindo por la mujer, pero por la que me dio la vida, la que me arrulló en la cuna y me llenó de besos y caricias ¡Mi madre!...»Por ella brindo yo! Dejad que llore, que el lagrimas aflore esta pena letal que me asesina; ¡Dejad que brinde por mi madre ausente!, por la que llora y siente que mi ausencia es fuego que calcina. Del poema: El Brindis del Bohemio. Jamás empiece con una broma de mal gusto o con una disculpa: no sé que voy a decir: espero no equivocarme; no conozco bien el tema; ¡Sabrán Uds. Disculparme!; no estoy preparado, etc., desde ya esto reduce el interés, a quien le gusta escuchar al que no sabe o no está seguro peor aún si nos pide disculpas por anticipado o lo hace al finalizar diciendo: Para no cansarlos más, creo que los estoy aburriendo, eso es todo, no sé qué más decirles; estas palabras no se deben usar porque denotan falta de autoestima o actitud mental negativa.

b. DESARROLLO DE LA IDEA PRINCIPAL Es el fondo y la parte principal de nuestro tema, donde el orador da a conocer sus ideas y gracias a las argumentaciones, reflexiones y razones que utilice podrá convencer con facilidad; debemos tener siempre, una idea central que constituye la tesis, esto es el propósito específico del orador, el tronco, pero tiene sus ramas, esas son las que hay que clasificar y despejar todas las interrogantes que surgen de ella; por ejemplo, si la idea es: «La vida es un sueño», no es igual a «La vida es un hermoso despertar « o «La vida es un 48

teatro», al decir esto se está informando pero no convenciendo; para llegar al público se tiene que explicar: ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Por qué?, ¿Dónde?, ¿Para qué?, etc., recién el público dará su aceptación. PARA DESARROLLAR IDEAS HAY TRES FÓRMULAS: FÓRMULA 1.- Una idea principal debe generar otras ideas secundarias, estas deben seguir generando más ideas complementarias y luego ideas en detalle y así sucesivamente. Por ejemplo tenemos el siguiente cuadro sinóptico: Idea complementaria Idea

Idea en detalle

complementaria IDEA SECUNDARIA

Idea en detalle Idea

Idea en detalle

complementaria Idea

Idea en detalle

complementaria IDEA PRINCIPAL Idea complementaria Idea

Idea en detalle

complementaria IDEA SECUNDARIA

Idea en detalle Idea

Idea en detalle

complementaria Idea complementaria

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Idea en detalle

Este esquema puede Ud. enfocarlo en forma total o parcial, no es único, simplemente es un ejemplo para darnos cuenta que antes de hablar debemos memorizar el esquema, mas no el contenido, porque se sobrentiende que ya tenemos la información de todo aquello que deseamos exponer Ejemplo: Aplicando la primera fórmula en Fiestas Patrias

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IMPERIO

HISTORIA

CONQUISTA VIRREINATO EMANCIPACIÓN

ANIVERSARIO DE FIESTAS PATRIAS

PASADO

INDEPENDENCIA

CONQUISTA INDEPENDENCIA GOBIERNO DE FACTO

GOBIERNOS

GOBIERNO DEMOCRÁTICO MONEDA

ASP. ECONÓMICO

DESARROLLO ESTADO ACTUAL GOBIERNO ACTUAL

PRESENTE

ASP. POLÍTICO

DEFENSA NACIONAL OBRAS SALUD

ASP. SOCIAL

TRABAJO SEGURIDAD

TERRITORIO

REGIONES SOBERANÍA

FUTURO

PETRÓLEO

RIQUEZA

MINERALES AGRICULTURA

DESCENTRALIZACIÓN

ECONÓMICA SOCIAL

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FÓRMULA 2.- Una idea principal tiene un inicio y un final. INICIO IDEA PRINCIPAL FINAL Ejemplo: Aplicando la segunda fórmula en: «La vida de Túpac Amaru». Nacimiento Acción TUPAC AMARU Muerte Inmortalización En este esquema usted debe seguir en forma ordenada, desde el inicio de su vida hasta el final y él por qué de su inmortalidad. No hable en forma desordenada, hay que seguir un orden cronológico. FÓRMULA 3. - Una idea principal puede ser enfocada desde un punto de vista positivo o negativo, también combinando ambos.

Positivo IDEA PRINCIPAL

Combinación Negativo

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ASPECTO POSITIVO

ASPECTO NEGATIVO

ARGUMENTACION ¿Por qué?

¿Por qué?

Obras

Declive o Decadencia

Desarrollo

Desgobierno

Preocupación

Crisis

Educación

Desocupación

Democracia

Pésima Educación

Trabajo

Problemas Sociales

Aquí se puede enfocar desde un punto de vista positivo o negativo como usted los desee o tal vez podría argumentar el aspecto positivo y el negativo y

sacar

conclusiones finales.

ASPECTO POSITIVO, ASPECTO NEGATIVO En el desarrollo de la idea principal debemos practicar algunos principios: • No apartase de la idea principal. • Desarrollar ideas basándose en conocimientos, sentimientos, intereses, experiencias, creencias, principios, proyectos, vivencias, etc.; debe apasionarle y conocer el tema para hablar con autoridad. • Dar ejemplos basándose en cortos relatos, testimonios, anécdotas y detalles (sin abusar) para mejorar la comprensión. • Conocer las circunstancias, la naturaleza de la ocasión, el tiempo a exponer, tamaño de la sala, el auditorio, temas de los otros oradores y el orden en el que hablará. • Tener buena imaginación para dar nuevos matices a nuestras ideas. • Tener sentido del humor para mantener despierta la atención. • Jamás subestimar al auditorio, tener modestia. • Eliminar la rigidez física mediante la apropiada movilización de manos, ojos y rostro el cual permite lograr cultura mental y emocional. 53

• Las ideas principales se pueden repetir varias veces pero con expresiones distintas para reforzarlas o dejarlas en la mente del público. • Usar pausas no más de 3 segundos para darse descanso y también el auditorio. • Hable con el tórax erguido, este amplia la capacidad de su voz.

RECOMENDACIONES Y/O CONCLUSIONES Y/O ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN. Consiste en sugerir al público o a segundas personas, encontrar algunas alternativas de solución, ello de acuerdo a sus apreciaciones, inquietudes e intereses en cuanto a las ideas expuestas, para influir en el auditorio. Las conclusiones se deben dar luego de un estudio minucioso, una investigación o un análisis de lo tratado, las alternativas de solución cuando existen problemas que resolver. Las recomendaciones se pueden hacer en forma general y/o personal. Ejemplo: MOTIVO: Cumpleaños de una amiga General.- Va dirigido al público presente RECOMENDACIONES

Personal.-Va dirigido al que cumple años debe ser preciso y breve.

MOTIVO FINAL Consiste en finalizar el tema impactando y dándole un buen acabado: piense que después de escuchar una buena disertación, el público espera con ansias el mensaje final. Las últimas palabras deben quedar grabadas en la mente del público por mucho tiempo. Lo importante es culminar sintetizando todo lo expuesto en una anécdota, unas interrogantes, frases célebres, pensamientos filosóficos, unas cuantas vivas, planteando interrogantes, pidiendo respuestas comunes.

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Ejemplos: • Culmino recordando las célebres frases del gran intelectual José Ingenieros cuando decía «No hay perfección sin esfuerzo, sólo pueden mirar de frente al sol los que osan clavar sus pupilas sin temer a la ceguera y porque los mediocres tienen miedo a cosechar las rosas por temor a las espinas. ¡Muchas gracias! • Hoy que es su santo día, hijos del mundo entero, que tienen viva a mamá, ámenla, quiéranla y respétenla, con todas las fuerzas de su corazón y los que no atenemos, bajo a imagen de su recuerdo, prometamos seguir por el camino luminoso que ella nos señaló. ¡Muchas gracias! • Cecilia Maribel en nombre de tus familiares, tus amigos ausentes y presentes, tengo el privilegio de hacerte llegar este pequeño presente, que simboliza la sincera amistad que nos une, hoy mañana y siempre. ¡Muchas gracias! • Antes de culminar les pregunto ¿Están Uds. Dispuestos a defender ardorosamente nuestras ideas? (siii) ¿Lo harán con hidalguía sin temor al fracaso y con honor? (Siii). Si es así, entonces, el futuro está con nosotros. ¡Muchas gracias!. • Permitidme terminar mi discurso, no sin antes invitar a cada uno de ustedes acompañarme con unas vivas. ¡Vivas nuestro glorioso y combativo partido, Movimiento Democrático Nacional! ¡Viva! ¡Viva su máximo líder Hugo Paz Durán! ¡Viva! ¡Viva nuestro querido país! ¡Viva! ¡Muchas gracias! ¿Estamos dispuestos a lograr juntos el éxito en esta empresa? ¡siii! (público) ¿Ante las constantes arremetidas del enemigo nos dejaremos vencer fácilmente - ¡Noooooo? (público) 55

Entonces compañeros, ¡El éxito es nuestro! ¡Actuemos hoy! ¡Muchas gracias! c)

DESPEDIDA Y TRÁNSITO FINAL Despedida o palabras finales.- Consiste en darle el final enfáticamente. Ejemplo: Gracias, Muchas gracias — Muchísimas gracias — he dicho. Tránsito final.- Es la acción de retirarse del escenario, hacerlo con mente triunfadora, el cuerpo erguido y rostro agradable; siempre que haya tenido una buena acción y piense que hay muchas personas que no se dan cuenta de las equivocaciones que tuvimos; y sí se dieron cuenta le sorprenderían su positivismo y lo admirarían por ese gusto.

BIBLIOGRAFÍA

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