Historia de Los Trastornos de La Personalidad

CONCEPCIÓN HISTÓRICA El psicópata es ese individuo verdaderamente absorbido en sí mismo sin conciencia ni sentimiento al

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CONCEPCIÓN HISTÓRICA El psicópata es ese individuo verdaderamente absorbido en sí mismo sin conciencia ni sentimiento alguno hacia los demás y para quién las reglas sociales no tienen ningún significado. La gran mayoría de nosotros conoce o ha estado en contacto con individuos sicopáticos sin siquiera saberlo. Son depredadores irrefrenables e imposibles de tratar en quienes la violencia es planeada, decidida y carente de emociones. Esta violencia continúa hasta que alcanza un tope alrededor de los 50 años, y luego disminuye. Su falta de emociones refleja un estado de desprendimiento, de audacia y posiblemente disociado, revelando un sistema nervioso autonómico bajo y una carencia de ansiedad. Tienden a operar con una grandiosa conducta, una actitud pretenciosa, un apetito insaciable, y una tendencia hacia el sadismo. Su falta de temor es probablemente la característica prototípica. Es útil pensar en ellos como si fueran vehículos de alta velocidad con frenos defectuosos. Antigüedad La explicación a los trastornos psicopatológicos ha oscilado a lo largo de la historia entre una explicación mágica, organicista o psicogénica.     

Culturas primitivas o preclásicas: Predominio de la concepción mágica (demonología o chamanismo). Antigüedad grecorromana: Expansión de la teoría de los humores. Edad media: Vuelta a la concepción demonológica. Terapéutica era especialmente cruel para el enfermo a partir del siglo XIV. Renacentismo e ilustración: Duras críticas a la demonología y vuelta a la teoría de los humores. Aparecen los primeros manicomios. Finales del siglo XVIII hasta la primera mitad del siglo XIX: Primera reforma asistencial (tratamiento moral) y adopción del método clínico descriptivo.

Así específicamente el término psicopatía tiene una larga historia, autores como Davidson y Neale indican que empieza su aparición desde el siglo XVII. En el siglo XVIII, las únicas enfermedades mentales (conocidas colectivamente como “delirios” o “manías”) eran la depresión (melancolía), la psicosis y las perturbaciones mentales. A principios del siglo XIX, el psiquiatra francés Philippe Pinel acuñó la frase “manie sans delire” (manía sin delirio) para referirse a una alteración conductual que incluye crueldad, irresponsabilidad e inmoralidad. Describió a los pacientes que no tenían control de los impulsos que a menudo causaban

estragos cuando se sentían frustrados, y eran propensos a estallidos de violencia. Se refería a los psicópatas (sujetos con trastorno antisocial de la personalidad). En 1835, el británico JC Pritchard, trabajando como médico principal del hospital de Briston, publicó un trabajo similar titulado “Tratado sobre la locura y otros trastornos de la mente”. A su vez, sugirió el neologismo “locura moral”, pero será Emili Kraepelin quien en su “tratado de psiquiatría” describe siete categorías de psicopatía, englobando el conjunto de los que después eran los trastornos de la personalidad. Citando a Pritchard, la locura moral consistía en una perversión mórbida de los sentimientos naturales, afectos, inclinaciones, temperamento, hábitos, disposiciones morales, y los impulsos naturales sin ningún tipo de trastorno o defecto notable de la inteligencia o facultades de razonamiento y, en particular, sin ningún tipo de delirio o alucinación. Actualidad Según Lykken, (1995) se darían concepciones más acertadas con los estudios de Cleckley en “The Mask of Sanity” (1941 y 1982) quién mencionaba como la psicopatía es un “funesto problema social” ampliamente ignorado, cosa que parece repetirse aún hoy. También establecería categorías como “psicópata primario” y menciona la incapacidad del sujeto de entender su comportamiento en relación con otros individuos. PSICÓPATAS PRIMARIOS: no responden al castigo, a la aprehensión, a la tensión ni a la desaprobación. Parecen ser capaces de inhibir sus impulsos antisociales casi todo el tiempo, no debido a la conciencia, sino porque eso satisface su propósito en ese momento. Las palabras no parecieran tener el mismo significado para ellos que el que tienen para nosotros. En realidad, no se sabe si llegan a comprender el significado de sus propias palabras, una condición que Cleckley llamó "afasia semántica." No siguen ningún proyecto de vida, y parece como si fueran incapaces de experimentar cualquier tipo de emoción genuina. PSICÓPATAS SECUNDARIOS: son arriesgados, pero son individuos también más proclives a reaccionar frente a situaciones de estrés, y son propensos a la culpabilidad. Se exponen a más estrés que la persona promedio, pero son tan vulnerables al estrés como la persona promedio. Son gente audaz, aventurera y poco convencional que comenzó a establecer sus propias reglas de juego a temprana edad. Son conducidos fuertemente por un deseo de escapar o de evitar dolor, pero también son incapaces de resistir a la tentación. A medida que su ansiedad aumenta hacia un cierto objeto prohibido, su atracción hacia ella también se incrementa. Viven sus vidas

dejándose llevar por el aliciente de la tentación. Tanto los psicópatas primarios como los secundarios están subdivididos en: PSICÓPATAS DESCONTROLADOS: son la clase de psicópatas que parecen enfadarse o enloquecerse más fácilmente y más a menudo que otros subtipos. Su frenesí se asemejará a un ataque de epilepsia. Por lo general son también hombres con impulsos sexuales increíblemente fuertes, capaces de hazañas asombrosas con su energía sexual, y aparentemente obsesionados por impulsos sexuales durante la gran parte de su vida que pasan despiertos. También parecerían estar caracterizados por ansias muy fuertes, como en la drogadicción, la cleptomanía, la pedofilia, cualquier tipo de indulgencia ilícita o ilegal. Les gusta la endorfina "alta" o "acelerada" del entusiasmo y de la toma de riesgos.

PSICÓPATAS CARISMÁTICOS: son mentirosos encantadores y atractivos. Por lo general están dotados de uno u otro talento, y lo utilizan a su favor para manipular a otros. Son generalmente vendedores, y poseen una capacidad casi demoníaca de persuadir a otros para que abandonen todo lo que poseen, incluso hasta sus vidas. Los líderes de sectas o de cultos religiosos, por ejemplo, podrían ser psicópatas si conducen a sus seguidores a causar su propia muerte. Este subtipo llega a menudo a creerse sus propias ficciones. Son irresistibles. Todos los sociópatas poseen tres características en común:

Robert Hare ha investigado sobre el psicópata siguiendo la definición que estableció Cleckley en 1941: Ausencia de sentimientos de culpa, egocentrismo, incapacidad para amar, encanto superficial, ausencia de remordimientos y vergüenza, carencia de introspección e incapacidad para aprender de las propias experiencias, ha construido un instrumento específico (PCL, Psychopathy Checklist) y hace las siguientes distinciones:   

Psicópata primario o verdadero: No necesariamente comete delitos. Psicópata secundario o neurótico: Comete delitos por sus problemas emocionales. Asocial o Sociópata: Aprenden la conducta antisocial y agresiva en una subcultura y ámbito familiar.

Así Hare menciona: “La psicopatía es un desorden de personalidad devastador socialmente definido por la mezcla de componentes afectivos, interpersonales y características del comportamiento incluyendo, egocentrismo, manipulación, falta de empatía, ausencia de culpa y remordimiento, y el ser propenso a violar las normas legales y sociales.” De esta perspectiva, no se puede entender la psicopatía únicamente como un fenómeno aislado en cuanto a fuerzas e influencias sociales y ambientales; aspecto ideológico primordial que se destaca en el concepto sociópata. Se plantea por el contrario que podrían existir factores genéticos que contribuyan a la formación de rasgos de personalidad y temperamentos considerados esenciales para el trastorno, pero es importante que la expresión de los mismos en la vida de la persona se genere por medio de interacciones complejas entre aspectos no solo sociales sino también biológicotemperamentales y psicológicos. A continuación se señalaran las características de la psicopatía destacadas por Hare: Necesidad de estimulación/ Tendencia al aburrimiento Estilo de vida parasitario Controles conductuales deficientes Problemas tempranos de conducta Ausencia de metas realistas y a largo plazo Impulsividad Irresponsabilidad Delincuencia Juvenil Revocación de libertad condicional Conducta sexual promiscua Muchas relaciones matrimoniales cortas Versatilidad delictiva (Hare, 1991). Labia/ Encanto superficial Presunción/ Autoestima exagerada Mentirosos patológicos Estafadores/ Manipuladores Falta de remordimiento o vergüenza Sentimientos superficiales Insensibilidad o falta de empatía Incapacidad de aceptar la responsabilidad por las acciones Actualmente, según el DSM-IV-TR, los trastornos de personalidad son “patrones de percepción, de relación y de pensamiento duraderos acerca del medio y de uno mismo, que se manifiesta en una amplia gama de importantes contextos sociales y personales que son inflexibles y desadaptativos, que pueden causar deterioro funcional significativo o angustia subjetiva”.

Los trastornos de personalidad son crónicos: no van y vienen, sino que surgen en la niñez y se mantienen a lo largo de la adultez. Como influyen en la personalidad, afectan a todos los aspectos de la vida. El manual DSM-IV-TR contiene 10 trastornos de la personalidad concretos y otros que están en estudio para su consideración a futuro. En el DSM-IV-TR los trastornos de personalidad se dividen en tres grupos, o conjuntos. La división en grupos se basa en la semejanza. Al grupo A se le llama raro o excéntrico; abarca los trastornos de personalidad paranoide, esquizoide y esquizotípico. El grupo B es el dramático, emocional antisocial, limítrofe, histriónico y narcisista. El grupo C es el de ansiedad o temor; comprende los trastornos de personalidad por evitación, dependiente y obsesivo-compulsivo. Así dentro de esta categorización la psicopatía entra dentro del grupo B y más en específico en el tipo antisocial Criterios para el diagnóstico de Trastorno antisocial de la personalidad (301.7) A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems: 1. fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención 2. deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer 3. impulsividad o incapacidad para planificar el futuro 4. irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones 5. despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás 6. irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas 7. falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber dañado, maltratado o robado a otros B. El sujeto tiene al menos 18 años. C. Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15 años. D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o un episodio maníaco.