Historia de La Espada Japonesa

Bujinkan Shutoku Dojo Curso especial de Espada Japonesa “Ken, Tachi & Katana” Junio de 2013 1 HISTORIA DE LA ESPAD

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Bujinkan Shutoku Dojo

Curso especial de Espada Japonesa

“Ken, Tachi & Katana”

Junio de 2013

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HISTORIA DE LA ESPADA JAPONESA: DEL CAMPO DE BATALLA A LOS MUSEOS. Para facilitar la comprensión temporal de la materia que tratamos, agrego al texto un cuadro de los períodos de la historia japonesa, aun así, hay períodos a los cuales se les conoce con otros nombres, por lo que puede que en un libro o texto que lean hayan diferencias con los nombres que les hago llegar. Periodo Yamato…………………………………645-710 Periodo de Nara………………………………....710-794 Periodo Heian…………………………………... 794-1185 Periodo Kamakura……………………………… 1185-1333 Periodo Nanbokucho…………………………… 1333-1392 Periodo Muromachi…………………………….. 1392-1573 Periodo Azuchi-Momoyama……………………. 1573-1600 Periodo Edo……………………………………...1600-1867 Periodo Meiji……………………………………. 1868-1912 Periodo Taisho……………………………………1912-1926 Periodo Showa…………………………………... 1926-1989 Periodo Heisei…………………………………… 1989-

ORIGENES de la ESPADA JAPONESA.

ESPADAS ARQUEOLÓGICAS ANTERIORES A LA MITAD DEL PERIODO HEIAN.

Este grupo lo comprenden las espadas arqueológicas que carecen de curvatura, son hojas completamente rectas, conocidas como chokuto. Estas espadas ancestrales son clasificadas como jokoto al referirse a ellas dentro de la evolución de la espada en la historia.

Son espadas que por decirlo de algún modo, se salen de la línea tradicional de lo que puede ser una espada japonesa, la información que de ellas hay es un tanto exigua y no

demasiado

clara.

Son

prácticamente

espadas

que

proceden

de

antiguos enterramientos y túmulos, así como de colecciones de templos y santuarios. Tal es el caso de las espadas del S.VIII que se conservan en la colección del emperador Shomu. Además es muy posible que todas estas espadas sean de procedencia 2

continental ya que en aquella época no se conoce que Japón tuviera unas técnicas de forja autóctonas y sus contactos con pueblos del continente como Corea eran habituales, siendo estos más avanzados en este tipo de técnicas.

Dentro de las espadas jokoto hay diferentes tipos, así pues encontramos el tsurugi, el tachi, el warabite no tachi, y el tosu. Son todas morfologías distintas dentro de este grupo de espadas ancestrales que proceden de enterramientos.

Las espadas tsurugi, son hojas simétricas de doble filo orientadas a ser utilizadas más a modo de lanza que de espada ya que por su morfología son excelentes para ataques en forma de estocada; justo lo contrario que los tachi de esta época, por supuesto de hoja recta, que son de un sólo filo y están concebidos como arma de corte.

El tachi warabite, recibe su nombre de la planta warabi, una especie de helecho que se asemeja en forma a la empuñadura de estos tachi; la hoja es ancha y gruesa y de menor tamaño que el tachi, y hoja y empuñadura forman una sola pieza. Los tosu son hojas de reducidas dimensiones, semejantes a un kogatana y son algunas las teorías las que dicen que estos derivan de los antiguos tosu.

Otro tipo de morfologías como espadas de doble filo, hira-zukuri, fueron apareciendo en diferentes enterramientos del periodo Kofun, así como piezas en tipo kiriha-zukuri, cuya particularidad corresponde a que la línea que correspondería al shinogi solo recorre una de las caras de la hoja y lo hace a lo largo de la línea de corte. En el periodo Nara, entre 710-794 se hace popular el uso de hojas moroha-zukuri kissaki, que se caracterizan por tener filo en la zona del kissaki pero en la zona contraria a la habitual, lo que sería el mune. Como una variante del moroha-zukuri-kissaki, podríamos nombrar el kogarasu maru cuya forja corresponde, o por lo menos así se atribuye, al forjador Amakuni, siendo su tipología muy similar a la ya nombrada presentando un kissaki de doble filo y un mune levemente curvado.

Son unas cuantas las espadas jokoto que se conservan en la actualidad, y aunque su aspecto actual es magnífico por los excelentes trabajos de restauración y pulido que en 3

ellas se ha hecho, debemos tener en cuenta que difieren de las espadas que posteriormente vendrán, esencialmente en que estas son fruto de un proceso de forja más elemental en el que se usa un sólo tipo de metal sin las complejidades técnicas de siglos posteriores en los que se combinarán metales de distintas durezas y complejos procesos de plegado. No obstante, no debemos pensar que son espadas menores en calidad y belleza pues son piezas francamente bellas a la altura de cualquier pieza de la actualidad.

FINALES DEL PERIODO HEIAN Y EL PERIODO KAMAKURA.

Este es un periodo fundamental en la historia de la evolución de la espada japonesa; no sólo por que a partir de esta etapa se verá un notable progreso en la calidad de las espadas por los lógicos avances técnicos, sino que además las hojas adquieren la tan significativa curvatura que hoy en día rápidamente identificamos.

Como digo, la calidad de la forja mejora en todos los sentidos, y tanto las nuevas técnicas como los materiales empleados lograrán unos resultados claramente superiores a sus antecesores, apreciándose formas más elegantes y perfectas, texturas del acero más bellas o líneas de templado mejor acabadas.

Hasta el momento las hojas eran en su totalidad rectas, salvo excepciones de determinadas piezas que tenían cierta curvatura, que eran más fruto de la casualidad que de la propia intención del forjador; en este momento son ya los propios maestros forjadores quien deliberadamente producían las curvaturas a su gusto sometiendo las hojas a diferentes temperaturas en el proceso de templado y por medio de la rectificación en la fragua, lo que producía como es evidente unos acabados más correctos y elegantes.

Si hay que buscar un punto en el que enmarcar este cambio tan significativo de hoja recta, jokoto, a hoja curva, y el cambio de las morfologías más usadas, hira-zukuri y kiriha-zukuri hacia el shinogi-zukuri, sería en esta mitad final del periodo Heian entre el ya mencionado kogarasu-maru tachi y el kenukigata tachi. 4

Muchos fueron los factores que influyeron en el desarrollo de la espada japonesa a partir de este momento, pero principalmente su evolución estuvo marcada por las influencias que venían desde la corte y sus contactos con el continente, así como por las necesidades que las batallas requerían en el momento y por supuesto por el emerger de la figura de el bushi en detrimento de la aristocracia militar, y que establecería el patrón que la clase guerrera mantendría durante siglos.

Hay que señalar que hasta el momento, la clase guerrera, en el refinado y culto periodo Heian era una aristocracia militar muy cercana a la corte y sus gustos palaciegos, que francamente, poco tenían que ver con la vida de verdaderos hombres de armas. Algunos aristócratas disgustados con la corte imperial comenzaron a desplazarse a diferentes zonas invadiendo territorios de otros clanes por medio de las armas, creando de este modo y por medio de la espada una nueva visión de la clase guerrera, emerge la figura del bushi. Es a partir de este momento cuando el guerrero se manifiesta realmente como hombre de armas y la espada pasa a tener una simbología propia que identificaba con su sola presencia el estatus de quien la portaba.

A comienzos de kamakura, en la producción de espadas se seguirán viendo reminiscencias del refinado periodo Heian, por lo tanto los cambios se producen de una manera bastante progresiva siendo ya más notorios a mediados y finales del periodo.

Durante esta etapa también hay muestras de espadas rectas ken, y poco usuales hojas de tanto con esta morfología, pero su función era única y exclusivamente de caracter ceremonial. A partir de la mitad del periodo Kamakura es cuando se consolida la figura del bushi que comenzó a esbozarse al comienzo del periodo. Su papel en el panorama social comienza a ser mucho más relevante, desplazando a la aristocracia que hasta ese momento controlaba la política y la cultura. Será el bushi quien ahora pase a controlar ambas funciones desde su recién adquirida perspectiva. 5

Este carácter más cercano a los valores guerreros, indudablemente dejará una impronta que repercutirá de manera notable no solo en la forma de hacer política, sino también en el desarrollo de las artes en todos sus campos, apreciándose de este modo un cambio de rumbo del simbolismo imperante hasta el momento a un realismo más pragmático, la delicada sutileza pasa a un segundo plano en favor de lo vigoroso.

Esta tendencia evidentemente es algo que afectaría a la producción de espadas, el símbolo del guerrero tenía que adecuarse a su personalidad. Las invasiones Mongolas que tuvieron lugar en 1274 y 1281, fueron además una experiencia que a parte de traumática fue muy enriquecedora para los japoneses, pues gracias a ellas consiguieron darse cuenta que su desarrollo armamentístico estaba por debajo del de otros pueblos.

Inducidos por el temor a un posible tercer intento de invasión mongola (que nunca se produciría), y por la experiencia que el rigor de la batalla les había dado, comenzaron a apreciarse cambios evidentes en la espada, que comenzaron en novedosos diseños de la línea de templado (hamon), continuando por cambios morfológicos de la hoja. Así pues a finales del periodo encontramos una tipología de espadas de mayor longitud, con kissaki más grandes y una forma maás asentada y robusta del conjunto de la hoja con respecto a lo que se podía ver a mediados del periodo.

No obstante se siguió manteniendo una tendencia por parte de algunos maestros espaderos que tuvo una línea de producción continuista con el tipo de gusto predilecto más elegante del periodo Heian, pero su producción quedó limitada a abastecer

básicamente

a

la

refinada

aristocracia.

Estas

dos

tendencias

estéticas diferenciaban claramente las corrientes por las que el país discurría, una clase guerrera marcada por los adustos valores del gobierno del shogunato, y una fina aristocracia fiel a los refinados y cultos valores de la corte.

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Podemos decir sin lugar a dudas que el periodo Kamakura es la época dorada de la producción de espadas en la historia de Japón, forjándose en él la mayor cantidad de piezas consideradas tesoros nacionales en la actualidad. En el desarrollaron su obra muchos de los grandes maestros, Masamune, Sadamune, Yukimitsu...y surgieron además los estilos locales, creándose de este modo características particulares que serían identificativas de cada zona, tales como aceros distintos en función del material que empleasen para crear el tamahagane, patrones de hada(textura) particulares de cada región, hamon muy variados y un largo etc.

Es por todo esto que el periodo Kamakura es de una gran importancia en la historia de la espada japonesa, de hecho en el periodo Edo muchos maestros recuperarían los valores de esta época a la hora de concebir sus espadas, como si de un renacimiento se tratara.

LOS PERIODOS NANBOKUCHO Y MUROMACHI: EL O-DACHI Y EL UCHIGATANA.

El periodo Nanbokucho viene marcado por los intentos imperiales de recuperar su prestigio y poder del gobierno, que en ese momento se encontraba en poder del shogunato. Tras dos intentos del retirado emperador Gotoba en 1324 y 1331, el emperador Godaigo apoyado por el clan Hojo fue quien recuperó en 1333 el poder de la administración.

Eran muchos los que querían que se recuperase la norma establecida por la corte imperial, ya que por diferentes motivos, principalmente el desgaste económico sufrido por la guerra contra los mongoles, el shogunato se encontraba en una situación complicada de ruina que llevó a este triunfo de Godaigo que restauró como se ha comentado el poder imperial en la llamada restauración Kenmu.

Pero esta nueva administración fue casi un espejismo, pues rápidamente surgió un conflicto cuando Ashikaga Takauji reclamó ser legítimo emperador, por lo que la corte quedó dividida en dos partes, la del sur en Nancho bajo control de Godaigo y la del norte en Kyoto de Ashikaga. 7

Como es lógico, ambas cortes eran rivales y poseían administraciones distintas. Esto produjo un cierto aislamiento entre ambas cortes lo que produjo una cierta diferenciación de los estilos de los maestros espaderos del norte y los del sur, incluso en los mei de sus hojas llegaban a especificar a que corte pertenecían.

La morfología de hoja de finales de Kamakura mantuvo su carácter, no obstante su tendencia fue hacia hojas de dimensiones muy superiores, por lo que al principio del periodo nanbokucho las espadas comienzan a ser piezas ostentosas de dimensiones exageradas, de longitudes y anchuras espectaculares, con grandes kissaki y suaves sori. Estas espadas podían llegar a dimensiones de 150 cm, o en algunos casos hasta mas de 300 cm (no es la norma), son conocidas como o-dachi o seoi-tachi.

La producción de hojas de tanto es en hira-zukuri y contrariamente a la norma que estableció el tachi en este periodo, los tanto eran mas pequeños que sus antecesores de Kamakura. La división que el país mantenía con las dos cortes imperiales, tocó a su fin en el año 1392, cuando las dos partes llegaron a un acuerdo por el cual cada línea de sucesión aportaría un emperador que sucedería al anterior, alternándose de este modo el linaje de gobierno.

A pesar de esto, la visión que los grandes señores feudales tenían del gobierno de Ashikaga no era excesivamente buena, esto unido al creciente poder militar que estaban experimentando y que no estaba siendo controlado, llevó a la caída del poder del clan Ashikaga, por lo que el mando real del gobierno fue finalmente asumido por poderosos señores de diferentes clanes.

Esta particularidad arrastró al país a una serie de conflictos por ver quien se hacía con el poder, concretándose finalmente la lucha por el mismo entre dos grandes señores de la guerra, Hosokawa y Yamana. En 1467 el país se encontraba dividido de nuevo, dando comienzo en este punto el periodo Sengoku, conocido también como periodo de entreguerras, y que duraría cien años, hasta la aparición de dos grandes Personalidades, Nobunaga Oda y Hideyosi Toyotomi. 8

En este periodo, el número de maestros forjadores no varía demasiado con respecto al de periodos anteriores y los cambios en las espadas no son demasiado sustanciales. Lo que si es significativo es que en este periodo se forjarán las últimas piezas koto, inaugurándose a partir de aquí el que sería el nuevo estilo shinto.

Podemos hablar de dos partes dentro del periodo Muromachi en la producción de espadas, comienzos y finales , coincidiendo con el comienzo y final de la guerra Onin respectivamente.

En los primeros momentos de Muromachi, los bushi trataron de mantener la esencia de Kamakura, lo que se vio reflejado en la producción de espadas. Desaparecieron las exageradas dimensiones que se vieron en Nanbokucho, cambiando a unas longitudes más moderadas con kissaki más pequeño y morfologías más sutiles, bastante similares a las de comienzos de Kamakura.

Los tachi experimentaron un cambio notable, el tipo de sori que hasta el momento era saki-zori, es decir con el punto de curvatura próximo a la punta, a un tori-zori que ubica este punto en el centro, viendose una curvatura más redonda y elegante.

Este cambio es fundamental en la evolución del tachi al katana, es así por un simple principio mecánico. La acción de ataque con el tachi consta de dos fases, el desenvaine y los posteriores movimientos de corte. Sin embargo la acción de ataque con el katana podemos decir que consta de un solo y fluido movimiento de desenvaine que culmina en el corte final, esta morfología propiciaba este tipo de ataque.

A raíz de lo expuesto, comienzan a verse hojas de dimensiones más reducidas, algo que es lógico pues este tipo de acción requería ataques más rápidos, y una disminución de la longitud, favorecía esta función.

El tipo uchigatana se ve por primera vez en torno a 1429, y se caracterizan por estar concebidas para ser usadas a una sola mano siendo más ligeras. El tachi fue 9

prácticamente sustituido por el katana en los 200 años del periodo Muromachi, no obstante el estilo uchigatana decayó a finales del periodo en el que volvieron a aparecer espadas de mayores dimensiones.

A comienzos del periodo, se darán dos tipos de wakizashi, una similar a un katana de dimensiones reducidas y con una morfología idéntica, shinogi-zukuri, y la otra con hojas en hira-zukuri algo mayores que un tanto.

En cuanto a los tanto, se pueden ver evidentes similitudes con los tipos de mediados de Kamakura, pero es importante destacar que a finales del periodo, en la etapa de entreguerras únicamente se dio el tipo de tanto yoroidoshi, de hojas robustas concebidas para apuñalar a través de la armadura.

Este periodo viene marcado por una fuerte actividad bélica , por la guerra civil que se desarrolló en él, y eso indudablemente fue decisivo en la evolución de la espada.

EL PERIODO MOMOYAMA Y LAS NUEVAS TÉCNICAS.

El largo periodo de entreguerras Sengoku, fue determinante en los múltiples cambios sociales que experimentó el país. La unificación llevada a cabo por Nobunaga Oda y Hideyoshi Toyotomi, fué el comienzo de un gobierno fundamentado completamente en la regla militar llevado a cabo íntegramente por militares.

Muchos fueron los clanes que además mostraron su postura de crear un shogunato puro, apartando definitivamente del panorama político y público a la aristocracia, pero esta idea no cuajó pues a pesar de estar relegada a un papel puramente testimonial y figurativo, la corte seguía manteniendo el necesario vínculo con las tradiciones pretéritas.

El proyecto de sociedad que Hideyoshi comenzó a implementar, tenía como fin alcanzar un feudalismo militar absoluto, eliminando la figura tan necesaria del

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campesino , pero tras su muerte y el ascenso al poder de Tokugawa Ieyasu, esta línea de acción quedó cancelada.

El término shinto se comenzó a utilizar en el S.XVIII, significa "espadas nuevas", y viene dada por los nuevos métodos de producción que comenzaron a emplearse en esta época.

La financiación de grandes señores feudales y el sistema de feudalismo instaurado, obligó a muchos maestros a trasladar sus núcleos de trabajo a los lugares donde se encontraban los castillos o a las zonas donde residían estos grandes señores, que al fin y al cabo eran núcleos de riqueza donde era más sencillo desarrollar la obra como empleado de un daimyo.

La aparición de estos grandes núcleos comerciales favoreció las comunicaciones y el intercambio de técnicas, además la necesidad de adaptarse a las nuevas localizaciones y quizá también a los métodos de producción, contribuyeron a identificar diferentes tipos de estilos característicos de cada zona, así como el perfeccionamiento de las técnicas gracias a la fusión de métodos de trabajo de diferentes maestros.

Es importante señalar además que la idea con la que es concebida la espada en este periodo; en el periodo de entreguerras las constantes luchas requerían un abastecimiento abrumador de armas, esto llevó a una forja prácticamente en serie y masiva de espadas que irremediablemente repercutió negativamente en la calidad de la forja. En el periodo Momoyama y superada esta etapa de guerra civil, tanto los maestros forjadores como los clientes reclamaban un tipo de espada que a parte de poseer su inviolable carácter de instrumento de muerte, tuviera un marcado corte artístico y un valor estético. Muchos maestros se inspiraron en modelos de Kamakura y Nanbokucho para sus creaciones.

Es pues este un periodo importante por la incorporación de técnicas que podríamos considerar revolucionarias. Las cinco grandes escuelas del periodo koto (gokaden), verían como su importancia decrecería, principalmente por el movimiento tan 11

importante de maestros entre diferentes zonas del país, y el empleo de aceros de diferentes texturas según las zonas sería crucial en la diferenciación de estilos y regiones.

Como pieza de arte que comenzó a considerarse, surgieron además familias que se dedicaron a la identificación y tasación de piezas y alguna de ellas incluso ha llegado hasta nuestros días.

EL PERIODO EDO Y EL COMIENZO DE MEIJI: LAS ESPADAS SHINSINTO.

La llegada de Tokugawa Ieyasu al poder, marcó un periodo de paz en Japón, conocido como periodo Edo, y que duraría de 1602 a 1867. Esta paz vino en parte generada por la situación de control que el shogunato ejercía sobre la población. El control policial se incrementó de manera notable, especialmente orientado a vigilar los movimientos de los grandes daimyo, sobre todo de aquellos susceptibles de ser sospechosos de propiciar cualquier tipo de revuelta contra el shogunato y su gobierno.

Los grandes señores enemigos de Ieyasu en Sekigahara fueron desposeídos de gran parte de su riqueza, siendo además desplazados a provincias apartadas de la capital, con el fin de evitar posibles amenazas de levantamiento. Además todos los grandes señores debían desplazarse por orden del shogun, una vez al año a Edo acompañados de todo su séquito y su familia, y permanecer allí unos meses. A parte una vez volviesen a sus provincias parte de la familia debía quedar retenida en Edo supuestamente como un tributo de fidelidad de cada señor al shogun. Los verdaderos motivos de estos grandes desplazamientos, no eran otros que desgastar las grandes fortunas de estos señores con el fin de mermar sus recursos y así impedir la posibilidad de financiar cualquier guerra que afectara al shogunato, además en caso de que esto pudiera llegar a producirse el shogunato se cubría las espaldas con la retención de los familiares que allí permanecían.

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Este sistema funcionó durante muchas años, y como se apunta al principió fue, aunque por medio de la autoridad y el poder, un sistema excelente para mantener al país en paz durante muchos años propiciando el florecimiento y desarrollo de las artes.

En lo que a la espada se refiere, esta nueva concepción del sistema político influyó notablemente en su desarrollo. Los modelos copiados de Momoyoma que en su tiempo estuvieron de moda, dejaron paso a diseños mas elegantes y refinados, caracterizados por sutiles curvaturas, equilibradas proporciones y líneas de templado (hamon) mucho más vistosas y decorativas. Las longitudes tendieron a moderarse, ya no solo por pura estética sino por que por orden del gobierno estas no podían exceder determinadas dimensiones (otra muestra del minucioso control de los Tokugawa).

El concepto de espada como objeto de arte que había comenzado crearse en el periodo anterior, va calando cada vez más; la austeridad espartana que el bushi quiso dar en años anteriores a lo que para el era un instrumento de muerte símbolo de su clase, empieza a perder importancia en favor de la estética.

El florecer de la clase comerciante fue también un factor determinante en la creación de espadas, pues aunque estos jerárquicamente no podía portar una espada larga, si tenían permitido llevar wakizashi, tanto y hojas de pequeñas dimensiones; al ser una clase adinerada los maestros espaderos encontraron un filón en este tipo de clientela, que en ocasiones encargaba piezas de gran valor de las cuales se valían para mostrar su pudiente posición dentro de la sociedad del momento. La apacibilidad y el desarrollo experimentado durante el inicio del periodo aproximadamente hasta el mandato del shogun Yoshimune 1720, comenzó a tambalearse principalmente por la mala gestión financiera y por la pérdida de los valores que en otros tiempos eran tan bien considerados.

Fueron algunos lo que intentaron llevar una serie de reformas que recuperaran dichos valores perdidos, pero estos habían enraizado fuertemente en una población que ni podía ni quería abandonar la actual situación que vivían. Algunos daimyo intentaron activar la economía con una serie de reformas al margen del control gubernamental; el 13

fruto de sus esfuerzos fue la antesala de lo que posteriormente llegaría con la restauración Meiji.

Por otro lado el malestar se fue generalizando, la casta guerrera veía como había quedado relegada a un mero papel simbólico, y sus labores se limitaban a las de ejercer como simples funcionarios, contables o ni tan siquiera a eso, fueron muchos los que quedaron sin señor a quien servir viéndose avocados a vagar en busca de trabajo como mercenarios, rebajándose en ocasiones a realizar labores impropias de su casta.

Esto unido a otros factores, incluido el surgimiento de un sector de la población que reclamaba el renacer de la figura del emperador como cabeza del poder y la apertura del país a occidente y sus nuevas tecnologías terminó por concluir con la restauración de la figura del emperador y la caída del shogunato.

Con la llegada de Meiji la producción de espadas y el reto de los maestros, se fundamentó en la recuperación de los modelos de espadas koto buscando un florecimiento en la producción espadera.

A partir de 1781 y hasta 1876, se da un nuevo periodo en la historia de la evolución de la espada, conocido como shinshinto. Las espadas de este periodo variarían en estilo con respecto a sus antecesoras de shinto. Los maestros tratarían de revivir los modelos de Kamakura y Nanbokucho y buscarían la recuperación de las cinco grandes escuelas (gokaden) del periodo koto.

No obstante y pesar de este interés por la recuperación de la tradición de espadas antiguas, es importante señalar como característica esencial en la creación shinsinto, que ningún maestro encasillaría su obra como fiel a un sólo estilo, se daría una fusión de estilos y técnicas que darían como resultado una producción que combinaría características de los estilos desarrollados en todas las etapas anteriores.

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EL DESARROLLO DE MEIJI. EVOLUCIÓN HASTA LA ACTUALIDAD.

Durante el periodo Meiji, el gobierno centró sus esfuerzos en modernizar el país tras los años de aislamiento sufridos por el cierre de las fronteras durante el shogunato Tokugawa. La influencia de occidente fue rápida y dramática y los cambios se implementaron de forma brusca en la sociedad a la que en muchas ocasiones le costaría asumir tales cambios. En la producción de espadas la repercusión fue nefasta, ya que la introducción de las técnicas militares y la más avanzada armamentística relegaría a la espada a un segundo plano.

El afán de modernización del gobierno y su intención de occidentalizar todo rápidamente, llevó a la toma de decisiones impopulares en muchos casos, como el intento de uniformar a la occidental a todo el mundo y la prohibición de portar espada. Así pues en 1876 se dictó el decreto Haitorei que prohibiría llevar espada a cualquier samurai a excepción de determinados oficiales, grandes daimyo o la propia policía.

Esta medida, la caída de los privilegios, el papel del samurai en el momento y la poca demanda de espadas, conllevaría a que muchos maestros forjadores, por el descenso brutal en la producción se vieran obligados a dedicarse a otra profesión.

Es a partir de este momento es cuando la espada pierde por completo su identidad de arma y comienza únicamente a ser valorada como objeto de arte. Sería después de la restauración cuando el maestro forjador fuese reconocido como creador de obras de arte puro.

Con todo esto y como consecuencia de esta nueva concepción de la espada, en 1871 el gobierno creó el Departamento de Conservación y Antigüedades, y en 1897 comenzaría el termino Tesoro Nacional para designar las obras de especial importancia; en 1933 se otorgarían nombramientos a obras de especial importancia con el fin de ser preservadas como piezas gran valor histórico y artístico.

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Es importante aclarar que durante la primera y la segunda guerra mundial, hubo un incremente notable en la producción de espadas, pero este incremento masivo de la producción se llevo a cabo por métodos más industriales que otra cosa, por lo que su calidad no es para nada comparable con el de una espada fabricada por métodos tradicionales. Estas espadas llamadas showato, no son consideradas como auténticos nihonto y carecen de valor artístico.

A pesar de esto, hubo algunos maestros que centraron su esfuerzos en mantener los métodos tradicionales de forja vivos; pero estos se vieron de nuevo en peligro tras la ocupación de los aliados al finalizar la II guerra mundial; la espada comenzó a ser considerada de nuevo como arma y símbolo de guerra y el frente aliado desgraciadamente destruyó multitud de piezas de gran valor , expoliando a su vez un número indecente de piezas que fueron sacadas del país principalmente por su exótico significado.

Afortunadamente en 1948, un grupo de coleccionistas, maestros forjadores y amantes en general de la espada japonesa crearon la NBTHK con el fin de preservar y proteger este bello objeto.

En 1953 se continuó con la forja de espadas por autorización de la agencia cultural, y en 1955 encontramos la primera exposición de espada japonesa como objeto de arte puro en el Museo Metropolitano de Tokyo.

Texto de: Antonio Clemente.

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GLOSARIO: Partes de una Espada Japonesa 

Hamon: línea diferencial del temple de la hoja. Por ejemplo ondulada en el estilo Notare.



Hi: Surco longitudinal en la hoja, utilizado para aligerar la pieza. Otra de sus funciones es absorber y repartir la tensión de los golpes, evitando el deterioro o la torsión de la hoja.



Iori-Muné: tipo de nervio de la hoja sin rebaje.



Kissaki: punta.



Mei: firma del armero, normalmente en el Nakago.



Mekugis: pasadores que sujetan la Tsuka (mango) al Nakago (espiga), solían ser de madera de bambú.



Mekugi-Ana: agujeros para los pasadores.



Menuki: aplicaciones metálicas ornamentales en los laterales del mango.



Moto-Haba: ancho de la hoja.



Moto-Kasane: espesor de la hoja en el Habaki.



Mune: contrafilo.



Nagasa: longitud.



Nakago: espiga, parte de la hoja que entra en la empuñadura.



Niké: rebaje del nervio.



Saki-Haba: anchura de la hoja al comienzo del Kissaki.



Samé: forro de la Tsuka. Solía ser de piel de tiburón o raya para evitar el deslizamiento del Tsuka-Ito.



Sori: curvatura.



Sugata: tipo de hoja.



Tsuba: guarda, rodela. Solía decorarse con motivos naturales.



Tsuka: mango.



Tsuka-Ito: encordadura del mango.



Yokote: línea que separa la punta del resto de la hoja.

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