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• Marina Gonzalez Segovia

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Heridas En la vida diaria realizamos muchas actividades, la mayoría de ellas implican que nos estemos moviendo constantemente y muchas veces nos encontramos predispuestos a sufrir distintos tipos de lesiones, es decir, de heridas. Y ya sea por desconocimiento o por impulso solemos no saber como actuar en una situación así o lo hacemos de forma errónea o incluso le restamos importancia. Se puede salir ileso de una situación así una gran cantidad de veces, pero otras veces podemos sufrir grandes consecuencias si no tratamos la herida como corresponde, en especial si se infecta. Es por eso que aunque parezca de poca importancia es necesario tener una mínima noción de las distintas heridas y como deben tratárselas para que se curen lo más rápido posible, ya que de las heridas nadie se salva.

¿Qué es una herida? Una herida es un tipo de dolencia en la que se ha producido una ruptura de la piel en alguna parte del cuerpo vivo y en la que pueden haberse visto dañados los tejidos de alrededor. Esto es porque una herida supone una pérdida de continuidad en la piel, que es secundaria a un traumatismo. Dicha agresión al tejido puede generar un riesgo de infección o la posibilidad de lesiones en los tejidos y órganos adyacentes.

Tipos de heridas. Los tipos de heridas básicos son las abiertas y las cerradas Heridas abiertas: En este tipo de herida la capa de piel protectora queda dañada, con exposición del tejido que está abajo al aire exterior, es decir, Hay una separación de los tejidos blandos y un mayor riesgo de infección. A veces están producidas por objetos que causan desgarros del tejido con bordes irregulares y/o grandes hemorragias. También las heridas quirúrgicas se consideran heridas abiertas hasta que están físicamente cerradas con puntos de sutura o forman una cicatriz. Heridas cerradas: La diferencia más importante entre una herida cerrada y otra abierta es que, en una herida cerrada, la piel no está cortada y permanece intacta, es decir, no se observa separación de los tejidos blandos y hay menos probabilidades de que se infecte. Sin embargo no dejan de ser peligrosas ya que generan hematomas (hemorragia debajo de la piel) o hemorragias en viseras o cavidades y es por esto que requieren atención rápida porque pueden comprometer la función de un órgano o la circulación sanguínea Generalmente se encuentran producidas por golpes

Hay otros tipos de heridas según: Su gravedad: Simples: Afectan únicamente la piel y no alcanzan a comprometer órganos. No causan pérdidas de sustancias y no se localizan en regiones anatómicas de especial complejidad o importancia. El corte es nítido y sus bordes bien definidos. Los síntomas de las heridas simples incluyen sangrado y dolor mínimos. Ej: Raspones, arañazos, cortes, etc. Compuestas: Serían el término medio entre las anteriores y las que vamos a ver que son la complejas. Presentan bordes irregulares, deflecados, mal irrigados o contundidos, con lesiones agregadas en planos profundos. Complejas: Son extensas y profundas con abundante hemorragia. Los síntomas de heridas complejas pueden incluir huesos o tendones expuestos y sangrado excesivo. Estas heridas son propensas a la contaminación por bacterias, suciedad y residuos en la piel o en el objeto que causó la herida. Generalmente una herida compleja por su tamaño, extensión, ubicación, profundidad, pérdida de sustancia, etc. necesita para su tratamiento algunas consideraciones especiales Su aspecto macroscópico Limpias: Son heridas con buen aspecto y fondo sangrante. No hay signos de necrosis ni existen cuerpos extraños. No son mayores de un centímetro de profundidad, son las asociadas a menor riesgo de infección y de más fácil tratamiento. Sucias: Son heridas que contienen cuerpos extraños, tejidos desvitalizados y profundas. Suelen requerir un tratamiento especial y mayor supervisión para prevenir posibles infecciones.

Su profundidad Superficiales: Son heridas que afectan a la epidermis y a la dermis, es decir daña la piel, pero no daña el hueso o los órganos debajo. Son ejemplo de este tipo de heridas un arañazo o abrasión de la piel. Profundas: Son aquellas heridas que afectan al tejido celular subcutáneo o a otros tejidos internos. Pueden llegar a afectar a músculos y vísceras.

Clasificación La clasificación que más se usa para las heridas es de acuerdo a la causa que las produjo: Incisas o cortantes: El agente causal es filoso (vidrios, cuchillos, latas, etc.), dependiendo de la energía con que se aplica es la gravedad de la misma. Generalmente lineal y con bordes netos, de hemorragia escasa, moderada o abundante. Puede afectar músculos, tendones y nervios.

Punzantes: Causadas por objetos puntiagudos (clavos, agujas, anzuelos, etc.) accionados con suficiente fuerza y velocidad para vencer la resistencia elástica de la piel. Presentan dolor, hemorragia escasa, orificio de entrada no muy notorio, profundidad. Puede presentar también perforación de vísceras y hemorragia interna. Hay un peligro inminente de infección y se considera la más peligrosa de todas. Punzocortantes: Por objetos puntiagudos y filosos (puñales, tijeras, cuchillos, hueso fracturado, etc.). Combina los dos tipos de heridas anteriores. Existe tendencia a la formación de cicatrices Abrasiones: Son los famosos raspones, causados por fricción o rozamiento de la piel con superficies duras. La capa más superficial de la piel es la que se ve afectada. Frecuentemente se infectan, pero se curan rápidamente. Las de gran tamaño son dolorosas y pueden afectar a los nervios debajo de la piel. Laceraciones: Lesiones producidas por objetos de bordes dentados (serruchos o latas), que generan desgarros del tejido. Los bordes de las heridas se presentan irregulares. Avulsivas: Son aquellas donde se separa y se rasga el tejido del cuerpo de la víctima. Una herida cortante o lacerada puede convertirse en avulsiva. El sangrado es abundante, ejemplo mordedura de perro. Amputación: Pérdida de un fragmento o una extremidad completamente Contusas: Son producidas por la resistencia que ejerce el hueso ante un golpe (de puño, piedras, palos, etc.), produciéndose la lesión de los tejidos blandos. Se forma hematoma y hay dolor. Sus bordes son irregulares y hay tejidos desvitalizados lo que supone una vía importante para una posible infección, por ello son heridas que necesitan tratamiento antes de su cierre. Magulladuras: Heridas cerradas generadas por golpes. Se divisan como una mancha de color morado. Aplastamiento: Se producen cuando alguna parte del cuerpo es atrapada por algún objeto pesado. Pueden generar fracturas, hemorragias externas e internas abundantes, y lesión de órganos. Armas de fuego: Producidas por proyectiles; generalmente el orificio de entrada es pequeño, redondeado limpio y el de salida es de mayor tamaño, la hemorragia depende del vaso sanguíneo lesionado; puede haber fractura o perforación visceral, según la localización de la lesión. Quemaduras de primer grado: Son superficiales, es decir que se limitan a lesionar la epidermis. En la zona de la herida se puede observar una pequeña hinchazón, y enrojecimiento. Además el individuo quemado experimenta dolor al tacto.

Quemaduras de segundo grado: Éstas no sólo afectan a la epidermis, sino que la segunda capa de la piel (dermis) también es dañada. Los signos observados en la zona quemada suelen ser: hinchazón, pérdida de la piel y formación de ampollas de agua. Quemaduras de tercer grado: Aquí, además de afectar la epidermis y la dermis, se comprometen los tejidos internos, los músculos y tendones. La región herida no presenta sensibilidad a causa de la destrucción de los nervios. Asimismo, la probabilidad de regeneración es mínima. Las quemaduras de tercer grado suelen ser ocasionadas por el contacto con fuego, superficies y líquidos calientes. Es importante tener en cuenta que todas las heridas anteriores son agudas, es decir, que se caracterizan por la curación completa en el tiempo previsto y por no presentar complicaciones. A continuación vamos a hablar de las heridas graves o crónicas, es necesario aclarar esta clasificación entre heridas agudas y graves debido a que es importante para cuando hablemos de los tratamientos. Estas se caracterizan por mantener retraso en el tiempo de curación y la ausencia de crecimiento de los tejidos. Se asocian a una excesiva inflamación. A veces, pueden aparecer enfermedades concomitantes. Úlceras por presión: Es un área de la piel que se destruye cuando una persona permanece en una única posición por mucho tiempo sin desplazar el peso. Frecuentemente sucede cuando una persona está postrada a una silla de ruedas o a una cama, aunque sea por un corto período. La presión constante sobre la piel produce una disminución en el aporte sanguíneo hacia esa área y el tejido afectado muere. Una úlcera de presión comienza con un enrojecimiento de la piel, pero empeora progresivamente formando una ampolla, luego una llaga y finalmente un cráter. Los lugares más comunes donde se presentan las úlceras de presión son las prominencias óseas (huesos cercanos a la piel), como en los codos, talones, caderas, tobillos, hombros, espalda y parte posterior de la cabeza. Las úlceras de presión se caracterizan por la gravedad de la herida, que va desde el estadio I (los signos iniciales) hasta el estadio IV (los signos más graves) 

Estadio I: Aparece un eritema (enrojecimiento de la piel por procesos inflamatorios) que cuando se presiona, no cambia de color. Este eritema puede tener un color morado, azul o un tono más bien rojo. El paciente puede observar cómo esa zona en concreta puede diferenciarse del resto de piel ya no por su color, sino por cambios en la temperatura, sensiblidad o la textura de la misma (más dura, por ejemplo).

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Estadio II: La epidermis comienza a perder parte del grosor y esto puede llegar a afectar a la dermis. La úlcera se presenta como una especie de ampolla grande, un tejido abrasado, o bien, una especie de cráter.

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Estadio III: Se pierde todo el grosor de la piel, y por tanto, se produce una lesión o una necrosis del tejido subcutáneo, sin afectar de momento a las membranas que envuelven los músculos.

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Estadio IV: Pérdida y destrucción total de la piel acompañada de una necrosis del tejido. El músculo o el hueso se lesionan, así como las estructuras

adyacentes que tengan que ver con el movimiento como son los tendones o la cápsula articular.

Úlceras Vasculares: Se dan en el mismo tipo de pacientes que las úlceras por presión y además se suman pacientes que tengan graves problemas de circulación o transtornos severos del aparato circulatorio (sobretodo en extremidades). Se clasifican en 3 tipos:  Arteriales: A partir de una falta de riego sanguíneo, la extremidad queda afectada. Este tipo de lesión puede ser aguda, lo que se conoce como embolia arterial. O bien, puede ser crónica derivada de una arteriosclerosis. La zona quedará pálida y fría. Dependiendo la zona, puede ocasionar la caída de cabello, de vello corporal e incluso de uñas.  Venosas: Se produce una alteración de tejido provocando un color rojizo y una zona atrofiada, todo ello como consecuencia de una insuficiencia venosa. Empiezan como pequeños traumatismo y luego se va irradiando, tanto en longitud como en circunferencia.  Mixtas: Cuando se da una arteriopatía y una insuficiencia venosa al mismo tiempo, se produce la lesión, mezcla de ambas. Son muy frecuentes que aparezcan en las piernas. Úlceras neuropáticas: Son secundarias a procesos crónicos, como la diabetes mellitus o el consumo excesivo de alcohol. Suelen estar localizadas en el pie. El mismo se muestra caliente, voluminoso, con alteraciones de distinto grado, tanto superficial como profundamente a la presión, la sensibilidad, el calor o el dolor. Úlceras neoplásicas: Son lesiones relacionadas con un tumor y que ya requieren de tratamiento quirúrgico o sesiones de radioterapia.

Tratamiento Herida aguda: El tratamiento dependerá de que tan severa es la herida y su ubicación. Podría también depender del tiempo que se ha tenido la lesión. Lo necesario en el tratamiento de una herida es: 

Medicamentos para el dolor, inflamación y fiebre: Medicamentos como el ibuprofeno y acetaminofén.

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Antibióticos: Este medicamento se administra para ayudar a tratar o prevenir una infección causada por bacteria.

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Vacuna DT: Esta vacuna es un refuerzo que se usa para prevenir la difteria y el tétanos.

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Cuidado de la herida: Los médicos controlarán el sangrado y luego limpiaran, desbridaran y cerrarán la herida

Limpieza: Se utilizan jabón y agua estéril limpia para quitar microbios y disminuir el riesgo de una infección. La limpieza se hace bajo alta presión, con una punta de

catéter y una jeringa grande. Una solución que mata a los microbios también puede ser utilizada. Desbridamiento: Esto se hace para limpiar y quitar objetos, tierra o tejidos muertos de la herida abierta. Los médicos podrían drenar la herida para limpiar el pus. Cierre de la herida: Hay posibilidades de que se necesiten puntadas, grapas, adhesivo de piel u otros tratamientos para cerrar la herida. Esto podría hacerse si la herida es ancha o profunda. Las puntadas podrían necesitarse si la herida está en un área que se mueve mucho, como las manos, pies y articulaciones. Las puntadas pueden ayudar a evitar que la herida se infecte y podrían también disminuir el tamaño de su cicatriz. Algunas heridas pueden sanar mejor sin puntadas. Herida crónica: Su tratamiento depende de donde está localizada la herida y que tan severa es. Si algún problema médico como la diabetes está retrasando la sanación de la herida, es importante tratar este problema. Los médicos podrían cambiar el tratamiento si la herida no sana. Al igual que en el caso anterior es necesario el uso de medicamentos y antibióticos Cuidados de la herida: Limpieza: Usan el mismo método que con las agudas Debridación: El médico decidirá cual es el mejor método de debridación para la herida. Es probable que corte las áreas dañadas dentro o alrededor de la herida. Es posible que los médicos también drenen la herida para limpiar el pus. Es probable que se pongan vendas húmedas dentro de la herida, o vendas que contienen enzimas. La hidroterapia (tratamiento de hidromasaje) utiliza el agua para limpiar las heridas mecánicamente. Se puede utilizar para limpiar y debridar heridas por quemaduras. Apósitos para la herida: Los apósitos se usan para proteger la herida de más lesiones e infecciones. También mantienen la humedad en el área de la herida para promover y acelerar la sanación. También se puede envolver la herida con una venda elástica para aplicar un poco de presión sobre la misma. La presión ayuda a disminuir la inflamación en los tejidos alrededor del área de la herida. Los apósitos podrían venir en forma de vendas, gasas, soluciones, gels, o espumas. Pueden contener sustancias para ayudar a sanar más rápido. Se podría utilizar piel de otra parte del cuerpo para cerrar una herida grande. Los médicos podrían optar por utilizar piel artificial que contiene las células necesarias para reparar los tejidos dañados. Terapia de presión negativa para heridas: El médico decidirá si se necesita terapia de presión negativa para heridas. Esta terapia también se conoce como aspiración de heridas, o terapia aspiradora. El aparato aspirador utiliza succión para remover líquido y desechos de la herida y acercar un poco más los lados de la herida. La terapía también podría aumentar el flujo sanguíneo y facilitar el crecimiento de tejido nuevo en la herida.

Terapia con oxígeno hiperbárico: Esta terapia se usa para que el cuerpo obtenga más oxígeno. El oxígeno es aplicado bajo presión para ayudar a que entre en los tejidos y la sangre. De este modo, al ser provisto el cuerpo de grandes cantidades de oxígeno, se restablecen las funciones que se pierden cuando éstas son bajas. Se crean varios efectos como: · Generación de nuevos vasos sanguíneos en áreas con circulación pobre y por ende, mejora de la circulación sanguínea. · Remodelación de los huesos dañados. · Reducción de las inflamaciones. · Aceleración de las cicatrizaciones. · Disminución de la lesión isquémica En ambos casos, o sea, para el tratamiento de heridas agudas y graves se utilizan antisépticos Éstos son productos químicos que se aplican sobre los tejidos vivos con la finalidad de eliminar todos los microorganismos patógenos o inactivar los virus. No presentan actividad selectiva, ya que eliminan todo tipo de gérmenes. Hay que aplicarlo siempre sobre la herida limpia en los costados del corte de la piel y no directamente en la incisión, sin olvidar que lo mejor es permitir que la lesión se ventile para que cicatrice y, de esta manera, se impida un nuevo ataque. Se conseja su uso en cada cura, aplicando el antiséptico cada vez que se cambie el apósito.

Conclusión personal Se sabe poco de como curar una herida, y es algo que puede pasar en cualquier momento, en la vida cotidiana nuestras actividades generan una posibilidad de lastimarse. Si bien en general algo se hace a cada herida a la mayoría no se le presta mayor importancia y estas pueden llegar a complicar la salud. Siempre es recomendable ante cualquier herida visitar a un medico que es un especialista y puede brindar la mejor atención para no agravar mas la situación. Hay que tener en cuenta que hoy en día existen muchos mecanismos y mucha tecnología nueva que esta destinada al tratamiento de las distintas heridas por lo cual no es necesario llegar a una situación límite. Debemos ser conscientes de los riesgos que traen consigo las mismas y empezar a cuidar más nuestro cuerpo.

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TRABAJO PRÁCTICO DE ED.FÍSICA “Heridas” Régimen de proyecto 2º trimestre

Nombre del alumno: Marina Gonzalez Segovia Curso:5º Profesor: Guadalupe Orge Año: 2013