Guia de Apicultura

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La Apicultura y Factores que Influyen en Producción, Calidad, Inocuidad y Comercio de la Miel Investigación Intersectorial de la Sanidad Apícola en el Occidente de Nicaragua

MV. Dra. Christiane Duttmann, MSc.

MV. Dr. Jorge Demedio Lorenzo, PhD.

MV. Dra. Mayda Verde Jiménez.

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Créditos Elaborado por el Equipo de Investigador@s:

Índice

MV Dra. Christiane Duttmann MSc. MV Dra. Gladys Liseth Castillo Paguaga Lic. Medicina Veterinaria

Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-León MV Dr. Jorge Demedio Lorenzo PhD Medicina Veterinaria

UNIV ER SI

Financiado por:

Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, FIDA

Co-ejecutores:

Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria, INTA

Alianza Estratégica:

Ministerio de Agricultura de Nicaragua, MAG-FOR

Mesa Apícola del Occidente de Nicaragua, MAPIO

Edición:

No 1, León - Nicaragua 2013

Diseño:

Marijke Düttmann Projekt-Marketing, Eschweiler, Alemania

UNAH

INTA

Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria

LA DE O CC CO I P

MESA

TE EN ID

A

Impresión:

Impresos TESORO

A BAN HA

Universidad Nacional Agraria, Habana, Cuba, UNAH

GRARIA DE DA L DA

A

MV Dra. Mayda Verde Jiménez Sociedad de Higiene de los Alimentos, CCV

UNAN - LEÓN

MAPIO

La abeja melífera - Clasificación - Morfología y fisiología Biología de la abeja melífera Organización de la colmena Alimentación y floración Las abejas en la polinización Regulaciones para la tenencia de colmenas Los productos de la colmena - Composición y usos Miel de abejas Cera de abejas El polen El propóleos La jalea real Veneno de abejas Producción, calidad, inocuidad y comercio de la miel Manejo integral sanidad apícola - producción Manejo integrado para el control de las enfermedades Guía para la toma de muestras

Introducción.

Este manual está dirigido a apicultor@s para dar respuesta a preguntas básicas sobre la abeja, su vida y la producción de la miel. Se elaboró como material didáctico en el marco del proyecto: Investigación Intersectorial de Sanidad Apícola en el Occidente de Nicaragua.

El documento constituye una selección de contenidos actualizados, enriquecidos con la experiencia de l@s autor@s. Recorre aspectos básicos sobre la biología y el manejo de la abeja melífera, de manera que permita comprender las buenas prácticas del manejo zootécnico y el impacto de las enfermedades, sustentando criterios para prevenir o recuperar la producción y salud en la especie aplicando medidas que no comprometan la calidad ni la inocuidad de los productos de la colmena, de manera que sea una garantía para el inicio y consolidación de un negocio que debe rendir buenos beneficios a quien lo emprende y a la naturaleza. Pero mal manejada la apicultura, lo conducirá a la frustración y hasta al endeudamiento.

04 10 17 21 26 28 28 29 32 34 36 37 38 40 43 44 46

En cualquier cadena, la falla en un eslabón repercute negativamente en el éxito del conjunto, pero en casos como el de la miel, los errores en el eslabón básico, que es el trabajo con las colmenas, puede demeritar todo lo bueno que se haga en el resto del sistema, porque allí es donde se deciden los volúmenes de producción y la calidad e inocuidad primarias del producto, casi imposibles de corregir de ahí en adelante. Por ello, el fin primero de toda capacitación dirigida a l@s productor@s es fomentar la cultura apícola, que es decir, las BUENAS PRÁCTICAS en el manejo zootécnico y de la salud, y el control financiero, aunque se trate de un pequeño negocio familiar. Los autores León, Nicaragua, Mayo de 2013

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La abeja melífera. Clasificación. Morfología y fisiología. La apicultura moderna, de explotación intensiva, representa una fuente de alimentos y medicamentos naturales para el ser humano, sin subestimar el valor comercial que alcanzan la miel, la cera, el polen, el propóleos y la jalea real, en el mercado internacional. Otros renglones como la venta de abejas reinas, paquetes de abejas y elementos de colmenas, forman parte del mercado, con ingresos estables y ascendentes para sus proveedores. El papel de la abeja en la polinización de cultivos entomófilos, los usos industriales de la cera, el desarrollo de la apiterapia con miel, polen, propóleos y veneno, forman parte de los beneficios que la apicultura reporta al ser humano. Sin embargo, el propio desarrollo de esta rama, con la intensidad que conlleva la explotación moderna, introduce riesgos sanitarios que hacen al animal más susceptible a las enfermedades. Tal es el caso de la varroosis, por solo citar un ejemplo. Se reconocen unas 30 razas de abejas, pero las principales se consideran:

• • • • •

A. mellifera ligústica (Italiana) A. mellifera mellifera (Negra Alemana) A. mellifera cárnica (Cárnica) A. mellifera caucásica (Caucásica) A. mellifera scutellata (Africana)

La cabeza y sus principales estructuras externas Ocelos u ojos simples

Las cuatro primeras son las razas de más demanda para la producción, mientras que la africana, que se explotaba en regiones del Continente Africano, se introdujo en América y su cruce con la abeja existente, originó un híbrido o las sustituyó, y al expandirse por el continente, cobró importancia económica y social. El manejo de estos híbridos obligó a adecuar la explotación apícola a su conducta defensiva y enjambradora, aunque su rusticidad y tolerancia a muchas enfermedades son cualidades positivas que aprecian l@s apicultor@s.

Ojo compuesto

Mandíbula superior

Para evitar o controlar las enfermedades, l@s apicultor@s deben conocer las enfermedades que padecen las abejas y las normas de producción y manejo, manteniendo al mismo tiempo el equilibrio con el medio, para lograr ascensos de sus producciones, expresión fehaciente de la salud de sus colmenas.

Nociones de morfología y fisiología.

La abeja melífera (Apis mellifera L.) posee el exoesqueleto y la segmentación propia de los artrópodos, con numerosos pelos en toda la superficie corporal. Como un insecto típico, presenta su cuerpo dividido en cabeza, tórax y abdomen, tres pares de patas articuladas y dos pares de alas membranosas.

Antena

Labro

Palpo maxilar Palpo labial Lengua

Cabeza.

Contiene la mayor parte de los órganos de los sentidos y en ella se pueden distinguir: Los ojos, las antenas y los órganos bucales. La probóscide de la abeja está formada por un conjunto de estructuras anatómicas que temporalmente se unen y conforman un tubo que le permiten al animal la ingestión de líquidos (miel, néctar o agua), por lo que se afirma que es una de las más complejas y especializadas en el mundo de los insectos.

Tórax.

El tórax consta de cuatro segmentos fusionados y lleva los tres pares de patas y dos pares de alas. Su interior está ocupado en casi su totalidad por los músculos que mueven las alas.

Extremidades o patas.

La abeja posee seis patas, insertadas, un par en cada uno de los primeros tres segmentos del tórax y además de caminar, realizan otras funciones. El primer par posee una estructura destinada a limpiar las antenas y cepillar y reunir los granos de polen de la superficie del cuerpo; en el segundo se encuentra un espolón que la abeja utiliza para llevar el polen desde las “cestillas”(corbícula) de las extremidades posteriores hacia las celdas del panal. La más compleja constitución es la del último par de patas de la obrera, resultando de mayor interés la cestilla del polen, situada en la cara externa de la tibia, en forma de concavidad y rodeada por una abundante hilera de pelitos que arrastran el polen o propóleos hacia la cestilla. En esta estructura, la obrera almacena el polen o el propóleos durante el pecoreo para llevarlos a la colmena. En la reina y los zánganos, obviamente, no se encuentran formaciones para la recogida y transporte del polen.

Corbícula

Apariencia externa de la abeja melífera (Obrera)

Último par de patas de una abeja obrera corbícula o cestilla del polen

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La abeja melífera. Clasificación. Morfología y fisiología. Alas.

Se articulan en el segundo y tercer segmento torácico y durante los vuelos largos se mueven juntas, como si fueran una sola, para alcanzar mayor eficiencia, gracias a la unión temporal entre el borde posterior de la delantera y el anterior de la trasera.

Abdomen.

El abdomen contiene las principales vísceras del insecto, los órganos digestivos, reproductores, circulatorios, así como las glándulas cereras y el veneno. Lo conforman seis segmentos (en el zángano, siete) cada uno de los cuales está formado a su vez por una pieza dorsal (terguita) y otra ventral (esternita). Tienen el máximo interés en esta porción del cuerpo las glándulas de la cera, que desembocan en los espejos o placas situados en las cuatro primeras esternitas, y el aparato picador.

Glándulas de la cera.

Externamente, en la parte anterior de cada una de las cuatro últimas esternitas, se encuentran dos áreas relativamente extensas, lisas y brillantes, de forma ovalada, separadas por una banda oscura. Esas áreas pulidas son los llamados “espejos o

placas de la cera” bajo las cuales se encuentran las glándulas productoras de esta sustancia. La cera, líquida, brota a la superficie de los espejos a través de numerosos y diminutos poros y se solidifica al contacto con el aire; formando pequeñas escamas. Como los segmentos abdominales se encuentran imbricados, es conveniente extender el abdomen moderadamente para observar mejor lo descrito. Estas formaciones aparecen sólo en las obreras.

Aguijón.

El aguijón de la abeja es similar en su estructura y mecanismo a un órgano ponedor de huevos, conocido como ovipositor, que poseen muchas otras hembras de insectos, incluyendo la mayoría de los himenópteros. En el caso de la abeja se ha modificado para inyectar veneno y sin abordarlo en detalle, se aprecia externamente en el último segmento abdominal de la obrera y la reina, dentro de una cámara de donde sólo sale la filosa lanceta de color oscuro, provista de diez dientecillos curvos, dirigidos en sentido contrario a la punta de la lanceta y son los responsables de que se retenga en la piel al picar y provoque el desprendimiento de este aparato del abdomen de la abeja. Dos glándulas situadas en el abdomen producen el veneno.

La reina

La reina es casi siempre única en la colonia y se diferencia de la abeja obrera por ser casi dos veces más grande y 2,8 veces más pesada que ésta. Su peso oscila entre 210 y 280 mg (promedio 250 miligramos), en tanto que su longitud es de 20 a 30 mm. El abdomen alcanza un gran desarrollo, sobresaliendo por detrás de las puntas de las alas, con una longitud considerable.

Con mayor número de individuos presentes en una colonia, las obreras tienes longitud de 12 a 14 milímetros y peso promedio de 100 miligramos, por lo que un kg de abejas comprende unos 10 mil insectos. Posee, como la reina, un aparato picador, que le permite defender a la familia. La bolsa del veneno en las abejas europeas, contiene como promedio 0,147 gramos de veneno y se inyecta a la víctima por el aguijón. Entre varios compuestos, contiene la llamada “sustancia de alarma”, que estimula las acciones de ataque de la colonia. Algunos estudios afirman que el veneno de la abeja africanizada la contiene en mayor proporción que las europeas. Los zánganos miden entre unos 15 mm, no poseen aguijón y su lengua es corta, sólo útil para alimentarse. No recoge néctar ni polen de las flores, no tiene cestillas para el polen, ni glándulas cereras o productoras de olor.

Sistema digestivo.

Bolsa con veneno

Esofagus

Aguijón Aguijón

Aparato picador de la obrera

Castas de la abeja melífera (Obrera, reina y zángano)

Buche

Faringe Válvula pro-ventricular

Tubos secretorios

I. medio

Recto

Además, anexo al sistema digestivo existe un sistema glandular que segrega enzimas, feromonas y jalea real. La abeja, en condiciones normales, defeca durante el vuelo, e incluso cuando inverna, acumula las excretas hasta que llega la primavera, momento en que realiza el llamado “vuelo de limpieza”. Sólo en estados patológicos o cuando existen temperaturas cálidas unidas a mal tiempo que imposibilita salir da la colmena, la defecación se hace incontrolable y puede ocurrir allí. Estas heces fecales son dulces y aromáticas, por lo que abejas jóvenes se las comen, siendo un mecanismo para higienizar el interior de la colmena y al mismo tiempo, una forma de difusión de agentes etiológicos que causan enfermedades, como Nosema spp.

Sistema digestivo de la abeja obrera

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La abeja melífera. Clasificación. Morfología y fisiología. Alimentos y agua.

Sistema respiratorio.

Las tráqueas parten de los espiráculos y son tubos de estructura anillada y revestidos de quitina. Se dividen y hacen cada vez más finos, para formar las traqueolas de constitución semejante. Estas se ramifican hasta alcanzar un diámetro mínimo y llegar a todos los órganos y tejidos. De particular interés resultan los sacos aéreos, formados por ensanchamientos traqueales. Se distribuyen por todo el cuerpo de forma irregular y juegan un papel esencial en la respiración.

Espiráculos

En estado de reposo la frecuencia respiratoria es de unos 40/min, pero después del vuelo se pueden elevar hasta 150/min lo que indica el intenso desgaste a que se somete el insecto, en función de las distancias de vuelo hasta sus fuentes de néctar, polen, propóleos y agua. (¿Cómo podemos ayudarlas?)

Sacos aéreos

Tráquea

Sistema resperatorio de la abeja obrera

Sistema reproductor.

En una familia de abejas, solo la reina y los zánganos poseen el sistema reproductor desarrollado, mientras que las obreras son hembras infértiles, debido al restringido suministro de jalea real que reciben durante su etapa del desarrollo larval indicado por la presencia de las feromonas de la abeja reina. Cuando por alguna razón la colmena pierde a su reina y no hay huevos disponibles para convertirlos en otra reina, algunas obreras comienzan a poner y originan solo zánganos, porque no están fecundadas.

Morfológicamente la espermateca es un saco esférico de 1,2 a 1,3 milímetros de diámetro, donde se almacenan de cinco a siete millones de espermatozoides, para la fecundación de los óvulos durante toda la vida de la reina. Los espermatozoides depositados en la espermateca, son nutridos y oxigenados a través de este tejido por lo que pueden continuar viviendo varios años durante la vida reproductiva de la reina.

Sistemas reproductores de la reina y el zángano Zángano

Reina

Aguijón

Espermateca

Endofalo Semen

Oviducto

Ovario

SISTEMAS REPRODUCTORES: MACHO Y HEMBRA EN COPULA

Los alimentos naturales de la abeja melífera son el néctar, solución azucarada que segregan los nectarios florales y extraflorales y en ocasiones, las secreciones azucaradas de insectos parásitos de las plantas, constituyendo la única fuente de energía para su actividad. Las abejas rechazan cualquier alimento que contenga grasas, lo cual es explicable porque su organismo no posee enzimas capaces de permitir su digestión, y la presencia de una pequeña cantidad de aceite vegetal en cualquier torta de azúcar u otro sucedáneo alimentario, retarda o impide su consumo, en dependencia de la proporción.

El polen es la fuente única de proteínas y vitaminas, además de proveer la mayor parte de los minerales, en tanto el agua, es utilizada por las abejas, principalmente las más jóvenes, para elaborar la jalea real o la papilla con polen para alimentar a las larvas. Cuando la temperatura ambiental es muy alta, las abejas acarrean agua a la colmena, humedecen los panales y después

la evaporan, con lo que logran el necesario refrescamiento, ayudado por el movimiento continuo de sus alas. En un día caluroso una colmena puede consumir de 3,7 a 4 litros de agua, lo cual requiere un elevado gasto energético a expensas del consumo de más miel. (¿Cómo podemos reducir el gasto energético, que equivale a reducir el consumo del combustible miel?)

Ante la escasez del líquido vital, la familia extrae el agua de las larvas más jóvenes para suplir a las de mayor edad, lo que condiciona a la colmena para que se desarrollen procesos morbosos. Con el agua se incorporan también sales minerales que no contienen en cantidades suficientes el néctar y el polen, y que resultan fundamentales para el normal funcionamiento del organismo de estos animales. La distancia de una colmena a la fuente de agua no debe ser mayor de 1,5 km y en climas cálidos, no exceder los 500 metros, pero cuanto más cerca, tanto mejor. (¿Por qué?)

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Biología de la abeja melífera. La colmena como individuo.

En la explotación apícola moderna, l@s apicultor@s son l@s intermediari@s entre la abeja y el medio donde ésta se desarrolla, continuamente modificado por el ser humano. Es por ello que, para comprender de qué manera y cuándo pueden intervenir en la vida del insecto sin provocar desajustes que conduzcan a la enfermedad o muerte de la colonia, requiere conocer la biología, hábitos de vida, conductas y formas de interrelación del animal con su entorno. Una abeja independiente, no representa productivamente nada. Es la colmena, con todos sus individuos la que constituye la unidad básica, fisiológica y funcional para l@s apicultor@s.

Se puede definir como colmena a “la habitación hecha por el ser humano para las abejas”. No obstante, para la mayoría de l@s apicultor@s, es además, “el conjunto formado por las abejas, los panales y el recinto que las contiene”. El enjambre está

constituido por las tres castas de individuos descritas, las que no sólo se diferencian entre sí por su morfología y fisiologismo, sino también por su papel biológico en la colmena. Tiene una población cuya cantidad fluctúa en dependencia de las condiciones de alimentación disponible, pero se estima desde ninguno hasta tres mil zánganos (cuando hay néctar abundante), de 50 mil a 80 mil obreras y una reina, esto es, una COLMENA PRODUCTIVA.

Incubación del huevo

Operculación de la larva

Duración de fase operculada Salida del adulto de la celda Alcance de fertilidad

* Para abejas europeas (y para las africanizadas de aquí ¿Cuáles son los números y en especial, cuál es su significado para la sustitución natural de las reinas?)

Días

Abeja reina

Obrera

Reina

Zángano

9

8

10

15-16*

24*

3

11-12

20-21* ---

La función biológica de la abeja reina en la colmena, es la reproducción y cohesión del enjambre, ovipositando diariamente entre 1 500 y 3 000 huevos. Cuando una colonia queda sin reina o la población crece tanto que la feromona de la reina no llega a todos los individuos de la colmena, las obreras comienzan a criar nuevas reinas. Para ello seleccionan huevos fecundados, puestos por la reina (puede o no hallarse aún en la colmena).

Durante su desarrollo, todas las castas pasan un proceso de metamorfosis completa, enmarcada en etapas que van de huevo a larva, pre-pupa, pupa e imago (adulto) y presentan diferencias en el número de días en que transcurren los estadios para cada una.

Tabla 1. Duración de las etapas de desarrollo, por castas.

Estadios de desarrollo

La reina.

3

7-8

23

3

celdas reales

Entre cinco y siete días después de nacida, la abeja reina sale de la colmena para hacer su primer vuelo de orientación y se acopla un día más tarde con varios zánganos, tiempo que puede prolongarse hasta el décimo día de nacida. Si la reina no se logra de fecundar, pone solamente huevos de zánganos.

14

38

Huevo Larva

Estadios de desarrollo (No aparece la pre-pupa o larva extendida.)

Pupa Adulta

El proceso de la cópula

falsos panales con cría de zánganos

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Biología de la abeja melífera. La mayoría de las reinas se aparean entre siete y doce veces con otros tantos machos durante más de un vuelo nupcial, pero cabe la posibilidad de que la reina efectúe un solo vuelo cuando las condiciones atmosféricas sean adversas. Se realiza generalmente a media tarde y bajo condiciones ambientales favorables como día despejado, con vientos no mayores a 20-28 km/h y temperaturas por encima de 20°C. (Estos y otros detalles deben ser tenidos en cuenta por quienes pretendan incursionar en la crianza de abejas reinas.)

El apareamiento tiene lugar durante el vuelo, entre los doce y quince metros de altura y en unos lugares llamados puntos de congregación de zánganos PCZ, donde suelen reunirse los machos de una amplia zona, de hasta 16 km a la redonda y son relativamente estables año tras año. (¿Este lugar es favorable o no para situar un centro de crianza de abejas reinas en su cercanía?) Se ha observado que los machos reunidos pueden ser de origen europeo, africano, de los apiarios vecinos, de los criaderos de abejas reinas o silvestres, así que cuando una abeja reina sale a su vuelo de apareamiento, no se sabe con qué zánganos puede acoplarse. Los PCZ generalmente se forman cerca de líneas de árboles, de arroyos secos, quebradas y muy especialmente a lo largo de las líneas eléctricas de alta tensión, donde se han detectado alteraciones electromagnéticas que parecen propiciar la reunión de los zánganos. Estos lugares se describen como sitios aéreos de unos 100 metros de diámetro, donde gran cantidad de zánganos se congregan a una altura de 7 a 35 metros.

Usando una abeja reina virgen la atracción de los zánganos es inmediata, comienza a escucharse un zumbido característico de su vuelo que cada vez se va haciendo más intenso, hasta que es posible verlos agrupados formando una nube compacta, de 100 a 150 zánganos volando tras ella e intentando acoplarla. Las reinas vírgenes atraen más zánganos cuando tienen 6-10 días de nacidas, porque entonces producen la mayor cantidad de feromona sexual. Los apareamientos duran casi cuatro horas y son más frecuentes en los períodos activos de enjambrazón natural. (Sería ideal establecer el criadero de reinas cercano a un PCZ y saturar el área con zánganos de colmenas locales seleccionadas PATERNAS.)

La abeja reina vive entre tres y seis años en forma natural, pero en explotación intensiva, l@s apicultor@s deben reemplazarla una vez al año.

El cambio anual de reinas en las colmenas modernas sometidas a producción intensiva garantiza:

• Mantener un alto nivel de postura y por tanto, una elevada población de abejas, condición indispensable para obtener altos rendimientos. Las reinas menores de un año ponen hasta un 30% más de huevos que las mayores y esto repercute en un 15-30% más de producción • Seleccionar genéticamente su descendencia, según los rasgos que se desee • Reducir la enjambrazón en los apiarios • Mantener uniformidad y estabilidad productiva • Reducir la producción de cría de zánganos, porque según envejecen, las reinas producen más huevos sin fecundar

En una apicultura intensiva y moderna, la abeja reina debe ser identificada, a fin de poder distinguirla rápidamente cuando se manipula la colmena, evitar accidentes y poder precisar su edad, aunque los métodos conocidos (mutilaciones de alas y pinturas) no se permiten en la apicultura orgánica. Existe un Código Internacional para el marcaje de las reinas, recomendado por el IBRA:

Tabla 2. Colores anuales para el marcaje de la reinas.

Años 2015 y 2020

2016 y 2021

2012 y 2017

2013 y 2018

2014 y 2019

Terminación del año

Color

1-6

Blanco

0-5

Azul

2-7

Amarillo

4-9

Verde

3-8

Rojo

Este código de colores fue diseñado originalmente en Europa, donde las reinas viven más tiempo que en los países tropicales, porque la postura abundante las agota en menos de un año, por lo que se sugiere que las marcas sean por semestres, pero la experiencia de l@s autor@s les permite afirmar que el marcaje de las reinas es una asignatura pendiente en casi toda la apicultura del mundo subdesarrollado y en buena parte del desarrollado, porque se ha pretendido realizarla de manera fragmentada, atendiendo a las individualidades, y no de manera masiva, lo cual también es objeto de debate, y depende de factores tales como el nivel técnico de l@s apicultor@s, sus objetivos y posibilidades, y la calidad, costo y disponibilidad de la oferta de reinas fecundadas.

El zángano.

Los zánganos dependen de las obreras para su alimentación; la madurez sexual la alcanzan entre los ocho y catorce Tabla 3. Funciones de la reina, los zánganos y las obreras.

Tamaño relativo # / colmena

Longevidad Sexo

Funciones

días de edad, en dependencia del clima y la calidad del alimento durante su desarrollo. Viven aproximadamente tres meses, pero cuando la colonia no dispone de un suministro adecuado de alimentos, realiza la matanza masiva de los zánganos, para economizar las reservas. (Para lograr que las colmenas paternas de un centro de crianza de abejas reinas jueguen su papel, deben estar bien alimentadas y tomarse otras medidas para favorecer su producción en abundancia.)

La obrera.

Las obreras viven entre 30 y 45 días. Se desarrollan en celdas de algo más de 5 mm de diámetro por 12 mm de profundidad (europeas), pero de menor diámetro en las africanizadas (aprox. 4,8 mm). Poseen glándulas para la producción de jalea real cuando son jóvenes (4-10 días de edad) y realizan diferentes tareas, diferentes de las que corresponden a la reina y los zánganos (Tabla 3).

Reina

Zángano

Obrera

1

0 - 4 000 ± 45-60 días

10 000 - 80 000 ±

20-40 días (según desgaste físico por trabajo)

Hembra fértil

Macho haploide

Hembra estéril (¿?)

- copula y fecunda a la reina virgen

- construye panales - produce jalea real - atiende a las larvas - atiende a los zánganos jóvenes - atiende a la reina - limpia la colmena - saca cría enferma y muerta - evapora agua del néctar - opercula celdas - defiende la colmena - elimina zánganos - pone huevos de zánganos - mueve larva para hacer nueva reina - recolecta néctar, polen, propóleos y agua

grande

Dos años (Puesta máxima hasta 1 año)

- mata a hermanas y madre - copula con los machos

- pone ≈ 1 500 huevos/día (+ 500 000 huevos/año)

- secreta la feromona ácido 9-hidroxidecenoico (HOOC=C-C-C-C-C-C-C-C-OH), que cohesiona a la colonia

mediano

pequeña

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Biología de la abeja melífera. Determinación del sexo en las abejas.

En la familia de abejas existen hembras y machos con marcado dimorfismo sexual y particularidades que son características de estos animales para la determinación del sexo. En el oviducto medio de la abeja reina, se lleva a cabo la fecundación de los óvulos, justamente a nivel de la abertura del conducto de la espermateca. En dependencia de la salida de espermatozoides en ese momento (de los cuales uno penetra en el óvulo) se forma el huevo o cigoto. Así, cuando la reina pone huevos en celdas de obreras, estos son fecundados y llevan una dotación diploide de cromosomas (32), resultando hembras, que en dependencia de la celda en que se críen y la alimentación recibida, serán obreras o reinas. Los huevos destinados a la formación de reinas, son los mismos que dan origen a las abejas obreras, por lo que el mecanismo de determinación del sexo es el descrito para esa casta.

El huevo fecundado origina una hembra solamente cuando los 2 cromosomas X (responsable para la determinación del sexo) se ubican en diferentes sitios de la información genética (alelos). En el caso de la ubicación en un solo alelo se desarrolla un macho XX que se considera malformado. Las obreras detectan este error genético en estadío de huevo o larva y lo devoran rápidamente. Una razón predeterminante para ésta combinación inviable es la consanguinidad y se manfiesta en forma de "cría salteada".

La inseminación instrumental.

Es un hecho conocido que la poligamia característica de las reinas y su utilización sucesiva de paquetes de espermatozoides de diferentes zánganos, puede provocar cambios morfológicos y conductuales apreciables en las poblaciones de obreras de sus colonias, considerándose que una colmena es una familia, hija de una reina y a su vez, compuesta de varias subfamilias con distintos padres.

La inseminación instrumental o artificial es un método para controlar la fecundación de la reina, quiere decir se realiza la selección de la información genética de los zánganos y de la reina para un proceso de mejoramiento genético.

Primeramente se recolecta el semen de 8 zánganos extrayéndolo con una microjeringa la cantidad de 1mm3 por zángano para obtener en total aproximadamente 60 millones de espermatozoides. La segunda parte es la inseminación de reina anestesiándola con bióxido de carbono (CO2) montándola en una apertura que permite de separar las placas abdominales para depositar el semen con la microjeringa en la abertura vaginal. El equipo para realizar la inseminación artificial es muy caro y la práctica para hacerlo debería que ser muy bien dominado para tener resultados viables.

Si la puesta tiene lugar en celdas de zánganos, las que son más anchas, estos óvulos no se detienen al nivel del orificio de la espermateca, por lo que no son fecundados y llevan una dotación haploide de cromosomas (16). Esto determina que los individuos que se originen sean machos sin tener la información genética del padre.

D Determinación eterminación del del ssexo exo en en Apis Apis m mellifera elliifera L L.. Reina Reina ((ab ab) (32 (32 cromosomas) cromosomas)

Huevos fecundados fecundados (ab) (ab) a) Huevos a) (32 (32 cromosomas) cromosomas) HEMBRA HEMBRA

Zángano Zángano (a (a) ((16 16 ccromosomas) romosomas)

b Huevo fecundado fecundado ((aa) aa) b)) Huevo ((32 32 ccromosomas) romosomas) MACHO (inviable) (inviable) MACHO

El panal.

Es el conjunto formado por el marco, la lámina de cera obrada con la miel, el polen y la cría. Es la unidad básica del nido de la abeja melífera y su estructura está construida con la cera que segregan las obreras, preferiblemente sin material adicional de otros materiales como parafina.

cc)) H uevo n o ffecundado ecundado ((aa o b Huevo no b)) ((16 16 ccromosomas) romosomas) M ACHO ((zángano zángano nnormal) ormal) MACHO

Huevo comido por las obreras

Desarrollo D esarrollo posterior: posterior: Alimentación eespecial special + ccelda e l da R eal ==>> R eina x Alimentación Real Reina Alimentación corriente corriente + celda celda pequeña pequeña => => Obrera Obrera x Alimentación

Enjambre silvestre

Panal

cría enroscada y huevos

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Biología de la abeja melífera.

Organización de la colmena. La caja o aro comprende la parte externa de la colmena y en su interior se colocan los marcos alambrados con las láminas de cera estampada, con el fin de evitar pérdidas de tiempo a las abejas en la construcción del futuro panal y desestimular la construcción de celdas para zánganos.

El primer cuerpo constituye la cámara de cría y es la zona de la colmena donde la reina despliega mayor actividad de ovoposición. Se conforma con diez panales y mantiene una temperatura estable de 35°C (± 1 °C). En ella se encuentra miel, polen, cría desoperculada, cría operculada y gran cantidad de abejas nodrizas. Cuando la colonia es fuerte y tiene una buena reina, la cámara de cría se extiende hasta el segundo cuerpo. Para que una colmena alcance un crecimiento de tres o cuatros cuerpos,

Pegueta o falso panal con entrada de néctar y polen

Las celdas de obreras de la abeja africanizada son menores que las de razas europeas, aunque se ha observado que las obradas por africanizadas sobre láminas estampadas para europeas, que son las que habitualmente se utilizan, tienen un diámetro similar; a qué costo y consecuencias para ellas, está por determinar. (Analice las posibles consecuencias de colocar láminas de cera para abejas europeas en colmenas de africanizadas, utilizando sus experiencias.) Las celdas están orientadas hacia arriba, formando un ángulo de aproximadamente 13° con la horizontal, para que el néctar y la miel almacenados no caigan debido a su fluidez.

La suma de todas las acciones de las abejas constructoras da como resultado un panal de precisión y solidez considerables: un kilogramo de cera, es decir, aproximadamente 77 mil celdas, pueden contener hasta 22 kilogramos de miel. En colmenas modernas se considera que la producción de cera/colmena/año representa del 1,5 al 3% de la producción de miel.

requiere como mínimo de 12 a 14 panales con cría, los cuales se disponen en el centro de la cámara de cría y del segundo cuerpo, a fin de garantizar una temperatura estable.

En climas tropicales, por lo menos 8 de 10 panales deben ser renovados anualmente, para lo cual en la época de pre-cosecha, l@s apicultor@s introducen en el segundo cuerpo las láminas de cera (nunca más de cuatro a la vez), de manera que las abejas las obren. Si la temperatura ambiente es alta, se recomienda intercalar las láminas con panales de cría, para acelerar el obrado; con esta renovación anual se garantiza su higiene y el tamaño adecuado de las abejas que en ellos se crían.

panal de media alza con miel operculada

La colmena. Estructura, organización y funcionamiento.

Si nos atenemos a la definición de colmena como “una habitación hecha por el ser humano para las abejas”, debemos apuntar que esta ha ido evolucionado con el decursar del tiempo. Desde las primeras, en troncos huecos (o rústicas), hasta las actuales, construidas de madera con elementos móviles.

La apicultura fue revolucionada cuando un investigador de Filadelfia, Lorenzo L. Langstroth (1810 - 1895), ideó la colmena de cuadros móviles, aunque el primero y más rústico diseño había sido hecho por el ruso Prokopovich, años antes. Su fundamento principal consiste en mantener un espacio fijo de nueve milímetros entre cada marco y entre el piso y las paredes de la colmena, de manera que las abejas no construyan panales adicionales y puedan pasar libremente de un lado a otro dentro de la colmena. Si este espacio es menor, las abejas lo sellan con propóleos y si es mayor, tienden a construir panales en falso.

1/2

1/2 1/2

1/2 Cámara de cría Piso

Colmena tipo Langstroth modificada (Jumbo), con cuatro medias alzas para incrementar y facilitar la cosecha

esquema de una Langstroth típica, a cuatro cuerpos

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Organización de la colmena. A partir del segundo cuerpo, se almacena miel. En el segundo cuerpo se colocan, como máximo, nueve panales. Después de éste, los restantes cuerpos se mantienen con ocho, de manera que se logre un grosor adecuado del panal que almacenará la miel y que en cosecha llega a pesar, como promedio 2,2 kilogramos. El sistema de alzas o cuerpos móviles le permite a l@s apicultor@s incursionar en la organización de la colmena, detectar cualquier anomalía y decidir sobre su desarrollo oportunamente. De igual forma, permite conocer cuándo la familia ha perdido su reina, la calidad o abundancia de su postura, las reservas de miel y polen, la presencia de propóleos y la situación sanitaria. Pero uno de los aspectos más importantes que reviste este sistema, es la posibilidad de retornar el panal, una vez castrado, y ubicarlo en la parte de la colmena que resulte más conveniente, lo que hace más económica y racional la explotación, ahorrando trabajo y tiempo a la familia, que aprovecha rápidamente la obra para depositar miel o para la postura de la reina.

El crecimiento vertical que admite una colmena depende de la población de abejas presente, la que logra a expensas de la flora melífera disponible en su radio de acción y con un manejo adecuado. Adicionando panales obrados, l@s apicultor@s dotan a la colonia de espacio suficiente para que la reina ponga y que las procreadoras puedan almacenar miel. Sin embargo mantener o hacer un crecimiento vertical forzado, impide la regulación estable de la temperatura en la cámara de cría y ocasiona la desatención a la alimentación de las larvas, lo que propicia enfermedades o la muerte de la colonia.

La colmena moderna permite el suministro individual de alimentos en épocas de hambruna, pero l@s apicultor@s deben ser cuidados@s en todos los aspectos relacionados con su manejo. Si la reina es deficiente en su postura o calidad genética, no podrá garantizar la cantidad de cría suficiente y disminuirá el número de abejas adultas, por lo que no dispondrá del ejército de nodrizas y pecoreadoras requeridas para buscar el alimento, afectándose la salud, la producción y hasta llegar a morir.

Reina

La enjambrazón.

(no confundir con evasión)

La colonia, como unidad funcional se multiplica mediante la enjambrazón, que consiste en la salida de numerosas abejas (varios miles), acompañada de la vieja reina de la “colmena madre”, para establecer una nueva familia. El instinto de enjambrar varía con la raza y es un mecanismo que aparece en la familia condicionado por:

• Raza de las abejas: En general, alta propensión en las africanizadas • Abundancia o escasez extrema de alimentos • Espacio reducido del recinto que contiene a la colonia, con respecto a la cantidad de abejas que la conforman • Población de abejas mayor que las posibilidades de producción de feromonas por la abeja reina, favorecido esto por su envejecimiento Ante cualquiera de estas circunstancias, las obreras alistan cierta cantidad de celdas reales con intervalo de uno a uno y

medio días. Aproximadamente una semana antes de eclosionar la primera de las nuevas reinas, se produce la salida del enjambre con la vieja reina, después de haber llenado sus buches de miel.

Como esta reina es muy pesada no vuela muy lejos y las abejas se posan en una rama de un árbol cercano, terminando por agruparse todas las obreras acompañantes en forma de una pelota colgante. Si el enjambre no es capturado por el ser humano, pronto las abejas exploradoras encuentran un lugar resguardado para ellas, dan la señal al enjambre y lo ocupan, formándose así una colmena silvestre. Puede ocurrir que en la misma medida que van naciendo las nuevas reinas, estas también salgan y enjambren (“enjambre jabardo”), volando a mayor distancia por ser reinas vírgenes. Pueden salir incluso, enjambres sin reina. Finalmente, una de las reinas jóvenes se queda en la colmena y la situación se normaliza. Si la colmena queda abandonada completamente, quiere decir que las condiciones no son favorables para las abejas, se produce una evasión.

Cámara de cría

Polen

Néctar

Agua

Temperatura

Agentes biológicos nocivos

Humedad relativa

Manejo correcto

Factores, que se deben mantener en equilibrio en una colmena moderna para garantizar alta producción

Parte de un enjambre gigante con varios centenares de miles de abejas

(Las abejas se ven más pequeñas debido a la distancia que se tomó la foto)

Enjambre normal (unas 20 000 abejas)

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Organización de la colmena.

Alimentación y floración.

El apiario o colmenar.

Las necesidades de alimentos de las colonias de abejas son grandes, donde se sitúe un apiario, que ofrezca condiciones de explotación ininterrumpidas todo el año y aunque en ocasiones esto se suple con la trashumancia en busca de nuevas fuentes polinonectaríferas, no siempre se puede realizar un traslado oportuno, incluso cuando la carencia incluye el abasto de agua potable. El azúcar no es un alimento completo, pues sólo aporta carbohidratos, como fuente energética. Las proteínas las obtiene el insecto del polen de las flores, el que está constituido por compuestos nitrogenados, grasas, vitaminas y minerales, fundamentales para el desarrollo de las larvas.

Se denomina apiario o colmenar, al conjunto de colmenas situadas en determinado lugar y cuyo número está en dependencia del potencial de flora apícola disponible en el radio de acción que abarquen las abejas.

En países donde existe legislación apícola, para proponer un nuevo emplazamiento de colmenas resulta obligatorio reflejar los apiarios existentes en el territorio sobre un cartográfico a escala 1:50 000, y con base en el potencial de la flora melífera, determinar si las densidades de colmenas se corresponden con las disponibilidades de flora melífera y polinífera en el área. El método sugerido permite además:

• Determinar las zonas subexplotadas o sobre explotadas, dando criterios precisos para orientar la disminución o aumento de colmenas, incluso cuando, por la acción del ser humano o de forma natural, existan variaciones en el entorno

• Proponer las especies melíferas adecuadas para la reforestación, ajustando éstas a las características del suelo y dirigiendo la siembra a las áreas menos pobladas

• Recomendar con mayor precisión y eficacia las tareas contraepidémicas preventivas y para la recuperación de la salud colectiva, en casos de brotes de enfermedades transmisibles de la especie

¿Africanizadas?

Abeja híbrida no africanizada

Apiario “europeo” en semi-sombra

La alimentación con azúcar se suministra en dos modalidades, según su objetivo: como líquido (estimulante) en jarabe, y sólida (sostenimiento) como azúcar humedecida, en dependencia del estado físico de la colmena y la época del año. En época de no cosecha y hasta seis semanas antes de comenzar esta, se recomienda el uso del azúcar humedecido, colocado en el interior de la colmena en alimentadores individuales. Próximo a la cosecha, se suministra jarabe preparado a razón de dos partes de agua hervida y una de azúcar o miel, a fin de estimular la postura de la reina y la secreción de cera por las obreras, para acelerar el proceso de obrado de panales sobre las láminas de cera introducidas.

Los suplementos proteicos son más difíciles de encontrar, pues en la práctica, nada ha logrado sustituir al polen en la colmena. Sin embargo, en aquellos lugares donde hay deficiencia de floraciones polínicas se han utilizado tortas hechas con soya, leche en polvo y polen. Se recomienda colectar polen de colmenas sanas y suministrarlo en alimentadores individuales a las familias con carencia, en el momento que lo requieran. Toda alimentación debe darse de forma individual, teniendo en cuenta que la alimentación colectiva en esta especie tiene las desventajas siguientes: • Logran alimentarse mejor las colmenas que tienen más fortaleza (mayor cantidad de individuos), no siendo éstas precisamente las más necesitadas • Concurren al alimentador mariposas, abejorros y otros insectos que gustan del azúcar, con lo que disminuye el consumo para las abejas • Constituye una vía de transmisión de agentes etiológicos

L@s apicultor@s, durante la cosecha, no deben esquilmar la colmena de sus reservas de miel y polen. Al renovar las cámaras de cría, los panales que contengan miel y polen se pasan a los cuerpos superiores, desechando sólo los más viejos o deteriorados. La alimentación suplementaria a la colmena es una actividad que demanda de l@s apicultor@s un manejo cuidadoso.

Con el alimento pueden llegar agentes patógenos e incluso bacterias y levaduras inespecíficas que rompen el equilibrio orgánico, deterioran la calidad de los productos o predisponen a la colmena para padecer enfermedades.

Cuando se suministra polen deteriorado por deficiente manipulación, el tenor de enterobacterias y clostridios aumenta, creando un desequilibrio bacteriano que se refleja en el producto. Resulta igualmente perjudicial, suministrar volúmenes de alimento mayores a las posibilidades de consumo o mantener dentro de la colmena alimentadores con abejas muertas, lo que incrementa la humedad, procesos de fermentación y agentes patógenos en circulación.

La cosecha.

La cosecha es la operación más anhelada por l@s apicultor@s. Refleja el resultado del comportamiento climático y el acertado manejo dado a la colmena para obtener su producción. Significa tomar los panales de miel operculada y madura para su extracción. Esta operación se debe hacer a todas las colmenas de un mismo apiario, en un mismo día de trabajo y sin interrupción. L@s apicultor@s tienen que evitar cualquier descuido que le incorpore agua o impurezas, como pueden ser:

• Cosechar cuando está lloviendo • No higienizar y secar las vasijas de acopio después de lavadas • Cosechar en locales húmedos, con pisos deteriorados donde se acumula agua o residuos de materia orgánica • Alimentación líquida (jarabe) frecuente y en cantidades mayores que las posibilidades de consumo de la colonia

La humedad de las mieles no debe superar el 19% y cuanto menor sea este valor, mayor será el precio de la miel. Existen condiciones ambientales de alta humedad relativa y determinadas floraciones que tienden a favorecer la producción de mieles con más altos contenidos de humedad (ej. miel del jícaro). Como regla, la miel cosechada de panales no operculados contiene más de 19% de humedad, lo que favorece la fermentación. Por esta razón l@s apicultor@s deben evitar cosechar panales que las abejas aún no han operculado ni mantener la miel expuesta innecesariamente al aire, porque estaría favoreciendo el incremento de su humedad y haciéndola más vulnerable a la fermentación. Aunque en algunos países se utilizan equipos que permitan reducir el contenido de agua en la miel sin alterar sus propiedades, el proceso es costoso y repercute en un menor precio de tales mieles cuando se venden a las plantas de beneficio.

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Alimentación y floración. Para que una especie vegetal se considere de cosecha, debe cumplir los siguientes parámetros:

• Abundar en la región • Florecer en masa y de preferencia, durante un tiempo prolongado • Las flores deben secretar néctar abundante • El néctar debe estar al alcance de las abejas y tener una concentración de azúcar elevada, resultando así atractivo y útil para el insecto y l@s apicultor@s c-d) La hermosa inflorescencia del elequeme (Erythrina berteroana Urb.). Cortesía de Augusto Ingram (Boaco, Nicaragua)

Carao (Cassia grandis L.). Cortesía de Augusto Ingram (Boaco, Nicaragua)

Mamón (Melicoccus bijugatus). Cortesía de Augusto Ingram (Boaco, Nicaragua)

Genízaro (Pithecellobium saman). Cortesía de Augusto Ingram (Boaco, Nicaragua)

Madero negro (Gliricidia sepium Jacq.)

a-b) La hermosa inflorescencia del elequeme (Erythrina berteroana Urb). Cortesía de Augusto Ingram (Boaco, Nicaragua)

Guayaba (Inga vera Willd.). Cortesía de Augusto Ingram (Boaco, Nicaragua)

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Alimentación y floración.

Campanita (Ipomoea spp).

Existen varias especies de plantas ornamentales o de jardín que si se propagan con una adecuada densidad son capaces de sostener colmenas en la época de hambruna e incluso, aportar cosecha, constituyendo un ejemplo señalado la lipia, cuya propagación en Nicaragua puede ser un proyecto exitoso, considerando las desatendidas recomendaciones de los estudiosos Gonzalo Ordetx y Darío Espina en su excelente trabajo “Flora Melífera de la América Tropical”, editado en Costa Rica. Otra planta interesante es el coralillo (Antigonon leptopus Hook & Arn.), enredadera que una vez establecida, al igual que la lipia florece a lo largo de casi todo el año, siempre que recibe cierta cantidad de agua.

Campanita o campanilla blanca (Rivea corymbosa [L.] Hall).

Por último, no se puede subestimar el aporte de numerosas y modestas plantas cultivadas y silvestres que no son aportadoras directas a las cosechas de miel, pero juegan un importante papel en el sostenimiento de las colonias en los períodos intercosechas. Tampoco los cítricos, eucaliptus, ajonjolí, girasol, etc., que pueden contribuir, siempre que se tenga en cuenta el peligro que representan las actividades fitosanitarias (fumigación con pesticidas) que se realizan en muchos cultivos con total ignorancia o negligencia respecto a la protección de estos valiosos polinizadores.

A pesar de las condiciones ecológicas favorables para la floración de las especies melíferas, ocurre el fenómeno sistemático conocido como “la alternancia en la secreción del néctar”. Pudiera definirse este término, como aquella manifestación por la cual las especies de plantas nectaríferas secretan, en determinados años, una cantidad de néctar mayor a la de otros años. En un mismo año, incluso, esta secreción puede llegar a ser nula para una o varias especies de plantas.

Las causas del comportamiento señalado deben buscarse, precisamente, en el complejo ecológico que actúa en la región y puede influir positiva o negativamente en la conducta nectaria de las plantas silvestres o cultivadas. Así, l@s apicultor@s, al hacer el resumen productivo del año, éste resulta bueno, regular o malo.

Howes planteó que en Inglaterra, los años buenos, regulares y malos se suceden en ciclos de ocho años de forma que, dos serán buenos, dos serán malos y los cuatro restantes serán regulares, concluyendo que para otros países de Europa se ha encontrado esta misma relación. (¿Qué comportamiento en la ecología de la fauna podemos observar en Nicaragua? ¿Cuáles son los efectos negativos por la intervención del ser humano?)

Tabla 4. Principales floraciones de cosecha en Nicaragua. Lipia (Lipia virgata) flor melífera en Cuba. (¿posible alternativa para apiarios en Nicaragua?)

Sardinillo (Tecoma stans) en la zona del volcán Cerro Negro, León.

Campanita Madroño Mangle blanco Sardinillo Marango Cortez Laurel Madero negro Espino negro Brasil Poro poro

Mangle blanco Poro poro Cítricos Tamarindo Jobo Tigüilote Jiñocuabo Guácimo Cinco negritos Sangre drago Botoncillo Jicaro

Flor amarilla Ajonjolí Aromo Frijolillo Escoba blanca Escoba lisa Espino de playa

Dormilona (Mimosa pudica L).

Flor amarilla (Baltimora recta).

Campanita Madroño Jalacate Marango

Especies Nectaríferas

(Ipomoea spp) (Calycophyllum candidissimum) (Bravaisia integerrima) (Tecoma stans) (Moringa oleifera) (Tabebuia chrysantha) (Cordia alliodora) (Gliricidia sepium) (Acacia pennatula) (Haematoxylon brassiletto) (Cochlospermum vitifolium)

(Bravaisia integerrima) (Cochlospermum vitifolium) (Citrus spp) (Tamarindus indica) (Spondias mombin) (Cordia dentata) (Bursera simarouba) (Guazuma ulmifolia) (Lantana camara) (Croton spp) (Gomphrena spp) (Crescentia alata)

(Baltimora recta) (Sesamum indicum) (Acacia farnesiana) (Leucaena spp) (Waltheria americana) (Sida acuta) (Pithecellobium dulce)

(Ipomoea spp) (Calycophyllum candidissimum) (Tithonia diversifolia) (Moringa oleifera)

% de Producción

30

Meses

Enero Febrero Marzo 1er. Quincena de Abril

20

2da. Quincena de Abril Mayo Junio 1era. Quincena de Julio

10

2da. Quincena de Julio Agosto 1era. Quincena de Septiembre

40

2da. Quincena de Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

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Las abejas en la polinización. Se entiende por polinización, al paso del gameto masculino de la flor (el polen) al órgano femenino de la misma (ovario) y depende de varios factores: • Separación de los sexos de la planta en espacio y tiempo • Los agentes vectores (agua, viento, animales) • Las adaptaciones recíprocas flores vectores polínicos

Afortunadamente, ya casi nadie duda de los beneficios que proporcionan las abejas, tanto a las plantas cultivadas como en la conservación de la flora silvestre. La introducción de colmenas en cultivos, no sólo conlleva a un aumento de las cosechas, sino que en muchos casos, aumenta el tamaño y regularidad de los frutos, el número de semillas y el rendimiento en aceite de las semillas de plantas oleaginosas.

Polinización entomófila, es aquella que llevan a cabo diversos tipos de insectos: moscas, mariposas, escarabajos, avispas, etc. De ellos, la abeja es el polinizador más eficaz y numeroso, representa entre el 73 y 88% de la polinización por insectos, mientras el 6 hasta 21% de otros himenópteros (abejorros, abejas solitarias, etc.) y 6 hasta 14% de otros insectos se desempeñan como polinizadores. Las flores ofrecen alimentos buscados por el polinizador: néctar o polen. A cambio, el insecto realiza el transporte del polen. La parte reproductiva de las plantas ha desarrollado mecanismos de atracción: colores vivos, aromas que pueden ser similares a las feromonas y una morfología, que permite fácil acceso del insecto al alimento; entre otros. Sin embargo no todos los insectos polinizadores guardan tan estrecha relación con la flor como ocurre con la abeja. Baste señalar que ésta requiere del polen para su alimentación lo que no ocurre con otros polinizadores. Los elementos de relación de la abeja con la flor se basan en:

• Tienen un aparato bucal especialmente desarrollado para libar los nectarios sin dañarlos, llegando al fondo del receptáculo floral y a su vez, impregnar el polen • Poseen pelos por todo el cuerpo, donde se fija el polen o lo recogen en sus cestillos, y lo transportan de flor en flor • Mantienen una marcada fidelidad recolectora a una determinada especie vegetal, por el período de tiempo que dura la floración

La fidelidad a la flor es el factor más importante para conseguir una polinización eficaz, ya que visitarán de forma consecutiva flores de la misma especie, asegurando la polinización cruzada sin que se pierda el polen depositado.

• Visitan un elevado número de flores al día. Para conseguir una carga de néctar en su buche. Una abeja debe acudir a mil o mil quinientas flores, con una media de diez viajes diarios, esto arroja una cifra de 10 000/flores/abeja/día o más • Conseguir un kilogramo de polen, representa aproximadamente 60 mil viajes • Viven en colonias grandes, por lo que es fácil renovar y garantizar el número necesario de polinizadores • Su fácil manejo y transportación permite llevarlas al cultivo en el momento de la floración • Son los insectos más abundantes en la actualidad, sobre todo en áreas de cultivo donde la utilización de plaguicidas y las prácticas agrícolas, han hecho desaparecer los nidos naturales de muchos otros insectos polinizadores • La comunicación social desarrollada por estos insectos, asegura que, una vez descubierta la floración atractiva, otras abejas acudan a pecorearla

Requisitos de la colmena para la polinización.

• Buen estado constructivo, evitando así la pérdida de abejas en la operación de traslado o trashumancia • Bien poblada de abejas y cría, de manera que se sienta estimulada al pecoreo, especialmente de polen • Disponer de alimento energético y en caso necesario, suministrarlo, para asegurar que el mayor número de abejas se dedique a la recolección de polen • Poseer una reina vigorosa que garantice cría desoperculada (como mínimo dos panales), durante la etapa de polinización • Mantener un estado sanitario óptimo • Ubicarla adecuadamente en la plantación, considerando que la actividad recolectora de polen de una colonia abarca un radio de hasta 800 metros, aunque la distancia óptima para este servicio está entre los 20 y 100 metros

Resulta importante, en el momento de ubicar las colmenas en el cultivo, tener en cuenta los factores meteorológicos: vientos dominantes, orientación respecto al sol, lluvias, etc. Debe asegurarse que la abeja, cuando regrese cargada a la colmena, lo haga a favor del viento.

Producción de semillas e incremento de las cosechas.

Las abejas aumentan la producción de semillas y los rendimientos en los cultivos de cebolla, zanahoria, pepino, melón, sandía, calabaza, tomate, fresa, berenjena, cítricos y otros frutales. En el caso de las cucurbitáceas, los cítricos y algunos frutales, incrementan además la calidad y cantidad de los frutos. Para el mango (Mangifera indica) y el aguacate (Persea americana), la abeja resulta el polinizador más efectivo, en particular para el aguacate, al que garantiza imprescindible fecundación cruzada. Se señala con especial énfasis que el polen pesado y pegajoso de las cucurbitáceas debe ser transportado por insectos, en especial las abejas, y no cabe esperar buenos rendimientos sin su presencia abundante.

En la práctica agrícola actual, se utilizan las abejas para la producción de semillas en plantas leguminosas y oleaginosas, entre ellas alfalfa (Medicago sativa), haba (Vicia fava), girasol (Helianthus annuus) y soya (Glycine max), esta última la oleaginosa más cultivada del mundo; una planta de este cultivo puede llevar hasta 800 flores y su floración dura entre cuatro y seis semanas. Sin embargo, algun@s apicultor@s refieren que no es atractiva para el insecto y su secreción de néctar es baja. Adicionalmente, la existencia de variedades transgénicas de diversos cultivos son una amenaza para la comercialización de las mieles, porque aunque no existen evidencias documentadas de su efecto nocivo sobre la salud humana, el hecho de que existan tan solo unos pocos granos de polen de tales plantas en la miel, permite que, con las sofisticadas técnicas analíticas actuales, se detecte la presencia del “intruso” y eso basta para que el importador rechace un lote de miel, con grave perjuicio económico y la desconfianza del mercado hacia el país exportador. Otro tanto ocurre con los plaguicidas que con frecuencia se utilizan en los cultivos no transgénicos y que pueden llevar a lo mismo.

Much@s productor@s desestiman la polinización de las abejas en los cítricos, por el incremento de semillas que ocasiona, aunque se sabe que de una buena polinización depende el tamaño y amarre del fruto, los rendimientos y su conservación adecuada. En numerosos países como Estados Unidos, Canadá, Argentina, Australia, México y otros, la actividad polinizadora se le paga a l@s apicultor@s y se considera ésta más importante aún, que la propia producción de miel y otros productos de la colmena. En Nicaragua, sin embargo, se ha instaurado la práctica conceptualmente ilógica de que son l@s apicultor@s quienes pagan renta al dueño de la tierra con cultivos, algo así como que el medico pague por visitar al enfermo. Además con ánimo de un mayor lucro, autorizan la acumulación de apiarios en cantidades excesivas, algo así como arrendar una manzana metiendo allí 100 vacas.

Cada cultivo demanda una densidad determinada de colmenas por manzana, en dependencia del fin que se persiga: producir miel o polinizar. Por ejemplo, para la producción de miel de cítrico, en una plantación ya en plena producción, se emplean dos colmenas por manzanas, mientras que para la polinización se requieren hasta cinco. Hay que precisar, por variedades, las colmenas que garantizan con eficacia estos objetivos, concientizando a l@s agricultor@s con la importancia de la abeja para aumentar los rendimientos de sus cosechas. (Consultar Manual de Polinización Apícola, de los autores José L. Reyes Carrillo y Pedro Cano Ríos, editado por la SAGARPA, México).

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Regulaciones para la tenencia de colmenas. La apicultura en Latinoamérica se desarrolló de forma anárquica, ubicando cada propietari@ su apiario donde consideraba y con la cuantía de colmenas que estimaba. Por no existir regulaciones para el control sobre la especie, proliferaron las colmenas rústicas, sin atención sanitaria e incluso, muchas colmenas que, aunque modernas, adolecían de un adecuado manejo zootécnico veterinario. De esta forma, la competencia de los enjambres por las floraciones y el aumento de las colmenas enfermas amenazaban con la merma de las producciones, limitando las posibilidades para una explotación tecnificada de la especie. Con seguridad esta situación animó a mejoradores brasileños para buscar una mejora genética en pos de mayor productividad y resistencia, y una idea prometedora fue traer de África reinas de Apis mellifera scutellata, con la consiguiente africanización de las abejas en gran parte del continente.

Aunque en Cuba desde la década de 1960 se comenzó a dar categoría de actividad económica importante a la apicultura y se fueron estableciendo regulaciones, constituyó un hito importante el Decreto No. 176, de diciembre de 1992, emitido por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, donde se establece la “Protección a la Apicultura y los Recursos Melíferos y sus Contravenciones”. Este documento dicta regulaciones para la tenencia de colmenas y todos los aspectos relacionados con el cumplimiento de las normas zootécnicas para la explotación de la especie, incluidas las posibilidades de poseer colmenas rústicas sólo por un tiempo, a fin de obligar a l@s apicultor@s que decida ser productor@, a la modernización de sus colonias.

Contempla, entre otras, las medidas de sanción para aquellos que contaminen con plaguicidas el medio ambiente dañando al insecto, o los que talen, poden y deterioren de forma indiscriminada los recursos melíferos del territorio. Además, el país cuenta con regulaciones sanitarias, dictadas por el Instituto de Medicina Veterinaria (IMV) del Ministerio de la Agricultura, recogidas en el Manual de Salud Apícola y vigente a partir de 1992, las que refieren el manejo que debe tener la colmena o población enferma y la conducta a seguir para la recuperación de la salud individual y colectiva en la especie, las medidas para los traslados de colmenas, abejas reinas, productos apícolas y su exportación o importación. Como complemento, se creó el Registro Central de Plaguicidas el que, entre otras funciones, decide la importación, dosis, modo de empleo y cultivos a tratar, y evalúa el impacto que causará un producto sobre las abejas, disponiendo su uso bajo las menores condiciones de riesgo posibles.

Los productos fitosanitarios autorizados se reflejan en un manual donde cada ingrediente activo se agrupa teniendo en cuenta la toxicidad o el valor de la Dosis Letal Media (DL50), modo de aplicación y residualidad en el campo. Estos elementos constituyen un arma de trabajo para los funcionarios de sanidad vegetal y apicultura, aportando elementos para prevenir las contaminaciones, si se cumplen las recomendaciones señaladas.

¿Cuáles son las posibles consecuencias de no poseer tales instrumentos legales ni existir la conciencia de su necesidad?

Los productos de la colmena. Composición y usos. En las tabletas de arcilla de la cultura mesopotámica, 2700 años antes de nuestra era, aparecen las primeras referencias de la miel como medicamento. Los antiguos egipcios conocían las propiedades laxantes de la miel y en el papiro de Ebers (escrito aproximadamente en el 1700 a.n.e.), se hace alusión a la cera y al propóleos, también con fines medicinales.

Durante años, el ser humano ha ido atesorando conocimientos sobre los productos de la colmena y a pesar de que su interés por la miel es marcado, las sustancias naturales destinadas a alimentos y a fármacos, comienzan a desplazar los productos de síntesis, retomando este acervo. El polen, el propóleos, la jalea real y el veneno constituyen actualmente importantes renglones, por sus valores nutracéuticos (dietéticos, bioestimulantes y medicinales). La apicultura incorpora nuevas producciones

en su proceso productivo que, por ser de origen animal, deben estar sometidas al control veterinario con los objetivos siguientes:

• Proteger a la población apícola de agentes etiológicos u otros factores que debiliten o dañen la salud, adoptando medidas preventivas generales o específicas • Proteger el medio ambiente y los territorios epizootiológicamente no deficientes • Proteger la calidad sanitaria de los productos obtenidos • Para poder materializar estos propósitos, resulta imprescindible conocer en qué puntos del proceso industrial se pueden contaminar los productos, obviamente, a partir del conocimiento de la composición de cada uno de ellos, en condiciones óptimas de obtención

Miel de abejas. La miel es una sustancia dulce y viscosa que producen las abejas a partir del néctar de las flores, exudaciones de otras partes vivas (mielato) o de la excreción de insectos, y que estas recogen, transforman, combinan y almacenan en los panales.

Composición.

Varía según su origen (floral, extrafloral o animal), especies de plantas, momento del día y época del año, humedad del aire y temperatura, entre otros factores. Tabla 5. Composición media aproximada de la miel.

COMPUESTOS

Azúcares Glucosa

% (Aproximado) 76,90 - 77,00

Fructosa

28 - 44

Maltosa

2 - 16

Sacarosa

Otros azúcares

0,2 - 7

Agua

17

Proteínas

0,30 -

Cenizas

Minerales

Ácidos orgánicos

Enzimas, hormonas y vitaminas HMF (después procesamiento)

22 - 40

0,2

0,5

- 18 -

0,1 - 8

1

2

- 1,5

0,10 -

1

0,68 - 1,2

No mayor de 40mg/kg miel

Los carbohidratos son las sustancias de mayor concentración, siendo la fructuosa más abundante que la glucosa. Por su parte, la sacarosa es el disacárido que, por la acción de las invertasas da origen a los dos monosacáridos antes citados.

A medida que la miel envejece, pierde su actividad la invertasa, impidiendo el desdoblamiento de la sacarosa. Es por ello que generalmente valores de sacarosa por encima de un 5%, denotan un proceso negativo en la miel. Una miel bien madura, rara vez contiene más de un 2% de sacarosa.

Las levaduras presentes en la miel soportan medios hipertónicos (muy concentrados en azúcares) por lo que se llaman osmotolerantes y para impedir su reproducción se debe: • Mantener limpios los equipos de extracción y locales • Obtener mieles poco húmedas • Beneficiar adecuadamente el producto (colado y decantación) • Impedir contaminaciones en el proceso de extracción • Los ácidos: A pesar de representar un porcentaje pequeño, determinan el aroma, sabor y estabilidad del producto. La acidez de la miel proviene de la reacción: Diastasa GLUCOSA GLUCOLACTONA + ÁCIDO GLUCÓNICO

El encima que está responsable para la apariencia de los ácidos está aumentada por la presencia de propóleos o fermentaciones.

Proteínas, aminoácidos y compuestos afines.

En la miel se encuentran coloides y suspensiones (partículas en suspensión, proteínas, enzimas y aminoácidos). Las proteínas determinan la formación de espuma, retención de partículas de aire, oscurecimiento (por calentamiento o períodos largos de conservación), granulación y turbidez u opacidad. A su vez, las enzimas intervienen en la maduración de la miel, siendo éstas: invertasa, glucosa oxidasa, catalasa y amilasa o diastasa. El polen es un componente natural de la miel de abejas sin el cual se descalifica el producto.

La diastasa es la más termoresistente de todas las enzimas presentes en la miel. Es por ello que su desactivación indica calentamientos excesivos en el proceso industrial o la adulteración. Se expresa en unidades Gother y su índice no debe ser inferior a 20 unidades. Los aminoácidos forman parte de las proteínas y también se encuentran de forma libre, destacándose la prolina, cuya presencia denota su verdadero origen floral, cuando está contenido en valores superiores a 20mg/100g de miel. Si la miel se somete a temperaturas altas o tiempos de almacenaje prolongados, se puede “caramelizar” por la combinación de los aminoácidos con los azúcares y tornarse más oscura, por la elevación del hidroximetilfurfural (HMF), indicador negativo en la calidad de la miel.

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Miel de abejas. Aroma, color y sabor.

Dependen de la relación azúcares aminoácidos, origen floral y valor del 5 hidroximetilfurfural. Estos parámetros pueden variar también por enfermedades de las abejas como la loque americana y los hongos. Las mieles procedentes de colmenas enfermas, sufren cambios organolépticos. Temperaturas superiores a 25°C incrementan el color. Esto es válido para el almacenamiento prolongado. En la Norma Ramal “Miel de abejas. Materia Prima” (Cuba, 1989), se establecen cinco grados de calidad teniendo en cuenta el color de la miel. Son estos: Tabla 6. Grados de calidad de la miel, con base en el color.

Grado de calidad A

B

C D E

Color (mm) (Escala PFUND) • 0 - 34,0

Color

• Blanco

• 34,1 - 50,0

• Ámbar extra claro

• 85,1 - 114,0

• Ámbar

• 50,1 - 85,0

• Más de 114,0

• Ámbar claro

• Ámbar oscuro

Nota: El color también depende del néctar de la flor pecoreada.

Granulación y cristalización.

La miel se granula o cristaliza por el crecimiento de los cristales de glucosa, en lo que pueden influir los factores siguientes: • • • • •

Temperaturas bajas Humedad baja Excesiva agitación Alta concentración de glucosa Alta viscosidad de la miel

En condiciones arriba mencionadas la miel cristaliza naturalmente, sin haber realizado procesos de desnaturalización como el recalentamiento o agregación de azucares. Una miel azucarada de forma espontánea, es más propensa a la fermentación. El proceso de cristalización controlado industrialmente se utiliza en la fabricación de la miel pasta.

Efectos del calentamiento y almacenaje.

Cuando en la manipulación de la miel, ésta se almacena o calienta por un tiempo prolongado, se acelera su envejecimiento y varían en el producto los siguientes indicadores: • • • • •

Acidez Actividad diastásica 5 hidroximetilfurfural Color Aroma y sabor

aumenta disminuye aumenta aumenta varía

La aparición del 5 hidroximetilfurfural está dada por la acción de los ácidos sobre la fructosa, la que a su vez, origina éste aldehído. Se establece en la Norma Cubana antes citada, que el producto no debe estar en cifras superiores a 20 mg/kg de miel. El almacenamiento por un tiempo prolongado y a la intemperie (bajo la acción directa del sol), es una mala práctica de manipulación de l@s apicultor@s y se detecta con facilidad por el aumento del 5 hidroximetilfurfural hasta valores superiores a la cifra señalada.

Adulteraciones y contaminaciones.

Es el ser humano quien deteriora la calidad de la miel en la mayoría de los casos, ya bien sea cuando la abeja está produciéndola o después de cosechada. Los factores que con mayor frecuencia ocasionan esto son:

• Suministrar suplementos alimenticios ricos en carbohidratos y en proporción tal que le permita a la colonia elaborar la miel. El producto obtenido carece de los componentes propios procedentes de las flores y tiende rápidamente a fermentar o cristalizar. El indicador fundamental de esta adulteración es la ausencia de la prolina • Aplicar medicamentos, sean antibióticos u otros quimicopreparados durante el período de cosecha. Esta práctica conduce a contaminaciones de la miel con residuos que pueden permanecer activos por períodos mayores de tres años, como es el caso del cloranfenicol; durante doce meses, como ocurre con la oxitetraciclina y clortetraciclina o invalidarlo para el consumo cuando el producto es un plaguicida. Teniendo en cuenta que cada día se exige mayor pureza del producto y que los antibióticos son prohibitivos como contaminantes en la alimentación del ser humano, es sin duda una de las más importantes

• Cuando la miel no se somete a pasteurización (única forma para destruir algunos antibióticos de los empleados en la apicultura), se recomienda efectuar una castra de limpieza a la colmena tratada con antibiótico, antes del período de cosecha (cada antibiótico posee un tiempo de residualidad específico) • Aun cuando un producto químico tenga un efecto letal alto para la abeja, en ocasiones esta logra trasladar a la colmena importantes cantidades, contaminando la miel. En casos de muertes por intoxicación, se recomienda (entre otras medidas), eliminar toda la miel no sellada (inmadura) de la colmena afectada, desechando lo obtenido • Los tratamientos para la conservación de panales con productos de alta residualidad y sustancias empleadas para la conservación de la madera (pentaclorofenol), contaminan la miel • Utilizar métodos de extracción no higiénicos (tanto en la nave como en el campo) e introducir panales con restos de miel de la cosecha anterior, propician la granulación (en el propio panal) • L@s apicultor@s contribuyen a las contaminaciones groseras cuando vierten la miel en recipientes que contienen otros productos como aceites o hidrocarburos, utiliza envases no laqueados o envases plásticos no aptos, los que pueden variar el color, sabor y hasta invalidar totalmente su consumo • Situar las colmenas próximas a estancamientos de aguas albañales, lagunas de oxidación o pantanos, pueden propiciar altos niveles de enterobacterias en la miel • La adición de azúcares invertidos por medios químicos como glucosa comercial, mezcla de almíbares u otras adulteraciones son de fácil detección y menos frecuentes Durante el proceso tecnológico y para no incorporar a la miel humedad levaduras y contaminantes diversos, l@s apicultor@s deben tener en cuenta: • Perfeccionar el utillaje industrial • Acortar los tiempos de calentamiento • Perfeccionar el filtrado o colado • No extraer panales con huevos o larvas durante la cosecha • No extraer miel en un momento lluvioso • No extraer miel en centrífugas mal higienizadas • Colar la miel desde la nave • Extraer solamente miel madura

Microorganismos de la miel.

La miel tiene una microflora particular que aumenta o disminuye con su manipulación y está formada por esporas de bacilos, hongos filamentosos y levaduras comunes u osmotolerantes. Por ser una solución sobresaturada de azúcares, los microor-

ganismos no se pueden reproducir en la miel, a excepción de las levaduras osmófilas. No obstante, numerosos microorganismos se mantienen vivos, algunos de ellos, incluso, patógenos para la abeja. Tales son los casos de Paenibacillus larvae, P. alvei, B. apirium, Ascosphaera apis y otros, con predominio de los gérmenes esporulantes. Es por esto que no se recomienda alimentar a las abejas con mieles no conocidas. Las mieles con alto contenido de coliformes o presencia de Salmonella spp. deben ser decomisadas.

Medidas para garantizar la higiene de la miel.

• Suministrar agua de bebida a las colmenas, garantizando que sea potable y preferentemente corriente • Impedir el pillaje de las colmenas • No suministrar alimentación complementaria con miel procedente de colmenas sin control sanitario • No llevar panales procedentes de colmenas enfermas al proceso de cosecha, mezclándolos con las sanas • Higienizar diariamente los locales y el utillaje. Guardar en lugares protegidos de ratas, insectos y polvo • Evitar, en lo posible, el intercambio de panales de una colmena a otra • Tapar los tanques de escurrido y de cera de opérculos • Impedir el acceso de abejas a las naves de cosecha mediante mallas zarandas en puertas y ventanas • Emplazar adecuadamente las colmenas para evitar el exceso de humedad • Los locales de extracción deben tener paredes y pisos que permitan la desinfección trimestral con formol al 6%, deben ser encalados semestralmente, como mínimo • El piso debe ser anti-resbalante y que permita el escurrido • No debe barrerse sin antes adicionar agua, para evitar la contaminación por el polvo que se suspende en el aire • El agua empleada en la limpieza debe escurrir con facilidad, directamente en canales o en orificios inaccesibles al insecto • Debe facilitarse una buena ventilación del local, pero con malla anti-insectos es las ventanas • Para cosechar en el campo se necesita asegurar las condiciones más adecuadas: Utilizar mosquiteros para evirtar la entrada de insectos y otras partículas contaminantes; bancas para colocar los panales antes y después de cosechar

Almacenaje.

• Se recomienda para almacenar la miel, una temperatura no superior a 30°C y por un período no mayor de 30 días • El envase debe poseer un cierre hermético e impedir espacios de aire • El lugar, seco y fresco, con una humedad ambiental de 50-65%, y libre de malos olores

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Cera de abejas. La cera es una secreción del cuerpo de las abejas, producida por las glándulas cereras que se ubican en la parte ventral del abdomen, entre la tercera y sexta esternita. Sólo la producen las abejas obreras adultas de 10-15 días de edad. En el momento de secretarse es líquida y solidifica al contacto con el aire para formar pequeñas escamas de 0,10 a 0,25 mg de peso. Su color es variado con predominio del blanco hueso o el amarillo, de acuerdo con el polen que en ese momento consume el insecto. Se sintetiza a partir de los carbohidratos y resulta imprescindible para la abeja disponer, además, de las proteínas del polen, por ser un proceso que abarca su metabolismo integral. Para elaborar un kilogramo de cera se requieren de cinco a siete kilogramos de miel y una temperatura superior a 25°C. Tabla 7. Composición de la cera de abejas.

COMPUESTOS

Hidrocarburos

% aproximado

Monoésteres Diésteres

Ácidos libres

Hidroxipoliésteres

Hidroximonoésteres Triésteres

35

14

14

El uso principal dado por el ser humano a la cera ha sido el alumbrado. Sin embargo, con el propio desarrollo ha ampliado el empleo a diversas ramas: farmacéutica, electrónica, óptica, radiotécnica, transporte, textil, industria de pieles, cosmética y aviación. La cera de abejas es un excipiente idóneo para preparar cremas, crayones de labio, mascarillas faciales y otros cosméticos. Sirve como molde en el trabajo estomatológico; como pulimento para muebles y otras superficies laqueadas. Con ellas se recubren frutas destinadas a almacenar o para realzar su presentación en el mercado; se confeccionan encerados, flores y figuras ornamentales.

• • • •

Índice de acidez: refleja la cantidad de ácidos grasos libres Índice de saponificación: da la cantidad total de ácidos Índice de éster: informa la cantidad de ácidos ligados Índice de relación: indica la proporción de ácidos libres con respecto a los ligados • Índice de iodo: expresa los compuestos insaturados presentes • Punto de fusión: permite detectar adiciones o contaminaciones del producto con materias extrañas

Factores que deterioran la calidad sanitaria de la lámina de cera en el proceso de producción.

Tabla 8. Índices de calidad para la cera de abejas.

Indicador

Valores

Mínimo

Máximo

61

65

4

Índice de saponificación (mg KOH/g)

86

102

3,6

4,3

8

3

Alcoholes libres

1

De las sustancias identificadas, tres son las principales:

Constituyen indicadores de calidad, aquellos que reflejan la pureza del origen de la cera y de la forma que l@s apicultor@s trabajaron para obtenerla, durante el proceso de producción. Los principales son:

Punto de fusión (°C)

2

Sin identificar

Usos de la cera de abejas.

12

Ácidos poliésteres Ácidos ésteres

Indicadores de calidad.

1

Índice de acidez (mg KOH/g) Índice de éster (mg KOH/g)

Índice de relación (éster/acidez) Índice de Iodo (g /100 g)

17

71 8

6

El compuesto más abundante es el palmitato de miricilo (8% de la cera), combinación del ácido palmítico y el alcohol miricílico, no siendo despreciable además, la proporción de ácido cerótico libre. Tiene su punto de fusión entre 63,5 y 64,5°C, con un peso específico de 0,960 0,970 g/cm 3 a 15°C, por lo que es más ligera que el agua. Arde con llama luminosa y es insoluble en agua, pero soluble en cloroformo, sulfuro de carbono y esencia de trementina. Puede ser blanqueada por la acción de los rayos solares o por agentes oxidantes como el agua oxigenada, el permanganato de potasio y otros. Para la industria farmacéutica, el blanqueado de la cera suele realizarse con tierra de infusorios.

Factores que afectan la calidad.

• Calentamiento excesivo durante la fusión de los panales (más de 60°C), o en el proceso de laminado • Contaminación con propóleos, parafina, productos plaguicidas, medicamentos u otros como tierra, madera, etc. • Alto contenido de sales en el agua usada para la fusión, lo que provoca la saponificación • Agitación excesiva durante la fusión de los panales, formando un coloide por incorporar exceso de agua • Fusión de panales viejos o de colmenas enfermas, mezclando la cera obtenida con panales nuevos o procedentes de colmenas sanas • Moldeado en recipientes de hierro u otros que pueden incorporarle óxidos

22

80

15

La lámina de cera es un elemento de vital importancia para la colmena moderna. A partir de ella, las abejas obran el panal donde almacenan la miel y el polen y se desarrolla la cría. Pero, por ser hecha por el ser humano, cuando en su elaboración no adopta medidas adecuadas, se constituyen en una fuente de entrada de agentes infecciosos.

Errores más comunes:

• Deficiente selección de la materia prima, utilizando cera oscura con estos fines. Mientras más oscura sea una cera, más viejo será el panal que le dio origen. Esto a su vez le confiere una mayor carga de gérmenes contaminantes • En la cera se encuentran numerosos microorganismos esporulantes, tales como Bacillus (Paenibacillus) spp, Ascosphaera spp y Aspergillus spp. Cuando se fabrican láminas con una materia prima sanitariamente deficiente, se incorporan estos agentes a la colmena y pueden quedar libres por la acción de las polillas o por las propias abejas, desencadenando brotes de enfermedades infectocontagiosas • Higiene deficiente de los locales, los cuales se recomienda desinfectar trimestralmente con formol al 6%, previa limpieza mecánica. En apicultura orgánica, se deben extremar las medidas y utilizar el calor como medio de desinfección

• Diariamente se requiere lavar la laminadora e higienizar el piso. No se deben acumular en ésta área desperdicios, agua ni otros objetos ajenos al proceso. Almacenar el producto terminado en la fábrica o naves apícolas por tiempos prolongados, favorece la contaminación con polillas de la cera y otros insectos, que posteriormente se incorporan a la colmena por l@s apicultor@s

Algunas consideraciones sanitarias para la cera, materia prima.

El ser humano constituye el factor más importante para obtener una cera beneficiada sin deterioro de la calidad y, a su vez, impedir que ésta se convierta en un vehículo de agentes etiológicos para la colonia. La selección adecuada y la separación de la cera de opérculo, la de panales viejos y la de panales nuevos, respectivamente, es el primer eslabón del trabajo. Resulta de sumo interés para l@s apicultor@s que, cuando se manipulen los panales en la nave o locales de trabajo, no se esparzan restos del producto en la instalación o sus alrededores. Una vez separada del marco de madera, ésta se almacene tapada hasta el momento de ser fundida, a fin de impedir el contacto con insectos, aunque debe trabajarse lo antes posible, porque en temperaturas por encima de los 20°C el desarrollo de las larvas de polillas es muy rápido.

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El polen. El polen es el gameto masculino de las flores, recogido por las abejas pecoreadoras y aglutinado por éstas con néctar y sustancias salivares hasta formar gránulos, que luego transportan a la colmena en las cestillas de sus patas posteriores y que l@s apicultor@s pueden recolectar con las llamadas “trampas”. Constituye la única fuente natural de proteínas, grasas y vitaminas de que dispone una colonia para alimentar a la familia y su carencia inhibe la postura de la reina y provoca la muerte de las larvas y la aparición de enfermedades bacterianas.

Al examinar los panales de una colmena, hay un número de celdillas que, en lugar de miel, han sido llenadas de una sustancia amarillenta y sólida: el pan de abejas. Este es el polen que recogen las abejas de las flores y que almacenan mezclado con pequeñas cantidades de miel y de los ácidos 9-oxo-2-decenoico y 10-hidroxi-2-decenoico segregado por las glándulas salivares. El pan de abejas tiene como componente principal los granos de polen que las pecoreadoras impregnan con saliva e introducen en la colmena. Una vez en la celda, compactada o ensilada, es recubierto por una fina película de propóleos que facilita las condiciones de anaerobiosis que permiten el proceso de fermentación láctica y lo convierten en el “pan de abejas” que será la base del alimento larval (jalea real, papilla alimenticia).

Composición del polen.

Tabla 9. Composición del polen.

• Agua

COMPUESTO

• Proteínas, aminoácidos libres • Carbohidratos

• Grasa

• Minerales (macro y microelementos)

• Vitaminas

Entre los minerales, los macro y microelementos se encuentran todos presentes, destacándose el hierro (Fe) y el zinc (Zn) por sus proporciones elevadas, mientras que del cobre (Cu), sólo se observan trazas. Predominan los azúcares reductores y son de escasa importancia los no reductores y el almidón. Su valor biológico o nutritivo, expresado por el “Índice de OSER” (IO) es de 86, superior a la carne de ternera (IO=85) y a la torta de soya (IO=80), estimándose como una fuente inmejorable de metionina, histidina y triptófano, que refuerzan la importancia de su valor nutritivo y su función como suplemento equilibrador y bioestimulante. Resulta significativo que sea uno de los pocos productos del mundo vegetal en el que se ha encontrado de forma libre el aminoácido triptófano. Es significativo el efecto beneficioso de su consumo en el mejoramiento de afecciones de la próstata del hombre. Cien gramos de polen aportan de cinco a nueve miligramos de carotenoides activos, lo que permite asegurar que se cubren las necesidades diarias mínimas para el ser humano, con una dosis de 15 gramos.

Tabla 10. Contenido de vitaminas en 1 gramo de polen.

VITAMINA

MILIGRAMOS

Riboflavina (B2)

18,50

Ácido nicotínico

200

Vitamina C

5-10

Tiamina (B1)

%

15 - 30

10 - 36 28

13 - 19 3 - 14 2

Estos valores pueden variar, en dependencia de la composición botánica del polen, pero se ha podido constatar por divers@s autor@s, que contiene todos los aminoácidos esenciales (20 de forma libre) para la vida del ser humano.

Piridoxina (B6)

Ácido pantoténico

Recolección del polen.

9,2 5

50

La recolección del polen se realiza en el campo, directamente de la colmena y demanda un conjunto de requisitos higiénicos y sanitarios que garanticen el éxito de los pasos posteriores. Dentro del apiario, no todas las colmenas deben ser destinadas a la obtención del producto. Deben ser discriminadas aquellas familias de escasa población o que hayan padecido enfermedades de la cría o adultas seis meses antes. Las trampas se colocan en colmenas con reinas jóvenes y prolíferas. Es factible obtener más de 10 kg por colmena al año, en dependencia de la flora polinífera y las condiciones de la colonia.

Constituyen objeciones importantes para el comercio, las contaminaciones con plaguicidas, productos tóxicos y medicamentos en general, por lo que los emplazamientos seleccionados, deben estar alejados de áreas agropecuarias de frecuentes contactos con productos químicos. Igualmente, las fuentes de abasto de agua para el consumo de las abejas, deben estar libres de contaminaciones con bacterias patógenas, tales como Escherichia coli, Salmonella spp, Proteus vulgaris, Shigella spp, y otras, que se aislan de las aguas albañales. Al igual que la miel, la presencia de trazas que indiquen origen o contaminación con polen de plantas transgénicas lo descalifica para el mercado de exportación.

Las “trampas” pueden ser de variados diseños, pero su principio consiste en hacer pasar a las abejas por los orificios de una placa activa de 5mm, de forma tal que pasen sus cuerpos, pero se desprendan las peloticas de polen que acarrean en sus “cestillas”, antes de depositar o almacenarlo en las celdas. El polen colectado debe ser retirado del apiario todos los días para evitar excesos de humedad o temperaturas altas que contribuyen a su rápida degradación. A su vez, el traslado desde el apiario hasta el local de beneficio, requiere recipientes de escasa altura y amplia superficie, con rejillas de aireación, evitándose la exposición al sol durante su manejo y transporte.

Teniendo en cuenta que el polen de la colmena tiene del 12 al 20% de humedad, es necesario eliminar el agua hasta que contenga solo 7 - 8%, exigencia que demanda el mercado actual. Esto se logra sometiendo los granos a una temperatura nunca mayor de 40°C, ya que temperaturas más altas disminuyen su contenido en tiamina y propician la desnaturalización de los componentes termolábiles.

El polen en la dieta humana. Propiedades terapéuticas.

Por su contenido en vitaminas, proteínas, glúcidos y lípidos, constituye una excelente oferta para la dieta del ser humano. Puede consumirlo mezclado con miel o encapsulado. De 100 gramos de polen se obtienen tantos aminoácidos como cuando se ingiere medio kilogramo de carne de res o siete huevos, por lo que con solo 30 gramos se aseguran las necesidades diarias. Sus propiedades nutricionales y medicamentosas han sido estudiadas por divers@s investigador@s, los que señalan como las más importantes:

• Acelera el funcionamiento del hígado y contribuye a la desintoxicación del organismo • Previene la arteriosclerosis por la acción del ácido linoleico • Los flavonoides y en particular la rutina, mejoran la respiración celular y el aprovechamiento de las vitaminas • Protege los epitelios, porque contiene 20 veces más vitamina A que la zanahoria • Se ha comprobado que un sólo gramo de este producto contiene suficiente rutina, como para asegurar la prevención a varias personas de hemorragias a nivel de cerebro, corazón y retina • Su consumo contribuye a mejorar la fórmula sanguínea al aportar hierro y ácido fólico • Es una fuente de vitalidad para el ser humano contemporáneo, expuesto a los efectos de la contaminación • Con éxito se suministra a adultos, por su acción regeneradora en las personas que envejecen, contribuyendo también a la recuperación de l@s niñ@s con bajo peso corporal y talla sub - normal • En los adultos y niñ@s de edad escolar previene el cansancio; mejora la irrigación del cerebro y mejora a su vez, el rendimiento del esfuerzo intelectual. Normaliza el sueño y contrarresta los síndromes depresivos • Tanto en el hombre como en la mujer, tiene efecto beneficioso sobre las irregularidades hormonales • Mejora la actividad visual y retiene a un nivel estacionario la caída del pelo • Es probada su acción curativa en las prostatitis, con recuperaciones a veces sorprendentes para los propios médicos que han seguido casos benignos avanzados • Acciona como bacteriostático y como normalizador de las funciones intestinales. Regula el peristaltismo • Se recomienda para tratar a personas que padecen enteritis rebeldes o esteatorreas • El polen o el “pan de abejas” debe verse, ante todo, como un producto nutracéutico de amplio beneficio para el fisiologismo del organismo y que por tanto, debería tener una amplia demanda, especialmente entre los hombres, habida cuenta de la alta frecuencia de presentación de procesos inflamatorios, hiperplásicos y neoplásicos (cancerosos) de la próstata, y el comprobado efecto beneficioso de este producto sobre dicha glándula. Desde hace medio siglo se conoce esto, pero la medicina alopática tradicional se ha enfocado siempre a los tratamientos medicamentosos, quirúrgicos y antitumorales, con modestísimos avances en la prevención, de manera que la apicultura puede divulgar, educar y suministrar una alternativa que, de seguro, reducirá la incidencia de este importante problema de salud, aliviando los padecimientos y reduciendo los gastos sociales por esta causa

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El propóleos. El propóleos es una sustancia resinosa de color amarillo, pardo, rojizo o rojo o verde, que tiende a oscurecer con el tiempo. Esta resina contiene sustancias minerales, bálsamos aromáticos, ceras, aceites esenciales y granos de polen. Es recogido por las abejas de los brotes de las yemas terminales o axilares de los árboles y de las ramas partidas, troncos y raíces que por alguna causa han sufrido daños con la consiguiente producción de resinas. Es muy apreciado por sus propiedades antiinflamatorias, antitóxicas, antioxidantes, anestésicas, estimulantes, bacteriostáticas, bactericidas, antisépticas y cicatrizantes. Tiene amplio uso en medicina humana y veterinaria, en la agricultura, la ebanistería y la conservación de alimentos. Su utilización por las abejas permite: • Cerrar las grietas que se forman en el interior de la colmena, para evitar las corrientes de aire con la pérdida de su regulación térmica • Reducir las piqueras de la colmena o crear un obstáculo que impida la entrada de enemigos • Embalsamar el cadáver del enemigo que se introduce en la colonia y que, una vez muerto, no pueden sacar por ser demasiado grande • Aumentar la resistencia de la colmena contra los agentes biológicos

La jalea real. Durante su colecta l@s apicultor@s deben tener en cuenta no contaminarlo y eliminar las partículas extrañas tales como: abejas, cera, astillas de madera, larvas de polillas, etc. No debe ser calentado, pues el calor desnaturaliza algunos de sus componentes, restándole valor medicinal. Se recomienda no hacer “bolas” comprimidas y compactas, pues esto propicia el deterioro por la acción de depredadores e impide detectar posibles contaminaciones. Una misma colmena no es recomendable que aporte más de 20 gramos en una recogida, ya que se reduce su protección frente a la acción de diversos gérmenes.

En Cuba, el propóleos es uno de los productos de la colmena que más se ha estudiado en el campo apiterapéutico, con resultados importantes para el tratamiento de asma, hepatitis, hipercolesterolemia, infecciones en garganta, nariz y oídos, afecciones en la piel como acné, heridas, úlceras varicosas, quemaduras y otras, hipertensión, obesidad, úlceras gastrointestinales, infecciones uterinas y afecciones bucales. Se han obtenido buenos resultados en tratamientos contra giardiosis y amebiosis. Pudieran calificarse de espectaculares algunos resultados de la tintura de propóleos en la cicatrización de heridas en animales, observados por l@s autor@s. Como la composición y propiedades del propóleos dependen de su origen botánico, se requiere determinar su composición para valorar sus posibilidades de utilización.

La jalea real es una sustancia blanquecina, con reflejos nacarados y de consistencia gelatinosa que segregan las glándulas hipofaríngeas y mandibulares de las abejas nodrizas (de cinco a catorce días de edad) y constituye la alimentación de los siguientes individuos de la colmena: • Las larvas de obreras y zánganos, hasta el tercer día de nacidas. • Las larvas de reinas y la abeja reina, durante toda su vida.

Hay además una diferencia de calidad en la jalea real que recibe la cría de obrera respecto a la de la reina, determinada por dos componentes fundamentales de la jalea real: la biopterina (24 mg/g) y la neopterina (3 mg/g). El alimento o jalea de la obrera contiene seis veces menos neopterina y siete veces menos ácido pantoténico que la jalea real que reciben las larvas de reina.

Tabla 11. Composición general de la jalea real.

Agua

Principios nutritivos

%

68,0

Azúcares

8,5

Proteínas

12,0

Cenizas

0,8

Lípidos

5,6

Otros

5,1

Según la Norma Ramal de Cuba “Jalea Real. Materia Prima. Especificaciones de Calidad” (1990), el producto debe cumplir los parámetros físico químicos siguientes:

Para recolectar el propóleos se recomienda utilizar una trampa plástica que se coloca bajo de la tapadera, porque así el propóleos tiene una mayor calidad que el obtenido por raspado. Se almacena en un recipiente limpio y seco en temperatura ambiental o en una tinción con alcohol de 30, 60, 70 ó 90% según su posterior uso.

El contenido proteico y graso está dado por el polen que consuman las nodrizas. Posee además vitaminas y sustancias como hormonas, antibióticos naturales y microelementos. Las vitaminas determinadas en la jalea son: Tiamina (B1), Riboflavina (B2), Piridoxina (B6), Ácido nicotínico (P10), Ácido pantoténico, Biotina, Ácido fólico e Inositol.

Para su obtención industrial se realiza una cría artificial de reinas en colmenas horfanizadas al efecto. De las copas celdas preparadas, se extrae la jalea real 72 horas después del traslado de las larvas. Esto se hace con la ayuda de una pequeña espátula de madera o con una bomba de extracción al vacío. Se estima que una colmena puede producir 5 gramos de jalea real cada 72 horas.

Propiedades medicinales de la jalea real.

Cuando se hace alusión al consumo por el ser humano de la jalea real, en general se le asocia con “poderes afrodisíacos” atribuidos al producto. A pesar de que mejora los estados asténicos y los cuadros de impotencia sexual, ésta no es la única acción beneficiosa de la jalea en el organismo humano. Se emplea con éxito en el tratamiento de la arteriosclerosis, coronarioesclerosis, hipotonía y distonía vegetativa vascular, endoarteritis espasmódica, hipotensión, distrofia infantil y en estados convalecientes en general. Disminuye la emotividad, mejora el metabolismo basal, aumenta la vitalidad, longevidad, resistencia al frío y a la fatiga. Da una sensación de euforia con recuperación de fuerzas y del apetito. Es efectiva para contrarrestar el estrés. Con ella se preparan cremas nutritivas y tonificantes, champús para pelo seco, cremas para las manos y cremas para después de afeitarse, teniendo en cuenta sus propiedades regeneradoras de los epitelios.

Tabla 12. Parámetros físico-químicos de la jalea real.

Índice • Humedad

• pH (Sol. al 5 % 8/v 20 °C) • Acidez

• Contenido de azúcares reductores

• Contenido de ácido 10-hidroxidecenoico

Unidad

Especificaciones

Mínimas

Máximas

-

3,4

4,5

%

7

13

% meq/100 g %

58

32

14

70

53 -

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Veneno de abejas. Es un líquido transparente, con olor a miel acentuado y de sabor amargo acre. Se cristaliza al entrar en contacto con el aire y tiene una reacción ácida en papel tornasol. Es soluble en agua y estable a temperatura de 4°C o ambiental, manteniendo sus propiedades por períodos de tiempo prolongados (hasta 5 años). Años atrás, l@s investigador@s comenzaron a acumular pruebas en favor del efecto beneficioso de las picadas de abejas, llegando a la conclusión de que el veneno posee importantes propiedades terapéuticas. Estas propiedades coincidían con el uso que de las picadas hacían los egipcios y babilonios, por ejemplo tratar dolencias en las articulaciones. En los últimos años, el veneno, en forma de inyecciones y pomadas se utiliza en el tratamiento de enfermedades reumáticas, de los músculos, los nervios y las articulaciones. Tabla 13. Composición del veneno de abejas.

Melitina

COMPUESTO

Apamina

%

50 3

Fosfolipasa A2

14

Histamina

1

Hialurodinasa

Otros compuestos

2

30

En general, casi no existe proceso fisiológico que no sea afectado por el veneno de abeja, principalmente por su acción vasodilatadora que localmente implica un aumento de la permeabilidad de los tejidos en base a la liberación de serotonina. L@s investigador@s soviétic@s consideraban que contribuye también a estimular el sistema productor de glóbulos rojos, aumentando la cantidad de hemoglobina en sangre; estimula al corazón y normaliza la presión arterial.

Cuba está desarrollando la producción de este renglón apícola, utilizando trampas colectoras cuyo fundamento se basa en la estimulación eléctrica a la abeja, la que pica sobre un cristal, donde se deposita y cristaliza el veneno. Retirado el cristal, se raspa cuidadosamente, para lo cual es fundamental proteger al operario con careta y espejuelos y manipular el producto en un local donde no existan corrientes de aire.

A pesar de que se han realizado avances en la cosecha, caracterización y evaluación nutricional y farmacológica de los diferentes productos de la colmena, en nuestros países existen todavía amplias posibilidades de utilización, lo cual requiere, en primer lugar, trabajar en la divulgación, de manera que se promueva una demanda cuya satisfacción exija la diversificación de las producciones, con beneficio neto para la salud de l@s consumidor@s y la economía de l@s apicultor@s.

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Producción, calidad, inocuidad y comercio de la miel. A continuación se esbozan un conjunto de factores que interactúan para favorecer o perjudicar el resultado final del proceso productivo y la cadena de valores de la actividad apícola. 1. Capacitación: No es posible iniciar una empresa, aunque sea micro, sin un conocimiento mínimo que garantice la conducción del negocio. Iniciarse en un proceso de producción apícola, aunque sea con cinco (5) colmenas, sin la capacitación requerida, es un boleto seguro hacia el fracaso.

2. Recursos naturales: Base alimentaria para las abejas que garantice disponibilidad de néctar, polen y agua, en cantidades tales que, como mínimo, permitan una cosecha no menor de 25 kg de miel por colmena al año. La trashumancia siempre debe considerarse como la oportunidad de obtener mayores producciones. 3. Recursos materiales: Materiales fijos: instalaciones, maquinaria, apiarios…, duraderos más de un año y materiales circulantes: azúcar, cera (láminas), medicamentos (¿?) y otros que se consumen en el proceso productivo. La carencia de alguno de los recursos imprescindibles puede llevar al fracaso del proceso, si no en el plano cuantitativo, sí en el cualitativo, al repercutir negativamente en los parámetros de calidad o haciendo que se pierda la inocuidad de los productos al propiciar la presencia de sustancias prohibidas y por tanto, dañinas para la salud de l@s consumidor@s. 4. Recursos humanos: La mano de obra y el personal técnico y administrativo deben recibir una capacitación suficiente. Como se trata del trabajo con animales vivos y de una altísima sensibilidad en su relación con l@s productor@s y el entorno social, se debe lograr que, más que “mano de obra”, sean conscientes y por qué no, “enamorados” del trabajo que realizan.

5. Recursos financieros: Pueden ser propios o externos, aunque en un entorno de crecimiento a partir de principiantes de bajos recursos, casi siempre hay participación de apoyos iniciales que pueden consistir en recursos financieros y/o materiales tales como colmenas, elementos de colmenas o utillaje apícola.

6. Objetivo: Aunque existen diferentes variantes, la más favorable para iniciar un proyecto productivo es la producción de miel, continuando con las otras producciones (polen, propóleos) solo después de haber consolidado la primera. Para quienes ya estén a este nivel, la diversificación puede ser una perspectiva prometedora.

7. Política: La política de la empresa deberá orientarse en una primera etapa al crecimiento horizontal (cantidad de colmenas), cuanto sea posible, y a continuación, teniendo en cuenta el ciclo de floraciones, crecer hacia arriba (número de cuerpos). Según la Ley de Farrar, 10 colmenas a cuatro (4) cuerpos producen el doble de la cosecha que 20 a dos (2) cuerpos. En general, debe basarse en las BUENAS PRÁCTICAS DE MANEJO.

8. Programa: En el programa se indican las actividades en secuencia y tiempo para desarrollar las líneas de producción elegidas. Aunque se trate de cinco (5) colmenas, es necesaria una programación mínima de las actividades y previsión de eventos negativos.

9. Presupuesto: Como mismo se confecciona un programa de trabajo, es elemental presupuestar y luego controlar los gastos e ingresos, de manera que se puedan tener datos fidedignos de cómo marcha el proceso y poder tomar a tiempo las decisiones que más convenga.

10. Asociatividad: Hoy más que nunca, la asociación de l@s productor@s pueden considerarse un objetivo estratégico, de cara a los desafíos que representan los factores antrópicos que ante nuestros ojos “modifican” el medio ambiente en que se desarrolla la actividad apícola, las necesidades de capacitación, la gestión y canalización de apoyos, los requerimientos de comercialización y las elevadas exigencias del más atractivo, pero muy exigente mercado de exportación. Realizando un símil con la familia apícola, un productor solitario es casi como un zángano que, al margen de la cooperación que sólo encuentra en la colonia, estaría condenado a sucumbir.

11. Marco legal: Al igual que las demás ganaderías, la apícola requiere de leyes y regulaciones que ordenen la actividad productiva y sanitaria; sin ello, imperan la anarquía, el descontrol y el alto riesgo epidemiológico.

Aun cumpliendo todas las premisas ya expuestas, el proceso productivo requiere el “cómo se hace” o más conocido en la jerga de los proyectos por su expresión en inglés “know how”. De forma documental, esto se encuentra explicado, hasta cierto nivel, en las llamadas BUENAS PRÁCTICAS, aunque siempre faltaría el conocimiento tácito, es decir, lo no dicho o escrito, que es el conjunto de detalles que solo se pueden transmitir directamente, de persona a persona. Un ejemplo ilustrativo de esto pudiera ser el traslarve en el proceso de crianza de abejas reinas, minuciosamente explicado en muchos libros, pero lleno de pequeños “secretos” que solo puede transmitir directamente l@s “expert@s” y que se va enriqueciendo día a día con la propia experiencia de trabajo.

La experiencia de trabajo de l@s autor@s en varios países, el intercambio con numeros@s colegas y el estudio de literatura publicada nos inducen a compartir algunas ideas sobre transgresiones de las BUENAS PRÁCTICAS y su repercusión en la eficiencia del proceso productivo y la calidad e inocuidad de los productos de la colmena, con su inevitable repercusión en la comercialización.

1. ¿Cuál es la mejor abeja? → Todavía bastantes apicultor@s y por suerte, ya poc@s estudios@s de la materia, ven siempre la mejor abeja en la casa del vecino, y hay historia documentada de esto. Los españoles trajeron a América, primero, la abeja negra de Europa Occidental, más rústica y por ende, más resistente que la italiana (amarilla), pero luego a muchos pareció que esta última, más productiva, era una buena solución, y también fue traída. Sin trabajar mucho en el mejoramiento y selección de las ya existentes, fueron en busca de abejas carniolas, caucásicas, etc, para al final obtener un híbrido espontáneo en que predominaban las características de las dos primeras. Ahí no termina la historia, porque en los años 50 del siglo XX, genetistas de Brasil, convencidos de que una solución prometedora para elevar los rendimientos y mejorar la salud era la importación de una abeja “tropical”, importaron reinas de la “raza” africana Apis mellifera scutellata y se desarrolló un inesperado y espontáneo proceso de hibridación-sustitución de la abeja pre-existente que llevó a la nueva abeja “africanizada” o africana como una ola indetenible por todo el continente, hasta el sur de los EE.UU. Esta es hoy, con sus virtudes y defectos, la abeja con que debemos trabajar y la que estamos obligados a mejorar y seleccionar. Aunque se alargue el párrafo, hay más.

Un buen día, apicultor@s sudamerican@s viajaron a Japón y, encantad@s con las aparentemente excelentes características de abejas reinas de aquel país - que para nada es líder mundial en la actividad. Obviando o desconociendo los riesgos que tal acto entrañaba, trajeron reinas y sus acompañantes cargando parásitos: el ácaro Varroa destructor, que hoy se mantiene como una de las entidades patológicas fundamentales que afectan la apicultura en este continente. A continuación y hace poco tiempo, siguen las acciones imprudentes de l@s apicultor@s y son ahora l@s portugueses quienes vienen a EE.UU. y enamorad@s también de las fabulosas reinas de este país, las llevan a la península y con ellas, al pequeño coleóptero de las colmenas Aethina tumida. (¿Cuántos de quienes lean este material han acarreado reinas desde EE.UU., Canadá o Costa Rica para Nicaragua, porque pretenden elevar la productividad y reducir las características indeseables de sus abejas?)

2. ¿Cuál es la mejor colmena? → Aunque se ha generalizado el uso de la colmena Langstroth, sería conveniente ensayar con otros modelos, en particular la Jumbo, utilizada en algunas regiones de México. Sin embargo, resulta esencial el manejo del crecimiento de la colonia, considerando el suministro estratégico de las alimentaciones de sostenimiento y estimulante, de manera que, siempre que se inicie una floración de cosecha importante, exista una alta población de nodrizas y pecoreadoras jóvenes que garanticen suficientes días/abeja de trabajo. Si iniciando la floración hay muchas pecoreadoras, pero con una edad relativamente avanzada (30-45 días), el trabajo intenso causará una elevada mortalidad natural y la población obrera describirá una curva descendente cuando la disponibilidad de néctar está en ascenso, y eso solo puede llevar a una menor producción. A manera de ilustración, si una buena reina comienza a elevar su puesta estimulada por el suministro de jarabe diluido, digamos, el día 1ro del mes X, en 30 días podría poner 45 000 huevos. A cada día se le deben sumar 21 días para que las jóvenes abejas comiencen el pecoreo y cuando las últimas inicien el trabajo, ya las primeras se pudieran considerar “en la tercera edad”. En resumen, con la mirada en una gran floración, se debe iniciar la estimulación alimenticia 5 - 6 semanas antes de su comienzo.

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Manejo integral sanidad apícola - producción. 3. Pero para tener un buen levante de la puesta al estimular, la reina debe estar en capacidad de responder a esa fuerte exigencia y como media en el trópico, las reinas que sobrepasan el año de ovoposición comienzan un declive más o menos marcado en su productividad. Al igual que con las gallinas ponedoras, que son renovadas en su totalidad por pollonas cuando la puesta desciende del 50 % diario, la no sustitución de las reinas o su cambio ocasional y no programado repercute negativamente en la fortaleza y por supuesto, en la productividad de las colonias.

4. Todavía falta otro factor decisivo, la calidad de la cámara de cría, porque esa buena y joven reina requiere un lugar adecuado para depositar sus grandes cantidades de huevos todos los días. En el trópico, las celdas de cría son utilizadas repetidamente a lo largo de todo el año y se considera que a los 1218 meses se han reducido significativamente y producen abejas cada vez más pequeñas, a lo que se une la propolización y el acúmulo de material fecal de las larvas con incremento de los tenores microbianos. Es frecuente que tales cámaras de cría envejecidas sean rechazadas por la reina, que se va a poner a la primera alza, quedando los panales viejos de abajo mal atendidos, susceptibles al ataque de las larvas de polillas de la cera y otros intrusos, y entorpeciendo la termorregulación de la colonia. En el proceso de renovación de panales, la introducción de láminas debe irse realizando desde el centro hacia afuera, evitando colocar dos láminas juntas y subiendo los panales retirados de la cámara de cría hacia arriba, siempre que estén en condiciones de continuar funcionando como reservorios de miel durante un tiempo. Es preciso recordar que sin flujo de néctar o alimentación estimulante no hay producción de cera, por lo que esta es una condición indispensable para la introducción de láminas.

5. La colmena no es almacén de panales vacíos. Todavía quedan apicultor@s que sucumben a la tentación de conservar panales para utilizarlos en el momento del flujo de néctar, pero la conservación de panales, especialmente en climas cálidos, tiene la gran limitante del ataque de las polillas, por lo que se pretende a veces que las abejas actúen como vigilantes que protejan la integridad de tan valioso material. Sin embargo, los panales vacíos significan crecimiento forzado, con un exceso de espacio que las abejas no pueden proteger adecuadamente y que a la vez ejerce un efecto perturbador en la regulación térmica de la colonia, con enfriamiento de la cría, propensión a enfermedades y un gasto energético insostenible, a partir del combustible MIEL.

6. ¿Cuál es el mejor apiario? Emplazado en lugar de abundante flora melífera, un apiario con abejas africanizadas es más manejable con 20-25 colmenas, además de lograrse un mejor aprovechamiento de la floración y mayor productividad con dos apiarios de 25 colmenas separados por una distancia de 3 km que uno solo de 50 colmenas. Con frecuencia se alude a los costos de transporte y la accesibilidad, pero si se diseñan rutas de trabajo eficientes, se pueden compensar los supuestos gastos, con una mayor productividad y por tanto, un balance económico positivo a favor de la primera variante. En otro sentido, el recomendado término SEMISOMBRA para proteger a las colmenas de la radiación solar excesiva encuentra los extremos de quienes prefieren ubicarlas a pleno sol y otros, a la sombra tupida de árboles frondosos. Sin embargo, un ejemplo ilustrativo puede verse en la semisombra que se facilita a los cafetales. Exceso de sombra equivale a exceso de humedad y condiciones para el desarrollo de enfermedades fungosas; la ausencia de sombra provoca un gasto energético superfluo (combustible miel), en los procesos de termorregulación, por el incrementado acarreo de agua y el aletear intenso de gran número de abejas.

7. La colmena es una fábrica y l@s apicultor@s son trabajador@s de la industria alimenticia. Se requiere: la higiene ambiental y de los elementos de colmena, el utillaje apícola, todos los procedimientos del trabajo y personal de l@s apicultor@s, desde el campo florido hasta el barril. La demanda nunca es excesiva, porque se trabaja con un alimento de consumo directo, que no es sometido normalmente a procesos de saneamiento, excepto el filtrado y decantación encaminados a reducir, sobre todo, algunos sólidos insolubles, pero nunca el polen acompañante, que es un componente normal e indicador del origen floral de la miel de abejas. Siendo la miel un producto natural, toda sustancia extraña que se le incorpore desde el campo o el proceso de cosecha, NO PODRÁ SER YA REMOVIDA por ningún medio en cualquiera de los siguientes eslabones de la cadena. Tod@s l@s trabajador@s del sector apícola deben ser estimad@s por l@s consumidor@s como una persona honesta, higiénica y con un alto sentido de su responsabilidad en la manipulación de este valioso alimento. Esa confianza también se requiere por parte de l@s importador@s externos y como diría un viejo campesino, “gana fama y acuéstate a dormir”, a lo que cabría añadir, sí, pero con un eficiente sistema de vigilancia y trazabilidad que permita rastrear el producto desde la colmena hasta la mesa de l@s consumidor@s.

El objetivo es dar una idea de cómo el bienestar de la colmena, a partir de las Buenas Práctica de Manejo, contribuye a que esos mecanismos funcionen más eficientemente.

Mecanismos colectivos de defensa propia de las abejas.

1. Conducta higiénica. También conocida como comportamiento higiénico o instinto de limpieza, es la habilidad que poseen las obreras para detectar, desopercular y remover de sus celdas a las crías enfermas, parasitadas o muertas, interrumpiendo la multiplicación, maduración o dispersión de enfermedades en la colmena. Esta actitud de las abejas confiere resistencia a enfermedades como las micosis, las loques y la varroosis, y posee una variabilidad entre colmenas y una heredabilidad que la convierten en una de las características más prometedoras en cualquier programa de mejoramiento y selección.

► Las abejas jóvenes resistentes eliminan todas las larvas enfermas en cualquier condición de cosecha, mientras las abejas que tienen más de cuatro semanas no expresan este carácter y eliminan las larvas solamente en presencia de cosecha abundante ► Una colmena higiénica es la que remueve el 80% o más de las crías muertas, en 24 horas, si el método empleado es el pinchado ► Este es el mecanismo de resistencia colectiva más universal y de más fácil evaluación

2. Conducta de acicalamiento: Conocida también como comportamiento de desparasitación. Las abejas pueden manifestar esta conducta de dos maneras diferentes: acicalamiento social, que se desarrolla sobre una compañera, la cual realiza una danza-temblor solicitando ayuda, y “auto acicalamiento” o comportamiento de autolimpieza para remover ellas mismas los parásitos sobre la superficie de su cuerpo, realizando un cepillado por su propia cabeza, tórax y abdomen, con la ayuda de sus primer y tercer pares de patas.

3. Baja atractividad de la cría. Este es un mecanismo cuya base no es conductual, sino química, y consiste en el hecho observado de que existen diferentes niveles de atracción que demuestra la cría de las abejas para los ácaros Varroa destructor. En sí, la cría de los zánganos resulta más atractiva para el ácaro que la cría de las obreras. Hay colmenas que indican una menor intensidad del estímulo para el ácaro de entrar aproximadamente 20 horas previas a la operculación (celdas en las cuales se desarrollan las obreras), sino entran a las celdas aproximadamente 40 horas previas de la operculación, las cuales son las celdas en que se desarrollan los zánganos. Por esta razón se utiliza el método de "trampa de zánganos" para captar gran cantidad de ácaros y eliminar los panales de zánganos junto con los ácaros de la colmena. Pero este método puede ser un arma de doble filo, aumentando la presencia de varroa, si no se realiza adecuadamente.

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Manejo integrado para el control de las enfermedades. I. Meta:

Lograr el equilibrio colmena – medio ambiente – agentes etiológicos, respetando los ecosistemas lo cual se expresa en una producción limpia y trazable para tener productos inocuos.

II. Estrategia:

1. Conocer y controlar la población de colmenas y la situación sanitaria en cada punto del proceso productivo. El Servicio Veterinario se apoya en el reordenamiento y modernización previo de la apicultura y el control de la estructura epidemiológica de las poblaciones por el sistema de vigilancia epidemiológica. Licencia veterinaria Registro de l@s apicultor@s Numeración de las colmenas Expediente epidemiológico del apiario Registro “Control de Apiario” Certificado veterinario de procedencia de la abeja reina, cera de abeja, colmenas y otros materiales  Normar la transhumancia  Certificado veterinario que asegura el origen de la producción, calidad sanitaria y destino  Identificación del envase      

2. Buenas prácticas de manejo. Deben garantizar las mejores condiciones de confort, alimentación e higiene en las colmenas, propiciando un microambiente lo mejor posible y el desarrollo armónico de la colonia.

 Cambio oportuno de la abeja reina utilizando animales obtenidos por selección genética, buscando líneas resistentes a las enfermedades y con hábitos higiénicos marcados, que favorezcan la eliminación de las crías enfermas o muertas  Renovación de la cámara de cría  Crecimiento de la colmena acorde con la población de abejas presente en la colonia

 Alimentación en cantidad, calidad y en el momento oportuno, incluyendo el agua de bebida  Mantener la higiene interior de la colonia y la del apiario  Desinfección  Evitar que se presenten condiciones estresantes para la familia, lo que invariablemente predispone a la colmena para que se desarrolle la enfermedad  Adecuar el número de colmenas al potencial melífero de la zona en explotación  Mantener una alimentación energética y proteica adecuada, en dependencia de la demanda de la colonia  Impedir el crecimiento vertical forzado, de manera que la colonia disponga sólo del espacio vital que es capaz de atender  Mantener la colonia con una población de individuos alta o lo que comúnmente se llama “colonia fuerte”  Renovar anualmente no menos de ocho panales de la cámara de cría  Desinfectar los materiales  Ubicar las colmenas en terrenos altos que no se aneguen, con suficiente soleado y al resguardo de fuertes corrientes de aire en las piqueras  Levantar la parte posterior del fondo de la colmena uno a tres centímetros con respecto a la piquera, de modo que no se acumule agua de lluvia en su interior  Colocar las colmenas sobre bases, con una altura respecto al suelo, no menor de 20 cm  Retirar del interior de la colmena el alimentador o la bolsa, una vez consumido el alimento  Aplicar alimentación individual, nunca colectiva  Manipular la colmena sólo en los casos que se requiera  Colocar, siempre que sea posible, los panales de cría en la misma posición en que se encontraban cuando se abrió la colonia  Mantener materiales desinfectados y en buen estado constructivo, para impedir piqueras adicionales. Las grietas en las tapas favorecen la entrada de agua de lluvia

3. Selección y mejoramiento genético. Tiene como base los centros especializados para la crianza de abejas reinas que transmitan elevados valores de conducta higiénica, e índices favorables de salud y productivos, todo ello enmarcado, de ser posible, en un programa nacional, departamental o municipal. Para ello, identificar cada colmena, lo que permitiría:

 Seleccionar las colmenas más productivas, y que mantengan las tasas más bajas de infestación por varroa (< 5%), y por tanto, también las más sanas  Eliminar las colmenas con recidivas de enfermedades bacterianas y/o micóticas  Controlar las labores de campo, entre ellas, la introducción de láminas de cera estampada

4. Aplicación de medidas biotécnicas y sanitarias para el control de la varroosis y de las enfermedades infectocontagiosas.

 El uso del panal trampa de zánganos  Mantener separadas las colmenas para impedir la deriva  Renovar la cámara de cría  La desinfección de la madera (cajas, marcos) se realiza preparando un barril de agua hirviendo con sosa cáustica al 1% (mucho cuidado con contacto en la piel o los ojos)  Medidas de buenas prácticas para impedir el pillaje  Sanear las colonias, eliminando los panales viejos o en mal estado  Controlar la enjambrazón.  Controlar el crecimiento de la colonia en correspondencia con la población  Toda acción de saneamiento, a partir de la prohibición del uso de antibióticos y otros medicamentos, excepto los varroicidas autorizados

5. Uso adecuado de medicamentos varroicidas. Debe ejecutarse bajo el control del Servicio Veterinario, priorizando los productos orgánicos y siguiendo las indicaciones del fabricante. La determinación de la pertinencia o no de la aplicación de un tratamiento ha sido un tema muy discutido. Se han estimadas infestaciones de más de 5% hasta 20% en diferentes zonas del pais, pero se tiene que garantizar la vigilancia activa de esta parasitosis y estudiar la productividad de las colmenas tratadas y las sin tratar. ¿Se realiza la vigilancia en los apiarios? La estrategia para aplicar un varroicida debe contemplar:

 Tratar los territorios “al barrer”, de modo que no queden colmenas sin tratar, las que, finalmente, se convierten en reservorios del parásito, reinfestando a las colmenas tratadas  Realizar los tratamientos por campañas y durante estas, utilizar un solo medicamento: químico u orgánico  Hay que rotar con diferentes tratamientos en campañas seguidas para evitar la resistencia del ácaro  Seguir rigurosamente las indicaciones del fabricante, cuidando no contaminar los productos de la colmena o el medio ambiente  Evaluar la tasa infestación del parásito antes y después del tratamiento  Seleccionar productos de impacto (químicos) o tampón (orgánicos), en correspondencia con las tasas de infestación  Hay que tomar en cuenta que la varroosis solamente se puede controlar no erradicar

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Guía para toma de muestras. Consideraciones generales.

Existe una gran diversidad de material apropiado para su examen microbiológico. Este puede proceder de abejas vivas, moribundas o muertas, pero también puede ser de panales de cría, miel y cera de abejas, láminas de cera estampada, etc. Durante la inspección de apiarios con menos de 50 colmenas para el diagnostico de enfermedades, se deberán muestrear 3 colmenas. En apiarios con más de 50 colmenas, se tomará como mínimo muestras del 10% de las mismas. Las colmenas a muestrear deben seleccionarse al azar, pudiendo sumarse muestras de colmenas que presenten alguna anormalidad, especificando siempre que no fue tomada al azar. Entre otras, algunas de las referidas anomalías podrían ser: • Elevada mortandad de abejas y cría • Baja producción de la colonia respecto a la media zonal • Abandono de la colmena por parte de las abejas • Rastros de diarrea • Abejas con dificultad para volar Durante la toma de muestras se inspeccionará visualmente, “in situ”, para determinar síntomas clínicos de alguna patología, en esas mismas colmenas.

Conservación de las muestras.

Existen numerosos métodos conservadores. Cada uno tiene sus propias ventajas y limitaciones, sin embargo, mediante una selección cuidadosa del más apropiado para el caso, no debe estropearse ninguna muestra. Por ejemplo se deberían guardar las muestras de abejas adultas en alcohol al 90% y los panales de cría en refrigeración.

La refrigeración es un conservador sumamente efectivo y es particularmente útil para muestras destinadas a exámenes bacteriológicos y estudios anatomo-patológicos. Para mayor seguridad debe utilizarse el hielo natural.

Se coloca la muestra en un refrigerador en un recipiente de vidrio para la muestra de abejas adultas y envuelto en papel periódico para la muestra de cría en panales. Se debería que evitar el uso de bolsas plásticas.

Toma de muestras. Modelo de Reseña.

En todos los casos de envío al laboratorio de muestras, independientemente del tipo de investigación que se desee, éstas se acompañaran por un modelo de reseña en el que se consignarán los siguientes datos: • Identificación del apiario y de la colmena • Localización geográfica (zona, finca, municipio, comarca) • Fecha de la toma de las muestras • Nombre del remitente y responsable (cargo que ocupa) • Tipo y cantidad de la muestra (panales, abejas, zánganos, larvas, miel, cera, etc.) • Sintomatología clínica observada • Diagnóstico presuntivo • Tipo y fecha de aplicación del último tratamiento • Observaciones

Cada muestra tiene que tener su propia reseña, para que sea bien identificada.

La toma de muestras para estudios microbiológicos (bacteriológicos, micológicos y virológicos) y parasitológicos tiene varias formas, que están en dependencia del tipo de la muestra y de la finalidad de la investigación. En continuación se presenta el método de la toma de muestras en abejas adultas y en panales de cría para determinar las diferentes enfermedades:

Muestra de abejas adultas:

Varroa. Para evaluar la prevalencia de varroa sobre abejas adultas (estado forético) idealmente deberá tomarse una muestra de 200 a 300 abejas tomándolas de 3 a 4 panales en la cámara de cría. Debe tenerse en cuenta que el ácaro presenta, al igual que muchos ectoparásitos, una distribución en forma agregada. Esto quiere decir que dentro de la colmena tendremos áreas con gran cantidad de ácaros y áreas libres de estos. Por lo que un grupo de abejas adultas tendrá un alto nivel de parasitismo y otro grupo niveles de infestación muy bajos. Para corregir esto, en el momento de recolección de la muestra se tomaran las abejas de tres cuadros diferentes que presenten cría y nodrizas, raspando hacia abajo con el frasco ambas caras de estos cuadros. De esta manera estaremos asegurando una muestra representativa.

Nosema. Proceder de la siguiente manera: 1. Al llegar al apiario seleccionar las colmenas a muestrear 2. Tapar las piqueras y cualquier otro acceso a la colmena 3. Esperar que se acumulen en la entrada las abejas pecoreadoras que retornan del campo 4. Recolectar unas 70 u 80 abejas por colmena. Puede utilizarse una escobilla, cepillo u otro elemento adecuado para tal fin, coloque las abejas dentro de un frasco de boca ancha, de plástico, con buen cierre y rotulado. 5. Las muestras son INDIVIDUALES, por colmena. Cada colmena debe estar identificada y corresponder al rótulo del frasco utilizado. No mezclar abejas de diferentes colmenas 6. El conservante elegido puede estar previamente en el frasco o agregarse una vez tomada la muestra 7. Para conservar las muestras se podrá usar alcohol etílico al 90%, manteniendo las muestras en buen estado por unas 3 semanas

Acarapis. Se debería tomar al azar una muestra de 150 abejas de la cámara de cría de la colonia sospechosa, ya que el diagnóstico en las abejas jóvenes es más fácil, porque sus esperáculos de la traquea todavía no se han endurecidos; incluso se toma muestras de abejas que se arrastran e incapaces de volar, que se encuentren dentro de un área de unos 3 metros del frente de la colmena. Las abejas pueden ser vivas, moribundas o muertas. Los ácaros se pueden observar bien en las abejas mayores por su edad y tamaño. Se pueden utilizar muestras de abejas reinas, zánganos u obreras, pero Acarapis prefiere los zánganos. Las vivas se matan primero con spray de éter; las abejas no deben llevar muertas más de 2–3 días a menos que se hayan mantenido a 4°C.

Muestra en panales de cría:

Varroa. Se debería cortar un pedazo de panal (larvas y pupas) de 10 x 10 cm, que contenga cría (preferiblemente de zángano) en todos los estados de desarrollo y a la vez asegurarse que esta sección lleve cría afectada (muerta, cambio de color, etc). Esta porción del panal se debe envolver en papel periódico seco, nunca debe envolverse en plástico, ya que en estos casos puede ocurrir el desarrollo de hongos normalmente presentes en forma de esporas. Una vez envuelto en periódico se coloca en un sobre de papel, los cuales se depositan finalmente en un termo sin dejar mojar el papel incluso la muestra. Si las muestras no se envían el mismo día, se deben guardar en refrigeración o mantenerlas en un cuarto fresco preferiblemente con aire acondicionado.

Loque americana y europea. Cuando se observan signos típicos de la enfermedad en el apiario, se recomienda enviar al laboratorio una porción del panal de cría de aproximadamente 20 cm2, que contenga el mayor número posible de crías muertas y descoloridas. Si es posible enviar un panal completo. En la muestra no debe haber miel. La muestra puede envolverse en papel, sin apretarla, y deben evitarse envoltorios tales como bolsas de plástico, papel de aluminio, papel parafinado, lata o cristal, dado que con dichos materiales las muestras se enmohecen, lo que casi imposibilita la realización de un diagnóstico preciso. Las muestras pueden enviarse en una caja de cartón grueso o de madera. Si no se puede enviar una parte del panal, la sonda utilizada para examinar el contenido de las celdas debe contener suficiente material para realizar cualquier prueba. Ésta también puede envolverse en papel o colocarse en un tubo apropiado. Sin embargo, sólo puede tenerse en cuenta una muestra de tamaño tan pequeño, cuando la persona que la toma es suficientemente experta o está bien entrenada para identificar las áreas enfermas en el panal.

Muestra de panal:

Envolver en un papel periódico seco Se coloca en un sobre de papel Guardar en refrigeración No utilizar bolsas plásticas

Remisión de muestras:

a) Proporcionar información adecuada en cuanto al historial, los síntomas, las lesiones post mortem, el medio ambiente y la pérdida económica. b) Recoger una muestra adecuada. c) Poner atención cuidadosa en el empleo de recipientes químicamente limpios y en el sellado, etiquetado y conservación apropiados de las muestras. d) Es necesario que las muestras extraídas se conserven en refrigeración. e) Es imprescindible que toda remisión de muestras al laboratorio se acompañe del modelo de reseña correspondiente.