Grupo Colina

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Grupo Colina El destacamento Colina tiene su partida de nacimiento como tal en 1991 su nombre deriva de un escuadrón de la muerte autodenominado “Comando de Liberación Nacional” (COLINA). El destacamento operó secretamente con la orden de efectuar seguimientos y capturas de supuestos terroristas, fue engendrado por el presidente de ese entonces Alberto Fujimori y su asesor Vladimiro Montesinos. Según informes de los miembros detenidos el grupo Colina estuvo formado por 32 hombres y 6 mujeres, entre oficiales y suboficiales y el Mayor Martin Rivas los reclutó e instruyó hasta consolidar su comando de aniquilamiento. El Grupo Colina fue un escuadrón de la muerte cuyos miembros operaron en el Perú en distintos destacamentos, sus orígenes reales se remontan a los años 80’, esa gente fue reciclada en la década de 1990 por Vladimiro Montesinos y Fujimori y están implicados en violaciones contra los derechos humanos. El grupo fue dirigido por el capitán del Ejército Santiago Martín Rivas. Según el informe de la Comisión de la Verdad y de la Reconciliación, las acciones del Grupo Colina más mediáticas fueron las siguientes: MATANZA DE BARRIOS ALTOS. El 3 de noviembre de 1991, el Grupo Colina ingresó a un solar ubicado en el jirón Huanta 840 en Lima y asesinó a catorce ciudadanos pobres confundiéndolos con terroristas. En este grupo de asesinados por el Grupo Colina está incluido un niño de ocho años, Javier Ríos Rojas. Fue un operativo dirigido a asesinar a senderistas que hacían una pollada en el solar, pero en el segundo piso. EL SANTA. Desaparición de campesinos de Santa en Chimbote. El 2 de mayo de 1992, el Grupo Colina, encabezado por Santiago Martín Rivas, secuestraron y desaparecieron a diez campesinos en el valle del Santa. La masacre habría sido instigada por intereses privados a través de Nicolás Hermoza Ríos. MASACRE DE LA CANTUTA. El 18 de julio de 1992, el Grupo Colina, encabezado por Rivas, asesinó a nueve estudiantes y un profesor de la Universidad la Cantuta.

La Primera Sala Penal Especial sentenció el 8 de abril del 2008 a cuatro ex militares por la matanza de nueve estudiantes y un profesor durante el gobierno del expresidente Alberto Fujimori. El general del Ejército en retiro, Julio Salazar Monroe, jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), fue condenado a 35 años de prisión por homicidio calificado y desaparición forzada de personas. La sala también sentenció a 15 años de cárcel, por los mismos delitos, a los exintegrantes del grupo militar Orlando Vera Navarrete, Fernando Lecca Esquén y José Alarcón Gonzáles. ASESINATO DE PEDRO HUILCA. El 18 de diciembre de 1992 el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Pedro Huillca Tecse fue asesinado por miembros del grupo homicida. MARIELA BARRETO. Asesinato de Mariella Barreto, quien fue pareja de Martín Rivas y fue asesinada por el grupo y después descuartizada. Muchas de sus víctimas antes de ser asesinadas eran torturadas en los calabozos del Pentagonito en donde además existía un crematorio a cargo de Jesús Sosa, alias Kerosene, quien se encargaba de quemar los cuerpos para desaparecer toda evidencia de su existencia en este mundo. Mayores detalles del sanguinario escuadrón de la muerte, al que hoy la Corte Suprema le ha rebajado la pena como si se tratase de delincuentes comunes, se puede encontrar en el libro “Muerte en el Pentagonito” de Ricardo Uceda.

Comando Rodrigo Franco El llamado Comando Rodrigo Franco, fue un paramilitar y escuadrón de la muerte que surgió y durante el gobierno de Alan García (1985-1990), un aparato para eliminar y amedrentar sospechosos de terrorismo en un contexto de agudización de la crisis del terrorismo en el Perú.

Comando funcionó como

Fue duramente cuestionado por sus amenazas, crímenes y ejecuciones extrajudiciales contra sospechosos de terrorismo. El informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación dado en el 2003, permite suponer que los casos del frustrado atentado contra el Diario Marka (diario pro-senderista), el asesinato del abogado Manuel Febres Flores (a la razón Defensor de Osman Morote) y el asesinato del líder sindical Saúl Cantoral Huamaní, entre otros, fueron llevados a cabo por integrantes del llamado Comando Rodrigo Franco; 1 quienes se presume estuvieron dirigidos por Agustín Mantilla, entonces ministro del Interior. El nombre del comando ha sido muy controvertido, pues Rodrigo Franco fue conocido miembro de Alianza Popular Revolucionaria Americana, considerado honorable, fue asesinado en 1987, y aunque en un inicio dicho crimen se creyó resultado de pugnas internas en dicho partido, posteriormente el grupo terrorista Sendero Luminoso reconoció su autoría sobre el hecho.

Sumilla: Las investigaciones efectuadas por la Comisión de la Verdad y Reconciliación permiten afirmar que el frustrado atentado contra el Diario Marka, el asesinato del abogado Manuel Febres Flores y el asesinato del líder sindical Saúl Cantoral Huamaní y Consuelo García, atribuidos a presuntos integrantes de una organización paramilitar, permiten suponer la existencia del autodenominado Rodrigo Franco, presuntamente dirigido por Agustín Mantilla, y que utilizó la infraestructura e información del Ministerio del Interior. Estuvo constituido principalmente, por estudiantes reclutados de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, liderados por Jesús Miguel Ríos Sáenz y contó con la participación de

algunos efectivos del GRUDE de la Dirección de Operaciones Especiales (DOES) y del Delta 5 de la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE) de la Policía.

Masacre de la Cantuta Hace 20 años el gobierno dictatorial de Alberto Fujimori se vio remecido por e l hallazgo de los restos de diez personas, nueve alumnos y un profesor de la Universidad Enrique Guzmán y Valle, “La Cantuta” . Los 10 habían desaparecidos de los pasillos de dicha casa de estudios un año antes, el 18 de julio del 1992. Ese día integrantes del grupo paramilitar Colina ingresaron a la fuerza a las residencias de la Cantuta y luego de obligar a todos los estudiantes a salir de sus habitaciones secuestraron a nueve de ellos. Bertilia Lozano Torres, Dora Oyague, Luis Ortiz, Armando Amaro Cóndor, Robert Teodoro Espinoza, Heráclides Pablo Meza, Felipe Flores, Marcelino Rosales y Juan Mariños fueron conducidos a un descampado. Junto a ellos estaba el profesor Hugo Muñoz Sánchez. Todos ellos eran acusados de estar conectados con el coche bomba que días atrás había dejado 25 muertos y 200 heridos en Tarata. Luego que sus familiares denunciaran la desaparición, pasó cerca de un año sin que se supiera nada de ellos. Hasta que el 8 de julio de 1993 en un descampado en Cieneguilla se encontraron los restos de los estudiantes y el profesor. Fue Julio Ariza pana Vicente, un reciclador, quien dio a conocer el lugar donde se encontraban los cadáveres y luego de publicarse en medios obligó a la fiscalía a ir al lugar donde se hallaron las cuatro fosas que contenían los restos. Luego de la pruebas de ADN se comprobó los restos pertenecían a los estudiantes y al profesor desaparecido. Sin embargo la confirmación llegó cuando el manojo de llaves encontrado en una de las fosas abrió la puerta de la casa de Armando Amaro Cóndor, ante el dolor de su madre, Raída Cóndor. Los autores de esto hecho fueron sentenciados a prisión en 1994 , sin embargo luego fueron amnistiados al año siguiente debido a que, según la ley dada por Fujimori, habían sido asesinados “dentro de la lucha antiterrorista “ . Albero Fujimori fue sentenciado a 25 años de prisión por este hecho, junto con el de Barrios y otros más. Fueron asesinados por el Grupo Colina por estar supuestamente conectados con los terroristas cosas que, años después, se comprobó no era cierto.

Barrios Altos Han pasado 24 años desde este fatal atentado contra los derechos humanos cometido durante el gobierno fujimorista. El 3 de noviembre de 1991, en la cuadra 8 del jirón Huanta -Barrios Altos, el Grupo Colina asesinó a 16 personas que compartían una pollada; un hecho que quedaría grabado como un símbolo de las violaciones de derechos humanos cometidos durante el gobierno de Alberto Fujimori. A 24 años de este fatal suceso, LaRepublica.pe hace un recuento de hechos que marcaron aquella fatal noche. Cerca de 20 personas, entre invitados y vecinos, se encontraban compartiendo una pollada pro fondos para mejorar las tuberías de desagüe; organizada por Filomeno León León y Manuel Ríos Pérez quienes también vivían en la quinta. Fue así como a las 10:30 de la noche, dos camionetas llegaron a la puerta de la quinta. De ellas bajaron ocho hombres armados quienes inmediatamente irrumpieron en la pollada. "Estaban con pasamontañas y hablaban palabras groseras fuertes", recuerda Tomás Ortega, sobreviviente de aquella matanza, en un reportaje de Canal N. La matanza sucedió a pocos metros se encontraba la comisaría de San Andrés y la entonces Inteligencia de la Policía General. “El escuadrón de la muerte" usó metralletas militares con silenciadores. Fue así que tras una serie de disparos acabaron con la vida de 16 personas entre las que se encontraba un niño de ocho años y cinco heridos graves. Hasta 152 casquillos de proyectiles fueron hallados en el lugar. Vladimiro y Fujimori presos:

Rescate de la embajada de Japón chavín de huantar La Operación Chavín de Huántar fue una operación militar del gobierno del Perú presidida por el entonces presidente Alberto Fujimori para rescatar rehenes de manos de miembros del MRTA durante la Crisis de la Residencia del Embajador del Japón en el Perú en el año 1997. Ha sido calificada como la mejor operación militar de rescate de rehenes de la historia, sin embargo ha recibido críticas por la supuesta ejecución extrajudicial de algunos de los terroristas. La toma de la residencia del embajador japonés: Artículo principal: Toma de la residencia del embajador japonés en Lima A las 8:19 de la noche del 17 de diciembre de 1996, 14 miembros del grupo terrorista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru tomaron la residencia del embajador del Japón en el Perú, cuando se celebraba el natalicio del Emperador de Japón Akihito evento al que asistían 500 invitados entre empresarios, diplomáticos, religiosos, militares y políticos. Los 14 terroristas ingresaron por la propiedad colindante que se encontraba vacía, dinamitaron la pared limítrofe, avanzaron al terreno de la residencia, los asistentes en los jardines entraron en pánico y se refugiaron dentro de la residencia, los terroristas ingresaron armados y les comunicaron que eran rehenes. Los terroristas fueron liberando rehenes (mujeres, ancianos y empleados del evento) a petición del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que no tenían "peso político". No obstante liberaron a Javier Diez Canseco (militante de partidos de izquierda) y a Alejandro Toledo, futuro presidente del Perú (20012006). Dentro del grupo de rehenes liberado por su condición de mujeres y/o ancianos, liberaron a la madre del presidente Alberto Fujimori, y a razón del tipo de evento, esto ha de haber sido un error del grupo terrorista. Después de haber liberado a los ciudadanos comunes y haber seleccionado a los de mayor "valor" para su operación, el grupo de rehenes se redujo a 72 hombres. A cambio de su liberación, pedían que se pusieran en libertad a 400 miembros del MRTA que se encontraban encarcelados por delitos de terrorismo. Famosos secuestrados: El Canciller Francisco Tudela, el titular de Agricultura Rodolfo Muñante, varios congresistas, miembros de la Corte Suprema y- sobre todo- diplomáticos extranjeros, empezando por el embajador japonés Aoki y sus colegas de Alemania, Canadá, Bolivia, Venezuela, Argentina, Brasil, Uruguay, Cuba y otros, amén del director de AID, el jefe de la DEA y otros funcionarios importantes. También había policías, entre ellos los generales Máximo Rivera, director de la Dincote y Carlos Domínguez ex director de ese organismo, el coronel Marco Miyashiro, adscrito a la Sunat y José Matayoshi director de Migraciones.

Foco de atención del mundo entero: Durante el tiempo que duró la crisis, el Perú fue el centro de la atención del mundo entero. Periodistas de todo el planeta acamparon en las afueras de la residencia durante 4 meses. Algunos corresponsales internacionales arrendaron departamentos en edificios aledaños, para emitir sus despachos. Decisión del gobierno: Durante la crisis, que se prolongó hasta abril del año 1997, el gobierno no podía arriesgarse a efectuar un movimiento militar que pudiera poner en riesgo la vida de los secuestrados por las presiones nacionales e internacionales. Durante los 126 días que duró la toma de la Residencia, el gobierno mostró una apertura para negociar. El entonces Ministro de Educación, Domingo Palermo Cabrejos fue nombrado negociador durante la crisis y actuó en busca de una salida pacífica, visitando a los rehenes y negociando con su líder Néstor Cerpa Cartolini. El entonces arzobispo de Ayacucho Juan Luis Cipriani Thorne (y miembro del Opus Dei) fue parte de la comisión negociadora y administraba los sacramentos a terroristas y rehenes. Operación "Chavín de Huántar: Réplica de la residencia del Embajador de Japón en Lima, construida por el gobierno peruano para el entrenamiento de las fuerzas especiales que la recuperaron. El gobierno peruano mantenía una negociación con la banda terrorista al mismo tiempo que entrenaba a una fuerza de operaciones especiales conformada por elementos del Ejército y de la Unidad Especial de Combate(UEC) de la Fuerza de Infantería de Marina de la Marina de Guerra del Perú, (IMAP) la misma que debería estar lista para intervenir en caso se tuviera que optar por una solución militar. El entrenamiento de esta unidad se produjo en una réplica de la residencia construida en las instalaciones de la Escuela Militar de Chorrillos a la cual se accedía mediante túneles subterráneos, tal y como se había previsto ocurriría en el escenario real. De hecho, para dicho efecto el gobierno peruano ya había reclutado en secreto un importante número de mineros a quienes puso a construir estos laberintos con múltiples salidas al interior de la residencia. Durante la planificación de la operación se comentó que los túneles tenían una similitud a los templos de una ancestral cultura peruana pre inca conocida como Chavín de Huantar, los cuales fueron realizados bajo tierra y estaban compuestos de diferentes accesos y pasillos subterráneos. Durante las mañanas el ejército propalaba marchas militares con megáfonos en los alrededores de la casa. Los medios de comunicación especularon que era una maniobra para bajar la moral de los terroristas. El estruendo de las marchas militares alteró los nervios de quienes permanecían en la Residencia de la

Embajada del Japón; sin embargo, el verdadero motivo de estas maniobras era evacuar la tierra extraída durante la noche por medio de camiones que salían de una casa ubicada en la calle posterior de la residencia. Réplica de la residencia actualmente convertida en Monumento a los Héroes de la Operación Chavín de Huáncar. El 22 de abril de 1997, después de varios fracasos en la negociación y ante la perspectiva de que por este motivo los secuestradores empiecen a negar la atención médica a los rehenes, el Gobierno toma la decisión de enviar al Comando Chavín de Huantar. Tras comprobar que los terroristas estaban distraídos por medio de cámaras de video introducidas de forma secreta desde los túneles y micrófonos introducidos por personal militar de sanidad por medio de los cuales se comunicaban algunos rehenes de rango militar, se decide iniciar la operación. A las 15:23 una fuerte explosión dio inicio a la operación, con la voladura del piso del salón principal, en donde un grupo de terroristas jugaba fustal. 148 comandos irrumpieron por ese y otros accesos disparando sus ametralladoras. Todos los terroristas fueron abatidos. Uno de los rehenes, el magistrado Carlos Giusti, fue herido en una pierna, lo que le causó una violenta hemorragia que le provocó la muerte; fue el único rehén muerto en la acción. Dos comandos también murieron, uno de ellos, según algunos testimonios, protegió al Canciller Tudela mientras este escapaba por la azotea.