Gimate Welsh Adrian Introduccion A La Linguistica

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Bibliografía Gimate-Welsh, Adrián S. Introducción a la lingüística (modelos y reflexiones actuales). Lengua y estudios literarios del FONDO DE CULTUR ECONÓMICA (Universidad Autónoma de Puebla). Segunda edición. México 1994 ESBOZO HISTÓRICO Características del lenguaje humano Edgard Sapir, en su obra ya clásica, El lenguaje (1978)1, define al lenguaje como “el medio de comunicación por excelencia de toda sociedad conocida”, y Jakobson lo concibe como “el vehículo de la vida mental y de la comunicación” (1976:83)2. El lenguaje “es un don del hombre. Ningún animal lo posee y no tenemos conocimiento en e psado o en la actualidad de sociedades humanas tan simples o primitivas que no hayan desarrollado un lenguaje elaborado y complejo”. (Diamond, 1974:11)3. Desde otra perspectiva, Marx y Engels plantean que el lenguaje humano fue creado a raíz de la necesidad de comunicación. “Los hombres en formación tenían algo que decidirse. La necesidad creó el órgano; la tosca laringe del mono se transformó lentamente, y los órganos de la boca aprendieron gradualmente a pronunciar una letra articulada tras otra” (Marx y Engels, 1973: 25-26)4. El lenguaje es fuerza creadora El papel del lenguaje dentro del proceso de conocimiento es una problemática fuertemente vinculada con la filosofía, en particular con la filosofía del lenguaje. Esta temática, en opinión de Adam Schaff 5, ha sido abordada en el siglo XX desde tres perspectivas: a) la filosofía de las formas simbólicas; b) la filosofía del convencionalismo; c) la filosofía del neopositivismo, corrientes de pensamiento que tienen en común la idea de que el lenguaje crea la imagen de la realidad (21 - 22). Para Sapir el lenguaje es creador de la cultura, es el organizador de la experiencia, configura el mundo y la realidad social de la comunidad. El lenguaje figurado incide sobre la forma en que la sociedad percibe la realidad (Sapir, 1958: 162-166). Sapir acepta, sin embargo, la influencia del ambiente sobre la formación del lenguaje, aunque más tarde sostenga que los hombres no sólo viven en un mundo objetivo, sino también en el mundo del lenguaje (23).

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Salir, Edgard. El lenguaje. FCE. México 1978 Jakobson, Roman. Lingüística y poética, en ensayos de lingüística general, SEIX BARRAL, Barcelona. 1975 3 Diamond. A. S. Historia y orígenes del lenguaje, ALIANZA EDITORIAL. Madrid 1974 4 Marx, Carl y Engels, Friedrich. Escritos sobre el lenguaje. RODOLFO ALONSO EDITOR. Buenos Aires 1973 (Col. Palabras, Cuadernos de semiología). 5 “El conocimiento es una construcción del espíritu cognoscitivo… y lo que nos es dado en el conocimiento no depende en última instancia del objeto sino también de la naturaleza del sujeto; que el conocimiento no reproduce un modelo que ya venga dado en el objeto, sino que éste está contenido en el hecho originario que créale modelo. Por tanto, nunca es una mera copia. Es una expresión de una fuerza creadora original” (Schaff, 1967:72). 2

El lenguaje humano es sonido, es lineal, es sistemático, es un sistema de sistemas, es arbitrario, es convencional y es un sistema de contrastes (24 - 27). FERDINAND DE SAUSSURE (1857 - 1913) Fue influenciado por los neogramáticos, que buscaban renovar los métodos de la gramática comparada, y fue la inspiración del estructuralismo comenzado por LevyStrauss. Conclusiones del curso de lingüística general 1. La lengua es un instrumento de comunicación. 2. Hay una arbitrariedad lingüística, el pensamiento, que precede a la lengua, no tiene un fundamento anterior, es espontánea y se usa para comunicar. 3. niega que los cambios lingüísticos puedan alterar la organización de la lengua. 4. El lenguaje debe estar ordenado, estructurado. 5. El elemento lingüístico es el signo (asociación de una imagen acústica y un concepto), sirve para designar una realidad y su poder significativo está condicionado por las relaciones que lo unen a otros signos. Al habla, que se despliega indefinidamente en el tiempo, le corresponde un sistema lingüístico anterior que es el único que hace posible la comunicación (32). El objeto de la lingüística Por ser el lenguaje humano el instrumento con el que el hombre modela su pensamiento, “expresa sus sentimientos y estado de ánimo” (Hjelmslev, 1974:13) 6, es una fuente inagotable para los estudios de lo que se denomina lingüística externa. Es por tanto producto del hombre, “la lengua es un fenómeno social parcial; es patrimonio de los hombres, es un medio de interacción social, es una manifestación de la cultura y a la vez producto de la cultura; es una manifestación e instrumento ideológico; es un producto social y a la vez oprime al hombre; es una manifestación del pensamiento de individuo y a la vez del grupo social” (Gimate-Welsh, 1980:55)7. El lenguaje es conciencia individual y colectiva (34). Considerando el lenguaje en los términos antes mencionados, éste deviene no un fin en sí mismo sino un medio de conocimiento de un objeto que está fuera del lenguaje (35). El sonido no existe por sí mismo sino que es el instrumento del pensamiento; el sonido es el que vehiculiza al pensamiento. El signo forma una unidad fisiológica y mental. Pero el fenómeno lingüístico tiene un lado social y un lado individual y no se puede concebir al uno sin el otro (35). Para De Saussure, el estudio del acto comunicativo nos ayuda a precisar lo que corresponde a la lengua del conjunto del lenguaje. El examen del acto o circuito del habla nos indica que existe una parte interna y una externa, una psíquica y una no psíquica, una parte activa y otra pasiva. En el circuito hay un emisor que indica el 6 7

Hjelmslev, Louis. Nuevos ensayos de lingüística general. Siglo XXI, México 1976 Gimate-Welsh, Adrián. Lenguaje y sociedad. UAP. México 1980

proceso cuando el concepto desencadena en el cerebro una imagen acústica (fase psicológica) que da origen al omento fisiológico y éste a su vez al físico. Este proceso, en su parte activa e interna y psicológica, implica que existe en el individuo una facultad de asociación indispensable en la organización de la lengua como sistema (36). Pero para reconocer la importancia de esto último hay que ir más allá del acto individual de la comunicación y ubicarse en el terreno de lo social. La totalidad o sistema no es la parte ejecutiva del hablante, ni la física, sino una especie de norma que todos los hablantes reproducen, esto es, reproducen los mismos signos ligados a los mismos conceptos, o sea realizan una función semiótica, en los términos de Hjelmslev8. La lengua o totalidad es por tanto un sistema de signos (37). La dicotomía lengua y habla La primera definida como la parte esencial y homogénea del lenguaje y la segunda entendida como lo contingente, lo individual y voluntario. “La lengua es necesaria para que el habla sea inteligible”, dice De Saussure, pero “el habla es necesaria para que la lengua se establezca”. Históricamente el habla precede a la lengua (37). Como dice el fundador de la glosemática, estudiar los aspectos físicos, fisiológicos, psicológicos, lógicos, sociológicos e históricos, “es concebir el lenguaje como un conglomerado de fenómenos no lingüísticos…” (Hjelmslev, 1974:15). El signo lingüístico une no una cosa y un nombre, sino un concepto y una imagen acústica. El signo lingüístico es una entidad psíquica de dos caras, íntimamente unidas, a saber: concepto e imagen acústica (39). La imagen acústica no es el fonema, sino la huella psíquica. De Saussure propone definir el signo como la unión de un significante y un significado con dos propiedades fundamentales: el carácter arbitrario y la naturaleza lineal (39). Principio de la arbitrariedad Puesto que el conjunto del signo es el resultado de la asociación de un significante y un significado, se dice que el signo lingüístico es arbitrario (principio de arbitrariedad 40). Casos de onomatopeyas auténticas, como glu glu, tic tac, que son esporádicas, además exhiben cierta arbitrariedad, ya que no son más que una imitación aproximada y convencional de ciertos ruidos (principio de arbitrariedad 40). Principio de la linealidad El signo /sal/ contiene las mismas unidades que el signo /las/. El valor de un signo resulta de la posición y relación que tenga con otros signos en el decurso o enunciado. Así, no es lo mismo “el gato se comió al ratón” que “el ratón se comió al gato” (principio de linealidad 41). 8

Hjelmslev, Louis. Nuevos ensayos de lingüística general. Siglo XXI, México 1976

El carácter mutable e inmutable del signo El signo lingüístico, sin embargo, como cualquier otro producto del hombre, sufre alteraciones con el transcurrir del tiempo. Esas modificaciones conducen a un desplazamiento de la relación entre el significado y el significante, es decir, el cambio afecta a la totalidad del signo. (el carácter mutable e inmutable del signo 42-43). El valor del signo lingüístico El pensamiento no se puede aislar el sonido ni el sonido del pensamiento. Su combinación produce una forma, no una sustancia. (valor del signo lingüístico 44) El aspecto conceptual del signo Así pues, una moneda puede cambiarse por una cosa diferente o por otra moneda con valor similar. De igual modo, una palabra puede cambiarse por algo diferente: una idea, o puede compararse con algo similar: otra palabra (el aspecto conceptual del signo 45). Reflexiones de Voloshinov La teoría lingüística de De Saussure tiene sus raíces en el racionalismo cartesiano que se interesa por la universalidad y la lógica interna del sistema de signos en sí mismo, pasando por alto las relaciones que tiene el signo con el individuo que la produce y su relación con la realidad que denota. Un acercamiento tal hace prevalecer el punto de vista del receptor y minimiza el del productor. En consecuencia se elude el problema de la producción verbal del pensamiento y de la psiquis subjetiva9. Desde esta perspectiva de Voloshinov, la lengua no funciona como un “sistema de formas normativas idénticas”, lo cual sería una abstracción. El sistema de lenguaje es un producto sobre la reflexión de la lengua. Esto implica que entre el hablante y su enunciado hay una relación de determinación. Es un proceso dialogal de intercambio de significaciones, es la actualización de dos procesos: un proceso ideológico que implica un proceso semiótico que funciona como mediador de la relación entre conciencia y realidad social, como una entidad mediatizadota entre el sujeto y el mundo (Gimate Welsh, 1986:147). La palabra es un acto de dos caras. Está tan determinada por quien la emite como aquel para quien está emitida. Es el producto de la relación recíproca entre el hablante y el oyente. Cada palabra expresa el uno en relación con el otro (Voloshinov, 1976:105). Cuestionamiento en torno a la perspectiva estructural Saussure no percibe realidades escondidas en o hechos del habla (57). Cuestionamiento en torno a la dicotomía lengua y habla

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Voloshinov, Valentín N. El signo ideológico y la filosofía del lenguaje. Nueva visión, Buenos Aires, Argentina. 1976. p.76

Para Walter von Wartburg “el habla es una actividad individual (energeia), es el aprovechamiento y uso individuales del sistema; la lengua es social, sistema expresivo total, que reside en la totalidad de los individuos (ergon), un bien espiritual de una comunidad lingüística”10. De Saussure maneja tres acepciones de lengua: a) Como acervo lingüístico: conjunto de hábitos lingüísticos que permiten al sujeto comprender y hacerse comprender (De Saussure p. 59). b) Institución social: producto que no existe más que en la masa (p. 57). c) Como sistema funcional: sistema de signos distintos que corresponden a las ideas distintas, esencial es la unión del sentido con la imagen acústica (203). Interdependencia entre la lengua y el habla (64). De Saussure define a la lengua como l parte social del lenguaje en la que “lo esencial es lo interno, frente a lo externo que lo relaciona con lo accidental”. Coseriu reconoce que se puede llegar a un grado mayor de abstracción si se toma en cuanta la sustancia del lenguaje. A este nivel de abstracción, que de acuerdo con Hjelmslev, lo llama esquema (65). LOS FUNDADORES DE LA LINGÜÍSTICA ESTRUCTURAL ESTODOUNIDENSE Introducción La escuela mentalista representada por Edgard Sapir y el mecanicismo de Leonard Bloomfield aunque tienen puntos en común, se oponen epistemológicamente. El estructuralismo bloomfieldiano ejerce un dominio importante en la lingüística estadounidense hasta la década de 1950, específicamente hasta 1957, año en que aparece el libro Estructuras sintácticas de Noam Chomsky. El mentalismo lingüístico apunta del “relativismo lingüístico” a la relación del lenguaje con la cultura y el pensamiento desde Benjamín Lee Whorf hasta Wilhem von Humboldt (66). No obstante las diferencias, son estructuralistas que se preocupan fundamentalmente por llevar a cabo estudios descriptivos sincrónicos. Franz Boas Boas hace hincapié en que a partir de un número limitado de sonidos se producen un número ilimitado de entidades: (Boas, 1911) propone tres niveles de análisis: a) fonético, b) semántico o de las categorías del significado, y c) sintáctico. Cada lengua tiene su propio sistema gramatical. Por lo tanto, no se debe imponer la forma de una lengua en otra. Demuestra que la manera de distinguir las diferencias léxicas y gramaticales en las lenguas occidentales es acudiendo a la distinción entre las raíces y 10

Wartburg, Walter von. La fragmentación lingüística de la Romania, GREDOS. Madrid, España. 1971.

los afijos. Esta situación es diferente en las lenguas indígenas. En éstas el número de raíces y afijos es aproximadamente igual. Al igual que De Saussure, Boas señala que la insuficiencia de la gramática tradicional se centra en no poder distinguir entre el valor lingüístico, el contenido y el significado (69). Las lenguas no son comparables. Una actitud intermedia, sin embargo, aun inscribiéndose en los planteamientos de Humboldt (1836), basado en la idea de que las lenguas son únicas en estructura, es de que existen estructuras de carácter general que permiten la traducibilidad de las experiencias y los conocimientos de una lengua u otra (cf. Infra el siguiente apartado, y también las pp. 114-123). EDWARD SAPIR Introducción Nació en Alemania (1884-1939) y emigró a Estados Unidos a los 5 años de edad. Definición del lenguaje El proceso de adquisición del lenguaje es muy distinto del proceso de aprendizaje de otras funciones humanas. Para Salir, el caminar es una función biológica del hombre. No así el lenguaje; el desarrollo de esta habilidad está vinculado a la sociedad en la que se desarrolla. “El habla es una actividad humana que varía sin límites precisos en los distintos grupos sociales, porque es una herencia puramente histórica del grupo, producto de un hábito social mantenido durante largo tiempo. Varía del mismo modo que varía todo esfuerzo creador, quizá no de manera tan consciente, pero en todo caso de modo tan verdadero como las religiones, las creencias, las costumbres y las artes de los diferentes pueblos” (p. 10)11. “El lenguaje es un método exclusivamente humano, y no instintivo, de comunicar ideas, emociones y deseos por medio de un sistema de símbolos producidos de manera deliberada. Estos símbolos son ante todo auditivos, y son producidos por los llamados “órganos del habla”” (p. 14). Sapir incorpora en la definición del lenguaje la noción de intencionalidad (véase al respecto el libro de G.E.M. Anscombe, Intensión, Paidós, Universidad Autónoma de Barcelona, 1991). Respiración, dientes, nariz… son sólo funciones primarias. Su empleo en a producción de los símbolos sonoros es una función secundaria que resulta del aprendizaje. Para que los símbolos constituyan un lenguaje es necesario que se asocien con elementos de la experiencia humana antes de que adquieran un significado lingüístico (72). “Lo único constante que hay en el lenguaje es su forma externa; su significado interior, su valor o intensidad psíquicos varían en gran medida de acuerdo con la atención o con el interés selectivo del espíritu…” (p. 21). Esto quiere decir que si bien pensamiento y 11

Salir, Edgard. El lenguaje. FCE. 7 reimpresión. Traducción de Antonio Alatorre y Margit Frenk México 1978 (Breviarios núm 96).

lenguaje se encuentran íntimamente ligados, no deben considerarse como codeterminados o coexistentes; “a lo sumo, el lenguaje puede ser sólo la faceta exterior del pensamiento en el nivel más elevado, más generalizado, de la expresión simbólica… es, por su origen, una función prerracional” (p. 22), pero agrega que es ilusorio creer que se puede pensar y razonar sin lenguaje. El pensamiento podrá ser un dominio natural separado del dominio artificial del habla, pero en todo caso el habla viene a ser el único camino conocido para llegar hasta el pensamiento (p. 23). Para Salir el lenguaje, en su faceta interior, es el molde del pensamiento (73-74). El lenguaje: sus elementos, sus sonidos, sus tipos y sus formas gramaticales Como De Saussure, Edward Sapir define la inmanencia de los estudios lingüísticos y, a diferencia de algunos lingüistas de la época contemporánea, considera que el estudio del significado debe formar parte del análisis, ya que el propósito central del lenguaje es su función significante en el proceso de comunicación (75). Los sonidos del lenguaje La simple armazón fonética del habla no constituye el hecho interior del lenguaje (p. 52). BENAJMÍN LEE WHORF Introducción Benjamín Lee Whorf (1897 - 1941) nació en el estado de Massachussets (Estados Unidos). Entró en el círculo más seleccionado de los discípulos de Sapir. ”Language, mind and reality” (1939): “En tanto el análisis de la realidad es una cuestión del lenguaje y la relatividad de tales análisis sólo puede apreciarse a través de estudios que demuestren el inmenso rango de posibles diversidades en las expresiones lingüísticas, se verá que hay aquí una conexión con los intentos de la ciencia para comprender el universo y al hombre” (Traducción del autor) (p. 85). El libro Lenguaje, pensamiento y realidad, en memoria de Whorf, es una selección de sus escritos. En él están planteadas las tesis básicas del relativismo lingüístico, que postulan que la estructura del lenguaje humano influye en la manera en que el hombre entiende la realidad, planteamiento que se refuerza en Whorf al entrar en contacto con Sapir (86). Ideas de Lenguaje, pensamiento y realidad: 1) Los niveles más elevados del pensamiento dependen directamente del lenguaje. 2) La estructura del lenguaje que uno normalmente utiliza influye de manera en que uno entiende su medio. Consecuentemente, la imagen del universo varía de lengua a lengua.

El modelo indio del universo La metafísica hopi, igualmente, tiene dos formas cósmicas; objetiva y subjetiva. La objetiva abarca todo lo que es o ha sido accesible a los sentidos: el universo físico histórico, sin distinción entre presente y pasado, y que excluye además lo que denominamos futuro; la subjetiva incluye todo lo referente al futuro, pero además aquello que existe en la mente y en el corazón del hombre, de los animales, en las plantas y en las cosas. El dominio de lo subjetivo incluye en esencia la mentalidad, la intelección lo emocional; es un estado dinámico que se expresa en un proceso de “eventualización”, de “manifestación” o “llegar a”; es un concepto cinemático que incluye aspectos de lo que es nuestro presente: aquello que manifiesta el inicio, como irse a dormir, pero que todavía no se encuentra en una fase de ejecución completa (8889). (lo objetivo presente y asado, lo subjetivo futuro). El pensamiento de comunidades primitivas Kart Jung distingue cuatro funciones psíquicas básicas del pensar: intuición, sentimiento, pensamiento y sensación. Para Whorf, el pensamiento contiene un amplio elemento lingüístico; es la base del lenguaje (cf. supra pp. 67-69); a diferencia de la percepción que se ocupa de valores de la percepción pero dentro del campo del lenguaje. Éstas son las funciones racionales. La sensación y la intuición son irracionales, no lingüísticas (90). La relación del pensamiento y el comportamiento habitual con el lenguaje Los seres humanos no viven solos en el mundo objetivo, ni tampoco están solos en el mundo de la actividad social. Dependen mucho de la lengua particular que se ha convertido en el medio de expresión de su sociedad. Es una ilusión pensar que uno se ajusta a realidad sin la utilización del lenguaje y que el lenguaje no es más que un medio incidental de solucionar problemas específicos de comunicación o reflexión. La realidad es que el “mundo” está amplia e inconscientemente conformado según los hábitos lingüísticos de un grupo determinado… Vemos, escuchamos y obtenemos experiencia como lo hacemos, principalmente porque los hábitos lingüísticos de nuestra comunidad nos predisponen hacia ciertas clases de interpretación (92). El nombre en SAE y el hopi Los nombres que indican cosas físicas en las lenguas occidentales son de dos clases: individuales (un árbol, un hombre, etc.) y masivos (leche, agua, carne, etc.). Estado actual de las tesis relativistas Las tesis de Whorf fueron difundidas en el continente europeo por Wilhelm von Humboldt. La idea central es el papel activo de la lengua en la formación de la concepción del mundo, esto es, el papel del lenguaje en el desarrollo del sistema de pensamiento y que más tarde ejercería gran influencia en Humboldt y en muchos otros pensadores de la filosofía del lenguaje y en lingüistas de ambos continentes. Tales tesis se sintetizan en una sola frase: “no pensamos sólo en un lenguaje sino a través de ese lenguaje” (96).

El relativismo lingüístico humboldtiano Von Humboldt relaciona la aparición del lenguaje con una necesidad de la naturaleza humana: “The production of language is an inner need of mankind, not merely an external vehicle for the maintenance of communication, but an indispensable one which lies in human nature” (cita tomada de Langham Brown, 1967: 37.) “La producción del lenguaje es una necesidad interna del hombre, no sólo un vehículo externo para la conservación de la comunicación, sino una necesidad indispensable que subyace en la naturaleza del hombre” (traducción del autor). Rechaza por tanto, la idea de que el lenguaje surge de la reacción de las facultades del hombre, aunque sí admite que surgen de la colectividad social, pero también acepta que el origen del lenguaje está íntimamente ligado a la naturaleza del hombre. Sus tesis están ligadas al sensismo de Condillac y Locke, pues sugiere que el lenguaje es la expresión del pensamiento y de las sensaciones. Así pues, de la postura de que el lenguaje es de algún modo la naturaleza involuntaria, ligado a la vida afectiva del hombre (tesis que se identifica con la de Rousseau), Humboldt transita hacia la idea de que el lenguaje tiene vida propia. Sus ideas, sin embargo, deben inscribirse en el contexto de dos concepciones opuestas entre sí: a) las teorías de la expresión (Condillac y Rousseau), que hicieron hincapié en el poder innato del genio individual, y b) la teoría del origen social colectivo (Locke y Fitche) (97). Con respecto a la relación entre lenguaje y pensamiento, se han postulado tres tipos de relación: en uno, el pensamiento precede al lenguaje; en otro, el pensamiento y el lenguaje están correlacionados en el tiempo y la única diferencia entre ambos está en que el lenguaje e la manifestación de un proceso interno que lo acompaña en todos sus puntos; en el tercer caso, cualquier forma de pensamiento depende del lenguaje. Von Humboldt, de tendencia romántica, se inscribe dentro de la tercera concepción y esto polemiza con los pensadores de la Ilustración, quienes sostienen que el pensar y el hablar son dos actividades distintas (Langham, 1967:59). Language and thought are not two processes but one: that language (or other forms of expressive symbolism – religious workship, social habits and so on) combéis directly the inner most soul of individuals and societies, that we do not first from (or receive) “ideas” and then clothe them in words, but that to think is to use symbols – images or language12 (“espíritu humano piensa con palabras” Langham, 1967:63). Von Humboldt lleva una línea de pensamiento deductivo, para él el lenguaje surge de la realidad objetiva del musno exterior, del espíritu subjetivo de una nación y del carácter innato del lenguaje en sí mismo (102). Todo hablante es prisionero del universo construido por su propia lengua. Rossi-Landi cuestiona que el proceso mental sea acompañado por el lenguaje. Reconoce, en cambio, que las tesis relativistas son positivas en el sentido de que eliminan la suplantación de una tradición cultural por otra, como ha sucedido en siglos

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Lenguaje y pensamiento no son dos procesos, sino uno: que el lenguaje (u otras formas de expresión simbólica – prácticas religiosas, hábitos sociales, etc…-) transmita de manera directa lo más profundo del alma de los individuos o a las sociedades; que no formemos primero (o recibamos) “ideas” y después las vistamos en palabras, sino que pensar es emplear símbolos – imágenes o lenguaje (traducción del autor).

pasados, como ha ocurrido en distintos momentos de la historia pues con ellas se reivindican las lenguas naturales como modelos lingüísticos originarios (104). LEONARD BLOOMFIELD Introducción Sapir, al igual que De Saussure, define la inmanencia de los estudios lingüísticos, pero además destaca la necesidad del estudio del significado y su relación con las estructuras del lenguaje, ya que el propósito central del lenguaje es su función significante en el proceso de la comunicación (cf. supra, pp. 90-101). Leonard Bloomfield reconoce dos corrientes de pensamiento psicológico en sus reflexiones del lenguaje (1969) (103). El lenguaje Estudio del significado, al que Bloomfield define como la “situación en la que el hablante emite una forma lingüística y la respuesta de ésta causa en el oyente” (capítulo 9 p. 139). Ambas, la situación del emisor y la respuesta del receptor, se encuentra en una relación coordinada íntimamente (107). En el capítulo titulado “El estudio del lenguaje” (pp. 3-20), Bloomfield sólo en el último siglo se ha llevado a cabo un estudio científico del lenguaje: Para los mentalistas: la variabilidad de la conducta humana se atribuye a la infraestructura a la inferencia de algún factor no físico, un espíritu o mente… que está presente en cada ser humano. Este espíritu, según la perspectiva mentalista, es enteramente diferente de las cosas materiales y en consecuencia sigue otro tipo de causalidad… (pp. 32-33) El acercamiento mecanisista, en cambio: supone que la variabilidad de la conducta, incluida el habla, se debe sólo al hecho de que el cuerpo humano es un sistema muy complejo (108). Para él, el estudio del habla sin considerar el significado es una abstracción: As long as we play no attention to meanings, we can not decide whether two uttered forms are the “same” or “different” (p. 77)13. Bloomfield coincide con De Saussure en el sentido de que el estudio lingüístico debe ser sincrónico (capítulo 10), y establece la diferencia entre las formas lingüísticas libres, ligadas y complejas, resultando de la combinación de fonemas (113). IV EL ESTRUCTURALISMO Acercamiento al estructuralismo 13

En tanto no prestemos atención a los significados, no podemos decidir si dos dimensiones lingüísticas son las “mismas” o “diferentes” [traducción del autor]. En suma, entonces, a los mecanicistas los “procesos mentales” les parecen ser sólo nombres tradicionales para los procesos corporales sea que 1. Vengan dentro de la definición del significado como situación del oyente, o 2. Se encuentren tan alejadamente correlacionados con el acto del habla que aparezca como insignificante para la situación del hablante, o 3. Sean meras reproducciones del acto de habla.

Algunos marxistas sostienen que debe asimilarse el método estructural, pero criticar y rechazar la ideología estructuralista (121). Semiótica antropológica (121). Así concebido el estructuralismo, es una teoría del conocimiento que rompe con la concepción Empírico-idealista, de modo que conocer no significa ver o profundizar en una realidad visible, sino observarla como un proceso específico de producción (124). De Saussure cuando dice que “el fenómeno sincrónico nada tiene en común con el diacrónico; el uno es una relación entre elementos simultáneos; el otro, la sustitución de un elemento por otro en el tiempo” (Saussure, 1976:162). Sánchez Vázquez siente que el método estructural y el dialéctico no son antagónicos sino complementarios (Sánchez Vázquez, 1970: 77). El estructuralismo lingüístico El nacimiento de la lingüística moderna se relaciona con dos orientaciones del siglo XIX: a) la de los comparativistas, que se preocuparon por establecer el parentesco genético entre las lenguas indoeuropeas, y b) la de los teóricos del relativismo lingüístico, que se interesaron por el estudio de la diversidad de las estructuras lingüísticas (cf. supra, pp. 95-104), no es sino hasta la presentación de la tesis estructuralista por Roman Jakobson, Nicolai S. Trubetzkoy y S. Karcevki en el Primer Congreso Internacional de Lingüística, celebrado en la Haya en 1928, cuando se establecen las bases del estructuralismo lingüístico contemporáneo, que sin duda están asociadas con las reflexiones saussureanas, no obstante que el propio De Saussure emplea el concepto de sistema en lugar del de estructura. Tales tesis son posteriormente adoptadas por el círculo de Praga. Las tres primeras tesis se centran en cuestiones teórico-metodológicas y las seis restantes giran en torno a las tareas a desarrollar en el campo de los estudios eslavos. El círculo de Praga, al que pertenecen los autores de las tesis fundado a iniciativa de Vilem Mathésius y Kart Bühler, Daniel Jones, Louis Tesnière, J. Vendryes, Emile Benveniste, Andre Martinet, además de Mukarovski y B. Trnka (126). Las tesis del círculo La primera tesis es la concepción de lengua como “sistema funcional”, la noción de que la lengua tiene una finalidad o intención que es la de comunicar algo. La segunda tesis aborda aspectos relativos al estudio de un sistema lingüístico. Por lo que se refiere al aspecto fónico, se hace hincapié en la necesidad de distinguir entre el sonido como hecho físico, objetivo, como representación y como elemento del sistema funcional. Sobre la base del principio estructural, lo que importa del hecho fónico no es su carácter físico y objetivo sino su función diferenciadora de significaciones. La tercera tesis consiste en el análisis de las distintas funciones lingüísticas. La idea central es la necesidad de distinguir entre la función de comunicación y la función poética: la primera gravita en torno a la situación, la cual toma en cuenta elementos extralingüísticos, pero también gira alrededor del lenguaje teórico, esto es de los lenguajes más cerrados. A saber: si en su función comunicativa el lenguaje se orienta hacia el significado o referente, en su función poética se dirige hacia el signo mismo.

Tanto los estructuralistas de Praga como Jackobson incorporan el tema de la subjetividad en el análisis, tal como se manifiesta en la realción sujeto enunciante y discurso (128). La teoría de Hjelmslev, que en un principio era fundamentalmente inductiva (1928), cambia radicalmente en Prolegómenos, pues plantea que el único método para el análisis lingüístico es el deductivo (cf. capítulo IV de dicha obra). Hjlmslev insiste en la necesidad de construir una teoría lingüística que no sea una ciencia auxiliar sino autónoma. Dice explícitamente: “La lingüística ha de esforzarse por comprender el lenguaje no como un conglomerado de fenómenos no lingüísticos (físicos, fisiológicos, psicológicos, lógicos, sociológicos) sino como una totalidad autosuficiente, como una estructura sui generis (Prolegómenos, p. 15)”. Mientras De Saussure subraya que el “mecanismo lingüístico… no se concibe por fuera de una realización material” (Curso, p. 151), Hjelmslev considera que la lingüística nada tiene que ver con la “realización material del lenguaje”. Coincidente con las ideas de De Saussure Theory of speech language. Para él, si bien el análisis del lenguaje debe empezar por los actos individuales del habla, el lenguaje es un requisito del habla (cf. supra, pp. 60-61). Bronislaw Malinowski destaca que una teoría del lenguaje debe estar en íntima relación con una teoría etnográfica. De Counternay distingue entre los estudios sincrónicos y los diacrónicos. Hay tres escuelas clásicas en el continente europeo e íntimamente vinculadas con el estructuralismo saussureano, dos líneas de desarrollo lingüístico estructural independientes, pero que coinciden con la tesis de De Saussure, y una gran escuela del estructuralismo estadounidense que tiene un desarrollo independiente pero igualmente coincidente con ciertos aspectos de la teoría de Ferdinand de Saussure (131132). Sistema y estructura La noción de sistema o estructura surge como una reacción al atomismo lingüístico del siglo XIX, que entendía los hechos de la lengua de manera aislada, no en términos de relación de unos componentes con los otros (123). El sistema es el conjunto de unidades en relación, y la estructura es el modo de organización del sistema, o sea, el conjunto de relaciones de dependencia (133). El isomorfismo El isomorfismo parte de la noción de sistemas y del concepto de totalidad que se define como: a) el todo existe a través de sus partes y las partes a través del todo, b) cada parte funciona como un todo(133).

El concepto de modelo La teoría estructural o teoría lingüística es el estudio de los sistemas del lenguaje humano visto desde una perspectiva de la totalidad (134).

En el modelo general de la comunicación que reconoce la existencia de un hablante (emisor) y un oyente (receptor), el estructuralismo construye básicamente modelos del receptor mucho más que modelos del emisor, pues esboza inductivamente el modelo de lengua teniendo como referencia la homogeneidad textual que, aunque se realice de múltiples formas, en esencia son manifestaciones de una misma estructura (134-135). Un modelo es un conjunto de supuestos acerca de un objeto o sistema, describe un objeto y le atribuye una estructura interna, una composición, y le asigna diversas propiedades que pueden hallarse en el micronivel o macronivel. Es una aproximación útil para ciertas finalidades, lo cual equivale a decir que de alguna manera se aproxima a la situación real, pero a la vez permite la posibilidad de representaciones internas… se formula o desarrolla, a menudo, por analogía entre el objeto o sistema que describe y otro objeto o sistema diferente (135). Levi Strauss (1979: 273-293) señala que la ciencia es concebida como una actividad en la que el hombre ejecuta un papel de observador y tiene el mundo por objeto. La lengua no es asequible a la observación directa (136). Chomsky (1976:57) “el modelo es una idealización del objeto, que se basa en el principio de suposición, esto es, el que un caso particular se muestre como un principio general”. El modelo es un constructo (termino introducido por S. K. Shaumian). El modelo es, pues, una construcción deducida lógicamente de las hipótesis.5) El modelo suele ser formal, es decir, exacto y unívoco. 6) El modelo debe estar dotado de una capacidad explicativa (137). Modelos lingüísticos Tomando en cuenta estos criterios clasificatorios, aún incompletos para la formulación de una tipología de los medios, podemos distinguir tres clases de modelos: a) Los que tienen por objeto los procesos y fenómenos lingüísticos concretos, cuya finalidad es la imitación de la actividad lingüística del hablante. Este modelo se identifica con la lingüística funcional o Escuela de Praga. b) Los modelos de descripciones lingüísticas acabadas que no se ocupan ni de la actividad lingüística del hombre ni del teórico lingüista. Éstos son los modelos metateóricos, como la glosemática. c) Los modelos de investigación. En este caso, el modelo imita la actividad investigadora del lingüista, que consiste en obtener una determinada representación de la organización del sistema partiendo de un conjunto de observaciones sobre los textos – productos lingüísticos -. Lo que el modelo representa es el sistema subyacente en los textos producidos (138). Se postulan los modelos semánticos que imitan la capacidad del sujeto (lingüista) para comprender y construir oraciones que tienen sentido, o sea que destacan además el componente semántico (cf. Bloomfield, 1933:77), y los modelos no semánticos o puramente sintácticos, que se centran un la competencia sintáctica. Para estos lingüistas del descriptivismo lingüistico, el sentido no entra en la estructura de la lengua, como inicialmente lo planteaba Bloomfield cuando afirmaba que el significado no podía estudiarse en el marco de la ciencia lingüística. Sin embargo, como lo ha notado

Jackobson, analizar el comportamiento de la lengua sin analizar el sentido es como estudiar el comportamiento de las gallinas sin cabeza (139). El modelo funcional o analítico De acuerdo con Trnka (1958:13-29), el verdadero objeto de las ciencias del lenguaje es el análisis de las expresiones lingüísticas de todo tipo, tanto la lengua hablada como la escrita, o sea, el texto, que sólo puede ser comprendido conociendo las leyes que lo gobiernan internamente, leyes que se ponen de manifiesto analizando las relaciones existentes entre las partes que lo componen (141). La descripción científica de la fonología de una lengua cualquiera ha de contener antes que nada la peculiaridad de su sistema fonológico; es decir, la peculiaridad del inventario propio de la lengua, de las diferencias significativas entre las imágenes acústico-motrices Trnka (1958:13-29). De las tesis praguenses salta a la vista una diferencia fundamental con las tesis saussureanas, pues para ellos el tiempo sí afecta al sistema lingüístico en todos sus niveles y en todas sus partes, esto es, la lingüística no es una ciencia apriorística o al margen de la experiencia, sino que está sujeta a verificación. Modelo fonológico de Trubetzkoy La teoría fonológica de Trubetzcoy se basa en la distinción saussureana entre lenguaje y habla; a la primera le llama pauta del lenguaje y a la segunda acto del habla, y subraya que todo acto del habla presupone una pauta del lenguaje, norma o grupo de normas. A las unidades de las realizaciones las llama fonemas, eliminando así lo que en fonética tradicional se denominaba sonidos del habla, que resultaba ambiguo (142). Los modelos comunicativo y poético El funcionalismo lingüístico se funda en el postulado de que el verdadero objeto de la lingüística es el análisis de las expresiones lingüísticas, tanto habladas como escritas, objeto que sólo es comprendido en términos de las leyes verificables que lo gobiernan… este principio es el que distingue al estructuralismo praguense del danés. En el marco del concepto saussureano de signo lingüístico, los lingüistas de Praga hacen destacar la noción de lengua en su relación con la cultura – como sistema semiótico o como sistema de correlatos lingüísticos de la realidad extralingüística, como apunta B. Trnka (1958), con lo cual se hace resaltar el componente semántico de la lengua (144). El carácter teolológico de la lengua, esto es, la existencia de una finalidad o intención por parte del sujeto hablante; de ahí que desde esta perspectiva la lengua se defina como un sistema de medios de expresión apropiados para un fin. El lenguaje afectivo tiene por finalidad suscitar en el oyente ciertas emociones; el lenguaje intelectual tiene igualmente esta función social, pero no es la única. Dentro de la función comunicativa distinguen además entre el lenguaje situacional – esto es, la incorporación de aspectos extralingüísticos (gestos, elementos culturales, ideológicos, etc.), a la expresión lingüística como elementos complementarios – y el lenguaje teórico, que se caracteriza por ser un lenguaje más cerrado (145).

Según Jackobson, la lingüística se ocupa, entre otras cosas, del análisis del discurso y de los aspectos semánticos relacionados en todos los niveles de la lengua (1973:145). Según Jackobson, antes de precisar qué es la función poética es necesario definir su lugar entre las demás funciones de lenaguje, lo cual implica llevar a cabo una revisión de los factores que constituyen os actos de comunicación verbal. El destinador envía un mensaje al destinatario. Para que sea funcional, el mensaje requiere un contexto de referencia y un código común al destinatario y al destinador, y de un contacto – canal físico y conexión psicológica-. Estos factores, que intervienen en toda comunicación humana, los esquematiza de la manera siguiente. Contexto Destinador

Mensaje

Destinatario

-------------------------------------------Contacto Código Jackobson subraya que el modelo tradicional se limita a estas tres funciones- emotiva, referencial y connotativa-, como lo apunta Kart Bühler en su esquema de organon (1979): Este modelo de organon con sus tres referencias de sentido variables con amplia independencia, está completo por primera vez tal como hay que realizarlo, en mi trabajo sobre la frase (1918), que empieza con estas palabras: “triple es la fundación del lenguaje humano: manifestación, repercusión y representación” Hoy prefiero los términos: expresión, apelación y representación (1979:48-49). Referencial Emotiva

Poética

Connotativa

-------------------------------------------Fáctica Metalingüística Diversos valores pertenecientes a paradigmas diferentes. El puente que establece entre la poética, la lingüística y la semiótica parte del postulado de que “todo mensaje se compone de signos” (150). A diferencia de De Saussure, Jackobson sostiene que no puede haber estudio sincrónico sin el diacrónico (151). La lengua, en tanto hecho individual – norma lingüística individual – alberga impulsos centrípetos y centrífugos: una fuerza unificante y una particularizante (152). El funcionalismo francés

Andre Martinet como Jackobson (miembros del círculo lingüístico de Praga) fue impulsor de la lingüística funcional, contribuyó a la construcción de una teoría fonológica que ha sido muy importante. Su trayectoria lingüística se puede desglosar en tres grandes líneas: 1) la fonología general descriptiva; 2) la fonología diacrónica, y 3) la lingüística general. La confusión típica del siglo XIX identificaba al sonido (hecho concreto) con la entidad abstracta (fonema). Baudoin de Courtenay (1845-1929), creador del concepto de fonema. Martinet, al igual que en Jackobson, es la idea de finalidad en el acto de palabra (p. 14), o sea, el establecimiento de una relación entre el destinador y el destinatario y que consiste en el suministro de una información acerca de algo. Partiendo del postulado de De Saussure de que “una sucesión de sonidos sóo es lingüística si es soporte de una idea”, Martinet anota que “las fonías son instrumentos para establecer relaciones sociales” (p. 18) (154). El monema es una unidad compuesta de dos caras: un significante y un significado, el primero compuesto de unidades de la segunda articulación; ésta permite lo que se llama la economía del lenguaje humano, y en la medida en que es independiente del significado le confiere una mayor estabilidad a la forma lingüística (158). El tono tiene una función distintiva, el acento, por el contrario, tiene una función contrastiva. Cuando la posición del acento no es predecible y tiene que aprenderse para cada monema en particular, se dice que tiene una función demarcativo. Cuando el acento desempeña la función de marcar el límite de monema, se dice que cumple la función demarcativo (cf. Alarcos, Fonología española) (160). En la realidad lingüística intervienen tantos factores intrínsecosa como extrínsecos; de ahí que el lingüista tenga que tomar estos aspectos en las clasificaciones de las variedades lingüísticas (161). El modelo glosemático El modelo glosemático es heredero de la tradición lingüística de Rasmus Rask y Otto Jespersen, tiene una concepción estructuralista de orientación epistemológica de tendencia a lo deductivo y formal que lo sitúa más cerca del pensamiento racionalista que del positivista (161). La glosemática se empieza a perfilar en 1928, y en 1935 es presentada en la Universidad de Aarthus por Hjelmslev y Uldall. Hjelmslev reconoce la influencia de De Saussure y lleva hasta sus últimas consecuencias el postulado saussureano de “lengua es forma, y no sustancia” (162). “Desde los tiempos de De Saussure se sabe, desde el punto de vista lingüístico, que el lenguaje no puede estudiarse aisladamente. De Saussure estimaba necesaria como base de la lingüística, en su sentido más estricto, una disciplina que él bautizó con el nombre de semiología” (prolegómenos, p. 151). La lengua no implica ni ideas ni sonidos preexistentes al sistema lingüístico, dice De Saussure, sino diferencias conceptuales de ese sistema (164). Cualquier absolutización es peligrosa en la adquisición de conocimientos, ya que el estudio de llos hechos lingüísticos a través del método inductivo, por muy riguroso y

pormenorizado que sea, no puede prescindir de la generalización y del cálculo de probabilidades. La glosemática – ciencia de los glosemas, unidades invariantes de la lengua- es, pues, una teoría estructuralista que intenta asir la lengua no como un conglomerado de fenómenos no lingüísticos, sino como una totalidad autosuficiente, como una estructura sui generis, como dice Hjelmslev en el capítulo de Prolegómenos (p. 13); esto es, su propósito es fundar una verdadera ciencia lingüística a partir de una mirada de la totalidad autosuficiente, rechazando con ello los enfoques psicológicos, lógicos u ontológicos que hacen del lenguaje no un fin en sí mismo, sino en un instrumento o medio de conocimiento de objetos que se hallan fuera del lenguaje – los disiecta membra (ver al lenguaje como clave para el sistema del pensamiento humano de la psique humana, de la personalidad individual y colectiva, etc.) - (165). Su rechazo al método inductivo (de lo particular a lo general o del componente a la clase) es porque éste no asegura una descripción autoconsecuente y simple, pues los conceptos no son generales ni generalizables más que en la lengua concreta en la que se basan las conclusiones (Hjelmslev p. 24-27). Tanto para Hjelmslev como para De Saussure, la totalidad no consta de cosas, sino de relaciones. Así pues, las dependencias son de tres tipos: a) interdependencias, dependencias mutuas en las que un término presupone a otro y viceversa, que corresponden a la semiótica denotativa; b) determinaciones, en las que un término presupone al otro, pero no viceversa, que corresponden a la semiótica connotativa; c) constelaciones, dependencias en las que los términos son compatibles, pero ninguno presupone al otro, que corresponden a la metasemiótica; la primera es la función semiótica, o sea, la relación solidaria que se da entre la expresión y el contenido, entendiendo por semiótica el proceso de semiosis; en el segundo caso, el plano de expresión viene dado por una semiótica denotativa; y en tercero se combinan miembros de paradigmáticas distintas (167). A la interdependencia en el proceso la denomina solidaridad y complementariedad en el sistema,; a la determinación en el proceso, selección y especificación en el sistema; a la constelación en el proceso, combinación y autonomía en el sistema (Hjelmslev pp. 39-47) El análisis consiste en determinar las dependencias entre las partes de un texto. El análisis parte de la clase hacia los componentes. A la clase de clases la llama jerarquías: procesos y sistemas; dentro del proceso, a las clases las denomina cadenas y a los componentes partes; a las clases dentro del mismo sistema paradigmas y a los componentes miembros. El texto, pues es una cadena, se somete a una segmentación en partes, que también son cadenas, las que a su vez son segementadas hasta agotar la partición. (168). En el capítulo 12 Hjelmslev distingue entre signo y figuras; los primeros se cartacterizan por ser signos de otra cosa, denotan, designan algo, son portadores de significación; las segundas, en cambio, forman parte de un sistema de signos, pero no son signos. Estas ideas parten de la noción de lengua como sistema de signos, lo cual implica el reconocimiento de que tras cada sistema sígnico existe n proceso sígnico (169). Forma Plano de la expresión Signo =

-------------------------------------------- =

Sustancia ------------

Plano del contenido

Sustancia Forma

Hjelmslev define la semiótica como una jerarquía, cualquiera de cuyos componentes admite su análisis ulterior en clases definidas por relación mutua, de modo que cualquiera de estas clases admite su análisis en derivados definidos por mutación mutua (176). En la práctica, una lengua es la semiótica a la que ùeden traducirse todas las demás semióticas… sistemas simbólicos para denominar “aquellas estructuras que son interpretables (es decir, en relación con las cuales puede ordenarse un sentido del contenido) pero no biplanares (es decir, en las que el principio de simplicidad no nos permite encatalizar una forma del contenido) (p. 158)”. Un análisis glosemático del español la ha llevado a cabo Emilio Alarcos Llorach en Gramática estructural, según la escuela de Copenhague y con especial atención a la lengua española (1951). El modelo contextual Malinowski (etnografía) reconoce la existencia de estilos diferentes que responden a a intenciones distintas (182). La teoría de J. R. Firth M. A. K. Halliday: el objeto de las lingüística es lenguaje en uso (excuela de Londres) (183). Firth sostiene que la oración no es una unidad básica del lenguaje, sino el texto en una situación de contexto (186). Para el él, en todo caso, lo más importante es el análisis prosódico (187). 1. Material

Sustancia

Fónica / gráfica

2. Estructural

Forma

Gramática / léxico

3. Contextual

Contexto extratextual

lingüístico / no lingüístico

V. EL MODELO GENERATIVO TRANSFORMACIONAL Introducción

No se está oponiendo la lingüística estadunidense a la europea; en ambas hay líneas paralelas, pero también hay diferencias que las particularizan. La lingüística estadounidense exhibe características muy especiales que las distinguen de las corrientes europeas, se ha visto motivada por razones pragmáticas que la han inducido al estudio de las lenguas indígenas en su relación con la cultura, la religión, los mitos, las tradiciones… a su vez han contribuido de manera notable a la teoría general de la lingüística a partir de las formlaciones de Salir y Whorf, no obstante que el estado actual de la teoría del relativismo lingüístico se ha vinculado con la psicología, como puede verse en la reflexiones de Bloomfield (190). Sapir hace hincapié en la noción de sistema, en la distinción entre forma y estructura; lo que Sapir denomina “pautas fonéticas” son los fonemas o rasgos distintivos de los lingüistas europeos (191).Charles F. Hockett Manual of phonology (1955) considera que el lenguaje está constituido por cinco subsistemas: gramatical, fonológico, morfofonémico, semántico y fonético. Hay diferencias entre las distintas concepciones de los lingüistas estadounidenses, como las hay entre estos y los europeos. Al respecto, por ejemplo, los estructuralistas estadounidenses distinguern entre fonemas “semejantes” (vocales y consonantes) y fonemas “suprasegmentales” (acento, entonación, etc.) mientras que los europeos emplean término prosodema para los segundos (192). Junto con Hockett y Harris, Bernard Bloch y George L. Trager (1942) constituyen la escuela de Yale. Éstos hacen hincapié en el componente semántico. El descriptivo lingüístico, también conocido como estructuralismo analítico inductivo, ha severamente cuestionado, no sólo por su alejamiento del significado, sino también por su hincapié lógico-matemático, pero además por su incapacidad de mostrar las relaciones existentes entre los niveles del lenguaje, por su estatismo, no obstante su propuesta de un análisis transfrástico (Harris, 1969). Ahora bien, para abordar la teoría gramatical generativa transformacional (en adelante GGT) lo haré tomando en cuenta los tres momentos de la teoría chomskiana: a) el periodo de las estructuras sintácticas; b) el de aspectos de una teoría de la sintaxis, y c) el posgenerativismo (194). Estructuras sintácticas o modelo transformacional Chomsky hace hncapié en que la teoría de la estructura lingüística debe construirse sin referencia específica a las lenguas particulares (195). La gramaticalidad no se basa en la semántica sino en las relaciones que las partes guardan entre sí (196). (análisis arbóreo / esquemas) “flying planes are dangerous” / los aviones en vuelo son peligrosos “flying planes is dangerous” / pilotear aviones es peligroso “I had a book stolen”

Chomsky demuestra la debilidad de las gramática de estructuras de frase en el tratamiento de estructuras coordinadas, de formad verbales complejas (pp. 52-62). Propone un nuevo modelo que conocemos como gramática transformacional. A saber, a la gramática de la forma le agrega un componente transformacional al cual se le incorporará el morfofonémico. La gramática estará, pues, conformada por tres niveles (pp. 64-65): estructura de frase, estructura transformacional y estructura morfofonémica. Anota como ventajas de una estructura transformacional su simplicidad, una representación más uniforme de las relaciones entre las partes de los diversos niveles de la lengua, demuestra que lo que aparece como irregular en el nivel de los constituyentes inmediatos es de hecho regular en el marco de la gramática transformacional; la gramática puede resolver las ambigüedades y la representación de las transformaciones corresponde a la clasificación intuitiva del hablante (200). Una vez determinada la estructura sintáctica del lenguaje, podemos estudiar el modo de hacer uso de esa estructura sintáctica en el funcionamiento real del lenguaje (Chomsky p. 122). La organización de la gramática generativa La gramática generativa, en tanto sistema de reglas, está compuesta por tres componentes: a) sintáctico, b) fonológico, c) semántico. El sintáctico consta a su vez de dos subcomponentes, el de base (las reglas de ramificación y subcategorización del léxico), y el subcomponente transformacional que consta de reglas de transformación: deleción, sustitución, adición y permutación. El componente fonológico es el que determina la estructura fonética de una oración generada por los dos subcompoenetes. El componente semántico determina la interpretación semántica de una oración (207). Diagramas arbóreos pp. 208 – 217 Cuestionamiento de índole filosófica Quiérase o no, la lingüística, como las demás ciencias humanas, se enfrenta actualmente a la problemática de las relaciones entre ciencia e ideología. En esta discusión por tanto se ven involucrados los conceptos de las diversas ciencias, sus perspectivas epistemológicas y sus consecuencias político-ideológicas. La lingüística, en sus diversas orientaciones, no está al margen de tales discusiones. Al respecto, la teoría generativa igualmente se ha visto inmersa en un conjunto de cuestionamientos que parte de críticas a su marco epistemológico: su mentalismo, su encuadre racionalista y su postura innatista y creadora del lenguaje, que lo enfrentan al conductismo, el empirismo y aún al marxismo (231). La creatividad lingüística consiste en el ser hablado por la propia lengua (A. Ponzio 1976:104).

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