Geopolitica del Atlantico Sur - Quagliotti de Bellis - 1976

GEOPOLITICA DEL ATLANTICO SUR De Bernardo Quagliotti de Bellis Edición Original de Fundación de Cultura Universitaria de

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GEOPOLITICA DEL ATLANTICO SUR De Bernardo Quagliotti de Bellis Edición Original de Fundación de Cultura Universitaria de 1976 Hecho el Depósito que marca la ley D.L. 108.123/76 Edición digital, realizada a efectos de difundir el conocimiento de la historia del Uruguay en la Antártida, para su Archivo en la Biblioteca del Instituto Antártico Uruguayo. Escaneado del original, existente en la Biblioteca del IMES y revisado por Cnel. W. Fontes Abril de 2010 Mail: [email protected] www.iau.gub.uy Acerca del Autor BERNARDO QUAGLIOTTI DE BELLIS Nacido en la ciudad de Montevideo (Uruguay) el 23 de enero de 1925. Casado - cinco hijos (uno fallecido) - 10 nietos Luego de cursar estudios de primaria, secundaria y facultad de Derecho en Uruguay, cursó Ciencia Geopolítica en el CEINAR de la Universidad de Cuyo (Argentina) Periodista - Escritor Fue profesor de Geopolítica en · la Academia de Guerra Naval, por 20 años (1980-2000), · en el curso de Estado Mayor del Instituto Militar de Estudios Superiores, · en el Instituto Artigas del Ministerio de Relaciones Exteriores. · En la Escuela de Inteligencia del Ejército Actualmente (20109 ejerce la cátedra de Geopolítica en: · Escuela de Comando y Estado Mayor Aéreo del Uruguay (ECEMA) · En el Instituto Militar de Estudios Superiores en la cátedra de Historia de los conflictos · Asociación Uruguaya de Relaciones Públicas · Integra la cátedra de Estrategia del Centro de Altos Estudios Nacionales y es conferencista en los cursos del CALEN Actuó como: Corresponsal de la OEA (Organización de Estados Americanos) en Chile (1949-1952) Director de RELCO (Relaciones Comerciales para América Latina) (1953-1962) Secretario de la Mayoría del último Consejo Nacional de Gobierno en Uruguay (1963-1967) Funcionario de la Biblioteca del Poder Legislativo del Uruguay (1962-1979) En la actualidad: Secretario General de la Asociación Sudamericana de Estudios Geopolíticos e Internacionales Director de la revista GEOSUR que se edita en Uruguay desde 1979 Presidente de la Academia Uruguaya de Geopolítica y Estrategia Profesor visitante en los cursos de postgrado en Relaciones Internacionales en las universidades de Brasilia, Santa María (Brasil) y Mérida (Venezuela) Obras editadas: # Uruguay en el Cono Sur; destino geopolítico. 3ª ed. Buenos Aires, 1975 # Geopolítica del Atlántico Sur. Montevideo, 1976 # Constantes geopolíticas en Iberoamérica. Montevideo, 1979 # Uruguay y su espacio: una propuesta de regionalización. Montevideo, 1979 # La Atlantártida (co-autor). Buenos Aires, 1979 # Geopolítica y relaciones internacionales (co-autor). Buenos Aires, 1981 # Cooperación y conflicto en la Cuenca del Plata. Heidelberg, 1982 # Bases para una geopolítica del Uruguay. Montevideo, 1982 # Los países del Atlántico Sur. (co-autor). Buenos Aires, 1983 # Uruguay puerta atlántica de la cuenca del Plata. Montevideo, 1983 # La geopolítica en el Cono Sur (co-autor). editado en USA, 1988 # Hidrovías en la Cuenca del Plata. Montevideo, 1990 # La hidrovía Paraguay-Paraná y los canales de Martín García. Montevideo, 1993 # Puente Colonia-Buenos Aires y eje vial. Montevideo, 1994 # Ecuador-Perú: conflicto en la cordillera del Cóndor. Montevideo, 1995 # Un puerto de aguas profundas para el MERCOSUR. Montevideo, 1995 # ¿Se conoce asimismo América Latina? # MERCOSUR, un desarrollo regional, desafío para el siglo XXI # Siglo XXI: Estados Unidos y su estrategia geopolítica global # América Latina: ¿integración? ¿dependencia? # Europa Central y los Balcanes # ¿Hacia un nuevo orden internacional? # América Latina ¿integración? ¿dependencia?

BERNARDO QUAGLIOTTI DE BELLIS

GEOPOLITICA DEL A T L A N T I CO SUR

Fundación de Cultura Universitaria - 1976

Otras del Autor: (en 1976) Medidas prácticas para la aplicación universal de los mercados humanos. Santiago d= Chile, 1952. La Asistencia técnica de la CEA y La Paz. Santiago de Chile, 1954. A tí, América (poema). Montevideo, 1956. Uruguay en el Cono Sur; destino geopolítica. Montevideo la y 2a. ed. a mimeógrafo, 1974 Uruguay en el Cono Sur, destino geopolítico. Buenos Aires, Tierra Nueva, 1975. Co-autor del Plan de desarrollo de la Cuenca del Pao Tacuarembó. Montevideo, 1976.

Hecho el Depósito que marca la ley D.L. 108.123/76. Cartografía por Alberto H. Goyeneche de Simone. Carátula de Sanjurjo Toucon. (Mapa del Atlántico de Sebastián Lopes* 1558)

Í N D I C E

:

I. A MODO DE INTRODUCCIÓN Interludio al año 2000

1

Últimos rumbos

3

Doctrina Sonnenfeldt-Kissinger

6

II. EL INFLUJO GEOPOLITICO DEL MAR Más allá del horizonte

9

Geopolítica del "encuentro"

10

Los mares y la estrategia

12

La URSS y los mares cálidos

13

La teoría del dominó en el sudeste asiático Paralelo 9o Sur: Arco marítimo Angola-Mozambique

15

Paralelo 10° Norte: Puente aéreo Somalia-Guinea Bissau-Cuba

16

II. RELACIÓN ATLÁNTICO SUR-INDICO-MAR ROJO El Índico en la estrategia mundial El corredor del Mar Rojo Djibouti: Puerto clave

21 24 25

II IV. GEOPOLÍTICA DEL ATLÁNTICO SUR La costa del ••rescate"

26

La frontera atlántica

30

Las "batallas silenciosas" Las tres claves del Atlántico Sur Brasil: el "mare nostrum"

33 35 36

Argentina: llave austral del Atlántico Sur Chile: política oceánica

43 49

Uruguay: paralelo 35° Sur - Río de la Plata

55

El valor geopolítico de los ríos del Plata

60

Sudáfrica: enlace Indico-Atlántico Sur Conclusiones

63 65

III

A la luz de factores históricos y contemporáneos, nos hemos esforzado por hacer de este libro, tan solo una introducción a la variable y compleja problemática del Atlántico Sur, relacionada en forma directa con los sucesos que acontecen en el océano Indico y mares adyacentes; espacio donde hoy, las grandes potencias desarrollan trascendentes acciones estratégicas. Introducción que pretende aportar elementos para un estudio más pormenorizado de cada uno de los puntos planteados y que, interrelacionados, generan una visión geopolítica del Atlántico Sur. Argentina, Brasil, Sudáfrica y Uruguay, ribereños de tan importante espacio oceánico, tienen la responsabilidad de crear una doctrina geopolítica que sostenga los valores y los intereses del mundo occidental y en particular, enfáticamente, de América Latina, configurada esta como una sola unidad soberana que se afirma en responsabilidad compartida. El autor

I

A MODO DE I N T R O D U C C I Ó N

INTERLUDIO AL ARO 2000 "Ginebra. Estamos en el año 2000. Las potencias coste_ ras han extendido su soberanía hasta el centro de los océanos. Buques de carga y barcos militares deben pagar tributo al pasar de una zona de soberanía a otra o cuando atraviesan estrechos cuyo paso fue libre en otro tiempo. El conflicto entre los países "con" y "sin" costa, mantiene al mundo en un estado de tensión, mientras los gobiernos entran en liza en tomo a los recursos del lecho mari^ no. El pescado es un producto escaso; las pocas especies que sobreviven tienen un extraño sabor, pues viven en un elemento enrarecido por cantidades ingentes de contaminación. Bañarse en el mar está prohibido por ley en la mayor parte de las zonas costeras. La contaminación ha matado la mayor parte del fitoplancton del mar, fuente primaria del oxígeno terrestre. El entorno ecológico necesario para sostener la vida en la tierra se está desgastando. Este cuadro del mundo, un cuarto siglo más adelante

2 puede parecer indebidamente sombrío; sin embargo, es sólo una proyección de las tendencias actuales" (1). El ser humano no fue alcanzando, en saltos mortales, las diversas etapas del proceso histórico. Las más culminantes fueron creando, paulatinamente, formas o estilos de vida -sociales, políticos, económicos, culturales— que, aunque no fuesen cabalmente comprendidos en él pretérito, iban conformando el acontecer futuro. La humanidad no inventa los acontecimientos, los va descubriendo.

En

su

historia,

prevalece

siempre

la

aspiración a la liberación del hombre; toda ella no es otra cosa que el trance de la libertad, comprometida en el futuro, La gran tarea de nuestro tiempo radica en sostener, mediante los medios y caminos disponibles, una afirmación política, sociocultural y económica, que reoriente los va_ lores, confundidos en esta época de positivismo y naturalismo y materialismo extremados, de una gran parte de la humanidad. En su entrañable interés por el destino de nuestro tiempo, Sorokin se hace la misma pregunta que Ortega y Gasset, también ansioso por contestarla: ¿aprenderá el hombre alguna vez, de las lecciones de la historia referentes a la vida y al florecimiento, enfermedad y muerte de

(1) Richard A. Frarik3 en New York Times de 18 de mayo de 1975.

3 las sociedades humanas? ¿Aprenderá en ese campo no-enseñable de la experiencia histórica? ÚLTIMOS RUMBOS En su estudio 'Tres Rumbos básicos de nuestro tiempo" (1960), Sorokin ofrece su postrera explicación acerca de los factores que están creando una nueva sociocultura mundial en la hora en que vivimos. Primero, se produce un desplazamiento del liderazgo creador de la humanidad en Europa, donde ha estado centra_ do en los últimos cinco siglos, a un área más amplia, en particular a las Américas, Asia y África. Segundo, se hace visible ya, una desintegración de las instituciones, sistemas de valores y personalidades de la cultura sensista. Tercero,

van

emergiendo

lentamente,

los

primeros

componentes de un nuevo y dominante orden sociopolítico, sistemas de valores y tipos de personalidad, que llama un Orden Integral. El poder se desplaza de España y Portugal a Latinoamérica. El poder económico, ejercido durante los últimos diez siglos por España, Portugal, Italia, Holanda, Francia, Inglaterra y Alemania, pasa a los Estados Unidos en primer término y a Rusia (2)

(2) Roberto Agramante: Universidad, 1963.

"Pitirim Sorokin, estudio".

México,

4 Lord Chalfont -ex Ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña— escribió para el diario Times, el 28 de julio de 1975, un artículo donde analizó el plan de la URSS —plan en cuatro etapas y largo aliento— destinado a aislar a EE.UU. del resto del mundo. Primero, entre 1956 y 1959, convencer a Occidente a renunciar a los confrontamientos armados. Segundo, de 1960 a 1972, los soviéticos trataron de crear discordia, fomentando los sentimientos nacionalistas de alemanes y franceses, complementándolos con agitación estudiantil. Tercero, de 1972 a 1985, buscará la URSS acercamientos económicos y tecnológicos con EE.UU. para desmoralizar y aislar al mundo occidental. Cuarto, en la fase final, después de 1980, los soviéticos aprovecharán que los norteamericanos habrán quedado aislados del resto del mundo, para deteriorar la economía occidental y aumentar su carrera armamentista, desde posiciones geopolíticas mucho más ventajosas. Este plan se pudo conocer gracias a la deserción del General Jean Sejean, quien huyó de Checoslovaquia en 1968. La gravedad de la "amenaza soviética" examinada por los chinos, se resume en tres tesis:

5 Primera, la evolución previsible de las relaciones entre las

dos

superpotencias

se

dirige

en

el

sentido

del

declinamiento norteamericano y la expansión continua de la URSS. Segunda, la zona clave del conflicto de influencia de esas dos potencias será la Europa Occidental, porque es allí donde son más importantes los intereses exteriores de cada una de ellas. Tercera, una nueva guerra mundial es entonces posible porque el imperialismo norteamericano libra un combate desesperado por preservar sus derechos adquiridos, mientras que el "social imperialismo" soviético intenta infiltrarse, cueste lo que costare, en las esferas de influencia de la otra parte (3). La relación actual entre la URSS y los EE.UU. es denominada

comúnmente

como

política

de

"distensión".

Preferimos usar el término francés "detente" (4).

(Z) Jacques Euntzinger en Le Nouvel Observateur; reproducido por La Opinión, Buenos Aires, 14 de enero de 1976. (4) "Detente", término diplomático que indica una situación de disminución de tirantez o tensión nacional en las relaciones entre dos o más países. "Puede establecerse un periodo de "detente" mediante un tratado formal, o puede evolucionar a consecuencia de cambios en las estrategias y tácticas nacionales ocurridos durante varios años. En las relaciones soviético-norteamericanas, comienza en la década de 1960. Jack C. Plano: "Diccionario de Relaciones Internacionales", México, Limusa-Wiley, 1971. 15) Alexis de Tocqueville: "El antiguo régimen y la revolución", Madrid, Guadarrama, 1956.

6 DOCTRINA SONNENFELDT-KISSINGER "Paz apoyada en la fuerza". Aunque la frase pertenece al Presidente Ford, indudablemente, desde el acuerdo de Berlín (1971) hasta la Conferencia de Helsinki (1975) y tomando en cuenta los sucesos de Oriente Medio y los recientes de África atlántica, todo lleva a sostener que la actual "detente" —para algunos estadistas— debería ser sustituida por "lazos políticos orgánicos", tesis que señala la división del mundo en esferas de influencia, atraídas por superpotencias. Alexis

de

Tocqueville,

en

1835

escribía:

"Hay

actualmente dos grandes naciones en el mundo que comenzaron en puntos diferentes, pero que parecen dirigirse al mismo fin. Me refiero a los rusos y a los norteamericanos. Ambos han crecido sin llamar la atención; y mientras la Humanidad ponía sus ojos en otros, ellos se colocaron de pronto en primera línea entre las naciones y el mundo se enteró de sus existencia y de su grandeza casi al mismo tiempo" (5). Actualmente, el tiempo de la "detente" se configura en la concepción muy bien definida por el Gral. Enrique

7 Guglialmelli: “el tiempo, como coordenada de la política y de la estrategia, gravita sobre las decisiones en virtud de la oportunidad (cuándo), la duración (de la o las acciones) y el lapso que transcurre (por la variabilidad en ese espacio de los medios y del ambiente: todo .lo cual puede afectar a los factores de la situación). El tiempo es esencial a los adversarios. Tratan de ganarlo para obtener o mantener la delantera, recuperarlo si se lo había perdido o bien para que transcurra al máximo sin llegar a una decisión" (6). Por cierto que no podemos hablar tan solo de frentes económicos concretos, sino de grandes áreas geopolíticas de presión, destacándose entre ellas el Medio Oriente, África y América Latina, además de Europa. La geopolítica, hace décadas, ha dejado de ser ciencia puramente teórica. Los Estados

la

utilizan

científicamente

para

afirmar

su

trascendencia interna e internacional. Acción que puede provocar una "detente" o una "distensión" en sus relaciones, conforme a la estructura y motivaciones ideológicas de las partes. Ningún estadista —ni los estudiosos de los problemas

internacionales—

ignoran

que

una

doctrina

geopolítica es factor determinante en la vida} supervivencia y desarrollo de un Estado o de una nación.

(6) Gral. Enrique Guglialmelli, en Revista Estrategia 11. Buenos Aires3 abril de 1975.

N° 33j p.

II EL INFLUJO GEOPOLITICO DEL MAR" MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE

Desde la antigüedad, los mares primero y luego los océanos, ofrecieron las mejores oportunidades para la polarización,

pues

se

constituyeron

en

los

espacios

propicios para el comercio, vinculando los centros que se levantaban en sus márgenes. Desempeñaron así importante papel, el Mediterráneo y el Mar de la China en la antigüedad; el Atlántico desde el siglo XV. El Pacífico aún no ha desarrollado en plenitud su gran papel protagonice La expansión de los vikingos de todas las nacionalidades, creó desde el siglo VIII al IX, un gran espacio económico -desde el Atlántico al Volga- por donde hombres y bienes circularon intensamente. La economía pre monetaria del norte europeo, estableció sólidos contactos con la economía monetaria del Oeste (Inglaterra y. Francia) y pronto con la del Este (Bizancio).

10 Desde finales del siglo XII comenzó a concebirse una nueva geografía del comercio internacional entre Flandes y el Mediterráneo. Sin embargo, la revolución principal de las rutas marítimas se opera recién a fines del siglo XIII, cuando el Estrecho de Gibraltar comienza a ser surcado, regularmente, por galeras mallorquinas primero, y luego, genovesas. •

GEOPOLÍTICA DEL "ENCUENTRO" El siglo XV es, por excelencia, el siglo de la expansión europea. El siglo XVI, el del cambio y el encuentro. El Atlántico transversal,. encuadrado por los vientos alisios del Norte y el contraflujo de las latitudes medias, se convierte en el Atlántico de la "Carrera de Indias": el Atlántico del monopolio. Sevilla y Lisboa surgen como por los de desarrollo en ese nuevo, espacio (geoeconómico). En América colonial, el núcleo diversificador del Pacífico estaba situado en los puertos de Cobija y Arica; en el Este, directamente vinculado con el Atlántico, en Buenos Aires y Montevideo, base éste además, del Apostadero Naval de la Corona Española en el Atlántico y Pacífico Sur (7).

(7) Sobre el tema hay un excelente trabajo del investigador uruguayo Leslie Crawford: "El Uruguay atlanticense". Montevideo, Monteverde, 1974. .

11 La geopolítica del "encuentro" abarca el conflicto y el cambio; la evolución y la revolución; la dinámica de los espacios terrestres y marítimos y de las fuerzas políticas que luchan en ellos para sobrevivir, En lo que se refiere a la comunicación entre Europa y Oriente, consideró Mackinder: "El resultado más destacado del descubrimiento de la ruta que, pasando por el Cabo de Buena Esperanza conducía hasta la India, fue que unió las navegaciones costeras oriental y occidental de Eurasia, aun cuando fueran por un camino tortuoso y en cierta medida neutralizó las ventajas estratégicas de la posición central que mantenían los nómades de la estepa, presionan do sobre ellos por su retaguardia. La revolución por los grandes marinos de la generación colombina, dotó a la cristiandad de la movilidad de poder más amplia que se conoce, si se exceptúa la movilidad de las alas. El océano, único y continuo, que envuelve las tierras divididas e insulares, es por supuesto, la condición geográfica fundamental de unión para el comando del mar y para todas las teorías de la moderna estrategia y políticas navales, tal como las exponen escritores como Mahan y Spencer Wilkinson" (8).

(8) J. Mackinder: ''El pivote geográfico de la historia". Conferencia. Londres} 25 de enero de 1904. en Antología-Geopolítica. Buenos Aires, Pleamar 1975.

12 LOS MARES Y LA ESTRATEGIA El Almirante Alfred Thayer Manan, luego de realizar un pormenorizado

estudio

de

la

guerra

naval,

demostró

racionalmente que la verdadera misión de la marina de guerra, además de la defensa de las costas, debe preocuparse por dominar a la marina de guerra "enemiga", con el fin del propio control absoluto del mar;£ acción que lleva implícito el control de las comunicaciones y

en

caso bélico, la

destrucción de las flotas de guerra y de la mercante del adversario (9). Desde que la doctrina del "Mare Liberum" de Hugo Grotius (1609) prevaleció sobré la de John Selden, "Mare Clausum" (1635), la libertad de los mares fue limitada tan solo por las zonas de las aguas territoriales nacionales

que

alcanzaron, desde las tres millas hasta las doscientas, con derechos internacionales de paso para uso pacífico. Desde 1958, cuatro intentos inconclusos por organizar el uso ordenado y la explotación de los mares, siguen en el debate mundial. Ellos, además de significar vías de comunicación y de poder, guardan en sus entrañas, grandes e importantes recursos económicos. Por lo cual, las cuatro

(9) Alfred T. Máhan: "Influencia del poder naval en la historia". 1890.

13 controversias

principales

giran

en

torno

a:

aguas

territoriales y estrechos estratégicos; pesca en el océano; explotación de petróleo y riquezas minerales del lecho marino; contaminación del mar. Todo se ha reunido como un solo y abrumador problema que busca la solución más adecuada para

poder

establecer

una

nueva

regulación

a

nivel

internacional, es decir, una nueva línea conceptual respecto a un nuevo orden económico mundial del mar.

LA URSS Y LOS MARES CALIDOS La

desintegración

colonialismo

francés

recientemente

del

del

imperio

británico,

-anteriormente

del

portugués—

del

alemán

y

permitieron

la

autodeterminación de los pueblos africanos. En el escenario mayor',

el

mundo

quedó

dividido

en

grandes

bloques

ideológicos. Si bien se ha mantenido la paz -una paz aparentemente precaria— las diversas reuniones al más alto nivel, no lograron extirpar las malas raíces de los enfrentamientos. Luego de la guerra fría de 1948, se sucedieron: el conflicto de Corea (1950); las guerras de Indochina,

Oriente

Medio,

Congo-Zaire,

Etiopía;

los

levantamientos en Alemania Oriental (1953), Polonia y Hungría (1956); los sucesos de Checoslovaquia (1968); conflictos

ideológicos

y

políticos

entre

la

URSS

Yugoslavia, China y Albania; crisis del petróleo; etc.

y

14 La "detente" facilitó a la URSS, entre otros hechos importantes, a demostrar la capacidad operativa de su armada, que fue ocupando y controlando posiciones estratégicas en el Báltico, el Mediterráneo, el Mar del Norte, el Pacífico, el Indico y el Atlántico Sur (10). Todas esas maniobras, demuestran claramente que la URSS asigna valor de dogma a los resultados positivos de una estrategia global que la conduzca a lograr una sólida penetración y eficaz participación en todos los procesos de cambios sociopolíticos mundiales. El Almirante en Jefe de la Flota soviética, Ate. Gorshkov, determinó: "La URSS defenderá o impondrá sus intereses por doquier, en todos los puntos de los mares y territorios adyacentes".

LA TEORÍA DEL DOMINO EN EL SUDESTE ASIÁTICO La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) que integran

Filipinas,

Singapur,

Tailandia,

Malasia

e

Indonesia, están abocadas a la tarea de fortalecer, además

(10) Conforme a declaraciones del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea norteamericana, la URSS tomaría en la próxima década la delantera en armas estratégicas. Tres nuevos misiles: SS 17, 18 y 19, con un radio de acción superior a los 8000 km.; un submarino nuclear "Delta", capaz de transportar 16 misiles. Si bien éstos -son hoy transportados por submarinos, la URSS estudia el desarrollo de uno —el SS.X.16— que podría ser transportado por

15 de su cooperación económica, una estrategia militar para la seguridad

de

sus

estados,

todo,

frente

a

la

acción

desarrollada por el Vietnam del Norte. Hanoi, apoyado por Moscú, determinó: "... alentar las justas luchas" de los revolucionarios de países vecinos, formalizando así una línea de dóminos que permitiría que toda la región quedase bajo control comunista (11).

PARALELO 9o SUR: ARCO MARÍTIMO ANGOLA-MOZAMBIQUE Tanques soviéticos T 34 y T 35, dirigidos por dotaciones cubanas, abrieron el desfile que consagró la victoria de la liberación de Angola. Aviones de caza Mig-21 sobre_ volaron el territorio que pasó a convertirse —tras 16 años de lucha— en uno de los mejores enclaves estratégicos —problema de dimensión internacional— que la URSS dispone en la propia puerta norte del Atlántico. Sur.

tren o en ruta. El primer portaciones "KIEV" está provisto de aparatos Yacoulev-36 de despegue y aterrizajes verticales. (11) El Primer Ministro sueco, Olaf Palme, se refirió en una oportunidad en 1975 a la "teoría del dominó"3 aplicada en Europa occidental y explícito que, para llegar al poderío de los partidos comunistas europeos adoptarán una pos_ tura democrática, independiente de la marcada por Moscú. Por otra parte, el Primer Ministro de la URSS Alexei Kqsiguin, planteó la posibilidad de que en ese sentido, la "teoría del dominó" provocase la sustitución de los regí menes pro moscovitas de Europa Oriental por un socialismo con una filosofía más humanizante.

16 Desde allí, la flota soviética podrá sostener un fácil desplazamiento entre los paralelos 10° Norte y 10° Sur, desde la escala naval de Conakry en Guinea-Bissau hasta Luanda y/o el moderno y activo puerto de Lobito en Angola. Es

decir,

formalizar

estratégicamente,

un

arco

de

circunferencia con centro en Luanda, de 2.900 km. de radio, cortando la costa africana en Freetown por el norte y Ciudad del Cabo por el sur, rozando a su vez, la línea atlántica este del área de seguridad establecida por el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca). Zaire y Zambia —productores cupríferos— temen la asfixia de sus exportaciones, que dependen para su acceso al Atlántico, del ferrocarril Texeira de Souza- Benguela, puerto éste, angoleño.

PARALELO 10° NORTE: PUENTE AEREO SOMALIA-GUINEA BISSAU-CUBA La participación política de Angola en el bloque inter_ nacional comunista, permite por otra parte, la afirmación del eje aéreo-militar que une el Indico con el Caribe: des_ de las bases aeronavales que la URSS ha construido en Somalia hasta La Habana: puente aéreo de 11.000 km, con escalas

17 para, los "Antonov-22", en las pistas de Cabo Verde, Guinea Bissaú y Guinea Ecuatorial (12). Más aun, Angola, Guinea-Bissau y Cuba serían los vértices de un triángulo que controlaría el paso entre el Atlántico Norte y el Atlántico Sur -apoyado logísticamente todo el sistema, por las bases aeronavales citadas anteriormente; control de radar en tierra (ya se instalo uno en Luanda) y la activa presencia de la flota soviética en el Indico, con puertos abiertos en Tanzania, Soma-lía y Mozambique, donde la influencia china en ese estado, se debilita. "La sombra del poder naval soviético, instalado frente a nuestras costas (Argentina), estará presente en el futuro de nuestras nuevas negociaciones. Su voz se hará oír con más énfasis en las conferencias sobre el Tratado Antártico, del derecho del mar, la plataforma, la pesca y caza marítima, nuestras aspiraciones de expansión comercial; en todas partes, encontraremos un nuevo condominio que nos hará recordar que el poder de convicción de las propuestas diplomáticas tiene un componente directamente proporcional al calibre de los cañones que las respalda, sobre todo si está cerca" (13).

(12) Guyana y Cuba han dispuesto el uso del aeropuerto de Timehri, como escala en la ruta La Habana-Georgetown-Concr kry. La UBSS anunció que proveería a Cuba con una planta nuclear.

18Conforme lo expresara Ratzel: "África occidental y ante todo África sudoeste fue "lado exterior" mientras la historia se desenvolvió en el Mediterráneo y en el océano Indico; pero se convertirá en "interior" y en mayor grado, en cuanto se desarrolle una historia atlántica. Para todo el pasado, hasta donde llega nuestra visión y aun para un futuro bastante lejano todavía semejante calificación vale para Sudáfrica y Australia, de cara al vacío" (14) El futuro lejano de Ratzel se convirtió en presente inquietante que se proyecta a un futuro decisivo. El Atlántico Sur es hoy un polémico campo geopolítico que se convertirá en geoestratégico de primera magnitud.

(13) Carlos Álvarez: “Angola, el mar y nosotros". Buenos Airee, La Nación del 8 de marzo de 1976. (14) Frederick Batzel: "Geografía política", 1897. En Antología Geopolítica. Buenos Aires, Pleamar, 1975.

21

III RELACIÓN ATLÁNTICO SUR-ÍNDICO-MAR ROJO EL ÍNDICO EN LA ESTRATEGIA MUNDIAL Hablar

del

Atlántico

Sur,

implica,

lógicamente,

visualizar la importancia que tiene el océano Indico, como nexo entre el mundo occidental y el oriental. El Indico -73 millones de km2; representa el 20,3% de la superficie marítima del planeta— luego de ser flanqueado el estrecho de Malaca entre 1540 y 1650, sirvió para el "encuentro" de dos técnicas en materia de navegación: el sistema

empírico-científico

de

los

portugueses

y

el

meramente empírico de los navegantes árabes; Vasco da. Gama y el más grande de los pilotos árabes $ Ahmed Ibn Madjid... "Durante veinte años, ninguna armada pudo prescindir de embarcar a algunos pilotos árabes en la costa de Sofala a la ida y en la del Deccán al retorno, para llegar a Calicut o para singlar hacia Ormuz o hacia Malaca. El portugués podía controlar al árabe; sus métodos eran menos ágiles pero más universales. Pero el árabe no podía controlar al portugués. En el sentido en que se realizó el

encuentro, la asimilación por parte de los recién llegados, de las experiencias de quince siglos de sucesivos empirismos, apenas necesitó de quince años" (15). Actualmente, el Índico se ha convertido en el gran escenario por donde se comunican los países industrializados de Occidente con Oriente. Hasta finales de la década de los años 60, fue el tradicional "mare nostrum" de Inglaterra, quien al ir retirándose de la región al Este de Suez, facilitó la presencia de otras flotas que, como la soviética, aumentó en un corto período de quince años, las unidades de la misma en relación de 1 a 6. Ello trajo consigo una honda preocupación a los EE.UU. que, por consejo de su Almirantazgo decidió ampliar en 1974 las instalaciones de la base San Diego en el Archipiélago de Chagas, en franco acuerdo con Gran Bretaña. Ella está conectada directamente con los poderes defensivos de Guam, Filipinas y Honolulú. "Relais" de los submarinos norteamericanos, armados de misiles nucleares, así como de aparatos KM 135, utilizados para el abastecimiento de aviones en vuelo(16).

(15) Fierre Chaunu: "Conquista y explotación". Barcelona, Labor3 1973. (16) Gran Bretaña mantiene sus posiciones militares en las islas Aldabra3 Desroóhes, Farquhar y Mahé —al oeste de Diego García— y alianza militar con Australia y Sudáfrica,, significando su "abandono" 3 tan solo una simple reducción de su presupuesto militar en la zona. Las islas citadas anteriormente3 que componen el BI0T, pueden ser utilizadas por Gran Bretaña y EE.UU. "con fines militares por la duración de 50 años"

23 Una importante red de apoyo —estaciones de radar, bases de suministros— desde Sudáfrica a Irán y de Tailandia a Australia,

desfigura

aparentemente,

la

superioridad

numérica de los navíos soviéticos. Evidentemente el Indico, libre de hielo todo el año, se convierte en un importante espacio marítimo para la URSS asiática y que le permite a ésta su comunicación con la URSS europea, facilitándole a su vez, el intercambio con los países afroasiáticos inscritos en su línea política. Quizás la importancia mayor en este aspecto, radica en que la permanencia de la flota rusa en el Índico, permite crear una barrera de contención a la influencia china-maoísta que se desarrolla en puntos claves como Mozambique. El Pentágono norteamericano —que mantiene bases y pactos militares: CENTO, SEATO, ANZUK- ha denunciado la presencia de asientos soviéticos en Berbera y Mogadiscio en Somalia; Aden y Mukeilla en Yemen del Sur; en Ul Al-Quars en Irak y Visahagaptuain en India. En el desarrollo de la estrategia militar, aparentemente, el verdadero interés soviético, como fuese expresado por sus representantes en las Naciones Unidas (7 de diciembre de 1963) es el establecimiento de zonas desnuclearizadas

.

24 en el Mediterráneo y en el Indico, con el fin de privar a los EE.UU. de la mejor posibilidad estratégica militar-naval de ataque de los submarinos Polaris A-3 , del más potente Poseidon y de los nuevos Trident de la VII Flota del Pacífico con base en Subic Bay en las Filipinas. La "estrategia de las islas", preocupa a la URSS dado que ella está dirigida contra las zonas meridionales de su territorio y a los países socialistas del Asia. Si bien en los últimos tiempos EE.UU. decidió no inter_ venir en los asuntos políticos del Oriente (retiro de Vietnam, Doctrina Nixon, discurso de Guam), aumenta la capacidad de maniobra de su flota en la zona del golfo Pérsico y el Indico, protegiendo la distribución del petróleo del Medio Oriente con destino a sus aliados de Europa y Japón. La reapertura del Canal de Suez permite, en principio, el traslado rápido de barcos soviéticos desde el Mar Negro y el Mediterráneo hacia el escenario Índico. Pe_ ro todas esas acciones tienen directa repercusión en el Atlántico Sur, aunque éste se halla, como teatro de operaciones de la actual guerra fría naval, aparentemente marginado. EL CORREDOR DEL MAR ROJO Uno de los objetivos soviéticos en el Indico, relacionado

25 íntimamente con la comunicación con Europa consiste -así concuerdan los Servicios de Inteligencia de EE.UU., Israel y algunos Estados europeos- en reforzar su presencia en el Mar Rojo y en el golfo Pérsico, con el fin de cerrar "la canilla del petróleo" a las potencias europeas, en la eventualidad de un conflicto con las fuerzas de la OTAN (17). El aumento del poderío naval ruso en el Indico —como en el Pacífico oriental— coincide con un impresionante in cremento en la cantidad de barcos de su flota mercante, la mayor del mundo en términos de tonelaje, con escalas en Singapur, Hong-Kong, Bangkok, Colombo y otras terminales (El Plan quinquenal soviético tiene como meta llegar a 5 millones de toneladas). El primero de los puertos nombra_ dos es el cuarto del mundo, gozando de un emplazamiento estratégico en la comunicación Pacífico-Indico.

•WIBOUTI: PUERTO CLAVE Al entregar Francia los territorios de Afars e Issas y luego de afianzarse las fuerzas socialistas en la isla de Socotra, la URSS buscaría ejercer influencia en el puerto de Djibouti, situado frente al estrecho de Bab el Mandeb.

(17) Los países de Europa obtienen en esa área el 60% del petróleo que consumen.

26 Ese pequeño enclave, controlado aún por Francia, domina el golfo de Aden, pasaje que une el Mar Mediterráneo con el océano Índico a través del Canal de Suez y el Mar Rojo. El acceso a Djibouti y Berbera, facilitaría a Moscú un estratégico "trampolín" para mantener un control de las vías marítimas que conducen al Medio Oriente. Etiopía, si bien no renunció a todo reclamo sobre Djibouti, manifiesta actualmente su preocupación por el destino futuro de ese puerto, ya que la mitad de su comercio internacional se moviliza a través de él. El presiden te de Somalia, Gral. Mahamed Siad Barre considera a su vez, que tanto Djibouti como la región de Ojadenx (en Etiopía oriental), "constituyen parte

de

nuestro

territorio

ocupado

por

poderes

extranjeros". Por otra parte, Francia desea mantener a dicho puerto como base naval, ya que aproximadamente el 10% de su Armada, incluyendo submarinos con proyectiles nucleares, operan en el océano Índico (18).

(18) Francia prometió el último día de 1975 la independencia de Djibouti en fecha a fijarse, pero expresó el deseo de mantener sus bases militares en el territorio por tiempo indefinido. En París se considera que el retiro completo de las fuerzas francesas contribuiría a desencadenar un conflicto entre Etiopía y Somalia, Los franceses tienen además, instaladas unidades navales, aéreas y terrestres en las islas de la Reunión.

29

IV G E O P O L Í T I C A DEL A T L Á N T I C O SUR LA COSTA DEL "RESCATE" El descubrimiento del Brasil, entre los grados 16 y 17 de latitud sur, por Alvares Cabral, fue consecuencia de la nueva y compleja "volta" puesta en marcha por Vasco da Gama, con el primer enlace directo Lisboa-Calcuta. Navegando proa al suroeste, con el impulso del alisio. de costado, hasta situarse en la ruta de los grandes frescos del hemisferio sur, era inevitable encontrar algún día la costa de América meridional. Así se llegó a la desemboca^ dura del río Cahy, denominándose a la tierra descubierta, primeramente Monte Pascoal, luego A Terra de Vera Cruz y, definitivamente, Brasil (19). Ese territorio —enlace o descanso en la comunicación Atlántico-Indico- fue cedido por contrato a Fernao Loronho por "diez años y cuatro mil ducados anuales, con la

(19) En la carta dirigida a los Reyes Católicos, el 28 de agosto de 1501 , Manuel I empleó, a propósito del descubrimiento de la Tierra de Santa Cruz el adjetivo "milagrosamente y definió a la misma, como una escala ideal en la ruta oriental de las Indias.

30 promesa de prohibir la importación de palo Brasil de Oriente". Además, una cláusula que obligaba al contratante a poner en ruta, ''todos os años seis navíos a descobrir 300 leguas adiante". A partir del descubrimiento portugués, Castilla tuvo que compartir el Atlántico, interviniendo también los franceses que iban al "rescate" del Palo Brasil. El Atlántico en los siglos XVI y XVII fue el escenario de la expansión europea. Frederic Mauro, en su documentado libro: "El Portugal y el Atlántico del siglo XVII", explica las modalidades concretas del comercio del palo brasil, del azúcar y de los esclavos. Hacia 1765, Inglaterra contaba ya con importantes posiciones en el Caribe y en América Central, que le facilitaban su comunicación con el Pacífico: Porto Bello unido a Panamá por acarreo; Honduras, asiento muy cómodo en caso de guerra. Se extendió luego hacia el Atlántico Sur a través de la ruta: el Plata, los Andes, Chile; San Pablo, Asunción, Bolivia; Amazonas, Rio Negro, Casiquiare, Orinoco. El mar y el ultramar, aunque enfocados por el europeo a partir del 1600 desde un ángulo esencialmente económico, plantearon toda clase de problemas políticos y de ciencia geopolítica. LA FRONTERA ATLÁNTICA Francisco de Vitoria en 1510, indicaba en su obra:

31 "Relections de Indis", la urgencia en proteger el Nuevo Mundo, mediante un régimen jurídico que comprendía implícita mente un estatuto de las fronteras oceánicas y que, en 1519, Carlos I de España y V de Alemania, estableció al proclamar la intangibilidad de América* prohibiendo acciones hostiles y/o bélicas en sus costas; afirmado todo por el Tratado de Madrid de 13 de enero de 1750 cuando las coroñas de España y Portugal, acordaron que en caso de guerra entre ambas, debían mantener a sus colonias en total paz, como si aquélla no hubiese sido declarada. Desde 1930, el limite exterior del mar territorial se ha ido extendiendo, dada la ausencia de "normas internacionales de derecho positivo y vigentes que estableciesen la anchura permisible para el mar territorial de los EStados, o que limiten de alguna manera clara y concreta, la potestad tradicional de los mismos Estados para determinar libremente y en forma unilateral esa anchura" (20). La Declaración de Montevideo sobre el Derecho del Mar fue clara al respecto, al reconocer "la existencia de un nexo geográfico, económico y social entre el mar, la tierra y el hombre que la habita, del que resulta una legítima

(20) Notas verbales de respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores del Uruguay a varios Estados, respecto a la extensión de 200 millas del mar territorial de nuestra República.

32 prioridad en favor de las poblaciones ribereñas para el aprovechamiento de los recursos naturales que les ofrece su ambiente marítimo" (21). Por otra parte, la declaración de Panamá, Primera reunión de Ministros de Relaciones Exteriores, había establecido que

las

repúblicas

americanas,

"tienen

el

derecho

indiscutible a conservar libre 'de todo acto hostil por parte de cualquier nación beligerante no americana, aquellas agua adyacentes al continente que consideren de primordial interés y directa utilidad para sus relaciones, ya sea que dicho acto hostil se intente o se realice desde tierra, desde mar o desde aire" (22). El artículo 4o de la Declaración de Rio de Janeiro, trazó y amplió la línea de seguridad, coincidiendo los Estados americanos en conciliar las exigencias de la política con las realidades del fondo submarino. El principio del "cinturón de castidad" o de "mar cerrado" fue un avance hacia las nuevas formas de un Derecho Internacional amera cano que estableció

al

Continente

como

persona

de

derecho

plurisoberana, trazando fronteras oceánicas más allá de su área jurisdiccional (23).

(21) Declaración de Montevideo, 8 de mayo de 1970. C22) Declaración de Panamá, 3 de octubre de 1939. (23) Declaración de Río de Janeiro-TIAR, 1947.

33 No cabe duda que la fijación de las 200 millas, como elconcepto de "zonas económicas", cambiaron radicalmente el "status" de los mares abiertos, con el peligro constan_ te del "colonialismo

marítimo"

progresivo

de

los

gigantes

financieros (24). Así lo expresó el Comandante General de la Marina de Ecuador, C/A Sergio Vázquez Pacheco: "El gobierno ecuatoriano, en forma categórica, ha mostrado su decisión y ha aceptado el reto de la historia: seguir una política de derecho frente a la política de la fuerza, una política de la razón frente a la arbitrariedad y el interés económico".

LAS "BATALLAS SILENCIOSAS" Por siglos, el lecho de los mares y la profundidad de los océanos constituyeron una zona de misterio y de leyenda fuera de la preocupación práctica de la humanidad. Des_ de la primera Declaración Truman (28/IX/1945), la revolución tecnológica comenzó su acelerada carrera3

tendiente a

colonizar el fondo de los océanos, explotando sus recursos biológicos y minerales a un ritmo cada vez mayor.

(24) Derechos de la explotación de zonas marítimas fueron las denominadas: "Guerra del bacalao", entre Gran Bretaña e Islandia¡, finalizada por el Acuerdo del Io dé junio de 1976. La "disputa de Manhattan" entre los EE.UU. y. Canadá. La "guerra de la langosta" entre Brasil y Francia.

34 El Atlántico Sur guarda una enorme reserva alimenticia como un incalculable valor en minerales y petróleo, en él -como en la Antártida- se llevan a cabo "batallas silenciosas" entre las potencias superdesarrolladas y las grandes empresas multinacionales; en muchos casos, amparadas éstas por organismos internacionales que les otorgan patente de "investigación científica". La acción por otra parte, se desarrolla ante la impotencia de los países ribereños —sudamericanos y africanos— que no cuentan ni con recursos tecnológicos, ni de control defensivo. Su protesta y la consiguiente polémica, tiene como escenario el complejo foro de las conferencias sobre el Derecho del Mar en las Naciones Unidas. Frente a esa conocida situación de explotación —en muchos casos

predatoria—

la

tecnología

dirige

sus

máximos

esfuerzos a extraer el petróleo, los nódulos, metálicos como también

algas

y diversos

tipos

de

vegetales

que.se

encuentran en el lecho oceánico. Modernos navíos de "investigación" de los países industrializados libran esas "batallas silenciosas" con claros fines económicos y militares (25).

(25) Varias especies de ballenas ya fueron extinguidas o están a punto de extinguirse en el Atlántico Sur. Focas y leones marinos han desaparecido de los mares de la Antártida. Langostas y camarones ya no existen en áreas donde eran encontrados sin restricciones pocos años atrás. Los nódulos, que son masas metálicas de pequeña dimensión y de forma redondeada, valorados en 1 billón.700 mil millones de toneladas, espaciados por todos los océanos, contienen principalmente: hierro, cobre, níquel, manganeso y cobalto en alto grado de pureza. Tales nódulos pueden ser colectados clandestinamente por navíos adecuados sin el conocimiento del país ribereño al cual pertenece la plataforma donde están depositados (Citado por V/A Pau_ lo I.R.Freitas en "Uso del mar", Rev.Estrategia, N° 34/35 Buenos Aires, agosto de 1975).

35 LAS TRES CLAVES DEL ATLÁNTICO SUR Durante las dos últimas guerras mundiales, el Atlántico Sur no fue considerado en el tablero estratégico de las grandes potencias. Tan solo, como episodio anecdótico, se recuerda la batalla del Río de la Plata protagonizada por el acorazado alemán Gran Von Spee y los cruceros ingleses Ajax, Aquiles y Exeter. Mayor relieve tuvo sí, la presencia de la flota submarina del Almirante Karl Doenitz, torpedeando los buques de transporte alimentario que, desde los países latinoamericanos se dirigían a puertos aliados. Posteriormente, la interrupción del Canal de Suez debida a la guerra de los Seis Días (1967), obligó a los países europeos a fletar los superpetroleros que, vía Cabo de Buena Esperanza, por la "ruta del petróleo", transportaron el vital elemento desde el Medio Oriente a -los centros europeos y americanos.

36 Futuros conflictos que derivasen en el cierre de los canales de Suez y Panamá, valorizarían nuevamente al Cabo de Buena Esperanza y al Estrecho de Magallanes. El Atlántico Sur, interrelacionado con el Índico y el Pacífico es ruta normal para el tráfico de materias primas y marinas de guerra. A

su

espacio

se

entra

por

tres

accesos

intercontinentales:"el Afro-americano (Cabo San Roque-Cabo Palmas,

3.300

km.);

el

Américo-antártico

(Cabo

de

Hornos-Shetland del Sur, de 900 km.); el Afro-antártico (Cabo Agujas-Sándwich del Sur, de 4.000 km.). Considerando la presencia política de otros Estados -además de los latinoamericanos y africanos costeros— todo indica que el problema del Atlántico Sur resulté altamente complejo, pudiendo ser enfocado desde el estricto punto de vista geopolítico como del estratégico. Mientras los EE.UU. reservan este último valor tan solo a Alemania Federal, Gran Bretaña y Japón, la URSS —ateniéndose a las reiteradas declaraciones de su Almirantazgo— busca afirmar su poder marítimo conforme a la definición que sobre éste diera Sir W. M. James: "Poder marítimo es aquel que permite a su poseedor enviar tropas y su comercio a través de las aguas que separan las naciones hasta el lugar objetivo de sus deseos y evitar que sus antagonistas hagan lo propio" (26).

39 Coincidimos

con

el

Dr.

Juin

de

Cebaret.

.

—geopolítico-francés— cuando considera que los EE.UU.-no .piensan

geopolíticamente,

reiteradamente

sus

fronteras

"salvo en

los

cuando,

ensanchaba

comienzos

de

su

crecimiento. Siempre le interesó reforzar su seguridad y dominios económicos mundiales del momento, salvo algunas contadas excepciones9 como la aplicación del Plan Marshall, porque, nunca captaron, sus dirigentes, el futuro lejano" (27).

BRASIL: EL "MARE NOSTRUM" En un oficio dirigido por Lord Ponsomby al Conde ' Dudley, de fecha 18 de enero de 1828, el diplomático británico manifestaba su preocupación ante el interés brasileño por la frontera atlántica. Escribía: “Creen (los brasileños) que una vez dueños de la costa entera dé Sud América, desde el Amazonas hasta el Plata y pudiendo establecer estaciones en la costa africana podrán seriamente controlar el comercio de Inglaterra con la india, la China y todo el-Asia Oriental y el Pacífico". •-Por Decreto-Ley N° 1098 del 25 de marzo de 1970, Brasil llevó su Mar Territorial a 200.millas. Posteriormente

(26) W.M. James: "The influence of sea power on the history of the British -people" Londres - 0xford 1948 (27) En la Nouvel Observateur, Julio de 1975

40 lo definió como "área marítima de seguridad", denominación más actualizada de “mare nostrum" y que comprende, además del Atlántico Sur, un área marítima del Atlántico Norte (hasta el trópico de Cáncer) y otras menores del Pacífico e Indico. El Gral. Golbery do Couto e Silva concibe un círculo defensivo del Atlántico Sur, cerrado por Brasil, Portugal, Guinea, Angola y Mozambique y un eventual enclave brasileño en la Antártida, establecido éste conforme a la teoría de la "defrontacao". El V/A Paulo I. R. Freitas ha expuesto fundamentos al respecto, sosteniendo que en tal espacio, Brasil no ha previsto la participación de ningún aliado con quien compartir tal responsabilidad, pues no es aceptable la protección de los intereses y tráfico marítimo brasileño, por marinas aliadas en el Atlántico Sur (28). Un estudioso argentino saca lógicas conclusiones de ello: "La apetencia hegemónica brasileña, contrasta sin duda

con

los

méritos

de

la

integración

naval

argentino-sudafricana y debilita, de hecho, la cohesión indispensable para asegurar un buen uso del Atlántico meridional" (29). La economía brasileña se traslada por cuatro rutas marítimas principales: ruta oceánica-sudafricana; ruta

(28) Ob. oit. en Nº 25. (29) A. Bianchi y Von Kirck (seudónimo de un oficial la Armada argentina}t en ob, cit. N° 25,

retirado de

41 costanera;

ruta

oceánica-centroafricana

y

ruta

oceánica-europea. La necesidad de escoltas de navíos de guerra -en, caso de conflicto- a los buques mercantes que zurean esas rutas», lleva a que el Almirantazgo brasileño considere que los límites de su "área marítima de seguridad" deba extenderse por todo el Atlántico Sur, incluyendo la ruta que atenderá los futuros intereses del Brasil en la Antártida", según expresión de Golbery Do Couto e Silva. Para un país como el Brasil -expresa el Ministro. Souto Mayor— cuyas potencialidades de desarrollo se han visto frecuentemente limitadas por la estratificación de las relaciones internacionales, la superación de los cuadros de referencia, dentro de los cuales se forjan las estructuras de relación prevalecientes de la posguerra, representa un desafío a nuestra creatividad y capacidad de acción en el plano internacional'- (30); El Almirante Monnerat considera que la ruta del Cabo de Buena

Esperanza

representa

hoy,

la

región

de

mayor

estrangulamiento marítimo mundial. "Aparté" de ser la zona de mayor interés para nuestro país! —dice— habremos, de notar que la tarea que le compete a nuestra flota y para la cual, debemos preparárnosles muy grande" (31).

(30) Ministro Luis A.P.Souto Mayor: "A politica externa do Brasil en Revista Brasiteira de Estudos Políticos.' Belo Horizonte, Universidades->1976. (31)'Declaraciones del Álm. Roberto M. Monnerat al asumir el Comando de la Flota de Brasil; en O Estado de Sao Paulo, 15 de noviembre de 1975.

42 Posición

que

concuerda

con

el

pensamiento

del

internacionalista Ruy Barbosa, cuando consideraba que el Brasil, tanto por la mayor extensión de sus costas como por su posición, tendrá la responsabilidad, entre las grandes potencias, de ejercer prioritaria influencia en toda el área del Atlántico Sur. La "Operación África'; de Gibson Barbosa (5

de

enero

de

1972)

buscó

formalizar

una

relación

económico-política con los nuevos estados africanos, alentada ante el retiro del colonialismo portugués (32). La aspiración de Golbery do Couto e Silva de hacer de Brasil socio de EE.UU. en la defensa del Occidente, Lo lleva a considerar al Atlántico Sur —“mare nostrum”— como "una placa giratoria de maniobra contra cualquier estrategia de resistencia y contraofensiva en relación con la siempre posible y peligrosa arremetida del expansionismo soviético". La Revista de la Escuela Naval de Brasil recomienda en su Punto Io: "Expandir las actividades navales a todo el Atlántico Sur* incluyendo las costas africanas y las altas latitudes hasta la Antártica" (33). A los efectos de actualizar su marina de guerra para el patrullaje y control marítimo y oceánico, Brasil ha

(32) Véase: Adolpho J. Bezerra: "O Brasil e o mundo asio-africano". Rio de Janeiro, I. Pongetti, 195B. (33) Rev.de la Escuela Naval de Brasil, diciembre, 1973.

43 emprendido una rápida carrera de reequipamiento de su flota de guerra. Por decreto firmado por su Presidente Gral. Geisel, se construirá una base de misiles en tierra además de otorgarse prioridad al equipamiento de sus barcos, con armamento de ese tipo. El centro terrestre que sería levantado al sur de Río de Janeiro (CMISM), por el II Plan de Desarrollo firmará convenios con empresas extranjeras productoras de material bélico, a fin de producir los misiles en Brasil (34). La Visita del Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger a Brasil (enero de 1976) se debe, aparentemente, a la búsqueda de una solución al problema geopolítico del Atlántico Sur. En su época de catedrático, Kissinger propuso la teoría de la concentración de la cooperación en un país neurálgico de cada región del mundo en desarrollo, para generar desde él las tendencias que EE. UU. procura. ARGENTINA: LLAVE AUSTRAL DEL ATLÁNTICO SUR La Patagonia es la llave de los dos océanos -Atlántico y Pacífico- porque de ella es parte integrante el Estrecho

(34) El EXOCET3 misil francés de superficie-superficie. El SEA-CAT, inglés de superficie-aire. El IKABA, australiano para combate submarino. Encargó a EE.UU. un submarino de propulsión nuclear de 3.500 ton.

44 de Magallanes y la Tierra del Fuego, escribió Juan B. Alberdi. Como claramente lo veía este ilustre político argentino, aquel estrecho es, a los intereses del Pacífico en sus relaciones con el Atlántico, lo que el Canal de Suez a la Europa marítima y comercial que trafica con el Oriente. Evidentemente, en el dominio de las rutas oceánicas en el caso particular de tiempos de conflictos, los estrechos adquieren relevada importancia. Muchos han perdido en la actualidad interés geopolítico; otros, aparentemente se encuentran en segundo plano o en reserva. Si consideramos entre los primeros al Paso de Calais, al de Malaca, y al de Tsü-shima, por citar a algunos; el Estrecho de Magallanes adquirirá notoria relevancia frente a la eventual suspensión del Canal de Panamá o bien, por la posición clave que ocupa frente a la Antártida. En 1889 el Presidente Balmaceda (Chile) sostenía: "El imperio de la América del Sud en el siglo próximo, corresponderá a la nación que sea dueña de la extremidad austral del continente, porque a esas regiones desbordará el excedente de la población anglo-sajona de la vieja Europa y se formará allí un país tan rico, tan poderoso y tan emprendedor como la gran república del Norte" (35).

(35) J. Bañados: “Balmaceda y su gobierno". París Garnier, 1894.

45 La Argentina se destaca por su insularidad económica, ya que el 90% de su comercio se dirige a los grandes mercados extra continentales. Gracias a la constructiva visión de sus geopolíticos, viene formalizando —a nivel nacional e internacional— una doctrina marítima que parte de la base de que, los intereses del mar configuran importantes objetivos para el desarrollo y seguridad del Estado. El proyecto argentino del 80, que apel6 a una limitada como posesiva concepción espacial pampa-puerto, restó importancia al Mar Argentino donde el mercantilismo inglés del siglo XIX, estableció su frontera. Mar que, a igual modo para el Uruguay, está directamente vinculado con la red fluvial del Plata que canaliza el transporte hacia las regiones interiores del litoral y sirve de enlace para llegar a las repúblicas de Bolivia y Paraguay. Si bien los puertos de Buenos Aires y Montevideo representan

desde

los

remotos

tiempos

coloniales,

la

expresión de tan importante "hinterland", todo exige hoy, la formulación de una pujante conciencia marítima que implica la comprensión y la valorización del importante papel que el mar desempeña en la seguridad y en el desarrollo de los Estados. La Patagonia representa propiamente el eje marítimo— atlántico argentino. Frente a ella las islas Malvinas; al

46 Sur el territorio antártico; al Este, el "territorio argentino sumergido": Respecto a las Malvinas, el Comité de Juristas Interamericano, suscribió el 15 de mayo de 1976, una declaración decretando que "Argentina tiene inobjetable derecho de soberanía sobre las islas Malvinas" y que, "Panamá es soberano en la zona y en el canal y debe asumir el control y la administración de esa vía interoceánica". Sumando a su lógico y tradicional reclamo de soberanía sobre ese territorio insular, Argentina debe encarar los aspe£ tos económicos que ofrecen los yacimientos petrolíferos submarinos, extendidos probablemente en toda su plataforma continental; como a la vez, considerar el valor netamente estratégico de las mismas frente a la política mundial que actualmente se desarrolla en el Indico, interrelacionado éste con el Atlántico Sur. El Decreto-ley 17094 establece —conforme al criterio de la Convención de Ginebra de 1958— que la soberanía argentina se extiende

al lecho del mar y

al subsuelo de las zonas submarinas hasta donde la profundidad presente la explotación de los recursos naturales. Si Gran Bretaña, que se apropió de

las Malvinas en 1883, resolviese

"otorgar" la independencia a las mismas, incorporándolas como miembro pleno al Commonwealth, introduciría una sensible variante al natural concepto de soberanía como a las relaciones internacionales entre Estados.

47 Argentina, por decreto del 10 de junio de 1829, dispuso que las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos, en el Mar Atlántico, fuesen regidas por un Comandante Político y Militar. El continente antártico adquiere valor geopolítico, tanto por sus reservas ante el agotamiento de los recursos naturales, como por significar una importante base de operaciones. Espacio aparentemente neutralizado por el Tratado Antártico, vigente desde 1961, es aprovechado "científicamente" por el multipolarismo primero y sostenido en

el

Año

Geofísico

Internacional

(1957/58)

cuyas

resoluciones facilitaron la participación de la URSS, Japón, Bélgica y Sudáfrica, a instalar bases con el fin de realizar estudios

científicos.

"condominio

Todo

concertado",

el

esquema,

expresión

ésta

conforme del

al

experto

argentino Carlos J. Moneta (36). Argentina

ocupa

el

sector

comprendido

entre

los

meridianos 25° y 74° longitud Oeste, entre el paraleló 60° latitud Sur y el polo. La península de San Martín, ante los actuales movimientos estratégicos descritos anteriormente, adquiere importancia vital como espacio terrestre de

(36) La Antártida es considerada "zona de reserva" en materia petrolífera; de plancton; como fuente sustitutiva de alimentos; de minerales como, carbón, hierro3 uranio, cobre, molibdeno; agua dulce y pesca de ballenas, krill, etc.

4$ apoyatura para el desarrollo del transporte aéreo y marítimo que facilita la comunicación entre América del Sur y el Oriente. Además, por gobernarse desde ella, los controles meteorológicos y de las aguas del hemisferio Sur. Las bases argentinas Marambio y San Martín, resultan llaves de acceso a la Antártida (37). La moderna tecnología —tanto marítima como submarina y/o aérea— indica que el pasaje austral representa un medio eficaz y rápido para la comunicación entre los continentes del hemisferio Sur. Todo ese escenario, integrado por los océanos Atlántico y Pacífico y los mares adyacentes, significa una unidad estratégica de primer orden para el transporte comercial o bélico dirigido a controlar el "RIMLAND" de Spykman o la "ISLA DEL MUNDO" de Mackinder (38).

(37) EE.UU. y la URSS no reconocen ninguno de los reclamos territoriales efectuados sobre distintas áreas de la Antártida. Por otra parte, Inglaterra reclama el sector comprendido entre los 20° y 50° longitud Oeste al sur del paralelo 50° latitud Sur y entre los 50° y 80° de longitud Oeste, al sur del paralelo S8°5 latitud Sur. (38) Nicholas J. Spykman: "Quien controle el EIMLAND domina Eurasia; quien domina Eurasia controla los destinos del mundo”. Harold Mackinder: "Quien controle a la Europa Oriental domina el corazón de la tierra; quien domina el corazón de la tierra domina la Isla Mundial; quien domina la Isla Mundial domina el mundo".

49

CHILE: POLÍTICA OCEÁNICA La teoría geopolítica del Ate. Alfred T. Mahan ("la nación que llegue a controlar el mar, en especial las vías marítimas, posee las llaves del poderío mundial") tuvo en su medida, repercusión en los centros de Altos Estudios de las Fuerzas

Armadas

chilenas,

donde

se

dio

importancia

estratégica y geopolítica a las vías de navegación que, como el Estrecho de Magallanes, el Pasaje Drake y el Canal de Beagle, permiten la comunicación entre dos zonas de los océanos Pacífico y Atlántico y donde el control del territorio ribereño es de capital importancia. Desde el propio instante que comenzó la hostilidad de Inglaterra contra las colonias españolas, las autoridades residentes en América, comprendieron que el Estrecho de Magallanes y la costa patagónica, eran los puntos vulnerables para una agresión al extremo litoral marítimo del Pacífico Sur. Así lo manifestó, a fines del siglo XVIII el Gobernador Ambrosio O'Higgins y años más tarde, su hijo, el Director Supremo de Chile, don Bernardo O'Higgins, quien también consideraba con temor las ambiciones inglesas y francesas y la posibilidad de que esas potencias estableciesen alguna base naval en la parte austral del continente. El. gobierno de Manuel Bulnes, el 21 de setiembre de 1843, procedió a ocupar el Estrecho de Magallanes, fundan do una colonia que se llamó más tarde, Punta Arenas y que

50 señala el comienzo de la colonización de aquel importante espacio, como a su vez, el punto de partida de una larga y engorrosa cuestión de límites con la República Argentina. "La gran vocación internacional de Chile es y debe ser el mar", expresó Diego Portales. Durante la primera Guerra Mundial, Chile —por decreto de 15 de diciembre de 1914— declaro que todo el Estrecho de Magallanes se encontraba dentro de sus aguas territoriales; acción dirigida a defender su neutralidad, con el fin además de crear una doctrina geopolítica y geoestratégica. Esta se desarrolla en la década del 30, gracias al planteo del General Ramón Cañas Montalva, quien insistió ante su gobierno la necesidad de que Chile fijase, taxativamente, los límites de sus posesiones en la Antártida. Hecho que se registró en noviembre de 1940, por el Decreto Supremo N° 1747. "El ángulo marítimo, formado por la costa chilena y el Estrecho, la Isla de Pascua y el territorio antártico, -constituyen la base de una sólida protección geopolítica de Chile en el Pacífico, considera Francisco Orrego Vicuña. Chile, vigía natural del Cuadrante 4o Sur Antártico -expresa un especialista— aparece ahora como "el principio del mundo"; cabeza de puente entre Asia y Europa y en una "carrefour" para darle salida y movimiento

de gran

5 1 parte del "hinterland" sudamericano hacia el Pacífico (39). Sin lugar a dudas, el dominio marítimo del Pacífico fije un factor clave en la hora de la independencia. En los primeros años de la República, se pensó en la ocupación de las Islas Galápagos e incluso de las Filipinas, aprovechando la decadencia del poderío español de ultramar (40). En una segunda etapa, Chile buscó consolidar su predominio —en franco entendimiento con Brasil- buscando así asegurar un equilibrio geopolítico en América del Sur. Expresaba el esclarecido Alberdi: "Ya no es un misterio para nadie que el instigador de las desavenencias actuales (era 1879) de Chile con el Plata sobre la propiedad y posición del Estrecho de Magallanes y de la Patagonia, de que el estrecho forma parte, es el gobierno de Brasil" (41). Por el Decreto Supremo N° 346 del Ministerio de Relaciones Exteriores, de 5 de junio de 1974, Chile acaba de establecer EL MAR CHILENO. En sus partes pertinentes se expresa:

(39) Víctor Chaves D. citando a Jean Flavigny; en Revista Estrategia N° 31/32. Buenos Aires, febrero de 1975. (40) Francisco Orrego Vicuña: "El Océano Pacifico". Santiago de Chile. Ed. G. Mistral. 1975.

52 "Considerando: la importancia y gravitación que tiene el mar en el destino de Chile y la conveniencia de reafirmar la natural vocación marítima que, en razón de tal hecho, existe en la conciencia nacional, Decreto: 1. Denomínase "Mar Chileno" a aquellas aguas del mar que bañen o circunden el territorio nacional. 2. Dicha denominación, en modo alguno, prejuzga o altera el régimen legal, interno o internacional, de las aguas a que se refiere el inciso anterior". Federico Marull Bermúdez, geopolítico chileno, en su tesis "El Mar de Chile", considera que éste se extiende desde el límite internacional con el Perú hacia alta mar, 1.200 km. de la costa, instalando en ese punto las "Boyas Nazca". El límite Este del Mar de Chile será la línea del litoral continental chileno con sus 4.270 km. de extensión. Al llegar al canal de Beagle, frontera con Argentina, el límite oriental seguirá inicialmente la delimitación natural entre los océanos Pacífico y Atlántico Sur. Se extenderá, por tanto, siguiendo la primera parte del denominado Arco de las Antillas Australes. Este arco, compuesto por elevaciones submarinas que irregularmente

(41) J.B.Alberdi: “Límites territoriales" s en Obras Completas, T.3, Buenos Aires La Facultad^ 1920.

53 afloran en islotes o islas, constituye la delimitación natural entre los dos océanos, Pacífico y Atlántico. Por tanto, el límite Este del "Mar de Chile" se extenderá siguiéndole inicialmente. Desde el Cabo San Pío, se trazará una línea al sur del Banco de Burdwood y las Rocas Cormorones, alcanzando el meridiano 53° longitud Oeste y formando un ángulo recto con esta línea. Desde allí, seguirá el límite el meridiano 53° cruzando el Mar de Weddell hasta tocar el continente Antártico" (42).

URUGUAY: PARALELO 35° SUR - RIO DE LA PLATA Desde el siglo XVI, el Río de la Plata, legendario camino de Yungulos y Dorados, atrajo las corrientes atlánticas de la civilización europea y las corrientes continentales de la tradición americana. La importancia de toda su área, en la geoestrategia global del Atlántico Sur a la altura del paralelo 35°, está definida por la historia de sus primeros 210 años —de su descubrimiento a la fundación de la ciudad-puerto de Montevideo— con sus altas y sus bajas, pero permanentemente en el primer plano de la historia del Atlántico Sur occidental; pieza en jaque por España y Portugal.

(42) Federico Marull Bermúdez: "Geopolítica del Pacífico Sur". Santiago de Chile„ Univ. Católica, 1974.

54 En sus costas, tanto los puertos de Montevideo como Buenos

Aires

—agreguemos

Colonia

y

Maldonado—

le

proporcionaron un singular valor político-económico-militar, centrándose

hoy,

en

todo

el

espacio

marítimo

platense-atlántico, el enclave geopolítico que asegurará el porvenir del Cono Sur. La fijación del mar territorial uruguayo, significó no solo un mayor despliegue de la soberanía nacional, sino que trajo consigo —como lógica consecuencia— la afirmación de una serie de posiciones de carácter estratégico. "La República Oriental del Uruguay debe y puede formar una Marina diferente a todas las existentes en la actualidad. Es más, nuestro país necesita encarar su problema marítimo de manera original. Se lo señala su geografía, se lo recuerda su historia y se lo manda su economía", escribía hace cuatro décadas un distinguido Oficial de la Armada uruguaya (43). Carlos Badía Malagrida, en 1919, sostenía que al definirse el carácter de Montevideo y Buenos Aires de la época colonial, se podría decir que la segunda era la puerta y la primera, la llave de la costa del Plata. Quizás a esto aludía Garay cuando en pleno siglo XVI hablaba de “abrir

(43) C/F Rivera Travieso: "El mandato de Tiresias". 1934.

Madrid,

57 la puerta de esta tierra"; pensamiento que se completa siglos más tarde con las palabras de Deán Funes, escritas a Bolívar en ocasión de haber ocupado la Banda Oriental las tropas brasileñas: "... y sobre todo, la insolencia de venirse a apoderar de una tierra y un puerto (Montevideo) que siendo la entrada de este Estado, puede gloriarse de tenernos bajo su llave". En la geopolítica del Atlántico Sur, a Uruguay le cabe un importante papel dado que, ante la realidad inexorable de la integración de la Cuenca del Plata, por su determinismo geográfico y el posibilismo de sus propias estructuras socioeconómicas, su "hinterland" se proyecta hasta las tierras mediterráneas de Bolivia y Paraguay. Si bien las condiciones estratégicas son esencialmente geográficas y el valor de éstas evoluciona en función de los procesos técnicos, en la geopolítica del Atlántico Sur, a Uruguay le cabe una misión superior que cumplir: sostener el proceso armónico de la integración del gran espacio regional

al

cual

está

vinculado,

donde

se

conjugan

íntimamente, geografía e historia. Su frente platense -atlántico, es la base natural de convergencia del corredor Paraná-Uruguay, bisectriz fluvial de la Cuenca del Plata y del Cono Sur. El Paralelo 35° Sur, eje Punta del Este a Cabo de Buena Esperanza, completa lo que el Mariscal Montgomery,

58 en la década del cuarenta denominaba para Sudáfrica, "la nueva clave del sistema de defensa del Imperio". Una política de refuerzo constante al bloque de la Unión Sudafricana, apoyada por los entonces enclaves británicos, en Nigeria y Kenya, prolongaban más allá del Atlántico, el eje americano que partía del Canal de Panamá y Cuba. Por Decreto N° 604, de 3 de diciembre de 1969, Uruguay extendió su territorio marítimo hasta las doscientas millas: 120.684 km.2 de suelo bajo el mar, equivalente casi a su superficie continental, proclamando su soberanía sobre el espacio aéreo superior y el suelo y subsuelos marinos (44). La ley 13833 de 29 de diciembre de 1969 estableció que "la soberanía nacional se extiende a la Plataforma Continental a los efectos de la exploración y explotación de sus recursos naturales", entendiéndose por Plataforma Continental, "el lecho del mar y el subsuelo de las zonas

(44) El Decreto del 21 de febrero de 1963 había fijado el Mar Territorial de la República en seis millas marinas, estableciéndose por Decreto de 16 de julio del mismo año, que la Plataforma Continental llegaba hasta la isobática de los 200 metros, "sin perjuicio de sus derechos más allá de esa línea, en cuanto sea posible la exploración y explotación de los recursos naturales de dicha zona". El Decreto de 16 de mayo de 1969, extendió el Mar Territorial a 12 millas y reservó derechos exclusivos de pesca en su mar epicontinental

59 submarinas adyacentes a las costas del país, fuera del Mar Territorial hasta una profundidad de 200 metros o más allá de ese límite hasta donde la profundidad de las aguas supra adyacentes

permita

la

explotación

de

los

recursos

naturales" (45). La actual política de pesca establecida por la Junta Nacional de Pesca en 1974 (e Industrias Loberas y de Pesca del Estado: ILPE), define un acto de efectiva utilización de ese importante espacio incorporado, indicando además la presencia y consiguiente responsabilidad que le cabe a Uruguay —compartida en su sector por Argentina— en la propia boca oceánica del Plata. El Estatuto del Río Uruguay, como el del Río de la Plata, signados por Argentina y Uruguay, tienen suma importancia en el proceso de integración regional como en los aspectos jurídicos y políticos y que señalan la mancomunidad de objetivos e intereses entre estos dos Estados, estrechamente unidos desde el acontecer histórico.

(45) Uruguay. Presidencia de la República: "América Latina y la extensión del mar territorial; régimen jurídico". Montevideo, 1971. Véase también: Oscar Abadie Aicardi: "Iberoamérica3 el mar territorial y la lucha por la soberanía". En Revista de Política Internacional N° 122, Madrid, 1972.

60 EL VALOR GEOPOLÍTICA DE LOS RÍOS DEL PLATA El río Paraná —por esencia el río forjador de la nacionalidad argentina— es el eje central del amplio espacio geográfico, encuadrado por la cordillera andina y el macizo boliviano. Señala la ruta natural y más económica desde y hacia el frente platense atlántico, de toda la producción del sur boliviano, del Paraguay y del norte argentino. La República Oriental del Uruguay, magníficamente inserta en tan vasto y rico escenario, se destaca como centro de vital convergencia que relaciona todo ese gran "hinterland" —unidad geoeconómica indiscutida—. con el vaso comunicante del Atlántico. URUPABOL y el Corredor del Paraná, configuran la bisectriz latitudinal de la cuenca del Plata que une Cochabamba-Santa Cruz de la Sierra, punto de gravedad de la economía del altiplano, con el frente platense-atlántico uruguayo. En

el

orden

económico,

un

río,

salvo

casos

muy

excepcionales, no cumple estricta función de límite, sino que por el contrario es elemento de soldadura que facilita el desarrollo de una "geografía de la circulación". Señala Ratzel:

"El

río

en

territorios

llanos

y

en

países

meridionales, es el enlace y la fuerza de atracción entre los distintos pueblos ribereños. El territorio de una misma

61 cuenca fluvial, forma ante todo una unidad geográfica y económica que puede ascender a política, si concurren otros factores". Esta aseveración, como bien lo expresa Badía Malagrida, destruye la antigua doctrina político— geográfica de la "frontera mojada" que inspiró tantos arreglos internacionales y que sigue en pleno vigor político en América Latina (46). Los ríos Paraná, Paraguay, Pilcomayo, Bermejo y Uruguay, cumplen sus funciones de divisoria política acordada desde 1810, pero no por tan simple mandato del hombre, se quebraron sus unidades biogeográficas, como tampoco la del territorio por donde ellos, desde lejanos siglos, libremente circulan (47). "Se sabe que el Río de la Plata es el gran canal de todo el comercio de esa parte del mundo —decía el Ministro británico Peel en la Cámara de los Comunes en marzo de 1814—. Se sabe que por allí ella (América Latina) envía a la costa para ser exportados a Europa, todos los productos inmensos de que dispone; nada hay más nocivo a nuestro comercio y al comercio de la América del Sur, que la interrupción de la navegación del Río de la Plata".

(46) Carlos Badia Malagrida: "El factor geográfico en la política sudamericana. Madrid, Robes, 1919. (47) Bernardo Quagliotti de Bellis: "URUPABOL y el Corredor del Paraná". En Revista Geopolítica, Buenos Aires, diciembre de 1975.

62 Así, los Parlamentos de los dos grandes Estados que mantenían en Europa el control político y económico del mundo -acota el C/N Homero Martínez Montero— comenzaban a formar

conciencia

del

inmenso

valor

económico

que

representaba el Río de la Plata, dando con ello a Montevideo un valor político considerable derivado de su condición de ciudad marítima y puerto de ultramar, que ella supo explotar en pro de su causa (48). El

Ministro

Plenipotenciario

del

Uruguay,

Francisco

Magariños, en un Memorándum del Gabinete Imperial del Brasil, decía, entre otros conceptos: "El Paraguay es un nuevo canal de comunicaciones que al Brasil le conviene sostener a todo trance, no solamente en provecho de sus miras políticas, de seguridad territorial, sino como medio de incremento para facilitar relaciones de comercio y navegación de sus posiciones limítrofes" ... "Las divisiones territoriales, los gobiernos y sus formas, así como todo lo que sea provechoso y de conveniencia general, es conveniencia precisa. Obra tan solo del tiempo y del progreso de los pueblos. Sus mismas necesidades les advierten lo que les está mejor. No hay sino que darles impulso y una protección eficaz, libre, generosa, sin miras de coacción y de pupilaje. Nadie tiene derecho a trabar la

(48) C/N Homero Martínez Montero: "El triunfo del Montevideo 1937.

mar" .

63 acción que es obra de la naturaleza; nadie puede, con razón, impedir a esas provincias (se refería a las del norte argentino y al Paraguay) que hagan uso franco, libre, de los elementos con que ella las ha enriquecido; nadie puede, con justicia, negarles que recojan todas las ventajas de los grandes canales de comunicación con el Océano, para ponerse en contacto con los que les traigan bien. De ahí que todos convienen en que su límite comercial sea el Paraná y Martín García sea una isla común, bajo la denominación y garantías de los que tienen interés en la navegación de los ríos" (49).

SUDAFRICA: ENLACE DEL INDICO CON EL ATLÁNTICO Desde 1806, Gran Bretaña ejerció el control de la comunicación Indico-Atlántico Sur, cediendo en 1955 a la República de Sudáfrica la base naval en Simonstown, próxima a Ciudad del Cabo, disolviendo definitivamente su Comando del Atlántico Sur en 1967. En 1828, luego de la Convención de Paz, Inglaterra se había asegurado el dominio del Río de la Plata y en 1833, el control de la puerta austral del Atlántico, al apoderarse de las Islas Malvinas.

(49) En ob. cit., N° 47.

64 Sudáfrica, además de la base naval citada, posee un sistema portuario integrado por Durban, Port-Elizabeth, East-London (en el Indico); El Cabo y Walvis Bay (en el Atlántico) además de considerar la posibilidad de puertos de aguas profundas en Saldanha Bay para la exportación de minerales de hierro y en Richards Bay como centro de recepción de superpetroleros. Las ventajas que Sudáfrica puede ofrecer a potencias amigas, se resumen así: 1) Posee la única base naval desarrollada en el Continente Sur del Ecuador. 2) Posee un excelente sistema portuario, con medios modernos y aptos para el manejo de cargas y reparación de buques. 3) Cuenta también con numerosos aeropuertos de moderna infraestructura que dan excelente apoyo a la exploración aeromarítima lejana y a los vuelos intercontinentales. 4) Tiene un eficaz sistema de Comando y Comunicaciones para el control del tránsito marítimo, que incluye sistemas de computación modernos. 5) Similar sistema de control y defensa aeroterrestre protege su frontera norte. 6) La Fuerza de Defensa Marítima posee un elevado nivel profesional y si bien pequeña, de proveerse los medios,

tiene

una

razonable

capacidad

de

desarrollo

remanente (50).

(50) Emilio A. Galmarini: “Sudáfrica, singularidad geoestratégica"; en Estrategia N° 27. Buenos Aires3 abril 1974.

65 La

intervención

soviético-cubana

a

favor

de

los

movimientos de izquierda africanos, tiende a eliminar a los EE.UU. particularmente, y a sus aliados, de todos esos nuevos Estados que, por su posición permiten ejercer desde sus costas el control de la "ruta del petróleo”. Sudáfrica parecer ser, luego de Rhodesia, el blanco decisivo en la escalada comunista en el continente africano. Patrick Wall escribió en la "Strategic Review" que, si los soviéticos tienen buen éxito en el alcance de su objetivo, lograrán indudablemente el control del Océano Indico y del más importante centro mundial de materias primas y alimentos; y el Oeste quedará amenazado en la retaguardia del Atlántico Norte para la lucha final o la rendición. Por la ruta de El Cabo, la más transitada del mundo, navegan 24.000 naves oceánicas por año, o sea, 60 por día (51).

CONCLUSIONES El

Tratado

Interamericano

de

Asistencia

Recíproca

establece compromisos en relación con la seguridad de los Estados Americanos cuando resultare comprometida la

(51) Artículo recogido por el diario El País. Montevideo 3 de junio de 1976. (52) Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Río de Janeiro, 15 de agosto a 2 de setiembre de 1947. Documento Oficial OEA Ser. A/1. Proyecto de reformas al TIAR., san José de Costa Rica, 1975

66 seguridad colectiva o la individual de algunos de sus Miembros (52). Entraña tres supuestos básicos que indican la importancia del poder naval en cualquiera de los océanos que rodean al continente americano. 1) La existencia de un foco de irradiación político-ideológico ultramarino. 2) La proyección

del

poder

militar

más

allá

de

nuestras

fronteras. 3) La acción en un ámbito geopolítico, cuyo vínculo se materializa fundamentalmente a través del mar. Frente a la actual expansión comunista, facilitada por la "detente", se ha planteado la tesis que busca formalizar la Organización del Tratado del Atlántico Sur, similar a la OTAN. ¿A quién interesaría, fundamentalmente, la OTAS? Si bien ella estaría integrada por Argentina, Brasil, Sudáfrica y Uruguay; los EE.UU. y la Gran Bretaña, que tienen intereses en el Atlántico Sur, pretenderían participar con sus flotas de guerra, las más poderosas del mundo occidental.

Pero

surgen

de

inmediato,

varias

interrogantes. Primera: ¿se logrará un equilibrio en la proyectada OTAS? Como muy bien lo indicó Polibio antes de la* era cristiana: "Hay algo que jamás debe ser ignorado, a saber: que la potencia no debe ser dejada en manos de un solo Estado, de tal modo que los Estados colindantes se vean en

67 la imposibilidad de defender sus derechos contra dicho Estado". Segunda: La lucha por la independencia de Angola ha de_ mostrado que las grandes potencias» comenzando por la U. R.S.S., capacitan sus enfrentamientos "por delegación"'. Actuación directa de las fuerzas cubanas en África; conversaciones privadas entre EE.UU. y Brasil por otro. En la reciente reunión de la OTAN (Bruselas, junio de 1976), el Almirante inglés Peter Hill-Norton afirmó que existe un peligroso vacío de poder en las áreas marítimas próximas al África Meridional (53). Tercera: una serie de situaciones conflictuales, aún no definidas en el campo diplomático. Brasil reconoció al gobierno de Angola, conforme a la política internacional que le indica su "pragmatismo responsable”, que ve que en el espacio africano puede ejercer gran influencia, por razones históricas como de tradición e idioma. Es decir que actúa geopolíticamente buscando conjugar una interacción con los nuevos

Estados

africanos

dentro

de

sus

lineamientos

políticos de "Potencia emergente". Argentina, por otra parte, tiene pendiente con Inglaterra la soberanía en las Malvinas, islas donde se puede

(53) Ate. P. Hill~Norton3 Presidente del Comité Militar de la OTAN, Oficial de más alto rango. Cable recogido por UPI 10 de junio 1976.

68 establecer una importante base aeronaval justificada ante la nueva dimensión que va adquiriendo el Atlántico Sur. A su vez, la Reina Elizabeth es arbitro en el diferendo que Argentina mantiene con Chile respecto al Canal de Beagle. Chile, a su vez, por el Decreto Supremo N° 346 del Ministerio .de Relaciones Exteriores de 5 de junio de 1974, extendió su Mar Chileno al meridiano 53°, cruzando el mar de Weddell hasta tocar el continente antártico. Para Chile lo principal es su acción libre en el Pacífico, con las espaldas resguardadas en el Atlántico. Brasil, al incorporarse al "Club antártico", sosteniendo además la teoría de la "defrontacao", provoca una situación de enfrentamiento con Argentina, que aún no ha sido canalizada por medios diplomáticos. La

Antártida

no

tiene

jurisdicción

definitiva,

coincidiendo EE.UU. y la URSS en la tesis de mantener tal medida. El Comando del Área Marítima del Atlántico Sur (CAMAS) está integrado

por

Argentina,

Brasil,

Paraguay

y

Uruguay,

ejerciendo su jefatura en forma rotativa cada dos años, los representantes de los Comandes Navales de las dos primeras naciones mencionadas. Cada Estado tiene su Control Local de Comunicaciones

Oceánicas

(COLCO),

militar-naval, que se integran en el CAMAS.

organismo

69 La Comisión Asesora Regional de Pesca para el Atlántico Sudoccidental (CARPAS), entidad técnico-política de extrema complejidad, actúa bajo la órbita de la FAO y está integrada por Argentina", Brasil y Uruguay, teniendo como principal objetivo, conservar el equilibrio ecológico de la zona. Sudáfrica, conforme a las recientes declaraciones de su Ministro de Defensa, P. W. Botha, aspira a que la OTAN se haga cargo del problema que comienza a plantear el Atlántico Sur. Por otra parte, la política del "apartheid" conflictúa una alianza con Argentina particularmente, ante la actuación de ésta en la política del Tercer Mundo. Finalmente, es comprensible, que, ante la eventual formalización de la OTAS, las Marinas Militares del resto de los países latinoamericanos, consideran que ella podría traer aparejado un progreso de equipamiento militar-naval que excedería las necesidades normales actuales y por lo tanto, provocase un franco desequilibrio continental en

la

materia. * * *

NUESTRO PENSAMIENTO El ordenamiento de una defensa cultural, ideológica, política,

económica

latinoamericano

y

militar

en

el

continente

70 —en particular en el caso del Atlántico Sur que tratamos— es exigido por el propio desarrollo de los acontecimientos mundiales. El mundo vive la angustia del enfrentamiento de ansias de dominio universal, donde el Hombre, en la esencia más pura y noble de sus valores, es postergado, ignorado, por el extremado modelo capitalista como por el socialismo marxista. Se acentúa la preferencia por el principio de la cientificidad que predice, prevé, reitera y cuantifica. Las dimensionalidades humanas, que no son cuantitativas, no entran en la cientificidad, que abarca la teoría y el simple desarrollo económico. "Sin una alternativa humana, es imposible cambiar el sistema y las relaciones sociales. Las teorías económicas y sociales, siempre con el trasfondo político y jurídico, han de servir al Hombre y no ser el Hombre su esclavo" (54). América Latina debe seguir defendiendo el ideal de una sociedad plenamente humanizada. Su doctrina geopolítica debe ser ante todo y siempre, humanista. El Hombre es la medida, la esencia, la meta única y superior de la sociedad universal. Señalaba José E. Rodó: "La grandeza cuantitativa de la población como la grandeza material de sus instrumentos,

(54) Stefan Glajdura "Vicisitudes europeas". Revista de Política Internacional N° 142. Madrid, diciembre, 1975.

71 de sus armas, de sus habitaciones, son solo medios del genio civilizador y en ningún caso resultados en lo que él pueda detenerse. De las piedras de Cartago no dura una partícula transfigurada en espíritu y en luz" (55).

* * *

(55) José E. Rodó; "Ariel", 3a. ed. Barcelona, Cervantes, 1926.

73 OTRAS FUENTES DE CONSULTA RODRÍGUEZ BERRUTTI, Camilo: Malvinas, ultima frontera del colonialismo.

Buenos Aires, Eudeba, 1975.

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GREÑO VELASCO, José: Juan de Garay y la penetración española en si Rio de la Plata. En Revista Criterio, Buenos Aires, setiembre de 1972.