Fraternitas Rosicruciana Antiqua

FRATERNITAS ROSICRUCIANA ANTIQUA Tradición y sucesión Patriarca y Maestro “Huiracocha” “Aula Lucis Capitular Osiris” “S

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FRATERNITAS ROSICRUCIANA ANTIQUA Tradición y sucesión Patriarca y Maestro “Huiracocha”

“Aula Lucis Capitular Osiris” “S.S.S”

La Piedra Filosofal.

Querido discípulo: Tan por imposible como el movimiento continuo tienen los científicos el Elixir de larga vida, una mistura que aseguraron los filósofos herméticos haber descubierto, aprovechándose de él para lograr su existencia más allá de los ordinarios términos; e igualmente les parece quimera la transmutación de los metales en oro y la eficacia del disolvente universal. El telescopio, al dilatar el espacio y el microscopio, al revelar el diminuto mundo contiene en una gota de agua, han demostrado igualmente la continuidad del movimiento; y, así como es arriba es abajo, nadie se atreverá a negar la posibilidad de que cuando los científicos comprendan mejor la conservación de la energía y admitan las modalidades energéticas de los kabalistas, serán capaces de construir un mecanismo sin razonamientos, que por sí mismo resarza el consumo de energía. Lo mismo podemos decir del elixir de larga vida; de la vida física, se entiende. Pues el alma debe su inmortalidad a su Divina unión con el inmortal espíritu. Pero el concepto de continuo y perpetuo no es equivalente de infinito. Los kabalistas nunca afirmaron la posibilidad del movimiento interminable, de la vida física sin fin. Según el axioma hermético, únicamente la causa primera y sus directas emanaciones, nuestros espíritus, son incorruptibles y eternas. Pero por el 1

conocimiento de algunas fuerzas naturales, todavía ocultas a la mirada de los materialistas, aseguran los herméticos que es posible prolongar indefinidamente el movimiento mecánico de la vida física. La piedra filosofal tiene más de una significación, relacionada con su misterioso origen. Dicen sobre esto los alquimistas: que el estudio de la alquimia era más universal de lo que suponen algunos tratadistas. Lo más sorprendente es que los mismos que consideran al cuerpo humano como una “máquina de digerir”, pongan objeciones a la idea de que esta máquina funcionaría sin rozamiento, si fuera posible lubricar sus moléculas con un equivalente a la metalina. Según el Génesis, el cuerpo del hombre fue formado de barro, o polvo de la tierra. Pero ésta alegoría contradice a los modernos investigadores, que afirman haber descubierto los constituyentes inorgánicos del cuerpo humano. Si el autor del Génesis sabía esto y Aristóteles enseñó la identidad del principio vital de las plantas, animales y hombres, parece que nuestra filiación con la común madre tierra se estableció hace largo tiempo. Los Rosa Cruz han afirmado la antigua doctrina de Hermes, según la cual tiene la tierra circulación análoga a la del cuerpo humano. Pues si tan antigua como el tiempo es la enseñanza de que la naturaleza absorbe continuamente del depósito universal de energía, la necesaria para reparar la consumida, ¿por qué ha de ser el hijo diferente del padre?, ¿por qué no ha de poder el hombre, por el descubrimiento de la fuente y naturaleza de esta restauradora energía, extraer de la misma tierra el elixir o la quinta – esencia, o jugo con qué reparar sus fuerzas? Tal pudo ser el secreto de los alquimistas. Si se detiene la circulación de los fluidos terrestres, resultará en estancamiento, podredumbre, muerte. Si se detiene la circulación de los fluidos en el cuerpo humano, resultará la parálisis y demás dolencias de la edad senil, seguidas de la muerte. ¿Si los alquimistas hubiesen descubierto alguna mixtura química de bastante eficacia para mantener expeditos los sistemas vasculares, no logran fácilmente todo lo demás? Por otra parte, si las aguas a flor de tierra que manan de ciertas fuentes minerales tienen virtud curativa y restauradora, no será despropósito 2

decir que, si en las entrañas de la tierra pudiéramos recoger las primeras gotas destiladas en el alambique de la naturaleza, nos convenceríamos que después de todo no era un mito la fuente de la juventud. Afirmaron los alquimistas que algunos adeptos extraían el elixir de larga vida de los secretos laboratorios químicos de la naturaleza; y Cornelio Agripa menciona un vino medicinal, de propiedades cordiales, que el eminente Paracelso ensayó con admirable éxito en una anciana. La alquimia es tan antigua como la tradición. Respecto al segundo agente alquímico, es decir, el Akash (porque el primero es el Prana), o disolvente universal, por cuya virtud se operan las transmutaciones, ¿es idea tan absurda, que no merezca consideración en esta época de químicos descubrimientos? Y, ¿qué valor daremos al histórico testimonio de alquimistas que fabricaron oro y lo pusieron en circulación? Prueba de ello nos dan Agripa, Cagliostro, Raimundo Lulio, Alberto el Grande y otros más de los alquimistas y herméticos medievales. ¿Habremos de tener por locos y visionarios a tan insignes eruditos, filósofos y sabios? El arcano es el Akash, el principio vida, que en su tercera transmutación está representado por el ardiente Sol, el Ojo del Mundo o de Osiris como lo llamaron los egipcios, que vigila celosamente a su joven hija, esposa y hermana, Isis, nuestra madre, de la que dice Hermes Trismegisto que “su padre es el Sol, y su madre es la Luna”. Primero la atrae y la acaricia y después la repele con proyectora fuerza. Al estudiante hermético le toca vigilar sus movimientos y adueñarse de sus corrientes sutiles para guiarlas y dirigirlas con el auxilio del atanor, o palanca de Arquímedes de los alquimistas. ¿Qué es este misterioso Athanor? ¿Puede decirlo los físicos que diariamente lo ven y examinan? En verdad lo ven, pero ¿entienden este secreto cifrado en caracteres que el Divino dedo trazó en las conchas del Mar, en las hojas que tiemblan al soplo de la brisa, en el resplandeciente Astro cuyos rayos son para ellos rayas más o menos luminosas de hidrógeno? Estas cosas a que místicamente aluden las máximas herméticas son el mágico agente del Universo, la luz astral, cuya correlación de fuerza 3

produce la Piedra Filosofal y el elixir mágico de larga vida. Los filósofos herméticos daban a éste mágico agente los nombres de Azoth, Virgen Celeste, Magnes, Máximo y Anima Mundi. Las ciencias físicas la conocen sólo por sus vibratorias modalidades de calor, luz, electricidad, magnetismo. Pero los científicos ignoran las propiedades espirituales y la oculta potencia que el éter entraña. Niegan todo cuanto no comprenden. La ciencia explica al por menor las cristalinas formas de los copos de nieve en variadísimos puntos hexagonales. ¿En qué consiste, pues, el secreto a que tanto aluden los herméticos? Jamás dudarán de este secreto los estudiantes sinceros de ocultismo, pues de seguro que hombres de tanto talento como fueron los herméticos no se hubieran dejado llamar locos, ni contagiar con su locura a otros durante miles de años. Siempre se ha sospechado que la “Piedra Filosofal” encubría una secreta significación, a un tiempo espiritual y física. El autor de una obra muy antigua dice acertadamente que el arte hermético tiene por sujeto al hombre y por objeto a la perfección del hombre. Pero no estamos de acuerdo con él cuando dice que aquellos a quienes llama “estúpidos avaros” no pensarán jamás en conciliar el aspecto moral con el físico, pues prueba de que en efecto consideraron también la cuestión desde el punto de vista físico, es que dividieron la Trinidad humana en tres elementos: Sal, Mercurio y Azufre, o fuego oculto, que simbolizan respectivamente el espíritu, el alma y el cuerpo. Espiritualmente, es el hombre la Piedra Filosofal o, como dijo Filatetes: Una trinidad, esto es, trino en uno. Pero el hombre físico tiene también, en símbolo, la Piedra Filosofal, ya que su causa es el Divino Espíritu, o disolvente universal. El hombre es una correlación de fuerzas espirituales, que reaccionan sobre aquellas en proporción al desarrollo alcanzado por el hombre terreno. Así dijo el Alquimista: “Se perfecciona la obra según la virtud del cuerpo, alma y espíritu, porque el cuerpo no es penetrable sino por el espíritu; ni persistiría el tinte pluscuamperfecto del espíritu si no fuese por el cuerpo. Ni tampoco podrían comunicarse espíritu y cuerpo sin la relación del alma; porque el espíritu es invisible y necesita de las vestiduras del alma para manifestarse”. 4

Ya hemos visto qué es la Piedra Filosofal, pero todo estudiante sincero de ocultismo desea saber cómo se construye ésta; es decir, cómo se convierte el hombre en viviente Piedra Filosofal, a lo que contestamos: Que la Piedra Filosofal se construye conforme a lo ya dicho hace tiempo por Hermes: “Con gran industria y esmero”. Por ser hoy un día tan memorable, día en que se conmemora aquel extraordinario Ritual del pan y del vino, que efectuara el Divino Rabí de Galilea; el Maestro de maestros, Jesús, quien les dijo a sus discípulos: “Tomad y comed, este es mi Cuerpo” – mostrándoles el pan. ¿Qué es el Pan? El pan es aquel pan de vida que nos da la capacidad de cohesión, teniendo así un vehículo físico perfecto para nuestro Ego (Cristo Interno). Este perfeccionamiento de vehículo se efectúa a través de la energía terrestre, que al penetrar por las plantas de los pies va hasta el centro básico, desde donde nos da la capacidad de cohesión. “Tomad y bebed, esta es mi sangre”, les dice el divino maestro a sus doce discípulos, mostrándoles un cáliz lleno de vino (vida). Entremos a analizar lo que este vino. Este es la sustancia universal que compenetra en nuestra estructuración psico-fisiológica a través de la inspiración, corriente ésta que entra a nutrir nuestras glándulas a través de los nervios simpáticos, ida y pingala. Cuando estamos polarizados en ida, es decir, que en nosotros fluye el aliento de la fosa nasal izquierda, esta energía entra a estimular las glándulas pituitaria, tiroides y thymus, que unidas las tres generan linfa. Cuando nuestra inspiración se efectúa por la fosa nasal derecha, la corriente de vida entra a nutrir las glándulas suprarrenales, páncreas y gónadas, generando en nosotros así, el hierro. Dicen los ocultistas que nuestra evolución depende del hierro y del oxígeno, pero jamás han explicado cuál es este hierro y este oxígeno. Generalmente se opina que el hierro es aquella sal mineral que nosotros extraemos de los alimentos que ingerimos y el oxígeno es aquel elemento que penetra en nosotros por medio de la respiración. Hoy, que estamos entrando en el signo de Acuario, los Jerarcas de la evolución han permitido que se vayan develando estos misterios, a la vez que se dan las normas práctico – científicas para realizar esto. 5

El hierro, como ya hemos visto anteriormente, es el producto de las glándulas que operan del vientre hacia abajo y se conoce generalmente como sustancia genésica, líquido éste que es depositado en la glándula prostática, a la que ellos le dieron el nombre de “recipiente de cristal”. Mientras que el oxígeno es aquella linfa que en nosotros generan las glándulas situadas desde donde termina el esternón hacia arriba. Cuando el estudiante hace uso debido de sus energías, aquel vino o sustancia universal (semen), es trasladado de la próstata hacia la aurícula derecha del corazón. Este semen es reabsorbido por los vasos linfáticos de las vesículas seminales. Las vías linfáticas lo llevan entonces al receptaculum chyli, en el abdomen, desde donde el semen reabsorbido pasa mezclado con líquidos linfáticos, verticalmente por la vía torácica, que se une con la vena subclavia izquierda inmediatamente antes de su entrada al corazón. De esta manera las vías linfáticas llevan el semen reabsorbido, desde las vesículas seminales directamente al corazón y a la circulación general de la sangre, de suerte que no hay necesidad de su descargue externo. Este es el cáliz, el gran recipiente en el cual Jesús demostrara a sus discípulos cuando enseñaba el pacto con el vino. Allí, aquellas substancias, junto con la energía pránica que radica en aquel chacra (o luz cristica), pasando después de haber recibido el magnetismo universal hacia el ventrículo izquierdo, donde estimula aquel poderoso átomo, manifestación objetiva de nuestra mónada, expresión de Dios en nosotros, nuestro gran redentor átomo nous. Como este átomo es el maestro constructor, el Hiran abiff de las leyendas masónicas, el cual fue encargado por Salomón para construir el templo donde la Divinidad se expresaría, poseedor único de la palabra clave, que es el Amor, entra a estimular, a regenerar todas las células que integran nuestra sangre, dando como resultado una salud perfecta, que es uno de los móviles fundamentales para el progreso de la senda de la evolución consciente. Después de haber hecho este proceso de regeneración, allí en el ventrículo izquierdo, aquella quintaesencia o jugo redentor es trasladado a la vena pulmonar; vena ésta que es un misterio para la ciencia porque por ella circula sangre arterial, cuando debería circular 6

sangre venosa. Pero es que, por falta de instrumentos más sutiles, o de cualidades como las que poseen los Rosacruz (esto es, clarividencia), ignoran que por esta vena hay tres conductos muy pequeños. Por medio de esta vena esta quintaesencia es trasladada al pulmón, centro poderoso que los gnósticos han denominado GAIO, donde se transforma en la verdadera sangre Graal, la sangre redentora de que nos hablan los Gnósticos. Esta sangre Graal se adquiere o se forma cuando aquella quintaesencia recibe, por medio de los pulmones, el oxígeno, entrando así en combustión el alto voltaje de hierro que hemos adquirido por medio de las normas científicas que hemos venido efectuando. Allí, el hierro se transforma en oro por el poder de la oxigenación. Pero allí no se detiene este proceso. Aquella esencia es lanzada hacia la cabeza, nutriendo así nuestros centros cerebrales, cumpliéndose así la realidad científica alegorizada por los grandes alquimistas de que el Logos, el Verbo de vida o Dios nutre al hombre. Este líquido, o quintaesencia, es asimilado por el tálamo óptico, el cual lo transforma en líquido cefalorraquídeo, uno de los altos constituyentes de la Piedra Filosofal. De allí, del tálamo óptico, aquél precioso liquido es trasladado al cuarto ventrículo cerebral, del cual desciende por el nervio neumogástrico parasimpático hacia el plexo solar; en donde, en unión con aquellas partículas que recibimos periódicamente forman la semilla psico- espiritual, es decir, el Cristo embrión. Por eso el plexo solar es llamado el anti – Cristo, mientras que el corazón es denominado el Cristo. De allí, esa semilla hace su descenso hacia el centro Swadistana (centro de Marte), por intermedio del nervio semilunar, cumpliéndose así el pasaje bíblico de que Cristo descendió a los infiernos, para ascender a los cielos por su propia virtud. Cuando el discípulo se ha dedicado a llevar una vida devocional y de recta acción, aquella preciosa energía principia a establecer conexión con el centro Muladhara (centro de Saturno), o básico, uniéndose así consciencia y subconsciencia, o subconsciente. Allí, en aquel centro, toma la energía ígnea de la tierra, o sea kundalini. 7

De allí, se hace su ascenso hacia la glándula pineal. De acuerdo con la capacidad del discípulo de hacer varias sublimaciones, aquellas partículas del sol son trasladadas hacia la glándula pineal, donde empiezan a construir un puente hacia la glándula pituitaria, análogo al de la parte inferior. Una vez establecido aquel puente, es decir, la fecundación de la pineal hacia la pituitaria, entramos en el estado de clarividencia. Y así seguimos en este proceso de multiplicaciones hasta que, por medio de esta luz, se conecten el tercer ventrículo, donde radica el átomo del padre (vigilante silencioso), en el corazón, en donde se manifiesta como el hijo o el sol interno, que nos irá guiando por el sendero de una vida espiritual. Es así como nosotros por medio de continuas sublimaciones, o movimientos circulares de la energía vamos empezando a adquirir, por medio del puente superior, la Piedra Filosofal. En síntesis, el elixir de larga vida es la capacidad de convertir la vida universal en la vida individual; y la Piedra Filosofal es expandir nuestra consciencia hacia el Logos, hasta convertirnos en una sola consciencia.

Dr. Krumm – Heler Huirachocha – Rosa Cruz.

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ASTROLOGÍA

O - El círculo como la rosa, simboliza el espíritu y el amor universal y es La unificación, la victoria. - Medio círculo, o sea la luna, representa el alma, porque el alma está Saturada del espíritu divino. + - La cruz representa la materia, el divorcio, la lucha entre los elemenTos inferiores y la barra vertical de la cruz (I) va al cielo y es el Puente de unión entre lo que está arriba y lo que está abajo, entre Cielo y tierra, entre macrocosmos y microcosmos. La barra de interSección (-) interrumpe y divide esa comunicación y es la que coloca Una frontera, como un muro entre lo divino y lo humano. - El sol es la luz, la vida, la energía que todo lo anima. Es el que Consume constantemente en el holocausto a los demás y de su Poder a la luna. Tiene la cruz por encima del medio-circulo lunar. Es allí donde Impera la materia, el mal, es el Satán que se ha enseñoreado del Alma: por eso siempre significa desgracia. 9

Júpiter es todo lo contrario. El medio-circulo lunar, el alma esta Arriba, mientras que la cruz figura abajo y por ello representa la Suerte. Marte tiene la cruz dibujada, mal hecha, y situada también por Encima del espíritu. Es el luchador.

Venus tiene la cruz debajo del círculo, dominando en absoluto el Espíritu sobre la cruz de la materia y es la causa de que siempre Simbolice amor. Mercurio reúne los tres símbolos de materia, espíritu y alma en su Signo y ellos dan a entender que representa la mente, la Inteligencia universal.

Actúan estos planetas constantemente sobre los doce signos del zodiaco, cuyas representaciones gráficas se pueden analizar del mismo modo, tomando por base los símbolos Rosa-Cruz. Los signos del zodiaco son doce, con treinta grados cada uno. Cuando estén los planetas a esta distancia natural, hay siempre un signo frente a otro dividiéndose, por consecuencia, en dos partes de seis signos cada una y dando origen a lo que llamamos la sexta casa; que es la casa del trabajo. Por eso el número seis es el número de la bestia. El hombre está representado en este aspecto por la cifra 666, como lo dice el Apocalipsis de San Juan.

La casa número 1: Es el carácter, el temperamento, las pasiones, el yo. La casa número 2: Es el tú, son nuestras relaciones con los demás. La casa número 3: Nos habla de parientes, cambios de domicilios y de viajes cortos.

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La casa número 4: Se refiere a la paternidad y al hogar. La casa número 5: Se refiere a los amigos, alegría, juegos, lotería y suerte. La casa número 6: Tiene que ver con el trabajo, relaciones con los subordinados y patronos. La casa número 7: Amores, enemigos y posición social. La casa número 8: Herencia y causa de muerte. La casa número 9: Religión y viajes largos. La casa número 10: Empleos, honores y poderes. La casa número 11: Protección de amigos. La casa número 12: Enfermedades, accidentes y justicia.

Siempre será más fácil para los lectores hablarles de casas y posiciones al ampliar estos conocimientos. Por eso, cuando se distancian los planetas de los signos zodiacales y éstos se encuentran a 30, 60 o 120 grados de aquellos es de buen aspecto y significa armonía; mientras que la distancia de 45, 90 o 180 grados es siempre inarmonía y desgracia.

Decisivos son, para un horóscopo, los planetas trans-neptunianos. Cupido, Hades, Zeus y Cronos, por la época actual en que vivimos.

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Los diferentes planetas podrían analizarse así: El Ego superior

Egotismo

Entendimiento

Mente Superior

Amor

Amor Divino

Deseo Y pasiones

El Mediador entre lo humano y lo divino

Devoción

Los doce signos del zodiaco corresponden, a su vez, a las doce partes de nuestro organismo así: Aries: Tiene su asiento en la cabeza; es el signo que da el poder de la erección. Gracias a sus fuerzas somos seres que caminamos como bípedos. Sin ellos, las plantas no irían ascendiendo buscando la luz, sino que se arrastrarían por el suelo, atraídas tan solo por las fuerzas terrestres. Tauro: Taurus en la garganta dio lugar al nacimiento del lenguaje y a él se adaptó el supremo lenguaje de luz. Géminis: Los gemelos influyen en los omoplatos por la parte de la espalda y ofrece equilibrio superior, desde donde descienden todas las energías para que cáncer diera poder terrestre en su influencia sobre el pecho. Leo: Da valor, el empuje, la acometividad, y se asienta en el corazón. Virgo: radica en el vientre y regula la fuerza creadora, para la perpetuidad de la especie, templando los deseos y pasiones, y transmutándolos, todo al objeto de obtener vibraciones superiores. Es el eterno femenino de los gnósticos. Sin él no hay creación posible.

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Libra: Radica en la cintura, es el equilibrador inferior. Escorpión: Punza el pudor para espiritualizar la acción de kundalini. Sagitario: Como una flecha, lanza el fuego vigorosamente a las glándulas superiores. Capricornio: Radica en las rodillas, da la flexibilidad para que el cuerpo se pueda inclinar y sea obligado a la oración. Acuario: Tiene su acción en las pantorrillas, por ser la fuerza que nos hace caminar. Piscis: Los peces influencian los pies por ser los conectores con la corriente terrestre que se transforma, primeramente, en las rodillas. No obstante, lo expuesto, los planetas se reparten su labor del siguiente modo: La Luna da al cerebro sabiduría y el Sol el amor, que es patrimonio con el exterior, con el cosmos y actúan con el ritmo de los Gemelos y la parte terrestre, representada por Cáncer. Venus fue el astro originario de los riñones, puede decirse que él los construyó, y es el que limpia, purifica y lanza afuera lo que es inútil, las escorias. Marte fomenta la producción de la hiel. Con una gota basta para matar todos los microbios dañinos dentro del cuerpo. Júpiter le ayuda influenciando la regulación del hígado en general. Ya un americano dijo una vez, que el hombre es lo que su hígado, pues de él depende la vida. Tenía en esto mucha razón, el hígado da el carácter, el Yo, por eso actúa sobre Júpiter y no el Sol. Saturno, el misterioso, está encargado del bazo, como creador de la sangre. Todas estas fórmulas es forzoso conocerlas en astrología, porque sin ellas ni se puede predecir, ni mucho menos curar enfermedades. El cielo a diario, es decir, por minutos, cambia la situación de sus constelaciones estelares. De este modo, Sirio se nos aproxima a ocho kilómetros por segundo, mientras que las estrellas de Orión 13

huyen de nosotros con una velocidad de 25 kilómetros en el mismo espacio de tiempo. Así mismo, la estrella polar se retira con una velocidad de 15 kilómetros. Todo nuestro sistema solar marcha y ¿cómo marcha? En veinte kilómetros por segundo. O sea, en 311/2 de segundos que tiene el año, o lo que es lo mismo, 6300 millones de kilómetros en diez años, nos vamos aproximando a la estrella Vega. A esta estrella le dan gran importancia los astrólogos. Cuando calculamos un horóscopo, es necesario saber con toda exactitud, el lugar de nacimiento, pues la diferencia de unos kilómetros basta para que todo cambie. Así, que lo que más importa es fijar el punto de nacimiento en relación con la posición Vega, según nuestros astrólogos, pero olvidan que cambia en un segundo en miles de kilómetros.

LOS ÁRBOLES Y LOS PLANETAS Mercurio corresponde al olmo. Mercurio es el dios del comercio, de los médicos y de aquellos que se adueñan de lo que no es suyo. Esta mezcolanza es curiosa y nos ha hecho sonreír en ocasiones. Pero observando este árbol de hojas rosadas y movedizas y estudiando sus flores y pequeños frutos, vemos que todo en él es movimiento, es diferenciación. Este es el carácter del olmo. Veamos ahora que el comerciante que no se adapta al comprador en sus diversas exigencias; el médico que no atiende a cada enfermo en sus particularidades heterogéneas; el ladrón que no vigila los millares de medios que le son dados para ejercer su nefasta profesión, ni es comerciante, ni es médico, ni es profesional de latrocinio. Todos ellos han de producirse con múltiples manifestaciones y constante acción. Por eso el olmo los representa. He aquí porque los antiguos astrólogos tenían razón en poner en una misma línea los comerciantes, los médicos y los ladrones. Mas, nosotros, sostenemos que el médico que no sea sacerdote en su 14

profesión, es siempre comerciante y es ladrón, según como ejerza su cometido. El mercurio, representa el azogue, es otra manifestación de movimiento. Venus está representado en el abedul, este árbol blanco, tan espiritual, tan frondoso. De la misma especie que se tiene en Alemania no ha podido encontrarse en ninguna otra parte. En Cataluña hay una rama bastarda, que llaman Bedoll o Abedoll y aún Bedull, pero tiene más de álamo. El de Alemania es en parte blanco y vidrioso, como la nieve, resalta entre los pinos que le prestan su fondo verde oscuro. Contiene el abedul mucho silicio y eso lo hace ser casi transparente, es decir, espiritual y de carácter amoroso, como Venus. Para un idilio es el único e instintivamente, en los cuadros escénicos de idilios de un príncipe de Heidelberg, siempre colocan abedules. El abedul nos invita al amor, a la concentración, a la oración. Representa el eterno femenino. Sigue como árbol sagrado, el fresno, que es dedicado al Sol, siendo extremadamente curioso que químicos expertos hayan encontrado en el olmo cantidades, aunque pequeñas, de mercurio, sucediendo igual con el fresno, donde encontraron oro. Por esto quizá los astrólogos antiguos lo dedicaron al Sol y razas hubo que hasta sus lanzas las construían de fresno. Todavía se conservan tradiciones de algunas de ellas, que afirman que su fruto es el maná del cielo. El fresno representa la caballerosidad, la nobleza, la altivez y es el árbol de la aristocracia. Diversas clases hay esparcidas por todo el mundo, pero no son fresnos todos los que así se denominan en américa. Los mejores ejemplares se han encontrado en Cataluña y en otras partes de España. Esto tenía que suceder en la tierra de los libros de caballería. Luego el roble está relacionado con Marte. El roble tiene mucho hierro. Es amargo, fuerte y tiene todo el aspecto batallador de Marte. Marte fue el planeta cuando el Sol actuaba en Aries, que presidía y entonces se comenzó a elaborar el hierro. En la época de Piscis fue cuando llegó a todo su apogeo. El hierro permitió la construcción de 15

máquinas, el levantamiento de industrias, el traslado de los habitantes de los campos a las ciudades y provocó todas las cuestiones sociales que hoy afligen a toda la humanidad. El hierro nos trajo la guerra, y es de notar, que después de ella haya invadido a grandes regiones de Europa esa enfermedad llamada Melhtau, anubio o añublo, que ataca a los cereales y a toda clase de plantas, que se cubren con una masa blanca, especie de nube, y mueren. No hay para que decir que en Alemania se están extinguiendo los robles debido a esta enfermedad, porque la época de Acuario requiere otras plantas. Los pequeños robles que cubren Monserrate, son los fuertes guardadores del Santo Grial. Continúa el arce o plátano falso, que corresponde a Júpiter y solo nos ofrece un aspecto. El arce, que representa la personalidad, llega a 500 años y es uno de los árboles de más larga vida, todo es tranquilidad y todo es concentración. Le corresponde también, aunque secundariamente, la palma y es el eterno masculino, como el abedul es el femenino. Para Saturno, en Acuario, tenemos el pino o el ciprés como planta venidera. Nos da la goma y muchos otros productos que la humanidad de entonces ha de requerir. Su color verde es el color de Saturno. Es el juez, toda circunspección, toda seriedad. Finalmente, como último planeta, tenemos la Luna, a la que corresponde el cerezo con sus florecillas blancas, muy parecidas a la rosa, y su rosado fruto bien conocido en todas las obras antiguas. Todas estas plantas, corresponden en medicina oculta a los distintos órganos que están relacionados con los signos zodiacales. Por eso en la Iglesia Gnóstica, ponemos plantas sagradas sobre las manos, según el día que se celebra la santa misa gnóstica. Así, por ejemplo, en viernes se colocan ramas de abedul; los jueves, hojas de arce; y domingos, ramas de fresno. Tan solo cuando no pueden encontrarse estos árboles se utilizan ramas de acacia, que crecen en todas partes y son de todas las épocas.

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EL TONO BASE ES LA ROSA Planck, el gran físico alemán, ante quien el mismo Einstein se inclina y llama su maestro, es el autor de unas fórmulas de irradiación, que vienen a ser la mejor comprobación de que la astrología es la ciencia natural por excelencia. Estas fórmulas se conocen con el nombre de “fórmulas de Planck”. En mi libro Rosacruz menciono la experiencia con la cuerda de violín. Si tocamos el “La” de un violín, suena inmediatamente, el “La” de otro violín que estuviera en el cuarto inmediato, si ambos están afinados del mismo modo. Mientras más fuerte se haga pasar el arco sobre el violín primero, más fuerte sonará el segundo. La fórmula dice: “Un irradiador secundario toma la energía de uno primario”. Desafino el violín que me sirve para la experiencia y el fenómeno cesa. La fórmula dice que: “la cuerda número dos fue disonante, en relación con la número uno”. Si toco después ambos violines a la par, uno fuerte y otro suavemente, estando en desarmonía cesa la nota suave, es decir, se destruye la energía de la radiación de la débil. En Brema hubo que construir un puente y reconstruirlo de nuevo porque ofrecía inminente peligro. Se vino a comprobar que las vibraciones de este puente correspondían con exactitud al ritmo de un caballo al trote; y cada vez que pasaba un carruaje, el puente comenzaba a oscilar, hasta llegar a hacer saltar a los transeúntes cinco centímetros. De este modo se fueron formando grietas, poco a poco, amenazando ruina. El puente era capaz de haber sostenido diez máquinas ferroviarias a la vez sin peligro alguno; vino a quebrarlo un caballo viejo y miserable. Así que el tamaño no es cuestión principal, sino el contenido vibratorio de la irradiación. El tono base. Hace algún tiempo que un laboratorio de experimentación de Berlín hizo poner la acción vibratoria de la luz infrarroja rabanetes y se logró que germinaran en unos cuantos días, o sea, en la cuarta parte del tiempo que normalmente necesitamos para su germinación en la tierra.

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El largo o la frecuencia del radiador primario es una función de masa, en el sentido matemático-físico del radiador primario. Dos frecuencias oscilantes son en primer grado resonantes cuando son armónicas. La cuerda A hizo resonar la cuerda B porque eran resonantes. En segundo lugar, llegan a serlo cuando una se toca más fuerte que la otra. Vamos a explicar esto en astrología. El sol es 324 mil veces mayor que la tierra y, siendo idénticos en vibración e irradiación, hace aumentar las condiciones vibratorias de la tierra. Ahora, la vibración de la tierra, en su totalidad, ha de ser la misma que contenga cada ser viviente. Pero tenemos a marte y a Saturno, que proyectan vibraciones desarmónicas contra las de la tierra; sol, júpiter y venus que, entre sí, son armónicos y esto viene a constituir la base científica de la astrología. Veamos, pues, un proceso óptico de un fenómeno de irradiación. Tenemos dos violines como irradiadores primarios, completamente afinados y en armonía con un tercero, como irradiador secundario. Si tocamos los dos primeros simultáneamente, el tono será reforzado en el tercero, como si hubiésemos tocado tan sólo uno de los dos primeros. Esto, explicado astrológicamente, sería sol, júpiter y venus que están en conjunción y bombardean la tierra en la misma dirección y, por consecuencia, las condiciones de los vivientes aumentan en vitalidad, como si sólo fuera el sol el que proyectara tal influencia. Otro caso: El sol y júpiter en oposición. Dos irradiadores resonantes primarios que tienen un secundario en el centro. En los violines el del centro toca más suave, como si fuera impulsado sólo por uno de los otros. Si el sol y júpiter estuviesen en completa oposición con la tierra, tuvieran igual medida y se encontraran igualmente distantes de ella, no recibirá esta fuerza del sol y sobrevendría un desastre. Así es posible explicarse los aspectos y sus resultados entre sí, pero, además de los siete planetas conocidos, hay otros planetas, que pudiéramos llamar trans-neptunianos y que tienen una influencia enorme. Estos son: Cupido, Hades, Zeus y Cronos.

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El tono base, la vibración propia de todo lo existente, está en la Rosa. Y ese tono base es el que anima toda influencia y el que da energía a toda la evolución. Cada planeta y cada flor están sujetos a influencias astrológicas. Nuestra rosa tiene su propia constelación como la virgen María, por eso se la ha llamado rosa mística. La labor de la rosa es un verdadero milagro sorprendente. Plantada en el fango lo transforma, durante su desarrollo y crecimiento, el color, en perfume, impulsada por las buenas influencias del sol. Pero antes hemos hablado de estos cuatro planetas trans-neptunianos y dado sus símbolos. Son los siguientes:

Cupido

Zeus

Hades

Kronos

Curioso es que cupido reúna el signo de Júpiter ( (

). Hades, la Luna (

) y Saturno (

) y el de Venus

). Zeus a Marte con una

cruz tendida ( ). Y Kronos, a la Luna y una Cruz ( influencia astrológica tenemos pruebas matemáticas hoy.

). De la

INFLUENCIA DE LOS ASTROS EN LAS SUSTANCIAS TERRESTRES Y EN EL CUERPO HUMANO. Las irradiaciones de los planetas actúan constantemente y de manera eficaz y positiva en todas las actividades terrestres por cuya causa, desde los tiempos más remotos, ha dedicado ciertos y determinados metales a cada uno de los planetas que nos rigen, poniéndolos con ellos en relación Por ejemplo: El Sol es el astro que figura en armonía directa con el oro y todos los tratadistas astrológicos afirman y comprueban su 19

actuación alquimista sobre tan preciado metal. Igual sucede con la plata, la que se encuentra en la misma relación de la Luna, sufriendo y agitándose en constante atracción mientras luce este astro. Marte tiene la misma influencia sobre el hierro. Mercurio sobre el azogue; Saturno sobre el plomo; Júpiter sobre el estaño y Venus cobre el cobre. Al conocer los químicos estas teorías las suponen de orden fantástico, así como cuentos de dos caminos. Ellos aseguran que llevan a la práctica todos sus preparados y soluciones sin trabas de ninguna especie, no importándoles para nada la situación e influencia que puedan ejercer las estrellas. Con esta afirmación presienten haber dicho algo de importancia y aún más, si a esto añaden un gesto despectivo y de manifiesta incredulidad. Pero, a pesar de todo, no llevan razón, ni saben lo que afirman. La química actualmente es materialista en extremo y no va más allá de un estrecho límite. He aquí porque los Rosacruces podemos probar a paso sus múltiples errores, dando a conocer, dentro de esta ciencia, otro campo más amplio de investigación que proporciona conclusiones bien distintas. Hoy hacemos una invitación a todos para que pongan en práctica el siguiente experimento: Se hace, por ejemplo, una solución de nitrato de plata al 1%, que puede depositarse en un vaso descubierto. Sobre él se coloca un marquito de madera, el cual deberá llevar papel absorbente de filtro de tal modo dispuesto que dicha solución se vea obligada a ascender por este papel. A los diez minutos, y todo lo más a las dos horas, de verificada esta operación se observa algo raro, cuanto más sorprendente, pues las sales de plata suben y suben, hasta cierta altura, dejando una porción de dibujos inesperados. Acompaña a este número de la revista un dibujo de mis observaciones hechas durante el eclipse lunar del jueves santo. Claro se ve como durante el fenómeno del cielo, el nitrato de plata no llegó a subir como antes, ni después, advirtiendo esto, se tomaron en consideración, presión atmosférica y humedad, además todas las precauciones de un experimento científico. Ahora dejo a nuestros lectores practiquen esta experiencia por sí mismos, para mayor convicción. 20

Ahora téngase en cuenta que, si este experimento se verifica, supongamos, a las ocho de la mañana, tres de la tarde o una de la noche, horas en las que la luna está siempre en distinto signo zodiacal, se observará una diferencia marcada en cada ensayo, la solución, naturalmente, debe ser hecha de idéntico modo y el papel filtro que se utilice de igual cantidad como, así mismo, las condiciones atmosféricas serán siempre semejantes. Luego esta experiencia se repite en fechas distintas y bajo las mismas condiciones para poder reunir un material que evidencie y pruebe, de manera segura, la influencia sobre la plata. Exactamente ocurre con el sulfato de hierro, para llegar a la conclusión de que Marte ejerce en él una influencia indudable, mientras que la Luna no tiene, en este caso, validez. Pero si esperamos para operar una conjunción de Marte con la Luna y hacemos la prueba dos o tres horas antes o dos o tres horas después de aproximarse ambos astros y aún en el mismo instante de ella, podemos observar entonces, que los dibujos obtenidos son ciertamente sorprendentes y soberbios. Para poderlo ejecutar con mayor eficacia, se deberá estar cerca de una de las ventanas del laboratorio, desde donde puede verse la Luna, para impresionarnos a simple vista de los movimientos de la plata sobre el papel de filtro. Idéntica experiencia puede realizarse con el nitrato de plomo cuando rige Saturno y, confrontando al final los papeles filtrados, tenemos siempre una diferencia marcada de cuando influye la constelación de Saturno a cuando está en la proyección la de otros planetas. Si queremos ver cómo operan el Sol y la Luna en conjunción, mezclamos oro disuelto y ácido clorhídrico con una solución de nitrato de plata y nos dará resultados verdaderamente interesantes, constatando siempre dicha influencia. Se puede continuar la experiencia con el cloruro de estaño y examinarlo durante las fases de Júpiter, o bien con los preparados de cobre en los momentos en que fulgura Venus. Bastan unos cuantos ensayos para hacer comprender a los químicos incrédulos que mientras los metales están en estado sólido, están sujetos muy principalmente a las leyes terrestres. Pero una vez disueltos en agua 21

o líquidos, cambian en absoluto, quedando ya sensibles a las influencias cósmicas de los planetas. Sería curioso que los aficionados a la astrología hicieran constelaciones con solución de metales y experimentaran luego con ellas bajo la proyección influyente de las constelaciones diversas. Con la seguridad de que sentirían la misma tensa emoción que nosotros sentimos cuando nuestro maestro nos ofreció esta misma enseñanza por primera vez, obligándonos a poner en práctica miles de ensayos. Pasemos ahora a ver lo que sucede dentro de nuestro organismo. Sabemos que dentro de él bullen todos estos metales totalmente diluidos y en cada uno de nosotros están más o menos en auge según la constelación bajo la cual hayamos nacido. Así, podemos decir que la alquimia y la astrología son dos hermanas gemelas que se deslizan íntimamente, de la mano. Si confeccionamos un amuleto se puede comprobar del mismo modo y observando igual método la sangre y las figuras que surgen durante las constelaciones de los metales en correspondencia con los astros respectivos, y ellas probarán si hay lisis o armonía entre la sangre y la combinación de los metales. Hacer estas experiencias significa tanto como unir nuestra filosofía con las ciencias exactas, que es el único y verdadero modo de llegar a altas conclusiones, ejecutando una comprobación sincera. Los teósofos de Barcelona no quisieron aceptar nuestras teorías por un exceso morboso de hinduismo y organizaron en cierta ocasión, una conferencia queriendo probar que las experiencias Rosacruz, equivalían a operaciones de magia negra. Pobre de ellos, reímos de la ocurrencia con todas nuestras fuerzas, porque aquella opinión no era más que el producto de una grave y supina ignorancia colectiva. Hoy, dejamos al criterio de nuestros lectores ocuparse de estos ensayos que hace más de veinte años que practicamos. Para lo sucesivo, prometemos ir dando a conocer otros métodos más importantes, si vamos encontrando a nuestros discípulos con el adelanto debido para ello. Hay que tener en cuenta que por este 22

camino se llega también a la Piedra Filosofal y a la medicina universal. Si recordamos ahora nuestra física y química, nos vendrá a la imaginación que cuando ciertos líquidos o vapores se enfrían proviene una especie de volatilización que termina por condensarse más tarde, o sublimarse, en estado de cristales. Preguntamos, a qué se debe esta maravillosa formación de cristales sobre todo en esos cuerpos de forma idéntica, aunque de diversas propiedades químicas, llamados informes. No es preciso repetir la descripción de este fenómeno que todo el mundo conoce, pero tenemos la seguridad de que nadie sabría respondernos acerca de este hecho grandioso de la cristalización, rodeado hoy de misterio. Algo parecido a esto sucede con las plantas. Ellas conservan dentro de sus organismos sales o sustancias líquidas o cristalizadas amorfas, que las obligan en unos casos a concretarse en violetas; en otros en rosas, y a veces, en simple col o corpulento roble. ¿Cuál es y dónde se encuentra la consciencia que preside y dirige estas formaciones? He aquí el problema que nos ocupa a los espiritualistas investigadores. Todos nuestros esfuerzos propenden a levantar ese velo de Isis y a ello se encaminan nuestros estudios, nuestras constantes investigaciones; la repetición de nuestras experiencias y la observación que hacemos a cada instante de la naturaleza misma. Haeckel dice que el fenómeno se debe a la influencia del alma de los minerales. Sin embargo, se queda en este punto y no va más allá, no profundiza, no busca el ultra de esta afirmación. Nosotros, en cambio, pensamos que invisiblemente esas formas o arquetipos existen en la naturaleza, a los que se van amoldando todas las substancias al enfriarse y convertirse en cristales. Hay un fenómeno análogo, con el que podemos atestiguar. Se trata de los helechos con que se adornan las ventanas de Alemania, cuyas variadas formas durante el invierno, se pueden comprobar todos los días, cuando el termómetro baja a más de cero y de cuyo espectáculo están privados los que viven en tierras meridionales. Ahora que puede ser llevado a la práctica artificialmente, tal como lo vamos a describir, pues si bien en el nitrato de plata se puede 23

comprobar la influencia de la Luna, del mismo modo y haciendo esas nuevas experiencias, pueden nuestros lectores estudiar otros cambios que se operan mediante el jugo de las plantas que actúan sobre la personalidad de cada uno. Tenemos primeramente un vidrio plano y limpio, vertiendo en él una solución de sulfato de sosa (sal de Glauber), es decir, pongamos 115 gramos de Na2SO4 en 100 gramos de agua destilada sobre un platillo de Petri. Después, de haber hecho esta solución en caliente, la dejamos enfriar para que se verifique la cristalización, en cuyo fenómeno han de advertirse curiosidades verdaderamente notables. Hecho esto puede repetirse en horas distintas y bajo diversas constelaciones, fotografiando los dibujos resultantes y, entonces, podemos apreciar y afirmar con toda exactitud la influencia planetaria. Pero si a esta misma experiencia le agregamos jugo de plantas, en pequeña cantidad, juntamente con sangre, podemos observar claramente que la sangre tiende y obliga a que se efectúen determinadas cristalizaciones que corresponden a un todo, ah horóscopo de la persona a que pertenezca. Puede también experimentarse con otros metales, por ejemplo, con el protocloruro de cobre y jugos de plantas preparadas en alcohol. Bastará una gota de este jugo para obligar al preparado a cristalizar en modo distinto, según la influencia. Con esto se comprueba cuáles son las plantas que corresponden a cada planeta y podemos formalizar una botánica astrológica de suma importancia que, como medio terapéutico, tendrá su valor en el porvenir, cuando nuestros estudios espiritualistas sean más populares. Otro medio por el cual experimentamos es con un vaso delgado, en el cual se colocan 100 partes de hielo y 3 de sal común. Luego se logra una temperatura de 21 grados bajo cero - con ciertos preparados químicos se logran temperaturas más bajas aún – y se coloca alrededor del vaso las mismas soluciones de metal, añadiendo sangre y jugo de plantas, según los astros. Repitiendo este experimento, en diferentes épocas, pero siempre bajo las mismas condiciones, llegamos a conseguir la aparición de flores 24

maravillosas y de tan artística figura que llegan a sorprender hasta los mismos pintores que las contemplan. Con jugo de rosas se obtiene un cuadro en cruz que, admirándolo largamente, parece que dirigimos la mirada al cielo. Tenemos en el templo fotografías muy particulares con todas estas observaciones hechas, sobre todo, durante el último eclipse solar. La luna. Para llegar a la verdadera comprensión de la influencia de los astros, debemos hacer unos estudios más detallados, la astrofísica de hoy y los continuados análisis que se han practicado acercan de los componentes de los diversos planetas, muchos de ellos en extremo interesantes, han venido a darnos la razón a los astrólogos, pero ya no se trata de la composición de los planetas, punto culminante para nuestro estudio, sino de las temperaturas encontradas en cada uno de ellos, que son de vital interés, pues conociéndose con exactitud bien el calor o el frío en un cuerpo celeste, podemos percibir sus beneficios fisiológicamente exponiéndonos a sus poderosas irradiaciones. Ya hemos dicho que la luna actúa sobre la planta. Pero hay que tener en cuenta, también, que este astro, por su mayor rapidez en el espacio, se pone en contacto con los demás planetas influenciándonos directamente por medio de ellos, por esta razón es muy importante conocer la situación térmica de la luna. Para medirla tenemos un instrumento curioso, una especie de telescopio, el cual recibe elementos dándonos, en primer lugar, una corriente eléctrica que, una vez medida, nos permite calcular justamente la intensidad de calor. También es preciso mencionar, por lo que el calor se refiere, que recibimos de la Luna dos corrientes distintas. La que nos comunica por haberla recibido del Sol y la que le es peculiar y propia, aunque también sea engendrada por otras influencias. Es decir, que podemos notar una diferencia marcada entre el calor por reflexión y el que nos emite después de haberlo absorbido durante algún tiempo. Ambas corrientes térmicas pueden ser diferenciadas perfectamente. Por el movimiento rápido de la luna hay lugares expuestos 25

directamente a los rayos solares, los cuales llegan a tener más de 100grados. Pero tan pronto nos alejamos de estas regiones, el calor desciende y, a poco, nos encontramos en mitad de su superficie a muchos grados bajo cero. A estas diferencias calificas deben una porción de fenómenos considerables observados en la luna, que son objeto de estudio y de trabajos importantes para los astrólogos Rosacruz. En el último eclipse lunar pudimos hacer la observación de esas diferencias ocurridas en corto espacio de tiempo, en horas simplemente, advirtiendo la permanencia de 60 grados de calor sobre cero, para descender en plazo breve a más de 100 grados. Pero, así como las manchas solares ejercen su influencia en los acontecimientos de la tierra, del mismo modo esas diferencias térmicas de la luna, durante un eclipse ocasionan los grandes trastornos a semejanza de los ocurridos últimamente y que con más violencia se dejaron sentir en la República de Nicaragua. Tan pronto fue pasando el eclipse volvieron a ascender las temperaturas lunares. Y así como dejó su huella diferencial en nuestro papel de filtro, con el nitrato de plata, de igual manera pudimos fijar nuestra observación del cambio térmico. ¿Cómo se explica – preguntamos - que el calor almacenado del Sol dure tan breve tiempo sobre la superficie de la Luna, cuando las arenas terrestres, una vez impregnadas de ese mismo calor, tardan muchas horas en enfriarse? Pues porque la superficie de la Luna está cuajada de piedras volcánicas, una especie de piedra pómez, que no retiene el calor o que es casi refractaria a él. Al mismo tiempo, los metales del astro lunar radican en el interior y sólo actúan mediante esa especie de piedra. Luego, en las noches lunares bajan las temperaturas sobre este planeta frío de una manera indescriptible, hasta conseguir centenares de grados bajo cero y esas alternativas o diferencias térmicas, influyen constantemente, de tal manera que poco a poco van destruyendo su superficie y demoliendo sus montañas. El astrólogo serio, no debe ignorar todos estos fenómenos si quiere obtener cálculos concretos y positivos; pues mediante el 26

conocimiento de las influencias de las manchas solares y de las diferencias de temperatura de la Luna, pueden predecirse acontecimientos sorprendentes. Ahora, esas mismas diferencias están a su vez, en constante relación con las constelaciones y ello nos permite profetizar también muchos fenómenos meteorológicos y pronosticar cambios de tiempo. La raza. En esto de la raza, hay un punto trascendental para nuestros estudios, que se escapa generalmente a la observación de los astrólogos. No es igual ser de la raza amarilla que de la blanca. Cada uno tiene su tic, su tono propio y peculiar, su estructura moral distinta, sus fases diferentes y no es posible, para formar un horóscopo, olvidar estos extremos esenciales. Véase si no lo que ocurre entre los animales. Para las grandes carreras de los Derbis, en Inglaterra, sólo es posible admitir caballos de raza pura y a través de varios siglos van persiguiendo el árbol genealógico de una raza cualquiera con tal de obtener ejemplares en su mayor pureza, que luego adquieren a precios exorbitantes. En perros, tenemos centenares de razas, todas soberbias entre sí. Pero basta mezclar una raza con otra para que el bastardo salga degenerado. En el ganado vacuno sucede igual en el cuidado de las razas para que el tipo genealógico no se altere. Todo ello es ya una ciencia. Pero una ciencia que hasta ahora solo se ha venido aplicando a los animales. En cambio, nada se ha hecho todavía acerca del animal más noble… el hombre. No hay siquiera un gobernante de algún relieve que hasta el momento le haya importado el cruzamiento de razas, es decir, que se crucen blancos y negros, chinos y alemanes, franceses y japoneses. En esto va, por el mando, una amalgama espantosa. Pero, no solo deja de ser mal visto y hasta mal aceptado por todos, sino que parece existir un tácito interés en estas mezclas de razas como consecución de un tipo superior que nunca se logra. Corremos, por consecuencia de lo dicho, que no es posible a nuestro antojo torcer las leyes de la naturaleza.

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Para nuestros efectos, es de tener en cuenta que si el connubio, si el acto sexual se efectúa bajo un signo determinado sobrevendrá un parto normal, en el que el nuevo ser dará su primer grito a la vida dentro de ese mismo signo. Los padres de una raza pura podrán tener hijos sanos, fuertes e inteligentes, sobresaliendo de otros nacidos de razas bastardas sólo si se unen bajo la influencia de un signo dado, resultando en extremo curiosa la observación de que el deseo de cohabitar tan sólo les impele a unirse mientras dura la influencia de ese signo. Generalmente, despiertan en la noche invadidos por un deseo, cuya causa desconocen, pero que impulsa el mismo germen en sí, purgando por la reproducción. Además, los matrimonios de razas distintas que se hayan mezclado pueden obtener, así mismo, hijos superiores ya de un tipo o ya de otro, uniéndose bajo el signo correspondiente a cada raza. Horóscopo. Fuera de las estrellas, hay otros factores que tienen gran importancia y que deben tenerse en cuenta para levantar un horóscopo. Uno de estos factores son las manchas solares. Se ha podido observar la aparición de las manchas solares en coincidencia con la presentación regional de tifus, insomnios, debilidades, perturbaciones de la digestión, asma y afecciones cardiacas. Claro es que las personas nacidas en este instante han de sufrir de estas enfermedades más tarde. Las manchas solares cambian totalmente el magnetismo terrestre. Se forman, como dice Vallot, temporales magnéticos y, lo más curioso, que traen las aguas subterráneas como lo haría la Luna con las mareas, hay, pues, una relación indudable entre el ascenso y descenso de las aguas del subsuelo y las manchas solares. De este modo, aunque una criatura al nacer esté influenciada por buenas constelaciones, todo cálculo es vano si en el momento de su nacimiento se presentan manchas solares que hagan subir el agua del subsuelo, provocando fermentaciones en la tierra y produciendo emanaciones malsanas. El niño recibe una carga no prevista que lo obliga a ser enfermizo, a pesar de los buenos pronósticos estelares. El sol. Cuando se presentan las manchas solares, lanza partículas con cargas eléctricas que descomponen la atmósfera y hacen 28

producir cambios radicales en las corrientes del magnetismo terrestre. Dos planetas, desde el punto de vista de la tierra, tienen un movimiento aparente, mientras que su movimiento real es otro y hay que tomarles desde el punto de vista visual del Sol. Por ejemplo, estar en el signo Leo y, sin embargo, heliocéntricamente puede estar en el signo de Cáncer, o en Virgo. Y, ¿es que por eso deja de actuar? Nada de eso. Lo que ocurre es que unas veces se mezclaran sus características con las de Cáncer y otras con las de Virgo, según la posición que ocupe la tierra con respecto al Sol y los planetas. En una de las últimas interpretaciones, calculé un horóscopo que tenía la Luna en el signo de Libra, mientras que, desde el rayo visual del sol, se hallaba en el signo de Capricornio. Sólo el zodiaco tiene un total de 316 estrellas que influyen cada una con arreglo a su naturaleza, además de las otras constelaciones que no menciono y que también influyen, pudiendo cambiar un presagio si no se han observado a su debido tiempo. La vida de los antiguos se desenvolvía de una manera especial, en armonía con las leyes de la naturaleza. Podemos vivir la de los modernos, que nos brinda la ciencia moderna para hacer nuestras investigaciones, pero siempre sin dejar a un lado los conocimientos ni las enseñanzas que nos pueden venir de los antiguos. En ciencia, como en todo, no hay nada nuevo que no hayan conocido los antiguos. Sólo ha cambiado la forma y los medios de emplear la sustancia universal. Por esto, en astrología y en ocultismo, hay que remitirse a las leyes de la analogía, que tanto recomendaba el maestro Papus, haciendo uso de ella y sabiendo relacionarla veremos que no haya nada nuevo que no conocieran los antiguos. Frente a la radiotelefonía y la telegrafía, podremos poner el desarrollo de la glándula pineal y la telepatía. Frente a la televisión, se pone la clarividencia; y frente a la aviación, se ponen los fenómenos de levitación y desdoblamiento.

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COBRE EN LA LECHE Después de muchos experimentos se ha podido comprobar que la leche contiene cobre, especialmente la mujer, precisamente los primeros días después de haber dado a luz. Con esta base, se han continuado los análisis y se ha venido verificando que, durante el embarazo, la sangre de la mujer se va saturando de cobre y que, a medida que avanza, mayor es la penetración de este metal. Aumenta el cobre cada vez que la mujer embarazada recibe la influencia de Venus que aparte de la sílice, es el planeta que corresponde al mineral cobre.

LOS TATWAS Habíamos creído siempre que Tatwas eran vibraciones del éter. No hallábamos otra definición más acertada; pero luego nos hemos convencido que la vibración es el resultado de la reacción de los tatwas, pues viendo a primera vista cuatro éteres distintos (éter de calor, éter de luz, éter vital y éter químico) son ellos los únicos grandes constructores y formadores de todo cuanto existe. Si antes creímos que tras la materia en si no había nada posible de descubrimiento y que todo quedaba en ese vacío insondable del ignorabimus, nos hemos dado cuenta posteriormente que estudiando los tatwas con conocimiento de causa, se puede dar un paso más y a ello nos han ayudado, así mismo, las investigaciones del gran Einstein sobre el éter, cuyos estudios han abierto verdaderamente la nueva era, dando al mundo una luz que no esperaba. Hace un año aproximadamente, teníamos nosotros un cajoncito lleno de semillas para sembrar en nuestro jardín. Se trataba de pequeños gránulos del tamaño de una cabeza de alfiler. Exteriormente nada en absoluto los diferenciaba y si el químico más hábil los hubiera analizado con seguridad no encontraría en ellos ni un poquito, un punto siquiera que llegara a hacerlos distintos. Entre ellos teníamos también, granitos de hongos y huevecitos de pescados que, a simple vista, daban la sensación de ser 30

idénticamente iguales, pero al arrojarlos a su elemento, unos dieron plantas y flores bien diferentes; mientras que otros ofrecieron peces de bien distintas familias. ¿Cómo es esto posible? Sólo con el impulso interno del Yo, actuando en cada caso. Hay capullos de crisálidas completamente amorfos, de las que luego sale indudablemente una mariposa. Este fenómeno es debido a la acción imponderable y efectiva de los tatwas sobre los egos. Lo esencial está latente en ellos y esa esencia es el Yo. Se ha creído también en física que luz y calor no son más que movimiento, cuando esto es un error. El movimiento es también reacción como reacción es, a su ver calor mismo. Movimiento es sólo la reacción de la materia movilizada por la luz. En cambio, la luz substancia, es algo que tiene existencia por sí misma, como el calor es un estado consciente de por sí, igual que lo es el estado líquido, el gaseoso, etc. Sabemos que estos conceptos que damos los Gnósticos son completamente nuevos para los investigadores, pero tenemos la seguridad de que han de ser comprobados en breve plazo para la ciencia oficial. El tono, en su genuina formación esencial, es también substancia y por eso el mantra obra y ejerce su efecto al ser pronunciado. Él es un éter por naturaleza y un éter que construye, que edifica, que realiza. Es el químico alquimista sin el cual el tatwa-sonido no podría operar. No se trata, pues, de oscilaciones de la providencia desconocida, sino de verdaderos éteres constructores de tatwas. No olvidemos que todo lo térmico sólo se logra con el éter de calor. Los gases, con el éter de luz. Lo líquido con el vital; y lo sólido, con el éter químico. El éter de calor dimana de Saturno (Satán, fuego). El gaseoso del Sol; el líquido de la Luna; y nosotros mismos estamos envueltos en el vital de la tierra. A los éteres se debe la respiración de los planetas, los seres vivientes como los de la tierra. Al estampar esta frase y reconociendo que nuestros lectores han de quedar algo sorprendidos, prometemos escribir brevemente sobre las respiraciones de los planetas. Hay que 31

advertir que con la respiración se explican perfectamente la expulsión y atracción de electrones en nuestro organismo, que es lo que forma el aura, la cual, desde el punto de vista Gnóstico, recibe conceptos completamente nuevos. Por eso el Sol es tan activo en medio del cielo, mientras la Luna lo en el horizonte, pues su corriente nos atraviesa, así mismo, de manera horizontal. El hombre tendido en el lecho durante la noche recibe las fuerzas lunares y esta es la causa de que nos acostemos para dormir, cuando podríamos hacerlo de pie; pero la misma naturaleza nos obliga a tomar la posición horizontal. Esto mismo ocurre a los animales, que son más lunares que solares. El ego del sol sólo penetra en la especie que se mantiene erecta, es decir, sólo el hombre puede disfrutar de este beneficio. Platón decía que en los misterios se predicaba que el alma del mundo está sujeta a la cruz. Así es, en efecto y lo demuestra que el hombre va de abajo hacia arriba (primer tramo vertical, o cabeza de la cruz), los animales quedan horizontales (tramo transversal) y las plantas van de arriba hacia abajo (tramo inferior o pie). Las corrientes cósmicas actúan en ese mismo sentido. Las corrientes magnéticas son las que producen también, en parte, la pesantez de los cuerpos. Antes se creía, por ciencia, que esta pesantez y magnetismo están en relación recíproca y es problema que ha recibido mucha luz con los estudios de Einstein, pero que su resolución tan sólo radica en el conocimiento de los tatwas. El magnetismo, empero, viene del Sol, pues este planeta es un centro productor de vida. No es un globo de gases como se cree, sino éter vital, es decir, una especie de campo electromagnético vital. Así como los gránulos de semilla tienen un ego esencial, del mismo modo tiene el Sol su ego propio, que está envuelto como en una ola de ese éter de vida al que damos el nombre de Cristo. Es la substancia de Cristo de los gnósticos. La meteorología, la geología, la zoología, como la química orgánica e inorgánica, recibirán nuevos impulsos y tomarán aspectos distintos cuando se dé cuenta el mundo de la actuación de la sustancia de Cristo. Entonces, verán los Teósofos cómo la iniciación, cabe sólo y 32

exclusivamente desde el punto de vista Rosacruz, ya que las teorías orientales pertenecen a épocas pasadas y son un cadáver que debe abandonarse. Nosotros ahora necesitamos luz adecuada y que pueda dar su fruto dentro del momento presente, cuyo principio o primer paso está en el gnosticismo. Dice la ciencia, que la luz, diferenciándose mediante un prisma, se descompone en los colores que ella misma contiene, a semejanza de una planta que microscópicamente duerme dentro de una semilla, para luego desarrollarse. Resulta, pues, que nada de esto es cierto, ni aún el símil de la planta. Pues nada existe de la forma en una semilla ya que esta viene, posteriormente de otras esferas, del mundo astral. Para nosotros existen dos clases de luz. La luz fría o la luz pura y la luz secundaria, producto de la descomposición. He aquí los dos polos de toda cosa. La producción de luz guarda ciertamente relación con el ozono, pero queremos en este libro extendernos hasta esos detalles. Los alquimistas nos dieron a conocer una sustancia que, al lado de la sílice, tiene una importancia especial. Se trata del fósforo, que ya conocieron los árabes y que luego fue vuelto a descubrir por el alquimista Brand. Esa sustancia luminosa está adherida a multitud de cosas existentes. Así, descubrió Gaseman que está en el agua, en la lluvia, en gran cantidad en las nubes y luego en la nieve, no quiso decir que en la esfera y en la atmósfera, ni en la estratósfera, en otro lugar. Ya los hindúes y los griegos dijeron que un dios lo había traído del cielo. El fósforo es uno de los elementos base de todo organismo. Pero la flama del fósforo es fría y esta circunstancia llamó la atención a los alquimistas. Los antiguos hablan siempre de dos clases de luz, de luz fría y de luz de calor. La producción de luz se debe a los diferentes éteres o tatwas. Luz pura o fría, es emitida por el Sol. Sus rayos toman calor sólo al ponerse en contacto con la luz térmica que desplaza la tierra. La luz pura es libre porque es vida en sí, mientras que la luz térmica es aprisionada por el éter de calor. Newton no está dentro de la verdad al afirmar en sus leyes que la luz solar está compuesta de colores y que estos se pueden separar. 33

Nosotros afirmamos, en cambio que los colores son substanciales por naturaleza, por sí mismos y que ésta substancia reside como esencia fosfórica dentro de la luz y por eso la luz dentro de nosotros es capaz de ver la luz que nos viene de afuera. El vacío tiene la propiedad de los cuerpos translúcidos: No reaccionan ni sobre la luz ni sobre el calor. La substancia universal, unida al éter de calor, ofrece el color rojo; unida al éter de luz, el color amarillo; al éter vital, color violeta; y al éter químico, color azul. La mar está llena de éter químico y esta es la causa de que, a nuestra vista, aparezca azul. Los colores son, por consecuencia, el resultado entre la lucha de las fuerzas etéricas reales contra la luz y la oscuridad. Un color único tienen los duraznos porque ellos, a semejanza de los seres humanos, están impregnados proporcionalmente de los diferentes éteres. Estos cuatro éteres los encontramos entre los Mayas de Yucatán, con el nombre de Bacán. Los cinco dioses del Itzmal estaban constituidos por uno principal, o mano directora y por cuatro dioses secundarios o ejecutores, al dios principal le daban el nombre de Rocío. El mismo declara cuando dice: “Itz en caan, Itz en muyal”, esto quiere decir: “Yo soy el Rocío y la fuerza de los cielos y de las nubes”, y añadía: “Yo soy el constructor de los templos y pirámides, pero tengo cuatro ejecutores que son los Bacán. Estos son los que han hecho el mundo. Hay el Bacán amarillo, el rojo, el azul y el blanco, correspondiente a los sentidos. Blanco es el Rocío y nada es hecho sin estos Bacán sutiles, que son la fuerza del Rocío mismo”. Algo semejante a lo que ocurre con la luz y los colores pasa con el sonido. El sonido no es una vibración como se cree, pues que la vibración son substancias que reaccionan unas sobre otras. Los antiguos iniciados conocían los secretos del sonido y de la luz. Lo prueba que al salir el sol por la mañana y enfrentarse con las estatuas de Men-Monen. El valle del Nilo, obliga a estos colosos de piedra a que entonasen un mantra por sí mismos, al recibir su beso. Este hecho está perfectamente confirmado por los autores que han escrito sobre el particular y todas las enciclopedias hablan de ello. Sin embargo, en la Espasa se dice que el sonido era debido, sin 34

duda, al paso del aire a través de los poros y grietas de la piedra al ser recalentada por los rayos del sol. Si esto hubiera sido así tan fácil, tan sencillo, no habría preocupado durante muchos siglos a los hombres de ciencia. El sonido es, pues, el resultado de la lucha sostenida entre el éter de luz y el vital, ya para hacerse más tenso, ya para ampliar su volumen. Se dice que el sonido no se propaga dentro del vacío. Ciertamente es así, pero es debido a que en el interior de una campana no existen esos éteres cuya ausencia acaba también con la pesantez de los cuerpos. Si pudiéramos, técnicamente, extraer de un espacio determinado todo el aire a tal punto que no quedara nada de éter, los cuerpos todos resultarían flotando, libres de gravedad, no de otro modo se valieron los incas para trasladar de un lugar a otro sus inmensas moles de piedra, cuyo fenómeno de levitación sólo puede ser explicado por los éteres o tatwas. Pasemos al fenómeno de la radioactividad. Se ha creído durante algún tiempo que la radioactividad era una condición de señalados cuerpos con esta propiedad radioactiva. Pero investigadores más recientes sobre el caso demuestran que todo es radioactivo y que todo emite emanaciones. Ahora que, la radioactividad ha llevado a la observación de otro fenómeno que consiste en la construcción y destrucción, por medio del bombardeo en el radio o en el uranio, por ejemplo. También se creyó que la radioactividad estuviera condicionada por el calor, pero hoy se sabe que no hay influencia exterior que opere en ese proceso y que todo estriba en la relación de la misma radioactividad. Diremos resumiendo, que hemos llegado a ver que el sonido, la luz y el calor no son otra cosa que substancias y que esas substancias llegan a ser tan sutiles por contener esencialmente fósforo, que las conduce a convertirse en éteres o tatwas. Que, si bien todo es radioactivo, es forzoso que esos éteres tengan igual condición, ya que todas las cosas han de ser reguladas por una misma ley general.

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Mientras más noble sea un órgano, tanto más noble han de ser sus substancias radioactivas que de él se desprenden. Radioactividad es, pues, un fenómeno inherente al éter vital, al éter de luz, al éter de calor y al éter químico y la acción de muchos fenómenos inexplicables tienen en esto su mejor solución. Preguntamos ahora, ¿cómo será la acción de las sustancias radioactivas del fósforo desprendidas de ciertas glándulas internas, como las sexuales, que en el momento del contacto de luz emisora de vida y luz divina, producen esta sensación de voluptuosidad única, como un polo energético de oposición al dolor? La palabra vitrolo procede de la latina vitrolus, que es a su vez, el diminutivo de viturus (vidrio). Se da el nombre de vitrolo a determinada sustancia íntima y a una porción de sulfatos metálicos que eran conocidos por los antiguos con la denominación de sales. Vidrio flexible, maleable, es uno de los grandes secretos de los Rosacruz. Pero es más importante todavía el vidrio líquido que ocultamente yace dentro de nosotros. Es la sustancia primordial, lo ignoto, lo esencial en nuestro organismo, he aquí porque conservamos en el Templo de Berlín un cuadro inmenso que cubre todo el plafón de la primera sala, alrededor del cual puede leerse la siguiente inscripción: “Vistta Interiora Terrae, Rectificando, Invenies Occultum Lapidem”. Si reunimos las mayúsculas o primeras letras de cada una de estas palabras, observamos que forman la palabra vitriol. Dicha inscripción quiere decir: “Visita o escudriña en el interior de la tierra, rectificando encontrarás la piedra oculta”. Excusamos manifestar que para el logro de cuanto se encierra en esta frase, debemos hundirnos en el interior de nuestro propio cuerpo, removiendo allí toda la escoria que arrastramos, mediante el “Solve et coagula” de los antiguos. Es decir, rectificándola y sutilizándola podemos hallar un día la piedra filosofal, que es la piedra oculta que todos poseemos, o el vitriolo esencial de que somos portadores. Algo semejante es este símbolo a la labor que debe realizar el aprendiz masón.

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Recordamos en este instante, que hace muchos años tratábamos sobre este asunto con Franz Hartman y de nuestro deseo de dar a conocer el mundo esta substancia crítica, cuando hubo de respondernos lo siguiente: “El principal valor de todo ello radica en el secreto, si lo divulgáis y lo profanáis no se os entenderá”. Llevaba razón el maestro. Era aventurado lanzar en aquella época este concepto que el pasado bagaje de los prejuicios anteriores y la falsa comprensión de los principios religiosos habían de rechazar, pero que luego hemos conocido y así se nos ha mandado que ya era el momento de lazar por primera vez este principio, aunque corriéramos el riesgo de sufrir los primeros embates de la incomprensión. Para lograr este final es por lo que hemos venido publicando libros preparatorios y auxiliándonos en nuestra revista. Así hemos podido hablar un día del Cristo en substancia. El que no lo haya sentido, el que no comience a vivirlo, de nada le sirve el ocultismo, ni la Teosofía; se quedan como estudios de pasatiempo que a nada conducen. El que comprenda el misterio de Cristo es el único Teósofo. Los demás no pasan de meros aficionados a un ideal sin realización posible. Ahora, fijaos bien, Cristo como substancia, como vitriolo, es el todo y, sin embargo, es el principio, la primera punta del velo que hemos levantado. Nuestros estudios, obras y nuestra revista, se encargan a continuación de llevar a los lectores la labor complementaria.

UN REFLEJO CURIOSO Bautizamos con este nombre, por no encontrar otro más apropiado, un fenómeno raro que durante el ejercicio de nuestra profesión sólo hemos encontrado tres veces. Se trata de un vómito, que presenta el hombre cuando la mujer está embarazada. En uno de los casos la mujer sabía que ya estaba en cinta porque el marido comenzaba a vomitar, aun cuando ella no presentase ningún síntoma, debido a que la fecha de la concepción era muy reciente. Si a los ocho días de 37

haberle fallado la regla, el marido presentaba náuseas, vómitos y repugnancia por los alimentos, sin causa aparente, era seguro que ella estaba embarazada. Los síntomas de náuseas, vómitos, etc., aparecían en el marido aun ignorando que su mujer había reglado o no. Es decir, que no cabía la sugestión en ningún sentido, ni tampoco podría invocarse otra causa cualquiera. Hubo una vez que la menstruación se retrasase hasta veinte días y la mujer asegurar que no estaba embarazada, fundándose, no en que ella carecía de los signos propios del caso, sino en que su marido no tenía vómitos y resultaba exacto lo que afirmaba. Al fin venía la regla en cantidad normal, como en meses anteriores. En otros maridos, los hechos se presentaron en forma análoga. El vómito que sufrían ellos era el primer síntoma que indicaba el embarazo de sus respectivas esposas. Ahora bien, ¿cómo podremos explicarnos este fenómeno? Según nuestro criterio, no puede invocarse aquí ninguna causa material. No tenemos más recurso que la influencia anímica de la mujer sobre el hombre. Debemos reflexionar en que la convivencia con la mujer establece, no sólo una unión pasajera y material, sino que todos los cuerpos o elementos (físico, anímico y espiritual) de ambos seres se compenetran al grado de influenciarse y percibir sensaciones y provocar cambios o síntomas el hombre sobre la mujer y la mujer sobre el hombre. Pensamos que, en el cuerpo astral, o alma, que encierra principalmente a Budhi, Manas y Kamas y que alimenta la acción consciente, el sentir y el querer, toda la parte de los sentidos es el que determina en el hombre, obrando sobre el plexo solar, su antena receptora, el fenómeno del vomito cuando la mujer está embarazada. En el momento del coito, cuando los dos cuerpos se unen por su superficie anterior, los principales centros magnéticos vitales, chakras o ruedas o flores de loto y cuando llega el espasmo, su compenetración es tan íntima que ya los dos seres no son más que uno, en la verdadera acepción del vocablo unidad. En el lenguaje vulgar existe la frase de “querer ser uno” con la mujer que se ama y, en realidad, esto se consigue en esfera más alta cuando se oficia 38

devotamente en el instante creador del acto sexual. Esta unidad de los dos seres nos explica esas semejanzas que, con el tiempo, van teniendo marido y mujer en gustos, tendencias y aficiones, y a veces, hasta en algo de lo físico. La fisiología y la patología materialista nunca podrá comprender esto que decimos, ni tampoco podrán dar una explicación satisfactoria de este fenómeno que estudiamos, basándonos únicamente en sus leyes y experimentos. Tendrán que remontarse a esferas más altas y más puras para poder interpretar muchos que ni siquiera mencionan, o que a sabiendas rechazan con el calificativo de anticientífico, solamente porque no pueden comprenderlos. Así lo que hace el materialismo, una doctrina de amor propio que niega lo que está fuera de su alcance.

Huiracocha, R+.

EL ZODIACO DEL AMOR Al estudiar el zodiaco externo vamos trabajando para descubrir el zodiaco interno. Las doce constelaciones que forman el zodiaco que llamamos normalmente, es la expresión de grandes vidas y grandes energías que nos llegan a través de los planetas regentes y entre ellos, el sol cumple la función de transmitir. El zodiaco comparte la analogía del loto de doce pétalos, cada pétalo significa una cualidad, estas cualidades son expresiones del alma, es decir, las virtudes que debemos desarrollar. Así podemos agruparlos en tres grandes brazos: Conocimiento, sacrificio y sabiduría. Y tenemos los pétalos centrales donde se encuentra la semilla de estas virtudes, que es el corazón del alma. Las virtudes las encontramos en cada acción de la vida, en el encuentro con un 39

amigo, en la ruptura con aquella persona que amamos, donde aprendemos que lo que había era apego. El zodiaco transmite rayos de luz-amor (energía), nuestro cuerpo la recibe por medio de los centros llamados chakras. Cuando el discípulo e iniciado, trabajan en la virtud como motivación para la acción, empieza a manifestar su humildad por el contacto que ha hecho con su alma, entonces, el fuego calienta a sus hermanos, pues es una llama que no quema, sino que calienta por efecto de su amor. Manifiesta las cualidades de los doce signos y la cruz cardinal mueve a las otras como una marioneta, donde el que controla es la mónada o la Divinidad que hay en él, es decir, en todos. Pero el amor se manifiesta en todo, cuando esto se hace real, en cada respiración nuestra estamos penetrando en el segundo plano del sistema solar (plano astral cósmico). La vida del amor es la acción, en ella nos conocemos como somos. El amor no es celos, apego, envidia, esto lo vemos muy claramente en nuestra carta astral, entonces, debemos cortar una a una las ligaduras para que el amor fluya libremente; el amor no es del pensamiento, si estás pensando como amar, esto pertenece al pasado y la cualidad que tiene el amor es que es algo nuevo, es decir, de instante en instante, en el amor no te acuerdas de lo que te ha hecho la persona a la que estás amando, pues lo que recuerdas de ella ya ha pasado. Podemos concluir que el amor puede utilizar el pensamiento, el ejemplo clave de esto, es una persona que hable todo el día de amor y esté haciendo daño a sus seres más cercanos. Para recorrer el zodiaco, hay dos caminos, el camino del amor – sabiduría y del sufrimiento – dolor, el primero sólo lo recorren unos pocos, aquellos que han osado en ir en contra de la corriente, como el salmón que lucha y lucha contra la corriente para desovar en las aguas claras y profundas y después morir, pues ellos saben dar la vida, en eso consiste la vida, dar la vida para que otros vivan en el ser espiritual. Esto lo hacen estos hermosos animales. Esto tiene relación con el signo de capricornio en su máxima vibración, que tiene relación con el unicornio, él busca siempre lo más elevado, por eso viaja solo, aunque de vez en cuando, está en compañía de algunos discípulos, la iniciación en el sendero del amor es algo que alcanzamos solos, pero lo damos a todos, aquí por eso lo importante 40

de la palabra clave de capricornio “Estoy perdido en la luz y a esa luz doy la espalda”. Y nosotros todavía nos inventamos excusas de trabajo, de responsabilidad familiar, de obligación material, pero en el fondo, lo que tenemos es miedo de dar la vida. El segundo camino es el que todos llevamos, el de problemas familiares, de apegos, celos, envidia, lo que es común a toda la masa, lo cual tiene relación con el signo de cáncer. Este es el signo por el cual todos según las escrituras llegamos a nuestra primera encarnación. El zodiaco del discípulo es el camino que recorre el sol en forma contraria a las manecillas del reloj, es decir, de Aries a Piscis, vía Tauro. El zodiaco que recorre la humanidad va en dirección a las manecillas del reloj, para entender esto recordemos el fenómeno de retrogradación aparente del sol en cada era, así primero estábamos en la era de piscis, ahora entramos en la era de acuario. Esta es la evolución que sigue la humanidad, pero nosotros podemos alcanzar estados elevados de consciencia en cualquier etapa de evolución de la humanidad, porque la evolución espiritual no pertenece al tiempo. “En cada era la dificultad es mayor para dicho crecimiento espiritual”. Conocemos por la vida de los Grandes Seres, que tenían una visión muy adelantada a su época y su misión fue, ha sido y es, que el tiempo no sea un obstáculo y avancemos en el camino interior que es el camino del alma.

ASTROLOGÍA DEL ALMA La astrología actual lleva a centrarnos en la personalidad y cuando se habla de personalidad nos referimos (a los tres primeros cuerpos) a la terminología antigua que separa los diferentes vehículos, hecha para poder estudiar mejor al ser humano, que, en un ser espiritual, en una mejor forma y comprender esta complejidad de energías que es lo que nosotros somos. Así, tenemos 7 cuerpos y 7 planos a saber: 41

Cuerpo Físico: (Llamado cuerpo vital, pues, se toma el cuerpo físico como una consecuencia de este). Cuerpo Astral o Emocional: (Aquí reside las emociones las cuales debemos purificar). Cuerpo Mental: (El cual se divide en dos, mente concreta y mente abstracta. En el centro está el cuerpo causal residencia del alma) Cuerpo Búdico: (En este estado o cuerpo reside la intuición espiritual, el cuerpo emocional es un reflejo de este, aquí está la comunicación con todos los Budas, es decir, con la Gran compasión). Cuerpo Atómico: (Es la etapa donde recibimos la influencia del plano Cristico, de ese Cristo que emite su nota de amor e iluminación). Cuerpo Monádico: (Es el espíritu puro, el padre celestial). Cuerpo ADI o Divino: (Es el Logos Divino). La astrología de la personalidad se ocupa de lo que pasa en estos tres cuerpos como los acontecimientos de lo que vivimos como individuos. Toda esta parte hace hincapié en la gran ilusión y tengamos presente que cuando Galileo descubre que la tierra no es el centro del universo, llevó a la humanidad a salirse de su egocentrismo, aunque nosotros pensemos a veces que somos el centro del mundo y hemos cambiado lo universal por lo particular. La astrología del alma se sale del egocentrismo para comunicarnos con todo el universo, pues somos seres que estamos de paso porque somos viajeros del cosmos como de un plano a otro, es decir, de un estado de consciencia a otro. Salirnos de lo egocéntrico que nos limita, es la misión de la astrología. La astrología del alma se sale de la personalidad y se conecta con la energía del alma, por fuera de la ilusión y los hechos externos que podemos mirar en la carta natal como una cuadratura por ejemplo puede significar una muerte, el ser humano que ha elevado su vibración este cambio no lo afecta, sino que lo eleva hacia esferas espirituales. En la astrología del alma debemos desarrollar una cualidad muy importante y es la de la intuición entendida en este concepto: “La capacidad de conectarnos con el alma de la persona a la cual le 42

interpretamos el esquema y ver hacia donde el suceso externo lo dirige”. Cuando una persona realiza un trabajo espiritual las cosas suceden de otra forma. El espacio es una entidad viva por el cual fluye el éter. Cada cuerpo etérico individual forma el cuerpo etérico del planeta. El campo etérico del espacio es el medio por el cual las energías nos llegan de diferentes fuentes. Por lo tanto, estamos relacionados con el cuerpo etérico del planeta, del sistema solar y de los siete sistemas solares. Estas energías nos llegan y las recibimos por medio de nuestros centros o chakras. Ciertas energías las recibimos por el plexo solar y de ahí ascienden o descienden de acuerdo a nuestro grado de consciencia, una nos dirige hacia el contacto del alma y la otra nos lleva al dolor, producto de un suceso extremo. En ambos sucesos la finalidad es la misma, el despertar de la consciencia. Una a través del dolor, el otro a través de mi consciencia y trabajo. El sol indica el presente espiritual del hombre, fija el ritmo establecido de su vida personal; se relaciona con la cualidad temperamento y tendencias de la vida. La luna indica el pasado. Los obstáculos y limitaciones presentes. Rige el cuerpo físico y muestra donde se halla la prisión del alma. El ascendente indica la vida futura y el inmediato propósito del alma para esta encarnación. Mantiene el secreto del futuro y presenta la fuerza que, correctamente empleada. Conducirá al hombre al éxito.

NO FORNICARÁS Tenemos dos clases de glándulas: Las que expulsan secreciones fuera del cuerpo, como las sudoríparas y las que expulsan su jugo, digámoslo así, al interior, hacia la sangre. Las glándulas seminales, que están en relación directa con la glándula pineal, segregan al interior y a ellas debemos la parte principal del desarrollo, no sólo del cuerpo sino de la mente. Llevar las secreciones fuera (masturbación) es malo. Sin embargo, la naturaleza nos indica el acto sexual. En él, no van las secreciones al 43

exterior sino al interior del otro organismo. Hay aumento de poder al mezclarse con otro líquido negativo, siendo en sí positivo. En el momento del connubio se realiza un acto supremo de magia y el estado espiritual de dador y receptor influye para dar mayor o menor alcance a la operación mágica. Los antiguos iniciados tenían sus sacerdotisas; los incas sus nustas para estas ceremonias y ellos manejaban el secreto magno de la magia sexual. Nosotros necesitamos mujeres y hemos de servirnos de ellas para el supremo bien, para lograr la iniciación. El celibato de los sacerdotes representa un freno sexual para acumular voluntad. La voluntad tiene su primordial presión en las glándulas sexuales y como las glándulas endocrinas están conectadas todas entre si tenemos un punto de partida. Toda magia en un principio es cuestión de las glándulas sexuales y en ello tenemos la clave de la magia. La magia es la exteriorización de la fuerza de voluntad, esta puede servirse como vehículo del amor o del odio: El primero lo emplea el mago blanco; el último el negro. Sus alcances dependen de la intensidad, y el tiempo en que vibra; pero el resultado es inevitablemente forzoso. Sócrates actuaba a distancia y se separaba con su cuerpo astral a voluntad. Cada vez que Wagner producía una de sus obras colosales se sometía a un periodo de abstinencia sexual. “Ishvara” o logos solar, dentro de nosotros, representa la vitalidad y queda sintetizado en el semen, este es el gran logos, es Cresthos, el cuerpo del señor. En los escritos más antiguos de los persas encontramos el mantra “OM” como agente curativo y Hom llamaban al semen, y los mantras que pronunciaban se parecen en ciertos quejidos indefinibles que lanzan la mayoría de las mujeres durante el acto carnal, he ahí la relación que hay entre los órganos de la voz y los sexuales. Los hombres sentimos cierta incomodidad en la garganta, ya sea antes o después del espasmo y no es otra cosa, que la dilatación y encogimiento de la glándula tiroides, que se afecta durante el coito. En el momento supremo del orgasmo se pueden realizar milagros mentales. Pronunciad el “Haph” hasta hacer vibrar las caderas y luego el Jav para que se encienda el lugar sexual donde reside la 44

parte de Dios, porque el semen cuando está en punto astral, el logos, el Rosacruz, predica siempre la santidad del acto sexual y señala los peligros de abusar de esas fuerzas sagradas. Los estudios psicoanalíticos de Freud han comprobado que muchas enfermedades tienen causas sexuales, pero que también explican a la vez el origen de los genios, de los hombres sobresalientes la potencia sexual es la vida, el poder, la fuerza. Un hombre esclavizado por sus instintos bajos, por sus pasiones, no podrá influir ni dominar a otros. Pero el que quiere aprender a hipnotizar, es decir, a dominar a otros, sin haberse dominado a sí mismo, no logrará su objeto. Es menester para el ocultista, desarrollar esa glándula, y el secreto lo posee la magia sexual en cumplir la ley: “No fornicarás”. Pero el refrenar demasiado, acarrearía enfermedades nerviosas, muchas veces incurables. La mujer despierta, ante todo, ansias de poseerla; mientras esas ansias no se satisfacen, vibra en el hombre lo más elevado, lo más grande, lo más divino. Es menester que en el matrimonio sólo se entregue, en un éxtasis de amor inconsciente, pues basta desear el goce material para que el hombre se rebaje al animal. Hay cierto connubio que sabe efectuar el mago, para sus fenómenos, en que puede con su fuerza mental, en este momento preciso, sanar o matar, enriquecer o arruinar, al que se propone. Para el público sería ese secreto un arma horrible; con que podría impunemente cometer crímenes, sin que la justicia humana le alcanzara. Cuando el Rosacruz ve a una mujer bella y hermosa, debe tratar de atraerse esas bellas cualidades para sí, cargarse de fluido bello y sano. No por eso daña a la mujer, porque su poder acumulador no se agota: mientras más esparce, más acumula. Si queréis armonizar el matrimonio y tener un remedio para muchos males, haced una suave introducción del miembro viril en la vagina sin eyaculación del semen. La posición descrita puede durar una hora y se sentirá una sensación de bienestar inefable; pero contra pecho, los dos plexos solares en inmediato contacto, todos los centros astrales sobrepuestos, permiten un intercambio de corriente para establecer una justa androginia.

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Excitar el aparato, para producir semen y no derramarlo, sino obligarlo a que se asimile, es nutrir el sistema nervioso y prolongar la vida en general. Se puede decir: El semen se cerebriza y excitando el cerebro, éste se seminiza. Al frotar la punta de los nervios del miembro se transmuta el semen y con esto se aumenta el poder curativo del organismo. Pero nada sacamos con frotar el motor acá o allá, lo necesario es llevar oxígeno a los pulmones para que la vida en las celdillas a cumplir su deber correctivo, depurador y reconstructivo. El deseo refrenado hará transmitir el líquido astral hacia vuestra glándula pineal, y si, repetís ese ejercicio por largo tiempo, os haréis hombres-dioses. Si, al contrario, gastáis torpemente esas fuerzas en holocausto de la materia, os acercaréis al animal, falto de voluntad y de razón. La Biblia enseña al hombre el camino de todas las conquistas, por este decreto: “No Fornicarás”. El éxito de nuestras empresas, sean cuales fueren, depende de nuestras fuerzas mentales y estas a su vez del desgaste de nuestra potencia genital. De manera que “no fornicarás” quiere decir: Sin abandonar los órganos sexuales, para que no se atrofien, no abuséis de ellos, para no perder el poder material ni mental. “No fornicarás”, que no exige abstinencia absoluta, pero no permite la fornicación material. Para el abusador, para el pasional, no hay poderes posibles. Nuevas encarnaciones tendrán que purificarlo. La iniciación avanzada nos lleva al estado de sentir todos los goces del amor, sin contacto. Al principio basta con una abstinencia de cuarenta días al año. Son los cuarenta días que Cristo se recluyó en la montaña y fue tentado por satán, que no fue un ser personal, sino la excitación de sus sentidos sexuales. El que posee la clave sexual y si su edad lo permite, puede sin daño, hacer diariamente el ayuntamiento, la cuestión es saber cómo se hace. ¡Sólo meditad! El amor como impulsador del acto material, y como fuerza creatriz de todo lo existente, es la clave del éxito de la vida material e intelectual, es la lleva con la cual el hombre puede entrar 46

al anfiteatro de la ciencia trascendental y elevarse al plano divino. ¿Queréis espiritualizaros? ¿Queréis poderes? ¿Queréis salud, belleza, talento? Escuchad a los iniciados que escribieron la Biblia “no fornicarás”. “No fornicarás” no quiere decir abstenerse en absoluto del acto sexual, sino que hay que aprender cómo hacerse, para gozar de la mayor suma de voluptuosidad espiritual y tener beneficio en nuestra salud y en las condiciones materiales. Nuestra tierra, es decir, nuestro organismo humano, se reduce a agua, es decir a semen, durante nuestra excitación sexual. El miembro viril en estado de erección hace aumentar el semen en los vasos de nuestras glándulas sexuales. Así es como el calor del sexo actúa transmutando nuestra tierra individual en agua pura, es decir, en semen cristónico. La excitación sexual provoca la emoción; la emoción pone en movimiento la respiración, el aire, y el aire insufla la vida sobre el fuego cuando los átomos solares y lunares hacen contacto en el coxis. H2O, al unirse 2 átomos de hidrógeno, con uno de oxígeno para formar agua, se realiza un maridaje pasional. El fuego purifica el aire, el aire purifica el agua y el agua purifica la tierra, con el movimiento continuo del fuego. Se debe combinar: movimiento, ritmo (tatwa) – planeta y zodiaco. Durante la excitación sexual las glándulas están en toda su euforia. No hay sino una sola materia que sirve de fundamento a la gran obra. Esa materia prima de la gran obra, es el esperma (semen) denominado mercurio por todos los alquimistas. Este mercurio es el semen espermático, en el cual pueden descomponerse todos los metales, porque ese es el elemento de donde salen todas las cosas:

DESECHAD LA LETRA… HA DEJADO DE EXISTIR.

HUIRACOCHA R.t

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