Factores deformadores del mensaje

Factores deformadores del mensaje Cuando se habla de todo proceso de comunicación existen factores externos, a menudo de

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Factores deformadores del mensaje Cuando se habla de todo proceso de comunicación existen factores externos, a menudo deformantes del mensaje, lo cuales se denominan ruidos, y forman verdaderas barreras para la comunicación. Este hecho involucra, al momento de su recepción por el destinatario -receptor-, una reacción verdadera no siempre fielmente coincidente con la reacción anticipada y/o pensada. La diferencia entre ambas reacciones puede ser masiva o minúscula, y su dimensión condiciona la eficiencia de la comunicación en sí. Analizaremos aquí algunos de ellos: Del mensaje 

Confuso y mal estructurado: No se puede entender claramente por información que se contradice y por un obvio desorden en la estructura.



Incompleto: No se terminó el mensaje deseado que se quería transmitir causando que se malentienda la información.



Demasiado extenso, repetitivo: El mensaje es muy largo para entenderlo fácilmente, algunas palabras se repiten en cierto punto de la oración muchas veces.



Demasiado técnico: Hay muchas palabras técnicas que dificultan su comprensión



Innovación: No dar el conocimiento de todo lo relacionado con nuevos aspectos para los interlocutores.

Ruido: Elementos no sonoros, gestos, empleo inadecuado del mensaje, tono, etc. Redundancia: Elementos del mensaje innecesarios; los que no contribuyan al mensaje. Contexto: Hay que tener en cuenta las relaciones que se establecen entre los interlocutores.

Factores externos personales: 

Edad



Sexo



Facilidad de expresión y relación



Status social



Nivel jerárquico



La percepción

La percepción: Se define como la secuencia mediante la cual el ser humano se relaciona con el mundo exterior, pero no se puede entender el proceso de la percepción sin hacer referencia al mundo de las sensaciones. Cuando el receptor tiene una vivencia o sensación, que siempre se produce en su vertiente psíquica es que ha percibido el estímulo con cierta intensidad. Condice de manera importante la eficacia de la comunicación, ayudándola o limitándola y tiene cuatro características básicas: 

Es subjetiva: difiere según los perceptores.



Es selectiva: se percibe una parte de los estímulos o señales que llegan a los sentidos.



Es acumulativa: la repetición de la señal aumenta la percepción



Se ve influida por una vasta serie de factores utilizables como son las necesidades, valores, las opiniones, la personalidad, el aprendizaje previo, la experimentación anterior, las tendencias inconscientes y la presión que el grupo de pertenencia ejerce sobre el sujeto.

Para todo eso, cuando las cosas a percibir son ambiguas, el individuo percibe el ambiente como a él le gustaría que fuese (o quizás como teme que sea), pero siempre de una manera muy subjetiva, con una gran implicación muy personal.

El Rol y Estatus: Son dos componentes complementarios que son primordiales en el análisis del grupo y poseen un gran valor para establecer las relaciones entre el prójimo, su cultura y su sociedad. Cada estatus supone una colección de criterios y pautas, que prescriben a la persona que los contiene cómo deberá o no actuar bajo determinados ambientes; el rol es el conjunto de normas. Por lo tanto: 

El rol es el estándar de conducta aplicable a las personas que tienen un estatus específico.



El estatus es un cierto enfoque socialmente reconocido.

Factores internos personales: 

El conocimiento: Contiene el aprendizaje técnico y la experiencia práctica del individuo. A través del conocimiento nos relacionamos con el mundo externo y también con nuestro interior, con nuestra memoria, que evidentemente interviene en los mensajes recibidos, mediante su influencia en la percepción.



Selección de los datos: Percepción diferenciada de los individuos en función de sus experiencias pasadas, motivaciones, intereses, etc.



Organización de los datos: Estructuración del mensaje en función de necesidades y expectativas.



Acentuación o simplificación de los datos: Adaptación personal en función del entorno.



Constancia de los datos: Adaptación de lo que decimos, con el fin de sentirnos seguros.



Halo: Colorear toda la información con un aspecto aislado, que puede ser favorable o desfavorable.



Tele: Primera impresión sobre nuestro interlocutor.



Los estereotipos: Esquemas en los que tratamos encasillar a las personas y que nos llevan a interpretar los mensajes que se emiten entorno a ese esquema.



Los rasgos de la personalidad: Influyen en la comunicación, ya que el emisor debe tener herramientas que le permitan conocer al receptor, y tratar con él de la forma más personal y diferenciada posible.



El negativismo: En él se incorpora todo aquello que produce en la mente del receptor un efecto contrario a las ideas que quiere transmitir el emisor dentro del proceso de comunicación. Se incluyen aquí un conjunto amplio de elementos como: palabra o frases, gestos o ademanes, circunstancias, sucesos, situaciones, actitudes, etc., que limitan el efecto de la comunicación.



Tendencia a juzgar: A aprobar o desaprobar lo que dice nuestro interlocutor, sobre todo, cuando la comunicación afecta a nuestros esquemas de valores, actitudes, hábitos o motivaciones. Por ejemplo: temas políticos o religiosos.

Actitudes de los interlocutores 

Actitudes y escala de valores: Filtran lo que escuchamos y su interpretación.



El momento: Predisposición, o no del interlocutor a escuchar y entender nuestro mensaje.



Nivel cultural: El conjunto de conocimientos, experiencias, etc. Influyen en nuestro grado de asumir y entender mensajes, tanto conocidos como desconocidos.



Experiencias anteriores de comunicación: Lo vivido nos condiciona a esperar algo determinado del futuro.



Hábitos de pensamiento. Nuestras relaciones (laborales, amistad) nos condiciona el tipo de pensamiento utilizado.



Actitud defensiva: Predisposición negativa o positiva frente al hecho comunicativo.



Afán de intervención: Necesidad de establecer y mostrar los propios puntos de vista.



Ausencia de empatía: Incapacidad de situarse en el lugar del otro.

Condiciones en las actitudes inconscientes 

Negación de sentimientos: Queremos que no existan y por eso creemos que no existen.



Racionalización: Búsqueda de razones que hagan coherente nuestra conducta.



Proyección: Intentar atribuir a otras personas, pensamientos, creencias, miedos o prejuicios que tenemos nosotros.



Transformación en lo contrario: Mostrar exteriormente lo contrario que se siente interiormente.

Referencias http://www.mailxmail.com/curso-manual-gestion-comercio-primera-parte/barrerascomunicacion