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• Hugo López García

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Oviedo y Centro semanal

16 LA NUEVA ESPAÑA Sábado, 10 de agosto de 2013

Marta Herrán Geógrafa, codirige un curso de verano de la Universidad de Oviedo

«Las multiviviendas en la periferia son una moda costosa para el medio ambiente» «Hay que volver a escuchar las demandas de la sociedad; los vecinos conocen bien sus necesidades» Hugo L. GARCÍA Marta Herrán Alonso es doctora en Geografía por la Universidad de Oviedo y profesora de Educación Secundaria. Acaba de publicar el estudio «El espacio residencial de baja densidad en el municipio de Oviedo» (Universidad de Oviedo, 2013). Además, codirige el curso de verano de la Universidad «Itinerarios didácticos por los paisajes de Asturias». Natural de Llanera, ha desarrollado toda su labor profesional en la capital del Principado. –¿Se puede hablar en la zona periurbana de Oviedo de una ordenación del territorio coherente a lo largo de los años? –Hasta los años ochenta, no. El crecimiento era espontáneo y los planes de ordenación iban a remolque de lo que ocurría. A partir de ahí, se empezó a avanzar en la legislación urbanística y a controlar mejor dónde se construye, aunque esto no quita que haya habido vulneraciones acogiéndose a lagunas o debilidades de la ley, como ocurrió en la ladera del Naranco, en Fitoria, Cuyences o Toleo. –¿Hasta qué punto fueron dañinas esas vulneraciones? –Desde el punto de vista paisajístico, esa ladera es un icono. Todo Oviedo está mirando a ella, es patrimonio de la ciudad. Que alguien instale ahí una casa en el lugar que quiera, con la tipología y color que quiera, resulta agresivo. –¿El plan urbano vigente cubre perfectamente las necesidades del municipio? –En esta coyuntura económica, diría que sí. Un problema de Oviedo era su excesivo proteccionismo en el medio rural, en tanto que los municipios limítrofes eran mucho más permisivos. De este modo Oviedo perdió tanto oportunidades de ganancia económica como población. Eso se subsanó con el último plan de ordenación. –¿Les mereció la pena a esos concejos el crecimiento desaforado? –Hay un rejuvenecimiento notable de la población, y el aumento de habitantes llevó a estos municipios a un rango superior. Es cierto que en algunos enclaves, como el entorno de la «Y», se actuó de forma caótica y están muy deteriorados, pero eso fue fruto de un período en el que los

ayuntamientos no tenían los medios para una planificación apropiada, algo que después se ha solucionado. Por otro lado, sigue habiendo muchos lugares en Siero o Llanera que son estupendos, tan rurales como los que podamos encontrar en el occidente de Asturias. –¿Qué actuaciones son necesarias ahora en la periferia? –Sobre todo, dejar claro que el modelo de multiviviendas es una moda impuesta por la conveniencia de muchos sectores, que resulta costosa desde el punto de vista medioambiental e implica un gran consumo de suelo. Hay que ver si conviene seguir con ese modelo. –¿Por dónde pasa el futuro de las zonas más degradadas,como las ligadas al desarrollo industrial? –Muchas veces, por hacerlas accesibles. La situación económica no lo facilita, pero, por ejemplo, con la nueva autovía, Trubia puede ser una alternativa a otros núcleos de municipios limítrofes.También es importante que estén bien conectadas por transporte público, que es una de las grandes carencias de estos entornos. –La expansión en altura,principalmente por La Corredoria, ¿se llevó por la zona más adecuada? –Es la más apta. Por su topografía, esa zona es el pasillo natural de salida de Oviedo. Además, las vías del ferrocarril en la ladera del Naranco separan el crecimiento de alta densidad del de baja densidad. Un problema puede ser la cercanía a la autopista. –El libro recoge la influencia de las administraciones en el crecimiento urbano mediante el emplazamiento de infraestructuras.¿Qué se debería hacer con los terrenos, próximamente vacantes, del Hospital y la Fábrica de Armas? –En el centro de Oviedo tenemos un pulmón como es el Campo San Francisco, pero quizás hagan falta más espacios verdes en el interior de la ciudad. Por lo demás, es importante recuperar algo que se hizo en los años ochenta: escuchar las demandas de la sociedad. Los vecinos conocen bien sus necesidades y problemáticas. –En septiembre, repetirá co-

Marta Herrán, con un ejemplar de su libro, la semana pasada, en Oviedo. / NACHO OREJAS

Perfil «Pese a las presiones, la ordenación del territorio y la demanda social van por el camino de la armonía entre la actividad económica y la conservación del paisaje y el patrimonio»

«Es necesario conocer todo lo que tenemos; no se aprecia lo que no se conoce, e incluso lugares que a primera vista resultan feos, descubriendo sus circunstancias, pasan a ser interesantes»

mo codirectora de un curso de verano sobre los paisajes de Asturias.¿A qué alumnado va dirigido? –El alumnado es variopinto. Hay gente que no tiene nada que ver con la geografía, pero a la que le apetece conocer Asturias, y se apunta porque el curso no requiere ningún conocimiento previo. Este año creemos que contaremos incluso con personas mayores, del programa PUMUO. Y siempre hay alumnos más vinculados a este campo; muchos repiten, y por eso procuramos variar los recorridos. –El curso se basa en la diversidad de paisajes urbanos y rurales que se encuentran a pocos kilómetros de distancia. ¿Está garantizado que se mantenga la armonía entre ellos? –En eso se trabaja. Aunque a

veces las situaciones económicas impliquen transformaciones que no deberían producirse, la ordenación del territorio e incluso la demanda social van por ese camino, el de la armonía entre la actividad económica y la conservación del paisaje y el patrimonio. –¿Hay alguna medida necesaria para ayudar a esa conservación? –Creo que una de las mayores necesidades es conocer y apreciar todo lo que tenemos. Al margen de los itinerarios más transitados, hay lugares muy cercanos que son desconocidos. Se trata, simplemente, de que te lleven allí y te lo expliquen, porque no se aprecia lo que no se conoce. Incluso lugares que a primera vista resultan feos, una vez que descubres sus circunstancias, pueden pasar a ser muy interesantes.

Marta Herrán.

Siempre en Oviedo Marta Herrán se licenció y doctoró en Oviedo y ha desempeñado toda su labor profesional en la ciudad, lo cual le ha permitido especializarse en el urbanismo ovetense. Su tesis doctoral le sirvió como base para la elaboración del libro que acaba de publicar. Actualmente, ejerce como profesora y jefa de estudios en el IES Pérez de Ayala, en Ventanielles.