Ensayo Historia de La Locura

UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA CARRERA DE PSICOLOGÍA PERSPECTIVA ANTIPSIQUIÁTRICA DE LA PATOLOGÍA MENTAL DMQ, martes

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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA CARRERA DE PSICOLOGÍA PERSPECTIVA ANTIPSIQUIÁTRICA DE LA PATOLOGÍA MENTAL

DMQ, martes 5 de mayo de 2017 Philip Engel A.

ENSAYO ACERCA DE LA HISTORIA DE LA LOCURA Y EL PODER PSIQUIÁTRICO En el presente ensayo voy a hace una comparación entre los dos textos de Foucault, “La historia de la locura” y “El poder psiquiátrico”, basándome igual mente en otro texto “El nacimiento de la clínica” del mismo autor, para poder hacer una referencia más precisa, a mi forma de ver, sobre el poder, la sabiduría y la mirada sobre la locura, en las instituciones, donde se ha desnaturalizado al ser humano y a su vez a la locura.

En el texto de “El poder psiquiátrico” habla acerca de una disciplina y regularidad que es aplicada incluso al interior del cuerpo, para poder tener una constitución del saber médico, que le da a su mirada validez y exactitud para después llegar a una curación del enfermo llevada a cabo por la distribución reglada del poder. (Foucault, 2008). En esta parte me parece que la psiquiatría, se encierra en su mundo donde se posicionan jerárquicamente como Sujeto Supuesto Saber, creyendo erróneamente que son los portadores de la verdad, la cual está basada en su observación y experiencia para llegar a un resultado que no necesariamente es el

esperado por el paciente y muchas veces simplemente dice que ya está curado para dejar de ser “torturado” por el saber médico. Actualmente la locura ya no es considerada, como posesiones demoniacas o divinas, por lo que ahora la locura, ya no tiene signos manifiestos. Para Foucault, (1979): “fuera del mundo sensible y en el reino secreto de una razón universal” (p.15). Al ya no poder ser apreciada por la mirada médica, que se enfoca solo en lo visible, al no tener un saber para poder diferenciarla, actualmente, ¿de qué sirve una institución psiquiátrica? Se conoce que lo mejor para el “loco” es seguir en actividad, seguir socializando, tener el sentido de pertenencia a una comunidad. Creo que es necesario dejar de considerar a los médicos como los conocedores y únicos “maestros de la verdad” (Foucault, 2012).

Las instituciones psiquiátricas me parecen que son los lugares menos sanos, y no porque tienen “locos”, sino, porque enferman a los “locos”, creando, enfermedades hospitalarias, por esta distribución de poder político dentro de la institución, donde al paciente se lo considera como el último eslabón de poder, que “solo tiene piedras y basura para poder defenderse” (Foucault, 2008). Me parece que el modelo que propone en el mismo libro, el modelo familiar, yo entendiéndolo como, no ser el padre o la madre del “loco”, pero si asignarle un rol dentro de la dinámica institucional, generándole funciones y de cierta forma relaciones sociales satisfactorias.

Para mi parecer uno de los principales problemas dentro de la psiquiatría es que buscan el origen de las enfermedades mentales, sus causas y su curación, por eso nacen tantas etiquetas para los “locos”, como lunáticos, endemoniados, poseídos, dementes, etc. Todo dependiendo de la época y en manos de quien estaba el poder. Es a lo que Foucault (2008),

llama el panóptico, donde se le atribuye todo el saber y la verdad a un solo poder individualizador y descontextualizando todo el modelo familiar anteriormente mencionado.

Por este modelo panóptico, dentro de la medicina se le da mucha importancia a lo químico, toda medicina que sirva como modo de control físico y psicológico, dejándolo libre de conciencia o de voluntad. Foucault menciona (2012): “la mirada del clínico se convierte en el equivalente funcional del juego de las combustiones químicas (…) es el agente separador de la verdad”. Es aquí cuando la sabiduría del médico es más notoria, y no solo en los psiquiátricos, en cualquier consulta médica, cada vez toma menos importancia al discurso del paciente, y solo le hace caso a su sabiduría ganada por la experiencia y la cual su única conclusión es un “paracetamol” en el mejor de los casos, o “haloperidol o risperidona” en el caso de que diagnostique “locura”, por suerte ya no se utiliza la lobotomía o la trepanación.

Foucault (2008) habla de que, en el siglo XVIII, los lugares donde se internaban a los “locos”, con la finalidad de curar, no eran lugares médicos, refiriéndose a que los médicos que estaban en esas instituciones solo eran unos médicos “comunes y corrientes” de los cuales no se esperaba una cura del “loco”. Hasta hace pocos años me parece que no había cambiado nada ese concepto, en vez de buscar una forma de que el “loco” tenga una reinserción en la comunidad, cada vez lo volvían menos apto para llevar su propia vida y ser más dependiente de alguien.

Como conclusión puedo decir que la locura es algo natural en la vida, hay que dejar de ver al “loco” como un enfermo y más bien verlo como un sujeto que se acerca más a la naturaleza, dejar de tener una mentalidad tan “patologizadora”, buscando enfermedades en todos lados, pensar que tenemos el poder para cambiar el mundo y tener la verdad absoluta de todo, porque a la final la verdad que pensamos que tenemos es solo depende del discurso de poder que alguien, que posiblemente consideramos Sujeto Supuesto Saber, al cambiar de poder cambiara nuestra verdad, ¿Por qué no trabajar entonces con la verdad del paciente? Si él dice que no está loco, ¿Por qué tratarlo como tal? ¿Por qué separarlo de la comunidad? Si esta puede ser una contención para el paciente.

Bibliografia: Foucault, M. (1979). Historia de la locura tomo II. España: Fondo de Cultura Economica de España Foucault, M. (2008). El poder psiquiátrico. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica Foucault, M. (2012). El nacimiento de la clínica. México: Siglo XXI