Ensayo Enciclica

Eduardo Mariscal Bruner Ética del Ingeniero Ensayo Encíclica Centésimus Annus y discurso José Mújica Me gustaría empezar

Views 62 Downloads 1 File size 51KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Eduardo Mariscal Bruner Ética del Ingeniero Ensayo Encíclica Centésimus Annus y discurso José Mújica Me gustaría empezar por la Encíclica del Papa Juan Pablo II, la cual conmemora los 100 años de la Encíclica Rerum Novarum del Papa León. Este trabajo de Juan Pablo II habla acerca de unos problemas puntuales de la sociedad de hoy en día, como lo es la falta de dignidad del trabajador y las condiciones adecuadas que se deben de tener en cualquier trabajo digno, lo que él llama Doctrina Social o Enseñanza Social. Aquí se resalta la importancia del Rerum Novarum y lo que significa hoy en día, en donde se afirma el pensamiento de la Iglesia en los aspectoas antes mencionados de justicia y dignidad de los trabajadores en cuanto a las condiciones laborales y su libertad, es decir que no son esclavos de nadie, simplemente desempeñan ciertas labores o funciones en una organización llamada trabajo. Acerca de la Encíclica del Papa León (Rerum Novarum), Juan Pablo II hace una reflexión acerca de la búsqueda de la solución de esta problemática que se está presentando en los obreros y trabajadores del día de hoy. En la primera parte de la Encíclica que es en donde se desarrollan puntos del Rerum Novarum, menciona un cambio en lo político y lo social, en donde surgen nuevas libertades a cambio de nuevos peligros e injusticias, que a veces incluso se pueden presentar en forma de esclavitud. Acerca de estos cambios, Juan Pablo II precisa que la Iglesia hoy en día también es parte de aquellos cambios sociales, políticos, económicos y más. “Subjetividad de la sociedad” es a lo que se refiere con respecto a que la sociedad, no sólo se debe al Estado, sino que también a otros grupos sociales que incluso puedan tener mayor relevancia en nuestras vidas, como lo son las familias, los amigos y me atrevería a decir que los grupos de trabajo, en donde todos buscan o al menos deberían buscar el bien común. De ahí el hecho de procurar condiciones y ambientes justos de trabajo y dignas para el trabajador. Algo que me llamó mucho la atención, es el hecho de que en Centesimus Annus se diga que el socialismo fue el que terminó con la procuración al bien y que incluso ha llegado a tal grado que en ocasiones se violan los derechos de los trabajadores.

Juan Pablo II menciona que hay cosas en el funcionamiento del mercado a las cuales no se puede dar respuesta o solución, por lo que pide que si se hagan cambios en la lógica del mercado y de tal forma lograr que aquellas personas que se ven sumergidas en la pobreza, logren cubrir al menos las necesidades básicas que les aquejan. Hay un párrafo en esta Encíclica, que me parece esencial para el tema que tratamos en este trabajo: Da la impresión de que, tanto a nivel de naciones, como de relaciones internacionales, el libre mercado es el instrumento más eficaz para colocar los recursos y responder eficazmente a las necesidades. Sin embargo, esto vale sólo para aquellas necesidades que son «solventables», con poder adquisitivo, y para aquellos recursos que son «vendibles», esto es, capaces de alcanzar un precio conveniente. Pero existen numerosas necesidades humanas que no tienen salida en el mercado. Es un estricto deber de justicia y de verdad impedir que queden sin satisfacer las necesidades humanas fundamentales y que perezcan los hombres oprimidos por ellas. Además, es preciso que se ayude a estos hombres necesitados a conseguir los conocimientos, a entrar en el círculo de las interrelaciones, a desarrollar sus aptitudes para poder valorar mejor sus capacidades y recursos. Por encima de la lógica de los intercambios a base de los parámetros y de sus formas justas, existe algo que es debido al hombre porque es hombre, en virtud de su eminente dignidad. Este algo debido conlleva inseparablemente la posibilidad de sobrevivir y de participar activamente en el bien común de la humanidad. (Juan Pablo II, 1991, p. 34) Esto se refiere a los modelos de economía actuales y de la importancia y relevancia que tienen los bienes hoy en día, tendiendo a una crítica a lo que se puede venir en un futuro cercano. También condena al socialismo colectivista, al igual que critica al Marxismo. Otro aspecto importante de la cual se habla, es acerca de la Iglesia y la economía social de mercado, en la que se muestra cómo ha evolucionado el sentido de la propiedad privada, además de hacer una diferenciación entre la economía del mercado libre y el capitalismo. Además de mencionar la problemática de una sociedad ajena al mundo y lo que significa que haya grandes sectores de las poblaciones que se encuentren en extrema pobreza, para la cual se requiere de la moral para superar estos problemas del consumismo y el egoísmo que destruyen esta sociedad.

En este escrito se muestra un cierto acercamiento y análisis por parte de la Iglesia con el capitalismo, al cual antes se mantenía al margen de los sistemas económicos. Acerca de esta distinción, la encíclica menciona como aquel capitalismo liberal y neocapitalista se diferencia por una cierta explotación hacia los trabajadores en donde la economía se basa en el mercado, haciendo una diferenciación de clases entre empleado y empleador, el empresario y sus trabajadores, lo cual es sumamente preocupante. Me gusta cómo se define al mercado en esta encíclica, “instrumento más eficaz para colocar los recursos y responder eficazmente las necesidades”, necesidades que son cumplidas para unos (los empresarios). Mientras ellos se hacen cada vez más ricos, hacen a los trabajadores cada vez más pobres, haciéndolos además, víctimas necesitadas del mercado, y de esta manera me remonto a la película de Germinal, en donde los mineros viven en condiciones de pobreza extrema, en donde se ven explotados por los dueños de las minas (la burguesía), pero a la vez si son dependientes de ellos, ya que cuando contratan a los mineros belgas, estos de ven aún en peores condiciones, ya que no recibían ni siquiera sus bajos salarios debido a que no estaban empleados, viéndose forzados a pedir sus trabajos de vuelta, teniendo ahora que aceptar las nuevas condiciones de los burgueses y recibir salarios aún más bajos. Precisamente a esto se refiere la encíclica, justamente esto es lo que critica. Otro de los casos que presentaron mis compañeros en clase y que me parece también tiene cierta relación con este tema, es el de Jordan Belfort, mejor conocido como “el lobo de Wall-Street, un corredor de bolsa quien por medio de su empresa Stratton Oakmont, realizo un sinfín de fraudes en el mercado de la bolsa de valores, además también de ser acusado de lavado de dinero. ¿Por qué tiene esto que ver con el tema manejado en este trabajo? Simple, porque Belfort vendía acciones con valores muy bajos (en centavos de dólar), aunque estas acciones eran fraudulentas, estafando así a las personas que invertían sus fondos de ahorro y de retiro con la idea de ganar más dinero, esto es precisamente de lo que habla la encíclica, del mercado o empresas que se aprovechan de gente necesitada haciendo ricos a algunos y dejando a otros sin riquezas, por medio de un vacío moral, tal y como sucedió también en el caso Enron que analizamos en clase. Cambiando un poquito de enfoque, pero no así de enfoque, hablaré un poco acerca del discurso que dio el Presidente de Uruguay en las Naciones Unidas. José Mújica realizó un discurso acerca de una sociedad que gasta y desperdicia,

sin embargo hace énfasis en que sí es posible que seamos unas mejores personas y así lograr un mundo de gran humanidad. Acerca de esta búsqueda de un mundo con gran humanidad, mencionó que para lograr esto, deben de existir más acuerdos entre naciones en donde se busque erradicar la pobreza y defender la vida que hoy en día es dañada por una sociedad consumista. En cuanto al consumismo, menciona que gracias a este sistema económico, la sociedad ha dejado de preocuparse y de cuidar al hombre. El hombre en esta sociedad del consumismo se ha olvidado de aquellas cosas inmateriales que son las que realmente importan, por darle prioridad a las cosas materiales. ¿En dónde quedó aquella sociedad que apreciaba la vida? Una frase muy puntual de Mújica en dicho discurso que refleja lo mencionado en el párrafo anterior es, “Pareciera que hemos nacido sólo para consumir y consumir, que cuando no podemos, cargamos con la frustración, la pobreza y la autoexclusión”. Con todo esto, la sociedad se ha perdido de lo hermoso y satisfactorio que son las relaciones humanas, se ha olvidado de lo que son las relaciones humanas y también se ha olvidado de aquellos valores como la familia, el amor y lo que representa la convivencia con los demás, por lo que se hace un llamado de atención para impedir que esto siga aumentando.