Ensayo El Hombre en Busca de Sentido de Viktor Frankl

EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO VIKTOR FRANKL 01/08/2019 ESMERALDA MORALES NO. CARNET 3010-15-2293 El Hombre En Busca D

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EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO VIKTOR FRANKL 01/08/2019

ESMERALDA MORALES NO. CARNET 3010-15-2293

El Hombre En Busca De Sentido Viktor Frankl fue un sobreviviente de un campo de concentración. A su ingreso a Auschwitz este analizo todas aquellas anomalías que se podían observar en el comportamiento de las personas al ser tratados como si no valieran nada, y en el comportamiento que iban adoptando según pasaba el tiempo. En su obra habla sobre tres fases por las cuales pasan los prisioneros, en la primera fase se describe sobre la adaptación de los pensamientos y sensaciones que los individuos tenían al ingresar al campo de concentración la segunda fase habla sobre aquellos sentimientos que pasan a no tenerlos lo cual los llevaba a pensar de otra forma más egoísta, tratando de sobrevivir, la muerte de personas para ellos ya era de lo más cotidiano y no les sensibilizaba lo ocurrido. La tercera fase es la parte en donde son liberados, momento en el cual tienen la sensación de ser libres pero les quedaba aun tristeza ya que no sentían satisfacción y era indiferente su ilusión por ser libres. Frankl era un psicoanalista austriaco que desarrollo el concepto de logoterapia, según el cual la necesidad subyacente a la existencia humana y a la salud mental es encontrar un significado a la vida. Viktor Frankl relata cómo fue su vida y la de los demás en un campo de concentración, y explica también los pensamientos y sentimientos que surgían en esos momentos en los cuales los prisioneros eran transportados en tren sin saber a dónde se dirigían, conforme pasaron los días llegaron a su destino al darse cuenta que no era hacia una fábrica de municiones a donde se dirigían entraron en shok. “y, de pronto un grito se escapó de los angustiados pasajeros: “¡hay una señal, Auschwitz!” su solo nombre evocaba todo lo que hay de horrible en el mundo: cámaras de gas, hornos crematorios, matanzas indiscriminadas” (Viktor Frankl, 2004, p, 12) Después llego la selección donde se separaba a los prisioneros que trabajarían de los que serían condenados a muerte, los que se habían salvado de la muerte en la primera selección eran despojados de todas sus pertenencias ropa, joyas, a 1

excepción de sus lentes eran totalmente afeitados y se les brindaba un jabón para ducharse. Lo único que a Frankl lo mantenía era su objetividad, la curiosidad de saber si sobreviviría a lo que vendría conforme los días. Ya que pasaban demasiadas circunstancias difíciles desde pasar frio, hambre y no llevar una buena higiene bucal ni física, sufrir heridas por el trabajo pesado y no poder sanarlas ni lavarlas. Eran prisioneros sin idea si llegarían a ver el día siguiente, muchos contemplaban la idea del suicidio lo más común en esos campos. “La primera noche que estuve en el campo me hice a mí la promesa de que no ”me lanzaría contra la alambrada”. Esta era la frase que se utilizaba en el campo para describir el método de suicidio más popular” (Viktor Frankl, 2004, p, 17). “Esta realidad como la narra el autor, es lo más profundo que puede sentir el ser humano, como él decía por todo lo vivido tanto torturas físicas como psíquicas, la personalidad de un individuo se transforma en pocos días. El ánimo se desplomo en las personas durante el tiempo en el campo de concentración el suicidio era una opción, pero eso era algo trivial de llevar acabo. Ya que el prisionero promedio terminaría muerto de todas maneras”. En los prisioneros se presentaba una gran apatía por lo que los rodeaba la muerte, el maltrato físico se volvía algo de todos los días los individuos ya no se asombraban de tales hechos es como un adormecimiento de las emociones. La apatía se vuelve una autodefensa para olvidar el dolor y lo triste de su entorno, los individuos se concentraban en una sola cosa sobrevivir a ese ambiente hostil y lleno de torturas, para eso necesitaban aferrarse a su familia y pensaban si los volverían a ver o en el peor de los casos, mantenerlos presentes por siempre a través de los objetos personales. En el campo de concentración, todos los prisioneros

fueron

robados,

ultrajados,

golpeados

y

hasta

torturados

psicológicamente, hasta hacerlos sentir que no valían nada para la sociedad. Alguno de los prisioneros mejor comportados de la concentración, tenían derechos a ciertos privilegios, los individuos no tenían nombre en el lugar sino eran conocidos a través de números o apodos ofensivos para ser identificados.

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Por medio de los sueños los prisioneros cumplían aquellas necesidades que no tenían satisfechas, debido a lo que se vivía en el campo de concentración. “Comprendí en seguida de una forma vivida, que ningún sueño, por horrible que fuera, podía ser tan malo como la realidad del campo que nos rodeaba y a la que estaba a punto de devolverle” (Viktor Frankl, 2004, p, 23). La mente de los prisioneros estaba centrada en un instinto primitivo el cual era el deseo de alimentarse. A pesar de que sus labores diarias eran pesadas sus alimentos no eran lo suficientemente buenos para brindarles la energía y nutrición necesaria para resistir, muchos e imaginaban y hablaban de sus platillos favoritos tal vez esto les provocaba un cierto alivio pensar que algún día estarían cocinando y degustando sus platillos preferidos. La vida sexual no existía para los prisioneros del campo, al igual que los sentimientos. Cada uno de ellos debía ajustarse a las normativas. A pesar de crear una coraza que les permitiera huir a su interior y sobrevivir entre el mal, los prisioneros durante su captura en el campo a la vez discutían aireadamente la situación política en base a rumores sobre el estado de la guerra, y compartían fuertes convicciones religiosas. Muchos servicios religiosos se improvisaban en las barracas. La intensificación de la vida interior del prisionero le provocaba una mayor apreciación de la belleza del arte y la naturaleza. Frankl fue testigo de estos hechos cuando observaba a sus compañeros prisioneros contemplar lo hermoso de los paisajes. En el campo de concentración los prisioneros para olvidarse por un momento de todo lo que en ese ambiente se vivía, en sus tiempos de descanso a la hora de comida o antes de ir a dormir había quienes cantaban, recitaban poemas o contaban chistes el humor era algo que los hacia distraerse del dolor. “Los intentos para desarrollar el sentido del humor y ver las cosas bajo una luz humorística son una especie de truco que aprendimos mientras dominábamos el arte de vivir, pues aún en un campo de concentración es posible practicar el arte de vivir, aunque el sufrimiento sea omnipresente” (Viktor Frankl, 2004, p, 30).

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Frankl fue incrementando poco a poco la suerte. Él fue trasladado desde trabajos en el campo a la cocina y posterior se presentó voluntariamente para trabajar en un campo destinado a enfermos de tifus desempeñando tareas sanitarias. Los prisioneros anhelaban la soledad. Los prisioneros Vivian en una comunidad impuesta, no tenían ocasión de estar a solas consigo mismo. Frankl encontró un lugar destinado a ello cuando lo trasladaron a un campo de reposo. Pero lo que más les preocupaba a los prisioneros era si sobrevivirían en el campo de concentración. Porque si no se preguntaban aquellos sus sufrimientos no tendrían sentido puesto que ellos vivían una vida cuyo único fin era superarla. “No sólo se ve relatada la vida del prisionero, sino también la de los guardias y seres aún más despreciables llamados capos. Los capos eran también prisioneros, pero estos eran seleccionados por su nivel de crueldad para vigilar y hacerse cargo de los demás abusando de su poder y castigando a latigazos por cualquier motivo para los prisioneros en esos momentos no es el dolor físico lo que más hiere, sino la humillación y la indignación provocadas por la injusticia. Todos los individuos sufrían de una percepción errada del tiempo, para ellos un día pasaba muy lentamente pero una semana solía pasar más rápido, la necesidad de hablar de su familia, de imaginarla, soñarla y hasta hablarle a la persona amada quitaba un poco lo insoportable de la situación”. Frankl hablaba de una reinserción a la sociedad dura y difícil, sobre todo para aquellos que simplemente la guerra despojo de todo, de las diferentes reacciones frente a la libertad y como muchos prisioneros actuaron. Prisioneros que añoraban su libertad, pero cuando la tuvieron simplemente no sentían felicidad. El daño, la deshumanización y las vejaciones penetraron el ser humano y volver a lo que eran parecía imposible. “Desde el punto de vista psicológico, lo que les sucedía a los prisioneros liberados podría denominarse "despersonalización". Todo parecía irreal, improbable, como un sueño. No podíamos creer que fuera verdad” (Viktor Frankl, 2004, p, 52”. Los individuos luego de las circunstancias vividas en el campo de concentración tenían que volver adaptarse al ambiente de libertad y comenzar aprender de nuevo como era vivir libre muchos de ellos su 4

comportamiento fuera del campo no era el adecuado y lo justificaban por la experiencias que vivieron cuando estaban recluidos, estando libres ya no eran oprimidos si no ellos eran los opresores. Para cada uno de los prisioneros solo quedaban recuerdos de esos días difíciles y duros ya todo había quedado atrás muchos no creían como habían superado y sobrevivido a tanto sufrimiento y tanta maldad el nuevo comienzo era como estar soñando para ellos “La experiencia final para el hombre que vuelve a su hogar es la maravillosa sensación de que, después de todo lo que ha sufrido, ya no hay nada a lo que tenga que temer, excepto a su Dios” (Viktor Frankl, 2004, p, 54). “Lo más interesante de estos prisioneros es que al recobrar su libertad, ninguno de ellos se alegró al ver la luz del sol, ni las flores, ni valorar el hecho de recorrer las calles o de respirar aire fresco. Aunque los prisioneros verbalizaron que son libres, en el fondo de sus vidas no estaban contentos, no tenía sentido alguno salir del campo de concentración a las calles. El cuerpo de los prisioneros sabía muy bien lo que implicaba su libertad, pero sus mentes permanecieron encerradas, amargadas por tanto maltrato físico y psicológico, Frankl pretende enseñar que pueden ser libres a pesar de sus circunstancias, que aun su sufrimiento le puede dar sentido a su existencia. El sufrimiento y un entorno adverso no necesariamente tienen por qué ser unas cadenas. Al vivir en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda, sin nada, nos describe la forma en la que él pudo sobrevivir a pesar de que todo lo había perdido, de todo lo que había visto destruir a su alrededor. Padeció hambre, frio y brutalidades en manos de los guardias nazis. En varias ocasiones él estuvo a punto de morir, así como vio la muerte a su alrededor. Sin embargo el objetivo de Frankl era ayudar a las personas a alcanzar una esperanza sobre la capacidad humana de trascender sus dificultades con dignidad, a través del descubrimiento de un sentido para sus vidas. Al descubrir su verdad conveniente y orientadora, el hombre no encuentra solo un sentido en su vida, si no que descubre que es lo que la vida espera de él.

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