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Instituto Tecnológico de Ensenada

Bárbara Chan Ibarra 2 de Octubre de 2016 Ensayo Estrategias orientadoras para el desarrollo de potencialidades “El hombre en busca de sentido” Desarrollo Humano Lic. Paula Aurora Escareño Gálvez

En el siguiente ensayo académico se hará un análisis y críticas acerca de los temas vistos en clase que son las estrategias orientada para el desarrollo de las potencialidades en donde abarca los subtemas de Autoestima que es una evaluación de mi mente, mi conciencia y en un sentido profundo de mi persona. También el Autoconcepto que es el conjunto de características físicas, intelectuales afectivas y sociales basados en las percepciones. Y el Autoconocimiento es el proceso reflexivo y de resultado por el cual la persona adquiere noción de su yo y de sus propias cualidades y características. Todos estos temas estarán también ligados al libro “El hombre en busca de sentido”. El contenido de tal libro es el resultado del caótico momento de la historia de la humanidad en que un grupo racial fue perseguido, marcado, señalado y destinado al exterminio total, todo ello como resultado de la infame mente de un desquiciado. Afortunadamente y a pesar de tantos tropiezos y dificultades, algunos judíos lograron salvar su vida, entre ellos el autor de este libro, el Dr. Viktor Frankl. La autoestima es la valoración que tenemos de nosotros, la opinión y sentimiento que cada uno tiene acerca de si mismo de los propios actos, los propios valores y las propias conductas. Existen dos tipos de autoestima, la baja y el alta. Las personas con autoestima baja se juzgan duramente, se sienten inapropiadas para la vida, buscan la seguridad de lo conocido, son hipersensibles a la crítica, sienten culpabilidad neurótica, tiene un deseo excesivo de complacer, muestran indecisión crónica y tienen tendencias depresivas. La autoestima alta en las personas tiene como característica ser asertivos, se sienten competentes para vivir, confían en su eficacia, buscan objetivos difíciles y perseveran, mantienen una actitud positiva, son independientes y autónomos, son abiertos a la crítica y se muestran flexibles y serenos. Existe la escalera del autoestima que es un modelo o ejemplo gráfico para darse una idea de cómo se llega a tener una buena autoestima, cada escalón es un concepto que para llegar a él o saber si ya estás en él tienes que responderte ciertas preguntas, en el primer escalón se encuentra el Autoconocimiento, para saber esto necesitas responderte la pregunta “¿Te conoces?”, el segundo escalón es el Autoconcepto consiste en la pregunta “¿Tienes un buen concepto de tí mismo?”, el tercer escalón es la Autoevaluación “¿Te evalúas o te devalúas?”, el cuarto escalón es la Autoaceptación “¿Te aceptas?”, el quinto escalón es el Autorespeto “¿Te respetas?” y por último, está la cima, y el objetivo que se quiere alcanzar con esta escalera es la Autoestima, que se acompaña con la pregunta fundamental “¿Alcanzaste la meta?”. Estas etapas y preguntas son fundamentales para llegar a la buena autoestima cuando anteriormente contabas con una autoestima baja. Las personas desarrollan la autoestima gradualmente durante toda su vida, es necesario tener una actitud de confianza en sí mismo, buscar los conocimientos de los que carece, buscar patrones de conducta ideales tratando de alcanzarlos y actuar con seguridad ante los demás, debe ser capaz de reconocer y enmendar sus errores y entre más nos estemos conociendo es más fácil poder querer y aceptar nuestros valores. Al momento de relacionarse con las demás personas la autoestima es un factor muy importante ya que es la base para poder socializar, tienes que aprender a adaptarte a las diversas situaciones y debes tener coherencia en todo momento, esto se refiere a actuar de acuerdo a nuestros principios, ser honestos,

responsables, etc. Y también debes ser entusiasta, se tiene que creer en nuestra capacidad para trasformar las cosas, creer que algo favorable va a ocurrir, es decir, ver las cosas por su lado positivo. En el libro “El hombre en busca de sentido” hay un fragmento del libro que me parece muy interesante y muy relacionado al tema respecto a la autoestima alta, y es la siguiente: “Lo desesperado de la situación, la amenaza de la muerte que día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto se cernía sobre nosotros, la proximidad de la muerte de otros —la mayoría— hacía que casi todos, aunque fuera por breve tiempo, abrigasen el pensamiento de suicidarse. Fruto de las convicciones personales que más tarde mencionaré, la primera noche que pasé en el campo me hice a mí mismo la promesa de que no "me lanzaría contra la alambrada".” (Frankl, El hombre en busca del sentido, 1991, pág. 17) En este fragmento del libro se ve reflejada la actitud positiva que maneja el protagonista Dr. Frankl, la alambrada era una reja electrificada que delimitaba el campo para que no se salieran los reclusos, aunque cuando los reclusos ya no podían resistir más, se lanzaban hacia la lumbrada para suicidarse, pero a pesar de la situación que estaba viviendo en el campo de concentración el Dr. Frankl, rodeado de matanzas indiscriminadas de sus amigos y compañeros, de los malos tratos de los guardias de la SS, los golpes, los insultos, la inanición en como tienen a las personas y demás aspectos se prometió a sí mismo no llegar al suicidio. Pero en todo el libro no se habló solamente de autoestimas altas sino que también se vieron reflejadas autoestimas bajas como por ejemplo este fragmento del libro: “…y así justamente antes de las Navidades de 1944 me encontré con el regalo de los llamados "cupones de premio", de parte de la empresa constructora a la que prácticamente habíamos sido vendidos como esclavos: la empresa pagaba a las autoridades del campo un precio fijo por día y prisionero. Los cupones costaban a la empresa 50 Pfenning cada uno y podían canjearse por seis cigarrillos, muchas veces varias semanas después, si bien a menudo perdían su validez. Me convertí así en el orgulloso propietario de dos cupones por valor de doce cigarrillos, aunque lo más importante era que los cigarrillos se podían cambiar por doce raciones de sopa y esta sopa podía ser un verdadero respiro frente a la inanición durante dos semanas. El privilegio de fumar cigarrillos les estaba reservado a los "capos", que tenían asegurada su cuota semanal de cupones; o quizás al prisionero que trabajaba como capataz en un almacén o en un taller y

recibía cigarrillos a cambio de realizar tareas peligrosas. Las únicas excepciones eran las de aquellos que habían perdido la voluntad de vivir y querían "disfrutar" de sus últimos días. De modo que cuando veíamos a un camarada fumar sus propios cigarrillos en vez de cambiarlos por alimentos, ya sabíamos que había renunciado a confiar en su fuerza para seguir adelante y que, una vez perdida la voluntad de vivir, rara vez se recobraba.” (Frankl, El hombre en busca de sentido, 1991, pág. 10) Este párrafo del libro refleja la baja autoestima de sus camaradas del Dr. Frankl, las condiciones en que vivían estas personas era como esclavos, no los alimentaban bien, los golpeaba, insultaban y demás cosas horribles, entonces cuando las empresas que los “contrataban”, les pagaban con los cupones para cigarrillos después de dos semanas de trabajo, lo lógico era que los intercambiaran los cigarrillos por alimento porque los únicos que tenían el lujo de fumar eran los capos que ya tenían su cuota fija y vivían bien, así pues cuando un esclavo ya no intercambiaba los cigarrillos por alimento y disfrutaba de los cigarrillos, era porque la persona ya se había rendido y no tenía ninguna motivación para seguir viviendo, pensaban que pronto se iban a morir, analizando esto me pregunto, sí una persona debe estar con una depresión terrible para sobrevalorar el disfrute de un cigarrillo como único estimulo antes de morir. Esto mismo se refleja en la muy baja autoestima que tenían de sí mismo los prisioneros y que claramente se ve en la siguiente cita: “Esta ausencia de sentimientos en los prisioneros "con experiencia" es uno de los fenómenos que mejor expresan esa desvalorización de todo lo que no redunde en interés de la conservación de la propia vida.” (Frankl, El hombre en busca de sentido, 1991, pág. 25)

No cabían en su vida ni los más mínimos detalles de bienestar: un buen plato de sopa, ropa limpia, un cómodo colchón, un lugar donde asearse, nada. Su muy baja autoestima se conformaba con poder respirar. Cuando ya no se tienen motivaciones y aspiraciones para seguir viviendo, las personas se transforman en desarraigados, su autoestima ha llegado al más bajo nivel. El Autoconcepto es el conjunto de representaciones que el individuo elabora sobre su persona y que incluye aspectos físicos, psicológicos, sociales y morales, es decir, el concepto que cada quien tiene de sí mismo. Los ejemplos de estas percepciones de las personas son sus características, atributos, cualidades, defectos, capacidades y límites que tienen. El Autoconcepto se debe adquirir, enriquecer y modificar a lo largo de la vida de las personas, pero se origina en los

primeros años de la vida de una persona y va evolucionando, produciéndose cambios tanto cualitativos como cuantitativos. Para determinarlo hay que tener en cuenta ciertos aspectos como conocimiento de sí mismo, autoestima, autocontrol y autonomía y se desarrolla a partir de los reforzadores, tanto positivos como negativos, aunque se aprende más de lo negativo que de lo positivo. El Autoconcepto positivo favorece al desarrollo de las capacidades potenciales de cada persona y motiva la autorrealización. Cuando una persona al efectuar cualquier tarea comete errores, éstos le van servir de aprendizaje y en el siguiente intento va a evadirlos y de esa manera superará el fallo y avanzara hacia lo correcto. Para saber cuál es tu Autoconcepto los psicólogos Joseph Luft y Harry Ingham crearon un cuadro llamado “La ventana de Johari” donde te muestra el proceso de comunicación y analiza la dinámica de las relaciones personales, intenta explicar el flujo de información desde dos puntos de vista, la exposición y la realimentación e ilustra dos puntos de vistas, los otros y el yo. Se representa con cuatro cuadrantes interactuando entre sí, por lo que si se produce un cambio en un cuadrante, este afectara a todos los demás. El primer cuadrante “área pública”, es el conocimiento que tú y los otros tienen sobre ti mismo a través de tus conductas y palabras. El segundo cuadrante es el “área ciega”, se refiere al conocimiento que los otros tienen de ti pero que no te dicen. El tercer cuadrante es el “área oculta”, es el conocimiento que tú tienes de ti mismo pero que no estás dispuesto a decir a los otros. Y por último el cuarto cuadrante es el “área desconocida”, que es el conocimiento que puedes tener de ti mismo, aprendiendo sobre las áreas “ciegas” y “escondidas”. Según esta teoría, la persona que domina el cuadrante “área publica” funciona de manera más armónica y sana, dado que se presenta tal y como él es, se conoce a sí mismo y no vive con miedo a que los demás lo conozcan. En la siguiente cita del libro “El hombre en busca del sentido” se ve representado el Autoconcepto: "Desde mi estrecha prisión llamé a mi Señor y él me contestó desde el espacio en libertad." (Frankl, El hombre en busca de sentido, 1991, pág. 53) Él necesitaba aferrarse a alguien o a algo más fuerte, más poderoso que él para poder seguir ayudando a todos los demás, al darse cuenta que no había nadie, tuvo que elevar su mente a un ser supremo, Dios, siempre omnipotente que todo lo puede, omnisciente que todo lo sabe y omnipresente que está en todo lugar, de ahí él tomo su fuerza y por eso tiene el concepto que Dios le responde desde el espacio en libertad. Una vez que hubo afirmado su fe, miró a su alrededor y a través de conocer las reacciones de sus compañeros ante el sufrimiento pudo conocerse a sí mismo, revisemos el siguiente fragmento del libro “El hombre en busca de sentido”:

“Ante nosotros teníamos una buena cantidad de sufrimiento que debíamos soportar, así que era preciso hacerle frente procurando que los momentos de debilidad y de lágrimas se redujeran al mínimo. Pero no había ninguna necesidad de avergonzarse de las lágrimas, pues ellas testificaban que el hombre era verdaderamente valiente; que tenía el valor de sufrir. No obstante, muy pocos lo entendían así. Algunas veces, alguien confesaba avergonzado haber llorado, como aquel compañero que respondió a mi pregunta sobre cómo había vencido el edema, confesando: "Lo he expulsado de mi cuerpo a base de lágrimas." (Frankl, EL hombre en busca de sentido, 1991, pág. 47) Al llegar al campo de concentración él se sentía indefenso, vulnerable, acobardado, pero al paso del tiempo cuando él le daba ánimos a sus compañeros les sanaba su cuerpo y su alma, su Autoconcepto cambió radicalmente y de sentirse cobarde en un principio y a pesar de que en muchas ocasiones las lágrimas brotaron de sus ojos él se autodefinió como un ser valiente al soportar todas las injusticias que él y sus compañeros estaban viviendo. El Autoconocimiento es el conocimiento de uno mismo. Es la capacidad de observación que una persona hace de su propia conciencia o de sus estados de ánimo para reflexionar sobre ellos y es la habilidad de reconocerse como un individuo, diferenciándose de su medio y de otro individuo. También es el proceso mediante el cual el niño desde que tiene una cierta edad de razonamiento empieza a explorar su cuerpo. Se desglosa en diversas fases como la autopercepción (percibir nuestras emociones, nuestra personalidad, ideas, deseos, conocernos de la manera más íntima posible, para así formarnos una opinión de nosotros mismos), Autobservación (conocernos a nosotros mismos, ya que nuestras variables internas nos van a ofrecer datos sobre por qué nos comportamos de una determinada manera), memoria autobiográfica (narración de nuestra propia vida, relacionado con lo que nos ha sucedido en el pasado), autoestima (percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter) y autoaceptación (tú, como persona te aceptas a ti mismo plenamente y sin condiciones aunque tus actos sean o no inteligentes, correctos, competentes, lo importante es que tú mismo te apruebes, te respetes y te ames). Es conocer tanto los aspectos positivos como negativos. Es un proceso lento que lleva a una persona a ser consciente de sus necesidades, limitaciones, temores, alegrías, etc. Los niños más inteligentes, cuando en su vida diaria cometen un error, se percatan de ello inmediatamente y como respuesta lógica inventan toda una historia que según ellos los va a salvar de un castigo o reprimenda. Sabes que te conoces a ti mismo cuando puedes tomar decisiones que te hagan más feliz y menos esclavo de la sociedad, aumentas tu nivel de conciencia y te das cuenta de aspectos de tu vida

que puedes mejorar y que tienen las condiciones necesarias para que sucedan o se realicen, detectas tus fortalezas y cualidades para mejorar tu autoimagen y aumenta tu autoestima y por último, adquieres un mayor autocontrol, tanto personal como emocional. En la siguiente cita se ve reflejado el autoconocimiento del libro “El hombre en busca de sentido”: "Quien tiene un porqué para, vivir, encontrará casi siempre el cómo". (Frankl, El hombre en busca de sentido, 1991, pág. 59) Los seres humanos estamos eternamente en búsqueda de una identidad, de actividades que nos sean placenteras y gratificantes, necesitamos sentirnos y sabernos útiles y reconocidos; en este caso el doctor Frankl poseía los conocimientos necesarios para aliviar los males físicos de sus compañeros y en consecuencia tenía el espíritu de servicio a flor de piel. Él estaba pseudoviviendo en un campo de concentración, rodeado de infinidad de limitaciones, él se autoanaliza y busca en sus capacidades un porqué para vivir: ayudar a los prisioneros que lo rodeaban, esa ayuda fue física pero la ayuda moral y espiritual la buscó en Dios, entonces él tenía ya un porque para vivir y encontró un cómo. En otro párrafo se encuentra la siguiente cita: “El hambre, la humillación y la sorda cólera ante la injusticia se hacen tolerables a través de las imágenes entrañables de las personas amadas, de la religión, de un tenaz sentido del humor, e incluso de un vislumbrar la belleza estimulante de la naturaleza: un árbol, una puesta de sol.” (Frankl, El hombre en busca de sentido, 1991, pág. 6) Al llegar él al campo de concentración todo lo que tenía y disfrutaba: solidez, estabilidad, reconocimiento, tranquilidad, abundancia, de pronto y bruscamente se transforma en sordidez abrumadora, carestía, tratos infrahumanos, imágenes denigrantes y en su desesperación busca dentro de sí mismo algo a que aferrarse para sanar un poco su alma y entonces recuerda a las personas que amó, los momentos en los que disfrutó de una amable compañía, situaciones chuscas que en algún momento le arrancaron una sonrisa, recordó tardes tranquilas, paseos en los que gozó del trino de una ave, el florecer de una planta, un atardecer, una noche estrellada, y fue entonces que su alma comenzó a sentir tranquilidad y en su autoconocimiento, a saber que de un modo u otro él iba a lograr sobrevivir esos horrores. Algunos otros compañeros tuvieron experiencias gratas como la que a continuación se menciona:

“Una tarde en que nos hallábamos descansando sobre el piso de nuestra barraca, muertos de cansancio, los cuencos de sopa en las manos, uno de los prisioneros entró corriendo para decirnos que saliéramos al patio a contemplar la maravillosa puesta de sol y, de pie, allá fuera, vimos hacia el oeste densos nubarrones y todo el cielo plagado de nubes que continuamente cambiaban de forma y color desde el azul acero al rojo bermellón, mientras que los desolados barracones grisáceos ofrecían un contraste hiriente cuando los charcos del suelo fangoso reflejaban el resplandor del cielo. Y entonces, después de dar unos pasos en silencio, un prisionero le dijo a otro: "¡Qué bello podría ser el mundo!"” (Frankl, El hombre en busca de sentido, 1991, pág. 28)

Este prisionero por un momento transformó la vida cruel e inhumana en la que vivía por un instante maravilloso en la que su mente y sentimientos cambiaron radicalmente su situación de ser un subhombre a autoconocerse como un admirador de la belleza natural y ser parte de ese instante. Durante ese conflicto armado se desarrollaron armas letales en las que científicos de muchas nacionalidades intervinieron. Pero al mismo tiempo y como respuesta a esos asesinatos en masa surgieron seres humanos que demostraron un gran valor. Ejemplo de ello es la siguiente cita: “Nosotros hemos tenido la oportunidad de conocer al hombre quizá mejor que ninguna otra generación. ¿Qué es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. Es el ser que ha inventado las cámaras de gas, pero asimismo es el ser que ha entrado en ellas con paso firme musitando una oración.” (Frankl, El hombre en busca de sentido, 1991, pág. 51)

Se puede concluir, que el Autoestima, el Autoconcepto y el Autoconocimiento son factores que todo ser humano en la vida aspira a lograr, estas etapas se empiezan a desarrollar en los primeros años de tu vida desde que empiezas a tener razonamiento, es un largo camino por recorrer lleno de experiencias tanto negativas como positivas pero todo es bueno para aprender a definirnos en nuestras personalidad y conocernos más día con día. Tenemos que desarrollar nuestras habilidades y cualidades, tener seguridad de nosotros mismos, ser perseverantes al momento de plantearnos una meta, perderle el miedo a equivocarnos porque de los errores se aprende y muchos aspectos más que se deben tener en cuenta para tener un Autoestima alta, un Autoconcepto en el cuadrante de “área pública” y un Autoconocimiento completo de ti mismo. Vivir una experiencia como ésta, me resulta inimaginable, yo me conceptúo como un

ser valiente, pero la situación que vivió el protagonista de este libro es absolutamente fuera de lo racional. Este personaje logró ubicarse en el tiempo, espacio, situación, dificultades, obstáculos, carencias, dolores y sinsabores permitiéndose la oportunidad de superarlos al mismo tiempo que darles la mano a sus compañeros y amigos en desgracia. El hecho de sacar lo mejor de lo peor engrandeció su alma, cuerpo e intelecto de tal manera que a través del tiempo y aun el día de hoy continuamos aprendiendo de sus vivencias. Tenemos fe en que estas situaciones horrendas, jamás vuelvan a repetirse. Bibliografía Benavente, R. A. (25 de Julio de 2011). Autoestima. Recuperado el 1 de Octubre de 2016, de Monografias.com: http://www.monografias.com/usuario/perfiles/raffaele_antonio_fischietti_ben avente/monografias Cruz, A. (17 de Octubre de 2015). Atributos personales en la percepción de la realidad. Recuperado el 1 de Octubre de 2016, de Prezi: https://prezi.com/sorj8hqxxexo/atributos-personales-en-la-percepcion-de-larealidad/ Escareño, P. (20 de Septiembre de 2016). Autoconcepto - Autoconocimiento. Autoconcepto - Autoconocimiento. Ensenada, Baja California, México. Recuperado el 29 de Septiembre de 2016 Escareño, P. (8 de Septiembre de 2016). Autoestima. Autoestima. Ensenada, Baja California, Mexico. Recuperado el 29 de Septiembre de 2016 Escareño, P. (20 de Septiembre de 2016). Estrategias orientadas para el desarrollo de las potencialidades. Autoestima. Ensenada, Baja California, México. Frankl, V. (1991). El hombre en busca de sentido (Duodécima ed.). (Diorki, Trad.) Barcelona, España: Herder. Recuperado el 29 de Septiembre de 2016 G., A. (12 de Diciembre de 2012). Autobservación. Recuperado el 1 de Octubre de 2016, de Club ensayos: https://www.clubensayos.com/TemasVariados/Autobservacion/484065.html Gutierrez, A. M. (6 de Diciembre de 2013). Es una herramienta psicologíca congnitiva. Recuperado el 29 de Septiembre de 2016, de La ventana de Johari: https://prezi.com/eg0d9vivrisw/la-ventana-de-johari-es-unaherramienta-de-psicologia-cognit/ Ra, D. Y. (24 de Febrero de 2015). El valor de ser como uno mismo. Recuperado el 1 de Octubre de 2016, de Prezi: https://prezi.com/cqlflhkipcdh/el-valor-deser-como-uno-mismo/

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