Ensayo Discurso Del Metodo PDF

DISCURSO DEL MÉTODO RENÉ DESCARTES ENSAYO Esp. OSCAR ALBERTO GARCÍA RIVAS | Método y metodología de la investigación en

Views 146 Downloads 0 File size 459KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

  • Author / Uploaded
  • lg70
Citation preview

DISCURSO DEL MÉTODO RENÉ DESCARTES ENSAYO Esp. OSCAR ALBERTO GARCÍA RIVAS | Método y metodología de la investigación en las Ciencias de la Educación | Dr. CARLOS QUINTERO QUINTERO

Muchas de las concepciones actuales acerca de nuestro mundo personal y social, así como la interpretación de la realidad circundante, posiblemente están signadas por la impronta del filósofo, matemático y físico francés René Descartes, quien inaugura el denominado racionalismo. Sin embargo, si bien es cierto que podría hablarse de racionalismo en algunos filósofos de la antigüedad como Parménides y Platón, es Descartes quien introduce una novedosa forma para la búsqueda de la verdad llegando por ello a ser considerado como el padre de la filosofía moderna. Con este ensayo pretendo realizar un acercamiento al pensamiento cartesiano apoyándome en su obra fundamental: El discurso del Método. En este libro, Descartes realiza ingeniosamente una síntesis de su pensamiento, el cual ya estaba reflejado de manera detallada en su obra Las reglas para la dirección del espíritu; pero que no llegó a publicarse sino mucho después de su muerte. La importancia fundamental de la obra es que en ella propone el Método que llevará a alcanzar la verdad con seguridad y certeza. Para ilustrar esta idea acerca del método cartesiano, me parece útil hacer referencia a la novela El maravilloso Mago de Oz del escritor estadounidense Frank Lyman Baum y que data de principios del siglo XX, en ella observo unos símiles interesantes. La protagonista Dorothy, una vez arrojada en el mundo de Oz por un tornado, quiere regresar a su casa pero debe buscar al mago en la ciudad esmeralda; sin embargo, para hacerlo las condiciones seguras de llegar, es recorriendo un camino de ladrillos amarillos. En esta historia, la ciudad esmeralda representa a la Verdad que debe alcanzar el filósofo o el científico; el camino es el método, donde el amarillo, será el uso de la razón con la duda metódica y los ladrillos son los pasos de dicho método: (1) Dividir las dificultades hasta alcanzar los elementos

simples, que se

aprehenden por intuición. (2). Ascender por deducción de los elementos simples al conocimiento complejo. (3) Examinar con todo cuidado la cadena deductiva para estar seguro que no se ha omitido nada ni se ha cometido ningún error. PÁGINA 1

Ahora bien, ¿de dónde sale esta preocupación por el método en Descartes que lo llevó a una ruptura radical con respecto al modo tradicional de la búsqueda de la verdad? Para intentar responder esta interrogante, citaré a Díaz (1965) quien refiere: “Las ideas y creencias que cristalizan en Descartes se venían preparando a lo largo de dos siglos de lucha, búsqueda e intentos fallidos que dan a toda la época los caracteres clásicos de una situación de crisis” (p.351). Esta afirmación nos permite comprender el contexto vital de René Descartes; él se encontraba en los finales de esta época crítica, cuando se estaba derrumbando todo un sistema de ideas y creencias que habían reinado por varios siglos. Estas ideas y creencias correspondían a la concepción del mundo conocida como Escolástica y que se apoyaba en dos autoridades principales Aristóteles y Tomás de Aquino. La escolástica logró construir un corpus doctrinario armonizando las ideas paganas, tradición cristiana y el dogma de la iglesia. Como era de esperar, esta concepción ofreció explicaciones acerca del mundo que dieron satisfacción por mucho tiempo. No obstante, este sistema comenzó a resquebrajarse por la imposibilidad de poder explicar fenómenos naturales. Pero el derrumbe de este sistema era inminente y aún no había tomado forma una nueva concepción del mundo y de la vida. Se necesitaba urgentemente un nuevo criterio de verdad; es decir, un patrón para determinar la verdad de un juicio y ese criterio o patrón debía sustituir la autoridad de la escolástica, de Aristóteles y de la Iglesia. De igual manera, se necesitaba reemplazar el antiguo método (el silogismo, expuesto por Aristóteles y utilizado durante la Edad Media) por un nuevo método. Es en este contexto donde Descartes señala el método que descansará en la razón pasando de la objetividad escolástica a la subjetividad racional del sujeto que piensa.

PÁGINA 2

Con este nuevo método se abren las puertas de la modernidad fundamentada en la razón como la primera fuente de conocimiento e inequívoco criterio de verdad. Tal es la característica del inicio de la modernidad; la búsqueda del nuevo método, el ars inveniendi (el arte de inventar). En este orden de ideas, Arenas (2015) sostiene que: En el contexto de la temprana Modernidad, Descartes inauguró una serie de problemas que lo sitúan como origen de un movimiento al que la historia de la filosofía moderna dio el nombre de racionalismo, desde entonces se presenta como una de las posiciones irrenunciables del debate filosófico (p.9). De acuerdo con lo expuesto por este autor, esta serie de problemas y la manifestación de su racionalismo tiene su máxima expresión en su Discurso del Método. No obstante, será en otras obras como las Meditaciones de prima philosofia y en los Principia philosophiae donde encuentra su pensamiento formal desarrollo. En el Discurso del Método se propone a relatar sus vivencias en la búsqueda de la verdad utilizando un lenguaje sencillo y en su idioma original el francés, en contraposición al idioma utilizado por la ciencia como lo es el latín. Su intención era compartir su punto de vista y no imponer una verdad dogmática, tal como lo refiere en la primera parte: “Así, pues, mi propósito no es enseñar aquí el método que cada cual debe seguir para conducir bien su corazón, sino solamente mostrar de qué manera he tratado yo de conducir el mío”(p.45). En mi opinión, esta afirmación de Descartes revela un rasgo característico de subjetividad. Es así, como esta obra aparece en Leyden, en el año 1637, cuando Descartes contaba con cuarenta y un años, y en su edición forma un volumen con la Dióptrica, los Meteoros y la Geometría. En su estructura, la obra se divide en seis partes y usa la metáfora del edificio para demostrar su intención de demoler todo lo que se había construido en relación con la verdad. En adelante, intentaré extraer algunos datos que considero significativos. PÁGINA 3

La primera parte realiza consideraciones acerca del saber científico. En este apartado refiere que la razón o el buen sentido está repartido de manera pródiga en la naturaleza, es decir, cada uno de nosotros tiene el poder intrínseco de juzgar y distinguir lo verdadero de lo falso; somos racionales en esencia, lo que ocurre es que no sabemos aplicarla o conducirla bien. En relación con esto, Descartes dice: “Pues no basta con tener la mente bien dispuesta, sino que lo principal es aplicarla bien” (p.43). De esta manera, para que la razón avance con seguridad es necesario el camino recto y ése sería el método que él en su propio razonar descubrió. A pesar de todo su bagaje cultural y científico, Renato Cartesius (en su forma latinizada) necesitaba caminar con seguridad, tener certeza en esa época signada por la crisis tal como lo he referido en los pasajes precedentes. Aparta a un lado todas sus experiencias previas y emprende el camino hacia sí mismo, hacia su propio razonar: he ahí la propuesta de su método, la razón dudando, en un esfuerzo por ofrecer autonomía de su entendimiento ante los sentidos que eran los criterios válidos para conocer en ese entonces. En la segunda parte se dedica a exponer las principales reglas de su método. Aquí se apropia de la metáfora de la arquitectura, él observa que los edificios más bellos y ordenados son los que han sido planeados por un solo arquitecto y no en los que ha intervenido la mano de varios maestros y trabajados sobre viejos muros que ha sido hechos para otros fines. Por esta razón, y aunque no considera sensato derribar todo desde el punto de vista de la arquitectura, si lo sería en relación con las opiniones y creencias que hasta su momento se había formado. Agarró el martillo demoledor y las suprimió para colocar otras mejores y ajustadas a la razón. Para ello, se apoyó en la lógica; pero utilizó sólo cuatro preceptos que garantizarían el conocimiento verdadero siempre y cuando se observasen con firmeza y constante resolución. Estas reglas son las siguientes:

PÁGINA 4

1. Evidencia: no aceptar nunca cosa alguna como verdadera que no la conociese evidentemente como tal y no admitir en los juicios nada más que lo que se presente a la razón con claridad y distinción. 2. Análisis: reducir lo complejo a sus partes más simples para conocerlo correctamente. 3. Deducción: el peso de la investigación debe recaer en la operación racional deductiva para encontrar las verdades complejas por deducción a partir de las simples. 4. Comprobación: buscar comprobar si lo descubierto por la razón ha sido hallado de acuerdo a las reglas anteriores.

La tercera parte gira en torno a las reglas de la moral extraídas del método. Aquí continúa con la metáfora arquitectónica. Puesto que su intención es derribar todo para reedificar; considera que debe proveerse de una especie de tienda de campaña para alojarse mientras se construye y esta “tienda de campaña” es lo que él denomina una “moral provisional”. Esta moral descansaría en tres o cuatro máximas que de manera resumida referiré a continuación: 1. Obedecer las leyes y costumbres del país, conservando la religión (quizás esto sea una actitud prudente debido al contexto político y social que le tocó vivir) 2. Ser más firme y decidido en las acciones y no seguir con menos constancia las opiniones más dudosas. 3. Intentar siempre vencerse a sí mismo antes que a la fortuna y modificar los deseos antes que el orden del mundo. 4. Dedicar la vida entera a cultivar la razón y a progresar todo lo que pudiese en el conocimiento de la verdad. PÁGINA 5

El autor Arenas, ya mencionado sostiene que esta moral provisional de Descartes ha originado algunas malas interpretaciones, en el sentido de que el término provisional aludiría a algo momentáneo y destinado a ser sustituido; pero según él se estaría refiriendo “en el sentido jurídico que esa expresión tiene, es decir, como adelanto o anticipo seguro de un conjunto futuro que, sin embargo, puede contener más pero no menos que ese adelanto” (p.127). Por otro lado, señala dicho autor que la moral cartesiana es la conexión entre felicidad y virtud, recogiendo esta posición, ecos de éticas de la Antigüedad, de manera especial del epicureísmo y el estoicismo. Desde mi punto de vista, Descartes sentía la necesidad de conducirse bien en la vida pero que ese conducirse no se convirtiera en una infelicidad y para ello la autonomía intelectual que producía el uso de la razón, era fundamental. Prosiguiendo con el análisis, la cuarta parte trata sobre las pruebas de la existencia de Dios y del alma humana. En ella Descartes expone propiamente la duda metódica no fundamentándose en los sentidos y elaborando la verdad más famosa y que aceptaría como el primer principio de la filosofía: pienso, luego existo. Otro aspecto que refiere es el de la dualidad mente-cuerpo. En la quinta parte, al hablar del orden en las cuestiones físicas deja ver su concepción mecanicista de la naturaleza. En tal sentido, refiere: “según las reglas de los mecánicos, que son las mismas de la naturaleza, cuando varias cosas tienden a moverse juntas hacia un mismo lado” ((p.91). Esto para referirse a algunas consideraciones que hace sobre el corazón y los pulmones. Por último, en la sexta parte muestra su particular visión sobre lo que debe ser una investigación eficaz de la naturaleza y el fin que ésta debe tener que sería el procurar el bien general de todos los hombres. De igual manera, explica las razones que lo llevaron a publicar sus escritos, elogia la medicina y la ciencia aplicada a la vida; muestra su preocupación por la propia instrucción para servir con eficacia, al respecto dice que “nada vale a quien nadie es útil”. Para finalizar este breve análisis del Discurso del Método, la obra capital de René Descartes, me parece útil referir que la fecha de publicación de este libro 1637, es PÁGINA 6

considerada como la fecha simbólica del comienzo de la filosofía estrictamente moderna. La lectura de esta obra así como los demás escritos de Descartes son de gran importancia para el doctorante ya que permite comprender y familiarizarse con la metodología de la investigación.

PÁGINA 7

REFERENCIAS DIRECTAS Arena, L. (2015) Descartes. La duda como punto de partida de la reflexión. RBA coleccionables. España. Descartes, R. (1637) Discurso del Método. Traducción Antonio Huéscar. Ediciones Orbis S.A. 1983. Argentina. Díaz, P. (1967) Curso de historia de la filosofía. Edición Ministerio de Educación. Caracas.

REFERENCIAS INDIRECTAS Baum, L. (1900) El maravilloso Mago de Oz. Editorial Diana. 2005. México Burk, I. (2001) Filosofía. Una introducción actualizada. Editorial Buchivacoa. Ferrater, J, (2000) Diccionario de filosofía abreviado. Editorial Suramericana. Argentina.

PÁGINA 8