Ensayo Dios Ha Muerto

Nietzsche el teólogo racionalDescripción completa

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Heidegger trata de reflexionar sobre la frase de Nietzsche “Dios ha muerto” como el mismo lo expresa “Ahora se trata de meditar sobre la metafísica de Nietzsche. Su pensamiento se ve bajo el signo del nihilismo. Este es el nombre para un movimiento histórico reconocido por Nietzsche que ya dominó en los siglos precedentes y también determina nuestro siglo. Su interpretación es resumida por Nietzsche en la breve frase “Dios ha muerto”. La frase de Nietzsche “Dios ha muerto” la entiendo desde el distanciamiento del hombre que el observa en su realidad y contexto social en cuanto a que la metafísica de su época entendida como lo trascendental o suprasensible que vinculaba al hombre con la divinidad y se sostenía desde unos valores positivos como lo bueno, lo bello y lo verdadero, no responde a sus expectativas y que se ve incluso superada por la física, que va llenando de un enorme interés a esta generación en la cual se hace cada vez más evidente el surgimiento de una corriente como el nihilismo en respuesta a dicha insatisfacción. Su contexto va teniendo sentido por si mismo y esos valores positivos que hasta ese momento prevalecían son transformados por nuevos valores. El Nihilismo entonces emerge como proceso de la historia que rompe con los viejos valores de relación del hombre con la deidad, implantando nuevos valores, que tampoco dan cuenta de sentido y es por esto que Nietzsche al proclamar esta frase lo hace desde un nuevo postulado de valores los que denomina conservación y aumento porque propenden por la vida y en relación con la vida dado que el hombre se hace cada vez más consciente y participativo de su realidad y es esta toma de consciencia donde lo trascendental o suprasensible no tiene respuestas para él que ha sido visto como sujeto pasivo del devenir entendido como esencia del valor y de fuerzas superiores que lo conducen y someten. Plantea entonces Nietzsche una ruptura con esa visión de deidad que se ha impuesto y lo hace precisamente con dicha frase para indicar que el hombre ha matado esta deidad esclavizante y dominadora que no lo deja llegar a ser realmente hombre o como lo define concretamente “el superhombre”. Para lo cual lo postula en nuevo devenir al que denomina la voluntad de poder. Y es la voluntad de poder, lo que potencia al hombre, lo que lo libera y lleva a aumentar en su esencia de hombre como tal. La frase no va en contra del cristianismo ni del dios cristiano de su época, que por cierto es contrario a la fe del nuevo testamento; sino, contra esa deidad tiránica, autoritaria, impositiva y esclavizante que ha creado el hombre. El dios que no le permitía ser porque todo lo hacía por el hombre. Enfrenta entonces esa visión con lo que él denomina voluntad de poder que como claramente se entiende es el querer alcanzar el poder, pero el poder de realización autónoma no subordinada, ni limitada. Así Nietzsche se hace vocero de aquellos que quieren ser libres de

todo yugo doctrinario sin sentido que desemboca en la frustración de quienes no encajan en él. Es la toma de conciencia la que hará de este hombre esclavo un superhombre libre que crece en nuevos sentidos que superen lo suprasensible y le permitan ir en aumento que le de salvación para lo cual Heidegger define como justicia.