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• Carlos Alberto Cabezas Guerrero

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Ensayo Desarrollo del pensamiento Como sabemos el pensamiento es el que nos permite filtrar, interpretar y resolver problemas que se nos van presentando en el día a día y a lo largo de la vida, o al menos tratar de hallar soluciones a éstos. Así es como existen diversas habilidades del pensamiento, las cuales nos ayudan a manifestar nuestras ideas u opiniones con perspicuidad, poder argüir tomando como base la razón, representar escenarios en muestra mente, evocar situaciones del pasado, así como también tener la capacidad de realizar compilaciones de algún tema importante. Vemos que todas estas habilidades y muchas más nos ayudan a sobrevivir en la sociedad y a las situaciones que se nos presentan, tanto en al ámbito educativo, profesional o incluso personal, lo importante es saber desarrollarlas y utilizarlas de la manera correcta. Existen varias habilidades del pensamiento, pero nos vamos a enfocar principalmente en dos muy importantes, diferentes, pero a la vez complementarias entre sí, estas son: la habilidad convergente y divergente. Sabemos que al hablar de habilidad o pensamiento convergente nos referimos al hemisferio izquierdo del cerebro y obviamente el hemisferio derecho es el llamado divergente. Estas habilidades del pensamiento fueron propuestos por el Psicólogo estadounidense Joy Paul Guilford, en el año de 1951. En su libro titulado “Prueba de Guilford para la creatividad”, aquí el plantea que ambos hemisferios del cerebro trabajan de manera distinta y eso por ello que mucha gente tiene distinta mentalidad a pesar de tener una misma edad o vivir en una misma sociedad. Como ya hemos mencionado, el pensamiento es aquel que nos ayudara a la solución de problemas, así tenemos que ambos tipos habilidades del pensamiento, tanto en pensamiento divergente como convergente, nos ayudarán a conseguir este fin, pero cada uno enfocándose de distinta manera. Hablemos primero del pensamiento convergente, este trata de hallar la solución al problema, pero encontrando únicamente una solución o muy pocas, como por ejemplo un problema matemático o de opción múltiple, estos tipos de problemas tienen respuestas exactas y no podemos tratar de tergiversarla, por medio de la creatividad o la inventiva. Este pensamiento se basa en las pautas realizadas y se avanza en el sentido exigido por las ideas y condiciones predichas hacia el objetivo planteado. Encontramos la utilización de este pensamiento cuando el problema tiene normas establecidas, cuando se trata de hallar una solución, prudente, mas conformistas con el medio, más estricta, rutinaria y más sujeta a reglas o normas. Se puede decir entonces que el pensamiento convergente se halla sujeto a la cultura y la educación que hemos recibido, de acuerdo a los paradigmas de la sociedad y a los que nos hemos sometido desde el momento en el que formamos parte de una sociedad determinada.

Por otro lado, tenemos al pensamiento divergente, éste no se puede decir que es contrario al anterior, pero si actúa de diferente manera y esto hace que a la vez se complementen. Este pensamiento se desvincula de las pautas o patrones previamente establecidos por la persona, esto permite un flujo libre de las ideas. Este pensamiento produce una gran cantidad de posibles soluciones a un problema para después de un análisis, poder encontrar la mejor solución, es muy común que en este tipo de pensamiento, al tener varios planteamientos, se utilice el método de ensayo y error, el cual consiste en aplicar los propuestos hasta encontrar el resultado requerido. La persona que utiliza más su pensamiento divergente se caracteriza por ser inconforme con lo que sabe o lo que le dicen, es más independiente y confiado en sí mismo y en lo que sabe, en sí es una persona más original, que busca la experimentación, la aventura y muy fantasioso para buscar respuestas poco comunes e inclusive complejas, pero validas a problemas planteados. En general, muchos contextos no son posible resolverlos usando estrategias directas, sino que se requiere utilizar un pensamiento más original y flexible, es a esto lo que se conoce como pensamiento divergente. En conclusión si el divergente es creativo, el convergente es práctico. Algunas veces se ha visto que la creatividad no ha sido bien vista por la sociedad; en muchos lugares y culturas del mundo, se recriminan este tipo de expresión. Los sistemas educativos le dan una mayor importancia a lo que es la inteligencia o el llamado pensamiento convergente o lógico, sin prestarle tanta atención, por no decir nula, al divergente. Esto se da porque algunas sociedades son aún muy conservadoras y le teme a las cosas nuevas, a los pensamientos diferentes, pero estando en una sociedad que busca la superación y el avance en todos los ámbitos, es necesario comenzar a pensar creativamente, por ello encontramos que es muy importante aprender a desarrollar y controlar estos pensamientos. Se dice que “todo en exceso es malo” y en este caso podríamos decir que para un desarrollo puro e íntegro del intelecto, se deben desarrollar ambos tipos de pensamiento. Según Guilford, la creatividad surge cuando el pensamiento convergente y divergente se combinan, obviamente se utilizará un pensamiento más que el otro, eso depende del tipo de planteamiento y el objetivo al que se quiere llegar. Así tenemos que el pensamiento divergente nos ayuda en el hallazgo de varias ideas y opciones, en pensar “fuera de la caja”, en propuestas un poco fantasiosos, pero posibles, todo esto se complementa con el pensamiento convergente, el cual nos ayudara en la percepción del ambiente, enfoque de la realidad en la que se sitúa la situación, vemos así que complementando el pensamiento convergente y divergente, llegaremos a una solución más exitosa a un problema.