Ensayo Democracia y Capitalismo

DEMOCRACIA Y CAPITALISMO En la actualidad, se entiende que la democracia es un sistema que permite organizar un conjunt

Views 84 Downloads 0 File size 378KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

DEMOCRACIA Y CAPITALISMO

En la actualidad, se entiende que la democracia es un sistema que permite organizar un conjunto de individuos, en el cual el poder no radica en una sola persona sino que se distribuye entre todos los ciudadanos. Por lo tanto, las decisiones se toman según la opinión de la mayoría.

También se entiende como democracia al conjunto de reglas que determinan la conducta para una convivencia ordenada política y socialmente. Se podría decir que se trata de un estilo de vida cuyas bases se encuentran en el respeto a la dignidad humana, a la libertad y a los derechos de todos y cada uno de los miembros. Se dice que la democracia constituye una opción de alcance social donde para la Ley todos los ciudadanos gozan de libertad y poseen los mismos derechos, y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.

Para que exista una democracia real, es necesario que se cumplan ciertas leyes: soberanía popular, libertad e igualdad. Desgraciadamente, la democracia continúa siendo un bien preciado difícil de alcanzar. Es difícil encontrar una democracia que en verdad funcione, principalmente por la falta de información y de desinterés del pueblo, que se amolda a las leyes y termina cediendo sus derechos al grupo político de turno, el cual en su ambición de poder y dinero, deja a un costado palabras como plebiscito o revocatoria y toma las decisiones como si dirigiera una monarquía o un gobierno aristocrático. Puede que la democracia no sea la forma de gobierno ideal, si se amolda a un sistema económico liberal como el que nos rige, pero posiblemente podría ser mucho más recomendable si existiera de forma real y no simplemente como una teoría que parece nunca ponerse en práctica.

Como explica Yanis Varoufakis, en Ginebra en 2015, la democracia liberal, surgió sólo cuando fue posible separar por completo la esfera política de la económica y limitar la democracia a la esfera política, a la vez que se garantizaba que la esfera económica, el mundo empresarial, siguiera siendo un terreno exento de democracia.

Una vez

separadas, las esferas económica y política se enzarzaron en una lucha épica, en la que la esfera económica colonizaba constantemente la esfera política, devorando su poder. El capitalismo sólo se siente seguro si es gobernado por quien tiene capital o se identifica con sus “necesidades”, mientras que la democracia es idealmente el gobierno de las mayorías que no tienen capital ni razones para identificarse con las “necesidades” del capitalismo, sino todo lo contrario. El conflicto es, en el fondo, un conflicto de clases, pues las clases que se identifican con las necesidades del capitalismo (básicamente, la burguesía) son minoritarias en relación con las clases que tienen otros intereses, cuya satisfacción colisiona con las necesidades del capitalismo (clases medias, trabajadores y clases populares en general). Al ser un conflicto de clases, se presenta social y políticamente como un conflicto distributivo: por un lado, la pulsión por la acumulación y la concentración de riqueza por parte de los capitalistas, y, por otro lado, la reivindicación de la redistribución de la riqueza generada en gran parte por los trabajadores y sus familias. La burguesía siempre ha tenido pavor a que las mayorías pobres tomen el poder y ha usado el poder político que le concedieron las revoluciones del siglo XIX para impedir que eso ocurra. Ha concebido a la democracia liberal de modo de garantizar eso mismo a través de medidas que cambiaron con el tiempo, pero mantuvieron su objetivo: restricciones al sufragio, primacía absoluta del derecho de propiedad individual, sistema político y electoral con múltiples válvulas de seguridad, represión violenta de la actividad política fuera de las instituciones, corrupción de los políticos, legalización del lobby... Y siempre que la democracia se mostró disfuncional, se mantuvo abierta la posibilidad del recurso a la dictadura, algo que sucedió muchas veces.

Varoufakis plantea la teoría de los Picos Gemelos, una montaña de deudas y una montaña de dinero ocioso forman picos gemelos que se niegan a cancelarse mutuamente mediante las normales operaciones de los mercados. El resultado son salarios estancados, tener a más de una cuarta parte de personas entre los 25 y 54 años sin trabajo en Norteamérica, Europa y Japón, y una baja demanda que, en un ciclo interminable, refuerza el pesimismo de los potenciales inversores que temen una baja demanda, ocasionándola así al no invertir.

El

desperdicio de tanto dinero ocioso que debería vigorizarse para desarrollar talentos humanos, mejorar vidas y, por encima de todo, financiar el desarrollo de nuevas tecnologías verdes que puedan salvar la Tierra. La democracia y el capitalismo están unidos, pero a menudo ha sido una unión convulsa. A día de hoy, esta relación está pasando por un momento difícil . No se trata sólo de cuestionar el futuro de la democracia. Se trata, también, de cuestionar la democracia del futuro. La democracia liberal fue históricamente derrotada por el capitalismo y no parece que la derrota sea reversible. Por eso, no hay que tener esperanzas de que el capitalismo vuelva a tenerle miedo a la democracia liberal, si alguna vez lo tuvo. La democracia liberal sobrevivirá en la medida en que el capitalismo global se pueda servir de ella. La democracia y el capitalismo descansan sobre un ideal de igualdad: todos pueden participar en la toma de decisiones políticas y hacer lo mejor que puedan en el mercado. No hace tanto tiempo, estas libertades eran algo revolucionario. Sin embargo, también existen conflictos profundos. La política democrática depende de la solidaridad, ya que a los capitalistas no les importa la nacionalidad. La democracia es local, mientras que el capitalismo es fundamentalmente global. La política democrática se basa en la igualdad de los ciudadanos y el capitalismo se preocupa poco por la distribución de las riquezas. La democracia estipula que todos los ciudadanos tienen voz y voto, pero en el capitalismo prevalece la voz y el voto de los ricos. El electorado quiere tener seguridad económica, mientras que el capitalismo es propenso a los altibajos.

Para Yanis Varoufakis existe una solución y plantea utilizar las nuevas tecnologías para unificar de nuevo las esferas política y económica, pues, cuanto mayor éxito tiene el capitalismo en sacar al demos de la democracia, mayores los Picos Gemelos y mayor el desperdicio de riqueza humana.. El objetivo debe ser eliminar a los trabajadores pobres, logrando que el concepto de salario desaparezca y cada persona reciba parte de los beneficios que genera la empresa donde labore, lo cual evitaría un tira y afloje entre capital y trabajo. Las tensiones entre la democracia nacional y el capitalismo global pueden ser desastrosas. Sin embargo, la historia también demuestra que los dos sistemas son compatibles, aunque con reservas. El objetivo debe centrarse ahora en gestionar el capitalismo de manera que apoye a la democracia y administrar la democracia para lograr que el capitalismo global funcione mejor para todos.