Ensayo de La Fuga

Universidad Autónoma de Nuevo León Facultad de Música Fuga I Mtro. Eduardo Caballero Treviño Pablo González Martínez

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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Música

Fuga I

Mtro. Eduardo Caballero Treviño

Pablo González Martínez

Ensayo sobre la Fuga

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Introducción.

Trataré en este trabajo de trazar de manera tal vez breve pero muy clara los aspectos más relevantes de lo que en música llamamos Fuga. Hablaré primero sobre su historia, de dónde vienen sus antecedentes. Después describiré su estructura, entonces tocaré el tema de para qué instrumentos se escribe y algunas razones que justifiquen su razón de existir para, por último, dar algunas anotaciones elementales a considerar al empezar a escribir una fuga. De esta manera, haciendo un pequeño resumen terminaré. -

Desarrollo.

Historia. La palabra fuga proviene del latín y significa literalmente “huída”, lo que sugiere la sensación de persecución característica de todas las fugas. A continuación, su historia resumida. En la Edad Media se le llegó a utilizar como sinónimo del canon y esta convención todavía estuvo presente en los principios del Renacimiento. No obstante, el sentido terminó siendo la referencia del concepto de “imitación”, llegándose a referírsele como el mejor modo de escritura a varias voces. Con todo, los teóricos renacentistas consideraban a la fuga sólo como un tipo especial de imitación y no una obra por sí misma. Fueron las formas instrumentales como el ricercare, la canzona y la fantasía las que dieron una base importante para el posterior desarrollo y esplendor de la fuga. A principios del Barroco, la idea renacentista de la fuga politemática fue suplantada por la idea de la fuga monotemática. Y fue en este periodo donde la fuga, llamada la forma más elevada para el desarrollo de la improvisación, llegó a su máximo nivel con los maestros J. S. Bach y G. F. Haendel. “El Clave Bien Temperado” y “El Arte de la Fuga” son considerados desde hace varios siglos las dos referencias obligadas al hablar de esta singular técnica compositiva que pasó

a convertirse con el paso del tiempo en una asignatura obligada en las escuelas y conservatorios de música en todo el mundo. Estructura. La fuga no es considerada por muchos una forma, sino más bien un modelo formal debido a que es harto complejo, por no decir casi imposible, de resumir en un concepto o definición las particularidades compartidas por toda fuga. Esta composición musical se basa en un tema según las reglas de la imitación periódica regular. De manera general, toda fuga contiene de una u otra manera las siguientes partes: Exposición. Aquí se presenta el tema en cada una de las voces y termina cuando la última voz haya terminado de exponerlo al oyente. Según el número de voces, la primera voz presenta el tema en la tónica, la segunda voz lo hace en la dominante, la siguiente voz vuelve a la tónica y así sucesivamente. Puede ser una exposición idéntica (fuga real) o ligeramente distinta (fuga tonal). Aún más, puede haber más de una exposición seguida de más de un divertimento distinto al primero. Episodios o Divertimentos. Sirven de transición a las diferentes tonalidades en las cuales se cae eco del Sujeto y/ o de la Respuesta o de alguna de sus partes. Stretto o Estrecho. Segmento en el que las voces presentan el tema con la peculiaridad de que se puede escuchar el inicio del tema en una voz cuando otra aún no ha terminado de volverlo a exponer, es decir, un empalmamiento de las entradas. Esta parte de la fuga puede no estar presente en algunas fugas. Coda o Pedal. Aquí se finaliza la fuga, generalmente dejando una nota pedal mientras se termina de escuchar el material temático. Para qué se escribe una fuga. Aquí interpretaremos la pregunta de dos maneras diferentes.

La primera, para qué instrumentos puede ser escrita una fuga. Una fuga puede ser: a) Para voces solas: fuga vocal. b) Para instrumentos varios: fuga instrumental. c) Para voces e instrumentos: fuga vocal e instrumental o, en pocas palabras, fuga acompañada. La segunda, como justificante de su existir dentro de la música. Viendo de dónde tiene sus orígenes esta composición musical, de una manera u otra, ha estado presente desde los primitivos organa y las imitaciones a la octava, a la quinta, a la cuarta de los maestros del Medievo. Aquí pudo tener su justificante como una de las primeras formas en que la música occidental que ahora conocemos pudo tener un punto de partida suficiente para después despegar. Ya en el Renacimiento y en el Barroco se le tenía en cuenta por el valor fundamental que tenía para desarrollar la improvisación, arte llevado a sus últimos límites por J. S. Bach, después del cual, la música tuvo que cambiar. Aún así, podemos apreciar desde Mozart hasta los románticos Mendelssohn y Beethoven en sus obras a la fuga como el procedimiento formal mediante el cual resolvían los conflictos y las tensiones, su uso es muy frecuente como final de las obras vocales religiosas. Recomendaciones al hacer una fuga. Es de vital importancia para la composición de una fuga escolástica el disponer de un buen Sujeto ya que sobre éste se basará todo el tejido contrapuntístico que comprende una fuga. No toda frase melódica es adecuada para ser el Sujeto de una fuga. Esto debido a que será sometido a los diversos recursos del Contrapunto, como imitaciones por movimiento directo, contrario, retrógrado, aumentación, disminución, cánon, etc. Hablando de ritmo, el Sujeto no debe tener una combinación rítmica compleja, evitará siempre la mezcla de ritmos binarios y ternarios. Todo lo contrario, dos o tres simples son suficientes.

Sobre la melodía, específicamente en las fugas vocales, no debe exceder la extensión de una séptima menor, es preferible se mantenga dentro del intervalo de sexta. En las fugas instrumentales sólo se está limitado por el rango de los instrumentos utilizados. Sobre la longitud del Sujeto, un pequeño número de notas, uno o dos ritmos son suficientes para escribir toda una fuga. Generalmente el Sujeto no es más largo de tres compases. Sobre la modalidad del Sujeto, siempre debe distinguirse claramente si está en el modo mayor o menor. -

Conclusión.

Podemos decir, en resumen, que la fuga es un modelo formal sobre el cual, en base a un buen Sujeto, el compositor puede dejar volar su creatividad y, e base a los principios de la imitación y el contrapunto, componer una obra musical descrita como “una charla entre personas de elevada cultura hablando al mismo tiempo de un mismo tema”. Tiene sus orígenes en las imitaciones primeras de la Edad Media y en las formas del ricercare y la fantasía llegando a su máximo nivel en las manos del barroco J. S. Bach. La fuga consta de varias partes elementales aunque no todas están presentes en todas las fugas en el mismo orden ni en la misma manera: exposición, divertimentos, reexposición, segundo divertimento, estrecho y coda. Puede ser escrita para voces, instrumentos o para ambos, según sea la ocasión y/o deseo del compositor. Por último, para componer una fuga, debe tenerse en cuenta, además del conocimiento contrapuntístico y musical necesario, crear o disponer de un buen Sujeto sobre el cual basaremos nuestra composición. -

Bibliografía.

Gedalge, A. (1990). Tratado de Fuga. Madrid: Real Musical. Randel, D. M. (2003). Diccionario Harvard de Música. Alianza Editorial.

Torres, J., Gallego, A., & Alvarez, L. (s.f.). Música y Sociedad. Madrid: Real Musical.