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El senado romano Liang Lay Roco Para comenzar a hablar sobre el senado romano, vamos a hacer algunas distinciones en cuanto al rol que ejercía este grupo colegiado. Se entiende que el senado ejerce el poder de la autoritas, la cual da legitimidad a las acciones que realice la potestas (Rey [Rex], Cónsul 1 Emperador [Impertator]). Ahora bien, comenzaremos a revisar al Senado a lo largo de su historia hasta la República. En un comienzo, en la época llamada monarquía, Rómulo designó a 100 patres, los cuales poseían cualidades que los hacían resaltar, principalmente por ser jefes de tribus. Esta versión primigenia del senado, tenía la facultad de ser una especie de consejo de ancianos, en donde el rey consultaba temas de utilidad pública, guerras, etc. Pero todo cambio cuando llegó el reinado de Tarquinio el soberbio, el cual no solo no tomó en cuenta a este grupo, sino que también empezó a condenar a muerte por supuestas conspiraciones en contra de él. Después, a la llegada de la República, los Senadores comenzaron a poseer más atribuciones, las cuales iban en decisiones sobre los juicios que tienen corrección pública (traiciones, envenenamientos, asesinatos, conjuraciones)2, el erario, en el cual ni los mismos cuestores tenían autoridad a no ser que fuera para los gastos de los Cónsules. Esas fueron las atribuciones que tuvo el senado en la Monarquía y la posterior República después de la expulsión de Tarquinio el soberbio. En lo que respecta a la historia un poco del senado, como se mencionó anteriormente, Rómulo designó a 100 patres, los cuales eran jefes de familias, quienes eran virtuosos para la concepción de la época (areté). Posteriormente se habla que hubo un aumento de 50 senadores3, a su vez, hubo otro aumento de 100 senadores en el reinado de Tarquinio Prisco. Sin embargo, en el reinado de Tarquinio el soberbio este número se debilitó, debido a lo nombrado anteriormente. Cuando llegó la república, el Cónsul Bruto, dejó el senado con 300 miembros y este número fue creciendo hasta llegar a 1000 senadores, pero con la llegada del imperio este número quedó fijo en solo 600. Cabe señalar que estos senadores eran todos patricios, y en el caso que pasasen personas de la plebe a ser senadores, estos debían primero ser convertidos en patricios.

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Los cónsules eran un grupo colegiado que consistía en dos ciudadanos romanos mayores de cuarenta años que ejercían la potestas. En tiempos de la República fue el órgano de mayor poder, hasta la llegada del imperio, en donde el emperador era el que ejercía el poder. 2 3

Polibio, Lib.VI Cap.VI Dionisio de Halicarnaso Lib. II

A pesar de las grandes atribuciones que llegó a poseer el senado en la república, este se vio limitado. Las revueltas sociales de parte de la plebe, si bien, esta época de la historia de roma se ve como un periodo más democrático, al principio, era solo para las clases altas que poseían un linaje noble, o bien podemos decir los Patricios, quienes eran los descendientes de estos primeros 100 hombres nombrados por Rómulo y algunas otras familias que se fueron anexando a partir del crecimiento geográfico que tuvo Roma. Ahora bien, la plebe, que logró mayor alcance económico, comenzó a exigir más participación en las cuestiones públicas, es así, que después obtuvieron a los tribunos de la plebe, y posteriormente obtuvieron en la república los llamados plebiscitos en el cual se ratificaban las leyes que eran originadas en el senado4. Como podemos ver, el senado a pesar de todo el gran poder que poseía, sus decisiones igual debían ser presentadas al pueblo. Después de haber revisado en gran medida lo que respecta al senado en roma, ahora podemos referirnos al problema histórico que nos vamos a plantear. Si bien, el senado, con esas grandes atribuciones que lograron después del derrocamiento de los reyes etruscos, así quedando los patricios en el poder de roma, eligiendo a 2 cónsules que estos a su vez debían siempre pasar por el senado las decisiones más importantes que cada uno decidiera, ¿fue el Senado el que realmente tuvo el gran poder en las decisiones de la sociedad Romana en la época? Esto parece ser una pregunta bastante fácil de responder, algunos dirán “si, el senado fue el gran precursor de la toma de decisiones en la república romana, fue el órgano más poderoso”. Pero mirándolo desde otra perspectiva, ¿fue realmente tan así? Como podemos apreciar, el senado, los cónsules y la plebe (sin nombrar las demás magistraturas) funcionaban como un todo, para explicarlo mejor, diremos que los cónsules ejercían el poder ejecutivo, el senado el legislativo compartido con el judicial, y la plebe después de sus revanchas en contra el patriciado obtuvo también en la república parte del poder legislativo (ratificación de las leyes) y poder judicial. Es así como en la república romana funcionaban las cosas, por una parte los cónsules preguntaban al senado sobre algunas cosas, el senado a su vez le preguntaba al pueblo, y él último estaba regido también por las otras 2 magistraturas antes mencionadas. Es por ello que se hace la referencia que la república romana puede verse desde el punto de vista de los cónsules como una monarquía, del senado como gobierno aristocrático y desde la plebe como Estado Popular 5 . Así es como el senado a pesar de ser el órgano más poderoso de la república romana, este debió estar al servicio de la plebe romana, 4 5

Polibio, Lib.VI Cap.VI Polibio, Lib.VI Cap.VI

ya que se veía en constantes revueltas populares en las que la plebe fue adquiriendo mayor poder, una de los grandes triunfos de la plebe, aparte de poseer sus tribunos, fue la creación de la ley de las 12 tablas, a pesar que en un principio fue hecha por y para las clases patricias, pero posteriormente fue regulada para todos los ciudadanos romanos. Bibliografía Antequera, J. M. (1874). Historia de la legislación Romana. Madrid: -. Ciceron. (1848). La Republica. Madrid: Imprenta de repulles. Diaz, J. F. (1867). Historia del senado Romano. Barcelona. Halicarnaso, D. d. (1984). Historia antigua de Roma. Madrid: Gredos. Livio, T. (1990). Historia de Roma desde su fundación. Gredos. Montesquieu. (1984). Del espiritu de las leyes. Madrid: SARPE.