El Problema de La Verdad

Síntesis “El problema de la verdad.” Presentado por: Mauricio Andrés Preciado [email protected] INTRODUCCIÓN “Pilatos

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Síntesis “El problema de la verdad.” Presentado por: Mauricio Andrés Preciado [email protected]

INTRODUCCIÓN “Pilatos le pregunto: ¿Qué es la verdad?” (Juan 18, 38ª) Al comenzar con esta cita bíblica quiero centrarme en la pregunta que le hace Pilatos a Jesús ¿Qué es la verdad? Este interrogante, mirándolo desde un punto de vista antropológico, refleja a una humanidad que constantemente va en búsqueda de la verdad. A través de la historia el hombre ha querido interpretar la verdad en sí mismo y la del mundo, donde se quiere interpretar el misterio de la realidad acercándose a verdades que con el pasar del tiempo van cambiando, ya que éstas son relativas y parciales, porque el hombre está limitado para conocer una verdad absoluta, ese conocer se caracteriza esencialmente a un modo de existir, al modo específico según el cual el hombre está presente en el mundo y se acerca a la realidad. Pero, ¿Por qué se ve esa incesante búsqueda y diligencia de la verdad?, porque la verdad está al servicio de la vida humana, el conocer no es fin de la existencia, sino un medio que permite ser y obrar como hombre. El hombre conoce por el deseo y búsqueda de la verdad, que están animados por una triple “intención”: eros técnico-científico que permite vivir y afirmarse en el mundo, el conocimiento antropológico-metafísico, que ilumina el significado fundamental de la existencia; ciencia ética que ilumina el modo de obrar humanamente en este mundo. Estas tres intenciones pertenecen a la genuina presentación cognoscitiva del hombre en el mundo y están siempre en cierto modo presentes, aún cuando son capaces de acentuaciones y de proporciones notablemente distintas1. Esa búsqueda de la verdad por parte del hombre le ha creado dificultades porque el hombre no sabe dónde se encuentra la verdad y como llegar a ella y cae en extremos como el subjetivismo que limita la verdad solo en el sujeto o el objetivismo que la limita en el objeto sin tener en cuenta la participación cognoscitiva del sujeto. Y otros que hablan de la imposibilidad de conocer del hombre, como el escepticismo. No hay una precisión sobre lo que es la verdad, pero se han hecho algunos acercamientos a este interrogante a lo largo de la historia. Este trabajo de síntesis presenta una visión general de las principales respuestas que se han dado en la historia de la filosofía a dicho cuestionamiento y las dificultades que se encuentran al intentar dar solución del problema de la verdad. 1

El problema del hombre. Joseph Gevaert, pag. 155

1. ENTONCES ¿QUÉ ES LA VERDAD? En la historia del pensamiento no hay una definición clara de lo que se le puede llamar verdad, pero la definición más común aceptada es la que dice que la vedad es la conformidad de nuestro conocimiento con el estado de las cosas conocidas y a esto le llamaríamos verdad lógica (o también se podría decir que es la adecuación de la mente con la realidad). También, está la verdad ontológica que es la que se refiere a las cosas como tales independientemente si nosotros la conozcamos, aquí el sujeto no determina la verdad ya que esta es objetiva. Todos los intentos de definir el concepto como tal tiene como punto de partida y de referencia, bajo un aspecto positivo o negativo la clasifica forma de la verdad como adecuación, acuñada por santo tomas: veritas est adaecatio rei et inteleltus. En lugar de adaecatio (concordancia del sujeto con el objeto) se pueden encontrar conceptos similares como: correspondentia, comformitas, convenentia, etc Para muchos intentos actuales esta fórmula constituye el punto positivo de partida y referencia por cuanto quieren esclarecer, precisar con exactitud y profundizar la inteligencia de la verdad allí formulada. En esta dirección piensan las actuales teorías de la correspondencia, la teoría semántica, la teoría de la evidencia. Además esta fórmula se presupone siempre que se habla de verdad sin reflexionar explícitamente sobre el concepto implicado de verdad. También para aquellas concepciones de la verdad que nos entienden como explicación ulterior o profundización de la fórmula de la adaecuatio, esta fórmula constituye el punto negativo de partida por referencia, por cuanto ellas sólo se explican de hecho o pueden explicarse mediante una delimitación frente a la idea de adecuación o mediante una referencia a la misma. Cabe mostrar además que toda teoría de la verdad presupone e incluye un concepto de adecuación corregido, convenientemente interpretado. 2. CONCEPTO DE VERDAD QUE SE DAN ATREVES DE LA HISTORIA. Como ya lo dijimos definir la verdad no es fácil y desde la edad antigua muchos pensadores se han esforzado por hallar una explicación convincente, lo que indica que es una noción compleja y nada clara. Para los filósofos pre-socráticos todo conocimiento se estructura no en la apariencia sino en el fundamento sólido sustentado por la razón. Para Parménides la verdad es desvelamiento del ser. Solo la verdad se da en la auto-revelación del ser, esta tarea la cumple la razón, pues los sentidos viven de la apariencia, del engaño. Lo único existente es el ser, camino para llegar a la verdad. Para Heráclito, la verdad sólo se descubre a través de la razón. Los sentidos no nos dan la naturaleza de las cosas. Sólo la razón es capaz de comprender la

verdad del ser, uno y en perfecto movimiento y de conocer las razones que gobierna todas las cosas. Platón, bajo la influencia de Sócrates y Anaxágoras convierte el Ser de las cosas en una idea trascendente e independiente de ellas. La verdad hay que verlas desde el mundo de las ideas y se conocen por medio de la reminiscencia. Para Aristóteles, se da una relación de hecho entre el entendimiento y la realidad. La verdad hay que ubicarla en las cosas, conocer las cosas en sus causas y en sus esencias, es conocerla en su aspecto de universalidad y de necesidad. La verdad de Aristóteles está dada en la unión y separación de los conceptos. Santo Tomás de Aquino define la verdad como la adecuación del pensamiento con las cosas; es planteada como una relación entre objeto y el entendimiento, es decir como una relación entre las cosas y lo que pensamos de ellas. Descartes fundamenta la verdad en sujeto no en los objetos, para saber si nuestros conocimientos son ciertos o errados nos es necesario ir a las cosas, solo basta que las ideas la conciba como evidentes, claras y distinta para que de hecho las aceptemos como verdaderas. Las ideas son el criterio para determinar la realidad que está fuera de mí. Para Kant la verdad es trascendental en un nuevo sentido, est es, se refiere a las condiciones a-priori, existente en el sujeto humano, que hacen posible la concordancia del entendimiento con el objeto. Según Kant, no se puede conocer más que fenómenos, es decir las cosas como aparecen como se presentan. Pero las cosas “en si” el noúmeno, es totalmente impenetrable a al razón, por lo que el ser esta reducido a algo puramente fenomenológico. Es el entendimiento el que está dotado de unas estructuras que hacen posible el hecho de conocimiento objetivo, esas estructuras son condiciones necesarias de objetividad, sin ser el entendimiento creador del objeto, ya que interviene la sensibilidad sobre el entendimiento. Hegel va a convertir el entendimiento en constitutivo de las cosas en si, es decir de lo real. Hegel quita la conexión que Kant establecía con el mundo de las cosas a través de los sentidos. Tanto el contenido del conocimiento como la forma del mismo proceden del sujeto. Lo real no es otra cosa que el despliegue de la razón. Para Huserl la verdad no se encuentra en la relación entre el pensamiento y la realidad, sino en determinar el sentido de la trascendencia en la inmanencia, que es la vida de la conciencia. En la época contemporánea La mayoría de intentos de determinación del concepto verdad siguen la tendencia exactamente contraria, por cuanto quieren dar al concepto de verdad una significación restringida en lo posible.

En esta época el problema puede esbozarse mediante la referencia a tres intentos. Heidegger considera “secundario” (derivado) el concepto de verdad de la tradición filosófica occidental y entiende la “verdad” en un sentido tan amplió, que esta expresión apenas tiene ya algo en común con lo que ella significa en el lenguaje cotidiano o en la tradición filosófica posterior 2 . Tarski, en cambio, quiere formular con la mayor exactitud posible el concepto tradicional de verdad, lo cual conduce al establecimiento de una fórmula que condena a la irrelevancia la expresión “verdad” para los planteamientos filosóficos. En un cierto punto medio entro esos extremos ha de localizarse el intento de Jaspers de conservar como esenciales todas las determinaciones anteriores de la verdad y de reducirlas a una “síntesis imparcial”, la cual ha de constituir el sentido envolvente de “ser verdadero”. El concepto de Verdad según Martin Heidegger Según Heidegger, la definición de verdad que se ha tenido tradicionalmente está errada. La “Concordancia del Pensamiento con la Realidad” es una afirmación muy general y vacua, según el filósofo. Se cuestiona sobre cuales son los fundamentos de dicha relación. La concordancia implica una relación. Se pregunta: ¿Respecto a qué concuerdan el pensamiento y la realidad? Nos dice que la igualdad es imposible por la falta de homogeneidad entre ambos. No basta suponer simplemente el todo formado por la relación, sino que es necesario ir más allá y preguntar por el orden del Ser que sustenta el todo cuanto tal. El conocimiento estriba en el juzgar. Hay que distinguir en el juicio el juzgar como proceso psíquico real, y lo juzgado como contenido ideal Del contenido ideal es de lo que se dice que es verdadero. Por lo tanto el contenido ideal es lo que está en relación de concordancia. Pero, ¿cuando se da la verdad?. Se da cuando lo conocido se verifica. Pero lo verificado es que el Ser descubre al ente relativamente al cual es. En la comprobación, el conocer se refiere al ente mismo únicamente. El ente en el conocimiento se demuestra tal como es en sí mismo. Es decir, se muestra que él es en su identidad tal como en la proposición se muestra. Se descubre que él es. No se comparan representaciones ni entre si, ni en referencia a la cosa real. La comprobación no entraña una concordancia del conocer y el objeto y menos de lo psíquico y lo físico. La comprobación entraña únicamente el “ser descubierto” del ente mismo. Él en el “cómo” de su estado descubierto3. En últimas la verdad se da en desvelamiento del Ser, el ente se va mostrando de manera progresiva. 2 3

Conceptos Fundamentales de Filosofía. Pag. 617 HEIDEGGER, Martin. El Ser y el Tiempo. Fondo de la Cultura Económica, México, 1962. Nº 44

3. POSICIONES RESPECTO A LA VERDAD: En el proceso del conocimiento de la verdad existen dos posiciones fundamentales: la realista y la subjetivista. Mientras en el realismo el objeto es extra mental (res mensurans), en el subjetivismo se identifica con el entendimiento (mens mensurans). A continuación se presentan las principales posiciones de la filosofía respecto a la verdad: - IDEALISTA: Una toma de posición ante el problema del conocimiento extrema al realismo. Mientras el realismo acepta la existencia del objeto con independencia del sujeto, el idealismo pretende reducir el mundo a una actividad del espíritu. Es decir, el mundo no tiene existencia en sí, con independencia del sujeto, de toda representación o conocimiento. Se trata de eliminar el dualismo sujeto-objeto para reducirlo a toda actividad del sujeto. Es la consecuencia del racionalismo de Descartes quien había reducido todo a la actividad pensante. El pensamiento era la única realidad desde donde se probaba la existencia del yo, de Dios, del mundo. Las cosas son verdaderas en cuanto yo las pienso clara y evidentemente. El idealismo pretende identificar lo real con lo racional, el objeto con el sujeto o conciencia. - SOCIOLOGÍA: La concepción sociológica de la verdad fue lanzada por Durkheim, y aceptada por Goblot. Los sociólogos defienden la idea de que la verdad consiste, no en la conformidad del espíritu con lo real, sino en el acuerdo de los espíritus entre sí. Como principio del acuerdo se limitan a sustituir la razón impersonal de Kant por la sociedad. En esta perspectiva se definirá la verdad como una creencia colectiva. Lo que pienso yo sólo es subjetivo; lo que piensa toda una sociedad es verdad. - PRAGMATISMO: Afirman la posibilidad del conocimiento. Mas el conocimiento queda subordinado a la acción, la que se convierte en el fundamento de la verdad y de la certeza. El hombre, antes de ser teórico es un ser práctico; de ahí que todo el valor de nuestro conocimiento es con base en la acción. Es verdad lo que es útil y provechoso al hombre. Carlos Pierce considera que la única función de la razón o del pensamiento es producir creencias y toda creencia es regla de hábito o acción. William James sostiene que el criterio de la verdad es la utilidad de algo para la vida individual y social; supone por tanto, que la verdad no es absoluta sino relativa. Para J. Dewey la verdadera sabiduría consiste en la aplicación de lo conocido a la conducta inteligente del hombre. El intelecto nos ha sido dado para obrar; con lo cual, el pensamiento y el conocimiento hacen referencia directa a la vida práctica del hombre.

- ESCEPTICISMO: No se discute la definición de la verdad y está de acuerdo en que ha de consistir en una adecuación sujeto-objeto. Lo que niegan es no solo la cognoscibilidad, sino la misma posibilidad de justificación gnoseológica de la adecuación en sí misma. Esta doctrina es tanto de los precursores del escepticismo (Zenón, Demócrito, Protágoras), como de los pirrónicos (Pirrón, Sixto Empírico, Montaigne), como de los académicos (Arcesilao, Carnéades, Ciserón). - RELATIVISMO: El mundo casi infinito de los sistemas relativistas gnoseológicos admite que la verdad depende de la bipolaridad sujetoobjeto, pero prescinde de la razón formal de adecuación o igualdad intencional. La verdad no es un valor gnoseológico absoluto, sino esencialmente relativo y depende de mil causas. - SUBJETIVISMO: para estos hay verdades, pero estas verdades tienen una valides limitada, afirman que no hay ninguna verdad universalmente valida. El subjetivismo limita la valides de la verdad al sujeto que conoce y juzga, puede haber un subjetivismo individual, donde un juicio es únicamente valido parta el sujeto individual que lo formula. Y subjetivismo general, donde hay verdades supra individuales, pero no universalmente validas, ningún juicio más que para el género humano. 4. PROBLEMÁTICA DE LA VERDAD: ¿Es difícil conocer la verdad? cognoscibilidad de la verdad.

Esta pregunta encierra el problema de la

La verdad es el objeto propio y natural del pensamiento, que es formalmente pensante por la verdad. Afirmar que el hombre es pensante y negar que conozca la verdad, es contradictorio pues sin verdad no hay pensamiento, y sin pensamiento verdadero tampoco hay certeza. Pero conocer la verdad no es fácil como lo demuestra la misma historia de la verdad desde la filosofía presocrática hasta las últimas pulsaciones del relativismo pragmatista (James, Gobineau, Rosenberg). Todas las posiciones escépticas de cualquier especie admitieron la verdad como un sueño imposible, un ideal inasequible para la mente humana. Las posiciones positivistas, al clausurar la potencia cognoscitiva dentro de los límites de la pura experiencia material y sensitiva, hicieron imposible el conocimiento de la verdad, que rebasa esa experiencia; sólo nos es asequible la verdad de las apariencias, nunca la verdad de las cosas. Los irracionalismos, producto del cansancio filosófico, negaron la posibilidad cognoscitiva de la verdad racional, gnoseológica y trascendente, para contentarse con una verdad oscura, extra racional y emotiva. En esta misma línea se mueven los intuicionismos vitalistas (Nietzsche) y los relativismos pragmatistas (James, Bergson).

Los relativismos, sin distinguir entre relaciones mutables e inmutables, se quedan sin saber si la verdad es cognoscible. Sin negar la cognoscibilidad se atienen a un subjetivismo interpretativo e inmanentista, que lo limita a “su” verdad, sin pretender definir “la” verdad. Es precisamente frente a la verdad donde aparece más patente la limitación gnoseológica del entendimiento humano. La verdad es asequible, aunque no siempre; y a la pregunta de si es difícil conseguirla, el transcurso de la filosofía dice que sí. Las razones de esta limitación en el conocimiento de la verdad radican tanto en la imperfección natural del entendimiento humano como en la complejidad del objeto. El abuso del término verdad nos dificulta seriamente el camino para comprender el problema de sus límites. El problema de los límites de la verdad es estrictamente gnoseológico. La verdad, ni es tan frecuente ni tan evidente como suponemos, y con mucha frecuencia llamamos verdadero a lo que es sencillamente pseudoevidente. Tengamos presente que nuestro entendimiento tiene verdadera dificultad para conseguir la verdad, por carecer de las especies propias de las cosas, carencia no motivada por el entendimiento en sí mismo, sino por la realidad del objeto. Más el problema de los límites de la verdad es mucho más profundo, ya que la múltiple posibilidad de la falsedad en un solo y exclusivo objeto vence gnoseológicamente a la posibilidad de verdad, que sólo es una, y que aún puede sufrir una desviación gnoseológica por la falsa semejanza que puede presentar con otro objeto. La verdad es difícil y el error fácil, y todo aconseja la prudencia gnoseológica 5. CARÁCTER INCOMPLETO DE LA VERDAD HUMANA. La verdad humana se sitúa más bien en esa incomoda tensión entre lo absoluto y lo relativo, en una búsqueda que hace crecer y progresar. La verdad humana siempre ha querido conquistar la realidad y acoger de manera respetuosa el misterio, es una tarea que el hombre no podrá nunca agotar. Todas las ciencias y estudios de tipo filosófico y teológico seguirán siendo incompletos. Siempre está la posibilidad de progresar, profundizar, explicar y aclarar las verdades ya dadas. La finitud de la verdad está relacionada con el hecho que la realidad se ve examinada desde muchos puntos de vistas parciales y relativas. Así que a los interrogantes del hombre siempre habrá respuestas parciales y relativas. Por mucho que se esfuerce el hombre; no será posible agotar y recuperar reflexivamente toda la riqueza del conocimiento pre-reflexivo; con cada nueva aclaración surgen nuevas experiencias y nuevos problemas. A medida que va avanzando la historia van naciendo nuevas forma de pensamientos. Entonces diremos que la finitud de la verdad va acompañada del progreso donde se replantean situaciones nuevas de la realidad. La búsqueda de la verdad

siempre va ser dinámica y nunca el ser humano va dejar de entender la realidad que lo rodea. Cuando hablamos de finitud en la verdad lo que niega en últimas es la verdad absoluta y no se refiere al antiguo relativismo. No se puede ver lo absoluto de la verdad ignorando o minimizando la multiplicidad, los choques, los errores, la búsqueda incesante y dolorosa, pero tan poco se puede caer en carácter histórico y relativo de la verdad. 5.1 Historicismo y la verdad absoluta4 El historicismo por su parte cierra los ojos ante la indiscutible dimensión del absoluto que se manifiesta en la verdad y la sustrae a la relatividad total de la historia, aunque dejándola en la historia. Para el historicismo toda la verdad pertenece únicamente a una época y es válida en el contexto de esa época. Para una justa interpretación del carácter histórico de la verdad, es preciso decir que toda verdad es recuperable en otra época y en otro contexto histórico, sin que quede nunca superado por completo. Lo que es histórico siempre tiene que presentar aspecto de “ya superado”. Pero en la medida en que capta aspecto verdaderos, conserva su valides para todas las épocas. Las verdades relativas o parciales de una época quedan superadas y asumidas en otras con un mayor grado de veracidad. Por lo anterior diremos que, el hombre nunca tiene una verdad absoluta, que esté libre de relatividad de los puntos de vista históricos y culturales. Todo conocimiento es conocimiento de hombres históricos profundamente limitados en sus posibilidades, aun cuando maravillosamente abiertos a la captación de los diversos aspectos de la verdad. Todo absoluto es considerado bajo un aspecto histórico y mudable. Ninguna verdad puede identificarse con lo absoluto. Las verdades del absoluto, para el hombre inserto en una realidad histórica, son infinitamente precioso, aunque ese absoluto no es conquistado de manera completa. Pero el ser humano siempre estará en potencia de liberarse de la verdad relativa y parcial acercándose cada vez más a la verdad autentica. 6. HISTORICIDAD.5 Es el modo específico del existir del hombre, característica esencial del ser humano que realiza su existencia a partir de un nivel alcanzado por otras generaciones y en tensión hacia el futuro lleno de posibilidades. Donde el hombre sumergido en un tiempo histórico, asume un pasado viviendo un presente con miras a un futuro. Esta historicidad la vive cada hombre en su contexto particular, pero no se podría hablar aquí de un relativismo, si no de la tarea que realiza el hombre durante un tiempo histórico. El conjunto de los valores y de la verdad humana es una tarea confiada a la libertad del hombre. Al ser el hombre un ser histórico esto significa que el hombre debe trabajar 4 5

Cf Gavaert, el problema del hombre pag 175 Cf Gavaert, el problema del hombre cap. 6

con los demás en el mundo para que los valores y verdades se manifiesten. Es posible realizar una verdad cada vez mejor y más completa. Así que el hombre existiendo en su propio espacio y tiempo, debe colaborar para acercarse gradualmente a verdades universalmente validas las cuales ayudan al progreso de la humanidad, que se encuentra en dinamismo. 7. JUICIO, VERDAD Y ERROR Conocimiento a nivel del juicio 6 . En el juicio los conocimientos ejerce plenamente su función: ordenar, confrontar, distinguir, analizar, sintetizar, etc. Los juicios estan inserto en un discurso coherente y lógico, en el que se articulan las líneas fundamentales de la realidad. La verdad a nivel de juicio es indicada generalmente como la adecuación del entendimiento con la realidad. Esa adecuación se realiza cuando el concepto expresa realmente en el juicio la formalidad que se le atribuye a la realidad. En el juicio pues la inteligencia conoce la verdad, su conformidad con el ser. Cuando afirmo que una cosa es, el juicio tiene un sentido copulativo, pues se unen dos conceptos diferentes, pero también tienen necesariamente un sentido existencial, en tanto que afirma la unión de dos conceptos como reales. Siendo la verdad al fin que tiende la inteligencia, es decir, su bien propio, el error es su mal, el error es una privación de la perfección. Un juicio es falso por cuanto carece de esta perfección que es la conformidad con lo real. El error sólo tiene la existencia en el sujeto al que afecta, en una inteligencia o en un acto de inteligencia. El error se da por accidente, pues la inteligencia como facultad actúa bien cuando sigue su naturaleza. El error es simple ausencia de conocimiento, es un pensamiento no conforme a la realidad; distinto de la ignorancia, que es la inconformidad del espíritu con la realidad. El error reside formalmente en el juicio, pues es contrario a la verdad. Hay error cuando se cree que es lo que no es o que no es lo que es. El error es siempre un prejuicio, un juicio dado sobre algo fuera o más allá de lo que vemos, no por lo que sabemos sino por lo que ignoramos, un prejuicio no es necesariamente falso, pero si es verdadero, lo es por casualidad. Mientras que el error es esencialmente un prejuicio. Si la verdad sólo existe formalmente en el juicio, el error también, pero la inteligencia al juzgar reflexiona y se da cuenta de su error, lo rectifica por si misma, reconociendo el error, se da lugar a la verdad. Perseverar en el error es obrar de mala fe, es una perversión moral. 6

Es radicalmente una afirmación mental en la que conocemos un contenido positivo o negativo (afirmación o negación). Esta afirmación mental sólo es posible por el conocimiento de la identidad (o no identidad) de dos ideas objetivas.

El error puede ser causado por un defecto en la inteligencia, defecto de conocimiento, de atención, de conciencia. Resulta el error de una precipitación del juicio. Voluntad (actos voluntarios) y sensibilidad (memoria e imaginación) que generan pasiones o prevenciones (afectividad), pueden ser causa de error. 8. ALGUNOS CONCEPTOS Certeza es la plena posesión de la verdad correspondiente al conocimiento perfecto. La conciencia de ella permite la afirmación, sin sombra de duda, con confianza plena en que dicho conocimiento es válido. Basada en la evidencia supone un conocimiento comunicable y reconocible por cualquier otro entendimiento racional. En el extremo inferior del conocimiento estaría la ignorancia absoluta o total. Estando en ella no se puede afirmar nada y, por tanto, no existe problema respecto al grado de posesión de la verdad. Entre estos dos extremos en el grado del conocimiento situamos un conocimiento que no es perfecto y no ofrece la suficiente confianza en su validez por lo que pueden darse dos situaciones: La duda. Se produce cuando la insuficiencia del conocimiento y confianza en la validez del mismo es tal que no es posible afirmar. En la duda se da un grado de conocimiento imperfecto y, consecuentemente, una desconfianza en la validez. La duda es fuente de conocimiento cuando se reconoce la parte que corresponde a la ignorancia y se convierte en motivación para el progreso del conocimiento mediante el estudio y la crítica. La opinión. Cuando el grado de conocimiento genera suficiente confianza en su validez como para poder afirmarlo como verdadero, pero no de forma perfecta. El que opina afirma, sí, pero no con perfecta confianza en la verdad de la proposición con la que el conocimiento se manifiesta. Teniendo lo que se afirma como verdadero se admite sin embargo la posibilidad del error y de la posible verdad de la opinión contradictoria. En la opinión, como afirmación débil, puesto que no hay evidencia plena,[3] intervienen, por otro lado, factores no estrictamente cognoscitivos como es la influencia de la voluntad y factores culturales e ideológicos. Es importante no confundir la situación psicológica del que afirma con certeza con la posesión de la verdad basada en la evidencia del conocimiento. Psicológicamente el que afirma puede considerar su afirmación como certeza, aun cuando no sea capaz de mostrar o justificar los conocimientos en los que se basa dicha afirmación. Así de hecho ocurre con las afirmaciones basadas en las creencias y en los discursos ideológicos, donde la certeza del que afirma debe considerarse certeza subjetiva y en el ámbito de la opinión al no presentar las condiciones de evidencia que requiere el conocimiento científico considerado éste el grado superior del conocimiento objetivo humano posible.

Esta distinción evita la confusión que se produce cuando las afirmaciones ideológicas o de creencias pretenden imponerse como certezas en el mismo plano y sobre ámbitos estrictamente cognoscitivos propios de la ciencia. Se evitarían errores y muchas tensiones sociales inútiles que, en algunos casos llevan a luchas de intereses y guerras disfrazadas con el valor de la Verdad (con mayúscula). La certeza respecto a una verdad no basada en el conocimiento, debe considerarse, por eso, en otra esfera independiente del conocimiento y comprendida en un concepto diferente: la fe7 9. ¿CÓMO SE LLEGA A LA VERDAD? Si decimos que la verdad es una adecuación del entendimiento entre el sujeto con lo real, donde el entendimiento corresponde al sujeto y lo real al objeto, entonces tendríamos que exponer como se da ese conocimiento verdadero: Ese conocimiento se presenta como una relación entre sujeto-objeto, donde estos dos miembros se correlacionan8, ambos se hacen sujeto y objeto para lograr un determinado conocimiento. La función del sujeto es aprehender al objeto y la del objeto es ser aprehensible y aprehendido por el objeto. Expliquemos esto de la siguiente manera: el sujeto sale de sus límites de su esfera y hace una incursión en la esfera del objeto, adquiriendo así el sujeto las propiedades del objeto y creándose una imagen del objeto conocido, dándose el proceso cognoscitivo. Después de este contacto en el sujeto sucede un cambio, ya que, éste se encuentra determinado por el objeto o de otra manera la imagen está determinada por el objeto9, porque sin el objeto no se daría la imagen en el sujeto y no podría haber un respectivo conocimiento. Hay que aclarar que esta correlación, sujeto-objeto, es irrompible dentro del proceso cognoscitivo, pero no en sí, porque ninguno de estos se agotan en su ser el uno para el otro sino que tienen además un ser en si. El objeto dejara entre ver lo que aún hay de desconocido en el y el sujeto deja entrever que es más que sujeto cognoscente (siente, quiere) ambos dejan de cumplir una función cuando salen de la correlación cognoscitiva. Muchas conclusiones respecto al proceso del conocimiento llegan a la conclusión de que nunca se puede llegar, Por parte del sujeto, aun conocimiento absoluto del objeto, ya que éste se va desvelando al sujeto según la necesidad y voluntad que él presente en el momento de conocer. 10. LA VERDAD EN EL MUNDO DE HOY. He repetido varias veces, en este trabajo que el hombre vive en una incesante lucha por encontrar la verdad, pero en el mundo de hoy muchos hombres 7

es.wikipedia.org/wiki/Certeza

8

De correlación que significa: Correspondencia o relación recíproca entre dos o más cosas o series de cosas. 9

El objeto al determinar al sujeto es independiente del objeto. Así que el todo conocimiento es entendimiento de un objeto, que es independiente de la conciencia cognoscente.

creen tener esa verdad tan anhelada en sus manos, convirtiendo su punto de vista como verdad absoluta y queriéndolo aplicar a todo tipo de realidad, se ha caído en un relativismo donde cada persona cree que lo que piensa es la verdad universalmente valida y por ello lo quieren imponer a toda la sociedad. Hay otras personas que no se preocupan por encontrar la verdad, sino que se dejan llevar por una sociedad (medios de comunicación, políticas, capitalismo, consumismo, etc.) que no actúa de acuerdo a la naturaleza humana que es el único camino para llegar al bien último de la humanidad, la felicidad. Tampoco podemos negar el esfuerzo que han hecho muchos pensadores a nivel filosófico, científico y teológico, para tener acercamientos hacia la verdad que buscan un progreso en la sociedad, lo malo es que esas verdades se pueden poner en contra de la humanidad. CONCLUSIÓN. - La búsqueda de la verdad es propio de los seres humanos que quieren entender el misterio de la realidad para poder vivir y darle sentido a su existencia. - El trabajo sobre la problemática de la verdad no ha sido una inquietud de unos pocos filósofos, sino por el contrario han sido muchos los que han presentado su planteamiento como solución a dicho problema. De igual forma todo aquel que quiera plantear algún tema de estudio, está llamado preliminarmente a cuestionarse sobre la posibilidad de la verdad, siendo esta el fundamento y la posibilidad para desarrollar cualquier cuestionamiento. - Establecer la posibilidad de la verdad es una actividad difícil de llevar a cabo, siendo la realidad tan cambiante y teniendo en cuenta que toda la realidad del objeto nunca se nos muestra como tal. Además debemos tener en cuenta las grandes limitaciones del sujeto cognoscente.

1. BIBLIOGRAFÍA - DE ALEJANDRO, Jose Mª. S.I. El Conocimiento Humano. Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid, 1974. - VAN STEENBERGHEN, Gredos. Madrid, 1956.

FERNAND.

Epistemología.

Editorial

- RUSSELL, Bertrand. El Conocimiento Humano. Taurus Ediciones S.A. Madrid, 1977. - El problema del hombre, introducción a la Antropología Filosófica, Joseph Gevaert, ediciones sígueme Salamanca, 1997 - KRINGS, Hermann; BAUMGARTNER, Hans; WILD, Christoph. Conceptos Fundamentales de la Filosofía. Tomo III. Barcelona, 1979. - HEIDEGGER, Martin. El Ser y el Tiempo. Fondo de la Cultura Económica, México, 1962. - Manual de Epistemología, Seminario Mayor, 2007, Isaza.

Pbro. Gustavo

- Manual de Antropología filosófica, Seminario Mayor. 2008, Pbro. José Abel Sierra