El Palomar Lucrativo

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El palomar lucrativo Las palomas Buchonas y la llamada Buchona ladrona Resulta muy interesante cuanto se relaciona con esta raza de palomas, acerca de la cual se ha escrito y aun fantaseado no poco. Siendo de positivo interés para el colombicultor el conocimiento de las Buchonas, no podernos substraernos al deseo de transcribir el interesantísimo estudio que acerca de ellas ha escrito el doctor Altamira Raventós, que es una verdadera autoridad en la materia. Dice así: "Existe una confusión entre los que desconocen la paloma buchona, pues creen que con sólo ser buchona ha de ser también ladrona, estando en ello en un perfecto error. "Hay una variedad de buchonas que no pertenecen ni por equivocación al grupo de las llamadas vulgarmente ladronas. "En Inglaterra tienen algunas variedades de buchonas, tales como la cigüeña gigante, la mediana y la pequeña. "En Francia tienen la buchona de Lila que es una variedad degenerada de la inglesa. "En algunas ciudades del Norte, particularmente en Alemania, las hay de muy desarrollado buche, grande y hermoso, que poseen un instinto de seducción indeterminado cuando persiguen a palomas de su misma especie "Las palomas que poseen el instinto de seducción determinado, o sea que lo mismo seducen a los machos y a las hembras que a los pichones y en general a toda clase de palomas, son llamadas buchonas-ladronas y suelen ser de raza española y particularmente valenciana. "A las buchonas las describiremos así: la cigüeña gigante (inglesa). Es de gran tamaño, de color rojizo, la cola y las plumas remeras algo cenicientas, la cabeza larga y deprimida, el buche muy desarrollado y levantado, pues cuando se le hincha casi no se le ve la cabeza; las patas y dedos, adornados de plumas bastante largas. "En las otras dos variedades de buchonas inglesas, mediana y pequeña, hay ejemplares calzados y otros que no lo están. "Algunos aficionados conservan esta raza con toda su pureza porque tiene el vuelo más elevado y sostenido. Ambas variedades reúnen los mismos caracteres de forma e instintos. "En Inglaterra los palomares están divididos en dos partes, incomunicados. En una tienen a los machos y en la otra a las hembras, evitando que se vean e incluso que se oigan. "Un día sueltan a los machos y otro día sueltan a las hembras. El mérito está en seducir los machos de un palomar determinado a las hembras de un palomar ajeno, devolviéndose luego sus presas unos a otros sin discusión, por llevar todos los ejemplares señales bien definidas, que permiten precisar a quién pertenecen.

"Hay varios grupos de aficionados distribuidos en barrios distintos, que al reunirse dentro del plazo convenido entregan las palomas a sus dueños, mediante una insignificante indemnización por cada ejemplar retenido. "Este ejercicio dura de octubre a mayo, ayuntando en seguida a los machos y las hembras que sé han distinguido en sus instintos de seducción, conservación y persecución. Esta clasificación es la selección zootécnica artificial. Luego se las pone a criar hasta el mes de octubre venidero. "Desde hace varios años, algunos comerciantes en frutas de Alicante, Valencia y Murcia que viven allí (en Inglaterra) para atender a sus negocios, se han aficionado a la paloma buchona-ladrona, de gran instinto de seducción, conservación y persecución. "Estos aficionados a la buchona-ladrona que residen en el mismo Londres, procuran tenerla en los terrados lo más oculto posible de sus palomares celulares y sus trampas, haciendo algunos su agosto por el gran número de palomas de que diariamente se apoderan en todas partes. "La introducción de nuestra buchona-ladrona en Inglaterra ha dado lugar a que un intelectual inglés, gran aficionado, fijara su atención en la nueva huésped, y, dotados como están los anglosajones de un gran espíritu de observación y experimentación, estudiara el asunto transmitiéndolo a sus libros con tal riqueza de detalles, que ninguno de los nuestros tratando de palomas, se ocupa con tanta perfección y concienzudo estudio sobre esta especie de paloma buchona-ladrona de raza española. "En París existen dos aficionados colombófilos españoles, entre otros varios, hijo de Alcoy uno y valenciano el otro; el primero, que vive cerca del Trocadero, posee un lote de diez buchonas-ladronas haciendo volar cinco cada día, alternándolas con las otras cinco. El segundo, periodista valenciano, tiene la instalación del palomar más perfecta que el anterior, posee un magnifico lote de buchonas-ladronas, ronda de cruzados y educación de pichones. "Por la noche les quita la comida y la bebida a los cruzados y a los pichones. A éstos les deja el palomar abierto para que al amanecer emprendan el vuelo y por la mañana les pone la comida y la bebida, quienes, al volver, quedan encerrados automáticamente, dando salida a los cruzados, que seguidamente salen a volar estando a veces más de una hora sin regresar al palomar, y casi siempre, al volver, traen palomas que se han extraviado; pues como andan necesitados de hembra, se introducen en las grandes bandadas de palomas desorientando a las hembras y a los machos jóvenes, que acaban por seguirles. Regresados a su palomar hambrientos y sedientos, se introducen para saciarse, quedando automáticamente encerrados Es entonces cuando suelta a los cinco machos de buchonasladronas, los cuales son los encargados de reducir definitivamente a las palomas extraviadas que han atraído los cruzados. Estos suelen posarse en los tejados más altos de los alrededores o en las torres y campanarios más cercanos. La paloma que los buches no pueden hacer introducir en su jaula, suele quedar fuera en la trampa automática, a cierta distancia de los demás palomares. "La ronda de cruzados está compuesta de un número impar (el cruzado es el producto del cruce de la paloma buchona-ladrona con la mensajera) y se tienen en colectividad en un palomar, dentro del cual cada uno tiene su celda, al efecto de evitar las riñas y rivalidades. El juego de cruzados únicamente tiene aplicación en las grandes ciudades. "La educación de los mismos ha de empezar a los cuatro meses, soltándolos de los puntos más estratégicos de la ciudad para que adquieran una perfecta orientación.

"Educación de los pichones de la paloma buchona-ladrona. Hay todavía aficionados que tienen los pichones en cautividad hasta los cuatro meses de edad, para que no estorben y por tanto echen a perder el juego de machos en función. Esta manera de proceder es un absurdo tan grande que no cabe discusión, pues ¿ cómo es posible que las pobres aves adquieran el indispensable desarrollo muscular y óseo, siendo así que los bríos para el vuelo que no se adquieren hasta los cuatro meses de haber nacido jamás se obtienen? "Por esta poderosa razón, los colombófilos modernos que han estudiado este asunto con detenida observación en todos sus detalles, no sólo avezan a los pichones desde que principian a volar, sino que, para que adquieran el más completo desarrollo educativo, cuando las tiernas aves tienen unos treinta y cinco días, los colocan en el avezador o palomar a propósito para que puedan salir cuando quieran, y transcurridos diez o doce días les adicionan, según el número de éstos la mitad aproximadamente de pichones de la variedad mensajera, que tengan de diez a quince días menos de edad y que sean de diferente nido, pues se ha probado que si son del mismo nido (hermanos), al principiar a volar se juntan dos a dos, quedando las buchonas sin sus compañeros de habitación, volando unos por una parte y otros por otra, pero si se hace como queda indicado se juntan todos y vuelan formando un solo lote en el aire. "A los tres meses y medio, a las buchonas se las somete a cautividad, y se dispone de los mensajeros. "Al cabo de un mes de cautiverio, es casi seguro que el aficionado haya podido distinguir los machos de las hembras; en tal caso, éstas seguirán en cautividad y los machos estarán en condiciones de aquerenciarlos en sus correspondientes celdas-palomares y principiar el estudio de observación de sus buenas y malas cualidades con verdadero detenimiento. "Aunque el colombófilo tenga juego de buchonas en función, puede en lugar separado, como ya es sabido, preparar el local a propósito para la colección de pichones de avezamiento; por la noche cerrara el palomar celda de cada uno de los adultos en función y dejará abierto el de los pichones en educación, quitándoles a éstos la comida y la bebida; a la mañana siguiente, al llegar el dueño del palomar, colocará dentro del de los pichones su correspondiente comida y bebida, y como el largo rato que han estado volando les ha despertado hambre y sed, seguidamente penetrarán los pichones dentro de su palomar, quedando encerrados hasta el día siguiente, que se repetirá la misma operación diariamente durante tres y medio a cuatro meses. En el palomar de los pichones, la entrada debe ser automática, de la misma forma que la usan en palomares de mensajeros. "Son unas alambradas sujetas con bisagra, que se abren a voluntad del dueño hacia dentro o hacia fuera. "Ya encerrados los pichones uno a uno, el Colombófilo principiará a abrir el juego de buchonas así que éstas se hayan puesto en contacto con los educandos jóvenes. Téngase presente qué nada hay que perjudique tanto a las buchonas machos adultos sin hembra como el roce con pichones, sean de la clase que sean éstos. "Está demostrado que en la educación de la buchona-ladrona en la etapa de su primera edad, junto con la variedad mensajera, la buchona adquiere un extraordinario desarrollo en su vuelo por seguir el mismo a la mensajera durante los tres y medio meses de su educación, porque por sabido se tiene que, en la variedad mensajera, su elevado y sostenido vuelo aventaja sobradamente a todas las variedades de palomas que existen y muy particularmente a su compañera de educación la buchona-ladrona.

"Datos particulares de la paloma buchona-ladrona valenciana.-Hay muchas variedades y son muy pocas las que poseen los tres instintos, seducción, persecución y conservación, bien equilibrados para Que resulten ejemplares de primera clase. "Unas son poco perseguidoras, otras poco seductoras y las más se dejan coger con bastante facilidad en las trampas de Que. se valen los aficionados para apoderarse de ellas. Hay muchos ejemplares engañadores por su aspecto; sin embargo, se dejan coger fácilmente. "Algunos ejemplares de estas palomas acostumbradas a la población donde han sido voladas por primera vez, y hasta a las condiciones del punto donde está situado el palomar, o por el esmerado cuidado de su dueño, resultan tipos de primera clase; empero. Si se presenta un aficionado de otra población y efectúa su compra llevándosela a su país, aunque la eduque siguiendo con , todo esmero las debidas reglas, la tal buchona, después de estar algunos meses cometiendo varias acciones inversas a las que acostumbraba en su palomar primitivo, obliga al dueño a deshacerse de ella por dar mal ejemplo. Como se vencen las dificultades para la elección de los buenos ejemplares. .Algunos tipos de primera calidad pasan desapercibidos por sus dueños; este engaño consiste en que en el juego de buchonas hay una que domina a todas, demostrando cierto desprecio a una determinada, con la cual sostiene largos momentos de lucha. »¿ Es posible que a esta ave perseguida se le desarrollen desahogadamente sus instintos? De ninguna manera. Se ha comprobado, sin embargo, que si esta pobre víctima ha sido vendida por su dueño, ha resultado entonces un buen ejemplar en su nuevo palomar. "Conviene, pues, que cuando exista en un lote de buchonas un ejemplar picón, se quite a tiempo, o, de ser muy bueno, se deje volar solo, guardando a los demás encerrados, alternando la libertad de uno y otros. "Las buchonas han de estar bien unidas, pues es de la única manera que pueden desarrollar sus instintos con entera libertad. Los aficionados a las buchonas-ladronas deben dedicar su afición a convertirse en grandes observadores, tanto en las mas que forman el lote como en los ejemplares escogidos para la reproducción. "Han de seleccionarse los machos destinados a ésta para que sean de bien probada valía, cruzándolos con las hembras cuyos padres son tipos de reconocido mérito. "Practicando con verdadero esmero y cariño la selección zootécnica, se obtendrá siempre una raza selecta, pues es la única forma de conservar las razas en toda su pureza. "Descripción de los instintos. - El ejemplar de la buchona-ladrona que los entendidos llaman extra, es la que no se deja aprisionar en ninguna trampa, y de entre varias palomas que vuelan a una vez susceptibles de perseguir se dirigen a la más extraviada, por serle más fácil el atraerla a su palomar, y la persiguen tenazmente hasta agotar sus fuerzas, no desistiendo en su empeño aunque la perseguida sea una mensajera, cuyo vuelo muy elevado y resistente es extraordinariamente superior al de todas las buchonas. "La buena buchona debe huir de posarse en otros palomares y en los tejados cercanos; pasará volando muy cerca de ellos sin pararse. Perseguirá toda clase de palomas sin distinción, ya sean machos, hembras o pichones, y también sin distingos de que éstos sean de una u otra variedad. Jamás picará a una forastera, y cuando ésta se halle

cerca de su palomar la llamará sin cesar para atraérsela consigo. Y si por cualquier causa la forastera a quien ha hecho prisionera le huyera, se lanzará precipitadamente en su persecución, para reducirla nuevamente. "La buchona debe perseguir con mayor interés a las extraviadas, y cuando éstas no existen perseguirá a la primera que tropiece en su camino. "Hemos observado que algunos aficionados poco entendidos en esta materia creen, y están equivocadamente convencidos, reuniendo tan sólo la buchona las cualidades de volar alto y bien, ser bonita y tener el buche desarrollado; al pr6pio tiempo que tenga la buena costumbre de precipitarse de golpe en la trampa automática de un palomar, ya es buena. "El que tal creyera está en un manifiesto error, por cuanto la buchona ha de ser buena voladora, sin que ello signifique inferioridad a las que, volando poco, tienen sus instintos bien desarrollados. Pues las hay que, volando poco poseen, sin embargo, a la perfección sus instintos de seducción, persecución y conservación muy desarrollados y equilibrados. "La buchona es el Don Juan de toda clase de aves, que para lograr sus fines utilizará, al igual que las personas, sus medios más audaces, graciosos y atrevidos, sin necesidad de recurrir constantemente a una ridícula y desenfrenada persecución de la qué ha de ser su presa. Es una psicóloga de las teorías modernas de seducción. "Si una vez seducida su conquista le huye, entonces se lanzará a su busca, a su persecución desenfrenada, cual un Otelo. "De tantas buchonas como se ven volar, no llegan a un cinco por ciento las que son buenas buchonas-ladronas. "Los instintos de la buena buchona han de estar bien caracterizados en la persecución, seducción y conservación. "El primero consiste en perseguir a toda clase de palomas sin cesar, hasta conseguirlas. Para ello no es menester un vuelo exagerado; es suficiente que vuele con la audacia necesaria para envolver en el cerco a su conquista. "Se dedicará a perseguir especialmente a las extraviadas, quizá por considerarlas de seducción más fácil. "El segundo consiste en atraer las seducidas a su palomar, llamándolas al nido que, al efecto, estará escondido en el fondo de su celda o casita, en el palomar. "Y el tercero, o sea el de conservación, consiste en no dejarse caer en las trampas de los adversarios, que son muchas y algunas muy ingeniosas. "Así como en otras clases de artes y de deportes se dedican a él personas de determinada instrucción, a este arte y deporte, a la vez que cultivo de la paloma, con todo y ser tan interesante como ingeniosísimo, la mayoría de sus aficionados son jóvenes de clase humilde. "Sin embargo, conocí en Valencia al caballeroso barón de Cortes, que sentía una gran afición por las palomas buchonas, en el cultivo de las cuales empleó mucho dinero, logrando adquirir ejemplares superiores por sus instintos y origen, los que utilizaba para conseguir el laudable propósito de llegar a obtener una buena casta por

medio de los cruces. Este noble señor tenía el honroso orgullo de ser quien volara el mejor juego de buchonas existente en la localidad. "En la misma ciudad viven actualmente algunos señores de casa acomodada que se dedican con mucho celo a la cría de esta tan curiosa como interesantísima paloma. Hace algunos años conocí en Játiva a los abogados señores Martínez y Rantez y a don Miguel Albalat y Gonzalbo, maestro de los maestros en este arte y a la vez deporte. "Dicho señor Albalat poseía un manuscrito que perteneció a un fraile franciscano, en el cual, además de la paloma buchona que cultivó durante más de cuarenta años, habla extensamente de las mensajeras valencianas Magañ y Azul de la Estrella. "Puede afirmarse que en dicho manuscrito principia la historia de las variedades mencionadas. El susodicho franciscano autor de ese importante manuscrito se llamaba Antonio Llaudis, quien cultivó en la clase de buchonas una de un color determinado, ahumado; y hoy, en dicha comarca, a pesar de los años transcurridos, se la llama a esta variedad de buchona ahumada y de pico y uñas amarillos, la buchona franciscana. En cambio, a las buchonas en general se las llama laudinos, y esto demuestra que el fraile Antonio Llaudis fue quien cultivó estas aves antes que el naturalista Cavanilles, que también habla de las buchonas en su historia natural de las palomas. "Puntos donde se encuentran actualmente los mejores ejemplares. - Éstos son las provincias de Valencia y Alicante y en las pequeñas ciudades y pueblos grandes de estas provincias. "Y con el tiempo estos ejemplares serán mucho mejores todavía, pues la mayoría de las variedades de ahora están algo degeneradas debido a la consanguinidad de las mismas, por practicarse cruzamientos con ejemplares de muy cercano parentesco. Y también por la mala selección zootécnica y por tener los pichones sin avezar hasta los tres o más meses, lo cual motiva, por falta de ejercicio juvenil, escaso desarrollo muscular de las alas. "Esta deficiente educación de los pichones, más los desacertados cruzamientos, contribuyen a la degeneración forzosa de las razas. "Por lo tanto, nuestro empeño está en llenar el hueco que han dejado los aficionados al cultivo de la paloma buchona, pues así como para la paloma mensajera se han editado interesantísimas obras que contienen preciosas observaciones e interesantes estudios para su educación, hasta ahora no se ha publicado ningún libro ni folleto que viniese dedicándose al análogo fin para la cría de la paloma buchona, que, sin embargo, es de tanto o mayor interés que la mensajera. Pues los estudios de Cavanilles y el padre Llaudis, que son ciertamente muy raros, contienen tan sólo unos cuantos datos imprecisos e insuficientes. "Observación sobre los caracteres estáticos y dinámicos (Formas y movimientos) y de los colores de la buchonaladrona. - Es un hecho patente entre los aficionados dejarse arrastrar casi siempre por una pasión determinada. A unos les gusta que tengan el buche muy desarrollado y colgante; a otros que sean ejemplares bien levantados y de mediano volumen, y los hay también que se entusiasman por los ejemplares colitejas (la cola en forma de teja) y por los colicorvos (cola corva) o por los colillanas (cola recta). "Por lo que hace referencia a los colores, sucede lo mismo. La opinión, o mejor dicho, el capricho de los aficionados por éste o por el otro color, se demuestra también en el palomar de distintos aficionados. Sienten algunos gran predilección por los ejemplares de color azul, hasta creen que no puede resultar buena buchona-

ladrona si deja de ser de este color. Otros aficionados, y no son pocos, tienen predilección por la variedad de colores, como también de formas en el vuelo. "Sin embargo, nuestra predilección es para colillanas de color gavino, pues la observación y el estudio nos han demostrado que es éste el mejor ejemplar que hemos conocido. "Canelos, Melados y Rojos los hay de superior calidad y hoy son los más apreciados y más en boga, lo mismo que los de color de rata. "Fácil es de comprender que para conseguir un tipo determinado de forma y de color hay que recurrir a los cruces y recruces llevados a cabo con toda cautela y perfección, tal como dejamos bien indicado en este libro. Teniendo también mucha precaución para efectuar la selección artificial. "Los más entendidos han demostrado que para obtener una buena raza no han escatimado ni tiempo ni dinero; pues cuando se han informado que en una determinada localidad existía una buchona de primera calidad, se han dirigido a ella, estudiando y observando sin que se diese cuenta su dueño de cómo era el ejemplar de dicha ave, cerciorarse de la verdad y luego adquirirla. Una vez obtenida, cruzaría con una hembra que era hija de otro ejemplar de reconocida valía "Nadie puede dudar que siguiéndose así la selección, se pueden conseguir ejemplares de raza selecta. "El buen aficionado debe prescindir hasta cierto punto de la forma y del color del ave, para fijar su atención principalmente en que los ejemplares sean lo más perfeccionados posible en los instintos de seducción, persecución y conservación. Cualidades muy indispensables de la buchona-ladrona de primera calidad. "La nueva buchona-ladrona ideal. - Ya en otra parte hemos mencionado a dos colombófilos valencianos residentes en París, cuyos estudios y prácticas para mejorar la raza de esta clase de animales han sido admirados e imitados por cuantos han tenido de ello referencia, contándose entre los admiradores a muchos que van a la vanguardia del progreso zoológico, principalmente de Inglaterra. "La buchona-ladrona ideal es la que llamaríamos vulgarmente quinterno, o sea el cruce efectuado por cuarta vez de la paloma buchona-ladrona con la mensajera. "Expliquémonos: Para separarse lo más posible de la consanguinidad o parentesco, se escogerán dos o tres buchonas de probada valía e igual número de mensajeras de Lieja, o, en substitución de éstas, la mensajera azul de la Estrella, valenciana, o bien la Carriére inglesa, efectuando el cruce de éstas con las buchonas. El primer resultado será el cruzado sencillamente, teniendo lo mismo de mensajera que de buchona; este cruzado vuélvese a cruzar con la buchona, obteniéndose por resultado los tercerones, que tendrán de tres partes dos de buchona y una de mensajera; el tercerón vuelve a cruzarse también con la buchona, naciendo de este cruce los cuarterones, en los que de cuatro partes tres de ellas corresponderán a la buchona y una a la mensajera; por último, este cuarterón deberá a su vez cruzarse con la buchona, obteniéndose con este cuarto cruce el quinterón, al que, como es natural, le corresponderán cuatro partes de la paloma buchona y una de la mensajera. "Resultado es éste de los cruces que, aunque no fuese lo suficiente exacto, es el que se aproxima más a la realidad, pues debemos considerar que cuanto más tenga de buchona la paloma, obtendremos mejores y más definitivos resultados de ella.

"Por este procedimiento es como se obtiene la llamada paloma buchona-ladrona-ideal, pues llevando a cabo con una inteligente selección zoológica del cruce y recruce, el quinterón no tan sólo poseerá los tres instintos que caracterizan a la buena buchona-ladrona, sino que llegará a su máximo perfeccionamiento, adquiriendo, además, una gran velocidad en el vuelo, por su solidez y desarrollo muscular y de todas sus plumas en general, y en particular la textura de las remeras de las alas, extraordinariamente resistentes. "Para obtener este buen resultado, precisan a. lo menos tres años. "Los aficionados que se dediquen a seleccionar colores determinados deberán escoger para los cruces el color que deseen, ya sea rojo, blanco, ahumado o gavino (color de la gaviota o gallina de mar, etcétera, escogiendo para ello la Carriére o la mensajera liejesa. "Juego de buchonas-ladronas. - Mediante la reunión de varios machos de esta clase de palomas, puede realizarse la constitución del palomar conocido entre los aficionados con el nombre de Juego de Buchonas; aquellos pueden ser más o menos jóvenes o viejos, siempre y cuando reúnan facultades e instintos de probada y reconocida valía, debiendo tener presente que lo que no se consigue con tres machos bien avenidos y con los instintos de seducción, persecución y conservación bien equilibrados, no se conseguiría ni con veinte ejemplares, partiendo siempre del principio de que cuanto mayor es el número de aquellas aves más dificultades se ofrecen para poder apreciar las cualidades y perfección de sus instintos en cada ejemplar en particular, resultando muchas veces que el ejemplar que reúne mejores condiciones se muestra completamente acobardado e inactivo por la influencia de algún compañero en particular, y hasta de los demás en general, por cuyas circunstancias su dueño se desprende de él fácilmente obligado por engañosas apariencias. "El juego de buchonas, compuesto de tres ejemplares, reúne inmensas ventajas. El aficionado, por poco observador que sea, podrá reconocer fácilmente y en breve tiempo cuál es el mejor ejemplar, así como los defectos de que adolecen sus demás compañeros del juego. Nuestro palomar ha estado siempre compuesto de cinco machos, y cuando no han podido ser éstos de primera clase, hemos adoptado la precaución siguiente: al conducir nuestras buchonas, una a una, un palomo extraviado al tejado, hemos procedido lo más pronto posible al encierre de los tres machos, dejando en libertad a los dos mejores, pues sucede muy a menudo que si la paloma extraviada no se decide a penetrar pronto en una de las trampas, hay machos tan recelosos que, procediendo a acariciar de una manera algo violenta a la paloma forastera objeto de la conquista, acaban por obtener un resultado completamente contraproducente, cual es de ahuyentar la referida paloma forastera. "Para los ensayos de observación, hemos procurado siempre reunir en nuestro palomar la mejor buchona de nuestra procedencia y dos jóvenes observantes más, a fin de que, transcurridos tres meses, se pueda formar juicio de las educandas. Si éstas reúnen las condiciones apetecidas, guardarlas; de lo contrario desprenderse de ellas. "Debemos aconsejar a los aficionados a esta clase de aves que el número de las reunidas en sus palomares sea impar, especialmente tratándose de palomos machos, porque si el juego resulta par y en número reducido, algunas veces se juntan dos a dos algunos machos (aunque esto sucede raras veces y sólo en machos jóvenes que no han criado), dando por resultado que se echan a perder completamente. "Ejemplo de ello es lo que ocurrió hará unos tres años a un amigo nuestro de Valencia, a quien regalamos un precioso ejemplar joven, de un año, y reconocidamente probado durante los primeros cuatro meses que estuvo la paloma en su poder, volándola sola capturó más de cuarenta palomas entre éstas varias buchonas machos y hembras. Quiso nuestro amigo educar uno de los machos Cogidos y el resultado fue que, aun no habían transcurrido dos meses, y ya el ejemplar fruto de nuestro obsequio, que tan buenos servicios había prestado, estaba

tan echado a perder que durante este período apenas aportó al palomar tres o cuatro palomas y no se le pudo utilizar para la cría hasta transcurrido algún tiempo. "Consideramos de relativa importancia la consignación de algunas reglas referentes al avezamiento de palomas buchonas procedentes de distinto palomar o población. Al proceder a la adquisición de una buchona macho, que sea de una misma localidad o población, para educarla lo mejor posible, si el ejemplar es joven y no ha criado todavía, ofrece mayor ventaja sobre todo formando pareja con una hembra avezada. Una vez aparejados, al llegar la víspera de poner la hembra el primer huevo, después de ocultarse el Sol, se permitirá a la pareja verificar varias salidas al tejado sin ahuyentarlos, para que tomen vistas y se orienten, pues siendo aquella hora algo avanzada y lo recelosos que acostumbran a mostrarse los machos cuando se hallan en tal estado sus hembras, no suelen apartarse un momento de ellas y por lo tanto del palomar. Después de verificadas las referidas salidas al tejado, se efectúa su encierro hasta el día siguiente, en el que deberán renovarse aquéllas algo más temprano, ahuyentando sin violencia a la pareja para que vuelen un poco a fin de que vayan conociendo al palomar y las torres y tejados de mayor altura que rodeen al mismo. "Si la paloma macho es de la misma localidad, bueno será dejarle hacer una cría en la misma celda y trampa; después deberá volar sin hembra, y si va, al soltarle a los primeros días, a su palomar Primitivo, hay que recuperarlo para soltarle al día siguiente a la misma hora, junto con su hembra; pero si después de regresar juntos abandona aquella para volver a su antigua procedencia, se hace nuevamente necesario un escarmiento en dicho punto, ahuyentándola violentamente a fin de que vuelva al segundo palomar, que es su verdadera casa pues de esa manera al propio tiempo que sé le habitúa al vuelo, se le acostumbra al nuevo domicilio, que es lo que nos habíamos propuesto. "Todas estas dificultades aumentan o disminuyen según sea la mayor o menor distancia existente entre el primitivo y el nuevo palomar que sirve de albergue a la buchona que se trata de avezar. "Si la buchona procede de otra población, se observarán las mismas reglas que hemos descrito, pero sin necesidad de que aquélla haga ninguna cría. Después de avezada, si la hembra pone huevos, se le respetarán hasta después de pasados ocho días, quitándoselos luego junto con la hembra, a la que no deberá ver ni oír, comenzando seguidamente la observación de sus instintos y acciones. "Especialidad para la alimentación de las buchonas.-Los machos sueltos en juego de buchonas no deben comer más que maíz, pues las otras comidas, como los yeros y el trigo, les desarrollan acumulaciones de grasa en el fondo del buche, que les producen grandes dificultades en sus movimientos, y los cañamones, el alpiste, etc., les ocasionan grandes excitaciones genésicas. Incluso tan peligrosas indigestiones que algunas veces hasta hay que abrirles el buche. "Cuando se les destine para la cría se requerirán las reglas de las demás palomas. "La trampa. - La usan, en las grandes ciudades, los aficionados que no pueden estar aguardando la llegada de los palomos para encerrarlos. "Consiste en un jaulón de listones, de 80 centímetros de largo por 60 de ancho y 40 de alto, cubierto de cristal por encima, evitando que se moje el interior, con dos tiras de alambre, una a cada lado, con sus correspondientes bisagras que al empujarías cedan hacia adentro.

"No hacemos muy detallada la descripción porque suponemos que todos los aficionados la tienen, especialmente los que se dedican a las mensajeras, pues observando un palomar de éstas queda comprendido el mecanismo de la trampa. Comunicando con ésta habrá una caja de un solo agujero que permita pasar a la paloma de la trampa al cajón, pues las palomas extraviadas suelen ser muy miedosas y se esconden seguidamente en el cajón anexo a la trampa, evitando el revoloteo en la misma. Por la noche se recogen. "Como sea que los machos buches están escarmentados, no van a la trampa. "Escondida la paloma extraviada en el cajón de la trampa, como sea que los machos buches no la ven ni la oyen, no les impide volver a seducir a otras extraviadas. "ACLARACIONES. - Avezamientó - Avezamiento es acostumbrar a las palomas libres que vuelvan a su palomar. Es la educación y al propio tiempo la disciplina de las palomas. "Aquerenciamiento es que tomen cariño y qué se acostumbren a criar donde el colombófilo tenga por conveniente. "Para eso hay un6s jaulones aquerenciadores hechos de listones de madera, de medio metro cuadrado por treinta centímetros de alto, que se empalman con la casilla. Para que tomen cariño al nuevo aposento se procura que verifiquen una cría, y concluida ésta se les quita el jaulón, quedando la pareja libre y en contacto con sus compañeros de palomar. Esto se emplea para la disciplina en las parejas de carácter revoltoso, que no encuentran en el palomar ningún sitio bastante bueno para hacer sus nidos. "Y también por si los aficionados quieren que las palomas acostumbradas a un punto determinado se acostumbren a criar en otro, pues para lograrlo no tendrá otro remedio, si quiere seguir las verdaderas reglas del arte, que emplear el jaulón aquerenciador. Este cambio igual puede suceder en el mismo palomar que en otro anexo. En las buchonas estos cambios suelen ocurrir bastante a menudo." Dr. Altamira Raventós

El reencaste A fuerza de ser sinceros, hemos de confesaros que el título del mismo lo vamos a usar como señuelo para llamar vuestra atención; pero intentaremos no defraudaros con engaños y procuraremos esclarecer los por qué de las modas imperantes en la formación de las emparejadas. Nos permitiremos recordar que los métodos de selección artificial son los siguientes: 1. 2. 3. 4. 5.

Selección de líneas consanguíneas. Selección en masa o fenotípica. Selección genealógica o de pedigrí. Selección mediante análisis de la descendencia. Heterosis.

(Ver Pág. 26 de la revista Palomos Deportivos de marzo, 1977) Las tendencias actuales consisten en combinar dos de los métodos expuestos: «Selección de líneas consanguíneas» y «Heterosis». Al actuar con el primero, se provoca homocigosis progresiva y al hacerlo con el segundo, se restablece el vigor híbrido intraespecifico. ¿Por qué deben utilizarse hembras y no machos en el reencaste ? Parece lógico suponer que sean algunos locis de los cromosomas X los que informen el comportamiento de nuestros atletas y aunque esto no está suficientemente probado, debemos mantener tal hipótesis como cierta hasta tanto no se pruebe lo contrario, por ello deben emplearse las hembras puesto que ellas son heterogaméticas, es decir: tienen cromosomas sexuales XY mientras los machos los tienen XX. Se supone también que en la obtención de buenos palomos para el vuelo, juega papel importante el restablecimiento del vigor heterótico. Esto viene corroborado por los resultados obtenidos por los columbaires, por las tendencias o modas que hoy Imperan en el mundillo columbicultor y por las conclusiones a que se llega analizando las ascendencias de los actuales campeones. Últimamente viene imponiéndose en algunos palomares la técnica del reencaste de las emparejadas, que consisten en efectuar cruces consanguíneos tomando para ello una hembra que, previo análisis y examen detenidos, se selecciona por estimar que reúne las cualidades del etalón (en nuestro caso palomo famoso) cuyos caracteres se quieren fijar. La técnica tiene sus inconvenientes; pero digamos que los columbaires no deben andar muy desacertados, pues su Intuición les lleva a las soluciones con mayor probabilidad de éxito, en el supuesto de que los caracteres deseados vayan ligados al sexo. Sin entrar en exposiciones de principios o leyes genéticas para explicarlo, o de razonamientos en los que apoyar nuestras teorías, vamos a exponer los métodos que. a nuestro juicio, tiene mayores probabilidades de éxito en la obtención de pichones para vuelo; pero antes con el fin de lograr mayor claridad y facilidad de exposición y comprensión, nos permitiremos definir, a modo de recordatorio, algunos conceptos. Etalón: Palomo famoso del que, mediante selección, se ha obtenido una línea pura o familia de palomos.

Familia: Conjunto de individuos, frecuentemente con alto grado de consanguinidad, que presentan caracteres propios dentro de una raza o subraza. Reencaste: Cruzamiento que los columbaires realizan mediante emparejadas formadas por una hembra seleccionada, dentro de una familia, y un hijo suyo seleccionado. Bireencaste o reencaste doble: Llamamos así al cruzamiento que los columbaires realizan entre la hembra seleccionada y un macho elegido y seleccionado entre los hijos suyos reencastados. Hibridación (intraespecífica): Cruzamiento que se efectúa entre individuos de líneas puras o familias distintas. Doble hibridación: Cruce entre ejemplares obtenidos por hibridación (cada híbrido lo será de dos familias distintas). A continuación vamos a exponer los posibles métodos que combinando los criterios anteriores pueden seguirse para la formación de emparejadas, valiéndonos de los nombres de palomos campeones de los últimos tiempos: Reencaste: Reencastado/a de CERRIL X hijo/a de TEMPLAS. Doble reencaste: Birreencastado/a de CERRIL X hijo/a de TEMPLAS. Hibridación (previo reencaste): Reencastado/a de CERRIL X reencastado/a de TEMPLAS. Hibridación previo birreencaste): Birren-castado/a de CERRIL X birreencastado/a de TEMPLAS. Doble hibridación(previo reencaste): Hf-brido/a (reencastado de CERRIL X reencastado de TEMPLAS) X híbrido/a (reencastado de SOSO X reencastado de RASPUTIN). Doble hibridación (previo bireencaste): Híbrido/a (birreencastado de CERRIL X bireencastado de TEMPLAS) X híbrido/a (birreencastado de SOSO X birreencastado de RASPUTIN). En la exposición anterior hemos deseado obtener una exposición práctica de las cuestiones, por lo que hemos usado y adoptado el argot columbicultor, intentando beneficiar con ello a la mayoría de los lectores, aunque ello haya ido en perjuicio del rigor científico. Recomendamos a quienes no dispongan de mucho espacio en el palomar, que empleen la técnica de hibridación, previo birreencaste y a quienes no tengan este problema, la técnica de doble hibridación, previo birreencaste. Ángel Martín Chamorro. NOTA: Este artículo continuará en el próximo número de esta misma revista, dicho artículo está incluido en esta misma sección como cruces y reencastes por Roque González Guerrero.

Herencia del sexo Clásicamente, se ha pensado que los pichones nacidos de un nido eran siempre macho y hembra. Incluso en nuestros días, en la zona de Jaén se conserva el dicho «Este palomo venía de hembra» o «Esta hembra venía de macho», y se dice esto cuando han nacido dos hermanos del mismo sexo, para justificar la diferencia de tamaños, presencia, etc., entre ellos. De alguna manera, el palomero piensa que en algún momento el sexo que le estaba destinado a uno de ellos se torció, volviéndose del sexo opuesto, pero conservando características del sexo que debía haber tenido. Esto, evidentemente, es una superstición, pero todavía hay gente que cree en ello. Como entre dos hermanos de nido del mismo sexo, siempre habrá uno más grande o más vigoroso que el otro; ya sabemos cual viene de macho, en el caso que sean dos hembras, y cual de hembra, en el caso que sean dos machos. En realidad, hablando en términos estadísticos, la probabilidad de que la pareja de pichones sea de distinto sexo es del 50%; que sean dos machos, del 25%; y que sean dos hembras, del 25% restante. La explicación es la siguiente: la herencia del sexo está regida por un par de cromosomas, los cromosomas sexuales. Las palomas machos, como muchas otras aves, tienen los dos cromosomas sexuales iguales, a los que llamaremos XX. Las hembras, tienen un solo cromosoma sexual X, y un espacio vacío, al que llamaremos convencionalmente cromosoma Y. La dotación cromosómica de la hembra es, pues, XY. Las células sexuales, como sabemos, tienen la mitad de cromosomas que las restantes células del organismo, para que al unirse con las del sexo opuesto mediante la fecundación se obtenga el número de cromosomas propio de la especie. Así pues, al producirse las células sexuales del macho, por cada célula se formarán dos con dotación cromosómica X, la hembra dará una con dotación X y otra con dotación Y. Al producirse la fecundación, los cromosomas XX del macho se cruzarán con los XY de la hembra de todas las maneras posibles (Fig. 1).

Es decir, obtenemos un 50% de machos y un 50% de hembras. Existe, pues, la misma probabilidad de que nazcan machos o de que nazcan hembras. Si en vez de ser un pichón se trata de dos la estadística nos dirá que nacerán un 50% de distinto sexo, un 25% de parejas de machos y el restante 25% de parejas de hembras. Son las mismas proporciones que obtendríamos lanzando al aire simultáneamente dos monedas. Todo lo dicho se cumple, naturalmente, en términos estadísticos. Sin embargo, también se ha comprobado que hay parejas que dan preferentemente machos o hembras, apartándose de la regla general indicada. Levi presenta cuadros de estadísticas del sexo de los pichones de determinadas parejas en los que se ve claramente la tendencia a dar machos o hembras de una determinada pareja.

Parece, en principio, que la responsable de dar mas machos que hembras, o viceversa, es la hembra, que es la que tiene el cromosoma sexual Y que adjudica el sexo. Es como si su cromosoma X, prevaleciera sobre el Y, dando machos, o por el contrario, el Y sobre el X, dando hembras. Por lo que es probable, que cambiando de hembra, pueda cambiarse la tendencia a dar machos o hembras, en determinada pareja.

Caracteres ligados al sexo. Los caracteres de los seres vivos dependen de los genes, que se encuentran en los cromosomas. Si estos cromosomas son los sexuales, nos encontraremos con caracteres transmitidos junto con el sexo, es decir, con caracteres ligados al sexo. La mitad de los machos serán bayos (XbXb) y la otra mitad azules transmisores (XbX). De las hembras, la mitad serán bayas (XbY) y la otra mitad azules (XY). Según que los genes ligados al sexo sean dominantes o recesivos, nos encontraremos con distintas formas de transmitirse, que estudiaremos a continuación, examinando la herencia del color bayo y del rojo ceniza.

Herencia del color bayo. La descubrí en 1968, en cuanto conocí la herencia de colores ligados al sexo en las gallinas (el color barrado o franciscano). Pensé que el bayo de las palomas estaba también ligado al sexo. Así se explicaba que las palomas bayas fueran relativamente frecuentes y los machos tan raros. A continuación efectué cruces siguiendo el modelo teórico que se expone y conseguí obtener machos bayos, partiendo de hembras de este color. Mucho tiempo después, leyendo el Levi, comprobé que mi descubrimiento ya lo había hecho alguien antes. Siempre hay un americano que se te adelanta. Me pasó como al que descubrió la penicilina veinte años después que Fleming. En inglés, el color bayo se denomina brown (moreno). El color bayo depende de un gen recesivo, al que llamaremos b (con letra minúscula). Dicho gen se localiza en el cromosoma sexual X. Al ser recesivo, para que un macho sea bayo. el gen b deberá aparecer en los dos cromosomas X del macho, es decir, el macho en cuestión deberá ser XbXb. Si el macho tiene un solo cromosoma sexual con el gen b, es decir, si es XbX, no será bayo, pero sí será transmisor de este color. Las hembras, como sólo tienen un cromosoma sexual X, sólo necesitan llevar el gen b en dosis única, es decir, una hembra baya tendrá los cromosomas sexuales XbY. Esto explica que las hembras bayas sean relativamente frecuentes, siendo tan raros los machos de este color. Explicaremos ahora cómo pueden conseguirse machos bayos. Partiremos de un macho, por ejemplo azul no transmisor de bayo. Su clave cromosómica será pues, XX. Lo cruzamos con una hembra baya, de clave XbY, como hemos visto. Los productos de este cruce se pueden observar en la Fig. 2.

Es decir, la totalidad de los machos producidos serán azules transmisores (XXb), y la totalidad de las hembras, azules (XY). Cruzaremos entonces uno de los machos obtenidos con una hembra baya. Los productos serán los indicados en la Fig. 3.

Del esquema anterior se desprende que la mitad de los machos obtenidos serán bayos (XbXb) y la otra mitad azules transmisores (XbX). De las hembras, la mitad serán bayas (XbY) y la otra mitad azules (XY).

Herencia del color rojo ceniza. El color rojo ceniza o tobi depende de un gen dominante, al que llamaremos R (en letra mayúscula), ligado al cromosoma sexual X. Como es dominante, este color aparecerá simplemente con que se encuentre en un solo cromosoma X. Es decir, tanto un macho XRX como un XRXR, o una hembra XRY serán rojos ceniza. Los distintos casos que pueden presentarse se indican en la Fig. 4 y 5.

En la figura número 4 se esquematiza el cruce de un macho rojo ceniza heterocigoto. La mitad de los machos y la mitad de las hembras serán pues, rojo ceniza. Otro caso sería si el macho fuera homocigótico. Entonces todos los productos, machos y hembras. serían rojo ceniza (Fig. 5).

Parejas autosexables. Trabajando con los dos colores estudiados, podemos conseguir parejas autosexables, es decir, aquellas en que podamos averiguar el sexo de sus pichones cuando están aún en el nido. Dichas parejas son las de macho bayo y hembra no baya (azul, como venimos simplificando), y las de macho azul y hembra tobi. En el primer caso, todos los machos obtenidos serán azules y las hembras bayas. Y en el segundo, todos los machos tobis y las hembras azules. Obviamente, y dada la mayor afición a los machos azules que a los tobis, el primer cruce resulta mas interesante que el segundo. Las combinaciones que se producen en los dos casos los podemos ver representados en la Fig. 6 y la Fig. 7.

En el primer caso los machos serán azules, aunque transmisores de bayo (XbX), y las hembras bayas (XbY).

En el segundo cruce autosexable los machos producidos serán todos tobis (XXR) y las hembras, todas azules (XY). Luis Montiel Bueno. Jaén.

La consanguinidad en las palomas La consanguinidad es considerada por numerosos columbófilos como una enfermedad vergonzosa, verdaderamente mal definida, pero que sirve a menudo para explicar o justificar los numerosos problemas o fracasos encontrados en la crianza de la paloma. Yo creo que es útil desmitificar esta noción, frecuentemente muy mal comprendida y confundida con otras cosas.

Recuerdo de genética En el sentido genético de la palabra, la consanguinidad expresa simplemente un parentesco más o menos próximo en uno o varios individuos, y se dirá que son tanto más consanguíneos cuanto que su parentesco es más próximo. Existen métodos clásicos de crianza y de selección dentro de todas las especies llamadas a efectuar esta técnica, consistente en cruzar, durante un cierto número de generaciones sucesivas: hermanos con hermanas, padres e hijas, madres con hijos. La consanguinidad se encuentra en la base de la creación, de la estandardización y de la mejora de todas las razas animales. Examinemos las ventajas y los inconvenientes que pueden acarrear. Se sabe que todos los caracteres morfológicos (colores, forma, etc.) o fisiológicos (prolificidad, aptitud a cebar las crías, calma, etc.) son gobernados por genes o unidades hereditarias, localizados sobre los cromosomas; cada carácter puede ser regido por uno o por varios genes. Por ejemplo, el color de la paloma jacobina plateada es debido a la conjunción de varios genes:   

Color: azul. Factor de: dilución. Patrón: barreado.

Cada célula, a excepción de las células sexuales (óvulo o espermatozoide), es portadora de los cromosomas iguales, y hace que cada gen exista doble en todas las células, salvo en los portados por los cromosomas sexuales en las hembras de los pájaros, pues éstas únicamente poseen un solo cromosoma sexual en lugar de dos, como es el caso del macho. Así que los genes, condicionando un carácter dado, ocupan siempre la misma posición sobre el cromosoma, pero su naturaleza, es decir, su expresión, puede ser diferente: en efecto, ellos pueden, siguiendo su manifestación, ser dominantes y entonces se les atribuirá una letra simbólica mayúscula, como pueden ser recesivos y entonces no tendrán derecho más que a una letra minúscula; el término "recesivo" significa simplemente dominado. Un ejemplo simple permitirá comprender mejor: la mayoría de criadores conocen las palomas moñudas, en las cuales un penacho de plumas enderezadas detrás de la cabeza suele dar a veces unos efectos muy graciosos. Pues bien, ese carácter es gobernado por un solo gen; así que es un carácter monofactorial. Los americanos, que han sido los primeros en estudiar los problemas hereditarios, lo han denominado "crest" (traducción inglesa de la palabra "moño") y han demostrado que estaba ligado a la presencia de un gen recesivo que han simbolizado por "cr". Todas las palomas moñudas tienen, pues, dos ejemplares de ese gen "cr"; ese gen recesivo tiene un correspondiente dominante, es decir, "Cr", que significa simplemente ausencia de moño, y que si existiese sobre

uno de los cromosomas, en lugar de un "cr" sería dominante e impediría la expresión del otro "cr" y al mismo tiempo del moño. Se diría que nuestra paloma moñuda tiene como fórmula genética cr-cr; al contrario, y se comprende enseguida, una paloma de aspecto normal, sin moño, puede tener dos fórmulas distintas: sea Cr-Cr y se dirá que es homocigota dominante; sea Cr-cr y entonces será calificada de heterocigota. Toda paloma moñuda es naturalmente homocigota recesiva cr-cr. El término homocigoto significa que los dos genes concerniendo un mismo carácter son idénticos, mientras que el término heterocigoto significa que los dos genes concerniendo un mismo carácter son diferentes. Tengo actualmente en mi criadero un joven Schietti plateado bayo con moño, por tanto no poseo ninguna paloma moñuda. Eso significa que los padres de ese joven son los dos portadores del factor moño, es decir, que son heterocigotos por ese factor (fórmula Cr-cr). Después de este breve e indispensable recuerdo ya asimilado, volvamos de nuevo a nuestra consanguinidad. Lo mismo que el moño, otros numerosos caracteres recesivos pueden así ser portados por individuos que no lo manifiestan (los heterocigotos recesivos), en particular los caracteres desfavorables, que si llegan a manifestarse, provocan anomalías morfológicas o fisiológicas, acarreando la muerte del embrión en un tiempo bastante corto; esos caracteres son llamados letales si el embrión muere antes de nacer, o subletales si la cría sobrevive varios días. Si por azar, pues nada permite el poder adivinarlo de antemano, uno o varios sujetos de una raza dada poseen esos caracteres letales, se comprenderá que pueden transmitirlos a sus descendientes, hijos e hijas. Si se recruza juntos esos descendientes, está claro, sin que haya necesidad de reexplicar las leyes genéticas, que de tiempo en tiempo, al azar de los aparejamientos, habrá recombinación de dos genes recesivos letales, esos que no existían en un solo ejemplar en los padres y que determinarán la muerte del embrión. Cuanto más se prolongue la filiación de los individuos portadores, es decir, cuantos más descendientes se saquen, más se multiplicará la probabilidad de peligro de esas combinaciones mortales entre los acoplamientos de hijos y nietos. Puesto que la consanguinidad consiste en recruzar entre ellos individuos parientes, al hilo de las generaciones, es evidente que ella puede dar lugar a una proporción apreciable de mortalidades embrionarias, de anomalías o monstruosidades, siendo también gobernadas a veces por genes recesivos. Pero esto a la mera condición patente de que esos factores letales o generadores de anomalías estén presentes en los individuos de base inicial. Esto explica los pareceres contradictorios y las controversias apasionadas entre los aficionados a las palomas: cierto número de entre ellos defendiendo la consanguinidad; otros, en cambio, prometiéndola a las peores hegemonías, con el mismo encarnizamiento. Y todos tienen razón, las posibilidades de suerte residen en la fórmula genética, bien seguro desconocida en el tronco de arranque inicial. Pero me dirán ustedes, ¿por qué entonces no se evitan esos cruces consanguíneos para atenerse a los aparejamientos entre individuos que no sean parientes? Pues bien, porque este método no comporta solamente inconvenientes, pues es también muy rico en posibilidades; es la técnica de selección más rápida para obtener ciertos caracteres. Se comprenderá holgadamente que una pareja dando una fuerte proporción de jóvenes muy bien conformados o de un colorido inhabitual, se tengan muchas más posibilidades de fijar ese carácter cruzando entre ellos los hijos que lo manifiesten. Esto es también válido para el color, dibujos de la pluma, productividad, puesta, nacimientos, rapidez de crecimiento, etc.

Los colombófilos cuidadosos de la mejora de tal o cual carácter de su raza favorita tendrán así un gran interés en utilizar este método, es decir, a cruzar entre ellos los jóvenes que ellos Juzgan los más bonitos, o hacer aparejamientos madres-hijos o padres-hijas. Si por suerte su tronco inicial no posee ninguno o pocos caracteres desfavorables, llegarán rápidamente sin accidente al resultado apetecido. En el caso contrario, tendrán que parar en esta vía de la que aparezcan combinaciones indeseables y buscar en otra familia los individuos que juzguen convenientes y que posean todas las posibilidades -ellos- de no ser portadores de esos mismos genes letales y generadores de anomalías. Como decíamos anteriormente, al comenzar no se puede tener ninguna certeza en cuanto se refiere a la composición genética del tronco de origen, y a todos los que se quejan de no tener nunca una certeza al respecto, yo les respondería que no existe nada más monótono que las certezas y nada que sea más entusiasmante que la esperanza. No tengáis más miedo a la consanguinidad, pero aprender a serviros de ella. Artículo aparecido en el boletín del club de Palomas Jacobinas "Eureka", de la región de Ouebec, Canadá, firmado por el doctor veterinario Pierre Pilon. Traducido del francés por A. Eguiluz.

Consanguinidad: ¿si o no? Este tema es aún motivo de discusión, mundialmente, entre los aficionados a animales de recreo, pero ya no podemos tener dudas, han quedado muy atrás los tiempos en que Félix Gigot, director de Le Martinet, de una parte, y el director de L'Epervier Mr. Brunin con Mr. Rodembach por la otra, mantuvieron un duelo con sus palomas, que no obtuvo resultados concluyentes, si bien algo más favorable fue la actuación de las palomas del consanguinista Gigot. ¿Pero eran verdaderamente consanguíneas? Más adelante veremos que no lo eran, pues se demostrará que no practicaban ningún método de consanguinidad. Personalmente he practicado, con todo rigor, la consaguinidad, cerrada, lateral, de líneas, etc. con resultado degenerante, e igual he visto en todos los canaricultores -mucho más estudiosos en este aspecto que el colombófilo- cuya cría he seguido de cerca, y los experimentos a gran escala con control estadístico-matemático, llevados a cabo con miras económicas en cereales y gallinas dicen lo mismo: la consanguinidad lleva infaliblemente, y de forma irreversible a la debilitación. Para fuerza y vitalidad, la respuesta es, no a la consanguinidad, que sólo es útil para perpetuar formas rarísimas en animales que se exhiban, pues sólo les queda escasamente fuerzas para mantenerse en pie en su jaula de exposición, y esto es válido para palomas, perros, flores, u otro ser vivo. Y esto, ¿por qué? Hay varias hipótesis (de la superdominancia, de la dominancia, de la interacción, etc.) que nada aclaran. Mi propia opinión personal es que la cría en consanguinidad cada vez lleva a la homocigosis o sea que en los cromosomas para cada nueva generación cada vez aparecen mayor número de pares de alelos con idéntica combinación del código del ADR y esto lleva a que en cada par de estos alelos iguales se impriman o produzcan idénticas enzimas y proteínas, que por ser idénticas reaccionan de una sola manera ante las agresiones del medio ambiente; por contra en la no consanguinidad (heterocigosis) en esos alelos habrá dos combinaciones distintas del

código del ADR que producirán parecidas, pero no idénticas enzimas, y ante las agresiones del medio ambiente habrá dos maneras posibles de actuación, la una complementará a la otra, es como un refuerzo, una doble defensa ante las agresiones del medio. La consanguinidad, es pues el camino de la defensa simple, o lo que es igual, el camino de una mayor debilidad, la homocigosis (consanguinidad) lleva por su estructura a menos defensa, a la degeneración. La confirmación de esta tesis nuestra, inevitable degeneración por la consanguinidad y que el único método para salvar la supervivencia de la estirpe es el cruzamiento, nos la da la Naturaleza (igual que nos dio el ángulo exacto de economía de material en los panales de abeja, el radar, o las perfectas formas aerodinámicas), esta Naturaleza con su selección implacable, desechando durante millones de años los métodos no idóneos: en los protozoos en general y muy estudiado en Paramecium caudatus (Cal kins), en consanguinidad (multiplicación por mitosis) van degenerando y llegan sólo a 170 generaciones, luego muere, si bien, y esto lo observó Woodruff, en Paramecium aurelia, se le presentan situaciones de auténtica súplica pidiendo un cruzamiento (meiosis espontáneas y autofecundadas) y si esta súplica la atiende el experimentador, la estirpe al cruzarse con otra, recupera todo su vigor y no muere. Roque González Guerrero.

Fenotipo y genotipo, homocigosis y heterocigosis, reencaste El conocimiento, asimilación y manejo de estos cinco conceptos por parte del criador resulta fundamental para organizar un programa de cría y obtener buenos resultados. No pretendo realizar un estudio de alto nivel científico que aburra y cree más confusión y para el que, además no estoy cualificado. Mi intención es explicar de forma sencilla y práctica la esencia de estos conceptos con la esperanza de poder ayudar a su comprensión, principalmente, a los que se inician. Me sitúo, por tanto, en el terreno de la genética aplicada y pido disculpas a los estudiosos y profesionales de todos los campos de investigación genética porque no tengo más remedio que hacer una deliberada simplificación y una intencionada abstracción de muchos conceptos en aras de una mayor comprensión. En esta línea podríamos decir que: El fenotipo de un palomo es el conjunto de todas las características que tiene y que pueden ser: Físicas (internas y externas) ó Psíquicas.  



Físicas-externas: son aquellas que resultan claramente perceptibles como por ejemplo: color, tamaño, peso, forma de la cabeza, ojo, ribete, nariz, colocación de cuello y cola en vuelo, etc., etc... Físicas-internas: son aquellas cuya observación es más dificil pero no menos importantes como por ejemplo: mayor o menor aptitud para contraer enfermedades, sistema inmunológico, cardiovascular, nervioso, respiratorio, tamaño y resistencia de los órganos internos, capacidad de visión y orientación, etc., etc... Psíquicas: Aquí encuadramos todas sus aptitudes como por ejemplo: celo, intención, forma de trabajar a la hembra, instinto de persecución y conservación, querencia por su palomar, valor y coraje, etc., etc...

El genotipo es el conjunto de todas las características (físicas internas y externas y psíquicas) que transmite a su descendencia. Está claro que, por desgracia, no siempre el palomo o paloma transmite a su descendencia las características que tiene. Es decir, que no siempre hay una exacta correspondencia entre fenotipo y genotipo. Mientras mayor grado de identidad o correspondencia haya entre fenotipo y genotipo, mayor grado habrá de homocigosis y mientras menor sea esta correspondencia, menor grado habrá de homocigosis y mayor de heterocigosis. Así pues, homocigosis y heterocigosis son conceptos opuestos. Diríamos que un ejemplar es homozigote puro cuando hay una total identidad entre fenotipo y genotipo, es decir, que transmite a su descendencia todas y cada una de sus características y sería heterozigote puro aquel ejemplar en el que hay una total discordancia entre su fenotipo y su genotipo, es decir, que no transmite sus características a sus descendientes. Lógicamente ambos supuestos extremos no se dan nunca en nuestros palomos. Por todo lo expuesto, a la hora de emparejar un macho y una hembra habría que tener en cuenta dos cosas: En primer lugar, que el fenotipo del macho y de la hembra sean lo más parecidos posible, entre sí y respecto al estándar de la raza de que se trate. Conviene tener presente que criar pensando en las compensaciones suele dar malos resultados y aunque tengamos suerte y nos salga un ejemplar "compensado", habremos avanzado poco ya

que éste no puede tener un alto grado de homocigosis y, por tanto, tenderá a no reproducir en sus hijos sus características. En segundo lugar, el macho y la hembra que emparejemos deberán tener un alto grado de homocigosis para tener la garantía de que transmitirán a sus hijos sus características. Este es, a mi juicio, el verdadero "tendón de Aquiles" en la cría y es aquí donde radica la verdadera dificultad. Por un lado porque al estar nuestras razas en proceso de fijación, el grado de homocigosis es bajo y por otro lado porque es difícil conocer si un determinado ejemplar tiene mayor o menor grado de homocigosis pero creo que es imprescindible hacer todo lo posible para obtener información sobre su genotipo y, al no existir casi nunca información veraz sobre su árbol genealógico, podemos hacer dos cosas: La primera observar el mayor número posible de hijos suyos de distintas emparejadas y ver si estos hijos son muy parecidos entre si y, sobre todo, si son muy parecidos al ejemplar (macho o hembra) que estamos estudiando. No se trata de ver si los hijos son mejores o peores que el reproductor, de lo que se trata es de ver si son parecidos a él. Mientras mayor sea este parecido en el mayor número posible de hijos, mayor será el grado de homocigosis del ejemplar estudiado. Como no siempre es posible observar bastantes hijos de un reproductor o reproductora, la segunda cosa que yo haría es REENCASTAR sobre el ejemplar que estudiamos. Para quien no conozca el término diré que reencastar no es más que lo siguiente: Partimos de un ejemplar X, tomamos un hijo suyo de distinto sexo X-1 y lo emparejamos con X, obteniendo otro hijo X-2 reencastado. Si queremos profundizar más en el conocimiento del caudal genético de X, tomaremos un hijo X-2 y lo volvemos a emparejar con X, obteniendo hijos X-3 bireencastados. La observación de los hijos X-2 y, mas aun, de los X-3, nos proporcionará una valiosísima información sobre lo que X lleva en sus genes, es decir, sobre cual es su genotipo. En efecto al proceder los X-2 y X-3 del caudal genético de X, tienen por definición un alto grado de identidad entre su fenotipo y su genotipo y, a su vez, con el genotipo de X. Por lo tanto las características que tengan los X-2 y, mas aún los X-3, es decir su fenotipo, tiene un alto grado de correspondencia con lo que X tiene en sus genes. En conclusión si los X-2 y X-3 son muy parecidos a X, habrá un alto grado de homocigosis en este último que es lo que queríamos saber. Si este parecido no es manifiesto significa, sin duda, que hay poca homocigosis en X y que no reproducirá sus características en sus hijos por lo que será mejor no tomarlo como base en la cría porque nos dará muchas sorpresas y desviaciones sobre lo que buscamos. Ni que decir tiene que es del todo errónea la creencia de que reencastando se obtienen siempre ejemplares muy parecidos al que tomamos como base. Esto solo ocurre cuando en el mismo hay un alto grado de identidad entre sus fenotipo y su genotipo. Por ello, reencastar por reencastar esperando milagros es una equivocación. El reencaste y el bi-reencaste deben emplearse como instrumento para conocer el patrimonio genético de un ejemplar, su grado de homocigosis y, en definitiva sus posibilidades para transmitir sus características a sus descendientes. Por último quisiera decir que la utilización para la recría de los X-2 y X-3, es delicada ya que al tener por definición un alto grado de homocigosis, transmitirán con toda probabilidad sus características a sus hijos pero las buenas y las malas por ello, aconsejo emplearlos solo en el caso de que no sean portadores de ningún defecto de ninguna clase, ya que en caso contrario lo fijarán en sus hijos con la fuerza propia del patrimonio genético unificado del que son portadores. Luis M de la Huerta.

Fisiología de la muda Ante todo, la muda no es un fenómeno simple de sustitución del plumaje, sino que entraña amplias repercusiones como consecuencia de un reajuste endocrino en el organismo. El canaricultor sabe que antes de mudar los pájaros aparecen tranquilos, cantan menos, engordan más y sucesivamente comienza a observarse la presencia de plumas en la jaula. Hay una relación entre tono elevado del tiroides, estímulos sexuales, perfección y brillo del plumaje, así como mayor vivacidad, canto, etc. Experimentalmente se ha demostrado que la caída en el tono tiroideo de actividad sexual (puesta en la gallina) conducen a la muda, y de otra parte ciertas situaciones desfavorables (stressantes, cambios de temperatura, variaciones en la composición de la ración, luminosidad, cambios de lugar, humedad, etc.) conducen también a la muda; de ahí que al terminar la estación sexual o actividad propia de la función procreativa tengan lugar en el canario adulto la muda. En el pájaro en período de desarrollo al terminar éste comienza el mismo fenómeno. Estas consideraciones llevan a la conclusión evidente de la importancia del tiroides en la muda, en el sentido de que la disminución de su tono endocrino (hipotiroidismo) propende a la muda, tal como han demostrado marvin y smith en el palomo, ganso, estornino y distintas gallináceas. Experimentalmente se ha demostrado, por otra parte, que la función tiroidea mediante la administración de caseína yodada o tiroproteína acorta el período de muda y hasta llega a suprimirla incrementando el rendimiento calórico en el organismo (investigaciones de mac carney), mientras que si se administra tiuracilo de acción deprimente sobre la función tiroidea se reduce la producción calórica del organismo acentuándose la muda que, por otra parte, se prolonga considerablemente; por lo que respecta al tamaño del tiroides se han observado variaciones en el canario relacionadas con la alimentación, actividad, influencias climatológicas, etc. La alimentación hidrocarbonada, y sobre todo la rica en grasas, disminuye el peso del tiroides, dando lugar a hipofunciones que justifican la influencia de la alimentación en la presencia de la muda. Por el contrario, las raciones ricas en proteínas aumentan el peso del rendimiento de la glándula tiroides, oponiéndose a las crisis de hipofunción, y en consecuencia, a la presencia de la muda (investigaciones de march y biely). Estos investigadores ponen en claro el origen de la muda en función de la alimentación de los pájaros, y explican a su vez el perfecto emplume, brillo y color del plumaje en los pájaros durante aquellos períodos, en que los alimentos son altamente proteicos por alimentación, tanto vegetal o animal (insectos, larvas, etc.) que los pájaros ingieren, tal como sucede en primavera. Respecto a la influencia de la temperatura, hay experiencias muy interesantes que demuestran el desarrollo del tiroides por efecto de las bajas temperaturas, así como los incrementos de la función tiroidea que se producen bruscamente en orden a las variaciones climatológicas y especialmente térmicas. galpin demostró en la gallina y riddle en el palomo, así como turner en el estornino, que el frío aumenta en las referidas especies, el peso y la función tiroidea, probablemente a consecuencia de estímulos enviados por la hipófisis (factor TSH, tireotropo). Estas investigaciones han sido confirmadas en sus resultados mediante exámenes histológicos que acusan variaciones celulares específicas. La acción del frío sobre el desarrollo del tiroides es uno de los recursos que los animales cuentan para elevar el metabolismo energético y librarse de las bajas temperaturas. El tiroides actúa por medio de la hormona tiroxina y la L-triyodo-tiroxina, que ha sido descubierta en el plasma de todas las aves y cuya puesta en circulación depende de influjos neuroendocrinos.

En resumen, la acción del tiroides sobre la muda resulta definitiva, actuando por mecanismos: de una parte, suministrando material energético para la restitución de los integrantes necesarios a la formación de plumas nuevas, y de otra, a través del tono glandular. Se ha demostrado que una función tiroidea normal ligeramente acentuada corresponde al mejor mantenimiento del plumaje y que crisis de hipotiroidismo estimulan la presencia de la muda, mientras que inyecciones de tiroxina producen en casi todas las aves una muda a los 7-8 días de la administración. La extirpación del tiroides anula la muda, y de otra parte las inyecciones de tiroxina aceleran el proceso de muda; si se bloquea el tiroides con tiuracilo, la muda se retrasa, y lo mismo ocurre cuando se extirpa el tiroides. En definitiva, los estímulos del tiroides dan lugar a la presencia de la muda y los productos bloqueantes, tal como ocurre con la tiurea, tiuracilo, etc., la retrasan. Las hormonas sexuales participan notablemente en la presencia de la muda. Los estrógenos u hormonas feminizantes se oponen al cambio del plumaje, contribuyendo, junto con las hormonas tiroideas, al mantenimiento del mismo. La progesterona u hormona maternal estimula el crecimiento de la pluma reduciendo el tiempo de muda; sin embargo, tanto esta hormona como la prolactina, actúan iniciando la presencia del período de muda en las aves. En conclusión, la muda es un fenómeno determinado por influencias ambientales, metabólicas, y en definitiva de acción estresante, que actúan a través de la hipófisis mediante estímulos movilizantes de hormonas tiroideas, quienes hacen posible relevar el nivel energético del organismo y el cambio de plumaje. La muda es una crisis orgánica en la que pueden sucumbir los animales que no cuenten con reservas energéticas disponibles o con recursos endocrinos movilizantes de la misma; de ahí que durante este período las aves necesiten un refuerzo especial en proteínas, vitaminas A, D y C, así como en minerales, especialmente yodo, cobre, cobalto y manganeso. La temperatura ambiente debe acelerar la muda si ésta es alta, mientras que las bajas temperaturas distancian la misma, precisamente por estimular el tono del tiroides, fenómeno que explica el que la muda tenga lugar en las aves precisamente coincidiendo con temperaturas elevadas, mientras que el perfecto plumaje se observa en todas las aves bajo la acción de temperaturas bajas. Actualmente es posible regular la muda reduciendo su manifestación (aceleración del proceso), etc., mediante aditivos a las raciones de productos estimulantes o bloqueantes del tiroides según los casos. La muda, que como hemos dicho anteriormente representa una gran crisis orgánica que es peor tolerada por los canarios lipocromos, si bien todo depende de las reservas orgánicas y nivel defensivo del animal. El canaricultor tiene recursos para acelerar la muda, que es tanto como poner a punto a los ejemplares por lo que se refiere a la capacidad de canto y aspecto estético de los mismos. Se sabe que la alimentación rica en grasa acelera la muda y mejora las condiciones de emplume en todas las aves; de ahí que se recomiende en cetrería la alimentación con carne de pato (alones, cabeza, etc.), gallina vieja, etc. Algunos canaricultores ponen al alcance de los pájaros durante la muda grasa animal (tocino, pastas con mantequilla, etc.), siendo más recomendable grasa de ave y no de mamífero. Hay que tener en cuenta que las plumas constituyen formaciones epidérmicas que, tras su desarrollo en el folículo respectivo, se nutren simplemente por imbibición, es decir, a base de líquidos procedentes de la vascularización próxima; de ahí que esta nutrición vaya perdiéndose a medida que los vasos quedan bloqueados por tejido conjuntivo envejecido en el que obliteran los capilares, siendo esta razón la causa principal de la muerte y caída de las plumas en un tiempo limitado (muda anual); basados en este principio es fácil pensar que cualquier estímulo circulatorio de la piel (acción congestiva) a base de cambios de temperaturas, etc., modifiquen la rapidez del emplume. La deshidratación cutánea es otra de las razones que deciden el emplume; de ahí, el efecto beneficioso

para la conservación de la pluma, el barnizado que las mismas aves se hacen con la secreción grasa procedente de la glándula uropígea. Una norma práctica para acelerar el emplume es incrementar la acción termógena de las raciones, incremento de la grasa en las mismas (adición de mayor cantidad de cañamón, semillas de lino, etc.); parece ser evidente el efecto de la oscuridad sobre la rapidez del emplume y aconsejamos, a tal efecto, el cubrir las jaulas, a colocar a los pájaros en habitaciones tranquilas, cálidas y oscuras; este fenómeno resulta muy eficaz en las aves de cetrería. Desde el punto de vista terapéutico, se sabe que la progesterona acelera el emplume, lo mismo que toda la serie de bloqueantes hipofisarios a base de progestágenos sintéticos, como ocurre con el MAP y CAP, etc. En el halcón la inyección de 50 mg. de progesterona con intervalos de 5-6 días acelera la muda y mejora las condiciones del emplume. Como resumen, las alteraciones de la muda pueden tratarse teniendo en cuenta estos aspectos: vigilancia de la alimentación (choques vitamínicos A, D y C), evitar cambios bruscos de temperatura, exponer a los animales bajo el efecto de luz natural o a la administración regular de rayos ultravioleta (lámpara de cuarzo durante 5-10 minutos cada día), evitar todo tipo de shock (nervioso, térmico, traumático, etc.). El tratamiento más eficaz está basado en las dosis de testosterona, progesterona, etc., en el agua de bebida, administración de metionina en el agua o en el pienso, así como de levadura de cerveza; en el momento actual está acreditado el tratamiento oral a base de tiroxina (en polvo) mezclada, integrando una pasta que lleva 0,4 mg. por cada 100 g. de peso vivo o en la proporción de 60-300 mg. por cada kilo de pienso. En el canario de color conviene suministrar desde el principio de la muda (especialmente en la primera fase) colorantes o pigmentantes en dosis adecuadas, según los efectos que se deseen conseguir. Estos deben de ser principalmente productos naturales a base de carotinoides, tal como ocurre con la cantaxantina, xantofila, carofil, luteína, etc. En el agua de bebida es importante añadir sulfato de hierro y algún antibiótico a base de terramicina. Dr. Felix Pérez. Bases biológicas 1972 Este artículo está dirigido a los canaricultores pero está escrito con una visión genérica de todas las aves, por lo que perfectamente es aplicable a nuestras palomas

El sexamiento de pichones En la actualidad, no se conoce una forma precoz para determinar el sexo de los ejemplares no adultos, si bien en determinados casos, existen aficionados que con un índice muy alto de fiabilidad, determinan el sexo, quizás más orientados por su perspicacia, que por su antigüedad, pues también los he visto muy veteranos errar. Ante esto solo nos queda esperar a los 5 ó 6 meses, en que ya el dimorfismo sexual es notorio, desembocando en la puesta por parte de la hembra. A pesar de lo expuesto, hay factores a tener en cuenta, comunes en estas razas:  

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La diferencia entre el macho y la hembra en el nido, pues sobresale el macho en el conjunto de sus dotes (cabeza, estampa, tamaño etc.). Otro síntoma casi inequívoco, es la apertura en la hembra de los huesos pélvicos (agujas junto a la cloaca), si digo casi es porque en ocasiones he tenido pichones machos que los han tenido muy abiertos, pero no es lo usual. Analizando el carácter, observamos que el macho tiene más tendencia a defender su territorio, o sea, se ve peleando con más frecuencia. La hembra en sus saltos en corto, suele abrirse de alas en señal de coquetería o aceptación de las galanterías por parte del macho. El macho al pararse en vez de abrir las alas, tiende a comenzar el arrullo. El macho suele ser el que monta a la hembra en el momento de la cópula. La cabeza del macho la tiene más grande y recia, así como las rosetas son más grandes y cuadradas, incluso en la hembra dan sensación de querer alargarse a la altura de la comisura del pico. El pico es uno de las orientaciones más significativas al menos para mí, ya que en el macho es más fuente y recio, siendo en la hembra más largo y delgado.

En cuanto al resto de las dotes: figura, tamaño, arrogancia, etc., suele destacar el macho de la hembra, siempre hablando de parejas de igual nidada y progenitores. Las nidadas constituidas por dos machos o dos hembra como norma general observaremos que cuando empiezan a romper celo, cada uno intenta encontrar su territorio, llegando a dormir en habitáculos distintos inclusive. En definitiva, un conjunto de factores que se van adquiriendo con la experiencia de criador, que son bastante difícil de detallar, pues con más frecuencia de la que quisiéramos, vemos como nos equivocamos. En cualquier caso es cuestión de tener paciencia a fin de no desechar ejemplares, que de haber sabido que tenían sexo contrario al que creíamos, no los habríamos eliminado. Existe una posibilidad casi científica experimentada en algunas razas como las llamadas autosexables americanas, que consiste en ligar algún factor visible al sexo, como puede ser el color, albinismo o lutinismo etc., factores estos poco trabajados por su complejidad en estas razas, pero con ellos sabríamos el sexo de los pichones incluso en el nido. En la actualidad existen aficionados que nos encontramos en estudio de algunos de estos factores pero dado que no disponemos de más medios que la experiencia y la observación es muy difícil afirmar nada, sin que sea rebatido. Personalmente junto con otros aficionados, creemos que el color bayo o curtido, está ligado al sexo de alguna manera, pero me desorienta el hecho de haber obtenido bayos de dos azules, pues de ser cierto la hembra no debiera de ser portadora y sin embargo esta, lo ha de ser necesariamente. Lo que si he podido observar es que

ya en el nido se puede distinguir las hembras bayas por sus iris transparentes aun cuando tengan varios días, siempre que no concurran con machos de igual color. En definitiva que dado el poco estudio experimental que se ha realizado, al menos no tengo noticias de ello, solo nos queda fiarnos más de nuestras dotes de observación y experiencia, que de otra cosa. Juan Espinosa Martínez. Jaén.

La quilla torcida “QUIEN NO TIENE BUENAS HEMBRAS, NO PUEDE OBTENER BUENOS PICHONES” Con más frecuencia de la que quisiéramos vemos como algunos de nuestros pichones se les tuerce la quilla y cuando queremos darnos cuenta nos encontramos ante un cuadro irreversible de por vida, en algunos casos por muchas precauciones que pongamos no podremos evitarlo pero la mayoría de las veces si contamos con los medios adecuados y unos conocimientos mínimos sabremos evitar esta anomalía que penaliza en las exposiciones y lo que es peor aun impide un vuelo normal y reduce facultades físicas. La quilla torcida puede tener varias causas pero las más usuales son: Raquitismo hereditario no tiene remedio es una patología de nacimiento heredada que impide producir o absorber el calcio, algo así como la persona que nace con la imposibilidad de procesar o asimilar la insulina. La única solución es emparejar uno de los componentes con otro ejemplar que sepamos que es fuerte y dominante en ese aspecto, estos ejemplares suelen ser de hueso algo más recio y pechuga más ancha. Si el factor dominante es el defecto que tratamos de evitar habrá que desechar el ejemplar como reproductor. Raquitismo alimenticio es la más fácil de prever e incluso corregir si se coge a tiempo, pues basta con tener buenas nodrizas y suministrarles todo lo necesario durante la cría. No descuidando los controles posdestete a veces tan fatales para estas causas. Por enfermedades transitorias o crónicas, cuando en el palomar existen enfermedades de tipo crónico que los adultos las sobrellevan o están inmunizados, pero que para un ser nuevo supone un trauma, ejemplo las diarreas que pueden tener su origen en una salmonela o una coccidiosis. En cualquier caso debemos de evitar emparejar dos ejemplares con la quilla deformada. Para determinar que un ejemplar es portador de este defecto en sus genes habrás de facilitarle un-a buen-a consorte, unas buenas nodrizas, un ambiente sano y las medidas correctoras adecuadas, si aun así sus hijos heredan este mal lo tendremos claro, no merece la pena tenerlo-a como semental, salvo en casos muy excepcionales que se podría intentar corregir dicha anomalía en la generación siguiente. Una buena consorte será aquella que en sus ascendientes no exista ningún síntoma ni tan siquiera un amago leve de deformidad en la quilla.

Para que unas nodrizas sean buenas no solo deben de dar suficiente cantidad de alimento, si no tener la facultad de generar unos jugos gástricos ricos en componentes necesarios para el desarrollo de los pichones, esto evitará esos pichones que aun viéndolos con comida permanentemente observamos que no desarrollan lo que debieran, aunque a veces esto puede ser debido a otras causas internas del pichón. Ambiente sano implica todo aquello que repercute en la salubridad: limpieza, ausencia de humedad, aireación que no corrientes de aire, sol para favorecer el desarrollo vitamínico y fomentar el crecimiento. Cobijo y sombra cuando exista exceso de sol. Medidas correctoras, como tales entendemos aquellas que cuando aparecen los primeros síntomas de anomalía en la quilla se les puede facilitar si no se ha hecho ya, a tener en cuenta algunas de ellas:     

Granos no tratados químicamente. Piensos compuestos granulados específicos para palomas, vienen muy completos y dan muy buenos resultados. Aminoácidos, complejos vitamínicos sobre todo A,D3,E, llamadas del crecimiento. Calcio teniendo en cuenta la dosis correcta ya que el riñón deberá procesar el exceso que se le suministre. Si no tienen acceso a chinas y minerales, habrá que facilitarles compuestos de los existentes en el mercado para facilitar la trituración del grano.

Ya para finalizar este tema decir que se sabe que el macho aporta tanto como la hembra a su descendencia, al cincuenta por ciento según los expertos, pero debemos de tener en cuenta que la hembra es la que deberá de facilitar al embrión en sus primeros veinte días de vida su aporte alimenticio a través del componente interno del huevo, luego partiendo de este conocimiento si una hembra adolece de raquitismo, ya tiene de por sí un problema en la formación del huevo, es muy probable que ya estemos sometiendo a privaciones al embrión desde el primer día de su existencia, con lo que al nacimiento del mismo llevará mermada su vitalidad y le costará ponerse a unos niveles normales en cuanto a desarrollo y crecimiento. De lo último expuesto deduzco que pudiera ser la causa por la que los antiguos palomeros sin saber porque a veces le atribuían a la hembra más participación en la constitución de la pareja que al macho, de hecho he oído el dicho muchas veces “QUIEN NO TIENE BUENAS HEMBRAS, NO PUEDE OBTENER BUENOS PICHONES” o “ LA HEMBRA PONE MÁS EN LOS PICHONES QUE EL MACHO”. A fin de cuentas los “viejos palomeros” pueden que en esto también llevaran razón como casi siempre. Juan Espinosa Martínez. Jaén 01-11-01

Genética aplicada al color Un entendimiento sobre genética básica tal vez la creeríamos no muy necesaria en la cría de palomas, tristemente no es así, solo un mínimo de conocimiento cambiaría nuestros logros enormemente al desarrollar calidad en nuestras líneas, fijar o agregar caracteres, algún otro color y lo más importante no dejarse engañar muy a menudo con algunos falsos pedrigues La genética en palomas ha sido enriquecida a lo largo de los años a través de Científicos que han incursionado en la afición para llevar a cabo sus logros en laboratorios o bien de Científicos aficionados, eruditos que han transmitido su sabia información a través de importantísimos trabajos, por ejemplo los académicos profesores, C. O. Whitman, L. J. Cole, O. Riddle, desde principios de siglo XX, sin olvidar al más grande aficionado de todas las épocas y tiempos, alumno y discípulo de Whitman y compañero de Cole y Riddle en estudios, trabajos y publicaciones, WILLARD F. HOLLANDER, profesor Emerito de la Universidad de IOWA, U.S.A. Hablar de la labor Científica de Hollander ocuparía días, de su predisposición a contestar la cantidad abismal de cartas con preguntas del género que recibió a lo largo de su vida enviadas por aficionados de todas partes del mundo ocuparía años, de su interés por tratar de dilucidar lo referente a nuestra afición en cuanta revista o publicación at honoren se le convocara otro tanto, en fin, lo poco o mucho escrito sobre colombicultura informativa científica desde los años 1930 hasta nuestros días depende un 99% de HOLLANDER, desde la biblia de WENDELL M. LEVI ( The Pigeon. 1941 primera Publ.) hasta el ingenioso y práctico cuaderno de notas de JOE QUINN ( The Pigeon Breeders, 1971 primera Publ.). El estudio o entendimiento de genética no es fácil, para ello se necesita un básico conocimiento de biología y al vocabulario que atenta. Muchos aficionados encuentran engorroso incursionar en esta especie de sopa de letras o poco excitante. Gracias a dios no pretendo incursionar en un campo científico cósmicamente lejos de mi humilde entendimiento, ni desmembrar la maravillosa mecánica genética de nuestras palomas. Solo acercar un mínimo de teoría entendida en una escasa lectura y corta práctica. Minimamente saber como una paloma hereda un color, un patrón, características etc, podría ayudar enormemente, no vamos a discutir sobre los 24.000 genes o más que porta una paloma. Para empezar, comenzaremos explicando superficialmente una célula. Están formadas por un núcleo y citoplasma, en su núcleo lleva genes dispuestos en cromosomas. Cuando las células se dividen, el núcleo organiza las cadenas o grupos de genes en paquetes, estos son llamados cromosomas, estos están formados o reunidos en pares (40) de varias medidas, son numerados en orden de tamaño de mayor a menor. Hoy, es nuestro meollo en cuestión el par número 5 es especial, el macho tiene normalmente su par de cromosomas en la posición numero 5 designado con una Z cada uno (ZZ), en la hembra la posición de

cromosomas numero 5 cambia, extrañamente esta formado por un cromosoma normal, parecido a los del macho, el cual es nombrado también Z, el otro es más pequeño y probablemente vacío, el cual llamaremos W. En síntesis, tenemos la posición cromosomática número 5 en el macho con un par nombrado Z Z y la de la hembra con un par nombrado Z W. Evidentemente, según los especialistas, esta posición de cromosomas esta relacionado con los genes del sexo y a su vez relacionados los genes que trasmiten el color envueltos en estos cromosomas. Cuando las células normalmente se dividen, se multiplican iguales, o sea, se forman dos réplicas idénticas (mitosis), en lo relacionado a algunas involucradas en los órganos sexuales ( periodo de espermatogenesis y oogenesis ) la división se realiza desde células normales (diploides), a partir de la primera meiosis en periodo de crecimiento o desarrollo del primer espermatocito y oocito, estas se multiplican en una reducción dividida de cromosomas (haploides) entrando a la segunda meiosis en la fase pre-reproductiva, el resultado son espermas con 50% de cromosomas y huevos con el 50% de cromosomas. En el periodo de fertilización cada huevo es fecundado con un esperma, como resultado tenemos un huevo con un cromosoma paterno (Z) y un cromosoma materno (Z), por ende este producto será macho (ZZ), el otro huevo portara un cromosoma paterno también (Z) y uno materno (W), este producto será hembra (ZW), como ya explique antes sobre los cromosomas de la posición 5 relacionadas al sexo y así sucesivamente. Muchos de los genes para el color son encontrados en los cromosomas Z, por ejemplo una hembra con pigmento marrón (b) es marrón porque su padre portaba ese gene y se lo transmitió cuando fertilizó el huevo con uno de sus espermas. En el campo genético, hay un estándar de referencias con los cuales los profesionales trabajan, para las palomas la original referencia para el color es el Azul con barras de la COLUMBA LIVIA, o vulgarmente paloma de las rocas. El pigmento marrón, es una mutación ocurrida hace mucho tiempo a partir del tipo silvestre. La mutación marrón esta designada con la letra minúscula “b”, esta es un recesivo (no dominante) del color azul, otra mutación recesiva relacionada con el sexo son los diluidos, cuya designación es la letra minúscula “d”. Entonces en cualquier discusión de pigmentación o patrón de color o de color mutación la referencia para comparar es el azul con barras que se simboliza con el signo (+). No definimos ni individualizamos ninguno de los demás genes, cosa que sería imposible para mi entender, pero si pudimos establecer e identificar al recesivo mutante del azul (+), el color marrón (b), ahora podemos decir que el tipo azul (+) tiene también otra mutación genética a partir del tipo silvestre, esta es dominante y opuesta a su recesivo, el cual es el rojo y al ser dominante se simboliza con una letra mayúscula (BA). Un macho marrón tiene forzosamente que portar los dos cromosomas con genes marrones al ser recesivo de azul y rojo, uno de su padre y otro de su madre, simbolizado (b/b) este es homocigoto (puro de color).

Un macho azul puede ser un homocigoto (+/+) o un heterocigoto ( impuro de color) que porte genes de color marrón recesivos (ocultos) al azul (+/b). Un macho rojo puede ser un homocigoto (BA/BA) o un heterocigoto que porte genes azules (BA/+) o marrones (BA/b) ambos recesivos (ocultos) al rojo Las hembras portan solo un cromosoma con genes de pigmentación que hereda de su padre (el otro cromosoma que hereda es el materno W, carente de genes) las hembras no ocultan otro color a menos que no refiramos a cromosomas autosomales. Una hembra marrón (b/-), esta hereda su color de un macho azul(+/b) o rojo(BA/b) ambos heterocigotos (impuros de color) con genes ocultos de marrón o de un macho marrón homocigoto (b/b). Una hembra azul (+/-) puede heredar el color de un macho rojo heterocigoto que porte oculto su recesivo azul (BA/+) o de un macho azul homocigoto(+/+). Una hembra roja (BA/-) puede heredar el color solamente de un rojo homocigoto (BA/BA) Un macho rojo que porte (BA/ BA) es un homocigoto que tendrá productos machos y hembras de color rojo sea cual fuere el color de la hembra, solo con una hembra de su mismo color tendría machos homocigotos. Un macho rojo que porte (BA/+) o (BA/b) es un heterocigoto de color rojo, siempre tendrá productos machos de color rojo, sea cual fuere el color de la hembra, sus productos hembras serán del color del recesivo que porta oculto, sea cual fuere el color de la hembra, azul en el caso (BA/+) y marrón en el caso (BA/b). Con un una hembra roja (BA/-) tendrá productos machos rojos homocigotos. Un macho azul que porte (+/+) es un homocigoto que con hembras azules tendrá machos y hembras azules (machos homocigotos +/+), con hembras marrones tendrá machos y hembras azules (machos heterocigotos +/b) y con hembras rojas tendrá machos rojos (heterocigotos BA/+) y hembras azules. Un macho marrón que porta (b/b) es un homocigoto que tendrá siempre productos hembras marrones sea cual fuera el color de la hembra, con hembras marrones tendrá productos machos marrones homocigotos (b/b), con hembras azules tendrá productos machos azules (+/b) y con hembras rojas tendrá productos machos rojos (BA/b) ambos casos heterocigotos. Con genes relacionados al color encontrados en los cromosomas sexuales como los explicados anteriormente nosotros podemos determinar su sexo a través del color en sus primeros días en el nido. Otra ventaja es descubrir en ciertas ocasiones falsos pedrigues en algunas líneas que nos interesaran de otro aficionado, por ejemplo una hembra roja jamás podría ser madre de un macho azul o de un macho marrón, o un macho o hembra azules o marrones ser hijos de un macho rojo, o un macho marrón hijo de un macho o una hembra azul etc, etc. Para simplificar un poco el panorama como regla general en este caso sabemos con seguridad que solo los machos posen dos cromosomas con genes de igual color u opuestos y las hembras solo uno que no pueden ocultar, cual color son, son los genes del color que portan.

Cuando me refiero a color rojo, es en base al pigmento, por lo general estos dominantes son homocigotos (BA/BA) y en práctica son comúnmente llamados palomos Rosados con barras o Rosados cenizos con barras, cuando son Heterocigotos (BA/+) o (BA/b) en un 90% muestran pequeños spot o manchas en las plumas primarias y timoneras mostrando de alguna manera el gen oculto por el gen rojo. Por supuesto que aparte de los genes para el color que hay en los cromosomas sexuales (posición cromosomática 5), hay más genes para el color en otros cromosomas, estos son llamados Cromosomas Autosomales, los cuales ya mostraremos y explicaremos como funcionan en poco tiempo. Gentileza de Don Manuel Barcia. Nueva York

Cría a mano de los pichones En ocasiones nos encontramos con uno o más pichones, que bien por accidente o falta de previsión, de no alimentarlos a mano morirían. Debo de manifestar que no soy partidario de este sistema por las deficiencias que acarrea, pero, en algunos casos, merece la pena salvar algún ejemplar por su excepcionalidad o valía genética. Las deficiencias por citar algunas pueden ser tales como raquitismo, deformación ósea, perdida de carácter etc. Puestos a realizar esta tarea, hagámoslo lo mejor posible, para lo cual voy a detallar una serie de normas que en principio quiero aclarar que no son ideas mías, sino experiencias que se han ido pasando de unos aficionados a otros. Entre los utensilios que prepararemos tendremos: un biberón, complejo vitamínico, suero en polvo (cloruro sódico, cloruro potásico, bicarbonato sódico y glucosa), ultralevura liofilizada, gris en polvo a ser posible mineralizado y por fin el alimento base, leche maternizada o pienso de pollos de engorde (cilíndrico).

Confección del biberón para menos de siete días de edad. Podemos utilizar un biberón canino, solo que en vez de tetina, le pegaremos una cánula de las utilizadas en los tubos de pomada anal.

Confección del biberón para más de siete días de edad (aproximadamente) Utilizaremos un pulverizador de perfumería de los que se accionan por presión manual, se les corta la cabeza a fin de que le entre justo un trozo de tubo de los utilizados para nivel de agua.

Compuesto menos de siete días.     

1/3 del envase de leche en polvo maternizada y yema de huevo completar hasta la mitad de agua. 1 cápsula de ultra-levura. 1 dosis proporcional de vitaminas. 1 dosis de suero en polvo. 1 dosis gris en polvo.

Compuesto más de siete días. Igual que lo anterior solo que sustituiremos la leche y yema por el pienso compuesto y aumentaremos las demás dosis menos la ultra-levura. Ya tenemos todos los componentes, solo nos falta seguir unas normas básicas en los dos casos:      

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La temperatura de los biberones ha de rondar los 371, para ello se puede utilizar el microondas o el baño maría. A la masilla se le añadirá el alimento base hasta que sea lo más parecida en cuanto a densidad a la que le darían los padres según edad. A partir de los veinte días antes de darle el biberón lo alimentaremos con algo de grano, aumentando progresivamente la cantidad de grano y disminuyendo la densidad del biberón hasta suprimir el pienso totalmente. En estos días es posible que notemos el buche duro,(emplastado) para solucionar este problema darle unos granos y el biberón con liquido solamente, aplicándole unos masajes que diluyan la plasta. Los sobrantes del biberón habrá que guárdalos siempre en el frigorífico, no olvidar volver a calentar antes de utilizarlo de nuevo. En el momento de la introducción de la cánula o el tubito según el caso, observaremos que pasen de las vías respiratorias antes de ejercer la presión suficiente para llenarles el buche sin forzarlo. El lugar más natural e idóneo para su introducción es la comisura del pico. A ser posible se le dejará con los padres en su nido, ya que hay veces que superada esa crisis inicial en el sistema de cría comienzan a darles de nuevo de comer, o al menos parcialmente. Los biberones se les pueden dar al mediodía y a la noche preferentemente, si notamos que los padres les dan parcialmente dar solo el de la noche a ser posible, a fin de no quitarles el estímulo por falta de apetito, con lo que dejarían de darles totalmente.

En fin, que con un poco de sentido común, dotes de observación y dedicación podemos hacer las veces de las nodrizas, pero al menos hasta que muden siempre les faltará esa limpieza que suelen tener los pichones bien criados, por lo que este sistema lo aconsejo para casos muy extremos. Juan Espinosa Martinez. Jaén.