El Niño de 3 a 6 Años

El niño de 3 a 6 años: desarrollo físico, cognitivo y social Para poder relacionarnos con los niños, y educarlos, es imp

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El niño de 3 a 6 años: desarrollo físico, cognitivo y social Para poder relacionarnos con los niños, y educarlos, es importante que los conozcamos y entendamos sus necesidades y motivaciones. Hay aspectos individuales, características, gustos y dificultades,

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17.01.2013

– 06:00 H.

Para poder relacionarnos con los niños, y educarlos, es importante que los conozcamos y entendamos sus necesidades y motivaciones. Hay aspectos individuales, características, gustos y dificultades, propias de cada niño y otras que forman parte del periodo evolutivo en el que se encuentran. En la medida en que los padres conocen estas características, pueden normalizar algunas situaciones propias de la edad o darse cuenta de que otras requieren más atención. Uno de los hitos más importantes de esta etapa es la incorporación del niño al sistema escolar, lo que va a suponer numerosos cambios en la vida del menor. Desarrollo físico y motor

Durante los años de juego, los niños adelgazan y crecen y la grasa del bebé se convierte en músculo. Se modifican muchas de las características diferenciales del niño pequeño, desaparece el vientre prominente, la cara ya no es tan redondeada, las extremidades se alargan y las dimensiones de la cabeza se hacen más proporcionadas con respecto al resto del cuerpo. El centro de gravedad se desplaza desde el esternón hacia el ombligo, lo que permite desarrollar numerosas habilidades motoras que le van a ser de gran utilidad, ya que tienen un papel importante en los juegos, y estos a su vez son los que permiten al pequeño una correcta socialización. La mayoría de los juegos y actividades que se realizan en este periodo van acompañados de movimiento físicoLas habilidades motoras de los niños aumentan a esta edad considerablemente debido a la combinación de la maduración cerebral, la motivación y la práctica, ya que la mayoría de los juegos y actividades que se realizan en este periodo van acompañados de un importante movimiento físico. Desarollo cognitivo

Otro de los cambios internos que va a afectar al desarrollo externo del niño comienza después del primer año de vida. La proliferación de neuronas aumenta el crecimiento del encéfalo, y se produce la mielinización. La mielina es un revestimiento que cubre los axones y que acelera la transmisión de impulsos nerviosos entre las neuronas. Si bien los efectos más notables de esta son más visibles durante la primera infancia, la mielinización continúa durante un mayor periodo de tiempo. La mielinización es un proceso esencial para la comunicación rápida y compleja entre neuronas. De los tres a los seis años la

mielinización se produce en las áreas del encéfalo dedicadas a la memoria y a la reflexión. Debido a este proceso el niño puede actuar, cada vez más, de forma reflexiva y no dejándose llevar siempre por sus impulsos, como sucedía en etapas anteriores. A un nivel práctico, el desarrollo cognitivo que se produce a esta edad conlleva numerosos cambios. Se denomina pensamiento preoperacional al desarrollo cognitivo que se produce entre los 2 y los 6 años de edad. El pensamiento preoperacional tiene cuatro características fundamentales. Centración: es la tendencia a concentrarse en un aspecto de la situación ignorando el resto. Por ejemplo, el niño contempla a su padre como papá y no es capaz de percibirle en ninguno de sus otros roles: hermano, hijo, etc. El egocentrismo por el que se caracteriza esta etapa hace que los niños de esta edad se concentren en los aspectos de las cosas que tienen relación con ellos (a medida que se acerca al final de esta etapa, esta tendencia se amplia). Es habitual que, sobre todo en los primeros años, observemos que el menor tiene dificultades para ponerse en el lugar del otro. Ya que la capacidad empática se desarrolla de forma progresiva, es un buen momento para iniciar este importante aprendizaje. Atención a la apariencia: en esta etapa las cosas son lo que parecen. Por ejemplo, si hay dos niños de diferente altura, interpretarán que el más alto es el más mayor, excluyendo otros atributos, lo que en ocasiones puede suponer algún conflicto cuando un adulto intenta que entienda conceptos superiores. Razonamiento estático: perciben los cambios como repentinos y globales. Por ejemplo, perciben la diferencia entre las cosas que puede hacer un niño de cuatro años y las que puede hacer uno de cinco, estas cambian desde el mismo día de su cumpleaños. Por lo que puede

negarse a hacer cosas que hasta el día anterior hacía sin dificultad, alegando por ejemplo que los niños de cinco años no juegan en los columpios. Irreversibilidad: tienen dificultades para creer que muchas de las cosas que se hicieron se pueden deshacer. Por ejemplo, si la madre pone queso al bocadillo y al niño no le gusta, este va a rechazarlo sin que se le ocurra quitarlo y posiblemente sin quererlo cuando la madre lo quite delante de él. Necesita un bocadillo nuevo o que la madre le quite el queso sin que él lo vea.

Es importante tener en cuenta que si bien existen limitaciones en los niños derivadas del proceso de desarrollo, hay una importante variabilidad individual. Desarrollo social

El niño de esta edad se esfuerza por ordenar las cosas y progresivamente va consiguiendo mejores resultados. Le gusta ayudar en las tareas domesticas. En cuanto a la autonomía, necesita supervisión del adulto para la mayoría de las tareas como lavarse los dientes o ducharse, pero progresivamente puede ir realizando algunos de los pasos que las componen. Pueden enjabonarse o secarse solos y que el adulto repase los lugares de difícil acceso. A esta edad el niño ya puede crear compañeros de juego imaginarios que sumará a sus amistades realesEntre sus juegos favoritos están los de dramatización y rolesm que lleva a cabo con otros niños. También los de práctica sensoriomotora (actividad física) de los que disfruta simplemente por las sensaciones que provocan. A esta edad el niño ya puede imaginar sin actividad, por lo que es capaz de crear compañeros de juego imaginarios que sumará a sus amistades reales. Comprende la necesidad de

compartir juguetes y lo pone en práctica con mayor frecuencia a medida que cumple años. En ocasiones, la búsqueda de protagonismo se lleva a cabo de manera inadecuada, saltándose las normas o no haciendo caso a las indicaciones del adulto. Comienza a conocer la diferencia entre presente y pasado y va tolerando la necesidad de posponer la satisfacción de deseos. Una adecuada regulación emocional y mayor tolerancia a la frustración ayudarán a conseguir este objetivo. Los niños son muy observadores y muchos de los avances se producen por el modelado de las personas significativas. Los niños copian lo que ven, ya sea esta la intención del adulto o no. Si a este aprendizaje por observación se le añade atención, dedicación y que el adulto lleve a cabo el esfuerzo de ponerse en su lugar, el aprendizaje del niño aumenta cualitativa y cuantitativamente. Otras formas en que padres y madres pueden guiar activamente su desarrollo son: Presentando desafíos: pueden ayudarle a que se enfrente gradualmente a pequeños retos, para los que ha de esforzarse mas intensamente o durante más tiempo, ya que la frustración forma parte de la vida de todos y ayuda a aceptar que no siempre se puede conseguir aquello que se desea. Ofreciendo ayuda, sin encargarse de todo: proporcionar instrucción o guía, siempre en función de las necesidades reales del niño. Estimulando la motivación. Adaptando las exigencias a las características actuales del niño. Es importante plantear metas adecuadas, para que pueda vivenciar el éxito al ir superando los objetivos. Mostrándole las consecuencias que tienen sus actos en los demás. Animándole a interactuar con otros niños.

Primera infancia (3-6 años) La niñez temprana abarca desde los tres a los seis años de edad. Los cambios que se producen en esta etapa no son tan rápidos como en la etapa anterior, sino que su desarrollo se hace algo más lento. En esta etapa adquieren más destrezas físicas, tienen una mayor competencia intelectual y sus relaciones sociales se hacen más complejas. La capacidad de lenguaje aumenta de manera evidente a medida que dominan las reglas de sintaxis y aprenden cómo mantener conversaciones. A nivel emocional, los niños de estas edades comienzan a identificarse con los demás y a mostrar una conciencia social. En la niñez, niños y niñas comienzan a tener una apariencia más estilizada, perdiendo la barriga redondeada de la infancia. El tronco, brazos y pies se hacen más largos, aunque la cabeza sigue siendo proporcionalmente grande. Los varones son ligeramente más altos y pesados que las niñas y tienen más músculo por kilogramo de peso, mientras que las niñas tienen más tejido graso.

DESARROLLO ARTISTICO

Los dibujos iniciales reflejan la madurez del cerebro y son similares en niños de diferentes naciones y culturas. La etapa de los garabatos. Surge a los dos años de edad y los adultos suelen pensar que estos garabatos son aleatorios y sin sentido. No obstante, los niños se interesan principalmente por la colocación de los trazos en el papel. Kellogg ha identificado 20 trazos básicos (como líneas o zigzags) y ha identificado 17 patrones de ubicación de los trazos en el papel que aparecen hacia los dos años de edad. La etapa de la forma surge hacia los tres años. Los niños dibujan diagramas con seis formas básicas: círculos, cuadrados o rectángulos, triángulos, cruces, letras X y formas desiguales. En la etapa de diseño, que alcanzan con rapidez desde la etapa anterior, los niños mezclan dos formas básicas en un patrón complejo. Se trata de dibujos abstractos. Los adultos suelen desechar y no valorar estos dibujos porque no son dibujos de algo concreto (como un árbol o una casa). Sin embargo, los adultos que empujan a los niños a dibujar objetos de la vida real están perjudicando el desarrollo artístico del niño.

La etapa pictórica comienza entre los cuatro y cinco años. Los niños empiezan a dibujar cosas de la vida real. Este paso del dibujo abstracto al dibujo representacional marca un cambio fundamental en el propósito del dibujo de los niños. Los elementos primarios en el arte consisten en un interés por la forma y el diseño, que es precisamente lo que caracteriza el dibujo de los niños en las primeras etapas. Pero después de los primeros años de escuela, cuando los adultos los presionan para pintar la realidad, sucede este cambio de lo abstracto a lo representacional y es cuando muchos niños que antes se divertían dibujando, pierden el interés artístico que tenían en un principio.

SUEÑO Y PROBLEMAS PARA DORMIR

En ocasiones, los problemas de sueño pueden indicar un problema emocional profundo. Si la alteración del sueño es persistente debería llevarse al niño a un psicólogo. En cambio, caminar o hablar dormidos es algo común y no conlleva ningún peligro.

TERRORES NOCTURNOS

Comienzan a aparecer en la niñez temprana. Los terrores nocturnos consisten en un despertar abrupto en un estado de pánico. El niño puede gritar, sentarse en la cama,

respirar con rapidez y tener la mirada fija. Aunque en realidad no está despierto, se puede tranquilizar fácilmente y a la mañana siguiente no recuerda lo sucedido. Suelen presentarse dentro de la hora siguiente al momento en que el niño se queda dormido.

Los terrores nocturnos no suelen ser un problema serio, no son señal de problemas emocionales y simplemente pueden ser el efecto de un sueño muy profundo. Las pesadillas suelen presentarse hacia la mañana y se recuerdan de un modo muy vívido. Una pesadilla ocasional no es motivo de preocupación pero si son persistentes, y sobre todo si atemorizan al niño durante el día y lo mantienen con ansiedad, pueden ser una señal de que se encuentra sometido a demasiado estrés.

DESARROLLO COGNITIVO: COMO PIENSAN LOS NIÑOS Características del pensamiento preoperacional

Comprensión de identidades Los niños desarrollan el concepto de que ciertas cosas son las mismas aunque puedan cambiar de forma, tamaño o aspecto. Son conscientes de que las alteraciones superficiales no cambian las cosas. Por ejemplo, Julia hablaba de ponerle un traje de pájaro a su gata, pero sabía que aunque se vistiera de pájaro seguiría siendo su gata. Comprensión de causa y efecto Comprenden que una cosa causa otra y que pueden hacer que sucedan cosas. Las interminables preguntas de "por qué" indican su deseo de conocer las causas de las cosas.

Empatía: ponerse en el lugar de otro Aunque Piaget pensó que la empatía se presenta más adelante, los niños más pequeños parecen mostrarla. Por ejemplo, a los 10-12 meses los bebés lloran cuando ven a otro bebé llorar. Hacia los 13 o 14 meses le dan palmaditas o le abrazan; a los 18 meses pueden darle un juguete nuevo para reemplazar a otro que se ha roto. No obstante, al principio de la niñez temprana le empatía se manifiesta cada vez más. Los niños criados en familias donde se habla con frecuencia de los sentimientos y la causalidad logran la empatía a una edad más temprana que los niños de familias que no hablan de estos temas. Habilidad para clasificar Al inicio del segundo año de vida, los niños son más lógicos para organizar objetos, personas y sucesos. Muchos niños de cuatro años de edad pueden clasificar los juguetes en función de su forma, color o clase. Además, suelen categorizar a las personas como buenas o malas, amigos o no amigos. Comprensión de números En esta etapa pueden contar y manejar cantidades.

EL DESARROLLO DEL LENGUAJE

Los niños pequeños hacen preguntas constantemente sobre cualquier cosa, en parte porque desean aprender cosas y en parte porque han aprendido que sus preguntas pueden iniciar una conversación. Cuando los niños superan la edad de tres años, su lenguaje se parece cada vez más al del adulto. Entre los tres y lo seis años los niños suelen aprender un media de nueve palabras cada día, aunque no siempre las utilizan como los adultos. Por ejemplo, un niño puede usar la palabra ayer para referirse a cualquier momento del pasado y mañana para cualquier tiempo futuro.

La gran velocidad con la que aprenden palabras nuevas se debe a que asimilan el significado de una palabra al escucharla solamente una o dos veces durante la conversación.

Al comienzo de la niñez temprana, los niños pueden seguir instrucciones que incluyen más de un paso, como: "recoge tus juguetes y guárdalos en el arcón", pero a menudo malinterpretan las oraciones complejas. Por ejemplo, si le dices "puedes ver la televisión después de ordenar tu cuarto", el niño puede procesar las palabras en el orden en que las escuchó y creer que puede ver primero la televisión y después ordenar su cuarto.

DESARROLLO DE LA MEMORIA

Durante la niñez temprana, los niños muestran un desarrollo significativo de su memoria. Tanto en los niños de esta edad como en los adultos existe una diferencia entre el reconocimiento y el recuerdo. El reconocimiento es la capacidad para identificar algo ya conocido y que vuelve a verse (por ejemplo, distinguir entre un grupo de imágenes cuáles se había visto antes). El recuerdo es la capacidad para evocar el conocimiento de algo que está en la memoria, como describir una imagen que ya se ha vito antes sin que esté presente en ese momento. A cualquier edad resulta más fácil reconocer que recordar.

Cuanto más familiarizados estén los niños con los objetos, mejor pueden recordarlos. También pueden recordar mejor el material cuando los objetos parecen tener una relación entre sí. Por ejemplo, una mesa y una silla.

La memoria en la niñez

Es probable que el recuerdo más antiguo que tenga una persona sea de algo que ocurrió cuando tenía al menos tres años de edad. No obstante, aunque algunas personas tienen recuerdos vívidos desde los tres años, otras no recuerdan nada anterior a los ocho años. En la niñez temprana, los niños no tratan de memorizar a propósito, pero recuerdan sucesos que les causaron una impresión particular. La mayor parte de los recuerdos son de corta duración y no suelen recordarse en etapas posteriores de la vida.

No obstante, los recuerdos pueden existir aunque una persona no sea consciente de ellos, y recuerdos profundos pueden afectar el comportamiento de una persona sin que se entienda su origen.

AUTOCOMPRENSION, AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA Sobre los cuatro años, los niños se definen a sí mismos por comportamientos y características observables. Es decir, mencionan comportamientos concretos (como "puedo correr muy deprisa"), condiciones físicas específicas (como el color del pelo), preferencias. Hablan de destrezas particulares (como trepar o correr) en vez de generalizar sus habilidades (como tener habilidad para el deporte). A los cuatro años, las descripciones de un niño sobre sí mismo son frases aisladas unas de otras. Su pensamiento salta de un aspecto particular a otro aspecto particular, sin seguir un orden lógico. Piensa en términos de todo o nada. No entiende que puede ser bueno en algunas cosas y malo en otras, ni entiende que puede sentir dos emociones a la vez.

Alrededor de los cinco o seis años, los niños pueden relacionar un aspecto de sí mismos con otro. Por ejemplo, describe juntas sus habilidades para el deporte ("Puedo trepar muy alto y correr deprisa, siempre gano a los demás cuando corro, algún día perteneceré a un equipo"). No obstante, a esta edad todavía se fija en las cosas en las que es bueno y su pensamiento es aún de todo o nada (si es bueno no puede ser malo).

Es más adelante, en la niñez intermedia, cuando pueden decir que son buenos en algunas cosas y malos en otras, pues su tendencia a pensar en términos de todo o nada se reduce.

AUTOCONCEPTO El autoconcepto es lo que piensa una persona de si misma, la imagen general que tiene de sus caracteristicas y habilidades. este sentido de si mismo comienza en la infancia. A los cuatro años, los niños piensan en términos externos a cerca de sí mismos, y es a partir de los seis o siete años cuando empiezan a definirse en términos psicológicos. En la niñez temprana, los niños desarrollan un yo ideal; es decir, un concepto de lo que les gustaría ser, y tienen problemas para reconocer que su yo real es diferente de su yo ideal. Por este motivo, los niños de esta edad se definen como un modelo de habilidades y virtudes. Entre los cuatro y los cinco años, los niños juzgan su competencia según comportamientos observables y concretos, aunque suelen tener un sentido muy amplio de dichas habilidades porque aún no son capaces de compararse con precisión con otras personas y porque los adultos tienden a felicitarlos por cada pequeño logro. AUTOESTIMA

El niño o niña que tiene una autoestima alta en sí mismo para enfrentar los retos e iniciar nuevas actividades, confia en sus propias ideas, establece sus propias metas, es curioso, hace preguntas, investiga y desea experimentar cosas nuevas. Se describe a sí mismo de manera positiva y se muestra orgulloso de su trabajo y sus logros. se siente cómodo con los cambios, se adapta bien al estrés, puede manejar la critica y la burla y percevera ante la frustración

El niño o niña con una baja autoestima no confía en sus ideas, no se cree capaz de iniciar actividades o enfrentar retos, no muestra curiosidad o interés por explorar, sino que prefiere rezagarse y mirar, se retira y se sienta aparte de los otros niños. Se describe a sí mismo en términos negativos y no se siente orgulloso de su trabajo. Cuando se siente frustrado abandona con facilidad y ante situaciones de estrés muestra un comportamiento inmaduro. Por tanto, la diferencia entre un niño con alta autoestima y otro con autoestima baja parece estar en los deseos de explorar, niveles de confianza, curiosidad y capacidad para adaptarse al cambio. Estos comportamientos son similares a los que diferencian a los niños más pequeños con vínculos afectivos de seguridad e inseguridad.

CRIANZA

Estilo autoritario

Los padres que utilizan este estilo valoran sobre todo la obediencia y el control. Tratan de hacer que los niños se adapten a un estándar de conducta y los castigan con dureza si no lo hacen. Son más indiferentes y menos afectuosos que otros padres. Sus hijos tienden a estar más inconformes, a ser retraídos e insatisfechos.

Estilo permisivo

Son padres que valoran la autorregulación y la autoexpresión. Hacen pocas exigencias a sus hijos, dejando que sean los mismos niños quienes controlen sus propias actividades tanto como sea posible. Consultan con sus hijos las decisiones y rara vez los castigan. No

son tan controladores y exigentes y son relativamente afectuosos. Sus hijos en edad preescolar tienden a ser inmaduros, con menor capacidad de autocontrol y menor interés en explorar.

Estilo democratico

Estos padres respetan la individualidad del niño aunque hacen énfasis en los valores sociales. Dirigen las actividades de sus hijos de un modo racional. Respetan los intereses, las opiniones y la personalidad de sus hijos, aunque también los guían. Son cariñosos y respetan las decisiones independientes de sus hijos, aunque se muestran firmes para mantener las normas e imponen castigos limitados. Explican a los hijos los motivos de sus opiniones o de las normas y favorecen el intercambio de opiniones.

Los hijos se sienten seguros porque saben que sus padres los quieren y porque saben lo que se espera de ellos. En edad de preescolar, los hijos de estos padres tienden a confiar más en sí mismos y a controlarse, manifiestan interés por explorar y se muestran satisfechos.

LA AGRESIVIDAD EN LOS NIÑOS

Entre los dos años y medio y los cinco años, los niños suelen pelear por los juguetes que quieren y por el control de su espacio. Es una agresión que tiene como objetivo alcanzar una meta (por ejemplo, conseguir un juguete). Dentro de los siguientes tres años o más, los niños dejan de demostrar su agresión con golpes y empiezan a hacerlo con palabras.

Cierto grado de agresión es normal, y los niños que pelean por las cosas que quieren tienden a ser más sociables y competentes. Entre los dos y los cinco años, conforme los niños pueden expresarse mejor con palabras, la agresión disminuye en frecuencia y duración de los episodios agresivos.

Las diferencias individuales son bastante estables. Los niños que a la edad de dos años golpean y cogen los juguetes de los demás, siguen actuando con agresividad a los cinco años.

Por lo general, después de los seis o siete años de edad los niños son menos agresivos, disminuyendo su agresividad conforme son menos egocéntricos y muestran más empatía hacia los demás. Pueden entender por qué una persona actúa de cierta forma y buscar formas más positivas para tratar con esa persona. Son más hábiles socialmente y pueden comunicarse mejor y cooperar para lograr metas comunes.

De los 3 a los 6 años: Cambios físicos y desarrollo cognitivo

Cambios físicos. A esta edad los niños crecen una media de unos 7 cm por año. Las extremidades se van alargando y la grasa se va perdiendo. Tiene una mayor coordinación de su movimiento. La parte del cuerpo que más se desarrolla es el cerebro, esto va a permitir un desarrollo de los aspectos cognitivos, flexibilidad,.... Maduración del sistema nervioso central. Tiene dos partes: El hemisferio izquierdo está especializado en el análisis lógico, razonamiento. 1.

El hemisferio derecho está especializado en las capacidades artísticas y visuales (captar música, disfrutar de un cuadro,...). 2.

Desarrollo cognitivo. El rasgo cognitivo más destacado es que los niños empiezan a utilizar la lógica. Se producen grandes avances en esta etapa: En esa forma de pensar ya tienen capacidad de buscar las causas que producen los acontecimientos.  Son capaces de entender muchas cosas y suponer lo que pasará "después de".  El desarrollo del lenguaje es espectacular.  A esta edad se sientan las bases de la teoría de la mente (lo que va a ser su teoría rudimentaria). 

I.- Capacidad numérica en esta etapa. Los niños manejan 3 principios en la capacidad numérica: Llamado principio de uno a uno. Saben que hay una frecuencia. 2. Saben que hay un principio cardial. Sabe que el último número es más grande. 3. Principio del orden estable. Repite la misma serie, aunque se equivoque. En este tema hay que tener en cuenta que hay mucha influencia de su vivencia social y cultural (los niños chinos, por ejemplo, puntúan 1.

más alto las pruebas numéricas, parece ser que las lenguas del Este asiático favorecen especialmente la lógica). El apoyo de los padres es fundamental.

II.- La memoria. Aparentemente es como si su memoria fuese insuficiente. Parece ser que a esta edad no se han aprendido estrategias para codificar los datos para después recuperar esos datos. Hay dificultad para recuperar. A pesar de que hay un déficit, hay una estrategia que les permite aprender a recordar y se llama "estrategia de guiones". El guión es una estrategia de memoria que permite atar los recuerdos de experiencias para después reproducirlos (encadena una sucesión de acontecimientos sobre una experiencia). Las características de los guiones preescolares: Describen experiencias, acontecimientos, muy concretos.  Va todo encadenado causa-efecto. Hay una coordinación causal. Algunos autores piensan que esta dificultad es debida a que tiene muchas cosas que atender, aprender, todo les llama la atención. 

III.- Teoría de la mente.

A esta edad los niños están elaborando un incipiente modo de comprender, de cómo son las percepciones, las emociones, los sentimientos de él mismo y de otras personas. Hay otro avance relevante: se dan cuenta de que "lo que ellos piensan los demás no lo saben". Es una etapa de gran desarrollo de la fantasía: todo es posible en su mente. En la psicología infantil se va sentando la base de la psicología del adulto. Piaget no estimó suficientemente las capacidades del niño (la inteligencia) ni la influencia del contexto social. El niño ya es capaz de utilizar el lenguaje simbólico (palabras, signos,..). En contrapartida Vigosky centra su atención en el papel clave que juega el adulto. Hay dos conceptos claves: Zona del desarrollo próximo (diferencia que hay entre el nivel cognitivo alcanzado por el niño y el nivel al que potencialmente puede llegar con ayuda). 2. Andamiaje (ayuda del adulto que ofrece al niño). 1.

IV.- Desarrollo del lenguaje. Estos años son claves para adquirir el lenguaje (idiomas, términos,...). La velocidad es grandísima. Hay un concepto de Vigosky que es fundamental que es el habla privada, es ese diálogo interno que tenemos en toda nuestra vida con nosotros mismos. Esto surge a esta edad y lo va convirtiendo en susurro, una vez adulto no lo hacemos en voz alta pero cuando se es niño sí. El habla privada le ayuda para aprender, recordar, organizarse (no es pues ninguna cosa "rara" ni motivo para alarmarnos si le vemos hablando solo). Características generales del desarrollo del niño de 3 a 6 años

En este periodo es de una importancia fundamental, por cuanto en muchos de los niños/as significa un principio de socialización a través de la escuela y el grupo de compañeros de juego, y supone la configuración de una personalidad de acuerdo con el desarrollo madurativo y una influencia decisiva del entorno. Entre los 3 y 6 años, el niño se vuelve más competente en el conocimiento, inteligencia, lenguaje y aprendizaje. Aprende a utilizar símbolos en el pensamiento y en las acciones, y es capaz de manejar conceptos como edad, tiempo y espacio en forma más eficiente. La destreza creciente en el lenguaje y las ideas, ayudan al niño a formar su propia opinión del mundo. Según la teoría de Freud, el amor del niño (3 a 6 años) hacia su madre es tan grande, que tiene insinuaciones sexuales, lo cual pone al niño en competencia con el padre. Inconscientemente el niño quiere tomar el lugar del padre, pero reconoce el poder de éste. Cuando se da cuenta que las niñas no tienen pene, imagina que algo les ha pasado, y se angustia pensando que su padre lo va a castrar por los sentimientos que tiene hacia su madre. A este fenómeno Freud lo llama “angustia de castración”. Por lo tanto, el niño temeroso reprime los sentimientos sexuales hacia su madre y deja de rivalizar con el padre, llegando a identificarse con éste. En la primera infancia el super-yo es rígido, con la madurez se vuelve más realista y flexible, lo que le permite al hombre funcionar de acuerdo a principios más elevados y que tengan que ver también con sus propios intereses. La tercera crisis de Erickson es la llamada “iniciativa versus culpabilidad” y ocurre a la edad de 3 a 6 años, es decir la primera infancia o etapa edípica según Freud. Esta crisis se trata del conflicto entre el sentido del propósito y las restricciones morales que el niño puede tener sobre sus planes, p/ej. querer comer un caramelo, pero saber que no tiene permiso para comer dulces. Esta crisis marca la división entre la parte de la personalidad que permanecerá niño (lleno de alegría y con deseos de probar cosas nuevas) y la parte que se está volviendo adulto (examina la conveniencia de sus motivos y acciones). El niño que aprende a regular estos propósitos, desarrollará según el autor la “virtud de propósito, valor de prever y perseguir metas”. Desarrollo psicomotor

Supone un incremento rápido en estos años que se corresponden con el 2º ciclo de la Educación Infantil. Características generales son la maduración del sistema muscular y nervioso y la estructura ósea, habiendo aparecido ya la primera dentición. Algunos factores, como la desnutrición o la privación de afectos, tienen una incidencia significativa en el proceso de crecimiento, mostrando los niños/as desnutridos retrasos en el desarrollo óseo, y circunferencias craneales más pequeñas que aquellos otros bien alimentados. Resulta una etapa en que tiene gran importancia las destrezas motoras y hay un evidente avance en la coordinación de los músculos mayores y menores y en la coordinación oculo-manual. De aquí la importancia que dentro del currículo se otorga al contacto del niño/a con materiales de naturaleza diferente y experiencias diversas que posibiliten ejercitar las habilidades motora y manipulativas esenciales para el posterior desarrollo de aprendizajes instrumentales escolares. Desarrollo mental, cognitivo y del lenguaje. Durante este periodo cronológico el niño y la niña representan un pensamiento más flexible, pero sin tener aún la madurez que un adulto, no posee todavía pensamiento abstracto. En esta etapa preoperacional de desarrollo cognitivo Piaget se desarrollo la función simbólica que permite representar al niño/a lugares y eventos de su mundo interior, de su propio mundo. Esta función simbólica se manifiesta en el lenguaje, la imitación diferida y el juego simbólico, todavía el niño/a se encuentra con limitaciones impuestas por el egocentrismo y la irreversibilidad. Estamos en un periodo muy importante para estimular y desarrollar la cognición. El lenguaje en este periodo es fundamentalmente egocéntrico y socializado. Según Piaget y Vygotski este lenguaje no tiene en cuenta las necesidades de quien escucha, convirtiéndose poco a poco en un lenguaje mecanismo de comunicación. Otra de las características típicas de este período es el juego. A través del juego los niños/as ejercitan una actividad física fundamental, aprenden acerca del mundo y hacen frente a sus sentimientos en conflicto al reescenificar situaciones de la vida real. La evolución pasa desde el juego solo, al juego con otros pero sin compartir, y finalmente al juego compartido con otros niños/as en colaboración. Desarrollo afectivo y de la personalidad

De acuerdo con el análisis psicodinámico (Freud) el niño/a de educación infantil en este período lo posicionamos en la etapa fálica de su desarrollo psicosexual, obteniendo placer en su estimulación genital. Circunstancias recogidas en este período son también los complejos de Edipo –en el niñoy de Electra –en la niña-. El autoconcepto desempeña un papel central en el psiquismo del individuo, siendo de gran importancia para su experiencia vital, su salud psíquica, su actitud hacia sí mismo y hacia los demás en definitiva, para el desarrollo constructivo de su personalidad. – Desarrollo social 

Una conducta de apego como resultado de una relación afectiva fundamentalmente madre-hijo, que va a tener una relevancia importante en la configuración de la personalidad del individuo.



Un reconocimiento o autoconocimiento de sí mismo, comenzando por la propia imagen, diferenciando el yo del no-yo, para descubrir al final de esta etapa la existencia de los otros.

En el ciclo de los 3-6 años son características relevantes: Una conducta de grupo, tras el descubrimiento de los otros donde se va a desarrollar aspectos tan importantes como el juego en un principio paralelo y posteriormente compartido, conflictos por la posesión de los objetos primeros contactos con la norma. Destacar que el conocimiento de estas características, junto con las necesidades derivadas de los ritmos biológicos propios de esta edad, no solo permiten avanzar en el desarrollo armónico e integral de nuestros alumnos, sino que también justifica el trabajo por rutinas y gran parte de la organización de un centro de Educación Infantil. PRINCIPALES FACTORES QUE INTERVIENEN EN SU DESARROLLO. La mayor parte de los psicólogos están de acuerdo en considerar que nos convertimos en quienes somos a través de la interacción de la herencia con el entorno. Nuestra predisposición genética afecta a nuestro entorno y éste a su vez influye en nuestra predisposición heredada. La meta de los investigadores del desarrollo es comprender los cambios relacionados con la edad que suceden en un ciclo de vida que va desde el óvulo fecundado hasta la vejez. A este proceso de cambios a lo largo de la vida le denominamos desarrollo, y es el resultado de la interacción.

Ya hemos dicho que el desarrollo es un proceso de cambios en el comportamiento, en el pensamiento, en la afectividad, relacionados con la edad y con las diferentes formas de organizar la actividad; y que estos cambios son el resultado de la interacción herencia-entorno. Vamos a ver ahora algunas características de este proceso: 

El desarrollo es continuo, es decir, acontece a lo largo de la vida, en todos los momentos de la misma, en el transcurrir de los días, semanas, meses y años.



Es acumulativo, esto explica que la capacidad de aprender depende en parte de las experiencias previas en situaciones semejantes.



Es discrecional, es decir, va de menor a mayor complejidad. Así podemos observar como la habilidad del niño para coger y soltar un juguete se perfecciona y se vuelve precisa en los primeros años.



El desarrollo es organizado. Las acciones de los niños se van organizando poco a poco tanto en motricidad gruesa como en motricidad fina. La coordinación, precisión, rapidez y fuerza para correr, saltar, coger y soltar, supone integración y organización de acciones de diferentes músculos y funciones sensoriales.



Es diferenciado esto significa que las acciones de los niños al principio son globales y poco a poco van haciendo diferenciaciones, cada vez más precisas en lo que perciben, sienten, piensan y hacen.



Por último, el desarrollo es holístico, es decir, las adquisiciones diversas están siempre integradas y o aisladas. Los diferentes aspectos del desarrollo cognitivo, social, motriz y lingüístico están relacionados, dependen unos de otros.

Puesto que los Psicólogos del desarrollo estudian el cambio a lo largo del tiempo, pueden observar que la conducta de un sujeto depende tanto de su naturaleza como de las normas de crianza. Unos autores creen que en nuestra personalidad y en nuestras acciones influyen más los factores biológicos. Otros, por el contrario, opinan que las experiencias del ambiente son más decisivas. Según esto podemos hablar de determinantes biológicos y de determinantes ambientales. DETERMINANTES BIOLÓGICOS 

Los específicos de cada especie, que son las características genéticas propias de los miembros de una especie, haciendo que todos los humanos seamos iguales. Así, por ejemplo ningún niño

nace con la capacidad para caminar erguido, para coger una pinza o para soltar de forma automática. 

Las particularidades genéticas de cada persona, que son las que establecen las diferencias entre los individuos.

Estos dos tipos de determinantes biológicos actúan a través de los genes y constituyen nuestra naturaleza, contribuyendo tanto a establecer las semejanzas entre las personas como sus diferencias. DETERMINANTES AMBIENTALES Podemos considerar que son influencias ambientales, tanto el entorno físico, (el barrio en el que vivimos), como el social (las personas, costumbres, las creencias, familias, otras instituciones), como el individual (nuestra propias experiencias en el camino particular por la vida). Otros tipos de determinantes ambientales son el contexto cultural (valores, actitudes ante la vida), el contexto histórico, el contexto étnico (compartir tradiciones, una determinada religión, una lengua, una educación) y el contexto socioeconómico. Los acontecimientos históricos pueden condicionar el desarrollo, así como el hecho de pertenecer a una determinada generación y vivir circunstancias históricas y sociales semejantes. Como resumen podríamos decir que los principales factores que intervienen en el desarrollo son: Factores ambientales: 

alimentación y nutrición



Otras variables: cuidado o atención sanitaria, hábitos de higiene, estimulación.

Factores biológicos o internos: 

Herencia



Maduración del sistema nervioso.

Niños en edad prescolar (3 a 5 años) Idioma: Español (Spanish)



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Indicadores del desarrollo Las habilidades como saber los nombres de los colores, mostrar afecto y saltar en un pie se denominan indicadores del desarrollo. Los indicadores del desarrollo son las acciones que la mayoría de los niños pueden hacer a una edad determinada. Los niños alcanzan estos indicadores en la forma de jugar, aprender, hablar, comportarse y moverse (por ejemplo, gatear, caminar o saltar). A medida que los niños entran en la primera infancia, su mundo comienza a expandirse. Se harán más independientes, y comenzarán a prestar más atención a los adultos y niños que están fuera de la familia. Querrán explorar y preguntar más sobre las cosas a su alrededor. Su interacción con familiares y aquellos que los rodean los ayudarán a moldear su personalidad, y a definir sus propias maneras de pensar y actuar. En esta etapa, su hijo podrá andar en

triciclo, usar tijeras de seguridad, distinguir a los niños de las niñas, comenzar a vestirse y desvestirse solo, jugar con otros niños, recordar partes de los cuentos y cantar canciones.

Consejos de crianza positiva de los hijos Estas son algunas cosas que usted, como padre, puede hacer para ayudar a su hijo en edad prescolar en esta etapa: 

Continúe leyéndole a su hijo. Llévelo a las bibliotecas y librerías para inculcarle el amor por los libros.



Permítale que ayude con tareas sencillas.



Anímelo a que juegue con otros niños. Esto lo ayudará a entender el valor de compartir y de la amistad.



Sea claro y no cambie las reglas a la hora de disciplinar a su hijo. Explíquele y muéstrele el comportamiento que espera de él. Cuando le diga que no, dígale lo que debería hacer.



Ayude a su hijo a desarrollar destrezas del lenguaje hablándole con oraciones completas y palabras de adultos. Ayúdelo a usar las palabras y frases correctas.



Ayude a su hijo a resolver problemas cuando esté frustrado.



Dele un número limitado de opciones sencillas (por ejemplo, que decida la ropa que se pondrá, cuándo puede jugar y qué va a comer de refrigerio).

La seguridad de los hijos es lo primero A medida que el niño adquiera más independencia y aumente su interacción con el mundo exterior, es importante que usted y su hijo sepan mantenerse a salvo. Estos son algunos consejos para proteger a su hijo: 

Explíquele por qué es importante mantenerse alejado del tráfico. Pídale que no juegue en la calle ni corra tras las pelotas que se van a la calle.



Actúe con cautela cuando le permita a su hijo andar en triciclo. Haga que circule por la acera y no por la calle, y que siempre use un casco de protección.



Inspeccione los equipos de los parques infantiles. Asegúrese de que no tengan partes flojas ni bordes filosos.



Vigile a su hijo todo el tiempo, especialmente cuando juegue afuera.



Tenga precaución con el agua. Enséñele a nadar, pero vigílelo todo el tiempo cuando esté cerca de algún lugar con agua (incluidas las piscinas infantiles).



Enséñele a su hijo a cuidarse de los extraños.



Su niño deberá viajar en la sillita de seguridad del auto con un arnés viendo hacia adelante hasta que supere la altura o el peso máximo permitido por el fabricante de dicho asiento. Cuando su hijo supere el límite para usar la sillita de seguridad viendo hacia adelante, estará apto para viajar en una sillita de seguridad elevada, pero siempre en la parte posterior del vehículo. La Administración Nacional de Seguridad Vial tiene información sobre la seguridad de los niños cuando viajan en vehículos.

Cuerpos saludables 

Coma con su hijo siempre que sea posible. Muéstrele que a usted le gusta comer frutas, verduras y granos integrales en las comidas o los refrigerios. Su hijo solo debe comer y beber una cantidad limitada de alimentos con azúcar agregada, grasas sólidas o sal.



Limite el tiempo que su niño pasa frente a pantallas a no más de 1 o 2 horas al día de programas adecuados, ya sea en casa, en la escuela o en los centros de atención infantil.



Ofrézcale a su hijo juguetes adecuados para su edad, como pelotas y bates de plástico, pero deje que escoja a qué quiere jugar. Esto hará que moverse y estar activo sea algo divertido para él.

Niños de 3-6 años: desarrollo físico y psicológico La etapa de los niños de 3-6 años es un periodo de grandes avances en el desarrollo físico, el crecimiento y la coordinación motora. Dejó atrás el periodo más vulnerable y aumenta su fortaleza física y su capacidad para desarrollar disímiles actividades y enfrentar las enfermedades. En el año 2004, James J. Heckman, destacado economista y ganador del Premio Nobel, conminó a reflexionar sobre la importancia de potenciar el desarrollo físico y psicológico del infante, en pos de un futuro exitoso: “El aprendizaje comienza en la infancia […] y continúa durante toda la

vida. El aprendizaje temprano engendra el aprendizaje posterior y el éxito temprano, genera el éxito posterior, tal como el fracaso temprano genera el fracaso posterior”. La infancia temprana es el periodo transcurrido hasta los 6 años de vida y se considera la etapa donde el individuo alcanza sus mayores logro. Y es que las habilidades que demuestren los hijos, como nombrar colores, mostrar afecto y saltar en un solo pie, son consideradas como indicadores de su desarrollo físico y psicológico. Ellas se demuestran en la forma de jugar, aprender, hablar, comportarse y moverse. La maduración del sistema nervioso del niño no supone solamente pasar por etapas prefijadas biológicamente. Los adultos, con su participación inteligente y comprometida, lograrán potenciar sus habilidades motrices, intelectuales y manuales. El niño, por naturaleza, se vuelve muy inquieto y está atento a todos los estímulos ambientales, entonces, ¿cómo no aprovechar este instinto natural en su propio beneficio? ¿por qué no convertirse en sus mejores aliados para descubrir el mundo? Para ellos todo es nuevo. El contacto con el medio que los rodea moldeará su personalidad y su manera de pensar y actuar.



Contenido 1 Indicadores del desarrollo físico y psicológico en los niños entre 3-6 años de vida o 1.1 Desarrollo físico o 1.2 Desarrollo psicomotor grueso en niños de 3-6 años o 1.3 Motricidad fina niños de 3-6 años o 1.4 Habilidades cognitivas niños de 3-6 años o 1.5 Desarrollo del lenguaje en niños de niños de 3-6 años o 1.6 Comportamiento afectivo y social

1.7 Desarrollo intelectual en niños de 3-6 años o 1.8 El desarrollo de la personalidad en niños de 3-6 años 2 La seguridad de los hijos es lo primero 3 Cuerpos saludables en niños de 3-6 años con unos buenos consejos o 3.1 Hábitos saludables de alimentación o 3.2 Tiempo de uso de los electrónicos o 3.3 Actividad física o 3.4 Habilidades de lenguaje o 3.5 Disciplina, normas y limites o 3.6 Respuestas inadecuadas o 3.7 Inicio de la escuela o 3.8 El desarrollo del rol sexual o 3.9 Refuerce el significado de los valores 4 Y por último… o

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Indicadores del desarrollo físico y psicológico en los niños entre 3-6 años de vida Desarrollo físico En esta etapa aumentan a un ritmo de 1,8 y 2,25 kg por año ( 4 o 5 libras), crecen entre 2 y 3 pulgadas por año (5 a 7,5 cm ), ya tienen los 20 dientes primarios, visión óptima (20/20) y duermen de 11 a 13 horas al día.

Desarrollo psicomotor grueso en niños de 3-6 años Uno de los indicadores del desarrollo físico y psicológico es el psicomotor grueso, el cual le permite al niño moverse en todas las dimensiones, adquirir plena conciencia de su cuerpo y cultivar su destreza motriz.

En los niños de 3-6 años se produce un aumento notable de su fortaleza física y de su capacidad para desarrollar distintas actividades

Entre las destrezas motrices más significativas se encuentran: 







2-3 años: correr, mantenerse 2 segundos en un solo pie, tirar una pelota, utilizar la cuchara, garabatear. 3-4 años: subir escaleras alternando los pies, saltar entre 40 y 60 cm de longitud, montar en triciclo. 4-5 años: bajar escaleras con soltura y sin apoyo, saltar entre 60 y 80 cm, mayor control para correr, pararse y girar. 5-6 años: caminar sobre una barra de equilibrio, saltar 30 cm de altura y 1 m de longitud, lanzar y coger las pelotas, montar bicicleta y patinar, marchar al ritmo de un sonido.

Motricidad fina niños de 3-6 años A nivel cerebral, las áreas que maduran de manera más evidente son las relacionadas con la motricidad fina. Estas son las encargadas de controlar de forma separada grupos musculares más pequeños,

brindando nuevas capacidades al cuerpo en su desarrollo físico y psicológico. A los 3 años comienzan a hacer trazos verticales, horizontales o circulares. Al principio, grandes y vacilantes, pero paulatinamente los harán más cortos y precisos, marcando el inicio del aprendizaje de la escritura. Será capaz de copiar un círculo, recortar con tijeras, cepillarse los dientes, vestirse, desvestirse, abrochar y desabrochar botones sin ayuda alguna. Ya a los 4 años podrá dibujar un cuadrado, doblar papeles y colorear formas simples, usar las tijeras para cortar en línea recta y manejar bien los cubiertos. Entre los 5 y 6 años, el desarrollo físico y psicológico se refleja en mayores habilidades: untará con un cuchillo, dibujará triángulos, estrellas y rombos, y será capaz hasta de dibujar un cuerpo humano completo en dos dimensiones.

Habilidades cognitivas niños de 3-6 años La capacidad del niño de aprender y entender demuestra sus habilidades cognitivas, siendo uno de los indicadores más interesantes del desarrollo físico y psicológico. 

2-3 años: sabe su nombre, apellido y edad, cuenta, resuelve rompecabezas sencillos y es capaz de narrar una historia a partir de un libro. Entiende palabras referidas al espacio (dentro, sobre, encima, debajo), pronombres y preposiciones, elabora oraciones de 3 palabras y emplea algunas en plural. Ya pueden resolver problemas simples, a través de reglas generadas por ellos mismos.







4 años: es capaz de entender las relaciones de tamaño, seguir una orden de 3 pasos, nombrar los colores, disfrutar rimas y juegos de palabras. 5 años: comprensión inicial de los conceptos de tiempo, conoce el número del teléfono, responde a preguntas de “por qué”, recita el alfabeto, nombra las letras mayúsculas y minúsculas, puede leer palabras sencillas y su nombre. 6 años: lee palabras de una sílaba, articula sonidos que empiezan con consonante y logra leer frases sencillas.

Desarrollo del lenguaje en niños de niños de 3-6 años Aprender los significados de las palabras depende en gran medida de los adultos que estén a cargo de los niños. Se debe propiciar la asociación de nombres con objetos, contarles cuentos, enseñarles libros y dibujos, imitar sonidos y cantar canciones. Es muy importante, además, enseñarles a pronunciar correctamente las palabras y las normas elementales de educación: saludar, despedirse y no interrumpir, entre otras. Estas son algunas de las estrategias que potenciarán el lenguaje dentro de su desarrollo físico y psicológico. Es muy común que algunas familias noten grandes diferencias en la forma de hablar de sus hijos con respecto a sus amigos y, ¿no se han preguntado el por qué sucede esto? Entre los 2 y los 3 años el niño ya une tres o más palabras en una secuencia para formar frases cortas, entiende bastante lo que se le dice y hace muchas preguntas. A los 4 añosya aprende a conjugar adecuadamente los verbos y entre los 5 y los 6 años es capaz de identificar las letras y descifrar el significado de palabras sencillas.

No se asombre si su hijo tartamudea entre los 3 y 4 años, esto sucede frecuentemente. Y es que los niños piensan más rápido de lo que son capaces de expresar y, si está estresado, este mal se acrecienta. ¿Cómo actuar? Prestándole atención sin hacer comentarios, pero si se acompaña además por tics, muecas, timidez extrema o si persiste por más de 6 meses, entonces debe visitar a un logopeda.

Comportamiento afectivo y social Antes de los 2 años las relaciones sociales giran en torno a la familia, pero después, comienza una etapa donde el vínculo extra familiar debe ser potenciado. Los niños, por lo general, trasladan al entorno social su comportamiento en el hogar como parte de su desarrollo físico y psicológico y, desgraciadamente, es frecuente observar conductas coléricas y agresivas que denotan la inadecuada relación niño-familia. Debe ver como normal que pongan a prueba sus límites físicos, conductuales y emocionales, pero esto obliga a los padres a fijar normas disciplinarias y un ambiente seguro. Lo anterior se debe unir al desarrollo de la iniciativa, curiosidad, deseo de explorar y gozo (sin sentirse culpables o inhibidos), pero tampoco debe permitirse que actúen a su antojo y libre albedrío.

En los niños de 3-6 años se deben inculcar el respeto, las frases de agradecimiento y el valor de la familia

Es importante que aprendan a: 



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Relacionarse con sus semejantes con respeto y educación: “buenos días”, “hasta luego”, “por favor”, “disculpe”, “gracias”, “¿por qué?”. Iniciar y terminar una conversación, escuchar y hacer preguntas, pero sin interrumpir. Hacer cumplidos y ponerse en el lugar de sus semejantes. Expresar sus propios sentimientos, defendiendo, con respeto, sus opiniones o inconformidades. Compartir, cooperar, ayudar y socializar con sus semejantes.

Desarrollo intelectual en niños de 3-6 años A esta etapa se le conoce como periodo pre-operacional o de la inteligencia virtual e intuitiva, en que el niño está inmerso en un mundo de objetos físicos con los que interactúa y de personas con las que se relaciona.

El juego seguirá siendo una actividad primordial en el desarrollo físico y psicológico de los niños de 3-6 años, una parte muy importante será imitar el rol de los adultos

Su desarrollo se rige fundamentalmente por la formación de símbolos mentales, o sea, no toma el objeto por lo que “es” sino por lo que “representa” como por ejemplo dibujar un animal que no ve, imitar que está manejando un carro y hacer que come en un plato vacío. A esto se le suma el lenguaje y los sonidos. Su atención irá ganando en control, adaptación y capacidad planificadora. El juego seguirá siendo una actividad primordial en el desarrollo físico y psicológico de los niños, constituyendo el medio idóneo para estimular el lenguaje, la memoria, la capacidad de razonamiento, de planificación y de creatividad. No subestime el potencial de aprendizaje de su niño: favorezca el despliegue de todas sus habilidades.

El desarrollo de la personalidad en niños de 3-6 años Esta etapa pre-escolar es crucial para el desarrollo de la personalidad. En función del contexto familiar y de cómo se manejen los deseos del niño y sus conductas, dependerá que se forje un individuo equilibrado,

autónomo, con conciencia moral y de elevada autoestima. Para que un niño se valore debe sentirse valorado y la correcta educación emocional es fundamental para desarrollar una adecuada personalidad. Es normal que exprese abiertamente sus sentimientos y emociones, pero hay que enseñarlos a controlarse y comportarse dentro de límites permisibles. Inevitablemente, tendrán que enfrentar retos y los adultos tienen la obligación de prepararlos para esos momentos.

Los niños de 3-6 años tienen una gran capacidad para aprender sobre la amistad y es ideal para inculcarles el respeto a las diferencias

La seguridad de los hijos es lo primero La seguridad juega un papel muy importante en el desarrollo físico y psicológico de los niños de 3-6 años. Estas son algunas recomendaciones: 

Cuando viajen en coche, utilice asientos apropiados y cinturones de seguridad.





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Las caídas son muy frecuentes: es necesario estar vigilantes de donde juegan. Enséñelo a nadar, pero nunca lo deje solo en piscinas o en el mar. Asegurarse que no tenga acceso a lugares peligrosos. Explíquele por qué es importante alejarse del tráfico y que no debe jugar en la calle. Enséñele a su hijo a cuidarse de los extraños. El niño puede cooperar en la cocina pero vigilado y sin acceder áreas peligrosas. Mantenga en lugares restringidos los productos de limpieza o tóxicos.

Cuerpos saludables en niños de 3-6 años con unos buenos consejos Estamos en una época diferente y es necesario adaptar la educación infantil a las realidades de nuestros tiempos. El buen desarrollo físico y psicológico de los niños de 3-6 años requiere de gran preparación, perseverancia y entrega. Cada niño requiere de un sistema propio para inculcarle hábitos, valores, patrones de conducta y conocimientos. En esta etapa decisiva hay algunos elementos que resultan esenciales. Entre ellos:

Hábitos saludables de alimentación Para garantizar el buen desarrollo físico y psicológico de sus niños de 3-6 años, los padres deben acostumbrarlos a consumir alimentos sanos en un entorno sereno y horarios habituales. Indiscutiblemente, una buena y equilibrada nutrición es parte importante del estilo de vida saludable. En esta etapa es muy importante el consumo diario de

verduras y frutas, productos lácteos, carnes magras y pan y cereales integrales.

En esta etapa es muy importante el consumo diario de verduras y frutas, productos lácteos, carnes magras, pan y cereales integrales

Será muy conveniente animarlo a probar nuevos alimentos, pero no lo presione si no los desean. Trate de establecer horarios fijos para las comidas y no ofrezca alimentos entre ellas. Evite los alimentos procesados y las bebidas gaseadas. Ofrézcales abundante agua y leche. Debe enseñarle el uso correcto de los cubiertos, no hablar con la boca llena y usar la servilleta. Pídale que ayude a colocar la mesa y a recoger.

Tiempo de uso de los electrónicos El uso excesivo de los electrónicos se debe evitar. La vida sedentaria es un gran enemigo del desarrollo de los niños de 3-6 años. El tiempo de televisión o frente a la pantalla de la computadora se debe limitar a 2 horas al día de programación de calidad. Durante los horarios de

almuerzo y comida apague el televisor y elimine cualquier tipo de distracción, para que disfruten de una acogedora reunión familiar.

Actividad física La actividad física se debe promover en los niños de 3-6 años. Su gran energía y resistencia se debe encauzar en actividades al aire libre. Es una etapa muy importante en el desarrollo de sus destrezas motoras, en la coordinación y en su habilidad para jugar y efectuar actividades deportivas de forma más estable. Los juegos al aire libre y la práctica de cualquier deporte evitarán el sobrepeso y le darán una rutina diaria imprescindible. Con ellos desarrolla las destrezas motoras y mejora su coordinación. Recordando que su seguridad es de gran importancia y que se deben seleccionar las actividades físicas seguras y empleando los medios de protección adecuados para cada actividad y edad. Basado en lo anterior es conveniente propiciar el desarrollo de actividades físicas en familia, así se divertirán mientras que disfrutarán de un tiempo en familia inolvidable.

Habilidades de lenguaje Durante la etapa de los niños de 3-6 años, las habilidades del lenguaje se modifican de forma sustancial, de ahí que se necesita hablarle y comunicarse con los pequeños y así contribuir a perfeccionar su forma de hablar. Crear el hábito de la lectura a esta edad lo ayudará a desarrollar sus habilidades en el lenguaje. Léale, llévelo a las librerías y bibliotecas para fomentar su amor por los libros.

Crear el hábito de la lectura en los niños de 3-6 años ayudará a desarrollar sus habilidades en el lenguaje

Si se trata de niños expuestos a más de un idioma es una etapa crucial para que adquiera los conocimientos de varios idiomas.

Disciplina, normas y limites Establezca una rutina diaria, con horarios y establezca reglas claras de lo que es aceptado y cuáles son los límites. Es aconsejable que le asignes deberes y tareas acordes con su edad. Sea claro y no cambie las reglas a la hora de disciplinarlo. Explíquele el comportamiento que espera de él. Si practicas la disciplina con amor, inculcarás hábitos a base de repetición y rutina. Resalta y recompensa sus buenos comportamientos y no use el castigo excesivo. Es conveniente que lo ayudes a resolver problemas cuando se sienta impotente o frustrado.

Respuestas inadecuadas Son muy comunes las respuestas insolentes o impertinentes a partir de los 4 o 5 años de edad. Los padres deben permanecer calmados y no permitir que el niño sienta que los molesta. Eso les confiere poder sobre los adultos.

Inicio de la escuela El inicio de la escuela impone un reto para el niño y para la familia. La madurez del propio niño indicará si ya está preparado para enfrentar esa nueva etapa. Los periodos de atención, la disposición para la lectura y el desarrollo de la motricidad fina pueden ser muy diferentes entre los 5 o los 6 años. Una actitud objetiva por parte de los padres y no pedirle lo que aún no pueden dar, ayudará a no afectar el desarrollo normal de estos niños.

El desarrollo del rol sexual Los niños de 3-6 años comienzan a identificar el papel de las figuras maternas y paternas en el hogar. Juegan imitando estas conductas. Por eso es importante que puedan tener el ejemplo de ambos sexos. Si la familia es monoparental trate de que pueda compartir con personas del sexo opuesto. A estas edades es una curiosidad natural la exploración propia o con otros niños de sus genitales. No lo recrimine ni lo avergüence, solo hágale saber que no es apropiado hacerlo en lugares públicos.

Refuerce el significado de los valores Los juegos y las relaciones sociales con otros niños contribuirán a incorporar conceptos y valores como la amistad. Es la etapa ideal para transmitir valores como la honestidad, la solidaridad, la empatía, la

humildad, la generosidad, el respeto a las diferencias, la autoestima, la responsabilidad, la gratitud y la paciencia, entre otros.

En los niños de 3-6 años el desarrollo físico y psicológico se refleja en mayores habilidades para el dibujo

Todo lo anterior debe conducir a otro importante valor: la felicidad. El objetivo de la educación infantil debe ser enseñar a nuestros hijos a alcanzar su propia felicidad, ser ellos mismos. Solo siendo ellos felices serán capaces de transmitir ese sentimiento a los demás.

Y por último… La crianza de los hijos es la tarea más difícil de toda la vida. La educación de su hijo es una escultura muy fina que debes forjar con manos llenas de amor. Verlos crecer fuertes, saludables e inteligentes es el premio más valioso que recibirás durante la carrera más importante de tu vida: Ser padre o madre.