El Modernismo

Concepto El modernismo es un movimiento artístico y literario que se desarrolló a finales del siglo XIX y principios del

Views 176 Downloads 2 File size 74KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Concepto El modernismo es un movimiento artístico y literario que se desarrolló a finales del siglo XIX y principios del XX. Es una corriente estética que rechaza el realismo de la época anterior. Características - Gusto por lo clásico, lo mitológico, lo exótico, lo oriental. - Evocación de escenarios de épocas pasadas. En el modernismo aparecen de forma recurrente dioses, ninfas, palacios, castillos, caballeros… - Predilección por los espacios cosmopolitas y urbanos (devoción por París, por ejemplo. - La sensualidad está presente en muchos poemas; otros tienen una fuerte carga de melancolía y nostalgia. Rubén Dario Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Dario (Metapa, hoy Ciudad Darío, Matagalpa, 18 de enero de 1867-León, 6 de febrero de 1916), fue un poeta, periodista y diplomático nicaraguense, máximo representante del modernismo literario en lengua española. Es, posiblemente, el poeta que ha tenido una mayor y más duradare influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Fue el primer hijo de Manuel García y Rosa Sarmiento, quienes se habían casado en León (Nicaragua) en 1866, tras conseguir las dispensas eclesiásticas necesarias, pues se trataba de primos segundos. Sin embargo, la conducta de Manuel, aficionado en exceso al alcohol y a las mujeres, hizo que Rosa, ya embarazada, tamara la decisión de abandonar el lugar conyugal y refugiarse en la ciudad de Metapa, Cándida Rosa, quien murió a los pocos días. La relación se volvióa deteriorar y Rosa abandonó a su marido para ir a vivir con su hijo en casa de una tía suya, Bernarda Sarmiento, que vivía con su esposo, el coronel Félix Ramírez Madrejil, en la misma ciudad de León. Rosa Sarmiento conoció poco después a otro hombre, y estableció con él su residencia en San Marcos de Colón, en el departamento de Choluteca, en Honduras. La niñez de Rubén Dario transcurrió en la ciudad de León, criado por sus tíos abuelos Félix y Bernarda, a quienes consideró en su infancia sus verdaderos padres. Apenas tuvo contacto con su madre, que residía en Honduras, y con su padre, a quien llamaba “tío Manuel”.

Sobre sus primeros años hay pocas noticias, aunque se sabe que a la muerte del coronel Félix Ramírez, en 1871, la familia pasó apuros económicos, e incluso se pensó en colocar al joven Rubén como aprendiz de sastre. Según su biógrafo, asistió a varias escuelas de León antes de pasar, en los años 1879 y 1880, a educarse con los jesuitas. Pronto comenzó a escribir sus primeros versos: en 1879, escribió un soneto, y publicó por primera vez en un periódico poco después de cumplir los trece años: se trata de la elegía Una lágrima. Poco después colaboró también en El Ensayo, revista literaria de León, y alcanzó fama como “poeta niño”. Darío llegó a España con el compromiso, que cumplió impecablemente, de enviar cuatro crónicas mensuales a La Nación acerca del estado en el que se encontraba la nación española tras su derrota frente a Estados Unidos en la Guerra hispano-estadounidense, y la pérdida de sus posesiones coloniales de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam. En España, Darío despertó la admiración de un grupo de jóvenes poetas defesonres del Modernismo. Entre estos jóvenes modernistas estaban algunos autores que luego brillarían con luz propia en la hisoria de la literatura española, como Juan Ramón Jiménez, Ramón María del Valle-Inclán y Jacinto Benavente, y otros que hoy están bastante más olvidados, como Francisco Villaespesa, Mariano Miguel de Val, y Emilio Carrere. Darío, murió en León, la ciudad de su infancia, y, el 6 de febrero de 1916.

Mía Mía: así te llamas. ¿Qué más harmonía? Mía: luz del día; mía: rosas, llamas. ¡Qué aroma derramas en el alma mía si sé que me amas! ¡Oh Mía! ¡Oh Mía! Tu sexo fundiste con mi sexo fuerte, fundiendo dos bronces. Yo triste, tú triste… ¿No has de ser entonces mía hasta la muerte? Soneto Este gran Ramón de las barbas de chivo, cuya sonrisa es la flor de su figura, parece un viejo dios, altanero y esquivo, que se animase en la frialdad de su escultura. El cobre de sus ojos por instantes fulgura y da una llama roja tras un ramo de olivo. Tengo la sensación de que siento y que vivo a su lado una vida más intensa y más dura. Este gran don Ramón del Valle-Inclán me inquieta, y a través del zodíaco de mis versos actuales se me esfuma en radiosas visiones de poeta, o se me rompe en un fracaso de cristales. Yo le he visto arrancarse del pecho la saeta que se lanzan los siete pecados capitales.