El Misterio Del Capital - Hernando de Soto Ensayo

UNIVERSIDAD PARTICULAR “ANDINA DEL CUSCO” ESCUELA PROFESIONAL DE ECONOMIA ENSAYO DEL LIBRO: “EL MISTERIO DEL CAPITAL”

Views 44 Downloads 1 File size 119KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

UNIVERSIDAD PARTICULAR “ANDINA DEL CUSCO” ESCUELA PROFESIONAL DE ECONOMIA

ENSAYO DEL LIBRO: “EL MISTERIO DEL CAPITAL”

DOCENTE: C.P.C. PAOLA ESTRADA ALUMNA: CANDY .O. PALACIOS ZAMUDIO CURSO: CONTABILIDAD II

-2015-

ENSAYO DEL LIBRO : “EL MISTERIO DEL CAPITAL”

Los occidentales reconocen cada vez más que la falla está en el remedio mismo y culpan a la falta de espíritu empresarial o la poca vocación de mercado de los pueblos del Tercer Mundo. La brecha entre occidente y el resto del mundo es demasiado grande como para una mera explicación culturalista.

“Los estadounidenses bendecidos por la paz y la prosperidad no han tenido problemas para desentenderse de las conmociones de otras partes del globo.” Hernando de Soto

La mayoría de los países pobres poseen activos para hacer del capitalismo un éxito. Pero es una posesión defectuosa: las casas de los pobres están construidas sobre lotes con derechos de propiedad inadecuadamente definidos, sus empresas no están constituidas con obligaciones claras y sus industrias se ocultan donde los financistas e inversionistas no pueden verlas. En el occidente, en cambio, toda parcela de tierra, toda construcción, toda pieza de equipo o depósito de inventarios está representada en un documento de propiedad que es el signo visible de un vasto proceso oculto que conecta a tales recursos con el resto de la economía. Lo que uno realmente deja atrás al ver hacia el Tercer Mundo es un mundo donde hay transacciones legales y obligatorias sobre derechos de propiedad. Antes de 1950 gran parte de los países del Tercer Mundo eran sociedades agrícolas cuya organización le habría resultado familiar a un europeo del siglo XVIII. Las teorías en boga sobre el “desarrollo” buscaban traer la modernidad al campo. No estaba previsto que los campesinos llegaran a las ciudades en pos del siglo XX. Obtener autorización legal para construir una casa sobre tierra del Estado tomó seis años y 11 meses, y exigia 207 pasos administrativos en 52 oficinas gubernamentales. Obtener la titulación legal de ese lote demandó 728 pasos.

En los sectores subcapitalizados del Tercer Mundo y en los países que han dejado atrás el comunismo permanece el trabajo duro y la inventiva. Por casi todo el Tercer Mundo son demasiadas las transacciones extralegales con documentos legales y han convertido en obsoletos los archivos y los mapas oficiales. Por eso los recursos de la mayor parte de las personas son invisibles en el financiero y lo comercial. En estos países 85% de los lotes urbanos, y entre 40% y 53% de las parcelas rurales, están bajo una forma de tenencia tal que los inhabilita para crear capital. En los países en vías de desarrollo y en los que salen del comunismo los activos sirven sobre todo para propósitos físicos inmediatos. En cambio en occidente, esos mismos activos llevan además un vida paralela, como capital externo al mundo físico. El capital muerto existe porque hemos olvidado que convertir un activo físico en uno generador de capital supone un proceso muy complejo. El capital resulta de descubrir y desencadenar la energía potencial de millones de millones de ladrillos que los pobres han acumulado en sus edificaciones. Los grandes economistas clásicos como Adam Smith y Karl Marx consideraban al capital el motor de la economía de mercado. El capital era visto como la parte principal de todo lo económico, el factor preeminente, tal como aparece en temas capitales, pena capital, o la capital de un país. Para Smith la especialización económica; la división del trabajo y el subsiguiente intercambio de productos de mercado era la fuente del incremento de la productividad y por tanto de la “riqueza de las naciones”. Lo que hacía posible tal especialización e intercambio era el capital, definido por Smith como los activos acumulados para propósitos productivos. Marx concordaba; para él, la riqueza que produce el capitalismo se funda en una inmensa acumulación de mercancía. Smith insistía en que con capital “la misma cantidad de industria produce una mayor cantidad de trabajo”. “el capital es por naturaleza siempre inmaterial puesto que no es la materia lo que hace al capital sino el valor de aquella materia; el valor no tiene nada de físico”. Jean Baptiste Say

Hoy, el capital se confunde con el dinero, que es sólo una de sus muchas formas de viajar. Es un error asumir que el dinero es lo que finalmente fija el capital. Como lo señaló Smith, el dinero es la “gran rueda de circulación”, pero no es el capital, pues el valor “no puede consistir en aquellas piezas de metal”.

Los países del Tercer Mundo y los que salen del comunismo ya saben que inflar sus economías con dinero no permite generar mucho capital. Para el ingeniero, el desafío consiste en cómo crear un proceso de conversión que fije el potencial en una forma capaz de hacer trabajo adicional. El capital, como la energía, es La propiedad formal proporciona el proceso, las formas y las reglas que fijan activos en condiciones que nos permiten realizarlos como capital activo. El sistema de propiedad formal es la planta hidroeléctrica del capital. Es el lugar donde nace el capital. “Para descubrir lo que nuestra sociedad entiende por cordura, acaso debemos investigar lo que viene sucediendo en el campo de la locura. Y lo que entendemos por legalidad, en el campo de la ilegalidad. Seis efectos son esenciales para que los ciudadanos puedan generar capital. Michel Focault

El capital nace de representar por escrito las cualidades económica y socialmente más útiles acerca del activo, en oposición a los aspectos visiblemente más saltantes del amigo mismo. La integración de todos los sistemas de propiedad bajo una sola actividad formal hizo que la legitimidad de los derechos de los dueños se desplazara del contexto regional y político de las comunidades al contexto impersonal de la ley. Uno de los efectos más importantes del sistema de propiedad formal es transformar activos de menos a más accesibles, para que puedan hacer trabajo adicional. Las reglas de la propiedad formal exigen activos descritos y caracterizados de un modo que destaque su singularidad y a la vez señale su parecido con otros activos, haciendo así más obvias las combinaciones potenciales. Al proporcionar estándares, los sistemas de propiedad formal occidentales han reducido sustantivamente los costos de transacción en la movilización y el uso de activos. Los sistemas de propiedad formal convirtieron a los ciudadanos de occidente en una red de agentes comerciales individualmente identificables y responsables. Esto reduce los riesgos de robo de servicios y también la pérdida financiera por cobranza de cuentas a personas difíciles de localizar, así como las pérdidas técnicas por un cálculo incorrecto de las necesidades.

El capital siempre ha estado en el misterio porque, como la energía, es un concepto que sólo puede ser captado por la mente. La única manera de “tocar” el capital es a través de un sistema de propiedad que registre sus aspectos económicos sobre papel, los ancle a un lugar y los asigne a un propietario específico. Si el capitalismo tuviera una mente, estaría localizada en el sistema legal de propiedad. Pero como casi todas las cosas de la mente, gran parte del “capitalismo” hoy opera en el nivel subconsciente. La Organización Internacional de Trabajo informa que, desde 1990, el 85% de todos los nuevos puestos de trabajo en América Latina y el Caribe fueron creados en el sector extralegal. El orden legal no ha podido seguirle el paso a esta asombrosa revuelta económica y social, y eso ha forzado a los nuevos migrantes a inventar sustitutos extralegales de la ley establecida. Los países más pobres carecen de instituciones que integren a los migrantes en el sector formal, fijen sus activos en formas fungibles, vuelvas a los dueños agentes responsables y les aporten dispositivos de conexión y apalancamiento que, a su vez, les permitan interfaces productivas y generar capital dentro de un mercado legal más amplio. Lo que no advierten los líderes nacionales es que las personas se organizan de modo espontáneo en grupos independientes extralegales hasta que el gobierno pueda aportar un sistema único de propiedad legal. La explicación más frecuente sobre la corriente migratoria en los países en vías de desarrollo apunta a la mejora de los caminos. Los nuevos medios de comunicación aportaron un incentivo adicional. La radio, sobre todo, despertó expectativas de aumento en el consumo y en los ingresos. Otro factor decisivo fue la crisis agrícola, así como el problema de los derechos de propiedad en el campo. Hasta el crecimiento de las burocracias nacionales resultó un incentivo para la migración. Por la centralización del poder en manos de funcionarios estatales, casi todas las oficinas facultadas para dar consejo, atender solicitudes, expedir permisos o proveer puestos de trabajo estaban en las ciudades. Operar fuera del trabajo y la empresa legales era sorprendentemente caro. Al no poder conseguir dinero para la inversión, los migrantes no podían lograr economías de escala o proteger sus innovaciones mediante regalías o patentes. La población de la mayoría de las ciudades del Tercer Mundo se a cuadriplicado o más en las últimas décadas. En 2015 más de 50 ciudades en los países en vías

de desarrollo tendrán cinco o más millones de personas, gran parte de ellas viviendo y trabajando fuera de la ley. Según la mayoría de los estimados, en el mundo en vías de desarrollo el sector extralegal aloja de 50 a 75% de los trabajadores y representa entre un quinto y más de dos tercios de la producción total del Tercer Mundo. La propiedad inmueble constituye el 50% de la riqueza nacional de los países avanzados; en los países en vías de desarrollo la cifra está más cerca de los tres cuartos. La Extra legalidad rara vez tiene una intención antisocial. Los crímenes que comenten los extralegales buscan alcanzar metas tan cotidianas como la construcción de una casa, el suministro de un servicio o el desarrollo de un negocio. Adam Smith comentó en una oportunidad que si uno desea que su trabajo sea ejecutado de modo aceptable debe encargarlo en los suburbios (antiguos núcleos extralegales) donde los trabajadores, al no tener ningún privilegio exclusivo, no cuentan sino con su carácter, y luego uno debe colarlo a la ciudad como pueda. En los países que el Estado proscribía y enjuiciaba a los empresarios extralegales en vez de adecuar el sistema para que absorbiera a sus empresas, no sólo se retardó el progreso económico, sino que aumentó el desorden, lo cual desembocó en la violencia. Las expresiones más conocidas fueron la Revolución Francesa y la Revolución Rusa. A fines del Siglo XVIII todo el aparato legal se había debilitado y en algunos países ya era completamente corrupto. Entre 1764 y 1769 fue concedida en 131 casos la condición de pueblo urbano a más de seis mil grupos selectos de individuos. La oficina de tierras de Pensilvania pasó por alto o permitió muchos usos que no podía impedir, y así surgieron, además de los derechos convencionales de la oficina, muchos géneros locales particulares de titulación de tierras. Los migrantes empezaron a establecer linderos, a roturar los campos, a construir casas, a transferir tierras y a establecer crédito mucho antes de que los gobiernos les hubieran conferido el derecho a hacerlo.

“... quien por su iniciativa e industria ha creado para sí mismo y su familia un hogar en medio del descampado, y amerita recompensa. Él ha brindado facilidades a la venta de tierras públicas y ha traído a competencia tierras que de

otra manera no hubieran merecido precio alguno y para las cuales no hubiera habido postores, de no ser por las mejoras que él hizo”. Messick, “A history of preemption”, p.17.

Los gobiernos de los países en vías de desarrollo ya llevan 180 años pugnando por abrir sus sistemas de propiedad a los pobres entonces el por qué el fracaso. La creación de un sistema integrado no supone leyes y reglamentos buenos sobre el papel sino más bien normas arraigadas en las creencias de la gente y por tanto con más posibilidades de ser obedecidas e impuestas. Las ineficiencias de los mercados en el Tercer Mundo tienen mucho qué ver con la fragmentación de sus acuerdos sobre propiedad y con la carencia de representaciones estándar. Para crear una economía de mercado moderna se necesitan estándares comunes precisados en un único cuerpo de normas. En el Tercer Mundo la mayoría de los procedimientos legales para crear propiedad formal no contienen los mecanismos necesarios para identificar y formalizar las pruebas extralegales de las que los pobres podrían valerse para convalidar su propiedad. Si el sistema legal no satisface las necesidades y ambiciones de las personas, éstas abandonarán el sistema en bandadas. Las inconducentes agendas políticas de tipo “izquierda vs derecha” tienen muy poca relevancia para las necesidades de los pobres en los países en vías de desarrollo. “La ley se eleva a partir de las estructuras y costumbres de la sociedad entera y a la vez desciende a partir de las políticas y los valores de quienes gobiernan a la sociedad. La ley ayuda a integrar ambos movimientos”.

Los sistemas extralegales de propiedad son estables y tienen sentido para los miembros de un grupo, pero no son operativos en niveles sistémicos más complejos y carecen de representaciones que les permitan interactuar fluidamente. Mientras tanto los promotores del capitalismo, todavía arrogantes y embriagados por su victoria sobre el comunismo, aún no han comprendido que sus reformas macroeconómicas no bastan. Demasiados tecnócratas han adoptado una perspectiva excesivamente panorámica frente al proceso globalizador.

La mayoría de los programas de reforma económica en las economías pobres podrían en efecto estar cayendo en la trampa que Karl Marx previó: que la gran contradicción del sistema capitalista es que propicia su propia desaparición al no evitar concentrar el capital en pocas manos.