El Misterio Del Arca de La Alianza

Historia y Leyendas sobre el Arca de la Alianza El Arca de la Alianza ha desvelado a muchos poderosos de todos los tiemp

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Historia y Leyendas sobre el Arca de la Alianza El Arca de la Alianza ha desvelado a muchos poderosos de todos los tiempos, como por ejemplo Hitler. Quienes quisieron poseerla fantaseando que obtendrían un poder infinito. Al igual que con la Lanza de Longinos y el Cáliz de la Última Cena.

Pero el objeto físico llamado Arca de la Alianza está desaparecido. . Y hay múltiples versiones sobre cuando desapareció y dónde podría estar. Dios le encargó hacer a Moisés un Arca que simbolizara la Alianza entre Él y los hombres. Y su finalidad era la de guardar las Tablas de piedra de la Ley. De eso hablaremos en este artículo. Leer también    

Aquí se Encontraría la Verdadera Arca de la Alianza: Santa Maria de Sión, Etiopia (Diciembre) Expedición a Axum en Etiopía para buscar el Arca de la Alianza Los Judíos tendrán una Asombrosa Conversión al Cristianismo por la Virgen María, mira cómo Seis Grandes Misterios de la Biblia

LA FABRICACIÓN DEL ARCA DE LA ALIANZA Yahveh fue muy explícito en sus instrucciones, que en el Génesis están expresadas desde el Capítulo 25 al 30. . En ellas el Señor le encarga a Moisés, ya en el desierto con los israelitas, todo lo necesario para el culto a Él debido. Desde la Tienda del Encuentro, el Cofre del Pacto, la mesa para la ofrenda, el candelabro de oro puro, el altar del incienso, el altar de los holocaustos y hasta la ropa que debían utilizar los sacerdotes, cuyas reminiscencias vemos en los atuendos de las celebraciones litúrgicas de la Iglesia Católica. Podemos preguntarnos, ¿Cómo el Señor puede haber sido tan ingenuo de esperar que unos pastores de rebaños, primitivos y sin instrumentos, pudieran hacer un cofre de madera de acacia y revestirlo por dentro y por fuera de oro puro? Y nos respondemos, con el Salmista: ¡Él es el Señor, que hizo el cielo y la tierra! El Señor no sólo le dio las instrucciones a Moisés, sino que también le presentó los artesanos elegidos por Él para realizar el trabajo. A los cuales había llenado del Espíritu de Dios, dotándoles de entendimiento, sabiduría y pericia especiales como para hacer el trabajo.

Estos fueron Bezaleel, de la tribu de Judá y su ayudante Aholiab, de la tribu de Dan, Las instrucciones en cuanto al tallado del oro, piedras preciosas, madera y demás materiales utilizados de acuerdo a lo establecido por Yahveh, fueron seguidas al pie de la letra por Bezaleel y otros “hombres hábiles a los que Yahveh había dado pericia”. Quienes no sólo construyeron el Arca sagrada, sino que también trabajaron en la elaboración del Tabernáculo, el candelabro de siete brazos, el vestuario de los sacerdotes, la mesa sagrada, los objetos relativos al culto, etc. Cuando estuvo terminada, con las Tablas de la Ley en su interior, según Éxodo (40, 20), y con la vara de Aarón formando parte del ajuar que en ella se guardó, según Números (17, 10), el Arca comenzó a ocupar un lugar en la marcha de los israelitas Que la cargaron durante su éxodo en busca de la Tierra Prometida. Ese “Templo” que iba delante de ellos, dio a los israelitas su identidad como pueblo de Dios. Ellos llevaban a Yahveh con ellos. El Salmo, aunque escrito siglos después, expresa bien ese sentimiento de pertenencia del pueblo de Israel: “Yahveh es mi luz y mi salvación ¿a quién temeré?”

Esa Arca, como un Depósito de la Fe, se convirtió así en un auténtico talismán que representaba la alianza de Dios con su pueblo, cuando no la propia encarnación material de Yahveh. . Ya que era considerada una representación del Trono del Cielo de Dios en la Tierra. Lo sorprendente de esta historia, es que mientras el Arca peregrinó en su Templo portátil, fue fácil seguirle la pista. Sin embargo, y como si fuera un designio divino, fue cuando estuvo segura dentro del Templo de Salomón, que desapareció.

UNA HISTORIA MUY LARGA Su historia parece haber sido mucho más larga desde su desaparición, es decir, cuando el profeta Jeremías la ocultó en el monte Nebo. Pero no solamente por la cantidad de siglos que transcurrieron desde ese momento hasta el presente, sino por la multitud de voces que señalaron haberla visto, encontrado u ocultado. Ahora bien, si para los judíos, el Arca de la Alianza era la representación del Trono de Dios en la tierra, bien podríamos pensar que su desaparición puede estar enmarcada en el mismo fenómeno que ocurrió cuando la muerte de Jesús en la Cruz, en que “el velo del templo se rasgó”. Simbolizando que la presencia de Dios ya no estaba más allí, como cerrando una era de espera.

Los judíos, ajenos como están a toda la historia de la salvación que no vieron ni reconocieron, como dice Juan, sostienen que la reaparición del Arca de la Alianza, hoy perdida, ocurrirá milagrosamente al final de los tiempos. . Cuando descienda con la con la luz deslumbrante de la Presencia Divina, luego de lo cual vendrá su Mesías esperado.

LA RUTA DEL ARCA En la historia del pueblo de Israel, el Arca comienza a mencionarse después que las aguas del Mar Rojo se abrieron para dejar pasar a los israelitas, ya libres del poder egipcio. . Hasta su llegada a Jerusalén y su instalación definitiva en el Sancta Sanctorum del Templo de Salomón, su pista parece extraordinariamente clara. Primero fue llevada cerca de Jericó, luego a Gilgal, después a Siquem, donde se renovó el pacto con Yahveh que simbolizaba el Arca y su contenido: las Tablas de la Ley. Tras un breve paréntesis en Betel, el Arca se quedó durante una buena temporada en Siló, donde fue cuidada por la familia del sacerdote Eli. Y desde donde fue llevada a la batalla de Afec, en la que los filisteos se apoderaron de ella y la exhibieron después como trofeo de guerra.

Sin embargo, la felicidad de los filisteos duró poco, pues una serie de extrañas enfermedades se abatieron sobre ellos obligándoles a devolver el Arca a sus propietarios originales siete meses más tarde. Para entonces, el Arca se quedó en Bet Semes, donde murieron 70 hebreos por mirar dentro de ella. Luego, por temor, fue exiliada a Quirat Jearim, donde fue custodiada durante veinte años por un cierto Abinadab, hasta que el rey David se propuso llevarla a Jerusalén. En el traslado murió un hombre, Uza, al tocar el cofre, y se decidió que éste “descansara” en casa de Obededom de Gat. Una vez pasado el incidente, se preparó una tienda en Jerusalén donde estuvo el Arca hasta que Salomón terminó su Templo.

Y fue allí, curiosamente en el lugar más seguro de todos en los que estuvo el Arca, donde se le perdió la pista para siempre.

SANTA MARÍA DE SIÓN Aquí entra en acción la historia etíope, que vincula a Salomón, con la reina de Saba y el hijo de ambos, el príncipe Menelik. . Quien, habiendo recibido de su padre una copia del Arca de la alianza, temeroso de que los babilonios de Nabucodonosor tomaran Jerusalén, habría sustituido la verdadera Arca por su copia idéntica, llevándose la auténtica a Etiopía Durante siglos la Iglesia Católica Ortodoxa Etíope ha defendido la convicción de que él Arca perdida se encuentra actualmente en la Iglesia de Santa María de Sion.

Aunque nadie la ha visto, esa presencia fantasmal del Arca obra sobre los etíopes lo mismo que hizo con los israelitas en el desierto. Le da al pueblo etíope en particular y a la Iglesia de África en general, su identidad como creyentes y como elegidos por Dios para esa concesión maravillosa. Sin embargo, las investigaciones que llegan hasta Santa María de Sión siempre parecen rebotar con la consigna de que quien mire el Arca quedará ciego. Y por lo mismo, no es posible saber si esa presencia es real o sólo fue alimentada por una leyenda que se hizo carne en el pueblo. La historia de Santa María de Sión, cuyas raíces se remontan hasta el siglo IV, d.C, parece deberse al rey Axumite, quien, convertido al cristianismo, por dos monjes sirios náufragos, tomó el nombre de Ezana y es considerado un santo por su promoción del cristianismo. Fue en ese momento, en el 300 dC, que la Iglesia de Santa María fue construida en Axum, la cual permaneció en pie durante siglos. De eso se tiene conocimiento por el testimonio de un fraile portugués que afirmó ver, poco antes de ser destruida en el Siglo XVI por los musulmanes, “una iglesia notable, de cinco naves y gran longitud y cuyos techos y paredes estaban pintados”

Esto nos dice que Axum fue el primer reino cristiano en el mundo y el mayor fuera del Imperio Romano. A finales del siglo V, el cristianismo se extendió más allá de la familia real a la población en general a través de misioneros que huyeron del Imperio Romano de Bizancio (Oriente). En 1635, la destruida Santa María de Sión fue reconstruida por el emperador Fasilidas sobre las ruinas de la iglesia anterior, y esta es la iglesia que se encuentra hoy en día. Tanto la destrucción como la reconstrucción de la iglesia se ha convertido, para los etíopes, en una parte importante del significado de su historia. Rodeado por países islámicos, varias veces invadido, hasta el punto de que estuvo al borde de la extinción, el cristianismo ortodoxo de Etiopía se considera a sí mismo como un bastión contra el Islam.

Santa María de Sión simboliza las luchas y triunfos no sólo de la Iglesia sino también de la nación de Etiopía. Los emperadores de Etiopía eran coronados aquí y eso siguió hasta nuestros días. Hasta la década de 1930, los criminales podían recibir refugio en el recinto de la iglesia haciendo sonar la campana en el porche.

En 1955, para celebrar su Jubileo de Plata, el emperador Haile Selassie fundó una nueva iglesia de Santa María de Sión junto a la antigua. La cual fue terminada en 1964, y que, a diferencia de la original Santa María de Sión, la nueva Basílica de Santa María de Sión, permite la entrada a las mujeres. Diez años después, Selassie construyó una capilla reliquia al lado de la vieja de Santa María para celebrar los tesoros de la iglesia, especialmente la venerada Arca de la Alianza. El escritor Grant Jeffrey, en “Profecías del Armagedón”, narra una conversación con el príncipe Stephen Menghesa, biznieto del emperador Haile Selassie y supuesto descendiente directo, por tanto, de Salomón y Menelik. “Menghesa refirió a Jeffrey que tras la proclamación del Estado de Israel en 1948, muchos falashas etíopes empezaron a discutir planes para el retorno del Arca de la Alianza a Israel y ayudar a la construcción del Tercer Templo Que contribuiría a una auténtica atmósfera de paz y concordia, uniendo a cristianos, judíos y musulmanes y enterrando para siempre las voces amigas de la eterna discordia, ideal que muchos atribuyen también a la Orden del Temple.” Por lo que sabemos, eso debe haber quedado en el tintero. Pero sigamos con las leyendas.

Ron Wyatt

RON WYATT: ¿ILUMINADO O FRAUDE? El arqueólogo aficionado norteamericano Ron Wyatt, ahora fallecido, aseguró después de años de excavaciones, que la auténtica Arca de la alianza se encuentra debajo del Monte Moriah, al que se le llama “la pared del Calvario”. Existen muchas cosas increíbles en el relato de Wyatt, desde una iluminación interior que le dijo que el Arca estaba allí, hasta la aceptación del gobierno israelí para que empezara a cavar. Wyatt tardó dos años en llegar a lo que él dice ser la parte baja del Calvario, porque encontró bajo el vecino monte Moriah, un túnel que conducía a una cámara a cuarenta y ocho pies bajo la superficie, “donde supuestamente estaba el Arca”. Este monte Moriah, vecino del Calvario, fue donde Abraham debía sacrificar a su hijo Isaac y finalmente sacrificó un cordero. Eso anunciaba el sacrificio de Cristo.

En sus testimonios, un tanto increíbles y nunca ratificados por testigos, Wyatt confesó haber visto el Arca de la Alianza. . Y haber hablado con cuatro ángeles que la custodiaban. . Así como que Jesús en persona le había agradecido lo que estaba haciendo y lo había bendecido. Incluso mencionó que en el lado derecho del propiciatorio del Arca, el que nunca había sido usado, había encontrado una sustancia oscura. Que dado que se encontraba justo debajo de una grieta que correspondía a la parte inferior del Calvario, le hizo suponer que era la sangre de Jesús. Al llevarla a analizar a un laboratorio israelí, y solicitarles que hicieran un cultivo de ella, Wyatt relató que los laboratoristas se sorprendieron de que les solicitara un cultivo de células muertas. Sorprendentemente – claro, siempre según Wyatt – los que analizaron la sangre, descubrieron que no tenía 46 cromosomas como las de todo el mundo, en las que 23 “XY” corresponden al padre y 23 cromosomas “X”corresponden a la madre, sino que sólo tenía 24 cromosomas (!), 23 correspondientes a María, Su Madre y un “Y” correspondiente al Padre celestial. Wyatt afirmaba “No existe otra sangre igual en la tierra”, lo cual es evidente. Para más sorpresas, una vez que el cultivo estuvo pronto, se descubrió que las células de sangre “estaban vivas”.

Se le preguntó a Wyatt de quién era esa la sangre y él contestó “es de vuestro Mesías”.

Siempre en el relato de Wyatt, una de las últimas veces que bajó a la cámara, los ángeles “guardianes del Arca”, le dijeron que el Arca sólo aparecería cuando la humanidad estuviera por ser obligada a aceptar la marca de la bestia. Sorprendentemente (o no) los trabajos arqueológicos de Wyatt fueron vetados por el Gobierno israelí antes de que culminasen. Lógicamente, de salir a la luz los descubrimientos de Wyatt, y en el caso de que fueran ciertos, podría haberse demostrado que Jesús era realmente el Mesías, el Hijo de Dios encarnado, cosa que los judíos no admiten. De todas formas, esto es algo para discernir. Pero, y esto siempre en el relato de Wyatt, parece que soslayadamente, las autoridades israelíes enviaron a seis agentes vestidos con ropa de levita con el objetivo de retirar el Arca y trasladarla a territorio israelí. Esos hombres, con sus walkie-talkies, su equipamiento y todo lo concerniente al retiro del Arca, nunca regresaron. Se le pidió a Wyatt que, puesto que él era el único que había entrado y vuelto a salir que entrara él en el lugar para averiguar qué le había sucedido a los agentes.

Él relata que entró efectivamente y descubrió los seis cadáveres. . Que según su diagnostico, por sus conocimientos de enfermería, habían muerto de infarto bilateral, debido a la posición cruzada de sus ojos.

OTRAS VOCES Sin embargo, también desde tiendas protestantes se levantan voces señalando que al ser Ron Wyatt un Adventista del Séptimo Día, secta dominada por los masones, todo esto puede haber sido una orquestación masónica para convencer y dominar a los cristianos.

Pero, una afirmación compatible con los supuestos o reales, “hallazgos” de Wyatt fue la del teólogo y arqueólogo también protestante Randall Price. . Quien publicó en 1993 en “Messianic Times” un artículo en el que afirmaba que los antiguos archivos rabínicos mencionan que el Arca fue sacada del Segundo Templo y escondida en un lugar secreto bajo el almacén de leña del Templo. El propio Price dice que “Basándose en la descripción histórica de la situación del almacén de leña y del conocimiento actual de los pasillos subterráneos bajo el monte Moriah, se cree que hay un túnel que conduce a una cámara a unos cuarenta y ocho pies bajo la superficie, que se supone alberga el Arca”.

EL ARCA VERDADERA Price no puede olvidar su condición de teólogo y por eso habla de Cristo como nuestro propiciatorio. El, parafraseando a otro teólogo protestante, John MacArthur, cita un versículo de Juan, 20,12, en el que se menciona lo que vio María Magdalena al asomarse a la tumba vacía.

Lo que María vio, dice Price, según observó MacArthur, fue el nuevo propiciatorio, el propiciatorio perfecto. . Ella observó a “dos ángeles, sentado cada uno en cada extremo de la losa que había tenido el cuerpo quebrantado de nuestro Señor”. . Esa escena nos remite al Arca de la Alianza, ¡donde dos querubines se cernían sobre su propiciatorio salpicado de sangre de cordero! Y la conclusión de Price es la siguiente: “El Arca ya no es necesaria. Jesús ha cumplido todo lo que el Arca representaba. Él era Dios hecho carne. Él representó la obediencia completa a la Ley, perfeccionándola y convirtiéndose en la fuente de nuestra salvación (Heb. 5:8-9). Su sangre fue derramada por nuestros pecados, y Su victoria está atestiguada por el hecho y el poder de Su Resurrección. Así como el Arca fue diseñada para ser un símbolo de la presencia de Dios en medio de Su pueblo, Jesús es la máxima expresión del amor, cuidado y presencia de Dios. Él es nuestra Arca. Él es nuestra Ley. Él es nuestro Maná. Él es nuestra Vara Florecida. Y, gracias a Dios, Él es nuestro Propiciatorio.

MARÍA: LA NUEVA ARCA DE LA ALIANZA Sin dejar de compartir lo que Price dice en relación a Cristo, lo que estas personas no saben, tal como no lo sabe ningún protestante sobre la tierra, es que el Arca de la Alianza no es Cristo, cómo dice Price, como tampoco las Tablas de la Ley eran el Arca. . El Arca era el recipiente de la Palabra de Dios y está personificada, desde la Anunciación, o sea, desde la Encarnación del Hijo de Dios, en la Santísima Virgen María. Citaremos a continuación un artículo muy interesante publicado por Enciclopedia Católica Mercabá, en la cual se mencionan los paralelismos existentes entre la primera Arca y la definitiva, la mencionada en el Apocalipsis, la Madre de Dios. “Un tema bastante indispensable para entender que significa la Santísima Virgen Maria para nosotros los católicos, es el de La Nueva Arca de la Alianza. A través de este tema se puede fácilmente ver como el Arca del Antiguo Testamento queda representada en el Nuevo Testamento en la Santísima Virgen María.

Y el motivo por el cual debe ser honrada y respetada, cosa que en la actualidad solamente se hace en la Iglesia Católica y por esto somos objeto de crítica y blasfemia por los protestantes y sectarios. Decimos que María es el Arca de la Alianza porque ella misma tuvo a Cristo, la Palabra de Dios, en su vientre durante nueve meses, al igual que el Arca en el AT contenía la Palabra de Dios escrita en piedra. Comprendiendo esto, podremos entonces estar más cerca de entender el resto de los dogmas marianos.” En el Antiguo Testamento, el Arca aparecía y desaparecía, volviendo a aparecer. Pero después de ser depositada en el Templo de Jerusalén, definitivamente, los judíos actuales y muchos evangélicos, esperan que aparezca tal como fue construída. Olvidando de que esa Arca era figura premonitoria de la verdadera y definitiva Arca. Contrariamente a lo esperado por ellos, nosotros, los católicos, creemos que sí volvió a aparecer, llevando a Cristo, la Palabra, en su vientre. Y al ser asunta al Celo, María, nueva y eterna Arca de la Alianza, volvió a desaparecer. Pero en Apocalipsis 11,19, se profetiza su nueva y definitiva reaparición siendo presentada como María, la Madre de Jesús.

“En ese momento se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y quedó a la vista el Arca de su Alianza. . Y hubo rayos, voces, truenos y un temblor de tierra, y cayó una fuerte granizada. . Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. . Estaba embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz (…)” Remarca Mercabá: “Algunos evangélicos sostienen que la mujer coronada con las estrellas de este pasaje es Israel y que las 12 estrellas representan a las 12 tribus y afirman que la mujer no es María. El problema es que esta interpretación no coincide con el Apocalipsis, que dice claramente que sus hijos son quienes “poseen el testimonio de Jesús” (Ap.12, 17).

Algo que los hijos de Israel de hecho no “poseen” y que, sin embargo, los hijos de María poseen con toda seguridad y que esa realidad comenzó con Juan al pie de la cruz cuando Jesús le presentó a María como madre (Jn.19, 26).” Ahora, vamos a presentar, en este Cuadro, la extraordinaria comparación que hace Mercabá, para justificar, por medio de la Palabra, la afirmación de que María es la nueva Arca de la Alianza.

Por todo esto, nosotros, los católicos, hijos fieles y devotos de María, volvemos a leer una y otra vez y repetimos con gran alegría y Fe: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humillación de Su esclava. Desde ahora, todas las generaciones me llamarán bienaventurada” Y por 20 siglos la Iglesia Católica lo ha proclamado: Santísima María, Madre de Dios y Madre nuestra, sí, bendita eres entre todas las mujeres. Fuentes:   

http://es.slideshare.net/JuanEgidio/descubrimiento-del-arca-de-la-alianza-po-ronwyatt Randall Price, Searching for the Ark of the Covenant: Latest Discoveries and Research (Eugene, Oregon: Harvest House Publishers, 2005), p. 142. http://www.mercaba.org/ARTICULOS/M/Maria%20Arca%20de%20la%20Alianza.doc

Escrito por María de los Ángeles Pizzorno De Uruguay, Escritora, Ex Secretaria retirada

El misterio del Arca de la Alianza

Según la tradición judía y cristiana, el arca de la Alianza era un cofre sagrado ubicado en el Lugar Santísimo (en hebreo, Kodesh ha-Kodashím) del Tabernáculo, que más tarde se colocó en el Templo construido por Salomón. Se hizo por mandato de Yahveh y según su diseño. Acorde como narra el Libro del Éxodo de la Biblia, dicho cofre contenía las Tablas de la Ley: Tablas de piedra en las cuales figuraban inscritos los Diez Mandamientos de Moisés. Los autores de la Biblia emplearon más de veinte expresiones diferentes para referirse al arca, siendo las más comunes: “El arca de la Alianza” y “el arca del testimonio”, expresiones que no son privativas de ningún escritor en particular y que se usan indistintamente. Asimismo es conocida como arca del Convenio, arca del Pacto o arca de Yahveh. Vladimir Gessen y María Mercedes Gessen en su libro ¿Quien es Dios? señalan sobre el Arca de la Alianza: "Asimismo, otro aparte extraño de La Biblia es el que se menciona en el Libro de Éxodo (Capítulo 25) donde se explica detalladamente cómo construir un artefacto de comunicaciones, “El Arca de la Alianza”, donde “Dios” le dice a Moisés 'Te comunicaré todo lo que haya de ordenarte para los israelitas'. Por cierto, este aparato es impresionante porque además de que un 'Dios' habla a distancia por este receptor, es a su vez muy peligroso o aparentemente transmitía radiaciones mortales… En el Libro de Samuel (1era de Samuel 5:9-12) refiriéndose al Arca de la Alianza dice: “Entonces enviaron el Arca de Dios a Ecrón. Pero apenas el Arca llegó a Ecrón, los ecronitas gritaron: Han trasladado aquí el Arca del Dios de Israel, para hacerme morir a mí y a mi pueblo (…) Devuelvan el Arca del Dios de Israel; que regrese al lugar donde estaba, y no me haga morir a mí y a mi pueblo. Porque reinaba un pánico mortal en toda la ciudad (…) A los que no morían les brotaban tumores, y el clamor de la ciudad subía hasta el cielo”… Tenemos que preguntarnos: ¿Usaba el Arca de la Alianza energía nuclear? o ¿Era emisora de ondas de microondas? Ambas tecnologías capaces de crear tumores… .

El Arca de la Alianza (Tissot, 1896-1902). Historia del arca La Biblia indica que el arca fue mandada construir por Moisés y su diseño ordenado según Dios lo había dispuesto; fue usada en la conquista de Canaán y con ella Josué consiguió abrirse paso en las aguas del Jordán al contacto de éstas con el arca, y durante siete días fue paseada en torno de Jericó, que cayó luego en poder de dicho caudillo. El arca fue fijada en Silo. Durante la época de Elí y Samuel, sucedió uno de los episodios más impresionantes del que se cuenta acerca del arca de Dios. Durante una cruenta guerra contra los filisteos fue llevada al campamento israelita con el objeto de levantar la moral de los guerreros. Pero después de una trágica derrota del pueblo hebreo, donde también murieron los dos hijos del juez y sacerdote israelita Elí, los filisteos la tomaron como un valiosísimo trofeo, dando lugar a un verdadero luto en todo el país de Israel. En poder de aquellos estuvo unos meses, aconteciendo que desde el momento que fue llevada al templo de la gigantesca estatua del dios Dagón en Asdod, éste quedó dos noches consecutivas postrado delante del arca, sólo que la segunda vez decapitado y sin las manos, a lo que siguió una ola de estragos, desastres y plagas azotando todo aquel país. Los filisteos, horrorizados por aquellos sucesos, habían dejado que el arca fuese sola en un carro tirado por dos vacas. Después los animales pararon en Bethsames: Varios habitantes de aquel lugar murieron por el trato poco reverente que dieron al objeto sagrado.

El arca cubierta es portada por sacerdotes levitas con varas de oro, mientras otros sacerdotes hacen sonar las trompetas durante el asedio de Jericó. Grabado, siglo XVIII. De allí fue trasladada a Gabaá. Luego Saúl la habría utilizado en la campaña contra los filisteos. Posteriormente David con un acompañamiento solemne la habría trasladado a Sión. Sin embargo, de camino a Sión había ocurrido un accidente: Uza, un encargado del arca, quiso sostenerla en un momento de bamboleo y cayó muerto de repente. David atemorizado la dejó durante 3 meses en casa de Obededom. Seguidamente, desde Sión la reliquia fue instalada en el majestuoso templo de Salomón en tiempos de su reinado en Jerusalén. Luego, desde que Nabucodonosor II, rey de Babilonia, invadió Jerusalén, destruyendo el templo y saqueando todos los objetos valiosos del mismo, el arca previsoriamente fue llevada y colocada en un lugar seguro y secreto antes de la invasión y posterior deportación de los judíos. Precisamente -en ese tiempo de la destrucción del TemploJeremías es el profeta ungido responsable de hablar. Según el registro de los Macabeos, Jeremías tomó el arca -lo cual representaba el trono de Dios para ocultarla en el Monte Nebo: Leamos en 2 Macabeos 2:4-8 (este libro solo aparece en la biblia con el canon alejandrino) "El profeta, después de una revelación, mandó llevar consigo la tienda y el arca; y cómo salió hacia el monte donde Moisés había subido para contemplar la heredad de Dios. Y cuando llegó Jeremías, encontró una estancia en forma de cueva; allí metió la Tienda, el arca y el altar del incienso, y tapó la entrada. Volvieron algunos de sus acompañantes para marcar el camino, pero no pudieron encontrarlo. En cuanto Jeremías lo supo, les

reprendió diciéndoles: "Este lugar quedará desconocido hasta que Dios vuelva a reunir a su pueblo y le sea propicio. El Señor entonces mostrará todo esto; y aparecerá la gloria del Señor y la Nube, como se mostraba en tiempo de Moisés, cuando Salomón rogó que el Lugar fuera solemnemente consagrado".

David llevando el arca a Jerusalén. Jeremías diría que ese arca, el antiguo "trono de Dios", perdería importancia espiritual y sería sustituida por la presencia de Dios entre su pueblo: "Y sucederá que en aquellos días... declara el Señor no se dirá más: "arca del pacto del Señor"; no les vendrá a la mente ni la recordarán, no la echarán de menos ni será hecha de nuevo. En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: "Trono del Señor"; y todas las naciones acudirán a ella, a Jerusalén, a causa del nombre del Señor; y no andarán más tras la terquedad de su malvado corazón". (Jeremías 3:16-17) "Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y gran granizo". (Revelación/Apocalipsis 11:19) Réplica del Arca de la Alianza, realizada por la empresa Hasbro. Modelo y diseño Lo primero que Yahveh le detalló a Moisés, cuando le dio las instrucciones para construir el tabernáculo, fue el modelo y el diseño del arca, dado que iba a ser el objeto principal y más importante no solo del tabernáculo, sino también de todo el

campamento de Israel. El cofre en sí mismo medía 2,5 codos de largo, 1,5 de ancho y 1,5 de alto (111 cm. × 67 cm. × 67 cm.), y estaba hecho de madera de acacia, revestido de oro puro tanto por dentro como por fuera. Coronaba el arca un artístico “borde de oro” en forma de guirnalda “sobre ella ... en derredor”. La segunda parte del arca, su cubierta, estaba hecha de oro macizo, no meramente de madera revestida, y tenía la misma longitud y anchura que el cofre. Sobre esta cubierta había montados dos querubines de oro de labor a martillo, uno a cada extremo de la cubierta, con sus rostros vueltos el uno hacia el otro, las cabezas inclinadas y las alas extendidas hacia arriba “cubriendo la cubierta protectoramente”. A esta cubierta también se la conocía como “el propiciatorio”, o “cubierta propiciatoria”. Para transportar el arca, se suministraron largos varales, hechos también de madera de acacia revestida de oro e insertados a través de dos anillos de oro a ambos lados del cofre. Como estos varales no se debían quitar de sus anillos, nunca había necesidad de que los portadores del arca la tocaran. En las esquinas había cuatro “patas para caminar, patas flexionadas como para caminar”, para que no se apoyase directamente en el suelo, aunque no se sabe qué altura tenían. Parece que los anillos estaban montados justo por encima de las patas, o quizás sobre las mismas.

Relieve con el Arca de la Alianza, siglo III-IV. Sinagoga de Cafarnaúm, Israel. Ceremonia de inauguración y uso Bezalel y los hombres de corazón sabio que le ayudaban se apegaron a las instrucciones explícitas recibidas y construyeron el arca con los materiales que el pueblo había contribuido. (Éx 35:5, 7, 10, 12; 37:1-9.) Un año después del éxodo, finalizado y erigido el tabernáculo, Moisés puso dentro del arca las dos tablas de la Ley. (Deuteronomio

10:1-5 menciona que durante unos pocos meses, desde el momento en que Moisés escribió las tablas de la Ley en la montaña hasta que se trasladaron al arca construida por Bezalel, estuvieron guardadas en un arca provisional de madera de acacia hecha con ese fin.) Seguidamente, Moisés introdujo los varales por los anillos del arca, le colocó la cubierta y la llevó al tabernáculo. Una vez allí, puso en su lugar la pantalla que separaba el Santo del Santísimo y después, como parte de la ceremonia inaugural, ungió con aceite el arca y todos sus utensilios. A partir de entonces, siempre que los sacerdotes desmontaran el tabernáculo para levantar el campamento, emplearían la misma pantalla divisoria, además de una cubierta de pieles de foca y una tela azul, para cubrir el arca con el fin de impedir que el pueblo la mirase ‘por el más mínimo momento, y por lo tanto muriese. (Éx 40:3, 9, 20, 21; Nú 3:30, 31; 4:5, 6, 19, 20; 7:9; Dt 10:8; 31:9.)

Representación de Moisés y Josué, arrodillados ante el arca. El arca hacía las veces de archivo sagrado para conservar ciertos artículos que servían de recordatorio o testimonio. Las dos tablas del Testimonio o los Diez Mandamientos eran su principal contenido. (Éx 25:16.) También se guardó en ella una “jarra de oro que contenía el maná y la vara de Aarón que echó botones”, pero más tarde, en algún momento anterior a la construcción del templo de Salomón, se sacaron de ella. (Heb 9:4; Éx 16:32-34; Nú 17:10; 1Re 8:9; 2Cr 5:10.) Poco antes de morir, Moisés dio una copia del “libro de la ley” a los sacerdotes levitas y les dijo que la deberían guardar, no

dentro, sino “al lado del arca del pacto de Yahveh su Dios, ... de testigo contra ti”. (Dt 31:24-26.)

El Arca de la Alianza en tiempos de Saúl, capturada por los filisteos y presentada ante su templo, 244. Fresco. Dura Europos, Siria. Símbolo de la presencia de Dios El arca representó durante su existencia la presencia de Dios, quien prometió: “Allí ciertamente me presentaré a ti, y hablaré contigo desde más arriba de la cubierta, desde entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio”. “En una nube apareceré encima de la cubierta.” (Éx 25:22; Le 16:2.) Samuel escribió que Yahveh ‘estaba sentado sobre los querubines’ (1Sa 4:4), de ahí que estos sirvieran como “la representación del carro” de Yahveh. (1Cr 28:18.) Por lo tanto, “siempre que Moisés entraba en la tienda de reunión para hablar con Yahveh, entonces oía la voz que conversaba con él desde más arriba de la cubierta que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y le hablaba”. (Nú 7:89.) Más tarde, Josué y el sumo sacerdote Finehás también inquirieron de Yahveh delante del arca. (Jos 7:6-10; Jue 20:27, 28.) Solo al sumo sacerdote le estaba permitido entrar en el Santísimo y ver el arca un día al año, aunque no con el propósito de comunicarse con Yahveh, sino para llevar a cabo la ceremonia del Día de Expiación. (Le 16:2, 3, 13, 15, 17; Heb 9:7.)

Michel Wolgemut, xilografía. Crónicas de Núremberg, 1493. . Lugares donde se guardó el arca El arca no se guardó en un lugar permanente hasta que se erigió el templo de Salomón. Cuando se completó la mayor parte de la conquista del país (c. 1467 a. E.C.), se trasladó a Siló, donde al parecer permaneció (con la excepción del tiempo que estuvo en Betel) hasta que la capturaron los filisteos. (Jos 18:1; Jue 20:26, 27; 1Sa 3:3; 6:1.) Una vez recuperada, y de nuevo en el territorio de Israel, estuvo primero en Bet-semes y después en Quiryat-jearim, donde permaneció unos veinte años. (1Sa 6:11-14; 7:1, 2; 1Cr 13:5, 6.) Según el texto masorético, 1 Samuel 14:18 dice que durante los enfrentamientos del pueblo de Israel con los filisteos, el rey Saúl pidió al sumo sacerdote Ahíya que llevase el arca al campamento. Sin embargo, según la Septuaginta, Saúl le dijo a Ahíya: “‘¡Acerca el efod!’ (Porque él llevaba el efod en aquel día delante de Israel.)”. David tenía el buen deseo de trasladar el arca a Jerusalén, pero el procedimiento que escogió en el primer intento provocó un desastre. En lugar de transportar el arca con los varales sobre los hombros de los levitas qohatitas, de acuerdo con las instrucciones conocidas, permitió que la colocasen sobre un carruaje. Las reses que tiraban del carro estuvieron a punto de ocasionar un vuelco, y Uzah fue muerto por agarrar el arca, una acción que la ley divina condenaba explícitamente. (2Sa 6:2-11; 1Cr 13:1-11; 15:13; Nú 4:15.) Por fin fue trasladada a Jerusalén, transportada como era debido por los levitas (1Cr 15:2, 15), y allí estuvo guardada en una tienda durante el resto del reinado de David. (2Sa 6:12-19; 11:11.) Los sacerdotes quisieron llevársela cuando huyeron con motivo

de la rebelión de Absalón, pero David insistió en que permaneciera en Jerusalén, pues confiaba en que Dios les permitiría a todos regresar indemnes. (2Sa 15:24, 25, 29; 1Re 2:26.) Él anhelaba construir una casa para poner en ella el arca, pero Dios postergó su edificación hasta el reinado de Salomón. (2Sa 7:2-13; 1Re 8:20, 21; 1Cr 28:2, 6; 2Cr 1:4.) Fue entonces, con motivo de la dedicación del templo, cuando se trasladó el arca de la tienda en la que se hallaba en Sión al lugar Santísimo del templo, que se había edificado sobre el monte Moriáh, donde fue colocada bajo la sombra de las alas de dos grandes querubines. El arca fue la única pieza de todo el mobiliario que había estado en el tabernáculo que se llevó al templo de Salomón.

Miscelánea hebreo-francesa, c. 1278-98. La página de la izquierda, folio 522a, presenta un medallón con los implementos del Tabernáculo, entre los que se destaca el Arca de la Alianza. Simbología judía El arca del pacto o alianza era un icono donde la presencia de Dios mismo residía. Los antiguos hebreos le tenían tal reverencia al arca que su morada era el lugar Santísimo del tabernáculo de Dios, a donde nadie podía entrar sino el Sumo Sacerdote una vez al año portando incienso, sangre de cordero sobre sí y sobre todo estando libre de pecado, para no perecer a causa de la Presencia de Dios. Albergando la palabra de Yaveh, las sinagogas poseen un cofre denominado hejal, que es donde se preservan los rollos de la Torá y el cual simboliza el arca de la Alianza.

Fresco que ilustra la letanía Laurentiana "María, la Arca de la Alianza".. Ubicación actual del Arca Actualmente existen diversas teorías sobre la ubicación actual del arca de la Alianza. Entre ellas destacan las seis más conocidas, las cuales se citan a continuación: Oculta en el Monte Nebo El Libro II de los Macabeos (cap. 2, ver. 4-10) contiene referencia de unos escritos que mencionan que el profeta Jeremías, al ser advertido por Hashem antes de la invasión babilónica, sacó el arca del Templo y la hizo enterrar en una cueva del Monte Nebo. En este sentido, cabe mencionar que, a partir de esta ubicación, existen numerosas teorías o historias "no probadas" y sin fundamento serio, que postulan que habría sido encontrada e incluso posiblemente llevada a algún otro lugar. Llevada a Zimbabue La tribu africana Lemba, la cual presume de ascendencia israelita, ha afirmado en sus tradiciones que sus antepasados, cuando llegaron al sur de África, trajeron consigo una reliquia sagrada llamada Ngoma lungundu o "la voz de Dios", la cual estuvo un tiempo escondida en una cueva profunda en las montañas Dumghe, su hogar espiritual hasta que fue llevada a un museo, donde se encuentra actualmente.

La Capilla de las Tablas en la Iglesia de Nuestra Señora de Sion, según la tradición etíope, alberga el arca de la Alianza. Guardada en una iglesia de Etiopía En 1989, un periodista británico, Graham Hancock, aseguró que la legendaria arca perdida no se encontraba perdida, sino a salvo en un templo de Etiopía. Posteriormente han aparecido pruebas arqueológicas que han sustentado esta teoría. Esta teoría se basa en relatos pertenecientes a la iglesia cristiana Copta en Etiopía, que indican que el arca de la Alianza habría sido trasladada secretamente hacía más de 1000 años. (650 a. C.). Cuenta el libro sagrado de Etiopía, el Kebra Nagast, que en tiempos de Salomón, la Reina de Saba visitó Jerusalén atraída por la sabiduría de su Rey. La Reina de Saba comenzó a ejercer una irresistible atracción sobre el hijo de David, quien pese a sus riquezas e inteligencia no lograba seducir a la bella soberana. Llegaba la hora de que partiera Saba y Salomón consiguió arrancarle una promesa: que en el caso de que se llevase consigo algún bien preciado del reino, consentiría a cambio yacer con él una sola noche. La víspera del viaje, Salomón ofreció a su invitada una cena de exquisitos manjares. Astutamente ordenó que se sazonaran con abundante sal y picantes especias. Tras los postres, la reina tuvo que beber abundante agua para calmar la sed. La reina de Saba cumplió y de aquella única unión nació Menelik I, futuro rey de Etiopía. Relatos indican que años más tarde el joven Menelik fue enviado para recibir educación a casa de su padre en Jerusalén. Pocos años después, a pesar de los esfuerzos de Salomón para que su hijo se quedara, Menelik regresó a Etiopía. La tradición cuenta que, seducido por sus ayudantes, se llevó consigo el arca (algunas teorías postulan que para poder llevarse el arca existió un posible cambio del arca original por el de una copia del arca que

Menelik debía llevarse; siendo posiblemente que esa copia sea el arca que se dice fue ocultada en Jordania; otras teorías, en cambio, postulan la posible existencia de dos arcas originales o que tenían la misma importancia, en donde en cada una se guardó posiblemente una de las Tablas de la Ley, siendo una de ellas la que fue llevada a Etiopía). Escondida en el Pozo del Dinero en la Isla del Roble Una teoría (de la que no hay muchas pruebas) asegura que después de la Tercera Cruzada, los Caballeros Templarios (lo más probable es que haya sido un grupo francés de esta orden) se la habrían llevado a Escocia, donde la familia noble Sinclair los habría ayudado a trasladarla a un lugar más alejado y por tanto más seguro. Este lugar sería una isla cerca de Nueva Escocia llamada Isla del Roble o Oak Island (en inglés). En esa isla se encuentra un pozo, apodado el pozo del dinero, famoso por la inaccesibilidad de su fondo (donde podrían encontrarse variadas cosas, desde los manuscritos originales de William Shakespeare, las joyas de María Antonieta, el Santo Grial, un tesoro de Barbanegra o, como plantea esta teoría, el arca de la Alianza) y el misterio que lo rodea, ya que nadie sabe con certeza quién lo construyó o cuándo, aunque se propone que fueron integrantes de la flota naval francesa, cosa que sería viable dada la gran influencia templaria en esa zona (siendo una de las principales pruebas que el último caballero templario de la historia Jacques de Molay fuera francés).

Basílica - Fresco (1771) de Johann Wenzel Bergl Bautista que muestra la transferencia de la Arca de la Alianza por el rey David al Monte Sion. Oculta debajo del Monte de la Calavera en Jerusalén

Ron Wyatt (1933-1999), un arqueólogo bíblico aficionado famoso por afirmar haber descubierto numerosos lugares y artefactos relacionados con la arqueología bíblica, la ubica en lo que se denomina el Jardín de la Tumba, en el Monte de la Calavera de Jerusalén. Su descubrimiento ha sido desmentido por científicos, historiadores y eruditos bíblicos por varios motivos como la total ausencia de pruebas (grabaciones o fotografías) y dar una descripción demasiado parecida a la ofrecida por el libro del Éxodo, pese a los miles de años transcurridos sin restauración ni mantenimiento alguno, además de discordar con la descripción existente en el Deuteronomio. Sin embargo, el trabajo de Wyatt sigue teniendo algunos seguidores entre grupos fundamentalistas cristianos. Oculta debajo del templo en Jerusalén Un grupo de rabinos afirma que tras la caída de Jerusalén, que devino en la destrucción y saqueo del Primer Templo a manos babilónicas, el arca habría sido enterrada en el monte Moriá, donde se habría ubicado el antiguo templo. Según estos religiosos, el cofre sagrado no se menciona entre los tesoros devueltos por los persas, por lo que debió sobrevivir al saqueo al ser enterrado por los levitas. Estos habrían muerto en la caída de la ciudad sin dar la ubicación del arca. Hoy su búsqueda es casi imposible porque en ese sitio se alza el Domo de la Roca. En una entrevista para The Telegraph, el rabino Chaim Richman, director del Instituto del Templo cuya finalidad es fomentar la reconstrucción del Templo de Salomón en Israel, señaló que el Arca del Pacto o Arca de la Alianza estaría oculta a un kilómetro de allí, en cámaras subterráneas, cavadas en los días de Salomón.

¿Dónde se encuentra la fabulosa Arca de la Alianza, uno de los objetos más sagrados y terribles de Dios? ¿Qué fue de este sagrado cofre que encerraba las 10 tablas de la ley? Se dice que el Arca que detenía a ejércitos enteros, derribaba murallas y era capaz de abrir las aguas de los ríos, se encuentra oculta en Jerusalén o custodiada en secreto en una iglesia de Etiopía. Lunes 9 junio 2014

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Héctor Fuentes

La búsqueda de la mítica Arca de la Alianza, uno de los tesoros más míticos del Antiguo Testamento y que fue construido siguiendo las precisas instrucciones de Dios a los pies del monte Sinaí, ha durado decenas de siglos y ha encendido la imaginación de teólogos, aventureros y arqueólogos. La Biblia, en Éxodo 25, 10-22, la describe con mucho detalle: era una especie de cofre de madera de acacia, revestida por dentro y por fuera con oro puro, que medía 2,5 codos

de longitud y 1,5 de ancho y alto ( unos 1,25 mts de largo por 0,75 de ancho y 0,75 de alto). Una cornisa o guirnalda de oro rodeaba su parte superior y por fuera llevaba fijos cuatro anillos de oro a ambos lados, a través de los cuales se insertaban dos largas varas, también de madera de acacia revestidos de oro, para poder transportarla. Su tapa superior, llamada “propiciatorio”, era de oro macizo y llevaba encima la imagen de dos querubines de oro, uno de cara al otro y con las alas desplegadas, que miraban hacia el centro de la caja. Entre el espacio entre ambos querubines y el propiciatorio se formaba un espacio abierto –una especie de triángulo sagrado- que se llamaba oráculo, y era la parte más sagrada del Arca. Allí Yahveh hacía sus prescripciones a Israel. “Allí”, el Señor le había dicho a Moisés, “me encontraré contigo, desde encima del propiciatorio, de en medio de los dos querubines colocados sobre el arca del Testimonio, te comunicaré todo lo que haya de ordenarte para los israelitas”. (Ex. 25,22).

Una vez que el Arca fue construida, la Biblia nos cuenta que “y dio Moisés en el Monte Sinaí dos tablas del testimonio, dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. Y Moisés tomó el testimonio y lo puso dentro del Arca.” (Libro del Éxodo).Una leyenda posterior, contada en carta a los Hebreos, relata que, aparte del “testimonio” o las tablas de la ley con los 10 mandamientos, allí también fueron guardados la vara de Aaron que reverdeció y una vasija con el Maná que cayó del cielo y alimentó al pueblo israelita en el desierto.

El Arca de la Alianza, que representaba la alianza (pacto o convenio) entre Dios y el pueblo judío, se transformó a partir de ese momento en el objeto más sagrado para Israel. Estaba situada en el sancta sanctorum o lugar más sagrado del tabernáculo o del Templo. Su utilidad fue variada, pues no sólo estaba destinada a contener los elementos sagrados antes descritos, sino que además tenía fama de ser un arma capaz de proteger al pueblo elegido, siendo brazo ejecutor de los castigos de Dios. Los significados del Arca, así, iban más allá de lo simbólico: tener el Arca era tener a Dios. Su transporte y cuidado fue reservado sólo a la tribu de los levitas. Luego de dejar Egipto y durante la vida nómada y las expediciones en el desierto del pueblo judío, el Arca siempre iba antes que el pueblo porque ella mostraba qué camino seguir y dónde hacer alto cada noche. Y cuando era levantada, los sacerdotes decían: “Levántate, Yahveh, que tus enemigos se dispersen, huyan delante de ti los que te odian”. Si alguna tribu enemiga atacaba, los israelitas sacaban el Arca al frente de batalla y los enemigos huían despavoridos (Nm 10,34-35). El arca viajaba siempre cubierta por un velo de protección, más una capa de cuero fino, y un paño de color púrpura. Poderes terribles La Biblia nos relata que el Arca de la Alianza tenía poderes excepcionales e incomprensibles. Podía detener el curso de los ríos, aplastar montañas y destruir ejércitos enteros. Cuando el pueblo de Israel llegó a la Tierra Prometida y los judíos se encontraron con el río Jordán, el Arca de la Alianza detuvo las aguas del torrente para que los hebreos pudieran cruzarlo. (Jos 3,14-17: “…Y en cuanto los que llevaban el arca llegaron al Jordán, y los pies de los sacerdotes que llevaban el Arca tocaron la orilla de las aguas… las aguas que bajaban de arriba se detuvieron y formaron un solo bloque a gran distancia…). Pero quizás su proeza más impresionante fue la destrucción de las murallas de Jericó. La Biblia relata que, para lograrlo, los israelitas estuvieron dando vueltas durante seis días alrededor de la ciudad con el Arca de la Alianza a cuestas. Al séptimo día dieron siete vueltas, lanzaron un grito de guerra, dejaron oír sus trompetas y las murallas cayeron como castillos de naipes.(Jos 6,1-20). Cuando los israelitas llegaron a la Tierra Prometida, el Arca fue puesta en la ciudad de Guilgal, y se le construyó un pequeño santuario. Más tarde fue trasladada a Siquem, después a Betel y finalmente a Silo, su primera residencia de larga duración. Allí fue cuidada por la familia del sacerdote Elí. Muchos años más tarde, durante una cruenta guerra contra los filisteos, el Arca fue llevada al campamento israelita con el objeto de levantar la moral de los guerreros. Pero después de una trágica derrota de los hebreos, donde también murieron los dos hijos del juez y el sacerdote israelita Elí, los filisteos la tomaron como un valiosísimo trofeo, desatando un verdadero luto en todo el país de Israel. Los filisteos creían que la toma del Arca significaba una victoria de sus dioses sobre el Dios de Israel, así que la llevaron a la ciudad de Asdod y la colocaron como un trofeo de guerra en el templo de su dios Dagón. A la mañana siguiente, sin embargo, hallaron la estatua de Dagón caída de bruces en tierra delante del Arca, así que la levantaron y la colocaron de nuevo en su lugar. Pero, a la mañana siguiente, hallaron de nuevo a Dagón en el piso, sólo que esta vez estaba sin cabeza y sin manos.

Al mismo tiempo una cruel enfermedad (la plaga bubónica quizás) azotó a los asdodeos, mientras que una terrible invasión de ratas afligió a todo el territorio circundante. Estos castigos fueron de inmediato atribuidos a la presencia del Arca dentro de las paredes de la ciudad, así que los filisteos trasladaron el Arca a Gat y a Ecrón, lugares donde ocasionó los mismos azotes. Finalmente, luego de siete meses de espantosos sucesos, por sugerencia de sus sacerdotes y adivinadores, los filisteos decidieron renunciar a su pavoroso trofeo y la pusieron sobre un carro tirado por dos vacas, sin conductor, y la enviaron por los campos para que fuera donde quisiera. La carreta, así, llegó sola a la ciudad judía de Bet Shemesh. Allí, los israelitas salieron a su encuentro, pero imprudentemente abrieron el Arca y miraron dentro. Todos cayeron fulminados. Espantados, los habitantes de Bet Shemesh decidieron deshacerse del Arca, y la mandaron a la vecina ciudad de Kiryat Yearim, donde permaneció 20 años olvidada. El rey David se acordó entonces de ella y decidió trasladarla a Sión. La puso en una carreta tirada por bueyes y organizó una procesión. Pero en cierto momento, por un brusco movimiento de los animales, la carreta se tambaleó, y un hombre llamado Uzzá, para evitar que el Arca cayera al suelo, intentó sujetarla. Y apenas la tocó cayó muerto. Cuando por fin llegó el Arca a Jerusalén, fue depositada en una pequeña tienda, a modo de santuario, construida por David. Y cuando años más tarde su hijo Salomón construyó el Templo de Jerusalén, fue definitivamente colocada en la parte más sagrada del mismo. Y es curiosamente allí, en el lugar más protegido y seguro de todos los que estuvo, donde, alrededor del año 900 A.C., se perdió su pista para siempre. Esto dio origen a una búsqueda que ha inspirado a creyentes y cazadores de fortunas durante milenios. ¿Qué fuerzas ocultas escondía este cofre? Un objeto que despedía rayos de luz divina, podía detener el curso de los ríos, aplastar murallas, destruir ejércitos, provocar enfermedades o matar por contacto tenía que encerrar poderes secretos. Muchos aventuraron que el Arca era un condensador, un arma nuclear o una caja fuerte electrificada. En 1948 el físico Maurice Denis-Papin afirmaba que el Arca era un condensador eléctrico “capaz de producir poderosas descargas de hasta 700 voltios”. Más tarde Erich von Däniken, en su libro “Recuerdos del futuro” (1968), decía que ésta “era una especie de transmisor de radio entre Yahvé y Moisés”. Y el famoso escritor español J.J. Benítez afirmaba que era “un arma mortífera” al servicio del pueblo de Dios. Los científicos actuales la definen como una suerte de objeto tecnológico, ya que combinaba un material conductor como es el oro con otro aislante como es la madera. Las placas de oro por dentro y fuera, separadas por madera de acacia, lo transformaban en algo muy parecido a un condensador eléctrico, formado por un par de superficies conductoras separadas por un material dieléctrico. ¿Dónde está el Arca? La búsqueda del Arca, así como el Santo Grial, ha sido objeto de deseo de muchos durante siglos. El historiador alemán Otto Rahn, por ejemplo, sin ir más lejos, tal como se cuenta en las famosas películas de la saga de Indiana Jones, afirma que los nazis persiguieron con ahínco ambas reliquias.

Hay muchas teorías para explicar el actual paradero del Arca. Algunos sostienen que los babilonios, comandados por el rey Nabucodonosor II, tras conquistar Jerusalén el año 586 A.C., se apoderaron del Arca, la destruyeron y fundieron su oro. Otros sostienen que, durante esta invasión, fue oculta por sacerdotes del templo. Según el libro de los Macabeos, el profeta Jeremías tomó el Arca y la ocultó en el Monte Nebo (“”El profeta, después de una revelación, mandó llevar consigo la Tienda y el Arca; y salió hacia el monte donde Moisés había subido para contemplar la heredad de Dios. Y cuando llegó Jeremías, encontró una estancia en forma de cueva; allí metió la Tienda, el Arca y el altar del incienso, y tapó la entrada. Volvieron algunos de sus acompañantes para marcar el camino, pero no pudieron encontrarlo. En cuanto Jeremías lo supo, les reprendió diciéndoles: “Este lugar quedará desconocido hasta que Dios vuelva a reunir a su pueblo y le sea propicio. El Señor entonces mostrará todo esto; y aparecerá la gloria del Señor y la Nube, como se mostraba en tiempo de Moisés”). El diario británico The Telegraph, en un reportaje sobre el Arca, respaldó esta teoría al entrevistar al Rabino Chaim Richman, quien afirmó que la santa reliquia estaba ubicada a un kilómetro del actual templo de Jerusalén, “oculta en cámaras subterráneas, cavadas en los días de Salomón”. Richman agregó que “los judíos tienen una cadena ininterrumpida de información grabada y transmitida de generación en generación, lo que indica su posición exacta. Sabemos dónde ha estado el Arca durante miles de años atrás. Podríamos cavar para sacarla, pero esta zona está controlada por los musulmanes”. Sin embargo, otros historiadores y especialistas se inclinan a creer que el Arca se encontraría en Etiopía, celosamente custodiada en la catedral de Tsion Maryam, en Axum, donde habría sido custodiada por siglos por monjes ortodoxos de la ciudad. El Arca habría sido llevada de Jerusalén por el hijo del rey Salomón-el vástago Emperador Menelik I-, quien la llevó primero a la isla de Elefantina, cerca del río Nilo. Después habría sido llevada a una especie de tabernáculo en la isla de Tana Cherkos (Tana Kirkos), ubicada en el lago Tana, donde permaneció durante 800 años. Posteriormente, el rey Ezana de Etiopía decidió trasladar el Arca de la Alianza a Axum, considerada como la Jerusalén de Etiopía. Hay variadas pruebas arqueológicas que respaldan esta teoría, como la existencia allí de reliquias pertenecientes al pueblo judío de la época del Arca, y que pertenecerían al templo de Jerusalén. Además, extrañamente el Arca es el punto central del culto y la adoración cristiana en Etiopía: cada uno de los 20.000 templos de Etiopía contiene una réplica del Arca de la Alianza. En 1989 el periodista británico Graham Hancock respaldó esta teoría al afirmar que la legendaria reliquia no se encontraba perdida, sino que a salvo en una iglesia de Etiopía, adonde había sido trasladada secretamente hace más de mil años (alrededor del 1.650 AC). El patriarca ortodoxo de Etiopía, Abuna Paulos, de hecho, confesó hace pocos años que había “visto” el Arca de la Alianza y que su estado de conservación era “bueno”. Por lo pronto, los más ortodoxos afirman que el paradero de este mítico y fabuloso cofre sagrado, signo visible de la presencia y protección de Dios, tal como decía el profeta Jeremías, seguirá siendo “desconocido, hasta que Dios vuelva a reunir a su pueblo y le sea propicio”.

Arca de la Alianza

El Arca de la Alianza (Tissot, 1896-1902).1

Según la tradición judía y cristiana, el Arca de la Alianza era un cofre sagrado ubicado en el Lugar Santísimo (en hebreo, Kodesh ha-Kodashím) del Tabernáculo, que más tarde se colocó en el Templo de Jerusalén construido por Salomón. Se hizo por mandato de Yahveh y según su diseño. Según narra el Libro del Éxodo de la Biblia, dicho cofre contenía las Tablas de la Ley: tablas de piedra en las cuales figuraban inscritos los Diez Mandamientos que Dios entregó a Moisés en el monte Sinaí. Los autores de la Biblia emplearon más de veinte expresiones diferentes para referirse al arca, siendo las más comunes “el arca de la Alianza” (en hebreo: ʼaróhn hab·beríth; en griego: ki·bō·tós tēs di·a·thḗ·kēs;23 y “el arca del testimonio”,4 expresiones que no son privativas de ningún escritor en particular y que se usan indistintamente. Asimismo es conocida como arca del Convenio o arca de Yahveh. Según la tradición judía, otra expresión o equivalente a el Arca de la Alianza, es el arca del Pacto (en hebreo:‫)ארון הברית‬, la cual fue construida por el orfebré Betzalel en el desierto para las "Tablas del Pacto, o bien, también se le denomina Arca de D-os. Fue colocado en el Santuario Supremo del Tabernáculo y dentro de él se hallaban las Tablas del pacto de Moshé (Devarim 10: 1-5); hay quienes sostienen que se trataba de las segundas Tablas y los restos de la primera; por otro lado otros sostienen que además se guardó un rollo de la Torá (T. Babilonia Bava Batra 14a,b). 5 Una vez desaparecida de la narrativa bíblica, se desconoce su ubicación actual, aunque se han propuesto diversas teorías al respecto.

Índice    

1 Modelo y diseño 2 Ceremonia de inauguración y uso 3 Símbolo de la presencia de Dios 4 Lugares donde se guardó el arca

  



5 Simbología judía 6 Historia del arca 7 Ubicación actual del Arca o 7.1 Oculta en el Monte Nebo o 7.2 Llevada a Zimbabue o 7.3 Guardada en una iglesia de Etiopía o 7.4 Escondida en el Pozo del Dinero en la Isla del Roble o 7.5 Oculta debajo del Monte de la Calavera en Jerusalén o 7.6 Oculta debajo del templo en Jerusalén 8 Referencias

Modelo y diseño Lo primero que Yahveh le detalló a Moisés, cuando le dio las instrucciones para construir el tabernáculo, fue el modelo y el diseño del arca, dado que iba a ser el objeto principal y más importante no solo del tabernáculo, sino también de todo el campamento de Israel. El cofre en sí mismo medía 2,5 codos de largo, 1,5 de ancho y 1,5 de alto (111 cm × 67 cm × 67 cm) y estaba hecho de madera de acacia, revestido de oro puro tanto por dentro como por fuera. Coronaba el arca un artístico “borde de oro” en forma de guirnalda “sobre ella [...] en derredor”. La segunda parte del arca, su cubierta, estaba hecha de oro macizo, no meramente de madera revestida, y tenía la misma longitud y anchura que el cofre. Sobre esta cubierta había montados dos querubines de oro de labor a martillo, uno a cada extremo de la cubierta, con sus rostros vueltos el uno hacia el otro, las cabezas inclinadas y las alas extendidas hacia arriba “cubriendo la cubierta protectoramente”.6 A esta cubierta también se la conocía como “el propiciatorio” o “cubierta propiciatoria”.78 Para transportar el arca, se suministraron largos varales, hechos también de madera de acacia revestida de oro e insertados a través de dos pares de anillos de oro a ambos lados del cofre. Como estos varales no se debían quitar de sus anillos, nunca había necesidad de que los portadores del arca la tocaran. En las esquinas había cuatro “patas para caminar, patas flexionadas como para caminar”, para que no se apoyase directamente en el suelo, aunque no se sabe qué altura tenían.9 Parece que los anillos estaban montados justo por encima de las patas, o quizás sobre las mismas.10111213

Ceremonia de inauguración y uso Bezalel y los hombres de corazón sabio que le ayudaban se apegaron a las instrucciones explícitas recibidas y construyeron el arca con los materiales con los que el pueblo había contribuido (Éx 35:5, 7, 10, 12; 37:1-9.). Un año después del éxodo, finalizado y erigido el tabernáculo, Moisés puso dentro del arca las dos tablas de la Ley (Deuteronomio 10:1-5 menciona que durante unos pocos meses, desde el momento en que Moisés recibió las tablas de la Ley en la montaña hasta que se trasladaron al arca construida por Bezalel, estuvieron guardadas en un arca provisional de madera de acacia hecha con ese fin). Seguidamente, Moisés introdujo los varales por los anillos del arca, le colocó la cubierta y la llevó al tabernáculo. Una vez allí, puso en su lugar la pantalla que separaba el Santo del Santísimo y después, como parte de la ceremonia inaugural, ungió con aceite el arca y todos sus utensilios. A partir de entonces, siempre que los sacerdotes desmontaran el tabernáculo para levantar el campamento, emplearían la misma pantalla divisoria, además de una cubierta de pieles de foca y una tela azul, para cubrir el arca

con el fin de impedir que el pueblo la mirase ‘por el más mínimo momento, y por lo tanto muriese’ (Éx 40:3, 9, 20, 21; Nú 3:30, 31; 4:5, 6, 19, 20; 7:9; Dt 10:8; 31:9; véase Tabernáculo). El arca hacía las veces de archivo sagrado para conservar ciertos artículos que servían de recordatorio o testimonio. Las dos tablas del Testimonio o los Diez Mandamientos eran su principal contenido (Éx 25:16.). También se guardó en ella una “jarra de oro que contenía el maná y la vara de Aarón que echó botones”, pero más tarde, en algún momento anterior a la construcción del templo de Salomón, se sacaron de ella (Heb 9:4; Éx 16:32-34; Nú 17:10; 1Re 8:9; 2Cr 5:10.). Poco antes de morir, Moisés dio una copia del “libro de la ley” a los sacerdotes levitas y les dijo que la deberían guardar, no dentro, sino “al lado del arca del pacto de Yahveh su Dios, [...] de testigo contra ti” (Dt 31:2426.).

Símbolo de la presencia de Dios

Réplica del Arca de la Alianza en el Royal Arch Room del George Washington Masonic National Memorial.

El arca representó durante su existencia la presencia de Dios, quien prometió: “Allí ciertamente me presentaré a ti, y hablaré contigo desde más arriba de la cubierta, desde entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio”. “En una nube apareceré encima de la cubierta.” (Éx 25:22; Le 16:2.) Samuel escribió que Yahveh ‘estaba sentado sobre los querubines’ (1Sa 4:4), de ahí que estos sirvieran como “la representación del carro” de Yahveh. (1Cr 28:18.) Por lo tanto, “siempre que Moisés entraba en la tienda de reunión para hablar con Yahveh, entonces oía la voz que conversaba con él desde más arriba de la cubierta que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y le hablaba”. (Nú 7:89.) Más tarde, Josué y el sumo sacerdote Finehás también inquirieron de Yahveh delante del arca. (Jos 7:6-10; Jue 20:27, 28.) Solo al sumo sacerdote le estaba permitido entrar en el Santísimo y ver el arca un día al año, aunque no con el propósito de comunicarse con Yahveh, sino para llevar a cabo la ceremonia del Día de Expiación. (Le 16:2, 3, 13, 15, 17; Heb 9:7.)

La presencia de Yahveh representada por el arca resultó en que el pueblo de Israel disfrutase de otras bendiciones. Cuando el pueblo levantaba el campamento, la costumbre era que el arca y la nube de Yahveh fuesen delante. (Nú 10:33, 34.) Así, al tiempo de cruzar el Jordán, Yahveh detuvo el caudal del río cuando los sacerdotes que llevaban el arca pisaron las aguas de la orilla, y de ese modo se les permitió cruzar por el cauce seco. (Jos 3:1–4:18.) Asimismo, en la marcha alrededor de Jericó, un contingente militar iba delante, seguido de siete sacerdotes que tocaban el cuerno; luego iba el arca y por último, las fuerzas de retaguardia. (Jos 6:3-13.) La victoria alcanzada en Jericó contrasta con la derrota que tiempo atrás habían experimentado, cuando un grupo de rebeldes intentó temerariamente iniciar la ocupación de la Tierra Prometida, contraviniendo las instrucciones divinas y sin que ni ‘el arca del pacto de Yahveh ni Moisés se hubiesen movido de en medio del campamento’. (Nú 14:44, 45.) Hasta los filisteos, un pueblo enemigo, percibieron la presencia de Yahveh cuando el arca estuvo en el campo de batalla. Atemorizados, gritaron: “‘¡Dios ha entrado en el campamento [de Israel]!’ [...] ‘¡Ay de nosotros, porque una cosa como esta nunca antes ha sucedido! ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos salvará de la mano de este majestuoso Dios? Este es el Dios que fue golpeador de Egipto con toda suerte de matanza en el desierto’”. (1Sa 4:68.) La presencia de Yahveh siguió haciéndose manifiesta cuando los filisteos se apoderaron del arca y se la llevaron a Asdod para colocarla junto a la imagen de Dagón. Aquella noche, la imagen de ese dios cayó rostro a tierra; a la noche siguiente, la estatua cayó de nuevo delante del arca y quedó con la cabeza y las palmas de las manos separadas del cuerpo. En el transcurso de los siete meses siguientes, el arca fue pasando de una ciudad filistea a otra, y según pasaba, plagaba a los filisteos con hemorroides, y dejó a Eqrón sumida en “una confusión mortífera”, hasta que finalmente fue devuelta a Israel, junto con la ofrenda por la culpa requerida. (1Sa 5:1–6:12.) La relación del arca con la presencia de Yahveh exigía que se la tratase con el debido respeto y la más alta consideración. Debido a esto, tanto al ponerse en marcha el arca como al posarse, Moisés pronunciaba expresiones de alabanza a Yahveh. (Nú 10:35, 36.) Por otra parte, tal fue la impresión que causó en el sumo sacerdote Elí oír que los filisteos se habían apoderado del arca, que perdió el equilibrio, cayó de espaldas y se desnucó. Por el mismo motivo, cuando su nuera estaba en la agonía de la muerte, dijo: “La gloria se ha ido de Israel al destierro, porque el arca del Dios verdadero ha sido tomada”. (1Sa 4:18-22.) Posteriormente, el rey Salomón afirmó: “Los lugares a los que ha venido el arca de Yahveh son cosa santa”. (2Cr 8:11.) El arca no era un amuleto mágico, su sola presencia no garantizaba el éxito; más bien, las bendiciones de Yahveh dependían de la condición espiritual y de la obediencia fiel de los que la poseían. Por esta razón, los israelitas, acaudillados por Josué, sufrieron una derrota en Hai debido a su infidelidad, a pesar de que el arca estaba en el campamento. (Jos 7:1-6.) De manera similar, aunque los israelitas estaban confiados porque el arca se hallaba entre sus fuerzas de combate, los filisteos mataron a 30.000 soldados de Israel y hasta se apoderaron de ella. (1Sa 4:1-11.) La recuperación del arca de manos de los filisteos fue una ocasión de gran regocijo, en la que se ofrecieron sacrificios y se expresaron gracias, lo que no impidió que Yahveh ‘derribara al pueblo con gran matanza’. ¿Por qué? “Porque habían mirado el arca de Yahveh”, una violación de su mandato expreso. (1Sa 6:11-21; Nú 4:6, 20.) No se sabe con exactitud cuántos murieron en esa ocasión. El texto masorético dice: “De modo que derribó entre el pueblo a setenta

hombres —cincuenta mil hombres—”. Esta construcción tan ambigua hace pensar que la expresión “cincuenta mil hombres” es una interpolación. La Versión Peshitta siriaca y una versión arábiga dicen que fueron derribados “cinco mil setenta hombres”. El Targum de Jonatán relata: “Y él derribó a setenta hombres entre los ancianos del pueblo, y a cincuenta mil entre la congregación”. La Versión de los Setenta dice que “él derribó a setenta hombres entre ellos, y a cincuenta mil de los hombres”, mientras que Josefo menciona solo a setenta hombres. (Antigüedades Judías, libro VI, cap. I, sec. 4.) En cuanto a la existencia histórica del Arca de la Alianza, desde principios del siglo XXI se ha producido un auténtico debate historiográfico para tratar de averiguar cuál fue la naturaleza de este importante objeto de culto. Por una parte, los conocidos como historiadores minimalistas, encabezados por los arqueólogos israelitas Finkelstein y Silberman, autores de La Biblia Desenterrada, rechazan la propia existencia de la reliquia, al negar, entre otras cosas, el carácter histórico del Éxodo y buena parte de los hechos narrados en la Biblia sobre la Monarquía Unificada. Por otra parte, autores más sensacionalistas como Graham Hancock, autor de Símbolo y Señal, se alinean con los biblistas, que basándose en una interpretación demasiado literal del Antiguo Testamento, la interpretan tal y como la describe el Libro Sagrado. Una postura intermedia la representa el profesor español Javier Martínez-Pinna, autor de Operación trompetas de Jericó, quien no parece dudar de la existencia histórica del Arca, después de estudiar el registro arqueológico y descubrir artefactos con las mismas características, en el mismo contexto geográfico y temporal del pueblo israelita a comienzos del primer milenio antes de Cristo.

Lugares donde se guardó el arca El arca no se guardó en un lugar permanente hasta que se erigió el templo de Salomón. Cuando se completó la mayor parte de la conquista del país (c. 1467 a. C.), se trasladó a Siló, donde al parecer permaneció (con la excepción del tiempo que estuvo en Betel) hasta que la capturaron los filisteos. (Jos 18:1; Jue 20:26, 27; 1Sa 3:3; 6:1.) Una vez recuperada, y de nuevo en el territorio de Israel, estuvo primero en Bet-semes y después en Quiryat-jearim, donde permaneció unos veinte años. (1Sa 6:11-14; 7:1, 2; 1Cr 13:5, 6.) Según el texto masorético, 1 Samuel 14:18 dice que durante los enfrentamientos del pueblo de Israel con los filisteos, el rey Saúl pidió al sumo sacerdote Ahíya que llevase el arca al campamento. Sin embargo, según la Septuaginta, Saúl le dijo a Ahíya: “‘¡Acerca el efod!’ (Porque él llevaba el efod en aquel día delante de Israel.)”. David tenía el buen deseo de trasladar el arca a Jerusalén, pero el procedimiento que escogió en el primer intento provocó un desastre. En lugar de transportar el arca a pie con los varales sobre los hombros de los levitas qohatitas, de acuerdo con las instrucciones conocidas, permitió que la colocasen sobre un carro. Las reses que tiraban de él estuvieron a punto de ocasionar un vuelco, y Uzah fue muerto por YHVH por agarrar el arca, una acción que la ley divina condenaba explícitamente. (2Sa 6:2-11; 1Cr 13:1-11; 15:13; Nú 4:15.) Por fin trasladada a Jerusalén, transportada como era debido por los levitas (1Cr 15:2, 15), allí estuvo guardada en una tienda durante el resto del reinado de David. (2Sa 6:1219; 11:11.) Los sacerdotes quisieron llevársela cuando huyeron con motivo de la

rebelión de Absalón, pero David insistió en que permaneciera en Jerusalén, pues confiaba en que Dios les permitiría a todos regresar indemnes. (2Sa 15:24, 25, 29; 1Re 2:26.) Él anhelaba construir una casa para poner en ella el arca, pero Dios postergó su edificación hasta el reinado de Salomón. (2Sa 7:2-13; 1Re 8:20, 21; 1Cr 28:2, 6; 2Cr 1:4.) Fue entonces, con motivo de la dedicación del templo, cuando se trasladó el arca de la tienda en la que se hallaba en Sión al lugar Santísimo del templo, que se había edificado sobre el monte Moriáh, donde fue colocada bajo la sombra de las alas de dos grandes querubines. El arca fue la única pieza de todo el mobiliario que había estado en el tabernáculo que se llevó al templo de Salomón. (1Re 6:19; 8:1-11; 1Cr 22:19; 2Cr 5:2-10; 6:10, 11; véanse El templo de Salomón; Querubín.) La única referencia histórica al arca del pacto posterior a Salomón es de 642 a. C. — unos seiscientos años después de su construcción—, y se halla en 2 Crónicas 35:3, donde se lee la orden del rey Josías de que el arca se colocase de nuevo en el templo. Sin embargo, no se dice cómo llegó a estar fuera de él. Josías había ascendido al trono después de algunos reyes particularmente apóstatas, uno de los cuales había introducido una imagen tallada en la casa de Dios, por lo que es posible que uno de estos reyes inicuos sacase el arca de su lugar. (2Cr 33:1, 2, 7.) Por otra parte, bajo el patrocinio de Josías se había llevado a cabo en el templo un amplio programa de reformas, así que cabe la posibilidad de que durante las obras se trasladase el arca a otro lugar con el fin de evitar que sufriese algún desperfecto. (2Cr 34:8–35:19.) No se hace ninguna mención de que el arca se llevase a Babilonia, y ni siquiera figura en la lista de los artículos que se sacaron del templo, ni se menciona que fuese devuelta y colocada en el templo que reconstruyó Zorobabel ni que se reemplazase por otra. No se ha llegado a saber cuándo desapareció ni en qué circunstancias. (2Re 25:13-17; 2Cr 36:18; Esd 1:7-11; 7:12-19.) Jeremías predijo el tiempo en que el arca del pacto ya no existiría, pero indicó que no se la echaría de menos y que no perjudicaría a los adoradores de Dios el no tenerla. En cambio, ‘llamarían a Jerusalén el trono de Yahveh’. (Jer 3:16, 17.). En el Apocalipsis, Juan dice: “Se vio en el santuario de su templo [en el cielo] el arca de su pacto”. (Apocalipsis 11:15, 19.)

Simbología judía El arca del pacto o alianza era un icono donde la presencia de Dios mismo residía. Los antiguos hebreos le tenían tal reverencia al arca que su morada era el lugar Santísimo del tabernáculo de Dios, a donde nadie podía entrar sino el Sumo Sacerdote una vez al año portando incienso, sangre de cordero sobre sí y sobre todo estando libre de pecado, para no perecer a causa de la Presencia de Dios. Albergando la palabra de Yaveh, las sinagogas poseen un cofre denominado hejal, que es donde se preservan los rollos de la Torá y el cual simboliza el arca de la Alianza.



Relieve con el Arca de la Alianza, siglo III-IV. Sinagoga de Cafarnaúm, Israel.



El Arca de la Alianza en tiempos de Saúl, capturada por los filisteos y presentada ante su templo, 244. Fresco. Dura Europos, Siria.



Miscelánea hebreo-francesa, c. 1278-98. La página de la izquierda, folio 522a, presenta un medallón con los implementos del Tabernáculo, entre los que se destaca el Arca de la Alianza.



Michel Wolgemut, xilografía. Crónicas de Núremberg, 1493, f. 31v.



David danzando ante el Arca de la Alianza. Fresco por Francesco Salviati. Sala de Audiencias, Palacio Sacchetti, Roma.



"El Arca de Dios es introducida en el Templo". Les très riches heures du Duc de Berry, 1412-14, fol. 29r . Musée Condé, Chantilly.

Representación de Moisés y Josué, arrodillados ante el arca.

Historia del arca

Transporte del Arca de la Alianza. Relieve. Catedral de Auch.

El arca cubierta es portada por sacerdotes levitas con varas de oro, mientras otros sacerdotes hacen sonar las trompetas durante el asedio de Jericó. Grabado, siglo XVIII.

David llevando el arca a Jerusalén.

La Biblia indica que el arca fue mandada construir por Moisés al el orfebré Betzalel5 y su diseño ordenado según Dios lo había dispuesto; fue usada en la conquista de Canaán y con ella Josué consiguió abrirse paso en las aguas del Jordán al contacto de éstas con el arca, y durante siete días fue paseada en torno de Jericó, que cayó luego en poder de dicho caudillo. El arca fue fijada en Silo. Durante la época de Elí y Samuel, sucedió uno de los episodios más impresionantes del que se cuenta acerca del arca de Dios. Durante una cruenta guerra contra los filisteos fue llevada al campamento israelita con el objeto de levantar la moral de los guerreros. Pero después de una trágica derrota del pueblo hebreo, donde también murieron los dos hijos del juez y sacerdote israelita Elí, los filisteos la tomaron como un valiosísimo trofeo, dando lugar a un verdadero luto en todo el país de Israel. En poder de aquellos estuvo unos meses, aconteciendo que desde el momento que fue llevada al templo de la gigantesca estatua del dios Dagón en Asdod, éste quedó dos noches consecutivas postrado delante del arca, sólo que la segunda vez decapitado y sin las manos, a lo que siguió una ola de estragos, desastres y plagas azotando todo aquel país. Los filisteos, horrorizados por aquellos sucesos, habían dejado que el arca fuese sola en un carro tirado por dos vacas. Después los animales pararon en Bet Semes: varios habitantes de aquel lugar murieron por el trato poco reverente que dieron al objeto sagrado. De allí fue trasladada a Gabaá. Luego Saúl la habría utilizado en la campaña contra los filisteos. Posteriormente David con un acompañamiento solemne la habría trasladado a Sión. Sin embargo, de camino a Sión había ocurrido un accidente: Uza, un encargado del arca, quiso sostenerla en un momento de bamboleo y cayó muerto de repente. David atemorizado la dejó durante 3 meses en casa de Obededom. Seguidamente, desde Sión la reliquia fue instalada en el majestuoso templo de Salomón en tiempos de su reinado en Jerusalén. Luego, desde que Nabucodonosor II, rey de Babilonia, invadió Jerusalén, destruyendo el templo y saqueando todos los objetos valiosos del mismo, el arca previsoriamente fue llevada y colocada en un lugar seguro y secreto antes de la invasión y posterior deportación de los judíos. Precisamente -en ese tiempo de la destrucción del TemploJeremías es el profeta ungido responsable de hablar. Según el registro de los Macabeos, Jeremías tomó el arca -lo cual representaba el trono de Dios- para ocultarla en el Monte Nebo: Leamos en 2 Macabeos 2:4-8 (este libro solo aparece en la biblia con el canon alejandrino) "El profeta, después de una revelación, mandó llevar consigo la tienda y el arca; y cómo salió hacia el monte donde Moisés había subido para contemplar la heredad de Dios. Y cuando llegó Jeremías, encontró una estancia en forma de cueva; allí metió la Tienda, el arca y el altar del incienso, y tapó la entrada. Volvieron algunos de sus acompañantes para marcar el camino, pero no pudieron encontrarlo. En cuanto Jeremías lo supo, les reprendió diciéndoles: "Este lugar quedará desconocido hasta que Dios vuelva a reunir a su pueblo y le sea propicio. El Señor entonces mostrará todo esto; y aparecerá la gloria del Señor y la Nube, como se mostraba en tiempo de Moisés, cuando Salomón rogó que el Lugar fuera solemnemente consagrado".

Jeremías diría que ese arca, el antiguo "trono de Dios", perdería importancia espiritual y sería sustituida por la presencia de Dios entre su pueblo: "Y sucederá que en aquellos días... -declara el Señor- no se dirá más: "arca del pacto del Señor"; no les vendrá a la mente ni la recordarán, no la echarán de menos ni será hecha de nuevo. En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: "Trono del Señor"; y todas las naciones acudirán a ella, a Jerusalén, a causa del nombre del Señor; y no andarán más tras la terquedad de su malvado corazón." (Jeremías 3:16-17) "Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y gran granizo." (Revelación/Apocalipsis 11:19)

Ubicación actual del Arca Actualmente existen diversas teorías sobre la ubicación actual del arca de la Alianza. Entre ellas destacan las seis más conocidas, las cuales se citan a continuación: Oculta en el Monte Nebo El Libro II de los Macabeos (cap. 2, ver. 4-10) contiene referencia de unos escritos que mencionan que el profeta Jeremías, al ser advertido por Hashem (Dios) antes de la invasión babilónica, sacó el arca del Templo y la hizo enterrar en una cueva del Monte Nebo. En este sentido, cabe mencionar que, a partir de esta ubicación, existen numerosas teorías o historias "no probadas" y sin fundamento serio, que postulan que habría sido encontrada e incluso posiblemente llevada a algún otro lugar. Llevada a Zimbabue La tribu africana Lemba, la cual presume de ascendencia israelita,[cita requerida] ha afirmado en sus tradiciones que sus antepasados, cuando llegaron al sur de África, trajeron consigo una reliquia sagrada llamada Ngoma lungundu o "la voz de Dios", la cual estuvo un tiempo escondida en una cueva profunda en las montañas Dumghe, su hogar espiritual hasta que fue llevada a un museo, donde se encuentra actualmente.141516 A partir de ello, el investigador Tudor Parfitt, que tiene un enfoque literalista de la historia bíblica, postula en su investigación que Ngoma lungundu está relacionada con el arca. Su hipótesis se basa en que el objeto descrito por el pueblo Lemba posee atributos similares al arca, tales como que Ngoma lungundu es de tamaño parecido, que fue trasladada sólo por los sacerdotes, que no se le permitió tocar el suelo, que fue venerada como una voz de su Dios o que se utilizó como un arma de gran poder. Parfitt analizó este artefacto con radio-carbono, datándolo en una fecha aproximada al año 1350, lo que coincidió con el repentino final de la Gran Zimbabue.17 Parfitt sugiere que la Ngoma lungundu que se encontró, es la descendiente de la bíblica arca y que ésta fue reconstruida a través de la historia. Parfitt ofrece la sugerencia de que el arca bíblica, al igual que la Ngoma lungundu, era una estructura de madera cubierta con un pedazo de cuero y que siempre ha sido un tambor, así como un arma de algún tipo, al

igual que el Ngoma. Sin embargo, esta última hipótesis es rechazada por otros arqueólogos e historiadores, al no poder ser probada. Guardada en una iglesia de Etiopía En 1989, un periodista británico, Graham Hancock, aseguró que la legendaria arca perdida no se encontraba perdida, sino a salvo en un templo de Etiopía. Posteriormente han aparecido pruebas arqueológicas que han sustentado esta teoría[cita requerida]. Esta teoría se basa en relatos pertenecientes a la iglesia cristiana Copta en Etiopía, que indican que el arca de la Alianza habría sido trasladada secretamente hacía más de 1000 años. (650 a. C.).

La Capilla de las Tablas en la Iglesia de Nuestra Señora de Sion, según la tradición etíope, alberga el arca de la Alianza.

Modelo 3d del arca de la Alianza, basado en el boceto del Dr. J.O. Kinnaman.

Detalle de la guirnalda que adorna la tapa.

Cuenta el libro sagrado de Etiopía, el Kebra Nagast, que en tiempos de Salomón, la Reina de Saba visitó Jerusalén atraída por la sabiduría de su Rey. La Reina de Saba comenzó a ejercer una irresistible atracción sobre el hijo de David, quien pese a sus riquezas e inteligencia no lograba seducir a la bella soberana. Llegaba la hora de que partiera Saba y Salomón consiguió arrancarle una promesa: que en el caso de que se llevase consigo algún bien preciado del reino, consentiría a cambio yacer con él una sola noche. La víspera del viaje, Salomón ofreció a su invitada una cena de exquisitos manjares. Astutamente ordenó que se sazonaran con abundante sal y picantes especias.

Tras los postres, la reina tuvo que beber abundante agua para calmar la sed. La reina de Saba cumplió y de aquella única unión nació Menelik I, futuro rey de Etiopía. Relatos indican que años más tarde el joven Menelik fue enviado para recibir educación a casa de su padre en Jerusalén. Pocos años después, a pesar de los esfuerzos de Salomón para que su hijo se quedara, Menelik regresó a Etiopía. La tradición cuenta que, seducido por sus ayudantes, se llevó consigo el arca (algunas teorías postulan que para poder llevarse el arca existió un posible cambio del arca original por el de una copia del arca que Menelik debía llevarse; siendo posiblemente que esa copia sea el arca que se dice fue ocultada en Jordania; otras teorías, en cambio, postulan la posible existencia de dos arcas originales o que tenían la misma importancia, en donde en cada una se guardó posiblemente una de las Tablas de la Ley, siendo una de ellas la que fue llevada a Etiopía). Posteriormente los relatos indican que permaneció primero en un templo en la isla de Elefantina del río Nilo. Luego se relata cómo el arca de la Alianza habría sido colocada en una especie de tabernáculo en la isla de Tana Cherkos (Tana Kirkos), ubicada en el lago Tana (lago Tano), donde permaneció durante 800 años. Los relatos señalan que pasado estos 800 años, el rey Ezana de Etiopía decidió trasladar el arca a Axum, siendo finalmente guardada en la Iglesia de Nuestra Señora de Sion. Según los etíopes, es el lugar en donde hasta hoy en día aún permanece y es cuidada por un sacerdote. Este sacerdote, según sus tradiciones, sería un descendiente de uno de los levitas, quienes ayudaban a trasladar y cuidar el arca en sus viajes. Este sacerdote es la única persona a quien se le permite ver el arca de la Alianza guardada en la iglesia de Nuestra Señora de Sion, al igual que ocurría con los levitas según la tradición judía; es por ello que no se ha podido ratificar su permanencia real en esta iglesia, aunque todas las pruebas arqueológicas indicarían que esta teoría sería auténtica.[cita requerida] Entre las variadas pruebas arqueológicas, hay reliquias pertenecientes al pueblo judío de la época del arca, y que pertenecerían al templo de Jerusalén.[cita requerida] Esta última teoría además se sustenta en que extrañamente el arca es el punto central del culto y la adoración cristiana en Etiopía: cada uno de los 20.000 templos de Etiopía contiene una réplica del arca de la Alianza. El libro sagrado de Etiopía, el Kebra Nagast, cuenta la historia del traslado del arca gracias a Menelik I. Cuando el Rey Salomón se dio cuenta del robo, pensó en enviar un ejército a perseguir a su hijo, pero él también soñó que era la voluntad de Dios y mantuvo en secreto la desaparición del arca. La versión respecto a Makeda y Salomón, en la tradición judío ortodoxa de la falasha de Etiopía, es prácticamente idéntica a la del Kebre Negest. A pesar de ser una historia desestimada por los historiadores occidentales, los etíopes la aceptan sin dudar. Están convencidos de que el arca original fue llevada a Axum en el primer milenio antes de Cristo y que permanece ahí desde entonces. Recientemente, el Abune de Etiopía (Iglesia ortodoxa etíope) afirma haber visto el Arca de la Alianza18 Escondida en el Pozo del Dinero en la Isla del Roble Una teoría (de la que no hay muchas pruebas) asegura que después de la Tercera Cruzada, los Caballeros Templarios (lo más probable es que haya sido un grupo francés

de esta orden) se la habrían llevado a Escocia, donde la familia noble Sinclair los habría ayudado a trasladarla a un lugar más alejado y por tanto más seguro. Este lugar sería una isla cerca de Nueva Escocia llamada Isla del Roble o Oak Island (en inglés). En esa isla se encuentra un pozo, apodado el pozo del dinero, famoso por la inaccesibilidad de su fondo (donde podrían encontrarse variadas cosas, desde los manuscritos originales de William Shakespeare, las joyas de María Antonieta, el Santo Grial, un tesoro de Barbanegra o, como plantea esta teoría, el arca de la Alianza) y el misterio que lo rodea, ya que nadie sabe con certeza quién lo construyó o cuándo, aunque se propone que fueron integrantes de la flota naval francesa, cosa que sería viable dada la gran influencia templaria en esa zona (siendo una de las principales pruebas que el último caballero templario de la historia Jacques de Molay fuera francés). Oculta debajo del Monte de la Calavera en Jerusalén Ron Wyatt (1933-1999), un arqueólogo bíblico aficionado famoso por afirmar haber descubierto numerosos lugares y artefactos relacionados con la arqueología bíblica, la ubica en lo que se denomina el Jardín de la Tumba, en el Monte de la Calavera de Jerusalén. Su descubrimiento ha sido desmentido por científicos, historiadores y eruditos bíblicos por varios motivos como la total ausencia de pruebas (grabaciones o fotografías) y dar una descripción demasiado parecida a la ofrecida por el libro del Éxodo, pese a los miles de años transcurridos sin restauración ni mantenimiento alguno, además de discordar con la descripción existente en el Deuteronomio. Sin embargo, el trabajo de Wyatt sigue teniendo algunos seguidores entre grupos fundamentalistas cristianos.19 Oculta debajo del templo en Jerusalén Un grupo de rabinos afirma que tras la caída de Jerusalén, que devino en la destrucción y saqueo del Primer Templo a manos babilónicas, el arca habría sido enterrada en el monte Moriá, donde se habría ubicado el antiguo templo. Según estos religiosos, el cofre sagrado no se menciona entre los tesoros devueltos por los persas, por lo que debió sobrevivir al saqueo al ser enterrado por los levitas. Estos habrían muerto en la caída de la ciudad sin dar la ubicación del arca. Hoy su búsqueda es casi imposible porque en ese sitio se alza el Domo de la Roca. En una entrevista para The Telegraph, el rabino Chaim Richman, director del Instituto del Templo cuya finalidad es fomentar la reconstrucción del Templo de Salomón en Israel, señaló que el Arca del Pacto o Arca de la Alianza estaría oculta a un kilómetro de allí, en cámaras subterráneas, cavadas en los días de Salomón.2021

Referencias 1.  Cuadro exhibido en el Jewish Museum de Nueva York.   Josue 3:6   Hebreos 9:4   Éxodo 25:22

  Zadoff, Efraim, ed. (1998). Enciclopedia de la Historia y de la Cultura del Pueblo Judío. Jerusalén: E. D. Z. Naviv Ediciones. p. 25. ISBN 965 - 222 - 847 - 8.   Éxodo 25:10-11, 17-22; 37:6-9   Éxodo 25:17   Hebreos 9:5   Commentary on the Old Testament, de C. F. Keil y F. Delitzsch, 1973, vol. 1, “The Second Book of Moses”, pág. 167.   Éxodo 25:12-16   Números 4:5, 15   1Reyes 8:8   1Crónicas 15:15   The real Indiana Jones: Intrepid British don Tudor Parfitt's mission to find the Lord Ark By ZOE BRENNAN , Daily Mail, 22nd February 2008 [1]   THE LOST ARK OF THE COVENANT by Tudor Parfitt, published by HarperCollins 2008.   A Lead on the Ark of the Covenant Time.com http://www.time.com/time/health/article/0,8599,1715337,00.html   http://www.soas.ac.uk/news/newsitem4308 (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial y la última versión).

  «entreCristianos - El patriarca copto de Etiopía afirma haber visto el arca de la Alianza».   Young, Mark. «Ron Wyatt y el Árca Perdida». Nueva York/Londres: IMG Media. Consultado el 19 de febrero de 2016.   Simons, Jake Wallis (12 de septiembre de 2013). «The rabbi, the lost ark and the future of Temple Mount» (en inglés). The Telegraph. Consultado el 31 de diciembre de 2014. «The real one (the real lost ark) is hidden about a kilometre from here, in underground chambers created during the time of Solomon.» 21.  MARTINEZ-PINNA, JAVIER, Grandes tesoros ocultos, publicado por la Editorial Nowtilus  

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6. David y Salomón: en busca de los reyes sagrados de la Biblia y de las raíces de la tradición occidental, 2007 7. The quest for the historical Israel :debating archaeology and the history of Early Israel: invited lectures delivered at the Sixth Biennial Colloquium of the International Institute for Secular Humanistic Judaism, Detroit, October 2005, 2007 8. La Biblia desenterrada: una nueva visión arqueológica del antiguo Israel y de los orígenes de sus textos sagrados, 2003 9. Highlands of many cultures: the southern Samaria survey: the sites, 1997 10. Living on the Fringe. Archaeology and History of the Negev, Sinai and Neighbouring Regions in the Bronze and Iron Ages, 1995 11. Shiloh: the archaeology of a biblical site, 1993

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12. The archaeology of the Israelite settlement, 1988 13. Izbert Sartah: an early iron age site near Rosh Hacayin, Israel, 1986 14. Lorenzo Mazzoni. Kebra Nagast. La Biblia secreta del Rastafari. Editorial Corona Borealis, mayo de 2010. ISBN 978-84-92635-40-5 15. Insight on the scriptures (Perspicacia; it-1 págs. 179-181) Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

Todo lo que pensábamos sobre el Arca de la Alianza puede estar equivocado El origen de este mito se remonta a hace más de tres milenios. Durante los últimos años, investigadores de todo el mundo están intentando responder las preguntas que lo rodean

'Josué atravesando el río Jordán con el Arca de la Alianza' de Benjamin West. Autor Héctor G. Barnés Tiempo de lectura6' 03/09/2017 05:00 - Actualizado: 03/09/2017 20:18

El Arca de la Alianza ha obsesionado a historiadores, arqueólogos y religiosos durante siglos. Es probablemente el objeto sagrado más misterioso de la tradición judía y cristiana, con permiso del Santo Grial. Según cuenta el Antiguo Testamento, su diseño fue dictado por Yahveh a Moisés para almacenar las Tablas de la Ley. Sin embargo, su rastro histórico se pierde hace 2.600 años, en Jerusalén. Desde entonces, las teorías que

han intentado explicar su posible paradero se han acumulado, hasta el punto que los nazis llegaron a perseguir sus supuestos poderes paranormales, que garantizaban la victoria en la batalla a quien lo portase. Son muchos los investigadores que están intentando entender un poco mejor el mito. Este mismo verano, un grupo de arqueólogos liderados por el profesor israelí Israel Finkelstein, de la Universidad de Tel Aviv, ha excavado Qiriath-Jearim, la conocida como ciudad del bosque. Es uno de los pocos lugares donde la Biblia localiza al Arca que aún no habían sido investigados en profundidad. Según el libro de Samuel, fue el lugar donde se trasladó después de ser recuperada de manos de los filisteos, y permaneció allí durante 20 años, hasta que el rey David lo devolvió a Jerusalén, donde terminaría almacenada en el Templo de Salomón. Es muy probable que durante la mayor parte de su existencia estuviese asociada con cultos que nada tienen que ver con el judaísmo canónico Los arqueólogos barajan otras teorías muy distintas y que pueden poner patas arriba todo lo que conocíamos acerca de este tesoro, como expone un reportaje publicado en 'Haaretz'. Para empezar, que el Arca pudo pasar mucho más tiempo en Qiriath-Jearim de lo que se pensaba. Para seguir, que es muy probable que durante la mayor parte de su existencia estuviese asociada con cultos que nada tienen que ver con lo que hoy se conoce como judaísmo. Por último, que no fue David quien trasladó el arca a Jerusalén. En definitiva, que el mito cumplió una función propagandística como consolidación del poder de reyes israelíes. “Si las teorías son ciertas, significaría que el Arca de la Alianza, uno de los símbolos asociados más a menudo con el judaísmo, solo se conservó en Jerusalén durante las últimas décadas antes de la invasión de los babilonios”, recuerda el reportaje, que ha contado con la colaboración de diferentes historiadores y arqueólogos. “Durante la mayor parte del tiempo, se encontró en Qiriath-Jearim y, con anterioridad, en Silo”. Jerusalén fue arrasada en el 587 a.C. por los babilonios bajo la dinastía caldea. La teoría de Josías de Judá

Según los investigadores, es muy probable que esta reliquia no fuese trasladada a la capital por David, que reinó entre los siglos XI y X a.C., sino mucho más tarde de mano de Josías de Judá, que ostentó el poder entre el 639 y 608 a.C. Es más, posible que el gran reino de Israel que se describe en la Biblia antes del primer milenio antes de Cristo nunca fuese tan poderoso. Las leyendas de David y Salomón cristalizasen en la época de Josías, asegura Thomas Römer, profesor de la Universidad de Lausana y autor de 'El Antiguo Testamento comentado' que está colaborando en las excavaciones. Para muchos estudiosos de la Biblia, la historia del Arca es un texto separado del Antiguo Testamento que se incorporó al libro de Samuel más tarde “Es posible que el Arca permaneciese durante mucho más tiempo en Qiriath-Jearim, y que fuese Josías quien lo trasladase a Jerusalén para centralizar toda la actividad religiosa y política, y sus biógrafos reforzasen su autoridad creando la historia de David”, explica al medio israelí. “Eso puede explicar por qué no hay más relatos sobre él”. El propio Antiguo Testamento lo desvela, recuerda el autor, ya que es Josías el que

indica a los levitas que pusiesen “el Arca en la casa que edificó Salomón, hijo de David, rey de Israel” en 2 Crónicas 35:3. Fue Josías quien expandió las fronteras de Judea y centralizó el culto a Yahvé en el Templo de Jerusalén, relegando al resto. Las excavaciones muestran que Qiriath-Jearim siguió siendo un importantísimo lugar de culto mucho después del traslado del Arca, lo que hace sospechar a los arqueólogos que pudo encontrarse allí todo ese tiempo. Una actividad religiosa tan importante que competía con la del Templo de Jerusalén y a la que atendían ante todo los benjaminitas, una de las tribus de Israel. Se encontraba en la frontera entre el reino del norte de Israel y Judea. La invasión de los asirios permitió finalmente que Josías expandiese el reino de Judea hacia las tribus que se resistían, como la de los benjaminitas y trasladase el Arca a Jerusalén.

Reproducción virtual del Arca de la Alianza. (iStock)

Para muchos estudiosos de la Biblia, la historia del Arca es un texto separado del Antiguo Testamento que se incorporó al libro de Samuel con posterioridad, y quizá con fines políticos o religiosos, al igual que puede ocurrir con las leyendas de David o el propio Salomón; incluso en el caso de que estos existiesen, los textos que narran sus gestas no fueron contemporáneos. La narración original concluía con la llegada del tesoro a Qiriath-Jearim, que se encuentra a apenas 12 kilómetros al oeste de Jerusalén. Concretamente, según indica el libro de Samuel, el Arca se conservó “en la casa de Abinadab en la montaña”. Según Römer, los versículos de la Biblia que indican que el Arca albergaba las Tablas de la Ley probablemente se escribieron durante el reinado de Josías o más tarde. Ritos paganos

¿Qué era, por lo tanto, lo que se encontraba almacenado en el Arca, que según la leyenda medía 11 centímetros x 67 x 67, estaba hecho con madera de acacia y estaba

revestida de oro? Muy probablemente, estaba vinculado a los cultos politeístas de la región de Canáan, que adoraban a dioses como Baal o El. En sus primeras encarnaciones, Yahvé no era la deidad invisible y universal que nos ha legado la tradición religiosa, sino que adoptaba la forma de un toro y gozaba de la compañía de una consorte, Asherah. Römer sospecha que, al igual que ocurría con los ritos religiosos de los pueblos árabes preislamistas y beduinos, que utilizaban arcas para transportar sus iconos religiosos, esta servía para almacenar figuras que representaban a Yahvé y Asherah. Una muestra de que el Antiguo Testamento está conformado a partir de un sincretismo que amalgamaba cultos, culturas, tradiciones e intereses nacionales. De ahí que Finkelstein no busque el tesoro, sino como él mismo explica, “saber lo que se encuentra detrás de la narración, qué nos dice acerca de la historia de Judea e Israel, del culto al dios de Israel y del Templo de Jerusalén”.

Efod - Reina Valera 1909

EPHOD. Efod - Douglas Tenney

1. Vestidura sagrada usada originalmente por el sumo sacerdote (Ex 28:6-14),( Ex 39:27). Había una piedra de ónice sobre cada hombrera grabada con los nombres de seis de las tribus de Israel. Unido al efod por cadenas de oro puro había un pectoral con 12 piedras preciosas. Se llevaba el manto azul del efod abajo, con una abertura para la cabeza y llegaba hasta los pies, con un ruedo que alternaba campanillas de oro con granadas azules, púrpuras y carmesíes (Ex 28:31-35),( Ex 39:22-26). Más adelante otras personas aparte del sumo sacerdote usaron el efod. Samuel usó un efod de lino (1Sa 2:18), característico de los sacerdotes comunes (1 S 2:28),(1 S 14:3),(1 S 22:18). David usó un efod de lino cuando bailó ante el Señor después de llevar el arca a Jerusalén (2 S 6:14). Abiatar se llevó de Nob un efod que representaba la presencia divina para David, porque le preguntó por la voluntad del Señor (1 S 23:6),(1 S 23:9),(1 S 30:7-8). Gedeón usó el efod equivocadamente como objeto de adoración idólatra (Jue 8:27) y Miqueas lo asoció con las imágenes (Jue 17:5),(Jue 18:14). 2. Padre de Haniel, príncipe de los hijos de Manasés (Nm 34:23). efod - Diccionario Español

Vestidura de lino fino, corta y sin mangas, más o menos lujosa, que se ponen los sacerdotes del judaísmo sobre todas las otras y les cubre especialmente las espaldas. Efod - Diccionario Alfonso Lockward

Nombre de un objeto y de una persona del AT.

1. (Heb. aprox. ponerse arriba). Pieza del vestido de los sacerdotes. El que usaba el sumo sacerdote consistía en una camisa sin mangas de lino fino, con decoraciones en oro, azul, escarlata y púrpura, al cual se adherían, por un lado, dos hombreras en piedra de ónix con los nombres de las tribus de Israel y, por otro, se colgaba el pectoral, que consistía en una especie de emblema con doce piedras preciosas que tenían también los nombres de las tribus. El AT narra que el e. era utilizado también para consultas a Dios, buscando su dirección. David lo utilizó para ello cuando estaba en •Keila (Ose 3:4). •Ropa. Vestido. . Personaje del AT, miembro de la tribu de Manasés. Su hijo Haniel fue elegido con otros para “que hiciesen la repartición de las heredades a los hijos de Israel” (Num 34:29). Efod - Diccionario de Jerusalen

(hebr. 'éfód; palabra enigmática del lenguaje cultual veterotestamentario; últimamente ha aparecido también en textos ugaríticos: y «[terafim] del cielo», que deben relacionarse con ltn [ leviatán] y con la serpiente de las siete cabezas). Hay que distinguir: (1) El 'éfód bad, cierta vestidura sacerdotal que se ceñían Samuel (1Sam 2,18) y David (2Sam 6,14 1Par 1S,27); tenía seguramente forma de delantal. (2) Los sacerdotes llevan el e. (1Sam 2,28 14,3 22,18) probablemente a hombros, como llevan el arca (cf. supra), como se lleva un yugo (Lam 3,27) o como se llevan los ídolos (Am 5,26), el tabernáculo (Núm 10,17). (3) En los escritos del P. el e. es una vestidura (juntamente con la túnica y el pectoral) del sumo sacerdote oficiante. Efod - Diccionario Mundo Hispano

1. Vestidura sagrada usada originalmente por el sumo sacerdote (Exo 39:22-26). Más adelante otras personas aparte del sumo sacerdote usaron el efod. Samuel usó un efod de lino (1Sa 30:7-8). Gedeón usó el efod equivocadamente como objeto de adoración idólatra (Jdg 18:14). 2. Padre de Haniel, príncipe de los hijos de Manasés (Num 34:23). Efod - kadosh israelita mesianica

Parte de las vestiduras ceremoniales del Kohen HaGadol en el libro de Exodo. (Chaleco ceremonial). Consistía de dos piezas que colgaban del cuello, y cubrían ambos el frente y la espalda. Las dos piezas estaban unidas en los hombros por broches de oro y amarradas a la cintura por un cordón de oro, azul y escarlata y lino fino. El Urim y Tummim estaban acoplados al efod.

Efod - Dicionario Biblico Adventista

Efod (heb. 'Lf^d [1]; asir. ep»d»tum; ugar. 'pd [BASOR 83 (1941):40, nota 10]; heb. 'Kf^d [2]). 1. Originariamente, una pieza de ropa secular de tipo no determinado. Posteriormente, un chaleco de lino sin mangas que los sacerdotes israelitas usaban como símbolo de su oficio sagrado. El de sacerdotes comunes probablemente era liso y sin adornos, pero el del sumo sacerdote estaba artísticamente bordado en oro, azul, púrpura y escarlata (-6). Las piezas delantera y posterior estaban unidas con 2 franjas en el hombro, y tenía un borde tejido de los mismos materiales que aquéllas (, 8). Sobre cada una de las franjas de los hombros había una piedra de ónix con los nombres de 6 tribus en cada una (vs 9-12), como símbolo de que el sumo sacerdote ministraba como representante de todo el pueblo. Unido al efod había un pectoral del mismo material, que tenía 12 piedras preciosas y el Urim y Tumim* (vs 15-30). Hay varios pasajes en los cuales el efod no parece ser una prenda de ropa, pero su significado exacto no es claro. En , 27 se cuenta que Gedeón hizo un efod de oro que trajo problemas a Israel; parece referirse a algún tipo de objeto de culto idolátrico. De acuerdo con y 18:20, Micaía hizo un efod y terafines y una imagen esculpida, y los llamó dioses (v 24; ). Véase Pectoral. 2. Hombre de Manasés cuyo hijo Haniel fue miembro de la comisión que dividió Canaán entre las tribus (, 23).

viernes, 21 de octubre de 2016 EL EFOD Y SU SIGNIFICADO

EL EFOD Y SU SIGNIFICADO

Muchas veces se menciona en las escrituras esta prenda denominada EL EFOD, originalmente se confecciono uno solo para el sumo sacerdote Aarón (Lev 8:6-7) tal cual lo ordeno el Señor a Moisés, pero más adelante, otros sumos sacerdotes, levitas aprendices (1Sa_2:28), y aun levitas

de privilegio fabricaron algunos (Jue_17:1-5), inclusive fueron tenidos como objeto de culto, es decir, esta prenda fue paganizada, y muchos inclusive en sus casas los tenían (Jue_8:27).

Por supuesto esta no fue la intención del Señor al ordenar que lo confeccionaran, era una ropa exclusiva para el sumo sacerdote, algo sin igual dentro del orden cultico de esos días, seguramente la figura del sumo sacerdote al estar vestido de esta esta forma sobresalía por encima de cualquiera otra por muy elegante u ostentosamente que estuviese, era algo sencillamente espectacular, queriendo el Señor de esta forma mostrar por un lado toda su grandeza y al mismo tiempo la importancia y la relevancia del sumo sacerdote.

La palabra para decir “Efod 'epôd (‫ ”)אֵ פויד‬se usa en diferentes contextos en la biblia, se usa en términos legales y de autoridad en Exodo y en Levitico, en Oseas 3:4 se usa para mostrar que el hombre estará sin Yahweh, y sin ley, pero indudablemente el Efod como objeto del culto de Yahweh era considerado por todos los entendidos como la presencia del Señor en la vida del que lo portaba.

El episodio del Efod en 1Sa 23:6-11 1Sa 23:6 Y aconteció que cuando Abiatar hijo de Ahimelec huyó siguiendo a David a Keila, descendió con el efod en su mano. 1Sa 23:7 Y fue dado aviso a Saúl que David había venido a Keila. Entonces dijo Saúl: Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha encerrado entrando en ciudad con puertas y cerraduras. 1Sa 23:8 Y convocó Saúl a todo el pueblo a la batalla para descender a Keila, y poner sitio a David y a sus hombres. 1Sa 23:9 Mas entendiendo David que Saúl ideaba el mal contra él, dijo a Abiatar sacerdote: Trae el efod. 1Sa 23:10 Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. 1Sa 23:11 ¿Me entregarán los vecinos de Keila en sus manos? ¿Descenderá Saúl, como ha oído tu siervo? Jehová Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y Jehová dijo: Sí, descenderá.

En este episodio no se debe malinterpretar, no es que David se haya colocado el Efod como muchos erróneamente piensan, nada de eso, recuerde que Abiatar por derecho propio después del incidente de 1Sa 22:19-23, era automáticamente sumo sacerdote, por lo cual se descarta de que David haya usado dicho Efod, recuerde que Abiatar lo trae en su mano como testimonio de que no había quedado nadie más con vida, solo el, solo él era el que tenía el derecho legal por descendencia de usar el Efod.

Hablar del EFOD no es tan sencillo pues si queremos saber todo acerca de esta prenda, también deberemos considerar el PECTORAL, EL TURIN Y UMIN, LOS CORDONES EN TRENZA, Y EL CINTO.

Por si esto fuera poco no solo hay que tener en cuenta esta relación y distribución en la vestimenta sino su función dentro del culto al Señor en aquellos días.

El Efod propiamente dicho era un cobertor a manera de chaleco según se describe en:

LA DESCRIPCION Y OBRA DEL EFOD Éxo 28:6 y harán el efod de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, de obra primorosa. Éxo 28:7 Tendrá dos hombreras que se junten a sus dos extremos, y así se juntará. Éxo 28:8 Y su cinto de obra primorosa que estará sobre él, será de la misma obra, parte del mismo; de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. Éxo 28:9 Y tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel; Éxo 28:10 seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, conforme al orden de nacimiento de ellos. Éxo 28:11 De obra de grabador en piedra, como grabaduras de sello, harás grabar las dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; les harás alrededor engastes de oro. Éxo 28:12 Y pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod, para piedras memoriales a los hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos delante de Jehová sobre sus dos hombros por memorial. Éxo 28:13 Harás, pues, los engastes de oro, Éxo 28:14 y dos cordones de oro fino, los cuales harás en forma de trenza; y fijarás los cordones de forma de trenza en los engastes.

Éxo 28:31 Harás el manto del efod todo de azul; Éxo 28:32 y en medio de él por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de obra tejida, como el cuello de un coselete, para que no se rompa. Éxo 28:33 Y en sus orlas harás granadas de azul, púrpura y carmesí alrededor, y entre ellas campanillas de oro alrededor. Éxo 28:34 Una campanilla de oro y una granada, otra campanilla de oro y otra granada, en toda la orla del manto alrededor. Éxo 28:35 Y estará sobre Aarón cuando ministre; y se oirá su sonido cuando él entre en el santuario delante de Jehová y cuando salga, para que no muera.

LAS PARTES DEL EFOD Y SU SIGNIFICADO

ORO: Lo mejor de lo mejor, lo que no se corrompe, lo más valioso

AZUL: Representa la majestad y deidad.

PURPURA: Significa la autoridad que juzga.

CARMESI: significa lo humano.

LINO TORCIDO: Es la hebra de hilo que se dirige por una mano con aguja, es saber qué es lo que se hace y para que se hace, habla del sacrificio.

LAS 2 PIEDRAS DE ONIX (1 en cada una de las hombreras): Significa la obra que se hace, como de una vasija de piedra para honra.

EL SELLO DE LOS NOMBRES: Pertenencia, posesión de algo

LOS ENGASTES DE ORO: Fijar firmemente sobre lo mejor a fin de darle mayor brillo y belleza.

PIEDRAS MEMORIALES: Recordarles al pueblo que ellos descansan sobre los hombros de alguien, en otras palabras JESED (misericordia, pero no como la entendemos en español).

LOS DOS CORDONES DE ORO EN TRENZA: El amor que une al pueblo santo.

MANTO ZUL: Significa lo de arriba, lo del Señor, lo divino, el cielo. EL CUELLO DE COSELETE: Una sola voz, una sola boca, un mismo mensaje, una misma palabra, inmodificable e inquebrantable.

LAS GRANADAS DE ORO EN LA ORLA: El fruto de vida, la fruta eterna, la salvación.

LAS CAMPANILLAS DE ORO EN LA ORLA: El llamado a participar de esa fruta de vida, de esa salvación a todo el que tenga hambre.

LA SECUENCIA INTERCALADA: Todo el que oiga el llamado a comer de esa fruta inmediatamente la encontrara.

Como podemos observar es muy diciente cada parte del Efod, el Efod mismo habla en parte de la obra del señor como sumo sacerdote, su misión como tal, su misión como juez, como ser humano y como el que salva a su pueblo.

Las otras partes de las que hablamos anteriormente (PECTORAL, EL TURIN Y UMIN, LOS CORDONES EN TRENZA, Y EL CINTO) también intervienen en toda esta tipología de la vestimenta

del sumo sacerdote, ya que realmente la vestidura en si en su conjunto representa al Señor mismo en toda su actividad salvífica para el hombre

Indudablemente que ahora a la luz de estas descripciones, queda más claro el papel del sumo sacerdote y de lo que representa para nosotros como creyentes, todo el plan del Señor y como lo oculto aun en la vestimenta del sumo sacerdote.