El Brindis Del Gañan

El Brindis del Gañan Bajo la sombra de una ramada de horqueta grande, sentado en tosco banco y arrimao a su mesa un gaña

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El Brindis del Gañan Bajo la sombra de una ramada de horqueta grande, sentado en tosco banco y arrimao a su mesa un gañan humilde de la gran campiña de mi pueblito, bebía su vaso de chicha y tenia listo su resacao pa remachar pe la bomba que se le avecina. El gañan golpeya la mesa con su ccallosa mano llamando a la picantera pa que le sirva mas chicha, parece que quiere auguar las penas que lo consumen. En la utra mesa, hay gente de toda laya y hasta no faltan los ccalas laclas calzón sin forro, tuitos brindan por algo, hasta el compadre Rosendo sincuentra bien animao, uno de los ccalas se para y comienza hablar. Brindo por todos ustedes señores y por el gusto de conocerlos, por esta tierra acogedora de campiña hermosa, salud por la amistad que siempre nos una, brindo este vaso de la buena chicha que es la bendición de Dios para calmar nuestra sed, brindo el corazón noble y bueno de ustedes mis amigos que sin conocernos ni preguntar nuestro nombre nos dan su techo su vaso y su sincera amistad, en este sencillo y bello rincón de la patria nuestra. Salud, salud con todos. Bueno muy bien aplausos ha muy bien que caray, tiene que ser vaso completo pue señora picantera saque usted utra cantidá Ahora pé que hable el compadre Rosendo. Con mucho gusto mis amigos que caray, a mí también me gusta la chicha en cantarilla y por cantidá, en primer término, quiero agradecer las palabras que ha dirijiu pe el joven que ha veniu de la ciuda, gracias pe por decir así de la tierra nuestra, brindó yo también por su tierra y su santa madre, brindo por nuestra amistad que es lo mas grande y levanto mi vaso de chicha pa tomar y decirle que este cogollo de chicha seya nuestra estimación y cincero aprecio y que al irse de esta tierra se lleve este ricuerdo. Bueno muy bien macanudo aplaudieron toitos, pero el gañan seguía y seguía en su mesa bebiendo mas y mas chicha al ingual que el resacao, su pena era profunda y quizo borrarla con el trago, su compadre Rosendo se le acerca y le dice. Qué te pasa comparre, lo veyo muy triste no me gustaría que nos auguis la fiesta quien te dijo que lloris cuando toitos estamos alegres levantad la testa, barajo con mi compadrito, salud comparre y alégrese con nosotros eso es póngase de pie y brinde con nosotros.

Está bien comparre, un dicho de mis abuelos dice cuando un burro rebuzna los otros paran las orejas, hace un ratito cuando remojaba mis pena con mi vaso de chicha y agua ardiente y resacao, hey oido brindar por el cariño y la amistad, por mi bendita tierra por sus molles y sausis, por esta tierra que me vio nacer gatear dispues andar, andar con mi lampa al hombro bajo el ala di mi sombrero huajali, hey oido brindar también por nuestras santas madres por aquellas benditas mujeres que descjoloncharon su cuerpo, pa darnos vida, y que una y mil veces seyan venditas, pero hoy día señores, me van a permitir que brinde emocionao por la muerte de dos hermanos, dos hermanos nobles y queridos por de mas, que sin ser humanos, pa mi que lo fueron así, si caballeros lo declaro así, brindo mi vaso de chicha por mis boyes negro y afrejolao, porque yo, me había prestao plata del banco desgraciao, y al ver que no le pude pagar ellos lo fueron a cancelar, si caracho, brindo por ellos por mis hermanos toros, que hace unos momentos yan doblau su noble cabeza, bajo la puntilla asesina del matancero del camal, con su vida han pagau lo que no pude pagar, si carajo brindo por ellos, por mi yunta mis amigos, con su juerza me han ayudao, a conseguir el pan pa mis hijos y remando duro en el surco me vistieron a mí y a mi mujer, a punta de aijón y sudor de barro, me dieron pa istos tragos y pagar mis jarachas, salud con ustedes mis amigos que tienen el valor de compartir mis penas. Y así, casi ahogándose, brindo su vaso de chicha juntamente con sus ardientes lagrimas que rodaban por sus mejillas, naides aplaudió, toitos callados reverentes contemplaron al gañan, que al terminar de beber su vaso de chicha, tomo el apero al hombro y el yugo en la diestra, salió de la picantera esa picantería, testigo de sus penas, y se fue perdiéndose en el camino.