El Aborto en Su Contexto Social

EL ABORTO EN SU CONTEXTO SOCIAL El problema del aborto debe ser afrontado en estrecha relación con el conjunto de facto

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EL ABORTO EN SU CONTEXTO SOCIAL

El problema del aborto debe ser afrontado en estrecha relación con el conjunto de factores que caracterizan al hombre y a la sociedad actual. El aborto no constituye hoy la única amenaza que se cierne sobre la vida y la persona humana; no es sólo la vida no-nacida la que se encuentra gravemente amenazada. Vivimos en un mundo en el que, si bien se ha adquirido un intensa conciencia de la dignidad de la persona, son, sin embargo, muy frecuentes violencias de todo orden dirigidas contra la misma. El hombre actual ha adquirido una mayor conciencia de sus derechos y de sus responsabilidades, del respeto debido a su libertad y a su capacidad de decisión. En consecuencia, la mujer es cada vez más consciente de su igualdad respecto al varón y aspira a participar sin trabas en la vida social. Sin embargo no puede perderse de vista que la más auténtica realización de la libertad del hombre es la que responde a las exigencias fundamentales que dimanan del profundo sentido de su vida. La libertad del hombre se envilece cuando actúa de modo despótico y egoísta, es decir, cuando prescinde de la dimensión religiosa y social del ser humano. De la misma manera la aspiración de la mujer a su emancipación debe lograrse en conformidad con aquellas responsabilidades que brotan de su vocación a la maternidad y, sobre todo, no puede nunca realizarse atentando contra la vida humana en gestación. La polémica del aborto se inscribe en el contexto de una sociedad progresivamente materializada. El hombre de nuestro tiempo cree poseer la capacidad de constituirse en nuevo ídolo y ser esclavizado por ella. En una sociedad en la que se multiplican loa atentados contra la vida humana, en la que no se reconoce el valor de los principios morales, en la que el máximo ideal es el bienestar y en la que la sexualidad aparece desprovista de su dimensión espiritual, el recurso al aborto no es sino una espontánea consecuencia. Estamos en el orden de lo social donde influyen tanto los factores socio económicos como socio culturales. La pobreza en sus múltiples manifestaciones así como al verse expuestas a determinados roles de género, que marcan hábitos inequitativos en sus relaciones de pareja o que bien influyen en el hecho de la ausencia de una pareja estable, funcionan como condicionantes de la toma de decisión que realizan las mujeres que determinan interrumpirse el embarazo. Existen además otros factores que comúnmente se cree son igualmente determinantes de la mencionada toma de decisión dándose el caso que no es así. La penalización del aborto con sus ramificaciones que van desde la amenaza de la sanción hasta el hecho de dificultar el acceso a una práctica abortiva con condiciones mínimas de seguridad para la salud de la mujer, no llega a ser una variable condicionante ya que las mujeres que optan por la interrupción del embarazo son conscientes en casi la totalidad de los casos de la magnitud del riesgo que están tomando. Asimismo, dentro del ámbito socio cultural ni la moralidad convencional en general ni la religiosidad en particular vienen a determinar el que una mujer decida abortar o no. Las

mujeres que han inducido su aborto participan en igual medida de los mismos códigos morales que el resto de la Son consecuencias de carácter social en primer lugar porque quienes las sufren han sido principalmente mujeres condicionadas por el ámbito social tanto en el hecho de quedar involuntariamente embarazadas como en el acontecimiento de la toma de decisión de abortar en sí misma, y en segundo lugar porque el padecer la precariedad médica en general y la precariedad extrema que se deriva de la clandestinidad en particular está directamente relacionado a la condición socio económica de la mujer. El problema de la fecundidad no deseada es un problema que se retroalimenta generación a generación pues las consecuencias que los niños/as de hoy sufren, la pobreza y sus distintas manifestaciones asociadas, especialmente los bajos niveles educativos, son en gran parte causas de las paternidades y maternidades involuntarias del mañana.