EFECTO MULTIPLICADOR

INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL UNIDAD PROFESIONAL INTERDISCIPLINARIA DE INGENIERÍA Y CIENCIAS SOCIALES Y ADMINISTRATIVAS

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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL UNIDAD PROFESIONAL INTERDISCIPLINARIA DE INGENIERÍA Y CIENCIAS SOCIALES Y ADMINISTRATIVAS

Carrera: Ingeniería Industrial

Economía Integral EFECTO MULTIPLICADOR Profesor(a): Guadarrama Alva Yolanda Alumno: Márquez Arellano Marco Antonio Secuencia: 1IM41

26 de noviembre de 2017

En economía el concepto de “efecto multiplicador” se usa para poner de relieve cómo el incremento de una variable x puede producir una reacción en cadena que provoca incrementos mayores en otra variable y, de la que x es uno de sus componentes. Existen numerosos efectos multiplicadores en el ámbito de la Economía, entre los que destacan el multiplicador keynesiano, o multiplicador del gasto público (que explica cómo aumentos del gasto público producen incrementos mayores en la producción del país), el multiplicador monetario (que explica cómo el incremento de la base monetaria —creación de dinero fiduciario— por la autoridad monetaria provoca incrementos mayores en la oferta monetaria). En el análisis económico, también existen otros multiplicadores, como el multiplicador del empleo (que explica cómo la creación de un determinado número de empleos directos —p.e. la instalación de las oficinas centrales de una empresa— crea un incremento mayor del empleo total gracias a los empleos indirectos —p.e. restaurantes u otros servicios para los ejecutivos). Todos estos multiplicadores se expresan generalmente como una fracción, donde el denominador es menor que el numerador (y —por tanto— el resultado es mayor que uno) que multiplica al incremento en la variable original para lograr el aumento total del producto. En dicho denominador se incluyen generalmente los coeficientes que limitan los efectos y el alcance del multiplicador; por ejemplo, en el multiplicador monetario la preferencia por la liquidez y el coeficiente de encaje bancario, que limitan el efecto multiplicador del crédito bancario, se encuentran en el denominador del multiplicador. En la práctica, es usual calcular los multiplicadores a posteriori, dada la dificultad de medir anticipadamente el valor de los coeficientes que aparecen en el denominador de cualquier multiplicador. Esto es debido a que estos coeficientes dependen normalmente del comportamiento de los agentes económicos (p.e. qué proporción de su renta quieren mantener en efectivo, o qué proporción de su renta quieren gastar). De este modo, el cálculo del multiplicador se realiza como el incremento final en la magnitud agregada (p.e. la oferta monetaria) dividido entre el incremento original de uno de sus componentes (p.e. la base monetaria). El efecto multiplicador es un término económico que se aplica cuando los cambios de la oferta de dinero se amplifican como consecuencia de su repercusión en la actividad económica. Cuando una persona, un gobierno o una empresa actúa de un modo que influye en la economía, puede producirse un efecto en cadena sobre otras personas y empresas que tenga una influencia mucho mayor que la que provoca directamente la acción inicial.

El ejemplo más clásico es el multiplicador keynesiano, o multiplicador del gasto público, según el cual un incremento en uno de los componentes de la demanda agregada (generalmente el gasto público) produce incrementos en la producción final mayores al incremento original en la demanda, debido al efecto arrastre que provoca dicho incremento de la demanda en otros sectores. La versión más simplificada de este efecto (en una economía cerrada al exterior y obviando la interrelación entre el mercado real y el monetario) establece que el multiplicador tiene la siguiente formulación:

donde m = multiplicador y PMC = propensión marginal al consumo. Nótese cómo al ser la propensión marginal al consumo (la proporción de cada euro ingresado adicional que se destina a la compra de bienes y servicios) es siempre menor que (o igual a) 1, el multiplicador siempre será positivo (o cero). Esta versión simplificada tiende a sobrestimar el efecto del multiplicador keynesiano, puesto que no tiene en cuenta que parte de este incremento de la renta produce un aumento de las importaciones (y no sólo del consumo interno), así como que incrementos del gasto público pueden presionar al alza los tipos de interés y provocar reducciones en el multiplicador. Para un monetarista extremo el efecto desplazamiento o crowding-out sería total, por lo que el incremento del gasto público se vería compensado automáticamente por una reducción en el gasto privado (fundamentalmente la inversión) provocado por el aumento de los tipos de interés, que dejaría sin efecto la política fiscal. En consecuencia, el efecto multiplicador sería cero.

Ejemplo uno El efecto multiplicador puede producirse de varias formas, pero un ejemplo habitual sería el de los préstamos bancarios. Cuando un cliente deposita dinero en un banco, este debe guardar una parte de ese dinero (las reservas obligatorias), pero tiene derecho a prestar el resto a otros clientes. Estos clientes gastarán ese dinero en efectivo y acabará depositándose en otro banco.

Parte del nuevo depósito se destinará a las reservas del otro banco —de nuevo, por la obligación legal de mantener determinadas reservas— y otra parte se volverá a prestar. Este proceso se repetirá hasta que la totalidad del depósito inicial acabe en varios bancos. Como consecuencia de lo anterior, el depósito inicial se habrá depositado y utilizado en varias ocasiones.

Ejemplo dos Otro ejemplo, si una empresa tiene éxito con una línea de productos nuevos, el efecto multplicador puede observarse en el aumento de las ventas de otras empresas que contribuyen en la producción de la nueva línea de productos (suministrando materias primas o servicios de transporte, por ejemplo). Los trabajadores de la empresa también pueden recibir un aumento de sueldo, lo que aumentará su capacidad de consumo. El impacto en el PIB, por tanto, es superior al que se deriva directamente del éxito inicial de la línea de productos.