La Verdadera Historia de Amityville

LA VERDADERA HISTORIA DE AMITYVILLE JOSÉ MARÍA IBÁÑEZ La mañana del 14 de noviembre de 1974, Amityville, pequeña locali

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LA VERDADERA HISTORIA DE AMITYVILLE

JOSÉ MARÍA IBÁÑEZ La mañana del 14 de noviembre de 1974, Amityville, pequeña localidad de veraneo enclavada en Long Island (estado de Nueva York), amaneció sacudida por la macabra noticia del asesinato a sangre fría de seis miembros de una familia. A las 03:15 horas de la madrugada, el joven Ronald DeFeo de

LA CASA DE AMITYVILLE (Foto: brewerblob.blogspot.com veintitrés años de edad, provisto de una escopeta Martín de calibre 35, había masacrado, mientras dormían, a todos los miembros de su familia (padre, madre, dos hermanos y dos hermanas), en el interior de su propia casa enclavada en el número 112 de Ocean Avenue. Según el informe oficial de las investigaciones: “Los crímenes presentaban algunas peculiaridades que indicaban rasgos sádicos solo explicables en una mente enferma. La familia había sido narcotizada en la víspera, lo que garantizó al asesino el sueño profundo de sus víctimas. Todos dormían de bruces, con las cabezas apoyadas sobre los brazos cruzados. Todos habían sido fusilados con un arma potentísima, por la espalda, excepto la madre, que recibió un disparo en la cabeza”.

Ronald DeFeo (Foto: listas.20minutos.es) A pesar de que su abogado defensor alegó enfermedad mental, Ronald DeFeo fue declarado culpable de asesinato premeditado y condenado a veinticinco años de cárcel por cada uno de sus horrendos asesinatos. Pero no acaba aquí la historia de la casa de Amityville. Aún no se habían acallado los ecos de los brutales asesinatos, cuando se pusieron en marcha los engranajes de otra historia que apareció en los principales medios de comunicación de medio mundo, y que sería conocida como Las 28 noches de terror en Amityville. Dicha historia, fue plasmada en el año 1977 por el escritor estadounidense Jay Anson, en su novela The Amityville Horror: A true story (El horror de Amityville: Una historia real), que alcanzó gran éxito de ventas. Dos años después (1979), dirigida por Stuart Rossenberg, la novela fue llevada al cine con el título de Terror en Amityville, recaudando más de ochenta millones de dólares.

George y Kathy Lutz (Foto: thinesclaude.com) El 18 de diciembre de 1975, la comunidad da la bienvenida a los nuevos propietarios de la casa: los Lutz. La familia está compuesta por George de 28 años, su esposa Kathy de 30 años y sus tres hijos

Danny, Chris y Missy (los tres hijos eran de Kathy, de su primer matrimonio). Era la casa de sus sueños. Edificada sobre un terreno de 15 por 73 metros, contaba con tres pisos de altura, cinco habitaciones, un amplio sótano, una veranda vidriada en el frente y una abierta detrás que daba sobre el río Amityville. Poco duró la tranquilidad de los nuevos inquilinos. Así nos lo cuenta la prensa de la época: “Desagradables olores, ruidos espeluznantes, manchas desconocidas que aparecían y desaparecían en las paredes. Con el paso de los días, George, el padre de la familia, comenzó a mostrar síntomas muy extraños. Sentía un frío mortal y pasaba las horas del día frente a la chimenea. Dejó de asearse, convirtiéndose en una persona desaliñada y huraña que gruñía por los rincones de la casa. Su carácter se volvió agresivo y solitario…”. Veintiocho días después de la llegada a su nueva casa, los Lutz salieron de estampida del 112 de Ocean Avenue para siempre. A partir de entonces, los Lutz rentabilizaron totalmente sus pretendidas vivencias en la casa, asistiendo de forma continuada a programas de radio y televisión para contar sus experiencias. Tampoco era extraño verles aparecer realizando conferencias y participando en tertulias y mesas redondas sobre temas paranormales. También, la casa y sus alrededores se llenaron de investigadores, expertos en la materia, médiums y videntes a la caza de espíritus y fantasmas. Alguien descubrió en el sótano, oculta detrás de una alacena, un pequeño habitáculo pintado de rojo que no constaba en los planos de la casa. Al parecer, en la primera casa que se construyó en el solar, vivió Jhon Ketchum, un brujo que había escapado a la quema de brujas de Salem. Se decía que dicho brujo, utilizaba esta habitación para efectuar rituales satánicos. Más tarde se supo que todo había formado parte de un pacto secreto entre el matrimonio Lutz y William Weber, abogado defensor de Ronald DeFeo. EL PACTO SECRETO

Jay Anson (Foto: thinesclaude.com) George Lutz y William Weber, abogado defensor de Ronald DeFeo se conocían de tiempo atrás. Los Lutz se habían casado recientemente y no pasaban por una situación económica demasiado boyante. Por tanto, el matrimonio y William Weber se ponen de acuerdo para hacer creer a la opinión pública que Ronald DeFeo asesinó a su familia bajo la influencia de las misteriosas fuerzas maléficas que infectaban la casa. De este modo, si demostraban que la casa estaba habitada por dichas fuerzas, el abogado podría argumentar una defensa mucho más sólida. Seguidamente, los Lutz contactan con la inmobiliaria y compran la casa. Más tarde se descubre que el matrimonio Lutz y Weber, mantienen varias reuniones con el escritor de novelas policíacas Paul Hoffman para escribir un libro sobre los falsos hechos acaecidos en la casa. También se sabe, que de los beneficios de las ventas de dicha novela, los Lutz recibirían el 24%. Jay Anson, el autor de la primera novela sobre los falsos sucesos de Amityville, murió a principios de los ochenta de un ataque al corazón, mientras terminaba de escribir su segundo libro, 666, dedicado al demonio. Tenía 59 años. Kathy Lutz falleció en el año 2004 a causa de un enfisema. Su ex marido George Lutz, llevaban varios años separados, murió de un infarto en el año 2006. Ambos también tenían 59 años de edad.

AMITYVILLE No hay ciudad o pueblo que no tenga una casa embrujada, aquella que desde niño miramos con miedo, más que nada porque se trata de un lugar abandonado y en mal estado, sobre el cual pesan una serie de historias, que en la mayoría de los casos son inventadas para justificar el porqué nadie las habita.

Uno de los casos más perturbadores que registra la historia es el ocurrido en la localidad de Amityville, en Estados Unidos, donde una familia fue literalmente expulsada de su vivienda por entes de naturaleza desconocida. Los protagonistas del caso, que incluso inispiró una película, nunca quisieron hablar de lo que realmente ocurría en esa casa, hasta que hace algunos años dieron una entrevista a un programa periodístico en Estados Unidos, donde revelaron sólo parte de la espeluznante experiencia que les tocó vivir en la casa de Amityville. 112, OCEAN AVENUE Esta historia tiene como escenario una casa ubicada en el 112 de Ocean Avenue, en Amityville, Nueva York. La madrugada del 15 de noviembre de 1974, el hijo mayor de la familia DeFeo, de tan sólo 17 años, asesinó a sangre fría a sus padres y hermanos, con un rifle, dejando un total de seis personas muertas.

Las investigaciones comenzaron a arrojar resultados asombrosos, como un robo que el joven habría cometido contra su abuelo y sus extraños cambios de humor. Después de largos interrogatorios, la policía consiguió la confesión, y el joven fue condenado a 25 años de prisión. Retirada de los cadaveres del asesinato de Amityville. UNA CASA POSEIDA POR EL ESPIRITU DEL MAL Pero la verdadera historia de Amityville comienza días después, el 28 de diciembre de 1974, veintiocho días después de los asesinatos. Ese día, otra familia, compuesta por el matrimonio de George y Kathy Lutz, se mudó al lugar donde había ocurrido la masacre. La casa, espaciosa y de muy bonita arquitectura, estaba a la venta a un precio excepcionalmente barato, y los Lutz decidieron obviar los violentos hechos ocurridos con antelación y compraron el inmueble, aunque solamente pudieron ocuparlo 16 días debido a los extraños fenomenos que se sucedían... Desde el primer momento en que ocuparon la casa, el matrimonio y sus hijas pequeñas sintieron una presencia sobrenatural, que se iba haciendo más fuerte cada día. Al principio, se escuchaban ruidos extraños a lo largo

del día; luego, comenzaron a aparecer manchas en las paredes y malos olores sin motivo aparente, y las puertas y ventanas se abrían solas. Kathy Lutz agregaría que en reiteradas ocasiones se sintió observada en ciertas partes de la casa, principalmente en las habitaciones, y que una vio unos ojos rojos que la miraban desde la oscuridad a través de la ventana. De repente, comenzó a tener pesadillas repetitivas con los crímenes sucedidos en la casa, pero soñando que las víctimas eran los componentes de su familia. La suppuesta entidad que habitaba la vivienda trató incluso de apoderarse de los cuerpos de sus residentes, manipulándolos a su propia voluntad y obligándolos a cometer actos de naturaleza violenta, algo en lo cual los Lutz nunca han querido ahondar. A los pocos días de habitar el lugar, el matrimonio se convenció de que la casa estaba poseída por una presencia demoníaca y recurririó al sacerdote de la iglesia más cercana, quien contaría después que al tratar de bendecir la casa, escuchó una voz que lo echaba, una voz que surgió de la nada desde la planta más alta de la casa y que gritó: ¡¡¡ LARGATE DE AQUÍ !!!. Según los relatos de la época, cuando el sacerdota ingresó a la casa, el ambiente se llenó de un olor putrefacto y una nube de moscar invadió el lugar. El religioso debió luchar con una fuerza física que le impedía acercarse a la casa y finalmente fue violentamente expulsado. La visita del sacerdote marcó el punto en que los sucesos paranormales se incrementaron, George empezó a sentir presencias extrañas también, e incluso sentía miedo a abrir los grifos pues suponía que una presencia maligna podía salir de ellos si abría la llave de paso. Las alucinaciones se hacían más comunes y la desconfianza en la familia se acrecentaba, George afirmaba que su mujer se estaba tranformando en una bruja pués, según él, se le estaban cayendo los dientes y el pelo. Tal punto que los Lutz debieron abandonar para siempre la casa, que desde entonces se encuentra deshabitada y sobre la cual pesa el estigma de la leyenda de Amityville.