Diabetes Monografia

AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD ESPECIALIDAD EMERGENCIAS Y DESASTRES II TEMA:DIABETES MELLITUS DOCENT

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AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD

ESPECIALIDAD EMERGENCIAS Y DESASTRES II

TEMA:DIABETES MELLITUS DOCENTE: DRA. MARTINA OBANDO Z. ALUMNA:KARINA MILAGROS ARRIETA LEDESMA

SEMESTRE:II 2019

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Presentación Cada día es más notorio el impacto de la atención a las personas con diabetes y la evidencia de que la educación diabetológica es esencial en su abordaje terapéutico; por ello, con esta monografía se pretende incrementar el grado de confianza del profesional de enfermería en su trabajo diario, lo que revertirá en una atención más eficiente para las personas con esta afección crónica. La monografía supone una línea abierta a la mejora continua de los procesos asistenciales, línea en la que hemos querido incorporar un marco metodológico específicamente adaptado al proceso enfermero. Creemos que esta necesidad surge del papel primordial que los enfermeros ejercemos como cuidadores y como educadores, sobre todo, en lo que corresponde a la atención de procesos crónicos y muy especialmente en la Diabetes Mellitus (DM).

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Introducción La misión enfermera despierta en esta con el fin de ofrecer a las personas que padecen este proceso crónico una mejora en la continuidad de los cuidados que proporcione unos conocimientos satisfactorios con la práctica de hábitos saludables, el desarrollo de autocuidados y el manejo efectivo del régimen terapéutico; cuyo resultado sea el buen control de la enfermedad y mejore la calidad de vida de las personas y familias evitando las complicaciones tardías de esta enfermedad. Con el fin de alcanzar a todas las personas con Diabetes atendidas en las consultas de enfermería, pensamos que es de rigor clasificarlas en las que debutan con la DM y en aquellas otras personas que se encuentran en fase de mantenimiento o de seguimiento de la enfermedad; por ello se recomienda asistir con esta guía a todas ellas, dependiendo de la situación en la que se encuentren con el fin de que sean evaluadas o reevaluadas. Este motivo, entre otros, nos hace tener en cuenta los aspectos sociales y psicológicos en relación con la enfermedad crónica y el contexto donde se va a poner en práctica la Guía básica de enfermería para personas con diabetes en Atención Primaria. De ahí que pasemos a continuación a señalar algunas características de la ciudad y del grupo social de convivencia.

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DIABETES MELLITUS ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA El páncreas es un órgano alargado (12-15 cm de largo) y aplanado, que pesa hasta 100 gramos. Su color es gris-amarillento, o rosado si está en actividad. Está localizado transversalmente en la parte dorsal del abdomen, detrás del estómago. Aunque de forma artificial, el páncreas se divide en tres segmentos: cabeza, cuerpo y cola. La cabeza es el lado derecho del órgano (la parte más ancha). Presenta una hendidura que delimita un pequeño lóbulo denominado gancho pancreático, y se encuentra en la curvatura del duodeno (la primera porción del intestino delgado), relacionándose por detrás con el eje vascular aorto-cava y vena porta. La arteria y la vena mesentéricas superiores pasan entre el cuerpo y el gancho pancreáticos. El cuerpo del páncreas es la parte cónica izquierda, y se extiende ligeramente hacia arriba. La cola es su final, y termina cerca del bazo. El cuerpo y la cola se relacionan sucesivamente con el riñón izquierdo y el bazo.

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EL PÁNCREAS. Se puede clasificar como glándula endocrina y glándula exocrina. El páncreas del adulto consiste en una cabeza, un cuello y una cola. La proporción endocrina del páncreas, consiste en un millón de acúmulos de células que se denominan islotes pancreáticos o islotes de Langerhans. Hay cuatro tipos de células que se encuentran en estos agrupamientos. · Células alfa (también denominadas células A), que segregan la hormona glucagón. El glucagón tiende a incrementar los niveles de glucemia, estimulando la conversión de glucógeno en glucosa en las células hepáticas. También estimula la gluconeogénesis en las células hepáticas. · Células beta (células B), que segregan la hormona insulina. La insulina tiende a favorecer el movimiento de glucosa, aminoácidos y ácidos grasos de la sangre a los tejidos. · Célula delta (células D), que segregan la hormona somatostatina. La somatostina afecta a diferentes tejidos del cuerpo, pero su principal papel parece ser regular las otras células endocrinas de los islotes pancreáticos. Ésta inhibe la secreción de glucagón, insulina y polipéptido pancreático, así como la secreción de la hormona del crecimiento por la hipófisis anterior. · Células polipéptidos pancreáticas (células F o PP), que segregan polipéptido pancreático, el cual influye en algún grado en la digestión y en la distribución de las moléculas alimentarias. Los islotes están infiltrados por capilares sanguíneos y rodeados de agrupamientos de células que reciben el nombre de acinos, que forman la parte exocrina de la glándula. El glucagón y la insulina son las secreciones endocrinas del páncreas y se relacionan con la regulación de concentración de azúcar en la sangre.

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Glucagón El producto de las células alfa es el glucagón, una hormona cuya principal actividad fisiológica es aumentar la concentración de azúcar en la sangre. El glucagón logra esto por medio de la aceleración de la conversión glucógeno en el hígado hacia glucosa (glucogenólisis) y de la conversión en el hígado de otros nutrientes, tales como aminoácidos, glicerol y ácido láctico. El hígado entonces libera la glucosa hacia la sangre y aumenta las concentraciones de azúcar sanguínea. La secreción del glucagón, está directamente controlada por las concentraciones de azúcar en la sangre por medio de un sistema de retroalimentación negativa. Cuando las concentraciones de azúcar en la sangre disminuyen por debajo de los valores normales los elementos sensibles químicamente en las células alfa de los islotes estimulan a la célula para secreten glucagón. Cuando la azúcar de la sangre aumenta, las células ya no se estimulan y se suspende la producción. Si por alguna razón el instrumento de retroalimentación falla y las células alfa secretan glucagón continuamente, pueden aparecer hiperglucemia. El ejercicio y las comidas (con alto contenido proteico absoluto) aumentan las concentraciones de aminoácidos en la sangre pueden hacer que se provoque un aumento en la secreción de glucagón. Insulina Las células beta de los islotes producen la hormona insulina, la cual actúa para disminuir las concentraciones de glucosa en la sangre. Su principal acción fisiopatológica, es opuesta a la del glucagón. Esta se presenta de varias maneras: Acelera el transporte de glucosa desde la sangre hacia las células, en especial las fibras del músculo esquelético. La glucosa que entra hacia las células depende de la presencia de receptores en la superficie de las células blanco, también aceleran la conversión de glucosa a glucógeno, también disminuye la glucogenólisis y la gluconeogénesis, estimula la conversión de glucosa o de otros nutrientes o de ácidos (litogénesis) y ayuda a estimular la síntesis de proteínas. La regulación de la secreción de insulina al igual que la secreción de glucagón está directamente determinada por la concentración de azúcar en la sangre. pág. 6

Efectos fisiológicos de la insulina La insulina controla el consumo y la movilización de compuestos energéticos en el estado postprandial, gracias a sus diversos efectos sobre las células sensibles a la hormona. Su efecto central es permitir la entrada de glucosa a las células, en particular del hígado, tejido graso y músculo, para su utilización ya sea en la vía oxidativa, en la cual da lugar a energía, agua y dióxido de carbono, o no oxidativa, en la que la glucosa es almacenada como glucógeno hepático o muscular. Durante los períodos de ayuno el hígado libera grandes cantidades de glucosa, independientemente de la presencia de insulina, pero después de una comida, la absorción intestinal de carbohidratos hace que las concentraciones de glucosa en sangre aumenten con rapidez y ello estimula la secreción pancreática de insulina. Gracias a la actividad hormonal, los adipocitos, las células musculares y los hepatocitos captan la glucosa sanguínea y al mismo tiempo, se inhibe la secreción de glucagón, de modo que disminuye la liberación hepática de glucosa. Sobre otras formas de moléculas energéticas almacenadas, la insulina tiene un papel predominantemente anabólico o ahorrativo. Es el caso de las proteínas y de los lípidos del tejido graso. Gracias a la acción de dicha hormona, los triglicéridos circulantes se fraccionan por acción de la lipoproteinlipasa liberando glicerol y ácidos grasos libres. A su vez, en el tejido adiposo, la hormona bloquea la ruptura de triglicéridos por parte de la lipasa sensible a hormonas, y favorece la síntesis de los mismos a partir de ácidos grasos y glicerol (efecto lipogénico).

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Además, la insulina favorece el transporte de aminoácidos al interior de las células, estimulando de manera indirecta la síntesis de proteínas; tal fenómeno tiene lugar en los hepatocitos, las células del músculo

esquelético

y

los

fibroblastos. De otro lado, al menos cuatro diferentes sistemas de transporte de aminoácidos se activan en presencia de insulina y esta

hormona

disminuye

la

actividad lisosomal, disminuyendo el catabolismo intracelular de las proteínas

en

las

células

musculares y hepáticas .

Efectos fisiológicos de la insulina 

El transporte de glucosa a las células



La captación hepática de glucosa



La captación celular de aminoácidos



La síntesis de proteínas



La síntesis de triglicéridos en los adipocitos



La neo glucogénesis hepatica



La glucógenolisis hepática y muscular



La cetogénesis



La lipólisis en los adipocitos

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REGULACIÓN DE LA GLUCEMIA. La insulina y el glucagón, dos de las principales pancreáticas, tienen efectos antagónicos (opuestos) sobre la glucemia

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TRANSPORTADORES DE GLUCOSA El transporte de glucosa hacia el interior de las células depende de la presencia en la membrana celular, de moléculas transportadoras de la misma. Hasta la fecha se han descrito dos grandes tipos de transportadores, unos dependientes del sodio, que están presentes sobre todo en las células del intestino y el riñón; su principal característica es la de transportar glucosa contra un gradiente de concentración, en virtud a un mecanismo de transporte activo. La otra gran familia de transportadores comprende al menos cinco tipos diferentes de proteínas denominadas GLUT, que movilizan la glucosa mediante procesos de difusión facilitada y tienen una amplia distribución en los tejidos: De estas moléculas, la más importante en la homeostasis de la glucosa es la proteína GLUT-4, pues no sólo es la principal molécula con capacidad para responder a la insulina, sino que, a diferencia de los demás transportadores de glucosa, es almacenada en el interior de las células y en presencia de insulina se incrementa su translocación a la membrana celular. FISIOPATOLOGÍA DE LA DIABETES MELLITUS El desarrollo de alteraciones del metabolismo de la glucosa, está relacionado bien sea con la deficiencia de la acción insulínica, con la secreción de dicha hormona o aparece por efecto de la combinación de las dos. La disminución de la secreción de insulina obedece a diversas condiciones, por ejemplo, la reducción de la masa total de células beta (en caso de la extracción quirúrgica del páncreas o a consecuencia de pancreatitis aguda) o a consecuencia de la destrucción autoinmune de dichas células, fenómeno que ocurre en la diabetes tipo 1. De manera adicional, algunos defectos genéticos del metabolismo de la célula b también pueden traducirse en una deficiente secreción de la insulina en respuesta a estímulos fisiológicos. En la diabetes tipo 2 el defecto básico es la resistencia de los tejidos periféricos a la acción de la insulina y en menor grado, una deficiencia relativa de secreción de la hormona. La mayoría de expertos considera que la resistencia a la insulina es el

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fenómeno primario, mientras que la deficiencia de la secreción, aparece como resultado de la hiperglucemia sostenida y la sobre estimulación persistente de la célula b. La resistencia a la insulina bien puede estar genéticamente determinada, como es el caso de los sujetos con historia familiar de esta enfermedad, o se presenta como resultado de un exceso de hormonas de contra regulación (tal como sucede en los pacientes afectados de acromegalia o feocromocitoma), o bien por efecto del tratamiento con medicamentos inductores de resistencia a la insulina. La diabetes tipo 2 exhibe tres fases bien definidas: en primer término, se presenta un estado de resistencia periférica a la insulina, asociado a cifras normales de glucemia, pues hay un incremento de la producción de esta hormona; en una etapa ulterior, a medida que la resistencia a la acción hormonal es más prominente, la hiperproducción de insulina no es suficiente para controlar las cifras de glucosa en sangre y, en consecuencia, aparece hiperglucemia postprandial. Por último, ocurre la insuficiencia de las células beta y disminuye la síntesis de insulina, de modo que aparece hiperglucemia en ayuno.

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SINTOMAS 

Emisión excesiva de orina (poliuria)



Aumento anormal de la necesidad de



Incremento de la sed (polidipsia)



Pérdida de peso sin razón aparente



Sed excesiva



Aumento del apetito



Fatiga



Mareos



Heridas que no sanan



Estados de inconciencia frecuentes



Hormigueo o adormecimiento en las manos o los pies



Irritabilidad

comer (polifagia)

Pruebas diagnósticas Se puede utilizar un análisis de orina para buscar glucosa y cetonas producto de la descomposición de las grasas. Sin embargo, una prueba de orina sola no diagnostica diabetes. La glucosa urinaria refleja, en ausencia de afectación del riñón, la superación del umbral renal, concentración sanguínea de glucosa por encima de la cual aparecería en orina. Este límite se sitúa entre 160 y 180 mg/dl de glucosa en plasma. Como prueba diagnóstica tiene un valor muy limitado por el cambiante grado de dilución que puede presentar. Los siguientes exámenes de sangre se utilizan para diagnosticar la diabetes: · Glucemia en ayunas: se diagnostica diabetes si el resultado es mayor de 126 mg/dl en dos oportunidades. Los niveles entre 100 y 126 mg/dl se denominan alteración de la glucosa en ayunas o prediabetes. Dichos niveles se consideran factores de riesgo para la diabetes tipo 2 y sus complicaciones. La diabetes se diagnostica normalmente cuando los niveles de glucemia en ayunas son de 126 mg/dl o mayores. pág. 12

· Glucemia aleatoria (sin ayunar): se sospecha la existencia de diabetes si los niveles son superiores a 200 mg/dl y están acompañados por los síntomas clásicos de aumento de sed, micción y fatiga. (Esta prueba se debe confirmar con otra de glucemia en ayunas.) · HbA1c (hemoglobina glucosilada). Es un examen que mide la cantidad de hemoglobina glucosilada en la sangre, ésta es una sustancia en los glóbulos rojos que se forma cuando la glucosa en la sangre se fija a la hemoglobina. Las personas con diabetes necesitan revisar el nivel de hemoglobina HbA1c durante varios meses puesto que así se puede dar un buen estimativo de si se ha manejado bien la diabetes durante los últimos 2 o 3 meses.

El valor normal de la HbA1c es que sea menor o igual al 6% · Curva de sobrecarga oral de glucosa. Es la principal prueba diagnóstica al someter al organismo a una cantidad estándar de glucosa que debe administrar en un tiempo de dos horas. Se efectúa con 75 g de glucosa oral o con 1.75 g/Kg de peso hasta 75 g, en el caso de niños. Se acompaña con 400 ml de agua y se ingiere en 5-10 minutos. Según los Grupos de Expertos, se debe extraer una muestra basal y otra a las 2 horas. Normalmente la curva, si hay buena absorción, debe superar en algún punto los 200 mg/dl, y normalizarse a las 2 horas, con valores inferiores a 140 mg/dl. Se considera estado de intolerancia a glucosa (situación que es reversible con el tratamiento adecuado), si a las 2 horas, la concentración plasmática de glucosa está entre 140 y 200 mg/dl. Por encima de este límite, el resultado es compatible con un estado de Diabetes mellitus. · Test de O’ Sullivan. Se realiza durante el sexto o séptimo mes de embarazo y pretende descartar o detectar precozmente los estados de Diabetes durante la gestación que podrían desembocar posteriormente en cuadros de Diabetes mellitus. Se extrae una muestra de sangre una hora después de ingerir 50 g de glucosa y en ella no deben superarse los 140 mg/dl. Si es para diagnóstico, se extrae en primer lugar una muestra basal, posteriormente se administran 200 g de glucosa y tras esto, una muestra de

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sangre transcurrido 1, 2 y 3 horas. Los niveles máximos de la normalidad son de 105, 190, 165 y 145 mg/dl. · Insulina o péptido C. Tanto en la extracción basal como tras la sobrecarga puede ser interesante conocer los cambios de la insulina plasmática. Puede emplearse el péptido C (fragmento inactivo liberado por el páncreas) para valorar la producción pancreática residual de insulina si el paciente se inyecta insulina. En la Diabetes mellitus tipo 1, la producción de la hormona es prácticamente nula, mientras que en la Diabetes mellitus tipo 2 tiende a ser elevada para vencer la resistencia de los tejidos a su acción. · Anticuerpos. La Diabetes mellitus tipo 1 se debe a la destrucción de origen autoinmune de las células b del páncreas y lleva a la deficiencia absoluta de insulina. En un elevado porcentaje de los pacientes, se detectan anticuerpos anti células b (ICAs), anticuerpos anti insulina (IAA) y anticuerpos anti descarboxilasa de ácido glutámico (GAD). Estos anticuerpos se pueden detectar en ocasiones antes de la aparición de la enfermedad, lo que les da un gran interés predicitivo. ETIOLOGÍA, PREVALENCIA. INCIDENCIA Y FACTORES DE RIESGO Las causas principales de la diabetes son: Herencia recibida de los padres (genética) que transmite la predisposición a padecer diabetes. Supone un 40% Infecciones por virus de desarrollo lento no conocidos en profundidad. Se ha observado un aumento de incidencia de nuevos casos de DM1 en determinados meses (otoño e invierno) al parecer relacionado con la actividad de algunos virus. Los virus que se han implicado con mayor frecuencia en el desarrollo posterior de DM1 son B4, rubéola y parotiditis. Al parecer, el Coxsackie B4 posee una proteína casi idéntica al ácido decarboxilglutámico de la célula beta pancreática. No se ha encontrado relación entre DM2 y virus. Inactivación de la insulina por sustancias existentes en la sangre. Como consecuencia de otras enfermedades. Por otro lado, están una serie de circunstancias desencadenantes tales como:

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· Sobrepeso: El factor dietético que más incrementa el riesgo de DM2 es el sobrepeso. A ello parece contribuir la “dieta occidental” con alto consumo de hidratos de carbono simples y escaso contenido en fibra y el sedentarismo. El riesgo relativo de presentar DM2 y/o tolerancia alterada a la glucosa (TAG) aumenta por 2 en pacientes con obesidad moderada, por 5 en obesidad intensa y por 10 en obesidad mórbida. Sin embargo, hay obesos en los que no se afecta la glucemia, lo que supone la necesidad de algún otro factor, quizá la herencia. No parece existir una relación directa entre el consumo excesivo de azúcares y el riesgo de DM2. En cuanto a la DM 1, se han implicado como factores nutricionales probables el consumo durante el embarazo de carnes ahumadas (con elevado contenido en nitrosaminas) y con el descenso de la lactancia materna. · Embarazo. ·Accidentes, intervenciones quirúrgicas, enfermedades infecciosas. ·Situaciones de angustia, pérdidas familiares. ·Consumo de ciertos tipos de medicamentos, como son los antirreumáticos y antiasmáticos hormonales (corticoides). ·Factores socioeconómicos: En algunos estudios se ha relacionado una mayor prevalencia de DM1 en clases media y alta (4 veces más frecuente) aunque probablemente se debe a un aumento del porcentaje de diagnosticados sobre el número total de casos dado el mejor acceso a los servicios sanitarios. Por el contrario, sí parece cierto el aumento de incidencia y prevalencia de DM2 en las clases con bajo nivel económico. ·Edad: La DM 2 aumenta su incidencia con la edad, siendo su pico máximo entre los 40-60 años. La DM 1 presenta su pico de incidencia máximo alrededor de los 10-13 años. Prevalencia En el mundo Occidental la prevalencia de Diabetes Mellitus se estima que oscila entre el 2% y el 6% de la población, según los estudios (diferencias en métodos de diagnóstico empleados, rangos de edad en población estudiada...). Se estima que un

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la mitad de los casos permanecen sin diagnosticar: por cada persona con diabetes conocida existe una con diabetes desconocida. La prevalencia total de la DM2 se estima en un 6% de la población (90-95% de las personas con diabetes), aumentando la prevalencia de forma significativa en relación a la edad: alcanza cifras entre el 10-15 % en la población mayor de 65 años, y el 20 % si consideramos sólo a los mayores de 80 años. Incidencia - Diabetes Mellitus tipo 1: 10- 12 casos nuevos /100.000 habitantes/año. - Diabetes Mellitus tipo 2: 60-150 casos nuevos/100.000 habitantes/año. Mortalidad -La mortalidad en los adultos con diabetes es más alta que en los no diabéticos. -Una de las principales limitaciones de los estudios de mortalidad es la subestimación del problema (existen diferencias en la certificación de la diabetes como causa de defunción cuando se asocia a afecciones muy frecuentes (enfermedades cardiacas, insuficiencia renal etc.). -En Estados Unidos los pacientes con Diabetes diagnosticada antes de los 15 años tienen una tasa de mortalidad 11 veces superior a la población general. La mortalidad es 2-3 veces superior en pacientes en los que se diagnostica la Diabetes después de los 40 años. -En la mayoría de los países desarrollados, la diabetes ocupa del 4º al 8º lugar entre las causas de defunción. En España representa la 3ª causa en mujeres y la 7ª en hombres. -En los países europeos la tasa de mortalidad oscila entre 7.9 y 32.2/100.000 habitantes. En España oscila alrededor de 23.2/100.000 habitantes. En la mayor parte de los estudios las tasas son mayores para mujeres que para hombres (en España, 29.3 frente a 16.1). -La principal causa de defunción de los pacientes con DM1 es la insuficiencia renal por nefropatía diabética. pág. 16

- En Andalucía existe un exceso de mortalidad por Diabetes con respecto

a

otras

provincias

españolas.

Este

exceso

está

fundamentalmente localizado en las provincias de Andalucía Occidental. Existen datos de la evolución de la mortalidad por Diabetes de 1975 a 1994, por sexo: la tasa estandarizada de mortalidad estaba por encima de 30 por 100.000 en mujeres, incrementándose en la década de los 80, asistiendo a primeros de los 90 a un progresivo descenso hasta situarse alrededor de 24 por 100.000 en 1994. En el hombre la tasa estandarizada de mortalidad se ha mantenido constante, alrededor de 18 por 100.000. La diabetes es una afección crónica en la cual existe una anomalía en la producción o el funcionamiento de la insulina por el páncreas. La insulina es una hormona producida por el páncreas. Su principal función es el mantenimiento de los valores adecuados de glucosa en sangre. Permite que la glucosa entre en el organismo y sea transportada al interior de las células, en donde se transforma en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Además, ayuda a que las células almacenen la glucosa hasta que su utilización sea necesaria. En las personas con diabetes hay un exceso de glucosa en sangre (hiperglucemia) ya que no se distribuye de la forma adecuada. Los especialistas advierten que, si los pacientes no siguen el tratamiento adecuado los tejidos pueden acabar dañados y se pueden producir complicaciones muy graves en el organismo.

DIABETES TIPO 1: Las edades más frecuentes en las que aparece son la infancia, la adolescencia y los primeros años de la vida adulta. Acostumbra a presentarse de forma brusca y muchas veces independientemente de que existan antecedentes familiares.

Las causas de la diabetes tipo 1 son principalmente la destrucción progresiva de las células del páncreas, que producen insulina. Ésta tiene que administrarse artificialmente desde el principio de la enfermedad. Sus síntomas particulares son el

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aumento de la necesidad de beber y aumento de la cantidad de orina, la sensación de cansancio y la pérdida de peso a pesar del incremento de las ganas de comer. DIABETES TIPO 2: Surge generalmente en edades más avanzadas y es unas diez veces más frecuente que la anterior. Por regla general, la diabetes tipo 2 también está diagnosticada o la han padecido otras personas de la familia. Se origina debido a una producción de insulina escasa, junto con el aprovechamiento insuficiente de dicha sustancia por parte de las células. Según qué defecto de los dos predomine, al paciente se le habrá de tratar con pastillas antidiabéticas o con insulina (o con una combinación de ambas). En estos casos el paciente no suele presentar ningún tipo de molestia, ni síntoma específico, por lo que puede pasar desapercibida para la persona afectada durante mucho tiempo. DIABETES GESTACIONAL: Se considera una diabetes ocasional que se puede controlar igual que los otros tipos de diabetes. Durante el embarazo la insulina aumenta para incrementar las reservas de energía. A veces, este aumento no se produce y puede originar una diabetes durante embarazo. Tampoco tiene síntomas y la detección se realiza casi siempre tras el análisis rutinario a que se someten todas las embarazadas a partir de las 24 semanas de gestación. Lo que si aumenta en gran medida el riesgo de desarrollar diabetes al cabo de algunos años. Diagnóstico: El diagnóstico de la diabetes se produce cuando el paciente tiene valores anormalmente elevados de glucosa en la sangre. Este análisis se suele controlar y medir durante un examen anual de rutina o en una exploración clínica que se realiza antes de la incorporación a un nuevo empleo o de la práctica de un deporte. También pueden realizarse análisis para determinar la posible causa de síntomas como el aumento de la sed, la micción, el hambre, o si existen factores de riesgo

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característicos, como antecedentes familiares de diabetes, obesidad, infecciones frecuentes o cualquier otra complicación asociada con la diabetes. Tal y como señala Rebeca Reyes, coordinadora del Grupo de trabajo de Diabetes Mellitus de la SEEN, el diagnóstico de la diabetes se realiza a través de una analítica de sangre. “Los criterios diagnósticos actuales, según la Sociedad Americana de Diabetes en sus recomendaciones de año 2015, son los siguientes: -Hemoglobina glicosilada mayor o igual de 6,5 por ciento. -Glucemia basal en ayunas mayor o igual a 126 mg/dl o glucemia a las 2 horas de una prueba de tolerancia oral a la glucosa con 75 gr de glucosa mayor o igual a 200 mg/dl. Todas ellas deben repetirse en dos ocasiones, salvo cuando existan signos inequívocos de diabetes, en cuyo caso una glucemia al azar de ≥ 200 mg/dl es suficiente”, especifica. Pruebas: Para medir la concentración de glucosa en la sangre se obtiene una muestra de sangre del paciente, quien deberá estar en ayunas por lo menos 8 horas antes de la prueba. Es normal que exista cierto grado de elevación de los valores de glucosa en la sangre después de comer, pero incluso entonces, los valores no deberían ser muy elevados. En las personas mayores de 65 años es mejor realizar la prueba en ayunas dado que los ancianos tienen un mayor incremento de las concentraciones de glucosa en la sangre después de comer. Hay otra clase de análisis de sangre, llamado prueba de tolerancia oral a la glucosa, que se realiza en ciertos casos, como cuando se sospecha que una mujer embarazada tiene diabetes gestacional.

En esta prueba se obtiene una muestra de sangre en ayunas para medir el valor de la glucosa y se suministra a la paciente una solución especial para beber, la cual contiene una cantidad estándar de glucosa. Durante las dos o tres horas siguientes se obtienen varias muestras de sangre.

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Factores de riesgo Los factores de riesgo de la diabetes dependen del tipo de diabetes.

Factores de riesgo para la diabetes tipo 1 Aunque se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1, los factores que pueden indicar un mayor riesgo incluyen los siguientes: Antecedentes familiares. Tu riesgo aumenta si tu padre, tu madre o algún hermano tienen diabetes tipo 1. Factores ambientales. Circunstancias como la exposición a una enfermedad viral probablemente tienen alguna relación con la diabetes tipo 1. La presencia de células del sistema inmunitario que causan daños (autoanticuerpos). Algunas veces, los familiares de personas con diabetes tipo 1 se someten a una prueba de detección de autoanticuerpos de la diabetes. Si tienes estos autoanticuerpos, tienes mayor riesgo de padecer diabetes tipo 1. Pero no todas las personas que tienen estos autoanticuerpos padecen diabetes. Ubicación geográfica. Ciertos países, como Finlandia y Suecia, presentan índices más altos de diabetes tipo 1. Factores de riesgo para la prediabetes y la diabetes tipo 2 Los investigadores no están completamente seguros de la razón por la que algunas personas manifiestan prediabetes y diabetes tipo 2 y otras no. Sin embargo, está claro que algunos factores aumentan el riesgo, incluidos los siguientes: Peso. Cuanto más tejido graso tengas, más resistentes se vuelven tus células a la insulina. Inactividad. Cuanto menos activo seas, mayor riesgo tendrás. La actividad física ayuda a controlar el peso, utiliza toda la glucosa como fuente de energía y hace que las células sean más sensibles a la insulina.

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Antecedentes familiares. Tu riesgo aumenta si tu padre, tu madre o algún hermano tienen diabetes tipo 2. Raza. Aunque no resulta claro por qué, las personas de ascendencias como la africana, hispana, indoamericana y asiática presentan un riesgo mayor. La edad. Tu riesgo aumenta a medida que envejeces. Esto se puede deber a que, a medida que envejeces, tiendes a hacer menos ejercicio, perder masa muscular y subir de peso. Pero la diabetes tipo 2 también está aumentando entre los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes. Diabetes gestacional. Si tuviste diabetes gestacional cuando estabas embarazada, tu riesgo de padecer prediabetes y diabetes tipo 2 con posterioridad aumenta. Si diste a luz a un bebé de más de 9 lb (4 kg), también corres el riesgo de tener diabetes tipo 2. Síndrome de ovario poliquístico. Para las mujeres, tener síndrome de ovario poliquístico, una enfermedad común caracterizada por periodos menstruales irregulares, crecimiento excesivo de vello y obesidad, aumenta el riesgo de diabetes. Presión arterial alta. Tener presión arterial superior a 140/90 mm Hg (milímetros de mercurio) se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2. Niveles de colesterol y triglicéridos anormales. Si tienes niveles bajos de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL) o colesterol "bueno", tu riesgo de diabetes tipo 2 es mayor. Los triglicéridos son otro tipo de grasa que transporta la sangre.

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Complicaciones agudas A pesar de que hay muchas más, en este post comentaremos cuatro tipos de complicaciones agudas en las personas con diabetes: la cetocidosis diabética, el coma hiperglucémico, la hipoglucemia y la hiperglucemia.

HIPERGLUCEMIA La hiperglucemia es, como el mismo nombre indica, un aumento del azúcar en sangre por encima de los niveles recomendados. Esto puede ocurrir debido a que el nivel de insulina en el cuerpo es bajo, ya sea por no habernos inyectado la suficiente insulina, por estrés o por haber comido más de lo debíamos y teníamos planificado. Los síntomas relacionados con la hiperglucemia van desde un nivel alto de azúcar en sangre, que veríamos una vez hecha la correspondiente medición, hasta un aumento en la sed y las ganas de orinar. Para prevenir las hiperglucemias lo ideal es realizar mediciones frecuentes, tener una correcta adherencia al tratamiento y respetar la dieta para evitar comer más de lo planeado evitando así el aumento de azúcar en sangre.

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HIPOGLUCEMIA Su causa es una reducción importante del aporte de glucosa al encéfalo. Es frecuente en diabéticos, sobre todo en los tratados con insulina. Se presenta cuando los niveles de glucosa en sangre son inferiores a 55 miligramos por decilitro de sangre. Los síntomas son el exceso de sudor, la palidez, agitación y confusión, y la disminución de la consciencia. Suele ser provocado por una dosis excesiva de insulina, una ingesta insuficiente, el ejercicio físico intenso, un estado de vómitos y diarreas, o una ingesta excesiva de alcohol.

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Complicaciones crónicas No tener un control continuo de glucosa y padecer altos niveles de glucosa en sangre constantemente puede provocar enfermedades graves que afecten al corazón, riñones, ojos, etc. Enfermedades de los vasos sanguíneos y del corazón Las personas con diabetes tienen un riesgo muy alto de padecer una enfermedad cardiovascular (CVD) y cerebrovascular. Si existen antecedentes familiares, el riesgo es aún mayor. Control glucosa en sangre Para prevenir este tipo de enfermedades cardiovasculares es importante que las personas con diabetes controlen, además de la glucosa en sangre, ostros factores de riesgo como tener una glicada alrededor del 7% y seguir un buen control con su profesional sanitario. Además, se recomienda vigilar el sobrepeso, realizar ejercicio, controlar el funcionamiento de los riñones, no fumar, etc. Enfermedad renal crónica La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es causada por el daño que a los vasos sanguíneos y que pueden provocar que los riñones sean menos eficientes, e incluso, su fallo.

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Enfermedad de los ojos y de la retina Con el tiempo, la diabetes puede afectar a la capa más sensible e importante del ojo, la retina. La retina se sitúa en la parte posterior y nos permite ver la luz y los colores.

¿Cómo se puede prevenir la retinopatía?



Mantenga

un buen control

de

glicada o

HbA1c

alrededor del

7%,

de tensión arterial(menos de 135/85) y de colesterol. 

Consulte a su médico de familia para realizarse en su Centro de Salud una revisión de fondo de ojo en el momento del diagnóstico de su diabetes y posteriormente cada 1-2 años según la evolución de cada caso.



En caso de afectación es preciso ser derivado y evaluado por un oftalmólogo.

. ENFERMEDAD DE LOS PIES pág. 32

Pie diabético La diabetes mal controlada puede lesionar los nervios de las extremidades del cuerpo a lo largo de los años. Es la llamada neuropatía periférica. De igual manera, con el tiempo, la circulación de las piernas y los pies se ve afectada. Es la llamada arteriopatía periférica. Muy a menudo suceden ambos problemas y la persona pierde la sensibilidad de la piel para poder notar lesiones como ampollas o cortes, a la vez que pierde el riego sanguíneo, haciendo más dificultosa su curación.

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Disfunción sexual

La testosterona baja es común en los hombres con diabetes tipo 2, cuyos síntomas pueden incluir:



Disfunción eréctil.



Interés disminuido en el sexo.



Masa magra del cuerpo reducida.



Ánimo triste.



Falta de energía.

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Tratamiento: El tratamiento de la diabetes mellitus se basa en tres pilares: dieta, ejercicio físico y medicación. Tiene como objetivo mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de la normalidad para minimizar el riesgo de complicaciones asociadas a la enfermedad. En muchos pacientes con diabetes tipo 2 no sería necesaria la medicación si se controlase el exceso de peso y se llevase a cabo un programa de ejercicio físico regularmente. Sin embargo, es necesario con frecuencia una terapia sustitutiva con insulina o la toma de fármacos hipoglucemiantes por vía oral. -Fármacos hipoglucemiantes orales: Se prescriben a personas con diabetes tipo 2 que no consiguen descender la glucemia a través de la dieta y la actividad física, pero no son eficaces en personas con diabetes tipo 1. -Tratamiento con insulina: En pacientes con diabetes tipo 1 es necesario la administración exógena de insulina ya que el páncreas es incapaz de producir esta hormona. También es requerida en diabetes tipo 2 si la dieta, el ejercicio y la medicación oral no consiguen controlar los niveles de glucosa en sangre. La insulina se administra a través de inyecciones en la grasa existente debajo de la piel del brazo, ya que si se tomase por vía oral sería destruida en aparato digestivo antes de pasar al flujo sanguíneo. Las necesidades de insulina varían en función de los alimentos que se ingieren y de la actividad física que se realiza. Las personas que siguen una dieta estable y una actividad física regular varían poco sus dosis de insulina. Sin embargo, cualquier cambio en la dieta habitual o la realización de algún deporte exigen modificaciones de las pautas de insulina. La insulina puede inyectarse a través de distintos dispositivos:

-Jeringuillas tradicionales: Son de un solo uso, graduadas en unidades internacionales (de 0 a 40).

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-Plumas para inyección de insulina: Son aparatos con forma de pluma que tienen en su interior un cartucho que contiene la insulina. El cartucho se cambia cuando la insulina se acaba, pero la pluma se sigue utilizando. -Jeringas precargadas: Son dispositivos similares a las plumas, pero previamente cargados de insulina. Una vez que se acaba la insulina se tira toda la jeringa. El nivel de glucosa en sangre depende de la zona del cuerpo en que se inyecta la insulina. Es aconsejable que se introduzca en el abdomen, los brazos o muslos. Penetra más rápidamente si se inyecta en el abdomen. Se recomienda inyectar siempre en la misma zona, aunque desplazando unos dos centímetros el punto de inyección de una vez a otra. Hay que evitar las inyecciones en los pliegues de la piel, la línea media del abdomen y el área de la ingle y el ombligo. Tratamiento El tratamiento consta de dos fases. Una primera fase en la que se pretende la normalización metabólica del enfermo recién diagnosticado o de aquel que presenta una descompensación, y una segunda fase en la que la finalidad última es el mantenimiento de la compensación metabólica. El tratamiento en sí consta de:

· tratamiento medicamentoso. · dieta. · ejercicio físico. · cuidados higiénicos. · actitud mental.

TRATAMIENTO MEDICAMENTOSO

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La medicación puede ser con insulina, con antidiabéticos orales, hierbas “antidiabéticas” (están contraindicadas), medicación y productos dietéticos complementarios. Respecto al tratamiento medicamentoso a base de insulina debemos saber lo siguiente:

¿Qué son los análogos de insulina? La farmacocinética de la insulina puede ser alterada por modificaciones mediante bioingeniería, cambiando en forma selectiva la secuencia de los aminoácidos para producir “análogos de insulina”. ¿Qué son las insulinas humanas? Durante muchos años la insulina que se ha empleado para el tratamiento de la diabetes, se extraía del páncreas de diversos animales, principalmente del buey (Insulina bovina),

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y sobre todo del cerdo (Insulina porcina). La insulina porcina es casi idéntica a la insulina humana y posee el mismo efecto sobre el azúcar en sangre. En la actualidad las insulinas que se tiende a emplear son las denominadas humanas, que son químicamente iguales a la del hombre y se obtienen bien de ciertas bacterias y levaduras mediante técnicas de ingeniería genética o bien a partir de la insulina de cerdo, que mediante un proceso químico adecuado se transforma en insulina exacta a la del hombre.

¿Qué tipos de insulina hay? Según la velocidad de inicio de acción y duración de su efecto la insulina puede ser de tres tipos: insulina de acción rápida, de acción intermedia y de acción lenta

¿Cómo se administra la insulina?

La insulina se administra normalmente por vía subcutánea, aunque se puede administrar por vía intramuscular y endovenosa. La cantidad a administrar va en función de la pauta y las indicaciones marcadas por el médico. En este momento disponemos de 5 formas de administración de la insulina: Las jeringas de insulina: para utilizar con los clásicos viales de insulina. En este momento sólo están disponibles para manejar con concentraciones de insulina de 40 UI/ml (U-40)

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Las plumas: son mecanismos automatizados de inyección. Funcionan con cartuchos recambiables de insulina, que sólo existen para concentraciones de insulina de 100 UI/ml (U-100).

Las jeringas precargadas: son sistemas similares a las plumas, con la característica de que ya vienen cargadas, y son desechables cuando se acaba la carga de insulina. Constituyen algo así como una mezcla de vial y jeringa en una pieza. Vienen preparadas con insulina humana a concentración de 100 UI/ml.

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Inhaladores: Estaba financiada por la Seguridad Social y se necesitaba receta médica. Los expertos señalaban que ayudaría a perder el miedo al tratamiento. Un trabajo en 'New England' pedía evaluar posibles daños a la capacidad pulmonar.

Un paciente tomando la insulina inhalada. (Imagen obtenida de un vídeo de Pfizer) El principal objetivo era facilitar la calidad de vida de los diabéticos. Este producto terapéutico consistía en una insulina de acción rápida que venía formulada en polvo seco y se inhalaba por boca unos 10 minutos antes de las comidas. De esta manera, la insulina pasaba a los alveolos pulmonares de forma inmediata y de ahí se liberaría en el torrente sanguíneo.

La insulina inhalada sustituiría a los pinchazos que tienen que darse los diabéticos para controlar los niveles de glucosa después de las comidas, pero no sustituía a la insulina de acción lenta. En principio, los primeros a quienes se les empezaría a prescribir la insulina inhalada serian los diabéticos tipo 1, y posteriormente los diabéticos tipo 2 que estén mal controlados.

La principal ventaja es que quitará el miedo de los pacientes al tratamiento, al no tener que pincharse y ello mejoraría tanto la aceptación social como la personal de la insulina".

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Bomba de insulina La bomba de insulina es un pequeño dispositivo del tamaño de un teléfono móvil que administra insulina de forma continuada. Consta fundamentalmente de dos partes: el infusor de insulina y el catéter de conexión. El infusor propiamente dicho es una microcomputadora que ha sido programada previamente para infundir insulina de manera continua las 24 horas del día. Se compone básicamente de una pantalla, una batería, unos botones y un reservorio de insulina. Utiliza análogos de insulina de acción rápida. El catéter de conexión es un fino tubo de plástico que conecta la bomba con el tejido subcutáneo (debajo de la piel). Este catéter termina en una cánula de plástico que está localizada debajo de la piel. Allí será donde se deposite la insulina administrada por la bomba.

CONTRAINDICACIONES Y EFECTOS pág. 43

Se aseguraba que llevaban más de 15 años investigando la insulina inhalada en ensayos en los que habían participado más de 2.500 pacientes. Asimismo, con la insulina inhalada se conseguía una reducción significativa en la sensación de fatiga, se ganaba menos peso y no daba problemas en la piel. No obstante, este producto estaba contraindicado en personas fumadoras, en menores de 18 años y en personas con asma o enfermedades pulmonares. Un estudio publicado en 'New England Journal of Medicine' recogía que comparada con los fármacos orales, la insulina inhalada estaba relacionada con más episodios de hipoglucemia. Otros efectos secundarios apuntados por la investigación eran la tos y la posible relación con la pérdida de la capacidad pulmonar. Se apuntaba que seguían haciendo investigaciones, pero en pacientes que llevaban siete años tomando insulina inhalada no se había registrado ninguno de estos efectos.

Resultados. No obstante, los resultados fueron otros y en octubre de ese mismo año, los laboratorios Pfizer anunciaban la retirada de su insulina inhalada debido a que las ventas de Exagera habían sido mucho más pobres de lo esperado. No obstante, los ejemplares que ya estaban en el mercado no serian retirados, pero el producto dejaría de suministrarse a partir de este momento. Las ventajas aportadas sobre la insulina inhalada se vieron mermadas por las dudas de algunos especialistas sobre su seguridad a largo plazo y lo aparatoso del inhalador, parecido a un tubo de pelotas de tenis. La idea era que a los diabéticos no les gustaba pincharse con agujas varias veces al día para administrar la insulina necesaria, pero en los últimos años ha mejorado mucho la administración de la hormona y, gracias a los lápices dosificadores, su administración ya no es tan incómoda y dolorosa como antaño. Exagera fue la primera y única insulina inhalada en el mercado, aunque otras compañías farmacéuticas están trabajando en productos de este tipo. pág. 44

Bombas de infusión continua de insulina subcutánea: La Bomba de Infusión Continua de Insulina (BICI) permite administrar insulina de modo basal y en bolos antes de las comidas (Gráfico 2). Igual que en las personas sin diabetes se utiliza únicamente insulina de acción rápida. ¿Cómo funciona? Tiene un pequeño motor eléctrico programado que, a través de un pistón, empuja el émbolo del cartucho cargado con insulina de acción rápida o análogos de insulina. Del cartucho sale un catéter que finaliza en el tejido subcutáneo a través de una cánula de teflón. El set de infusión habitualmente se cambia cada 3 días y se sujeta a la piel con cinta adhesiva. La bomba de infusión de insulina es un sistema de administración de insulina (no mide glucosa) con depósito NO INTELIGENTE, es decir que debe ser programada y utilizada de acuerdo con las necesidades del paciente. La bomba por sí sola no mantiene los niveles de glucosa dentro de la normalidad. El portador de la bomba debe continuar realizando controles de glucemia capilar. Indicaciones de la BICI · Cuando no se consigue un control glucémico satisfactorio a pesar de estar en tratamiento insulínico intensivo multidosis. · Personas con diabetes que quieren tener más flexibilidad y mejorar en su calidad de vida, especialmente aquellos que realizan actividades físicas intensas. · Episodios frecuentes de hipoglucemia severa, sobre todo si son nocturnas. · Episodios con complicaciones derivadas de su diabetes. · Mujeres que desean descendencia y planean quedarse embarazadas · Personas con neuropatía diabética dolorosa. · Personas con mínimas necesidades de insulina. ¿Qué requisitos debe cumplir el portador de la bomba? · Un alto grado de motivación en el tratamiento de su diabetes. pág. 45

· Amplios conocimientos sobre el tratamiento de su diabetes, cómo comportarse ante un cambio en la ingesta, enfermedades, deporte,... · Realizar al menos cuatro controles de glucemia capilar diarios (antes de cada ingesta y antes de acostarse). · Poseer cierta habilidad técnica para manejar la bomba. Ventajas · Posibilidad de administrar de forma continua una insulina basal preprogramada y ajustada a las necesidades de cada hora del día. · Gracias a la posibilidad de ajuste horario de la administración de insulina basal, se reduce notablemente la frecuencia de hipoglucemias nocturnas y, si se programa correctamente se consiguen niveles de glucemia plasmática basales dentro de la normalidad. · Habitualmente aumenta la sensación de salud y autoestima que mejora la calidad de vida. · Se objetivan mejoras importantes en los pacientes con estilos de vida irregular, profesiones demandantes o con frecuentes viajes por motivos laborales. Los episodios de hiperglucemia postprandial se reducen y acortan, con la repercusión que esto conlleva sobre la hemoglobina glicosilada. El paciente, normalmente, muestra un buen grado de aceptación al tratamiento con bomba, ya que esta modalidad de administración de insulina le permite llevar una vida normal y a la vez, mantener unos niveles de glucemia dentro de la normalidad.

Desventajas · La bomba debe llevarse encima las 24 horas del día.

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· La posibilidad de que pueda existir un fallo mecánico crea cierta inseguridad, aunque la bomba dispone de múltiples alarmas que advierten de cualquier anormalidad en su funcionamiento. · Si no existe una adecuada higiene a la hora de insertar el set de infusión pueden tener lugar irritaciones de piel o infecciones en la zona de inserción. · Requiere alta motivación por parte del paciente y un perfecto entrenamiento en técnicas de autocontrol. Conservación de la insulina Debemos saber que la insulina se debe conservar a 8-10 ºC. Para evitar la perjudicación del tejido subcutáneo, se aconseja cargar la insulina y dejar cinco minutos la jeringuilla que contiene la dosis a administrar a temperatura ambiente para que se temple. Calentar el frasco es un error, ya que los cambios bruscos de temperatura perjudican la conservación de la insulina. Existen variaciones en la cinética de la insulina muy importantes según la zona de inyección: Es conveniente elegir una zona concreta para cada una de las inyecciones del día, eliminando así la variabilidad en la glucemia entre un día y otro. Otro tratamiento medicamentoso sería los antidiabéticos orales. El tratamiento con antidiabéticos orales comenzará cuando, realizadas las medidas dietéticas y el ejercicio físico, no se consigan los objetivos de control. Atendiendo al mecanismo fundamental de acción de los antidiabéticos orales, podemos dividirlos de la siguiente manera: 1. Secretagogos a. Sulfonilureas Tienen un efecto hipoglucemiante agudo, por estímulo de la secreción de insulina a nivel de la célula beta pancreática mediante el bloqueo de los canales de salida de potasio dependientes de ATP. b. Secretagogos de acción rápida pág. 47

Fármacos estimuladores de la secreción de insulina. Son muy rápidos, lo que le confiere una semivida plasmática muy corta, 160 minutos. 2. Biguanidas Son agentes normoglucemiantes. Su acción parece consistir en una disminución de la liberación hepática de la glucosa por reducción de la glucogenolisis y la gluconeogénesis, y en un aumento de la captación periférica de glucosa por el músculo. 3. Tiazolidindionas Estos agentes reducen la resistencia a la insulina por un nuevo mecanismo de acción, la unión y activación de los PPAR gamma. 4. Inhibidores de las alfa-glucosidasas Actúan compitiendo con las enzimas digestivas situadas en el borde de las vellosidades intestinales, que actúan en el desdoblamiento de la sacarosa, la maltosa y otros oligosacáridos en monosacáridos (glucosa, fructosa, galactosa). El resultado es un retraso de la digestión de los hidratos de carbono, con reducción de los picos pospandriales. Estos medicamentos pueden producir efectos perjudiciales: · Hipoglucemia pudiendo llegar a coma hipoglucémico. · Molestias digestivas, reacciones alérgicas y, en cierto medicamento, fuerte reacción si se toman bebidas alcohólicas (sobre todo con las espumosas). Son inadecuados en situaciones de complicaciones fisiológicas como son: infecciones, operaciones quirúrgicas, heridas, embarazo. En este caso, tienen que ser sustituidas por insulina, normalmente con mezcla de insulina de acción rápida y lenta. 2. DIETA El diabético necesita mayor aporte de vitaminas del complejo B, en especial vitamina B1, B2, B6 Y B12. Esto se consigue con una dieta rica en vitaminas B, y, en casos excepcionales, mediante medicamentos que las contengan.

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Con una buena alimentación, el diabético no necesitará consumir productos sustitutos de alimentos azucarados ni aporte complementario de “fibra dietética”. En el tratamiento de la diabetes es sumamente importante la dieta. El diabético puede seguir una dieta casi igual a la de cualquier persona con una dieta sana y agradable. El Consensos Europeo celebrado en Nápoles en 1986 adoptó las siguientes recomendaciones para todos: - Controlar la obesidad, disminuyendo alimentos energéticos en la dieta y realizando ejercicio adecuado para la persona. - Disminución de los ácidos grasos saturados (alimentos de origen animal, aceites hidrogenados, vegetales) a menos de un 10%. - Reducción del colesterol de la dieta a menos de 300 mg/ día. - Incrementar el consumo de carbohidratos de absorción lenta (leguminosas, patatas, arroz, pastas para sopa). - Utilizar el ácido oleico (ácidos grasos monoinsaturados) y el ácido linoleico (ácidos grasos poliinsaturados). - Aumentar la ingestión de frutas, legumbres y fibras. - Reducir la ingestión de sal. En los diabéticos hay que añadir: - Supresión del consumo de azúcares de rápida absorción (sacarosa, jarabe de glucosa y fructosa) y de los productos elaborados con estos azúcares. - Supresión/disminución del consumo de bebidas alcohólicas. - Comer frecuentemente (5 comidas al día aproximadamente). Las reservas de glucógeno aumentan y se dosifican mejor cuando el cuerpo está en forma, ya que las grasas se queman con más facilidad, reservando más los hidratos de carbono para esfuerzo intensos o en caso de que la actividad sea muy larga que las reservas aguanten más tiempo. El ejercicio tiene una acción hipoglucemiante, pero pág. 49

puede aumentar la hiperglucemia si los niveles de glucosa en sangre son muy elevados o si el ejercicio es intenso. Por lo que el ejercicio físico debe ser moderado y habitual. El ejercicio físico también ayuda en la situación cardiovascular, así como ayuda en la pérdida de peso y de resistencia periférica. Si el diabético adopta una actitud positiva, deportiva y no tiene hábitos perjudiciales (tabaco, alcohol, alimentación excesiva), prácticamente tendrá que cambiar poco su Estilo de Vida. Es cierto que tendrá que aprender ciertos conocimientos higiénicos y ponerlos en práctica pero, con buena voluntad, todo es posible.

TRATAMIENTO PARA LA PREDIABETES Si tienes prediabetes, optar por estilos de vida saludables puede ayudar a que tu nivel de azúcar en sangre vuelva a los valores normales o, por lo menos, evitar que suba a los valores que se observan en la diabetes tipo 2. Mantener un peso saludable haciendo ejercicios y llevando una alimentación saludable puede ayudar. Hacer por lo menos 150 minutos de ejercicio por semana y bajar aproximadamente un 7 % de tu peso corporal pueden prevenir o demorar la diabetes tipo 2.

Algunos medicamentos, como la metformina (Glucophage, Glumetza, otros), también son una opción si presentas un alto riesgo de padecer diabetes, incluso cuando tu prediabetes está empeorando o si tienes una enfermedad cardiovascular, esteatosis hepática o síndrome de ovario poliquístico. En otros casos, se necesitan medicamentos para controlar el colesterol (en particular, las estatinas) y para la presión arterial alta. Tu médico puede recetar un tratamiento con una dosis baja de aspirina para ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares si presentas un alto riesgo. No obstante, optar por un estilo de vida saludable sigue siendo fundamental. Signos de complicaciones en cualquier tipo de diabetes

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Debido a que existen tantos factores que pueden afectar tu nivel de azúcar en sangre, algunas veces pueden surgir problemas que requieren atención inmediata, como los siguientes: Nivel alto de azúcar en sangre (hiperglucemia). Tu nivel de azúcar en sangre puede subir por muchas razones, como comer demasiado, estar enfermo o no tomar suficientes medicamentos para bajar la glucosa. Controla tu nivel de azúcar en sangre como te lo indique el médico, y presta atención a signos y síntomas de un alto nivel de azúcar en sangre (ganas frecuentes de orinar, aumento de la sed, boca seca, visión borrosa, cansancio y náuseas). Si tienes hiperglucemia, tendrás que realizar ajustes en tu plan de comidas, en tus medicamentos o en ambos. Aumento de cetonas en tu orina (cetoacidosis diabética). Si tus células necesitan energía, es posible que tu organismo empiece a descomponer la grasa. Esto produce ácidos tóxicos llamados cetonas. Presta atención a falta de apetito, debilidad, vómitos, fiebre, dolor de estómago y olor a acetona del aliento.

Puedes controlar el exceso de cetonas en la orina con un equipo de prueba de cetonas de venta libre. Si tienes un exceso de cetonas en orina, consulta a tu médico de inmediato o busca atención de emergencia. Esta afección es más común en personas con diabetes tipo 1. Síndrome hiperosmolar hipoglucémico no cetónico. Los signos y síntomas de esta afección potencialmente mortal incluyen: valores de azúcar en sangre de más de 600 mg/dl (33,3 mmol/l), boca seca, sed extrema, fiebre, somnolencia, desorientación, pérdida de la visión y alucinaciones. El síndrome hiperosmolar es provocado por un nivel de azúcar en sangre sumamente elevado que hace que la sangre se vuelva espesa y melosa. Tiende a ser más frecuente en personas con diabetes tipo 2 y suele estar precedido por una enfermedad. Si tienes signos o síntomas de este trastorno, llama al médico o busca atención médica inmediata. Bajo nivel de azúcar en sangre (hipoglucemia). Cuando tu nivel de azúcar en sangre cae por debajo de tu rango objetivo, se conoce como nivel bajo de azúcar en sangre pág. 51

(hipoglucemia). Si consumes medicamentos que bajan el nivel de azúcar en sangre, incluida la insulina, tu nivel de azúcar en sangre puede bajar por muchos motivos, como saltearte una comida y realizar más actividad física que lo normal. La disminución del azúcar en sangre también se produce cuando tomas demasiada insulina o un exceso de medicamentos que bajan la glucosa, que promueve la secreción de insulina por parte del páncreas. Controla periódicamente tu nivel de azúcar en sangre y presta atención a signos y síntomas de bajo nivel de azúcar en sangre: sudoración, temblores, debilidad, hambre, mareos, dolor de cabeza, visión borrosa, palpitaciones cardíacas, irritabilidad, dificultad para hablar, somnolencia, desorientación, desmayos y convulsiones. El nivel bajo de azúcar en sangre se trata con hidratos de carbono de rápida absorción, como el jugo de frutas o las tabletas de glucosa.

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Caso clínico Paciente de sexo masculino acude al servicio de emergencia del Hospital Nacional Arzobispo Loayza., refiere que desde hace aproximadamente 5 meses presenta astenia, “pesadez y fatiga” de inicio súbito ante cualquier trabajo que hace sin causa aparente. Como síntomas acompañantes como: poliuria, polidipsia, polifagia, mareos, que persiste todo el día y no cede a medicación no especifica. Datos de Filiación NOMBRE: NN EDAD: 66 años SEXO: Masculino RAZA: Mestizo LUGAR DE NACIMIENTO: Cuenca LUGAR DE RESIDENCIA: Lima ESTADO CIVIL: Casado OCUPACIÓN: Chofer INSTRUCCIÓN: Primaria RELIGIÓN: católico LATERALIDAD: Diestro TIPIFICACIÓN SANGUINEA: 0+ ALERGIAS: No Refiere ANTECEDENTE S PERSONALES • HTA hace 17 años en tto con Enalapril: 20mg

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ANTECEDENTE S PATOLOGICOS FAMILIARES • Hermano con DM 2 • Padre enfermedad trombótica sin especificar. • Madre sin especificar. ANTECEDENTES PERSONALES NO PATOLOGICOS. ALIMENTARIO :3 veces al día (hiperproteica, hipercalórica) DEFECATORIO 1 veces al día MICCIONAL 5-6 veces al día nocturno 4-5 veces TABACO No. ALCOHOL No. DROGAS No. SUEÑO 10 horas diarias EJERCICIO No realiza – Sedentario SIGNOS VITALES: TA: 150/80 FC: 70 Sat O2: 96% Temperatura: 36,4ºC Glucemia basal: 220 mg/dl •

Creatinina:1.7 mg/dl



Microalbuminuria: 45 mg/24h



ECG R (AVL)+ S(V3) = 19.5 mm



FONDO DE OJO: Sin ninguna opacidad, ni síntomas de Retinopatía diabética ni Hipertensiva,

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ARTICULOS CIENTIFICOS

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